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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGIA
CURS O TEORIA SOCIOLOGICA II
Segundo sem est re de 2005
Prof: Raúl Atri a

EL NEO FUNCIONALISMO DE LUHMANN:


los sistemas autopoiéticos

(para uso exclusivo de los alumnos)

1. Introducción
a. la revisión de Parsons
b. el neo-funcionalismo

2. Luhmann y la teoría general de sistemas


a. la reformulación de la relación sistema y entorno
b. la reducción de la complejidad
c. los sistemas auto- referentes: autopoiesis
d. los sistemas inter-referentes: el acoplamiento estructural.

3. Interacción y comunicación
a. la doble contingencia
b. la noción de sociedad
c. los sistemas sociales

4. Las tesis de Luhmann:


a. las doce tesis sobre el sistema
b. las siete tesis sobre el tiempo
c. la tesis metodológica: el análisis funcionalista

5. La discusión Luhmann - Habermas

Anexo I : Panorama de la teoría autopoiética


Anexo II : Teoría autopoiética y sistemas sociales
Anexo III : Luhmann, Habermas, y la Teoría de la Comunicación

1
1. Introducción.

Niklas Luhmann, nació en 1927 en Lüneburg. Se tituló de abogado en la Universidad de


Friburgo (Breisgau) en 1949. Se dedicó al ejercicio de su profesión en el Tribunal
Administrativo de su ciudad natal hasta el año 1955 en que se trasladó a desempeñar
funciones más políticas que legales, en el Ministerio de Cultura de Baja Sajonia, donde se
hizo cargo de los casos de indemnizaciones debidas a la guerra. Sus intereses intelectuales,
sin embargo, le indujeron a solicitar, en 1960, un año de permiso para asistir a la
Universidad de Harvard donde estudió con Talcott Parsons. De allí proviene la innegable
influencia que ejerció este último en el pensamiento teórico sociológico de Luhmann.
Entre 1965 y 1968 trabajó en la Academia de Servicios Administrativos en Speyer, en el
Instituto para la Investigación Social de Dortmund y en la Universidad de Münster. Por
invitación de Helmut Schelsky, connotado sociólogo alemán de la época, se integró en
1968 a la Universidad de Bielefeld de la cual jubiló en 1993. Luhmann falleció en 1997.

a. la revisión de Parsons

El proyecto teórico de Parsons, fué un ambicioso intento por construir un paradigma


analítico para unificar la teoría de la acción con la teoría del sistema social. En las décadas
de los años 50 y 60, el trabajo de Parsons que se resumió en los términos del
“funcionalismo estructural”, estuvo en el centro del campo disciplinario de la sociología.
La crítica a Parsons que arreció hacia la segunda mitad de los años 1960, condujo al
abandono de la búsqueda de la teoría unificada y redujo el funcionalismo estructural, en el
mejor de los casos, a una suerte de instrumento puramente heurístico para el análisis de
clases muy específicas de fenómenos sociales. Robert K. Merton fué el principal exponente
de esta forma de “poner en su lugar” al paradigma funcionalista. Con todo, tiendo a pensar
que el funcionalismo más ortodoxo encontró refugio en el campo de la sociología de las
organizaciones y en ciertas expresiones del análisis jurídico. Las organizaciones como
sistemas y los sistemas normativos positivos se prestan mejor que otras áreas para la
aplicación del instrumental analítico funcionalista. En esta perspectiva, la sociología de
2
Luhmann (1984) puede considerarse retrospectivamente como otro intento de unificar la
teoría de la acción y la teoría de sistemas, reflotando, en cierta forma el proyecto
parsoniano. En los años 60 y 70 los principales exponentes del interaccionismo simbólico
y los teóricos parsonianos de sistemas ya habían reconocido las limitaciones de sus
respectivos enfoques (Grathoff, 1978). La estrategia seguida por Luhmann para sortearlas,
consistió en retornar al núcleo del interaccionismo simbólico, que es la construcción
interactiva del significado o sentido, (meaning) como la unidad operativa de los sistemas
sociales, a diferencia de Parsons, quien había considerado a la acción como la unidad
operativa del sistema social. Por su parte, la teoría de sistemas sociales en la versión de
Luhmann es en cierto sentido, un reflejo renovado, pero reflejo al fin, del denominado
"funcionalismo estructural" de Parsons.

Como es sabido, en una de sus obras teóricas fundamentales, Parsons 1 construyó las bases
de una teoría general de la acción, en la cual, el “acto unitario” (complejo elemental
compuesto de sujeto-situación-motivación-orientación) es un sistema proteico que sostiene
a los demás sistemas que “emergen” de él: el sistema de la personalidad, el sistema social y
los sistemas culturales. Para Luhmann, el análisis de la estructura social no debía estar
basado en la acción (o el agregado de la acción) sino en la interacción entre acciones. El
análisis basado en la acción no puede desprenderse del sujeto y por tanto, no puede
producir el cierre de discurso teórico en el lenguaje sistémico. Para alcanzar ese cierre, o
sea, la autosuficiencia de la teoría, Luhmann propone que hay que trasladar el análisis a la
interacción entre acciones, no entre sujetos. De ese modo, y sólo de ese modo, la
interacción constituye un sistema de referencia para los eventos observables distintos de la
acción o de sus agregados. Después de todo Parsons no abandona al sujeto: lo convierte en
sistema. Luhmann lo saca del escenario. Ambos son igualmente radicales en su enfoque.

1
Ver Parsons, Talcott, The Structure of Social Action, The Free Press of Glencoe,
Chicago, 1937.
3
Parsons: la jerarquía cibernética
del sistema social 2

ALTA INFORMACION
Jerarquía de factores controladores

L latencia

I integración

G obtención
de metas

A adaptación

Jerarquía de factores condicionantes


ALTA ENERGÍA

2
Rodriguez, Darío y Arnold, Marcelo, Sociedad y Teoría de sistemas, Editorial
Universitaria, Santiago, Chile, 1992, página…..

4
b. el neo-funcionalismo

2. Luhm ann y la teoría general de sist em as

“La teoría general de los sistemas sociales no puede hacer más que formular conceptos muy
abstractos y establecer “condiciones limítrofes” para el análisis de la realidad social. Sin
embargo, puede aclarar de qué manera (en principio) los sistemas sociales se constituyen a
sí mismos por medio de procesos de auto-selección y formación de sus fronteras. Este
proceso constitutivo siempre tiene lugar en condiciones específicas., por lo cual emergen
distintos sistemas sociales que no pueden reducirse unos a otros. No todos los sistemas
sociales son “interacciones personales”, no todos son “sociedades”, y (de manera enfática)
no todos son “organizaciones”. Por ello es que las teorías sociológicas que se circunscriben
a uno de estos tres tipos básicos de sistema, tienen un rango limitado de aplicación
empírica. Ninguna de esas teorías monosistémicas puede dar cuenta del largo, el ancho y la
profundidad de la realidad social. Incluso el sistema “sociedad” que es omnicomprensivo
no puede ser el prototipo de esa realidad, aun cuando contenga a los otros tipos de
sistemas” 3.

3
Luhmann, Niklas, The differentiation of Society, Columbia University Press, Nueva
York, 1982, pp. 76-77 (todas las citas de esta fuente han sido traducidas por Raúl Atria).

5
Hay dos cambios de paradigma en la Teoría de Sistemas, que según Luhmann han
posibilitado el actual desarrollo de este enfoque teórico y han posibilitado la construcción
de una “super-teoría” que aspira a convertirse en una teoría unificada. Dentro de esa super-
teoria sistémica, se hace posible emprender la tarea de construir una teoría general de la
sociedad o, si se quiere, una teoría general de los sistemas sociales, algo que nadie ha
abordado en el campo de la sociología desde Parsons.

a. la reformulación de la relación sistema y entorno

El primer cambio de paradigma ocurre con el abandono de la distinción entre parte y todo,
que sirvió de base, desde Aristóteles, al teorema de que el todo es más que la suma de sus
partes. Ese teorema inspiró a la primera ola de pensamiento en la teoría general de
sistemas, pues permitió equiparar el concepto de sistema al todo, y el concepto de partes a
la idea de sub-sistemas funcionalmente diferenciados. El abandono de ese teorema fue
posible cuando se sustituyó la distinción partes/todo por la distinción entre sistema y
entorno, con la cual se pueden hacer dos operaciones básicas para la teoría de sistemas de
la primera generación, que son: a) establecer fronteras que permiten “clausurar” el sistema
y diferenciar lo que está dentro del sistema (subsistemas funcionalmente diferenciados) de
aquello que está fuera del sistema (el entorno, en el cual pueden por cierto encontrarse otros
sistemas) y b) establecer el intercambio adaptativo al entorno como condición de
existencia y persistencia del sistema. Este primer cambio fue introducido por Ludwig von
Bertalanffy en la década de los 1950.

“Podemos hablar de que existe un sistema social sólo en la medida en que el sistema puede
ser distinguido de su entorno. Además, los agentes mismos y no solamente la teoría
sociológica, deben ser capaces de reconocer la frontera que separa al sistema de su

6
entorno. Cuando esto ocurre, el sistema está “diferenciado” de su entorno: esto es, cualquier
cosa que ocurra en el entorno no ocurre automáticamente dentro el sistema”. 4

“ La diferenciación del sistema puede concebirse como la réplica, dentro el sistema, de la


diferencia entre el sistema y el entorno. La diferenciación es entonces una forme recursiva
y reflexiva de construcción del sistema. Repite el mismo mecanismo, usándolo para
amplificar sus propios resultados. Como consecuencia de la anterior, en los sistemas
diferenciados
encontramos dos clases de entornos: el externo que es común a todos los sub-sistemas y un
entorno interno separado para cada sub-sistema”. 5

“El concepto de entorno no significa que algo exista fuera del sistema que se está
analizando. No se trata de distinguir entre un “aquí” y una “cualquiera parte”. La nueva
tesis dice lo siguiente: las estructuras y procesos de un sistema sólo son posibles en
relación a un entrono, y sólo pueden entenderse por medio de esta relación…. Exagerando
un tanto podemos decir que un sistema es su relación con su entorno, o que es la
diferencia entre sistema y entorno”.6

b. la reducción de la complejidad

Un segundo cambio de paradigma ocurre cuando el pensamiento sistémico se organiza ya


no sobre la distinción sistema/entorno, sino sobre la noción de sistemas autorreferenciales
con los trabajos de von Foerter en la década de los 1960. En este nuevo paradigma de la
teoría de sistemas de la segunda generación, es ahora posible postular la existencia y la
persistencia del sistema, sin que éste requiera ajustarse a la regla de intercambios
adaptativos con respecto al entorno. La distinción sistema/entorno pasa a ser ahora
solamente la regla para “diferenciar” al sistema que se reconoce a sí mismo como distinto

4
Luhmann, ibid., página 139.
5
Luhmann, ibid., pp., 230-231.
6
Luhmann, ibid, página 257
7
del entorno. En concreto, con este giro paradigmático, se abandona la segunda operación
mencionada más arriba.

El sistema autoreferente no requiere del entorno para producirse y re-producirse. El entorno


importa sólo en cuanto permite al sistema reconocerse como diferente. ¿En qué consiste
esta operación de diferenciación? Simplemente en diferencias de complejidad; la
complejidad no debe ser solamente reconocida y descrita por el observador del sistema (que
puede ser el propio sistema que se auto-observa pues es auto-referente), sino que debe ser
reducida. El punto central en el pensamiento de Luhmann es que la reducción de
complejidad es imperativa: el sistema no puede dejar de reducir complejidad y ello es
siempre una operación de selectividad. El sistema está forzado a seleccionar.

