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FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACION SUPERIOR

UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN,


CIENCIA Y TECNOLOGÍA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA


EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN Y PLANIFICACIÓN
EDUCATIVA

Autor:
Jaime Luis Cújar Vertel. CC. 1067926422
Katherine Cújar Vertel. CC.1067904558

Docente: Alba Bustamante


Montería - Colombia, Abril de 2019
INTRODUCCION
Durante las últimas tres décadas, América Latina se ha visto enfrentada en lo
que hace referencia al desarrollo educativo, en primer lugar, a un crecimiento
progresivo y acelerado del acceso a la educación secundaria, particularmente
durante las décadas de los ochenta y noventa. Antes de esto, solo algunos
países con mayor tradición en el esfuerzo educativo podían dar esta tarea por
superada; la inmensa mayoría enfrentó este reto más recientemente.

Sin embargo, Los esfuerzos de expansión y de mejoramiento de la equidad y la


calidad de nuestros sistemas universitarios nos llevan a la necesidad de pensar
de forma reflexiva en sus sistemas regulatorios, en los de financiamiento y en
las expectativas que tanto sus Estados como sus ciudadanos depositan en
ellos.

En Colombia, en el artículo 1º de la Ley 30 de 1992 se establece que “la


educación superior es un proceso permanente que posibilita el desarrollo de las
potencialidades del ser humano de una manera integral, se realiza con
posterioridad a la educación media o secundaria y tiene por objeto el pleno
desarrollo de los alumnos y su formación académica o profesional”. Es decir,
quedaría excluidas las actividades de capacitación laboral que no conduce na
títulos técnicos, tecnológicos o universitarios; en este sentido, se trata de una
definición más restrictiva que la adoptada por la OCDE. La disponibilidad de
recursos, su abundancia o escasez relativa, la responsabilidad en la provisión
de los mismos, y la eficiencia en su aplicación, constituyen los temas
relevantes en la controversia sobre el financiamiento de la educación superior.

En el caso colombiano, está discusión ha estado determinada por la existencia


de Universidades estatales, cuya creación fue muy anterior a la expedición de
la Constitución Política de 1991 y que, desde sus orígenes, han sido
financiadas con recursos a cargo del presupuesto del sector público. Pese a
esta circunstancia, que restringe la libre asignación de recursos estatales para
el desarrollo de la educación superior, la discusión sobre el financiamiento de la
educación superior revive periódicamente, impulsada por factores diversos y
heterogéneos.
REALIDAD DE LAS INSTITUCIONES

Las instituciones de educación superior siguen siendo principalmente


instituciones estatales financiadas con fondos del Estado. Estas instituciones
llevan a cabo la mayor parte de los programas de formación de alto nivel de
recursos humanos en ciencia y tecnología y la casi totalidad de la investigación
científica y tecnológica que se hace en la región sin embargo en la actualidad,
el financiamiento exclusivamente del Estado no puede mantener instituciones
altamente competitivas y productivas, originando así un retraso importante
entre nuestra región y otras regiones que se encuentran en pleno auge
tecnológico, donde no solamente el Estado financia en las instituciones el
desarrollo de la Ciencia y la Tecnología y por ende el desarrollo económico de
los países. Este diagnóstico obliga a replantearse el modelo de sustentabilidad
de nuestras instituciones, ya que el Estado como ente exclusivo de
financiamiento, representa un modelo agotado. Un elemento para el
financiamiento de la Educación superior, que debe tomar mayor importancia en
nuestra región es la diversificación de las fuentes de financiamiento, para
apoyar principalmente las actividades de investigación pilar fundamental de las
IES , desde esta perspectiva, es necesario transformar el esquema de
financiamiento y conjugar en el alternativas que han sido muy exitosas en otras
regiones, como son el vínculo universidad-estado-sector productivo y fortalecer
la internacionalización de nuestras instituciones , entre otros.

Por lo tanto, es necesario interrogarse desde el rol de la Administración y


planificación educativa, ¿por qué es importante pensar y discutir sobre el
financiamiento de la educación superior? En primer lugar, la demanda que
existe de educación superior es mayor en los actuales momentos que en el
pasado, lo cual hace que los requerimientos financieros destinados a la
educación superior tiendan a incrementarse considerablemente; en segundo
lugar, los países están en menor capacidad de atender dichos requerimientos
dados los abultados déficits fiscales. Dicho esto, es necesario estudiar otras
fuentes de financiamiento alternativas que puedan servir como complemento al
financiamiento directo por parte del Estado.
ASIGNACION DIRECTA DEL PRESUPUESTO NACIONAL

El aporte estatal directo está fundamentado por la “rentabilidad social de la


educación” Es decir, la sociedad en general se beneficia con los frutos que
brinda la educación superior y por lo tanto los países deben intervenir en ella.
Este sistema se basa en una partida presupuestaria preestablecida, y es la
fuente de financiamiento más frecuente dentro de las instituciones de
educación superior. (González, 2000).

