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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA BANCA Y FINANZAS

ESCUELA NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN Y HACIENDA PÚBLICA

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA

SEMESTRE 8VO K NOCTURNO RENTAS 2017-I

PROCESOS CONTENCIOSOS TRIBUTARIOS

COBRO EJECUTIVO Y JUICIO


EJECUTIVO

Los Ruices, marzo de 2017

Objetivo General
Analizar los procedimientos de juicio ejecutivo y cobro ejecutivo como medios
coercitivos de la administración tributaria para lograr la recaudación de los
tributos.

Objetivos
específicos
Establecer comparaciones precisas entre el cobro y el juicio ejecutivo.
Indagar las garantías y la oposición al cobro y juicio ejecutivo.
Determinar los Principios Constitucionales y Legales que quebranta el cobro
ejecutivo.

Introducción
Por la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingresos públicos, se llegó a la reforma de
sistema tributario venezolano. La reforma implica una serie de transformaciones para las cuales
el contribuyente no estaba preparado, pues no tenía educación ni cultura tributaria en el pago
de los tributos; no existían mecanismos de control fiscal y las sanciones contempladas para los
ilícitos tributarios eran insignificantes, lo que se traduce en ese momento como elevados
índices de defraudación fiscal.

En el proceso de transformación del sistema tributario venezolano se reformaron las


leyes tributarias existentes en el pasado, se promulgaron leyes para crear nuevos impuestos, se
amplió la capacidad del Estado para controlar y sancionar el delito tributario, y se hicieron
cambios importantes a la estructura organizativa del ente administrador de los tributos.

De este mismo modo, es necesario resaltar que la potestad tributaria o la facultad


jurídica que tiene el Estado para exigir contribuciones, controlar y establecer mecanismos de
control e imponer sanciones en caso de revelar desacatos, debe estar en armonía con los
derechos constitucionales de los contribuyentes. Por tal motivo, en el presente estudio se
desea analizar la importancia de la reforma tributaria realizada en Venezuela en el año 2014, la
cual no resulto como la mayorías de los especialistas en tributos y finanzas esperaban, la misma
se ejecutó con la finalidad de evitar la evasión, elusión y aumentar la recaudación eficaz de los
tributos,  se realizaron cambios considerables, en toda la normativa tributaria, lo cual causo
mucha polémica. Unos de los puntos más resaltante de la reforma tributaria, es la  Código
Orgánico Tributario (2001), mediante el Decreto con Rango Valor y Fuerza de Ley del Código
Orgánico Tributario (2014), puesto que  elimina la figura del juicio ejecutivo, es decir la vía
judicial para el cobro de derechos pendientes, e incorpora al ordenamiento jurídico tributario,
la figura de cobro ejecutivo en vía administrativa

El legislador ha incluido el juicio ejecutivo o cobro ejecutivo entre los procedimientos


especiales contenciosos-administrativos, el cual solo se aplica cuando existe una obligación de
pagar una cantidad liquida de dinero de tributos multas e intereses al Fisco, siempre y cuando
la obligación conste de instrumento público u otro documento auténtico que pruebe clara y
ciertamente dicha obligación. Por lo tanto es importante señalar que el juicio ejecutivo es
utilizado por la Administración Tributaria como un mecanismo para recaudar los tributos, es
decir, para cobrarles a los contribuyentes morosos y renuentes, los créditos fiscales
obligatorios. De manera tal que tiene por fin la ejecución de los mismos de modo coercitivo, en
ambos casos, es importante que el objeto de la ejecución del cobro, verse sobre créditos
fiscales líquidos y exigibles favor del Fisco.

Finalmente el trabajo de investigación versa sobre establecer las diferencias y


semejanzas del juicio y cobro ejecutivo, sin menos cabo, a sus definiciones, garantías,
interposición y procedimiento, para de esta manera poder obtener una visión clara sobre la
materia y constituir así esclarecimientos que puedan darnos certeza de dichos procedimientos.

Conclusión
El Derecho Tributario es aquella rama del Derecho que regula las normas y principios
relativos a la imposición y recaudación de los tributos y las relaciones jurídicas entre los entes
públicos y los contribuyentes.

Para que los derechos y las obligaciones que les son correlativas, se hagan efectivos, es
necesario que existan ciertos medios compulsivos para obtener su cumplimiento en caso que se
les incumpla, ya que de otro modo quedaría entregado a la voluntad de los deudores ese
cumplimiento.

