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BLAS JARA, por derecho propio y bajo patrocinio profesional de abogado, por
la personería que tengo reconocida en los autos: “R.H.P. DE PERITO TASADOR
BLAS JARA EN LOS AUTOS R.H.P. DEL ABG. VICTOR HUGO AUGSTEN EN EL
EXPTE: FRANCISCA YSABEL ORTÍZ DE GÓMEZ S/ SUCESIÓN INTESTADA”, a
VV.EE. muy respetuosamente digo:
Que, de conformidad con el articulo (“art.”) 433 del Código Procesal Civil
(“CPC”), vengo a contestar la expresión de agravios formulada por los abogados
CLAUDIA FLECHA T. y VICTOR AUGSTEN, de los recursos de apelación y nulidad
interpuestos contra el A. I. N 613 del 25 de agosto de 2022, dictado por el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Primer Turno de la Circunscripción
Judicial de Cordillera (“A.I. Nº 613”), haciéndolo en los términos que se exponen
seguidamente:
2. Contestar traslado
2.2. Refutación
VVEE, como podrán notar, y coincidirán con mi parte, en que los fundamentos
de la pretensión de nulidad son totalmente improcedente y fácilmente refutables, y que
no admiten si quiera ser estudiados por este Colegiado.
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Es sabido que la caducidad de la instancia es un modo de terminación de los
procesos que opera de pleno derecho y se basa en la inactividad injustificada de la
parte a quien corresponde impulsar el trámite, que en este caso es el actor, tratándose
de la caducidad de todo el litigio. Ahora bien, tratándose de un modo anormal de
terminación del proceso, tanto la doctrina como la jurisprudencia han establecido que
las normas que lo rigen son de interpretación restringida, y que en caso de duda debe
estarse por la continuación del proceso y no por su extinción.
En apoyo de esta tesis, una respetada Camarita ha sentado cuanto sigue: “Por
otra parte, se debe atender a la cuestión de la subsanación de la caducidad por actos
procesales posteriores. Este punto ha sido objeto de álgido debate en la doctrina.
Así, se ha entendido que no cabe la llamada purga de caducidad (Eisner) y se ha
alegado que siendo un instituto de orden público no es dable ni a los jueces ni a las
partes disponer sobre ella, aún en el caso de que se hubiese continuado el proceso
con posterioridad y éste se encontrase ya muy avanzado. Esta parte de la doctrina
fundamenta su tesis en la idea de que la norma tiene en cuenta “el interés público y
social antes que los intereses puramente particulares de las partes; los tribunales no
deben ser archivos o depósitos de expedientes paralizados de los litigantes” y en que
“el Estado, después de un período de inactividad prolongado, entiende liberar el
oxígeno jurisdiccional de la necesidad de pronunciarse sobre las demandas y de
todas las obligaciones derivadas de la relación procesal” (Raimundín). La tesis
contraria sostiene que la caducidad es un instituto cuyo objetivo es imprimir celeridad
a los procesos y castigar la negligencia de las partes…Estas dos tesis encontradas
centran su argumentación en la finalidad y fundamento dispares que atribuyen a la
institución de la caducidad: orden público versus interés privado. Ahora bien, en el
caso que nos ocupa ya existe una resolución con fuerza de sentencia dictada por el
órgano jurisdiccional, vale decir atendiendo a las razones esgrimidas por quiénes
invocan el orden público como fundamento de la caducidad, que como vimos se
refieren principalmente a liberar a los jueces de pronunciarse sobre demandas en las
cuales se ha abandonado el proceso, se advierte que está finalidad, que constituye la
ratio legis de la norma, no se cumplirá con una declaración de caducidad post-
sentencia, puesto que el juez ya trató la cuestión y ya se expidió por medio de la
sentencia. En tales condiciones carecería de objeto y de sentido pronunciar la nulidad
del fallo por las razones alegadas”. Tribunal de Apelación C y C, ·Tercera Sala, “CAJA
DE JUBILACIONES Y PENSIONES DE EMPLEADOS BANCARIOS C/ ELISEO
DUARTE S/ EJECUCIÓN HIPOTECARIA”
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Entonces, desde el momento que se dictó el A. I. N 613 del 25 de agosto de
2022, no corresponde la declaración de caducidad, pues la misma carecería de
objeto, e iría en contra del sentido finalista del instituto de la caducidad.
Por las razones esbozadas, al no existir méritos para declarar la nulidad del
fallo impugnado, siquiera de oficio, corresponde que el presente recurso sea
rechazado por su notoria improcedencia.
Manifiesta que el A.I. 613 le causa agravio, por cuanto por el mismo se
regularon mis honorarios profesionales, violentando principios constitucionales
previstos en el art. 17 de la Constitución Nacional, pues no se corrió traslado de la
estimación presentada por mi parte, el cual se dispuso por providencia de fecha 30 de
julio del 2020. Explica que en se ha violentando su derecho a la defensa, por lo que
corresponde se revoque la resolución objeto de recurso.
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2.4. Refutación
Efectivamente, el art. 117 del C.P.C indica con claridad que “La nulidad de los
actos procesales podrá pedirse por vía de incidente o de recurso, según se trate de
vicios en las actuaciones o en las resoluciones. El incidente se deducirá en la
instancia donde el vicio se hubiere producido. Cuando las actuaciones fueren
declaradas nulas, quedarán también invalidadas las resoluciones que sean su
consecuencia”. Concuerda la doctrina nacional al indicar que: “el incidente es la vía
idónea para impugnar irregularidades en las actuaciones, integrante de los autos, se
hará por la vía del incidente de nulidad” (CASCO PAGANO, Hernán, Código procesal
civil comentado y concordado. Asunción, La Ley S.A., 2000, 4º ed., Tomo I, pág. 247).
“El artículo 117 determina los medios de impugnación de las nulidades procesales,
mencionado el incidente de nulidad contra actuaciones presuntamente nulas y al
recurso de nulidad, según se refiera a vicios en las resoluciones” (TELLECHEA
SOLÍS, Antonio. Nulidades en el proceso civil. Asunción, La Ley Paraguay S.A., 2012,
2da. Ed., pág. 40)
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En efecto, el art. 26 de la Ley de Honorarios, expresa: El monto de los juicios se
determinará:
3. Conclusión
4. Petitorio