Está en la página 1de 9

UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.

“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

LA ÉTICA, LA MORAL Y LOS VALORES EN EL CAMPO DE LA


FILOSOFÍA.

ACTIVIDAD DE INICIO: Analiza la siguiente información y comenta.

LEURIDAN, J. (2018) en su libro: El sentido de las dimensiones éticas de la vida, cita a


Savater:

Fernando Savater llama mundo de los mediocres al mundo de los líderes culturales. El
define a los soberbios como los que no dejan paso a nadie ni toleran que alguien piense
que puede haber otro delante de él.

En la actualidad, donde vivimos en una especie de celebración permanente de la


mediocridad, como los reality shows, en los que se ponen cámaras para espiar durante
un determinado tiempo a cinco o seis personas que se dedican a hacer y decir
vulgaridades. Hacen cosas tan interesantes como cambiarse de calcetines, freír un
huevo, insultarse o dormir. Yo puedo entender el interés que llega a suscitar El rey Lear,
pero no me entra en la cabeza esta jerarquización de lo mediocre. Salvo creyendo que la
pantalla muestra que todos somos capaces de lo mismo, las mismas vulgaridades,
bajezas y torpezas que hacemos todos los días (Savater, 2005: 42)

ÉTICA

Según Nuño, F. (2004) La palabra ética se deriva del latín ethikos, voz que proviene, a
su vez, de ethos que significa “costumbre” o “hábito”. La connotación de este vocablo
también se refiere al estudio o disciplina que se interesa por los actos de aprobación o
desaprobación, los juicios de valor sobre las acciones que son consideradas correctas o
incorrectas, la bondad o la maldad, la virtud o el vicio y lo apetecible o lo sensato. A la
ética también se le conoce como filosofía moral (pág. 03)

Ética y filosofía

Siguiendo con el mismo autor, nos dice que la ética se conoce también como filosofía
moral. De hecho, es el estudio y la disciplina filosófica teórico-práctica normativa que
tiene por objeto no solo la descripción, análisis y fundamentación de los actos humanos
en cuanto a su obrar consciente y libre, sino también en cuanto a su regulación.

1
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

Podemos observar que la ética es una rama de la filosofía, la moral su campo de acción
y ésta un comportamiento absolutamente humano.

La ética no tiene por objeto dirigir la vida de los hombres, sino explicar el concepto de
los actos morales. Tampoco intenta establecer y determinar lo que es correcto o
incorrecto y mucho menos tiene por meta presentar una lista de derechos y obligaciones.
La ética es en realidad normativa solo en cuanto al concepto de conciencia, no
determina lo que es, sino lo que debe ser.

La ética de cada uno enciende luces de aviso a distintos niveles y aunque el trabajo
siempre implica compromiso, es importante saber en qué momento tales acciones te
hacen cruzar una línea que no quieres traspasar o bien, decidirte a actuar de un modo
coherente para estar siempre del lado bueno y ser aceptado.

Nuestras leyes son un reflejo de nuestros principios morales, los cuales a menudo se
extraen de una codificación anterior de los principios morales en la forma de leyes
espirituales: la religión. Hacer algo legal no significa hacer lo correcto. La filosofía
china establece que lo verdaderamente correcto es que al realizar una acción el hombre
queda libre de culpa. Esta idea parece estar resumida en el axioma: “Si tus acciones
causan daño a otros, no son éticas”.

Federico Nietzche solía decir: “Al principio las acciones no egoístas han sido alabadas y
tenidas por buenas por aquellos, a quienes, prodigadas, eran útiles. Más tarde, se ha
olvidado el origen de esta alabanza y se han encontrado como buenas simplemente las
acciones no egoístas porque, por hábito, siempre se las había alabado como tales”.

Los griegos fueron los primeros que establecieron las bases de la filosofía como tal y
como la conocemos en nuestros días. De hecho, como una parte de la misma,
escribieron sobre la ética (págs. 8 y 9)

ÉTICA Y MORAL
Problemas éticos y problemas morales:
Nuño Vizcarra, F. (2004) afirma que todo el mundo emplea a la ligera los conceptos de
ética y moral. De hecho, los usan con mucha frecuencia para denotar cierto tipo de
énfasis. Si realizamos una encuesta y le preguntamos a las personas qué diferencia
encuentran entre estos términos, la mayoría no sabría qué contestar. En realidad, se

2
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

limitarían a responder porque “suena bien”. Sin embargo, podemos establecer una
distinción entre ambos conceptos que resulta útil. La ética se refiere a una teoría o
sistema que describe qué es el bien y qué es el mal. La mitología y la teología son las
fuentes más antiguas de la ética, aunque en la antigüedad se maneja más entre filósofos.
La moral se refiere a las reglas que nos dicen lo que se debe hacer y lo que no. La
moral, por su parte, hace una distinción entre los actos buenos y malos.

