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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE

SANTIAGO UTESA

Nombre: Darihana Cepeda Rodríguez

Matricula: 216-2102

Asignatura: Bioética

Tema: Consentimiento informado

Profesor: Juan Peña

Fecha: 30/7/2020
BIOETICA
Reporte
Consentimiento informado Teoría y práctica.

Un tópico muy socorrido en bioética es el del llamado consentimiento informado. su


significado original se refiere al respecto debido a la voluntad del paciente por parte de
los agentes sanitario para poner en marcha tratamiento biomédico particularmente
arriesgados. A todos los pacientes se le reconoce el derecho a saber previamente que se
va hacer con él, por cuanto tiempo y de qué manera. En algunos casos se recomiendas
dejar la última palabra al paciente, el cual firma la autorización para que se realice en él
un determinado técnico biomédico. El problema está en que se reconoce a la voluntad
del paciente un protagonismo decisivo de forma que la satisfacción de su voluntad
justificaría cualquier intervención biomédica, aunque esta llevara consigo un riesgo
gravísimo para la vida o incluso su destrucción voluntaria.

La filosofía de fondo de esta mentalidad consiste en que la satisfacción de cualquier


deseo libremente expresa ha de ser satisfecho, por consiguiente, si una persona desea
suicidarse, se le han de facilitar los medios más aconsejables. Si otra persona desea que
le apliquen la eutanasia, primero será puntualmente informada sobre lo que tan deseo
implica. Si después de recibir la información pertinente, insiste en llevar a cabo su
deseo de quitarse la vida, los clínicos estarían moralmente autorizado para practicarle la
eutanasia y las leyes penales tendría que ser adaptada a esa mentalidad. La última
voluntad del paciente legitimario la aplicación de cualquier técnica biomédica. Incluso
con efecto mortales seguros.

Aplicada esta mentalidad bioética a los deficientes mentales, tropieza


inmediatamente con la dificultad de informar a los pacientes y la de este para tomar
decisiones libres y responsable. Pero entones se apela al principio de sustitución.
Siendo prácticamente imposible el intercambio normal de información con el
paciente, así como la toma de decisiones es responsable
por parte del mismo, alguno bioeticista se consideran autorizado para poner en tela de
juicio la presunta calidad humana del paciente para vivir con derecho propio y
especulan tratando a los deficientes mentales como objetos de estudios y de
investigación.

El consentimiento, informado o no, para un determinado procedimiento diagnóstico


o terapéutico, que es emitido por un paciente que no actúa de forma voluntaria, no es
aceptable ni desde el punto de vista ético ni desde el legal. Según la Presidentes
Commission, la limitación de la libertad puede presentarse de tres formas posible

Persuasión.

En este caso -quizás el más frecuente de todos-el paciente es sometido a un


procedimiento sin darle la oportunidad de que efectúe ningún tipo de elección. Aunque
este tipo de actuaciones pueden ser ética y socialmente aceptables en determinadas
ocasiones, tales como las situaciones de amenaza de la salud pública, en la práctica
común no lo son.

Coacción

A diferencia del caso anterior en que no hubo obtención de consentimiento alguno, en


este caso el consentimiento del paciente sí se consigue, pero bajo coacción. Una
decisión está tomada bajo coacción cuando la persona está amenazada por otra de forma
explícita o implícita, con consecuencias no deseadas y evitables si accede a sus
requerimientos. La coacción será tanto más potente cuanta mayor diferencia exista entre
el poder del coaccionador y el del paciente, puesto que, a mayor poder de aquél, mayor
credibilidad tendrán sus amenazas para éste. Esta coacción puede ser ejercida por el
médico, la enfermera, un familiar con intereses propios, etc. Por ejemplo, la amenaza
del
«alta voluntaria» que se contempla en el artículo 10 de la Ley General de Sanidad en
caso de negativa al tratamiento podría ser una forma de coacción.

Manipulación

. El médico, por sus conocimientos e influencia psicológica, se encuentra en una


posición respecto al paciente que le capacita para presentarle la
información de tal manera que le empuje a tomar una decisión determinada. Esta
conducta, si es deliberada y basada en la distorsión sesgada y fraudulenta de la
información, supone una anulación del requisito de voluntariedad.
Información en cantidad suficiente Para que un «consentimiento».

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