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LA INTELIGENCIA

1. CONCEPTO DE INTELIGENCIA

Casi todos utilizamos el termino “inteligencia” y comprendemos, aunque sea


aproximadamente, a qué nos referimos. Sin embargo resulta difícil precisarlo mejor. A pesar
del acuerdo entre científicos y profanos sobre diferentes atributos que constituyen la
inteligencia, no existe ninguna definición de inteligencia universalmente aceptada. Si
buscamos en un diccionario especializado en el tema lo que encontramos son diferentes
opiniones al respecto:

Lewis Terman (1921) definió la inteligencia como la capacidad para pensar de forma
abstracta.

Jean Piaget (1952) definió la inteligencia como la capacidad para adaptarse al ambiente.

David Wechsler (1944) formuló una definición práctica: la capacidad para actuar con un
propósito concreto, pensar racionalmente y relacionarse eficazmente con el ambiente.

A la vista de tal variedad de definiciones de inteligencia, podríamos decir que el


concepto de inteligencia engloba un conjunto de aptitudes (aprendizaje, memoria,
almacenamiento de información, percepción selectiva, lenguaje, razonamiento, habilidades
sociales, etc) que permite al ser humano adaptarse al mundo que le rodea y solucionar sus
problemas con eficacia. Todo ello gracias a la constante interacción activa entre las
capacidades heredadas y las experiencias proporcionadas por el ambiente.

2. TEORÍAS SOBRE LA INTELIGENCIA.

Existen casi tantas teorías sobre la inteligencia como definiciones. Vamos a presentar
dos enfoques diferentes:

a) El que aparece en las teorías de Spearman y Thurstone, ; en este enfoque se pone el


énfasis en la medida de la inteligencia, por ello recibe el nombre de enfoque
psicométrico, (Teorías factoriales).

b) Sternberg, intenta determinar cuáles son los procesos que hacen que una persona utilice la
información que recibe para resolver problemas, recibe el nombre de enfoque del
procesamiento de la información. (Teorías cognitivas).

2.1. Teorías factoriales.

Son las teorías que intentan analizar los componentes implicados en la actividad
intelectual. Pronto se extendió el uso del análisis factorial, a través del cual se pretendía
determinar el número y naturaleza de los factores que intervienen en la inteligencia.
Uno de los primeros teóricos, Charles Spearman (1904), pensaba que la inteligencia
estaba compuesta por un factor “G” y un factor “s”. El factor “G” (la inteligencia general),
era considerado como una capacidad intelectual heredada que se caracteriza por estar
presente en todos los procesos intelectuales llevados a cabo por los seres humanos. Además
de la inteligencia general, existe otro factor “s” (habilidades específicas) que es responsable
de la habilidad necesaria parra la realización de una tarea concreta. Este último posee una
función puramente complementaria siendo el factor “G” el más importante. Esta teoría se
conoció con el nombre de “teoría de los dos factores o teoría bifactorial”.
La línea de investigación abierta por Spearman ha continuado prácticamente hasta
nuestros días. Sin embargo estudios psicométricos posteriores cuestionan la existencia real
del factor “G”.
En la actualidad la mayor parte de los especialistas se decantan por teorías
multifactoriales.

El primero en proponer un modelo multifactorial fue Thurstone. Él cree que la


inteligencia se compone de numerosas aptitudes lo suficientemente diferenciadas e
independientes entre sí. Así, aplicando el análisis factorial sobre las puntuaciones obtenidas
en las pruebas de inteligencia de un gran número de niños, L.L. Thurstone (1938) identificó
siete factores de inteligencia relativamente diferentes:

- Fluidez Verba/: habilidad para recordar palabras rápidamente.

- Comprensión verbal: habilidad para definir palabras.

- Aptitud espacial: habilidad para reconocer una figura cuya posición en el espacio había
cambiado.

- Rapidez perceptiva: habilidad para detectar semejanzas y diferencias entre distintos


dibujos.
- Razonamiento inductivo: pensamiento lógico. Resolver tareas analógicas, seriaciones...

- Aptitud numérica.: habilidad para realizar con precisión y rapidez cálculos numéricos.

- Memoria.: habilidad para retener detalles.

Tras él, numerosos psicólogos propusieron modelos multifactoriales de la inteligencia.


