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Instituto de Educación Superior N° 5 "José

Eugenio Tello"

La evolución de los derechos laborales de la mujer


en la Revolución Industrial y Francesa

Carrera: Profesorado de Historia


Espacio curricular: Corrientes historiográficas
Profesora: Mónica Gallardo
Curso: 3er año División: Única
Alumno: Maria Jose del Rosario Estrada
DNI: 37918231
Introducción
A lo largo de la historia, a las mujeres siempre se les ha dado un rol tradicional en el hogar:
hacer las tareas de la casa, cocinar y limpiar, cuidar de los niños, tener lista la cena para
cuando el marido llega de trabajar…
En la historia reciente, las funciones de las mujeres han cambiado enormemente. La
burguesía trajo consigo una nueva concepción de la familia donde la mujer desempeñaba
un papel restringido al hogar. Hasta entonces la mujer había participado, aunque de modo
distinto al varón, en tareas de aprovisionamiento y trabajo para la supervivencia familiar
fuera del domicilio u hogar. Las funciones sociales tradicionales de las mujeres de la clase
media consistían en las tareas domésticas, acentuando el cuidado de niños, y no solían
acceder a un puesto de trabajo remunerado. Para las mujeres más pobres, sobre todo entre
las clases obreras, esta situación era a veces un objetivo, ya que la necesidad económica
las ha obligado durante mucho tiempo a buscar un empleo fuera de casa, aunque las
ocupaciones en que se empleaban tradicionalmente las mujeres de clase obrera eran
inferiores en prestigio y salario que aquellas que llevaban a cabo los varones.
Eventualmente, el liberar a las mujeres de la necesidad de un trabajo remunerado se
convirtió en una señal de riqueza y prestigio familiar, mientras que la presencia de mujeres
trabajadoras en una casa denotaba a una familia de clase inferior.
Con este breve panorama se vera como distintos historiadores fueron viendo esta lucha de
busqueda de derechos .
Vamos a ver a Eric Hobsbawn quien era historiador ingles marxista y que perteneció a la
corriente Historiografía Marxista Inglesa, quien dijo que este siglo es el siglo de las mujeres.
Seguiremos con MacPee , historiador autraliano que pertenece a un grupo de historiadores
maximalistas quienes apoyan que la revolución tuvo grandes consecuencias entre las
cuales fue la declaración de los derechos de los ciudadanos y en consecuencia las mujeres
también reclamaron estos derechos.
El historiador Asa BRiggs pertenece a la corriente historiográfica de los Annales donde la
historia social ve a la historia como un todo, pero con entradas o énfasis distintos, según él
La Revolución Francesa es la línea divisoria fundamental entre el pasado y el presente y el
verdadero comienzo de los «tiempos modernos».
La lucha por la igualdad en el mundo laboral fue uno de los motivos que originaron el Día de
la Mujer. A principios del siglo XIX, la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas
reclamaba el derecho a voto para las mujeres, mientras las trabajadoras de las fábricas de
Estados Unidos se declaraban en huelga para conseguir mejoras laborales. A mediados del
siglo XX , cada vez trabajaban más mujeres en las fábricas, sobre todo a causa de los
conflictos bélicos. Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, los hombres fueron a
luchar al campo de batalla y las mujeres les sustituyeron en las fábricas para no perder la
producción.El famoso cartel “We can do it” [Nosotras podemos] fue creado en Estados
Unidos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para levantar el ánimo de la
población. Las mujeres jugaron un papel fundamental para mantener el país en marcha:
ocuparon el lugar de los hombres en las fábricas y consiguieron que la economía no se
derrumbara.
El cartel muestra a una mujer con el mono de trabajo, levantando su brazo como símbolo de
fuerza y poder de las trabajadoras. En la década de 1980, el cartel se convirtió en un
símbolo del movimiento feminista.

