Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Caso de Phineas Gage PDF
Caso de Phineas Gage PDF
historica de la neurobiología
Fabián A. Molina
nía un detonador, y, finalmente, lo tapaba con naje, Harlow, ascendió en un primer momen-
arena y la aplastaba con una pesada barra de to la cabeza respecto al cuerpo para luego
metal. Ese día, Phineas, un poco descuidado elevarla para detener el profuso sangrado.
al parecer, olvidó echar la arena antes de pre- En las semanas que siguieron al acciden-
sionar con la barra, por lo que al hacerlo hubo te, la atención médica tuvo como objetivo pri-
una chispa que hizo reaccionar a la pólvora, mordial tratar la infección presente en la re-
provocando su estallido. Esta explosión, increí- gión lesionada. Harlow, basándose en los prin-
blemente, logró que la barra de 6 kilos, un metro cipios de antisepsia, higiene y mejoramiento
de largo y 3 cm. de diámetro, saliera dispara- del mal estado general de principios del siglo
da a 30 metros de distancia. Pero no fue todo, XIX, indicó y aplicó diversas sustancias emé-
la barra atravesó el cráneo del joven. Entró ticas y catárticas (cólquico, ruibarbo y cloru-
por la mejilla izquierda y salió por la parte su- ro de mercurio, entre otros), para "limpiar" su
perior del cráneo, atravesando los dos lóbulos organismo de lo que origina la inflamación y
frontales28,31. además lavar la herida.
Sorprendentemente, el capataz, no sólo El 18 de noviembre de 1848, 65 días des-
sobrevivió al accidente, sino que se mantuvo pués del accidente, Gage mostró evidentes
consciente en todo momento. La crónica de signos de mejoría. No sólo caminaba por la
la época relata incluso, que habló a los pocos casa, sino que, salía a la plaza del pueblo (cosa
minutos, un periódico local destaca la frase que no podía ser impedido por sus amigos, dado
"si habló como si no tuviera un agujero en el obstinamiento y enojo que presentaba si se
su cabeza". Sus hombres lo llevaron hasta el lo contradecía que podría terminar en un epi-
hotel del Sr. Joseph Adams en Cavendish, en sodio de violencia). Harlow lo visitó por últi-
una diligencia de bueyes. Bajó sin ayuda y se ma vez en abril de 1849, observando que se
sentó en la entrada del lugar, consciente (en hallaba en un buen estado de salud19.
todo momento) y era capaz de relatar a los Transcurrirán más de 17 años, hasta que
presentes las circunstancias del asombroso John Harlow, en 1866, vuelva a tener noticias
incidente. de Gage y pueda recordar los hechos acaeci-
El doctor Edward Higginson Williams fue dos en la primavera de 1848 y reconstruirlos
el primer médico en llegar. Gage le recibió hasta la muerte del ya maduro Phineas.
sentado en una silla: Según la información aportada a Harlow
"Doctor, aquí hay trabajo para usted" por la madre de Gage, Phineas vivió y trabajó
Una hora después, el doctor John Martyn durante 8 años en Valparaíso (Chile), hasta
Harlow llega a asistir a Gage, allí es donde que en junio de 1859 decide volver a Estados
comienza una de las relaciones médico-pa- Unidos, concretamente a la ciudad de San
ciente más famosa del mundo de la medicina. Francisco.
Comencemos por lo básico: Harlow, pro- En febrero de 1860 Gage sufre la que
porcionó la atención médica que permitiría que parece ser la primera de una serie de crisis
Gage sobreviviese al accidente. En un primer comiciales que llevaría a que, el 21 de mayo
momento, el objetivo fue detener la abundan- de 1860 una de estas crisis acabará con su
te hemorragia, causada por el paso de la ba- vida.
rra de hierro, y eliminar los fragmentos óseos Para recapitular, toda esta información fue
alojados en la herida. Para favorecer el dre- vertida en tres momentos diferentes por el
doctor Harlow. En una primera oportunidad, donde se hace referencia a los cambios con-
a mediados de noviembre de 1848, es una carta ductuales de Gage.
dirigida al editor del Boston Medical and El investigador García-Molina, en su tra-
Surgical Journal, en la cual describe las cir- bajo "Phineas Gage y el enigma del córtex
cunstancias del accidente y el tratamiento prefrontal" de marzo del 2010, explica lo si-
médico proporcionado a Gage31. Dos meses guiente:
después, en enero de 1849, encontramos en El médico inglés David Ferrier (1843-
esta misma revista una breve reseña, de ape- 1928), influenciado por los trabajos de Fritsch
nas 5 líneas, en la que se indica que el pacien- y Hitzing (los cuales en su 1870 publicaron su
te está mejorando tanto a nivel físico como estudio titulado "Sobre la excitabilidad eléctri-
mental. ca del cerebro"), inicia en 1873 una explora-
Por último, más de 20 años después, Har- ción sistemática del córtex cerebral en dife-
low, el miércoles 3 de junio de 1868 presenta rentes vertebrados, con el objetivo de ratifi-
el caso en la reunión anual de la Massachu- car las hipótesis sobre localización cortical de
setts Medical Society bajo el título "Reco- su compañero John Hughlings Jackson.
very from the passage of an iron bar through El 15 de marzo de 1878, Ferrier presenta
the head". Allí, describe el accidente y sus cir- en el marco de las Gulstonian Lectures, im-
cunstancias, el tratamiento médico proporcio- pulsadas por el Royal Collage of Physicians,
nado al paciente y la posterior recuperación. su conocida exposición The localization of
Asimismo, detalla información sobre la vida cerebral deseases"17. En esta presentación,
de Gage tras el accidente y hasta el momento David Ferrier, plantea sus ideas sobre la rela-
de su muerte. En esta ponencia Harlow na- ción entre áreas corticales específicas y fun-
rra, por primera vez, los cambios de compor- ciones concretas, así como la aplicabilidad de
tamiento que Gage presenta tras el acciden- los resultados obtenidos en la experimenta-
te: ción animal en el diagnóstico y tratamiento de
"El equilibrio entre sus facultades inte- pacientes neurológicos.
lectuales y sus instintos animales parece En la sección "Lesions of the frontal lo-
haber sido destruido. Él es irregular, irre- bes", Ferrier utiliza el caso de Phineas Gage
verente, entregándose en ocasiones a la para ilustrar la sintomatología derivada de le-
blasfemia más grosera (…), manifestando siones en esta región cerebral. No obstante,
muy poco respeto por sus compañeros, in- en esta ocasión, señala que Gage presenta
capaz de contenerse cuando entra en con- alteraciones conductuales como consecuen-
flicto con sus deseos, en ocasiones perti- cia de las lesiones sufridas tras el accidente.
