Está en la página 1de 27

RECURSO DE APELACIÓN

FORMULA RESERVA CUESTIÓN CONSTITUCIONAL Y CASO FEDERAL

Sra Jueza
del Colegio de 1era Instancia de Rosario

Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, vienen por la presente a interponer formal
recurso de Apelación contra la resolución Nro 199 (tomo LX) dictada por la Dra Verón en el
marco de la causa CUIJ 21-0843821-4, todo ello conforme lo dispone el art. 394 inc 2 y 4 y
396 inc. 4 del CPP, sgts. y cctes., de la provincia de Santa Fe.

I.- Objeto.

El objeto de esta petición es impugnar la resolución en cuestión en cuanto la misma


dispone rechazar el planteo de inconstitucionalidad del artículo 27 del CPP solicitado por
esta parte y consecuentemente no hacer lugar al llamado a audiencia imputativa del
Senador Armando Traferri. Todo ello con el objetivo que un Tribunal Superior resuelva
conforme nuestra petición.

II.- Motivación fundada.


1. Integración de los motivos de impugnación. A todo evento debe entenderse
que integran los fundamento de esta impugnación los extremos de hecho y derecho
invocados al momento de presentar la solicitud de declaración de inconstitucionalidad del
artículo 27 del CPP y consecuente llamado a imputación al Senador Traferri mediante
escrito presentado en OGJ de 1era Instancia de Rosario, en fecha xxxxxxxxxxx de 2021.
Al respecto vale poner atención que esta petición podría haberse efectuado con la
simple mención de la solicitud de imputación y luego, ante una respuesta adversa como la
que ahora tenemos a ese pedido, esgrimir todos los argumentos en contrario para que la
misma sea revocada.
En su oportunidad y al solicitar esa audiencia de imputación, por las características
propias de la misma y la complejidad de la materia, decidimos fundamentar las razones que
nos llevaban a formular esta petición y la consecuente declaración de inconstitucionalidad.
De allí que ahora y al solo efecto de evitar innecesarias repeticiones, damos por
reproducidos todos los argumentos allí expuestos que han sido, a nuestro criterio,
erróneamente descartados por la Dra Verón para decidir como lo ha hecho, y constituyen
también el basamento de nuestros motivos de apelación.
De modo tal que este escrito debe ser necesariamente leído conjuntamente con
aquel. Nos remitimos al mismo y nos comprometemos a desarrollar los argumentos aquí - y
allí - vertidos en la audiencia respectiva que al efecto se convoque.

2. Resolución apelable. Tal como lo dispone el artículo 394 inc 2 y 4 del CPP la
resolución que nos convoca se trata de un auto fundado que resuelve sobre la acción
procesal penal.
Concretamente en el particular se trata de dirimir si el alcance que la ley procesal
penal santafesina le otorga a un obstáculo legal a la prosecución de la acción - el desafuero
- resulta coherente (o no) con el plexo constitucional local y nacional. Esa disposición,
regulada en el artículo 27 del CPP es la que impide imputar en nuestra provincia a un
legislador sin el desafuero previo, sujetando de esta forma la prosecución de la acción,
imputación, actos particulares de investigación, acusación y eventual juzgamiento en juicio,
a esa circunstancia.
Junto con ello la misma resulta procedente en tanto el auto cuestionado imprime un
gravamen de imposible reparación ulterior para esta investigación e imposibilita el progreso
de la investigación penal contra el Senador Traferri. No es posible imputar y por lo tanto no
resulta factible despachar contra él medidas de investigación que impliquen una eventual
formalización de la investigación (art. 274 y 285 del CPP), todo lo cual impide desplegar una
investigación eficaz y que asegure el deber de la debida diligencia en la colecta probatoria
para preparar la investigación penal contra él. De allí el carácter irreparable de este perjuicio
que además, se profundiza con el paso del tiempo puesto que en las investigaciones
penales el factor temporal resulta dirimente para asegurar los mejores resultados para las
investigación.

3. Errores en la aplicación de la ley y disposiciones legales violadas.


Agravia a esta parte la resolución dictada, en tanto lesiona el sistema normativo en
materia penal de la provincia de Santa Fe (arts. 1, 2 y 20 de la ley 13.013; arts. 1, 2, 5, 6, 7,
8 y 9 de la ley 13.018; artículo 51 de la Constitución de la Provincia), compromete al Estado
Nacional y lo coloca como posible responsable internacional por incumplimiento de
obligaciones emergentes de tratados internacionales de derechos humanos (artículo 75 inc.
22), se contrapone con normas expresas de la CN al respecto y lesiona disposiciones
relativas al alcance del derecho al trato igualitario ante la ley de la Constitución Nacional y
de las normas Constitucionales y legales de la Provincia de Santa Fe (art. 1, 8 y 51).

4. Motivos particulares. Relación con la violación de las disposiciones legales.


I. Gravamen irreparable.
El auto en cuestión no solo resulta apelable por encontrarse dentro de aquellos
autos que resuelven sobre la acción (art. 394 inc 4) sino que además el mismo irroga a esta
investigación y en consecuencia a quienes suscribimos como fiscales a cargo de la misma,
un perjuicio irreparable.
Concretamente existen hoy innumerables medidas de investigación que no podemos
despachar por encontrarse vedada la posibilidad de imputar al Senador Traferri.
Es evidente que poner un freno a una investigación respecto de uno de los
sospechados de cometer un delito resulta de altísima significación, aún cuando los
miembros del Colegio de Jueces de Segunda instancia hagan lugar a nuestro pedido y
remedien en parte el daño provocado. Como ya hemos mencionado antes, los tiempos de la
investigación son fundamentales para que la misma cumpla sus objetivos.
No podemos menos que advertir como agraviante el auto cuestionado cuando en
pag. 9, 2do párrafo menciona que por el carácter de funcionario público la prescripción de la
acción se encuentra suspendida y que entonces podría imputarse el hecho una vez que el
funcionario no ostente más ese cargo. Copiamos el párrafo de la misma:

