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Apraxia de La Marcha
Apraxia de La Marcha
Apraxia de la marcha:
una secuela adquirida de evolución desfavorable
J.M. Prats Viñas a, M.J. Martínez-González a, A. García-Ribes a, M. Pacheco-Boiso b
INTRODUCCIÓN Se trató con aciclovir, fenitoína (PHT), MDZ y valproato sódico (VPA)
El concepto de apraxia pertenece a la Neurología clásica y signi- IV, y se controlan las convulsiones 48 horas más tarde. Durante este período
fica ‘la incapacidad para realizar movimientos voluntarios com- el muchacho permaneció obnubilado y, al recuperarse, se advertió paresia
petentes, en ausencia de déficit elemental motor (debilidad, aci- de ambas piernas y del brazo derecho.
La RM en fase residual mostró una lesión lítica parasagital asimétrica
nesia, postura o tono anormal) o sensitivo y de la adecuada com-
(mayor a la izquierda), en la zona prerrolándica, junto a una anomalía sub-
prensión del proceso a realizar’ [1]. Heilman y Rothi [2] definen cortical traducida en un aumento de la señal de la sustancia blanca del cen-
la apraxia en términos negativos como ‘déficit en los movimien- tro oval subyacente (Fig. 1).
tos apropiados no causados por debilidad, acinesia, desaferenta- La mano derecha, aunque era móvil, la tuvo cierto tiempo ignorada (¿por
ción, tono o postura anormal o trastorno del movimiento como una posible agnosia manual?) y se hizo zurdo. Posteriormente, recuperó la
temblores, corea, deterioro intelectual, mala comprensión o falta función manual, pero no restableció la dominancia. Los reflejos osteotendi-
de cooperación’. La mayoría de los problemas denominados nosos persistíann vivos y asimétricos, más en la pierna derecha. Las convul-
siones nunca recurrieron y se pudieron retirar los fármacos antiepilépticos a
apráxicos por los clínicos consisten en el fallo de la producción
los 30 meses de edad, sin recidivas posteriores.
gestual a la demanda. En Pediatría, el término apraxia se utiliza A pesar de someterse a sesiones intensivas de rehabilitación, el niño no
de modo excepcional. A raíz del conocimiento del síndrome de recuperó la marcha aunque no tenía manifestaciones espásticas. Era capaz de
Rett, el concepto de apraxia manual –falta del uso propositivo de gatear con soltura y rapidez, trepar a los muebles e incluso mantener la posi-
las manos en ausencia de paresia de las mismas– ha hecho fami- ción en pie unos segundos, pero caía con reacción magnética plantar. Al inten-
liar esta terminología, aunque prácticamente se circunscriba a tar la deambulación era incapaz de coordinar los pasos. Con 4 años y medio,
esta entidad. También se suele utilizar en dificultades para la y tras sesiones intensivas de rehabilitación, con trabajo en paralelas y piscina,
no se había logrado establecer un patrón de marcha útil. Su capacidad intelec-
copia propia de algunos trastornos del aprendizaje, situación que tual no sufría menoscabo y acudía al colegio, sin problemas de aprendizaje.
suele denominarse ‘apraxia constructiva’ [3]. Debido a su rareza, Con 6 años ha aprendido a leer y a escribir y da pasos agarrado a un andador
presentamos dos pacientes que, gozando previamente de norma- y de la mano; pero, suelto sólo sabe quedar inmóvil breves instantes.
lidad neurológica y a partir de un proceso agudo distinto en cada
uno de ellos, desarrollaron una apraxia completa de la marcha. Caso 2. Se trata de un varón nacido en enero de 1997, tercer hijo de padres
sanos. Un día de abril, a la edad de 15 meses, escapó de la vigilancia fami-
liar y lo encontraron, tras un tiempo indeterminado, en el fondo de una pis-
CASOS CLÍNICOS cina, de la que lo extrajeron en estado de muerte aparente, con midriasis
Caso 1. Se trata de un varón nacido tras un embarazo y un parto normales. arreactiva. Fue trasladado a un hospital comarcal, donde se le practicó rea-
Era hijo único y mostraba un desarrollo psicomotor adecuado, con adquisi- nimación cardiopulmonar, y pasó a continuación a Cuidados Intensivos
ción de la marcha a los 13 meses. Tras gozar de un buen estado de salud, a Pediátricos. Posteriormente, a los 15 días de evolución, se trasladó a nuestro
la edad de 22 meses consultó por debilidad de la extremidad derecha, que hospital. La valoración inicial mostraba una ceguera cortical y movimientos
daba lugar a una alteración de la marcha, y a arrastrar ligeramente la pierna. anormales asimétricos, bálicos en los miembros izquierdos y más distónicos
Tres días más tarde, inició convulsiones focales motoras que afectaban a la en los derechos. No tenía control cefálico y presentaba un Glasgow de 10.
pierna y la mano derechas, que se prolongaron durante horas. En el electro- En la RM inicial se apreciaban lesiones en los putámenes, los caudados y
encefalograma (EEG) se registraron descargas epileptiformes lateralizadas los lóbulos occipitales, con anomalías difusas de la sustancia blanca cerebral.