nazmente obstinado, pero caprichoso y De tal forma, las descripciones de Phineas
vacilante, ideando muchos planes de futu- Gage realizadas por Harlow en 1848 y por
ro, que son abandonados antes de ser eje- Bigelow en 1850 serán utilizadas como ejem-
cutados por otros que parecen más facti- plo de la escasa importancia funcional de esta
bles" 29. región cerebral. El "rescate"de Phineas Gage
La ponencia es acogida favorablemente, por parte de David Ferrier recién en 1870
publicándose ese mismo año en Publications ayudará a cambiar esta perspectiva al rela-
of the Massachusetts Medical Society. Sien- cionar el daño prefontal con cambios de
do esta, la tercera publicación, y la única en conducta.
LOBULO FRONTAL
Se observa en este esquema comparativo la ubicación del orificio de entrada de la barreta que afecta tanto la fosa
cerebral anterior como la media, las cuales alojan el lobulo Frontal y Temporal respectivamente.
En este grafico se observa la ubicacion en la cara ventral del encefalo del ingreso de la barreta, comprometiendo
el Lbulo Frontal y Lobulo Temporal.
cerebral anterior y media por un orificio irre- En resumen las áreas lesionadas de interés
gular en el tercio medio del borde posterior neurobiológico son las siguientes:
del ala menor del esfenoides que toma parte 1° ° Corteza Orbitaria Anterior (Contusión
del ala mayor (Fosa cerebral media) y parte + Pérdida de sustancia)
del ala menor (Fosa cerebral anterior), no se 2° Corteza Orbitaria Posterior (Pérdida de
puede distinguir la sutura esfeno-frontal para sustancia + Contusión)
confirmar si existe daño de la porción orbita- 3° Corteza Orbitaria Externa (Pérdida de
ria del hueso frontal, aunque dadas las distan- sustancia + Contusión)
cias parece haber sido afectada. 4° Corteza Basal latero polar Temporal
Proyectando desde este agujero en la base (Pérdida de sustancia + Contusión)
del cráneo hacia el oricio de salida en la calo- 5° Tercio anterior de la Circunvolución
ta craneal, el trayecto rectilíneo de la barra es Frontal Superior, Área 10 (Contusión + Pér-
hacia atrás y hacia adentro, emergiendo unos dida de sustancia)
centímetros por delante de la sutura coronal y 6° Corteza Prelímbica dorsal (Contusión)
casi llegando a la línea media.
Esta zona descripta por Harlow, sin hueso
frontal, mediría aproximadamente 2,5 cm. de 3-Neurobiologia de las áreas dañadas
diámetro, estaría ubicada a modo de una fon-
tanela anterior, donde este autor refiere el la- 1° Lesión de la Corteza Orbitaria
tir trasmitido del cerebro. Y por delante de Anterior
esta especie de craniectomía se encuentra el Las lesiones de las cortezas orbitarias,
fragmento que se había elevado y fue recolo- fueron reportadas en varios casos en la lite-
cado, osificado como craneotomía frontal ratura mundial, el inconveniente es que, casi
medial de 3 cm. de forma cuadrangular. nunca eran lesiones aisladas o circunscriptas,
Esta proyección muestra un trayecto in- o no se describía la posible sintomatología que
tracerebral, cuyo ingreso toma la corteza or- esta causaba.
bitaria posterior y anterior, parte interna de la David Ferrier (el mencionado anteriormen-
corteza orbitaria externa y el polo temporal, te), fisiólogo escocés, quien había realizado
pasando entre las fibras del fórceps menor y experimentos en monos a los cuales les extir-
por último, emergiendo en la cara externa de paba el lóbulo frontal, se interesó por el caso
la región dorsal, zona 10 del área de Broodd- de Phineas Gage. Donde concluyó que la le-
man. sión había perdonado los centros motores y
Pero, tanto como el trayecto, es importan- del lenguaje. Pero habría provocado los gran-
te el tamaño del sedal dejado por el paso de la des cambios en la personalidad de Gage, a los
barra, asumiendo que la barra tiene un diá- que llamó degradación mental17.
metro de 3 cm., su halo contusivo sería de 1 a En 1888, la investigadora suiza, Leonora
2 cm., alrededor del trayecto atravesado, lo Welt, publica su tesis, en la que realiza un aná-
cual haría que la destrucción o daño cerebral lisis de 12 casos entre los cuales se encontra-
se amplía a tal punto que abarcase parte de la ba el caso de Phineas Gage y otros casos
región orbitaria interna y la corteza prelímbi- analizados por Ferrier75. En estos 12 casos se
ca dorsal. observaba, un particular trastorno del carác-
ter, unido a una amplia y grave lesión del ló- tuaciones de subordinación que se expresaban
bulo frontal. en rebeldía y provocación).
Luego, el maestro Karl Kleist, tomando Por ello, Kleist pensaba y así lo sostenía,
como fundamento el trabajo de Welt, propone que los psicópatas antisociales debían ser su-
la idea de que el lóbulo orbitario está vincula- jetos con defectos en el cerebro orbitario. Por
do al comportamiento ético social del hombre su parte Spatz señala que Grunthal y Cosak
a lo que denomina "Yo Social". se han ocupado de estas alteraciones, indi-
En 1931 apareció la 6ta. Comunicación de cando qué difícil es diferenciar estos estados
Kleist: "Los trastornos del funcionalismo del de los psicópatas cuando no se conoce la per-
yo y su localización en el cerebro orbitario, el sonalidad pre-mórbida56, 65.
rinencéfalo y el diencéfalo"37. En esta, el pres- Lo esencial acá es, nuevamente, la trans-
tigioso autor alemán realiza una clasificación formación de la personalidad y, desde el pun-
estrictamente macroanatómica, del lóbulo fron- to de vista intelectual, una disminución de la
tal, donde diferencia tres áreas: el lóbulo frontal capacidad de valoración sin una necesaria al-
en sentido estricto, el cerebro orbitario y la teración de la memoria y de la comprensión,
región olfatoria. es decir, una alteración de las más elevadas
Para Kleist, el yo, se hallaba constituido producciones psíquicas. En tanto, Kleist cita-
por varios niveles: los estratos inferiores co- do por Spatz señala que "del lóbulo orbitario y
rresponden al yo instintivo y el yo emocional; sus fascículos de unión dependen probable-
los niveles intermedios por el yo corporal y mente también la vivencia propia de la volun-
sus respectivas sensaciones internas, y por tad, como, asimismo, los recuerdos persona-
último El rango superior del yo estaba com- les y talentos. Esto es la unidad de la perso-
prendido por el carácter y las propiedades nalidad y la libertad, o sea, la propia determi-
personales del yo esencial (yo personal). En nación de la voluntad"56, 65.
