Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- LA EMPRESA
La empresa es la institución o agente económico que toma las decisiones sobre la utilización
de factores de la producción para obtener los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado.
La empresa es el instrumento universalmente empleado para producir y poner en manos del
público la mayor parte de los bienes y servicios existentes en la economía.
El empresario es la persona que aporta el capital y realiza al mismo tiempo las funciones
propias de la dirección: organizar, planificar y controlar.
El empresario actual es un órgano individual o colegiado que toma las decisiones oportunas
para la consecución de ciertos objetivos presentes en las empresas y de las circunstancias del
entorno
Los elementos humanos. Los elementos humanos en una empresa, son una estructura
organizativa de la empresa. Ésta nunca se considera como estática, sino de tipo
dinámico, porque exige continuos cambios humanos para asegurar la estabilidad de la
empresa.
Las características básicas en una estructura humana pueden ser:
Facilitar el desarrollo de las actividades de la empresa
Dar a conocer y hacer partícipes de los objetivos y políticas a los miembros de la
empresa
Respeto a las autoridades jerárquicas y cumplimiento del reglamento de trabajo.
La base del "valor" reside en la forma como los gerentes dirigen los negocios. Ya no basta con
ser un "gerente competitivo" sino que se debe experimentar una transformación a "líder".
El centro a las personas, ya no sitúa como un recurso "más", sino como seres que merecen el
mejor y mayor de los respetos (los accionistas, los directivos, los proveedores, los empleados y
los clientes) esto va a generar un clima propicio para el logro de la más alta de las
productividades que se refleja en el logro de los más altos rendimientos mercadológicos,
económicos y financieros.
El valor económico, todos los que hicieron aportes a la actividad productiva reciben su
compensación que les permitirá satisfacer sus necesidades
El valor psicológico, los que participan del proceso productivo logra asimilar el
aprendizaje para la toma adecuada de decisiones que afectan de forma directa o
indirecta
La ética y la empresa
La empresa es una unidad económica, en la cual están agrupados y coordinados alrededor de
un proyecto a realizar en conjunto, el punto de encuentro de quienes aportan el capital, la
materia gris y la capacidad de trabajo hacia una causa final: el cliente.
El pertenecer a un determinado grupo social del que puedan sentirse parte a partir de sus
escalas de valores observables en decisiones y hechos y de sus pautas de comportamiento es
uno de los instintos más fuertes del ser humano, allí la importancia del estilo de dirección y la
habilidad
Todo ello tiene directa relación con la responsabilidad social que debe asumir la empresa,
conforme el nuevo concepto que aporta Peter Drucker, le exige a ésta convertirse en
“guardián de la conciencia de la sociedad y en factor esencial de solución de sus problemas”.
Cabría preguntarse entonces que está pasando en las empresas hoy; cuál es el factor
determinante de la pobreza de muchos que perdura en medio de la riqueza de pocos. ¿Será
quizás que las empresas están priorizando la creación de valor para los accionistas?
Este objetivo de creación de valor para los accionistas exige que la empresa proporcione
permanentemente rentabilidades efectivas por encima de las expectativas, como ello no es
fácil de lograr, han de aplicarse estrategias empresariales y técnicas de gestión que afectan de
manera negativa y violenta a los demás agentes económicos y, en general, a toda la sociedad.
Cuando las empresas priorizan la creación de valor para los accionistas, con los ojos puestos en
los resultados, los costos y la supervivencia, se instala en ellas un tipo de comportamiento
fundamentalista que endiosa la figura de los mercados y rechaza toda forma de control social.
Se presenta una racionalidad excluyente (la basada en la ganancia) que se expresa diciendo
que la misión de la empresa es la de producir bienes, servir a los clientes y luchar para ser
mejores y, aunque desde el mundo exterior se critique su inmoralidad y su falsa ética
Estos procesos de degradación aparecen también en las organizaciones por cuestiones que
tienen que ver con los usos del poder (que corrompe), la falta de justicia, los problemas
culturales (como los tabúes y la ignorancia) y el pragmatismo o la ausencia de valores.
Se trata de incorporar valores sociales a los procesos de organización; lo cual no implica un
reemplazo de la idea de eficacia, sino de agregar el juicio de valor moral a los procesos
decisorios. Si se toma conciencia que el desempeño ético de la empresa es, tanto al corto
como al mediano y largo plazo, la estrategia más rentable: se gana en credibilidad, en
confianza, en respeto, en autoridad y en competitividad cooperativa.
