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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA

UNIDAD ACADÉMICA DE SALUD Y BIENESTAR


MEDICINA

MEDICINA INTERNA

ESTUDIANTES:
VANESSA ABAD
NICOLE FIGUEROA
NICOLE RUIZ

DOCENTE:
DR. OCTAVIO SALGADO

CURSO:
9 “E”

TEMA:
INHIBIDORES DE ALFA GLUCOSIDASA Y GLITAZONAS

FECHA DE ENTREGA:
24/05/2022

ABRIL - SEPTIEMBRE
2022
INHIBIDORES DE ALFA GLUCOSIDASA Y GLITAZONAS

RESUMEN

La diabetes mellitus es una enfermedad que presenta alta prevalencia y varias


complicaciones, es por esta razón que los pacientes con esta patología se deben realizar
controles permanentes de glucemia para mejorar la calidad de vida y evitar futuras
complicaciones . Los inhibidores de alfa glucosidasa y glitazonas son los principales
antidiabéticos orales que permiten un mejor control de los pacientes con diabetes mellitus y
disminuir la morbimortalidad de los mismos.

ABSTRACT

Diabetes mellitus is a disease that has a high prevalence and several complications, it is for
this reason that patients with this pathology must undergo permanent blood glucose controls
to improve quality of life and avoid future complications. Alpha glucosidase and glitazone
inhibitors are the main oral antidiabetics that allow better control of patients with diabetes
mellitus and reduce their morbidity and mortality.
INTRODUCCIÓN

La diabetes mellitus (DM) es uno de los problemas de salud pública más importantes a nivel
mundial. Según la Federación Internacional de Diabetes, hay 415 millones de adultos con
diabetes, llegando probablemente a 642 millones en 2040 (1).

La DM es un trastorno metabólico multifactorial, caracterizado por hiperglucemia crónica y


puede clasificarse principalmente como tipo 1 (DM insulinodependiente) y tipo 2 (DM no
insulinodependiente) (2). La DM tipo 2 es la forma más común de DM, representa más del
90% de todos los pacientes diabéticos y resulta de la interacción entre factores de riesgo
conductuales, ambientales y genéticos (2).

La hiperglucemia prolongada se ha asociado con varias complicaciones macro y


microvasculares, por ejemplo, nefropatía, retinopatía y trastornos cardiovasculares (2). Por lo
tanto, el manejo de la hiperglucemia tiene como fin lograr niveles de glucosa en sangre lo
más normales posibles, por lo que se ha considerado por la comunidad científica una de las
principales estrategias terapéuticas para el tratamiento de la DM tipo 2 (1).

Es importante mencionar que si bien los cambios en el estilo de vida, como la modificación
de la dieta y el aumento de la actividad física, pueden ser muy efectivos para mejorar el
control glucémico, a largo plazo, la mayoría de las personas con DM tipo 2 requieren
medicamentos para lograr y mantener el control glucémico (1,3).

Es importante recordar que hasta el descubrimiento de la insulina en 1921 no existían


tratamientos efectivos para la DM. Después del advenimiento de la insulina de acción
prolongada, los primeros agentes orales, las sulfonilureas, estuvieron disponibles a mediados
de la década de 1950, seguidas rápidamente de la metformina (1). Luego pasaron otras tres
décadas antes de que nuevos agentes estuvieran disponibles: los inhibidores de la alfa
glucosidasa, las tiazolidinedionas y las meglitinidas en la década de 1990 (1).

Actualmente, hay diez clases de agentes farmacológicos disponibles por vía oral para tratar la
DM tipo 2, en este trabajo se abordarán los inhibidores de alfa glucosidasa y
tiazolidinedionas o glitazonas (2).

El presente trabajo tiene como objetivo recopilar la información más actualizada y relevante
en cuanto al mecanismo de acción, indicaciones, efectos secundarios, precaución,
interacciones, contraindicaciones y administración los inhibidores de alfa glucosidasa y
glitazonas; para brindar una descripción detallada de dos opciones farmacológicas orales para
el tratamiento de la DM tipo 2.
METODOLOGÍA

Los estudios se identificaron mediante una búsqueda bibliográfica en PubMed, ScienceDirect


y Cochrane. La búsqueda se realizó con los siguientes términos: type 2 diabetes, AGI,
acarbose, voglibose, miglitol, thiazolidinediones, rosiglitazone and pioglitazone. Para la
selección de estudios se tuvo en cuenta los criterios de inclusión: artículos publicados en
revistas académicas con influencia e impacto científico Q1 y Q2, para ello se comprobó en
SCImago Journal Rank; y, los criterios de exclusión: artículos publicados en revistas de bajo
impacto Q3 y Q4.