Resulta arbitrario el argumento expresado, ya que el rechazo de nuestro planteo


causa un gravamen irreparable por cuanto de renovarse de manera continua el mandato y
perpetuarse la situación del Senador por el departamento de San Lorenzo Armando Traferri
en ese cargo - hipótesis perfectamente posible ya que no existe límite a la reelección en el
cargo- nunca podría ser imputado. Para evitar esta situación que repugna la forma
republicana de gobierno y la transparencia de las instituciones sólo cabe hacer lugar al
planteo efectuado por esta parte.
Lo mencionado anteriormente sobre las consecuencias del paso del tiempo en el
proceso choca contra la argumentación de la Dra Veron, puesto que imputar el hecho
cuando hipotéticamente el Senador Traferri termine su mandato puede frustrar medidas de
investigación indispensables e incluso hacer fracasar la posibilidad de subsistencia de la
acción procesal penal respecto de terceras personas cuya responsabilidad pudiera surgir a
partir de la investigación del Senador. Basta con recordar el caso del ex Senador Carlos
Saul Menen quien murió como Senador días antes de que se dicte sentencia en una de las
causas que lo tenía como imputado. Sin perjuicio de que pudo ser indagado y llevado a
Juicio Oral en virtud de las normas aplicables a nivel nacional y que en nuestra provincia,
particularmente, no lo son.
En este punto resulta oportuno agregar que la lesión a los intereses de la
investigación son actuales y vigentes y se profundizan con la decisión hoy recurrida.
La irreparabilidad del perjuicio que acarrea este decisorio resulta ya imposible de
revertir puesto que en materia de investigación penal - y mucho más en las del carácter que
nos convoca - el tiempo resulta fundamental para obtener las pruebas de cargo necesarias
para su adecuado progreso, por lo que solicitamos al tribunal de Alzada de forma urgente
remedie la misma.

II. Sobre la posible interpretación alternativa del art. 27 del CPP.


Agravia a esta parte la resolución recurrida cuando afirma en el 3er párrafo de la
página 3 la Dra Verón que la norma en cuestión no da margen para interpretaciones
diferentes, y que ello resulta relevante para decidir por el rechazo a nuestro pedido.
Copiamos aquí ese punto de la resolución.
Lo paradójico es que esta parte coincide con el razonamiento de la jueza en cuanto
a que ese artículo no da margen para otra interpretación que es la de impedir imputar a un
legislador sin previo desafuero. El punto es justamente que planteamos que ese texto legal
previsto en la actual redacción de la norma procesal torna al CPP en este aspecto,
inconstitucional. Esto marca una clara diferencia de lo que ocurre con el artículo 51 de la
Constitución de la Provincia que a nuestro criterio sí admite otra interpretación, la que
permite que un legislador sea imputado sin necesidad de desafuero.
El agravio - en función del defecto en que incurre la Dra Verón al fundamentar su
decisorio - radica en que en modo alguno esa hermenéutica del CPP puede “sellar la
suerte” de nuestro planteó, sino que por el contrario, ese el agravio que da lugar al mismo.
Lo que debía resolverse es si el art. 27 conforme esa redacción se adecúa (o no) a los
textos y principios constitucionales. De allí que afirmamos en nuestro planteo, respecto de
que no poder investigar e imputar a un legislador es claramente inconstitucional.
Lo que sí queda claro después de leer el inicio de los argumentos de la Dra Verón
es que la jueza directamente partió para su análisis descartando la situación planteada por
esta parte, o lo que es peor, dio por válida la eficacia de una norma procesal penal sin
siquiera representarse la eventual lesión al sistema constitucional de la misma.
La resolución al planteo sobre la inconstitucionalidad de una norma por no
adecuarse a un sistema de normas superiores exige necesariamente expedirse sobre esta
jerarquía, análisis que la jueza no realiza para llegar a su decisión.
Reiteramos algo que dijimos en el escrito en donde planteamos la
inconstitucionalidad. Los suscritos consideramos inconstitucional el alcance que le da el
artículo 27 del CPP a los fueros parlamentarios. No negamos (obviamente) la necesidad de
la existencia de inmunidades parlamentarias. Lo que cuestionamos es la extensión que esa
inmunidad tiene en nuestro código procesal penal actual.
Y vale detenernos aquí: es la redacción actual del CPP, la que contiene a partir de
la sanción de la ley 12.734, la que lesiona el sistema constitucional en el punto que
planteamos. Y otra era la situación con la ley 6740 y modificatorias. Y esto es sumamente
relevante para decidir esta cuestión.
Es que debe decirse algo que la Dra Verón pasó por alto sin mayores comentarios.
Y es que esta legislación actual de nuestro CPP se contrapone a la que presenta buena
parte de nuestro país, del estado nacional, e incluso a la redacción de la norma procesal
penal santafesina vigente hasta el año 2007.
Así es que el artículo 312 del Código Procesal Penal conforme la ley 6740 y
modificatorias, disponía que “cuando haya mérito para procesar a un legislador o miembro
de una Convención Constituyente, el Juez solicitará a la Cámara o Cuerpo respectivo el
desafuero correspondiente, acompañando los elementos de juicio que lo justifiquen,
pudiendo practicar, a tal efecto, una información sumaria. Cuando aquél sea detenido en los
casos en que la Constitución y la ley lo autorizaren, el Juez pondrá inmediatamente el
hecho en conocimiento de la Cámara o Cuerpo al cual pertenezca, a fin de que resuelva
sobre la inmunidad del detenido. Se pondrá también en su conocimiento la causa que
existiere pendiente contra quien, estando procesado, hubiere sido elegido senador,
diputado o convencional”.
Esto quiere decir que no es aceptable el argumento de la Dra Verón cuando sostiene
que no cabe una interpretación diferente al artículo 51 de la Constitución Provincial que la
elaborada por ella respecto al artículo 27 del Código Procesal Penal.
Hasta la actual redacción del art. 27 CPP del año 2007, nuestro sistema legal
admitía la formulación de cargos contra el imputado - circunstancia que se llevaba a cabo
en la indagatoria, requisito ineludible previo para dictar el procesamiento para el que se
requería el desafuero- con la misma redacción constitucional local del artículo 51. Así fue en
nuestra provincia desde el año 1962 hasta el año 2007 cuando se sanciona el nuevo CPP.
La ley daba otra interpretación al artículo 51 de la Constitución Provincial que la prevista en
el actual art 27..
De modo que sí cabe una interpretación diversa y esa es la que hicimos los
suscriptos y que fue la vigente por más de 40 años en la provincia de Santa Fe.
Paradójicamente, cuando el país entero deja en claro el alcance de los fueros
parlamentarios a la inmunidad de arresto (ley de Fueros mediante en el año 2006) la
provincia de Santa Fe retrocede en su legislación.
No tenemos duda que el alcance de los fueros no puede exceder la inmunidad de
arresto. Cualquier regulación que lo extienda más allá de ese límite viola normas de
jerarquía superior. Entendemos que la redacción actual del artículo 27 del CPP representa
un quiebre con el orden constitucional y eso es lo que la magistrada debía resolver.
Hasta el Código reformado por contrariar normas de jerarquia superor, identificaba el
momento del pedido de desafuero al momento procesal en que se dictaba la prisión
preventiva: el procesamiento.
Esto es agraviante a los derechos que representamos y tornan a esta resolución
arbitraria y contraria a la labor razonada que se reclama de un juez al dictar una resolución
judicial, advirtiendo desde ya que consolidar esta posición genera un agravio de naturaleza
constitucional que dejamos planteada en esta instancia.

