Está en la página 1de 32

ASIGNATURA: _________________________________

TEMA:

“_____________________________________”

ALUMNO: ____________________________________

DOCENTE: ___________________________________

SECCIÓN:_______ BAT.: _____ CIA: ____

AREQUIPA – PERÚ

2020

1
DEDICATORIA

“El presente trabajo, es dedicado a la Policía


Nacional del Perú, por permitirme ser lo que soy lo
que seré a mis Instructores, quienes con sus sabias
enseñanzas supieron encenderme una luz en el
sendero del conocimiento; y, mi familia, quienes con
su paciencia supieron imbuirme de voluntad para
llegar al fin de mi carrera.

¡¡GRACIAS A TODOS ELLOS!!

2
INDICE

DEDICATORIA.....................................................................................................2

INDICE..................................................................................................................3

INTRODUCCIÓN..................................................................................................4

DESARROLLO DEL CONTENIDO......................................................................5

1. Ubicación del tema en el Código Civil con sus respectivos artículos


desarrollados........................................................................................................5

2. Jurisprudencia................................................................................................6

3. Doctrina sobre el tema.................................................................................14

4. Aplicación del tema a la Función Policial.....................................................24

ANÁLISIS CRÍTICO............................................................................................27

CONCLUSIONES...............................................................................................28

BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................30

ANEXOS.............................................................................................................31

3
INTRODUCCIÓN

La manifestación de voluntad constituye la esencia misma del acto jurídico por


cuanto mediante ella se da a conocer la voluntad interna. Pero bien se sabe
que la voluntad interna no es suficiente pues necesita de la manifestación, de la
misma manera como esta requiere de ella para la formación del acto jurídico,
ya que entre ambas es imprescindible que exista una correlación máxime si la
manifestación tiene por contenido la voluntad interna. (Vidal Ramírez, 2011, p.
421)

Sin manifestación de voluntad no cabría hablar de negocio jurídico máxime si la


falta de aquella en nuestro ordenamiento nacional es causal de nulidad del
negocio jurídico (artículo 219, inciso 1).

Son varias las circunstancias que pueden lesionar la autenticidad, libertad y


espontaneidad de la voluntad negocial, y cualquiera sea la forma en que se las
examine, tienen como denominador común el hecho de que siempre provocan
alguna forma de fractura entre lo representado-querido y lo manifestado por el
agente. Se los denomina vicios, anomalías o patologías de la voluntad, siendo
que generalmente se reserva la denominación vicios de la voluntad para
describir el error, la fuerza y el dolo (y en algunos casos, la lesión), en tanto
suele hablarse de simples discordancias o patologías de la voluntad, cuando se
trata de anomalías de cuño diferente, como la simulación y la reserva mental.
(Parraguez Ruiz, 2012, p. 7)

La simulación del acto jurídico[1] está regulada en el Libro II, Título VI, del
artículo 190 al 194 del CC. A continuación abordaremos sucintamente tal
institución.

4
DESARROLLO DEL CONTENIDO

1. Ubicación del tema en el Código Civil con sus respectivos artículos


desarrollados

TITULO VI
Simulación del Acto Jurídico

Simulación absoluta
Artículo 190.- Por la simulación absoluta se aparenta celebrar un acto
jurídico cuando no existe realmente voluntad para celebrarlo.

Simulación relativa
Artículo 191.- Cuando las partes han querido concluir un acto distinto del
aparente, tiene efecto entre ellas el acto ocultado, siempre que concurran
los requisitos de sustancia y forma y no perjudique el derecho de tercero.

Simulación parcial
Artículo 192.- La norma del artículo 191 es de aplicación cuando en el acto
se hace referencia a datos inexactos o interviene interpósita persona.

Acción de nulidad de acto simulado


Artículo 193.- La acción para solicitar la nulidad del acto simulado puede
ser ejercitada por cualquiera de las partes o por el tercero perjudicado,
según el caso.

Inoponibilidad de la simulación
Artículo 194.- La simulación no puede ser opuesta por las partes ni por los
terceros perjudicados a quien de buena fe y a título oneroso haya adquirido
derechos del titular aparente.

5
2. Jurisprudencia
EFECTOS DEL ACTO JURIDICO SIMULADO:
Cuando el acto jurídico simulado es lícito puede generar plenos efectos
frente a terceros, mas no así entre las partes. La simulación que tiene
como fin engañar a los terceros o es contrario a las normas imperativas, al
orden público o a las buenas costumbres es reprobado por el derecho, por
tanto, su eficacia se verá oponible, de ello nos ocuparemos a continuación.

1. EFECTOS DE LA SIMULACION ABSOLUTA ENTRE LAS PARTES:


Si el acto jurídico ha sido simulado con simulación absoluta, en la que
existe sólo un acto aparente, irreal, que carece de contenido, pues la
voluntad de las partes quedó contenida únicamente en el acuerdo
simulatorio convenido precisamente para no producir un acto verdadero, el
acto jurídico así simulado no produce eficacia alguna, así también se ha
pronunciando la jurisprudencia al establecer que la simulación absoluta
tiene como efecto que el acto sea inválido y no se admite su convalidación
o confirmación. La simulación relativa es un acto anulable que puede ser
confirmado.

