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Segundo parcial

Escuela de Humanidades

Materia: Economía y financiamiento de la educación

Carrera: Licenciatura en educación

Estudiantes:

Agustina Stout. DNI: 39.770.728. astout@estudiantes.unsam.edu.ar

Carolina Francisco. DNI: 31.478.689. carolinafrancisco85@gmail.com

Lucero Profeta. DNI: 41.459.404. laprofeta@estudiantes.unsam.edu.ar

Nicolas Basile. DNI: 38.691.241. nbasile@estudiantes.unsam.edu.ar

Equipo docente:

Prof. Carlos Greco

JTP: Guillermo Malica

Segundo cuatrimestre, 2020


Introducción:
Para la elaboración de este trabajo analizaremos la evolución anual de tres
universidades nacionales, la Universidad Nacional de San Martín, la Universidad
Nacional de Tres de Febrero y la Universidad Nacional de La Matanza. Nos
centraremos en el periodo 2010-2017.
Creadas a principios de los 90´s las tres Universidades nacionales, públicas y no
aranceladas ofrecen una gran variedad de carreras de grado y posgrado, así como
también cursos de extensión y otras actividades para la comunidad.
La Universidad Nacional de San Martín 1 (UNSAM), creada en 1992 se encuentra en
el Partido de General San Martín, al noroeste de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Posee una editorial propia y múltiples convenios y alianzas con universidades
extranjeras, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Instituto Nacional
de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA), entre otros.
Por su parte la Universidad Nacional de La Matanza 2 (UNLAM) nace en 1981 de
manera emblemática en un área que nunca antes había contado con una institución
de enseñanza superior universitaria y tras un proceso orgánico de jóvenes y vecinos
que buscaban una respuesta a su deseo de realizar estudios universitarios en su
propio partido. De esta manera, abrió la Universidad el 15 de abril de 1991 con más
de 1.200 inscriptos.
Por último, bajo el lema “pública y dinámica” nace la Universidad Nacional de Tres
de Febrero3 (UNTREF) en 1995 con distintas sedes en el partido con el mismo
nombre. Actualmente cuenta con más de 34.000 estudiantes y una amplia gama de
carreras. En los últimos años implementó un sistema de aranceles de bajo importe.
Las tres universidades forman parte de una camada de universidades públicas que
se fundaron o impulsaron con la vuelta a la democracia en 1983. En esta misma
época se eliminaron los exámenes de ingreso, los cupos y los aranceles
universitarios. Como consecuencia se generó un aumento en las matrículas debido
a la incorporación de sectores de todos los niveles socioeconómicos.
La democratización del nivel superior comenzó con la vuelta a la democracia y tuvo
un crecimiento exponencial, Más Rocha (2019) afirma que se duplicó la cantidad de
instituciones y se cuadruplicó la población estudiantil. Esto sucedió por etapas:
1990-1995; 2003-2009; 2014-2015.
Partiendo de lo propuesto por Flood (1994) podemos afirmar que la educación
superior puede ser ubicada en la categoría de bien preferente o meritorio, esto
quiere decir que el Estado puede intervenir en las preferencias individuales con el fin
de alentarlas o no. Siendo así, una decisión política que al mismo tiempo permite
exceptuar a determinados bienes de la rivalidad y la exclusión.

1 Información recuperada de la página oficial de la UNSAM.


2 Información recuperada de la página oficial de la UNLAM.
3 Información recuperada de la página oficial de la UNTREF.

2
La educación superior tiene un carácter estratégico para la sociedad y el Estado: la
consecución de elevados niveles de desarrollo que garanticen el bienestar
económico y el progreso social de un país (Greco, 2004). Es entonces, financiada
teniendo en cuenta la Teoría del Capital Humano: el gasto pasa a ser considerado
como una inversión por su capacidad de desarrollo individual y social.
En este sentido Greco (2004), postula que: “Los tres objetivos de la educación
superior son el desarrollo de la investigación básica, la formación de mano de obra o
recursos humanos más calificados que necesita el mercado de trabajo y el
desarrollo de los valores culturales y sociales de una sociedad democrática.” (p.7)
Según el Sistema de Consulta de Estadísticas Universitarias, en el año 2016 el
sistema universitario argentino estaba compuesto por 131 institutos universitarios y
universidades, de los cuales 66 corresponden a la gestión estatal y 63 a la gestión
privada, dejando a una de ellas en la gestión extranjera y una en la internacional. El
79% de la matrícula de estudiantes de pregrado y grado estaba conformada por los
estudiantes de las instituciones públicas. Mientras que el 21% de la matrícula
corresponde a las instituciones privadas. (SPU, 2016)
En este trabajo nos planteamos analizar brevemente de manera comparativa cómo
es el funcionamiento de la asignación de recursos en el interior del sistema
universitario argentino, es decir cómo distribuyen en las universidades el
presupuesto que se les otorga. Para ello nos centraremos en la evolución anual de
tres universidades nacionales del área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires.
Observando en particular la ejecución presupuestaria del año 2012.
Desarrollo
En Argentina, los fondos públicos de universidades son distribuidos basándose en el
resultado de un esquema de negociación política entre los niveles más altos del
presupuesto público, ministros de economía y educación y Congreso de la Nación.
El gobierno nacional establece criterios junto con la Secretaría de Políticas Públicas
para la asignación de recursos financieros.
Todos los años el Congreso de la Nación aprueba el Presupuesto Nacional donde
se fija la distribución de fondos para cada universidad. Entendemos el presupuesto
público como un sistema que evalúa y distribuye los recursos públicos entre las
instituciones estatales para que estas sean capaces de cumplir los planes
gubernamentales en un determinado período y hasta un monto límite. (Greco,
Presentación de clase).
Esta distribución se organiza de acuerdo a diferentes medidas y la supervisión de
varios organismos de regulación los cuales generaron distintos modos de
evaluación (Greco, 2004).
La asignación por negociación presupuestaria se presenta de modo incremental, es
decir, consta de un nivel histórico más el proporcional de acuerdo a lo decidido en el
presupuesto. Esto lo podemos observar efectivamente en la asignación de las tres
universidades nacionales en el periodo 2010-2017.

