Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Además del desbalance que ocurre entre los factores citotóxicos y citoprotectores en el tracto
gastrointestinal superior, ocurre una inflamación ácido-péptica. Los mecanismos tóxicos
incluyen ácido, pepsina, uso de antiinflamatorios no esteroides, ácidos biliares e infección por
helicobacter pylori. Los mecanismos citoprotectores incluyen la capa mucosa, la secreción
local de bicarbonato y el flujo sanguíneo de la mucosa.
Tres secretagogos pueden estimular la secreción ácida de las células parietales histamina,
acetilcolina y gastrina; cada una emplea una vía diferente de entrega a su objetivo, la célula
oxíntica. La acetilcolina se libera de las terminales vagales colinérgicas cerca de las células
parietales. La gastrina es liberada por las células G en la mucosa antral y duodenal y es
llevada a través de la sangre a las células parietales. La histamina se libera por las células
cebadas de la lámina propia de la mucosa oxíntica hacia el líquido extracelular, a través del
cual difunde hacia las células oxínticas adyacentes. La vía común final para la secreción ácida
en la célula parietal es la bomba de protones (H+/K+ ATPasa). La secreción de pepsina,
enzima hidrolizadora de proteínas también es estimulada por factores que promueven la
secreción gástrica. El precursor de la pepsina, el pepsinógeno, es secretado por las células
principales y se convierte en su forma activa en un pH ácido <5.1
Las causas de la enfermedad ácido-péptica pueden ser clasificadas como primarias o
secundarias:
– Primarias: pérdida de tejido por exposición a altos niveles de ácido y pepsina. Suele tener
una evolución crónica con localización de las úlceras principalmente en el duodeno; su causa
más frecuente es infección por helicobacter pylori.
– Secundarias: en presencia de factores identificables diferentes a helicobacter pylori. Su
evolución es aguda con localización de las úlceras principalmente gástrica. Frecuentemente
causadas por uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos con lesión directa a la mucosa
o con administración parenteral al alterar los mecanismos protectores de la mucosa con una
disminución en la secreción de bicarbonato, causando daño microvascular y retraso en la
cicatrización epitelial. Otros fármacos que pueden condicionar lesiones gástricas son la
dexametasona, el ácido valproico, los quimioterapéuticos, el cloruro potásico, el hierro, entre
Unidad IX - Pediatría
Gastroenterología y Nutrición Pediátrica
otros.3
Presentación clínica
Tabla 1
Criterios mayores y menores para el diagnóstico de dispepsia
Criterios mayores
Criterios menores
Unidad IX - Pediatría
Gastroenterología y Nutrición Pediátrica
Un criterio mayor y dos criterios menores o cuatro criterios menores son necesarios para
justificar un abordaje más amplio y la referencia a un gastroenterólogo pediatra.1
En los nuevos criterios de ROMA IV se incluye a la dispepsia funcional dentro de los trastornos
de dolor abdominal funcional, y debe cumplir uno o más de los siguientes síntomas al menos
cuatro días al mes durante dos meses:
1. Plenitud posprandial
2. Saciedad precoz
3. Dolor epigástrico o acidez no asociados con defecación
Tras una evaluación médica apropiada los síntomas no pueden atribuirse a otra condición.
Debe llevarse a cabo tanto una historia clínica detallada enfocada principalmente a la
sintomatología, por ejemplo, dolor epigástrico, pirosis, pérdida de peso, hematemesis y
melena; como una historia dietética minuciosa para identificar los alimentos que pudieran
relacionarse a la sintomatología. El niño y familiares deben ser interrogados a cerca de
fármacos potencialmente causantes, uso de medicamentos antiácido. Finalmente, es
importante, sobre todo en adolescentes femeninas, tener en cuenta que la sintomatología
puede ir en relación con un trastorno de la conducta alimentaria.3,4
Unidad IX - Pediatría
Gastroenterología y Nutrición Pediátrica
Exploración física
Debe realizarse una exploración física detallada incluyendo signos vitales, antropometría,
revisión de boca, orofaringe que pudiera demostrar lesiones que condicionen la
sintomatología, erosiones dentales. A nivel torácico búsqueda intencionada de datos de
broncoespasmo que pudieran ser secundarios o exacerbados por reflujo gastroesofágico.
Palpación abdominal detallada, búsqueda de áreas de dolor, resistencia, hepatomegalia,
esplenomegalia. Debe llevarse a cabo también una evaluación integral del área perianal
buscando datos de enfermedad, sangrado rectal.
Estudios de laboratorio
El objetivo del tratamiento es controlar los factores agresores y potenciar los protectores con
medicamentos cuyo uso debe estar avalado en pediatría. Siempre debe evaluarse la
Unidad IX - Pediatría
Gastroenterología y Nutrición Pediátrica
El uso de lactobacillus reuteri como tratamiento coadyuvante, junto a la triple terapia, reduce
los efectos adversos de la medicación como náuseas, diarrea y alteraciones del gusto; y
puede inhibir el crecimiento del helicobacter pylori.
Se indica manejo quirúrgico en caso de presentar perforación, sangrado de tubo digestivo,
que no responde a manejo médico y úlceras recurrentes.10
1. Gisela Chelimsky, MD, Steven Czinn, MD. Peptic Ulcer Disease in Children. Pediatrics in
Review. 2001;22: 349-355.
2. Koletzko S, Jones NL, Goodman KJ, Gold B, Rowland M, Cadranel S, et al. Evidence-based
guidelines from ESPGHAN and NASPGHAN for Helicobacter pylori infection in children. J
Pediatr Gastroenterol Nutr 2011;53(2): 230-43.
3. Cilleruelo M, Fernández S. Gastritis. Ulcus gástrico y duodenal. En: Protocolos diagnóstico-
terapéuticos de gastroenterología, hepatología y nutrición pediátrica. SEGHNP-AEP. 2010:
85-93.
4. Uribe Garay Carolina. Enfermedad ácido-péptica en la infancia. CCAP. 2014;15: 37-46.
Unidad IX - Pediatría
Gastroenterología y Nutrición Pediátrica
5. Rowland M, Bourke B, Drumm B. Helicobacter pylori and peptic ulcer disease. Walker Pediatric
Gastroenterology. 2008;29: 491-504.
6. Guandalini S. Helicobacter pylori gastritis and peptic ulcer disease. In: Textbook of pediatric
gastroenterology and nutrition. 2004: 73-90.
7. McJunkin B, Sissoko M, Levien J, Upchurch J, Ahmed A. Dramatic decline in prevalence of
Helicobacter pylori and peptic ulcer disease in an endoscopy-referral population. Am J Med.
2011;124(3): 260-4.
8. Ogata SK, Godoy AP, da Silva Patricio FR, Kawakami E. High Helicobacter pylori resistance to
metronidazole and clarithromycin in Brazilian children and adolescents. J Pediatr
Gastroenterol Nutr. 2013;56(6): 645-8.
9. Morrison S, Ngo P, Chiu B. Perforated peptic ulcer in the pediatric population: a case report
and literature review. J Ped Surg Case Reports. 2013;1: 416-9.
10. Edwards MJ, Kollenberg SJ, Brandt ML, Wesson DE, Nuchtern JG, Minifee PK, et al. Surgery for
peptic ulcer disease in children in post-histamine2-blocker era. J Pediatr Sur. 2005;40(5):
850-4.
Temas relacionados