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QUÉ ES EL ANÁLISIS PESTEL

Pues bien, el “P.E.S.T.L.E. analysis”, traducido al español como “análisis P.E.S.T.E.L.” da un paso adelante
de una manera más ambiciosa.
En efecto, una parte importante del estudio externo, al llevar a cabo un análisis estratégico o una
investigación de mercado, ofrecería una visión general de los diferentes factores macro ambientales que
la empresa debe de tomar en cuenta.
Por ello, el análisis PESTEL es una herramienta estratégica útil para entender el crecimiento o
decrecimiento del mercado, la posición del negocio, el potencial y la dirección de las operaciones.
La importancia del crecimiento de los factores ecológicos o ambientales en la primera década del siglo
XXI, ha dado lugar a la creación de negocios verdes y alentó el uso generalizado de una versión
actualizada del marco P.E.S.T.

Cuatros factores básicos del Análisis Pest

Factores Políticos
Se refieren al grado de intervención por parte del gobierno en la economía tales como legislación
tributaria, laboral, medioambiental, arancelaria, aduanera, presupuestaria y, incluso, la propia
estabilidad política, por no hablar de la tendencia liberadora o intervencionista y su influencia en
políticas sociales como salud o educación.

Factores Económicos
Incluyen el crecimiento económico, tipos de interés, tipos de cambio, las tasas de inflación, déficit
público o tasas de desempleo. Estas magnitudes macroeconómicas informan a los directivos financieros
de las empresas del devenir inmediato y les permiten anticipar decisiones empresariales de tipo
estratégico.

Factores Sociales
Incluyen los aspectos culturales, la conciencia de la salud, tasa de crecimiento de la población,
distribución de edades, nivel de educación, tasa de envejecimiento, etc. Las tendencias en los factores
sociales afectan la demanda de productos de una compañía y cómo dicha compañía opera.
Factores Tecnológicos
Incluyen aspectos como actividades de Investigación y Desarrollo, automatización, incentivos
tecnológicos y el ritmo de los cambios tecnológicos. Ellos pueden determinar las barreras de entrada, el
nivel mínimo de producción eficiente y la influencia de la externalización (outsourcing) de decisiones.
Además, los cambios tecnológicos pueden afectar los costes, la calidad y dar lugar a la innovación.
Un paso adicional, lo constituye el “análisis PEST expandido” o “análisis PESTEL”, añadiendo los
siguientes factores:

Factores Ambientales
Del inglés Environmental. Incluyen aspectos ecológicos y de cuidado del medio ambiente y menor
impacto en el cambio climático. Basta con revisar la prensa diaria para percibir nuevas sensibilidades de
los ciudadanos a favor de medios de transporte públicos, vehículos eléctricos o híbridos y una demanda
de menor contaminación en las ciudades.
De igual modo, es un motivo de preocupación por parte de muchos consumidores la disminución en el
uso del plástico, las costumbres de reciclar o la disminución en el consumo de productos animales,
especialmente, si ello ha supuesto sufrimiento en su sacrificio.
Todos estos factores deberían de suponer un motivo de reflexión por parte de los directivos de las
empresas con el fin de posicionarlas en el mercado de tal modo que reciban una apreciación positiva por
parte de los consumidores.

Factores Legales
Se suelen diferenciar de los políticos antes vistos y, en este caso, se suelen incluir nuevas políticas
internacionales, en muchos casos potenciadas desde organismos internacionales –ONU, UE, etc.- e
incluyen leyes contra la discriminación, a favor de la igualdad, leyes para defensa del consumidor, leyes
antimonopolio, leyes de la salud y protección, etc.
Por supuesto, estos factores pueden afectar cómo opera una empresa, sus costos y la demanda de sus
productos o servicios.
Se dice que, en un contexto de planificación empresarial de tipo estratégico, el “análisis PESTEL” no
debería ser alternativo al análisis DAFO, sino complementario. Conjuntamente aplicados aportan una
gran información para posicionar nuestra empresa ante el entorno e, incluso, anticiparnos a sus
oportunidades o amenazas.
¿Falta alguna sigla?
Me van a permitir abusar de su paciencia y proponer una nueva sigla, otra “E” que, para una adecuada
vocalización y, desde mi punto de vista personal, por su trascendente importancia, la voy a ubicar al
principio, y hablaríamos entonces del “análisis EPESTEL”, o, si lo prefieren, “EPESTLE analysis”. ¿A qué
“E” nos referimos?

Ética empresarial
Nos estamos refiriendo a la “E” de la Ética empresarial (Ethics, en inglés) y a todos los desarrollos sobre
la responsabilidad social empresarial, cada vez, felizmente, más habituales.
En nuestra opinión, por encima de toda legislación, por encima de los factores sociales, culturales,
políticos o económicos vistos, no podemos dejar de lado el hecho de que una empresa es un conjunto
de personas embarcadas en un proyecto común, de corte económico –ciertamente- puesto que, no lo
olvidemos, hablamos de una “empresa” y no de una ONG, y que opera en el seno de una comunidad
humana de la cual recibe una serie de insumos y, a cambio, reporta una serie de bienes y servicios.
Un comportamiento ético pasa no sólo por fabricar con una calidad adecuada y libre de, por ejemplo,
esa “obsolescencia programada” sino además, retribuir adecuadamente a sus trabajadores, no
prolongar contratos laborales de tipo temporal, cuando deberían ser fijos, no abusar de estudiantes
becados que aportan el mismo valor añadido que un trabajador pero que no se les retribuye
adecuadamente, no incurrir en fraude fiscal, implementar políticas de respeto al medio ambiente, de
igualdad de género, etc. etc.
Sin duda, que una empresa “ética” va a incurrir en mayores costes que una que no lo sea o, cuanto
menos, en una menor rentabilidad, pero pensamos que, a largo plazo, van a ser no sólo las empresas
que sobrevivan sino las únicas empresas que pueden existir en una comunidad honesta y a la medida de
la persona.
Labor del directivo –o del consejo de administración- va a ser tamizar cada política empresarial a aplicar
por el filtro de la ética de la que, no olvidemos, ya anticipaba Platón que define el ideal de sociedad
humana proporcionando un tipo de vida común necesario para que lo Bueno sea disfrutado por toda la
población.
Víctor M. Fernández, Economista (Universidad de Valladolid, 1993) y Experto Contable acreditado
(Consejo General de Economistas).

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