El acto simulado es un negocio ficticio querido y realizado por las partes


para engañar a terceros, pero no para que produzca efectos entre ellas.
Los otorgantes quieren la declaración pero su contenido, por lo que no
pueden exigir su cumplimiento. Es decir, el acto simulado no produce
ningún efecto entre las partes, por la razón de que no es efectivamente
sino sólo fingidamente querido. Este es el fundamento de la nulidad inter

6
partes del acto jurídico que adolece de simulación absoluta. Por ello
discrepamos con LOHAMANN al referir que la simulación absoluta requiere
necesariamente de un pronunciamiento jurisdiccional, mediante una
sentencia. Debemos tener en cuenta que el acto nulo es desde su genesis;
además, que el juzgador puede declarar de oficio de conformidad con el
artículo 220 del Código Civil, sin necesidad de interponer la acción de
nulidad.
La carencia de efectos entre las partes del acto simulado es
independientemente de su lícitud o ilícitud. Un acto ficticio, desprovisto de
contenido, aun cuando sea lícito, no puede producir efectos para los
otorgantes, porque tal fue su común intención al otorgarlo. Con mayor
razón razón si el acto simulado es ilícito, no produce los efectos entre las
partes, ni para nadie. Si la simulación es lícita sólo podrá ser invocada por
las partes, los terceros quedan desprovistos de la acción por no tener
legitimidad para obrar.

2. EFECTOS DE LA SIMULACION RELATIVA ENTRE LAS PARTES:


Este negocio simulado tendrá efectos entre las partes, siempre que
concurran los requisitos de validez y no perjudique el derecho del tercero.
Así, el negocio jurídico disimulado (oculto y real) vincula efectivamente a
las partes siempre y cuando concurran sus requisitos de validez. Además,
el negocio jurídico disimulado no debe afectar el derecho del tercero. Aquí
se tutela el interés de los terceros en hacer prevalecer la realidad (negocio
disimulado) sobre la aparencia (negocio simulado). Es irrelevante si el
negocio simuado (aparente y fingido) no reúne los requisitos de validez.

Las mencionadas reglas sobre los efectos de la simulación relativa entre


las partes están inspiradas en el principio de respeto de la voluntad
negocial: en su carácter disimulado es eficaza porque las partes lo han
deseado efectivamente como un acto que surtirá efectos que le son
propios; en cambio, en su carácter simulado es ineficaz, adolece de

7
simulación absoluta porque los efectos le son propios a la figura usada
para esconder el carácter real del acto no son queridos por las partes.

Nuestra legislación nacional el artículo 191 del Código Civil con respecto a
los efectos de la simulación relativa nos plantea ciertas dudas, al respecto
LOHAMANN, nos ilustra con comentario: ¿Qué ocurre cuando el negocio
oculto, aunque tenga los requisitos de ley, vulnera una disposición legal.
Así por ejemplo, cuando el contrato disimulado sea una compraventa y de
la interpretación del mismo se apreciases que constituye cláusula esencial
la del precio aplzado con intereses usurarios, o la clásula de venta también
esencial, que obligara al vendedor, en caso de resolución, a pagar una
cantidad superior alprecio de venta.

3. EFECTOS DE LA SIMULACION PARCIAL ENTRE LAS PARTES:


Cuando la simulación relativa objetiva sea parcial, esto es, cuando la partes
no esconden el carácter total del negocio que realizan bajo la apariencia de
otro negocio diferentes, sino solamente ciertos aspectos mediante
estipulaciones o cláusulas que hacen referencia a datos inexatos, tienen
efectos entre ellas los datos exactos, ocultados , por ser los efectivamente
queridos, siempre que sean lícitos y no afecten los derechos de terceros.

8
De otro lado en la simulación relativa subjetiva parcial por interpósita
persona ficticia, el testaferro no adquiere ni tramite derechos sino que sirve
de enlace para que el derecho pase directamente del transmitente al
efectivo titular oculto. El acuerdo simulatorio se da entre el disponente del
derecho, el testaferro y el adquirente efectivo, de modo que la simulación
de persona es siempre parcial; no es aparente todo el acto, sino solamente
con relación a uno de los sujetos. El testaferro no adquiere nada; presta
una colaboración puramente material; la relación jurídica se constituye
desde el primer instante entre el transmitente y el verdadero adquirente. El
que transfiere el derecho sólo se obliga aparentemente con el interpuesto,
pero en la inteligencia de obligarse hacia el tercero, frente al cual adquire
los derechos y asume las obligaciones resultantes del acto.

4. EFECTOS ENTRE SIMULANTES Y TERCEROS:


Existe el principio jurídico res iter alios acta, es decir, que los actos jurídicos
sólo producen efectos en quienes lo concluyen; sin embargo tal
aseveración no es tan rígida, tratándose de los actos jurídicos simulados.
En ese sentido se entiende por terceros aquellos que no han tenido
participación en la celebración del acto jurídico, ni por sí ni mediante
representante; y, por consiguiente, no pueden gozar ni sufrir sus efectos.
Ahora bien, en el tema de los terceros en materia de simulación serán
únicamente los que tengan un derecho bien legal, bien contractual.

Los terceros pueden ser absolutos y relativos. Es tercero absoluto quien no


tiene ninguna relación jurídica con cualquiera de las partes. Es tercero

9
relativo, son aquellos ajenos a las partes del acto jurídico, pero que pueden
ser alcanzados, positivamente o negativamente, por sus efectos.

Las relaciones entre simulantes y terceros se basa en el principio de la


oponobilidad de la simulación por los simulantes a los terceros de buena fe.
La simulación, mientras no sea descubierta, es irrevalente para los
terceros. Por principio, el acto simulado es válido y eficaz frente a los
terceros. Si la simulación es relativa, descubierto el acto disimulado será
válido éste.

