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La Compañía Harlow era el distribuidor de automóviles más antiguo y grande de Kansas, fundado en 1916 y todavía propiedad de la familia original en 1961. Harlow tenía un sistema de ventas bien definido con reglas claras y un plan de incentivos que motivaba a los vendedores a competir de manera saludable entre sí y con otros grupos. Este sistema había demostrado ser exitoso, manteniendo una alta moral, productividad y competitividad entre los vendedores a lo largo de los años.
La Compañía Harlow era el distribuidor de automóviles más antiguo y grande de Kansas, fundado en 1916 y todavía propiedad de la familia original en 1961. Harlow tenía un sistema de ventas bien definido con reglas claras y un plan de incentivos que motivaba a los vendedores a competir de manera saludable entre sí y con otros grupos. Este sistema había demostrado ser exitoso, manteniendo una alta moral, productividad y competitividad entre los vendedores a lo largo de los años.
La Compañía Harlow era el distribuidor de automóviles más antiguo y grande de Kansas, fundado en 1916 y todavía propiedad de la familia original en 1961. Harlow tenía un sistema de ventas bien definido con reglas claras y un plan de incentivos que motivaba a los vendedores a competir de manera saludable entre sí y con otros grupos. Este sistema había demostrado ser exitoso, manteniendo una alta moral, productividad y competitividad entre los vendedores a lo largo de los años.
La Compañía Harlow era el distribuidor de automóviles mayor y más antiguo de la ciudad de
Kansas. Harlow había sido fundada en 1916 por una familia que continuaba siendo propietaria de ella en 1961. Harlow tenía una excelente reputación por su integridad y por la calidad del servicio que prestaba a sus clientes. Harlow contaba con dos jefes y doce vendedores. Los jefes contrataban y despedían a todo el personal de ventas, hacían pedidos de nuevos coches y autorizaban las ventas de todos los coches. Los vendedores eran contratados para vender tanto coches nuevos como usados. El equipo de ventas estaba dividido en cuatro grupos de tres hombres cada uno. Siempre había dos grupos trabajando simultáneamente, uno de ellos operando en el lote de coches usados y el otro en la sala de exhibición de coches nuevos. Los dos jefes habían cumplido los 40 años y llevaban con la compañía desde 1949. Seis de los vendedores llevaban ocho años en la Harlow, y el resto dos años al menos. Harlow, al contratar a un nuevo vendedor, los jefes hacían hincapié en la apariencia, en la juventud, en el dominio del inglés hablado y en el deseo de vender del candidato. Un candidato que tuviese estas características y que estuviese dispuesto a someterse al sistema Harlow no necesitaba ninguna experiencia previa. El sistema Harlow contaba con reglas y políticas muy definidas que eran notablemente diferentes de las de los otros distribuidores de la ciudad de Kansas. Harlow definió un sistema de "tandas" para designar la prioridad de un vendedor para atender a un cliente. (Esto para evitar que un vendedor se salte a otro para atender a una persona que parecía un "comprador" de buena fe). A la práctica de saltarse a un vendedor se le llama "adelantamiento" y un vendedor "adelantador" podía beneficiarse a expensas de sus compañeros. El plan de remuneración daba la oportunidad de ganar tres veces más que los vendedores de otros distribuidores. El vendedor del mes se le daba una bonificación de cincuenta dólares. A los miembros del grupo mejor eran invitados a cenar con sus esposas en un restaurante. Harlow también daba a cada vendedor una bonificación de Navidad Las condiciones de trabajo de la Harlow eran agradables. La sala de exhibición era moderna. El lote de coches usados la sala de exhibición, tenía comodidades parecidas. La moral del equipo de ventas era alta. Los premios mensuales, constituían un incentivo para el equipo de ventas y se habían desarrollado una sana competencia, tanto entre los individuos, como entre los diversos grupos. La productividad del equipo de ventas era alta en conjunto. No había ningún vendedor que fuera siempre el primero, ni ninguno que fuera siempre el último. Si un vendedor tenía un mal mes los demás de su turno le hacían sugerencias útiles. Era común que a final de mes el mejor vendedor hubiera vendido solamente tres o cuatro coches más que el último. Problemas No hay