Una clarificadora exposición del pensamiento de Luhmann sobre el tema de la complejidad


y de su reducción, se encuentra en el prólogo de la primera edición inglesa de “Sistemas
Sociales”, una de las obras teóricas centrales de este autor. Eva M. Knodt, la autora de ese
prólogo señala que “Luhmann define la complejidad en términos de un umbral que marca la
diferencia entre dos tipos de sistemas: aquellos en los cuales cada elemento puede
relacionarse con cada otro elemento, y aquellos en los cuales esto no es posible. En el
lenguaje teórico de la información, la complejidad denota una falta de información que
impide que un sistema sea capaz de observarse completamente a si mismo su entorno. La
complejidad impone la selectividad, lo que a su vez lleva a una reducción de la
complejidad por medio de la formación de sistemas que son menos complejos que su
entorno. Esta reducción de complejidad –Luhmann habla de una diferencial de complejidad
(Komplexitätsgefälle) entre sistema y entorno- es esencial. Sin ella no habría nada, no
habría un mundo compuesto de entidades discretas, sino que sólo existiría un caos
indiferenciado”.7

Reducción de complejidad es entonces una suerte de “imperativo sistémico” que recuerda,


casi con el mismo razonamiento, a los imperativos funcionales de Parsons. De acuerdo a

7
Knodt, Eva M., “Prólogo”, a la obra de Niklas Luhmann, Social Systems, Stanford
University Press, Standford, California, 1995, página xvii. (Negritas agregadas en esta
cita.Traducción de Raúl Atria).
8
Luhmann, los sistemas deben desarrollar una relación simplificadora y asimétrica con su
entorno. Si no lo hacen no pueden diferenciarse de su entorno y por tanto no pueden existir.
El paralelismo con Parsons es indudable. De acuerdo a Parsons, los sistemas deben
desarrollar una relación adaptativa con su entorno al entorno. Si no lo hacen no pueden
generar ni obtener los recursos indispensables para la operación del sistema y por tanto no
pueden existir. Al adentrarse en estas conceptualizaciones de Luhmann, se advierte, a veces
con mucha claridad, que Luhmann pareciera ser un Parsons que resucita con un nuevo
lenguaje, pero con las mismas ideas fundamentales que sirvieron para construir las
aspiraciones universalistas del funcionalismo. Otra vez habrá que argumentar entonces, que
el problema no está en este postulado de relación entre entorno y sistema, sino en el
pretendido universalismo del mismo. La postura luhmanniana, de que ese universalismo se
explicaría porque la teoría de sistemas es una “super teoría” es simplemente tautológico.

Si el sistema no es capaz de reducir la complejidad, no puede reproducirse. Ahora bien, la


complejidad o sea, la insuficiencia informacional que impide que el sistema se observe a
sí mismo, se reduce siempre en el sistema de nivel superior o de mayor jerarquía. Es
decir, en el entorno. ¿Cómo aclarar esta relación escurridiza?. Vamos parte y fijémonos
primero en el sistema mismo. Como es sabido, este sistema tiene componentes, que son
sub-sistemas relacionados con el sistema de tal manera que éste último es el entorno de sus
propios sub-sistemas. Esto quiere decir que la complejidad del sub-sistema (por ejemplo el
subsistema de la economía) se reduce en el nivel del sistema social. La complejidad del
sistema, social o de cualquier otro tipo, se reduce no dentro de sí mismo sino en el nivel de
su entorno, vale decir en el sistema de jerarquía superior que debe entenderse como un
sistema supraenvolvente, o metasocial en el caso de sistemas sociales. Según mi
interpretación, y dicho en otras palabras, los criterios de selectividad provienen del sistema
de nivel superior, el cual es, para estos efectos y sólo para estos, el entorno del sistema.
Selecciona dentro de sí, o sea, resuelve la falta de información que le impide observarse
con sus operaciones, pero con criterios que provienen del sistema superior.

9
Luhmann. La complejidad externa e interna de los sistemas

1. ENTORNO
SISTEMA
orientación
c. los sistemas auto- referentes: la autopoiesis

reducción de la Interno
Externo
complejidad

Selectividad mecanismos Estructuración

Fuente: Rodriguez y Arnold, Sociedad y Teoría de sistemas, Editorial


Universitaria, Santiago, Chile, 1992, página 134.

“La condición más importante para estabilizar un sistema diferenciado y funcionalmente


especificado, es que mantenga su propia complejidad en el nivel correspondiente al de su
entorno social. Por complejidad entiendo la totalidad los eventos posibles – la complejidad
del mundo es todos los eventos posibles del mundo; la complejidad de un sistema es todos
los eventos posibles compatibles con la estructura del sistema. De aquí que un alto grado de
complejidad interna implica permitir alternativas, posibilidades de variación, disenso, y
conflictos en el sistema, Para que ello sea posible, la estructura del sistema debe ser, hasta
cierto punto, indeterminada, contradictoria e institucionalizada de manera flexible”…

10
“como regla general la complejidad de un sistema no puede ser mayor que su capacidad de
reducir la complejidad”.8

Si la complejidad de un sistema excede un cierto umbral, el poder debe mantener su


reflexividad. Esto es, debe ser aplicable a si mismo, incluso en la cúspide el sistema. A
medida que la complejidad aumenta, los detentadores del poder pueden expandir su
influencia solamente si ellos se dejan influenciar y si esta influencia está consolidada en
estructuras predecibles. 9

c. los sistemas auto- referentes: la “autopoiesis”

El cambio paradigmático que se hizo posible en la teoría general de sistemas, con la idea
de sistemas autoreferenciales, se extendió al campo de la biología con los trabajos de
Humberto Maturana y de Francisco Varela, y al campo de la física con Ilya Prigogine.

Maturana y Varela acuñaron la expresión “autopoiesis” para designar la auto reproducción


recursiva en sistemas biológicos. Según estos autores, un sistema es autopoiético cuando
cumple con dos operaciones: a) mantener su organización definitoria a través de una
historia de perturbación ambiental y cambio estructural y b) regenerar sus elementos
componentes n el curso de su operación. La reducción de complejidad es la condición que
hace posible la primera operación. La diferenciación (o mejor la “diferencia”) es la
condición que hace posible la segunda operación. Los sistemas autopoiéticos que se
realizan en el espacio físico son sistemas vivientes.

En la teoría autopoiética, la(s) forma(s) y función(es) precisa(s) según las cuales se


distinguen los sistemas, son inevitablemente impuestas por algún observador que se está
refiriendo a ellos

8
Luhmann, op. cit., página 148
9
Luhmann, op. cit., pp., 151-152
11
Un sistema cognisciente se conecta con el "mundo" sólo en términos de perturbaciones en
su sistema nervioso, el cual está "operacionalmente cerrado" (i.e., sus transformaciones
ocurren dentro de sus fronteras). En la medida en que el sistema nervioso interconecta
recursivamente sus componentes (como ocurre en nuestros cerebros), el organismo es
capaz de generar, mantener y reconectar sus propios estados como si ellos fueran,
literalmente, representaciones de fenómenos externos.

En un artículo publicado en 1981,10 Francisco Varela cuestionó la idea originalmente


expuesta en los primeros trabajos conjunto con Maturana, en el sentido de que la noción de
autopoiesis que era plenamente ajustada a los sitemas vivientes, no sería plenamente
aplicable a los sistemas sociales. El sistema social está compuesto de sistemas vivientes,
pero no en sí mismo un sistema viviente. Según Varela, la autopoiesis es a los sistemas
vivientes lo que la autonomía es a los sistemas sociales. Hay pues, en este autor, un
concepto más amplio de autonomía, del cual la autopoiesis es un caso especial. Esto
significa que los sistemas autónomos mantienen su organización pero no necesariamente
regeneran sus propios componentes.

En suma, para Varela, los sistemas sociales no son autopoiéticos sino autónomos. En otras
palabras, para caracterizar a los sistemas sociales, lo que cuenta es la capacidad de
autocontrolarse, y no la capacidad de autoproducirse, porque los sistemas sociales, en
cuanto tales, no tienen la capacidad de producir sus componentes que son los individuos
humanos. Varela, a mi juicio apunta a una cuestión fundamental, cual es la relación del
sistema con el sujeto, pues la autonomía (o heteronomía) es un asunto que remite más al
sujeto que al sistema. Sin embargo, esta “corrección” de Varela, no parece haber
encontrado eco alguno en la corriente principal del pensamiento luhmanniano. Esta es, a mi
entender, una tarea pendiente en el funcionalismo sistémico de Luhmann y sus seguidores.

10
Varela, Francisco, Autonomy and Autopoiesis, en Roth, G., y Schwegler, H., (eds.) Self-
organizing Systems: An Interdisciplinary Approach, Frankfurt/New York: Campus
Verlag, 1981.
12
Según Luhmann, no hay que confundir autonomía con auto-suficiencia. puesto que “esta
última significa aislamiento e independencia de los aspectos físicos e informacionales del
entorno. La autonomía, por el contrario, presupone esta clase de independencia y se refiere
al grado de libertad con que los criterios de selectividad del sistema pueden regular la
relación de éste con el entorno”….”Para ser autónomo, un sistema debe, en primer lugar,
“tener tiempo”, es decir, no puede ser forzado a reaccionar inmediatamente a los impulsos
externos. Debe disponer de tiempo para aplicar sus propios procesos de selectividad de
causas efectos”. 11

Un crítico de Luhmann, desde dentro de la teoría de sistemas, como Hejl (1984)


12
“distingue tres conceptos clave que en anteriores versiones de la literatura teórica sobre
sistemas se habían definido ambiguamente:
 Sistemas que se auto-organizan, son "aquellos que, bajo ciertas condiciones
iniciales y limitantes, surgen espontáneamente como estados específicos o como
secuencia de estados"
 Sistemas que se auto-mantienen, se definen como una "serie de sistemas en la que
sistemas que se auto-organizan se "producen" unos a otros de manera
operacionalmente cerrada"
 Sistemas auto-referenciales, son los que organizan los estados de sus componentes
de manera operacionalmente cerrada"

Hejl concluye que ninguno de estos conceptos puede ser considerado como un rasgo
necesario o suficiente de los sistemas sociales. “Los sistemas sociales definitivamente no se
automantienen, porque ellos no generan directamente los componentes que se realizan a sí
mismos (son sus participantes lo que generan los nuevos componentes)”. La aplicación del
rasgo de auto-mantención se complica aún más por el hecho de que estos componentes
pueden ser parte de múltiples sistemas sociales en cualquier momento, y tienen la

11
Luhmann, op. cit., pp., 142-143
12
Hejl, P., citado por Whitaker, Randall, Teoría autopoiética y sistemas sociales:Teoría y
práctica. 1995, ver Anexo II en esta Guía. (artículo bajado desde la WEB)
13
capacidad de sustraerse completamente de participar. Estos dos últimos factores hace que
sea muy difícil definir a los sistemas sociales por la auto-referencialidad. Los sistemas
sociales no pueden considerarse estrictamente auto-referenciales (en la definición de Hejl)
porque ellos no son espontáneos y su complejidad excede su propia densificación. Dicho de
otro modo, Hejl demuestra que los criterios para dar forma al sistema como un todo (e.g.,
los aspectos formales de la teoría autopoiética) son insuficientes para definir a los sistemas
sociales.

d. los sistemas inter-referentes: el acoplamiento estructural.