Sin embargo esta obsesión por las técnicas psicométricas hizo que el esfuerzo dedicado a
desvelar los procesos mentales de la inteligencia fuese escaso. Fue con la aparición de las
corrientes cognitivas cuando algunos psicólogos emprendieron un camino diferente.

2.2. Teorías cognitivas.


En contraposición con las teorías factoriales, los enfoques cognitivos no se preocupan
en exceso por idear técnicas psicométricas que midan capacidades, ya que para ellos la
inteligencia participa en otras áreas no directamente relacionadas con las puras habilidades
académicas. Según ellos, ser inteligente significa “ser capaz de comprender” y en la
comprensión, entendida como resultado global de la inteligencia, influyen factores
cognitivos no cuantificables, tales como esquemas, estructuras mentales, expectativas,
motivaciones...
Uno de los modelos que adoptan este enfoque es el ideado por Robert Sternberg. Se
conoce como “Teoría Triarquica”, ya que según él, existen tres tipos de inteligencia:

a) La componencial: son mecanismos cognitivos que capacitan al sujeto para el


procesamiento adecuado de la información. Gracias a ellos nuestro cerebro puede operar
con todos los sistemas disponibles; almacenar la información, codificarla, transferirla a
situaciones nuevas que deben ser comprendidas, almacenar experiencias, construir
razonamientos lógicos... en definitiva operaciones y procesos cognitivos que permiten al
sujeto la elaboración de estrategias para la resolución de problemas. Según Sternberg, los
tests factoriales sólo atienden a este tipo de inteligencia, dejando al margen las otras dos
capacidades intelectuales.

b) La experiencial,: es decir, las experiencias vitales del sujeto, si han sido interiorizadas y
almacenadas convenientemente, contribuyen a una mejor resolución de los conflictos
novedosos. De esta manera las distintas experiencias particulares transformarían los
procesos cognitivos de cada persona. Sternberg, en contra de los genetistas, afirma que el
pasado de un individuo modifica sustancialmente sus capacidades intelectuales.

c) La práctica o social. Tiene que ver con los procesos de socialización del sujeto,
permitiendo su adaptación al medio humano en el que se desenvuelve.

Sternberg, insiste además en la importancia capital de la MOTIVACIÓN. Para ser


inteligente se necesita voluntad de conocer y desinhibición a la hora de ensayar respuestas,
aunque a veces éstas nos conduzcan al error.

En vez de preguntarse cuántos tipos de problemas diferentes puede resolver una


persona, Robert Sternberg (1978), se pregunta sobre cómo las personas resuelven los
problemas, ya que concibe la resolución de problemas como un aspecto de la inteligencia.
¿Qué ocurre con la información desde el momento en que la percibe hasta el momento en
que decide utilizarla para resolver su problema? Esta teoría señala la existencia de una serie
de pasos en la forma de procesar la información.

Al observar de qué manera se utilizan los distintos pasos, podemos ver dónde se
equivocan los sujetos y podemos enseñar estrategias determinadas para mejorar cada etapa.
Por ejemplo, podemos mostrar a una persona impulsiva la importancia de tomarse tiempo
para desarrollar una variedad de opciones en vez de soltar la primera respuesta que parece
sólo remotamente posible.

Sternberg recomienda que se enseñe a los seres humanos a pensar cómo enfocar un
problema, a preguntarse si lo están haciendo bien e indicarles cómo y cuándo han de cambiar
de estrategia. Ya que resolver problemas es el elemento más importante de la inteligencia y
una capacidad que se mide prácticamente en todos los tests de inteligencia, aprender a
resolver mejor los problemas deberá tener como efecto un aumento demostrable de la
inteligencia.

3. LA MEDICIÓN DE LA INTELIGENCIA.
Las primeras pruebas de inteligencia fueron preparadas por médicos franceses (1838) y
más tarde, en el siglo XIX, Sr. Francis Galton (1883 ), biólogo inglés, investigó sobre la
inteligencia convencido de que esta se heredaba y que la influencia de los aprendizajes era
prácticamente nula.

Las pruebas de inteligencia que conocemos actualmente no entraron en el mundo


educativo hasta 1905. En aquellos tiempos los responsables de las escuelas de París llamaron
a Alfred Binet y le pidieron que idease un test para poder identificar a los niños más
notables para darles una educación especial. Se le considera el padre de las pruebas de
inteligencia.

