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DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGIA
CURS O TEORIA SOCIOLOGICA II
Segundo sem est re de 2005
Prof: Raúl Atri a
1. Introducción
a. la revisión de Parsons
b. el neo-funcionalismo
3. Interacción y comunicación
a. la doble contingencia
b. la noción de sociedad
c. los sistemas sociales
1
1. Introducción.
a. la revisión de Parsons
Como es sabido, en una de sus obras teóricas fundamentales, Parsons 1 construyó las bases
de una teoría general de la acción, en la cual, el “acto unitario” (complejo elemental
compuesto de sujeto-situación-motivación-orientación) es un sistema proteico que sostiene
a los demás sistemas que “emergen” de él: el sistema de la personalidad, el sistema social y
los sistemas culturales. Para Luhmann, el análisis de la estructura social no debía estar
basado en la acción (o el agregado de la acción) sino en la interacción entre acciones. El
análisis basado en la acción no puede desprenderse del sujeto y por tanto, no puede
producir el cierre de discurso teórico en el lenguaje sistémico. Para alcanzar ese cierre, o
sea, la autosuficiencia de la teoría, Luhmann propone que hay que trasladar el análisis a la
interacción entre acciones, no entre sujetos. De ese modo, y sólo de ese modo, la
interacción constituye un sistema de referencia para los eventos observables distintos de la
acción o de sus agregados. Después de todo Parsons no abandona al sujeto: lo convierte en
sistema. Luhmann lo saca del escenario. Ambos son igualmente radicales en su enfoque.
1
Ver Parsons, Talcott, The Structure of Social Action, The Free Press of Glencoe,
Chicago, 1937.
3
Parsons: la jerarquía cibernética
del sistema social 2
ALTA INFORMACION
Jerarquía de factores controladores
L latencia
I integración
G obtención
de metas
A adaptación
2
Rodriguez, Darío y Arnold, Marcelo, Sociedad y Teoría de sistemas, Editorial
Universitaria, Santiago, Chile, 1992, página…..
4
b. el neo-funcionalismo
“La teoría general de los sistemas sociales no puede hacer más que formular conceptos muy
abstractos y establecer “condiciones limítrofes” para el análisis de la realidad social. Sin
embargo, puede aclarar de qué manera (en principio) los sistemas sociales se constituyen a
sí mismos por medio de procesos de auto-selección y formación de sus fronteras. Este
proceso constitutivo siempre tiene lugar en condiciones específicas., por lo cual emergen
distintos sistemas sociales que no pueden reducirse unos a otros. No todos los sistemas
sociales son “interacciones personales”, no todos son “sociedades”, y (de manera enfática)
no todos son “organizaciones”. Por ello es que las teorías sociológicas que se circunscriben
a uno de estos tres tipos básicos de sistema, tienen un rango limitado de aplicación
empírica. Ninguna de esas teorías monosistémicas puede dar cuenta del largo, el ancho y la
profundidad de la realidad social. Incluso el sistema “sociedad” que es omnicomprensivo
no puede ser el prototipo de esa realidad, aun cuando contenga a los otros tipos de
sistemas” 3.
3
Luhmann, Niklas, The differentiation of Society, Columbia University Press, Nueva
York, 1982, pp. 76-77 (todas las citas de esta fuente han sido traducidas por Raúl Atria).
5
Hay dos cambios de paradigma en la Teoría de Sistemas, que según Luhmann han
posibilitado el actual desarrollo de este enfoque teórico y han posibilitado la construcción
de una “super-teoría” que aspira a convertirse en una teoría unificada. Dentro de esa super-
teoria sistémica, se hace posible emprender la tarea de construir una teoría general de la
sociedad o, si se quiere, una teoría general de los sistemas sociales, algo que nadie ha
abordado en el campo de la sociología desde Parsons.
El primer cambio de paradigma ocurre con el abandono de la distinción entre parte y todo,
que sirvió de base, desde Aristóteles, al teorema de que el todo es más que la suma de sus
partes. Ese teorema inspiró a la primera ola de pensamiento en la teoría general de
sistemas, pues permitió equiparar el concepto de sistema al todo, y el concepto de partes a
la idea de sub-sistemas funcionalmente diferenciados. El abandono de ese teorema fue
posible cuando se sustituyó la distinción partes/todo por la distinción entre sistema y
entorno, con la cual se pueden hacer dos operaciones básicas para la teoría de sistemas de
la primera generación, que son: a) establecer fronteras que permiten “clausurar” el sistema
y diferenciar lo que está dentro del sistema (subsistemas funcionalmente diferenciados) de
aquello que está fuera del sistema (el entorno, en el cual pueden por cierto encontrarse otros
sistemas) y b) establecer el intercambio adaptativo al entorno como condición de
existencia y persistencia del sistema. Este primer cambio fue introducido por Ludwig von
Bertalanffy en la década de los 1950.
“Podemos hablar de que existe un sistema social sólo en la medida en que el sistema puede
ser distinguido de su entorno. Además, los agentes mismos y no solamente la teoría
sociológica, deben ser capaces de reconocer la frontera que separa al sistema de su
6
entorno. Cuando esto ocurre, el sistema está “diferenciado” de su entorno: esto es, cualquier
cosa que ocurra en el entorno no ocurre automáticamente dentro el sistema”. 4
“El concepto de entorno no significa que algo exista fuera del sistema que se está
analizando. No se trata de distinguir entre un “aquí” y una “cualquiera parte”. La nueva
tesis dice lo siguiente: las estructuras y procesos de un sistema sólo son posibles en
relación a un entrono, y sólo pueden entenderse por medio de esta relación…. Exagerando
un tanto podemos decir que un sistema es su relación con su entorno, o que es la
diferencia entre sistema y entorno”.6
b. la reducción de la complejidad
4
Luhmann, ibid., página 139.
5
Luhmann, ibid., pp., 230-231.
6
Luhmann, ibid, página 257
7
del entorno. En concreto, con este giro paradigmático, se abandona la segunda operación
mencionada más arriba.