este extremo superior también se encontraba Este investigador se basó en observacio-
–según Kleist– aquello en lo que se apoya la nes de heridas de guerra y en encefalopatías
conducta humana, los sentimientos morales focales. En sus estudios correlaciona las le-
alojados en el yo social además de, el yo me- siones con sus manifestaciones y establece la
tafísico, religioso, universal –la inscripción presencia de defectos en los sentimientos
consciente del yo en el ámbito universal56, 60. morales. En el aspecto pragmático describe
Kleist consideraba que los circuitos fun- defectos de adaptabilidad y de subordinación.
cionales del yo se encontraban en el cerebro Menciona rebeldía e instigación con (algunas
orbitario, así como también en las circunvolu- veces) manifestaciones de antisocialidad,
ciones del cuerpo calloso y la retroesplenial. acompañadas de impulsividad e irascibilidad.
Así comenta que, las lesiones en el cerebro En 1937, H. Spatz estudia la "corteza ba-
orbitario se exteriorizaban en cambios con- sal", que describe como constituida por la zona
ductuales con graves defectos en los senti- orbitaria del lóbulo frontal, el polo temporal y
mientos morales –robos, hurtos, situaciones la zona de transición de éste hacia la convexi-
de mendicidad-, a éstos se le sumaban tras- dad. Basa su estudio en la enfermedad de
tornos en la esfera pragmática (tales como Pick, ubicada dentro del extenso grupo de las
impulsividad, dificultades para adaptarse a si- enfermedades herododegenerativas y la indi-
Corteza Orbitaria
Posterior
Corteza Temporal
baso-latero-polar
Este grafico muestra la corteza basal de Spatz, areas dañadas por el pasaje de la barreta
posterior, corteza orbitaria posterior a estas dos o positivos. Definiendo como valor a "una vi-
áreas juntas en distintas publicaciones se las vencia conformada por la asociación cogni-
llama corteza ventromedial, la región externa tivo-afectiva con capacidad de modular la
se llama corteza orbitaria externa. conducta, existiendo algunos genéticamente
De esta manera evitamos errores de com- determinados y otros aprendidos durante el
prensión, todo aquel que tenga dudas se debe desarrollo".
guiar por el grafico. Estas moduladores conductuales son para
El área orbitaria anterior es filogenética- la neurobiología sólo eso, circuitos con capa-
mente mas nueva que la posterior, y forma cidad moduladora de una conducta.
parte de la llamada corteza ventral de Spatz o Por supuesto que esta modulación se pue-
del cerebro pragmático de Goldar. Aquí se de ejercer desde la ética, desde la cultura o
asociarían los conceptos o imágenes o com- desde lo sociabilidad, o, incluso, desde la falta
ponentes cognitivos de los valores en el mar- de las mismas. En esta teoría se aclara prin-
co de la teoría de los valores20, 22. cipalmente que no se está describiendo un
Esta teoría propone que la conducta esta origen de la ética o de la moral, sino específi-
modulada desde dos tipos de valores, unos camente de una conducta y sus moduladores.
inhibitorios o negativos y otros estimulatorios
Las emociones inhibitorias son principal- frontal, y queda conformado un circuito que
mente el asco, la vergüenza, la culpa, el mie- se activa desde una cognición o desde una
do o el terror, son todas forma anunciar un emoción y modula la conducta a través de la
peligro, biológico, personal o social. Las áreas estimulación o inhibición del área premotora.
que producirían estas emociones serian la Pero estos supuestos circuitos que se for-
corteza orbitaria posterior y la cara basal tem- man con el aprendizaje, no son los únicos.
poral, con su asociación reciproca con la amíg- Existen también circuitos preformados, deter-
dala. minados genéticamente, que se fundamentan
Estas emociones son el componente emo- en los miedos genéticos. Por ejemplo, mie-
cional del valor al que se asocia con el com- do a las arañas, la oscuridad, o dañarse a sí
ponente cognitivo, en las áreas orbitarias an- mismo, o dañar a un individuo de la misma
terior y polo temporal anterior, ambas áreas especie, descuidar a la cría, etcétera
filogenéticamente mas nuevas. Estas últimas Coma vemos existen circuitos relaciona-
reciben una aferencia directa desde las áreas das con conductas biológicas, psicológicas o
multimodales posteriores y de la corteza dor- individuales y comunitarias o sociales. Así en
sal frontal lateral, que aporta el componente este interjuego de determinismo biológico y
cognitivo del valor. aprendizaje, se conforma una escala valorati-
El funcionamiento es el siguiente: tanto un va positiva y negativa. La negativa alojada en
pensamiento o una idea (como una imagen o la corteza basal de Spatz o ventral pragmáti-
sonido) son producto de un estímulo externo ca de Goldar y una positiva alojada en la cor-
o interno, este mismo estimulo activa una teza prelímbica.
emoción, la emoción desde su origen en el tron- El daño de una lleva al predomino de otra
co del encéfalo hasta el tálamo se conforman y a la falta de modulación con la activación
como emociones en las regiones amigadlo- directa de la conducta sin la valoración, que
temporal o hipotálamo-preóptico-orbitaria, o es lo que se observa en la conducta de los
hipotálamo-septo-prelímbicas y Acumbens- llamados pacientes orbitarios.
prelímbicas, siendo las dos primeras inhibito- Como vemos el daño provocado en el caso
rias y las ultimas estimulatorias Gage (del cuál trata este artículo) afecta casi
Las áreas subcorticales mencionadas lle- en su totalidad a las áreas de este circuito
gan a la corteza temporal polar y orbitaria valorativo y la conducta que observaremos
posterior (aquellas que son inhibitorias) y a la será por falta de modulación o una alteración
corteza prelímbica ventral (aquellas que son en la misma.