DESARROLLO

Inhibidores de alfa glucosidasa

Mecanismo de acción

Un control eficaz de la hiperglucemia en la DM tipo 2 incluye el retardo, la regulación o la


inhibición de las enzimas hidrolizadoras de carbohidratos. La enzima más importante en la
digestión de los carbohidratos es la α-glucosidasa, que se encuentra en el borde en cepillo de
los enterocitos del yeyuno (4). Ésta cataliza la hidrólisis de los enlaces 1,4-α de los
oligosacáridos y disacáridos no absorbibles, y los convierte en monosacáridos, es decir,
glucosa, que se absorben en el yeyuno y que produce hiperglucemia (5).

Los inhibidores de la α-glucosidasa pueden retardar la descomposición y la absorción de los


carbohidratos. Pues, inhiben competitivamente las enzimas (glucoamilasa, sacarasa, maltasa e
isomaltasa) que convierten los carbohidratos complejos no absorbibles (oligosacáridos) en
carbohidratos simples absorbibles (glucosa) (4). Ahora bien, al retrasar la absorción de
carbohidratos, reducen el aumento de las concentraciones de glucosa en sangre posprandiales
en alrededor de 3 mmol/l (4).

La acarbosa es el fármaco de esta clase más utilizado y también el más estudiado. Otros
incluyen voglibosa y miglitol (4). La acarbosa inhibe la alfa-amilasa, la maltasa, la sacarasa y
la dextranasa, y es más eficaz contra la glucoamilasa; sin embargo, no afecta a la lactasa, que
es una beta-glucosidasa (4,5). La acarbosa y la voglibosa se absorben mal en el intestino,
tienen una baja biodisponibilidad y se excretan en las heces. A diferencia de estas, el miglitol
se absorbe completamente en el intestino y se excreta por vía renal (4). Por otro lado, la
acarbosa se metaboliza en el colon, mientras que el miglitol y la voglibosa no tienen
metabolitos (5).
Indicaciones

Los AGI son una clase de fármacos que se utilizan en el tratamiento de la diabetes mellitus
tipo 2, solos o combinados con otros fármacos antidiabéticos (6). También pueden utilizarse
en pacientes con intolerancia a la glucosa y retrasar la aparición de diabetes mellitus tipo 2 en
estos pacientes, y también como tratamiento en pacientes con hiperglucemia moderada,
obesos y no obesos (7).

Son particularmente útiles para pacientes que tienen riesgo de hipoglucemia o acidosis láctica
y, por lo tanto, no son candidatos para otros fármacos antidiabéticos como las sulfonilureas y
la metformina (6). Otra de las indicaciones de estos medicamentos, funciona como
tratamiento complementario en pacientes con diabetes tipo I con el fin de reducir la dosis de
insulina y mantener el control de la glucemia (7).

Eficacia

Los AGI son efectivos para disminuir los niveles de glucosa posprandial, dado que su
potencia metabólica es reducida (7). Por lo general, los AGI se prescriben para la toma antes
de la comida donde se pudo evidenciar que puede existir una disminución en la adherencia al
medicamento, dado a esto, se demostraron mejores resultados de su administración después
de la comida siendo así eficaz (6).

Relativamente se asocia con una ligera reducción del peso corporal. Estudios realizados
demostraron que la acarbosa posee un efecto beneficioso reduce el riesgo de infarto de
miocardio en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (7). La eficacia de los AGI se ve afectada
por la cantidad de carbohidratos en la dieta, debido a que una dieta rica en carbohidratos
aumenta significativamente la gravedad de los efectos secundarios intestinales (6,7).