7
Knodt, Eva M., “Prólogo”, a la obra de Niklas Luhmann, Social Systems, Stanford
University Press, Standford, California, 1995, página xvii. (Negritas agregadas en esta
cita.Traducción de Raúl Atria).
8
Luhmann, los sistemas deben desarrollar una relación simplificadora y asimétrica con su
entorno. Si no lo hacen no pueden diferenciarse de su entorno y por tanto no pueden existir.
El paralelismo con Parsons es indudable. De acuerdo a Parsons, los sistemas deben
desarrollar una relación adaptativa con su entorno al entorno. Si no lo hacen no pueden
generar ni obtener los recursos indispensables para la operación del sistema y por tanto no
pueden existir. Al adentrarse en estas conceptualizaciones de Luhmann, se advierte, a veces
con mucha claridad, que Luhmann pareciera ser un Parsons que resucita con un nuevo
lenguaje, pero con las mismas ideas fundamentales que sirvieron para construir las
aspiraciones universalistas del funcionalismo. Otra vez habrá que argumentar entonces, que
el problema no está en este postulado de relación entre entorno y sistema, sino en el
pretendido universalismo del mismo. La postura luhmanniana, de que ese universalismo se
explicaría porque la teoría de sistemas es una “super teoría” es simplemente tautológico.
9
Luhmann. La complejidad externa e interna de los sistemas
1. ENTORNO
SISTEMA
orientación
c. los sistemas auto- referentes: la autopoiesis
reducción de la Interno
Externo
complejidad
10
“como regla general la complejidad de un sistema no puede ser mayor que su capacidad de
reducir la complejidad”.8
El cambio paradigmático que se hizo posible en la teoría general de sistemas, con la idea
de sistemas autoreferenciales, se extendió al campo de la biología con los trabajos de
Humberto Maturana y de Francisco Varela, y al campo de la física con Ilya Prigogine.
8
Luhmann, op. cit., página 148
9
Luhmann, op. cit., pp., 151-152
11
Un sistema cognisciente se conecta con el "mundo" sólo en términos de perturbaciones en
su sistema nervioso, el cual está "operacionalmente cerrado" (i.e., sus transformaciones
ocurren dentro de sus fronteras). En la medida en que el sistema nervioso interconecta
recursivamente sus componentes (como ocurre en nuestros cerebros), el organismo es
capaz de generar, mantener y reconectar sus propios estados como si ellos fueran,
literalmente, representaciones de fenómenos externos.
En suma, para Varela, los sistemas sociales no son autopoiéticos sino autónomos. En otras
palabras, para caracterizar a los sistemas sociales, lo que cuenta es la capacidad de
autocontrolarse, y no la capacidad de autoproducirse, porque los sistemas sociales, en
cuanto tales, no tienen la capacidad de producir sus componentes que son los individuos
humanos. Varela, a mi juicio apunta a una cuestión fundamental, cual es la relación del
sistema con el sujeto, pues la autonomía (o heteronomía) es un asunto que remite más al
sujeto que al sistema. Sin embargo, esta “corrección” de Varela, no parece haber
encontrado eco alguno en la corriente principal del pensamiento luhmanniano. Esta es, a mi
entender, una tarea pendiente en el funcionalismo sistémico de Luhmann y sus seguidores.
10
Varela, Francisco, Autonomy and Autopoiesis, en Roth, G., y Schwegler, H., (eds.) Self-
organizing Systems: An Interdisciplinary Approach, Frankfurt/New York: Campus
Verlag, 1981.
12
Según Luhmann, no hay que confundir autonomía con auto-suficiencia. puesto que “esta
última significa aislamiento e independencia de los aspectos físicos e informacionales del
entorno. La autonomía, por el contrario, presupone esta clase de independencia y se refiere
al grado de libertad con que los criterios de selectividad del sistema pueden regular la
relación de éste con el entorno”….”Para ser autónomo, un sistema debe, en primer lugar,
“tener tiempo”, es decir, no puede ser forzado a reaccionar inmediatamente a los impulsos
externos. Debe disponer de tiempo para aplicar sus propios procesos de selectividad de
causas efectos”. 11
Hejl concluye que ninguno de estos conceptos puede ser considerado como un rasgo
necesario o suficiente de los sistemas sociales. “Los sistemas sociales definitivamente no se
automantienen, porque ellos no generan directamente los componentes que se realizan a sí
mismos (son sus participantes lo que generan los nuevos componentes)”. La aplicación del
rasgo de auto-mantención se complica aún más por el hecho de que estos componentes
pueden ser parte de múltiples sistemas sociales en cualquier momento, y tienen la
11
Luhmann, op. cit., pp., 142-143
12
Hejl, P., citado por Whitaker, Randall, Teoría autopoiética y sistemas sociales:Teoría y
práctica. 1995, ver Anexo II en esta Guía. (artículo bajado desde la WEB)
13
capacidad de sustraerse completamente de participar. Estos dos últimos factores hace que
sea muy difícil definir a los sistemas sociales por la auto-referencialidad. Los sistemas
sociales no pueden considerarse estrictamente auto-referenciales (en la definición de Hejl)
porque ellos no son espontáneos y su complejidad excede su propia densificación. Dicho de
otro modo, Hejl demuestra que los criterios para dar forma al sistema como un todo (e.g.,
los aspectos formales de la teoría autopoiética) son insuficientes para definir a los sistemas
sociales.
Acoplamiento estructural es el nombre para las vinculaciones entre sistemas que están en
curso, y que dan como resultado cambios estructurales en cada uno de ellos. El
acoplamiento estructural no supone intercambios, sólo describe co-adaptaciones mutuas
que están en desarrollo, sin aludir a la transferencia de alguna fuerza efímera o de
información a través de las fronteras de los sistemas acoplados. Esto hace que el concepto
de acoplamiento estructural sea completamente diferente de la noción de intercambios
funcionales de insumo/producto con la cual Parsons se refirió a la vinculaciones entre
sistemas (o sub sistemas).