5. EFECTOS ENTRE LOS SIMULANTES Y TERCEROS ADQUIRENTES


DEL TITULAR APARENTE:
El artículo 191 del Código Civil consagra la confianza de los terceros sub-
adquirentes de buena fe y a título onero. Los terceros de buena fe son
tutelados mediante la oponibilidad de las pretensiones procesales
formuladas por las partes o por los terceros perjudicados. Se tuela el
interés de los terceros de buena fe haciendo prevalecer la apariencia
(negocio jurídico simulado) sobre la realidad cuando hayan adquirido
situaciones jurídicas subjetivas del titular aparente. Asi se podrá decir que
el negocio simulado es eficaz respecto de los terceros de buena fe[53].
Aquí se tutela la confianza basada en la apariencia y el aparente titular es
considerado como titular efectivo.

6. ENTRE LOS SIMULANTES Y EL ACREEDOR DEL SIMULANTE


ENAJEANTE:
Los terceros legitimados tienen legitimidad para obrar. En efecto, negocio
simulado es ineficaz respecto de aquellos terceros cuyos derechos son
perjudicados. La norma pretende evitar el daño que se quiere producir a los
terceros. Cuando el negocio simulado disminuya el activo o aumento el
pasivo del deudor, los acreedores están facultados para solicitar la
ineficacia del negocio. De la misma manera, el heredero perjudicado por un
negocio simulado concluido por su causante y el cónyuge perjudicado por

10
un negocio simulado celebrado por el otro cónyuge, están legitimados para
pedir la nulidad.

7. EFECTOS ENTRE LOS SIMULANTES Y LOS TERCEROS


ACREEDORES DEL TITULAR APARENTE:
El acto jurídico simulado es válido y eficaz frente a los terceros acreedores
del adquirente (titular aparente). El acreedor de buena fe del simulante
adquirente tiene un interés opuesto al del acreedor del simulante
enajentante. Su interés es el de hacer prevalecer la apariencia sobre la
realidad, a fin de poder satisfacer su crédito con la ejecución forzada del
bien que aparentemente ha ingresado al patrimonio de su deudor.
Los autores de la simulación no pueden oponer ésta a los terceros
acreedores del titular aparente, pero, por el contrario, los terceros
acreedores del enajentante simulado pueden hacer valer la simulación en
relación a las partes cuando ella perjudica sus derechos.

8. EFECTOS ENTRE ACREEDORES DE AMBAS PARTES


SIMULANTES:
Al existir un conflicto entre los acreedores del simulante enajenante y
acredores del simulante adquirente (titular aparente), según el Dr. Torres
se presenta la siguientes situaciones.

11
a) Si ambos acreedores en conflicto son de fecha anterior a la
simulación, será preferido el acreedor del enajenante por ser la
víctima de la simulación; el acreedor del adquirente nada pierte,
pues, no contaba en el activo de su deudor con los bienes adquiridos
después en forma ficticia.
b) Si ambos acreedores son de fecha posterior a la simulación, será
preferido el acreedor del titular aparente que ya contó en el
patrimonio de su deudor con los bienes ingresados en forma
simulada, mientras que elacreedor del simulante enajenante no
contaba ya con esos bienes en el patrimonio de su deudor.
c) Si los acreedores del enajenante son anteriores a la simulación y los
del propietario aparente son posterioriores, se da preferencia a las
víctimas de la simulación sobre los acreedores del propietario
aparente. Esto aún cuando hayan inciado de buena fe la ejecución
forzada , sucumben en el conflicto con los acreedores del simulante
enajente, cuyo crédito es anterior al acto simulado.

9. EFECTOS ENTRE LAS PARTES EFECTIVAS Y EL TESTAFERRO:


El testaferro es una persona que no adquire ningún derecho, por tanto, el
cualquiera de las partes puede oponer la simulación a éste.

DIFERENCIA DE LA SIMULACION CON OTRAS FIGURAS AFINES:


1. LA SIMULACION Y LA RESERVA MENTAL:
En la reserva mental ocurre cuando el sujeto no quiere los efectos del acto
jurídico que celebra. Debido a que la reserva mental es un hecho psíquico
que no es conocible por la otra parte que interviene en el acto ni por los
terceros, cuyo fin corresponde casi siempre a la voluntad de engañar, el
sujeto permanece vinculado a su declaración, es decir, la reserva mental es
irrelevante para el derecho por carecer de objetiva expresión exterior. En la
simulación existe un acuerdo conjunto de las partes de celebrar el acto,
pero que el mismo no tenga efecto entre estos. En cambio la reserva

12
mental es una violación unilateral, puramente interna, no manifestada,
orientada a engañar a la contraparte y no necesariamente a un tercero.

La simulación y la reserva mental son semejante porque con ambas se


persigue un fin de engaño, pero se diferencian por lo siguiente:
a) Con la simulación se persigue engañar a terceros y con la reserva
mental se trata de engañar a la otra parte que interviene en el acto y
no necesariamente a terceros.
b) La simulación requiere del acuerdo simulatorio, lo que falta en la
reserva mental.
c) La reserva puede tener lugar en cualquier acto jurídico, sea sobre
derecho no patrimoniales disponibles o no, sea bilateral, plurilateral,
unilateral receptivo o no receptivo. En cambio la simulación opera
solamente en los actos sobre derechos patrimoniales disponibles y
sólo en los actos bilaterales, o plurilaterales, o unilaterales receptivos;
no opera en los actos unilaterales no receptivos.
d) La reserva no afecta la validez del acto, la simulación es causal de
nulidad.

