Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La formación de la
IDENTIDAD EN
LA ADOLESCENCIA:
EL ROL DE LOS PADRES
1
SerMejoresJuntos
PrimeroMiSalud
La identidad
Estilo negligente:
Ofrecen a los hijos pocas reglas y límites, así como dan escaso afecto y se
integran poco en sus actividades y en sus vidas. Generalmente, delegan
la educación de sus hijos a otros (escuela, iglesia, los propios hijos, etc.).
Los hijos de padres con un estilo negligente tienden a ser negligentes
consigo mismos. Ellos crecen con una sensación de tener “poco valor”
y a veces aprenden a dañarse a sí mismos, ya sea con notas bajas,
enfermedad o mal comportamiento; ya que es la única forma de
recibir algún cuidado.
Estilo permisivo:
Aunque afectivos, pueden llegar a la sobreprotección. Presentan
dificultades para aplicar reglas y límites a los hijos o buscan asumir las
responsabilidades de sus hijos evitando que sufran las consecuencias de
sus elecciones. Esta situación provoca el sentimiento de fragilidad en
el hijo, dándole la impresión de que no tiene capacidad de enfrentar
nada solo: papá y mamá siempre tienen que actuar.
Es posible que los hijos de padres permisivos se muestren inseguros,
tristes o evidencien baja autoestima en el futuro.
Estilo autoritario:
Ofrecen muchas reglas y límites, pero poco afecto y participación en la
vida de los hijos. Quieren imponer su deseo a los adolescentes y, por
tener poca disposición para el diálogo, estos padres tienen poco
conocimiento sobre los sentimientos e intereses de sus hijos. La disciplina
está basada en el temor, más que en la internalización de conceptos. Los
hijos de padres con un estilo autoritario pueden crecer con rasgos
perfeccionistas, presentar temor al fracaso e intolerancia a la
frustración; además de mostrarse siempre insatisfechos consigo
mismos. Al mismo tiempo, pueden ser intolerantes con otros y
replicar el estilo exigente de sus padres.
Estilo participativo:
Ejercen reglas y límites, pero también dan mucho afecto y se involucran
directamente en la vida de los hijos. Fundamentados en un diálogo
maduro y de manera firme, estos padres explican a los hijos el porqué de
las decisiones tomadas, les dicen cuál es el comportamiento esperado,
enfocan la postura correcta y no resaltan la equivocada. Los hijos de
padres con estilo participativo tienden a desarrollar una autoestima
adecuada, a mostrarse seguros y a afrontar dificultades con
asertividad, tal y como en su momento lo hicieron sus padres. Pueden
desarrollar una personalidad más abierta a la socialización y a mostrar
autocontrol.
“Lleva mucho tiempo educar a nuestros hijos para ser buenos; tienes que
criarlos, y eso significa hacer cosas con ellos: preguntar, contar, sondear
experimentar a través de la experiencia, de tus propias palabras, de tu
manera de unirlas. Tienes que aprender dónde estás parado y asegurarte
de que tus hijos aprenden de ti, entienden el porqué, y pronto estarán
parados juntos a ti, contigo”.
- Erik Erikson -
DEPARTAMENTO
PSICOPEDAGÓGICO