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Por medio de la cual se expide el Código General del Proceso y se dictan otras
disposiciones.
Art. 121. Duración del proceso. Salvo interrupción o suspensión del proceso por
causa legal, no podrá transcurrir un lapso superior a un (1) año para dictar
sentencia de primera o única instancia, contado a partir de la notificación del auto
admisorio de la demanda o mandamiento ejecutivo a la parte demandada o
ejecutada. Del mismo modo, el plazo para resolver la segunda instancia, no podrá
ser superior a seis (6) meses, contados a partir de la recepción del expediente en
la secretaría del juzgado o tribunal.
Vencido el respectivo término previsto en el inciso anterior sin haberse dictado la
providencia correspondiente, el funcionario perderá automáticamente competencia
para conocer del proceso, por lo cual, al día siguiente, deberá informarlo a la Sala
Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y remitir el expediente al juez
o magistrado que le sigue en turno, quien asumirá competencia y proferirá la
providencia dentro del término máximo de seis (6) meses. La remisión del
expediente se hará directamente, sin necesidad de reparto ni participación de las
oficinas de apoyo judicial. El juez o magistrado que recibe el proceso deberá
informar a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura sobre la
recepción del expediente y la emisión de la sentencia.
La Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, por razones de
congestión, podrá previamente indicar a los jueces de determinados municipios o
circuitos judiciales que la remisión de expedientes deba efectuarse al propio
Consejo Superior de la Judicatura, o a un juez determinado.
Cuando en el lugar no haya otro juez de la misma categoría y especialidad, el
proceso pasará al juez que designe la sala de gobierno del tribunal superior
respectivo. Comunicado Excepcionalmente el juez o magistrado podrá prorrogar
por una sola vez el término para resolver la instancia respectiva, hasta por seis (6)
meses más, con explicación de la necesidad de hacerlo, mediante auto que no
admite recurso.
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COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-443 del 25 de septiembre de 2019, informada
en Comunicado NO. 37 del 25 y de septiembre de 2019.
Será nula de pleno derecho la actuación posterior que realice el juez que haya
perdido competencia para emitir la respectiva providencia.
Para la observancia de los términos señalados en el presente artículo, el juez o
magistrado ejercerá los poderes de ordenación e instrucción, disciplinarios y
correccionales establecidos en la ley.
El vencimiento de los términos a que se refiere este artículo, deberá ser tenido en
cuenta como criterio obligatorio de calificación de desempeño de los distintos
funcionarios judiciales.
PARÁGRAFO. Lo previsto en este artículo también se aplicará a las autoridades
administrativas cuando ejerzan funciones jurisdiccionales. Cuando la autoridad
administrativa pierda competencia, deberá remitirlo inmediatamente a la autoridad
judicial desplazada. Negrilla del texto.
Problema jurídico:
¿La nulidad planteada por el art. 121 es saneable o insaneable? ¿Se debe
mantener la sanción como criterio obligatorio para la calificación de desempeño
del funcionario que deja vencer los términos del art. 121 del CGP?
Argumentos del accionante:
El demandante manifestó en sus argumentos que:
1. La norma demandada contenía reglas que estaban provocando nuevas
dilaciones en los trámites judiciales sin permitir que se evaluara si el retardo en la
terminación del proceso es a causa el área judicial o si se encuentra justificada la
demora.
2. A su vez, manifestó que la sanción se les impone a los jueces por la pérdida
automática de competencia independientemente si la mora les es atribuible o no,
es abiertamente desproporcionada.
Argumentos del fallador:
La Corte Constitucional sustentó la decisión basando sus argumentos en dos
puntos que corresponden a:
1. Nulidad de pleno derecho: la pérdida automática de la competencia por
actuaciones extemporáneas no solo contribuye a garantizar que la justicia sea
oportuna, sino que se puede convertir en un obstáculo para llegar al fin del objeto,
debido a que: i) La nulidad del 121 se opone al régimen de nulidades que busca la
celeridad de los trámites judiciales; ii) los efectos jurídicos de la normativa
cuestionada no es la simplificación del proceso, sino por el contrario, la apertura
de una discusión sobre la validez de las decisiones y todas las actuaciones
realizadas por el juez que ha perdido competencia, un debate cuya consecuencia
alcanza a llegar hasta la acción de tutela, obligando a que se repitan todas las
actuaciones que ya fueron adelantadas, a resolver nuevamente lo ya decidido, y a
asignar un nuevo juez, quien ya no está sometido a la pérdida automática de
competencia, quien por tanto deberá priorizar estos procesos que llegan por
pérdida de competencia; iii) a pesar que la norma quiere que los funcionarios
judiciales tengan una reacción diligente para los procesos, esta no es la forma,
sino que se deben buscar otras salidas a las condiciones y presupuestos dados
como la organización y el funcionamiento del sistema judicial.
