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Revisión ración de una grave insuficiencia hepáti­

ca y alteraciones neurológicas (agitación,


coma), renales, coagulopatía, etc.
La exploración física, además de la posi­
Diagnóstico ble ictericia, sólo evidencia una modera­
diferencial de las da hepatomegalia ligeramente dolorosa y,
en el 10-25 % de los casos, discreta es-
hepatitis agudas plenomegalia.
Una vez sospechada la hepatitis sólo es
necesario realizar algunas de las múltiples
determinaciones analíticas. Las denomina­
J.A. Ballesteros*, J . Orfila, D. Pórtela, A. das «Pruebas de función hepática» pue­
Payeras, C. Rubert den sistematizarse en tres grupos:
1.° Pruebas de Citolisis.
Las aminotransferasas (AST, ALT), antes
Introducción denominadas transaminasas (GOT, GPT),
informan de la integridad del hepatocito.
Las cifras 10 veces superiores a la norma­
Se denomina hepatitis la afectación hepá­
lidad son el signo biológico de hepatitis.
tica caracteriza por necrosis hepatocelu-
Habitualmente se eleva 20-40 veces el va­
lar e inflamación. El cuadro clínico y las le­
lor normal. No hay correlación entre el gra­
siones histológicas suelen ser inespecífi-
do de elevación enzimática y la gravedad
cos.
del proceso.
La sintomatología es muy variada. Hay for­
2.° Pruebas de Colostasis.
mas inaparentes que únicamente se des­
Valoran la formación y flujo de la bilis. La
cubren por una elevación de las transami-
bilirrubinemia, excepto en las formas anic­
nasas en sujetos en los que se realizan es­
téricas o colostásicas, muestra incremen­
tudios analíticos, por hallarse en ambiente
tos moderados de tipo mixto con eleva­
epidémico o por exploraciones rutinarias.
ciones, también discretas, de la fosfatasa
En la forma común los pacientes presen­
alcalina y gammaglutamiltranspectidasa.
tan astenia, anorexia y dispepsia. Con fre­
3.° Pruebas de Síntesis.
cuencia aquejan dolor en el hipocondrio
La tasa de protombina no sufre habitual­
derecho, a veces aparece fiebre y algunos
mente alteraciones significativas. Su des­
pacientes sufren náuseas y vómitos. Oca­
censo indica una sínstesis defectuosa, por
sionalmente, sobre todo en la Hepatitis B,
grave afectación hepática, o un fallo de ab­
hay manifestaciones extrahepáticas: las
sorción de vitamina K, por colostasis acen­
más comunes son artralgias-artritis y exan­
tuada. El proteinograma, por la larga vida
tema urticariforme. Hasta que aparece la
de las proteínas, no mostrará alteraciones
ictericia, que frecuentemente falta, el diag­
si no existía una hepatopatía crónica pre­
nóstico muchas veces no es sospechado.
via.
Las hepatitis anictéricas son frecuentes en
El resto de las determinaciones analíticas
la causada por virus A y en la noA noB.
habituales carecen, casi siempre, de valor
A veces se presentan formas colostásicas,
diagnóstico. El hemograma suele ser nor­
con intenso prurito. Hay pocos casos de
mal o con ligera linfocitosis. Ocasional­
evolución fulminante, al inicio o semanas
mente, como en la Mononucleosis Infec­
después del comienzo, con rápida instau-
ciosa, puede ser típicamente diagnóstico.
Confirmada la hepatitis aguda es necesa­
rio tratar de aclarar la etiología basándo­
Departamento de Medicina Interna. Hospital Son Du-
reta. Palma de Mallorca.
nos fundamentalmente en una completa
* Académico Numerario de la R.A. de M. y C. de Pal­ anamnesis: viajes a países exóticos, hábi­
ma de Mallorca. tos sexuales, drogadicción, manipulacio-

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nes y transfusiones, ingesta de fármacos TABLA i