estimulatorias). En resumen, el accidente provoca la des-
Desde la corteza orbitaria posterior, llegan trucción de la corteza orbitaria anterior izquier-
a la corteza orbitaria anterior y a la temporal da y corteza polar temporal homolateral, con
polar, para conformar los valores inhibitorios. su correspondiente alteración al control valo-
Y, desde la corteza prelímbica ventral a la rativo inhibitorio de la conducta.
corteza prelímbica dorsal, para conformar los
valores estimulatorios. 2° Corteza orbitaria posterior
En estas áreas se combinan la emoción El daño por el trayecto y, por el ingreso y
con la cognición, llegando esta última a través salida de la barra, debe haber sido probable-
de la aferencia desde corteza dorsal/lateral
gado las áreas contusivas como se observa el frontal superior como se observa en las figura
figura 6, el límite profundo de las cortezas pre- 5 (además, es posible suponer que también
límbicas principalmente la dorsal está afecta- parte del ares 45 y 47 se hayan visto compro-
da, pero no se encuentra destruida, así po- metidas).
dríamos decir que es una corteza desaferen- Las áreas 9 y 10 estarían relacionadas con
tizada parcialmente. el denominado "Atrieb" o impulso iniciador. Es
de suponer que al quedar fuera del control
4° Corteza frontal dorsal externa, áreas 9 valorativo o cognitivo, todo estimulo lo encien-
y 10 de siendo una explicación de las conductas
El trayecto que hemos descripto según pseudo-maníacas de Gage.
nuestras evaluaciones y comparaciones con
otros trabajos, nos lleva a proponer la salida 5° Corteza polar basal lateral temporal
de la barreta por la superficie externa, dorsal El lóbulo temporal es una de las porciones
y anterior, tomando en cuenta las dispersio- del encéfalo sobre la cual más estudios se
nes de detritus, es probable que el hemisferio realizaron, iniciados por la comprensión de que
derecho también haya sido sufrido contusio- la corteza no era un manto para cubrir a los
nes en la región medial de las áreas 9 y 10. ventrículos y ganglios de la base.
Sin embargo, la pérdida de sustancia ocu- La historia comienza con la magnífica des-
rre principalmente en la región dorsal afectan- cripción de L. P. Gratiollet en sus obras de las
do a las áreas 9 y 10 de las circunvolución circunvoluciones cerebrales: "Mémoires sur
les plis cerebraux de l’homme et des prima- ya autores como Christofredo Jakob y J. C.
tes" (1854) y "Anatomie comparée du systè- Goldar habían descripto anteriormente.
me nerveux" en 1857 (además de Eduard Hi- Tal cual como le sucedió a Jakob, con la
tzing, Paul Broca, Karl Wernicke, Gustav Gall, descripción del anillo límbico en 1911, y el
David Ferrier y Eleonora Welt, entre otros, conocimiento mundial del término sistema lím-
en el siglo XIX). bico y emociones, a partir del trabajo de Ja-
Ingresemos en el siglo XX. Los cirujanos, mes Papez en 1937, le sucede a Goldar y su
específicamente los neurocirujanos, por las concepción del cerebro, al reconocimiento
experiencias en los enfrentamientos bélicos y mundial de la interacción de las emociones y
las neurocirugías funcionales, conocen mejor la cognición a partir de Damasio.
las consecuencias del daño en las cortezas Creo, que estos ejemplos deben enseñar-
cerebrales, y su relación con el comportamien- nos a cuidar a nuestros investigadores. Sin
to del ser humano. embargo, la ciencia no es justa, es verdadera,
Pero, los neuropsiquiatras de comienzo de y en el año 2008 Lazaros C. Triarhou conme-
siglo, continuaron y continúan, manteniendo moró el centenario del descubrimiento del
la a escuela científica Germano-Argentina. cerebro visceral, por Jakob ("Centenary of
Investigadores de la talla de Alzheimer, Pick, Christofredo Jakob’s discovery of the visce-
Kraepelin, Welt, Wernicke, Kleist, y, en nues- ral brain", Neuroscience & Biobehav. Reviews
tro país, Christofredo Jacob, Braulio Moyano, 5 pp. 984- 1000, 200832). Y puntualizó en esa
Diego Outes y Juan Carlos Goldar (estos dos contribución de la escuela neurobiológica ar-
últimos más recientemente). gentino-germana una desatendida preceden-
Goldar y Outes, quedaron como los últi- cia en neurobiología de los afectos ("an un-
mos soldados romanos en el muro de Adria- heeded precedence in affective neuroscien-
no, resistiendo el ataque de los bárbaros. Ellos ce").
sostuvieron la llama del estudio del cerebro y Así Hugo Spatz en 1937 publica "Sobre la
la observación del paciente para entender el significación de la corteza basal" y, como bien
funcionamiento cerebral. Además, permiten aclara en su libro "Anatomía de la mente" J.
hoy, donde nuevamente se regresa al método C. Goldar, aquí Spatz refiere que, tanto la cor-
científico y, por supuesto, al cerebro para en- teza basal o ventral del lóbulo orbitario como
tender y explicar la conducta, entender que el la del lóbulo temporal, son una unidad funcio-
humano es una entidad bio-psico-social y en nal (esto lo hace en el marco de sus estudio
cada una de estas instancias se debe estudiar sobre la enfermedad de Pick, y las alteracio-
la asociación cognición-emoción como base nes conductuales).
fundamental para entender los rendimientos La mielogenesis muestra que el polo tem-
humanos. poral y su porción basal, la cual corresponden
Los trabajos de Wilder Graves Penfield, al área 38 son filogenéticamente nuevas y de
Joseph LeDoux, Antonio Damasio y el des- la misma época que la corteza orbitaria ante-
cubrimiento de las neuronas en espejo por rior y prelímbica ventral. Además que esta
Marco Iacobinni y col.. Permiten confirmar y porción formaría un módulo funcional único
hacer mundialmente famosas la mayoría de con los núcleos de la amígdala mas nuevos
las concepciones científicas del cerebro que relacionados con conductas sociales.