Ahora, desde la perspectiva del derecho a una justicia material, la nulidad de pleno
derecho de las actuaciones extemporáneas, según la Corte podría llegar a
“convertirse en una amenaza al derecho de acceso a la justicia, a la prevalencia
del derecho sustancial y al debido proceso”, en los siguientes tres puntos:
i) Ante la inminente pérdida de competencia del juez, que hacen que toda
actuación adelantada por el juez después del plazo establecido se entiendan
nulas.
ii) Las actuaciones adelantadas después del término del 121 por el juez
incompetente, deberán ser adelantadas por otro funcionario judicial, aun cuando la
naturaleza del proceso es que las actuaciones deben ser llevadas por el mismo
juez que adelantó el proceso desde el inicio.
iii) La medida de nulidad de pleno derecho estaba ocasionando maniobras que
comprometían la lealtad procesal, debido al silencio de las partes al conocer que
el juez había perdido competencia, esperando las resultas del proceso, y de ser
adversas poner de presente la nulidad del 121.
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COLOMBIA, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA- SALA CIVIL. Sentencia STC 12908-2019 del 23 de septiembre de
2019. M.P. Ariel Salazar Ramírez.
posesión, debido a que según el Juzgado, otra interpretación impondría un mayor
desgaste para los interesados.
La demandante interpuso el recurso de posición sobre este último punto, pero la
juzgadora mantuvo su decisión.
Ante esta negativa, la demandante interpuso la acción de tutela en contra de esta
decisión del Juzgado.
10. En primera instancia el Tribunal decidió negar la tutela, debido la accionante
no interpuso el recurso de apelación contra el auto que determinada la
competencia del juzgado, inconforme con esta decisión la tutelante interpuso la
impugnación.
Problema jurídico:
¿Desde qué momento empieza a correr el término del art. 121 para los jueces que
se posesiona en el cargo cuando ya estaba por terminarse el plazo o este ya
había finalizado?
Argumentos del accionante:
La accionante solicitó la protección de sus derechos al debido proceso, al derecho
de defensa y el acceso a la administración de justicia, según argumenta porque:
i) El juez de conocimiento se apartó indebidamente de las exigencias del art. 121
del CGP, debido a que no perdió competencia del conocimiento del proceso, aun
cuando el término de un año ya había terminado, así como los seis meses de
prórroga que la norma permite.
ii) Requirió prueba de cromosoma “Y”, que la accionante había solicitado, se
realizara en el mismo laboratorio que emitió la experticia que objetó y en un
término de 30 días, lo que se hacía imposible de hacerse, no permitiendo que se
cumpliera el fin con el cual fue solicitada, lo que equivalía a negarla.
Por lo anterior, solicitó mediante la tutela se dejara sin valor la competencia del
juez y requirió la práctica de la prueba solicitada.
Argumentos del fallador:
La Corte Suprema de Justicia – Sala Civil, argumentó su decisión bajo las
siguientes premisas:
1. El término de un año no puede ser objetivo, y menos si se toma en cuenta que
el art. 121 del CGP, le adjudica al incumplimiento de este plazo, el criterio
obligatorio de calificación en evaluación de desempeño cuando el juez pierde
competencia automática, que para el caso en estudio, acaecía una situación con
respecto a la prueba de ADN que había sido solicitada por la demandante, la cual
permitiría dar mayor claridad al proceso, y sin la cual era imposible fallar al
juzgado.
2. En consecuencia la contabilización el término no puede ser mecánica, sino que
debe atender a la realizada jurídicamente de cada uno de los procesos, debido a
que una interpretación distinta puede tener consecuencias ilógica, tales como
asegurar que en los casos en los que se posesiona un nuevo funcionario en
determinado Despacho, que reciba el proceso, y ya se encuentre vencido el
término o esté próximo a vencerse, deba perder su competencia y vea afectada su
calificación, por actuaciones de su antecesor que le son ajenas y que perjudican a
las partes gravemente.
3. La Corte hizo énfasis en que no se puede desconocer la importancia práctica
que tiene la finalización de los litigios en un tiempo corto, pero tampoco se puede
perder de vista que la duración razonable del proceso no depende solo del juez,
sino de múltiples factores, en los cuales no se puede desconocer la realidad
sociojurídica de la administración de justicia y de los funcionarios judiciales.
Conclusión: la Sala finalizó argumentando que la objetividad no puede llevarse al
extremo absoluto, debido a que esta es ajena al proceso, sino que se puede
convertir en una excusa para desplegar acciones dilatorias, de mala fe,
emplazamientos injustificados, y demás actos buscados por las partes, que en
ocasiones atentan contra el plazo razonables de los procesos, y que pueden llegar
a perjudicar al juzgador, siendo este ajeno a estos actos que buscan entorpecer el
buen funcionamiento del proceso.
Decisión: La Corte decidió no conceder el amparo interpuesto por la parte actora,
por los argumentos antes mencionados.
Palabras clave: término objetivo, plazo razonable, nulidad, acervo probatorio,
posesión.