Un concepto central en los escritos de Maturana y Varela, es el dominio. Ellos usan el


término generalmente para connotar un "ámbito" o "esfera" que circunscribe: (1) las
relaciones entre los sistemas observados y las unidades (medium) con las cuales se observa
que tales sistemas entran en relación (p.ej., un dominio fenomenológico) o (2) todos los
estados potenciales de relación y actividad entre las unidades dadas, incluyendo las
relaciones mencionadas en el número anterior (p.ej., dominios de interacción). Maturana y
Varela reservan el término espacio para designar el contexto estático en el cual se delinean
las unidades.

Acoplamiento estructural es el nombre para las vinculaciones entre sistemas que están en
curso, y que dan como resultado cambios estructurales en cada uno de ellos. El
acoplamiento estructural no supone intercambios, sólo describe co-adaptaciones mutuas
que están en desarrollo, sin aludir a la transferencia de alguna fuerza efímera o de
información a través de las fronteras de los sistemas acoplados. Esto hace que el concepto
de acoplamiento estructural sea completamente diferente de la noción de intercambios
funcionales de insumo/producto con la cual Parsons se refirió a la vinculaciones entre
sistemas (o sub sistemas).

14
Luhmann: los acoplamientos estructurales
en el sistema social.

LO
CULTURAL
LO POLITICO

LO ECONOMICO

LA SOCIEDAD
La Sociedad, diferenciada como
una pura red de comunicación.
(la comunicación crea la
comunicación con
independencia de los sujetos)

2.
Domini
Acoplamientos
LO os
estructurales
RELIGIOSO
3. Sub-
siste
mas

LO ARTISTICO

15
En los sistemas sociales el acoplamiento estructural, en la visión de Maturana, se hace
posible por el medio linguístico. Maturana (1978b) es por tanto el autor clave para el
abordaje de la interacción lingüística en la teoría autopoiética. A partir de los predicados de
la determinación estructural y del acoplamiento estructural, construye un modelo de
lenguajeo, que es la actividad en la cual los interactores se orientan mutuamente en
relación a cada otro y a un sujeto (en contraposición al “envío por un tubo” de “mensajes”
supuestamente significativos que se mandan para adelante y para atrás). Lenguajeo es
capacidad de comunicación linguística: no es propiamente el lenguaje como una estructura
comunicativa sino una capacidad.

3.Interacci ón y com unicación

b. la noción de sociedad

“Se puede definir la “sociedad” como el sistema más amplio y más envolvente de
relaciones comunicativas entre acciones y experiencias humanas mutuamente accesibles.
La generación de sentido depende de la comunicación entre seres humanos. El sistema

16
social más amplio y comprensivo, por consiguiente, es aquél que es presupuesto en cada
comunicación y en cada experiencia o acción, en que el “sentido” juega un rol esencial”. 13

“El sentido puede definirse como la conjunción de un horizonte de posibilidades con la


selección o elección. El “sentido” en esta perspectiva pone a disposición de los sistemas,
formas especialmente efectivas de selectividad, lo cual incluye la comprensión de la
elección como elección. Con la ayuda del sentido, las selecciones pueden ser sometidas a
supervisión, control y corrección, porque el campo de opciones en que se hizo la selección,
queda fijado y visible en la selección misma”. 14

c. los sistemas sociales

Volviendo ahora al tronco de la teoría luhmanniana, retomando la idea de que el sistema


social está compuesto de sistemas vivos, es decir, los sistemas sociales pueden ser descritos
en términos de partes funcionalmente interrelacionadas, pero ¿cómo es que ellos producen
la producción de sus componentes?.

Según Luhmann, para que el sistema social cumpla la condición de clausura de la


autopoiesis, hay que pensar en ellos como sistema cuyos elementos básicos son
comunicaciones y no sistemas vivientes. Los sistemas psiquicos que se reproducen sobre la
base de la conciencia y los sistemas sociales que se reproducen sobre la base de las
comunicaciones, requieren del significado o sentido (meaning). ¿Qué es el sentido? Sentido
es el horizonte de posibilidades que está presente en cada una de sus virtualizaciones, nos
dice Luhmann siguiendo a Husserl, o sea, es la diferencia entre lo posible y lo real

Dice Luhmann: “Mi propuesta consiste en tomar por base el concepto de comunicación, y
de esta manera transponer la teoría sociológica del concepto de acción al de sistema. Esto
permite presentar al sistema social como un sistema operativamente cerrado, consistente

13
Luhmann, op. cit., página 345
14
idem.
17
sólo de sus propias operaciones, reproductor de las comunicaciones a partir de las
comunicaciones” 15

Las comunicaciones son eventos que se desvanecen el tiempo y que al producir las redes
que las producen, constituyen órdenes emergentes de complejidad temporalizada. La
comunicación produce comunicación, o dicho en otras palabras, para que haya
comunicación sólo se requiere que haya redes de comunicación. “Sólo con ayuda del
concepto de comunicación – sostiene Luhmann- puede concebirse un sistema social como
sistema autopoiético; es decir, como un sistema consistente sólo de elementos ( a saber,
comunicaciones) que él mismo produce y reproduce a través del entrelazamiento de estos
elementos precisamente (esto es, por medio de comunicaciones)” 16.

De esta manera, Luhmann redefinió los sistemas sociales como entidades que se realizan en
el dominio de las "comunicaciones". En otras palabras, los elementos constitutivos del
sistema social son las comunicaciones, y las condiciones para la autopoiesis se dan en
términos de esas comunicaciones. Esto tiene la ventaja, según Luhmann, de describir el
sistema en términos de sus características puramente operacionales, independientemente de
los participantes específicos en cualquier momento determinado. Con este giro
comunicativo, Luhmann se desprende, sin mayor problema, de la necesidad de abordar las
cuestiones relativas al sistema desde un punto de vista ontológico, cosa que, a su juicio
sería inevitable desde la óptica del sujeto y de la acción. El enfoque de Luhmann es
radical en el sentido de tratar a los sistemas sociales solamente en términos de
comunicaciones, haciendo que los participantes humanos sean componentes periféricos en
el mejor de los casos.

La comunicación es indispensable para la construcción de sentido, o sea, para hacer posible


la selectividad que discrimina entre lo posible y lo real.. En los sistemas sociales la

15
Luhmann, Niklas, Complejidad y modernidad: de la unidad a la diferencia,
(traducción de Josetxo Beriain y José María García Blanco) Editorial Trotta, Madrid, 1998,
página 56.
16
Idem.
18
reducción de la complejidad, que supone selectividad, se hace en la pura comunicación. No
hay necesidad de suponer un sujeto que selecciona; es la comunicación la que selecciona.
La comunicación se basta a sí misma y por ello es que el sistema social luhmanniano deja
fuera al sujeto humano. Ese sujeto no forma parte del sistema social sino que de su
entorno: está fuera de él.

d. sistema social y sujeto.

No hay sujetos trascendentales, hay sólo sistemas y la orientación analítica es clara: para la
comprensión del sistema y del sentido es suficiente con observar al observador. El sistema
social, auto-referente, se observa a sí mismo: basta pues con observar al sistema que se
observa a sí mismo. ¿Cómo es que el sistema se observa a sí mismo? La respuesta es
simple: por la red de comunicación que lo constituye. La comunicación puede observar la
conciencia (que es constitutiva de los sistemas psíquicos), pero sólo desde fuera. Y siempre
desde dentro de los límites dispuestos por su propia selectividad.

“En la clásica “filosofía de la reflexión”, la reflexión en sí misma estaba íntimamente


asociada (como proceso) al “movimiento” intencional del pensamiento y, (como
substancia) a la idea de un sujeto subyacente que se despliega y se afirma a sí mismo al
“pensar el pensamiento”. El concepto de reflexión entonces, se definió en referencia a un
concepto más fundamental que era el del sujeto pensante. La pregunta ¿quién es el que
reflexiona? ya estaba contestada en el mismo acto de reflexionar. El sujeto reflexiona. El
sujeto a su vez, es aquello que sostiene su propia identidad en “el pensar el pensamiento”.
Cada vez que pensamos en algo, estamos simultáneamente pensando que pensamos. El
despliegue sociológico del término “sujeto” desemboca inevitablemente en un
antropomorfismo: al sujeto la atribuimos lenguaje y libertad o, al menos el derecho a la
libertad…el sujeto debe ser “emancipado”, debe “participar” en política, debe estar
“representado”. Si esta postura nos lleva a un travestismo del sujeto, sería mejor no insistir
en ella……“En todo caso el sujeto no es un objeto, entonces, ¿qué está haciendo en nuestra

19
teoría?. Vamos a tomar prestada la categoría reflexión y la vamos a aplicar a las sociedades,
en el marco de una teoría general de sistemas que generan sentido”.17

“La reflexión en una técnica difundida para relacionar, o establecer relaciones. Relacionar
en este sentido especial, significa que algo originalmente dado en forma unificada, concreta
y compacta, se reemplaza por una relación o cadena de relaciones. Mediante el
establecimiento de relaciones, se especifica y se esquematiza la estructura referencial de los
horizontes del mundo de la vida, la cual está entonces disponible para las operaciones
progresivas de la acción y la experiencia. Esto tiene sentido sólo en la medida en que las
cosas mutuamente relacionadas sean tratadas como contingentes. “Contingente” significa
que los ítems interrelacionados puedan ser también otra cosa distinta de lo que son”. 18

Una vez disociada del sujeto, o sea cuando ya se está en condiciones de prescindir del
sujeto reflexivo, subraya Luhmann, que “la reflexión puede ahora ser definida como el
proceso mediante el cual un sistema establece una relación consigo mismo . En
consecuencia, podemos también entender la reflexión como una “auto-tematización” . La
auto-tematización hace que la unidad de un sistema sea accesible a las partes del sistema,
sean estas partes sub-sistemas, procesos subsidiarios, o actos ocasionales. Tanto los
sistemas de personalidad individual como los sistemas sociales son capaces de
“tematizarse” a sí mismos”.19

4. Las tesis de Luhmann

A partir de su obra “Sistemas Sociales”, es posible extractar las tesis fundamentales de la


teoría de sistemas de Luhmann. 20 En ese texto que tiene una importancia crucial, Luhmann

17
Luhmann, op. cit., página 325
18
Idem., página 326
19
Idem., página 327
20
Luhmann, Niklas, Social Systems, op. cit., passim., capítulo 12 “Sistema y función”

20
distingue doce tesis para elaborar y desarrollar el concepto de sistema; siete tesis acerca del
tiempo (sistemas temporalizados) y una tesis metodológica sobre el análisis funcionalista.

a. Las doce tesis sobre el sistema

1. En la sociología actual hay consenso en que el punto de partida para todos los análisis
teóricos sistémicos se encuentra en la diferencia entre sistema y entorno.
2. En cuanto nuevo paradigma, la diferencia entre sistema y entorno obliga a la teoría de
sistemas a remplazar la diferencia entre partes y todo por una teoría de la
diferenciación sistémica.
3. La línea divisoria entre sistema y entorno no puede entenderse como si aislara y
combinara las causas “más importantes” en el sistema, pues ella corta a través de la
causalidad. La pregunta ahora no es por las causas sino por la perspectiva.
4. La diferencia entre sistema y entorno debe distinguirse de otra diferencia igualmente
constitutiva: la que existe entre elemento y relación. Hay dos formas de descomponer
el sistema: a) formando subsistemas dentro del sistema (las piezas dentro de la casa) o
b) descomponiendo el sistema en sus elementos y relaciones (los ladrillos, vigas,
clavos, etc, de que está hecha la casa). La primera descomposición conduce a una teoría
de la diferenciación sistémica, la segunda a una teoría de la complejidad sistémica.
5. De la relación entre los elementos del sistema, emerge el concepto central del
condicionamiento: no sólo hay relaciones entre elementos, sino que las conexiones
entre las relaciones deben estar reguladas. Los condicionamientos exitosos funcionan
como imposiciones. (constraints).
6. Cuando aumenta el número de elementos que deben mantenerse cohesionados dentro
de un sistema o para un sistema a medida que crece su entorno, se encuentra
rápidamente un umbral más allá del cual no es posible relacionar cada elemento con
cada otro elemento del sistema. Un conjunto de elementos interconectados es
“complejo” cuando, debido a las limitaciones inmanentes en la capacidad conectiva de
los elementos, deja de ser posible, en cualquier momento, conectar cada elemento cion
cada otro elemento. (Complejidad = selectividad forzosa= contingencia= riesgo).

