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UNIVERSIDAD POPULAR AUTONAMA DE VERACRUZ

TEMA
RELACION CON HIJOS MENORES

La relación entre padre e hijo menores una de las más importantes en la vida
de una persona. Se trata de la primera conexión que un niño establece. Por
ello, tiene el poder de condicionar las relaciones que este pueda desarrollar
en el futuro. El vínculo a crear entre padres e hijos debe ser sólido. Una
relación saludable y positiva tiene multitud de beneficios. Por ejemplo,
fomenta la autonomía, curiosidad y autoestima del niño. En este artículo,
hablaremos del tipo de relaciones que existen entre padres e hijos. También
de su importancia y de cómo fortalecerlas. El crecimiento y desarrollo de los
hijos afecta al rol de los padres. Los niños desarrollan nuevas habilidades
conforme van creciendo. Existen seis etapas que se centran en diferentes
tareas y objetivos.
Existen toda una serie de estereotipos en torno al hijo menor. Se dan por
válidos, infiriendo después, y asumiendo con frecuencia más tarde que es el
preferido y, por lo tanto, el más mimado. A la par, hay diferentes mitos y
leyendas en torno a esta figura que describen de manera distinta al hijo
menor. Es importante señalar que, en el tema del hijo menor, como en otros
tantos, no es conveniente generalizar. Lo determinante es el tipo de
familia en el que nazca. Si la estructura familiar es amorosa y saludable, el
más pequeño será objeto de cuidado y recibirá el beneficio de un entorno
constructivo.

El hijo menor en psicoanálisis

Sigmund Freud le dio una gran importancia al orden de nacimiento de los


hijos. Pensaba que esto ejercía una gran influencia en la formación del
carácter, el proceso identifica torios y la configuración de las neurosis.
Observó que, con mucha frecuencia, el hijo mayor es el encargado de
preservar las tradiciones de la generación anterior, mientras que el hijo
menor es el descubridor de nuevos territorios.
El hijo menor vive un proceso identifica torio más complejo. Es muy común
que termine formando parte de los ideales narcisistas de la madre. O sea,
convirtiéndose en el “producto ideal” de ella. Suele ser la fuerza que
cuestiona las tradiciones y no se siente obligado a preservar nada. Así mismo,
lleva más impresa dentro de sí la fantasía de suplantar al padre. Esto es
precisamente lo que narran los mitos grecorromanos.

En la psicología se ha llegado a hablar incluso del “síndrome del hijo menor”


como una realidad que se observa en muchas familias. Las madres tienden a
ser sobreprotectoras con el más pequeño. Esto puede producir que se
vuelvan más dependientes e inseguros.
También es habitual que siga sintiéndose y comportándose como un niño
frágil, incluso en su vida adulta. Una crianza maternal sobreprotectora
también lo lleva a sentir que los demás son los culpables de las situaciones
negativas por las que pasan. Así mismo, presentan dificultad para distinguir la
autonomía del desamparo.
Por contraste, el hijo menor suele ser más amplio de criterio y tolerante que
los demás. Si bien le cuesta reafirmarse, también tiene más habilidades
sociales para sortear diferencias y ser empático.

¿Qué tipo de relaciones entre padres e hijos existen?


Existen cuatro diferentes tipos de relaciones entre padres e hijos. Estas
afectan a la forma en que los niños se relacionan con otras personas cuando
los padres no están cerca (2):

Relación segura: Los hijos se sienten seguros y bien atendidos por sus padres.
Esta relación surge cuando los padres cubren correctamente las necesidades
de sus hijos. En un futuro, estos niños tendrán más probabilidad de ser
independientes y seguros de sí mismos. Regulan sus emociones y se
desenvuelven bien a nivel social.
Relación de evitar: Se crea inseguridad en los hijos porque los padres no
responden correctamente a sus necesidades. Se ven obligados a ser
independientes y cuidarse por sí solos. Se pueden desarrollar problemas de
inseguridad y agresividad. En las relaciones con otros tienden a ser
desobedientes e impulsivos.
Relación ambivalente: Las necesidades del hijo se cubren algunas veces y
otras no. Esto crea inseguridad en ellos. Suelen volverse muy emocionales y
buscan ser el centro de atención.
Relación desorganizada: Los hijos no saben qué esperar de los padres. Esto
puede hacer que los pequeños se vuelvan desapegados. Además, existe
mayor riesgo de que en el futuro estos niños tengan problemas para
entender los sentimientos de otros.
¿Qué etapas existen en la relación padre e hijo?
El crecimiento y desarrollo de los hijos afecta al rol de los padres. Los niños
desarrollan nuevas habilidades conforme van creciendo. Existen seis etapas
que se centran en diferentes tareas y objetivos. Veámoslas en la siguiente
tabla (3):
Etapa Edad del niño Tareas y objetivos
Etapa 1: Etapa de imaginación Plan de tener un bebé o embarazo Los futuros
padres consideran lo que significa serlo. Planifican los cambios que deben
hacer para tener un hijo.
Etapa 2: Etapa de crianza De 0 a 2 años Los padres desarrollan un vínculo con
su hijo. Adaptan su relación romántica, relación con amigos u otros hijos para
incluir al bebé.
Etapa 3: Etapa de autoridad De 2 a 5 años Los padres crean reglas y
descubren cómo guiar eficazmente el comportamiento de su hijo.
Etapa 4: Etapa interpretativa De 5 a 10 años Los padres ayudan a sus hijos a
interpretar sus experiencias sociales fuera de la familia.
Etapa 5: Etapa de interdependencia De 10 a 19 años Los padres negocian en
la relación con sus hijos para compartir el poder en la toma de decisiones.
Etapa 6: Etapa de despedida Adultez temprana Los padres evalúan sus éxitos
y fracasos como padres a medida que sus hijos se vuelven independientes.
¿Por qué es importante la relación padre e hijo?
La relación entre padres e hijos es importante porque afecta directamente el
desarrollo físico, emocional, social y de apego de un niño. Esto determinará
su personalidad, comportamiento y relaciones futuras. Existen una serie de
beneficios asociados a una buena relación de padres e hijos.
Vínculo seguro: Los hijos que se sienten unidos a sus padres tienden a ser
más desalientes. Además, no tienen un comportamiento problemático. Por
último, su rendimiento académico suele ser mejor y tienen mayor autoestima
(4).
Bienestar mental: Una buena relación entre padre e hijo favorece la salud
mental y bienestar del niño. Existe mayor riesgo de depresión cuando la
relación es mala.
Motivación: Un niño se siente más motivado a realizar una actividad cuando
es apoyado por sus padres. Un fuerte vínculo con sus padres puede ayudarles
a tener más éxito
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Consejos para fortalecer la relación padre e hijo
Fortalecer la relación entre padres e hijos requiere de esfuerzo. La educación
de los hijos es difícil, pero crear una relación saludable tiene sus frutos. A
continuación, te brindamos una serie de consejos que te ayudarán a
fortalecer la relación.

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