3
UNIVERSIDAD 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

General San Martin $ $ $ $ $ $ $ $


81.162.37 109.275. 157.994. 209.331. 305.528. 411.699. 524.854.75 934.657.681,0
4,00 613,00 682,00 315,00 046,00 981,00 9,00 0

La Matanza $ $ $ $ $ $ $ $
127.099.2 164.399. 212.860. 285.614. 394.700. 530.196. 708.601.62 1.137.398.419
66,00 161,00 619,00 673,00 156,00 640,00 1,00 ,00

Tres de Febrero $ $ $ $ $ $ $ $
42.985.66 59.345.9 81.045.6 110.837. 176.009. 238.718. 315.336.73 524.515.695,0
9,00 40,00 71,00 869,00 086,00 027,00 5,00 0

En este caso, se observa cómo el presupuesto fue aumentando en términos


nominales en todas las Universidades. Además, a simple vista podemos afirmar que
la diferencia entre la asignación presupuestaria del periodo analizado de la UNSAM
y la UNLAM es significativa en comparación con lo correspondiente a la UNTREF.
Esto puede surgir de acuerdo a que la asignación de estos recursos no surge de un
modelo de distribución que tome en cuenta indicadores objetivos, sino que es por el
resultado de las negociaciones políticas de los más altos niveles de decisión en el
presupuesto público.
Con un breve análisis sobre la ejecución presupuestaria por universidad del año
2012 podemos manifestar que las universidades públicas cuentan con otras fuentes
de financiamiento además del presupuesto provisto por la Nación. Estos son
recursos muchas veces destinados a la cobertura de funciones básicas para el
funcionamiento de las universidades públicas. La importancia de estas fuentes
alternativas al tesoro nacional, tal como plantea Greco (2004), ha ido en aumento.
A continuación, revisaremos la ejecución presupuestaria del año 2012 por fuente de
financiamiento y objeto del gasto:

4
UNTREF (2012)

En este cuadro se observa una ejecución total presupuestaria en la Universidad de


Tres de Febrero de $364.465.845. De este total, $100.423.518 corresponden al
Tesoro Nacional (Fuente 1.14), $37.483.687 corresponden a Recursos propios
(Fuente 1.25) y $216.627.998 a otras fuentes.

4 Fuente de Financiamiento 1.1: “Tesoro Nacional”: Financiamiento que tiene origen en recursos
corrientes (gravámenes) fijados por el Estado Nacional.
5 Fuente de Financiamiento 1.2: “Recursos Propios”: Componen esta categoría los ingresos que
perciben los Organismos Descentralizados y Empresas y Sociedades del Estado, y que provienen de
la venta de bienes y servicios, renta de la propiedad, venta de activos, cobro de tasas y regalías, y
fondos que se originan por variaciones de los distintos tipos de activos financieros.
En el caso de una Universidad, los 3 principales conceptos de recaudación son: aranceles de cuotas,
ingresos por convenios y prestación de servicios.

5
UNLAM (2012)

En el segundo cuadro, se observa una ejecución total presupuestaria en la


Universidad de La Matanza de $516.771.978. De este total, $254.257.964
corresponden al Tesoro Nacional (Fuente 1.1), $37.483.687 corresponden a
Recursos propios (Fuente 1.2) y $9.797.969 a otras fuentes.

UNSAM (2012)

6
Por último, se observa una ejecución total presupuestaria en la Universidad de
General San Martín de $740.425.223. De este total, $226.946.454 corresponden al
Tesoro Nacional (Fuente 1.1), $23.396.769 corresponden a Recursos propios
(Fuente 1.2) y $23.396.769 a otras fuentes.
En un análisis global podemos sostener que, en las tres universidades, la mayor
parte de la asignación de recursos del Tesoro nacional se destina a su
funcionamiento básico.
En el caso de la UNSAM, financia sus gastos de personal en un porcentaje del 50%
del tesoro nacional y un 50% de recursos propios. Mientras que la UNTREF, se
destaca por obtener una asignación de recursos alta por otras fuentes de origen,
independientes al tesoro nacional.