Desarrollo
El impacto de la revolucion industrial en los derechos de la mujer
Para comenzar como fue el la evolucion a traves de la historia de lo derechos de la mujer
en el campo laboral vamos a ver en este sentido lo que significo la Revolucion Industrial
que fue descrita por Eric Hobsbawn historiador marxista cuyo pensamiento permite ver la
Revolucion Industrial como un lugar de explotación del hombre por el hombre. En el
encuentra un claro ejemplo sobre cómo los historiadores pueden llegar a establecer estos
espacios de inteligibilidad histórica dentro de la periodificación tradicional. Hobsbawm
reconoce tres periodos: el primero se inicia con la Revolución francesa -1789-, marcando un
fuerte final para el Siglo XVIII; el segundo es un largo S. XIX, signado por el capitalismo y el
imperialismo, un tiempo “(…) que pareció -y que fue- un período de progreso material,
intelectual y moral casi ininterrumpido, es decir, de mejora de las condiciones de la vida
civilizada…”; y, por último, un tercer período que corresponde a un corto Siglo XX dominado
por las luchas ideológicas materializadas en guerras mundiales y dolosos enfrentamientos,
pero también “(De 1970 a 2000: El derrumbamiento…) de un extraordinario crecimiento
económico y transformación social, que probablemente transformó la sociedad humana más
profundamente que cualquier otro período de duración similar”. De esta singular forma se
ordena el interior de la edad contemporánea en períodos que obedecen a un sistema o
complejo de determinada duración. Complejo que es parte de la arquitectura del tiempo
histórico que, al decir de P. Ricoeur, “...se conquista sobre la desintegración del tiempo
global de la historia”. En síntesis, a partir de 1789 Hobsbawm reconoce los siguientes
períodos:
* De 1789 a 1848: La era de la Revolución
* De 1848 a 1875: La era del Capital
* De 1875 a 1914: La era del Imperio
* De 1950 a 1970: La era de las catástrofes
La época en que ocurrió la Revolucion Industrial fue a fines del siglo XVIII
aproximadamente entre 1780 y 1840 en una primera etapa. La segunda etapa abarcó el
resto del siglo XIX, hasta principios del siglo XX. Esta Revolución fue una transformación
económica y social a gran escala dentro de una economía capitalista. En cuanto a la
relación entre economías europeas y las del mundo colonial, la economía británica se
diferenciaba de otras porque entró mejor preparada para la industrialización. 1
El factor poblacional que pudo facilitar esta revolucion se caracterizó por la posibilidad de
una mano de obra abundante resultante de una considerable explosión demográfica qué
facilitó el engrosamiento de su extenso sector manufacturero. La población se duplicó entre
1780 y 1840. Londres como ejemplo experimento por otra parte una masiva migración de
gentes del campo desde mediados del siglo XVIII, con el pensamiento de que su vida y
situación económica mejorarían. A través de un proceso de Urbanización, el mercado
interno género la base necesaria para una economía industrial generalizada. El comercio
ultramarino colonial tuvo en Estados Unidos un crecimiento desde 300.000 habitantes en
1701 a casi cuatro millones en 1790.
La mecanización tuvo consecuencia en la industria algodonera, una de las primeras hace
referencia a la descentralizada y desintegrada estructura comercial de la industria
algodonera, y la segunda fue el desarrollo de un fuerte movimiento de asociación obrera en
una industria caracterizada normalmente por una organización laboral inestable o

