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“La educación no es una preparación para la vida,

es la vida misma” John Dewey

2. ANTROPOLOGÍA DEL PROCESO EDUCATIVO

2.1 Principios Educativos de la persona

Estos principios emanan de la perspectiva ontológica, antropológica y axiológica de la


educación.

CONCEPTUALIZACIÓN FUNDAMENTAL

Principios educativos:

• Principio de dignidad

• Principio de integridad

• Principio de identidad o autenticidad

• Principio de intimidad

• Principio de auto-posesión

• Principio de trascendencia

• Principio de libertad

• Principio de autonomía

• Principio de responsabilidad

• Principio de privacidad

• Principio de respeto

• Principio de tolerancia a la divergencia

• Principio de veracidad

• Principio de evaluación

- Exactitud cualitativa y exactitud cuantitativa

- Rigurosidad del método

• Principio de formación

• Principio de finalidad
1. Principio de dignidad del ser personal: La persona, es un fin en sí misma, un ser valioso. Jamás
debe ser considerada como un mero producto, cosa o medio que vale en la medida que es útil. El
profesor debe valorar y tratar al alumno como persona, independientemente de su edad,
capacidades y condiciones de cualquier índole.

2. Principio de integridad o indivisibilidad: Cada persona es un ser íntegro, un todo indivisible. Es


absurdo solicitar que el alumno esté sólo como un intelecto: es un ser unipluridimensional
educándose. (Cf. Aula Socrática: Hacia un estilo integral de pensar)

3. Principio de identidad o autenticidad: Cada ser es único y por primera vez vive cada momento
también único de su existencia. Esta unicidad le hace irrepetible, inigualable, no cuantificable, no
comparable; otorgándole un valor único a su ser. Esta unicidad le otorga una personalidad que
debe ser descubierta por el alumno y realizada educativamente. El profesor pone su capacidad
educativa al servicio del alumno, para que este descubra su estilo de ser…

4. Principio de intimidad: Cada uno sólo es accesible a sí mismo; yo me puedo comunicar con el
otro, acogerlo e intentar ser acogido, pero no puedo existirlo. Tal como decía el filósofo José
Ortega y Gasset, no me queda otra que dolerme mi propio dolor de muelas; por mucho que tú me
ames no puedes doler mi dolor. Podemos intentar consolar (estar con la soledad del otro) al
amigo, al alumno, intentar condolernos, empalizar con él; pero no podemos vivir su dolor o
alegría. Tal vez muchas veces nos entristezcamos con las tristezas del amado-a, entonces, seremos
dos tristes. Como educadores debemos tener la sensibilidad, tomar conciencia de que estamos
ante personas insondables, con historias de vida única de las cuales ellos mismos no tienen
conciencia total. Cada enseñanza parte de nosotros, pero no sabemos cuánto pueden afectar a
cada ser.

5. Principio de auto-posesión: Somos seres perfectibles pero cada uno posee una integridad de
ser, una sustantividad que le hacer ser una realidad y no una parte de otra realidad o de un
conglomerado de realidades. Nadie se puede adueñar de nuestro ser; nadie tiene derecho a
intentar hacerlo bajo una supuesta superioridad o afán de poder. Cada persona es respetable: se
debe instar al diálogo, a la conversación o narración, al encuentro, pero no al encontronazo. Se
debe educar para que el alumno sea capaz de auto poseerse, esto es, para descubrirse, respetarse,
dominarse, realizarse.

6. Principio de trascendencia: Somos seres que poseemos una esencia que nos otorga una
existencia, pero no hecha sino haciéndose; una existencia que se va conformando en un diálogo o
juego con los y lo demás. Somos inabarcables para nosotros mismos; no sabemos la trascendencia
que tienen nuestras decisiones, acciones u omisiones.

Sobre nuestro propio origen de ser (creación) y destino (existencia después de esta vida)
sólo tenemos nuestras creencias y alguna vaga idea…

¿Cuántas frases o actos de un profesor han trascendido hasta llevarnos a aborrecer o, por
el contrario, a admirar una ciencia o arte? ¿Qué sentido tiene querer ser mejores? ¿Qué podemos
hacer por el Universo?

7. Principio de libertad: El animal tiene un conjunto de respuestas predeterminadas por su ser


orgánico y por aquello que es capaz de estimularle. El gato atacará o huirá como gato; podemos
hacer un listado de sus posibilidades de respuesta: limitado por su organismo como para no poder
“pre-ocuparse” de aquello que no le estimulará; no se hará problema por la guerra de Irak o por
las formas de elegir presidente; tampoco se hará problemas por cómo adquirir mayor velocidad y
cobertura de alcance. El ser humano, en cambio, no sólo siente la realidad como algo que le
estimula, sino que la intelige como realidad que es real de suyo más allá de que le estimule o no.
Inteligiéndose a si mismo como realidad, toma conciencia de sus posibilidades y límites y busca
estrategias para superarlos. De este modo, el ser humano es libre de responder a la realidad y de
la forma cómo responderle, más allá de las potencialidades que permitirían su desarrollo
biológico: Crea el auto y corre más veloz que un lince; crea el submarino y se traslada a
profundidades oceánicas y por mares de diversas temperaturas como no lo puede hacer ningún
pez; crea el avión, las naves espaciales, hace túneles, calefacciona los lugares, condimenta las
comidas, escribe un poema, crea el telescopio…Seduce, invita, propone…