III.- Incompatibilidad entre el artículo 27 del CPP y el art. 51 de la C


Provincial.
En el párrafo que copiamos a continuacòn vemos como nuevamente la jueza utiliza
un giro en su argumento para no resolver el planteo efectuado y no obstante ello rechazar
nuestro pedido. Esto genera este agravio que ahora explicamos. Veamos el párrafo en
cuestión (página 5, 3er párrafo).
Para comenzar debemos decir que los suscritos nunca sostuvimos que la
Constitución Provincial tenga una redacción contraria al alcance de la garantía de la
inmunidad parlamentaria de los legisladores. Por el contrario, la magistrada debía dilucidar
cuál es el alcance legítimo (constitucional) de esa inmunidad ya que los apelantes ponemos
en crisis la afirmación de que la regulación del CPP se adecue a lo que indica la
Constitución.
Pero además la historia nos da la razón: como ya dijimos desde el año 1962 hasta la
sanción de la ley 12.734 convivió una norma procesal que permitía imputar (indagar, en los
términos del la ley 6740 y modificatorias) a un legislador aunque no procesarlo con el
artículo 51 de la Constitución.
Un solo agregado a este punto. No se nos escapa que no es equiparable
“indagatoria” e “imputativa” en el sentido del rol que cada uno de esos actos tienen en la
lógica que le imprime el nuevo código procesal penal a ese acto en tanto formaliza la
investigación y abre una serie de opciones (multipuertas) que la legislación anterior carecía.
Empero, si es preciso decir que el acto por el cual se atribuían cargos en una y otra
legislación eran los antes mencionados: indagatoria e imputativa. Y eso es lo que este MPA
quiere hacer respecto del Senador Traferri. Formularle cargos.
Por eso sostenemos en nuestra petición - y la magistrada no lo analizó - que la
redacción del CPP no cumple con los estándares constitucionales de las inmunidades
parlamentarias de acuerdo a una adecuada y actualizada interpretación actual de ese
obstáculo a la prosecución de la acción.
Nosotros planteamos la cuestión constitucional en estos términos ya que la
interpretación que sostenemos sobre la extensión de los fueros en la provincia es la que
permita adecuar los mismos a los estándares nacionales e internacionales, nada más, ni
nada menos.
Nuestra pretensión implica declarar la inconstitucionalidad de una norma
procedimental de naturaleza legal, evitando así declarar inconstitucional el artículo 51 de la
Constitución Provincial. Esto lo hacemos a pesar que la declaración de inconstitucionalidad
de una norma de una constitución provincial es factible (CSJN. 2015. C. 22.XLV Colegio
de Abogados de Tucumán c/ Honorable Convención Constituyente de Tucumán y otro s/
inconstitucionalidad).
La interpretación dinámica del artículo 51 permite inferir que cuando este hace
referencia a que un legislador no puede ser “sometido” a proceso penal sin que medie el
desafuero está haciendo referencia a la inmunidad de arresto. Al realizar esta interpretaciòn
estamos evitando la necesidad de declarar inconstitucional el art. 51 de la Constitución
Provincial, extremo que no es necesario si la interpretación se hace a la luz de lo dispuesto
por las leyes nacionales, la constitución nacional y los tratados sobre corrupción.
No obstante ello y para el caso que la magistrada lo hubiera considerado
indispensable declarar la inconstitucionalidad del 51 esta contaba con la facultad de hacerlo
de oficio de acuerdo a la jurisprudencia de la Corte de la Nación que habilita la declaración
de oficio de la inconstitucionalidad de una norma (conf. CSJN Mill de Pereyra, Rita A. y
otros c. Provincia de Corrientes, 2001, Fallos, 324:3219.)
Ello no es más que acudir a la interpretación de las normas constitucionales de
forma dinámica y en función de los tiempos que corren, sobre todo por cuanto los textos
constitucionales son elaborados en formas de estándares que deben ser completados para
la precisión de su alcance en un caso concreto a partir del trabajo de construcción de
argumentos fundados en hechos y derecho.
El objetivo perseguido por nuestra presentación es claro y pretende preservar
nuestro texto constitucional local que - reiteramos ahora - admite una interpretación “según
constitución”, cual es que los fueros son garantías que aseguran límites a las restricciones
físicas, o lo que se conoce como “inmunidad de arresto”.
Para más, deberá comprenderse también que el giro gramatical que usa el texto
constitucional local en el artículo 51 cuando refiere al “sometimiento” a proceso bien puede
ser entendido como una limitante física o ambulatoria y no como una imposibilidad de que
participe en un proceso penal, lo cual, como sostenemos, resulta contrario al texto
constitucional nacional, de la gran mayoría de las provincias e incluso de las leyes
nacionales que aplican en la materia. De acuerdo al diccionario de la Real Academia
Española “Someter” significa “Hacer que alguien o algo reciba o soporte cierta acción” esta
acepciòn gramatical está claramente mucho más cerca de la inmunidad de arresto que de
la mentada inmunidad de proceso.
Ahora bien, más llamativo - y agraviante - resulta el argumento de la Dra. Verón
cuando refiere que sí se puede investigar al senador Traferri, aunque limitando la posibilidad
de imputar cargos.
En su resolución la Dra. Verón admite que puede dirigirse una investigación contra el
Senador siempre que no se lleven a cabo actos que impliquen afectación de sus garantías
constitucionales y menciona a título ejemplificativo los allanamientos, intervenciones
telefónicas y el levantamiento del secreto bancario. Esta redacción nos permite inferir que
según el criterio de la Dra Verón es posible investigar al Senador aunque sin invadir la
intimidad con medidas que según la ley requieran de autorización judicial.
Ahora bien, la pregunta que nos surge es la siguiente: ¿Qué sentido tiene escribir en
una resolución que se lo puede investigar al Senador si no se lo va a poder imputar?.
La investigación penal tiene una finalidad que es la averiguación de la comisión de
un delito y si la hipótesis inicial de investigación se corrobora con la evidencia el paso
siguiente es imputar. La posibilidad de investigar vedandonos el derecho de imputar resulta
un contrasentido. Y además, se puede llamar “investigación” a una tarea que se inicia ya
con serios límites en cuanto a las tareas que ello comprende, como son los mencionados en
los párrafos anteriores.