Esos medios compulsivos son los llamados Procedimientos Judiciales que son el
conjunto de pasos jurídicos y judiciales, que empleados por un demandante están dirigidos a
reparar un daño que le ha sido causado a este, violando así sus derechos. Encontramos así
entre los distintos procedimientos judiciales contemplados por el derecho tributario el recurso
contencioso tributario y el juicio ejecutivo (actualmente cobro ejecutivo), que se entiende por
tal un procedimiento especial que se tiene por objeto, obtener el cumplimiento de una
obligación convencional o declarada fehacientemente y que el deudor no cumplió en su
oportunidad.

Cuando se realizó la reforma del Código Orgánico Tributario en el 2014, se le otorgó a la


Administración Tributaria las facultades de cobro ejecutivo (eliminando la figura de juicio), pues
ahora las empresas no podrán alegar que están en quiebra y no tienen liquidez para pagar
porque se poseen bienes o activos de los mismos; ya no se debe ir a un tribunal porque
sencillamente la administración tributaria, bajo la figura de un árbitro, de un perito, evalúa el
costo de ese activo, y ese activo pasa a manos del fisco, no como anteriormente para poder
apoderarse del bien debían pasar por el Tribunal por la evaluación y autorización de la misma.

Por otra parte, es fundamental que cualquier aspecto tributario sujeto a estudio sea
concatenado con los principios tributarios establecidos en la Constitución Bolivariana de
Venezuela, como lo son el principio de legalidad, igualdad, capacidad contributiva,
progresividad, no retroactividad, no confiscatoriedad y la justicia tributaria. La
inconstitucionalidad recae en el hecho de apoderarse de un bien sin justa contraprestación,
como es en el caso del cobro ejecutivo, pues el fisco retiene activos o bienes de los
contribuyentes, donde se viola el principio de no confiscatoriedad que cita en el segundo aparte
del artículo 317 de la Constitución de la Republica “ningún tributo puede tener efectos
confiscatorios”, y además de este no cumple con los principios legales de la administración
tributaria en transparencia y responsabilidad, pues está causando un daño patrimonial al
contribuyente. Por su parte, la Carta Magna establece los derechos que tienen los ciudadanos,
estos son: el derecho al debido proceso, la presunción de inocencia y libre acceso a la justicia; y
el Código Orgánico Tributario, por su parte, establece los medios de defensa con que cuenta un
contribuyente.

Recomendacione
s
Las Recomendaciones Luego de efectuar el análisis de la importancia de los
procedimientos represivos que posee la Administración para asegurar el cobro de Créditos
Fiscales, se hace necesario presentar sugerencias en base a la investigación realizada, las cuales
se orientan hacia varios enfoque distintos que se vinculan entre sí. Desde el punto de vista del
contribuyente, quien debe cumplir con todos los deberes formales para evitar situaciones que
pudieran ocasionar sanciones. Debe conocer la norma para dar cumplimiento a los deberes y
obligaciones contenidas en ella. Debe estar en continuo refrescamiento de las normas,
preocuparse por realzar consultas jurídicas tributarias cuando lo estime conveniente o cuando
tenga duda ante una situación, o buscar asesoría de la misma.

Desde el punto de vista de la Administración Tributaria, quien debe llevar a cabo su


función, no sólo con presión tributaria, sino también con operativos de divulgación y
asesoramiento sobre el cumplimiento de las obligaciones por parte del contribuyente. De igual
forma debe capacitar a sus funcionarios para que al momento de la aplicación de la norma, ésta
sea interpretada de manera justa y equitativa, evitando así lesionar los derechos de los
contribuyentes establecidos en la carta magna.

Desde el punto de vista de la Confiscatoriedad dentro del marco del cobro ejecutivo,
que es un medio forzoso para reprimir u obligar al contribuyente a cumplir con su compromiso
de coadyuvar al gasto público, con la amplia facultad y potestad que posee la Administración
Publica, la cual actúa como juez y parte, se presenta la figura de embargo de bienes sin permiso
alguno de autoridad judicial, por lo cual de igual modo se quebranta el principio de no
confiscatoriedad, consagrado en nuestra Constitución, por lo que se recomienda realizar una
reforma constitucional, en la cual se incluyan excepciones para el aplicación de la
confiscatoriedad, en ciertos casos tributarios, para que de este modo se pueda ejercer esta
acción sin infringir la norma madre, que a nuestro parecer más que apoderarse del bien, es
asegurar el cobro efectivo de esos tributos que serán utilizados en ejercicio del bien común, ya
que, es obligación de todas las personas cumplir con el principio de igualdad.

