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DISPEPSIA

La dispepsia se define como un dolor, o molestia localizada en la parte central del


abdomen superior y que puede estar asociado a una sensación de plenitud, saciedad
precoz, distensión, eructos, náuseas y vómitos. La dispepsia puede suele aparecer
poco después de comenzar a comer o al terminar, y no debe confundirse con el ardor
de estómago.

La dispepsia se conoce como sensación de plenitud en el estómago, pues que los


síntomas están relacionados con una sensación de llenado molesta, que también
puede sentirse como calor o ardor en el estómago. Los síntomas pueden ser
continuos o intermitentes y estar, o no, relacionados con la ingesta.

La dispepsia puede ser causada por múltiples factores, casi siempre por causas
orgánicas. Problemas gástricos y otras enfermedades metabólicas pueden
causar la dispepsia, pero también puede tener orígenes poco concretos,
relacionados con el estilo de vida. Para el diagnóstico de la dispepsia, se establece
un protocolo común: que la sensación de plenitud se dé durante 12 semanas como
mínimo, y que el único alivio se produzca mediante la deposición de heces.

La dispepsia es un síntoma común, y sus causas pueden ser muy diversas, además
de que en algunas ocasiones, no están claras. Por lo general, no suele ser un
problema grave, a menos que se acompañe de otros síntomas, como sangrado,
pérdida de peso, o problemas para deglutir o ingerir la comida.

Por último, pero no menos importante: baja el ritmo. El estrés puede atacar al
estómago en el sentido más estricto de la palabra.

Cómo cuidar el estómago.


Los alimentos ricos en grasas sientan, literalmente, como una piedra en el estómago y
pueden provocar irritación y ardor de estómago, por ejemplo. Te recomendamos que
comas menos grasa y que te vayas concienciando de la importancia de una buena
alimentación.

La dispepsia puede confundirse con otras patologías digestivas, por lo que debemos
estar atentos para no confundirla con otros síntomas. La dispepsia, aunque pueda
manifestarse como calor, ardor y dolor, además de sensación de plenitud, no debe
confundirse con el ardor de estómago.De la misma manera, el dolor de los
hipocondrios (región abdominal superior derecha o izquierda) no se considera
característico de la dispepsia. La pirosis y regurgitación tampoco se consideran
parte de la dispepsia, dado que son más específicos de la enfermedad por reflujo
gastroesofágico (ERGE).

La incidencia de los síntomas de dispepsia en la población general varía entre el 8 y el


54%. Los estudios cuya definición de dispepsia es más imprecisa encontraron
porcentajes más elevados.

SÍNTOMAS
La propia definición de dispepsia nos indica sus síntomas: dolor, malestar o
incomodidad en zona teórica del estómago. Al llamarla "funcional" estamos indicando
que no es "orgánica", que no se debe a una lesión como una úlcera, estrechez, tumor,
etc. Es muy importante saber que en la dispepsia funcional no debe haber
manifestaciones de "alarma" como fiebre, vómitos, adelgazamiento, dolor de vientre
nocturno, dificultad o dolor para tragar, presencia de sangre roja o digerida (melena)
en las heces, anemia, ictericia (coloración amarilla de la piel), orinas oscuras, aumento
del volumen del hígado en la exploración física o presencia de una masa abdominal.
Tampoco debe haber alteraciones en los análisis normales de sangre y orina, y las
exploraciones físicas y complementarias cardiovasculares, renales, respiratorias y
digestivas han de ser normales. Con frecuencia estos pacientes aquejan otras
manifestaciones junto a las digestivas: dolor de cabeza, mareos (no vértigo), insomnio,
cansancio psicofísico, irritabilidad, pulso acelerado, dolores musculares generalizados,
pinchazos en tórax o en abdomen, dolor lumbar crónico, micción frecuente o
dificultosa, y si es mujer reglas dolorosas y dolor durante el coito o después.

CAUSAS

La dispepsia puede estar ocasionada por varias causas según el tipo de dispepsia
ante el que nos encontremos: la dispepsia orgánica o la funcional.

DISPEPSIA ORGANICA:

1. Gástricas, como la úlcera y el cáncer de estómago.


2. Duodenales, como la úlcera duodenal y las estenosis.

3. Esofágicas, como el reflujo y el cáncer de esófago.

4. Otras causas digestivas, como problemas en la vesícula biliar, páncreas y en los


intestinos.