21
7. Los sistemas tienen fronteras (boundaries). Esto es lo que distingue el concepto
“sistema” del concepto “estructura”. Las fronteras suponen algo que está más allá. Una
vez definidas las fronteras los elementos pertenecen bien al sistema o al entorno, pero
sin dejar de existir las relaciones entre sistema y entorno. Las fronteras separan a los
elementos pero dejan pasar las relaciones.
8. Los sistemas complejos deben adaptarse no sólo a su entorno sino a su
propia complejidad: deben de habérselas con sus inadecuaciones e improbabilidades
internas. Para ello tienen que desarrollar mecanismo construidos justamente sobre
estas fallas propias; tales como mecanismos para reducir la conducta desviada.
9. El concepto de autoreferencia designa la unidad que un elemento, un proceso o un
sistema es para sí mismo. Para sí mismo significa que es independiente de la
observación de otros. La unidad debe ser producida mediante una operación relacional
del sistema consigo mismo. Un sistema es autoreferente si él mismo constituye los
elementos que, siendo unidades funcionales, lo componen. La reproducción que es
autoreferente, “autopiética” en el nivel de sus elementos, debe ajustarse al tipo de
elementos definidos por el sistema. Sistemas de acción siempre reproducen acciones; no
ideas, ni células.
10. El sistema contiene, en cuanto complejidad, un excedente de posibilidades, que él
mismo reduce auto-selectivamente. Esta reducción se lleva a efecto por medio de
procesos comunicativos y por tanto el sistema requiere de una organización básica que
es “mutualista”: atribuye sus elementos a complejos que son capaces de comunicarse.
Hablamos de comunicación si y sólo si el cambio en un complejo A corresponde a un
cambio en el complejo B, aún cuando ambos complejos tengan otras posibilidades para
determinar sus respectivos estados.
11. La reproducción autopoiética depende de que haya una adecuada homogeneidad de
operaciones del sistema y éstas definen la unidad de una determinado tipo de sistema:
el sistema viviente es inaccesible al sistema psíquico: para atraer la atención de éste
último el sistema viviente debe producir una distribución (por ejemplo: picazón, o dolor
en el cuerpo) para poner en operación otro nivel de formación de sistema.
12. Se produce información cada vez que un evento selectivo (interno o externo) opera
selectivamente dentro del sistema, es decir, selecciona los estados del sistema. Esto

22
presupone la capacidad de orientarse por diferencias que están relacionadas a un modo
operacional autorreferente del sistema. Un “bit” de información es una diferencia que
marca la diferencia.

b. Las siete tesis sobre el tiempo

1. En los sistemas complejos, el tiempo es lo que empuja a seleccionar, porque si uno


dispusiera de de una cantidad infinita de tiempo a la larga todo estaría ligado y
sintonizado con todo. Tiempo quiere decir que cada vez que ocurre algo determinado,
alguna otra cosa también ocurre: la selección en inminente, es exigida por las
circunstancias, se efectúa y, una vez efectuada, pertenece al pasado.
2. Los conceptos de irreversibilidad y reversibilidad sólo se entienden por regferencia al
cambio, el cual puede ser una u otra de las calidades nombradas. Sin embargo, de
acuerdo a la forma como está ordenado el mundo macro físico, preferimos presentar la
experiencia del tiempo bajo la metáfora de la irreversibilidad.
3. Estructura y proceso son dos formas mutuamente interdependientes: la estructuración es
un proceso y los procesos tienen estructura. Las estructuras atrapan la reversibilidad del
tiempo: siempre dejan abierta la posibilidad de elección. Los procesos marcan la
irreversibilidad el tiempo: se componen de eventos irreversibles.
4. El sistema puede ganar tiempo, de diversas formas: (i) hay mecanismos que permiten
almacenar experiencias que se pueden volver a usar: las estructuras (por ejemplo la
memoria) hacen esto posible ante el peligro o el cambio; (ii) hay mecanismos que
aumentan la velocidad de sus propios procesos frente a procesos del entorno; (iii) en los
sistemas que traducen sus relaciones de complejidad en términos de “significado”
(sistemas psíquicos y sociales) se puede actualizar lo que no es actual corriendo el
riesgo de recordar incorrectamente.
5. Un sistema puede usar el tiempo para resolver mejor los problemas de su propia
complejidad: esto se llama la temporalización de la complejidad. Los elementos
temporalizados no se refuerzan por la repetitividad: sólo pueden conectarse con otros

23
elementos distintos: le reproducción es un problemas continuo para los sistemas que
tienen complejidad temporalizada..
6. La reproducción autopiética en condiciones de complejidad temporalizada lleva al
concepto de entropía inmanente en el sistema. Para el observador un sistema es
entrópico para sí mismo si la información sobre un elemento no permite hacer
inferencias sobre los otros elementos.
7. Los sistemas con complejidad temporalizada están compelidos a cambiar sus estados
en forma constante para minimizar la duración de los elementos que lo componen.

c. Las tesis metodológicas: el análisis funcional

1. El método del análisis funcional sirve para obtener información: regula las
condiciones específicas bajo las cuales la diferencia hace la diferencia. El análisis
funcional usa relaciones para abarcar lo que está presente como contingente y lo que es
diferente como comparable.

2. El verdadero logro teórico del análisis funcional está en la construcción de


problemas. Esto lleva a la conjunción del análisis funcional con la teoría de sistemas.
La fórmula clásica de esta conjunción es la de la estabilidad del sistema: es funcional al
sistema lo que contribuye a su estabilidad, a su permanencia. Esto no es incorrecto: es
inadecuado. Los temas de la diferencia sistema/entorno, complejidad, auto-referencia,
combinación temporal de irreversibilidad /reversibilidad (proceso y estructura ) pueden
interpretarse metodológicamente como una articulación del problema de la permanencia
con el de la apertura, esto es, la continuidad o interrupción de la reproducción de los
elementos del sistema a través de los arreglos relacionales de esos mismos elementos.

3. Los problemas son tales sólo si ellos no pueden ser aislados, elaborados y resueltos uno
en uno: este es lo justamente constituye su problematicidad. La utilidad del análisis
funcional y su valor explicativo dependen de cómo es que puede especificarse la
relación entre problemas. La diferenciación de subsistemas funcionales significa, por

24
ejemplo, el establecimiento de nuevas relaciones sistema/entorno dentro del sistema
original.

4. La teoría de sistemas y la metodología funcional ubican el análisis funcional dentro de


la referencia sistémica del sistema científico. El análisis funcional no es el único
método que se usa en el sistema científico, pero desde el siglo XVII, el sistema
científico descansa en la hipótesis de que la relación funcional puede ser el principio
verdaderamente fructífero para seleccionar los datos científicamente relevantes.

5. El análisis funcional puede aclarar estructuras y funciones latentes: puede abordar


relaciones que no son visibles al sistema y puede también desplazar lo que es conocido
y confiable, es decir las funciones y estructuras manifiestas, al contexto de otras
posibles alternativas. Esto justifica que en la teoría de sistemas el análisis funcional
pueda ser orientado al problema de la complejidad en vez del problema de la
continuidad del sistema.

5. La discusión Luhmann - Habermas

En la década de los 1970, Niklas Luhmann adquirió notoriedad en el campo de las ciencias
sociales por su intransable postura crítica y sus ahora famosas discusiones frente a Jürgen
Habermas. Este último era ya en esos años, el principal exponente de la sociología de la
Escuela de Frankfurt, en la Alemania de la post-guerra. La Teoría Crítica se había
revitalizado en el país, con el retorno de Theodor Adorno, uno de los fundadores de la
Escuela, a Alemania, a comienzos de los 1950. Luhmann y Habermas publicaron
conjuntamente en 1971 un ensayo que dió cuenta de la polémica intelectual sostenida entre
ambos.

25
Esa obra tuvo un gran éxito editorial porque en ella se plasmó, en la percepción pública, la
controversia política entre la Nueva Izquierda que se sustentaba en la teoría crítica liderada
por Habermas desde la Universidad de Frankfurt, y las tendencias neo-conservadoras
“post-Ilustración” asociadas a la figura de Luihmann en la Universidad de Bielefeld.21

21
Habermas, Jürgen, y Luhmann, Niklas, Theorie der Gesellschaft oder
Sozialtechnologie : Was leistet die Systemforschung? (Teoría de la sociedad o
Tecnología social: ¿qué se logra con la investigación de sistemas?) Frankfurt, Suhrkamp,
1971
26
Anexo I.

Panorama de la teoría autopoiética.22


Randall Whitaker
1995

El trabajo experimental inicial de Maturana en neurología y percepción (Maturana et al.


1960; Maturana et al. 1968) le condujo a cuestionar las nociones teóricas de la cognición
basadas en la información. La teoría que subsecuentemente desarrolló junto con Varela,
estuvo destinada originalmente a abordar los temas que, hasta entonces, estaban
subsumidos en los estudios de la "cognición" o de la "percepción". No obstante, el alcance
de la teoría no se ha limitado a estos temas. Desarrollándose desde su base cognitiva,
genera implicaciones (entre otras materias) sobre la epistemología, la comunicación y la
teoría de los sistemas sociales. Estos focos adicionales tradicionalmente se han puesto al
alero jurisdiccional de la filosofía, la linguística y la sociología. ¿Cómo es que, entonces,
podemos considerarlos como objetos de atención para un biólogo?. La respuesta directa de
Maturana es que "la cognición es un fenómeno biológico y sólo puede ser entendido como
tal; cualquier atisbo epistemológico en el campo del conocimiento supone esta
comprensión" (Maturana y Varela, 1980, p.7).

En cuanto fenómeno biológico, la cognición debe verse con relación al organismo(s) cuya
conducta hace realidad ese fenómeno. En la teoría autopoiética, la cognición es una
consecuencia de la circularidad y la complejidad en la forma de cualquier sistema cuya
conducta incluya la mantención de esa misma forma. Con esto se cambia el foco desde el
discernimiento de los agentes activos y las acciones repetibles a través de los cuales un
proceso dado (la cognición) se pone en movimiento (la perspectiva de la ciencia cognitiva)

22
Traducción de Raúl Atria, agosto 2000, para uso de los alumnos del curso.

27
hacia el discernimiento de aquellas características que tienen las formas de un organismo
que determinan el involucramiento de éste con su entorno.

Esta orientación lleva a una descripción sistemática de los organismos en cuanto unidades
que se autoproducen en el espacio físico. Los principios y definiciones que permiten
construir este esquema sistémico se designarán como los aspectos formales de la teoría
autopoiética. A partir de esta base formal, Maturana y Varela derivaron una conjunto de
características operacionales ( p.ej.; auto-regulación; auto-referencia) y desarrollaron una
explicación sistémica de la cognición como una fenomenología descriptiva. Los principios
y definiciones que permiten construir esta descripción sistémica se designarán como los
aspectos fenomenológicos de la teoría autopoiética. Esta teoría se ha aplicado en campos
diversos tales como la ingeniería de programas (software), la inteligencia artificial, la
sociología y la psicoterapia.