Al final del párrafo indica que “no hay contradicción en la norma sino reafirmación del
momento a partir del cual nace el obstáculo procesal, de conformidad a la norma
constitucional”. Sres jueces: eso es justamente lo que estamos planteando excede y
desborda nuestro sistema constitucional. A lo que la Dra Verón llama “reafirmación del
momento…” nosotros decimos que es inconstitucional. Eso es lo que debe resolverse con
argumentos y no meras ratificaciones formales.

IV. No hay aquí inconstitucionalidad alguna sino simple


disconformidad. Mención del CPP comentado (autores Baclini - Schiappa Pietra)
como argumento a favor del rechazo de nuestro planteo.
En el 1er párrafo de la página 6 de la resolución cuestionada la Dra Verón sostiene
que no hay inconstitucionalidad sino simple disconformidad. Este es el tenor del texto.
No resulta claro que quiso expresar la Dra. Verón cuando usa las palabras
“disconformidad” e “inconstitucionalidad” de esta forma. Si resulta agraviante asumir que
esta disconformidad no tenga el estatus del planteo de inconstitucionalidad, más allá que
luego podría rechazar este planteo.
Claramente estamos disconformes. Pero el punto es si hay o no un agravio de talla
constitucional a raíz de esta “disconformidad” que planteamos por no poder imputar al
Senador. Estar disconformes con el alcance que se le da una inmunidad que implica incluso
que no se lo puede acusar y explicar que ello confronta con la CN y la Constitución
Provincial - que fue lo que hicimos - es plantear un caso constitucional.
Resulta también agraviante para esta parte que menciona el comentario a la norma
del art. 27 del CPP comentado por uno de los aquí suscriptos y el Dr. Baclini como
argumentos para fundar su resolución de rechazo.
No tenemos claro qué sentido tiene citar ese CPP comentado cuando el mismo
directamente no contiene el problema que se plantea en este caso. De la sola lectura del
texto que copia en la resolución la Dra Verón se advierte que no está comentando el
conflicto que ella estaba llamada a resolver. Se la llama a resolver un conflicto concreto y
utiliza un comentario ajeno al conflicto solo para mencionar que el mismo fue elaborado por
uno de los fiscales que litigamos este caso.
Debe repararse que utilizar esa doctrina para avalar esta decisión es doblemente
agraviante: por un lado, como dijimos, porque no trata el tema en cuestión; y por el otro
porque evidencia una decidida “estrategia” argumentativa de la Dra Verón de pretender
presentar, con argumentos aparentes y sin apoyo fáctico ni jurídico, como autocontradictorio
a uno de los presentantes.