El Juicio ejecutivo y Cobro Ejecutivo


El Código Orgánico Tributario dicta una serie de normas que buscan llevar a cabo ciertas
operaciones financieras con bases legales, acompañan al código un conjunto de leyes
tributarias. Cada una de estas leyes se ha creado para el fiel cumplimiento de las formalidades
exigidas para el desempeño de la actividad financiera. Tanto el Poder Nacional, Estadal y
Municipal, ejecutan una competencia territorial exclusiva en esta materia, cada entidad
posee la administración de su propia Hacienda Pública, regida por los Principios de la
Constitución Bolivariana de Venezuela.

Podemos decir entonces que el Poder Tributario es una entidad jurídica del Estado que
en cualquiera de sus niveles territoriales (nacional, estadal o municipal) puede ejercer y exigir
contribuciones con respecto a los bienes y personas que se encuentren bajo su dominio, así
como la reglamentación, legislación, cobro, recaudación, fiscalización y verificación de
las obligaciones tributarias. Este Poder Tributario se ejerce bajo el imperio de la Constitución y
las leyes, que se rigen bajo los principios establecidos.

En la Gaceta Oficial N° 6.152 Extraordinario de fecha 18 de noviembre de 2014, fue


publicado el Decreto N° 1.434, emanado de la Presidencia de la República, mediante el cual se
dicta el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Tributario (en adelante el
“COT”), cuyas principales innovaciones están referidas al alargamiento de las prescripciones
extintivas o liberatorias de obligaciones tributarias, al reordenamiento y agravación de todas las
sanciones previstas en el COT derogado, tipificación de nuevos delitos tributarios, a la
ampliación de las facultades recaudatorias de la Administración Tributaria, a la creación del
procedimiento coactivo de cobro ejecutivo por parte de la Administración de todas deudas
tributarias pendientes y adopción de medidas cautelares, sin intervención del Poder Judicial.

En este sentido, es competencia exclusiva de la Administración iniciar e impulsar el


cobro ejecutivo (antes, juicio ejecutivo) y resolver todas sus incidencias, sin intervención de los
jueces. Este procedimiento habilita a la Administración para hacer todo lo que podrían hacer los
jueces y más, en el juicio ejecutivo, que es eliminado, y sin el obstáculo de que deba acumularse
el cobro a otras causas judiciales o procedimientos de ejecución; con el único límite de tener
que indemnizar por daños al contribuyente ejecutado si resultare improcedente el cobro
llevado a cabo, a menos que sea dictada una eventual medida administrativa o judicial de
suspensión de efectos en el curso del procedimiento. Igualmente la ejecución de las sentencias
de los tribunales contenciosos tributarios será competencia de la Administración, con aplicación
del mismo procedimiento.

En breves palabras, el Cobro Ejecutivo Tributario es el recurso judicial del que dispone la
Administración Tributaria para cobrarles a los contribuyentes morosos y renuentes, de forma
coercitiva de acuerdo a lo contemplado en el COT.

 Juicio ejecutivo
El proceso o juicio “ordinario”, es como su nombre lo indica, el más común, sin
embargo, hay otros procesos que pueden ser más efectivos para solucionar algunos conflictos
legales. Desde la edad media, se creó un proceso específico para casos donde ya se probó que
hay una deuda y solo resta cobrar. Este proceso se conoce como juicio ejecutivo, una ventaja
fundamental, ofrece la posibilidad de pedir al juez, la ejecución de lo que se denomina medidas
cautelares. Estas medidas son órdenes del juez que buscan garantizar que se pueda cobrar la
deuda por medio de los bienes del deudor. 

En el mismo orden de ideas, son aquellos procesos mediante los cuales en base a un
título ejecutivo (Documento) que contiene una obligación e identifica claramente a las partes
obligadas y que además del título mismo se establezca que la obligación es actualmente
exigible puede pedirse al Juez que se exija el cumplimiento de la prestación debida y en su
defecto el desplazamiento de la persona que se encuentra en mora respecto de las facultades
dispositivas de su patrimonio, intervención en su patrimonio y el cumplimiento de la obligación
en su nombre. Juicio ejecutivo es el procedimiento que se emplea a instancia de un acreedor
contra su deudor moroso para exigirle breve y sumariamente el pago de la cantidad líquida que
le debe, de plazo vencido y en virtud de documento legal.