El Observador
"Todo lo que se dice es dicho por un observador" (Maturana y
Varela, 1980, p. xix)

En los primeros trabajos de Maturana acerca de la cognición, se destacaban los sistemas


vivientes individuales. En consecuencia, la teoría autopoiética tiene como fundamento la
manera como los sistemas vivientes se refieren y se vinculan al dominio(s) en que operan.
Esta orientación resume la forma en que la teoría autopoiética da cuenta de sí misma (en
cuanto teoría científica) y de los demás fenómenos. Un sistema cognoscente se conecta con
el "mundo" sólo en términos de perturbaciones en su sistema nervioso, el cual está
"operacionalmente cerrado" (i.e., sus transformaciones ocurren dentro de sus fronteras).
En la medida en que el sistema nervioso interconecta recursivamente sus componentes
(como ocurre en nuestros cerebros), el organismo es capaz de generar, mantener y
reconectar sus propios estados como si ellos fueran, literalmente, representaciones de
fenómenos externos. Tales estados son "de segundo orden" en el sentido de ellos son

28
derivaciones y no registros literales de la experiencia. En la teoría autopoiética, estos
estados se llaman descripciones. Un organismo que opera dentro del dominio de sus
descripciones es un observador.

En la teoría autopoiética, la(s) forma(s) y función(es) precisa(s) según las cuales se


distinguen los sistemas, son inevitablemente impuestas por algún observador que se está
refiriendo a ellos. Estos factores proporcionan a la teoría autopoiética una jerarquización
interna para la "contextualización", aspecto que tiene hoy día una creciente importancia
para los estudios de las empresas.

Organización y Estructura: atributos fundamentales del sistema.

Los sistemas no pueden definirse simplemente mediante la enumeración o el "mapeo" de


sus elementos constitutivos. El atributo definitorio de una entidad sistémica es el conjunto
de relaciones entre componentes que: (a) esquematiza la forma de dicha entidad en
cualquier momento dado y (b) sirve como núcleo de identidad que se mantiene a pesar de
los cambios dinámicos en el tiempo. En la teoría autopoiética este conjunto de relaciones
definitorias se denomina organización del sistema.

La organización del sistema especifica una categoría, dentro de la cual puede haber
muchas instantaneidades específicamente realizadas. Las entidades sistémicas específicas
exhiben más que el patrón general de sus organizaciones, pues ellas tienen componentes y
relaciones entre éstos, que son particulares. Las particularidades de la realización
individual de un sistema dado conforman su estructura.

La distinción complementaria que Maturana y Varela establecen entre organización y


estructura, es muy útil ópera delinear y analizar la forma y función de un sistema. Este
aspecto de la teoría autopoiética ha sido útil para describir las empresas como entidades que
tienen una forma invariante a pesar de que sus componentes sean específicamente
cambiantes.

29
Autopoiesis y Autonomía

Maturana y Varela acuñaron el término autopoiesis para caracterizar a aquellos sistemas


que (a) mantienen su organización definitoria a través de una historia de perturbación
ambiental y cambio estructural y (b) regeneran sus componentes en el curso de su
operación. Los sistemas autopoiéticos que se realizan en el espacio físico son sistemas
vivientes. Varela, con posterioridad definió un concepto más amplio de autonomía, del
cual la autopoiesis es un caso especial. Los sistemas autónomos mantienen su organización
pero no necesariamente regeneran sus propios componentes. (itálicas agregadas por el
traductor).

Dominios y Espacios.

Un concepto central en los escritos de Maturana y Varela, es el dominio. Ellos usan el


término generalmente para connotar un "ámbito" o "esfera" que circunscribe: (1) las
relaciones entre los sistemas observados y las unidades (medium) con las cuales se observa
que tales sistemas entran en relación (p.ej., un dominio fenomenológico) o (2) todos los
estados potenciales de relación y actividad entre las unidades dadas, incluyendo las
relaciones mencionadas en el número anterior (p.ej., dominios de interacción). Maturana y
Varela reservan el término espacio para designar el contexto estático en el cual se delinean
las unidades. La noción de "dominio" es especialmente útil para referirse a sistemas
reales(como las empresas). Al delinear, identificar y seleccionar los dominios relevantes en
los que las empresas operan, se facilitan el análisis y la planificación.

Determinación estructural.

La determinación estructural es el principio según el cual el curso efectivo del cambio en


una entidad sistémica es controlado por su estructura (la totalidad de las propiedades
individuales y sinérgicas de los componentes específicos dentro del arreglo mediante el
cual éstos constituyen un sistema), más que por la directa influencia del ambiente.

30
Acoplamiento estructural.

Dado el principio de la determinación estructural, la interacción entre sistemas se explica


como "una historia de interacciones recurrentes que conducen a una congruencia
estructural entre dos (o más) sistemas" (Maturana y Varela, 1987, p.75). Acoplamiento
estructural es el nombre para las vinculaciones entre sistemas que están en curso, y que
dan como resultado cambios estructurales en cada uno de ellos. El acoplamiento estructural
describe co-adaptaciones mutuas en curso, sin aludir a la transferencia de alguna fuerza
efímera o de información a través de las fronteras de los sistemas acoplados.

Las nociones "determinación estructural" y "acoplamiento estructural" dan una base para
analizar las empresas y sus operaciones en términos de su forma real y general (i.e., su
organización y estructura). Esta aproximación mantiene un foco en el sujeto empresa y
minimiza el sesgo contraproducente hacia abstracciones apriorísticas como los "flujos de
información", las "fuerzas del mercado" y otras similares).

La Cognición como (inter-)actividad.

Atribuimos "cognición" a un sistema cuando es capaz de discriminar (en términos de


respuesta) entre fenómenos unitarios en su medio, sincrónicamente (en un momento dado)
y diacrónicamente (a través del tiempo). El punto de vista cognitivista hoy en día
prevaleciente da cuenta de la capacidad para tal discriminación en términos de
procedimientos algorítmicos para manipular "datos" abstraídos con relación a "estructuras
de conocimiento". Para Maturana y Varela, la cognición es contingente a la conformación
corpórea porque esta habilidad para diferenciar es una consecuencia de la estructura
específica del organismo. Desde esta perspectiva, la cognición es lo que atribuimos a los
sistemas que muestran cambios flexibles y efectivos durante el acoplamiento estructural.
La cognición en la visión autopoiética no es más ni menos que la conducta efectiva de un

31
sistema viviente dentro de su dominio de interacción. En otras palabras, la cognición es un
asunto de interacción en la manera (s) en que uno es capaz de interactuar, no procesando lo
que está objetivamente allí para ser visto. "Los sistemas vivientes son sistemas cognitivos,
y la vida como proceso es un proceso de cognición" (Maturana y Varela, 1980, p.13).

No es posible abordar aquí una amplia exploración y análisis de las ideas de Maturana y
Varela acerca de la cognición. Por ahora debe bastar con decir que su reinterpretación de la
cognición, aterriza la actividad cognitiva en la corporeidad del actor y en el contexto
específico de la actividad. La teoría autopoiética , en cuanto tal, calza muy bien con las
tendencias actuales que dan realce a la contextualización y a la autodeterminación en los
estudios de las empresas. Varela y sus colaboradores (1979) desarrollan una extensión
reciente de estos principios en una ciencia cognitiva efectiva.

Lenguajeo.

Maturana (1978b) es la fuente clave para el abordaje de la interacción linguística en la


teoría autopoiética. A partir de los predicados de la determinación estructural y del
acoplamiento estructural, construye un modelo de lenguajeo, que es la actividad en la cual
los interactores se orientan mutuamente en relación a cada otro y a un sujeto (en
contraposición al “envío por un tubo” de “mensajes” supuestamente significativos que se
mandan para adelante y para atrás).

Al conectar la interacción linguística con el acoplamiento estructural, se unifica el contexto


para la significación (determinación del significado) con el contexto de la interacción. Esta
unificación “enraiza” el contexto en la experiencia del individuo, en vez de situarlo como
un horizonte recesivo de determinantes meta-simbólicos. Esto, a su vez, unifica los dios
sentidos del “contexto”: como determinante de significado linguístico y como trasfondo
situacional relevante. Aquí reside la potencia de la teoría autopoiética para dar cuenta de la
contextualización en los estudios de las empresas.

Resumen y conclusiones.

32
La teoría autopoiética brinda una base teórica rigurosa para el abordaje de la gente y los
sistemas sociales en que ella participa. Puesto que la teoría procede desde la especificación
formal a las entidades sistémicas, sus postulados pueden razonablemente aplicarse a ambos.
Debido a la extensión que Maturana y Varela han hecho del núcleo de conceptos para
describir una fenomenología de los sistemas vivientes, el alcance de la teoría es
relativamente amplio. Esto posibilita que los investigadores apliquen sus principios a través
de un rango mayor de fenómenos sujetos, lo que no es el caso en otros enfoques corrientes.
Ya que la teoría está anclada en un análisis formal de los sistemas vivientes y de la
cognición, ella puede sustentar investigación enfocada en sujetos individuales y sus
actividades dentro de una empresa (p.ej., análisis de flujos de trabajo, factores humanos en
los análisis de usuarios de sistemas de información específicos). Al incluir una explicación
de la interacción linguística, la teoría autopoiética puede sustentar investigaciones
enfocadas en las interacciones sociales y las comunicaciones en la empresa (p.ej., estudios
etnográficos, investigación cualitativa).

Al completar este panorama, debe haber quedado más claro al lector, el cómo la teoría
autopoiética intrínsecamente da atención a los tres temas actualmente innovadores en la
investigación acerca de las empresas: la perspectiva sistémica, la autodeterminación y la
contextualización. La primera ocurre por definición, la segunda por enfoque y la tercera por
la manera en que Maturana y Varela desarrollan los aspectos fenomenológicos de la teoría.

Referencias.

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MATURANA, H., G. URIBE, and Samy G. FRENK, A Biological
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discussion of nervous system closure with reference to certain visual

33
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MATURANA, H., The Neurophysiology of Cognition, in Garvin, P.
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MATURANA, H. Man and Society, en BENSELER, HEJL, and KOCK
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MATURANA, H., and F. VARELA, Autopoiesis and Cognition: The
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(Holland): D. Reidel Publishing Co., 1980.
MATURANA, H., y F. VARELA, The Tree of Knowledge: The
Biological Roots of Human Understanding, Boston: Shambhala, 1987.
(Revised Edition: 1992)
VARELA, F., Principles of Biological Autonomy, New York: Elsevier
(North Holland), 1979.
VARELA, F. [1981a], Autonomy and Autopoiesis, en ROTH y
SCHWEGLER (1981), pp. 14-23.
VARELA, F. [1981b], Describing the Logic of the Living: The
Adequacy and Limitations of the Idea of Autopoiesis, en ZELENY
(1981), pp. 36-48.
VARELA, F., Reflections on the circulation of concepts between a
biology of cognition and systemic family therapy, _Family Process_,
Vol.28, no. 1 (March 1989), pp. 15-24.
Anexo II

34
Teoría autopoiética y sistemas sociales:
Teoría y práctica.23

Randall Whitaker, 1995

Antecedentes.