14
Luhmann: los acoplamientos estructurales
en el sistema social.
LO
CULTURAL
LO POLITICO
LO ECONOMICO
LA SOCIEDAD
La Sociedad, diferenciada como
una pura red de comunicación.
(la comunicación crea la
comunicación con
independencia de los sujetos)
2.
Domini
Acoplamientos
LO os
estructurales
RELIGIOSO
3. Sub-
siste
mas
LO ARTISTICO
15
En los sistemas sociales el acoplamiento estructural, en la visión de Maturana, se hace
posible por el medio linguístico. Maturana (1978b) es por tanto el autor clave para el
abordaje de la interacción lingüística en la teoría autopoiética. A partir de los predicados de
la determinación estructural y del acoplamiento estructural, construye un modelo de
lenguajeo, que es la actividad en la cual los interactores se orientan mutuamente en
relación a cada otro y a un sujeto (en contraposición al “envío por un tubo” de “mensajes”
supuestamente significativos que se mandan para adelante y para atrás). Lenguajeo es
capacidad de comunicación linguística: no es propiamente el lenguaje como una estructura
comunicativa sino una capacidad.
b. la noción de sociedad
“Se puede definir la “sociedad” como el sistema más amplio y más envolvente de
relaciones comunicativas entre acciones y experiencias humanas mutuamente accesibles.
La generación de sentido depende de la comunicación entre seres humanos. El sistema
16
social más amplio y comprensivo, por consiguiente, es aquél que es presupuesto en cada
comunicación y en cada experiencia o acción, en que el “sentido” juega un rol esencial”. 13
Dice Luhmann: “Mi propuesta consiste en tomar por base el concepto de comunicación, y
de esta manera transponer la teoría sociológica del concepto de acción al de sistema. Esto
permite presentar al sistema social como un sistema operativamente cerrado, consistente
13
Luhmann, op. cit., página 345
14
idem.
17
sólo de sus propias operaciones, reproductor de las comunicaciones a partir de las
comunicaciones” 15
Las comunicaciones son eventos que se desvanecen el tiempo y que al producir las redes
que las producen, constituyen órdenes emergentes de complejidad temporalizada. La
comunicación produce comunicación, o dicho en otras palabras, para que haya
comunicación sólo se requiere que haya redes de comunicación. “Sólo con ayuda del
concepto de comunicación – sostiene Luhmann- puede concebirse un sistema social como
sistema autopoiético; es decir, como un sistema consistente sólo de elementos ( a saber,
comunicaciones) que él mismo produce y reproduce a través del entrelazamiento de estos
elementos precisamente (esto es, por medio de comunicaciones)” 16.
De esta manera, Luhmann redefinió los sistemas sociales como entidades que se realizan en
el dominio de las "comunicaciones". En otras palabras, los elementos constitutivos del
sistema social son las comunicaciones, y las condiciones para la autopoiesis se dan en
términos de esas comunicaciones. Esto tiene la ventaja, según Luhmann, de describir el
sistema en términos de sus características puramente operacionales, independientemente de
los participantes específicos en cualquier momento determinado. Con este giro
comunicativo, Luhmann se desprende, sin mayor problema, de la necesidad de abordar las
cuestiones relativas al sistema desde un punto de vista ontológico, cosa que, a su juicio
sería inevitable desde la óptica del sujeto y de la acción. El enfoque de Luhmann es
radical en el sentido de tratar a los sistemas sociales solamente en términos de
comunicaciones, haciendo que los participantes humanos sean componentes periféricos en
el mejor de los casos.
15
Luhmann, Niklas, Complejidad y modernidad: de la unidad a la diferencia,
(traducción de Josetxo Beriain y José María García Blanco) Editorial Trotta, Madrid, 1998,
página 56.
16
Idem.
18
reducción de la complejidad, que supone selectividad, se hace en la pura comunicación. No
hay necesidad de suponer un sujeto que selecciona; es la comunicación la que selecciona.
La comunicación se basta a sí misma y por ello es que el sistema social luhmanniano deja
fuera al sujeto humano. Ese sujeto no forma parte del sistema social sino que de su
entorno: está fuera de él.
No hay sujetos trascendentales, hay sólo sistemas y la orientación analítica es clara: para la
comprensión del sistema y del sentido es suficiente con observar al observador. El sistema
social, auto-referente, se observa a sí mismo: basta pues con observar al sistema que se
observa a sí mismo. ¿Cómo es que el sistema se observa a sí mismo? La respuesta es
simple: por la red de comunicación que lo constituye. La comunicación puede observar la
conciencia (que es constitutiva de los sistemas psíquicos), pero sólo desde fuera. Y siempre
desde dentro de los límites dispuestos por su propia selectividad.
19
teoría?. Vamos a tomar prestada la categoría reflexión y la vamos a aplicar a las sociedades,
en el marco de una teoría general de sistemas que generan sentido”.17
“La reflexión en una técnica difundida para relacionar, o establecer relaciones. Relacionar
en este sentido especial, significa que algo originalmente dado en forma unificada, concreta
y compacta, se reemplaza por una relación o cadena de relaciones. Mediante el
establecimiento de relaciones, se especifica y se esquematiza la estructura referencial de los
horizontes del mundo de la vida, la cual está entonces disponible para las operaciones
progresivas de la acción y la experiencia. Esto tiene sentido sólo en la medida en que las
cosas mutuamente relacionadas sean tratadas como contingentes. “Contingente” significa
que los ítems interrelacionados puedan ser también otra cosa distinta de lo que son”. 18
Una vez disociada del sujeto, o sea cuando ya se está en condiciones de prescindir del
sujeto reflexivo, subraya Luhmann, que “la reflexión puede ahora ser definida como el
proceso mediante el cual un sistema establece una relación consigo mismo . En
consecuencia, podemos también entender la reflexión como una “auto-tematización” . La
auto-tematización hace que la unidad de un sistema sea accesible a las partes del sistema,
sean estas partes sub-sistemas, procesos subsidiarios, o actos ocasionales. Tanto los
sistemas de personalidad individual como los sistemas sociales son capaces de
“tematizarse” a sí mismos”.19
17
Luhmann, op. cit., página 325
18
Idem., página 326
19
Idem., página 327
20
Luhmann, Niklas, Social Systems, op. cit., passim., capítulo 12 “Sistema y función”
20
distingue doce tesis para elaborar y desarrollar el concepto de sistema; siete tesis acerca del
tiempo (sistemas temporalizados) y una tesis metodológica sobre el análisis funcionalista.