La moral tiene que ver con tu vida personal. Simplemente reflexiona la respuesta a estas
preguntas: ¿Cuál es la conducta que debes adoptar en tu primer día de clases?, ¿Permitir
que tus hermanos jueguen con tus apuntes es un delito? La ética, por su parte, se centra
en lo teórico. Piensa, ¿Cómo debería castigarse a los conductores que manejan en estado
de ebriedad?, ¿Todos deberíamos ser donadores de órganos? Las reglas según las cuales
vivimos constituyen la ética.

La categoría de tu filosofía personal será insuperable si logras aunarla con éxito. Si


sabes distinguir entre el bien y el mal, eres también capaz de decidir y determinar si
algo es correcto o equivocado. Sin embargo, es importante que conozcas tus propias
opciones y valores las ventajas y desventajas. Así mismo, es fundamental que
encuentres una forma de razonar moralmente sobre las acciones que tienes que enfrentar
de tal modo que puedas justificar la bondad de tu respuesta. Si no te sientes bien con lo
que haces, quizá no deberías continuar con lo que planeas. Sin embargo, si tienes la
convicción de que haces lo correcto, siempre habrá alguna manera de justificarlo.
Recuerda que la racionalización es un elemento totalmente distinto. Tu mente es capaz
de racionalizar cualquier cosa y también tiene la facultad de deformar o de citar
cualquier circunstancia alterna para que encaje perfectamente en tus planes.
Argumentos tales como “nadie lo sabrá”, “no lo podrán probar nunca” o “al cabo
también que mi cuate lo hace” son ejemplos de los medios que empleamos para llevar a
cabo cierto tipo de acciones. La justificación, no obstante, comparte el mismo origen
que la justicia y lo que se considera como justo. De hecho, requiere una elección más
profunda, la ventaja es que este elemento te dará bases más sólidas para seguir adelante.

La situación consiste en tener un sistema ético personal al qué poder asumirse en busca
de directrices morales. Tendrás que comenzar por pensar qué es bueno y qué es malo.
Este problema ha confundido a los filósofos de todos los tiempos, así que no esperes
encontrar una respuesta completa e infalible.

3
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

El bien no puede definirse en una sola oración y como decía G.E. Moore, el bien no es
susceptible de una definición en el sentido más importante de la palabra. Nietzsche se
quejaba de la antigua ilusión llamada el bien y el mal. De hecho, toda su obra se centra
en tratar de dilucidar estos conceptos. Al igual que tú, otros filósofos, pensadores y
teóricos han tratado de responder este acertijo.

Platón sostenía que las personas tienen una noción intuitiva del bien, aunque en el
mundo real solo disponemos de pobres y borrosas copias de ese ideal. Según este
pensador: “El más alto objeto de conocimiento es la naturaleza esencial del bien, de
donde precede el valor que otorgamos a todo lo bueno y lo correcto”.

Según el punto de vista de Thomas Hobbes, autor de Leviathan, cualquier cosa que sea
objeto del apetito o del deseo humano será lo que el hombre, por su parte, llame “bien”
y el objeto de su odio y rechazo, el “mal”. Bien y mal son solo etiquetas que utilizamos
para describir lo que nos gusta y lo que nos desagrada.

La ética tiene por objeto explicar la moral. En cambio, la moral invita a llevar un modo
de vida que se cree justo y bueno.

Origen y desarrollo histórico de la moral:

Se entiende por moral el conjunto de códigos, conductas y costumbres de individuos o


grupos. De esta forma podemos hablar de la moral de un pueblo o de una persona. En
términos más extensos tenemos que:

 La moral es un conjunto de reglas y normas que el hombre acepta de manera


consciente y libre, y que además le sirven para regular la conducta propia y la de
los demás.
 La moral es un sistema constituido por reglas, normas y, por ende, deberes.
 La moral funciona como una exigencia a quien vive dentro de una sociedad de
acuerdo con las costumbres vigentes, de no hacerlo provoca su marginación.
 La moral es algo que el hombre debe cumplir para realizarse como humano.