El aspecto más importante de la teoría autopoiética para los investigadores de la empresa,


es su actitud y su aplicación al estudio de la (inter) actividad humana y de los sistemas
sociales en que ello ocurre. Este punto de intersección se ha empleado en los análisis de la
gestión social de las empresas y de sus necesidades de tecnología de información. En la
comunidad de la tecnología de la información, (TI), Winograd y Flores (1986) son los
autores más conocidos y citados que hacen uso de la teoría autopoiética para analizar las
actividades de la empresa. Morgan (1986) utiliza extensamente la autopoiesis al discutir la
forma, la función y el carácter de las firmas. Van Kroogh y Roos (1995) aplican los
principios de la teoría autopiética para desarrollar un esquema para la construcción del
conocimiento corporativo. Mingers (1994) analiza los puntos de similitud entre la teoría
autopoiética y la teor;ia de la estructuración del sociólogo Anthony Giddens, la que se ha
hecho popular en ciertos círculos como Teoría de la Estructuración Adaptativa (TEA).

La cuestión de cómo puede aplicarse la teoría autopoiética a los sistemas sociales es


materia de un debate en curso. (cf. Zeleny, 1980; Hejl y Kock, 1980; Zeleny 1981; Ylrich y
Probst, 1984; Mingers, 1994). En las secciones que siguen se revisarán algunos de los
temas centrales del debate. Para nuestro fines, basta con anotar que hay dos
aproximaciones primarias en cuanto a la aplicación de la autopoiesis a los sistemas sociales.
La primera aplica los aspectos formales de la teoría autopoiética (p.ej. organización,
autopoiesis) al sistema social en sí mismo. La segunda deriva una explicación del sistema
social de los aspectos fenomenológicos de la teoría (p.ej., el observador, el lenguajeo).
Estas dos aproximaciones han delimitado el debate a lo largo del tiempo. Antes de

23
Traducción de Raúl Atria, agosto 2000, para uso de los alumnos del curso.
35
examinar estos enfoques alternativos en mayor detalle, vamos a referirnos brevemente a lo
Maturana y Varela dicen sobre los sistemas sociales.

Maturana y Varela acerca de los Sistemas Sociales.

i. Las ideas de Maturana sobre el sistema social.

Maturana (1980) trata a los sistemas sociales como emergentes de, o constituídos por la
interactividad de sus participantes, y no como unidades abstractas apriorísticas. Para
Maturana los sistemas sociales se hacen reales primariamente en los dominios linguísticos
(consensuales). El carácter de un sistema social depende de las interacciones específicas
entre sus participantes y varía con los cambios en esas interacciones (p.ej., respecto de la
frecuencia, conectividad y membrecía). En cuanto medium, el sistema social influye en los
participantes individuales, a través de apoyos y regularidades en su interactividad. Esta
influencia se ejerce recursivamente sobre el sistema social emergente por medio de las
interacciones corrientes de los participantes. Estos pueden operar en múltiples sistemas
sociales (p.ej. equipos, clubes), aunque en cada uno de ellos funcionan como si estuvieran
en distintos dominios de interacción.

Las distinciones (para el observador) entre conductas en diferentes arreglos, se construyen


como roles que perfilan la actividad individual dentro del respectivo dominio social. Dado
que los roles son descripciones dinámicas, los participantes (en cuanto observadores)
pueden distinguir recursivamente entre ellos, permitiendo diferenciar (y realizar) muchos
roles dentro de un determinado dominio social.

ii. Las ideas de Varela sobre los sistemas sociales.

Varela (1981a; 1981b, 1989) discrepa de la aplicación de la autopoiesis a las instituciones


humanas y categóricamente la califica de errónea. Sostiene que las empresas muestran que
tienen autonomía en vez de autopoiesis. (Varela, 1979), pp. 54-57).

36
¿Qué importancia tiene la distinción auotnomía/autopoiesis en relación con los sistemas
sodiales? Varela estima que la autoiopiesis es un caso distintivo de autonomía, en la medida
en que un sistema produzca sus propios componentes (p/ej.su estructura), caso que es
paradigmático en los procesos químicos en los sistemas vivientes. Varela sostiene
"..parece muy descabellado describir a los sistemas sociales en términos de la producción
de componentes" (Varela, 1981 a, p.15) porque "el tipo de relaciones que define unidades
como una empresa, …o una conversación…se entienden mejor por medio de operaciones
que no son producciones. Esas unidades [sociales]son autónomas, pero tienen una clausura
organizacional que se caracteriza por medio de relaciones tales como las instrucciones o los
acuerdos linguísticos. (Varela, 1981 b, p 38)

Las aprensiones de Varela, se fundan en las formalizaciones que él mismo contribuyó a


crear. Por ejemplo, la producción que hace un sistema autopoiético de sus propios
componentes, le proporciona una "frontera" topológica trazada en el espacio en el cual se
realiza esa producción. La existencia y el carácter de tal frontera es uno de los criterios por
los cuales se atribuye autopoiesis a un sistema (Varela, Maturana y Uribe, 1974). Los
sistemas sociales no dan muestras de poseer ninguna frontera topológica y este ha sido una
de los aspectos en que la atribución de autopoiesis a los sistemas sociales ha sido más
criticada. (ver. Mingers, 1994). La mayoría de estas críticas se supera, si se descansa más
bien en atribución de autonomía que de autopoiesis a los sistemas sociales. Varela, sin
embargo, no promueve la idea de los sistemas sociales como entidades autónomas,
simplemente deja abierta la cuestión.

Primera aproximación: las empresas como sistemas autopoiéticos.

Una aproximación para aplicar la teoria autopoiética a las empresas es tratar a ésta últimas
como un sistema unitario al cual se le adscribe la autopoiesis. Desde esta perspectiva, la
empresa proporciona un marco estático y dinámico dentro del cual se realiza la presencia y
las conductas de sus subsistemas participantes(incluyendo las personas). Para que esto
opere la empresa debe ser analizada como una red coherente de objetos y procesos. Este

37
tipo de análisis ha sido el sello distintivo de muchos estudios de la ciencia social y
organizacional, y es el enfoque que usa la mayoría de los autores que tratan de aplicar las
ideas de Maturana y Varela a las empresas. Dentro de este enfoque el autor más conocido
es el sociólogo alemán Niklas Luhmann, que introduce la autpoiesis en sus análisis
sistémicos de la sociedad (.p.ej., Luhmann, 1982, 1984, 1986, 1995). Un resumen de sus
aspectos principales se encuentra en Bednardz (1988). Una presentación detallada de las
ideas de Luhmann se encuentra en Mingers(1994), en tanto que von Krogh y Roos (1995)
lo discuten en su obra.

La ideas de Maturana y Varela sobre los sistemas sociales son problemáticas para quienes
quieren aplicar el concepto de autopoiesis, pero que prefieren entender a la empresa como
algo distinto de sus participantes. Si los seres humanos son los elementos constituyentes de
un sistema social, ¿cómo es que podría entonces, pensarse que el sistema social se
autoreproduce en términos de seres humanos? La solución de Luhmann es buscar algunos
elementos constituyentes que no sean humanos. La lógica de esta solución es que …"los
procesos sociales deben, por su parte, producir componentes sociales si es que el concepto
de autopoiesis ha de ser extendido válidamente al dominio social" (Bednarz, 1988, p. 61)

Luhmann redefinió los sistemas sociales como entidades que se realizan en el dominio de
las "comunicaciones". En otras palabras, los elementos constitutivos del sistema social son
las comunicaciones, y las condiciones para la autopoiesis se dan en términos de esas
comunicaciones. Esto tiene la ventaja de describir el sistema en términos de sus
características operacionales, independientemente de los participantes específicos en
cualquier momento determinado. El enfoque de Luhmann es radical en el sentido de tratar
a los sistemas sociales solamente en términos de comunicaciones, haciendo que los
participantes humanos sean componentes periféricos en el mejor de los casos.

Sus ideas son más convincentes en su aplicación específica a los principios de la esfera del
derecho. (ver. Teibner, 1988), donde hay "comunicaciones" altamente estructuradas que
puede ser consideradas como una red en sí misma, lo que no es el caso en la mayoría de las
empresas. El enfoque de Luhmann se asemeja a los estudios organizacionales

38
convencionales al enfocarse en la empresa como el objeto primario de interés. Sin embargo
sus ideas son problemáticas. Por ejemplo, un sistema puede considerarse autopoiético en la
medida en que efectúa las relaciones necesarias en un espacio dado. Luhmann no ha dado
una definición comprensiva del espacio en el cual se manifiestan sus "comunicaciones". La
más común e informal de las reacciones contrarias al enfoque de Luhmann es la aprensión
que provoca dejar fuera del modelo a los seres humanos. Mingers (1994) discute estos
problemas y muchos otros del enfoque de Luhmann. Los artículos en la antología de
Teuber (1988) abren el debate sobre las ideas de Luhmann con respecto al derecho como un
sistema autopoiético.

Segunda aproximación: las empresas en cuanto entidades emergentes de la


interactividad.

La otra aproximación consiste en tratar a los sistemas sociales como entidades que se
constituyen emergiendo de la interactividad entre sus participantes. Este enfoque toma a los
participantes individuales y colectivos como los objetos fundamentales. La ''empresa''' es
abordada como un fenómeno emergente que puede describirse convencionalmente como
'organización'. Descontando a Maturana y Varela, la alternativa más coherente , respecto de
los análisis de Luhmann sobre la autopiesis y los sistemas sociales, proviene de otro
sociólogo alemán, Peter Hejl, quien desarrolla un análisis conciso y detallado de la teoría
de sistemas en general y de la teoría autopoiética en particular (Hejl, 1980; 1981; 1984).

El punto de partida de Hejl (1980; 1981) es una crítica de esfuerzos anteriores hechos para
definir a los sistemas sociales como entidades en sí mismas (p/ej., el estructuralismo y el
funcionalismo sociológicos). Explora la idea de que la sociedad sea "un proceso en el cual
los individuos interactúan entre ellos y con su entorno natural (real) con la prioridad de la
autopreservación" (p.176). En otras palabras, lo que desde Durkheim se ha considerado
como un entidad estable que envuelve a los individuos (e.g., la sociedad como un objeto
unitario del cual los individuos son meramente miembros), pasaba a ser analizado como
el efecto emergente de la interactividad mutua de los individuos. Hejl (1984) llega a

39
establecer definiciones duras para 3 conceptos clave que en anteriores versiones de la
literatura teórica sobre sistemas se habían definido ambiguamente:
 Sistema que se auto-organizan, son "aquellos que, bajo ciertas condiciones
iniciales y limitantes, surgen espontáneamente como estadois específicos o como
secuencia de estados" (Op.cit. pags. 62-63)

 Sistemas que se auto-mantienen, se definen como una "serie de sistemas en la que


sistemas que se auto-organizan se "producen" unos a otros de manera
operacionalmente cerrada" (Op. cit. Pag. 63)
 Sistemas auto-referenciales, son los que organizan los estados de sus
componentes de manera operacionalmente cerrada" (idem).

Hejl concluye que ninguno de estos conceptos puede ser considerado como un rasgo
necesario o suficiente de los sistemas sociales. Los sistemas sociales definitivamente no se
auto-mantienen, porque ellos no generan directamente los componentes que se realizan a sí
mismos (son sus participantes lo que generan los nuevos componentes). La aplicación del
rasgo de auto-mantención se complica aún más por el hecho de que estos componentes
pueden ser parte de múltiples sistemas sociales en cualquier momento, y tienen la
capacidad de sustraerse completamente de participar. Estos dos últimos factores hacen que
sea muy difícil definir a los sistemas sociales por la auto-referencialidad. Los sistemas
sociales no pueden considerarse estrictamente auto-referenciales (en la definición de Hejl)
porque ellos no son espontáneos y su complejidad excede su propia densificación. Dicho de
otro modo, Hejl demuestra que los criterios para dar forma al sistema como un todo (e.g.,
los aspectos formales de la teoría autopoiética) son insuficientes para definir a los sistemas
sociales.