2. SIMULACION Y ACTO FIDUCIARIO:


El artículo 241 de la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema
de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros,
conceptúa el acto fiduciario bajo los términos siguientes: El fideicomiso es
una relación jurídica por la cual el fideicomintente transfiere bienes en
fideicomiso a otra persona, denominada difuciario, para la constitución de
un patrimonio del cometido, sujeto al dominio fiduciario de éste último y
afecto al cumplimiento de un fin específico a favor del fideicomitente o de
un tercero denominado fideicomisario.

Del concepto del artículo se puede apreciar que un sujeto transfiere los


bienes a otro pero no en propiedad, para que posteriormente puedan ser
restituidos; además, que es un hecho real, las partes desean lo que

13
realmente han declarado; quieren el que acto surta todos sus efectos;
mientras quien la simulación se aparenta transferir en forma definitiva el
derecho de propiedad; sin embargo, los simulantes quieren el acto pero no
los efectos.

3. SIMULACION Y REPRESENTACION INDIRECTA:


En la interpretación indirecta la interposición de la persona es real porque si
bien el interpuesto actúa en representación del interponiente, tal
representación la ignora quien celebra el acto con la interpósita persona. El
representante indirecto, con arreglo a sus facultades y cautelando los
intereses del representado, actúa en nombre propio, por lo que el tercero
contratante cree contratar con él. Pro esto, hay interposición real, porque
verdaderamente se celebra el negocio con el sujeto interpuesto, aun
cuando en definitiva los efectos del negocio los transmitirá al representado
que no ha otorgado una representación directa.

4. SIMULACION Y DOLO:
El dolo es el engaño que utiliza una de las partes o un tercero para inducir
a otro a celebrar un acto jurídico. En cambio en la simulación las partes se
ponen de acuerdo para llevar a cabo un acto. La simulación puede ser
lícita, en cambio el dolo siempre será ilícito.

3. Doctrina sobre el tema


CUESTIONES PRELIMINARES:
En las relaciones jurídicas diarias los seres humanos, realizan una
diversidad de actos simulados. Algunos por el simple gusto de mentir otros
con relevancia jurídica. En el ámbito de los actos jurídicos, la simulación es
muy frecuente. Se usa para engañar a terceros con los más diversos fines:
aparentar solvencia o insolvencia económica, defraudar a los acreedores,
engañar a un pariente pedigüeño, eludir prohibiciones legales, protegerse
contra la delincuencia, evitar herir susceptibilidades, evitar el pago

14
de impuestos, beneficiar a unos hijos antes que a otros, facilitar la
realización de ciertos negocios, etc.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto podemos expresar que la


simulación es toda operación en virtud de la cual se crea una situación
jurídica aparente que difiere de la situación jurídica verdadera, producto de
la ocurrencia de determinadas circunstancias adversas a los intereses
patrimoniales de las partes contratantes.

FERRARA, mencionado Cámara nos dice que: por La simulación es la


declaración de un contenido de voluntad no real, emitido conscientemente
y de acuerdo entre las partes, para producir con fines de engaño la
apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de aquel que
realmente se ha llevado a cabo; o el acuerdo de partes de dar una
declaración de voluntad a designio divergente de sus pensamientos
íntimos, con el fin de engañar inocuamente en perjuicio de la ley o de
terceros.

En líneas generales luego de afirmar que «simular es, como ya se ha


dicho, fingir la existencia de un acto totalmente irreal» y que «simular
equivale a crear un acto configurándolo de tal forma que produzca una
apariencia de veracidad tanto por su estructura como por su forma de

15
confección», a ello también se debe ahondar que mediante la simulación
también se encubre la naturaleza de un acto bajo la apariencia de un acto
otro, verbigracia Juan celebra un contrato de compraventa con Pedro,
cuando en realidad está donando el bien.

NATURALEZA JURIDICA DE LA SIMULACIÓN:


1. DOCTRINA QUE CONSIDERA A LA SIMULACION COMO UN CASO
DE DIVERGENCIA ENTRE LA VOLUTAD Y SU DECLARACIÓN:
Esta corriente ha sido sostenida por la doctrina tradicional que considera a
la simulación como un caso de divergencia entre la voluntad y su
declaración, por considerar que los simulantes hacen una declaración de
voluntad que no coincide con su real querer interno. Existe una diversidad
de juristas que hasta la actualidad se inclinan por esta doctrina así
ALBADALEJO al referir a la simulación expresa que hay simulación de
negocio cuando, de común acuerdo, las partes entre sí -o, si aquél es
unilateral, de acuerdo al declarante con el destinatario- emiten una
declaración (o declaraciones) no coincidente con la voluntad interna, con el
fin de engañar a terceros.

En nuestro medio uno de los defensores de la teoría clásica es VIDAL[4] al


referir que lo más característico de la simulación es la divergencia
intencional entre la voluntad interna y la voluntad manifestada, y que lo
interno, que es lo querido, y lo externo que los manifestado, están en
oposición conciente, pues las partes no quieren el negocio, sino quieren
solamente aparentarlo y, por eso, emiten una declaración disconforme con
su voluntad, que predetermina la nulidad del acto y, al mismo tiempo, sirve
para provocar la ilusión falaz de su existencia.