8. Principio de autonomía: En cuanto somos conscientes de nuestro ser íntimo, único, libre,
debemos descubrir nuestros principios de vida y ser consecuente con ellos: tener convicciones.
Quien tiene convicciones puede entrar en diálogo con otros, ser confiable, respetar… Quien no
tiene convicciones, se acomoda a las conveniencias del momento.

9. Principio de responsabilidad: La libertad nos hace responsables de nuestras decisiones,


acciones; de nuestros aciertos y errores. Debemos dar cuenta de nosotros y de nuestros actos y
omisiones. Nos “comprometemos” con los demás, legitimamos nuestras capacidades como
expertos en una profesión u oficio. Nos comprometemos con una familia; formamos una familia.
Nos comprometemos con un oficio o trabajo, con la constitución de un país…con un credo.

10. Principio de privacidad: El ser humano, en cuanto ser único, íntimo, irrepetible, requiere de
privacidad. La privacidad le otorga el derecho a comunicar lo que corresponde a su ser personal a
quienes decide porque son sus amigos, familia o personas confiables. Debemos distinguir entre lo
privado y lo público. La sala de clases es un lugar público donde se da una comunión pedagógica y
de compañerismo: sólo lo que atañe a ello es comunicable en forma pública. El profesor debe
respetar y enseñar a respetar la privacidad de las historias personales; debe enseñar a distinguir
entre un buen compañero de curso (que ojala todos lo fueran) y el buen amigo que se escoge y
cuenta con nosotros en situaciones personales que escapan los límites escolares.

11. Principio de respeto: Cada persona es respetable por ser persona; pero necesariamente todo
actuar de la persona es respetable. Lo respetable, mueve a la admiración; lo no respetable mueve
a la huida, a la aversión o no aceptación. Así, no debemos permitir la agresión o maltrato aunque
amemos mucho a la persona de la cual provienen.

12. Principio de tolerancia a la divergencia: Hay diversidades de forma de ser, credos o ideas que
no compartimos pero que tampoco nos agraden o atentan contra nuestra dignidad. En este caso,
debemos aceptar con amabilidad lo diverso. (Cf. Aula Socrática: Pluralismo y convicción)

13. Principio de veracidad: Debemos ser leales a la verdad, a la realidad. Debemos distinguir entre
la situación en que nos encontramos, lo que nos gustaría que fuera y lo que realmente es.
Debemos ser dar razón de lo que pensamos; pero principalmente debemos poner al alumno
frente a la realidad para que él se haga una idea y cargo de ella. Debemos enseñar a pensar, a
encontrarse con la realidad tal cual es, enseñar el asombro, la indagación… Por ello la pedagogía
es siempre una pedagogía de ejemplos.

14. Principio de evaluación: No podemos medir lo que no es cuantificable porque no está


conformado por unidades homogéneas que permitan aplicarle unidades también homogéneas y
universales. La educación, el saber, el amor, etc. no son medibles; la persona no lo es. La
educación, la persona, es evaluable. Evaluar es averiguar el valor, esto es, la cualidad de perfección
lograda por una existencia en un momento dado, de acuerdo con un ideal. La evaluación responde
al qué, a la calidad o cualidad; la medición responde al cuánto. Yo puedo asegurar que tengo un
saco con dos kilos de papas y otro con el doble de papas; pero hasta ese momento no he dicho
nada sobre la calidad de esas papas. El educador debe evaluar; no medir. (Cf. Aula Socrática: La
evaluación y la medición como tema del saber pedagógico).

15. Principio de exactitud cualitativa y rigurosidad: La indagación, el saber de la educación y el


saber pedagógico deben buscar la exactitud cualitativa que intenta expresar con exactitud los
atributos reales de la realidad que indaga. Para ello, debemos ser rigurosos y hacer uso de los
métodos adecuados a la realidad que investigamos. No somos exactos si confundimos educación
con instrucción o si para conocer quién es el alumno que tengo ante mi, hago uso de métodos que
sólo me permitirán el acceso a lo más superficial de él, lo aparente o asible, dejando fuera de mi
entendimiento lo más importante de su ser personal.

16. Principio de formación: el espíritu de la información educativa debe ser formativo. A


diferencia del instructor cuya finalidad es que el alumno adquiera conocimientos, datos, fórmulas,
estrategias, habilidades, el profesor tiene como finalidad que el alumno se forme como persona. El
educador entrega la información, pero con un sentido que la trasciende: la formación integral de
la persona del alumno.