Hejl enfrenta el problema de una manera que se acerca más a los aspectos fenomenológicos
de la teoría autopoiética,. Define los dominios sociales, como generados a través de '…un
proceso de interacciones mutuas , y por ende, de modulación que da como resultado una
paralelización de los sistemas iteractuantes"(1984,pág. 68). Esto es básicamente una

40
variación de los dominios consensuales, que recurre a la "paralelización" antes que a la
"orientación mutua". Lo que otros autores ven como un sistema social unitario , Hejl lo
define como instantaneidad de un dominio social…'un grupo de sistemas vivientes que se
caracterizan por una paralelización de uno o varios de sus estados cognitivos, y que
interactúan con respecto a estos estado cognitivos"(Op.cit., pag. 70)

En el pensamiento de Hejl, los sistemas sociales se definen en términos de una intersección


entre su identidad compuesta y los participantes individuales. Caracteriza estos fenómenos
como sin-referenciales, es decir, "constituidos por componentes, tales como sistemas
vivientes, que interactúan con respecto a un dominio social. Entonces, los componentes de
un sistema sin-referencial, son necesariamente sistemas vivientes individuales, pero ellos
son componentes sólo en cuanto modulan los estados paralelizados de unos y otros a través
de sus interacciones de manera operacionalmente cerrada" (1984, pág. 75)

La sin-referencialidad posibilita una visión de la interacción desde una perspectiva


autopoiética que da cuenta de los dominios sociales de una manera enteramente distinta a la
de los enfoques sociológicos tradicionales como el estructuralismo (p.ej Talcott Parsons) o
el funcionalismo (p.ej. Luhmann). Aun cuando el análisis de Hejl recurre a
conceptualizaciones novedosas, debe quedar en claro que es muy consistente con los
postulados de Maturana y Varela sobre los sistemas sociales.

Resumen y conclusiones sobre la teoría.

El prolongado debate entre los enfoque sistémicos representados por Luhmann y Hejl está
abierto. El nudo de la cuestión está en la pregunta sobre cuáles partes de la teoría
autopoiética deben prevalecer para dar cuenta de los fenómenos sociales. Los aspectos
formales de la teoría autopoiética (e.g., organización, autopoiesis) dominan las
descripciones luhmannianas que se focalizan en la empresa como todos unitarios. La
concentración de Luhmann en las "comunicaciones" oculta el hecho de que su análisis
ignora el tratamiento que hace Maturana del lenguajeo y excluye la consideración de
interactores individuales. Los aspectos fenomenológicos derivativos de la teoría (e.g.,

41
acoplamiento estructural, lenguajeo) dominan las descripciones de Hejl de las empresas
como regularidades emergentes de redes de actores que lenguajean.

Whitaker (1993) delimita esta dualidad en términos de la "sin-referencialidad" de Hejl,


versus una correspondiente "sis-referencialidad" que se muestra en el enfoque de Luhmann.
Los focos diferentes de estos dos modos de observación y análisis (sin=unidades
constitutivas que componen un sistema S; sis=sistema unitario S en un medio ambiente)
son complementarios en el sentido de que uno establece su frontera de observación (su
'horizonte' para decirlo en términos hermenéuticos) donde el otro termina. Dada esta
partición de la perspectiva, ha habido muy poca vinculación entre los dos puntos de vista y
el debate (al menos en la literatura) toma el carácter de dos "hablantes" que conversan sin
cruzarse.

Varela (1979, pág, 85) aborda explícitamente este asunto de perspectivas, al discutir el acto
cognitivo fundamental de la distinción:

"…el establecimiento de fronteras del sistema está inescapablemente asociado con lo


que he de llamar un punto de vista cognitivo, esto es, un conjunto de presuposiciones y
actitudes, una perspectiva, o un marco en el sentido de Bateson o Goffman; en
particular, está asociado a alguna noción de valor o de interés. Esta también
relacionado con las capacidades cognitivas….del que hace las distinciones. Por otra
parte, las distinciones que se hacen revelan las capacidades de quien las hace."

En otras palabras, la demarcación de un sistema social está contextualizada con respecto al


observador que hace la demarcación. En el ámbito de la presente discusión, esa posición es
una premisa. Después de todo, un postulado epistemológico fundamental de la teoría
autopoiética es que: "todo lo que se dice está dicho por un observador" (Maturana y Varela,
1980, pág. xix). La contradicción aparente con este postulado, es lo que hace que el
enfoque sis-referencial de Luhmann sea interesante pero no convincente desde el punto de
vista estricto del trabajo original de Maturama y Varela. Cómo puede un enfoque sis-
referencial aplicar una teoría que subraya la importancia del observador, para dar origen a

42
una visión de los sistemas sociales en los cuales tales "observadores" son irrelevantes?. El
peso de la prueba recae en los analistas sis-referenciales. Para que expliquen, si es que
pueden, quien o quienes sostienen ( pueden sostener) que la sociedad es una red
autopoiética de comunicaciones que hace abstracción de los comunicadores y que está
desprovista de observadores. Mientras esta pregunta no sea despejada, la propuesta para
efectuar aplicaciones de la autopoiesis a los sistemas sociales debe considerarse incompleta.

Hay otra forma - más directa-, de proseguir la argumentación en pro de un enfoque sis-
referencial. La mayoría de los problemas teóricos del enfoque de Luhmann pueden evitarse
si se cambia, para las empresas, la exigencia de autopoiesis por una de autonomía.
Varela(1979) da pie para este cambio y sus argumentaciones sirven para darle fundamento.
No obstante, los analistas comprometidos con la perspectiva sis-referencial siguen
argumentando en defensa de una postura autopoiética estricta. Como se verá más adelante,
ha habido unos pocos intentos para demostrar que un sistema social muestra rasgos de
autopoiesis y estos intentos no han sido convincentes (con la posible excepción del
derecho). Dada la popularidad de Luhmann y su obra, más la perspectiva convencional de
la ciencia de la gestión social acerca de la "empresa" como objeto de análisis, podemos
esperar que persista el interés en el enfoque sis-referencial. Quizá la orientación más
razonable sea dejar este debate esotérico para las torres de marfil y trabajar con los aspectos
no controvertidos (sin-referenciales) de la teoría. La teoría autopoiética deja amplio
espacio para conceptos y principios con cuya aplicación nos hemos de mantener ocupados
en el futuro próximo. En la sección siguiente s e dan algunos ejemplos de tales
aplicaciones.

Ejemplos seleccionados de aplicaciones a la empresa.

Los conceptos de Maturana y Varela se han aplicado en análisis prácticos y en reingeniería


de la empresa y de sus infraestructuras de tecnologías de información (TI). En las
subsecciones que siguen se describen ejemplos de trabajos específicos en la teoría
autopoiética ha orientado estudios sobre las empresas y sus correspondientes innovaciones

43
en tecnología de información para la empresa. Las aplicaciones que han tenido menos
impacto son las que han tratado de seguir a Luhmann en el tratamiento de las empresas
como entidades autopoiéticas en sí mismas. Las que han tenido más impacto práctico
descansan en los aspectos epistemológicos y fenomenológicos de la teoría.

Cibersin y el modelo de sistemas viables de Stafford Beer.

La aplicación de la teoría autopoiética a las empresas se retrotrae al tiempo y lugar del


origen de la teoría. Durante el régimen de Allende en Chile, se puso en marcha un
ambicioso proyecto denominado Cibersin con el objeto de aplicar principios de
cibernética a la integración y gestión de la economía nacional de Chile. El "consultor
principal" para este trabahjo fué el experto en cibernética Stafford Beer, creador del
Modelo de sistemas viables (MSV) para la gestión cibernética de las empresas. Maturana
ha sido citado como una de las fuentes de las ideas que sustentaron el trabajo de Cibersin.
El trabajo de Beer en Chile durante el período 1971-1973, se describe en su libro Brain of
the Firm (El Cerebro de la Empresa). El proyecto Cibersin terminó abruptamente en
Septiembre de 1973 con el golpe de derrocó el gobierno de Allende. Beer continuó siendo
un entusiasta defensor de las ideas de Maturana y Varela (como lo demuestra su prólogo en
Maturana y Varela 1980). Su trabajo más reciente ha consistido en la aplicación de
principios cibernéticos a la configuración equipos en las empresas (Beer, 1994). Raúl
Espejo (director del proyecto Cibersin) ha continuado su trabajo aplicando la teoría
autopoiética a los estudios de empresas y ha sido coautor de un libro sobre el MSV de Beer
(Espejo y Harnden, 1989). Harnden ha explorado aplicaciones del MSV a las empresas con
respecto a la teoría de Maturana sobre interacciones linguísticas (Harnden, 1990).

Winograd, Flores y El Coordinador.

Fernando Flores , que fué Ministro en el gobierno de Allende, estuvo involucrado en el


proyecto Cibersin. El libro del que fue coautor con el pionero de la información
autopoiética (IA), en 1986 (Understanding Computers and Cognition) se ha convertido

44
en referencia indispensable y punto de partida para los investigadores de la empresa y de
las tecnologías de información que buscan alternativas frente a la orientaciones
racionalistas/cognitivas para la investigación.La teoría autopoiética es una de las
principales bases conceptuales del manifiesto en ese libro, que delinear un nuevo enfoque
para la empresa y el uso que ella hace de la tecnología de información. Específicamente se
invocan las ideas de Maturana sobre la comunicación en términos de "lenguajeo"y
"orientaciones mutuas", para apoyar el ejemplo focal del libro respecto de una innovación
en TI, que es El Coordinador, un sistema de mensajes estructurados desarrollado y
comercializado por Action Technologies. El Coordinador fué diseñado para dar a los
trabajadores un canal de comunicaciones especialmente adaptado para la generación,
negociación y seguimiento de "compromisos" para la acción. Los mensajes se estructuraban
de acuerdo con el modelo de "conversación para la acción" de Winograd y Flores, y con la
formalización hecha por John Searle , de los "actos de habla" del filósofo británico John
Austin. Además de facilitar la coordinación operacional , el uso de El Coordinador, tenía
por objeto promover el aprendizaje en la empresa: "El conocimiento consciente de la gente
sobre su participación en la red de compromisos puede ser reforzado y desarrollado al
mejorar su capacidad de actuar en el dominio del lenguaje"(Winograd y Flores, p. 162)

La introducción de El Coordinador fué un hito en la implementación de "sistemas de


coordinación". Desde entonces el interés en la coordinación ha evolucionado hacia el
desarrollo y aplicación generalizadas de "sistemas de flujos de trabajo". Action
Technologies sigue siendo un actor principal en este movimiento, con su modelo y
productos Action Workflows. Elementos específcos de la aplicación de El Coordinador
(p.ej. actos de habla; ramificaciones políticas de la estructuración de "compromisos") han
sido objeto de intensos debates. (Suchman, 1994; Winograd, 1994; CSCW, 1995). Estas
argumentaciones, sin embargo, no han cuestionado la prioridad que Maturana otorga al
lenguajeo como fundamento de los sistemas sociales en general, y de las empresas en
particular.

El análisis de los sistemas sociales como entidades autopiéticas

45
La interpretación que hace Luhmann de los sistemas sociales como entidades autopoiéticas
en sí mismas, ha generado un gran debate teórico, pero ha dado escasos frutos en materia de
análisis concretos. Tres sistemas sociales (ampliamente definidos) han sido objeto de tales
análisis.

