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Ética Profesional

Prof. Patricia Kristiaan

Consentimiento informado

Material de apoyo:
* Velez Correa. Ética Médica. Página 91 en adelante.

Actividades:
Encuentro por Meet: Grabación de la clase del día disponible en:

1. ¿Cómo se define Consentimiento idóneo o informado?

Consentimiento informado se dá cuando el paciente acepta o rehusa la


acción médica luego de entender una información, considerar las más
importantes alternativas y ser capaz de comunicar la decisión. Para que
esto se presente, el paciente debe tener una competencia mental y estar
libre de cualquier coacción para actuar, es decir, ser libre. Para que haya un
verdadero consentimiento informado debe haber dos condiciones: que la
persona conozca y tenga conciencia de lo consentido y posea libertad para
consentir, sin que tenga presiones internas o externas que la coaccionen.

2. ¿Cuáles son las condiciones que debe reunir el paciente para poder dar un
consentimiento? ¿Cuáles son las obligaciones del profesional al momento
de solicitar un consentimiento a un paciente?

Primeramente es esencial haber recibido la información, segundo el


paciente debería cubrir dos condiciones esenciales, que tenga conciencia
de lo consentido y que posea libertad para consentir, es decir, debe estar
Consciente y lucido, en pleno uso de sus facultades mentales que le
permitan discernir y decidir, ante lo cual no hay lugar para aquellas
situaciones en los cuales el paciente se encuentre bajo presión o algún tipo
de coacción.

En cuanto al profesional debe Informar correctamente al paciente, de


acuerdo al nivel de entendimiento y comprensión del mismo. Al momento
de informar al paciente es importante tomar en consideración la empatia y
primordial verificar que el paciente se encuentre en condiciones para decidir
y siempre respetar la decisión que este tome al respecto de lo informado.

3. ¿Qué dificultades pueden surgir frente a un consentimiento? ¿Cuáles son


las dificultades que ustedes piensan o saben pueden darse en el caso del
consentimiento para un análisis de HIV?
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Una de las mayores dificultades podría constituirlo el estado anímico del


paciente frente al diagnóstico, reflejando miedo, depresión e incluso
resignación.

Podría surgir la posibilidad de que el paciente no quiere tomar decisiones y


prefiere que decida un tercero ante una situación de vulnerabilidad.

Desde el ángulo del médico podemos encontar las situaciones en las


cuales este manipula la información dada al paciente invalidando su
consentimiento, pudiendo exagerar los efectos secundarios para que el
paciente rechace o minimiza los mismos para que acepte un ensayo o
incluso, podría decidir él para evitar situaciones de ansiedad al paciente y
retrasos.

Para el caso del consentimiento para un análisis de HIV, en la mayoría de


los cosos podría presentarse la negativa ante el miedo o incluso por pudor,
por cuanto aún es un tema tabú en la sociedad que implica en muchos
casos el rechazo hacia la persona que podría cursar la enfermedad.

4. El autor plantea dos casos especiales de pacientes, los menores de edad y


los pacientes psiquiátricos. ¿Qué debe tenerse en cuenta según él en cada
uno de estos casos desde el punto de vista ético, más allá de los aspectos
legales del consentimiento?

En la única situación que se permite violentar la voluntad de un enfermo


psiquiátrico es en caso de una emergencia psiquiátrica. Sin embargo, es
muy fácil abusar de este término es por ello que debe estar muy bien
definida la patología y la condición del paciente.

En este sentido, es importante acotar que la emergencia psiquiátrica es la


reclusión y/o medicación temporal y forzada, por alta probabilidad de daño
físico propio o a otros. Por daño no debe entenderse la mera ansiedad o
comportamiento extraño.

Debemos tener presente que cada caso es un caso particular tanto para la
situación de un enfermo psiquiátrico o un menor de edad, justo en los dos
casos deberá considerarse si el paciente tiene posibilidad o no de
autonomía, si está en pleno uso de sus facultadas psicológicas, es decir, si
tiene la capacidad mental y la libertad para decidir sobre su propio destino.

El problema serio se plantea cuando el menor no puede dar un


consentimiento informado. En este caso los padres deben decidir por él la
conducta a seguir. Pero el derecho de los padres o del tutor para tomar
decisiones no es absoluto y pueden presentarse conflictos. A veces las
determinaciones de los padres violentan la autonomía del menor y buscan,
no lo mejor para el paciente, sino otros intereses económicos o sociales. En
estos casos el médico debe defender los derechos del menor, aun en
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contra de los padres o tutores que en ningún momento pueden convertirse


en dueños de la vida del menor. Es el caso que se presentó en la vida real
del niño con síndrome de Down y atresia del esófago; los padres se
oponían se le hiciera la cirugía, sin dar una razón válida que justificara
negarle al menor el derecho a vivir. El consentimiento informado en los
menores de edad se basa en la patria potestad que tienen los padres sobre
los hijos.

5. Explicar qué es una directriz y qué es una subrogación. ¿Conocen


situaciones donde se apliquen cada una de ellas?

La directriz, constituye el consentimiento por escrito del paciente, en la cual


el paciente indica en forma clara y explicita lo desea se le haga a futuro en
cuanto a procedimientos y tratamientos en los casos en que no se llegase a
encontrar el paciente en condiciones idóneas para dar su consentimiento.

Debemos hacer la salvedad de la explicitud de este consentimiento toda


vez que para el caso de los tratamientos de un proceso patológico se
pueden presentar variantes que son difícil de predecir y por lo tanto no
pueden establecerse normas rígidas con anterioridad.

Este podría ser el caso para las órdenes de no reanimación cardio


pulmonar o ventilación asistida que son suscritas a voluntad de paciente
antes de un procedimiento quirúrgico.

En el caso de la subrogación el paciente designa a un tercero, a través de


un instrumento jurídico para que tome las decisiones concernientes a su
estado de salud, cuando el mismo no tenga competencia para dar un
consentimiento informado Tiene la ventaja sobre las directrices, que son
más flexibles, pues la persona subrogante puede decidir situaciones no
predecibles con anterioridad.

Este podría ser el caso en el cual una paciente ingresa un centro de


rehabilitación por abuso de drogas, suscribe previamente una subrogación
a su madre para que esta decida por ella en caso de una posible
eventualidad en el centro, asimismo, para que sea su madre quien pueda
decidir el tiempo de permanencia en el centro.
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