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Características de la hipnosis.

Se describe qué es la hipnosis y en que consiste

Dr. José Antonio García Higuera

Pese a todos los estudios realizados sobre la hipnosis, sigue sin haber acuerdo
sobre qué es la hipnosis, a pesar de los esfuerzos de la American
Psychological Association para establecer un consenso. (APA, 1999; 2003).

Parece existir una tendencia hacia la superación de la clásica controversia


entre teóricos del estado (aquellos que afirman que la hipnosis se da en un
estado especial de conciencia) y teóricos del no estado (que afirman todo se
reduce al fenómeno de la sugestión), aproximando estas posturas bajo la
concepción de la hipnosis como un conjunto de procedimientos que
potencian ciertas capacidades preexistentes en los individuos (Tortosa y
otros, 1999).

EGG Beta: Vigilia y actividades que exigen atención…Se producen cuando el cerebro está
despierto e implicado en actividades mentales. Son ondas amplias y las de mayor velocidad de
transmisión de las cuatro. Su frecuencia oscila entre 14 y 30-35 Hz (ciclos por segundo o cps).
Denotan una actividad mental intensa. Cuando una persona está dando un discurso, estudiando,
realizando un problema de matemáticas, etc. su cerebro se encuentra emitiendo este tipo de
ondas.

Alfa: representa un estado de escasa actividad cerebral y relajación. Estas ondas son más lentas y
de mayor amplitud que las beta. Su frecuencia oscila entre 8 y 14 cps. Una persona que ha
terminado una tarea y se sienta a descansar, se encuentra a menudo en un estado alfa; así como
la persona que está dando un paseo, disfrutando del paisaje

Theta: Se alcanzan bajo un estado de calma profunda. La persona que está fantaseando (o
soñando despierta), se encuentra en este estado, así como la persona que tras conducir un rato,
de repente se da cuenta de que no recuerda como ha hecho los últimos kilómetros. Se dice que es
un estado de inspiración de ideas y soluciones creativas. Se trata de un estado en el que las tareas
realizadas se han automatizado, ya no se necesita tener un control atencional y consciente de su
ejecución, pudiendo el sujeto distanciarse de ellas mentalmente. Es decir, que su mente esté en
“otro sitio” (a veces decimos “en la luna”).

Delta: Nunca llegan a cero, pues eso significaría la muerte cerebral. Se generan
ante un estado de ‘sueño profundo’. Cuando nos vamos a dormir, las ondas
cerebrales van pasando sucesivamente de beta a alfa, theta y finalmente, delta.
Durante el sueño se producen ciclos que duran unos 90 minutos.

Cuando una persona despierta de un sueño profundo, la frecuencia de sus ondas cerebrales se va
incrementando progresivamente, pasando de delta a theta, luego alfa y finalmente, beta. Durante este
proceso de despertar, no es extraño que una persona permanezca en un estado theta durante un tiempo (por
ejemplo, unos 15 minutos). Esto le permitirá tener un libre flujo de ideas, lo cual puede aportarle soluciones,
ideas nuevas o nuevos puntos de vista, siendo este un estado especialmente creativo y productivo

Actualmente existe un consenso en que las personas toman el rol social de


persona hipnotizada siguiendo las conductas que creen que hacen las personas
hipnotizadas. No lo hacen voluntariamente, sino que siguen el rol que creen que
debe ser (Lynn y Kirsh, 2004).

Podemos citar la definición de la British Psychological Society (2001) como


punto de partida y para tener una idea general de en qué consiste:

“El término hipnosis denota una interacción entre una persona, el


hipnotizador, y otra persona o personas, el sujeto o los sujetos. En esta
interacción el hipnotizador intenta influir en las percepciones, sentimientos,
pensamientos y conductas de los sujetos pidiéndoles que se concentren en
ideas e imágenes que evoquen los efectos deseados. Las comunicaciones
verbales que el hipnotizador utiliza para alcanzar estos efectos se llaman
sugestiones. Las sugestiones se diferencian de otras clases de instrucciones
cotidianas en que implican que el sujeto experimenta la respuesta que sigue
la sugestión con éxito como involuntaria y sin esfuerzo. Los sujetos pueden
aprender a utilizar la hipnosis por sí mismos en la autohipnosis”.

La hipnosis se da en una interacción entre dos personas con la


característica de que una de las personas, el hipnotizado, deja el control de
sus procesos cognitivos, afectivos y conductuales a otra persona, el
hipnotizador. El abandono del control es totalmente voluntario y puede ser
retomado por el hipnotizado en cualquier momento.
Entre los procesos de los que se abandona el control están:

La atención. El hipnotizador dirige la atención del hipnotizado, quien deja de


preocuparse por otros estímulos que no sean los que le indica el hipnotizador,
sean estos estímulos reales o imaginarios; hasta tal punto que el hipnotizador
llega a ser el único vínculo del sujeto con el mundo exterior.