Un título ejecutivo es aquel documento al cual la ley le atribuye la suficiencia necesaria


para exigir el cumplimiento forzado de una obligación que consta en él. El título ejecutivo no
tiende a declarar derechos, se funda en la presunción, juris tantum, de que esos derechos sean
previa y solemnemente determinados por las partes, y sólo sirve para obtener su efectividad.
Los requisitos principales para el juicio ejecutivo es la existencia de un acreedor y un
deudor cierto, una deuda liquida, plazo vencido o mora y finalmente el título ejecutivo. Del
mismo modo existen 3 bases de fondo en las que se sustenta el juicio ejecutivo las cuales son:
que el título ejecutivo debe ser cierto, la liquidez de la obligación de la deuda y la exigibilidad.
 Cobro Ejecutivo

Es una acción judicial a través de la cual se va a procurar el cobro de un título de


naturaleza ejecutiva, Es un trámite mucho más rápido que un juicio ordinario ya que no se
analiza la causa de la obligación, es decir, cuál fue el acto que motivó la deuda, sino que
simplemente ante el incumplimiento se procede a la ejecución. Este es competencia de la
Administración Tributaria para impulsar y resolver todas las incidencias, en la cual se Intima al
deudor a pagar las Obligaciones Tributarias debidas.
La figura de cobro ejecutivo es en vía administrativa, y para llevarse a cabo el mismo se
debe emplear la intimación que se convierte en título ejecutivo para dar inicio al
procedimiento. Es necesario señalar, que el Código de Procedimiento Civil Venezolano (1990)
consagra el procedimiento de intimación como un conjunto de normas que exigen el pago de
deudas liquidas y exigibles, los Códigos Tributarios venezolanos predecesores, establecían la
intimación de derechos pendientes como parte de un procedimiento, que cuando el
contribuyente no pagaba se daba inicio al procedimiento de juicio ejecutivo para el cobro
efectivo de créditos fiscales.
 DIFERENCIAS
JUICIO EJECUTIVO COBRO EJECUTIVO
Gaceta Oficial N° 37.305 de fecha 17 de Gaceta Oficial N° 6.152 Extraordinario de fecha
Octubre de 2001. 18 de noviembre de 2014, Decreto N° 1.434.

La solicitud de ejecución deberá interponerse La competencia para iniciar e impulsar el


ante el Tribunal Contencioso Tributario procedimiento y resolver todas sus incidencias,
competente. corresponde a la Administración Tributaria.

Es netamente de causa judicial y se debe El procedimiento de cobro ejecutivo no será


ejecutar el procedimiento ante el Tribunal. acumulable a las causas judiciales ni a otros
procedimientos de ejecución.

Genera de pleno derecho el pago de un recargo


Se solicitara una cantidad suficiente estimada del (10%) de las cantidades adeudadas por
prudencialmente por el Tribunal para responder concepto de tributos, multas e intereses, con
el pago de intereses y costas del proceso. inclusión de los intereses moratorios que se
generen durante el procedimiento de cobro
ejecutivo.

Se realiza por vía judicial. Se realiza por vía administrativa.

Admitida la demanda se acordará la intimación Al día siguiente del vencimiento del plazo legal
del deudor para que pague o compruebe haber para el cumplimiento voluntario, se intimará al
pagado, apercibido de ejecución en el lapso de deudor a pagar las cantidades debidas y el
cinco (5) días contados a partir de su intimación. recargo, dentro de los cinco (5) días continuos
En la misma demanda el representante de Fisco siguientes contados a partir de su notificación
solicitará, y el Tribunal así lo acordará, el De no realizarse el pago en el referido plazo, la
embargo ejecutivo de bienes. Administración Tributaria dará inicio a las
actuaciones dirigidas al embargo de los bienes y
derechos del deudor
El Tribunal competente otorga el título La intimación efectuada constituye título
ejecutivo para proceder contra los bienes y ejecutivo para proceder contra los bienes y
derechos del deudor. derechos del deudor o de los responsables
solidarios y no estará sujeta a impugnación
Vencido el lapso para el cumplimiento
voluntario, o resuelta la incidencia de oposición Efectuado el embargo, la Administración
por la Alzada, sin que el deudor hubiere Tributaria ordenara el remate de los bienes
acreditado el pago, se ordenará el remate de los embargados
bienes embargados.
El tercero o tercera que alegue ser el tenedor
legítimo de la cosa, o afirme que son suyos los
Cuando un tercero pretenda ser preferido al bienes embargados, podrá oponerse al
demandante o que son suyos los bienes embargo, hasta el día siguiente a la publicación
embargados, propondrá demanda ante el del único cartel del remate
Tribunal, y la controversia se sustanciará según El embargo será suspendido si la cosa se
su naturaleza y cuantía. encontrare verdaderamente en su poder y
presentare prueba fehaciente por un acto
jurídico válido