5. Enfermedades metabólicas, como la diabetes o la enfermedad de Addison.


6. Neuropatías.

7. Por fármacos, como Aines, antibióticos, Levodopa, digital, antiarrítmicos,


antineoplásicos, estrógenos, progestágenos.
FISIOPATOLOGIA DE LA DISPEPSIA FUNCIONAL

Los síntomas que definen la dispepsia funcional (dolor y malestar en la zona superior
del abdomen, náuseas, plenitud posprandial, saciedad precoz o distensión abdominal)
no tienen un mecanismo fisiopatológico conocido. Se cree que, en pacientes con
dispepsia funcional, alteraciones como el retraso del vaciamiento gástrico, la alteración
de la acomodación del estómago a la comida, la hipersensibilidad gástrica a la
distensión, la infección por Helicobacter pylori, los procesos postinfecciosos
gastrointestinales, la hipersensibilidad duodenal al ácido o a los lípidos, la alteración
motora duodenoyeyunal y/o una alteración del sistema nervioso autonómico y/o central
serían los causantes de los síntomas. En función de los síntomas predominantes los
mecanismos patogénicos serían diferentes.

ALTERACIONES MOTORAS GASTROINTESTINALES

Retraso del vaciamiento gástrico

Clásicamente, se ha considerado que un retraso del vaciamiento gástrico a sólidos


sería el causante de la mayoría de los síntomas en la dispepsia funcional. Sin
embargo, la heterogeneidad de los diferentes estudios realizados (casuística,
gravedad y frecuencia de los síntomas) y la variabilidad temporal de los síntomas han
puesto de manifiesto 2 datos importantes:

a) Que el porcentaje de pacientes con dispepsia funcional que tienen retraso del
vaciamiento gástrico a sólidos es muy variable (el 20-50%) y

b) Que no existe una buena correlación entre esta alteración con los diferentes
síntomas dispépsicos ni con la calidad de vida de los pacientes

Alteración de la acomodación gástrica a la comida

El estómago proximal se relaja, acomodándose a la ingesta de la comida como un


reservorio en el que incrementos de volumen no se acompañan de incrementos de
presión. Esta propiedad es complementaria con la acción del estómago distal que
actúa estableciendo gradientes de presión que permiten el paso de partículas a través
del píloro (vaciamiento gástrico) únicamente cuando éstas tienen un tamaño
suficientemente pequeño. Estudios realizados en pacientes con dispepsia funcional
mediante barostato gástrico, técnicas isotópicas o tomografía computarizada ponen de
manifiesto que la acomodación del estómago proximal está alterada hasta en el 40%
de los pacientes. Este fenómeno produciría un incremento de la presión gástrica que
estimularía los tensorreceptores de la pared y desencadenaría los síntomas. Sin
embargo, la relación entre los síntomas y las alteraciones presivas son poco
significativas. Únicamente se observa una relación entre la saciedad precoz y el
descenso de la acomodación.

Alteración de la motilidad antroduodenoyeyunal

Aunque se ha encontrado una disminución de la motilidad antral en pacientes con


dispepsia funcional, no se han podido relacionar las alteraciones motoras con los
síntomas clínicos.
Infección por Helicobater pylori

Existen múltiples estudios que han evaluado la relación entre infección por H. pylori,
síntomas de dispepsia funcional y mecanismos fisiopatológicos implicados. Sin
embargo, la gran diversidad en los diseños, tamaños muestrales etc. hace difícil sacar
resultados concluyentes. En la actualidad, estudios con suficiente tamaño poblacional
no han podido demostrar la existencia de correlación entre infección y síntomas. Un
metaanálisis que evaluaba únicamente los estudios controlados y aleatorizados puso
de manifiesto la poca consistencia que tenía la erradicación del H. pylori para
conseguir la desaparición de los síntomas dispépsicos, y en una revisión de la
Cochrane se demuestra cómo el tratamiento erradicador reduce los síntomas de
dispepsia funcional muy discretamente. Estudios con seguimiento a largo plazo han
demostrado que a los 12 meses no se observan diferencias entre pacientes
erradicados o pacientes tratados con placebo. Sin embargo, estudios con 5 años de
seguimiento han evidenciado que los pacientes no erradicados presentaron un
porcentaje de síntomas dispépsicos mayor (el 32,5 frente al 9,5%), mayor necesidad
de toma de fármacos y, además, algunos habían desarrollado enfermedad ulcerosa
péptica. El análisis de correlación entre síntomas dispépsicos, presencia o no de H.
pylori y alteración en el vaciamiento gástrico, umbral sensitivo a la distensión o
acomodación gástrica tras la ingesta no ha podido demostrar diferencias significativas.

