Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El código de 1936 distinguía entre nulidad absoluta y nulidad relativa. El actual no habla de
ella, sino de nulidad en sentido estricto y de anulabilidad. Para muchos autores, no hay
diferencia significativa entre ambas categorías, y los cierto es que el tratamiento es
fundamentalmente una cuestión de derecho positivo
En sentido estricto, nuestro código debió preferir como causal a la falta de manifestación
de una voluntad coherentemente formada, ya que si hablamos de falta de manifestación
de voluntad, estaríamos ante una ausencia de negocio jurídico, conforme al artículo 140º,
que asimila a todo acto jurídico con la manifestación de voluntad.
“Habrá fin ilícito, cuando respetándose aparentemente la forma del acto jurídico, se
evidencia la intención de conseguir un efecto prohibido por la ley. En el presente caso no
puede haber pronunciamiento sobre el fondo del asunto para determinar la nulidad de la
escritura pública, ya que el fin ilícito debe resolverse en el proceso penal instaurado y aún
no sentenciado.” (Cas. 2248-99-Tacna, Normas Legales, T. 293, Octubre 2000).
“(…) la simulación (…) consistente (…) en la celebración aparente de un acto jurídico sin
que exista voluntad para ello, (…) la simulación requiere de la concertación de las dos
partes para celebrar un acto jurídico aparente en perjuicio de terceros, en cambio el
dolo permite la acción de solo una de las partes en perjuicio de la otra.” (Cas. Nº 276-
99- Lambayeque, Sala de Derecho Constitucional y Social, El Peruano 17-09-2000)
1. Cuando falta la manifestación de voluntad del agente. 2. Cuando se haya practicado por
persona absolutamente incapaz, salvo lo dispuesto en el artículo 1358. 3. Cuando su objeto es
física o jurídicamente imposible o cuando sea indeterminable. 4. Cuando su fin sea ilícito. 5.
Cuando adolezca de simulación absoluta. 6. Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción
de nulidad. 7. Cuando la ley lo declara nulo. 8. En el caso del artículo V del Título Preliminar,
salvo que la ley establezca sanción diversa.
g ) NULIDAD TEXTUAL O EXPRESA : Las nulidades expresas son aquéllas que vienen dispuestas,
manifiestamente , por un texto legal, mientras que las nulidades virtuales son aquéllas que se
producen cuando un acto jurídico contraviene una norma imperativa, el orden público o las
buenas costumbres
h) NULIDAD VIRTUAL O TÁCITA El último inciso del artículo 219º hace referencia directa a los
supuestos de las nulidades tácitas o virtuales. Aquí, la nulidad viene impuesta por el hecho de
que el negocio jurídico contraviene uno de los fundamentos o pilares del sistema jurídico.
Efectos de la anulabilidad
Que, la anulabilidad, se presenta cuando un acto jurídico
reúne los elementos esenciales o requisitos de validez, y,
por tanto, es eficaz, pero, por adolecer de un vicio, a
pedido de una de las partes, puede devenir en nulo.
Que, el artículo 161° del Código Civil, establece que el acto jurídico celebrado
por el representante excediendo los límites de las facultades que se le
hubiere conferido, o violándolas, es ineficaz con relación al representado, sin
perjuicio de las responsabilidades que resulten frente a éste y a terceros.
También es ineficaz ante el supuesto representado el acto jurídico celebrado
por persona que no tiene la representación que se atribuye.
Que, puede apreciarse, que el artículo 161° plantea tres casos en los cuales
se configura la representación sin poder: (1) el exceso en los límites de las
facultades, (2) su violación y (3) la atribución de una representación que no
se tiene. Pero debe advertirse que el mismo artículo 161° no establece la
nulidad o anulabilidad del acto representativo anómalo, sino que lo declara
ineficaz, en espera de lo que al respecto decida el dominus.
Artículo 2001 inciso 4 del Código Civil, que establece el plazo de prescripción de dos años para
la acción de anulabilidad, la acción revocatoria, la que proviene de pensión alimenticia, la
acción indemnizatoria por responsabilidad extracontractual y la que corresponda contra los
representantes de incapaces derivadas del ejercicio del cargo.