Las críticas que se le hace está teoría es que no existe divergencia entre la
voluntad interna y la voluntad declarada, ya que si las partes han querido el
acto aparente no se puede afirmar que han declarado algo distinto de su
querer interno. De Cossio, mencionado por TORRES expresa que ninguna

16
de las partes manifiesta una voluntad disconforme con su interno querer,
sino que entre ambas están de acuerdo en dar apariencia de veracidad a
una volunta diversa de la real: de una parte, aparentan quiere algo, y de la
otra, no querer nada o querer algo diferente. Así en la simulación no hay
disconformidad entre la voluntad y la declaración, lo que hay es un querer
aparente y un querer real, el cual puede consistir en no querer nada o
querer algo distinto. La declaración del querer aparente es comunicada a
los terceros y la declaración del querer real se mantiene en secreto, pero
ambas declaraciones, la aparente y la real, corresponde al interno querer
de las partes. Los otorgantes de un acto simulado, no manifiestan una
voluntad distinta a su interno querer, sino, por el contrario, expresan su
deseo común de realizar un acto ficticio, de mentira, para engañar a
terceros, ya porque con la apariencia no esconden nada que sea real
(simulación absoluta), ya porque quieren esconder la verdadera naturaleza,
o el objeto, o el fin del acto que ocultan bajo la apariencia (simulación
relativa).

DOCTRINA QUE CONSIDERA QUE EN LA SIMULACIÓN HAY


DIVERGENCIA ENTRE LA DECLARACION Y CONTRADECLARACION:
La simulación ofrece el espectáculo de que las partes emiten una
declaración una contradeclaración dentro del mismo negocio, de suerte que
ambas se neutralizan recíprocamente. No debe creerse que existan dos
negocios que se excluyen sucesivamente. En el elemento de la declaración
esta contenida también la contradeclaración -aunque se fije posteriormente
por escrito- y la una se neutraliza por la otra; de modo que el negocio en
conjunto conduce a un efecto nulo, puesto que va al resultado dinámico
que se deriva de la totalidad de las declaraciones que comprende.

Según esta teoría los simulantes hacen dos declaraciones de voluntad: la


declaración interna, denominada contradeclaración destinada a
permanecer secreta y la declaración externa que aparece frente a terceros.

17
DOCTRINA QUE CONSIDERA QUE LA SIMULACION ES UN MERO
DISFRAZ DE LA VOLUNTAD DE LAS PARTES:
Esta teoría considera que por la simulación las partes adoptan
un lenguaje convencional atribuyendo a la declaración un significado
atípico, pero que entre ellas tiene valor solamente el acto real. DE
CASTRO Y BRAVO, mencionado por Morales nos dice que la declaración
simuladora es querida y no sólo para ocultar o engañar; se quiere crear una
apariencia y otra un determinado. El dato necesario y suficiente que
identifica la simulación es sobre todo la apariencia intencional de un
negocio que por acuerdo de las partes no se corresponde en todo o en
parte de su real relación.

DOCTRINA QUE CONSIDERA AL ACTO SIMULADO COMO UNA


DIVERGENCIA ENTRE LA DECLARACION Y LA CAUSA
El negocio jurídico simulado no puede tener obtener tutela del
ordenamiento por la falta de causa y por eso es considerado nulo. El
acuerdo simulatorio priva al contrato simulado de su causa, en la medida
en que manifiesta la voluntad de las partes en dar vida solo a una
apariencia. PUGLIATTI, mencionado por MORALES nos dice: "de esta
manera, por faltar la causa, el negocio o contrato ostensible estará viciado
de nulidad.

DOCTRINA QUE CONSIDERA A LA SIMULACION COMO UN


ACUERDO COMPLEJO ÚNICO:
Esta teoría considera que en la simulación concurren dos negocios: el uno
aparente y el otro real, en posición de antagonismo, por cuanto es una
perspectiva que se coloca en contra de la realidad de las cosas y de la
unidad de la compleja determinación negocial de los estipulantes.

Entendido así la simulación es un caso de anomalía de la autonomía de la


voluntad privada, por el cual los particulares crean un acto complejo que
contiene una doble regulación de los intereses en juego: una regulación

18
valedera para los terceros, y otra regulación operativa solamente entre las
partes.

Un acuerdo unitario en el cual no existe antinomia entre sus diversas


disposiciones, las mismas que son ciertas en su correspondiente ámbito
de acción: el ámbito relativo a las relaciones entre las partes y los terceros
y el concerniente a las relaciones internas ente las partes. Autonomía de la
voluntad privada asume la función específica de crear un doble reglamento
de relaciones, uno que rige entre los estipulantes y otro respecto a los
terceros, función que está reconocida por el ordenamiento jurídico, en
cuanto atribuye relevancia al acuerdo simulatorio como tal, con
prescindencia de la finalidad que los contratantes persiguen en concreto.

REQUISITOS DE LA SIMULACIÓN:
Actualmente la doctrina es unánime la doctrina que considera que los
requisitos de la simulación de los actos jurídicos son dos:
a) el acuerdo simulatorio; y,
b) el fin de engañar a terceros.

1. EL ACUERDO SIMULATORIO:
La simulación no puede realizarse sin la previa disposición de un medio de
preexistencia o coexistencia con el negocio simulado: se trata del acuerdo
simulatorio. El acuerdo simulatorio es aquél por el que se determina que lo
declarado no es realmente querido, es decir, sobre lo que realmente
quieren hacer en privado y lo que realmente quieren aparentar hacer en
público.

La simulación puede ser bilateral o plurilateral o unilateral. Será bilateral


cuando en el negocio sólo participan dos partes, plurilateral si existe
acuerdo de varías partes; y, unilateral en los negocios receptivos[19],
verbigracia en una donación, en la cual existe únicamente prestación sólo
de una de las partes.