Efectos secundarios

Los efectos adversos de los AGI son los trastornos gastrointestinales, ya que son el resultado
de la degradación de carbohidratos que no son digeridos por bacterias a nivel del colon,
provocando una formación de gases (8). El efecto secundario más común es la flatulencia,
que tiene una prevalencia del 78% de los casos (9). También existen otros efectos adversos
como dolor abdominal y diarrea. El uso de acarbosa (pero no de otros AGI) tiene vínculos
potenciales con la hepatitis en algunos casos (10). Estos disminuyen con el tiempo y su
gravedad se puede reducir aún más comenzando con una dosis baja. Una dieta rica en
carbohidratos puede precipitar estos efectos adversos (8-9).

Precaución
Los AGI se debe tener precaución en pacientes con enfermedad renal crónica ERC el uso de
acarbosa y de miglitol se encuentra limitado debido a que en estos pacientes existe una
acumulación de metabolitos (7). En casos de hipoglucemia en pacientes que reciben insulina
o sulfonilureas en combinación con acarbosa, el tratamiento por vía oral debe llevarse a cabo
con monosacáridos, ya que la presencia de glucosidasa alfa impide la absorción de
disacáridos y polisacáridos (6). Otras de las precauciones es la administración simultánea de
acarbosa con sulfonilureas produce una caída adicional de la glucosa sanguínea (7).

Interacciones

Estudios revelan que se debe evitar la administración conjunta de los AGI debido a que
reducen el efecto de la acarbosa sobre todo con los antiácidos, la resincolestiramina y
preparados de enzimas digestivos modificando su actividad y reduciendo su efecto (7).

Contraindicaciones

Los AGI están contraindicados a la hipersensibilidad de la acarbosa; en cualquiera de las


condiciones que pueden empeorar debido a la formación excesiva de gases en el intestino (6).
También están contraindicados como tratamiento de primera elección en la diabetes
dependiente de insulina; y en pacientes que sufren de obstrucción intestinal, otras
contraindicaciones incluyen cetoacidosis diabética, enfermedad intestinal crónica, embarazo,
lactancia, cirrosis hepática, y en menores de 18 años (6,7).

Administración

Los inhibidores de alfa glucosidasa se administran por vía oral Se inicia con un comprimido
de 50 mg antes de cada comida (1 comprimido de 50mg antes del desayuno, almuerzo y
merienda), incrementado en relación con los niveles de glucemia, llegando a dosis máximas
de 300 mg/día (1 comprimido de 100 antes del desayuno, almuerzo y merienda). La acarbosa
se inicia con dosis de 25 mg 3 veces por día, y se debe ajustar cada 4 a 8 semanas, la dosis
máxima es de 100 mg tres veces al día (8-10).

Mientras que en la voglibosa, su dosis inicial recomendada es de 0,2 mg tres veces al día, que
puede aumentarse hasta 0,3 mg tres veces al día. Para miglitol, la dosis inicial es de 25 mg
tres veces al día y la dosis máxima es de 100 mg tres veces al día (8,9).

GLITAZONAS

Mecanismo de acción
Las tiazolidinedionas (TZD) o glitazonas son sensibilizadores de la insulina que actúan sobre
las vías metabólicas intracelulares para mejorar la acción de la insulina y aumentar la
sensibilidad a la insulina en tejidos críticos (11). Las TZD también aumentan los niveles de
adiponectina, disminuyen la gluconeogénesis hepática y aumentan la absorción de glucosa
dependiente de la insulina en el músculo y la grasa. La adiponectina, una citoquina secretada
por el tejido adiposo, aumenta la sensibilidad a la insulina y la oxidación de ácidos grasos
aumenta con la terapia con TZD (12).

Las TZD funcionan regulando la expresión génica a través de la unión al receptor gamma
activado por el proliferador de peroxisomas (PPAR-gamma), un regulador de la transcripción
nuclear (12). Los receptores activados por proliferadores de peroxisomas (PPAR) son una
familia de factores de transcripción activados por ligandos de receptores de hormonas
nucleares que regulan la homeostasis energética (11). Los genes activados por el subtipo
PPAR-gamma están presentes en músculo, grasa e hígado, regulando el metabolismo de la
glucosa, el almacenamiento de ácidos grasos y la diferenciación de adipocitos (12).

La unión de TZD inducirá un cambio conformacional para alterar la expresión génica de


numerosas vías involucradas en la regulación del metabolismo, incluidas la lipoproteína
lipasa, la glucoquinasa, la acil-CoA sintasa grasa y otras (12). Los agonistas de
PPAR-gamma mejoran la resistencia a la insulina al aumentar la expresión de adiponectina,
GLUT4 y oponerse al efecto del TNF-alfa en los adipocitos (11). El aumento de la expresión
de GLUT 4 aumentará la captación de glucosa en los adipocitos y las células del músculo
esquelético en respuesta a la insulina (12).