La ética en la gestión
Cuando se habla de la ética, comprendida dentro de una ideología sistémica, se entiende por
ejemplo la importancia de preservar la ecología, cuestión muchas veces entendida en función
inversa a la de la rentabilidad. Pero cuando se mira desde otra perspectiva, se llega a deducir
que un daño al ecosistema no solo se transmite en el pago de una multa, bajo la premisa según
la cual "el que contamina, paga", sino que a la larga va a revertirse en costos más altos para la
empresa, ya que a menos riquezas naturales, mayor costo generará su futura obtención
De otro lado, los criterios bajo los cuales prospera una organización, deben estar en función
del desarrollo personal de cada uno de los individuos que están involucrados en ella. Y esto no
se logra por ejemplo, que la motivación de un empleado está determinada exclusivamente por
la relación con su jefe o su trabajo. Ella se encuentra definida por un conjunto mucho más
amplio, en el cual también inciden aspectos como la cultura a la que pertenece este
trabajador, su círculo familiar, sus objetivos personales y la compatibilidad con los de la
empresa, la estructura organizacional, su relación con los clientes, los proveedores. Dentro del
mismo, tiene un impacto la acción colectiva o individual, que repercute en la forma como
evolucione cada empresa.
Por esta razón, cuando hablamos de ética, no solo podemos limitarnos a crecer
económicamente, sin hacerle daño al reducido espacio donde creemos habitar; se deben
considerar todos los factores mencionados, y muchos otros que surgirá. En la medida que se
afecte positivamente al sistema, es decir, con "ética", el sistema responderá a nuestro favor,
y del mismo modo, cuando lo afectemos negativamente, ese impacto retornará, muy
posiblemente perjudicando a la organización
La ética organizada
La ética organizada se plasma en las éticas particulares y corporativistas, a través de la que los
mismos actores desean asumir su responsabilidad, poniendo ellos mismos límites a su acción y
normas de comportamiento; una deontología que ellos se empeñan por respetar, una
autorregulación que se prolonga en una autodisciplina colectiva. Su desconocimiento no da
lugar a una acción en justicia, sino sanciones en el ámbito de la corporación. Pero siempre
existen intereses económicos poderosos que parecen olvidar totalmente la conciencia de sus
actores, ignorando todo tipo de autorregulación, que son capaces de sacudir tanto la
economía de un país como de un conjunto de países, como se ha dado en las reiteradas crisis
de estos últimos años
Frente al Estado: Colaborar con el cumplimiento de los fines del Estado, Actuar con
ética en los procesos de contratación directa, licitaciones y concursos
Frente a la comunidad y clientes en general: Contribuir al desarrollo económico con
justicia social, Cumplir con las condiciones de calidad e idoneidad de bienes y servicios,
Garantizar a los consumidores información suficiente y adecuada que les permita
hacer efectivos sus derechos
Frente a la comunidad empresarial: Obrar con lealtad, transparencia y buena fe en las
relaciones comerciales, Apoyar la formación de una comunidad empresarial con
valores éticos, Cumplir las disposiciones sobre promoción de la competencia y
prácticas comerciales restrictivas
Frente a los accionistas: Proteger la inversión de los accionistas y tratar de obtener
una adecuada rentabilidad.
Frente a los empleados: Respetar la dignidad humana y los derechos de los
subordinados y colaboradores, Remunerarlos con justicia y cumplir estrictamente con
el reconocimiento y pago de sus prestaciones sociales, Promover su desarrollo
integral, capacitación y bienestar, Brindar adecuadas condiciones de salubridad y
seguridad
Frente a los acreedores y proveedores: Informar con veracidad sobre la situación
económica y financiera, Abstenerme de la realización de actos ilegales, Promover la
creación de una cultura ética entre los acreedores y proveedores.
Frente al medio ambiente: Utilizar dentro de las posibilidades técnicas y de mercado,
tecnologías limpias que garanticen la conservación del ecosistema, Procurar la
obtención de certificados de calidad del medio ambiente.
El paso del ser al deber ser conlleva riesgos. Esto es lo que básicamente tiene en común la
ética y los negocios.
El esfuerzo y el éxito
Son conceptos que normalmente se manejan en el mundo empresarial. El éxito puede ser
entendido por unos como la obtención de mejores participaciones de mercados, o de
mayor rentabilidad o de prestigio, no se pueden juzgar como verdaderos o convenientes
desde la perspectiva de lo cuantificable. Se podría decir que su obtención logra significado
en cuanto que otros no lo logran.
En materia ética dentro del mercado empresarial, no se debe buscar el éxito impidiendo o
buscando que otros lo logren también.