1 Hobsbawm, E. (1982), “Capítulo 2. El origen de la Revolución Industrial”, “Capítulo 3. La


Revolución Industrial, 1780-1840”, en: Industria e Imperio. Una historia económica de Gran Bretaña
desde 1750 , Ariel, Barcelona.1
extremadamente débil ya que se contrataban mujeres y niños inmigrantes no calificados lo
que provocaba que se apoyaban en una minoría de hiladores. La mayoría de los sistemas
contemporáneos tenían como base el método de Lancashire, qué consistían en tres
maneras; la división de la población Industrial entre empresarios capitalistas y obreros que
no tenían más que su fuerza de trabajo qué vendían a cambio de un salario, otro era la
producción en la fábrica una combinación de máquina especializada con trabajo humano
especializado, y la última era los fines de los capitalistas y la acumulación de beneficios
Este nuevo mundo hacía que los salarios fueran muy bajos y que la presión del hambre los
obligará a trabajar más tiempo ya que lo que cobraban era menos del salario mínimo que
necesitaban para abastecer sus necesidades
Aquí en esta descripicion de la revolucion se ve como sufre la la clase obrera. y en especial
las mujeres y niños y que la modernización no va unida al progreso de la humanidad.
Plantea un cuestionamiento del verdadero valor de la Revolución industrial. Lo más
importante es el individuo, utiliza nombres propios, para estudiar la historia. se critica al siglo
XVIII inglés y su análisis idealizado, porque dice que se analiza la visión de la burguesía
pero no se da cuenta del hambre sufrida por la población y de las sufrimientos de los
campesinos.

