0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
45 vistas8 páginas
Este documento presenta una discusión sobre la cultura e ideología desde las perspectivas marxista y althusseriana. Desde el marxismo, la ideología sirve para legitimar los intereses de las clases privilegiadas a través de ideas que promueven una comprensión inadecuada del mundo. Para Althusser, la ideología constituye sujetos a través de sistemas de representación y discursos que son parciales. La ideología tiene un doble carácter de verdadera al constituir la vida real pero falsa al mal representar las relaciones de
Este documento presenta una discusión sobre la cultura e ideología desde las perspectivas marxista y althusseriana. Desde el marxismo, la ideología sirve para legitimar los intereses de las clases privilegiadas a través de ideas que promueven una comprensión inadecuada del mundo. Para Althusser, la ideología constituye sujetos a través de sistemas de representación y discursos que son parciales. La ideología tiene un doble carácter de verdadera al constituir la vida real pero falsa al mal representar las relaciones de
Este documento presenta una discusión sobre la cultura e ideología desde las perspectivas marxista y althusseriana. Desde el marxismo, la ideología sirve para legitimar los intereses de las clases privilegiadas a través de ideas que promueven una comprensión inadecuada del mundo. Para Althusser, la ideología constituye sujetos a través de sistemas de representación y discursos que son parciales. La ideología tiene un doble carácter de verdadera al constituir la vida real pero falsa al mal representar las relaciones de
• Desde el punto de vista marxista, la ideología funciona
para legitimar los intereses de las clases privilegiadas: • Ideas como declaraciones coherentes sobre el mundo y el dominio de las ideas burguesas o capitalistas. • Cosmovisiones que son el resultado sistemático de las estructuras del capitalismo que nos llevan a una comprensión inadecuada del mundo social. • Para el marxismo, las ideas no son independientes de las circunstancias materiales e históricas de su producción. Althusser e ideología
• Para Althusser, la ideología es un sistema de
representaciones (imágenes, mitos, ideas o conceptos) con su propia lógica y rigor, concebido como una práctica vivida que transforma al mundo material (Barker, 2005, p. 77). • La ideología tiene la función general de constituir sujetos (personas). Desde esta perspectiva, el sujeto no se constituye a sí mismo, sino que es el “efecto” de estructuras. Althusser e ideología
• Los sujetos son los efectos del discurso porque la
subjetividad está constituida por las posiciones que el discurso nos obliga a tomar. • El discurso construye, define y produce objetos del conocimiento de forma inteligible. Al mismo tiempo excluye otras formas de razonamiento como ininteligibles. De esta manera, el discurso es ideológico porque es parcial. Althusser e ideología
• Para Althusser, la ideología posee un doble carácter:
• Verdadero, porque constituye las condiciones reales de la vida de las personas. • Falso, porque se concibe como un conjunto más elaborado de significados con el cual se hace sentido del mundo (un discurso ideológico) en formas que mal reconocen y mal representan a las relaciones de clase y poder. Bibliografía
• Barker, C., & Jane, E. A. (2016). An Introduction to
Cultural Studies. En Cultural Studies: Theory and Practice. London: Sage Publications, pp. 3-43. • Gómez Redondo, F. (2008). Culturalismo y Orientalismo. En Manual de crítica literaria contemporánea. Madrid: Editorial Castalia, pp. 443-460. • Hall, S. (2001). Cultural Studies and its Theoretical Legacies. En S. During (ed.), The Cultural Studies Reader. New York: Routledge, pp. 97-109. Bibliografía
• Hill Collins, P., & Bilge, S. (2019). Intersectionality.
Cambridge: Polity Press. • Storey, J. (2009). Culturalism. En J. Storey, Cultural Theory and Popular Culture: An Introduction. 5th ed. New York: Routledge, pp. 37-58. • Viñas Piquer, D. (2007). La crítica literaria en el siglo XX: Estudios Culturales. En Historia de la crítica literaria. Barcelona: Ariel, pp. 567-574.