V. La posibilidad de investigar al Senador Traferri disponiendo medidas


contra personas allegadas a él (Investigaciones oblicuas) y el tiempo de
planteamiento de la declaración de inconstitucionalidad.
En el final de la página 6 y página 7, 2do párrafo, la Dra Verón sienta una serie de
argumentos agraviantes para esta parte, pero además, al menos de dudosa
correspondencia con la legalidad. Vuelve sobre las medidas de investigación que a su
criterio se pueden realizar para descartar el pedido de declaración de inconstitucionalidad y
espeta las siguientes afirmaciones:
Como se advierte, la Dra Verón afirma que la investigación podría nutrirse de
información obtenida por medidas investigativas dirigidas contra familiares de Traferri. Así
afirma: “máxime cuando existen medios alternativos de obtención de evidencias de las que
puede nutrirse la investigación. Quien posee fueros es el Senador, no personas allegadas al
mismo (...) Por lo tanto puede obtener información relevante de otra manera”.
Como fiscales debemos conducir nuestra investigación con objetividad y apego a la
ley. Y lo que la resolución apelada dice directamente aquí es que construyamos una
investigación oblicua contra el Senador para que nos permita obtener evidencia -
evidentemente contra él - sin necesidad de imputar. Y lo peor es que usa este argumento
para rechazar la declaración de inconstitucionalidad de la norma que solicitamos.
De nuevo, la contradicción interna de la Dra Veron la llevan a decir cosas al menos
de dudosa correspondencia ahora con la legalidad vigente, admitiendo el despacho de
medidas de investigación de forma oblicua, contra familiares del sospechoso, cuando existe
un obstáculo legal del rango que merece una inmunidad parlamentaria contra quien debería
ser imputado.
Con el claro objeto de investigar respetando la legalidad, es que venimos a solicitar
se declare inconstitucional la norma, investigando conforme nos imponen y delimitan
nuestras normas administrativas reglamentarias y la ley vigente.
Los actos de investigación en muchos casos implican un avance sobre diversos
derechos de las personas, por eso esos avances deben dirigirse hacia una persona
respecto de la cual existan sospechas fundadas de haber sido partícipes de un delito y esta
circunstancia, corroborada por un juez, permite avanzar sobre estos derechos (intimidad -
propiedad). Lo que refiere la Dra. Veron en su resolución es que avancemos en la
investigación sobre los derechos constitucionales de personas sobre los que no pesa
ninguna sospecha, para obtener pruebas que incriminen al Senador Traferri. Aún cuando
sigue postulando que a él no lo podríamos imputar. Un contrasentido irreconciliable a
nuestro modo de ver el juego armónico de las normas legales y constitucionales vigentes.
El acto de imputar cargos resulta un medio de defensa para el imputado. Además de
permitir la apertura de la investigación constituye un acto por el cual el imputado conoce
totalmente la prueba que existe en su contra y el hecho imputado. Esto es lo que
solicitamos y no podemos avanzar en la investigación si ello no se nos permite. Y hacerlo
como lo sugiere la Dra Verón no se encuentra dentro de nuestros parámetros de trabajo.
Además, nos resulta agraviante los argumentos de la magistrada cuando afirma que
deberíamos haber impugnado la norma antes de pedir el desafuero.
Todo la construcción jurídica sobre control de constitucionalidad gira en torno al
concepto de agravio constitucional. Es decir el acto de autoridad estatal o particular que
habilita a una persona a plantear la inconstitucionalidad de una norma. Sintéticamente
podemos sostener que se exige la actualidad y gravedad del agravio y que refiera a una
situación concreta. Estos conceptos nos permiten referir una vez más el error de la
magistrada cuando elabora este fundamento.
De la expresión de agravios podemos ver como la jueza recurre al argumento que
tenga a mano para engrosar la lista de cuestionamientos al planteo, aún cuando los mismos
son evidentemente inconducentes. Esto por muchas razones es ilógico, erróneo y contrario
a la norma legal y constitucional vigente.
Por qué decimos que es ilógico. Porque para que una norma sea declarada
inconstitucional debe haber un planteo al respecto, que puede tratarse de un caso en
concreto o bien de normas “en abstracto”. El sistema de control de constitucionalidad
además de ser difuso, falla sobre el caso concreto.
No caben dudas que nuestro planteo se realiza en un un caso “en concreto”. Es
decir, una parte - la fiscalía - en un caso en particular, cuestiona la constitucionalidad de un
artículo del CPP y que el mismo se efectúa cuando se verifica la existencia de un agravio
constitucional.
Yerra la Dra. Verón en decir que deberíamos haber planteado la inconstitucionalidad
antes de pedir el desafuero y como contrapartida rechazar el planteo que le hacemos a ella.
Es autocontradictorio su fundamento, ya que antes de pedir el desafuero no teníamos
agravio constitucional puesto que no existía un caso, tal como se desarrolló en el escrito en
el que solicitamos la declaración de inconstitucionalidad. Y resulta por cierto un craso error
ya que si pocos párrafos antes esgrime que la declaración de inconstitucionalidad es un
acto de último recurso, no hay razón para que sostenga que debimos al inicio de este
proceso haber planteado la inconstitucionalidad.
Es obvio que si el Senado otorgaba el desafuero no había necesidad - falta de
agravio en concreto - para declarar inconstitucional una norma. El perjuicio para la
investigación se concretó cuando el Senado rechazó esta petición. Y por eso es que lo
planteamos ahora.
Y no claramente no estamos planteando la declaración de inconstitucionalidad “en
abstracto” de un artículo. Si lo hubiéramos hecho antes debía haberse respondido que
hasta tanto no se agoten las posibilidades de imputar cargos no se haría lugar a nuestro
pedido. De allí que el objeto de esta parte fue tomar todas las medidas para evitar la
declaración de inconstitucionalidad de la norma. No es razonable plausible ahora usar esta
tarea que llevamos a cabo - que tiene por objeto preservar el orden jurídico - en contra
nuestra, para rechazar el planteo cuando está llamada a analizar la constitucionalidad de las
normas independientemente de la conducta procesal de las partes.
Las normas inconstitucionales y que tienen efectos en un proceso penal no se
convalidan por la buena o mala actuación de las partes. Aún asumiendo el argumento como
aproximación a la corrección jurídica (cosa que está muy lejos de suceder por lo que ya
dijimos) no la exime de analizar y resolver el planteo y nada abona al rechazo que efectúa,
puesto que mal podría la conducta de una parte transformar en constitucional a una norma
que no lo es.
Empero el yerro de la Dra Verón la lleva a afirmaciones irreconciliables con el rol que
le toca cumplir en los presentes. Cómo admitir que un Juez diga que una norma “no se
volvió inconstitucional a causa de la denegatoria del desafuero” (página 7) para después
afirmar que “de lo que resulta que se intenta poner en la carga de la norma la estrategia del
MPA que no tuvo desenlace exitoso”.
Lo que la jueza llama “estrategia” es lo que el Estado, representado por los fiscales,
tuvo que hacer para poder imputar a un Senador, ya que si él se “autodesaforaba” o si lo
hacía el pleno de la Cámara de Senadores no había necesidad de declarar la
inconstitucionalidad de ninguna norma.
VI. Correspondencia de la Constitución Provincial con la Constitución
Nacional.
Al final de la página 7ma de su escrito la Dra Verón entra a analizar si existe una
contraposición entre la CN y la de la Provincia. Aunque resulta confusa su argumentación
pretende abordar el arduo problema de lo que se conoce como “inmunidad de proceso” que
consagra la Constitución local y que no está prevista en la Nación.

El análisis de esta cuestión se lleva a cabo de forma confusa y francamente


incompleta. La Dra Verón no solo pretende extremar una interpretación contraria al plexo
constitucional de la Nación y a toda la legislación y jurisprudencia vigente, sino que además
no admite que la Constitución de la Provincia podría interpretarse armónicamente con las
normas nacionales y convencionales que regulan la materia.
La jueza parte de afirmar que la provincia de Santa Fe otorga una “Inmunidad más”
(aunque no lo dice, se supone) que la de arresto. Y esto lisa y llanamente es un error. La
doctrina constitucional tiene claro que la inmunidad es la de “arresto” y a la fecha - reforma
constitucional argentina mediante y sanción de Ley de Fueros a nivel nacional - nadie duda
que ese es su justo término.
Explicamos en nuestro escrito donde solicitamos la inconstitucionalidad todos estos
aspectos, la influencia de los tratados internacionales de derechos humanos, la
responsabilidad del estado nacional y provincial en reforzar las investigaciones en materia
de criminalidad organizada y delitos de corrupción. Y como el Estado Argentino había
adoptado esta tesitura para disponer reglas que limitan claramente el desafuero a la
llamada “inmunidad de arresto” descartando de plano la inmunidad de proceso.
Llamativamente no se atiende a ninguno de nuestros planteos y se incurre en la peor
de las conclusiones: que en Santa Fe tenemos una Constitución que avala que no se
investigue e impute a un Senador si el Senado no lo admite y que ello es perfectamente
compatible con el programa constitucional, el sistema republicano de gobierno y el sistema
democrático.
Un desatino argumentativo que pone en riesgo al Estado Nacional por incumplir
obligaciones emanadas de normas convencionales suscritas en materia de Derechos
Humanos. La Corte suprema de Justicia de la Nacion tiene dicho que “La violación
denunciada compromete la esencia de la forma republicana de gobierno poniendo en jaque
los pilares de la arquitectura de la organización del poder diagramada en la ley
fundamental. En el caso, se requiere del poder judicial que cumpla con su deber
constitucional de garantizar el pleno respeto de la Constitución, asegurando que las
instituciones locales se rijan por el sistema republicano.” Lejos de adoptar el camino
indicado por la corte la decisión cuestionada reciente claramente la forma republicana de
gobierno