La importancia de la Revolucion Francesa en los derechos laborales en la


mujer
La revolución francesa es la que acaba con un sistema monárquico absolutista que
explotaba a todo un pueblo en nombre del rey, el cual se aprovechaba de la producción y
bienes económicos producidos. Es tambien donde se produjo la declaración de los
derechos del ciudadano que tiene una importancia fundamental en el desarrollo de los
derechos de la mujer
Segun MacPee, historiador autraliano que pertenece a un grupo de historiadores
maximalistas 2 quienes apoyan que la revolución tuvo grandes consecuencias entre las
cuales fue la declaración de los derechos de los ciudadanos y en consecuencia las mujeres
también reclamaron estos derechos. Describe a la Francia del siglo XVIII como una
sociedad corporativa, en la que el privilegio era parte integral de la jerarquía social, de la
riqueza y de la identidad individual. Es decir, las personas formaban parte de grupos
sociales surgidos de una concepción medieval del mundo en el que la gente tenía la
obligación de rezar, de luchar o de trabajar. Era una visión esencialmente estática o fija del
orden social que no se correspondía con otros aspectos del valor personal, como la riqueza.
El tercer estado, el 99 por ciento de la población, incluía a todos los plebeyos, desde los
mendigos hasta los financieros más acaudalados. Los dos primeros estados estaban unidos
internamente por los privilegios inherentes a su estado y por su visión de sus funciones
sociales e identidad, pero también estaban divididos internamente por las diferencias de
estatus y riqueza. A la cabeza de toda forma de privilegio –legal, fiscal, ocupacional o
regional– se encontraba siempre la élite noble de los dos primeros estados u órdenes. Estas
antiguas familias nobles e inmensamente ricas en la cima del poder compartían una
concepción de la autoridad política y social que manifestaban a través de un ostentoso
exhibicionismo en sus atuendos, en sus moradas y en el consumo de lujos. El primer y
segundo estado constituían corporaciones privilegiadas: es decir, la monarquía había
reconocido ya tiempo atrás su estatus privilegiado a través, por ejemplo, de códigos legales
2 McPHee,P. (2003), “Capítulos 1, 2, 3 y 8”, en: La Revolución Francesa, 1789 1799. Una nueva
historia, Crítica, Barcelona, pp. 11-78 y 183-209
distintos para sus miembros y de la exención del pago de impuestos. La Iglesia pagaba tan
sólo una contribución voluntaria (don gratuit) al Estado, normalmente no más del 3 por
ciento de sus ingresos, por decisión del sínodo gobernante. Los nobles estaban
generalmente exentos del pago directo de contribuciones salvo del modesto vingtiéme
(vigésimo), un recargo impuesto en 1749. No obstante, las relaciones entre las órdenes
privilegiadas y el monarca –el tercer pilar de la sociedad francesa– estaban basadas en la
dependencia mutua y la negociación. El rey era el jefe de la Iglesia galicana, que gozaba de
una cierta autonomía respecto de Roma, pero a su vez dependía de la buena voluntad del
personal de la Iglesia para mantener la legitimidad de su régimen. A cambio, la Iglesia
católica disfrutaba del monopolio del culto público y del código moral. Asimismo, en
reciprocidad a la obediencia y respeto de sus semejantes de la nobleza, el rey aceptaba que
estuviesen en la cúspide de todas las instituciones, desde la Iglesia hasta las fuerzas
armadas, desde el sistema judicial hasta su propia administración. Jacques Necker, un
banquero de Ginebra que fue ministro de finanzas durante el periodo de 1777-1781 y
ministro de Estado desde 1788, fue el único miembro del consejo de ministros de Luis XVI
que no era noble
Los del tercer estado sobre el diezmo y el sistema señorial. que permitía que señor les
tratase como esclavos, también pedian protección contra la mecanización y la competencia,
y control en el comercio de cereales. No llamemos egoístas a los ricos capitalistas: son
nuestros hermanos», admitían los sombrereros y peleteros de Ruán, antes de exigir la
supresión de la maquinaria, así no habrá competencia ni problemas en los mercados de los
escasos cahiers de mujeres, el de las floristas parisinas, que se lamentaba de los efectos de
la falta de regulación en su oficio ya que al haber muchas vendedoras no se podia obtener
la misma ganancia. Los cahiers de los campesinos estaban preocupados por las cargas
materiales como los tributos señoriales, las banalités se preocupaban por la conservación
de los recursos, especialmente de la madera, y tachaban de contrarias al entorno local las
excesivas demandas de la industria de la zona y de los señores, todo esto preparo el