El Tribunal procederá a nombrar un solo perito A tal efecto, La Administración Tributaria procederá
avaluador de los objetos de que efectúe el a designar a un  funcionario o funcionaria experto, a
justiprecio de los bienes embargados, en un plazo los fines de que éste efectúe el avaluó de los bienes
que fijará el Tribunal y que no será mayor de quince embargados dentro de un plazo no mayor de quince
(15) días de despacho contados a partir de la fecha (15) días hábiles, contados a partir de la fecha de su
de su aceptación. designación
Cualquiera de las partes puede impugnar el avalúo El deudor o deudora podrá solicitar un nuevo
en cuyo caso se procederá a la designación de avalúo, en cuyo caso éste procederá a seleccionar
peritos conforme a las reglas del Código de un nuevo experto. Los costos del nuevo avalúo
Procedimiento Civil. serán soportados por el deudor o deudora
Consignados los resultados del avalúo, se procederá Consignados los resultados del avalúo, debe
dentro de los diez (10) días de despacho siguientes, procederse, dentro de los diez (10)
a la publicación de un solo cartel de remate en uno días hábiles siguientes, a la publicación de un único
de los diarios de mayor circulación en la ciudad sede cartel de remate en la página Web de la
del Tribunal. (se debe colocar copia en las puertas Administración Tributaria. (Se debe colocar copia en
del Tribunal) el expediente)
Se embargan bienes. Se embargan bienes y derechos.
Los embargos realizados no pueden exceder el Los embargos realizados no pueden exceder el
doble de las cantidades adeudadas más la doble de las cantidades adeudadas incluyendo
cantidad estipulada por el tribunal por costas. el recargo del 10%.
El Tribunal designa al fisco como depositario. La Administración es depositaria, pero también
lo pueden ser el deudor o personas autorizadas.
Para ordenar embargos complementarios debe La administración Tributaria es la que ordena
el fisco pedir al tribunal que lo decrete. los embargos.
 SEMEJANZAS

Son procedimientos a través de la cuales se va a procurar cobrar a los contribuyentes


morosos y renuentes, los créditos fiscales obligatorios.
Tienen como finalidad la ejecución de modo coercitivo.

El objeto de la ejecución del cobro, versa sobre créditos fiscales líquidos y exigibles favor del
Fisco.
Se toma como depositario de los bienes embargados a la Administración Tributaria.

Si efectuando el remate no se cubre el monto adeudado, se podrá ordenar embargos


complementarios hasta cubrir la totalidad de la deuda
Se viola el principio Constitucional de no confiscatoriedad y el debido proceso.

 Garantías y oposición al Juicio Ejecutivo Y Cobro Ejecutivo

La garantía es una institución de derecho público de seguridad y de protección a favor


del individuo, la sociedad o el estado que dispone de medios que hacen efectivo el goce de los
derechos subjetivos frente al peligro o riesgo de que sean desconocidos, en este apunte no nos
referiremos a las garantías civiles (reales y personales) que funcionan luego de un préstamo
monetario, aquí nos referiremos a las garantías constitucionales que son un medio de
protección para que se cumplan los derechos subjetivos reconocidos en las constituciones
políticas.

Entonces, una garantía, puede proteger al individuo de la potestad de castigo del


estado, o puede también proteger a la sociedad o al estado de las actitudes del individuo que
pudieran perturbar el régimen establecido, de ahí una garantía puede ser: una garantía
individual, una garantía social y una garantía estatal.

Una garantía no es un principio, un principio es el fundamento, es la base de una


garantía, una garantía no es un derecho subjetivo, ya que éste es una facultad o poder
reconocido a una persona por la ley vigente y que le permite realizar o no ciertos actos.

Una garantía tiene la finalidad de proteger y amparar los derechos fundamentales de


una persona contra cualquier exceso, abuso o arbitrariedad proveniente de (a) persona
particular, (b) autoridad pública.

Los principios una vez plasmados en la ley se convierten en garantías. Las garantías son
obligatorias para el legislador y el juez, los principios son aspiraciones de un derecho penal
moderno y liberal en espera de ser plasmadas en las leyes. Por ejemplo el principio "non bis in
idem" (no dos veces sobre lo mismo) al plasmarse en la ley se convierte en una garantía de
prohibición de procesamiento múltiple, que protegerá los derechos del individuo con
sobreseimiento no impugnado o ratificado.