Los mecanismos de asignación directa generalmente se basan en alguno de


los siguientes tres criterios según González (2000).

a) Razonamiento basado en el pago por resultados; este criterio está enfocado


en el output de la educación (producción de graduados, posgraduados,
investigación, entre otros). Sin embargo, es difícil medir la eficiencia de este
sistema sin tomar en cuenta la calidad del output, es decir, pueden crearse
incentivos hacia la reducción de los estándares académicos, por ejemplo, a fin
de aumentar la cantidad de egresados.

b) Razonamiento basado en el input; la forma más popular de llevar a cabo


estas prácticas es a través de fórmulas donde se multiplica la cantidad de
admitidos por un costo unitario dado; la crítica de este sistema es que, al igual
que el anterior, si no está muy bien regulado puede generar incentivos hacia la
reducción de los estándares de calidad.

c) Finalmente se encuentra la asignación negociada de recursos; ésta se


fundamenta en un ajuste que se hace a los presupuestos recibidos en años
anteriores (benchmarking) más la fuerza negociadora de los actores relevantes,
tanto de parte de las universidades como del gobierno.

Este tipo de mecanismos permite a los gobiernos tener un alto grado de control
político dentro de las instituciones. Los incrementos sobre los presupuestos de
años anteriores son una práctica perniciosa ya que no toman en cuenta los
cambios en los costos o en la naturaleza de las actividades de la institución
(nuevos programas, más estudiantes, programas de investigación diferentes,
entre otros). Una modalidad de asignación negociada es el establecimiento de
un porcentaje fijo de los ingresos del Estado (PIB) destinados a las
instituciones; desde este mecanismo se presenta el problema de que los
ingresos no están en relación directa con las actividades específicas de las
instituciones. Como puede verse, las diferentes posiciones en materia de
financiamiento de la educación superior, las que muchas veces llevaron a que
se generaran verdaderas controversias, responden entre otros factores a las
distintas perspectivas acerca de los beneficios de la educación. Por lo tanto, así
el financiamiento de la educación superior pública y privada amerita redefinir la
orientación de políticas que enmarquen el funcionamiento de la educación
superior en un horizonte a mediano y largo plazos, ya que la marcada
dependencia económica de la universidad pública de los presupuestos
gubernamentales y de la privada de las matrículas, requiere una búsqueda de
nuevos caminos en la asignación de recursos públicos, la movilización de
recursos privados, fuentes de financiamiento y el fortalecimiento de apoyos
financieros a estudiantes como el crédito educativo, las becas y los subsidios.
(Ayala, 2010).

FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACION SUPERIOR EN AMERICA LATINA

La expansión de la educación superior en América Latina ha sido muy


significativa. El número de estudiantes pasó de menos de un millón en los
sesenta a más de doce millones en los noventa. Sin embargo, la diversidad de
los países es muy grande, pues mientras hay un país (Brasil) con más tres
millones de estudiantes, cubriendo más de la cuarta parte de la matrícula
regional; en el otro extremo, hay siete países con menos de ciento cincuenta
mil estudiantes, lo que significa que existen SNES menores a algunas
macrouniversidades de la región, como la UBA en Argentina y la UNAM en
México. Al igual que otras regiones del mundo, el panorama regional de la
educación superior en América Latina durante la década de los noventa,
experimentó en una buena parte de los países crecimiento cuantitativo y
algunos cambios en las políticas públicas del sector. En cuanto a las dinámicas
cuantitativas, se observa un incremento en los procesos de diferenciación del
sistema, que se manifiesta especialmente en un crecimiento significativo del
sector privado y del sector no universitario.
ASPECTOS FINANCIEROS

Gastos y presupuesto: El promedio de gasto público regional dedicado a


educación superior en América Latina, en relación al PIB, es de 0.87%, y no ha
variado en los últimos años. Lamentablemente no existen cifras sobre la
proporción de gasto privado en el PIB para América Latina, debido a la poca
información que suministran las instituciones de este sector, por lo tanto, se
desconoce la proporción de gasto total público y privado en el PIB. Sin
embargo, en países donde el sector privado es más elevado que el público,
puede más que duplicar la cifra de la proporción de gasto público en PIB.