La moral nace cuando el hombre comienza a formar sociedades, abandona su naturaleza


salvaje y se convierte en miembro de una comunidad. En realidad, se ve obligado a
crear reglas y normas que garanticen una sana convivencia. Las sociedades humanas, al

4
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

igual que la moral, han pasado por diferentes etapas históricas con sus características
específicas, las cuales se dividen en:

 Moral primitiva: Se lleva a cabo al inicio de la humanidad y se caracteriza por


la costumbre en cuanto a su comportamiento (no existen códigos escritos). Sus
virtudes o valores son la valentía, la reciprocidad y la justicia. Lo contrario, es
decir, lo que se conoce como vicios son la cobardía, la apatía y el egoísmo.
 Cultura grecorromana clásica: La cual surge en el siglo V a. C. En esta época
se instituye la esclavitud, aunque ya existía desde el nacimiento de la propiedad
privada. Los valores prevalecientes eran la valentía, el patriotismo y el apego a
las leyes y a la familia.
 Feudalismo (Edad Media). En esa época la sociedad estaba regida por los
estatutos del señor feudal, caballeros y siervos. La estructura moral estaba
fundamentada en la religión. Los caballeros basaban su ética en el honor, el
valor, la nobleza y en el rechazo al trabajo manual; mientras que los siervos
tenían arraigados los principios de sumisión, ascetismo y resignación.
 Moral de la sociedad moderna: Después de la época del Renacimiento existió
una liberación en el aspecto religioso. Durante la revolución francesa e
Industrial se generó una libre interpretación por parte de los ciudadanos
europeos sobre la moral. De hecho, se podía hablar de una revolución moral en
donde las nuevas virtudes, o valores, eran el ahorro, la constancia, la astucia
comercial, el liderazgo y la honestidad. Los vicios, por su parte, eran la apatía,
la pereza y la conformidad (27-30)

¿Qué son los valores?

La capacidad de estimar

Cortina, A. (1997) Recuerda Ortega que, cuando nos enfrentamos a las cosas, no solo
hacemos con respecto a ellas operaciones intelectuales como comprenderlas,
compararlas entre sí o clasificarlas, sino que también las estimamos o desestimamos, las
preferimos o las relegamos; es decir, las valoramos.

No solo nos percatamos de que una persona es más alta que la otra, o de que tiene la piel
más clara o más oscura, sino que amamos a una y otra nos parece impresentable,
preferimos unas y evitamos a otras siempre que es posible. Y lo mismo ocurre con las

5
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

cosas, con los sistemas sociales o con las instituciones: que valoramos unas
positivamente (las amamos, nos atraen, etc.), mientras que valoramos otras
negativamente (las odiamos, nos repugnan, etc.)

Y, curiosamente, <<ser>> y <<valer>> no se identifican, porque hay cosas que son y,


sin embargo, las valoramos negativamente, como podría ser el caso de una enfermedad,
mientras que otras no son y las valoramos positivamente, como puede ser la justicia
perfecta, que en ningún lugar de la tierra está todavía realizada y, sin embargo, merece
toda nuestra estima. (Págs. 27 y 28).

Son cualidades que nos permiten acondicionar el mundo, hacerlo habitable.

Siguiendo con la misma autora, los valores (como la libertad, la solidaridad, la belleza)
valen realmente porque, como dría Xavier Zubiri, aunque en otro contexto, nos
permiten <<acondicionar>> el mundo para que podamos vivir en él plenamente como
personas. Por eso tenemos que encarnarlos en la realidad creativamente, lo cual no
significa que nos los inventemos de forma arbitraria. La realidad es una base a partir de
la cual las personas creativas diseñan una increíble cantidad de posibilidades y de
mundos nuevos, pero una cosa es la creación, fruto de la libertad, muy otra la
aberración, producto de mentes calenturientas. Acondicionar la vida sólo puede hacerse
desde la creación y no desde la aberración. ¿Qué significa esto? Lo veremos más
claramente con un ejemplo.

Supongamos que deseamos cambiarnos de casa y nos ofrecen una hermosa vivienda,
pero vieja. <<Necesita reformas –decimos-, es preciso ponerla en condiciones>>.
Naturalmente, cada uno de nosotros deseará acondicionar su futura vivienda según sus
gustos: según lo que haya ido degustando en su familia y en su escuela, según lo que
agrade en la generación –jóvenes, adultos, ancianos- a la que pertenece, según lo que
haya leído en revistas sobre el hogar y visto en programas de televisión o escuchado en
la radio; según esas peculiaridades individuales – por último- que nos hacen irrepetibles,
únicos en nuestra especie a cada uno. Todo ese conjunto de factores influirá, pero no es
menos cierto que habremos de atenernos, querámoslo o no, a unas exigencias que no se
inventan de una forma arbitraria.

6
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

Los sillones podrán ser modernos, última moda o, por el contrario, estar diseñados
siguiendo cánones tradicionales; podrán ser marrones o blancos, de piel o de tela, pero
al fin y a la postre les pediremos que sean cómodos.

Y si, por hacer experimentos, comparamos un sofá extravagante, de los que dicen que
son un auténtico guante, aunque no lo parezca, acabaremos cambiándolo en la primera
ocasión en cuanto comprobemos que tenemos el cuerpo destrozado cada que nos
levantamos. Variantes de la comodidad habrá casi infinitas, y ahí el ingenio de los
fabricantes se esmerará por crearlas, aunque sólo sea por intentar vender más. Pero al
final la distinción entre lo cómodo e incómodo se impone: el valor de la comodidad se
aprecia, se estima, no se impone a las cosas.

