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C6digo: U260018
Lote . 850724-1
Precio: 8.00
ACUMULACION ORIGINARIA Y
DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN EL SALVADOR

COLECCION DEBATE
Rafael Menjívar L.

ACUMULACION ORIGINARIA
Y DESARROLLO DEL CAPITALISMO
EN EL SALVADOR

EDITORIAL UNIVERSITARIA
CENTROAMERICA -EDUCA-
Primera Edición
EDUCA, Centroamérica, 1980
Edición realizada con la colaboración
de la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales -FLACSO­
ISBN-84-8360-227-X
* A Carmen, Alfonso, Juan y René,
"de la c::1sa".
* A Elsy, Ursula de mi Macando.
* A Sebastián Vaquerano, concre­
ción de la nueva forma de amistad
Hecho el depósito de ley que ha surgido en nuestro país.
Reservados todos los derechos

© EDITORIAL UNIVERSITARIA CENTROAMERICANA


-EDUCA-
Organismo de la Confederación Universitaria Centroamericana,
formado por: Universidad de San Carlos de Guatemala,
Universidad de El Salvador, Universidad Nacional Autónoma
de Honduras, Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua,
Universidad Nacional de Costa Rica, Universidad de CostJ
Rica, Universidad Nacional de Panamá.

Apdo. 64, Ciudad Universitaria Rodrigo Fado, Costa Rica


PRESENTACION

Tiene el lector ante sí un libro que analiza fenóme­


nos históricos, es decir, pasados, relativos a una nación
que, como El Salvador, vive un presente dinámico de
lucha intensa y frenética, en la cual el pueblo ofrenda
una elevada cuota de sangre mártir para adquirir el de­
recho de su futuro.
Podría alguien preguntarse si es oportuno, en este
momento, cuando el presente salvadoreño pese tanto
· y cuando tas miradas tratan de hurgar en el futuro in­
mediato, dedicar esfuerzos de reflexión como el que este
sólido libro representa, a una época tan alejada como el
año 7 864 y el período que con él se inicia.
Creemos que este esfuerzo no. solamente es oportu­
no, sino absolutamente indispensable.
Es necesario mirar el pasado no sólo para compren­
der el presente, sino para adquirir los elementos indis­
pensables para transformarlo.
Sin embargo, no es cualquier tema del pasado, no es
cualquier fenómeno histórico el que permite al científico
la comprensión cabal de los fenómenos actuales.
9
El primer acierto de Rafael Menjívar en esta obra ha económico-social conocido como capitalismo tiene uno
sido el de escoger el tema adecuado para iluminar algu­ de sus fundamentos en la acumulación de bienes de capi­
nos de los más importantes procesos que hoy en dio· se tal que un sector social, llamado precisamente el sector
desarrollan en El Salvador: ese tema esclarecedor es el de los capitalistas, logra o base de la traslación a sus ma­
de la llamada acumulación originaria. nos de uno parte de la riqueza producido por otros secto­
Durante la época que el autor vivió en Costa Rica, res sociales. Esta es una ley general del funcionamiento
irradiando entre sus alumnos y colegas universitarios su del ·capitalismo; el dio que los capitalistas dejen de acu­
sabiduría, su humildad, su espífitu de justicia y el gran mular riqueza producida por otros, dejan de ser capita­
amor por su pueblo, intensificó sus interrogantes acerca listas y el capitalismo no existiría más. Sin embargo, hay
de las raíces históricas de la explotación y la represión diversas etapas en el proceso de acumulación. Cuando
que sufre el pueblo salvadoreño. La comparación con la en una formación social, o seo, en una sociedad determi­
realidad costarricense, donde las formas de explotación nado, la salvadoreño por ejemplo, el capitalismo tiene yo
y represión adquirieron a través de la historia, manifes­ varias décadas, medio siglo o más, de existencia como
taciones menos brutales, debe haber agregado elementos modo de producción dominante, los capitalistas acumu­
a sus meditaciones. lan directamente con base en la expropiación de la rique­
Al trasladarse de Costa Rica a México, donde com­ za producida por sus obras, llamada en este caso plusva­
pletó su formación tanto con estudios académicos regu­ lía.
lares a nivel de doctorado, como en condición de docen­ Pero hay otros momentos en lo historia del capitalis-
te e investigador universitario, tuvo la oportunidad, pri­ mo, cuando éste apenas está comenzando a implantarse,
mero de completar la búsqueda del tema y, luego, de su­ en los cuales el sector de los capitalistas acumulo por me­
mergirse en las profundidades de la investigación y el dio del despojo directo a otros sectores y no por la com­
análisis. prQ barata de mano de obra, como en el capitalismo más
Llegado a este punto, cabría preguntarse legítima­ avanzado. Uno de estas formas es aquello por medio de
mente ¿porqué el tema de la acumulación originaria? La lo cual el sector de los capitalistas despoja de sus medios
lectura del libro dejará clara la respuesta, pero no está de producción a los productores directos de riqueza.
de más, con la intención de invitar al lector a internarse Por ejemplo, cuando el capitalismo del agro, despoja
en la obra que tiene en sus manos, ensayar una explica­ a los pequeños campesinos de sus parcelas de tierra. Es­
ción de la importancia, muy actual, de estudiar el perío­ to puede ocurrir de diversos maneras. Por medios vio­
do de acumulación originaria, cuyo inicio el autor sitúa lentos, cuando los campesinos �on expulsados por lo
en el año 1864 de la historia salvadoreña. fuerzo bruto; por medios legales, cuando se ponen obs­
Quizá pueda ser útil comenzar con algunas precisio­ táculos institucionales o la existencia de lo propiedad co­
nes �cerca de lo que se entiende por la acumulación ori­ munal o ejidotorio; o por medios económicos, cuando el
ginaria. pequeño campesino pierde su tierra por endeudamiento
Ese es un concepto que se utiliza en la ciencia social con el terrateniente más poderoso.
para explicar un fenómeno del capitalismo. El régimen

10 11
Este despojo del productor directo por parte del ca­
pitalista se puede dar incluso en etapas avanzadas del ria en El Salvador que comienza en 1864 en ese país
capitalismo. Por eso la llamada acumulación originaria coincide y es impulsado por la dinámica de la fase impe­
no siempre es exclusiva de los primeros momentos del rialista del capitalismo mundial, dentro de la cual los pal­
capitalismo. Pero en una formación social, o sea, en una ses dominados son obligados a cumplir un papel m,uy
sociedad determinada siempre se da, al principio de la concreto dentro de la división internacional del trabajo
penetración capitalista en ella y como requisito de la pe­ impuesta por fas necesidades de los pa/ses capitalistas do­
netración de ese modo de producción, un período de minantes. Como a toda América Latina, a El Salvador le
acumulación originaria que es aquel en el cual los prime­ correponde suplir las necesidades de productos agdcolas
ros capitalistas destruyen masivamente las formas de pro­ y materias primas de los pa/ses dominantes.
ducción pre-capitalista tales como la producción artesa­ Y es por este camino que comienza a destruirse sis­
nal, la pequeña agricultura, la propiedad comunal y por temáticamente la organización económica y social pre­
consiguiente lanzan masivamente a los sectores que con­ viamente existente, o sea, precapitalista.
trolaban esos medios de producción a la condición de a­ Esa destrucción se da por introducción de mecanis­
salariados, desocupados, subocupados u ocupados tem­ mos e instrumentos capitalistas como la generalización
porales. En otras palabras, los convierten en un ejército del sistema monetario, la destrucción de formas tradicio­
de reserva de mano de obra. nales de mercadeo o intercambio ,de mercancías, pero,
Ahora bien, el período de acumulación originaria se sobre todo, por el establecimiento de lazos orgánicos con
da en todas las formaciones sociales, en todas las socieda­ el capitalismo mundial. El mercado salvadoreño se con­
des, donde el capitalismo comienza o implantarse y en vierte en un mercado gobernado por las leyes de dicho
todas ellas presenta esas características generales que he­ capitalismo mundial, y surge el sector capitalista salvado­
mos descrito someramente. Pero a la vez, en cada lugar doreño que, aliado con los sectores capitalistas· de los
adquiere, además de esas característicos generales, condi­ países dominantes, es decir con el imperialismo, van a
ciones muy particulares que tienen que ver primeramen­ destruir la organización económica y social anterior para
te con el momento histórico, o sea, el grado de desarro­ reorganizarla dentro de fa de las leyes de funcionamiento
llo del capitalismo o escala mundial y, en segundo lugar, capitalista.
con las condiciones internas de la sociedad de que se tra­ Como ya lo hemos dicho, para lograr esto, paro que
te. se constituya el sector capitalista, se hace necesario que
En fa formación social salvadoreña tanto el momen­ éste despoje de los medios de pro.ducción a los producto­
to histórico como las características internas, presentes res directos. Y es este proceso de acumulación originaria
en e/período de acumulación originaria, muestran condi­ el que se ct.Ímple en El Salvador de una manera bien par­
ciones espec/ficas que el autor analiza con el fin de en­ ticular que, según el autor, explica mucho de lo que en
contral explicaciones de los fenómenos presentes. ese país acontece hoy.
En relación con momento histórico del desarrollo Además de fas condiciones generales comentadas
del capitalismo mundial, el autor llama la atención acer­ antes, la acumulación originaria en El Salvador presenta
ca del hecho de que el período de acumulación origina- como caractedsticas propias las de la velocidad, la dras­
12 ticidad y la amplitud.
13
El autor señala que el período de acumulación origi­ El autor explica seriamente las razones por las cuales
naria se cumple en una etapa tan reducida como 32 años. ese proceso de acumulación originaria se produce en tan
¿Qué quiere decir esto? Quiere decir, ni más ni menos, poco tiempo y con resultados tan drásticos, amplios y
que en el corto período de 32 años, los capitalistas na­ .generales.
cientes logran despojar de sus tierras a los pequeños No se trata aquí de repetir en detalle esa explicación,
campesinos,y a los ejidatarios y logran acaparar buena pero sí es oportuno mencionar la relaciórr que el autor
parte del control del mercado interno. desplazando a los establece entre ese hecho y las formas de represión.
pequeños comerciantes y artesanos. Al producirse de manera tan violenta la penetración
Significa también que en tan corto período la pro­ profunda del capitalismo con su necesaria destrucción
ducción económica y la circulación de los productos se de las formas de producción pre-capitalistas y la separa­
organizó en función de los intereses del capitalismo ción consiguiente de gran parte de lo población de sus
mundial y de los nuevos sectores de capitalistas locales. medios de vida, el sector capitalista necesitaba cumplir
Los efectos sociales de un proceso tan violento fueron dos tareas: por un lado disciplinar en el estilo de trabajo
abundantes, profundos y plenos de consecuencias que capitalista a grandes grupos de personas que antes fueron
hoy en día mantienen vigencia. pequeños propietarios, comuneros o artesanos.
Para mencionar solo una de ellas, diremos que el Tarea que no era fácil porque estos sectores tienen
autor muestra como en esos 32 años fue destruída la hábitos de trabajo que les, dejan mucha libertad de ac­
propiedad comunal lo que significa que una multitud de ción y que contrastan con la rigidez del estilo de tr,abajo
ejidatarios y comuneros fueron expulsados de su fuente dentro de la empresa capitalista.
de subsistencia. También fueron despojados y desplaza­ Por otro lado, frente a la masa no absorbida por el
dos los pequeños propietarios campesinos. Este hecho sector capitalista, la tarea consistía en mantenerlo con­
es rico en consecuencias. Por un lado, la mano de obra trolado política y socialmente. A.robas tareas conduje­
así liberada permitió formar rápidamente el mercado ron al sector capitalista necesariamente a la práctica au­
capitalista de fuerza de trabajo. Pero por otro lado, la toritario: leyes llamadas contra la vagancia, capacidad le­
economía capitalista no fue capaz, ni podía serlo, de gal casi ilimitada del propietario de hacer preso o limitar
absorver la totalidad de la mano de obra expulsada. El la libertad al no propietario, formación de cuerpos poli­
ejército de reserva de mano de obra así constituído, ciales y militares capaces de mantener el control de las
permitió a los capitalistas adquirir la mano de obra a pre­ masas campesinas despojadas, para lo cual la ley les otor­
cio vil y en condiciones infrahumanas, lo cual aumentó gaba poderes excesivos (Policía Rural Montada, Policía
el ritmo de su acumulación. El resultado es la constitu­ Agrícola, boleta de indentificación y buena conducta de
ción de una masa asalariada aún de mayor dimensión, de los campesinos expedida y firmada por los grandes pro­
desocupados y subocupados que cumplían el papel de re­ pietarios, etc.)
serva. En otras palabras, las circunstancias explicadas, es
decir la rapidez, drasticidad y amplitud con la que se

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produce lo acumulación originarlo, tiene como resultado, Por eso la contribución de Rafael Menjívar a la com­
debido o los mecanismos explicados, el establecimiento prensión de la historia y el presente salvadoreños, es un
de los bases de un régimen altamente represivo. aporte de primera magnitud no solo a la comprensión si­
De todo esto se derivo lo conclusión quizá más im­ no a la construcción de la Centroamérica del futuro libre,
portante de lo obro que es o nuestro juicio lo siguiente: justa y vigorosa.
es inherente al régimen capitalista lo condición altamen­
te represivo de los formas de dominación existentes en El San José, 7 8 de diciembre de 7980.
Salvador; es inherente el régimen capitalista lo incapaci­
dad de lo economía salvadoreño actual de proporcionar Daniel Camacho
trabajo o lo totalidad de lo pobloclón y, en consecuencia
es también inherente o dicho régimen lo existencia de
grandes masas de desocupados de subocupodos y de mi­
grontes que sufren lo más profundo y obyecto miseria.
Aspecto de primero importancia de esto conclusión,
es lo circunstancio de que, siendo inherente al capitalis­
mo el cuadro descrito, no es posible ni teoricamente ni
en la práctica, concebir que una reforma dentro del capi­
talismo sea capaz de corregir de raíz esta situación.
He aqu( como se presenta indispensable, para la
comprensión del presente salvadoreño y para intentar su
transformación, el conocimiento del proceso histórico
que con tanta seriedad y profundidad Rafael Menjívar,
emprende en las páginas que siguen.
El acontecer salvadoreño, que el presente libro nos
enseña a comprender no se limita en sus consecuencias
a El Salvador; es un pmceso profundamente centroameri­
cano. Para quienes creemos en la vigencia de la idea de
la Patria Centroamericana; para quienes pensamos que
solamente unidos los pueblos de Centroamérica tienen via­
bilidad futura; y, sobre todo, para los que postulamos
que la verdadera unidad centroamericana solamente se
construirá con solidez con base en un sistema social igua­
litario y justo, la historia y el presente salvadoreño son
nuestra propia historia y nuestro propio presente.

16 17
PROLOGO

Existen problemas, preocupaciones teóricas, que nos


acompañan por largos años. Nos asedian y obsesionan;
los abandonamos y retornan hasta que, en un intl'nto
por liberarnos y aún no satisfechos, optamos por escu­
char la sentencia de don Alfonso Reyes: "Júto es lo ma­
lo de no hacer imprimir los trabajos: que se va la vida en
rehacerlos".

De tal naturaleza es el tema tratado en este libro.


Se concreta como preocupación en 1974, en Costa Rica,
en un intento de explicarse los determinantes históricos
de la luchá de clases en El Salvador y su especificidad en
el marco centroamericano, y convencidos de que el
período de acumulación originaria -la antesala del capi­
talismo� es determinante para la interpretación actual
de nuestras formaciones.

Un primer acercamiento fue todo un fracaso, pero


señaló toda la. deficiencia ·metodológica y de informa-

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ción. 1) Un largo periodo de estudio sobre el primer as­ subproductos que también serviran como fuente de in­
pecto y de recopilación de datos y documentos, permitió formación, tal el caso de traducciones de testimonios de
una mejor aproximación. 2) extranjeros en el periodo, elaboradas con Rafael G uidos
El trabajo, tal como se presenta, se redaétó en Méxi­ Vejar.
co entre el mes de enero de 1 9 76 y octubre de 1977. Fue diji'cil, entonces, tomar la decisión de publicar­
La necesidad de rearmar las relaciones económicas lo. Se optó por ello por dos razones. La primera, porqul'
con el exterior, a fin de buscar las sobredeterminaciones se piensa que aún en forma de avance, los datos 1·labora­
externas, y la de revisar - y en algunos casos completar­ dos y los intentos de interpretación pueden servir a otros
e! proceso de disolución de las formas de propiedad co­ para reemprender -con menos dificultades-- la tarea; la
munal y de manos mu1:rtas, sobrepasó los meros intentos segu nda, porque por diferentes razones, es diji'cil para el
interpretativos y exigió un trabajo propio de historiador, autor preveer su terminación.
sin tener tal formación. En el último aspecto es invalua­ /'.'n las condiciones en que se realizó el trabajo, fue
ble todo el aporte dé las obras de David Browning y Ro- necesario, más de lo normal, recurrir a la ayuda de mu­
dolfo Barón Castro. 3) chos amigos; su respuesta fue generosa y desinteresada,
La labor de interpretación, propiamente dicha, se por lo cual expresamos nuestros agradecimientos. Da­
intenta en la parte primera y es el resultado de las dos si­ niel Camacho Mong1• y h'delb1�rto Torrás-Rivas estim ula­
guientes. A ún cuando sera evidente para el lector, que­ ron, en el marco de una antigua amistad intel1•ctual .Y
remos señalar que el trabajo ha quedado incompleto, no personal, con la fraterna discusión ; este último, además;_
sólo en cuanto a las partes tratadas, sino en cuanto al con Ricardo Lagos permitieron con CLA CSO q ue por
proyecto inicial cuya preocupación central era el proble­ un tiempo se evadieran las premuras y pe11urias qui' este
ma de la formación del Estado Oligárquico y las clases tipo de labor aún implica en nuestros pais<'s. La ayuda
sociales en el periodo. Ello explica, precisamente, la de Juan Menjivar Larin, Rafael Mrnjívar h. y h'rnesto
razón para publicarlo en forma de ensayos, en el enten­ Richter fueron valiosas. Finalmente, dos deudas especia­
dido de que pretendieron ser parte de una totalidad. les: con /talo López Vallecillos, quien personalmente
Los intentos de retornar al trabajo siempre fueron hurgó los archivos nacionales y eclesiásticos para brindar­
frustrados por tareas más urgentes, pero aún en el nivel nos datos; en este sentido es coautor de parte del tra­
alcanzado sirvió de base, en parte, para profundizar (!n bajo, aunque él como historiador lo hubiera hecho me­
el problema del movimiento obrero y tuvo, ademas, jor. Con Agustín Cueva, cuya amistad lo llevó a intere­
sarse más de lo normal.
1) Menj[var, R. Es �¡¡dio Comparado de la expansión cafetale­ Sabemos que el tema seguirá perturbando y ello es
ra. U caso de El Salvador. Co&ta Rica. Nov. 1 974 (mimeó­
grafo). importante ; pero sabemos igual, que encontrará satis­
2] M-enjívar, R. La Renta del Suelo y el Desarrollo del Capita­ facción en los equip os de investigación que se integra­
lismo Agrario. CELA. UNAM. México, 1 976. rán en el marco de esa hermosa sociedad que, con san­
3] Brownirrg, D. Landscape and Society. Oaredon Press. gre y dolor, está a punto de iniciar el Pueblo Salvadore­
Oxford 1 97 1. Barón Castro, R. La Población de El Salva­
dor. Madrid, 1 942. ño; cuando --;como dice Salvador Cayetano Carpio, uno

21
20
,-
de /os dirigentes de la Revolución- "haga a un lado las
trabas reaccionarias y la opresión extranjera y se levante
poderoso a construir su pleno desarrollo ". l . E L SALVA DOR E N E L MARCO D E L D ESA­
R ROLLO CAP I TA L I STA.
Santiago Tianguistengo, octubre 4 de 1 980.

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1. Fases de Articulación.