VII. Lesiona al principio de igualdad ante la ley.


En el último párrafo de la página 8 la Dra Verón descarta que se haya violado el
principio de igualdad ante la ley - de nuevo, ratificando que es válido que la Constitución
Provincial otorgue la tan mentada “inmunidad de proceso” - pero para nuestra sorpresa
ahora no da un solo argumento que explique porque sostiene que no se violenta.
Sostuvimos que un legislador nacional que vive en Santa Fe, tiene su familia aquí,
etc. no goza de ese privilegio en el que se ha amparado Traferri para no ser imputado. Y
que el juez debía evitar que se consagre un caso de imposibilidad de investigar a una
persona puesto que se fundaba en una situación de hecho que consagra una desigualdad
intolerable para el sistema democrático.
El legislador nacional puede perfectamente ser imputado, procesado e incluso
enjuiciado por los mismos hechos que se le pidió el desafuero a Traferri. En cambio el
legislador provincial no puede serlo. Este es nuestro planteo. Pues bien: no fue resuelto ese
planteo. No hay un solo argumento a ese respecto.
Si bien existe un principio que refiere a que las sentencias no deben resolver todas
las cuestiones planteadas por las partes en sus presentaciones este principio cede cuando
en casos como el presente se invoca una garantía trascendental de las democracias
modernas como es la igualdad ante la ley. Esta omisión en sí misma habilita una revisión
del fallo cuestionado

VIII. Comparación con las constituciones de otras provincias.


En el 3er párrafo de la página 9 la Dra Verón pretende referir a la legislación de otras
provincias para sostener la constitucionalidad de la interpretación que hace del artículo 51
de nuestra Constitución Provincial. Lo hace en estos términos:
Del repaso que hace la jueza se advierte que sólo dos provincias en Argentina
contienen - a su criterio - la inmunidad “de proceso”. No menciona que la Constitución
Nacional no lo contiene, mucho menos la ley nacional (Ley de Fueros, 25320) y ninguna de
todas las otras provincias que ella misma menciona. Todas esas provincias (a excepción de
San Luis) permiten que se impute a un legislador aún cuando tenga fueros. Es decir, su
propia argumentación es contradictoria con la resolución a la que arriba.
Pero además este argumento comete un yerro mucho más importante que es
desatender el estado actual de la cuestión a nivel nacional. Es que el estado nacional ha
tomado cartas en este asunto sobre todo a partir del año 2001 en donde hubo un quiebre
del funcionamiento de las instituciones del sistema democrático.
Todos recordamos aquellos años el conflicto que se generó a partir del caso de la
reforma a la Ley de Contrato de Trabajo que diera lugar al caso de las “coimas en el
Senado Nacional”. En ese caso aparecieron involucrados el “arrepentido” Pontacuarto, el
Ministro de Trabajo Flamarique, etc. Este caso motivó la renuncia del presidente del Senado
por entonces el Sr. Carlos “Chacho” Alvarez, vicepresidente de la nación, y fue uno de los
tantos antecedentes de la salida anticipada del presidente de la nación Fernando De la Rua.
Luego de esos días el estado nacional modificó la regulación de la extensión de los
fueros parlamentarios disponiendo que no podía admitirse que una inmunidad válida se
transforme en un privilegio. Y así fue que sancionó la ley 25.320 conocida como “Ley de
Fueros”, en síntesis restringe los mismos a la inmunidad de arresto.
La jueza se equivoca gravemente en este argumento puesto que no interpreta el
texto constitucional local en forma dinámica. La rigidez de los textos constitucionales hacen
a la exigencia de particularidades para su reforma pero de ninguna manera implica que sea
imposible variar la interpretación de ciertos preceptos a la luz del avance de la historia. Gran
parte de las conquistas de derechos se han hecho a pesar del texto frío de la norma
constitucional.
Sabemos que estos textos están llamados a tener vigencia por largos períodos de
tiempo y para ello deben ser interpretados conforme las circunstancias históricas que los
contextualizan.
Hoy han pasados 20 años de los eventos que generaron la sanción de la ley de
fueros y actualmente no cabe dudas que los delitos vinculados a la corrupción de
funcionarios públicos y los que giran en torno al crimen organizado tienen una trascendental
importancia para nuestra nación, y se han colocado en la cúspide de la consideración de
política criminal de las agencias estatales de persecución penal
Lo expuesto determina que no se puede sostener una interpretación de la
constitución local que contravenga todos estos postulados. Estos nuevos paradigmas
exigen reveer la interpretación de los textos constitucionales para adaptarlos a los tiempos
que corren.
Lo expuesto ha generado avances de los derechos y necesidades sociales que de
no interpretarse de forma progresista, moderna y democrática no hubieran permitido la
consagración de derechos que los textos constitucionales no consagran expresamente.
Con un mismo texto constitucional (Decimocuarta enmienda de la Constitucion de
los Estados Unidos) hasta el año 1954 la Corte Suprema de Justicia de EEUU mantuvo
vigente lo dispuesto por el fallo “Plessy contra Ferguson” que bajo el lema “Separados pero
iguales” consideraba que no violaba la igualdad que el transporte público dispusiera
vagones de trenes exclusivos para personas de color y otros exclusivos para personas
blancas . En el año 1954 y con un mismo texto constitucional a partir del fallo “Brown v.
Board of Education” se declaró a ello intolerable con los valores del sistema democrático. Si
la corte de Estados Unidos hubiera adoptado el criterio de la Jueza Veron hoy en 2021 la
ciudad de New york tendria subtes para blancos y subtes para personas de color.
Lo mismo podríamos decir respecto al voto femenino, la acción de amparo, el
derecho a divorciarse, o incluso la mismísima “Ley Sáenz Peña” que consagra el voto
universal, secreto y obligatorio. Con el mismo texto constitucional jueces valientes y
comprometidos con los valores de la república y la democracia dieron interpretaciones
diversas a las mismas normas para adaptar la constitución a los tiempos que transitaban.
Y aunque repetido no queremos dejar de reiterar que en modo alguno es necesaria
esta interpretación del artículo 51 de la Constitución de la Provincia cuando vivimos más de
40 años en Santa Fe con una ley procesal que si permitía indagar (formular cargos) a un
legislador. De forma tal que lo que debía hacer ahora la jueza era admitir que la provincia
con la nueva redacción había retrocedido en esta materia.
IX. La regulación de materias no delegadas a las provincias.
Otro argumento que utilizó la jueza Verón fue sostener que la regulación del proceso
se trata de materia “no delegada” por las provincias a la nación,y en consecuencia no puede
ser esgrimida la legislación nacional - interpretamos además, la CN - para “suplantar” las
normas del procedimiento penal local.