3.1.¿Cómo miden los psicólogos la inteligencia?


A través de tests de inteligencia. Fue en 1899 cuando Cattell diseñó el primer test de
inteligencia como tal (es decir para medir las diferencias individuales). Mas tarde, en 1905,
Binet y Simon elaboraron otra prueba para medir niños retrasados.
Binet inventó el término «nivel mental» (puntuación de un niño en un test); más tarde
se llamó «edad mental». Los tests de Binet y su colega Simon guiaron el desarrollo de todos
los tests de inteligencia posteriores. Estos tests saltaron el canal de la Mancha y cruzaron el
Atlántico llegando a utilizarse ampliamente en Gran Bretaña y los EE. UU. Alcanzaron su
gran expansión durante la primera Guerra Mundial, en el ejército de Estados Unidos, a cuyos
soldados se les aplicaron multitud de test de capacidades con el objetivo de asignarles
puestos que se adecuaran a sus perfiles. A partir de entonces los test han ido desarrollándose
para convertirse hoy en día, en unos instrumentos cotidianos y “aceptados” en muy diversos
ámbitos (hay autores que critican el actual formato de los test y que dudan de su validez).

Podemos encontrar diferentes tipos de test:


- según el modo de aplicación: pueden ser colectivos ( ejemplo: TIG 1, TIG 2..) o
individuales (ejemplo: el WAISS).

- según midan la inteligencia General o las distintas aptitudes involucradas en la


inteligencia.

3.2. ¿Qué es el C.I.?

El término CI ( cociente intelectual) fue acuñado para convertir la edad mental en un


valor que pudiera ser utilizado independientemente de la edad.
De la corrección de los tests de inteligencia se obtiene el Cociente Intelectual (CI). El
CI es la razón entre la edad mental de una persona y su edad cronológica multiplicada por
100.

CI = E M (edad mental) x 100.


EC (edad cronológica)

Cuando la edad mental es la misma que la edad cronológica el CI será 100.


Cuando la edad mental es mayor que la edad cronológica el CI es superior a 100.
Cuando la edad mental es menor que la edad cronológica el Cl es menor que 100.
3.3. Ventajas e inconvenientes de los test.

Ventajas:
Existen muchas situaciones en que resulta útil poder predecir un futuro académico,
cosa que los test de inteligencia realizan bastante bien.
El resultado de un test de inteligencia de un alumno de Instituto le puede ayudar a
elegir su carrera universitaria y puede ayudar a la Universidad a decidir si será capaz de
cumplir sus exigencias de trabajo.
Bien utilizados son socialmente beneficiosos. En caso contrario presentan distintos
inconvenientes.

Inconvenientes:
 Justificación de la discriminación racial.
Desde que Terman, en la segunda década de este siglo, descubrió que los indios hispánicos y
los individuos de raza negra solían tener una puntuación de 70 a 80 en tests del Cl, se ha
estado utilizando esta información para mantener que los niveles de inteligencia son innatos
e invariables y que la puntuación en las pruebas mostraba la superioridad de la raza blanca
sobre todas demás.

 Confianza exagerada en las pruebas.


Después de cuatro años de estudio un informe realizado por la National Academy of
Sciences (1982) concluyó que los tests estandarizados son predictores fiables en áreas de
ejecución claramente definidas, pero no reflejan las injusticias del ambiente educativo y
familiar de los jóvenes de muchos grupos minoritarios. Los autores del informe advierten del
peligro de confiar demasiado en estos tests a la hora de colocar a niños en clases especiales,
de admitir a los estudiantes en la Universidad y de aceptar a los candidatos para un empleo.

 Subestimación del CI de los ancianos.


Puede que los ancianos no realicen tan bien como los adultos más jóvenes los tests de
inteligencia, especialmente cuando se les pide resolver problemas que anteriormente no han
visto. Incluso cuando la persona mayor conoce la respuesta, no siempre es capaz de
demostrarlo. Deficiencias de visión y de audición, de coordinación y agilidad causan
dificultades a la hora de percibir las instrucciones o de ejecutarlas. También los items de los
tests pueden tener tan poca relevancia para la vida de un anciano que no se sienta motivado a
esforzarse en contestarlos.