y consumo alcohólico, etc. HEPATITIS A G U D A S FARMACOLÓGICAS

Anestésicos Halotano
Anticonvulsivantes Hidantoína
Hepatitis tóxicas Carbamacepina
Psicofármacos Neurolépticos
Diacepósidos
En el interrogatorio se tendrá especial cui- Antidepresivos
Analgésicos Paracetamol
dado en valorar la exposición profesional,
Propoxifeno
accidental, suicida u homicida a tóxicos. AINES
Los productos químicos o toxinas capaces Quimioterápicos Betalactámicos
de producir hepatitis son muy numerosos, Rifampicina
Sulfamidas
y destacan por su frecuencia los siguien-
Isoniacida
tes: Amanita phalloides, tetracloruro de Ketoconazol
carbono, tricloroetileno, paraquat, fósforo, Antiulcerosos Cimetidina
sales de cobre, etc. Ranitidina
La afectación hepática por fármacos pue-
de ser de diagnóstico muy difícil. La ne-
crosis hepatocelular que producen es in- ta de medicamentos de reciente comer-
distinguible de la debida a otras causas y cialización. La única prueba posible, pero
la histología muy pocas veces (paraceta- no realizable por razones deontológicas,
mol y halotano) es característica. La Ta- es la provocación, administrando de nue-
bla I muestra una selección de los medi- vo el fármaco, al normalizarse la analítica.
camentos de uso más común que pueden La hepatitis aguda alcohólica tiene perso-
causar hepatitis aguda. Las hepatitis far- nalidad propia entre los tóxicos. Su fre-
macológicas pueden clasificarse en prede- cuencia es mayor de lo que se piensa. Los
cibles e ¡mpredecibles. Las primeras se ca- pacientes suelen tener antecedentes de
racterizan porque aparecen en todos los etilismo antiguo y aparece en relación a
pacientes dependiendo de la dosis, como una ingesta alcohólica importante. El es-
es el caso del paracetamol y los salicila- pectro clínico es muy variable. Hay des-
tos. Las ¡mpredecibles no son dosis- de formas asintomáticas, descubiertas en
dependiente y no son reproducibles en los exploraciones rutinarias, a formas muy
animales de experimentación. Suelen ser agudas con fiebre, leucocitosis, hepatome-
debidas a fenómenos de hipersensibilidad galia dolorosa e ictericia colostásica. A ve-
y se acompañan de síntomas sistémicos; ces puede presentarse con una hepatome-
de este tipo son las causadas por el halo- galia irregular pseudo-tumoral y soplo en
tano, antibióticos, etc. Menos frecuentes el hipocondrio derecho. En ocasiones pue-
son las debidas a idiosincrasia metabòli- de presentarse con hipertensión portal
ca que origina, sólo en algunos pacientes, aguda. Más raro es el síndrome de Zieve,
metabolitos hepatotóxicos; este tipo de que cursa con marcada hiperlipidemia y
hepatotoxicidad se puede presentar con hemolisis. El diagnóstico basado en el in-
los AINES. Aplicando esta sospecha sis- terrogatorio del paciente o de sus familia-
temática pudimos detectar en 1987 los res no siempre es de utilidad, por disimu-
dos primeros casos de hepatitis por Bin- lar o infravalorar, sobre todo en mujeres,
dazac descritos en la literatura mundial. el consumo alcohólico. En los datos ana-
Aunque las hepatitis tóxicas son poco fre- líticos es característica la elevación más
cuentes, menos del 5 %, pueden ser muy importante de la AST (GOT), originando
graves y constituyen el 25 % de las he- un cociente AST/ALT mayor de 2. Los
patitis fulminantes. La hepatoxicidad por marcadores de consumo alcohólico cróni-
fármacos ha de sospecharse siempre, aun- co de más utilidad son la elevación de la
que no esté descrita, sobre todo si se tra- GammaGT y un alto VCM. Frecuentemen-