1. En la sociología actual hay consenso en que el punto de partida para todos los análisis
teóricos sistémicos se encuentra en la diferencia entre sistema y entorno.
2. En cuanto nuevo paradigma, la diferencia entre sistema y entorno obliga a la teoría de
sistemas a remplazar la diferencia entre partes y todo por una teoría de la
diferenciación sistémica.
3. La línea divisoria entre sistema y entorno no puede entenderse como si aislara y
combinara las causas “más importantes” en el sistema, pues ella corta a través de la
causalidad. La pregunta ahora no es por las causas sino por la perspectiva.
4. La diferencia entre sistema y entorno debe distinguirse de otra diferencia igualmente
constitutiva: la que existe entre elemento y relación. Hay dos formas de descomponer
el sistema: a) formando subsistemas dentro del sistema (las piezas dentro de la casa) o
b) descomponiendo el sistema en sus elementos y relaciones (los ladrillos, vigas,
clavos, etc, de que está hecha la casa). La primera descomposición conduce a una teoría
de la diferenciación sistémica, la segunda a una teoría de la complejidad sistémica.
5. De la relación entre los elementos del sistema, emerge el concepto central del
condicionamiento: no sólo hay relaciones entre elementos, sino que las conexiones
entre las relaciones deben estar reguladas. Los condicionamientos exitosos funcionan
como imposiciones. (constraints).
6. Cuando aumenta el número de elementos que deben mantenerse cohesionados dentro
de un sistema o para un sistema a medida que crece su entorno, se encuentra
rápidamente un umbral más allá del cual no es posible relacionar cada elemento con
cada otro elemento del sistema. Un conjunto de elementos interconectados es
“complejo” cuando, debido a las limitaciones inmanentes en la capacidad conectiva de
los elementos, deja de ser posible, en cualquier momento, conectar cada elemento cion
cada otro elemento. (Complejidad = selectividad forzosa= contingencia= riesgo).
21
7. Los sistemas tienen fronteras (boundaries). Esto es lo que distingue el concepto
“sistema” del concepto “estructura”. Las fronteras suponen algo que está más allá. Una
vez definidas las fronteras los elementos pertenecen bien al sistema o al entorno, pero
sin dejar de existir las relaciones entre sistema y entorno. Las fronteras separan a los
elementos pero dejan pasar las relaciones.
8. Los sistemas complejos deben adaptarse no sólo a su entorno sino a su
propia complejidad: deben de habérselas con sus inadecuaciones e improbabilidades
internas. Para ello tienen que desarrollar mecanismo construidos justamente sobre
estas fallas propias; tales como mecanismos para reducir la conducta desviada.
9. El concepto de autoreferencia designa la unidad que un elemento, un proceso o un
sistema es para sí mismo. Para sí mismo significa que es independiente de la
observación de otros. La unidad debe ser producida mediante una operación relacional
del sistema consigo mismo. Un sistema es autoreferente si él mismo constituye los
elementos que, siendo unidades funcionales, lo componen. La reproducción que es
autoreferente, “autopiética” en el nivel de sus elementos, debe ajustarse al tipo de
elementos definidos por el sistema. Sistemas de acción siempre reproducen acciones; no
ideas, ni células.
10. El sistema contiene, en cuanto complejidad, un excedente de posibilidades, que él
mismo reduce auto-selectivamente. Esta reducción se lleva a efecto por medio de
procesos comunicativos y por tanto el sistema requiere de una organización básica que
es “mutualista”: atribuye sus elementos a complejos que son capaces de comunicarse.
Hablamos de comunicación si y sólo si el cambio en un complejo A corresponde a un
cambio en el complejo B, aún cuando ambos complejos tengan otras posibilidades para
determinar sus respectivos estados.
11. La reproducción autopoiética depende de que haya una adecuada homogeneidad de
operaciones del sistema y éstas definen la unidad de una determinado tipo de sistema:
el sistema viviente es inaccesible al sistema psíquico: para atraer la atención de éste
último el sistema viviente debe producir una distribución (por ejemplo: picazón, o dolor
en el cuerpo) para poner en operación otro nivel de formación de sistema.
12. Se produce información cada vez que un evento selectivo (interno o externo) opera
selectivamente dentro del sistema, es decir, selecciona los estados del sistema. Esto
22
presupone la capacidad de orientarse por diferencias que están relacionadas a un modo
operacional autorreferente del sistema. Un “bit” de información es una diferencia que
marca la diferencia.
23
elementos distintos: le reproducción es un problemas continuo para los sistemas que
tienen complejidad temporalizada..
6. La reproducción autopiética en condiciones de complejidad temporalizada lleva al
concepto de entropía inmanente en el sistema. Para el observador un sistema es
entrópico para sí mismo si la información sobre un elemento no permite hacer
inferencias sobre los otros elementos.
7. Los sistemas con complejidad temporalizada están compelidos a cambiar sus estados
en forma constante para minimizar la duración de los elementos que lo componen.
1. El método del análisis funcional sirve para obtener información: regula las
condiciones específicas bajo las cuales la diferencia hace la diferencia. El análisis
funcional usa relaciones para abarcar lo que está presente como contingente y lo que es
diferente como comparable.