Dispepsia postinfecciones gastrointestinales

Recientemente, se ha publicado un estudio español28 en el que se analiza la


presencia de dispepsia funcional en un grupo de 677 pacientes que presentaron un
brote de gastroenteritis por Salmonella enteritidis (la misma cepa y el mismo tiempo de
infección) frente a un grupo de 1.201 pacientes control. La prevalencia de síntomas
antes del cuadro infeccioso fue similar en ambos grupos, sin embargo, a los 3, 6 y 12
meses del proceso infeccioso la tasa de síntomas de dispepsia funcional fue
significativamente más alta en los pacientes expuestos, de tal manera que el riesgo
relativo de desarrollar síntomas de dispepsia al año fue del 5,2%. Estos datos poseen
una gran importancia, dado lo difícil que es poder realizar un estudio de gran tamaño
muestral, homogéneo y con un seguimiento a largo plazo de estas características. Sin
embargo, por la naturaleza del estudio no es posible conocer el mecanismo a través
del cual el agente infeccioso produce los síntomas.

Hipersensibilidad visceral

Los síntomas dispépsicos frecuentemente se producen o intensifican tras la ingesta


de alimentos, por lo que una de las hipótesis más interesantes indica que un
incremento de la sensibilidad al volumen, consistencia o características químicas del
contenido podría justificar la aparición de estos síntomas. Comparados con los
pacientes control, los pacientes con dispepsia funcional son más sensibles al estímulo
del estómago proximal mediante distensión de un balón tanto a estímulos isóbaros
cómo isovolumétricos, hasta el punto de que se ha llamado a esta situación “síndrome
del estómago irritable”. Estudios recientes han demostrado que los pacientes con
dispepsia funcional presentan una hipersensibilidad a la percepción en el estómago
proximal y distal, y que la relajación refleja del fundus gástrico tras la distensión del
antro con un balón o tras la ingesta de nutrientes está alterada. Estos resultados
ayudan a entender la complejidad de la interrelación entre disfunción fúndica e
hipersensibilidad antral y fúndica. Aunque los resultados deben ser analizados con
precaución por el escaso número de pacientes analizados y la metodología utilizada
(perfusión por sonda), la infusión de lípidos en duodeno, pero no de glucosa, produce
en pacientes con dispepsia funcional síntomas dispépsicos a menores volúmenes de
instilación que en los pacientes control. La exposición al ácido y su aclaramiento en el
duodeno en pacientes con dispepsia funcional está alterado, y los pacientes presentan
una hipersensibilidad en forma de náuseas.

ALTERACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO Y PSICOPATOLOGÍA

Sistema nervioso autonómico

Se ha propuesto, en diferentes estudios, que una disfunción eferente vagal sería la


responsable de las alteraciones en la actividad motora antral y en la disfunción de la
acomodación del fundus en los pacientes con dispepsia funcional. Se piensa que estas
alteraciones podrían deberse a factores psicopatológicos que a través de la vía vagal
producirían los síntomas dispépsicos.

Sistema nervioso central

Históricamente, se ha relacionado positivamente la existencia de factores


psicopatológicos con síntomas dispépsicos. Recientemente, en un intento de
conseguir asociar la heterogeneidad de las manifestaciones clínicas de la dispepsia
funcional con diferentes mecanismos fisiopatológicos y psicopatológicos, se analizó
clínicamente a 438 pacientes diagnosticados de dispepsia funcional y, tras los
resultados de test exploratorios funcionales y psicológicos, se caracterizaron 4 grupos,
cada uno de ellos asociados a un patrón diferente:

a) pacientes que clínicamente presentan, fundamentalmente, náuseas, vómitos,


saciedad precoz y pérdida de peso;

b) pacientes que, predominantemente, presentan plenitud posprandial e hinchazón


abdominal;

c) pacientes con dolor abdominal y

d) pacientes con eructos como síntoma predominante.

Los subgrupos 1 y 2 se caracterizan por un retraso del vaciamiento gástrico; el


subgrupo 1 se asocia a jóvenes, mujeres y enfermedades conductuales. Los
subgrupos 3 y 4 se asocian a hipersensibilidad gástrica y el subgrupo 3 también se
relaciona con la existencia de psicopatología y somatización. Estos resultados, aunque
deben confirmarse por otros grupos de trabajo, facilitan la compresión y posiblemente
el tratamiento de pacientes con unas manifestaciones tan heterogéneas.

La dispepsia funcional es un diagnóstico de exclusión al que se llega tras realizar


pruebas y no observar una causa orgánica que justifique la sintomatología. De
acuerdo con los criterios de Roma IV, para establecer el diagnóstico de dispepsia
funcional se debe cumplir lo siguiente:

Criterios diagnósticos Roma IV. Uno o más de los siguientes:

1. a) Plenitud posprandial molesta. b) Saciedad temprana molesta. c) Dolor epigástrico


molesto. d) Ardor epigástrico molesto.

2. No hay evidencia de enfermedad estructural (habitualmente se realiza una


endoscopia oral) que podría explicar los síntomas

Los criterios deben cumplirse durante los últimos 3 meses y los síntomas deben haber
comenzado al menos 6 meses antes del diagnóstico.