En todo el proceso de desarrollo de las fuerzas productivas


y de modificación de las relaciones �ociales · de producción ex-·
perimentado por El Salvador en sus diferentes fases h istóricas,
el avaim.: del · capitalismo a nivel mundial ha jugado un papel
Sobredcterminante, Las modificaciones en el modelo de acu-
. mulición de capital y los consecuentes despiazamicn(os. enlos
países , ejes del sistema, han eondic.ionado '--retardando, acde�
rando O configuta.1Jdo- las formas que ha adoptado eJ dc;:sarrollo
del capitalismo y aquella en queJa economía salvadoreña, des­
de muy temprano, se t�nmarea en la sJivisión internaciona_l del
· . tráha:jo en su papel de productor de materias primas -añ il, mi­
nerales, algodón; _ tabaco, bálsamo..,.: y J>ienes de subsistenda,
· tomó d café. · · ·
En un intento de relacionar el desarrollo de la formacié>n
salv;i.dorcña con c::l �vance del capitalismo a nivd n'\Ul)!Íial,
de cstablcct·rse tres grandrs perfodós:
1 . --- Uno que se, cxtic1idc "-Si queremos tomar como rdrerenc1a
1 8 2 l� desde dos , JécaJás .antes de la lndep�nd�nCla h asta .

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la década del ochenta del siglo XIX, aproximadamente. E n consolidación y hegemonía de su dominación, hasta apro­
este- período I nglaterra primero y a partir d e 1 8 14, aunque ximadamente 196 1 , y la internacionalización del capitalis­
muy lentamente, los _otros países E uropeos establecen -te­ mo en la estructura de las empresas transnacionales, a par­
niendo como problema central el de· realización de la plus­ tir de tal año. · Es en esta donde, en el caso salvadoreño, co­
valía- relaciones cúyo resultado sería fundamentalmente, bra toda su connotación el dominio económico extranjero
la modificación o " recreación" de las relaciones de produc­ con el proceso de industrialización "tard ío " , con todas las
ción ; concretamente, la expansión y -fortalecimiento de las implicaciones que ello tiene. 1]
relaciones mercantiles. Es en este período aquel en que la Este mismo análisis permite, igualmente, detectar un alto
economía salvadoreña se integra a la división internacional grado de tipicidad, dentro del marco centroamericano, en la ar­
del trabajo, subordinándose a las necesidades de reproduc­ ticulación de la economía salvadoreña con el capitalismo mun­
ción ampliada del capitalismo y en el que, en una ligazón dial, particularmente en la que hemos denominado una segun­
indisoluble, se inicia el proceso de acumulación originaria. da etapa. Esta especificidad está.ría dada por diftc:rentes facto­
2 . - Otro que se extiende, más o menos, desde la década de los res: su ubicación geográfica ; las características, especialmente
ochenta del siglo XIX hasta finales de la década del treinta de amplitud y velocidad, que asumió el proceso de acumulación
del XX, en que el problema esencial de las economías ca­ originaria; la forma de sobrevivcncia de relaciones no capitalis­
pitalistas pasa a ser el de acumulación de capital, lo que de­ tas; el tipo de producto éon que se incorporó a la división inter­
termina el aceleramiento de las condiciones necesarias pa­ nacional del trabajo; la forma asumida por el desarrollo de las
ra el surgimiento e impulso de relaciones capitalistas de relaciones capitalistas de producción. Hasta el inicio de la ter­
producción en el país. Ya en la primera década del presen­ cera ct!pa, la mayoría de, recursos de las diferentes ramas que­
te siglo se nota un período de transición en el cual I nglate­ dó en manos de una reducida oligarquía nacional si se conside­
rra está sufriendo un desplazamiento de parte de otros paí­ ra como parte de ella a los inmigrantes, como p arece ser co­
ses -Alemania y Francia, especialmente- a la par del as­ rrecto hacerlo para efectos de análisis mientras la supeditación
censo de la dominación de los Estados Unidos de Nortea­ se daba por las vías del comercio internacional, del control fi­
mérica, una vez . estructurada su propia matriz, dominación nanciero y tecnológico y en la instancia política.
que se consolidaría durante el período 1 9 2 9··1 946.
Por razones propias del desarrollo interno, no se da en el
2. Expansión de Relaciones Mercantiles y el Capitalismo Eu­
caso salvadoreño un viraje en el modelo de acumulación in­
ropeo ( 1 82 1 - 1 890).
terno, como el que ocurriría en otros p aíses Latinoameri­
canos sino, por el contrario, un reforzamiento del anterior,
La coyuntura internacional en las •dos décadas anteriores a
con el consecuente fortalecimiento de la forma de Estado
la I ndependencia no solamente: había sido favorable para la ex­
existente.
pansión ingksa, <::n su alianza con España, sino obligada ante el
3 .� Un tercero -que estaría fuera de nuestro objeto de estu­
cierre de los mercados de Europa Continental. Lo que Brasil
dio, pero que conviene señalar- que iría de 1 946 a la fecha
fue para la conquista de los mercados del Atlántico en el sur a
y en el cual pueden unirse do·s fases propias del desarrollo
partir de 1 808, lo fueron Belice y la Mosquitia en la conquista
de los Estados Unidos como eje del sistema imperialista : la
<lc los mercados Ccntroa111cricanos. 2]
26 27
I

A tal expansión, aunque con gran atraso, vino a sumarse la t o mayores que los vigentes en l a plaza d e Londres, mientras o­
de otros países como Alemania, Francia, Italia una vez firmada tras señalan, para 1 800, que los productos llegados al punto de
la paz en 1 8 1 4. 3] San J uan de Guatemala eran superiores en un 60 por ciento a
La declaratoria de Independencia y el consiguiente estable­ los precios de Cadiz, 6]
cimiento del libre comercio no vinieron sino a impulsar tal ex­ El desplazamiento de las artesanías locales --especialme nte
_
pansión, ante el vacío dejado por España y la falta de experien­ las relacionadas con los textiles-, igual que el de los comercian­
cia de las clases intermediarias. tes ligados a la a·n tigua estructura comericial española fue rapi­
Un analista latinoamericano ha señalado cuando menos dos dísimo ; pero, además de ello, se fueron creando nuevas deman­
"innovaciones" que resultarían de tal situación , a nivel regio­ das en las clases dominantes.
nal : La estructura que llegó a tener la demanda por el camino
l . La expansión del consumo de productos industriales del libre comercio y las políticas de expansión de los países eu­
, importados, veloz al principio -primera mitad dd X I X - ropeos, y �n poco después la de los Estados U nidos de Nortea­
y luego más lenta y que dejaría los crónicos problemas mérica, puede verse concretada en el cuadro número 1, donde
de balanza de pagos, y se registran los bienes importados, según valor y país de origen,
a 1 909. Después del alto volumen de los productos textiles, e­
2 . l .a rápida liqu idación del limitado dinero acumulado en
laborados y no elaborados, provenientes en su casi totalidad de
Hispanoamérica hasta 1 8 1 0 . 4]
Inglaterra y que alcanzaban un 45 por ciento de la importacio­
En efecto, como el mismo autor señala refiriéndose a la
nes totales, encontramos una alta participación de sofisticados
primera, "l .a acciirn británica se orienta, más que a conquistar
productos de consumo : vinos --especialmente franceses y espa­
en lentos y prudentes avances los mercados que se le abren, a
ñoles-, sombreros, materiales para jabón y velas, licores, por­
inundarlos con una· avalancha de exportaciones elegidas no de-·
celana aleman, quincallería, comestibles, calzado y accesorios,
masiado cuidadosamente : este estilo se debe sobre todo a la
aguas minerales ·e, incluso, sacos para la exportación del café
plétora metropolitana y no ( como supone n algunos investiga­
salvadoreño. Las mismas cifras dan una ligera idea de las
dores) a una política conciente para dcshan:r la posible compe­
pautas de consumo de las clases importadoras : 6849 pesos en
tencia de los que han dominado en el pasado".
libros o 5 3 . 1 49 en maquinaria, en contraposición a 1 7. 5 6 3
F n el caso salvadoreño, ya tan temprano conw 1 824 "l�s d e perfumería, 2 5 . 3 8 9 d e licores, 22.2 99 d e cerveza, 78.041
tiendas ( . . . ) exhibían crespones de China, pañolones indios, li­ rl-: vinos y 3 2 .467 e n porcelana. Ello confirma,
nos irlandeses, algodones de Manchester y cubiertos de Birmin­ igu almente, la situación planteada por Périgny, alrededor de
gham " ; sin duda alguna, como sucedía en toda Centroamérica esos años: " El Salvadocr (. .. ) no importa más que la harina de
a la fecha, la mitad de tales productos eran surtidos en un 5 0 los Estados Unidos. Por el contrario, no teniendo por así de­
por ciento por Inglaterra y e l resto por países Orientales, por la cir ningun a industria, está obligado a pedir al extranjero, prin·
vía del Océano Pacífico. 5] Este fenóme no, entre otras causas, cipalmente a I nglaterra, todo aquello de lo que tiene necesí­
estaba determinado por la liberación de la política comercial y dad e n algodón y lana manufacturada, calzado, sombreros, ar­
sus efectos sobre los precios. La misma fuente in forma que el tículos de quincallería, perfumería, mercería, etc . . . " 7]
precio de tales productos era menor en un 1 2 5 por ciento a los
que regían en la época de la Colonia y solamente un 30 por cien-
28 29
Cuadro No. 1
A la larga, tales volúmenes y composición de las importa­
EL SALVADOR: IMPORTACIONES SEGUN ARTICULO Y VALOR.
1 909 (dólares) ciones llevarían a una sensible disminución de los recursos lí­
quidos acumulados y que podrían, luego,. convertirse en capi­
ARTICULO VALOR IMPORTACIONES tal.
El logro de los objetivos perseguidos por los países capi­
Aguas Minerales 3.352
talistas· con su expansión requería profundizar y ampliar las
Hilados de Algodón 1 28.363
relaciones mercantiles en El Salvador, mediante la utilización
Algodón Textil 1 .493.000
Artículos de Algodón de Fantasía 7 . 1 24
de una serie de mecanismos igualmente usados en toda la re­
Art. de Algodón no incluidos ant. 3 0 1 .90.9 gión. Refiriéndose a ello, Halperin ha estudiado un mecanis­
Cemento 1 1 .4 73 mo, que a su juicio: "reveló una eficacia mortal : el uso del
Calzado y accesorios 145.962 dinero en una estructura comercial cuyos circuitos habían esta­
Cerveza 2 2.299 do sobre todo dominados por el crédito'.' . Aun cuando no des­
Comestibles 1 02.863 preciaban retirar en especie, ks interesa más el metálico, pero
Cristalería 23. 8 1 2 " para retirar metálico, los aspirantes a dominar el mercado co­
Productos Farmacéuticos 1 93.214 mienzan a inyectar metálico en los circuitos comerciales. " 8)
Quincallería' 1 99.4 27
La forma de aplicación de tal mecanismo en el caso sal­
Harina 260.708
·Bisutería 4.270 vadorci10, primero dentro de la Federación y luego como país
Tejido de Lana 68.304 independiente, sólo es posible aprehenderla tomando como
Libros · 6. 842 término de referencia la forma de comercialización del añ il y
Licores 25.38.9 de los productos de consumo interno en la época de la Colo­
Porcelana 3 2.467 nia. Floyd ha hecho la siguiente observación refiriéndose al
Maquinaria 5 3 . 149 comercio ccntroaml'ricano de la época: "la separación entre
Materiales para jabón y velas ·8 .9.060 el comercio extranjero y el doméstico en Centroamérica Co­
Mercería 22.217 lonial, es. una división puramente artificial que se justifica
Muebles 1 2.006
únicamente para fines de discusión, ya que en realidad no exis- ·
Papel y Material de tapicería 26.329
Petróleo 24.646
tía. Los principales comerciantes de la ciudad de Guatemala
Perfumería 1 7.563 no se dedicaban únicamente a la exportación de a11il y .a impor­
Quesos y Mantequilla 1 3.046 tar mercaderías de Cadiz, México y Perú, sino que también
Sacos para Café 1 1 7.904 compraban una variedad de otros 'productos locales como
1
• . Sedería 89.099 cacao, algodón, h ilo, telas, hierro y ganado, para consumo do..
Sombreros 29.099 méstico . " 9) •
Vinos 7 8.04 1 En efecto, los comerciantes guatemaltecos en íntima rela­
etc. ción con los comerciantes y los que podríamos llamar grandes
TOTAL 4.3 85.000 productores-comerciantes salvadore11 os, no sólo habían contro­
Fuente: Périgny, M. de Opus cit. lado los circuitos de comercio externo e interno, sino determi-
30 31
nado una estructura en la que la moneda ten ía muy poca im­ cados a una escala me nor que dios, o a . consu midores
portancia, en comparación con el pago en especie y el crédi to. como los poqui teros. 10}
El análisis de la obra en referencia nos permite obtener un Lo anterior nos muestra --además Je la Jesigualdad de la
esquema de los circuitos comerciales en el caso del .u1il: riqueza t'lltrc los productores, de los elevados gastos Je trans­
porte y de la fuerza de los comercian tt'S guatemal tecos- la
SISTFMA D F TRANSAC'C'IONFS COMERCIALES: apropiació1� del excedente por la vía Jel corúe rcio de parte de
l os grandes ari ilcros y los comerciantes salva<l ort'ños y la,
OPERAClONES D I-: RFCOL ECCION estructura eminentemente crediticia de los circuitos comer­
DE PROD UCTOS DOMFSTICOS ciales.
¡
INTERCAMBIO EN CI UDAD�
PRODUCTOS
Esta si tua.:i<>n no había variado sustancialmente a pesar Je
las medidas tomadas por el Capitán C :c-neral Matías de Gálvez,
tales como la determinación de precios del añil, el estableci­
GUATEMALA, POR
� DINERO miento de la Feria de San V icen t e ( 1 782-1 792) y del Mon­
tep ío, banco dt: los agricultort·s del aii il, o los inn·ntos de dar
�.
DISTRIBllCION salida directa al producto salvadorói o por la vía . San Salvador­
1-:N PROVINCIAS Zacapa-Motagua-Omoa ( 1 789). 1 l j
¡\ fin de romper· esta estructura, los i ngleses iniciaron sus
1 -- Aproximadamente de 1 /2 a 1/3 del añ il producido era opera.ciones directamente, no sólo con los grandes producto­
· cosechado. por pequci'10s cultivadores ("poquiteros") en res, sino también con los "poquiterus", con productores me­
-!!
,, E L SJ\LV ADO R , Honduras y Nicaragua, los que no es­ dios y con un nuevo grupo de comerciantes que fueron ligan­
taban t:n situación Je afrontar los gastos de transporte de
1

do a sus int_erescs, en contraposición a los comerciantes gua­


su producto hasta Guatemala. temaltecos. En tal sentido, no solamente tuvieron importancia
2- Por ello, lo vendían a corregidores, agentes o a los cultiva- ·
dores. más fuertes o lo llevaban a una de las varias ferias las comp ras por medio de Casas Comerc1ales, sino tambi&n, y
provinciales. en mayor grado, el sistema de habilitaciones. Este proceso
3- 1 .os finqueros fuertes eran dueños de patachos de mulas cobró gran importancia <;;spccialmcnte despu&s Je levantarse
con los que transportaban el añil que cosechaban o com- en 1 8 5 1 , un período de bloqueo naval impuesto por los m is­
praban, a la feria anual que se celebraba en la Ciudad d e mos ingleses a los puertos salvadoreños, alegando falta dl' pago
Guatemala. de empréstito a la Federación en 1 8 2 2 .
4- Aquí, los comercian.tes al por mayor y los agricultores re­
Con_ estas operaciones, además d e óbtcner materias ,primas
gatca,ban los grados de c,a lidad del producto y su precio. importantes, como el añil y minerales, para el proceso produc- ·
5- Los productos extranjeros eran adquiridos principalmente
para consumo persona) '. Los domésticos para sus trabaja- tivo en la metrópoli creaban condi-ciones para realizar la plus­
dores, los corregidores � los poquiteros que vivían en sus val ía mediante la venta de sus productos.
. haciendas o cerca de ellas. . En efecto, para los años comprendidos entre 1 85 6 y 1 8 5 9,
6- Así, los grandes cultivadores de añil eran los mayores dis0 la mayoría de la producción añilera estaba sie11do colocada en
tribuidores de bienes, ya fuera a otros intermediarios ubi- el mercado londinense :

32 33
-
1856 . . 3 .6 3 6 zurrones
1 85 7 . . 3 .4 3 1 zurrones
1858 . . 6 .0 3 3 zurrones
1859 . . 6.6 1 3 zurrones
V') \CJ N Vl OO O\ OO O OÓ Vi .-1,
Ello a precios que para 1 8 5 9 habían llegado a 7s. 3 d . por 1 O:. .-: \O � � V) ('f") ('l') a6 N O
i V N N N N ....-4 N - .- N -
libra. 12]
Otro mecanismo encaminado a monetizar la economía fue
el de los préstamos, el primero de los cuales fue otorgado a la M
r- N
O"I '-O
M r- t""-- V') - V'l 0 00 V)
\O \O \O V V') \O ("f') N -
Federación de Centro América en 1 822 y que se analizará o� "" \ V> M 'd" M r- 0\ 00 0-. r- V') ('f"l
1 O\ N _; .....; o oo v; -r-: N V'l \O
-_a unque tienen un sentido distinto- con el resto de exporta­ -;;; ., : \Q 00 0 \0 V'1 ,..... N 00 \0 00 (T)
> ;:::o ("; \D CO OO O'\ \O f3\ V \D 00
;:1
cibn de capital.
V) - - 0 0 0 0 0 0 0 0
Sobre tal base fue aumentando el valor del comercio sal­ o
vadoreño, como muestra el cuadro 2, de la siguiente página, en
o _;- 00 0\·V'l M C-: C-: � O � M
- - - - - r"'l M M

que se registran las exportaciones entre 1 864 y 1 8 7 5 . En el


mismo cuadro puede observarse, igualmente, las variaciones de
la participación del añil y el café, producto con el que El Sal­
vador se integraría a la división internacional del trabajo a fi­
nales del XIX, lo que incidiría en su desarrollo posterior.
Este comercio exterior entre la matriz económico-social i:>
o
1 O M t"-- .V) r- ,..... N O ('l V') O'I
0\ -.:t � ó N r-.: O'\ -.::t � <"'l M
salvadoreña, con carácter precapitalista, y los países capitalis­ V \D \D \0 \0 \0 V) t- ir:i V N
tas fue ampliando -como hemos intentado demostrar las rela­ V) Q O O O O O\ l""-- V r- 00 0
O O O V".l O V> -.:t - r--- M t--- 0
ciones mercantiles- fue el instrumento primero en la destruc­ - V 0 00 V) V') t- M in O rn r-
0" � 00 0\ _; r-: 0\ 00 ...ó r-i ....; o
ción de la economía no capitalista. N V> V t:"- t""'l 'q'° ,..... O OO O N \O
..,... M V) O\ - - V \O M r- 00 r- _.¡
.....;· .....; .....; .....; N N N N N .....; .....; .....;
Pero lo anterior, como ha señalado Marx , requería de la
operación de las llamadas fuerzas de atracción : la mano de .,,.,e
>
obra "libre", que resulta de la destrucción de las formas pre­ -;;;
rz,
¡j3
o r- 00 0 0 - 00 00 \0 00 N
\O ('l'"l OO N O V OO M O\ V) f"­
capitalistas ; de los bajos salarios, o formas salariales (subsun­ N <,:t M O - O V'l OO O OO .-i
V> � \C � \O M \0 � � 0\ 0
ción formal), y de los productos primarios. 1 3] l,,0 1,,0 lt') N 0 0 0'\ 1..0 N <t:t' l""­
r- <t:t" O V'l O-. Cf',, OO t--- V) 0\ 0

E n · el surgimiento de tales fuerzas jugaría un papel coruii­ N r-i M M rri M ('f") M M M V">
cionante el avance del capitalismo, especialmente al producir­
se el alza de los precios de los metales, materias primas y pro­
ductos alimenticios a finales del siglo XIX, lo que intensifica
--.-.-----,....¡---
"=f" Vi \l') t- 00 0\ 0 _.. N M � V'l
\O \O \O \O \O '-D f--. f'- l:"- t- t- t-
00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00

el impulso de apertura de n uevas fuentes.