3. Los problemas son tales sólo si ellos no pueden ser aislados, elaborados y resueltos uno
en uno: este es lo justamente constituye su problematicidad. La utilidad del análisis
funcional y su valor explicativo dependen de cómo es que puede especificarse la
relación entre problemas. La diferenciación de subsistemas funcionales significa, por
24
ejemplo, el establecimiento de nuevas relaciones sistema/entorno dentro del sistema
original.
En la década de los 1970, Niklas Luhmann adquirió notoriedad en el campo de las ciencias
sociales por su intransable postura crítica y sus ahora famosas discusiones frente a Jürgen
Habermas. Este último era ya en esos años, el principal exponente de la sociología de la
Escuela de Frankfurt, en la Alemania de la post-guerra. La Teoría Crítica se había
revitalizado en el país, con el retorno de Theodor Adorno, uno de los fundadores de la
Escuela, a Alemania, a comienzos de los 1950. Luhmann y Habermas publicaron
conjuntamente en 1971 un ensayo que dió cuenta de la polémica intelectual sostenida entre
ambos.
25
Esa obra tuvo un gran éxito editorial porque en ella se plasmó, en la percepción pública, la
controversia política entre la Nueva Izquierda que se sustentaba en la teoría crítica liderada
por Habermas desde la Universidad de Frankfurt, y las tendencias neo-conservadoras
“post-Ilustración” asociadas a la figura de Luihmann en la Universidad de Bielefeld.21
21
Habermas, Jürgen, y Luhmann, Niklas, Theorie der Gesellschaft oder
Sozialtechnologie : Was leistet die Systemforschung? (Teoría de la sociedad o
Tecnología social: ¿qué se logra con la investigación de sistemas?) Frankfurt, Suhrkamp,
1971
26
Anexo I.
En cuanto fenómeno biológico, la cognición debe verse con relación al organismo(s) cuya
conducta hace realidad ese fenómeno. En la teoría autopoiética, la cognición es una
consecuencia de la circularidad y la complejidad en la forma de cualquier sistema cuya
conducta incluya la mantención de esa misma forma. Con esto se cambia el foco desde el
discernimiento de los agentes activos y las acciones repetibles a través de los cuales un
proceso dado (la cognición) se pone en movimiento (la perspectiva de la ciencia cognitiva)
22
Traducción de Raúl Atria, agosto 2000, para uso de los alumnos del curso.
27
hacia el discernimiento de aquellas características que tienen las formas de un organismo
que determinan el involucramiento de éste con su entorno.
Esta orientación lleva a una descripción sistemática de los organismos en cuanto unidades
que se autoproducen en el espacio físico. Los principios y definiciones que permiten
construir este esquema sistémico se designarán como los aspectos formales de la teoría
autopoiética. A partir de esta base formal, Maturana y Varela derivaron una conjunto de
características operacionales ( p.ej.; auto-regulación; auto-referencia) y desarrollaron una
explicación sistémica de la cognición como una fenomenología descriptiva. Los principios
y definiciones que permiten construir esta descripción sistémica se designarán como los
aspectos fenomenológicos de la teoría autopoiética. Esta teoría se ha aplicado en campos
diversos tales como la ingeniería de programas (software), la inteligencia artificial, la
sociología y la psicoterapia.
El Observador
"Todo lo que se dice es dicho por un observador" (Maturana y
Varela, 1980, p. xix)
28
derivaciones y no registros literales de la experiencia. En la teoría autopoiética, estos
estados se llaman descripciones. Un organismo que opera dentro del dominio de sus
descripciones es un observador.
La organización del sistema especifica una categoría, dentro de la cual puede haber
muchas instantaneidades específicamente realizadas. Las entidades sistémicas específicas
exhiben más que el patrón general de sus organizaciones, pues ellas tienen componentes y
relaciones entre éstos, que son particulares. Las particularidades de la realización
individual de un sistema dado conforman su estructura.
29
Autopoiesis y Autonomía
Dominios y Espacios.
Determinación estructural.
30
Acoplamiento estructural.
Las nociones "determinación estructural" y "acoplamiento estructural" dan una base para
analizar las empresas y sus operaciones en términos de su forma real y general (i.e., su
organización y estructura). Esta aproximación mantiene un foco en el sujeto empresa y
minimiza el sesgo contraproducente hacia abstracciones apriorísticas como los "flujos de
información", las "fuerzas del mercado" y otras similares).
31
sistema viviente dentro de su dominio de interacción. En otras palabras, la cognición es un
asunto de interacción en la manera (s) en que uno es capaz de interactuar, no procesando lo
que está objetivamente allí para ser visto. "Los sistemas vivientes son sistemas cognitivos,
y la vida como proceso es un proceso de cognición" (Maturana y Varela, 1980, p.13).
No es posible abordar aquí una amplia exploración y análisis de las ideas de Maturana y
Varela acerca de la cognición. Por ahora debe bastar con decir que su reinterpretación de la
cognición, aterriza la actividad cognitiva en la corporeidad del actor y en el contexto
específico de la actividad. La teoría autopoiética , en cuanto tal, calza muy bien con las
tendencias actuales que dan realce a la contextualización y a la autodeterminación en los
estudios de las empresas. Varela y sus colaboradores (1979) desarrollan una extensión
reciente de estos principios en una ciencia cognitiva efectiva.
Lenguajeo.
Resumen y conclusiones.
32
La teoría autopoiética brinda una base teórica rigurosa para el abordaje de la gente y los
sistemas sociales en que ella participa. Puesto que la teoría procede desde la especificación
formal a las entidades sistémicas, sus postulados pueden razonablemente aplicarse a ambos.
Debido a la extensión que Maturana y Varela han hecho del núcleo de conceptos para
describir una fenomenología de los sistemas vivientes, el alcance de la teoría es
relativamente amplio. Esto posibilita que los investigadores apliquen sus principios a través
de un rango mayor de fenómenos sujetos, lo que no es el caso en otros enfoques corrientes.