periódicas (PLEDS) en el hemisferio cerebral izquierdo y puntas multifoca- Los movimientos bálicos se controlaron parcialmente con haloperidol,
les. En la resonancia magnética (RM) por difusión se detectó una señal fármaco que no pudo suspenderse hasta los 2 años de edad, porque al reti-
anormal cortical parietal izquierda. rarlo recurrían los movimientos anormales. El lenguaje y la manipulación
primitiva se apreciaron a los 2 años y cuatro meses, y a los 2 años y 8 meses
Aceptado: 06.09.04. consiguió mantenerse sentado sin apoyo.
a
Pese a recuperar la capacidad manipulativa, el control ocular y la posi-
Unidad de Neuropediatría. b Unidad de Rehabilitación. Hospital de Cru- ción de sentado, es incapaz de estructurar la marcha, y resiste a todos los
ces. Baracaldo, Vizcaya, España. intentos de rehabilitación a que se le somete. Por otra parte, siendo ya un
Correspondencia: Dr. José María Prats Viñas. Unidad de Neuropediatría. muchacho de 8 años, es incapaz de controlar los esfínteres y presenta gran
Hospital de Cruces. Plaza de Cruces, s/n. E-48903 Baracaldo (Vizcaya). número de problemas neuropsicológicos que hace difícil el trato diario. Es
E-mail: jprats@hcru.osakidetza.net muy inquieto, situación que no ha mejorado en absoluto con metilfenidato,
© 2005, REVISTA DE NEUROLOGÍA y tiende a estar en continuo movimiento durante la vigilia.
suelto, cae al suelo como un muñeco de trapo. En el último año ha aprendi- trica. Se denomina apraxia de la marcha a la alteración de la
do a ponerse en pie agarrado al mobiliario y a desplazarse con andador en la locomoción no imputable a otra causa alternativa, provocada por
escuela, pero todavía es incapaz de permanecer erecto sin sujeción. lesiones conocidas del sistema nervioso central que regulan esta
Como anécdota, los pies parecen no crecerle: en los siete años transcurri- actividad, lo que produce un fallo de monitorización de los
dos desde el accidente, sólo ha aumentado dos números de calzado.
En la RM de control sólo se perciben anomalías simétricas en la parte
mecanismos automáticos que permiten su ejecución, por lo
posterior de los putámenes (Fig. 2). general realizada de modo apenas consciente. Estos mecanismos
parecen relacionados con lesiones frontales bilaterales, especial-
mente en las áreas premotoras [6], con la peculiaridad de que
DISCUSIÓN sean bilaterales. De no serlo, tendrían que afectar también al
La imposibilidad para la marcha, en ausencia de parálisis o de cuerpo calloso, ya que, de lo contrario, el lado indemne podría
ataxia, se denomina apraxia de la marcha. Este trastorno se ha ser capaz de compensar el déficit a corto/medio plazo. Es tam-
denominado de muchas formas; una de las más populares es el bién posible su relación con los núcleos de la base del cerebro,
término ‘ataxia frontal de Bruns’, a raíz de la publicación en aunque su fisiopatogenia no es muy bien comprendida si cursa
alemán de este autor en el año 1892, que lo achacaba inicial- en ausencia de rigidez, acinesia u otros signos extrapiramidales.
mente a la falta de coordinación entre el cerebelo y los lóbulos En la infancia, el problema de apraxia de la marcha no es un
frontales. El concepto de esta posibilidad fue de capital impor- término semiológico en uso y es difícil de asegurar en sujetos que
tancia antes del advenimiento de las modernas técnicas de neu- nunca han aprendido a caminar, como en el síndrome de desequi-
roimagen, ya que clínicamente existía la tendencia a localizar librio descrito por Harberg et al en los años 70 [7] y que tiene
en la fosa posterior tumores que se asentaban en los lóbulos muchas de las características que previamente se han comentado.
frontales. Por fortuna, esto ya no constituye un problema con Posiblemente se trate de una apraxia congénita de la marcha.
los métodos diagnósticos a nuestra disposición. De todas formas, la semiología apráxica sólo ha tenido pres-
Mayer y Barron [4] definieron la apraxia de la marcha como tigio desde la descripción del síndrome de Rett, en el que una de
‘la pérdida de la capacidad para utilizar apropiadamente los sus características diagnósticas fundamentales es la apraxia
miembros inferiores en el proceso de caminar’. El síndrome manual con estereotipias, que más adelante pueden afectar tam-
constituye una constelación de síntomas que abarcan anormali- bién a la marcha. Otras apraxias que se han mencionado en la
dades locomotoras, desequilibrio, respuestas posturales inapro- edad pediátrica son: la apraxia constructiva como componente
piadas y falta de iniciación del automatismo de la marcha. de algunas formas de trastornos del aprendizaje –el reconoci-
La entidad clásica en Neurología que cursa con apraxia de miento y la descripción de figuras geométricas están indemnes,
la marcha es la hidrocefalia a presión normal del adulto. Tam- pero existe una imposibilidad de reproducirlas gráficamente–,
bién se catalogan como alteraciones apráxicas de la marcha los la apraxia del lenguaje, etc.; pero en ninguno de estos casos se
trastornos para deambulación que aparecen en la parálisis ha podido asociar a una lesión anatómica concreta.
supranuclear progresiva [5]. Nuestro interés al presentar estos pacientes es resaltar la cro-
Por tanto, los procesos neurológicos que pueden afectar a la nicidad del problema y el fallo de los tratamientos de rehabilita-
dinámica de la marcha son diversos e incluso de índole psiquiá- ción aplicados, lo que hace muy desfavorable su pronóstico.
BIBLIOGRAFÍA
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