Conclusiones:
En primer lugar, luego del breve análisis podemos evidenciar que el presupuesto, al
ser arbitrario no estimula la eficiencia y la equidad, ni tampoco permite una
planificación y está sujeto a problemas y tratos políticos que carecen de
transparencia.
Queda en evidencia tras haber visualizado las asignación y ejecuciones
presupuestarias de las tres universidades que la asignación de recursos financieros
sobre la base de estos esquemas de negociación no resulta apropiada para
distribuir en forma eficiente y equitativa fondos entre universidades (Greco, 2004).
Entre otros motivos, un esquema de este tipo impide una adecuada planificación en
el uso de los recursos, desalienta la reducción de costos e impide alentar ciertos
comportamientos o actividades específicas.
Por otro lado, estos esquemas de negociación, en los que prima el presupuesto de
años anteriores, pueden estar alentando el sobredimensionamiento de las
estructuras universitarias como una herramienta de negociación en la disputa por
los recursos presupuestarios.
En contraste con la asignación por negociación podemos postular la asignación de
presupuesto sobre la base de resultados. La misma, en el afán de evitar quedar a
merced de los asuntos políticos implica asignar los recursos basándose en variables
de eficiencia (como la cantidad de egresados, materias aprobadas, etc.), tamaño,
productividad y calidad de las instituciones (Greco, 2004). De esta manera se busca
incentivar el rendimiento de las instituciones. El estar regido por este modelo puede
llevar a una competencia continua (TRADE off) que genera controversia porque la
eficiencia per se no necesariamente garantiza calidad. Es decir, por ejemplo, si se
estimula que se egresen más personas, más rápido, cuantitativamente va a generar
más ingresos, pero no necesariamente una mejor formación. Por otro lado, otro de
los problemas es que, esto genera un “ranking” donde las mejores universidades
siempre reciben más recursos y las peores menos, imposibilitándoles a estas
últimas contar con los recursos para mejorar su rendimiento.
Otro aspecto importante es que en ambos mecanismos se piensa desde la
externalidad donde un estudiante no produce nada (solo cuenta en un futuro, si se

7
egresa) pero en el aspecto interno aporta mucho, entonces es un aspecto a tener en
cuenta a la hora de elegir los instrumentos para medir.
A modo de reflexión, podríamos decir que el uso de los alumnos como criterio de
“asignación de fondos” significa un modo sesgado de concluir a la Universidad, la
reduce a una “fábrica” de egresados. Y no lo es. En el interín suceden muchas más
cosas que no entran en esas variables, esos estudiantes que ingresan (algunos
entraron, otros permanecieron, otros terminaron) pasaron un montón de cosas,
produjeron subjetividades, conocimientos, se formaron, practicaron deporte en
equipo, accedieron a becas, armaron proyectos para la comunidad, etc. En la
universidad pasa mucho más de lo que se puede medir en una fórmula matemática.
Habría que ir combinando las distintas fórmulas para generar una medida que se
adecue a la complejidad del sistema universitario.
En definitiva, siguiendo a Greco (2004): La universidad pública constituye un hacer.
Más allá de lo tangible, genera un “intelectual colectivo” un lugar donde la sociedad
se encuentra para generar su conciencia conjunta y reflexionar alrededor de sus
condiciones. Pero para esto nos advierte Greco, tiene que garantizar la
transparencia de este espacio de “todos”, dándole así espacio para generar sus
propias lógicas. (p.45)

8
Bibliografía:
Base de datos estadísticos recopilados por Secretaría de Políticas Universitarias de
la Nación (SPU) 2016. Recuperado de:
http://estadisticasuniversitarias.me.gov.ar/#/home/1
Flood Cristina. “El Gasto público social” PRONATASS. Ministerio de Economía.
Buenos Aires. 1994.
Greco, Carlos. “Financiamiento de las Universidades Nacionales. Modelos de
asignación presupuestaria. Análisis y tendencias actuales”, con Mario Greco, revista
Pensamiento Universitario. Editorial Prometeo. Buenos Aires. 2004.
Más Rocha, S. M. (2019): “Políticas institucionales para la inclusión en la
universidad”. En Mancovsky, V. y Más Rocha, S. M. (eds): Por una pedagogía de
“los inicios”. Más allá del ingreso a la vida universitaria. Editorial Biblos, Buenos
Aires.
Página oficial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Recuperado de:
https://untref.edu.ar/
Página oficial de la Universidad Nacional de San Martín. Recuperado de:
https://www.unsam.edu.ar/
Página oficial de la Universidad Nacional de La Matanza. Recuperado de:
https://www.unlam.edu.ar/index.php?seccion=2&idArticulo=19

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