Ya que la teoría está anclada en un análisis formal de los sistemas vivientes y de la
cognición, ella puede sustentar investigación enfocada en sujetos individuales y sus
actividades dentro de una empresa (p.ej., análisis de flujos de trabajo, factores humanos en
los análisis de usuarios de sistemas de información específicos). Al incluir una explicación
de la interacción linguística, la teoría autopoiética puede sustentar investigaciones
enfocadas en las interacciones sociales y las comunicaciones en la empresa (p.ej., estudios
etnográficos, investigación cualitativa).
Al completar este panorama, debe haber quedado más claro al lector, el cómo la teoría
autopoiética intrínsecamente da atención a los tres temas actualmente innovadores en la
investigación acerca de las empresas: la perspectiva sistémica, la autodeterminación y la
contextualización. La primera ocurre por definición, la segunda por enfoque y la tercera por
la manera en que Maturana y Varela desarrollan los aspectos fenomenológicos de la teoría.
Referencias.
33
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VARELA, F. [1981b], Describing the Logic of the Living: The
Adequacy and Limitations of the Idea of Autopoiesis, en ZELENY
(1981), pp. 36-48.
VARELA, F., Reflections on the circulation of concepts between a
biology of cognition and systemic family therapy, _Family Process_,
Vol.28, no. 1 (March 1989), pp. 15-24.
Anexo II
34
Teoría autopoiética y sistemas sociales:
Teoría y práctica.23
Antecedentes.
23
Traducción de Raúl Atria, agosto 2000, para uso de los alumnos del curso.
35
examinar estos enfoques alternativos en mayor detalle, vamos a referirnos brevemente a lo
Maturana y Varela dicen sobre los sistemas sociales.
Maturana (1980) trata a los sistemas sociales como emergentes de, o constituídos por la
interactividad de sus participantes, y no como unidades abstractas apriorísticas. Para
Maturana los sistemas sociales se hacen reales primariamente en los dominios linguísticos
(consensuales). El carácter de un sistema social depende de las interacciones específicas
entre sus participantes y varía con los cambios en esas interacciones (p.ej., respecto de la
frecuencia, conectividad y membrecía). En cuanto medium, el sistema social influye en los
participantes individuales, a través de apoyos y regularidades en su interactividad. Esta
influencia se ejerce recursivamente sobre el sistema social emergente por medio de las
interacciones corrientes de los participantes. Estos pueden operar en múltiples sistemas
sociales (p.ej. equipos, clubes), aunque en cada uno de ellos funcionan como si estuvieran
en distintos dominios de interacción.
36
¿Qué importancia tiene la distinción auotnomía/autopoiesis en relación con los sistemas
sodiales? Varela estima que la autoiopiesis es un caso distintivo de autonomía, en la medida
en que un sistema produzca sus propios componentes (p/ej.su estructura), caso que es
paradigmático en los procesos químicos en los sistemas vivientes. Varela sostiene
"..parece muy descabellado describir a los sistemas sociales en términos de la producción
de componentes" (Varela, 1981 a, p.15) porque "el tipo de relaciones que define unidades
como una empresa, …o una conversación…se entienden mejor por medio de operaciones
que no son producciones. Esas unidades [sociales]son autónomas, pero tienen una clausura
organizacional que se caracteriza por medio de relaciones tales como las instrucciones o los
acuerdos linguísticos. (Varela, 1981 b, p 38)
Una aproximación para aplicar la teoria autopoiética a las empresas es tratar a ésta últimas
como un sistema unitario al cual se le adscribe la autopoiesis. Desde esta perspectiva, la
empresa proporciona un marco estático y dinámico dentro del cual se realiza la presencia y
las conductas de sus subsistemas participantes(incluyendo las personas). Para que esto
opere la empresa debe ser analizada como una red coherente de objetos y procesos. Este
37
tipo de análisis ha sido el sello distintivo de muchos estudios de la ciencia social y
organizacional, y es el enfoque que usa la mayoría de los autores que tratan de aplicar las
ideas de Maturana y Varela a las empresas. Dentro de este enfoque el autor más conocido
es el sociólogo alemán Niklas Luhmann, que introduce la autpoiesis en sus análisis
sistémicos de la sociedad (.p.ej., Luhmann, 1982, 1984, 1986, 1995). Un resumen de sus
aspectos principales se encuentra en Bednardz (1988). Una presentación detallada de las
ideas de Luhmann se encuentra en Mingers(1994), en tanto que von Krogh y Roos (1995)
lo discuten en su obra.
La ideas de Maturana y Varela sobre los sistemas sociales son problemáticas para quienes
quieren aplicar el concepto de autopoiesis, pero que prefieren entender a la empresa como
algo distinto de sus participantes. Si los seres humanos son los elementos constituyentes de
un sistema social, ¿cómo es que podría entonces, pensarse que el sistema social se
autoreproduce en términos de seres humanos? La solución de Luhmann es buscar algunos
elementos constituyentes que no sean humanos. La lógica de esta solución es que …"los
procesos sociales deben, por su parte, producir componentes sociales si es que el concepto
de autopoiesis ha de ser extendido válidamente al dominio social" (Bednarz, 1988, p. 61)
Luhmann redefinió los sistemas sociales como entidades que se realizan en el dominio de
las "comunicaciones". En otras palabras, los elementos constitutivos del sistema social son
las comunicaciones, y las condiciones para la autopoiesis se dan en términos de esas
comunicaciones. Esto tiene la ventaja de describir el sistema en términos de sus
características operacionales, independientemente de los participantes específicos en
cualquier momento determinado. El enfoque de Luhmann es radical en el sentido de tratar
a los sistemas sociales solamente en términos de comunicaciones, haciendo que los
participantes humanos sean componentes periféricos en el mejor de los casos.