Es anulable el matrimonio:
a) El Acuerdo simulatorio
La simulación constituye una operación jurídica compleja caracterizada por el acuerdo entre
las partes para fingir un negocio jurídico o para disimularlo, detrás de un negocio jurídico o
contrato aparente.
Características de la simulación
Una finalidad de engaño a los terceros ajenos al acto, lo que no debe confundirse con la
intención de dañar o causar perjuicio a otros mediante la celebración del acto simulado, o sea,
este debe tener una finalidad licita.
1) Simulación absoluta: Cuando las partes realizan un acto fingido que no corresponde a
un acto real.
El acto aparente se le denomina acto simulado. Ejm. El deudor ante la inminente
ejecución de sus bienes por el acreedor, se pone de acuerdo con otra persona para
vendérselo fingidamente, pero en realidad no se transfiere la propiedad del bien, ni se
paga el precio.
Simulación absoluta Hay simulación absoluta cuando las partes realizan un acto fingido
que no corresponde a ningún acto real; las partes exteriorizando una aparente
regulación de intereses, entienden no modificar en algún modo la situación existente1.
Por ejemplo, cuando el deudor, ante una inminente ejecución de sus bienes por su
acreedor, se pone de acuerdo con otra persona para venderlos fingidamente,
disminuyendo así aparentemente su patrimonio para impedir que aquél pueda cobrar
su crédito, pero en realidad no se transfiere la propiedad del bien ni se paga el precio.
Aquí no hay venta ni ningún otro acto jurídico; lo que hay es únicamente una
apariencia de venta. En principio, el acto con simulación absoluta no produce efecto
alguno entre las partes ni el expresado en él, ni cualquier otro.
Los simulantes quieren solamente la declaración, pero no sus efectos, esto es, se crea
una mera apariencia carente de consecuenciasjurídicas entre los otorgantes, destinada
a engañar a terceros. Hay una declaración exterior vacía de sustancia para los
declarantes: colorem habet, substantiam vero nullam. La apariencia de acto jurídico no
responde a ningún designio negocial verdadero de las partes. El art. 190 dice: “Por la
simulación absoluta se aparenta celebrar un acto jurídico cuando no existe realmente
voluntad para celebrarlo”. Los simulantes celebran un acto aparente que nada tiene de
verdad entre ellas. Al acto aparente se le denomina acto simulado.
2) Simulación relativa: Exteriormente se declara celebrar un determinado acto que no es
más que una apariencia con el cual se oculta su verdadero carácter que consta de la
contradeclaración de ella consta el verdadero contenido, significación y alcances del
acto con simulación relativa. Las partes quieren al mismo tiempo dos actos: el
aparente como el real
Por la simulación relativa se declara celebrar un determinado acto que no es más que
una apariencia con la cual se oculta su verdadero carácter que consta en la
contradeclaración. El acto que aparece como querido es distinto del querido
realmente. En la contradeclaración se establece que, en lugar de la relación que se
deriva del acto simulado, se constituye otra relación, total o parcialmente, distinta. Por
ejemplo, se declara celebrar un contrato de compraventa, cuando en realidad es una
donación. En la contradeclaración de la simulación relativa, las partes declaran querer,
en lugar del acto simulado, un acto distinto, así, manifiestan que quieren una donación
y no una compraventa y que el adquirente, por tanto, no está obligado a pagar el
precio que figura en el acto de compraventa simulado. Es decir, las partes no quieren
realizar la regulación de intereses exteriorizada sino una diversa expresada en la
contradeclaración.
3) Simulación ilícita, maliciosa, cuando tiene como fin perjudicar a terceros u ocultar la
trasgresión de normas imperativas de orden público o las buenas costumbres
En ese sentido, podrá solicitar la nulidad del acto simulado, tanto para casos de
simulación absoluta como para casos de simulación relativa, cualquiera de las partes
como el tercero perjudicado
Hay que hacer notar, no obstante, que cuando se trate de un negocio simulado
relativamente la acción puede asumir dos vertientes, o momentos. La primera, dirigida
a la declaración de nulidad absoluta del negocio aparente y la segunda a la declaración
de nulidad del acto disimulado y oculto. (Lohmann Luca de Tena, 1994, p. 386).