34 35
En el caso salvadoreño, como se verá, el dominio o mono­
)!'.l análisis de la relación entre estos hechos y los acaeci­ ·poEo de la. exportación de capital correspondió a I nglaterra
dos en El Salvador entre 1 864 y 1 8 79, apro x imadamente, con­ hasta 1 908, en que Estados Unidos haría su primera exporta­
firman plenamente lo señalado por Hilferdin : "Como siempre cion. La comp·ctencia de Alemania, Francia, Italia .e incluso
que el capital se enfrenta por primera vez con relaciones q u e Holanda se manifestaria especialmente en el comercio exterior
contradicen s u necesidad d e cxplotaciún y cuya superación no y, posiblemente en el capital comercial, Jo cual no ha podido
sucedería más que lenta y gradualrne qte, el capital apel a a la ser detectado.
fuerza del Estado y la pone al serv ic io <le la expropiación vi ( l­
lcnta que crea el .necesario prokta-riado libre, ya se trate 'c omo La falta de un estudio sistemático de la exportación de
en sus principios de campesinos cu ropcbs, de los ind ios mejica­ capital en el caso slavadorcño, no obstante la relativamente nu­
nos o peruanos o como en la actual idad de los negros afri ca­ merosa bibliografía que se encuentra dispersa y que se refiere
nos. 14) al fenómeno, nos obliga a iniciar este apartado con un detalle
cronológico y un análisis. tan detallado como sea posible de las
características del mismo, como base para intentar caracterizar
su forma de funcionamiento y los efectos en la formación so­
cial salvadoreña.
3. Expansión I mperialista I nglesa ( 1 888-1 908) Para tal efecto, se ha adoptado la clasificación y definicio­
nes de H ilfcrding en relación a exportación de capital y trans­
A) -'- EXPORTACION DF. CAPITAL ferencias porque permite, en contraposición a la tradicional
clasificación de inversión directa y no directa, detectar clara­
El fenómeno de la exportación de capi tales y el co nse­ mente la interrelación mutua de las inversiones, ver claramente
cuente aceleram iento en la descomposición de las antiguas re· el efecto en la base y en la superestructura y, por otro lado, va­
lacioncs sociales y en el avance de las relaciones c:1piralisras, lorar o enfocar adecuadamente el papel de los extranjeros que
se presenta en El Salvador en la década del ochenta del siglo con la exp·a nsión del café se ubicaron en la esfera de la circula­
pasado, concretame nte en 1 8 88. Igual que en el resto de paí­ ción, primero, y luego en la de la producción, llevando muchas
ses -latinoamericanos, ante d (,icsplazam iento en los países ca­ veces su propio capital. De acuerdo a tales criterios, entonces,
pitalistas del problema de la simple real ización de la pl usva­ entenderemos por exportación de capital "la exportación de
l ía al de la acumulación de capital, El Salvador deja de ser sólo valor que esi:á destinado a producir plusvalía en el extranjero",
un área de venta, para convertirse en zona de inve rsión de c:api­ por lo tanto, " no se puede hablar de exportación de capital más
tal. 1<'.Ilo modificó, como decía l lilfcrding, ia misma actitud de que cuando el capital empleado en el extranjero queda a dispo­
los países capitalistas : mientras el simple comercio dejaba in­ sición del país de origen y los capitalistas nacionales pueden
tactas en su base la estructura social y política; la const.r ucc ión disponer de la plusvalía producida por este capital ". Lo ante­
de frrrocarrilcs, la adq uisición de tierra, la ampl iaciím de ins­ rior nos permite, por otro lado, diferenciar la exportación del
talaciones portu arias, la l'Xplotación de mi nas, cambia total­ capital de las "transferencias", que serán tratadas en el capítu­
mente la situación. lo 11, que sería el caso del capitalista extranjero q ue emigró

36 37
con su capital a El Salvador, produjo allí y no retornó a su país E n efecto, . para e l año d e 1 82 7 aparece u n saldo de
de origen. " ésto no significa más que una ( . .. ) <lesnacionaliza­ L 2 7 .200, equivalente a $ 1 3 1 . 920 (ver cuadro No. 3 de la si­
ció � del capital ( para el país de origen) ; no es exportación de guiente página). La mayoría <le autores, especialmente ingle­
_ ses, considera que esta cifra es la parte alícuota de un crédito
capital, smo mera transferencia".
En concecuencia, y viéndolo desde el punto de vista del ' total de L 1 6 3 .000 otorgado a la Federación en 1 822 por In­
país exportador, usaremos la siguiente clasificación : 1 5] glaterra y que posteriormente fuera asumido por cada ·uno de
los Estados integrantes. 1 7] No obstante, la operación tiene
Productor de Intereses características similares a los famosos casos de México, con el
empréstito de Goldschmidt y B arclay de 1 824, que de un prés­
1.- Exportación tamo nominal de 32 millones recibe. sólo 14, 1 8] o el argentino
de capital que en 1 824 emite autorización para contratar empréstito al
70 por ciento. 1 9]
Capital Industrial Dada la situación financiera de la Federación al lograrse la
Productor de Independencia --con una existencia en efectivo de "setenta pe­
Capital Comerical sos medio real" 20]- en 1 822 contrata con The Financing
beneficios
Housc of Berclay, Hcrring, R ichardson & Co., cuyo objeto ex­
Capital Bancario preso era la realización de inversiones lucrativas y grandes obras
2. - Transferencias públicas de carácter nacional y remunerativo, pero que en los
hechos fue utilizado para el pago de sueldos y la absorción de
déficits de gastos ordinarios.
La operación completa tuvo las siguentes c�ractcrísticas :2lj
Aclarando que al referirnos al capitalindustrial, lo haremos
en un sentido amplio, " industrial en el sentido de que abarca L 1 .428. 5 7 1
Valor Nominal .
todas las ramas de la producción explotadas según el modo ca­
Valor E fectivo . L 1 .000.000
(70 °lo de par)
pitalista". 16]

a) Exportación de Capital a El Salvador. Detalle. Gastos :


Comisión 5 °10 s/N . L 7 1 .428
La primera operación de préstamos que aparece registrado s/interescs . . . L 28.571
Pª:ª el caso s_al�adoreño no corresponde propiam ente a lo que s/amortización . . . . . L 1 4.285
aca se ha defm1d o como export ación de capital ; más bien for­
ma parte de los mecanismos utilizad os por Inglaterra con el fin Depósitos: (cobro de una vez
de ?1onetiza r las econom ías, median te el financia miento de los para dividendos futuros) . . . . . . . . . . . L 5 3 . 3 70
nac1en�es _estados y de los núcleos de burgues ías mercan tiles,
precap1tahstas. No obstante ello, es importa nte analizarlo a fin Saldo a Entregar . . . . . . . . . . . . . . . . L 832. 346
de observar las modalidades utilizadas.
38 39
Como puede observarse, las condiciones usu ra.rías d el l'a ís
Tomo son iguales a las del caso Mexicano, en que el valor en tre­
gado fué también del 5 8 por ciento.
Las condiciones para el otorgamiento del crédito fueron ,
entre otras, e l compromiso <le n o contratar un nuevo emprésti­
to en los próximos dos años y el otorgamiento de las rentas del
tabaco y la alcabala marítima como garantía del· m ismo, con
pagos trin¡estralcs de L 1 0.000 de amortización más intereses.
Como señala Solórzano, el " crédito público cayó en mora,
y para responder a los pagos subsiguientes, que no llegaron a
efectuarse, se emitieron bonos " , por 1 6 3 . 000 lib ras esterli­
nas. 22j Este saldo el que la mayoría de autores cita como
monto del préstamo, lo que impide ver las condiciones origina­
les de otorgamiento. Para 1 92 7 , El Salvador a.sume una parte
alí cuota del préstamo, l . 2 7 . 200, que es la que hemos registra­
do.
'" Como ha se11alado H.ippy, "los bonos se tornaron inmedia­
tamente incobrables y pasaría medio siglo antes de que el últi­
j.... ;.,; �'º mo de los Estados que siguieron a la Confederación reasumiera
los p agos a sus tenedores." o como Martín , más d iplo•nático,
señala " ningún interés fue pagado durante este largo período
de turbulencia y contiendas ( 1 82 8 - 1 8 5 9)". Desde luego las
presiones para su caiicdación fueron de todo tipo, incluyendo
el bloqueo a los puertos nacionales en 1 844 y 1 8 5 0 por barcos
británicos, ordenados por el cónsul Chatfield, dados los "retra­
sos que la Federación Centroamericana, ya exti nta, tenía en
cuanto al pago de los empréstitos. . . " 2 3 J
¡.-inalmente, El Salvador arregló su parte de la deuda con
el 90 por ciento pagado en efectivo. 24J .
La primera exportación de capital rn d verdadero sentido
del término, se registra en 1 888 y, contrario a lo que sucede
en la mayoría de los otros países centroamericanos, no se ori­
gina en un préstamo, sino como capital industrial en la rama de
la minería. Se trata de la " Divisadcro C iold and Silver Minni�g
Co. Ltd . " , capitalizada en L 2 1 8.479, que se extendería e n

40 41
poder de capital inglés hasta aproxi madamente 1 92 0 , para lue­ <lían, aproximadamente, a L 1 8 3 .000 con el mercado i nglés ;
go pasar a manos de capitalistas norteamericanos. Para 1 9 1 1 las segundas a crédito otorgado por los señores Medina y Guiro­
aproximadamente, la mina -según datos de Martín- estab¡ la por 400.000 pesos, en cifras cerradas. 2 7)
procesando cerca de 1 0.000 toneladas mensuales de oro de · A fin de cancelar el primero y extenderlo hasta San Salva·
baja ley. 2 5 ) dor, el Gobierno hizo flotar, en 1 88 9 , el 82 por ciento de la
E? el año de 1 88 9 comienzan los empréstitos para la cons­
tr�cc10n de ferrocarriles, que en definitiva pasarían a manos
par, u n empréstito del London a:nd South Western Hank por
un total de L 3 00.000. Las garantías, 10 por ciento Je los im­
_
d � l?s ingleses. Como ha señalado H ilferding, ésto fue un me­ puestos aduanales, los derechos del gobierno sobre el tramo
d � o !� portante -� visto desde el punto de vista de los países ca­ Acajutla-Ateos ( treinta y cinco millas) y en la extensión que se
pitalistas-- para liberar capital circulante y aumentar la tasa de haría · de Ateos-San Salvador, además de garantía h ip otecaria
ganancia, además de mecanismo para la explotación de sobre el tramo Acajutla-Sonsonate, ya construido anteriormen­
nuestro_s mercados y su control en la lucha con sus competido­ te. El ferrocarril se extendió de Ateos a La Ceiba, luga r muy
_
res. S1 importante fue la ampliación de los mercados hasta cercano a San Salvador, no obstante lo cual R ippy ha comenta­
transformarlos en un mercado mundial, "fue aún más impor­ do, incluyendo referencia al caso costarrice nse : " pero los
tante el hecho de que la exportación de capital se hiciera aho­ ferrocarriles no fueron completados y los ingk.s es pronto se
ra necesaria para la const �ucción de estos ferrocarriles, que se encontraron en posesión de dos cortas líneas nada lucrativas,
_
c ? nstruye �on e ��¡ exclusivamente con capital europeo, espe­ una en Costa R ica y la otra en El Salvador . . . " 28] Eso de po­
,
cialmente ingles . 26] Desde el punto de vista salvadoreño ello sesión, naturalme nte , no hacía referencia a las hipotecas y de­
significaría el control de una parte importante de sus recursos rechos.
re�les, los d � �omu �icaciones, y con base al mismo la organiza­ E n 1 8 9 2 , se continuó con la emisió n de valores para ex­
_
c10n Y admm1strac1on del comercio exterior salvadoreño me­ tender las vías ferroviarias, pero en este caso entregados al
diante casas comerciales i nglesas, a las que luego se sumarían contratista, A . J. Scherzer por intermedio Je Bruwn, J anson
las alemanas y francesas. & Co. El objeto, extender el ferrocarril de Att·os a Santa Ana,
una de las más impo rtantes zonas cafetaleras, en una extensión
Las condiciones de los empréstitos -que no variaron subs­
de aproximadamente treinta millas. La garantÍJ., el 10 por
tancialmente de las que hemos descrito para 1827- estimula­
ciento de los- derechos Je Aduana y p rimera h ipoteca sobre el
rían dicho flujo, tomando en cijenta además las altas tasas de
interés -que incluían parte del salario y de l a ganancia- dado tramo a construir. Esta concesión fue traspasada a la Central
American Publics Works Co. de M . J . I<elly cancelando el an­
el poco desarrollo capitalista y bancario de El Salvador.
terior. Además del tramo señalado se curnpro rnería a const ruir
Desde 1 892 el gobierno salvadorei'to había dado autoriza­
ción a una empresa, la Compañ í a del Ferrocarril de Acajutla, otro de 24 millas <:ntre S itio del Niño y San Salvador y una
para construir una vía que conectara las principales zonas cafe­ desviación de milla y m<:Jia hacia Acajutla. A cambio de dio,
taleras ( Ver mapa 1 ) , entre Acajutla y Sonsonate. Para tal fin , y previo ofrecimiento d<: L 70.000 en acciom:s ordinarias, ob­
l a Compañía· contrajo deudas externas e internas, luego asumi­ tuvo la concesión por noventa y nueve añ os del total de los fe­
das por el E stado en su calidad de garante. Las primeras aseen- rrocarriles, con una ganancia neta anual , garanrizada con los
derechos de importación, del 6 por ciemo.
42
43
El convenio sólo sufrió l igeras modi ficaciones al producir­
se un cambio de gobierno. El más importante, la reducción de i ncluso por el ex igen te Rippy, como "la más próspera curnpa-
la concesión a ochenta años y una modificación ligera de la 1iía pose ída por i ngleses en Cen troami-rica . . . " y, en c fcrtu, las
garantía. tasas de ganancia para accio nes ord i rurias tuviero n u n prome­
En 1 899, para continuar con la i nversión en ferrocarriles, dio de 52 por ciento anual para la dt'.-cada que se in icia en 1 90 3
se firma otro convenio con Mr. Kelly u n a vez arregladas sus d i­ y u n promedio anual d e 2 3 por ciento para los sigu ien tes cuatro
ferencias con los tenedores de bonos de la deuda salvadoreii a , arí os, según csti rnacioncs dd mencionado autor, lo que i n dica
mediante e l cual s e comprometía a cancelar l o s empr{stitos tk que su capi tal se recuperó en menos de dos arios. Según Mar­
1 8 8 9 y 1 89 2 ( $ 3 . 880.000) , completar la l í n ea a San Salvador a t í n , después de una tasa de ganancia del 5 por cien to dur:rn te
j ulio de 1 900. A_ cambio de ello, la compal1Ía -Thc Salvador su primer ar1 0 de ope r aciones, los dividendos fl uuuaron, has­
Railway C:o. p&saha a su nombre, además del otorgamiento ta 1 9 1 0 en tre el 40 por cien to y el 80 por ciento y estimaba
de parte d el gobierno salvadoreño de un subsidio anual de las reservas de oro en 1 9 1 1 , ario en que escribía, en 1 08 .000
L 24.000 ( $ 1 1 6.400) d u rante d ieciocho añ os, garantizado tonelada.,, lo que sólo en gana ncias sigur fical,a dos veces el
con el 1 5 por ciento de los derechos de importación y la entre­ valor del capi tal paga do. 3 1 ]
ga además, de los ferrocarriles libres de todo cargo. Can celado el saldo en bu,ws med i ante la opcraeií,n de tras­
Además de las con cesi ones anteriores h u bo otras colatera­ paso de l os ft-rrocarrilcs, en 1 908 ;;e h ;tcc una n ueva c r u isihn de
les no menos im portantes : el comprom iso de no construir tra­ l . 1 . 000.000, negociada con la l n tcrnatio nai Loan Ltd . , de
bajos viales i nmediatos a la l ínea ffrrea ; autorizaci[m de u tili­ 1.,ond res, cuyo objeto es la ca ncciación de parte de la deuda in­
tcriu, que para 1 909 a ndaba aircdedor de 3 . 5 64 . 2 0 7 pesos pia­
zar los bosques aledaiios a fin de alirnt'. ntar -por razones de
ra, v la constru cción de obras públicas. La garan t ía estaba
ba_¡o costo - las locomotoras y la li bertad para exportar made­
consr.ituida por gravámenes sobre l os derechos especiales de a­
ras finas. 2 9 1
duana de $ 3 .60 por cada l 00 Kg. importados y $0.40 sobre
FI control s e completaría c o n la i nversión e n nuevos ferro­
quintal de cafr ex portado. Los pagos se realizaban por i nter­
carriles de parte de los norteamericanos a partir del alio d e
medio del London Bank of M i.-xico and South A merica. A l
1 908, como veremos posteriormente.
3 1 de d iciembre d e 1 9 1. l e l saldo pendiente e ra d e [ . 1 .46 1 . 5 5 1 .
. Para 1 8 9 3 se inició la cxportaciún a Fl Salvador del capital
F n diciembre de 1 9 1 6, .por medio de acuerdo, se suspende el
bancario, con una inversión de 4 8 5 .000 dúlares, 30] con los
servicio de la deuda, emitiendo nu('vos bonos para el pago de
que aparece autorizado el estableci miento de la "Sucursal del
i ntereses, cap italizados al 7 por ciento , servicio que se reanu­
Banco de N icaragua" . Todas las evidencias, si se p iensa e n el
da en 1 920. 3 2]
desarrollo fi nanciero nicaragüense a la fecha , y la misma lúgica,
El pago de este pn'.· stamo, más u n a' canti dad adicional sería
indican que se t rata de capi tal i nglés. Ese mismo año h ab í a
rencgociado, mediante contrato con M i nor Kcith, en j unio de
in iciado operaciones The London B a n k of Central America
Ltd . , bajo d i ferentes nombres, como seri ala Rippy, que en 1 9 1 4 1 9 2 2 y reajustado en 19 36 con el Manufactu rers Trust Co.,
de Nueva York. A tal conve n io corresponde la emisión de tres
termina absorbido por e l A nglo South American Bank.
En el alio de 1 8 99 se organiza u n a nueva explotación m i­ series de bonos, una de ellas en libras esterl i nas casi por el total
nera, la " B uttcrs Salvador M ines Ltd. " , la cual es considerada, que hemos mencionado, con u n valor nominal total de
$ 1 6.454. 3 7 5 . Como se verá en d aná!isi� de la ex portación de
44 capital norteamericano.
45
En 1 9 1 4 se crea el Anglo South American Bank, absor­ Cuadro No. 4
biendo a Thc London Bank que funcionaba desde el año de
1 9 1 4 con tal nombre y antes, desde 1 896, como sucursal del El Salvador : valor de exportaciones inglesas de Capital
Banco de Nicaragua. Creado con un capital de $4. 3 3 5 . 07 5 , ( 1 827 - 1 949)
extiende hasta l a fecha e n sus operaciones bajo e l nombre de
Banco de Londres y Montrcal. 3 3] 1 827 . . .$ 1 3 1 . 900
1 860 . .$
1 la sido prácticamente i mposible rastrear la exportación 1 888 . .$ 1 .059.623
de capital comercial. Sin embargo estamos seguros que fué 1889 . .$ 2.5 14.623
muy fuerte, especialmente en relación con la comercialización 1 892 . .$ 4.93 9.6 23
del café, ligado a las importaciones, área en que funcio_naron 1 893 . .$ 5.424.623
casas inglesas y europeas, en genernl, creemos que es especial­ 1 899 . .$ 5.424.623
mente en este tipo de operaciones donde puede e,ncontrarse el 1908 . .$ 1 1 .002. 12 3
peso del capital alemán y francés. 1914 .$ 1 5. 822. 1 98
1 93 9 . .$ 5. 360.4 1 4
1 949 . . .$ 7.038.646
b) Volúmenes y características de la exportación de capital
FUENTES : Las mencionadas en el capítulo. Las de 1 93 9
inglés. Comparación con exporta�ión a otros países cen­ a 1 949 son tomadas d e Rippy, F., preparadas con base a
troamericanos fuentes mencionadas en .capítulo. El autor ha clasificado
en otro cuatro ( 28) las inversiones sin ningún rendimien­
1 ) Incluido el crédito d e 1 8 2 7 y con las aclaraciones he­ to, que para 1 949 equivaldrían a $ 3.64 7.685.
chas en relación al capital comercial, obtenemos el siguiente
cuadro rcsúmcn de la exportación total de capital para diferen­ Las cifras muestran las diferentes tasas de crec1m1ento
tes años, incluidos datos sobre 1 9 39 y 1 949 para tener una ma­ para etapas bien marcadas. Entre 1888 y 1 899, ésta equivale a
yor perspectiva: 5 1 2 por ciento, lo que indica una tasa promedio anual de 42
por ciento ; entre 1 899 y 1 9 1 4 la tasa es de 2 92 por ciento, con
un promedio anual de 18 por ciento. A partir de ese año es
evidente la declinación.
2) - Los datos muestran que el tipo de operaciones realiza­
das se encaminaban, por lo menos hasta 1 900, a la-exponación
de capital productor de beneficios. La exportación de capital
productor de intereses, tal es el caso de los ferrocarriles, solo
fue -se nota en los convenios- una forma de acceder al con­
trol directo de las empresas. A 1 899, como p uede verse en el
cuadro No. 3 , todo el saldo st: encontraba en capital productor
de beneficio.

