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Por todo ello, se debe observar con atención el momento en el que se producen
estos comportamientos problemáticos en el niño para averiguar sus causas. Es
probable que detrás de una respuesta inadecuada exista alguna dificultad en el
niño para desenvolverse correctamente. De todos modos, es necesario determinar
si se trata de una consecuencia de dicha dificultad o de un trastorno de conducta.
Ambos asuntos se deben diagnosticar por un profesional.
Moldeamiento
Otra técnica muy útil y también práctica es el “modelamiento”. Esta técnica para
modificar la conducta, consiste en imitar a la otra persona haciendo exactamente
lo mismo que ha hecho ella. Aquí las neuronas espejo cobran gran importancia.
Economía de fichas
Esta es otra técnica de modificación de conductas que puede ser muy divertida
para padres y niños. Se trata de establecer un sistema de recompensas en el cual,
para obtener un premio (comida favorita, juguete, excursión, juegos mentales,
etc…) deberá desarrollar determinadas conductas deseadas (los deberes, ordenar
su habitación, lavarse los dientes, ayudar a poner la mesa, etc…) y dejar de hacer
otras que deben concretarse.
Por ejemplo, cada vez que el pequeño realiza la conducta deseada se le entregará
inmediatamente un reforzador (fichas, puntos, etc…) El niño irá recogiendo estas
recompensas hasta llegar al número que hemos determinado, momento en el que
le entregaremos el premio final. Lo importante de esta estrategia para modificar la
conducta, es que el niño se dé cuenta de que obtiene muchos más beneficios y
privilegios cuando se comporta de forma adecuada.
Técnica de contratos de conducta
La técnica de contratos es muy parecida a la anterior, ya que el padre y el hijo
deberán definir las conductas que pondrán en práctica, así cómo las
consecuencias que tendrá el menor.