De nuevo, la argumentación de la Dra Verón equivoca por defecto en la aplicación e


interpretación de las normas legales y constitucionales vigentes.
Es cierto que el procedimiento penal - en general - es materia no delegada por las
provincias a la Nación. Más ello no implica que no puedan haber normas de carácter
“procesal” que sean reguladas por leyes nacionales. Y esta alternativa es claramente
posible, más aún, cuando se invocan tratados internacionales con jerarquía constitucional
que regulan esos institutos.
Este es un largo debate de la doctrina nacional y al respecto existen distintas
posiciones. Y es justamente en materia del ejercicio de la acción donde advertimos muchos
de estos debates puesto que son justamente normas nacionales - como por ejemplo el
Código Penal Argentino - que contienen innumerable cantidad de normas de carácter
procedimental, como las que regulan la suspensión o incluso la extinción de las acciones
penales.
La tendencia en esta materia, es dar preeminencia a las legislaciones locales por
sobre las nacionales en materia de regulación del ejercicio de la acción. Al respecto y así ha
quedado de manifiesto con la sanción de la ley 27.147.
Empero el debate que genera nuestra legislación no es ese. Es decir, el punto aquí
es tomar en consideración si ésta regulación procesal penal, la que efectúa la provincia de
Santa Fe en su soberano derecho a regular en materia procesal, es conciliable con la
Constitución Nacional y los Tratados Internacionales suscritos por la Nación en cuanto a la
regulación de un instituto de carácter constitucional. No se soluciona el problema diciendo
que Santa Fe puede regular el desafuero de sus legisladores (obviamente que puede
hacerlo).
El problema es que la “jerarquía” de normas no resuelve el planteo de
inconstitucionalidad ya que si lo hace de modo irreconciliable con los mandatos
constitucionales esa regulación no puede ser tolerada. Y esto está así receptado por la
propia constitución nacional. Es que la interpretación que hace la Dra Verón de nuestra
propia constitución - a la que emparenta con lo dicho en el CPP - resulta contradictorio
abierta y flagrantemente con nuestro texto constitucional nacional que ordena el reparto de
materia legislativa en la nación argentina.
Así el artículo 5to de la CN dispone que “Cada provincia dictará para sí una
Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios,
declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de
justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo estas condiciones el Gobierno
federal, garantiza a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones”; y luego el
artículo 75 inc. 12 refiere cual es esa materia que toma para sí el deber de regular el Estado
Nacional.
Como se puede advertir, el problema radica en que la interpretación que la jueza le
da al art. 51 de la Constitución de la Provincia y la del artículo 27 del CPP son merecedores
de un reproche constitucional por confrontar con normas de carácter superior contrarias y
resultan intolerables para el funcionamiento de la república. Y para los suscritos es claro
que interpretar que el art. 51 impide imputar a un legislador implica aceptar una violación al
sistema republicano de gobierno ya que no hay duda que la honestidad de los funcionarios
públicos hace al funcionamiento del mismo.
No se puede resolver el problema afirmando que es materia no delegada puesto que
como vimos esa potestad es otorgada por la Constitución Nacional en el marco del respeto
a los valores y normas que ella dispone. En otras palabras, no se puede legislar de
cualquier forma por ese solo argumento, transformando una legítima garantía contenida en
la constitución en una regulación procesal que consagra un privilegio contrario al principio
de igualdad ante la ley, conforme lo dispone el artículo de 16 de la CN. Siempre la
legislación - aún la que trate de materia no delegada - debe respetar la Constitución
Nacional, los pactos internacionales y los derechos y garantías de los ciudadanos. Y esta
legislación procesal santafesina que impide imputar a un legislador contraviene estos
mandatos puesto que es imposible que se pueda avanzar en una investigación al respecto
de forma eficaz, es imposible asegurar el derecho de los ciudadanos a la tutela judicial
efectiva de sus derechos, y es imposible, en definitiva, en los términos del preámbulo de
nuestra constitución nacional, afianzar la justicia.
En el célebre caso “Ghiroldi” la Corte Suprema declara inconstitucional una norma
procesal - la que en cierto tipo de delitos impedía la impugnación de una sentencia - porque
esa disposición violaba la garantía del doble conforme establecido por la Declaración
Interamericana de Derechos Humanos - Pacto de san José de Costa Rica. La situación
planteada en el presente es idéntica a la resuelta en este caso porque para sostener la
inconstitucionalidad del art. 27 se invoca la legislación internacional en materia de
corrupción suscripta por la argentina.

X. Convencionalidad de la Constitución provincial y el CPP.


La Dra Verón en los últimos párrafos de la página 10 reserva como uno de los
últimos puntos a tratar el de la correspondencia de la normativa local (CP y CPP) con las
convenciones internacionales mencionadas por esta parte como lesionadas por el artículo
27 del CPP, en estos términos:
Algunas palabras en este punto son realmente sorprendentes. Previo a admitir que
“las convenciones imponen a los Estados pautas que tiene como fin evitar que exista
impunidad en causas que involucren a personas relacionadas con la función pública
instando - entre otras medidas - a la revisión de la legislación” (fin pag. 10 y 11) escribe que
“no está previsto de manera expresa la prohibición de fijar inmunidades parlamentarias”. Es
que ¿cómo se concilia el deber de no consagrar la impunidad con la imposibilidad de
imputar cargos? Hay alguna forma de entender estas dos hipótesis sin afectar a una u otra?
De nuevo, el problema radica aquí no en la existencia de los fueros parlamentarios, sino en
su extensión.
Reiteramos, no se ha discutido y no es materia de impugnación del art. 27 del CPP
la existencia de fueros. No es ese nuestro planteo. Lo que estamos diciendo es que admitir
que los fueros parlamentarios tengan una extensión tal que no se pueda si quiera imputar
cargos resulta en los hechos consagrar la imposibilidad de conocer la verdad de los hechos
ocurridos y por consiguiente contrario a las normas convencionales y la jurisprudencia de la
CIDH. En este punto la misma es contundente al afirmar que los estados deben redoblar
sus esfuerzos en la aplicación del derecho internacional de los derechos humanos (y la
lucha contra la corrupción y el crimen organizado claramente integran este catálogo), al
punto que consagra en materia de tutela de derechos de víctimas el principio de la “máxima
diligencia reforzada” que deben poner los Estados en estas investigaciones.
Tal como está regulada nuestra ley procesal constituye un obstáculo que debe ser
removido necesariamente para poder consagrar el respeto a ese principio del derecho
internacional de los derechos humanos y eso es lo que solicitamos y que sin fundamentos al
respecto, fue rechazado en la resolución recurrida.