46 47
3 ) Centrando nuestro enfoque sobre el capital pro d u ctor e)-- COMERCIO EXfERIOR
de beneficios encontramos que e xclu ido el capital inwrtido en
mi nas, la inversión se orientó fu ndamentalmente a l os medios Durante todo el período comprendido enrre 1 888 y 1 908
de tdnsportc y a las instituciones financieras. Se trata, en con­ Y tomando como base el alio de 1876, el comercio salvadorelio
secuencia, de controlar un mercado para sus p roductos y obte­ con los países capitalistas se fue incremen tando, como pu ede
ner materias primas o bienes de con�umo a bajos precios. Se verse en el cuadro No. 6 .
trata, pues, de realizar la plusval ía y por la vía de la reducción En efecto, en todo e l período 1 876-1908 el valor de las
del capital variable y del capital constante, reducir el p recio Je exportaciones se hab ía guintti plicado. Entre 1876 y 1, 8 8 1 cre ­
producción y aumen.tar la tasa de ganancia. Ello, sin incluir el ció en 4 7 por ciento, entre 1881 y 1 90 1 en u n 1 2 2 p or ciento,
capital propiamente comercial . En El Salvador, I nglaterra n o para luego retornar a u na tasa de 5 4 por ciento entre 1 90 1 y
invirtió , como sucedió e n otros países l atin oamericanos, en la 1 908.
compra de ranch os y haciendas, au nque por la vía de las hab i l i ­ Después del alio de 1 8 7 2 en que el ali i l alcanzó su mayo�
taciones inc idió en la concentración de la tierra. valor en el total de exportaciones (ver cuadro 2 ) , se inicia el
4) S i se comp ara la ex portación de capit:11 a Fl Salvador descenso y el aumento de la participación del café en el valor
con la del resto de países ce ntroamericanos, en especial con total exportado. Para 1 88 1 , éste supera el valor exportado del
los casos de G uatemala y Costa Rica, sr: encuent ra que la i nver­ primero, fenómeno que se acentúa notablemente para los aiios
sión en el primero siempre fue mucho men or. Para tal decro posteriores, hasta llegar a significar el 81 por ciento en d añ o
se ha p reparado a partir de los datos de !{ 1 p p y , que 110 coinci­ d e 1 904. Este e s u n período e n que tuvieron una relativa im­
den con los elaborados en este trabajo, para el caso salvad ore ·· portanciá las exportaciones de minerales, azúcar y en mucha
ño, el sigu iente cuadro : 24] menor proporción el bálsamo, ganado, hule y tabaco ( ver cua­
dro No. 7).
Cua dro No. 5 . Las importaciones, por el otro lado, tenían un comporta-·
Cen t roamérica . Capital británico Exportado en 1 9 1 3 , miento similar, au nque en términos generales no sobrepasaron .
1 93 9 y l 949 el valor total de las exportaciones de mercancías. Así, para
189 1 ascendieron a 4.28 1 . 394 pesos, a 3 .6 7 1 . 220 p ara el año
(valor nomi1nl en Libras Fstr rlinas)
siguiente, para luego crecer a 7 . 2 20. 1 5 4 en 1 904 y 8.770. 000
País 1 9 Lf 0/o 1939 °/o 1 949 en 1 909, lo que significa en _términos relativos un aumento de
58 104 por ciento en los alios extremos cit�dos. La comp osición
G m,tcmala 1 0.445.220 44 1 0 . 7 3 8.300 57 9. 769.829
6 1.6 98.690 10 de las mismas ha sido estudiada en el cuadro número l .
El Salvador 2.224. 700 9 l . l 0S.240
Honduras 3. 143.200 1 3 1 . 7 2 8.400 9 889,820 s E n e l período e s evidente e l predomi nio d e E u ropa en e l
Nicaragua 1 . 239. 1 00 6 4 1 6. 2 2 0 3 ------------------ comercio exterior salvadoreño, tanto en las importaciones
28 4. 701 .6()0 25 4.469.96 0 27 como en las exportaciones, aµnquc para los últim¿s se ve el
,rr
Costa Ric.i 6 .660.060
descenso inglés y el peso creciente de Alemania y Francia, es­
Totales 2 3 . 7 1 2.280 1 00 1 8.689.760 1 00 16.855.299 1 00 pecialmente a partir de los primeros alios del siglo XX. En ese
mismo momento y por razones del propio desarrollo de su ma·
(Fuente. Ripp. Opus cit. Cuadro 25 y 26)
48 49
'

Cuadro No. 6

VI EL SALVADOR: Exportaciones y Composición. 1 876-1908


o (pesos)

Valor t.;131 Valor exp. Valor ex¡,. Valor


Años exportacs. añil ºfo café ºfo otras exp. ºfo

1 876, 3.359.366 1 .56 1.699, 45 1.209.372 36 588.295 1 8.


1881 4.930.838 1.470.300 30 2.909. 1 95 59 55 1.343 11
1 882 5. 294. 1 1 7 1.245.550 24 2. 700.000 51 1 . 348.56 7 25
1 89 1 6.965 . 2 1 7 892.092 13 4.806.428 69 1 . 266.697 18
1 892 8.374.242 1 5 1 . 1 70 2 5.527.000 66 2.696.072 32
1_901 1 0.956.700 1 . 1 87 .835 l_l 8.308.466 76 1.460.399 13
1,902 1 0. 277.86 9 l.007.305 10 1:&10.374 75 1 .600. 1 9 0 15
1 903 14.1 73.707 7 9 1 .085 6 1 0.3 87.91 0 73 2.994. 7 1 2 21
1 9 04 16.5 89.5 28 439.264 3 1 3.470.697 81 2.679.567 16
1 905 14.098.275 344. 1 5 3 2 10.916.295 78 2.837.. 827 20
1906 16.354. 7 2 1 4 13 . 6 20 3 1 1 .674.000 71 4,26 7 . 1 0 1 26
1 907 15. 163.94 7 350.997 2 1 0.745. 1 7 3 71 4.06 7 . 7 7 7 27
1 908 16,').; 3 . 9 1 3 5 25.428 3 10.398.480 61 ' 6 .020.005 36

FUF.NtE DE DATOS:
Valor exportaciones café y añil: Hcndrick, Dane. Recopilación en Actas del Archivo Central en Mainz ·
Messcburg. Rep. 1 20, CXIU- 16 --A··C, cit. por Luna, _D . opus cit. Browning, D. El 5alvador, Land­
scape and society. opus cit. Escobar, J. A. El Añil en la Economía Salvadorei\a. Monge y Hernández
POBLACION, DESARROLLO RURAL Y MIGRACIONES INTERNAS EN EL SALVADOR, 1 930-6 l .
San Salvador, 1 975. (mimeógrafo).
Valor Total de t:xportaciones_: Estimado hasta por los pon.:entajes de exporta,ción del café en relación a
las totales calculadas por Richter, E. PROCtSO OE ACUMULACIONY DOMINACION EN LA FOR­
MACION SOCIO-POLITICA SALVADOREÑA, Programa · · · Centroamericano de Ciencias Soci:iles.
CSUCA. San José, Costa Rica, abril de 1 976.
Valor de otras importaciones: Estimado por diferencias entre exportaciones totales y la sumatoria d�
añil y ca_fé.

�>ti'i)W;¡: ·-¿ · - - _,tf ··' ü'il" -','fl··*:�i.w - ,----"l�'"·,g���-- �- ·. -�-::.� ,¿,,

fl
.,_,,

Cuadro -No. 7
EL SAL VADO!l: Composidón de cxporta'-'.ioñes �n algunf.)s años. •

º /o
(Endólares)

º /o
* 1913 ºfo
PRODUCTO 19Ól ºfo 1902 1 903 1 904 ºfu 1 91 0 º.lo

Café 3.582.405 76.0 2.922.4 J 2 75.0 4.072.060 74.2 5.644.222 82.4 .4.66 1 .440 8l.8 7.495.214 80.4
Miner:iles 234.366 5.0 3 1 0. 3 1 4 8.0 828. 1 6 1 15.1 683.865 I D.O 560.569 9.8 1 .495.805 16.0
Azúcar 194. 104 4.0 100.860 2.6 100.171 1.8 1 87.965 2.7 222.379 3.9 72.852 0.8
Añil 525.457 11.1 383.783 9.8 3 1 0. 1 05 5.6 1 84.052 2.6 1 07.936 1.9 59.984 0.6
Bálsamo 94.325 2.0 88.342 2.2 86.534 1.6 94.604 1.5 39. 1 87 0.7 89.4 76 0.9
Ganado y Pieles 4 1 .097 1.0 5 7.35 2 u 56 .280 1,0 39.84 0.1 36 . 1 6 7 o. 7 95.870 1.0

0.3
Hule 26.019 0.6 1 8.987 0.5 27.0 1 8 0.4 24.880 0.4 23.491 0.4 1 8.092 0.3
Tabaco 15.870 0.3 15.842 0.4 6.9 8 1 20. 1 3 9 0.3 9.638 0. 1
Madera 3. 773
Arroz 3.3 1 2 0.3
Piel de Venado 2.837
Sombreros dC Palma 2.723
Misceláneas. 23 .24 7 0.4

TOTAL 4.713.643 100 33.897.892 1 00 5.487.3 1 0 1 00 6.843.7 1 1 1 00 5.696.706 1 00 9.3 20.246 1 00

• En algW1:0S años sólo se inCluycn los rubros más importantes y a eÜos cotresp·ondi: el total. SL' ha prt'parado p;.1ra obtener una idea del peso re­
lativo de loi. productos.
fUl::NTl::S: . 190lfl 904: Ceri�ny, opus cit. 1 9 1 0: Martin;P. opu, cit. 1 9 1 3 : Mundo, Dana 6. opus cit.

VI
_

....

o
triz, como veremos luego, Estados Unidos comienza a partici­ ....
par muy fuertemente en especial en las exportaciones salvado­ ci

re,hs_.

E ,1 el cuadro No. 8 , e n el que se han establecido los por­


r- °' o
00 '° '""' V')

centajes de participación de los principales países capitalistas l""\ V") ...a M


V)

O N .....; 00
para algunos años, se ve que para 1 89 1 los Estados U nidos te­ '° �
- \0 0\ 00
r-- rr"I

nían un porcentaje ligeramente mayor que el de Inglaterra, 28 . ! - 1 M M

y 2 7 respectivamente, mientras países como Alemania, Francia


e Italia, participaban con un 1 1 , 1 6 y 3 por ciento, respectiva­
mente. Para el siguiente año, predominan las importaciones
inglesas con 32 por ciento, en comparación con un 28 _por cien­
to para lo� Estados Un idos y porcentajes más o menos simila­
res para el resto de países.

Para el caso de las exportaciones, vemos un comportamien­


to totalmente distinto. Los Estados U nidos, en todos ellos, se
comporta como d mayor importador de los productos salvado­
reños, con porcentajes de 26 por ciento y 42 por ciento para
1 89 1 y 1 8 9 2 , siguiéndole Alemania, Francia e Italia, mientras
I nglaterra participa en menor proporción de tal operación. "'
o
- � -°' t<'l "'
00 t- r"> M
r--,. V'I ID
Q
<
>
V')

O\ \O 00 O
E�o estaría indicando, a nuestro juicio, algunos aspectos N N V) - ..J
<
� V) °' -.:t:
que necesariamente deben ser recalcados. En p'rimer lugar, la V)

expansión del comerdo alemán, francés e italiano, especialmen­


te en lo que se refiere a sus exportaciones a: El Salvador, expan­
sión que sería creciente, en el caso alemán, hasta 1 9 1 4.

E n el caso de Estados Unidos resulta importante comparar o


su participación en las importaciones salvadoreñas, con su peso o r-- 00
M M
00
M

en las exportaciones. En efecto, los datos anteriormente cita­ � � i � � �- !;


,...; � � M oci M .
O\ N ... to'\ t- ... -.O
dos permiten ver que, en el período, se trata de un país eminen­
_; ...;
� -� � :g � g �
temente comprador, situación que se trastrocaría posteriormen­
te.

52 S3
4. Ascenso de la dominación Norteamericana. Exportación
de Capital y Comercio. (1 908-1 930)

Ya en los inicios del siglo XX era clara la pérdida de hege­

°'
V',
e-, ..,. � ..,. -�
<'<! - ,... <'<!
"'
""
r-- o
o
monía del Imperialismo Inglés en el sistema capitalista mundial.
Países como Alemania, Francia, H olanda e Italia -en mayor

.
· o menor grado-habían logrado desplazar substancialmente la in­

- - -
fluencia británica. Estos mismos años coinciden con el asenta­
<'l r-- <r, 0-, V) V-, \O
N
"' o
o miento progresivo de la matriz económica norteamericana y, e,n
función de ello, su expansión territorial. Y a para 1 91 1 es claro tal
0-,

- "' ,.... "' -


desplazamiento como se evidencia en los mismos_ análisis de .los
....o "' o ingleses: "Antiguamente -dice un enviado británico en 1 9 11 -
°'
00 \O ,;; '-O
o
estos pequeños estados independientes (se refiere a los centroa­

- - ....- .... -
mericanos) miraban a Gran Bretaña como el único poder al cual
o
e'> 00 ro N N o
o
se podía hacer apelación sobre tódos los _temas de disputas, no
°' importa acerca de qué o entre quienes, con la certeza moral de
que una justa e imparcial decisión sería dada. Esto era en los

°'o
N
- - -.... .... -
V', N N '-O o
o
d ías en que Gran Bretaña todavía preservaba la d ignidad e inde­
pendencia de pensamiento y antes de que su gobierno hubiera

- -- "' -
"
..::::
aprendido a someterse servilmente a las fanfarronadas de la di­
"'
°'o
o r-- N r-- o plomacia llooscvclt Philandcr K nox ( . .. ) el resultado es que las
N o
mismas repúblicas nos ridiculizan, los Estados Unidos se ríen
°'
V)

de nosotros y nuestro comercio, al mismo tiempo, está aban­


;so
<
°'
r--
00
00 \O
M <'l- o 0-, ,- o
o
°'
donándonos ( ... ) Nuestra gran fuerza en estos países latinoame-·
ricanos ha sido siempre nuestras manufacturas textiles y es aquí
> donde estamos siendo atacados tanto por Estados Unidos co­
< ....
r-- mo por Alemania ... " 3 5)
Vl . 00


....J
..J Igual que en el resto de países latinoamericanos, en Cen­
< troami-rica la exportación de capital y• las formas de domina­
;.:
Vl
l­ f­
o z ción norteamericanas, así como su conversión en eje del siste­
1-
2 :.:.¡
::i ma ca.pitalista, sólo puede comprenderse claramente en fun­
ó ción del desarrollo de su propia matriz y en lós virajes en el
eje de acl!mulación ; ello, por razones que luego explicaremos,
se hace más necesario en el caso de la formación social salva­
doreña, donde las modalidades asumidas por la �xportación de
54 55
capital, no tienen, en las primeras etapas, las características del 1893-1910.
resto de países centroamericanos, pero cuya supeditación -en Apropiación de Hawaii, Cuba, Puerto Rico y parte de
el período que nos ocupa- forma parte de toda una concep­ Oceanía.
ción estratégica en relación a la zona del Caribe. 1898.
Si se estudia el desarrollo norteamericano en relación con Guerra Española-Norteamericana.
las modalidades de dominación hacia latinoamérica, se puede 190 3 .
determinar cinco períodos históricos, de los cuales enfocare­ Tratado del Canal d e Panamá.
mós únicamente los dos p·rimeros: 1909.
Primera intervención armada en Cuba.
l. 1880-19 14, d e solidifacíón d e s u base industrial y necesi- 191?,
dad de expansión de su propia economía; Invasión a Cuba y �epúhlica D ominicana.
2. 1914-1929, d e ascenso d e s u dominación;
3. 1929-1945 , de estabilización ;
4. 1945-196 1, de consolidación y hegemon ía, y a) Exportación Norteamericana de Capital
5. 196 1- 19 . . , d e Integración por l a vía d e las transnaciona­
les, hasta llegar a la crisis actual. 3 6] Si a nivel latinoamericano se observa el monto y la direc­
Durante el primer período y a la altura de 1889 los Esta­ ción de la exportación de capital productor de beneficios en­
dos Unidos han consolidado su base industrial y, en función de contramos una concentración del capital en países como Mé­
ello, su agresiva expansión territorial y la política expansionis­ xico, Cúba, y la región centroamericana, _u na orientación hacia
ta de los monopólios está dictada en función de las necesidades productos estratégicos para su propia econom ía : petróleo, mi­
de su propio desarrollo. Es interesante señalar que en todo nerales, ferrocarriles para su transporte, en el caso mexicano;
este período los Estados Unidos son aún u na nación deudora azúcar y fruta en Cuba; bananos, ferrocarriles y minas en el
de Europa. caso centroamericano ; por otro lado, no se nota interés en la
Estas necesidades de penetración requerían de la imple­ colocación de capital a interés (ver cuadro 10).
mentación de una política que concretara la Doctrina Monroe En el segundo período, comprendido como hemos se11ala­
de 1823. En el caso centroamericano, tal política se encarnó do entre 1 9 14 y 1929, la economía norteamericana ha crecido
en la Convención de Washingi:on realizada el año de 1907, den­ a tal grado como para convertirse en un país acreedor y refor­
tro de la interpretación de Roosvelt en el sentido de intervenir zar el desarrollo de los grandes monopolios. Su interés funda­
en .los países políricamente inestables. mental se desplaza, en consecuencia, del comercio y de inver­
Los hechos ·más sobresalientes de este primer período fue­ siones complementarias de su economía hacia las inversiones
ron los siguientes: directas como elemento fundamental.
1889. La guerra de 1914 vino a . reforzar este proceso debido a
La primera Conferencia Panamericana en que se estableció varios factores: el aprovechamiento de Estados Unidos al lle­
el libre comercio, marco para la penetración del comercio nar el vacío dejado en el comercio por los países europeos que
e intervención norteamericana. 3 7) dedicaban todo su aparato productivo a la producción de· gue-

56 57
Cuadro No. 1 0-A
·, Estados Unidos: l nv,;rsiones D i rectas e n América Latina
:¡ 1 929- 1 95 9 (milloi1es de dólares)

,·f
Región y
j país 1 9 29 1] 1 93 6 1 940 1 94 3 1 950

Países del Caribe 1 00 2 717 612 611 761

1
r:
� • = - • • � " ~ � -� · � � • 2 � : - � �
O O OO N - N � OO OO � - N � OO N W � W - � � - � Cuba 919 666 559 5 26 642
� � � ..; � d � d � � d � � � d � � � � � � � ..; �
Haití 14 10 12 14 n
Rep. Dominicana 69 41 41 71 1 06
México y C. A. 917 628 542 569 727
México 6 82 4 80 357 2 86 415
Costa Rica 22 13 24 30 60
F l Salvador 30 17 11 15 17
Guatemala 70 50 68 87 - 1 06
l londuras 72 36 38 37 62
Nicara�ua 12 5 8 4 9
Pannn1á 29 27 36 110 58
Sudamérica 1 54 3 1458 1 54 2 1 54 1 2957
Argentina 332 348 3 80 380 3 56
Bolivia 62 18 26 13 11
..;
B rasil 1 94 1 94 240 233 644


Colombia 1 24 1 08 1 11 1 17 1 93

Chile 540
a Ecuador
4 23
12
484
5
413
5
328
11 14
·v 9 6
Paraguay 11 5 5

:J
o Perú 1 24 96 81 71 1 45
Uruguay 28 14 11 6 55
26 2
-
;;;, Venezuela 233 1 86 373 993

TOT A L 3462 2803 26 96 2721 4445

Cuadro 29, con base a datos del Departamento de Comercin·de' E. F : l l . U .