Es posible observar esto en las experien- los valores preventivos. La falta de estos es lo
cias de Heinrich Kluver y Paul Bucy, publica- que permite al enfermo comer su propia ma-
das en Arch Neurol Psychiatry (1939), donde teria fecal o cigarrillos, o actuar en forma to-
se realizaron lobectomías y polectomias a talmente peligrosa, psicológica o socialmen-
chimpancés. Ocurrió lo que ellos llamaron te, lo cual será observado por la sociedad como
"ceguera emocional" y que, luego, Geschwing antisocial o transgresor, es decir dejar emer-
interpretará como una desconexión visuo-lím- ger las más groseras y bajas pasiones. En tér-
bica, más la hipersexualidad y desconocimien- minos del siglo XIX o en las palabras de Har-
tos de los códigos sociales. low:
La función de la porción polar y ventral "…El equilibrio entre sus facultades in-
del lóbulo temporal, es la de asociar las emo- telectuales y sus instintos animales parece
ciones inhibitorias relacionadas con el peligro haber sido destruido…"
biológico y del individuo. Como pueden ser el Y así fue, el equilibrio entre la lógica y las
terror, el miedo a la muerte, el miedo al casti- emociones se destruyó, es decir la zona don-
go corporal, las cuales son básicamente emo- de confluyen y se asocian la cognición y la
ciones de alarma, en cualquiera de los esta- emoción ya no existe, y no hay control o adap-
mentos biológicos, psicológicos o sociales. tación conductual, se han perdido los valores.
En base a esto, Goldar describe el polo tem-
poral, con el asentamiento de lo que él llama
Corteza Temporal
baso-latero -polar
Cisura de Silvio
del Dr. John M. Harlow, durante la recupera- tors, who regarded him as the most efficient
ción, y el relato de la madre y el cuñado de and capable foreman in their employ previo-
Gage al médico cuando se pone en contacto us to his injury, considered the change in his
17 años después. mind so marked that they could not give him
Todo lo demás son conjeturas o folklore his place again. The equilibrium or balance,
sobre "el famoso Phineas Gage". De su esta- so to speak, between his intellectual faculties
día en el país vecino de Chile, no hay regis- and animal propensities, seems to have been
tros, aunque se debe realizar aún una búsque- destroyed. He is fitful, irreverent, indulging
da más exhaustiva debido a que siempre fue- at times in the grossest profanity (which was
ron hechas desde el lado criminal, buscando not previously his custom), manifesting but
solo registros policiales. little deference for his fellows, impatient of
Mi colega Chilena Elizabeth León Mayer restraint or advice when it conflicts with his
realizo una búsqueda sobre la vida de Gage desires, at times pertinaciously obstinate, yet
en el país vecino. Primero hay que recordar capricious and vacillating, devising many
que en esa época las ciudades de Valparaíso plans of future operation, which are no soo-
y Santiago tenían suburbios donde habitaban ner arranged than they are abandoned in turn
todo tipo de personajes y delincuentes de todo for others appearing more feasible. A child
el mundo, y probablemente Gage, aunque ex- in his intellectual capacity and manifestatio-
traño en aspecto y conducta seria un diferen- ns, he has the animal passions of a strong
te mas entre otros diferentes. man. Previous to his injury, though untrai-
Las actividades de estos inmigrantes no ned in the schools, he possessed a well-ba-
se registraban mas ella de cometer un delito lanced mind, and was looked upon by those
grave, en la zona urbanizada de las ciudades, who knew him as a shrewd, smart business
Es por esta razón como bien dice León Ma- man, very energetic and persistent in execu-
yer que será muy difícil hallar testimonio de la ting all his plans of operation. In this regard
vida de Gage en Chile his mind was radically changed, so decide-
La siguiente es la descripción que realiza dly that his friends and acquaintances said
Harlow en su trabajo presentado en "Mas- he was ’no longer Gage’. His mother, a most
sachusetts Medical Society", el 3 Junio de 1868, excellent lady, now seventy years of age, in-
y que luego es tomada por Ferrier en su des- forms me that Phineas was accustomed to
cripción sobre el funcionamiento del lóbulo entertain his little nephews and nieces with
frontal, el 15 de marzo de 1878, en el marco the most fabulous recitals of his wonderful
de las Gulstonian Lectures, impulsadas por el feats and hair-breadth escapes, without any
Royal Collage of Physicians, en su conocida foundation except in his fancy. He conceived
ponencia "The localization of cerebral desea- a great fondness for pets and souvenirs, es-
ses" pecially for children, horses and dogs - only
"His physical health is good, and I am exceeded by his attachment for his tamping
inclined to say that he has recovered. Has iron, which was his constant companion du-
no pain in head, but says it has a queer fe- ring the remainder of his life. He took to tra-
eling which he is not able to describe. Applied velling, and visited Boston, most of the lar-
for his situation as foreman, but is undeci- ger New England towns, and New York, re-
ded whether to work or travel. His contrac- maining awhile in the latter place at
Barnum’s, with his iron. In 1851 he engaged Pero ya Pinel en 1801, en Francia describe
with Mr Jonathan Currier, of Hanover, New su "minie sens délire" en donde sin alteracio-
Hampshire, to work in his livery stable. He nes del pensar existen alteraciones de los ins-
remained there, without interruption from ill tintos y el temperamento. Es seguro que Har-
health, for nearly or quite a year and a half". low no conociera los trabajo de Pinel pero si
Desde el primer momento se observa una el concepto imperante en la ciencia en ese
conducta impulsiva, intolerante y pueril, una momento de salud mental es igual a "conser-
vez que se recupera a más 60 días del acci- vación de la inteligencia y respecto de las nor-
dente comienzan las conductas alteradas. mas socio-culturales y morales".
Su esposa lo abandona, no se encuentran Es decir esta parte del relato de Horlow
descripciones de las cusas del abandono, pero hace mención directa de acuerdo a la época
es dable suponer que presentara continuas de las conductas sexuales, de higiene, alimen-
conductas hipersexuales y violentas, aparte de tación y probablemente de realización de su
volverse insostenible desde el punto de vista necesidad fisiológica en forma inadecuada (lo
económico, dado que no es tomado nueva- más probable en público).
mente en su trabajo tal consta más arriba por Llevando nuestro análisis a la actualidad
sus cambios de conducta. de esta frase se puede rastrear la presencia
Creo que para realizar un análisis lo más de hipersexualidad, y conductas desinhibidas
cercano posible a la realidad debemos enten- en relación con la forma de alimentase, y ori-
der el significado real de las palabras de Har- nar o defecar en forma publica.