FINANCIAMIEMTO EN EL SECTOR PÚBLICO

En el caso de las instituciones públicas, el modelo predominante de asignación


de recursos en la región es el “histórico-negociado”, basado en el incremento
anual de presupuestos anteriores. Pocos países toman en cuenta otros
modelos de asignación con base a criterios más sofisticados como los de
insumos, los de resultado ó los de calidad. En el modelo negociado, el de
mayor presencia en la región-

GESTIÓN FINANCIERA EN LA EDUCACIÓN

En el caso de las instituciones públicas, el modelo predominante de asignación


de recursos en la región es el “histórico-negociado”, basado en el incremento
anual de presupuestos anteriores. Pocos países toman en cuenta otros
modelos de asignación con base a criterios más sofisticados como los de
insumos, los de resultado ó los de calidad. En el modelo negociado, el de
mayor presencia en la región- además de las transferencias presupuestarias
automáticas, se utilizan también en algunos casos, mecanismos
suplementarios como los siguientes: a) recursos públicos adicionales; b)
recursos de origen privado, como aranceles de matrícula, donaciones, o
contratos de venta de servicios; y c) obtención de recursos públicos o privados
vía la cooperación internacional. El modelo negociado ha sido criticado porque
no tiene capacidad de incorporar incentivos dirigidos a mejorar eficiencia
interna ni calidad a sus actividades. Se considera que “la negociación por vía
del proceso político, tiende a imprimir a la relación entre el Estado y las
instituciones un carácter de relación de fuerza, negociación y presión
corporativas, limitando la independencia de las instituciones públicas y la
necesaria transparencia que debieran tener los procesos de apropiación de
recursos públicos”. Entre ellos, cabe mencionar el de productividad de la
investigación publicaciones, inventos, innovaciones, entre otros el cual está
presente en Argentina, Brasil, Cuba, México, Uruguay, Venezuela, y Chile.
Instituciones que apoyan actividades de investigación y postgrados tienen un
peso importante en algunos países de la región, como: CNPq y CAPES en
Brasil, COLCIENCIAS en Colombia, y FONACIT en Venezuela. (Brealey, Myers
&, Marcus. 1993).

FINANCIAMIENTO EN EL SECTOR PRIVADO

El modelo de financiamiento que prevalece en las instituciones privadas es el


de matrícula pagada por los estudiantes. Pocos países tienen créditos estatales
subsidiados, como es el caso de Colombia, Brasil, y también pocas son las
universidades privadas que tienen algunos subsidios del Estado, como en el
caso de Chile. En algunos países como Bolivia y Colombia, la Constitución
prohíbe hacer aportes a las universidades privadas. Debido a que el ingreso
generado por el cobro de matrícula que prevalece en las instituciones privadas
de la mayoría de los países no es suficiente para realizar actividades diferentes
a la simple docencia, son pocas las instituciones privadas, generalmente
corresponden a algunas católicas y seculares de élite- con postgrados y/o
carreras que implican inversiones sustantivas. En las privadas de absorción de
demanda, las mayores posibilidades financieras provienen del cobro de
matrícula, y menos frecuentemente cuentan con otras fuentes de ingreso como
donaciones (García, 2007.)

FONDOS DE FINANCIAMIENTOS Y CREDITOS EDUCATIVOS

Los fondos de financiamiento o créditos educativos, en términos generales, han


sido pensados para que estudiantes de menores recursos puedan tener acceso
a la educación superior. El problema de la equidad en la educación superior en
la región, se agrava cada más, a medida que la expansión del sector público
tiende a estabilizarse, y el sector privado a extenderse. Por ello que las becas y
los créditos son importantes para garantizar la manutención de estudiantes de
bajos recursos, en los casos que asistan a instituciones gratuitas, y para el
pago de matrícula y manutención, en los casos de estudiantes que asistan a
instituciones con pago de matrícula. Una de las principales fuentes de
financiación es icetex en Colombia con casi 60 millones de dólares, Otras
organizaciones que ofrecen préstamos son: entre las públicas: PRONABES
(México), FONABEC (México); PROINABEC (Perú), IECE (Ecuador), CONAPE
(Costa Rica), FUNDACHACUCHO (Venezuela); entre las privadas: FODESEP
(Colombia), FUNDAPRO (Bolivia), FUNDAPEC (República Dominicana),
DIFOME, Guatemala, EDUCREDITO (Honduras y Venezuela).