Las cifras no corresponden a l a s dd éuadro anterior, porque · e l De­


partamento de Com. Ext. censo por terminante la serie básica.

58 59
adquisición Je Puerto Rico, y m ucho rnás la u>nst-ruccii,11 , Id
rra ; al aumento del poder de compra de América Latina como Canal de Panamá, han vuelto imposible para los Fstados l ! 1 1 1
consecuencia del aumento de precios en sus productos de im­ dos permanecer indi ferentes cuando n,mplicacioncs in tn1u­
portación y la i;vasión de los controles p roteccionistas median­ cionalcs amcn a,.an s:on :ifrctar b situación m i l i r a r o el estado

1
. te la inversión directa.
pol ítico de los paíscs cercanos a estas p osesiont·s. l .a doctri­
A nivel diplomático ello se expres•ó, como concreción de · na ,'v\ onroc, como apli caciún :1 lus t· rúp i cos amnicanos, se h a
la Doctrina Monroe, en las políticas del "Big Sister" de McKin­ vuelt o , en co nsccw:nci�., m á s <.J U t' nuni·a., u n a indispensable
ley, del " Big Stick" de T. Roosvelt, del '' New Freedom" de pol ítica nacio nal . " 3 8 1
Wilson, en la primera etapa, y la Diplomacia del Dólar y la
F.n el aspccto cst r,íti·gi co, el conve n io sobre d C a n a l de
Doctrina Evart, de Coodlige, en la segunda.
N i caragua, los i n t c11tos de· cstahlcécr u n a basc naval ,·n el Col ·
Centroamérica por el volúmen de inversiones rdativamen­
fo de 1:onscca donde aquel descmh ocaba y la posterior ter­
te altas durante la primera etapa, junto con México y Cuba;
m i n ación del Canal de Panamá, además de traer n cn'sidadcs
por razones de tránsito con el proyecto del �anal de Nic��agua
_ de inversión como el caso del h-rroctrril l nt n n a cinnal llevó a
y luego_ la construcción del Canal de Panama y su ub1c�c1on en
concn·tar la doctri11a Mo n-roe e n h llamada Conferencia Je
el Caribe, considerada como estratilgica para la segundad de Wash i ngton cdchrada en 1 90 7 l a que, <:<>11 la dcci d�d a i n rcrm_c­
Estados Unidos, no escapó a tal diplomacia. Es interesante al
d iaciún lk Porfi rio D í az, 3 9 1 J UStificÍJ la intervcnc iirn pcrma­
respecto conocer las consideraciones que al estudiar la influen­
tlentc diplomát ica o armada- d e los Fstados U n i dos" e n la
cia de los Estados U nidos en Centroamérica hac ía en 1918 un
política i nterna de lllS paÍsl's centroamerica n os .
profesor norteamericano: "los primeros añ(� S del siglo X. X han
Toda la a nterior disquisición se ha hecho con el fi n Je
traído consigo un decidido cambio en la actitud de los Estados
demost rar, especi almente en el c,1so s:1 lvadorc1i o , <.JLll" consi de­
Unidos en relación a los países ubicados alrededor del mar Ca­
ramos muy peculiar e n el área centroamericana, <.J U <: en el
ribe. La creciente importancia <le nuestros intereses pol íticos
análisis del impcri,tlismo norteamericano y en sus fo rma s d e
y económicos en esos países ha hecho que su prosperid�d in­
. dominación d e análisis 110 . solamente d e b e fijar su intc1-¿·s ,:n el
terna y su independencia <le la influencia europea se a, ma� que
_ contro l d i recto de los produ ctos o en la supc d i raeión por la
nunca, esencial para nuestro propio bienestar. Las mvcrs10nes
vía del comcr<:Ío in tl·'rnacional, sino tomar c:n cuenta los facto­
americanas y el comercio en las Indias Orientales han asum1do
_ rcsdc política i n ternacional,
tan grandes proporciones que cualqui�r ��sa que a �cctc la v1d a
_ _
normal de algunos de los países de la reg10n es sentida s1multa­
neamente en los centros comerciaks y financieros de . Estados a.) E xportación de Capital Productor de Beneficios
Unidos. Las plantaciones azucareras de Cuba y las bananeras
de Centroamérica, para tomar solamente dos ejemplos, rcpre­ Micn tras que en el resto de p aíses ccn troamcricanos la in­
sentan muchos millones de dólares de capital americano y al ve rsión d irecta norteamericana comicm:a tan temprano como
mismo tiempo que son recursos para la demanda de alimen t�is 1 8 97 ( casos Je Costa R i ca y l l o n duras) y aumenta ráp i damen­
_
del pueblo norteamericano. Simultáneamc � tc a la cxpa��10n te en los ai'w s subsiguien tes en torno a los énclavcs banancrus,
de nuestros intereses económicos, nuestros intereses pol1 t1cos en El Salvador la primera i nversión Jirccta se reg istra en el :i i'i o
en el Caribe se han vuelto de general importancia nacional. La

60 (> 1
de 1 908, _ en el sector de la minería y en los inicios de una la Compañía Minera d e Oriente y la Compañ ía Minas Monte­
nueva i nstalación ferroviaria que partiendo de G uatemala llega­ cristo ! ne. S.A. Es evidente, aunque no hemos podido confir­
ba a La U nión, formando parte del proyecto .norteamericano marlo, que las i n versiones se extienden adelante de 1 9 1 9 , ya
de 1891 de construir un ferrocarril intercontinentaL que en 1 958" aún se encontraba en liquidación la última. 40)
La exportación de capital productor de beneficios con El desarrollo experimentado por la exportación de m ine­
inversión dirc.cta norteamericana para difcrcnks años y secto­ ral -oro y plata-- de las minas, primero en propiedad de ingle­
res que han podido desglosarse es la siguiente: ses y luego de los norteamericanos, p uede apreciarse en el cua:
d ro inserto : 4 1 ]
Cuadro No. 1 1
Valor en libros de las Inversiones Norteamericanas en El Salvador Cuaclru N o . 1 2
(millones de dólares)
EL SALVADOR : E XPORTACION M I N F R A
d e 1 90 1 a primera m itad de 1 9 1 0.
SEC.T OR 1 908 19 14 1919 1 924 1 92 9 1 93 6
AÑO E XPORTACION $
Minería 0.8 0.8 3.0
Agricultura 1 90 1 1 83 . 760
Ferrocarriles l.0 5.8 9.8 1 2. 2 2"2.8 20.4 1 90 2 1 1 4 : 5 85
Ut. Pública 2.0 2.0 1 903 8 1 4. 7 3 3
1 904 6 5 2 . 854
TOTA L l .8 6 .6 1 2. 8 1 2. 2 24.8 2 2.4 1 905 768.677
1 906 1 . 296.666
l-"ul'nlcs: Roscnthal, (; _ opus cit. Cuadro 16 y C"l-" l'AL. opus cit. Cuadro 1 907 1 . 22 3 . 5 6 5
1 3. 1 90 8 1 :3 1 8 . 224
El cuadro evidencia el incremento notable para d año de 1 909 1 . 1 16.7 1 7
1 9 1 4, ai10 a partir del cual la inversión norteamericana da u n 1 9 1 0 (primer semestre) 560.570
salto e n toda Latinoaml:rica; entre 1 9 14 y 1 9 1 9 s e pr<Jduce u n
au mento d e 9 4 p o r ciento, para llegar en 1 92 9 a u n o de 2 7 5 En cuanto á los ferrocarr iles, ya s� ha señalado que forma­
p o r ciento. ban parte de un plan continen tal y en íntima relación, para el
Conviene descomponer cada u no de ios sectores a fin de caso salvador eño, con la construc ción del canal de N icaragua y
tener una idea más precisa de\ tipo de operaciones. el establec imiento de una base naval en el Golfo de Fonseca .
Fn el sector mi nero la invcrsi[in se reafo:ó en la obtención S u inicio en 1 908 se hace con base al contrato Avalos-K eil­
o creación de las siguientes empresas : B u tters Salvador Mining hauer mediante el cual se concedía la construc ción del ferro­
Co. , que como se vió antes in ició operaciones en manos de iw carril y del muelle de Cutuco, así como su explotac ión, a l
· glcscs ; la New York Mining Co., filial de la Rosario Mining Co. ; · .señor René Keilhau er. Como h a señalado Martín, e s m u y sig­
nificativ o que antes de iniciar cualquie r trabajó, la concesió n
62 63
haya sido obtenida por el meneion;¡,do señor, pero .q ue u na vez En noviembre del año de 1 93 4 el contrato con la Cana­
lograda, su nombre desapareciera para st:r sustituido por los . de dian fue renegociado, otorgándole la concesión por un perío­
M i nor Kcith y B radley l'almc r , ambos <le la Vn i ted Fruir Com­ do' de cincuenta a11.os más y estableciéndole algunas regulacio­
pany ; 421 e.s igualmente signi ficativo que el convenio h aya sido nes de acuerdo a la ley de Servicio Eléctrico de 1 9 3 5 . 45] No
firmado un año después <le la Conferencia de Washington. De obstante la producción \fe energía de parte del gobiern o salva­
acuerdo con este convenio el Go'bierno se comprometía a en­ doreño, a partir de 1 950, esta compañ ía aún sigue controlando
tregar hombres )' materiales para la construcción, ex_ención de su distribución e� el país.
impuestos para la importación Je materiales y, además, 1,1na
subvención de 7 .000 pesos oro por cada kilómetro <le l ínea b) E xportación d e capital productor d e intereses
construida. 43]
htc constituye el intento de buscar una sal ida al Adán­ Durante el primer período se1i alado para l a inversión nor­
tico, crnpttlmando con el ramal (;uatemala-l'uerto B arrios, ma­ teamericana en América Latina en general, los principales mé­
nejado por la compai'iía norteamericana l nternational f.{ ailways todos de penetración utilizados - todos ellos reflejados en el
. of Central 1\merica en el cual la U FCO ten ía un 43 por ciento caso salvadoreño, como se ha visto- funon : la compra de pro­
d<: las acciones. Con este ferrocarril perdió imp ortancia la piedades británicas ( caso de Minas en El Salvador) o su despla­
l í nc1 i nglesa y el puerto de 1\caiut la. zamiento (caso de ferrocarril) , inversión directa y estableci­
l .a i n ve rsión indu ída rn el rubro de "Util idad Pública " , miento de sucursales ( caso de U FCO en Centroamérica) y , ' en
corresponde a l a adquisic i,>11 del snv icio eléctrico p1)r capi tal el período de guerra, el desplazamiento y expropiación de las
n orteamericano, bajo la cobertura de una firma canadiense, la inversiones alemanas,: fenómeno que igualmente se dió en El
Canad ian l ntcrnatio nal l'owcr Co. Ltd. Salvador.
Conh> ha sc11alado Wilson, antes de 1 92 0 todo el sistema U na caracter ística adicional del segundo período - 1 9 1 4/
eléct t i co salvad orá, o se cncun traba en manos de salvadoreños 1929· ·· fué la importáncia cobr_ada por las inversion'e s privadas
e inmigrantes, todos micml,ros de la ol igarquía: J{egalado e en portafolio, o productoras de intereses. 46] i
[ n tcriano en Santa Ana; J ,lach, en Santiago de María ; lfrné En el caso salvadoreño, ú nicamente se registra e� crédito
Kcilhaucr · " Í ntcrrncd iario para la ad quisi ción de contrata del -casi otorgado con similares condiciones al de los primeros
fnrocarril por l;1 lJ FCO - ,n Za catceoluca, Usulu tán• y San V i­ créditos i ngleses-. Su origen, en parte , se encuentra precisa­
cctHc y, además, tres cuartos del ca¡1 ital que a,ccnd Ía a mente en el último empréstito británico de 1 908 , detallado en
3 . 3 00.000 peso:; en 1 9 2 4 , en la C:ornp,i ñ ía Je San Salvadur.44] numeral anterior.
h n el aii o de 1 9 2 7 , l a Can:id;an adyuierc las acciones d e la Fl empréstito, negociado el 24 de 'junio de 1 922 con
"Cümpai'iía de Alumbrado Eléctrico Je San Salvador", i nvir­ Minor Keith de la U FCO, por un valor nominal de $2 1 . 5 00.000
t iendo en el térrn i !lo de dos a.110:; un total de $ 3 .000,000, 44] ten ía los siguientes objetivos:
aún cuandn P"r la oposición de los pr<lpietarios de compañ ías 1 -- Cancelación de la deud a inglesa.
u b.i cadas a nivel l ocal en el resto del pais, el :; istcma c:léctricu 2 - - Realización l1.c obras públicas.
quc·d{¡ - - incluso hasta nuestros d ías -- sin in t,:grarsc al sístt-ma. 3 -- Tenninación del' ferrocarril panamericano ( J RCA, en ma­
nos de UFCO).
4- Cancelación de la deud a interna.
64
Este crédito por problemas relacionados con la crisis mun­ de desarrollo en países como Guatemala, Costa Rica, hasta lle­
dial entró en mora, fue renegociado en enero y septiembre en gar al hondureño que impidió el surgimiento de un sector inte­
192 3 y nuevamente reajustado en � as� ingto � en abril de grador, no se produjo en el caso salvadoreño. Los recursos
1 9 3 6 . A esta última fecha el valor prmc1pal fue nuevamente quedaron en manos de una oligarquía formada por nacionales
fijado, incluyendo intereses sobre intereses ven ódos y sobre �l e inmigrantes. 49]
nominal, en 16.454. 3 7 5 . 47] Para 1968 se estima que hab1a Sin duda alguna, la participación de Costa Rica y Guate­
sido pagado a cuenta de este crédito, �riginalmente po � - mala se vería incrementada con los valores no descompuestos
$2 1. 5 00.000, un total de 1 9 . 1 1 0.600 dolares, de los cuales que corresponden al petróleo, manufacturas y otros.
únicamente significaban amortización de capital alrededor de Exceptuando el caso de Nicaragua, país donde el intento
$4.632.600, 48] con lo que el saldo andaría alrededor de de introducir el cultivo del banano se frustró y la poca inver­
16.867.400 dólares. Para 1954, se estimaba un total pagado sión se centró en ferrocarriles y minería y cuya dop,inación
por el crédito de $26 .000.000 (aproximadamente 65 .000. 000 fue de carácter sobre todo militar, en El Salvador el país que
de colones salvadoreños) quedando aún un saldo, pagado por presenta una me.n or participación en la exportación de capi­
fin en esa década. tal norteamericano y orientada sobre todo, si se e:xccptúa la
poca inversión de minas, al sector comercial.
c) Exportaciones de capital a El Salvador, en comparación Llama la atención la intensificación de la inversión en el
con el resto de países centroamericanos sector agrícola, a partir de 1924 en el caso hondureño y en fc­
r?:ocarrilcs y energía eléctrica en Guatemala.
Es importante comparar el volúmen, orientación y efectos
4- Los datos anteriores muestran a nuestro juicio un control,
de la inversión de capital norteamericano en el período que
en el caso salvadorci'io que no está basado fundamentalmente
analizamos en Centroamérica, tomando como referencia El
en la apropiación de recursos; dio sucedería hasta la década
Salvador.
del cincuenta, con la integración de las multinacionales. El
1- Mientras en el resto de países la exportación de capital se
control se <lió a nivel de la comercialización externa e interna
inicia en 1897 y se intensifica en los últimos años del siglo
en el sector del café mediante la supeditación de la burguesía
XIX en El Salvador éste comienza hasta 1908 y más intensa­
agro-exportadora a la burguesía imperialista ; no ohstante, los
men�e en 19 14, coincidiendo con la tendencia que se registrá ferrocarriles jugaron un papel importante en la supeditación
en toda América Laüna, con excepción de Cuba y México. del resto de los sectores de producción interna del país, con el
2 -- En el resto de países, con excepción de Nicaragua por ra­ juego discriminatorio de tarifas de transporte. 5 0]
zones eventuales, la exportación de capital --ver cuadro- se La importancia estratégica del país, por estar en la región
inicia con mayor fuerza en el ,sector agrícola, concretamente del Caribe, hizo que la dominación política de Imperialismo al
en los enclaves bananeros ; en el caso salvadoreño, por el con­ interior del Estado Oligárquico tuviese un peso que no corres­
trario, en ningún momento -por razones de ubicación, eco­ ponde al control directo de los recursos. Ello dctt:rminó, espe­
lógicas, etc.-- se registró ninguna inversión _en tal se �tor, co �­ cialmente a partir de la Conferencia de 1 9 10, un papel cada
centrándose especialmente en los ferrocarriles. La mfluen_c1a vez más detcrminnte de los Estados Unidos en la política inter­
de los enclaves que condicionaría -en diferente grado- el tipo na salvadoreña.
66 67

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Cuadro No. 1 5

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Valor en Libros de las lnyersiones Direct<;1s de Estados Unidos en Centroamérica.
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(En millones de dólares)

°' o
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N o
N 1 897 1 908 1914 1919 1 924 1 929 1 93 5
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N V:,
Mine'ría 2.0 8.6 1 0. 2 1 3 .5 7.0 7.0 7.0

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4.8 4.8

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Costa Rica 5.2
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1 .4
Honduras 2.0 2.0 2.8 3.1 4.0 4.0 4.0
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Nicaragua 1 .0 2.6 3.0 3.0 3.0
El Salvador 0.8 0.8 3.0
Guatemala
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2
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Honduras 6.7 1 5.3 36.2 74.8 24.2
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Nicaragua .5 3.2 3.8 1 1 .3 2.4

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Guatemala 2.0 4.9 4.5 3.9 3.8 3.1
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Guatemala 6.0 8.0 30.6 32.0

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Nicaragua
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3.0
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Guatemala .3 .5 3.8 8.0 8.0

Petróleo 3.0 3.0 3.5 3.5


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Man u.facturas
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Otros 9. 7 6.1 16.2 , 28.3 44.0 27.9
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u :e i � v c. Fucntt:: Rosenthal, G. PRIVATF FORE!GN I NVESTMENT IN THE DEVELOPMENT OF


THE CENTRAL AMER ICAN COMMONT MARKET. Opus cit. Cuadro No. 1 7.

68 69
d) Comercio Exterior

Hasta la Primera c;uerra M undial el comercio con Estados


Unidos continuó siendo, en términos globales, de menor im­
portancia que el europeo, como se ha visto en n umeral ante­ N O"I 0 0 00 \,0 � 00
C"'-- N r- M 0 \0 \0
rior. M unro sclialaba para 1 9 1 8 : "Como en los otros países "''
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V) r-• f: V
V) i--
M O"I O
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del Istmo, hay pocos comerciantes norteamericanos ; casas in­ N
"'
N

gles.a s, alemanas y holandesas controlan la importación y el co­


mercio al por mayor. ! lasta d estallido de la guerra europea, "'T \0 1...C O O"I M O"I M r­
M O\ \O t"'-- -.::t' OO \O •n ....-1
Salvador compró una proporciún muy peque1ia de sus im­ � 0 --4 0 -q" V) Q \O .- V)

portaciones a Estados U nidos (. .. ) pero esta situación ha cam­ °'


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00
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biado, necesariamente, en los dos últi mos a1ios. De las expor­
taciones, el café, que es el único p roducto de primera impor­
tancia, es embarcado en algún grado a San 1: raneisco, pero mu­
cho más hacia Francia y Alemania. 51]
.,,
::,
En efecto, a partir de tal momento los l•:stados Un idos
fueron aumentando su gravi tación en el comercio salvaJorclio z
ó
f--- \O M C-- ..--1. V N � __. V
oo.
o \O V _. N V V r- -q- N
lo que en 1 945 se refuerza con la expulsión y ex propiación de -o"" C'I N V) V) O'\ 00 V <'"'l

::, o-, M
rt � _; O ("i') r-:
b ienes de los alemanes, que se hab ían convertido en los mayo­
res competidores. u 'SI"

O V lf"> O V N O\ M
O"I OO O ,,_,j f'I V - V
Durante todo el período, como puede verse en el cuadro � t"I OQ N V, .- "q- N ("'I')
No. 16, d comercio de ex portación salvadorelio gira en torno o ,.....;
,,.,
M
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N
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del café, una vez desplazado el aii i l ; el resto de exportaciones, <
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realmente insignificantes, estaban constituidas por azúcar ; ...l
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arroz, hasta 1922 en forma notable y algodón a partir de 1924.
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::,"'
L..