Indicaciones

Las TZD son fármacos antidiabéticos, su uso principalmente está indicado en la diabetes
mellitus tipo 2 con predominio de resistencia a la insulina (IR) (12). En la actualidad, la
pioglitazona y la rosiglitazona se encuentran disponibles para tratar a pacientes con DM2. Su
efecto más importante es aumentar la sensibilidad a la insulina y la utilización de la glucosa
en el adipocito y músculo esquelético, de tal manera, las TZD tienen efectos beneficiosos
sobre los factores de riesgo cardiovascular, incluyendo citoquinas, marcadores inflamatorios,
lípidos, presión arterial, función endotelial y diversos procesos celulares y moleculares
involucrados en el proceso de aterosclerosis (13,14).

Eficacia
La eficacia en la monoterapia con pioglitazona en la cual se ha podido evidenciar una
significativa eficacia, como comparadores en relación a la reducción de la HbA1c con un
valor de 0,05%, y una mayor eficacia en la reducción del nivel de FBS aproximadamente en
un 0,24 mmol/l (14). También se ha demostrado que la pioglitazona puede tener eficacia
como comparador en cuanto a la reducción de homeostasis-resistencia a la insulina y un
aumento en la reducción del nivel lipoproteínas de alta densidad, y también se ha visto una
mejora de la presión arterial y del nivel de triglicéridos con la monoterapia con pioglitazona
(13,14).

Efectos secundarios

La troglitazona fue el primer fármaco de la familia de las glitazonas que fue retirado del
mercado por la FDA debido a que provocaba hepatotoxicidad y desarrollo de cáncer (15).

La rosiglizona es un fármaco que trata la resistencia a la insulina en la diabetes mellitus tipo


2 pero tiene varios efectos secundarios como son enfermedades cardiovasculares en especial
la insuficiencia cardiaca, provoca el desarrollo de cáncer, accidentes cerebrovasculares,
problemas neurodegenerativos, dolores de mandíbula – cuello – brazos – espalda - pecho o el
estómago, mareos, vómitos y también puede presentar fracturas (16-17).

Pioglitazona presenta varios efectos preocupantes como son las fracturas, retención de
líquidos, dolores musculares y el incremento de peso. Pero al encontrarse combinado con
otros fármacos como metformina o con inhibidores de SGLT2 o con AR GLP-1 va a
disminuir de peso y la retención de líquidos (16).

Edema e insuficiencia cardiaca congestiva

Las tiazolidinedionas en el 20% de los pacientes provocan hidropesía. La nefrona y los


canales de sodio son activados por la insulina a nivel de los túbulos colectores por medio de
los receptores PPAR-gamma, permitiendo la retención de líquidos. Pacientes que tienen
antecedentes de edemas o tratamientos con insulina tienen mayor riesgo de acumulación de
líquido. Estudios han demostrado que el incremento de líquido intravascular puede
desencadenar en una insuficiencia cardiaca congestiva, razón por la que las tiazolidinedionas
deben administrarse con cautela para evitar futuras complicaciones en los pacientes (16,17).

Aumento de la ovulación y efectos teratogénicos

Las pacientes que usan sensibilizadores de insulina y presentan ovario poliquístico tienen un
incremento de la tasa de ovulación, de igual manera en mujeres que se encuentran en etapas
pre menopáusicas. Y se ha comprobado que los TZD presentan potenciales teratógenos al
reducir la maduración fetal (16,17).

Fracturas

Los pacientes que consumen TZD tienen alto riesgo de fracturarse en las extremidades
distales debido a la activación de los receptores PPAR-gamma lo que provoca una
disminución de la densidad ósea. Es mayor el riesgo en mujeres posmenopáusicas o
pacientes que consumen glucocorticoides o inhibidores de la bomba de protones (16,17).

Aumento de peso

Las células con mayor concentración de receptores PPAR-gamma en el cuerpo son los
adipocitos, las tiazolidinedionas activan los receptores PPAR-gamma en el SNC lo que
provoca necesidades alimenticias y los agentes TZS se encargan de distribuir el tejido
adiposo hasta que se se termine la maduración de los adipocitos, presentando mayor
almacenamiento de adipocitos en las células debido al movimiento de los ácidos grasos libres
(16).