CASOS REGIONALES

Financiación educación superior en Panamá

Financiar la educación no es fácil, pues es tarea de todos aportar para ello, lo


que nos da una idea más o menos clara de cómo el gobierno hace para llevar a
cabo el financiamiento de la educación. Los recursos con los cuales se financia
la educación en Panamá, son captados prácticamente en su totalidad por el
gobierno central para servicios personales, servicios básicos e inversión.

Financiamiento de la educación superior en Colombia

El financiamiento de la universidad pública en Colombia se da a través de


mecanismos dirigidos a la oferta y de subsidios a la demanda. Entre los
mecanismos de oferta se cuentan los aportes directos de la Nación y las
entidades territoriales, la generación de recursos propios que cada institución
consigue en el ejercicio de sus labores misionales de formación, extensión e
investigación, los recursos provenientes de estampillas pro universidad, el
apoyo de Colciencias a los proyectos de las universidades y los proyectos de
fomento dirigidos desde el Ministerio de Educación Nacional.

Financiamiento a la oferta: Para abordar el tema de la financiación de la


Universidad pública en Colombia es necesario remitirse a la Ley 30 de 1992,
por medio de la cual se organizó el servicio público de la Educación Superior
en el país. Esta Ley en su artículo 86 estableció que: “Los presupuestos de las
universidades nacionales, departamentales y municipales estarán constituidos
por aportes del Presupuesto Nacional para funcionamiento e inversión, por los
aportes de los entes territoriales y por los recursos y rentas propias de cada
institución.

Financiamiento a la demanda: En cuanto a las estrategias de financiamiento a


la demanda se destacan los recursos para garantizar el ingreso de los
egresados de la educación media y la permanencia de los estudiantes en la
educación superior. Las dos estrategias fundamentales de este proyecto son el
crédito educativo ofrecido por el ICETEX en sus diferentes modalidades y el
otorgamiento de subsidios de sostenimiento para la permanencia de los
estudiantes en el sistema.

CONCLUSIÓN

A pesar de que las instituciones de educación superior no son por su


naturaleza organismos diseñados para generar ingresos (dado el gran aporte
social que ellas brindan), es una realidad que los países están en menor
capacidad financiera para soportarla. Dicha incapacidad financiera no se
vislumbra que se solucione en el corto o mediano plazo, por lo cual las
instituciones de educación superior están en la obligación de diseñar
mecanismos alternativos de financiamiento.

En muchos países el acceso a la educación superior está consagrado en la


Constitución, por lo tanto es importante tener en cuenta que, indistintamente de
la modalidad que se adopte para el financiamiento total o parcial de la
educación superior, es necesario contar con mecanismos de ayuda al
incapacitado económico asegurando de esta manera que nadie pueda dejar de
tener acceso a la educación superior por falta de recursos.

Es importante que se siga contribuyendo a la ejecución de entidades como vías


alternativas mediante las cuales las universidades pueden aumentar sus
recursos para el financiamiento de la educación.
BIBLIOGRAFIA

Ayala Castro, M. V. (2010). Financiamiento de le educación superior en


Colombia reflexiones para un futuro. Revista de la Educación Superior, Vol.
139(Nro. 156). Obtenido de http://www.scielo.org.mx/
scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-27602010000400006

Brealey, R. A., Myers, S. C., Marcus, A.J. (1996). Fundamentos de Finan zas
Corporativas. Madrid: Mc Graw Hill.

Garcia Guadilla, C. (2007). Financiamiento de la educación superior en


America Latina. Sociologías (Nro. 17), 50-101. Obtenido de http://
www.scielo.br/pdf/soc/n17/a04n17

Gestión financiera en la educación. Maestría en administración y planificación


educativa. Universidad metropolitana de Educación, Ciencia y tecnología. PDF
Disponible en:
file:///C:/Users/lenovo0/Desktop/MAESTRIA/4_Material_de_Estudio_LIBRO_cur
so_GESTION_FINANCIERA.pdf

González, M. (2000). Financiamiento de la Educación Superior. Una


Introducción. Estudios Gerenciales, Vol. 16(Nro. 74). Obtenido de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-
59232000000100003.

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