 El Derecho

Gunther Teubner (Teubner, 1988; Teubner y Febbrajo, 1992)


es el principal proponente de la interpretación del sistema legal (definido en sentido
amplio) como una entidad autopoiética. Esto puede considerarse como la aplicación de
los principios cibernéticos al debate en curso entre los téoricos del derecho acerca del
estatuto del derecho como a) autónomo y autorreferencial; o b) como derivado del
contexto sociocultural en el cual se realiza. El compendio editado por Teubner en 1988,
está centrado en el análisis de Niklas Luhmann del derecho como un sistema
autopoiético, que es, hasta el momento, la articulación más convincente del enfoque de
Luhmann acerca de los sistemas sociales y la autopoiesis. La aplicabilidad de la teoría
autopoiética al derecho ha originado un intenso debate, cuyo resumen se encuentra en
Mingers (1994)

 La contabilidad

Fenton Robb (p.ej., 1989a; 1989b) ha ampliado el enfoque luhmanniano hasta el


extremo de sostener que la existencia de sistemas autopiéticos "suprahumanos" permea
la vida social. Esta posición condujo a un acalorado debate con John Mingers en la
revista Systems Practice entre los años 1989 a 1991. Tratando de demostrar la
viabilidad del modelamiento de sistemas sociales como unidades autopoiéticas, Robb
(1991) representó el campo o la profesión de la contabilidad como una red de
actividades autorreferenciales y autoreplicables. Caracterizó esta representación como
una demostración de "autopoesis"virtual, es decir, considerando tales redes sociales
como si fueran autopiéticas. La calificación "virtual" era necesaria en vista de su

46
afirmación de que la condición suprahumana de los sistemas hipotetizados, hace que
éstos no puedan ser objeto de modelamiento o descripciones comprensivas por los
participantes.

 La familia

Zeleny y Hufford (1992) siguen un enfoque luhmanniano (tratan los sistemas sociales
como autopoiéticos) a través de un planteamiento radical que sostiene que los sistemas
autopoiéticos son necesariamente sociales. Citan a la familia como el sistema social
autopiético paradigmático y sostienen que las familias poseen los atributos requeridos
de a) autodelineación y mantención de una frontera; y b) autoreproducción de sus
componentes constitutivos conforme a Varela et. al. (1974).El extenso análisis de
Mingers acerca de estos autores (1994, págs. 125-128), demuestra que ellos
reiteradamente confunden los dominios biológicos y sociales en su enfoque. Las ideas
de Zeleny y Hufford son interesantes pero no convencen.

Epistemología Organizacional: von Krogh, Roos, y SENCORP

Georg von Krogh y Johan Roos (1995), especialistas suizos en gestión, han publicado
recientemente un extenso análisis de la teoría autopoiética y sus ramificaciones para
estudios e intervenciones en las empresas. Aunque ellos descansan en muchas ideas de
Luhmann no asumen que la empresa sea una entidad autopoiética en sí misma. Recurren a
los aspectos fenomenológicos de la teoría autopoiética para delinear los mecanismos y al
enfoque de Luhmann para delinear el trasfondo de un nuevo enfoque al conocimiento de la
empresa y de los procesos mediante los cuales ella crece, evoluciona y es usada
(epistemología organizacional)

A diferencia de anteriores trabajos que se concentraban en el contenido del conocimiento


acerca de la empresa, estos autores usan la teoría autopoiética para iluminar el proceso de
conocimiento. Desarrollan la noción de autopoiesis como un concepto que es "escalable" al
nivel de la empresa como un todo y elaboran un esquema de construcción de conocimiento

47
y de conocimiento sobre la empresa, por analogía a las descripciones de Maturana y Varela
acerca de la fenomenología del observador individual. Como ejemplo concreto, analizan el
caso del modelo de gestión SENCORP, un esquema innovador de la empresa que fue
desarrollado por la corporación norteamericana SENCORP y que se ha usado ya desde hace
13 años.

La configuración de infraestructura informática para la empresa y actividades de


lenguajeo: Whitaker

La postura anticognitivista de Maturana sobre la comunicación en cuanto "lenguajeo",


plantea interrogantes acerca de la actual tecnología de información (TI)y su despliegue
como ''cañerías'' y ''receptáculos'' de información, considerando ésta como un volumen. A
medida que la TI se desarrolla como el esqueleto funcional de la empresa y el medium
para su evolución en curso, pasa a ser crucial el reexamen de la implantación de la TI y las
actividades de desarrollo de la empresa para evitar la búsqueda paralizante de los
paradigmas del mañana con los enfoques de ayer. La investigación y la práctica para el
logro de este objetivo ha seguido tres líneas:

 Configuración de programas computacionales grupales para la orientación mutua


y el incremento de la base para el conocimiento autorganizado. Los actuales
sistemas de apoyo de grupos (decisiones grupales) asumen una orientación racionalista
cognitivista frente a la interacción y la toma de decisiones, priorizando la generación y
compilación de textos por sobre las orientaciones mutuas entre quienes adoptan
decisiones (Whitaker, 1994). Whitaker (1992) aplica la teoría autopoiética en la
generación de especificaciones para aplicaciones e interfases de hipertexto (La tabula),
subrayando el rastreo contextual, las distinciones y las comparaciones. El producto de
este enfoque es una base incrementada de materiales presentados y anotados, que se
ordenan respecto del contexto de relevancia y grados de consenso.

48
 Configuración de equipos computacionales para la orientación mutua

El lenguajeo en trabajos de equipo está mejor apoyado por artefactos de TI que son
mutuamente accesibles que por estaciones de trabajo con acceso individual. Esto se
logra realistamente a través de la ''computación ubicua'', es decir, instalando artefactos
de TI como porciones incorporadas del lugar de trabajo ''natural''. La investigación
acerca de cómo los equipos pueden hacer interfases más constructivas con su TI de
apoyo, ha llevado al desarrollo de un prototipo de demostración de un artefacto de
interfase grupal, que unifica el despliegue, la entrada y la manipulación de datos en
una sola superficie. (Whitaker, Longinow y McNeese, 1995).

 Configuración de prácticas de reingeniería para orientación mutua y


autoorganización en la empresa.

Whitaker (1995) describe la "recolección de nichos'', proceso interactivo desarrollado


para ayudar a un equipo de gestión a especificar los ''nichos'' de su empresa (dominios
de operación) para apoyar la adopción';on de políticas y la planificación . Las metas del
procedimiento están enmarcadas en el concepto de ''dominio de interacción'' de
Maturana y Varela. El procedimiento de recolección de nichos utiliza principios y
prácticas derivadas de La Tabula y del trabajo de interfase grupal menionado más
arriba. El ejercicio inicial de recolección fue mejor evaluado que otros métodos
anteriores, en cuanto a la rapidez de generación de materiales útiles.

Copyr ight 1995 Randall Whit aker. This mat er ial ma y be freely copied and
reused, provided t he aut hor and sour ce are cit ed

49
Referencias sobre la Autopoiesis

Se incluye aquí una bibliografía de los trabajos citados en las papers de Whitaker. En
algunos casos se sigue la fonética inglesa debido a la facilidad de lectura que se obtiene así
en la Red INTERNET.

 BEDNARZ,J. Autopoiesis: The Organizational Closure of Social


Systems _Systems Research_, Vol. 5 (1988), no. 1, pp. 57-64.
 BEER, S.
Brain of the Firm
2nd edition, Chichester / New York: Wiley, 1981.
 BEER, S.
Beyond Dispute: The Invention of Team Syntegrity
Chichester / New York: Wiley, 1994.
 BENSELER, F., P. HEJL, and W. KOCK (eds.)
Autopoiesis, Communication, and Society: The Theory of
Autopoietic Systems in the Social Sciences
Frankfurt: Campus Verlag, 1980.
 CSCW (journal)
Commentaries and a Response in the Suchman-Winograd Debate
_Computer Supported Cooperative Work_, Vol. 3 (1995), pp. 29-95.
This is a collection of papers reviewing and analyzing the debate
initiated between Lucy Suchman and Terry Winograd over the political
and ethical ramifications of structuring enterprise communications. The
focal point of the discussion is the specific message structuring realized
in Action Technologies' product The Coordinator(tm).
 ESPEJO, R., and R. HARNDEN
The Viable System Model
Chichester / New York: Wiley, 1989.
 HARNDEN, R.
The Languaging of Models: The Understanding and
Communication of Models with Particular Reference to Stafford
Beer's Cybernetic Model of Organization Structure
_Systems Practice_, Vol. 3 (1990), no. 3, pp. 289-302.

50
 HEJL, P.
The Problem of a Scientific Description of Society
in BENSELER, HEJL & KOCK (eds.) (1980), pp. 147-162.
 HEJL, P.
The Definition of System and the Problem of the Observer: The
Example of the Theory of Society
in ROTH & SCHWEGLER (eds.) (1981), pp. 170-185.
 HEJL, P.
Towards a Theory of Social Systems: Self-Organization and Self-
Maintenance, Self-Reference and Syn-Reference
in ULRICH & PROBST (eds.) (1984), pp. 60-78.
 HEJL, P., W. KOCK, and G. ROTH (eds.)
Wahrnehmung und Kommunikation
Frankfurt: Lang, 1978. [All but Maturana's paper are in German]
 LUHMANN, N.
The World Society as a Social System
_International Journal of General Systems_, Vol. 8 (1982), pp. 131-138.
 LUHMANN, N.
Soziale Systeme
Frankfurt: Suhrkamp, 1984. [In German]
 LUHMANN, N.
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in Geyer, F., and J. van der Zouwen, (eds.), _Sociocybernetic
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 LUHMANN, N.
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Anatomy and physiology of vision in the frog
_Jrnl. of General Physiology_, Vol.43 (1960), pp. 129-175.
 MATURANA, H., G. URIBE, and Samy G. FRENK
A Biological Theory of Relativistic Colour Coding in the Primate
Retina: A discussion of nervous system closure with reference to
certain visual effects
_Archiva de Biologia y Medicina Experimentales, Suplemento_ Vol. 1
(1968), pp. 1-30.
 MATURANA, H.
The Neurophysiology of Cognition

51
in Garvin, P. (ed.), _Cognition: A Multiple View_, New York: Spartan
Books, 1969, pp. 3-24.
This is a clearly written, concise introduction to the direction Maturana
was going in 1969 -- long before the later terminology of 'organization',
'structure', and 'autopoiesis' were devised.
 MATURANA, H.
The Organization of the Living: A Theory of the Living
Organization
_International Journal of Man-Machine Studies_, Vol. 7 (1975), pp.
313-332.
 MATURANA, H. [1978a]
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 MATURANA, H. [1978b]
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Biology of Language and Thought: Essays in Honor of Eric
Lenneberg_, New York: Academic Press, 1978, pp. 27-63.
 MATURANA, H.
Man and Society
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 MATURANA, H.
Reality: The Search for Objectivity or the Quest for a Compelling
Argument
_The Irish Journal of Psychology_, Vol. 9 (1988), no. 1, pp. 25-82.
 MATURANA, H., and F. VARELA
Autopoiesis and Cognition: The Realization of the Living
Boston Studies in the Philosophy of Science [ Cohen, Robert S., and
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 MATURANA, H., and F. VARELA
The Tree of Knowledge: The Biological Roots of Human
Understanding
Boston: Shambhala, 1987. (Revised Edition: same publisher, 1992)
 MINGERS, J.
Self-Producing Systems: Implications and Applications of
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Beverly Hills CA: Sage, 1986.
 ROBB, F. [1989a]
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