low, ubicándolas en el contexto histórico cul- Como bien dice Goldar estas conductas
tural de la época. son característicamente descontectuadas por
"El equilibrio o el saldo, por así decir- perdida de valores preventivos, es decir por
lo, entre sus facultades intelectuales y pro- daño del polo temporal, como referencia po-
pensiones animales, parece haber sido demos decir que las experiencias históricas
destruido… complaciendo a veces las peo- como la de Kluver-Bucy en monos, mostra-
res groserías (que no fue previamente su ban están misma conductas, y en aquellos
costumbre),…" pacientes con lesiones degenerativas del polo
Esta frase tomando que en esa época las temporal (demencia de Pick) analizadas por
conductas sexuales moralmente reprobables Spatz se mostraban en toda su magnitud, es
y aquellas que no respectan el comportamien- decir la llamada corteza temporal basolatero-
to social adecuado (como alimentarse en for- polar o corteza de Spatz , es donde se alojan
ma grosera y desadecuada ,no realizar su aseo los valores preventivos que a través de las
personal o necesidades fisiológicas)se las de- emociones inhibitorias controlan la conducta
nomina instintivas o animales , coherente con a tal punto que si pérdida total lleva al indivi-
el concepto del humano saludable superior, ci- duo a conducirse sin control, puede "comer
vilizado y moralmente aceptable es aquel que cigarrillos, trozos de tiza o materia fecal" como
respecta las normas de trato y cultura social y dice Goldar en su libro Antonia de la mente.
humano enfermo aquel que presenta altera- Esta lesión temporal provoca también un
ciones en el pensar (delirios y alucinaciones) continuo hacer , como un cuadro maniaco, y
que lo llevan a no cumplir las normas cultura- una planeación sin futuro y muchas veces sin
les sociales y morales. sentido, como la característica manía impro-
ductiva, que en el caso de Gage se observa en deración o consejos cuando entra en conflic-
la incapacidad de sostener su trabajo y en la to con sus deseos, a veces pertinazmente obs-
referencia a su planes imaginarios y que nun- tinados, pero caprichoso y vacilante…Un
ca completa, específicamente Horlow dice: niño en su capacidad intelectual y manifes-
"…ideando muchos planes de futuro taciones, tiene las pasiones animales de un
funcionamiento, que apenas están organi- hombre fuerte…"
zados, se abandonaron a su vez por otros En estos párrafos podemos inferir la mala
que aparecen más factible…" relación interpersonal que establecía Gage con
A fin de dejar esto claro desde nuestro sus compañeros posterior al accidente, cuan-
análisis neurobiológico el caso Phineas Gage, do anteriormente era un jefe respetado y que-
muestra por el orificio de entrada en la base rido, en las palabras "poca deferencia" se es-
de cráneo compromiso de la corteza basola- tablece la falta de consideración por el otro y
teropolar encargada del control pragmático o probablemente el maltrato que propiciaba. Esto
valorativo preventivo por lo que el desenfre- podría surgir no de un fondo anempatico, sino
no conductual y la incapacidad de sostener de una falta de sentimientos comunitarios o
planes y casi un comportamiento maniaco prosociales alojados en la cara orbitario del
descripto por Harlow se sustenta en esta le- lóbulo frontal.
siones, las cuales nunca fueron descriptas La intolerancia y la impulsividad son la
como posibles a pesar de que la topografía expresión de la falta de control inhibitorio de
craneoencefálica es muy clara. la conducta desde la activación de la COP y
Ahora en donde en la descripción del mé- la COA.
dico de Nueva Inglaterra aparece la pérdida La conducta observaba como inmadura o
de los valores éticos y la antisocialidad espe- infantil es la observación no de deterioro cog-
cíficamente, tomando en cuenta que la mayo- nitivo sino de la expresión sin control de de-
ría de la literatura actual cuando hace a refe- seos y necesidades con la incapacidad de pos-
rencia a daño orbitario menciona alteraciones tergar la satisfacción.
en la llamada cognición social, presencia de Esto último surgirá del daño del circuito
impulsividad y conducta criminal. orbito-ponto-cerebelo-tálamo-cortical o simu-
Nosotros tomando nuevamente el modelo lador cerebral, este circuito seria donde el acto
goldariano, la corteza orbitaria anterior será postergado se trasforma en deseo posible en
la porción anterior de la corteza ventral, don- el tiempo, y la falta de la función orbitaria no
de se aloja los valores éticos , aquellos que se inhibiría el acto y no activaría este circuito por
relacionan con el miedo al castigo social, mien- lo que los deseo no son tales son necesidades
tras que la corteza orbitaria posterior perte- a satisfacer inmediatamente
nece al sistema límbico y se encontrarían alo- Por último la frase "tiene las pasiones ani-
jadas las emociones displacenteras o negati- males de un hombre fuerte" debe hacer refe-
vas asociadas las conductas sociales rencia seguramente a las conductas sexuales
Así el relato de Harlow muestra en las si- descontroladas que deberían existir, y que con
guientes frases las conductas provocadas por la falta de valoración ética por destrucción de
daño orbitario: la corteza orbitaria no se produce. Esta hiper-
"…manifestando pero poca deferencia sexualidad es muy similar a la hipersexualidad
para sus compañeros, impacientes de mo-
maniaca pero mucho más primitiva e impulsi- 3. Anderson, S. W., Damasio, H., Tranel, D., & Dama-
va. sio, A. R. (2000). Long-term sequel of prefrontal
cortex damage acquired in early childhood. Develo-
A modo final podemos decir que el trau- pmental Neuropsychology, 18(3), 281-296.
matismo sufrido por Phineas Gage provoca 4. Augstein, H. F. JC Prichard’s concept of moral insa-
un daño en toda la llamada Corteza Ventral o nity: A medical theory of the corruption of human
Pragmática-Valorativa, la cual tiene tres com- nature. Medical History, 40, 311-343. . (1996).
5. Benítez, I. "El yo social y el lóbulo orbitario. Desa-
ponentes una anterior u orbitario donde se alo-
rrollo de una teoría". Neuropsiquiatría (arg.)1979,x
jarían los valores éticos y sentimientos comu- 1’96 (1)
nitarios y cognición social, una media o insu- 6. Benítez, I.; Aldana, H.; Affanni, J.M. The most sa-
lar relacionada específicamente con la empa- lient features of the encephalon of the Armadillo
tía, y una posterior o temporal-basal donde se Chaetophactus villosus. Com. Biol., 1994, 12 (1),
57-73.
alojaron los valores preventivos o de cuidado 7. Benítez, I.Montero L. O., Affanni,J.M. "Alteracio-
de vida. nes de la corteza orbitaria anterior en un sujeto con
La descripción del posible daño temporal grave comportamiento antisocial".Alcmeon.1996,
polar no descripto hasta ahora no es explica- año VII-vol 5-Nº 2
8. Berridge, K. C. (2003). Pleasures of the brain. Brain
da por ninguna razón válida cuando las des-
and Cognition, 52, 106-128. . (2003).
cripciones originales se hablan de la destruc- 9. Bigelow H. J. Dr. Harlow’s case of recovery from the
ción del ala mayor del esfenoides, lugar don- passage of an iron bar through the head. Am J. Med.
de se aloja el polo temporal. Sci.1850;20: 13—22.