camino para la revolucion.
Esto provoco la sancion de los Decretos de Agosto y la Declaración de los Derechos del
Hombre tienen un sentido revolucionario porque representaban el fin de la estructura
absolutista, señorial y corporativa de la Francia del siglo XVIII. Eran también una
proclamación revolucionaria de los principios de una nueva edad dorada. En sí misma la
Declaración era un documento extraordinario, una de las más poderosas afirmaciones de
liberalismo y de gobierno representativo. Porque la Asamble establecía la esencia del
liberalismo, que «la libertad consiste en poder hacer todo lo que no dañe a otro». Por
consiguiente, la Declaración garantizaba los derechos de libre expresión y asociación, y de
religión y opinión, limitados tan sólo por la ley. Aquélla iba a ser una tierra en la que todos
serían iguales ante la ley, y estarían sujetos a las mismas responsabilidades públicas: era
una invitación a convertirse en ciudadanos de una nación en vez de súbditos de un rey.
Porque la revolución se aseguro con la intervención armada del pueblo de París ya que
fueron ellos los que tomaron la bastilla y se enfrentaron al ejercito real y trajeron de nuevo a
los reyes.
McPhee dijo que ningún francés adulto vivo en 1804 “tenía duda alguna de que habían
pasado por un levantamiento revolucionario. A pesar de que los historiadores minimalistas
insisten en que estaban equivocados, un examen de las consecuencias sociales, políticas y
económicas de la revolución nos indica que que no era una ilusión.” .
“El mejor indicador de los resultados de la revolución es comparar los cahiers de doléances
de 1789 con la naturaleza de la política y sociedad francesa en 1795 o 1804. Por último, los
cambios sociales que acarreó la revolución perduraron porque correspondían a algunas de
las más profundas reivindicaciones de la burguesía y del campesinado en sus cuadernos: la
soberanía popular (aun sin alcanzar la plena democracia), la igualdad civil, las profesiones
abiertas al «talento», y la abolición del sistema del señorío. A pesar del resentimiento
popular manifestado en relación a las guerras, al reclutamiento, y a la reforma de la Iglesia
en muchas regiones, especialmente en 1795-1799, nunca hubo la menor posibilidad de que
las masas apoyasen un retorno al antiguo régimen. Al mismo tiempo, las frustradas
aspiraciones de la clase trabajadora en 1795, y la potencia de la tradición revolucionaria que
habían creado, hicieron que el nuevo régimen no se instalara sin oposición, como muestran
las revoluciones de 1830, 1848, y 1870-1871.” .
Consecuencias para las mujeres
La Revolución afianzó el poder político a manos de los hombres. Se trató de una respuesta
al accionar de los clubes políticos de mujeres en París y en las provincias. McPhee afirma
que las mujeres (en especial las trabajadoras) jugaron un importante en las movilizaciones
revolucionarias hasta 1794; sin embargo, obtuvieron muy poco. En 1792 se sancionó el
divorcio; unas 30 mil mujeres se acogieron a esa legislación; en 1804, Napoleón modificó y
recortó el divorcio; en 1816, la Restauración abolió toda posibilidad de divorcio. La inmensa
mayoría de los políticos de todos los signos se negaron a conceder derechos políticos a las
mujeres. Por ejemplo, durante el Terror, el periódico del gobierno, LA FEUILLE DU SALUT
PUBLIC, preguntaba:
“Mujeres, ¿queréis ser republicanas? Amad, respetad y enseñad las leyes que conminan a
vuestros maridos y a vuestros hijos a ejercer sus derechos…nunca asistáis a las asambleas
populares con el deseo de hablar allí.”
La Revolución sancionó para las mujeres el derecho a heredar en términos de igualdad con
sus hermanos varones y de firmar contratos legales, si estaban solteras. Esta legislación
sobrevivió al Imperio.
El Código Civil de 1804 prohibió a las mujeres casadas a firmar contratos legales
independientemente. “Estaban sometidas como antes de 1789 a la autoridad del padre, y
después a la de su marido. En lo sucesivo, las esposas tan sólo podrían solicitar el divorcio
si la amante del marido entraba en el hogar conyugal. En cambio, el simple acto de adulterio
por parte de la esposa bastaba para que el marido pudiera presentar una demanda, y la
mujer adúltera podía incluso ser encarcelada durante dos años. Esta ideología de la
autoridad patriarcal se extendía a los hijos, pues los padres estaban autorizados a reclamar
la detención de los hijos durante un mes si eran menores de 16 años, y durante seis meses,
si tenían entre 16 y 21 años.”
Pero a pesar de esto se dio comienzo a la lucha por la reivindicación de los derechos de las
mujeres en un plano de igualdad con los hombres.