La ética impuesta
Pero además, el derecho sin ética sería inhumano, sería como vivir bajo la ley de la jungla.
Entre el derecho y la ética se produce un fenómeno de ósmosis, a tal punto que se hace difícil
discernir cuál de ellos prima sobre el otro. La ética se incorpora al derecho; el derecho se
envuelve de la ética. El derecho es coherente en la sombra de la ética. Ambos conforman una
alianza que permite asegurar la paz.
Introducción
De alguna manera se trata hoy día de vincular los dos términos, ética y empresa muy
complejamente, ya que, culturalmente, se puede llegar a la conclusión siguiente: el primero,
persigue solo la manera del hombre individual para seguir un comportamiento socialmente
aceptado, que se manifiesta en lo bueno, lo justo y el respeto, y el segundo, que tiene la
intención de tener presencia en un mercado, para lograr beneficio económico sin mirar
detenidamente la manera o la forma y las consecuencias futuras de sus operaciones internas y
externas.
Es en este momento donde se aprecia una ética aplicada, en la ética kantiana que plantea la
buena intención de las personas, tocando la buena conciencia individual, y esto
definitivamente es importante pero no es suficiente para una ética de las empresas, entonces
se debe complementar la ética individual con una ética de las empresas, o de otra manera con
una ética de los colectivos que no tenga en cuenta solo la buena voluntad personal de cada
individuo sino también la lógica del mundo en que se están moviendo, la lógica a la que tienen
que adaptarse si desean conseguir los objetivos de la empresa.
Que la empresa logre los objetivos planteados es su interés perfectamente legítimo, es decir,
alcanzar su propio interés a través del interés general.
ética de la empresa se diría que es una práctica que ayuda a todos aquellos que trabajan en la
empresa para tomar decisiones que se ajustan a la prudencia y con fundamento en los valores
morales, logrando el bien común.
ética de los negocios o ética de las organizaciones, esto marca el nacimiento de la ética
aplicada a las empresas, y obedece a una necesidad, que responde a la urgencia de recuperar
la confianza en la empresa puesto que no satisfacían las expectativas del público, por carecer
de valores, necesidad de tomar decisiones a largo plazo que garanticen la supervivencia de la
empresa y entre otras la necesidad de asumir una responsabilidad social como empresa ya que
no solo es lucrarse si no responder a los consumidores, accionistas empleados y proveedores
significando que la ética no es individual sino corporativa y comunitaria.
En la actividad empresarial confluye el trabajo del ser humano con una finalidad social donde
la meta a alcanzar se manifiesta en ofrecer calidad, excelencia, competencia, entre otras; todo
se traduce en actitudes morales plenamente válidas y que pretenden mantener en la
supervivencia a la empresa, considerando los elementos interno y externos a la empresa como
interlocutores válidos, donde la primera reúne a los Directores y empleados de la unidad
productiva y la segunda refiere el colectivo externo a la empresa identificando clientes
proveedores y comunidad.
La empresa como unidad productiva tiene objetivos y metas para lograr su crecimiento
económico y social, puesto que es perfectamente claro el deseo de sus miembros en crecer
ofreciendo calidad en su servicio y producción, en sus estrategias se encuentra la manera y
forma de llegar al cliente, quien será el principal elemento para la supervivencia de la empresa;
pero de igual manera sus proveedores y la comunidad, aun cuando los dos últimos se
presentan transparentemente al comercio o negocio de la empresa, la buena relación con los
proveedores y la comunidad, dan estabilidad de permanencia a la empresa, debido a que los
conflictos entre ambas partes no permitirían un desarrollo exponencial, si no, situaciones
fluctuantes en el marco legal.
El fin de la ética empresarial es generar el beneficio del colectivo donde se encuentre implícito
la rentabilidad, y asegurar en el tiempo ser a futuro una empresa vital en sus características
presentadas. La empresa en sus operaciones internas debe institucionalizar los valores,
normas y criterios de decisión que definen el proyecto, y con esto crear una cultura
empresarial; de igual manera, en sus operaciones externas debe comunicar la imagen de la
empresa ante el mercado, estado y sociedad, explicar cuáles son las líneas de actuación con los
que se compromete la empresa y recoger las obligaciones legales que se le exigen socialmente.
La empresa no vale sino para el hombre, ella no funciona sino gracias a y por los hombres, los
que aportan el capital, sus dirigentes y sus asalariados, por ello cabe afirmar que no hay ética
empresarial sino la que emana de las “personas éticas”. Por tanto sería más lógico referirse no
a la “ética de las empresas” o “ética de los negocios”, sino a la “ética de los empresarios” o de
los “hombres de negocios”.