XI. No se puede declarar inconstitucional la constitución provincial.


En este punto la Dra Verón incurre en otro error de derecho y de comprensión del
sistema constitucional y de control de constitucionalidad que está llamada a hacer cumplir.
Dice expresamente que no se puede declarar inconstitucional un artículo de la Constitución
Provincial:

(...)
No es correcto en absoluto que no pueda ser declarada inconstitucional una
disposición de la constitución local. Recientemente la Corte Nacional ha ratificado tal
posibilidad en autos “Colegio de Abogados de Tucumán c/ Honorable Convención
Constituyente de Tucumán y otro s/ inconstitucionalidad”. Se han declarado
inconstitucionales normas de constituciones provinciales por controvertir la Constitución
Nacional, o bien por hacerlo respecto de un derecho contenido en convenciones
internacionales con jerarquía constitucional. La Corte Suprema de Justicia de la Nación en
autos “Iribarren, Casiano Rafael c/ Provincia de Santa Fe" (CSJN-Fallos 322-1253) declaró
la inconstitucionalidad del art. 88 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe.
Aun así, nuestro planteo siempre tuvo que ver con cuestionar que el código procesal
penal de Santa Fe en su artículo 27 contravenía la Constitución Nacional, la cual informada
por distintas convenciones, disponía que el deber de afianzar la justicia se vería quebrado
por la tolerancia de normas como las que aquí se tratan. Con ello el derecho de las víctimas
a la tutela judicial efectiva se ve lesionado y de allí la necesidad de la reparación en este
caso en concreto.
Por último queremos decir que es importante tener en cuenta que no hay delitos sin
víctimas. Y los fiscales en este caso estamos representando los intereses de esas víctimas
que no están identificadas con una sola persona física sino con un grupo de personas, con
conjunto de esas personas, que integran una comunidad, los ciudadanos de la provincia de
Santa Fe.
De allí que sostenemos e invocamos el derecho a la tutela judicial como el que nos
legitima para instar este tipo de procesos penales y de allí que la imposibilidad de hacerlo
por una norma que nos lo limita, viola la Constitución Nacional (y también la provincial).
Y vaya si estos hechos no provocan daños sociales concretos y específicos. Estos
hechos, los de corrupción alteran el funcionamiento de las instituciones, permite
autogobiernos policiales, quebrantamiento del funcionamiento de las oficinas fiscales,
personas que no pueden obtener una respuesta a sus legítimos interese, otras que se
benefician ilegítimamente por favores y otras prebendas, y tantos otros daños sociales que
la corrupción provoca. Y qué decir de la criminalidad organizada y compleja que se
encuentra detrás de las bandas criminales que se están investigando en estos casos.
En fin, todo esto nos legitima para sostener en este caso que la Dra Verón con su
resolutorio ha vedado el legítimo ejercicio de los derechos que como fiscales debemos
esgrimir para hacer efectiva la aplicación de la ley penal. Y lo hizo sin fundamentación,
dotando a los fueros parlamentarios de un carácter de privilegio insoportable para la
república y la democracia.
El remedio a esta solución es revocar esa decisión, declarar la inconstitucionalidad
del art. 27 del Código Procesal Penal en cuanto impide formular cargos a un legislador y
disponer se convoque al Senador Traferri a audiencia imputativa, de forma urgente. Así lo
solicitamos.

4. Mantiene la cuestión constitucional

Sucintamente, la redacción del artículo 27 del CPP viola de manera clara el principio
de igualdad ante la ley plasmado por el artículo 16 de la constitución nacional, la forma
republicana de gobierno establecido en el artìculo 1, la jerarquìa constitucional del art. 75
inc. 22 y 31, las disposiciones de los tratados internacionales contra la corrupción y el
preámbulo de la Constitución Nacional en su mandato de afianzar la justicia.
A partir del caso federal y en caso que el magistrado que resuelva el presente no
haga lugar a la declaración de inconstitucionalidad pretendida se recurrirá a la Suprema
Corte de Justicia de la Provincia a través del recurso regulado por la ley 7055 y en su caso
a la Corte Suprema de Justicia de la Naciòn mediante el recurso extraordinario federal
regulado por la Ley 48, y eventualmente ante los tribunales internacionales que rigen la
materia.
Del mismo modo, y para el caso de arribar la investigación a instancias procesales
mas avanzadas, y en pos de someter a V.S. todo nuestro argumento constitucional,
dejamos desde ya sentado, que, ni por vía del art. 27 del CPP ni por vía del artículo 51 de la
Const. Pcial, puede detenerse u obstaculizarse la pretensión acusatoria del MPA, por lo que
de alcanzarse el estado de convicción necesario, también podría resultar tachada de
inconstitucional la norma constitucional local.
En efecto, los principios establecidos en nuestra Constitución Nacional de 1994
fijaron ciertos mínimos republicanos indisponibles que se irradian a todo el sistema jurídico
de la República Argentina. Las Provincias no pueden ignorarlos bajo el respeto que merece
el artículo 5 Const. Nac., encontrándose entre ellos, el alcance de los fueros parlamentarios,
pudiendo tales principios estar detallados en la propia legislación subconstitucional federal,
en tanto que las constituciones provinciales están obligadas a conformarse a la Constitución
Nacional (art. 31), estableciéndose límites a las soberanías provinciales, y habiendo existido
una derogación implícita de la norma local por imperio de la celebración de tratados
internacionales ratificados por la República Argentina como hemos señalado en materia de
corrupción .
Se deja expresamente plantado el caso federal al entender que nos encontramos
frente a la discusión de la validez de una norma provincial – artículo 27 del CPP y
eventualmente el art. 51 Constitución Santa Fe – frente a las disposiciones de la
Constitución Nacional y Tratados internacionales con jerarquía constitucional.
5. Solicita integración pluripersonal

Debido a la trascendencia institucional de la resolución que en definitiva se adopte


del presente y teniendo en cuenta que no existe norma expresa que regule el trámite en la
alzada sobre una resolución que declare la inconstitucionalidad de una norma y habilite
imputar a un legislador, solicitamos la integración pluripersonal del tribunal que se designe
para el tratamiento del presente recurso.

6. Petitorio: Por todo lo expuesto solicitamos:


1. Tenga por interpuesto recurso de apelación y nulidad contra el decisorio de la Dra
Verón.
2. Haga lugar a lo pedido y revoque el mismo.
3. Téngase por sostenida la cuestión constitucional
4. Dispongase la integración pluripersonal del tribunal que resuelva el planteo de esta
parte
5. Téngase por renunciado el plazo de vista del art. 401 del CPP a efectos de una
pronta designación de fecha de audiencia.
6. En su oportunidad se ordene al juez del Colegio de 1era Instancia del Distrito
Rosario que corresponda, cite al Senador Traferri a audiencia imputativa.

También podría gustarte