Cabe recordar que la simulación absoluta es causal de nulidad del acto jurídico
(artículo 219, inciso 5) mientras que la simulación relativa causal de anulabilidad
(artículo 219, inciso 3) En el primer caso, la acción prescribirá a los 10 años (artículo
2001, inciso 1) mientras que para el segundo, la acción prescribirá a los 2 años (artículo
2001, inciso 4). Algo adicional es la posibilidad que tienen las partes de demandar los
daños y perjuicios derivados de un acto simulado cuya acción prescribe a los 7 años
(artículo 2001, inciso 2).
En la interposición simulada de persona una de las partes del acto (A) solo se obliga
aparentemente con el testaferro (B), entendiendo obligarse realmente hacia un
tercero: la parte disimulada (C), frente a la cual adquiere los derechos y asume las
obligaciones resultantes del acto. El acuerdo simulatorio se establece entre tres
partes: las dos mencionadas en el negocio simulado (el interponente, (A) y el
interpuesto o testaferro (B) y el tercero (C) que, aun no siendo mencionado en el acto
simulado, adquiere sus efectos1007; las tres partes saben que los efectos del acto
jurídico son para el sujeto disimulado (C
El fraude del acto jurídico se produce por un malicioso y desleal proceder del deudor al
negarse incrementar su patrimonio por renuncia de derechos o deshacerse de su patrimonio
para burlar a sus acreedores.
Por ejemplo Arturo que es el deudor renuncia a una herencia de Yolanda que es su madre; o
Martín también deudor vende sus bienes con la finalidad de evitar que le sean embargados y
ejecutados por sus acreedores
El concepto de fraude que estamos delimitando debe distinguirse del llamado fraude a la ley,
pues éste consiste, como señala Messineo, en eludir una norma, o sea, en la violación del
ordenamiento jurídico.
El fraude como lo estamos delimitando, está dirigido a los acreedores e importa una lesión a
un derecho subjetivo. Según el mismo Messineo por fraude en este sentido debe entenderse
un malicioso y desleal obrar en daño ajeno, En el cual debe apreciarse, agravada, la figura de la
mala fe.
El fraude se presenta, así, cuando una persona en ajena sus bienes a fin de sustraerlos a la
ejecución de sus acreedores, pero con una voluntad real, lo que distingue el acto jurídico
fraudulento del acto jurídico simulado. El fraude se realiza mediante un acto jurídico real y
verdadero cuyos efectos son queridos por el fraudador. Frente a tales actos, en el Derecho
Pretoriano se dio creación a la acción denomina da pauliana, como un remedio a utilizarse por
el acreedor.
Son necesarios los siguientes requisitos para que proceda esta acción:
1.Existencia del crédito: el Art. 195 delC.C. al ser modificado por el Decreto Legislativo 768, se
ha establecido que para hacer uso de la acción revocatoria o Pauliana, cuando se trata de un
acto jurídico oneroso, si el crédito es anterior al acto de disminución patrimonial, que el
tercero haya tenido conocimiento del perjuicio a los derechos de la creedor o que, según las
circunstancias haya estado en razonable situación de conocer o de no ignorarlos y el perjuicio
eventual de los mismos.
3.Titulares de la acción: son titulares de la acción revocatoria los acreedores por tener un
interés directo en el patrimonio del deudor. Dentro de los acreedores están considerados
aquellos que tengan un crédito puro y simple, y los que tengan créditos modales (condición o
plazo). Además, son titulares de la acción de fraude todos los acreedores privilegiados (con
garantía) sólo en el caso de que la garantía no alcance a cubrir su crédito .
Contra quienes procede: la demanda deberá entenderse contra el deudor y contra los terceros
que suscribieron el acto fraudulento. También deben incluirse, a quienes tengan derechos
derivados para que pueda tener efecto la sentencia declarándola ineficacia del acto
Actos perjudiciales: el art. 195 del C.C. autoriza accionar contra los actos del deudor que
perjudican al acreedor. Los actos pueden realizarse de dos maneras:
1)Por actos de disposición del patrimonio que hagan imposible el pago, tales como: ventas,
legados, donaciones, etc. Y:
2) Renunciando a derechos, tal como sucedería cuando el deudor teniendo que recibir una
herencia que incrementaría su patrimonio, renuncia a ella para perjudicar a su acreedor.