¿Porque son obligatorios las garantías? , por qué están plasmadas en la constitución y/o
en la ley, por qué algunas son requisitos del debido proceso, por qué su cumplimiento no
necesita reglamentación y, por qué, quien las vulnera queda sujeto a la jurisdicción ordinaria.
Aunque la constitución no tiene la función del código penal debería decir "quien vulnere las
garantías son sancionados con determinada pena" para que las garantías tengan efectividad. El
código penal parecería sancionar con dos años de reclusión la vulneración de las garantías
constitucionales, pero la ley de fianza juratoria establece que no hay detención preventiva para
los delitos que tengan penas con dos años o menores.

Las garantías constitucionales vienen básicamente a afectar derechos que pueden


considerarse básicos para el desarrollo de una sociedad. Estos derechos son a la propiedad
privada, a la libertad, a trabajar, a la integridad física, etc. Para que la protección de estos
derechos sea mucho más que una declaración de deseos, se establecen mecanismos que
permiten que sean protegidos de forma rápida en todo momento. Algunos ejemplos de estos
mecanismos pueden ser los amparos o los habeas corpus. Cualquier situación anómala puede
detenerse de forma inmediata con cualquiera de estos procedimientos, haciendo que en todo
momento la persona tenga un grado de defensa frente a abusos.

Ciertamente, en estos casos existe toda una vulneración por parte del estado hacia la
sociedad, vulneración que solo puede ser eliminada mediante una reacción radical por parte de
las personas. Debemos tener presente siempre que las garantías significan una expresión de la
sociedad que surge para protegerse a sí misma y a cada persona particular cuando el poder del
estado se utiliza irresponsablemente.

Entre los tipos de garantías se encuentran: garantía personal se denomina asi porque no
se tiene en cuenta ningún bien concreto que funciona como aval de pago. Lo relevante en este
tipo de garantía es la persona que, a título privado, ofrece una garantía de que va a cumplir con
una responsabilidad (fianza, contrato de garantía personal). Y garantías reales son aquellas en
las que el deudor ofrece como aval un bien propio o de otra persona para obtener un crédito.
Hay varias modalidades de garantías reales, siendo la prenda y la hipoteca las más comunes. La
prenda es una modalidad de contrato mediante el cual un deudor ofrece a su acreedor un bien
mueble para trasmitir seguridad en el crédito y dicho bien deberá restituirse cuando se extinga
la obligación contraída. La hipoteca se aplica sobre algún bien del deudor o de una tercera
persona, de tal forma que el acreedor es el beneficiario de dicho bien. Ambas garantías reales
están desarrolladas en una ley hipotecaria. La garantía real es objetiva, pues se basa en un bien
tangible y concreto.

En lo concerniente a las garantías en el cobro ejecutivo se encuentra plasmado en el


artículo 295 del COT que expresa “Cuando la deuda tributaria estuviese garantizada se
procederá en primer lugar a ejecutar la garantía. Cuando la garantía sea insuficiente para cubrir
la deuda o cuando el obligado lo solicite, la Administración Tributaria podrá optar por el
embargo de otros bienes o derechos, en estos casos, la garantía prestada quedará sin efecto en
la parte asegurada por el embargo”

En el mismo orden de ideas, en cuanto a la materia de embargo existen dos oposiciones

1.- la establecida en al artículo 602 del Código de Procesal Civil que se refiere a la
oposición de la parte.

La parte puede oponerse dentro del tercer día siguiente a la ejecución de la medida
preventiva, si la parte contra quien obre estuviere ya citada, o dentro del tercer día siguiente a
su citación. En la oposición deberá expresar las razones y fundamentos de la misma. Haya
habido o no oposición se abre una articulación de ocho días (8) para que los interesados
presentes sus pruebas. En caso de que el embargo haya sido decretado con fianza no habrá
oposición ni se abrirá la articulación antes señalada, pero la parte puede suspender la medida
tal como lo establece el artículo 589 ejusdem. Dentro de dos días a más tardar de haber
terminado el lapso probatorio, el tribunal decidirá. De la sentencia se oirá apelación a un solo
efecto. Ni la articulación sobre estas medidas ni las que se originen por la reclamación de
terceros, suspenderá el curso de la causa principal, a la cual se agregará el cuaderno separado
de aquellas cuando se haya terminado

2.- la oposición del tercero, estipulada en el artículo 546 del Código Procesal Civil

  Si al practicar el embargo, o después de practicado y hasta el día siguiente a la


publicación del último cartel de remate, se presentare algún tercero alegando ser el tenedor
legítimo de la cosa, el juez aunque actué por comisión, en el mismo acto, suspenderá el
embargo si aquella se encontrare verdaderamente en su poder y presentare el opositor prueba
fehaciente de la propiedad de la cosa por un acto jurídico válido.  Pero si el ejecutante o el
ejecutado se opusieran a su vez a la pretensión del tercero, con otra prueba fehaciente, el juez
no suspenderá el embargo, y abrirá una articulación probatoria de ocho (8) días sobre  a quién
debe ser atribuidas la tenencia, decidiendo al noveno, sin conceder termino de distancia.