“La libre empresa, concepto inseparable del de sociedad abierta, es una fuerza impersonal,
incapaz de decisiones morales...” por lo que es posible afirmar que la empresa desempeña su
rol social, crea valor en tal sentido y asume los riesgos conexos que ello implica, a través del
discernimiento y compromiso ético de las personas que la integran y en especial de sus
directivos.
Los responsables de establecer las políticas de la empresa, deberían considerar los intereses de
todos aquellos involucrados por su actividad. Así se reconocerán los derechos de los
empleados y se procurarán políticas de personal que favorezcan el potencial humano y la
creación de un sentido de misión y de logro en todos los niveles de la organización.
la ética interna de la empresa se evidenciará en las relaciones con los asalariados, creando un
clima de adhesión, participación y comunicación abierta. Y logrando desde el empleado, un
desempeño ético personal que se evidenciará en el trabajo responsable
Y así será posible también desarrollar una ética externa, hacia fuera, hacia el Estado, la
comunidad, la competencia, el proveedor... El precio justo, la cantidad y la calidad total por lo
que ha pagado es una forma de ver la ética aplicada a las relaciones con el cliente.
a ética y la responsabilidad social han ganado importancia para las empresas alrededor del
mundo. empresas están dedicando mayores recursos a promocionar una imagen ética pública,
la honestidad se ha convertido, más que nunca, en un factor crítico en la selección de personal.
- el sujeto de las reglas éticas no es la empresa, sino las personas que la forman:
propietarios, administradores, empleados, trabajadores.
- las personas que forman la empresa realizan una serie de actos que en lo general
tienen un objetivo común: el buscar la supervivencia del negocio y su éxito dentro de
un ambiente económico y Como en el caso de cualquier otra conducta humana, debe
enfrentarse la posibilidad de acciones indebidas o reprobables
- intenta tener un campo de acción más grande que el de la ley, tratar a otros como uno
quisiera ser tratado.
- es un caso especial de normas éticas, de índole universal, que aplican a todas las
personas
- La Ética en los Negocios tiene aplicación a toda entidad de organización, es decir,
instituciones en las que varias personas colaboren en una meta conjunta. Ejem los
gobiernos.
- es una buena instancia que demuestra la universalidad de la ética y sus principios
absolutos
La Ética en los Negocios está formada por un conjunto de principios, valores y creencias
aplicables a todas las personas en todas sus acciones y que pone especial énfasis en la
conducta humana empresarial, económica y de trabajo — aplica a todos los integrantes de la
empresa, accionistas, emprendedores, ejecutivos y trabajadores bajo el gran principio de
tratar a los demás como uno quisiera ser tratado
formas de corrupción son las resultantes de la tendencia habitual del Estado de comprar
artículos o servicios de mala calidad a mayores precios. Y, por otro lado, persisten problemas
que complican la guerra contra la corrupción. Quizás el más importante es una generalizada e
institucionalizada debilidad, especialmente la pérdida de una justicia independiente.
El único camino por el que una empresa puede subsistir es con ética. Al final, la corrupción se
transforma en un atajo que no es más que un punto muerto. Un ejemplo clásico de una
empresa que, a largo plazo, se beneficia de una conducta ética es Johnson & Johnson. En 1982
algunos envases de uno de sus productos, el Tylenol, el analgésico de mayor venta en USA,
fueron falsificados con un componente desconocido que ocasionó la muerte de algunas
personas que lo utilizaron. Para determinar qué hacer, la empresa tuvo en cuenta el postulado
escrito por Robert Wood Johnson en 1940 que establece: "Creemos que nuestra
responsabilidad primordial es con los doctores, enfermeras, clientes, madres y todo aquél que
use nuestros productos y servicios". Guiados por ese principio la empresa retiró el producto del
mercado a un costo alrededor de los US$.50 millones. Pero ese costo fue transformado
rápidamente en un beneficio mayor. La imagen de la empresa creció a los ojos del público y el
Tylenol recobró el 70% del mercado de los analgésicos.