70 71
! ,os virajes en la participación de las mismas, pueden verse Cuadro No. 1 7- A
en el siguiente cuadro inserto: Exportaeión de café salvadoreño según destino. (Cosecha 1 925- 26)

Cuadro No. 1 7 PAIS KI LOS º/o


E L SAL VADO R : EXPORTACIONES E IMPORTACIONES
SEGUN D ESTINO EN DIFERENTES AÑOS Alemania 1 2.4 93 .64 7 24 . 0 1
Bélgica 5 26 . 865 1 .05
(Dólar�s) (Sólo algunos países) Canadá 35.414 0.07
Chile 4 3 3 . 86 9 0.67
Cuba 4 1 2.020 0.82
Dinamarca 5 5 7. 047 1.1 2
España 1 . 3 76. 3 5 1 2.76
E XPORTACIONES 1 908 1 909 1 910
Estados Unidos 8.6 1 3. 1 5 3 1 7. 24
Filipinas 3 . 508 0.01
2.280. 1 5 6 Francia 1 .94 7 . 1 70 3.90
Estados Unidos 2.046 .398 1 . 838.302
Gran Bretaña 1 88.775 0.3 8
Alemania 1.03 8.305 955.888 1 . 854.627 Holanda 6.145.333 1 2.30
Francia 1 .4 1 7.428 1 . 146. 3 1 6 1 . 097. 1 1 8 Italia 4. 707.074 9.42
Japón 2.105
Italia 374.434 400. 1 63 6 97 . Í l S Noruega 5 .045 . 5 5 5 1 0. 1 O
Gran Bretaña 449. 1 6 7 440. 3 59 4 80. 73 7 Panamá 4.699 0.01
Suecia 7.005 . 1 7 7 14.03

-�
.,
IMPORTACIONES
·1 Fuente: Calderón, José T. p. 3 14.
Estados Unidos 1 . 287.4 5 2 1 .344. 3 1 6 1 .346.598
1 . 5 3 9.04 7 1 .4 3 8.614 1 . 1 65.993 El anterior cuadro muestra un avmcnto de la participa­
Gran Bretaña
ción norteamericana, tanto en las exportaciones como en las
importaciones, en el comercio salvadoreño (para comparación
revisar cuadro 8). Sin embargo, es notable su aumento mayor
(Fuente: Munro, D. G. Opus cit. cap. X). en las exportaciones, es decir su compra de productos salvado­
reñQs, mientras Inglaterra se desplazaba hacia abajo, fenóme­
no contrario al de las importaciones. Ello haría exclamar a

72 73
Munro : " Así, después de tener superávit (se refiere a Estados
Unidos) en el comercio de El Salvador sobre todos los p aíses
en 1 909, con un valor de $74. 298 ( contra 2 5 1 . 5 95 en 1 908) ,
mostramos una pérdida d e 1 80.605 e n 1 9 1 0. Mientras los
Estados Unidos, Alemania e Italia mostraron considerable in­
cremento en sus compras a Salvador, Gran Bretaña registra
el despreciable avance de 40.2 78 ! . Deberíamos de hacer eco g g g g g g g g g og g g g ����
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a la máxima de Syrus : ' Heu quam dt:fficilis gloriae custodia o oo o � � � � � M M r- r- ® V V N � O
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Pero esta situación se 1na modificando. Ya para 1 9 1 3 ,
los Estados Unidos participan del 2 8 por ciento d e las importa­
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.cioncs salvadoreñas, mientras J ngiaterra sólo registra el 7 por 0
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ciento y Alemania aumenta al I 7 por ciento. Para 1 9 1 5 , du­
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rante la guerra, Estados U nidos aumenta su participación en las - - - - - - - N N - - - N M � N M N

importac iones, mientras por razones coyunturales Alemania es N


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des plazada hasta cero , e I nglaterra al 4 por ciento. �
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Para el período 192 5 -2 6 , si tomamos como base el destino 0 � 0- � � N M O � -
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de la exportación del café, la tendencia de Estados U nidos en


el sentido de convertirse en un país eminentemente vendedor - OM V � � - - r- oo N � r- � °' � � � � N - ­
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se ha visto confirmada. Como puede verse en el cuadro 1 7 , el 00 � - o - N � � o � � � • - oo o r- M v - v
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34.01 por ciento era exportado a Aleman ia, el 2 1 . 30 a Holan­ N oo - v r- � OO M - M - - N � OO V M t'- N V °'
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da, el 1 0. l O a Noruega, el 14.03 a Suecia, sólo para mencionar
algunos, m ientras Estados Un i dos sólo importaba d 1 7 .24 por
ciento. Por el contrario, las importaciones salvadore11as se in­
tegraban en alto grado con componentes provenientes de dicho
país.
En el cuadro 1 8 , para tener una idea general de la balanza
comerical salvadoreña se han estimado las exportaciones -des­
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compuestas según productos p rinc ipales-.:. las importaciones y

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el saldo en la misma, llama la atención, fenómeno que ha sido �
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resaltado en relación con ta política comercial de El Salvador o
en el período, los saldos favorables en la misma, con excepción
de contados años. Esta tendencia se trastrocaría en los perío­
dos siguientes.

74 75
6) Floyd, T.S. LOS COMERCIANTES GUATEMALTECOS, EL GO­
BIERNO Y LOS PROVINCIANOS. 1 750-1800. En Floyd et Al.
ECONOMIA GUATEMALTECA EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX.
Edit. Universitaria. Univ. de San Carlos. Guatemala, 1 974.

7] Périgny, M. de LES CINQ REPUBLIQUES DE L'AMERIQUE


CENTRALE. Pierre Roger & Cie. París, 1 9 1 1 (?). p. 225.

8] Halperin Donghi, T. opus cit. p. 89.

NOTAS 9] Floyd, Troy S. opus cit. Parte 111.

10] Sntesis elaborada a partir de LOS AGRICULTORES de SAN


SALVADOR A CG, 29 de Dic. de 1 768, Cit. por Floyd, T.S. opus
cit. pp. 9-10.
1 1] Real Consulado de Comercio de la Ciudad de Guatemala APUN­
TAMIENTOS SOBRE LA AGRICULTURA Y COMERCIO DEL
REYNO DE GUATEMALA, 1 81 1 , en Economía de Guatemala,
Siglos XVIII y XIX, Univ. de Guatemala, 1 974.
1] Cf. Bambirra, V. EL CAPITALISMO DEPENDIENTE LATINO­
AMERICANO. Edit. Siglo XXI. México, 1 974. 1 2] Datos de la Gaceta, 29 de Oct. de 1 859, cit. por Escobar, J.A.
EL AÑIL EN 1A ECONOMIA DE EL SALVADO R. Rev. Eco­
2] Cf. MacLeod, M.J. SPANISH C ENTRAL AM ERICA. A SOCIO­ nomía Salvadoreña, Nos. 25 y 26. Fac. de Economía, San Salva­
ECONOMIC H ISTOR Y, 1 5 20-1 7 20. University of California dor, dic. de 1 962.
Prcss. Berkeley, 1 97 3 . Cap. 20, pp. 366/36 7.
13] Cf. Marx. El Capital, tomo III, cap. XX "HECHOS HISTORICOS
SOBRE EL CAPITAL MERCANTIL" Edit. Cartago. Buenos Aires,
3] Cf. Watt, D.C. A H ISTORY OF THE WORLD IN THE 20TH 1 973.
CENTURY. Part l. Pan Books Ltd. London, 1 956.
14] Hilferding, Rudolf. EL CAPITAL FINANClERO. Ediciones El
4] Halperin Donghi, T. H ISPANOAM ERICA D ESPUES DE LA IN­ Caballito, S.A. México 1 973. p. 358.
DEPENDENCIA. CONSECUENCIAS SOCIALES Y ECONOMI­
CAS DE LA EMANCIPACION. Edit. Paidos. Buenos Aires, 1 97 2 . 15] Cf. Hilferding, opus cit. cap. XXII, "La exportación de capital y la
pp. 88/96. Jucha por el espacio económico".

Thompson, E.A. Informe al Foreign Officc, NATURE AND VA­ 16) Marx, C. EL CAPITAL, tomo II, Edit. Cartago, p. 56.
s]
LUE OF ARTICLES OF TRADE INTRODUCED B Y DIF­
17) Cf. Rippy, Fred. British Investiment in Latin America, 1 822-1949.
FER ENT COUNTRIFS INTO THE REPUBLIC OF GUATEMA­ A case study in the operation$ of prívate enterprise in Retaxded
LA AND OTH E R NEW REPUBLICS. Citado por B rowning, D, Regions" University of Minnesota Press. 1 959. (Además de omitir
FL SAL VADO R. LANDSCAPE AND SOCIETY. Clarendon Press. los antecedentes del crédito, el autor manifiesta un ellfoque parcial
Oxford, 1 97 1 (hay versión al español hecha por P. Gastesi Y A. al respecto) y Martin, P.F. SALVADOR OF THE XXth. CENTU­
Ramírcz y publicada por la Editorial del Ministerio de Educación, R Y. Edward Arnold. Londres 1 91 1 .
1 97 5 . Salvo indicación en con trario, se tomará la numeración de
esta última). Nota de pie de página No. 1 1 , p. 227.

76 77
1 8] Peña, Sergio de la. LA FO �� ACION DEL CAPITALISMO D E 27] Rippy, F. Opus Cit.
MEXICO. Edit. Siglo XXI, Mex1co, 1 975.
28] Rippy, F. opus cit.
29] Arias Gómcz, Jorge TRECE NOTAS SOB R E LA REPUB
1 9] Halpering Donghi, T. opus cit p . 1 3 5 . LICA
DE EL SALVA DOR. (mimeó grafo) .
20] INFORME DEL MINISTRO TESORERO DE LAS REALES 30] No pudo estimarse el capital en forma exacta; con mayor.p
CAJAS DE GUATEMALA, acerca del erario deficiente antes Y robabi­
lidad la inversión es menor y la establecida bien pudiera
después del 1 5 de Sept. de 1 82 1 . Madrid, 1 1 de marzo de 1 824. correspon­
En Economía de Guatemala en los siglos XVIII y XIX. Opus cit. der a la inversión inicial en toda Cen truamérica. Cf. Rippy,
opus
p. 74. cit.

21] Elaborado con base a datos de Solórzano , Valentín HISTORIA 3 1 ] Cf. Martín, opus cit. p. 1 88.
DE LA EVOLUCION ECONOMICA DE GUATEMALA. Min. de
Educación, Guatemala, 1 970, pp. 291-292; Rosenthal, G. !HE 32) Martín, opus cit, y Urbina, René "EL EQ U I L IBRIO PR ES UPUES­
ROLE OF PRIVATE FOREIGN INV ESTMENT IN THE DE VE­ TARIO EN EL SALVADOR EN EL PASADO Y EN EL PR ESEN­
LOPMENT OF THE CENTRAL AMERICAN COMMONT MA�­ TE. " Rev. Economía Salvadoreña No. 25/26 . Facultad de Econo­
KET (Revised Manuscript) March, 1 973 y Naciones Unida�, : L 0
mía. San Salvador, 1 962.
FINANCIAMIENTO EXTERNO DE AMERICA LATINA, E/CN.
1 2/649/rev. 33] Cf. Cabezas Castillo, opus cit. Rippy, F. opus cit.

22] Solórzano, V. opus cit. p. 292'. Tanto este autor como Rosenthal
fijan un saldo de L 1 73 .000. La Confirmación de datos Y fuentes 34] Las diferencias están en la no inclusión de Rippy de algunas expor­
muestra que se trata de un ligero error ya que el valor exacto es de taciones de capital, especialmente en el Industrial, y en la distinta
L 163.000. Entre otras, ver el STOCK E XCHANGE Y el SOUTH validez que se da a los montos señalados en las diferentes fuentes.
AMERICAN JOURNAL.
3 5] Martín, P.F. Opus cit. Cap X
23] Rippy, opus cit. Martín, Percy Falk, opus cit. p. 50. Cf. Gallardo,
R. LAS CONSTITUCIONES DE EL SAL VADO R. opus cit. Y Dal­ 36) Cf. North American Congress on Latin A merican (NACLA). U.S.
ton EL SALVADOR (monografía), p. 8 1 . PRIVATE INVESTMENT IN LATIN AMERICA 1 880- 1 96 1 .
Berkeley, Cal. 1 9 75. Las líneas centrales has sido tomadas de este
24] Cf. Martín P . opus cit. p . 5 1 . trabajo.

3 7) Cf. Nacla, opus cit y Alonso Aguilar PAN AMERICANISM FROM


25] Rippy, F. opus cit. p. 64. La fecha de poscsió� inglesa ha _ sido cal­ MONROE TO THE PRESENT. MontlyReview. N.Y. 1 980.
culada aproximadamente: en 1 9 1 1 , Rippy registra dos mmas c�n
capital inglés (cuadro 1 3 ) ; en el mismo año, Martm -opus cit.
_ 3 8] Munro, Dana G. THE . FIVE REPUB LICS OF CENTRAL AME­
p. 1 93-1 94)-- se refiere a ella. Para 1 929 ,Yª no a� arecen en R1pp �
_ RICA (Their political and economic dcvclopment and their relat­
(no trabaja años intermedios). En Ca!deron se ubica en lista de mi­
ions with the United Estates) Oxford Univ. Press, 1 9 1 8.
nas del país. Cf. Calderón, J.T. PRONTUARIO GEOGRAFICO
COMERCIAL ESTADISTICA Y SERVICIOS ADMINISTRATI­
3 9] Cf. Boletín Oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
VOS DE EL SALVADOR. Imprenta "La Salvadoreña", 1 927. Vol 22, p. 235. México.
26] Hilferding, R. Opus cit.
78 79
40) Naciones Unidas, Informe sobre el desarrollo de los n:cursos geo­ 50) Cf. Torres Rivas, INTERPRETACION D E L DESA R ROLLO SO­
lógicos en LI Salvador, publicado en Rev. de Fconomía X, 1 95 8 . CIAL CENTROAMERICANO, EDUCA, Costa Rica. 3a. edíc.
c i t . d e Ro4uc Dalton, opus cit, p. 1 08. 1 973.

4 lj 1•:n 1 9 1 l fueron registradas un total de 1 80 m inas dedicadas a la 51] Munro, D.G. THF. FIVE REPUllLICS OF CENTRAL AMERICA,
extracción de diferen tes materiales (hierro, cristal dl' roca, tin, pie­ Opus cit. pp. 1 14- 1 1 5.
dra de construcción, carbún, cobre, oro, plata) ; de ellas dedicadas
a la extracción Ú nicamente de oro se registran 2 y 1 00 a oro y 5 2] Munro, Dana G. opus cit.
plata. La mayoría de l:stas se encon traban l'n Mnrazán (90). Cha•
l a tenango ( 28) y Santa Ana ( 28). Los datos de p roducción indican
q ue los mayores porcl·n tajcs correspondían a las compafiías ex tran­
jcras. (Datos recopilados por Rafael Reyes, jefe de la Oficina de
estadísticas, ci tad" por Martin, upus t'it y CaldcrÍ>n.

42) Martín, P. J -' . opus cit. p. 2 1 4 .

4 3 ] Cf. l lrbina E L FQUI Ll ll R IO P R E S U P U ESTARIO E N E L SAL­


VADOR EN E L PASADO Y FN EL l'R l ·: S ENTE. Rev faonomía
Salvadorcfia. Nos. 25/26. Universidad ck Fl Salvador, San Salva,
dor, Dic. J 972.

44] Wilson, 1-:vc rc t t A. T I i ie CRISIS O F NATIONAL I NTEGRATION


IN 1-L SA L VADO R : 1 9 1 9- 1 9 3 5 . Standford Univcrsity, 1 97 0 ( te ­
sis) ( Xcrux University Microfilms, M ichigan)

45) Rosen thal, G . opus cit. pág. 76.

46] Cf. NACLA, opus cit. p. 8.

4 7] Gobierno de El Salvador EL REAJ LISTE D E LA D E UD A F XTER­


NA. CONVENIO CELEB R ADO 1-:N NUEVA YORK E L 2 7 DE
ABR I L D E 1 936. ( Español-Inglés) Imprenta Nacional, San Sal­
vador s/f.

4 8 ) Urbina, R. A. Opus cit.

49) Torres Rivas, E. PODE R NACIONAL Y SOCIEDAD DEPEN­


Dl l·: NTE en varios "La Inversión Extranjera en C.A . " EDUCA . ·

80 81
1 1 . E L P ROC ESO Y LOS MECA N I SMOS D E
AC U M U LACI ON ORI G I NA RI A
( 1 864-1 897)
1. Antecedentes.