Síndrome de distrés posprandial (SDP)

Se presentan uno o ambos de los siguientes síntomas, al menos 3 días por semana:
plenitud posprandial molesta y/o saciedad precoz molesta.

Síndrome de dolor epigástrico (SDE)

Incluye, al menos, uno de los siguientes síntomas, por lo menos un día a la semana:
dolor epigástrico molesto y/o ardor epigástrico molesto (se habla de «molesto» cuando
el síntoma no es suficientemente intenso como para tener un impacto significativo en
las actividades cotidianas).En ambos subtipos no hay evidencia de enfermedad
orgánica, sistémica o metabólica que podría explicar los síntomas.

Los criterios se deben cumplir durante los últimos 3 meses y los síntomas deben haber
comenzado al menos 6 meses antes del diagnóstico. Respecto al tratamiento de la
DF, no es intención de este artículoespecial abordarlo. En todo caso, recomendar la
lectura de algunarevisión del mismo. Puntualizar que, en dependencia del subtipode
DF, puede ensayarse un tratamiento erradicador de Helicobacterpylori y los IBP en el
SDE, o un agente procinético (levosulpirida,acotiamida, preparado herbal STW-5;
eritromicina o azitromicina)en caso de SDP5.En casos refractarios, como fármacos de
segunda línea, sepueden utilizar psicotrópicos, especialmente antidepresivos,
enparticular dosis bajas de amitriptilina (ADT) en casos de SDE, cuyouso parece
asociarse con una mejoría significativa de los síntomasdispépticos por su efecto
antinociceptivo.

DIAGNOSTICO

Las pruebas complementarias disponibles para el diagnóstico de la dispepsia son las


siguientes:

 La endoscopia digestiva es más sensible que la radiología de contraste en la


detección del cáncer gástrico precoz y de erosiones gástricas y duodenales, ya
que permite la biopsia de cualquier lesión inmediatamente. El estudio radiológico
podría reservarse para aquellos pacientes que rechazan o no toleran la
endoscopia. En pacientes menores de 55 años sin síntomas de alarma no está
indicado hacer de forma rutinaria una endoscopia.

 Para la investigación de la infección por H. pylori disponemos de métodos


invasivos, realizados a partir de la endoscopia y métodos no invasivos. La prueba
del aliento con urea C13 es el método diagnóstico no invasivo de elección en los
pacientes dispépticos, y el test rápido de la ureasa en los pacientes que precisan
una endoscopia.

 Según la supuesta causa, se pueden realizar otros exámenes como, por ejemplo,
una ecografía del páncreas, una tomografía computarizada(TC), una tomografía
por resonancia magnética (TRM) del estómago o una exploración visual
(endoscopia) del conducto biliar.

DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES

Para poder realizar diagnosticos diferenciales se debe establecer una buena historia
clínica, la cual nos debe permitir establecer una orientación entre las diferentes causas
que nos pueden dar síntomas compatibles con la dispepsia, como lo son la lista de
diferenciales de dispepsia. Para poder establecer bien el diagnostico es necesario
agotar las caracteristicas del dolor, transgresiones dietéticas o del estilo de vida,
ingesta de fármacos, antecedentes personales de ulcera péptidica, cirugía gástrica e
infección por H. pylori.
Es importante mencionar que al momento del examen físico un paciente dispéptico
presenta un escaso valor diagnostico, y que el dolor epigastrico que se produce a la
palpación no permite una clara diferenciación de otras patologias como por ejemplo la
úlcera péptica.
Se recomienda realizar una endoscopía digestiva alta cuando existe;

 Edad > 55 años


 Existencia de signos de alarma:
 Disfagia
 Perdida de peso >10% (no intencionada)
 Anorexia
 Fiebre
 Hemorragia Digestiva
 Anemia
 Vómitos recurrentes
 Masa palpable, viceromegalias y/o linfadenopatías
 Dolor continuo, intenso y nocturno.
 Antecedentes personales o familiares de cáncer gástrico.
 Antecedentes personales de úlcera gastroduodenal, cirugía gástrica.
 Cambio en la sintomatología.
 Empleo habitual de AINE
 Falta de cumplimiento del tratamiento empírico, sin aceptación de la incertidumbre
diagnóstica.

https://www.researchgate.net/publication/313231178_Los_nuevos_criterios_de_Roma
_IV_de_los_trastornos_funcionales_digestivos_en_la_practica_clinica
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-01082004000600010
https://www.onmeda.es/sintomas/sensacion_plenitud-tratamiento-9881-4.html
http://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-continuada-8-articulo-
fisiopatologia-dispepsia-funcional-70000341

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