17. Principio de finalidad: Cada conocimiento, acción u obra; cada concepto, tiene un significado,
pero sólo su sentido permite entenderlo, valorarlo y ver las posibilidades, impacto, su pertinencia
o contextualización. El significado instruye, forma eruditos; el sentido, educa.

Actividad 2.1:

a) Lee los principios pedagógicos de la labor docente del nuevo modelo educativo SEP
páginas 86 a 91 (Investigarlo en el siguiente link:
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/207252/Modelo_Educativo_OK.pdf

b) Elabora un cuadro sinóptico sobre estos principios y construye una conclusión en la


que relaciones temas como la dignidad humana, los principios educativos de la persona
y la educación.

c) Observa la película “al frente de la clase” y describe los principios educativos que a tu
consideración destacan en la película.
2.2 La Educación Integral

La educación integral, en el transcurso del tiempo ha tomado por lo menos tres significados
diferentes que recuerdo aquí, para situar correctamente las dos experiencias que publicamos.

• Los revolucionarios del siglo XIX trataron la cuestión educativa como una parte del proyecto de
cambio de sociedad. Una forma radicalmente diferente de concebir la escuela, sustrayendo al niño
de la influencia tanto de la Iglesia como del Estado que debía permitir que se formaran adultos
libres, susceptibles de cambiar el mundo. El principio que guía la educación integral es el del
desarrollo de todas las posibilidades de una persona, preparándola tanto para el mundo de la
reflexión como para el del trabajo. Evidentemente, es igual para todos, mixta y laica. Y será
iluminada a la luz de la razón y de la ciencia, por la observación de los hechos en un ambiente
desprovisto de coerción, en donde el niño irá del descubrimiento al conocimiento. El primero que
puso en práctica esos ideales fue Paul Robin (1837-1912), en Francia.

• El Documento final de la Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos, organizada por las
Naciones Unidas en 1933, pide a los Estados “orientar la educación hacia el pleno desarrollo de la
persona y el reforzamiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. “Se trata
de una educación integral: una educación que sea capaz de preparar hombres autónomos desde
el punto de vista moral, y respetuoso de la libertad y la dignidad del otro; he aquí el objetivo
esencial. La educación para los derechos humanos hace referencia a esta finalidad de la
educación”.
• Más recientemente y en un contexto particular encontramos esta expresión con otra definición.
Se trata del programa EVA desarrollado en Camerún frente a los desafíos del SIDA. EVA, Educación
para la Vida y el Amor, es un programa de educación integral del hombre, introducido en los ciclos
de enseñanza primaria y secundaria, de la enseñanza técnica y de la enseñanza general en
Camerún. Puesto en práctica desde 1986, moviliza a los jóvenes a partir de la educación sexual y
de la prevención de las enfermedades sexualmente transmisibles EST/ SIDA, con el objetivo de
provocar un cambio en el comportamiento, en conformidad con los grandes ejes de la acción
mundial y regional, al mismo tiempo que se tiene en cuenta el contexto psico-afectivo, social,
cultural, religioso y familiar. El programa comporta tres capítulos: educación humana integral,
acceso a los servicios de salud, responsabilizarse de los enfermos.

Cuando hablamos de educación integral nos estamos refiriendo al término


acuñado por las Naciones Unidas en el documento final de la Conferencia Mundial
sobre Derechos Humanos de 1993, en el que se pedía “orientar la educación
hacia el pleno florecimiento de la persona y hacia el fortalecimiento de los
derechos del hombre y las libertades fundamentales. Se trata de una educación
integral capaz de preparar a sujetos autónomos y respetuosos de las libertades
de los demás” (Declaración y el Programa de Acción de Viena aprobados por la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos el 25 de junio de 1993).

Es necesario formar personas en todas sus dimensiones. De acuerdo con las


palabras de Rudolf Steiner, filósofo austriaco fundador de la primera
escuela Waldorf, consideramos esencial trabajar sobre los tres “aspectos
innatos” del ser humano: cuerpo, alma y espíritu.

Partimos de que la escuela no puede centrarse solo en lo intelectual, sino que ha


de ayudar a los y las estudiantes en su desarrollo integral, trabajando con igual
importancia el ámbito cognitivo, emocional y social.

Por ello nuestro centro apuesta por metodologías innovadoras que desbancan la
concepción de que solo hay una inteligencia, para defender la teoría de
las inteligencias múltiples de Howard Gardner. Por un lado creemos que el
maestro debe acercarse al aprendizaje de su alumnado desde todas las
inteligencias, de forma que las oportunidades de alcanzar los conocimientos
sean iguales para todos y todas. Pero, además, queremos que el alumnado
desarrolle todas sus inteligencias centrando su aprendizaje en aquello que
especialmente le motiva y en lo que se siente más capaz.

Relacionado con lo anterior, y defendiendo la globalidad del conocimiento,


apostamos por el aprendizaje por proyectos y Problem Based Learning (PBL)
de John Dewey, en el cual las diferentes materias aparecen relacionadas y no
como compartimientos estancos. La realidad no está parcelada. La escuela
tampoco debe estarlo.

2.3 La Dignidad de la Persona

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