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Se define como glucosa postprandial los niveles de glucosa en sangre a las dos horas de la ingesta
de un alimento. La determinación de este parámetro se utiliza para el diagnóstico de la diabetes y
otras enfermedades del metabolismo de la glucosa y para el cálculo del índice glucémico de los
alimentos. Algunos autores señalan que la glucosa postprandial es un mejor marcador de la
diabetes que la glucosa en ayunas.
En personas con tolerancia normal a la glucosa, la glucemia no suele sobrepasar los 140 mg/dl
como respuesta a las comidas y, por lo general, regresa a los niveles previos a las dos o tres horas.
La Organización Mundial de la Salud define como tolerancia normal a la glucosa tener < 140 mg/dl
a las dos horas de ingerir una carga de glucosa de 75 g dentro del contexto de una prueba oral de
tolerancia a la glucosa. Por lo tanto, se considera como hiperglucemia posprandial un nivel de
glucosa en plasma > 140 mg/dl) a las dos horas de ingerir alimentos.
Los resultados de los grandes ensayos clínicos aleatorizados realizados en la década de los 90
demuestran que el control glucémico intensivo, evaluado mediante análisis de la HbA1c, puede
reducir notablemente el desarrollo y/o progreso de complicaciones diabéticas crónicas. Debido a
que la HbA1c es una medida del nivel medio de glucosa en plasma durante los 60-90 días
anteriores, pueden desarrollarse niveles de glucosa postprandial por encima de valor umbral
admitido de 140 mg/dL que no quedan reflejados por este parámetro. Por lo tanto, es necesario
un régimen de tratamiento que apunte al control glucémico, tanto en ayunas como posprandial,
para conseguir un control glucémico óptimo.
Hasta el momento, no se han completado estudios que hayan examinado concretamente el efecto
del control glucémico posprandial sobre las enfermedades macrovasculares. Sin embargo, hay
algunas pruebas que respaldan el uso de tratamientos dirigidos al control de la glucosa en plasma
posprandial. Así, el tratamiento con acarbosa, un inhibidor de la glucosidasa que reduce los niveles
de glucosa postprandial va asociado a una reducción notable del riesgo de enfermedad
cardiovascular e hipertensión. Otros autores han obtenido resultados similares con la repaniglida,
un estimulante de la secreción de insulina de acción rápida utilizada en la diabetes tipo 2, e incluso
con inyecciones repetidas de insulina rápida para controlar la glucemia tanto en ayunas como
posprandial (Estudio Kumamoto). Se ha observado una relación curvilínea entre retinopatía y
microalbuminuria con el control glucémico, tanto en ayunas como posprandial tras dos horas. El
estudio Kumamoto mostró que no se produjo desarrollo o progreso alguno de la retinopatía o la
nefropatía cuando la glucosa en plasma sanguíneo en ayunas era de 110 mg/dl y la glucosa en
plasma sanguíneo postprandial < 180 mg/dl).
Las intervenciones nutricionales, la actividad física y el control de peso siguen siendo las piedras
angulares de un control diabético eficaz. En los últimos años, se viene prestando una especial
atención al índice glucémico, un enfoque para clasificar los alimentos a base de carbohidratos
mediante la comparación del efecto glucémico (expresado como área de incremento posprandial
bajo la curva) del peso de los carbohidratos en cada alimento por separado. En la actualidad, la
mayoría de los alimentos ricos en almidón tiene un IG relativamente alto, como las patatas, el pan
blanco o integral, el arroz y los cereales de desayuno. Los alimentos con un IG más bajo
(legumbres, pasta y la mayoría de las frutas) contienen almidones y azúcares que se digieren y
absorben más lentamente, o son menos glucémicos por naturaleza (como la fructosa o la lactosa).
La carga glucémica (CG) de la dieta, producto del contenido en carbohidratos de la dieta y su IG
medio, se ha aplicado como cálculo “global” de la glucemia posprandial y los requisitos insulínicos.
Por lo tanto, el uso del IG puede aportar un beneficio adicional al control diabético que va más allá
del recuento de carbohidratos.
Los inhibidores DPP-4 funcionan inhibiendo la enzima DPP-4 que degrada el GLP-1, ampliando así
la forma activa de la hormona. A su vez, esto estimula la secreción de insulina en función de la
glucosa, suprime la liberación de glucagón, retrasa el vaciado gástrico y aumenta la sensación de
saciedad. En la actualidad, el fosfato de sitagliptina es el único inhibidor DPP-4 disponible en el
mercado.
Glinidas: las glinidas son antidiabéticos orales con un mecanismo de acción similar al de las
sulfonilureas, pero tienen una vida media metabólica mucho más corta. Estimulan una rápida
liberación de insulina desde las células ß pancreáticas, que dura entre una y dos horas.) Cuando se
toman a la hora de comer, estos agentes atenúan los aumentos de la glucemia posprandial y
reducen el riesgo de hipoglucemia durante la última fase posprandial, debido a que se secreta
menos insulina tras varias horas del consumo de alimentos. Hay dos agentes disponibles en el
mercado: la nateglinida y la repaglinida.
Insulinas: las insulinas de acción rápida, solas o asociadas a insulinas de acción retardada también
reducen la hiperglucemia postprandial. Sin embargo, debido a varios factores implicados en su
admistración (dosis, lugar de la inyección) sus efectos son menos predecibles. Además, las
Además, diversos estudios científicos han demostrado que los pacientes con Diabetes
que presentan un nivel de glucosa normal de ayuno pero una elevada glucosa
posprandial, tienen un riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares.
Qué es la glucemia
La glucemia es la concentración plasmática de la glucosa. A lo largo del día, su valor varía
en función de las aportaciones y necesidades energéticas del individuo. La acción de
hormonas secretadas por células del páncreas regulan la glucemia. Este sistema de
regulación permite mantener el mismo nivel, incluso cuando las células de los órganos tienen
necesidades diferentes en función de su actividad.
En cambio, los niveles deberán ser inferiores a 1,40 g/l (7,8 mmol/L) dos horas después del
inicio de una comida. Hay que contar + 0,10 g/l por década después de los 50 años de edad.
Qué es la hipoglucemia
La hipoglucemia es una bajada del nivel de azúcar en la sangre y se caracteriza por
provocardescensos súbitos de energía acompañados de unas ganas irreprimibles de
comer.
Las bajadas de azúcar en la sangre pueden ser consecuencia de una úlcera gástrica, una
intoxicación por alcohol, cloroformo, disolventes, así como por hiperinsulinismo (adenoma o
carcinoma del páncreas, pancreatitis) o un incorrecto tratamiento de la diabetes (diabetes mal
equilibrada).