No obstante la importancia del estudio de período de


post-Independencia en el rastreo del proceso de descomposi­
ción que culminaría con el de Acumulación Originaria, nuestro
interés se centra sólo a partir del año de 1 864, 1] año relacio­
nado con la expansión del café, en su camino de convertirse
en eje de la matriz agro-exportadora. Consideramos que a par­
tir de tal momento es posible detectar la descomposición de
una estructura económica determinada por la producción añ i­
lera y las relaciones comerciales mantenidas durante la Colonia
con el capitalismo mundial. En el posible captar la concr-eción
de una riqueza lograda por las vías del comercio y de la explo­
tación del trabajo con formas extra-económicas, que luego se
convertirá en capital/dinero y encontrará su personificación
en las burguesías agro-exportadoras y financieras salvadoreñas,
tan caracterizada en el ámbito centroamericano ; detectar en
forma clara y directa la aplicación de una serie de mecanismos
de expropiación de la tierra al trabajador directo, hasta llevarlo

85
-pasando por un período de descomposición- a convertirse Si la base de la evolución hacia el capitalismo es la expro­
en trabajador "libre", integrante del ejército de reserva más piación de los· cultivadores, como señala Marx, es importante
amplio y flexible de todo Centroamérica. iniciar nuestro análisis con toda la política relacionada con te­
En otras palabras, a partir de tal momento, puede captarse rrenos cjidales y comunidades.
los efectos de lo que ha sido llamado "la subversión dialéctica
de las cosas a este extraño resultado: el derecho de propiedad
del capital, es decir, el derecho sobre el producto o sobre el a. Saqueo de Terrenos Comunales.
trabajo de otro, el derecho de apropiarse sin equivalentes del
trabajo de otro . . . " 2] La crisis del añil determinada por su sustitución y la con­
secuente caída de los precios, así como las nuevas formas que
asumía la articulación con el c apitalismo mundial, fueron plan­
teando a la burguesía del área agraria emergente la neeesarie­
dad de la disolución de las relaciones comunitarias en las que
2. los Procedimientos de Acumulación Originaria el trabajador es propietario de los instrumentos de produc­
ción y en las que el trabajo es a la vez fuente de la propiedad
Al observar los mecanismos o procedimientos mediante y propiedad misma.
los cuales se transforma la formación no capitalista salvadore­ Si se enfoca los diferentes decretos, informes y peticiones
ña, salta inmediatamente su gran similitud con los desarrolla­ relacionados con ejidos y comunidades como reflejo de los fe­
dos en el caso clásico inglés de los siglos XIV a XVI . Están nómenos que están ocurriendo en la hase, se puede detectar
presentes casi todos los "procedimientos idílicos de la acumu­ tres fases en función de la actitud o política en relación de los
lación primitiva" : la depredación de los bienes de la Iglesia, la mismos:
enajenación fraudulenta de los dominios del Estado, el saqueo 1 . - Una que va de la independencia a aproximadamente 1 864,
de terrenos comunales y hasta la " gu erra de las chozas", si en que se reconoce tales formas de tenencia y, más aún, son
se piensa en el contenido de " Leyes Agrarias", como la de incentivadas en la producción cafetalera.
1907, que recoge decretos anteriores. 2 . - Una segunda que se extiende hasta 1880, en la cual se re­
La diferencia -determinada por el momento histórico de fleja, a nivel legal, un cambio de actitud. Una política com­
su surgimiento, por la estructura económica y por el avance pulsiva, una evidente limitación en su expansión y, en los últi­
del capitalismo a nivel mundial- no sólo con aquél, sino con el mos añcs, una actitud agresiva contra la institución, sustituye
res�� de países centroamericanos, se dá en el énfasis en la apli­ a la anterior. En los hechos se observa.una creciente confron­
cac1on de uno u otro o en la forma que adopta su combina­ tación entre comuneros y terratenientes y grupos en torno a la
ción. En el caso salvadoreño, como intentaremos mostrar es posesión, o mejor dicho, desalojo de ejidos y commíidades.
cl , saqueo de las tierras comunales el que se convierte en' den­ 3 . - Una última, que va de 1881 a 1896, caracterizada por un
tral, contrario a los casos guatemalteco y mexicano, entre ataque frontal que se inicia con las leyes de extinción de las
otros, donde, el ataque frontal se produce contra la propiedad formas comunaks a partir de 1881.
de la Iglesia o a costa de las tierras públicas.
86 87
Intentaremos ver muy rápidamente las dos primeras, pa­ Ello da i nicio a una serie de medidas encaminadas a obli­
�a concentrarnos en la última. gar a ejidos y comunidades a la siembra del café u otros pro­
En 1 8 2 7 , unos pocos años después de la I n dependencia, l a ductos de exportación, aunque �por lo menos a n ivel legal­
Asamblea Ordinaria del Estado de E l Salvador emite un decre­ no se produce un claro viraje en relación a la i nstitución como
to otorgando tierra a los pueblos que no la tuviesen, de acuer­ tal. 7]
do al "sistema antiguo de tierras comunales". Este decreto no Al margen de las disposiciones legales, viene un proceso en
solamente se concreta a la distribución de tierras nacionales el que la institución es atacada de hecho, especialmente en la
(antes realengas), sino establece, para su cumpl imiento, la ex­ zona Occidental y en las zonas de la Meseta Central en las que
propiación mediante indemnización, de tierras de propiedad se expande el nuevo cultivo. Uno de los tantos incidentes re­
privada. 3] cogidos corresponde al de ! zaleo en 1 8 7 5 : " La semana pasada
Otros acuerdos típicos de este período son el de 1 8 5 5 e n ha sido poco fecunda en acontecimientos pero los pocos qu e
e l que a l fundarse l a ciudad d e Santa Tecla s e contempla, como han tenido lugar han sido muy significativos. Ya saben nues­
ha sido la tradición, las tierras cj idalcs aunque en este caso se tros lectores por este d iario la desgraciada i ntentona de !zaleo,
impone la condición para su usufructo, de dedicar una cuarta y el resultado que ha tenido. Unos cuantos inocentes sugesti­
parte al cultivo del café; los que corren, por otro lado, en el nados por gentes aviesas malintencionadas creyeron que se ata­
año de 1 86 1 incentivando a comunidades y ej idos a la siembra caban sus derechos con la venta de un terreno ejidal y en vez
del café, mediante el reparto gratuito de almácigos o la exen­ de acudir a los tribunales competentes fueron arrastrados a la
ción de servicio militar o impuestos. 4] desobediencia y la rebelión. Los tribu nales aplicarán el condig­
Esta actitud , que corrcsp<>nde a lo que hemos llamado una no castigo a los culpables". 8]
primera fase, es congruente con el impulso de la econom ía añi­ En su excelente trabajo, Brown ing ha recogido u.rn serie
lera en la cual este tipo de tenencia ten ía gran i mportancia. Ya de casos sobre la expropiación de hecho a terrenos comunales
hemos mostrado en el capítulo anterior como, a la época colo­ ubicados en diferentes regiones del país : Texistepcquc, Ostu­
nial, la mayoría de la producción añilera proven ía del "poqui­ ma, San Miguel, Santa Tecla, etc.
tcro " ; por otro lado, ésta constituía el n úcleo de la fuerza de No necesitamos, entonces, abundar en ello. No obstante
trabajo, bien e n forma de jornaleros, bien de habil itaciones. deseamos c itar �n caso típico, el de J uayúa, ubicado l'l1 el de­
El considerable aumento del precio d el café que se prest·n­ partamento de Sonsonatc. " Los datos h istóricos que se tienen
ta en el mercado mundial, 5] sumado a las crecientes dificulta­ del pueblo de J uayúa en el centro de este distri to cafetalero
des para la colocación del añil como consecuencia de la debili­ occidental -- d ice - muestran la transformación de un pueblo
dad cada vez mayor de mercados como Manchcster, Liverpool rodeado de tierra comunal en una población rodeada de plan­
y Rottcrdam, además del proceso de obtención de colorantes taciones de café, de propiedad privada. l lacia 1 8 5 8 , tres p ro­
químicos hasta desembocar en 1 879 en ia isotina y en 1 882 en pietarios privados habían plantad o 40.000 arbustos de café,
la substitución artificial, 6] llevan a un proceso de intensifica­ cerca del pueblo. Un cafetalero in migrante francc'.· s, Luis Wa­
ción del cultivo y al in icio de las contradicciones entre la es­ tall ín, empicó a 1 00 trabajadores en su plantación y demostró
tructura económica condicionada por el añil y las necesidades su posición y su riqueza rentable, con la construcciún Je una
planteadas por el nuevo cultivo : mano de obra, mayor cantidad mansión vasta y ostentosa, ' la casa de cristal' . Otro cafrtak-
de tierras, capital, transportes, etc.
88 89
r
! ro, el G ral. -Francisco Salaverría había ampliado su plantación
de café tan rápidamente que, en 1 8 5 8 , le escribía el Pdte.
Gerardo Barrios: 'Cuando los cafetos que ha plantado den sus
de la fracción cafetalera. Para Castro la ruina de los agriculto­
res del departamento, la disminución de las cantidades de ar­
frutos, le nombraremos Conde de Zalcoatitán y Marqués de tículos de exportación, se deb ía a cuatro causas:
J uayúa ( ... ) Pero esta prosperidad no era compartida por todos La P.rimera. importante para nuestro tema "la falta de le�
yes que reglamenten el cultivo de terrenos ejidales, ya que no
. los habitantes (que) habían perdido sus tierras comunes tradi­
cionales en tal magnitud, que pasaron a manos de los terrate­ es posible por hoy, convertirlos en propiedad particular"
nientes privados, hasta el grado de que para ampliar la tierra (Subrayado R.M.).
comunal era necesario comprar terrenos a las propiedades ve­ Debido a esta falta de leyes y a la tendencia a la "vagan­
cinas. ' F.n el caso de J uayúa -concluye- la abolición de las tie­ cis", Castro concluía que " la agricultura necesita brazos y no
rras comunales en 188 1 sólo leg;i.lizó el procedimiento de ena­ encuentra; o tienen los agricultores. que pagar jornales tan cre­
jenación de sus tierras, que estaba ya bien avanzado. La última cidos que absorben en gran parte sus ganancias. . . "
reacción de los pueblos ante esta situación se dcmostr6 en Vemos acá la necesidad de modificar una estructura agra­
1 9 32, cuando J uayúa se convirtió en el cuartel general de la ria, que en el caso del añil era congruente con pequeños pro­
re,•uelta campesina de mayor importancia que ha ocurrido en ductores, hacia una más c_o néentrada que a la vez permitiese
América Central." 9) la abundancia de mano de obra.
En efecto, antes del levantamiento de 19 32 que a nuestro La medida propuesta, suponemos. que mientras "no es po­
juicio tiene como causa central el despojo de tierras y como sible (. .. ) convertirlos en propiedad particular" son " Leyes que
elementos catalizadores el desarrollo ideológico del movimien­ coarten la libertad de cultivo en terrenos ej idales ; que se im­
to popular y la crisis de los años treinta, estos hechos habían pongan las obligaciones a los enfitiutas de cultivar en la mitad
llevado a motines y levantamientos campesinos como los del de dichos terrenos artículos de exportación, como, café, añil
12 de agosto de 1872, 16 de marzo de 1875 y después de la y, en el resto el buate y los necesarios para el consumo".
aplicación de la ley de extinción a los del 14 de marzo de La g:gunda causa, Íntimamente relacionada con la ante­
1 8 7 5 , 2 de enero de 1885 y 14 de noviembre de 1898, última rior, ya que la falta de mano de obra estaba determinada por la
en la cual el campesinado cercenó las manos a los J ueces Par­ propiedad de medios de producción de la mayoría de campesi­
tidores Ejidales. 1 0) nos, era "la falta de reglamentos de trabajadores" . Estos, de­
Este acoso de los propietarios contra los cjidatarios y co­ cía Castro, "sacan lo que llaman una tarea en las horas de la
muneros no es más que el reflejo del pensamiento de la clase mañana (no es posible hacerlos trabajar más) y pasan el resto
dominante en torno a la estructura económica vigente y cuya del día en la vagancia y la olgazancría (sic) . Reglamentando
más acabada expresión se encuentra en un documento oficial las horas de trabajo del modo más éonveniente y adecuado,
redactado en 1 874 por el Bachiller Pasante don Esteban Cas­ creo que se hará un gran servicio a la agricultura, ·-t la moral y a
tro por comisión de la Municipalidad de San Vicente, eje del los jornaleros, pues el agricultor aprovechará el tiempo, tesoro
cultivo añilero. 1 1] inestimable, y aquellos ganarán el doble y ai'.Ín el triple si se
El documento recoge en forma clara los diferentes ele­ quiere, empleando todo el d ía su fuerza en labrar la riqueza
mentos· de_ la estructura económica que entraban los intereses pública".

90 91
La tercera "el ganado vacu no ( . .. ) q ue muy directamente Los resultados de l o s informes y algunas estimac io1ws :1 pa­
ha contribuido a la ruina de muc hos agric ultores", estaría indi­ reccn tabulados en el cuadro No. 19 y cuyo detalle por dl'par·
cando la necesidad de un cambi0 técnico en relación a los cu l­ tamcnto ha sido incluido en el apéndice estad ístico. Co nvil'llc
tivos. M ie n t ras la ganadería fu é impu lsada y era compatible resaltar algu nos aspectos :
con e l cultivo del añil, resultaba inadecuada para el café. l . Dd total de catorce departamentos, n ueve p resentaron u n
La cuarta y ú l tima causa sc,i alada era la " falta de capita­ i n forme dernl lado d e las tierras comunales. De los tres rcstan­
les " . Esta falta de capitales estaba relacio nada con la forma de tl·s, el de Ahuachapán presenta un i n forme pu blicado en abril
financiam iento del añil, ya descrito en el cap ítulo anterior. de 1 880, el cual no parece responder a la dem:tnda .del gobier­
Este sistema resultaba totalme nte i nadecuado para el café, que no central, ya que no informa sobre Ejidos y Comu n i dades en
por el avanéc de las relaciones mercantiles, se luchaba ya por la forma concreta, aunque h ace rc!aciún a ellos en d iferentes as­
creación de u n "banco agrí cola h ipotecario" o por una "so­ pectos ( ver cuadro respectivo en apéndice) . 1 2] Los dos res­
ciedad de agricultu ra" que "con la garant ía del Gobierno o con tantes, l.a Paz y La U n ión no presentan n ingún informe.
hipotecas su ficientes traiga cap i tales del e x terior para p restar 2 . .E n todos ·l os i n fo rmes, con excepción de Chalatenango y
d i nero al interés legal a los agricu ltores". La Libertad, sólamentc se hace referencia a terre nos ejidales y
Dejando. de lado, por lo p ronto, los dos ú l timos aspectos no a las comunidades i n d ígenas , aún en el caso de aquellos
señ alados por Castro, en el fondo l'c mos la total i n adccuaciún dos departamentos, las comunidades sólo están referidos
dt: la estructura económica a la n ueva situa ció n . Para el la era cuatro pueblos : Tcj utla, Palma, San Ignacio, para el p rimero , y
necesario, por u n lado, u n sistema dt· tralJajo, u n a forma d e ex­ San Marías para el segu ndo.
plotación, que ya no se h ase <·n .formas ex tra-económicas, 3 . La falca de datos sobre comu nid a<ks p , >d r í :1 sn i n terpre­
como las h ab i litaciones, Lis leyes con tra vagancia y en parte, tado como una clara indcfiniciún con los ej i dos. Ln cierto mo­
el colonado o arrendamiento. l •: sto, en sí mismo ya requ iere mento, au nque no referido al per íodo que estudiamos , B row­
de la c x p ro p iaciirn de los c u l t i v a d o n:s, lo yuc además se rc­ n i ng asienta : " /\ unquc en El Salvador e ra corriente denominar
fueu.a por la n e cesidad de rnayorc:, <'X tcnsio n cs de tierra para eji dos a las tierras que se asignaban a l as munici palidade5 y tie­
el cultivo del cafr. rras com unales a las que reservaban para cóm u n i d a des indí­
/\ntes de analizar los decretos de l'X cin ción en sí mismos, genas, la naturaleza del ase n tamiento español y b reorgani za­
veamos el peso de las tierras comunales e n la estruc tu ra agra­ ción agríco.la y social estimu laba la aplicación fortu i t a e in ter­
ria salvaiforcñ a a 1 789, p;;ra tener u n a cLu a idea de la inte n s i­ cambiable .de ambos términos. Nunca h ubo una clara dife­
t
dad del proceso e inten tar medir sus c f :cros. rencia entre los dos". 1 3 1 Para el caso dd i n fnrn1e en referen­
E n atención a acuerdo del M i n isterio de Collt' rnaci(rn ,k cia co11 sidcramos, tomando en cuenta <':stud ios anteriores, 1 4 1
julio 26 de 1 8 79 las diferentes (; ubernacio nes Departamen tales q u e no fueron incluidos los terrenos comunale'.¡, s i n o sólo
presentaron un " i n forme s v c i n to sob re los terre n os que haya aquellos bajo la jurisdicción de alcal d ías y, por lo tanto, de las
en la poblaciÍ>n dci De partame n to , sin acortarse v rq1;1rti rse y gobernaciones.
cuál sea su extensión, ,tsí como sobre el GÍ non cstahlecido por .
4. Para poder estimar la significación de ej i d os y l as comun1-
el uso de d i os, y ia ex iste ncia dt· d i nero q u e haya en cada u n o dades declaradas e n relación al territorio, tan to total como
de los fondos mui;icipa!cs " . agrícola, ha sido necesario recurrir a datos recientes. En el p ri-

92 93
mer caso, y ello no requiere mayor justificación se u tiiizó las
estimaciones provisionales de la Dirección General de Carto­
grafía, realizadas en 1 96 1 . Para 1 8 78 ya Ahuachapán y parte
de Sonsonate habían dejado de depender admi nistrativamente
del Estado de Guatemala, como sucedió en la época colon ial.
En relación al territorio agrícola, el supuesto es que para 1 87 8
era el m ismo q u e para 1 9 5 0 ; .ello debi ó hacerse por la falta d e
datos concretos. No obstante, creemos q u e c o n ello no s e ses­
gan notoriamente los resultados. La mayoría de i n formes y
autores esti man que para la independencia la mayoría del te­
rritorio estaba cubierto por unidades agrícolas, en una propor­
ción casi similar a la del año tomado como base. 1 5] Ello es
fácilmente explicable por la densidad demográfica ya existente r-: � � � � � M O
oó N
y el tipo de topografía del país. ..... � oó � � o,

I ntentemos, entonces, un análisis de los <latos arrojados


por el c_e nso de tierras comunes, realizado en 1 87 8 .
El cuadro resumen No. 1 9 , muestra q u e la superficie total
declarada cubierta por terrenos ejidales ascen d ía 2 1 0. 200 hec­
táreas, de las cuales el 60.2 por ciento estaban acotadas y dis­
tribuidas. Medidas en térm inos de territorio total del país y
del agrírnla, ello signi ficaría que solamente las tierras ejidales 0\ 1,Q O 0 0 N

de los once departamentos declarantes cubría:n el 1 2 . 9 y el -.ó


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1 7 . 7 por ciento, rcsp_cctivamente. ..... � '.:! � �

Si se estudia en detalle los datos correspondientes a cada ..... ..,. � ...-. 0 1""-

uno de los departamentos (Cf. cuadros del apéndice), se verá :; g ;:; ;! � i


0 - \O N V) r'l
N � \O a,; ,...;
que por problemas de recolección las cifras son parciales (las ,§

de los departamentos declarantes) ; por ejemplo los pueblos de ·�


X -.o o ,- o v; o °'
San J acinto, N ejapa, Guazapa y Panch imalco del Departamen­ �!3 �vi �..-') �-< �V) �= � �
to de San Salvador no sum inistraron datos.
zo
Si al total de tierrns ejidalcs i n formadas se agregan algunas
tierras de comunidades indígenas dadas por los Departamentos
de Chalatenango y La Libertad (Ver cuadro 1 9 y el apéndice),
que en conjunto ascienden a 47. 3 2 3 hectáreas, el porcentaje de
ej idos y comunidades rn relación al territorio agrícola sube al