Acción subrogatoria
1)AcciónSubrogatoriauOblicua:cuandoundeudorevadesusderec
hosparanocobrarsucréditoocualquierotraprestación,enperjuiciod
elacreedor,existelaacciónsubrogatoria,queseencuentraenelArt.1
219inc.4to.delCódigoCivilvigente.Porlaacciónenmenciónelacree
dorpuedeaccionarunapretensiónanombredesudeudor,paraqueel
patrimoniodeésteseincremente,deestamaneraelacreedortendrál
aposibilidaddecobrarsucrédito,interponiendounademandadecob
ro.
VICIOS DE LA VOLUNTAD
DE LOS VICIOS EN GENERAL
Como consecuencia de esta situación el derecho considera invalido el acto jurídico viciado,
pues este no está debidamente conformado para lograr su finalidad.
El error accidental
El error que no invalida el acto jurídico es el error accidental o indiferente. El artículo 209º del
Código Civil trata este tipo de error. Entre las formas de error indiferente encontramos el error
de cálculo y el error en el motivo.
Se configura con una equivocación en cuanto a las cualidades de la persona con la que se
celebra el acto y debe referirse a caracteres objetivos permanentes de ella y que son resultado
de una atribución que realiza.
El error en la persona: muchas veces celebramos un acto jurídico determinado, por la persona,
la identidad o las cualidades personales de la otra parte, que si fuese otra persona no lo
celebraríamos, por ejemplo el matrimonio está referido a una determinada persona,
igualmente al otorgar un testamento se indicarán las personas favorecidas, asimismo un
artista, etc. ¨En consecuencia habrá un error sobre las cualidades personales cuando se realiza
un acto atribuyéndole a una persona una cualidad permanente que no la
El dolo consiste en prácticas o maniobras maliciosas llevadas a cabo por una de las partes con
el fin de conseguir de la otra una declaración de voluntad que le traiga provecho, o a un
tercero.
Se trata del dolus malus caracterizado por la perversidad del propósito. La malicia humana
encuentra medios variadísimos de actuar con tal de lograr sus objetivos. Puede alguien
proceder de manera activa falseando la verdad, y se dice que procede por acción u omisión.
Pero es igualmente doloso en los negocios bilaterales, el silencio respecto de un hecho o
cualidad que la otra parte haya ignorado, cuando por razón de las circunstancias, dicho silencio
conduzca a otro a una declaración en provecho de quien calló.
Según una doctrina nacional, la violencia física es simplemente violencia. Supone, pues, que
mediante el uso de la fuerza se doblegue al sujeto y se anule su voluntad, como sería el caso
de tomar la mano de una persona por la fuerza y hacerla escribir su nombre y firmar, o
estampar sus huellas digitales, que, por demás, es la única hipótesis posible de obtener una
declaración mediante la vis absoluta.
En tal sentido, podría ocurrir que, antes o coetáneamente al momento en que la víctima
declare su voluntad, esta haya sufrido actos de violencia dirigidos por su contraparte o un
tercero, pero, más allá del contacto físico que implica la realización de estos actos violentos, la
declaración que conduce a celebrar el contrato se haya producido telefónicamente. Es obvio
que en muchos casos el delincuente que emplea violencia para hacer celebrar a su víctima un
acto jurídico no será quien actúe por si mismo, sino que en la mayoría de veces se valdrá de
terceros para conseguir tales fines. (Castillo Freyre y Horna, 2003, p. 18)
La intimidación
La intimidación consiste en infundir temor en un sujeto para obtener por ese medio una
manifestación de voluntad forzada, en cuanto es consecuencia de haber cedido ante la
amenaza que le infunde el temor y, por eso, constituye un genuino vicio de la voluntad.