4. DEFICIENCIA INTELECTUAL: GRADOS DE RETRASO MENTAL.

Según la AAMD (Asociación americana de deficientes mentales) el retraso mental se


refiere a un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media, que se origina
durante el período de desarrollo y que se asocia a un déficit en la conducta adaptativa.

4.1. Criterios para el diaganóstico del retraso mental.

A. Capacidad intelectual general muy por debajo del promedio: un CI de 70 o inferior


obtenido mediante una prueba de inteligencia administrada de forma individual.

B. Existencia de déficit o deterioros concurrentes en la capacidad adaptativa, por ejemplo, en


la eficacia personal del niño para conseguir el rendimiento esperado por su edad y grupo
cultural, en áreas como habilidades sociales y responsabilidad personal, comunicación,
habilidades para resolver problemas cotidianos, independencia personal y autosuficiencia.

C. Comienzo antes de los 18 años.

4.2. Niveles de gravedad.

Existen cuatro niveles de gravedad que reflejan el grado de deterioro intelectual: leve,
moderado, grave y profundo. Los valores del CI utilizados para diferenciar entre los cuatro
niveles de gravedad son:

Cl de 50-55 a 70 ----------------- nivel de gravedad leve


CI de 35-40 a 50-55--------------- nivel de gravedad moderado
CI de 20-25 a 35-40--------------- nivel de gravedad grave
CI por debajo de 20-25----------- nivel de gravedad profundo.

. Retraso mental leve


El retraso mental leve corresponde a la categoría de «educable». Los niños con este nivel de
retraso mental pueden desarrollar habilidades sociales y de comunicación durante el periodo
de educación infantil (O a 5 años) y tienen un deterioro mínimo en las áreas
sensoriomotrices.
En la actualidad toda persona con retraso mental leve puede vivir perfectamente adaptada a
su comunidad, vivir de forma independiente o en apartamentos supervisados, o en viviendas
agrupadas.

. Retraso mental moderado


El retraso mental moderado equivale a la categoría de “entrenable”. Este término no debería
emplearse porque da pie a la errónea conclusión de que la población con retraso mental
moderado no puede beneficiarse de los programas educativos existentes.
En la vida adulta, pueden contribuir a su propio mantenimiento, efectuando trabajos que no
requieran una gran habilidad bajo estrecha supervisión en talleres protegidos o en el
competitivo mercado de trabajo. Necesitan orientación y supervisión cuando se encuentran
en situaciones de estrés.

Retraso mental grave


Este grupo constituye el 3-4% de la población con retraso mental. Durante el periodo de
educación infantil se observa un desarrollo motor pobre y el niño adquiere pocas o nulas
habilidades verbales para la comunicación.
En la etapa escolar puede aprender hábitos de conversación y recibir entrenamiento en los
principales hábitos de higiene. Apenas pueden sacar provecho de los aprendizajes
preacadémicos, como familiarizarse con el alfabeto y el cálculo elemental, aunque pueden
dominar distintas habilidades como leer y entender rápidamente algunas palabras con valor
de supervivencia como “hombre”, “mujer”... En la vida adulta pueden hacer tareas sencillas
bajo una estrecha supervisión.

Retraso mental profundo


Está formado por aproximadamente el 1-2% de la población con retraso mental. Durante los
primeros años de vida muestran una capacidad mínima para el funcionamiento
sensoriomotriz. Requieren un ambiente altamente estructurado, con ayuda y supervisión
constantes, y una relación personalizada con su cuidador/a. El desarrollo motor, la autonomía
y las habilidades de comunicación pueden perfeccionarse con un entrenamiento adecuado.
Actualmente la mayoría de esta población vive en comunidades, en viviendas protegidas, en
régimen de cuidados intermedios, o con sus familias.

5. ¿HERENCIA O AMBIENTE? INFLUENCIA DE LOS FACTORES GENÉTICOS Y


AMBIENTALES EN LA INTELIGENCIA

«Si hubiera tenido el deseo de llevar una vida de holgazanería, me hubiera gustado ser
gemelo univitelino, separado desde el nacimiento de mi hermano y educado en una clase
social diferente. Podríamos alquilarnos a un montón de científicos sociales y prácticamente
podríamos haber elegido el sueldo nosotros mismos. » Gould, 1981.