Sus ideas son más convincentes en su aplicación específica a los principios de la esfera del
derecho. (ver. Teibner, 1988), donde hay "comunicaciones" altamente estructuradas que
puede ser consideradas como una red en sí misma, lo que no es el caso en la mayoría de las
empresas. El enfoque de Luhmann se asemeja a los estudios organizacionales
38
convencionales al enfocarse en la empresa como el objeto primario de interés. Sin embargo
sus ideas son problemáticas. Por ejemplo, un sistema puede considerarse autopoiético en la
medida en que efectúa las relaciones necesarias en un espacio dado. Luhmann no ha dado
una definición comprensiva del espacio en el cual se manifiestan sus "comunicaciones". La
más común e informal de las reacciones contrarias al enfoque de Luhmann es la aprensión
que provoca dejar fuera del modelo a los seres humanos. Mingers (1994) discute estos
problemas y muchos otros del enfoque de Luhmann. Los artículos en la antología de
Teuber (1988) abren el debate sobre las ideas de Luhmann con respecto al derecho como un
sistema autopoiético.
La otra aproximación consiste en tratar a los sistemas sociales como entidades que se
constituyen emergiendo de la interactividad entre sus participantes. Este enfoque toma a los
participantes individuales y colectivos como los objetos fundamentales. La ''empresa''' es
abordada como un fenómeno emergente que puede describirse convencionalmente como
'organización'. Descontando a Maturana y Varela, la alternativa más coherente , respecto de
los análisis de Luhmann sobre la autopiesis y los sistemas sociales, proviene de otro
sociólogo alemán, Peter Hejl, quien desarrolla un análisis conciso y detallado de la teoría
de sistemas en general y de la teoría autopoiética en particular (Hejl, 1980; 1981; 1984).
El punto de partida de Hejl (1980; 1981) es una crítica de esfuerzos anteriores hechos para
definir a los sistemas sociales como entidades en sí mismas (p/ej., el estructuralismo y el
funcionalismo sociológicos). Explora la idea de que la sociedad sea "un proceso en el cual
los individuos interactúan entre ellos y con su entorno natural (real) con la prioridad de la
autopreservación" (p.176). En otras palabras, lo que desde Durkheim se ha considerado
como un entidad estable que envuelve a los individuos (e.g., la sociedad como un objeto
unitario del cual los individuos son meramente miembros), pasaba a ser analizado como
el efecto emergente de la interactividad mutua de los individuos. Hejl (1984) llega a
39
establecer definiciones duras para 3 conceptos clave que en anteriores versiones de la
literatura teórica sobre sistemas se habían definido ambiguamente:
Sistema que se auto-organizan, son "aquellos que, bajo ciertas condiciones
iniciales y limitantes, surgen espontáneamente como estadois específicos o como
secuencia de estados" (Op.cit. pags. 62-63)
Hejl concluye que ninguno de estos conceptos puede ser considerado como un rasgo
necesario o suficiente de los sistemas sociales. Los sistemas sociales definitivamente no se
auto-mantienen, porque ellos no generan directamente los componentes que se realizan a sí
mismos (son sus participantes lo que generan los nuevos componentes). La aplicación del
rasgo de auto-mantención se complica aún más por el hecho de que estos componentes
pueden ser parte de múltiples sistemas sociales en cualquier momento, y tienen la
capacidad de sustraerse completamente de participar. Estos dos últimos factores hacen que
sea muy difícil definir a los sistemas sociales por la auto-referencialidad. Los sistemas
sociales no pueden considerarse estrictamente auto-referenciales (en la definición de Hejl)
porque ellos no son espontáneos y su complejidad excede su propia densificación. Dicho de
otro modo, Hejl demuestra que los criterios para dar forma al sistema como un todo (e.g.,
los aspectos formales de la teoría autopoiética) son insuficientes para definir a los sistemas
sociales.
Hejl enfrenta el problema de una manera que se acerca más a los aspectos fenomenológicos
de la teoría autopoiética,. Define los dominios sociales, como generados a través de '…un
proceso de interacciones mutuas , y por ende, de modulación que da como resultado una
paralelización de los sistemas iteractuantes"(1984,pág. 68). Esto es básicamente una
40
variación de los dominios consensuales, que recurre a la "paralelización" antes que a la
"orientación mutua". Lo que otros autores ven como un sistema social unitario , Hejl lo
define como instantaneidad de un dominio social…'un grupo de sistemas vivientes que se
caracterizan por una paralelización de uno o varios de sus estados cognitivos, y que
interactúan con respecto a estos estado cognitivos"(Op.cit., pag. 70)
El prolongado debate entre los enfoque sistémicos representados por Luhmann y Hejl está
abierto. El nudo de la cuestión está en la pregunta sobre cuáles partes de la teoría
autopoiética deben prevalecer para dar cuenta de los fenómenos sociales. Los aspectos
formales de la teoría autopoiética (e.g., organización, autopoiesis) dominan las
descripciones luhmannianas que se focalizan en la empresa como todos unitarios. La
concentración de Luhmann en las "comunicaciones" oculta el hecho de que su análisis
ignora el tratamiento que hace Maturana del lenguajeo y excluye la consideración de
interactores individuales. Los aspectos fenomenológicos derivativos de la teoría (e.g.,
41
acoplamiento estructural, lenguajeo) dominan las descripciones de Hejl de las empresas
como regularidades emergentes de redes de actores que lenguajean.
Varela (1979, pág, 85) aborda explícitamente este asunto de perspectivas, al discutir el acto
cognitivo fundamental de la distinción:
42
una visión de los sistemas sociales en los cuales tales "observadores" son irrelevantes?. El
peso de la prueba recae en los analistas sis-referenciales. Para que expliquen, si es que
pueden, quien o quienes sostienen ( pueden sostener) que la sociedad es una red
autopoiética de comunicaciones que hace abstracción de los comunicadores y que está
desprovista de observadores. Mientras esta pregunta no sea despejada, la propuesta para
efectuar aplicaciones de la autopoiesis a los sistemas sociales debe considerarse incompleta.
Hay otra forma - más directa-, de proseguir la argumentación en pro de un enfoque sis-
referencial. La mayoría de los problemas teóricos del enfoque de Luhmann pueden evitarse
si se cambia, para las empresas, la exigencia de autopoiesis por una de autonomía.