El control de la conducta voluntaria. De acuerdo con el grado en el que


cooperan, los sujetos abandonan el control dejándolo al hipnotizador, en el sentido
de que hacen cualquier cosa que el hipnotizador le diga que haga y que se
encuentra incapaz de hacer lo que el hipnotizador le diga que no puede hacer
(siempre con la decisión libre de cooperar).

Quizás el efecto más profundo de la hipnosis es el sentimiento de que tus


acciones te están ocurriendo, más que las estás haciendo (Lynn, Rhue, y
Weekes, 1990).

El hipnotismo no es un procedimiento que sea aplicado por un operador


externo, sino que es una respuesta interna que un sujeto da. Esta respuesta
depende del grado de estimulación que se haya dado a la imaginación del
sujeto Yeates (2002).

Hipnosis clínica

 La terapia de auto-regulación
 La hipnosis en la terapia cognitivo-conductual: aplicaciones en el campo de
las adicciones
 Datos experimentales versus clínicos en la investigación sobre hipnosis
 El modelo de Valencia de Hipnosis despierta
 Hipnosis clínica una visión cognitivo comportamental
 Autohipnosis rápida: un método de sugestión para el autocontrol

Hipnosis Clínica en terapia cognitivo conductual.

Existe un proceso de desesperanza que lleva al paciente a pedir terapia. En


ese proceso, el paciente se da cuenta de que, pese a todos los esfuerzos que está
haciendo no consigue salir del problema que tiene y que necesita pedir ayuda a un
experto. En este proceso de sentir la desesperanza las soluciones que no
exigen esfuerzo, como la hipnosis, tienen un atractivo especial para el
paciente, porque se siente incapaz de hacer nada por sí mismo para
solucionar su problema.

Sin embargo, la hipnosis no es una terapia, es solamente una ayuda o


herramienta auxiliar, en todas las terapias, incluida la terapia cognitivo
conductual (ver por ejemplo, Bryant, Moulds, Guthrie & Nixon; 2005 y los trabajos
de Capafons). Desde una perspectiva clínica, la hipnosis puede ser considerada
como el grupo de técnicas que utilizan formal y deliberadamente la sugestión para
provocar cambios en la conducta de los individuos (Tortosa, González Ordí y
Miguel Tobal, 1999). Cambios que se han de enmarcar dentro de la perspectiva
que puede proporcionar una terapia cognitivo conductual.

La base fundamental de la hipnosis es la sugestión, en realidad, la hipnosis


consiste en las respuestas que da el hipnotizado a las sugestiones del
hipnotizador (Holroid, 2003). Teóricamente, en el proceso hipnótico, el paciente
sigue las sugestiones que se le dan, dejando en manos del hipnotizador el control
total de su conducta.

En la terapia cognitivo conductual hacemos indicaciones que podrían considerarse


como sugestiones constantemente. Sugerimos a nuestros pacientes, por ejemplo,
que cambien determinada forma de comportarse. Para ello empleamos la
sugestión directa o metáforas y sugestiones indirectas.

De acuerdo con los últimos avances de la terapia cognitivo conductual, por


ejemplo la terapia de aceptación y compromiso, no es adecuado que el paciente
siga ciegamente lo que las reglas que plantea el terapeuta. Lo ideal es que él
mismo descubra las consecuencias de comportarse así. Por eso, lo que se le
pide siempre que compruebe las consecuencias de los cambios sugeridos.

Aunque seguir las sugestiones hipnóticamente no es un método adecuado en la


terapia cognitivo conductual; sin embargo, en la hipnosis hay un proceso en el que
el paciente abandona el control consciente de su conducta y la terapia de
aceptación y compromiso pretende que se dejen de intentar controlar procesos
que no son controlables, por ejemplo la ansiedad, el sueño, etc. El abandono del
control es un proceso interesante para la terapia cognitivo conductual, no para
dejarlo en manos del terapeuta, sino para dejar que actúen los procesos
automáticos del propio paciente.

Por eso, tiene interés especial la autohipnosis, es decir, el proceso por el


cual se reúnen en la misma persona los dos papeles: hipnotizado e
hipnotizador. En ese proceso la persona tiene total control sobre lo que
quiere hacer, pero lo ejecuta de tal manera que tiene la sensación de no
hacerlo de forma voluntaria.

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