El juez en su sentencia revocará el embargo si el tercero prueba su propiedad sobre la


cosa.  en caso contrario, confirmará el embargo, pero si resultare probado que el opositor sólo
es un poseedor precario a nombre del ejecutado, o que sólo tiene un derecho exigible sobre la
cosa embargada, se ratificará el embargo pero respetando el derecho del tercero.  si la cosa
objeto del embargo produce frutos se declararan embargados éstos y su producto se destinará
a la satisfacción de la ejecución.

En este último caso la cosa podrá ser objeto de remate, pero aquel a quien se le
adjudique estará obligado a respetar el derecho del tercero, y para la fijación del justiprecio de
la cosa embargada se tomará en cuenta estas circunstancias.
En cuanto a la oposición al embargo del juicio ejecutivo y cobro ejecutivo se encuentran
plasmados en los artículos 293,294 Y 295 (COT 2001) 298 (COT 2014) respectivamente, los
cuales citan:

Art 293 COT (2001) “Cuando un tercero pretenda ser preferido al demandante o que son
suyos los bienes embargados, propondrá demanda ante el Tribunal, del cual se pasarán copia a
las partes y la controversia se sustanciará según su naturaleza y cuantía, de conformidad con lo
dispuesto en el Código de Procedimiento Civil en materia de tercería”

Art 294 COT (2001) “Admitida la demanda se acordará la intimación del deudor para que
pague o compruebe haber pagado, apercibido de ejecución en el lapso de cinco (5) días
contados a partir de su intimación. El deudor, en el lapso concedido para pagar o comprobar
haber pagado, podrá hacer oposición a la ejecución demostrando fehacientemente haber
pagado el crédito fiscal, a cuyo efecto deberá consignar documento que lo compruebe.
Asimismo, podrá alegar la extinción del crédito fiscal conforme a los medios de extinción
previstos en este Código”

Parágrafo Único: En caso de oposición, se abrirá de pleno derecho una articulación


probatoria que no podría exceder de cuatro (4) días de despacho, para que las partes
promuevan y evacuen las pruebas que consideren convenientes. En todo caso, el tribunal
resolverá al día del despacho siguiente.

El fallo que declare con lugar la oposición planteada será apelable en ambos efectos, y el
que la declare sin lugar será apelable en un solo efecto. La decisión que resuelva cualquiera de
los casos previstos en este artículo no impedirá el embargo de los bienes, pero no podrá
procederse al remate de estos bienes hasta tanto la segunda instancia resuelva la incidencia.

Art 295 COT (2001) “Vencido el lapso establecido en el encabezamiento del artículo
anterior, o resuelta la incidencia de oposición por la alzada sí que el deudor hubiere acreditado
el pago, se aplicará lo previsto en los artículos 284 y siguientes de este código, pero el remate
de los bienes se suspenderá si el acto no estuviere definitivamente firme. A estos efectos, no se
aplicará lo dispuesto en el artículo 547 del Código de Procedimiento Civil”

Art 298 COT (2014) “El tercero o tercera que alegue ser el tenedor legítimo de la cosa,
pretenda ser preferido o afirme que son suyos los bienes embargados, podrá oponerse al
embargo, hasta el día siguiente a la publicación del único cartel del remate. El embargo será
suspendido si la cosa se encontrare verdaderamente en su poder y presentare prueba
fehaciente de la propiedad de la cosa por un acto jurídico válido. No se suspenderá el embargo
si el deudor o deudora se opusiere a la pretensión del tercero con otra prueba fehaciente. En
tal caso la Administración Tributaria abrirá una articulación probatoria de ocho (8) días,
debiendo dictar la decisión correspondiente al día siguiente. Contra la decisión que afecte al
tercero podrá ejercerse el Recurso Contencioso Tributario”
 Principios que viola el Cobro Ejecutivo.

Todo tributo debe cumplir con los principios constitucionales establecidos para limitar al
Poder tributario y como garantía de los derechos a los contribuyentes.