La ética empresarial
Una empresa no es nada más que un negocio; no se trata de hacer únicamente un negocio y
olvidarse de lo demás, sino que la palabra empresa es mucho más completa. El empresario
tiene que ser alguien que tenga imaginación, capacidad de liderazgo, que quiera llevar detrás a
un grupo que crea en su proyecto y que juntos quieran perseguir una meta
A las predisposiciones para actuar bien se les llama virtudes y a las predisposiciones para
actuar mal se les llama vicios
Hay empresas que son más virtuosas que otras, más excelentes que otras, las organizaciones
se forjan un carácter. Las personas que se acercan a una empresa perciben cuál es el carácter
de sus productos, cuál el de sus trabajadores, cuál el de sus líderes, así que percibimos desde
dónde se están tomando las decisiones y desde qué sentido.
las empresas funcionarán mejor si se tienen en cuenta los intereses de todos los afectados por
ella. El beneficio del accionista va a aumentar si se toma en cuenta a los demás; una empresa
que es prudente se da cuenta de que si hay una buena relación entre los afectados por la
empresa, se asegura mucho más su viabilidad y el aumento del beneficio para el accionista.
Estos recursos son atractivos en la medida que cumplan con juventud, dedicación, resultados,
identificación con la empresa, esfuerzo que vaya más allá de la estricta responsabilidad, ser
capaz de trabajar en equipo, ser agradables, saber de computación y tener un idioma
alternativo. Mejor aún si su “costo es bajo". Una vez que este recurso se ha desgastado --y
luego de haber entregado la vida a la empresa, puede ser fríamente reemplazado por otro
recurso joven
Este es el comportamiento de las empresas hacia los recursos humanos sin embargo, existen
empresas que no dudan en mencionar que las personas son uno de sus principales activos.
La ética empresarial, en cuanto a tal, sin embargo, significa actuar en un ambiente que no solo
procura el más alto respeto y dignidad de sus empleados (personas y nunca recurso), sino que
procura que la empresa se presente frente a la sociedad de manera honrada, veraz y honesta ,
más idealmente en la procuración del bien social.
a ética empresarial es deseable y necesaria. Pero los que la reclaman suelen dejar en un
segundo plano otra cuestión: ¿Es posible? ¿Es viable? Teniendo en cuenta este dilema, este
estudio indaga la posibilidad de hacer «ética sin sermones»; es decir, de hacer propuestas
éticas que sean viables y que se puedan integrar en las prácticas empresariales.
Los actos de las empresas y de los individuos que hacen parte de ellas, repercuten de manera
positiva o negativa en otras empresas, otros individuos u otros procesos.
dice Rinnov Kan: "Sin valores sólidos estamos coqueteando con el desastre”. “Con valores
sólidos, podemos enfrentar a los mercados internacionales.".
Pero, sin duda, hay quienes ponen por encima de la ética y los valores los resultados
financieros, pero no se dan cuenta que la ética corporativa puede ser una fuente de ventajas
competitivas, ya que por medio de ella se pueden atraer clientes y personal de primer nivel
Si nos basamos en que el capital humano es uno de los mayores activos empresariales, si no el
mayor, y tomamos conciencia que estas personas valen por sí mismas, que se les debe
respetar y que no se les puede tratar como un medio sino como un fin, habremos dado el
primer paso para fundamentar éticamente las instituciones. Una organización que viva según
los cinco valores básicos: igualdad, libertad, dialogo, respeto y solidaridad estará mejor
preparada para el futuro. lo cual generará mejores patrones de conducta y permitirá generar
valor.
Cuando se logre incorporar estos componentes básicos se llega a generar mayor valor
económico y permanencia en el mercado, ya que las relaciones, no sólo laborales, sino entre
proveedor y empresa, cliente y empresa, mejorarán, y el tiempo y los recursos que se invertían
en mejorar las ineficiencias que se presentaban en dichas relaciones, podrá ser invertido en
aquellos aspectos que lo demanden.
Cabe aclarar que un comportamiento empresarial ético no es la panacea para todos los
problemas, ni conduce cien por ciento al crecimiento y la prosperidad, pero no nos
engañemos, el comportamiento no ético tampoco y sí puede acarrear problemas, tanto
interna como exteriormente.
Presentamos cinco premisas que pueden apoyar el construir una cultura ética en la empresa.
1. “El uso de prácticas éticas aumenta la salud corporativa, la productividad y las relaciones
entre equipos de trabajo, clientes, proveedores,...”
2. “Una imagen pública ética fortalece el compromiso, el deseo de trabajar, la unión, la
cooperación...”
3. “Siendo la ética la ciencia aplicada al arte de vivir y la moral el conjunto de hechos
psicólogos que dignifican la vida, debemos aplicar conjuntamente la moral y la ética laboral”
4. “La meta de cualquier empresa debiera ser ganar dinero éticamente para tener un buen
presente y asegurar un mejor futuro”
5. “Un directivo no puede permitir en su gente actos poco éticos en contra de clientes,
proveedores, colaboradores, socios o del entorno en general”.