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INSULINA.

En la actualidad se utilizan insulinas biosintéticas obtenidas por ingeniería


genética, cuya secuencia de aminoácidos es idéntica que la de la insulina
humana. De todos modos, hay que tener en cuenta que el pico de acción y
la duración de cada tipo de insulina varían en cada individuo y según la
dosis administrada y el sitio de inyección. En las descompensaciones
hiperglucémicas agudas y durante las intervenciones quirúrgicas, se usa
insulina de acción rápida por vía intravenosa.
Se han descrito tres pautas de insulina:
• Tratamiento insulínico convencional. Sus objetivos son controlar los
síntomas de la hiperglucemia, evitar la cetonuria, mantener un
crecimiento y desarrollo adecuados, mantener un peso adecuado y evitar
las hipoglucemias frecuentes y graves
• Inyecciones subcutáneas múltiples. Es una modalidad de tratamiento
intensivo que consiste en la administración de insulina de acción corta
(regular, lispro o aspártica) antes de cada comida para controlar el pico de
glucemia postprandial, junto con insulina de efecto prolongado o insulina
de acción intermedia (NPH, glargina o detemir) en una o varias dosis al día
para mantener la insulinemia basal.
• Infusión subcutánea continua de insulina. Modalidad de tratamiento
intensivo que consiste en la administración de insulina de acción corta
(regular, lispro o aspártica) mediante una pequeña bomba conectada a un
catéter que se sitúa en el tejido subcutáneo de la pared abdominal.
Las dos últimas pautas se incluyen en lo que se denomina
tratamiento intensificado, cuyo objetivo es lograr la euglucemia o al
menos una glucemia dentro de los objetivos indicados de buen control
preprandial y postprandial
Los principales efectos secundarios de la insulina son:
• Hipoglucemia. Se debe a un exceso de dosificación de insulina respecto
a la ingesta de carbohidratos o al ejercicio realizado.
• Alergia a la insulina. Se produce por anticuerpos IgE. Las
manifestaciones clínicas pueden oscilar desde reacciones de
hipersensibilidad inmediata localizadas en el sitio de inyección, con picores
y pinchazos, hasta urticaria generalizada y reacciones anafilácticas graves
•Lipodistrofia. Es una alteración del tejido graso subcutáneo que se
produce en las zonas de inyección de la insulina. Para evitarlas, es
necesario un sistema de rotación de la zona de inyección

• Insulinresistencia. Debida a la creación de anticuerpos frente a la


insulina, cosa que ocurre hasta en un 60% a los 6 meses de tratamiento.

• Edema insulínico. En los pacientes diabéticos con mal control crónico,


especialmente tras una descompensación hiperglucémica importante, el
tratamiento insulínico puede producir, en las primeras 24-48 horas,
edemas en extremidades inferiores, región sacra y párpados, que se
resuelve espontáneamente.
• Presbicia insulínica. Como consecuencia de variaciones importantes en
la glucemia se producen cambios osmóticos en el cristalino, por lo que se
altera la capacidad de acomodación visual. Esta alteración puede ser muy
notoria al iniciar el tratamiento de la diabetes, por la reducción rápida de
la glucemia.
• Fenómeno Somogyi. Este fenómeno se produce por un aumento de las
hormonas contrarreguladoras en respuesta a la hipoglucemia.
• Fenómeno del alba. Es la elevación de la glucosa plasmática en las
primeras horas de la mañana, posiblemente en relación con la secreción
nocturna de GH o el ritmo circadiano del cortisol

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