19
El acuerdo simulatorio denominado también contradeclaración, vincula la
situación aparente y la situación real. El acuerdo simulatorio podrá ser un
acuerdo verbal o constar en un documento. A éste último se le denomina
contradocumento que viene hacer el contenido de un instrumento público o
privado que puede ser modificado o dejado sin efecto por otro documento,
también público o privado, otorgado por las mismas partes
simultáneamente o posteriormente. Se puede afirmar por regla general, su
finalidad es garantizarse una de las partes contra el contenido ficticio o
simulado del instrumento principal. Así cuando se declara una deuda
inexistente, el supuesto deudor suelo exigir, del presunto acreedor, el
reconocimiento de que la deuda es fingida, cubriéndose así de cualquier
intento de la ejecución de la deuda.

2. EL PERJUICIO DE CAUSAR DAÑOS A TERCEROS:


Como la simulación se dirige a producir un acto jurídico aparente, el
propósito de engañar le es inherente. El engaño va dirigido a los terceros,
aunque sea un engaño no reprobado por la ley, aunque no sea un engaño
reprobado por la ley. En éste último término al decir del Doctor TORRES. El
engaño no siempre es fraude de los terceros, porque la simulación puede
tener una finalidad lícita como lícita. Es decir, no es necesario el animus
nocendi, sino el animus decipiendi.

Fin de engaño, no implica ni intención de dañar, y ni siquiera ilicitud. Se


puede querer engañar, por ejemplo, a un pariente pedigüeño, a cuyo efecto
se simula un acto que disminuya su patrimonio; o se puede querer
engañar, por jactancia, para dar la impresión de riqueza, a cuyo efecto se
simula, por ejemplo, la compra de un predio. En ambos casos, hay
simulación con fin lícito. Pero éste es ilícito, pongamos por caso, cuando se
simulan actos deenajenación para defraudar a los acreedores, o para evitar
un impuesto que nos alcanzaría si el Fisco averiguase que lo enajenado
simuladamente nos sigue perteneciendo.

20
CLASES DE SIMULACION:
1. SIMULACION ABSOLUTA:
En la simulación absoluta, la causa es la finalidad concretadecrear una
situación aparente y, por tanto, no vinculante. Por la simulación absoluta se
aparenta celebrar un negocio jurídico, cuando en realidad no se constituye
ninguno. El negocio jurídico celebrado no producirá consecuencias
jurídicas entre las partes. Nuestra jurisprudencia nacional siguiendo a la
teoría clásica de la naturaleza jurídica de la simulación considera a la
simulación absoluta cuando no hay voluntad de celebrar el acto jurídico y
solo en aparencia se celebra. Un claro ejemplo de la simulación absoluta,
será cuando una persona con el fin de engañar a sus acreedores simula
enajenar su bienes a otros, a fin de impedir que estos cobren sus créditos;
pero en realidad no se transfiere nada y lo único que se busca es aparentar
la celebración de tal acto, puesto, que ni la transferencia del bien ni el pago
del precio se han concretizado.

Los simulantes quieren solamente la declaración, pero no sus efectos, esto


es, se crea una mera apariencia carente de consecuencias jurídicas entre
los otorgantes, destinada a engañar a terceros. Hay una declaración
exterior vacía de sustancia para los declarantes.

2. SIMULACION RELATIVA:
En la simulación relativa, el fin del negocio simulado sí es el de ocular al
desimulado, o a los elementos disimulados, para que los efectos que
aparezcan al exterior se crean procedentes de un negocio que no es aquél
del que realmente proceden, por ejemplo ocultar una donación a través de
una compraventa. En la simulación relativa se realiza aparentemente un
negocio jurídico, queriendo y llevando a cabo en realidad otro distinto. Los
contratantes concluyen un negocio verdadero, que ocultan bajo una forma
diversa, de tal modo que su verdadera naturaleza permanece secreta.

En la simulación relativa existen dos negocios jurídicos:

21
a) Negocio simulado como aparente y fingido
b) Negocio disimulado como oculto y real.

En la simulación relativa no se limita a crear la apariencia, como en la


absoluta, sino que produce ésta para encubrir un negocio verdadero. Para
ello será necesario considerar la unida de la declaración de voluntad de las
partes de sustituir la regla aparente por una diversa, uniendo así la
declaración de voluntad de simular y la declaración de voluntad de
establecer un reglamento de intereses distinto de aquél contenido en la
declaración ostensible. La jurisprudencia nacional también se ha
pronunciado en ese sentido que debe existir dos negocios, así en la Sala
de Civil Permanente en la Casación Nº 1230-96-HUAURA, refiere que para
que se configure la simulación relativa deben existir dos actos en los que
intervenga la voluntad de las partes: el acto oculto, que es el que contiene
la voluntad real y el acto aparente, que es lo que en definitiva se celebra.

3. SIMULACION TOTAL:
La simulación es total cuando abarca al acto jurídico en su totalidad. La
simulación total es inherente a la simulación absoluta, pues en ella tiene
esta característica desde que comprende la totalidad del acto, en todos sus
aspectos.

4. SIMULACION PARCIAL:
La simulación relativa relativa puede ser parcial o total. La simulación
relativa total afecta la integridad del negocio jurídico, verbigracia un anticipo
deherencia es ocultado mediante un contrato compraventa.

La simulación relativa parcial recae solamente sobre alguna de las


estipulaciones del acto. Esto sucede cuando el acto contiene unas
estipulaciones que son verdaderas y otras que son falsas. Tal como en un
contrato de compraventa se simulado el precio con la finalidad de evadir
impuestos.

22
En la simulación parcial, el acto jurídico no será nulo, por el principio de
conservación de los actos jurídicos el acto se mantendrá sólo se anulara
las estipulaciones en los cuales se haya cometido la simulación.