Cáncer de Vejiga

Se ha demostrado que la pioglitazona provoca cáncer de vejiga, por lo que el personal de


salud debe administrar estos medicamentos de manera cuidadosa considerando los beneficios
y riesgos que tiene la pioglitazona (16,17).

Precaución

La pioglitazona se debe utilizar con precaución en pacientes con insuficiencia cardiaca. En


efecto, las tiazolidindionas producen una expansión del volumen plasmático y una hipertrofia
cardiaca de precarga (14). La pioglitazona también ha demostrado estar asociada a retención
de fluidos, lo que puede exacerbar o precipitar la insuficiencia cardiaca. Se debe interrumpir
el tratamiento con pioglitazona si se produce cualquier empeoramiento de la función cardiaca
(15). La pioglitazona se debe administrar con precaución en los pacientes con enfermedades
hepáticas. En todos los pacientes, antes de comenzar el tratamiento con pioglitazona, se
deben revisar las enzimas hepáticas, así como también, precaución por el riesgo de cáncer de
vejiga por el uso de pioglitazona por lo que se ha visto limitado el uso de este medicamento.
Otras de las precauciones de este medicamento, es el aumento de peso corporal (14,15).

Interacciones
Las interacciones con medicamentos como ketoconazol, itraconazol, también con la
eritromicina, antagonistas del calcio, corticoides, triazolam, debido a que se metaboliza por
medio del citocromo P450 (15). Las TZD pueden interaccionar con anticonceptivos orales
ACO reduciendo su eficacia. Los efectos hipoglucemiantes de la pioglitazona pueden ser
potenciados por la administración de: metformina, sulfonilureas e incluso insulina. Aunque
estas asociaciones pueden ser beneficiosas, así como también pueden llegar a provocar
reacciones adversas e hipoglucemia (15,16).

Contraindicaciones

Estos medicamentos particularmente están contraindicados en casos de hipersensibilidad a


tiazolidinedionas, en pacientes con diabetes mellitus tipo 1, cetoacidosis diabética, así como
tampoco se recomienda su administración en embarazo y lactancia, disfunción hepática,
insuficiencia cardiaca (14,15). Otras contraindicaciones, la rosiglitazona está asociada con un
riesgo alto para infarto del miocardio y muerte por enfermedad cardiovascular (16).

Administración

Con pioglitazona se comienza con 15 mg una vez al día, pudiendo aumentarse a 30 una vez al
día. Con rosiglitazona se comenzaba con 4 mg, pudiendo aumentarse a 8 mg, una o dos veces
al día. Se pueden administrar con o sin alimentos. En terapia combinada con sulfonilureas o
metformina no es necesario ajustar la dosis de estas, que pueden mantenerse. Se debe hacer
seguimiento de las cifras de transaminasas cada 2 meses el primer año, y posteriormente de
forma periódica. Su concentración estable en plasma se alcanza tras 4-7 días de tratamiento y
sus efectos hipoglucemiantes los consigue en la segunda semana tras el comienzo del
tratamiento (16).

CONCLUSIÓN

En pocas palabras, los AGI son efectivos en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 para
mejorar el perfil metabólico y reducir potencialmente el riesgo de complicaciones a largo
plazo de la hiperglucemia. Estos medicamentos pueden utilizarse como monoterapia o en
combinación con otros fármacos antihiperglucemiantes e insulina. No tienen correlaciones
con ningún efecto adverso grave, por lo que resultan útiles para pacientes que tienen
problemas renales, cardiorrespiratorios o hepáticos, quienes a su vez tienen un mayor riesgo
de desarrollar acidosis láctica. Tampoco causan hipoglucemia, lo que los convierte en un
sustituto útil de las sulfonilureas, que se asocian con casos frecuentes de hipoglucemia.
Por otra parte, las TZD son medicamentos efectivos para mejorar el control glucémico y
tienen beneficios significativos en los trastornos que ocurren comúnmente en pacientes con
DM2 (enfermedad cardiovascular). Desafortunadamente, las TZD también tienen efectos
secundarios graves, como osteoporosis y aumento de peso, que limitan su uso.
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