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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CAMPECHE

FACULTAD DE DERECHO
DR. ALBERTO TRUBA URBINA.

MATERIA:

TECNICAS DE INTERPRETACION Y ARGUMENTACION


JURIDICA

DOCENTE:

Alejandro Sahui Maldonado

ALUMNO:

Román Antonio Huchin Medina


La interpretación jurídica
El vocablo interpretación, como en general de los vocablos
con la misma raíz, puede denotar bien una actividad; (la
actividad interpretativa) ahora bien el resultado o producto
de esa actividad. Por ejemplo: “las disposiciones legales
sobre la interpretación” son las que disciplinan la actividad
interpretativa; es el resultado de una cierta técnica
interpretativa. El resultado o producto de la actividad
interpretativa no es otra cosa más que el “significado” del
objeto interpretado. Puede observarse que el verbo
“interpretar es comúnmente empleado en el lenguaje de las
ciencias sociales, acompañado de los más variados
complementos-objeto, en diversos contextos y con distintos
matices de significado.

Concepto de la interpretación
En sentido estricto “interpretación” se emplea para referirse
a la atribución de significado a una formulación normativa
en presencia de dudas o controversias en torno a su campo
de aplicación; un texto, se dice, requiere interpretación
(solo) cuando su significado es oscuro o discutible, cuando
se duda sobre si es aplicable o no a un determinado
supuesto de hecho. Bajo esta acepción, “interpretación”
significa en pocas palabras: decisión en torno al significado
no de un texto cualquiera en cualesquiera circunstancias,
sino (solo) de un texto oscuro en una situación dudosa.
Este concepto de interpretación se refleja en esa directiva
metodológica que se expresa en la máxima: in claris non fit
interpetatio e interpretatio cessat in claris (entendiendo
interpretatio en sentido moderno) por lo anterior, no se da
ni puede ocurrir interpretación siempre que un texto sea
claro y no deje lugar a interpretación siempre que un texto
sea claro y no deje lugar a dudas o controversias.
Concepto amplio de interpretación
En un sentido amplio: se emplea para referirse a cualquier
atribución de significado a una formulación normativa,
independientemente de dudas o controversias. Cualquier
decisión en torno al significado de un texto no importa si es
claro u oscuro, constituye interpretación. Atribuir a un texto
un significado obvio o no controvertido, o bien resolver una
controversia fácil puede no requerir argumentación.

Objeto de la interpretación
Guastini opta por considerar que el objeto de análisis de
una teoría de la interpretación han de ser los enunciados
interpretativos (o los significados atribuidos a través de
ellos), pero no la actividad o los procesos interpretativos en
sí. Veamos cómo justifica esta opción. Para Guastini la
interpretación en cuanto actividad constituye una actividad
mental, un proceso psicológico. Pero, dado que en cuanto
actividad mental no sería susceptible de análisis, sostiene
que es mejor considerarla como “actividad discursiva

La actividad interpretativa
Problemas y ambigüedades
Primera ambigüedad: proceso vs. Producto
Con el vocablo interpretación nos referimos algunas veces
a una actividad o un proceso y otras a un resultado al
producto de tal actividad. El análisis que sigue esta
circunscrito a los usos lingüísticos corrientes de los juristas
europeos contemporáneos.
Segunda ambigüedad: abstracto vs. Concreto.
Con el vocablo interpretación nos referimos algunas veces
a la atribución de significado a un texto normativo.
 Los problemas de la interpretación pueden ser
subdivididos en dos clases:
a) Por un lado, aquellos problemas que nacen de los
defectos intrínsecos del lenguaje en el que son
formuladas las fuentes del derecho
b) Por otro, los problemas que nacen no de los defectos
del lenguaje de las fuentes, sino más bien de la
superposición, en tal lenguaje, de las (más o menos
artificiosas) construcciones dogmáticas de los
intérpretes.

Enunciados interpretativos
La interpretación constituye en rigor una actividad mental:
una actividad del espíritu, como suele decirse. Pero
considera como actividad mental, la interpretación no sería
susceptible de análisis lógico: a lo más podría ser sometida
a indagación psicológica. Queriendo, sin embargo, someter
la interpretación a una indagación lógica, conviene
concebirla no ya como una actividad mental, sino más bien
como una actividad discursiva;

Controversias teóricas e ideológicas de la interpretación


jurídica
Variedad de interpretes
Es el sistema jurídico vigente, la actividad interpretativa es
ejercida prevalentemente, aunque no de manera exclusiva,
por algunos operadores típicos. En correspondencia con
las diversas figuras de los intérpretes, suele distinguirse
entre interpretación auténtica, oficial, judicial, y doctrinal.
a) por autentica: se entiende, en un sentido amplio, la
realizada por el autor mismo de documento
interpretado; en sentido estricto y por antonomasia, es
la interpretación de la ley realizada por el mismo
legislador mediante otra ley sucesiva (llamada ley
interpretativa o la ley de interpretación auténtica).
b) Por oficial: se entiende la argumentación realizada por
un órgano del estado en ejercicio de sus funciones.
c) Por judicial: (o jurisprudencial) se entiende la realizada
por un órgano jurisdiccional.
d) Por doctrinal: se entiende la que lleva a cabo los
juristas; sobre todo, los profesores de derecho en
obras académicas.

El producto de la interpretación
Guastini considera que el “producto” de la interpretación
puede ser entendido o bien como los “enunciados
interpretativos” o bien como “el significado adscrito al texto
mediante tales enunciados”. Y en este sentido se detiene a
analizar tanto la estructura lógica de los enunciados
interpretativos (distinguiendo los correspondientes a la
interpretación en abstracto y en concreto; a la
interpretación cognitiva y a la decisoria, etc.), como también
una clasificación de tipos de significado atribuido (prima
facie/todo considerado, originario/actual,
contextual/acontextual, etc.). A partir de aquí pueden
hacerse dos observaciones. La primera tiene que ver con la
exclusión de la argumentación interpretativa del ámbito de
análisis del producto de la interpretación, y la segunda
(relacionada con la primera) con la exclusión de la
pretensión de corrección que incorporan los enunciados
interpretativos.
Disposiciones y normas
En el lenguaje de los juristas, el vocablo normas es
ampliamente usado en referencia tanto a los enunciados
que se encuentran en las fuentes del derecho, como a su
significado. A veces, se llama normas a los enunciados
prescriptivos; otras veces, se llama normas a los
significados –los contenidos de sentido- de tales
enunciados. Es necesario distinguir entre disposiciones y
norma, entre el enunciado y el significado; por la sencilla
razón que entre las dos cosas no se da correspondencia
biunívoca. Es falso, por lo tanto, que a toda disposición
corresponda un, y solo una, norma; como es falso que a
toda norma corresponda una y solo una disposición.
Tipos de resultados de la actividad interpretativa
Desde la perspectiva del resultado a que conduce, la
interpretación legal se clasifica en estricta, extensiva y
restrictiva.
Interpretación estricta es aquella que conduce a la
conclusión de que el texto legal debe ser interpretado
únicamente a los casos que él expresamente menciona, sin
extenderse a más casos de los que este contempla ni
restringirse a menos de los señalados por el legislador.
Interpretación extensiva, en cambio, es la que como
resultado de la misma se concluye que la ley debe
aplicarse a más casos o situaciones de los que está
expresamente menciona.
Interpretación restrictiva, por último, es aquella en cuya
virtud se desprende que la ley objeto de interpretación debe
aplicarse a menos situaciones de las que ella menciona
expresamente.

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