¿Por qué imagina el doctor Gould a unos gemelos separados? Porque esta situación
hubiera hecho de él y su hermano una especie extremadamente rara: personas cuyos genes
son idénticos y sus ambientes diferentes. Los psicólogos han intentado durante más de medio
siglo encontrar personas así, y todavía las están buscando, para resolver el viejo problema de
la relación entre herencia y ambiente: ¿cuánto de nuestro cerebro está determinado por
nuestros genes y cuánto por nuestro ambiente?
¿En qué evidencia se basan los partidarios de la herencia para defender su creencia de
que el CI se hereda? Los hallazgos en estudios con gemelos o con niños adoptivos y de otro
tipo de investigaciones parecen indicar que la herencia desempeña un papel importante en la
determinación de la inteligencia. La mayoría de los genetistas de la conducta concluyen que
aproximadamente la mitad de las diferencias en CI en individuos de raza blanca,
norteamericanos o europeos es el resultado de diferencias genéticas.

Es difícil determinar la proporción exacta de la influencia de la herencia y el entorno,


y, dado el modo que estas dos influencias interactúan, parece poco razonable considerarlas
como ingredientes separados.

¿Qué ha ocurrido en el Japón después de la II Guerra Mundial? Aparte de su destacado


lugar en el mercado mundial como productor de todo tipo de mercancías, también ha
experimentado cambios profundos en el tipo de vida.
Los psicólogos se muestran muy interesados en estos cambios sociales, porque el
promedio del CI entre los niños japoneses de entre 6 y 16 años es ahora el más alto del
mundo, al haber aumentado unos 7 puntos durante la última generación. Los jóvenes
japoneses alcanzan una puntuación media de CI de 111, comparada con el 100 de los
norteamericanos.
Parece muy dudoso que el aumento de esta magnitud provenga de cambios en la estructura
genética de la población.
Al contrario, la explicación debe hallarse principalmente en las mejoras del ambiente
(Lynn,1982). Entre los cambios de la sociedad japonesa que deben haber contribuido a este
aumento en la puntuación se encuentra el rápido crecimiento económico del país, que trajo
mejoras en el bienestar, la salud y la educación, y el aumento de la influencia de la cultura
occidental.
No está claro por qué el CI japonés ha sobrepasado el promedio americano, pero acaso pueda
ser debido a la diferencia del sistema educativo de ambos países.
El sistema japonés tiene como objetivo producir no una élite brillante, si no, al contrario, un
elevado nivel de capacidad en la mayoría de sus estudiantes, para así crear una población
entera, tanto de trabajadores como de dirigentes, de un nivel inconcebible en los EE.UU.
(Rohlen, 1982).

Parece evidente que tanto la herencia como el ambiente ejercen alguna influencia sobre el
nivel intelectual que podemos alcanzar.

Ya que no podemos hacer nada respecto a la herencia y en cambio podemos hacer mucho
respecto al ambiente, parece tener sentido preguntarnos qué factores ambientales resultan
más importantes para favorecer el desarrollo intelectual y, como individuos y miembros de la
sociedad, hacer todo lo posible para que estos factores estén presentes en la vida de todos los
niños.

6. ¿SE PUEDE INCREMENTAR LA INTELIGENCIA?

La inteligencia posee un potencial de aprendizaje (aprendizaje potencial)


(Feuerstein,1979), que no es otra cosa que las posibilidades de un individuo de desarrollar su
inteligencia por medio del aprendizaje. Por ello, la inteligencia como capacidad intelectual,
no es algo estático sino dinámico y susceptible de mejora.

Mejorar la inteligencia implica desarrollar y aprender estrategias, destrezas, modelos


conceptuales. En el fondo lo que se trata es de «aprender a aprender». El aprendizaje
cognitivo facilita el desarrollo de la inteligencia y aumenta su rendimiento. Conocer los
procesos subyacentes en el aprendizaje facilita su desarrollo y mejora. En la actualidad se
insiste en el aprendizaje de estrategias metacognitivas (pensar sobre el pensamiento)
(Nickerson, 1985).

¿Qué son las estrategias metacognitivas?


Podemos definirlas como habilidades cognitivas necesarias y útiles para la adquisición, el
empleo y el control del conocimiento y de las demás habilidades cognitivas. Incluyen la
capacidad de planificar y regular el empleo eficaz de los propios recursos cognitivos
(Scardamalia y Bereiter, 1985).
El concepto de aprender a aprender está íntimamente relacionado con el concepto de
potencial de aprendizaje. Su pretensión es desarrollar las posibilidades de aprendizaje de un
individuo por medio de la mejora de las técnicas, destrezas, estrategias y habilidades de un
sujeto con las cuales se acerca al conocimiento.