Varela(1979) da pie para este cambio y sus argumentaciones sirven para darle fundamento.
No obstante, los analistas comprometidos con la perspectiva sis-referencial siguen
argumentando en defensa de una postura autopoiética estricta. Como se verá más adelante,
ha habido unos pocos intentos para demostrar que un sistema social muestra rasgos de
autopoiesis y estos intentos no han sido convincentes (con la posible excepción del
derecho). Dada la popularidad de Luhmann y su obra, más la perspectiva convencional de
la ciencia de la gestión social acerca de la "empresa" como objeto de análisis, podemos
esperar que persista el interés en el enfoque sis-referencial. Quizá la orientación más
razonable sea dejar este debate esotérico para las torres de marfil y trabajar con los aspectos
no controvertidos (sin-referenciales) de la teoría. La teoría autopoiética deja amplio
espacio para conceptos y principios con cuya aplicación nos hemos de mantener ocupados
en el futuro próximo. En la sección siguiente s e dan algunos ejemplos de tales
aplicaciones.
43
en tecnología de información para la empresa. Las aplicaciones que han tenido menos
impacto son las que han tratado de seguir a Luhmann en el tratamiento de las empresas
como entidades autopoiéticas en sí mismas. Las que han tenido más impacto práctico
descansan en los aspectos epistemológicos y fenomenológicos de la teoría.
44
en referencia indispensable y punto de partida para los investigadores de la empresa y de
las tecnologías de información que buscan alternativas frente a la orientaciones
racionalistas/cognitivas para la investigación.La teoría autopoiética es una de las
principales bases conceptuales del manifiesto en ese libro, que delinear un nuevo enfoque
para la empresa y el uso que ella hace de la tecnología de información. Específicamente se
invocan las ideas de Maturana sobre la comunicación en términos de "lenguajeo"y
"orientaciones mutuas", para apoyar el ejemplo focal del libro respecto de una innovación
en TI, que es El Coordinador, un sistema de mensajes estructurados desarrollado y
comercializado por Action Technologies. El Coordinador fué diseñado para dar a los
trabajadores un canal de comunicaciones especialmente adaptado para la generación,
negociación y seguimiento de "compromisos" para la acción. Los mensajes se estructuraban
de acuerdo con el modelo de "conversación para la acción" de Winograd y Flores, y con la
formalización hecha por John Searle , de los "actos de habla" del filósofo británico John
Austin. Además de facilitar la coordinación operacional , el uso de El Coordinador, tenía
por objeto promover el aprendizaje en la empresa: "El conocimiento consciente de la gente
sobre su participación en la red de compromisos puede ser reforzado y desarrollado al
mejorar su capacidad de actuar en el dominio del lenguaje"(Winograd y Flores, p. 162)
45
La interpretación que hace Luhmann de los sistemas sociales como entidades autopoiéticas
en sí mismas, ha generado un gran debate teórico, pero ha dado escasos frutos en materia de
análisis concretos. Tres sistemas sociales (ampliamente definidos) han sido objeto de tales
análisis.
El Derecho
La contabilidad
46
afirmación de que la condición suprahumana de los sistemas hipotetizados, hace que
éstos no puedan ser objeto de modelamiento o descripciones comprensivas por los
participantes.
La familia
Zeleny y Hufford (1992) siguen un enfoque luhmanniano (tratan los sistemas sociales
como autopoiéticos) a través de un planteamiento radical que sostiene que los sistemas
autopoiéticos son necesariamente sociales. Citan a la familia como el sistema social
autopiético paradigmático y sostienen que las familias poseen los atributos requeridos
de a) autodelineación y mantención de una frontera; y b) autoreproducción de sus
componentes constitutivos conforme a Varela et. al. (1974).El extenso análisis de
Mingers acerca de estos autores (1994, págs. 125-128), demuestra que ellos
reiteradamente confunden los dominios biológicos y sociales en su enfoque. Las ideas
de Zeleny y Hufford son interesantes pero no convencen.
Georg von Krogh y Johan Roos (1995), especialistas suizos en gestión, han publicado
recientemente un extenso análisis de la teoría autopoiética y sus ramificaciones para
estudios e intervenciones en las empresas. Aunque ellos descansan en muchas ideas de
Luhmann no asumen que la empresa sea una entidad autopoiética en sí misma. Recurren a
los aspectos fenomenológicos de la teoría autopoiética para delinear los mecanismos y al
enfoque de Luhmann para delinear el trasfondo de un nuevo enfoque al conocimiento de la
empresa y de los procesos mediante los cuales ella crece, evoluciona y es usada
(epistemología organizacional)
47
y de conocimiento sobre la empresa, por analogía a las descripciones de Maturana y Varela
acerca de la fenomenología del observador individual. Como ejemplo concreto, analizan el
caso del modelo de gestión SENCORP, un esquema innovador de la empresa que fue
desarrollado por la corporación norteamericana SENCORP y que se ha usado ya desde hace
13 años.
48
Configuración de equipos computacionales para la orientación mutua
El lenguajeo en trabajos de equipo está mejor apoyado por artefactos de TI que son
mutuamente accesibles que por estaciones de trabajo con acceso individual. Esto se
logra realistamente a través de la ''computación ubicua'', es decir, instalando artefactos
de TI como porciones incorporadas del lugar de trabajo ''natural''. La investigación
acerca de cómo los equipos pueden hacer interfases más constructivas con su TI de
apoyo, ha llevado al desarrollo de un prototipo de demostración de un artefacto de
interfase grupal, que unifica el despliegue, la entrada y la manipulación de datos en
una sola superficie. (Whitaker, Longinow y McNeese, 1995).
Copyr ight 1995 Randall Whit aker. This mat er ial ma y be freely copied and
reused, provided t he aut hor and sour ce are cit ed
49
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Se incluye aquí una bibliografía de los trabajos citados en las papers de Whitaker. En
algunos casos se sigue la fonética inglesa debido a la facilidad de lectura que se obtiene así
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