Al contrario de lo que ocurre con la violencia física, que desplaza la voluntad por lo que el acto
“no es” del sujeto, la violencia moral o intimidación infunde un temor sobre el sujeto quien,
cediendo a ese temor, se aviene declarar una voluntad que no responde a una decisión libre y
espontánea. (Vidal Ramírez, 2011, pp. 221)
La intimidación es una conducta antijurídica -acto ilícito-, que consiste en influir sobre el fuero
interno del agente causándole miedo o temor, amenazándolo con un mal futuro que debe ser
inminente y grave. De esta manera, presionando la voluntad o el ánimo del agente, es decir, el
aspecto psíquico del mismo, se logra que declare algo de una manera distinta a la querida, o al
declarar que quiere, cuando nunca ha querido así ni de otra manera. (Lohmann Luca de Tena,
1994, p. 506)
Esta amenaza debe ser creíble, o sea debe ser idónea para impresionar al contratante
amenazado. Para ello se debe valorar si la amenaza impresiona a una persona sensata, pero al
mismo tiempo induce a construir el modelo de una persona medianamente sensata teniendo
en cuenta una serie de variables que se asemejen al modelo de la situación de la situación en
que concretamente se halla la misma víctima . (Morales Hervias , 2011 , p . 237 )
tres ejemplos de dolo positivo, dolo negativo y dolo reciproco. Establecer los vicios de la
voluntad en el matrimonio y en el testamento.
El error vicio Artículo 201.- El error es causa de anulación del acto jurídico cuando sea esencial
y conocible por la otra parte. Concordancias: CC. Arts. 218, 221 inc. 2 y 4, 2001 inc. 4 La fuente
del art. 201 es el art. 1428 delCódigo italiano: Art. 1428. Relevancia del error. Elerrorserá causa
deanulación delcontrato cuandofuere esencial y conociblepor el otro contratante. Por error
vicio se entiende la ignorancia o la falsa representación de la realidad que incide en el proceso
formativo de la voluntad induciendo al contratante, que ha caído en error, a celebrar el acto
jurídico que no lo habría celebrado o lo habría concluido en condiciones diferente de no haber
estado en error. El que conoce la verdad de un hecho no puede alegar error, porque se estaría
yendo contra sus propios actos
Como vicio de la voluntad, el error afecta a la intención del sujeto com0 elemento interno de
lavoluntad; de no haber ignorado o tenido un conocimiento falso de la realidad de las cosas o
del Derecho, el sujeto no habría celebrado e] acto jurídico o lo habría llevado a cabo en otras
condiciones. El art. 201 señala que para que el error determine la anulación del acto jurídico es
necesario que concurran dos requisitos: 1) la esencialidad; y 2) la conoscibilidad de la otra
parte1175. De este modo, el ordenamiento jurídico, sobre la base del principio de la buena fe
confianza, garantiza al destinatario que ha confiado en que la declaración corresponde a la
voluntad real del emitente. En los actos bilaterales, plurilaterales y unilaterales recepticios, el
error para que sea causal de anulación del acto debe ser conocible por el destinatario de la
declaración. De este modo se protege la buena fe y la seguridad en el tráfico jurídico.
Si cualquier error en la celebración del acto jurídico determinara la invalidez del acto jurídico,
el tráfico jurídico se vería lastrado con una inseguridad general. De ahí que ningún
ordenamiento jurídico preste atención a todo error que pueda haber en la celebración de un
acto jurídico. Pero tampoco hay ningún ordenamiento que no tome en cuenta en absoluto el
error1176. De acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico, solamente el error esencial y
conocible es causal je anulación del acto jurídico.
Requisitos
Para que el error constituya vicio de la voluntad que da lugar a la anulabilidad del acto jurídico
es necesario que concurran tres requisitos: La esencialidad del error (art. 201); Debe ser
determiante de la voluntad del errante (art. 202); La conocibilidad del error (art. 201); y El
perjuicio del errante (art. 206)117
La esencialidad del error Artículo 202.- El error es esencial: 1. Cuando recae sobre la propia
esencia o una cualidad del objeto del acto que, de acuerdo con la apreciación general o en
relación a las circunstancias, debe considerarse determinante de la voluntad. 2. Cuando recae
sobre las cualidades personales de la otra parte, siempre que aquellas hayan sido
determinantes de la voluntad. 3. Cuando el error de derecho haya sido la razón única o
determinante del acto. Concordancias: CC. Arts.— 277 inc.5, 809
El error para que sea esencial debe recaer sobre los siguientes elementos: la esencia o una
cualidad del objeto de la prestación; las cualidades personales de la otra parte; que el error
esencial sea determinante de la voluntad del errante; que el error de derecho sea la razón
única o determinante del acto.