De otro lado debe distinguirse la simulación con la falsedad. En la falsedad


se trata de un hecho material, por el cual se crea, se altera o se suprime
algo, con lo que se forja, se modifica o se destruye una prueba testificativa
de alguna obligación. Se trata ya de un hecho punible, que cae dentro de la
esfera del Derecho Penal. No es una declaración que no corresponde a la
realidad, esto es, a lo verdaderamente querido. Mientras que en la
simulación parcial corresponde a datos inexactos y pueden estar referidos
a fechas, hechos, cantidades y, en general, declaraciones que no guardan
conformidad con la realidad.

4. SIMULACION LICITA:
Tal como se ha señalado líneas arriba la simulación en principio no es
ilícita. La ilícitud se da cuando se perjudica el derecho a terceros. Barbero
considera que el fin de la simulación puede ser lícito y que no hay nada
ilícito, por ejemplo cuando alguien pretende conservar sus bienes para ello
simula enajenarlos, a fin de evadir ciertos requerimientos de sus familiares.

La simulación lícita denominada también legítima, inocente o incolora, esta


dado cuando no se trata de perjudicar a terceros con el acto; además no
deberá violar normas de orden público, imperativas ni las buenas
costumbres. Se funda en razones de honestidad.

6. SIMULACION ILICITA:
La simulación es ilícita, maliciosa, cuando tiene por fin perjudicar a terceros
u ocultar la transgresión de normas imperativas, el orden público o las
buenas costumbres, verbigracia un deudor simula enajenar sus bienes a fin
de sustraer de la obligación de sus acreedores.

23
De otro lado no se debe confundir el acto jurídico simulado ilícito con el
error en la declaración. En el primero las partes en forma concertada
anteladamente pretende celebrar un acto a fin de que no tenga efectos
entre ellos. En el segundo las partes quieren que el acto tenga
plena eficacia, es decir, no existe un acuerdo para perjudicar a los terceros.

7. SIMULACION POR INTERPOSITA PERSONA:


La simulación por interpósita persona es una modalidad de la simulación
relativa que consiste en que una persona aparezca como celebrante del
acto y destinatario de sus efectos cuando en realidad es otra persona, pues
el que aparece celebrando el acto es un testaferro u hombre de paja, un
sujeto interpuestos ficticiamente, ya que el acto realmente se celebra con la
otra persona, el interponente, y sólo en apariencia se celebra con el
interpuesto o testaferro. Esta clase de simulación se configura cuando
alguien finge estipular un negocio con un determinado sujeto, cuando, en
realidad, quiere concluirlo y lo concluye con otro, que no aparece.

En la simulación por interpósita persona la interposición es ficticia porque


quién celera el negocio con el interpuesto sabe que es un testaferro y que
los efectos del acto celebrado se proyectan hacia el simulante interponente,
porque el acuerdo simulatorio es tripartito, ya que en él participan las dos
partes simulantes y la persona interpuesta, quien deliberadamente, de
acuerdo con ambas partes, se presta para la formación del acto jurídico
simulado.

4. Aplicación del tema a la Función Policial


Dentro de la materia de la nulidad de acto jurídico encontramos una
diversidad de fallos casatorios que desembocan en contradicciones
cuestionando seriamente la uniformidad que se predica de nuestro sistema
jurídico, siendo que estas incoherencias aplicativas obedecen a la
recurrencia a un modelo teórico inorgánico sobre nulidades negociales en

24
el código civil peruano, entendiéndose por tal al acogimiento de un modelo
teórico de manera asistemática, y también al acogimiento de un modelo
teórico aparentemente correcto pero que por el paso del tiempo ha
quedado desvirtuado por los avances teóricos o doctrinarios sobre la
materia de estudio y temas conexos.

Entre las diversas sentencias en Casación se ha recurrido a un sistema


divisional tripartito cuando, en puridad, nuestra codificación labora
solamente con una división bipartita de las nulidades, trasvasando el
modelo teórico original.

Respecto del mecanismo de establecimiento de la nulidad negocial, los


fallos casatorios se contradicen al concebir por un lado que ella opera de
pleno derecho, mientras que por otro se exige la participación judicial,
siendo que este error se debe a una divergencia en la concepción
ontológica de la nulidad.

En nuestra codificación civil se ha incluido el plazo prescriptorio decenal


para demandar la nulidad del acto jurídico, haciendo ininteligible su

25
operatividad de pleno derecho, lo cual muestra un error que nuevamente se
debe a la construcción inorgánica de nuestro modelo teórico de nulidades.

Existe contradicción respecto a si la nulidad es una sanción objetiva o


subjetiva, lo que, a su vez, implica que ella pueda ser invocada por
cualquier sujeto, sin embargo, con la influencia de los avances de las
disciplinas procesales se tiene que la nulidad solamente podría ser
intentada por quien acredite tener interés en ella.

En nuestro ordenamiento existe una equiparación errónea entre la división


de la nulidad en absoluta y relativa, con la división entre nulidad y
anulabilidad respectivamente, lo cual también es producto de un
acogimiento inorgánico de las fuentes inspiradoras de nuestro código civil.

26
ANÁLISIS CRÍTICO

El acto jurídico simulado es aquel que, por su concierto de las partes, tiene una
apariencia distinta de la que realmente le corresponde. Es decir, existe en
ambos sujetos el propósito de presentar el acto como real, a pesar de que no
existe el acto jurídico o es distinto del que se aparenta realizar; se trata, pues,
de una ficción para engañar a terceros.

En consecuencia el acto simulado es el que tiene una apariencia contraria a la


realidad, o porque no existe en absoluto o porque es distinto de como aparece.