Y si por afán de originalidad extrema decidimos tapiar todas las ventanas de nuestra
futura vivienda, para poder presumir de que posee una peculiaridad única en el mundo,
tendremos que pagar, al habitarla, el precio de nuestra estupidez. Que bien agradable
debe ser vivir sin luz y sin aire de forma permanente. Unos días, puede soportarse; toda
la vida, resulta irresistible.

De ahí que podamos ir concluyendo a partir de lo dicho que para acondicionar nuestra
vida contando con los valores habremos de tener en cuenta al menos dos instancias:
nuestro sentido creativo y el atenimiento a la realidad. De ninguno de los dos podemos
prescindir, porque ambos son necesarios para construir esa vivienda que es la vida
humana.

Lo cual nos lleva a colegir que es insostenible aquel subjetivismo de los valores del que
hablábamos en algún epígrafe anterior, y que tiene su perfecta expresión en el dicho
<<sobre gustos no hay nada escrito>>. Algo más aclararemos al respecto más adelante,
pero, por lo pronto, tenemos que ir reconociendo que los valores valen y que además
ponen en condiciones el mundo para que lo habiten seres humanos., Porque un mundo
injusto, insolidario y sin libertad, un mundo sin belleza o sin eficacia, no reúne las
condiciones mínimas de la habitabilidad. Y ésa es la razón por la que nos vemos
invitados, e incluso impelidos, a darles creativamente cuerpo. (págs. 30-32)

Son cualidades reales, a las que damos cuerpo creativamente.

7
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

Cortina, A. (1997) podemos ir diciendo pues con Ortega, pero corrigiendo a Ortega, que
los valores son cualidades reales que no nos inventamos por las buenas, y lo son de las
cosas, pero también de las acciones, de las sociedades y de las personas.

Un valor no es un objeto, no es una cosa, no es una persona, sino que está en la cosa (un
hermoso paisaje), en la persona (una persona solidaria), en una sociedad (una sociedad
respetuosa), en un sistema (un sistema económico justo), en las acciones (una acción
buena).

Ciertamente, tenemos tendencia a sustantivar los valores, a condensarlos en sustantivos,


y entonces los designamos como tales: la libertad, la igualdad, la solidaridad, la
disposición al diálogo. En ocasiones les damos incluso forma corpórea, encarnándolos
en símbolos, como una mujer con una antorcha (la libertad) o con una balanza y los ojos
vendados (la justicia), pero sabemos que no existen en esta forma, que nunca nos
encontraremos un ser llamado libertad ni una cosa llamada justicia. Porque los valores
son cualidades que cualifican a determinadas personas, acciones, situaciones, sistemas,
sociedades y cosas, y por eso los expresamos las más de las veces mediante adjetivos
calificativos, como en los ejemplos que arriba hemos aducido.

Es verdad que Ortega, al caracterizarlos, dice que de ellos que son cualidades de las
cosas, pero irreales. Sin embargo, a mi juicio, comete ahí un error, y mejor hubiera
hecho diciendo que no son <<físicas>>, como muestra bien a las claras el mismo
ejemplo que aduce: el de la elegancia.

La elegancia de un vestido –dice- no puede identificarse con su forma o con su color,


que es lo que podemos percibir por la vista y por el taco. Nuestros sentidos nos permiten
percibir esas cualidades físicas de las cosas, como son la forma y el color, pero ninguno
de nuestros sentidos – vista, oído, tacto, olfato, gusto - nos permite captar la elegancia.
Por ese necesitamos suponer que contamos con una capacidad distinta a los sentidos,
que nos permite captar, en este caso, la elegancia, la capacidad de estimar, la capacidad
de valorar.

Y ciertamente, lleva razón Ortega al afirmar que los valores no son cualidades físicas,
captables por los sentidos, como lo son los olores, los sonidos o los sabores. Pero eso no
significa –a mi juicio- que no sean reales. Muy al contrario, son un componente tan
ineludible de la realidad tal y como las personas la vivimos, que resulta totalmente

8
UNIVERSIDAD NACIONAL AXIOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA GENERAL.
“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

inimaginable un mundo sin valores; un mundo en el que ni si quiera mencionáramos


palabras como <<generosidad>>, <<armonía>> o <<lealtad>>. (págs. 32-34)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

CORTINA, A. (1997) El mundo de los valores. España: Editorial el Búho LTDA.

LEURIDAN, J. (2018). El sentido de las dimensiones éticas de la vida. Segunda edición. Lima-
Perú: Fondo editorial Universidad San Martin de Porres.

NUÑO, F. (2004) Filosofía, ética, moral y valores. México: Editorial Thomson.

También podría gustarte