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Ensayo: Semana del administrador financiero

Carolina Ortiz Andrade

Administración financiera- Semestre B 2020

Como estudiantes de administración financiera, las finanzas personales deben ser un


aspecto fundamental en nuestra vida. Poder aplicar lo que aprendemos en la universidad a
nuestra vida diaria se convierte en un reto importante. Las finanzas personales son un valor
agregado relacionado con el bienestar de la persona, así lo plantea la economía (Figueroa,
2009). Por lo tanto, todas las personas deberían tener acceso a la educación financiera. En
el caso de los estudiantes de administración financiera parece una regla que los
conocimientos adquiridos sobre ahorro, control de gastos, planeación, entre otros puedan
ser aplicados en primer momento en nuestra economía familiar, antes que en la empresa
que podamos emprender o la empresa donde se llegue a laborar.

En primer lugar me quiero referir al ahorro. Hablar del ahorro no significa gastar menos, se
trata de saber cómo gastar el dinero. En la vida diaria se tienen gastos personales o
familiares, estos son llamados gastos fijos. Generalmente sobre estos gastos no se lleva
un control o un proceso que permita hacer análisis y tomar decisiones asertivas o correctas
sobre las prioridades en el hogar. (Reus, N y Reus, T, 2016) Sin embargo, es muy
importante adquirir el hábito de establecer metas reales de gastos y ahorro, llevar un control
y registro de los ingresos permite visualizar mejor como gastamos el dinero. Para lograr
esto es necesario incluir la planeación estratégica en la economía personal.

Las decisiones financieras que toman los individuos no son completamente racionales pues
se ven influenciadas por aspectos contextuales: entorno, emociones, cultura, publicidad
entre otros. (Carangui, Garbay y Valencia, 2017). Por lo tanto, debemos crear consciencia
de cómo influyen estos factores en nuestra vida financiera. Para poder planear de mejor
manera nuestras acciones, si estamos haciendo compras racionales, cuales son los gastos
fijos, si tenemos gastos innecesarios, que gastos se pueden suprimir, cuánto dinero
podemos ahorrar.

La planeación financiera inicia entonces por hacer un diagnóstico o identificación de


nuestros ingresos y gastos mensuales. Luego se deben trazar metas de lo que queremos
lograr, con tiempos y plazos. Existen metas a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo: la
meta es ahorrar para un viaje, para pagar el semestre, hacer una inversión. Lo primero que
debemos hacer es analizar nuestros ingresos y gastos, determinar en donde se puede
hacer mejor uso de los recursos y trazar la meta de ahorro. Para esto existen diferentes
maneras. Una de ellas es a través de entidades financieras. Que motivan el ahorro a través
de planes de ahorro programado, dando algunos incentivos en intereses u otros beneficios
al ahorrador. También existen cooperativas de ahorro que manejan una dinámica parecida
y esta el clásico ahorro en el marranito. Ponga en marcha su plan financiero y haga
seguimiento al cumplimiento de sus metas periódicamente. Si es necesario siempre se
puede reformular la meta o el plazo para lograr el objetivo. Otra parte muy importante es
ser constante, controlar los impulsos y no desanimarse.

Adquirir una cultura de ahorro es importante, ya que el ahorro es un soporte financiero. Que
sirve para imprevistos urgentes, pero también nos garantizan tener una vida más
organizada, adquirir bienes y servicios que mejoren nuestra calidad de vida. No es
recomendable tener un alto nivel de endeudamiento en bienes que no generan utilidades a
mediano o largo plazo. Por ejemplo: adquirir constantes créditos para ropa, comprar con la
tarjeta de crédito a muchas cuotas, lo que nos está generando es un sobre endeudamiento,
que favorece a los bancos. Pero no favorece nuestras finanzas personales. Pero eso,
debemos concentrarnos en no adquirir este tipo de deudas, y ahorrar lo que se pueda.
Cuando tengamos un hábito de ahorro y un capital que nos permita realizar algún tipo de
inversión debemos iniciar por aquellas inversiones de bajo riesgo: por ejemplo CDT´S. a
largo plazo ya se podría pensar en inversiones de riesgo. Donde se obtienen mayores
ganancias, pero los riesgos de pérdidas son también mayores (Figueroa, 2009).

Referencias bibliográficas.

Carangui, Garbay y Valencia, (2017). Finanzas personales: la influencia de la edad en la


toma de decisiones financieras. Revista Killkana Sociales. Vol. 1, No. 3, pp. 81-88

Figueroa, O. (2009). Las finanzas personales. Revista Escuela de Administración


de Negocios. No 65, pp. 123-144
Reus, N y Reus, T, (2016). El ahorro y control financiero en Estudiantes del área
económicoadministrativa de la región altos sur de Jalisco, México. Revista Global de
Negocios. Vol. 4, No. 5, pp. 85-96

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