La simulación del acto jurídico, si bien es cierto lleva consigo como uno de sus
componentes esenciales el engaño hacia los demás, sin embargo debe
precisarse que no toda simulación es ilícita o perjudicial, por cuanto mientras
no vaya contra el ordenamiento legal o agravie a terceros, un acto jurídico
simulado puede ser válido.

El Art. 194° del C.C. vigente establece que la simulación no puede ser opuesta
por las partes, ni por los terceros perjudicados a quien de buena fe y a título
oneroso haya adquirido derechos el titular aparente. Esta norma protege sólo al
tercero de buena fe que haya adquirido a título oneroso algo de un simulante.
Por consiguiente, el adquiriente de mala fe ya sea a título oneroso o gratuito no
puede acogerse a la inoponibilidad, en todo caso, su situación se rige por la
prescripción extintiva de la acción o por la usucapión, por lo que, mientras no
se dé estas prescripciones la parte interesada no podría recuperar el bien
mediante una acción reivindicatoria o una nulidad.

En conclusión la simulación es inoponible, es decir, que no se puede impugnar


al tercero adquiriente de buena fe y a título oneroso y es oponible al tercero
adquiriente que actuó de mala fe, es decir, que conocía que el bien procedía de
un acto simulado, aunque lo hubiera adquirido a título oneroso.

27
CONCLUSIONES

Sin manifestación de voluntad no cabría hablar de negocio jurídico máxime si la


falta de aquella en nuestro ordenamiento nacional es causal de nulidad del
negocio jurídico.

Entendemos por simulación a aquel negocio jurídico celebrado entre dos partes
cuyas voluntades internas discrepan, intencionalmente, de sus respectivas
voluntades declaradas con el objetivo de engañar a terceros haciéndoles creer
que sus voluntades declaradas realmente obedecen a sus voluntades internas.
Ya sea para convencerlos sobre la existencia de una operación imaginaria,
para enmascarar la naturaleza o el contenido real de la operación, o para
mantener en secreto la identidad de una o más partes de la operación.

Entendemos por simulación absoluta a aquel negocio jurídico en el que las


partes acuerdan realizar intencionalmente declaraciones discrepantes de sus
respectivas voluntades internas para engañar a los terceros. Teniendo tal
negocio jurídico celebrado el carácter de uno aparente o simulado.

Entendemos por simulación relativa a aquel negocio jurídico aparente o


simulado (debido a que las partes declararon algo distinto de sus respectivas
voluntades internas) celebrado por las partes que nunca quisieron celebrar
pero que lo hacen con el propósito de ocultar un verdadero acto querido.
Teniendo este acto querido, pero escondido de terceros, el carácter de
disimulado y la posibilidad de surtir efectos.

Desde el momento en que las partes se ponen de acuerdo para declarar de


forma distinta a sus respectivas voluntades internas, la manifestación de
voluntad de cada una de ellas no se logra configurar y la falta de estas
(manifestación de voluntad) es causal de nulidad de los negocios jurídicos.

28
Tanto en la simulación absoluta como en la simulación relativa los negocios
jurídicos se celebran habiendo una discrepancia entre la voluntad declarada y
la voluntad interna, esto es, sin manifestación de voluntad. Teniendo el
negocio, en ambos casos de simulación, el carácter simulado y por tanto nulo.

Usando la lógica del principio de la buena fe pública registral (artículo 2014 del
CC) la privación de un bien de quien haya adquirido derechos del titular
aparente (las partes en la simulación), de buena fe pero a título gratuito, no le
generaría mayor contingencia, pues no tendría necesidad alguna de accionar
contra su transferente para recuperar lo pagado. Además, lo que se buscaría
con la exigencia de la onerosidad es que sólo reciban protección quienes se
valgan del Registro para evitar un perjuicio patrimonial, y no así quienes
persigan un fin lucrativo (donatarios).

29
BIBLIOGRAFÍA

DA SILVA PEREIRA, Caio Mário (2011). Instituições de Direito Civil, Vol. 1,


Introdução ao Direito Civil, Teoria Geral de Direito, de acordo com o Código
Civil de 2002. Revista e atualizada por Maria Celina Marin de Moraes, Rio
Janeiro: Forense.

ESCOBAR ROZAS, Freddy (2015). “La muerte de la buena fe registral”. En:


Themis, n. 67, Lima: Pucp, pp. 321-332.

ESPINOZA ESPINOZA, Juan (2008). Acto Jurídico Negocial. Análisis


Doctrinario, Legislativo y Jurisprudencial. Lima: Gaceta Jurídica.

LOHMANN LUCA DE TENA, Juan Guillermo (1994). El Negocio Jurídico. Lima:


Grijley.

MARTÍNEZ COHEN, Rafael (2007). “El Error, la Simulación, el Fraude a la Ley


y el Abuso de un Derecho en el Derecho Tributario Chileno”. En: Revista de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, vol. 29, n. 2, julio,
Valparaíso: Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, pp. 351-378.

MUÑOZ WELLS, Jorge (1988). “Algunas notas sobre la simulación en nuestro


Código Civil”. En: Themis, Segunda Época, n. 13, Lima: Pucp, pp. 83-85.

PARRAGUEZ RUIZ, Luis Sergio (2012). “El Negocio Jurídico Simulado”. Tesis
Doctoral dirigida por el Profesor Dr. D. José Antonio Martín Pérez, Salamanca:
Universidad de Salamanca, Facultad de Derecho.

VIDAL RAMIREZ, Fernando (2011). El Acto Jurídico. Lima: Gaceta Jurídica.

30
ANEXOS

31
32

También podría gustarte