El análisis histórico de la descripción del 10. Casebeer, W. D. (2003). Moral cognition and its
neural constituents. Nature Review Neuroscience,
hecho como el análisis científico del daño ce- 4, 841-846.
rebral nos permiten decir claramente que el 11. Damasio H. Neuroanatomy of frontal lobe in vivo:
caso Phineas Gage fue el primer caso docu- a comment on methodology. In Levin Hs. Einse-
mentado sobre daño cerebral y conducta anor- berg HM, Benton AL, eds, Frontal function and
dysfunction. New York; Oxford Press, 1991. P. 92-
mal, y que hoy a la luz de las ultimas descrip-
121
ciones y teorías sabemos que la región daña- 12. Damasio H, Grabowski T, Frank R, Galaburda A
da es la corteza llamada ventral o pragmática M, Damasio A R. The return of Phineas Gage: clues
donde se alojarían los circuitos de la valora- about the brain from the skull of a famous patient.
ción ética y preventiva que controla inhibito- Science. 1994;264:1102-1105
13. Damasio, A. R. (1994). El error de Descartes. Chile:
riamente a la conducta. Andrés Bello
14. Damasio, A. R. (1998). Emotion in the perspective
Bibliografia of an integrated nervous system. Brain Research,
26, 83-86.
1. Aguado, L. Procesos cognitivos y sistemas cerebra- 15. Davidson, R. J. (1998). Affective style and affective
les de la emoción. Revista de Neurología, 34(12), disorders: Perspectives from affective neuroscien-
1161-1170.2002 ce. Cognition and Emotion, 12, 307-330.
2. Anderson, S. W., Bechara, A., Damasio, H., Tranel, 16. Eslinger, P. J., & Damasio, A. R. (1985). Severe
D., & Damasio, A. R. (1999). Impairment of social disturbance of higher cognition after bilateral fron-
and moral behavior related to early damage in hu- tal lobe ablation: patient EVR. Neurology, 35, 1731-
man prefrontal cortex. Nature Neuroscience, 2(11), 1741.
1032-1037. 17. Ferrier D. The Goulstonian Lectures on the Locali-
sation of Cerebral Disease. Br Med J. 1878 ;1:443—
7.
18. Finger S. The Origins of Neuroscience: A History of 34. Heekeren, H. R., Wartenburger, I., Schimidt, H.,
Explorations into Brain Function. New York: Oxford Prehn, K., Schwintowski, H. P., & Villringer, A.
University Press; 1994. (2005). Influence of bodily harm on neural correla-
19. García-Molina A. Phineas Gage y el enigma del tes of semantic and moral decision-making. Neuro-
córtex prefrontal. Neurología.2010. image, 24(3), 887-897.
20. Goldar, Juan Carlos, Anatomía de la Mente (ensa- 35. Isabel Benítez, Rubén E. Dezi, Jorge M. Affanni.
yo sobre fundamentos Neurobiológicos de la psi- "Alteraciones de la corteza orbito-temporal (corte-
quiatría), Editorial salerno, Bs. As., 1993 za basal) en un sujeto con grave comportamiento
21. Goldar, Juan Carlos ,Biología de la Memoria, Edi- antisocial". ALCMEON Año IX - Vol.7 Nro 1- sep-
torial salerno, Bs. As., 1975 tiembre 1998
22. Goldar, Juan Carlos ,Cerebro Límbico y psiquia- 36. Jackson J B S. A descriptive catalogue of the Warren
tría. Editorial salerno, Bs. As., 1975 Anatomical Museum. Boston, M A: Williams; 1870.
23. Goldar, Juan Carlos ,Introducción al diagnóstico de 37. Johnson-Laird, P. N., & Oatley, K. (2000). Cogni-
las psicosis, Editorial salerno, Bs. As., 1994 tive and social construction in emotions. En M.
24. Goldberg, E. (Ed.). (2001). The executive brain. Lewiss, & J. M. Haviland-Jones (Eds.), Handbook
Frontal lobes and the civilized mind. New York: of emotions (pp. 458-475). Nueva York: Guilford
Oxford University Press. Press.
25. Gratiolet, L.P. (1860). Recherches sur le systeme 38. J.C. Goldar, D.L. Outes, "Fisiopatología de la desin-
vasculaire sanguin de l’Hippopotame. C.R. sean- hibición instintiva", Acta psiquiát. y psicol. Amér.
ces Acad. Sc. Paris, 51: 524-528. lat., 1972, 18, 177-185.
26. Gratiolet, L.P. (1867). Recherches sur l’anatomie 39. Kiehl, K. A., Smith, A., Hare, R., Mendrek, A.,
de l’hippopotame. (ed) Alix* Paris: Victor Manson Forster, B., Brink, J., & Liddle, P. E. (2001). Lim-
et Fils. bic abnormalities in affective processing by crimi-
27. Greene, J., & Haidt, J. (2002). How (and where) nal psychopaths as revealed by functional magne-
does moral judgment work? Trends in Cognitive tic resonance imaging. Biological Psychiatry, 50,
Science, 6(12), 517-523. 677-684.
28. Hagemann, D., Waldstein, S., & Thayer, J. (2003). 40. Kleist, K. "Die Storungen der Ichleisttungen und
Central and autonomic nervous system integration ihre Lokalisation in orbital-innen-und Zwischen-
in emotion. Brain and Cognition, 52, 79-87. hirn". Monastsschr Psychiatr Neurol. 1931;
29. Haidt, J. (2001). The emotional dog and its rational 79:338-350.
tail: A social intuitionist approach to moral Judg- 41. Kohlberg, L. (1969). Stage and sequence: The cog-
ment. Psychological Review, 108(7), 804-834. nitive-developmental approach to socialization. En
30. Haidt, J. (2003). The moral emotions. En R: J. D. A. Goslin (Ed.), Handbook of socialization
Davidson, K. R. Scherer, & H. H. Goldsmith (Eds.), theory and research (pp. 347-480). Chicago: Rand
Handbook of affective sciences (pp. 852-870). McNally.