Las garantías constitucionales son mecanismos a utilizar para hacer efectivos los
derechos consagrados por la Constitución. El término garantía significa obligación o
responsabilidad. Así, las garantías constitucionales se instituyen en una obligación o
responsabilidad del Estado con las personas, para asegurar la vigencia de los derechos. La
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra el derecho de propiedad, así
como las condiciones y limitaciones de la expropiación de bienes, la prohibición de
confiscaciones y la prohibición de confiscatoriedad de los tributos. (CRBV: 1999, artículos 115,
116 y 317).

La constitucionalidad del sistema tributario y la consagración de principios ordenadores


de la materia, deben conllevar a la búsqueda de valores entre los mismos, sin crearse
contradicción entre el deber de contribuir de los ciudadanos y la labor de recaudación de la
Administración Tributaria, por ello, han sido dictadas diferentes jurisprudencias a fin de
garantizar el equilibrio requerido para un adecuado funcionamiento del Estado.

Con respecto a la violación de los mismos, ante el ejercicio abusivo del poder tributario
por parte del poder Nacional o por los Estados o Municipios, se pone de manifiesto los
principios constitucionales de la tributación y aún más los derechos constitucionales como lo
son fundamentalmente el derecho de propiedad, el principio de no confiscatoriedad, el debido
proceso y así como también los principios legales de la Administración Tributaria:
transparencia, eficacia y responsabilidad civil-administrativa, los cuales se infringen al proceder
al cobro ejecutivo.

En otro orden de ideas, la relación entre el derecho de propiedad y la tributación, está


enmarcada en el artículo 133 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que
establece que toda persona tiene el deber de coadyuvar a los gastos públicos mediante el pago
de impuesto, tasas y contribuciones que establezca la ley, este es el principio cardinal sobre el
cual descansa el poder del Estado para crear tributos y a su vez las potestades y competencias
para determinarlos y recaudarlos. De allí que el Estado en el ejercicio de su potestad tributaria
debe respetar este derecho a la vez que persiste el deber de todos los ciudadanos de contribuir
para el sostenimiento de los gastos públicos.

El debido proceso es un principio jurídico procesal o sustantivo, según el cual toda


persona tiene derecho a ciertas garantías mínimas, tendientes a asegurar un resultado justo y
equitativo dentro del proceso, y a permitirle tener oportunidad de ser oído y hacer valer sus
pretensiones frente al juez. La noción del Debido Proceso como ha sido asumida en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela comporta el categorizar a dicho Derecho
como uno de los Derechos Humanos, vinculado éste a todo proceso jurisdiccional o
administrativo y con miras a posibilitar tanto el requerimiento como el reconocimiento  judicial
a un “juicio justo”. 
De allí, los efectos confiscatorios de los tributos se producen como consecuencia de
exacciones patrimoniales sin carácter sancionatorio, pero que atentan contra los sujetos
pasivos de la imposición, al gravar hechos que no son manifestaciones de capacidad
contributiva o al exceder el gravamen proporcional y racional que corresponde a las
manifestaciones de capacidad descritas por el legislador como hechos imponibles.

El equilibrio entre el derecho de propiedad y el ejercicio de la potestad tributaria por


parte del Estado al señalar que la propiedad necesita estar expresamente protegida por la
propia constitución de otro derecho también reconocido por ello: el derecho del Estado a exigir
a los contribuyentes el pago de los tributos.

Numerosos tributaristas a nivel nacional e internacional han escrito sobre el principio de


no confiscatoriedad, a continuación se presentan las opiniones de algunos de ellos sobre esta
temática.

El autor español Rodríguez Bereijo define el principio de no confiscatoriedad como “un


principio que se proyecta sobre el conjunto del sistema tributario a la manera de principio
estructural de la constitución financiera que trata de garantizar el respeto por parte del sistema
fiscal de otros valores y derechos consustanciales a la constitución económica como el derecho
a la propiedad privada o a la libertad de empresa y la economía de mercado”

El principio de no confiscatoriedad de los tributos es uno de los principios


constitucionales de justicia del deber de tributación (García: 2002, p.27). Mientras que Guevara
(2004), al referirse al citado principio indica que éste se entiende como una garantía de eficacia
del derecho de propiedad, noción que tiene como fundamento los artículos 115 y 116 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que versan sobre la expropiación de
bienes privados y la confiscación de bienes.

En este sentido, Baute (2005), argumenta que el principio de no confiscatoriedad


constituye una restricción a la acción del Estado, que se incluye en la Constitución con la
finalidad de restringir la voracidad recaudadora del sistema tributario actual y en consecuencia,
evitar la extinción de riqueza o patrimonio del contribuyente por los tributos, lo cual se viola
según lo establecido en los artículos 291, 294 y 295 del Código Orgánico tributario (2014),
donde aparece la figura de embargo.

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