El significado de la revolución para los derechos de la mujer


El historiador Asa BRiggs 3pertenece a la corriente historiográfica de los Annales donde la
historia social ve a la historia como un todo, pero con entradas o énfasis distintos. uno de
estos historiadores comenta: Cuando los historiadores reconstruimos la historia (porque la
historia la hacemos todos, día a día, seamos o no historiadores), en el fondo lo que
intentamos es hacer historia de la sociedad en su conjunto. Si bien me he especializado en
la historia de los movimientos sociales y políticos populares, eso no significa que renuncie a

3 Briggs,A. Clavin, P. (1997), Capítulo 1 en Historia contemporánea de Europa, 1789 –1799.Crítica,


Barcelona, pp. 11-52
la pretensión de hacer historia de la sociedad en su conjunto. Simplemente, lo que hago es
priorizar mi punto de entrada a la historia desde los sectores populares.
Según Briggs La Revolución Francesa es la línea divisoria fundamental entre el pasado y el
presente y el verdadero comienzo de los «tiempos modernos». Originariamente, la palabra
“revolución” era un término astronómico aplicado al recorrido orbital de las estrellas; e
incluso después de que empezara a utilizarse en política durante el siglo XVII, su sentido
implícito era que, a consecuencia de la revolución, se restauraría el orden natural de las
cosas, alterado por los poderosos; así pues, se trataba de volver a empezar desde el
principio en cambio para Burke la Revolución como una «novedad», una deliberada ruptura
con la historia, en vez de su terminación.
Maximilien-Isidore Robespierre, el más revolucionario de los revolucionarios, escribía a su
hermano en el verano de 1789 que Francia había producido “en unos cuantos días mayores
gestas que en toda la historia de la humanidad”, mientras que, al otro lado del canal de la
Mancha, el cabecilla de los whigs ingleses, Charles James Fox, describió la toma de la
Bastilla como “el acontecimiento más trascendental que se haya producido en la historia
universal”. En el nuevo mundo de la industria, el pionero inglés de la alfarería Josiah
Wedgwood creía que «la maravillosa revolución» había «hecho que el mundo se saliera de
madre», mientras que en el viejo mundo de las musas, poetas tan diferentes como William
Blake y Samuel Taylor Coleridge se sumaban al mismo coro, junto con Johann Wolfgang
Goethe y Friedrich von Schiller en Alemania. Para William Wordsworth, a los 19 años,
aquella era ... una época de regocijo para Europa, en la que Francia vivía momentos de oro
y la naturaleza humana parecía renacer.
La mujer era la principal afectada por los hechos de la crisis en Francia, es ella sin lugar a
duda a quién el sistema político Monárquico la oprimía aún más por el hecho de encontrarse
en una sociedad estamental predominantemente machista en donde se le reconocían sus
derechos a los hombres. Por su parte, la mujer era excluida de muchas actividades de la
época a diferencia de los hombres del Tercer Estado a quienes se les consideraba
derechos escasos a diferencia del primer y segundo estado quienes tenían una serie de
privilegios. Existía durante la Revolución Francesa una parcialidad de mujeres que marchó
a las calles por el deseo de protestar exclusivamente por lo que eran sus derechos que se
veían limitados. En un contexto de hambre y de desigualdades políticas, las mujeres tenían
mucho de que protestar al igual que los hombres y de hecho con más razón ya que la
sociedad de su época incluso no les consideraba participación política en Asambleas
menores en donde participaban hombres de todos los Estados de Francia ya sea Nobleza,
Clero y Tercer Estado, en donde no se consideró a la mujer en igualdad al hombre incluso
se reprimió la participación de las mujeres dentro de la asamblea..
En este sentido esta revolucion no solo cambio al mundo sino que dio nuevas posibilidades
a todas las clases sociales, entre las que se encontraban las mujeres que a partir de alli
pudieron ver las posibilidades de este nuevo orden y poder a partir de alli, reclamar los
derechos que aun en la actualidad no le son reconocidos.

Conclusión
Estos tres autores muestran que estos momentos de la historia nos permiten ver un
panorama de como los derechos de la mujer no fueron tenidos en cuenta hasta llegar a la
actualidad con el pedido de reinvindicacion de igualdad de los mismos
En la actualidad es necesario tener en cuenta que estos puntos de vista como lo son la
corriente marxista inglesa, la escuela de los annales, y los historiadores maximalistas. no
son los unicos historiadores, tambien hay otros, sino que al tomar un tema o un problema
se debe poder tener un punto de vista lo mas objetivo posible y que nos permitan interpelar
los problemas de la sociedad actual
Es recién hasta la primera mitad del siglo XX en todo el mundo que se comienzan a dar a la
mujer una importancia que antes no se le daba, debido a que la política que es parte
importante en la historia, solo era desarrollada por hombres, por lo que la mujer no tenía
una participación en ella. Desde la primera mitad del siglo XX a nivel global en casi todas
las naciones se comenzó a incluir a la mujer en la política.
Por eso hay que tener en cuenta el tiempo antes del siglo XX a la mujer y su historia,
quienes al igual que los hombres han sufrido los mismos acontecimientos y participado en
ellos, quizás hayan sido más afectadas que los hombres por determinados acontecimientos,
en fin, esas son nuevas aristas de la historia que nos permiten conocer cada día más los
acontecimientos desconocidos a nuestra historia.

Bibliografía

Briggs,A. Clavin, P. (1997), Capítulo 1 en Historia contemporánea de Europa, 1789 –


1799.Crítica, Barcelona,

Hobsbawm, E. (1982), “Capítulo 2. El origen de la Revolución Industrial”, “Capítulo 3. La


Revolución Industrial, 1780-1840”, en: Industria e Imperio. Una historia económica de Gran
Bretaña desde 1750 , Ariel, Barcelona.

McPHee,P. (2003), “Capítulos 1, 2, 3 y 8”, en: La Revolución Francesa, 1789 1799. Una
nueva historia, Crítica, Barcelona, pp. 11-78 y 183-209

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