Oxford: Oxford University Press. 42. Lang, P. J., Greenwald, M. K., Bradley, M. M., &
31. Harlow J M. Recovery from the passage of an iron Hamm, A. O. (1993). Looking at pictures: Affecti-
bar through the head. Publications of the ve, facial visceral and behavioral reactions. Psy-
Massachusetts’s Medical Society. 1868; 2:327— chophysiology, 30, 261-273.
47. . Medical Societies. Medical and Surgical Re- 43. Lazarus, R. S. (1991). Ethical intuitionism II. Phi-
porter. 1868; 18:527—531. losophy, 46, 1-11.
32. Harlow J. M. (1848). Passage of an iron rod through 44. Lazaros C. Triarhou, Centenary of Christfried Jakob’s
the head. Boston Med. Surg. J. 39: 389–393. discovery of the visceral brain: An unheeded prece-
33. Harlow J. M. Passage of an iron rod through the dence in affective neuroscience. Neuroscience &
head. Boston Med. Surg. J. 1848; 39:389—93. Biobehavioral Reviews 32 (# 5), pp. 984-1000, 2008
Medical Miscellany. Boston Med. SurgJ.1849; pmid= 18479750
39:506—507. 45. LeDoux, J. (1998). Fear and the brain: Where have
we been, and where are going? Biological Psychia-
try, 44, 1229-1238.
46. Mac Lean,P.D. The triune brain in evolution. Role in 60. Ostrosky-Solís, F., Vélez, A. E., Castillo-Parra, G.,
paleocerebral functions. 1990. Plenum Press. N.York Arias, N., Pérez, M., & Chayo-Dichy, R. (2004).
and London. Nuevas perspectivas en el estudio de las emocio-
47. Macmillan M. A wonderful journey through skull nes morales: un estudio electrofisiológico. Revista
and brains: the travels of Mr.Gage’s tampingiron. Latina de Pensamiento y Lenguaje, 2B, 215-226.
BrainCogn.1986;5:67—107. 61. Ostrosky-Solís, F., Vélez, A., Santana, D., Pérez,
48. Macmillan M. And Kindof Fame: Stories of Phi- M., & Ardila, A. (en prensa). A middle-aged serial
neas Gage. Cambridge: MITPress;2000. killer woman: a case report. Forensic Neuroscien-
49. Macmillan M. Inhibition and the control of beha- ce.
vior. From Gall to Freud via Phineas Gage and the 62. Outes, D. L., Florian, L, Tabasso, J.V. Diez Comu-
frontal lobes. Brain Cogn. 1992; 19:72—104. nicaciones. Introducción a las localizaciones cere-
50. Manzoni T. The cerebral ventricles, the animals brales en Neuropsiquiatría. 1997. Gador. Argenti-
pirits and the dawn of brain localization of func- na.
tion .ArchI al Biol. 1998; 136:103—52. 63. Outes, D. L., Funes, J. La mielogénesis de Paul
51. Molina F. A. "El Psicópata adaptado, un depreda- Flechsig. A.Lopez. 1992.
dor socializado" 15th World Congress of Psychia- 64. Panksepp, J. (2003). At the interface of the affecti-
try, Buenos Aires, Argentina, 2011 ve, behavioral and cognitive neuroscience: Deco-
52. Molina F. A. "Neurobiología del psicópata". 13° ding the emotional feelings of the Brain. Brain and
Congreso Argentino de Neurociencia y Salud Men- Cognition, 52, 4-14.
tal, Buenos Aires, Argentina. 2011 65. Pearce J M. Louis Pierre Gratiolet(1815—1865):the
53. Moll, J., Eslinger, P., & Oliveira-Souza, R. (2001). cerebral lobes and fissures. Eur Neurol. 2006;
Frontopolar and anterior temporal cortex activa- 56:262—4.
tion in a moral judgment task. Arquivos de Neu- 66. Price, B. H., Daffner, K. R., Robert, M. S., & Me-
ropsiquiatria, 59(3-B), 657-664. sulam, M. (1990). The comportamental learning
54. Moll, J., Oliveira-Souza, R., & Eslinger, P. (2002). disabilities of early frontal lobe damage. Brain, 113,
The neural correlates of moral sentivity: A functio- 1383-1393.
nal magnetic resonance imaging investigation of basic 67. Raine, A., Lencz, T., Bihrle, S., LaCasse, L., &
and moral emotions. Journal of Neuroscience, 22(7), Colletti, P. (2000). Reduced prefrontal gray matter
2730-2736. volume and reduced autonomic activity in antiso-
55. Moll, J., Oliveira-Souza, R., & Eslinger, P. (2003). cial personality disorder. Archives of. General
Morals and the human brain: A working model. Psychiatry, 57, 119-127.
Neuroreport, 14(3), 299-305. 68. Ratiu P. & Talos I. F. (2004). The tale of Phineas
56. Moll, J., Oliveira-Souza, R., Bramati, I. E., & Gra- Gage, digitally remastered. N. Engl. J. Med. 351:
fman, J. (2002). Functional networks in emotional e21-e21 æ%
moral and nonmoral social judgment. Neuroimage, 69. Schupp, H., Junghöfer, M., Weike, A. I., & Hamm,
16, 696-703. A. O. (2003). Emotional facilitation of sensory
57. Moll, J., Zahn, R., Oliveira-Souza, R., Krueger, F., processing in the visual cortex. Psychological Scien-
& Grafman, J. (2005). The neural bases of human ce; 14, 7-13.
moral cognition. Nature Review Neuroscience, 6, 70. Simpson D. Phrenology and the neurosciences: con-
799-809. tributions of F.J. Galland J. G. Spurzheim. ANZJ
58. Nofrei Mateo D. En el centro de todas las miradas: Surg.2005;75 :475—82.
una aproximación a la historiografía de la frenolo- 71. Spatz, H. "Uber die Bedeutung der Basalen Rinde.
gía. Acta Hisp. Med. Sci. Hist Illus.2006;26:93— auf Grund von Beobachtungen bei Pickscher
124. Krankheit und bei Gedeckten Hirnverletzungen".
59. Ostrosky, F., Canseco, E., Meneses, S., Próspero, Zschr.Ges.Neurol.u Psychiat. 1937; 158:208-232
O., & Ardila, A. (1987). Neuroelectric correlates of 72. Taylor C S, Gross C G. Twitches versus move-
a neuropsychological model of word decoding and ments: astory of motor cortex. Neuroscientist. 2003;
semantic processing in normal children. Internatio- 9:332—42.
nal Journal of Neuroscience, 34, 97-113.