Desde la concepción constructivista, el aprender a aprender supone dotar al individuo


de «herramientas para aprender» y de este modo desarrollar su potencial de aprendizaje ( las
posibilidades de aprendizaje que posee).
La educación, los diversos modelos de enseñanza favorecen la adquisición y el uso de
estrategias cognitivas. Cada alumno posee y utiliza de forma diferente estrategias diversas
para solucionar un problema dado.
Obtiene mejores resultados escolares el que utiliza estrategias más adecuadas y
eficaces. Este tipo de estrategias se pueden entrenar y se pueden aprender.
En esta línea están los programas de intervención cognitiva y de enseñar a pensar.

7. LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
En las últimas décadas ha crecido el interés psicológico por las tecnologías de la
información. A ello ha contribuido el auge experimentado por los enfoques cognitivos, ya
que éstos centraron sus estudios en análisis del ser humano como procesador de la
información. Apareció así un campo interdisciplinar en el que los tecnólogos acudían a la
Psicología para analizar sus concepciones sobre memoria, inteligencia o lenguaje, a la vez
que los psicólogos se interesaban por las últimas investigaciones en ordenadores con el fin de
aprender sobre los mecanismos y procesos de información que éstos ejecutaban. La
colaboración entre ambos saberes se ha revelado útil, sobre todo para la clarificación de los
procesos internos de la inteligencia, el almacenamiento de la información o las estrategias de
resolución de problemas.

Podemos definir a la Inteligencia Artificial (IA) como la ciencia y técnica que versa
sobre el conocimiento general de la inteligencia con el objetivo de fabricar máquinas
inteligentes. Entendemos por este último concepto artilugios que puedan llevar a cabo
procesos específicamente humanos como razonamientos, resolución creativa y no puramente
mecánica de problemas, toma de decisiones, etc.

La IA es tanto una ciencia (porque teoriza sobre los conceptos e hipótesis de la


inteligencia) como una tecnología (puesto que desarrolla los medios técnicos adecuados para
la fabricación de máquinas inteligentes). Conviene señalar, pues, que no debe confundirse la
IA con la informática tradicional.

Sin embargo, los especialistas no consiguen ponerse de acuerdo sobre la posibilidad


real de construir en el futuro máquinas inteligentes. Mientras que el famoso físico y
matemático R. Penrose afirma que eso será imposible (por lo menos en un período de
tiempo lo suficientemente amplio) otros, como el tecnólogo H. Moravec, llega a conjeturar,
incluso, que las máquinas inteligentes nos sobrevivirán en la tierra y que su aparición está
cercana.

El tema central de la discusión radica en los sistemas de resolución de problemas que


pueden utilizar los ordenadores. Así, las máquinas usan mayoritariamente sistemas
algorítmicos, mientras que la inteligencia humana emplea con asiduidad estrategias
heurísticas.

Los métodos algorítmicos se caracterizan por tomar en consideración todas las


posibilidades relativas a un problema. Aunque los algoritmos garanticen un número finito de
posibilidades, en muchas ocasiones ese número es elevadísimo y exige emplear un tiempo
abrumadoramente amplio. Como ventaja, cabe destacar que, si el problema está bien
planteado, acaba encontrándose la solución exacta.

El método heurístico, en cambio, sólo toma en consideración las estrategias


aparentemente más adecuadas para alcanzar la solución, dejando sin analizar el resto de las
posibilidades.

El ejemplo tradicional que suele ponerse a este respecto es el de un jugador de ajedrez. Si


utiliza métodos algorítmicos, debe plantearse para cada posición todas las posibilidades que
implica, incluso hasta de los movimientos más simples. En cambio, con el método heurístico
sólo analizará las que resulten más apropiadas, de acuedo con su estrategia general de la
partida. Como curiosidad, recordar que recientemente una máquina consiguió derrotar en una
partida, por primera vez, al campeón mundial de ajedrez, a pesar de que éste había
proclamado que jamás seria vencido por un ordenador.