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te hay leucocitosis con desviación izquier­ cia en la sangre de los antígenos virales
da y a veces trombopenia. o sus anticuerpos. Estos marcadores víri­
cos permiten no sólo la identificación eco­
lógica, sino que además permiten estable­
Hepatitis isquémica cer la fase evolutiva de la enfermedad.
Después de la infección pueden detectar­
se en la sangre, de forma transitoria o per­
La hepatitis isquémica por citolisis anóxi-
sistente, diferentes marcadores. Antes de
ca puede observarse después de cualquier
la aparición de los síntomas se producen
episodio de hipotensión severa o de insu­
anticuerpos de la clase IgM, que persis­
ficiencia cardíaca grave. A diferencia del
ten de 3 a 12 meses, y del tipo IgG, que
clásico «hígado cardíaco», el factor funda­
son permanentes y confieren inmunidad.
mental no es la congestión pasiva, sino el
Los marcadores víricos de uso clínico son:
descenso del flujo sanguíneo hepático. Clí­
nicamente la citolisis puede ser silente o,
en casos excepcionales, producir una in­ 7." Virus A. VHA
El antígeno, HAAg, no es detectable por
suficiencia hepática fulminante. Las alte­
ser la fase de viremia muy corta. La infec­
raciones analíticas son indistinguibles de
ción aguda se diagnostica por la presen­
las de una hepatitis vírica. Las aminotrans-
cia de anticuerpos IgM Anti HA. Los anti­
ferasas alcanzan rápidamente cifras muy
cuerpos IgG Anti HA sólo indican infec­
elevadas, superando las 1.000 U, norma­
ción pasada, con inmunidad.
lizándose también en pocos días. Es ca­
racterística exclusiva de esta variedad de
2." Virus B. VHB
hepatitis y de la causada por el virus del
herpes simple una marcada elevación de Al ser inoculado el virus aparecen en la
la LDH, por encima de 1.000 U. El tiempo sangre los siguientes marcadores:
de protombina también sufre descenso y — HBsAg, antígeno de superficie.
normalización rápidos. La bilirrubinemia — HBeAg, antígeno e.
tiene un comportamiento variable. El diag­ — DNA y DNA Polimerasa, indicadores de
nóstico se basa, además de la exclusión replicación viral.
de otras causas, en la existencia de un epi­ El antígeno de la nucleocápsida, core,
sodio, más o menos evidente, de descen­ HBcAg no es detectable por estar recu­
so de la perfusión hepática. Se describen bierto por el de superficie.
trastornos segmentarios de la perfusión Si la evolución es favorable, estos marca­
del hígado con motivo de obstrucciones dores se negativizan, apareciendo sus co­
o compresiones de ramas de los vasos he­ rrespondientes anticuerpos:
páticos, que determinan zonas de infarto. — Anti HBs
El pronóstico y tratamiento son los del pro­ — Anti HBe
ceso causal. — Anti HBc
A veces el HBsAg desaparece antes de
que sea detectable el anti HBs, «fenóme­
Hepatitis por virus no de ventana», lo que puede inducir a ca­
lificar una hepatitis como no B si el diag­
hepatotropos nóstico se basa únicamente en ese dato.
Para evitar esa posibilidad el diagnóstico
Una vez descartadas las anteriores hepa­ de la HVB debe basarse en determinar el
titis, lo más probable es que se trate de IgM Anti HBc.
una hepatitis aguda por virus hepatotro­ La negativización del HBeAg indica que ha
pos. El diagnóstico diferencial se basa en cesado la replicación viral. El paciente no
matices epidemiológicos (forma de trans­ evolucionará a la cronicidad y deja de ser
misión, período de incubación, etc.) y so­ contagioso, aunque el HBsAg continúe
bre todo en la determinación de la presen­ positivo. Esta situación consituye el esta-

