Análisis Canto

I de “La Divina
Comedia”
Segunda Parte
Dante y las fieras
Continuando con la lectura del canto I de La Divina Comedia, se puede apreciar que Dante
ha logrado salir de la selva y ha iniciado el ascenso por la colina que se ha encontrado.

Allí, una pantera, un león y una loba, se interponen en su camino, impidiendo su avance.
Estas fieras representan los pecados que han llevado a Dante a desviarse del camino recto.

¿Cómo podemos afirmarlo?

Los tres animales comparten la particularidad de ser salvajes, por lo cual, se puede
establecer una estrecha relación con la selva en la que el protagonista se había extraviado. En
una alegoría, las metáforas y los símbolos utilizados, deben guardar cierta lógica y
concordancia entre sí. Entonces, si la selva representa a la vida pecaminosa, los animales
salvajes representarán los pecados.
La Pantera
La primera fiera en presentarse ante Dante, es la pantera, única fiera de las tres que al protagonista en vez de
generarle repugnancia o terror, le despierta cierta atracción. Dante no deja de mirarla. Contempla sus
movimientos, y la describe con cierta gracia y fineza. Es ágil y de rápidos movimientos. La pantera está
asociada al pecado de la lujuria.

Dante suele ser benévolo con los lujuriosos. La base de este pecado es el amor, mismo sentimiento que nace
hacia Dios, la diferencia radica en la forma y la manera en que este pecado es llevado adelante. Los lujuriosos
aman de una forma carnal, han equivocado el mecanismo por el cual aman. Es por eso que Dante-autor siente
compasión por ellos y los coloca en la arquitectura de sus reinos de ultratumba dentro de los primeros
círculos del Infierno, y en la última rampa del Purgatorio.

Finalmente, la pantera es sorteada por el personaje.

El León
A continuación de la pantera, se presenta un león.

La descripción de esta fiera es concreta pero imponente, tal como ella. El

narrador lo caracteriza con la cabeza erguida y con hambre rabiosa. La gestualidad
del animal y la siguiente personificación: "hasta el aire parece temerle", evidencian el
poder, la superioridad y el orgullo del animal. El león es “el rey de la selva”.

Es por este motivo, que a esta fiera se la asocia a la soberbia.

La Loba
Por último, aparece la tercera fiera: la loba.

El narrador la presenta cargada de deseos y de ella se dice que ¨...ha obligado a vivir miserables a muchos¨..., y es por lo tanto con ella que Dante
pierde toda esperanza de alcanzar a la cima. De las tres fieras, la loba es la peor. Representa el pecado de la codicia, entendiendo por codicia como ese
deseo insaciable de querer poseer cualquier cosa a cualquier costo. Es un deseo que excede lo material, a diferencia de la avaricia, como
tradicionalmente se suele interpretar a este animal.

A diferencia de las otras fieras, la loba no tiene nada de majestuoso o de bello. No se asemeja en nada al león o a la pantera. Por el contrario, es
un animal de aspecto deplorable: demacrada e insatisfecha.

Pero el simbolismo de la loba se completa tras las palabras de Virgilio más adelante en el canto: “cuanto más come más hambre tiene” Es una
definición alegórica del concepto de la codicia. Cuanto más se posee, más se desea. El codicioso nunca alcanzará la satisfacción de sus deseos. Por dicho
motivo, la loba es extremadamente delgada y tiene siempre hambre.

Por último, la codicia es la base de cualquier pecado: “...con muchos animales se amanceba, y serán muchos más …”. Como lo explica Virgilio, y
siguiendo la lógica de la alegoría de la obra, los animales salvajes representan los pecados. La loba se une a otros animales para que estos se reproduzcan
y multipliquen. Es por esta razón, que se puede concluir que lo que obliga a un pecador a continuar por esa vía, es el deseo que no se ve satisfecho. Es la
necesidad de poseer o disfrutar aquello que desea sin tener en cuenta las consecuencias de su accionar. De esta manera, se puede comprender la razón
por la cual es dificultoso escapar de dicha conducta y volver al camino recto que Dante narrador describe al comienzo.
 Cierra este momento, un nuevo símil. En este caso, este recurso se utiliza para
expresar la sensación que tuvo Dante al tener que retroceder de nuevo hacia "donde el
sol se calla". En este segundo símil se utiliza la idea de un hombre atesorando algo, y que
de repente ha perdido todo. Es interesante ver cómo el ejemplo utilizado para este recuso
se vincula estrechamente con el significado de la loba. Así entonces, Dante personaje se
retira nuevamente a la selva, refiriéndose a ella a través de una sinestesia (recurso
literario donde se adjudica a un sentido una sensación que no le corresponde). La
oscuridad es el lugar donde el sol se calla, la falta de luz se asocia al silencio absoluto, y
ambos a la muerte. Simbólicamente, oscuridad, silencio y muerte representan al pecado
en el que el protagonista se cree ahora definitivamente sumergido.

Es en todo esto que aparece ante los ojos de Dante la sombra de Virgilio, la cual al
principio parece generar la misma desesperación.