El método algorítmico posee varias complicaciones a efectos prácticos de la


inteligencia. El más importante quizás sea el hecho de que muchos problemas no pueden
traducirse a fórmulas algorítmicas. La inteligencia humana utiliza abrumadoramente
procedimientos heuristicos; por ello, se equivoca con frecuencia, aunque a cambio obtiene
creatividad.

Los últimas investigaciones con ordenadores trabajan para dotarlos de procedimientos


heurísticos similares a los de la inteligencia humana. Se han conseguido otros avances
espectaculares, como que los ordenadores reconozcan la voz humana y sean capaces de
trabajar con el lenguaje natural. Ahora bien, y aunque parezca una paradoja, lo más difícil
consiste en lograr que las máquinas posean sentido común, esa extraña cualidad que
caracteriza a los seres humanos (o por lo menos a algunos). La causa radica en que los más
sencillos problemas de la vida cotidiana, muchas veces, no pueden traducirse a fórmulas
matemáticas, sean algorítmicas o de otro tipo.

En la Psicología cognitiva suele ser frecuente utilizar la llamada metáfora del


ordenador, según la cual la mente humana utilizarla mecanismos semejantes a los de un
ordenador en el procesamiento de la información. Hay que circunscribir la metáfora, sin
embargo, a sus justos términos. En la actualidad, no puede decirse que ambos sistemas sean
idénticos. En todo caso, el ordenador se convierte en una herramienta explicativa de ciertos
procesos mentales, es decir, en un modelo para comprender la inteligencia humana.
Identificar, aunque sea por analogía, los procesos de ambos no se ajusta a la auténtica
realidad. Conocer cuál será el futuro de la IA pertenece todavía al terreno de las puras
hipótesis no exentas de apasionamiento.
LA INTELIGENCIA: ENCUESTA INICIAL.

l. ¿Es lo mismo una persona lista que una persona inteligente? Trata de explicar las
diferencias o, en su caso, por qué crees tú que ambos términos son sinónimos.

2. Di a cuál de las siguientes personas calificarías como la más inteligente y por qué:
- A la que tiene mucha memoria.
- A la que sin esforzarse aprende rápidamente.
- A la que sabe aprovecharse de las circunstancias para mejorar económicamente.
- A la que termina una carrera universitaria dura y difícil.
- A la que sólo le importa vivir bien y hace todo lo posible para ello.
- A la que es creativa y aporta soluciones originales.

3. Estudiar, observar, escuchar, experimentar..... ¿Cuál de estas formas consideras tú que es


la más idónea para aprender?

4. Todos conocemos a personas a las que consideramos inteligentes. ¿Cómo son? Enumera
las características de alguien inteligente que conozcas, describiendo algunas conductas suyas
que reflejen esa inteligencia.

5. Si tras realizar un test, te dijeran que posees un Cociente de Inteligencia igual a 100,
pensarías que eres:
- Muy inteligente - Poco inteligente - Normal

6. ¿Crees que son más inteligentes los ricos que los pobres? ¿O sólo lo parecen porque han
tenido más posibilidades educativas? Intenta razonar tu respuesta.

7. ¿Podrías definir lo que se conoce con el nombre de Inteligencia Artificial?

8. ¿Cuáles de las siguientes afirmaciones piensas que son verdaderas y cuales falsas?
- Una persona es inteligente porque así lo determinan sus genes.
- Sólo es una persona inteligente aquella que sabe mucho porque se ha pasado toda la vida
estudiando.
- La inteligencia se educa; los genes no influyen para nada.
Las personas incultas también pueden ser inteligentes.
- Una persona inteligente es aquella capaz de resolver problemas nuevos que se le
presentan.
- Se nace «inteligente o tonto» y no se puede hacer nada para cambiarlo.
- Los más inteligentes son quienes mejores notas sacan en clase.
- En unas asignaturas somos más inteligentes que en otras.
- Las personas inteligentes aprenden las cosas sin apenas esfuerzo y las entienden a la
primera.
- Es imposible que con un test alguien sepa lo inteligente que soy.
- Los tests de inteligencia son herramientas que tienen que conocerse antes de usarlos .
- Estas pruebas miden todo lo que se necesita para conocer la inteligencia de una persona.
- Los CI (cocientes intelectuales) son fijos e inmutables y nunca cambian.
- La clave de la inteligencia está en la corteza cerebral.
- La Psicometría es la especialidad de la Psicología que se ocupa de medir la inteligencia.

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