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do de portador sano y se atribuye a que na VHC. La hepatitis C aparece de forma
el VHB queda acantonado, inactivo, en los esporádica, es responsable del 27 % de
hepatocitos. La cronificación de la enfer- la hepatitis que afectan a drogadictos, dia-
medad se manifiesta por la persistencia lizados o trasplantados; el riesgo de trans-
del HBsAg con marcadores de replicación misión hétero u homosexual es bajo. La
viral: HBeAg, DNA y DNA Polimerasa. más frecuente es la transmisión postrans-
fusional. El 10 % de los transfundidos su-
3." Virus D. VHD fren una hepatitis, y el 90 % de éstas son
El virus D o Delta es un virus defectivo que debidas al VHC; el riesgo es mayor con
para su replicación precisa la presencia del la administración de hemoderivados, in-
virus B. cluidas las gammaglobulinas de uso intra-
El antígeno HDAg sólo está presente en venoso.
la sangre pocos días, la infección se diag- La exclusión de los donantes anti HC po-
nostica por la presencia de anti HD con sitivos ha reducido las hepatitis post-
cambios serológicos de infección por transfusionales del 10 al 2 %. No se logran
VHB. La asociación puede ser de dos for- erradicar todas porque pueden existir
mas: otros virus NANB y porque la respuesta
— Coinfección, es decir infección simul- de los anticuerpos anti HC es variable.
tánea por VHB y VHD. El virus D inhibe Sólo se detectan en un tercio de los pa-
la replicación del virus B y, si no se pro- cientes durante la fase aguda, por tener
duce una hepatitis fulminante, la enferme- una seroconversión tardía, que puede de-
dad se autolimita con curación de ambas morarse hasta 14 semanas. En otros ca-
infecciones. sos, el nivel de anticuerpos se hace inde-
— Sobreinfección, o sea inoculación del tectable meses después de la infección.
VHD en un portador del VHB. Esta cir- El método ELISA, empleado habitualmen-
cunstancia actúa facilitando la replicación te en los bancos de sangre, prácticamen-
viral y se produce una evolución crónica te no produce falsos negativos, pero sí
de ambas infecciones. proporciona muchos falsos positivos. Con
el método RIBA, mucho más caro, se pue-
4. ° Virus no A no B. NANB den eliminar estos falsos positivos. Con-
La existencia de hepatitis víricas cuya etio- viene precisar que el tener anticuerpos no
logía no podía atribuirse a los virus antes implica la presencia del virus; ya hay mé-
mencionados obligó a crear, con criterios todos, pendientes de comercialización,
o
de exclusión, este 4 grupo de hepatitis que permiten determinar la presencia del
por virus hepatotropos. El conocimiento RNA del virus C en el suero.
de los mecanismos de transmisión y la La forma parenteral es anictérica y pauci-
evolución clínica permiten deducir que hay sintomática, con gran tendencia a la cro-
dos tipos de NANB: nicidad, fenómeno inexistente en la HVA
— Forma entérica, semejante a la HVA, e inferior al 5 % en la HVB. Se cifra en un
frecuente en el norte de África y sureste 50 % el número de los casos de VHC que
de Asia. La presentación es epidémica y evolucionan a la cronicidad. Pese a la poca
la evolución benigna. sintomatología y a las discretas alteracio-
— Forma parenteral, distribuida por todo nes analíticas, el 60-70 % de los casos cró-
el mundo. El contagio es similar al de la nicos presentan, en los estudios biópsicos,
HVB, aunque con menor probabilidad graves lesiones histológicas tipo hepatitis
de transmisión sexual y con un riesgo de activa o cirrosis. El riesgo de desarrollar
transmisión materno-filial no precisado. una cirrosis en los 10 años posteriores al
Actualmente se dispone de reactivos ca- contagio se calcula en un 60 %, y es ma-
paces de determinar anticuerpos contra el yor aún en las personas de edad avanza-
virus responsable de la mayoría de las da. Se aprecia una elevada prevalencia
NANB parenterales; este virus se denomi- (60-70 %) de anticuerpos anti VHC en pa-

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TABLA II

DIAGNÓSTICO SEROLÓGICO DE LAS HEPATITIS A G U D A S

IgM Anti HA IgM Anti HBc Hbs Ag. Anti HC IgM Anti HD

+ — — — — Hepatitis A
— + ± — Hepatitis B
+ + ± — — Hepatitis A y B
+ — + — — Hepatitis A en portador B
— + ± — + Coinfección Hepatitis B y D
— — + — + Hepatitis D en portador B
— — — + — Hepatitis C
— + ± + — Coinfección Hepatitis B y C
— — + + — Hepatitis C en portador B
— — — — — Hepatitis C tardía
Hepatitis NANBNC
Hepatitis de otra etiología

cientes con hepatocarcinomas, lo cual su-


giere que este virus tiene gran poder on-
Hepatitis agudas infecciosas
cogénico.
Por razones sobre todo económicas, la so- Además de los virus hepatotropos, el hí-
licitud de los diferentes marcadores víri- gado puede verse afectado en el curso de
cos debe hacerse de forma escalonada. numerosas infecciones, con manifestacio-
Inicialmente es suficiente con solicitar IgM nes hepáticas de importancia variable. Ha-
anti HA, IgM anti HBc, anti HC con IgM bitualmente se trata de alteraciones asin-
anti HD en los grupos de riesgo. Se pre- tomáticas reconocidas únicamente por
sentan tres posibilidades: una alteración moderada de las pruebas
a
1 . Si únicamente es positivo el IgM anti de función hepática. En ocasiones el cua-
HA, se trata de una hepatitis aguda VHA dro hepático adquiere protagonismo, pre-
y no es necesario realizar más exploracio- sentándose como una hepatitis aguda fe-
nes. bril, que puede acompañarse de otras ma-
a
2. Si alguno de los otros marcadores es nifestaciones (v.g. adenopatías) que orien-
positivo, es necesario determinar en una tan el diagnóstico. El sustrato anatomopa-
segunda fase el resto de los marcadores tológico suele ser una hepatitis reactiva
del virus B, o al menos el HBsAg y HBeAg, inespecífica; a veces se forman granulo-
porque puede haber infección simultánea mas más o menos específicos, como es
por más de un virus y porque nos indica- el caso de la fiebre tifoidea, y en pocas
rán la evolución del proceso (Tabla II). ocasiones se logra identificar al agente
a
3. Si todos los marcadores son negati- causal en la biòpsia.
vos, caben tres explicaciones: El diagnóstico tiene que sospecharse por
— Que sea una hepatitis por VHC de se- el contexto epidemiológico; tienen espe-
roconversión tardía. cial importancia los viajes recientes a zo-
— Hepatitis NANB por un virus de los que nas endémicas y la sintomatología acom-
aún no tenemos marcadores. pañante. La confirmación puede lograrse
— Hepatitis aguda de otra etiología. Por mediante el aislamiento del germen, con
lo tanto es necesario continuar el proce- los oportunos cultivos o con métodos se-
so diagnóstico valorando otras posibles rológicos.
etiologías, que revisaremos a continua- Las enfermedades infecciosas que pueden
ción. producir una hepatitis aguda son:

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7.° Virus da, y excepcionalmente se alcanzan cifras
Los virus que con más frecuencia causan de hepatitis aguda con colostasis llamati-
en nuestro medio manifestaciones clínicas va. Además de la visualización y cultivo
de hepatitis son el virus de Epstein Barr del parásito, hay disponibles métodos de
(VEB), virus Citomegálico (VCM) y virus diagnóstico serológico.
del Herpes Simple-2 (VHS-2). Por lo tan-
to, ante una hepatitis aguda no aclarada 3." Bacterias
es necesario solicitar IgM anti VEB, VCM No es excepcional que diversas infeccio-
y VHS-2. nes bacterianas originen alteraciones en la
El virus de la inmunodeficiencia humana, analítica hepática; en ocasiones producen
VIH, puede manifestarse en la primoinfec- manifestaciones indistinguibles de otras
ción como síndrome mononucleósico, que hepatitis agudas. Las más frecuentes son:
en algunos casos da manifestaciones ana-
líticas de hepatitis aguda. Por lo tanto, a — Sepsis por Gramnegativos.
los pacientes de grupos de riesgo que su- — Neumonía Neumocócica, sobre todo
fren una hepatitis aguda es necesario de- en alcohólicos, o pacientes con déficit de
terminarles, además de por otras razones, glu-
anticuerpos anti VIH. cosa-6-fosfatodeshidrogenasa.
En pacientes menores de 15 años se des- — Fiebre Tifoidea.
criben casos infrecuentes, después de di- — Brucelosis.
versas infecciones víricas (varicela, gripe), — Tuberculosis diseminada, especialmen-
del síndrome de Reye. Se trata de una en- te la forma críptica.
cefalopatía, de etiopatogenia no aclarada, — Lepra lepromatosa.
que cursa con hipertensión endocraneal — Sífilis secundaria.
con LCR normal. Se asocia hepatomega- — Fiebres por Borrelias.
lia con elevación de las aminotransferasas, — Leptospirosis.
hipoglucemia e hipoprotombinemia, pero — Rickettsiosis, sobre todo la fiebre Q.
con nula o mínima ictericia. Es posible que
el empleo de aspirina pueda favorecer su
presentación.
En pacientes que viajaron recientemente Hepatitis agudas metabólicas
a zonas endémicas, debe considerarse la
posiblidad de una infección por virosis 7.° Enfermedad de Wilson
exóticas: Fiebre Amarilla, fiebre de Lassa, Es un trastorno del metabolismo del co-
dengue, fiebres hemorrágicas del Rif, Con- bre de herencia recesiva. Ha de excluirse
go, Crimea, etc. Las investigaciones sero- la posibilidad de una enfermedad de Wil-
lógicas sólo pueden realizarse en labora- son en cualquier paciente joven que pre-
torios especializados. sente una hepatopatía no aclarada. Gene-
ralmente se manifiesta como una hepati-
2." Protozoos tis crónica activa, pero puede presentarse
La Toxoplasmosis puede producir una he- como una hepatitis aguda grave, incluso
patitis aguda que puede diagnosticarse si con evolución fulminante asociada a he-
el título de IgM, por inmunofluorescencia molisis. Además de las alteraciones hepá-
indirecta (IF-lgM Toxo), es igual o supe- ticas pueden asociarse manifestaciones
rior a 80, teniendo en cuenta que perma- neusopsiquiátricas (síndrome extrapiramí-
nece elevado semanas o meses. dal, psicopatías), tubulopatía renal y depó-
La Leishmaniosis Visceral determina, en sitos corneales de cobre (anillo de Kayser-
el contexto del Kal-Azar, además de la tí- Fleisher). El diagnóstico se basa en la de-
pica esplenomegalia, hepatomegalia en mostración de una cupremia baja con cu-
más del 50 % de los pacientes. La eleva- pruria elevada, junto a una ceruloplasmí-
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