94 95
2 1. 7 p o r ciento. Scguimüs sosteniendo c.¡ue los d atos sumin is­ como unos de ,los que en eL país" perd ieron, en favo r de las
trados, en térmi nos generaks co rresp ondieron a tierras cj idales plantaciones comerciales, todos los derechos de propiedad de
y por lo tanto no incluyen las Comu n idades I n d ígenas. sus tierras com u n ales". 1 8]
Trataremos, con el objeto de ajustar un poco más las ci­ Pero en el i nforme de 1 880 que se ha incluido hay refe­
fras, de hacer algunas consideraciones hipotéticas en torno a rencias; aunque no cuantificadas, en relación a tales fierras.
los tres Dt:pa rtamentos c.¡ue no aportaron datos. E n el caso de Ataco se habla de un cafetal llamado " El Co­
S i se toma en cuenta que las tierras comunales - · 1•:j idos y m ún" ; en J uju tla se habla d 1: que no se hace efectivo el cánon .
Comu nidades ·· fueron sufriendo ajustes y rcestructmaciones igual para Guamango y San Pedro P ustla. 1 9]
Todos estos elemen tos n os permitirían ubicar la sign ifi­
a lo largo de todo el p e ríodo colonial y post-independe ncia c:n .,
función del t i p o de cultivos, pero q u e nu nca desaparecieron en cac10n de las tierras comu n es en Ahuachapán , en forma muy
los m ismos, sin duda podr íamos obtener algunas tende ncias cercana a las de Sonsonare, que es del 34.0, en relación al terri­
torio agrícola ; no obstante, tomando en cuenta que la zona de
con hase al levantam i e n to hecho por A n tonio G u tiérrez y
Ulloa en 1 80 7 , es dec i r unos pocos a11 0s an t't·s de la I ndepc:n·· los I zalcos fue d eje del cacao, que el bálsamo alrededor del
c � al giraban también asentamie ntos comunes -·tenía importan­
dcnc ia. 1 6 1 Para fac i litar esras proyecciones sc: i n cluye el cua­
cia en tal departamento - - , su e x tensión leveme nte mayor, el
dro resumen N o . 20.
porcentaje n o bajaría del 20 por cien to del territorio agrícola
En el caso de J\h uaehap;Ín el i n fotmc de G utiérrez y Ulloa
y un 1 3 por ciento del territorio total, aproxirr1adamente.
no t i e ne ning ú n dato, p ues este D cparcan 1cnt o o Partido en la
En los casos de La Paz y San M iguel, sólo podría esti marse
¿-poca depend ía adm i nistrativamente del Es tado de G uatemala.
r � cu rriendo a los i n formes de C u tié-rrcz y Ulloa. �✓o obsrante,
S i n embargo h ab r ían algu nos elementos de j u icio para estimar
solo puede lograrse u n a visiim gl'nnal de la importancia de las
las tierras en ej idos y comu n i dades :
1-: tttrL' 1 5 '/ 5 1 1 C,40, especial mente, las 1,onas de Siln ta ,\na ncrras comunales en el caso de l .a Paz (en G u tiérro. . aparece
d1v1d do en, los Partidos de Olocuilta y Zacarecoluca), y a que
y ,\ h uachap:.í 11 fueron consid eradas como zo nas d e mayor pro­ '. _
n o da nmgun dato de extcnsión en el caso primero y sólo par­
ducciún en Ct' 11troamérica y M C:·xico de cacao, como puede ver­ :
cialmen te en el segundo. Segú n tal i n forme, de un total de 4 7
se en los rna·pas 4 y 5, elabo rados por M e! ,t·od. 1 7] Tornando
explotaciones en ambos partidos, dieciseis eran de propiedad
en cuen ta, corno ha demostrado 8 rowning, q u e la p ro d ucción
común ( pueblos de i nd ios ladinos, redu ccio nes y cofradías) , 0
de cacao giró e n torno no de las hac iendas sino de las tierras
se;i el 2 7 por cie nto de número total , ci fra aproximada a la de
comunales, que entregaban el cacao como pago en tributo al
S an V icente. Para el caso de S a n Miguyl, el in forme - según
cncomen,dero, resulta lógico que tales formas de tenencia tu­
consta en el libro citado fue extraviado.
viesen la m isma importancia que e n el caso del Departamento
Si sé,lo i¡icluimos el caso de Ahuachapán con base a los
de Sonsonatc y que siguieran u n a evolución histórica simillrr
porcentajes de tierras comunes estimadas, tend ríamos sumado
hasra 1 8 78. l .a importancia que los mismos ten ían es ·avalado,
a los datos de los i n formes, u n tqtal para d oce departamentos
asimismo, por la reacción que se produjo con m o tivo del lc­
de 28 1 . 2 94 hectáreas, que significarían, agregando la e x tensión
v_antamie1Ho de 1 9 3 2 ; 13ro wning, p o r otra parte, s,1iala much os
total y agrí cola Je Ah uachapán, el 1 6 y d 22 por ciento respec­
de los pueblos de /\h uachapán - ·Tacuba, !\taco y J\paneca --·
t1varn c ntc, ,mcluycndcf las tierras comunes ,.kclaradas. Suma­
dos La ('az , q ul' tenía tanta importancia en la producción aii i-
96 97
lera como San Vicente y San Miguel, el porcentaje del territo­
rio agrícola cubierto por tierras eji<lales, más las comunales
declaradas, andaría por el 25 por ciento aproximadamente.
Sostenemos que las tierras comunales no fueron declara­
das en el i n forme de 1 8 78, pero nós resulta totalmente imposi-
. ble -precisamente por la ambigüedad que menciona B rowning
en cuanto a la denominación correcta- estimarlas en informes
anteriores. En todo caso si se toma en cuenta que a 1 807 , se­
OO t-- 1'- f'"l l'-
M -.::t N .......; r-l
OO O f'"l l.0 "-0 ..-1 1'- V-J VJ
V'I N M VJ M ('l
"'N gún los datos de Gutiérrez y Ulloa, podía estimarse una super�
ficie- no menor de un tercio cubierto por haciendas; que apro­
ximadamente un cuarto del territorio a 1 9 5 0 no estaba desti­
nado a usos agrícolas, por diferentes razones -tierra no agrí­
cola--- ; que sólo a partir de 1 864 - como hemos tratado de
demostrar-- se impulsa una fuerte descomposición de estas for­
mas precapitalistas ; si se toma en cuenta todo ello, decimos,
puede estimarse que no menos del 40 por ciento del territorio
..-1 0'\ r-< '"T N '-O '<:t Vl O
N ..-1 ("'·l ..-1 .--,

nacional estaba cubierto por tierras ejidales · y comunidades


o
N en el momento de levantarse el censo de 1 878. Esas serían las
o •n v-¡ M O'\ r<) VJ ..-1 00 0
tierras que se afectarían con el proceso de extinción <le Ejidos
z
..-! 0"'1 0"'l f""'". r<) l"I V) N f'"l

2 y Comunidades, cuya ejecución se extiende durante los si­


'il
B guientes veinte años, aunque se concentra en los primeros diez,
según todas las evidencias. Esas serían las tierras que dentro
'-O -sj• M M V) _ .-< V-¡ M 0
M � M 'r\ M V"l '-11 «ct" "-T del proceso de Acumulación Originaria pasarían a integrar la
parte constante del capital (e) y de la cual serían separados los
productores directos para i ntegrar el mercado de trabajo y
crear un mercado interno limitado al pasar los productos de
tales tierras a i ntegrar, en pane, por la articulación externa, la
parte variable de capital ( v).
"""' V camos ahora el inicio y desarrollt; del proceso de Acu­
mulación Originaria, e11 lo que se refiere a tierras comunes, a
parür de las leyes de extinción de Ej idos y Comu n idades,
dejando los efectos para una parte posterior, en que se consi­
derará todo el proceso, como resultado de la aplicación de to­
dos los mecanismos.
Fl informe de 1 874 que Castro cita en 1878, así como las
propuestas que hace en relac ión a los problemas que enfrenta
98 9J
·d a1i il rnuestra ya claramente la decisión lk t ransfo�mar la da " l ,cy de Extincí ún <le ComuniJa<les" que, <le acul·rdo a
propiedad com unal en propi edad p rivada. Dentro dl· ral deci · nuestras estimaciones anteriores estaba destin ada a afectar a
sión, que refleja la de la fracción eafrtakra ahora va en franco un 1 S por ciento, aproxi madamente, del territorio agrícola.
dominio de los aparatos <le Esr:ido, no hay dud,1 ·-dada la es· El decreto es un claro ejemplo del l iberalismo criollo . do­
fruetura eeonfonica, el tipo de relaciones de p rod ucción y los minante, de un i nd ivid ualismo ·extremo, acomodado a la nece­
condicion.antes externos que la ideología q u e a veces se mani; sidad de ampliar l as relaci ones mercantiles. En efecto algunas
fiesta en el sentido de ado ptar u na "vía fa rmer", rc�ultante de frases dd ú nico considerando se1ialan :
entregar a l os propios comunerós y ej idararios la pro p iedad de "(Considerando) que la i ndivisión de los terrenos poseídos
las· parcelas -como uc,n-rió en el caso costarricense - no tenía por comunidades, impide el desarrollo de la agricultura, entor­
la. menor perspectiva, n<' pasaba de ser u n a id eologizaeión de pece la circulación de la riqueza y debilita los lazos de fa fami­
un reducido sector. Ello lo ,kmucstra el ataque de· h<:cho a ta­ lia y la i ndependencia del individuo ( ... ) Que· tal estado de
les i nstitu c iones para eoncentl'ctr tierras en las fi neas cafetale­ cosas debe cesar cuanto antes, como contrario a los principios
ras. Sin duda alguna, el mis1úo ccnso,. na y a.u n a fo rm a ,k i m- cconúmicos, pol íticos y sociales que la República ha acepta­
. plementar el pro ceso p ostni or, igual que lo funon las ú l t i mas do"
med idas para incentivar el eulr ivo d el cafr en tierras comu na­ J•: n el fonclo de tales considerandos encontramos, funda­
les ; i ndcpcndicntcrrn: ntc ·de los resu ltados obtc·nidos, su extin­ mentalmcnrc , la necesidad de t ierra que se integre al capital de
ciírn estaba conll'mplada y ellos no snían m.ís que otros i ns­ la actividad cafetalera y la necesidad de mano de obra "libre " .
trumen tos para la acumulación de capital. l .u a nterior es da­ Los cinco artículos que constituyen e l cuerpo d e l a Ley
ramcnlc aceptado en u no de los cons.i derandos de la Ley de establecen los procc<limientos de la partición, pero lo fu nda­
F xtinción de Ejidos, el l c r<:no, donde se manifi esta : " que las mental es que, según ella, los comu neros, o compradores de
disposiciones e m i t id as para ext i ngu i r el sis1 e111a cj idal por me­ derecho <le las mismas tierras o cualquier otra persona que tu­
dios ind irectos, n o han riro d u c i d o todos los efectos que tuvo viese " otro título legal " , serían considerados dueños legítimos
en m i ra d lcgisladm" 20j y ello, a su v,·z , shlo t'S secuencia de de la parte q ue tenían en posesión. 2 3)
la decisión tornada por d Cohinno en 111arzo.. d e 1 8 80, en La aplicación de la Ley vino a fu ndirse con la Ley de Ex­
forma públ ica, d ond�· se señala la necesi dad "imperiosa" de tinción de Ej idos, emitida casi un año después, el 2 <le marzo
coiwertir tales tierras en "pro p iedad privada". "S,· ha creído de 1882, mediante la cual se afectaban las tierras mu nicipa­
les. 24]
i nd ispensable ·- d ice el i n fo rme -· redu c i r a pro p iedad particular
El espíritu <le los considerandos era el mismo del de la Ley
los ej i dos <le los pueblos, y que sus moradores se d ediquen a la
de Extinción de Comun idades: el sistema ejidal era un obstácu,­
siembra de plan tas pe rmanen tes y Je producción exporta-
lo al desarrollo Je la agricultura en tanto anulaba los beneficios
ble ... " 2 1]
de la . propiedad en la mayor y mejor parte del territorio. La
Dentro de esros ataques de hecho y no obstante la favora­
Ley recoge ciertos aspectos que es necesario recalcar para efec-
bk respuesta de gran parte Je los ejidos y comun idades al de­
tos de análisis: ·
creto de 1 789 mediante el cual se· les ol,Iiga a dedicar n,iando
l . A los poseedores d e terrenos eji<lales, se les consideraría
menos u n cuarto de la ex t ensi[rn a la sil'mhra Je café caeao o
dueños exclusivos y propietarios legítimos de los terrenos. Los
hule, 22] fechada 1 5 de fr!'irero de 1 88 1 secmi tc la dl:IH>mina-

1 00
1 01
títulos, siempre que los solicitaran, serían entregados por los La confusión creada por el saqueo a que se vieron someti­
Alcaldes, excepto en aquellos terrenos que por razones de uti­ dos en su mayoría los ejidatarios y comuneros se refleja, a ni­
lidad pública se reservaba el Estado en propiedad. vel legal, en una serie de decretos aclaratorios, o que toman
2. Se concedía un plazo .de seis meses para el proceso de ob­ medidas adicionales en cuanto a la extinción, que se extienden
tención de títulos. hasta . 1 897, en que el Estado se "desapodera de los derechos
3. Como forma de indemnización a las municipalidades, el que le corresponden sobre los terrenÓs de las comunidades y
beneficiario debería entregar seis anualidades i r:i mediatamente ejidos que volvieron a su dominio". 27]
o en el plazo de cuatro años con intereses, en los casos de estar Algunos de los principales decretos a partir de las Leyes de
pagando cánon ; en caso contrario se le entregaría la propiedad Extinción de Com1.midades y Ejidos fueron :
sin ninguna remuneración. Un dato importante sobre el valor l . Acuerdo del 1 3 de septiembre de 1 882 , mediante el cual
aproximado de pago y que muestra posteriormente una de las ' se extiende el plazo para expedir los títulos de propiedad
formas de acumulación de capital se da en el Decreto del 27 de de tierras ejidales hasta el 3 1 de Diciembre de 1 882 , es
marzo de 1 897 ( conocido como Ley de Titulación de Terre­ decir· por tres meses adicionales al plazo de seis meses
nos Rústicos), en cuyo artículo sexto se establece el valor' de concedido en la Ley de Extinción.
cada manzana, para efectos de pago a las municipalidades, en 2. Acuerdo del mismo 1 3 de septiembre, mediante el cual se
$ 3 .00 ( tres pesos). Tomemos como parámetro algunos sueldos acuerda suspender la venta en público de tierras ejidales
de la época. El tres de abril de 1 880, por ejemplo, aparece el no acotadas, a fin de que los vecinos de las poblaciones
siguiente acuerdo del Ministerio de Hacienda y Guerra: "Care­ pudiesen presentar solicitud de ser favorecidos en distri­
ciendo de Auditor de G uerra la Sección J udicial de Orierite por bución de parte del Ejecutivo,
renuncia que de este empleo h izo el Lic . . . . . , . . . .. . ; y teniendo 3 . Decreto de febrero 1 7 de 1 88 3 , en el cual se concede 8
presentes las aptitudes del Sr. Lic . . . . . . . . ....... , el Supremo Go- meses adicionales a las Municipalidades para continuar ex­
bierno A C U E RDA : nombrarlo Auditor de Guerra de Oriente tendiendo títulos de terrenos cjidales.
con el sueldo de sesenta pesos mensuales que se le pagarán en 4. Acuerdo del 20 de febrero de 1 88 3 dando por válidos los
la Administración de Rentas de San Miguel". O este otro, del títulos extendidos por las Alcaldías, aún cuando se hubie­
Ministerio de Instrucción Pública y Beneficencia: " No habien­ se omitido expresar la procedencia del dominio munici­
do en la Escuela Normal, Cátedra de Idiomas, por el presente pal sobre los terrenos.
el Supremo Gobierno acuerda: establecerla nombrando para el S . Acuerdo de diciembre S de 1 88 3 interpretando los artícu­
desempeño de ella al Sr. . . . ............ en quien concurren las cua- los 40. y 7o. de la Ley de Extinción de 1 882 y dando, en
lidades de ilustración y demás aptitudes que se refieren, con consecuencia como válidos los títuli)s extendidos por las
la dotación de cuarenta pesos mensuales. Comuníquese". (Su­ Municipalidades.
brayados de R.M.) 2 5] 6. Acuerdo de Marzo 6 de 1 884, concediendo tres meses
Ello hace explicable -una vez desplazados los comuneros más, hasta el 6 de junio, para extender títulos sobre terre­
y pequeños campesinos- esa frase de Torres Rivas, referida a nos ejidales.
Santa Tecla: "los principales residentes de la ciudad -docto­ 7. Decreto del 28 de abril de 1 892 en el que dado que las
res, comerciantes, militares y artesanos ladinos- fundaron fin­ "disputas ( . .. ) continúan teniendo en perpetua alarma a
cas de café con la tierra de las comunidades". 26]
1 02 103
muchas poblaciones " , se faculta al ejecutivo para resolver
I ntentemos ahora con base a datos sueltos, ya que no e xis­
en cada caso l as d i sp utas rela cionadas con la extinci ó n de
ten sistematizados, estudiar la forma en que se realizó el pro­
" ej idos y comun idades".
ceso, en qut'.· afectó a lús poseedores de las tierras comunales,
F ste ,kcrcto . cs claro en relación a l os p roblemas en torno
aquélla en · que fa9oreció a los terratenientes, así como otras
a la d iscribuciérn de las tierras cj idalcs v las de comu nida­
características del proceso.
des que, en aqucilos casos en que no se habían titu l ado,
Como hemos señalado anteriormente, el esp íritu de las le­
hab ían pasado a propiedad del Estado.
yes da la i mpresión de buscar uaa vía de desarrollo del capita­
8. Decreto del 26 de abril Je 1 89 3 , rncdiante el cual el poder
lismo tipo " farmer", es decir un rompimiento de formas no
legislativo en in terpretac ión d e la Ley anterior del 1 1 de
capitalistas de produ cción --en ese caso ej idos y comunidades­
marzo de 1 88 2 , dá por válid,ts las actuaciones del Fj ecuti­
y un impulso, si n tocar a los terratenientes existentes, de l a
vo en la venta de los terrenos ej idaks a los poseedores
pequd1a h acienda campesina. El resultado, como trataremos
previa cotización de los p eritos, por medio del goberna­
de demostrar al caracterizarlo posteriormente, no fue ese. Las
dor, o en su basta públ ica si no estuviesen poseíd os.
razones son atribuibles a diferentes factores : de un lado al tipo
9. Acuerdo de septiemb re de 1 8 96 en el que da acuerdo a la
de estructura de pode r ; a l as demandas propias de un producto
i nt e rpretación anterior que autoriza también a los gober­
como el café que requería, a d iferencia del añil, mayores ex­
nad ores para otorgar escrituras sobre terrenos cj idales.
tensiones de tierra, una mano de obra " libre" ; a la naturaleza
10. F i nalmente, Decreto de la Asamblea Nacioha·l del 27 de
propia de la actividad que en su desarrollo se relacionaba con
marzo de 1 89 7 , en el que considerando que ti sistema eji ­
toda la estructura productiv a; por otro lado, al desarrollo mun­
dal s e ha extingu ido y q u e además es importante pasar a la
dial del capitalismo, en su etapa lmperialista, que liga la econo­
propiedad privada los terre nos que por no h aber sido ti tu­
mía al mercado internacional.
lados h an pasado a la nación, ésta se "desapodera de los
derechos que le corresponden sobre los terrenos de comu­ Estamos de acuerdo con el enfo que de Browning en el sen­
n i d ades y ej idos que volvil'ron a su dominio" y autoriza a tido de que los resultados de todo este período no son tan sim­
los alcaldes respectivos para otorgar t ítulos d� propiedad ples como para dejarla de lado con una frase --correcta, por lo
a los poseedores que lo reclamen y declara válidos los t ítu­ demás- que subraya el enriquecimiento de u nos pocos y la mi­
los supletorios otorgados por los ·mismos, aún fuera de fe­ seria de los más. Ello nos impediría apreciar el desarrollo pos­
cha. En el mismo se establece que los juicios pendientes terior de la formación social salvadoreña. Como base para una
se continuarán hasta su fenecimiento. mejor caracterización del fenómeno en la parte destinada al
Consideramos que este último decreto, no obstante los estudio d-c los efectos, i ntentaremos · a,ún con la falta de datos
juicios postcriore, que se exten dieron, incluso algunos en for­ caractcrístieos para los aiios que trabajamos-- ordenar algunos
ma tardía corno 1 9 1 2 y 1 966, marca ht consumación de la ex­ elementos sobre el prcceso de extinción, su velocidad y bene­
tinción de Fj i dos y Comunidades. ficiarios, en fu nción de zonas agrarias del país y en tanto se re­
Un cuadro sinóptico sobre las leyes y decretos menciona­ lacionan con el funcionamiento de las tradicionales haciendas
dos en relación a las autoridades encargadas de ejecución ha - -añ ilcras, cercalcras, ganaderas--- que siguieron subsistiendo,
sido preparado por J . Barriere y aparece en la sigu ien te pági­ las fincas cafetaleras que se beneficiaron más fuerte y d irecta-
na 2 8]
1 04 105
Cuadro No. 2 1 3) Ejidales que pasaron a la
Nación Ord/Leg/6/ abril
Esquema de Leyes y Decretos relacionados con extinción de
comunidades y ejidos
1 889.
Poseídos-vende el Gobernador por escritura
División lo)Poseído. Comuneros a prorrata pública sin subasta_ Ley Extin. Ej.
L/24/2/ 1 8 8 1 (Art. lo. L) sometido a la aproba­
ción del Gobernador (Art. 2o. L.
y 1 7 Regl.) No poseídos vende Gobernador pública subasta.
1 ) Comunales 2o)Arrendados por la comunidad, el Ley Extin. Ej.
Admor. vende/escritura privada
Regl. / 1 /5/1 8 8 1 (Art. 4, 5 y 6 Regl.) a) Poseídos-vendidos por el Goberna­
3o)No poseídos/comuneros o suceso­ dor por pública subasta. L. Extin.
res, vende al Admor. por escritura
privada (Art. 7 Regl.)
Ej.
4o)Administrados/municipalidades b) No poseídos/vendidos por el Go­
divididos por Alcaldes (Art. 1 0 bernador en pública subasta.
Regl.)
l o) Terrenos no re­
partidos y no po­ Poseídos-los reparte el
seídos vende el c) Los comunales no di­ Alcalde.
gobernador e11 pú- vididos no se reparten
blica subasta, pre­ y pasan a la nación. No poseídos los reparte
via fijación de car­ Pagan canon señalado a
teles. (Art. BL.) la municipalidad, los el Gobernador.
poseedores
Poseídos
• Terrenos 2) Ejidales Art. 3 L. No pagan canon a la 4) L/Extinción de Comunidades 10/
Rústicos L. 2 marzo municipalidad los po­ abril/1 891 y Regl. 21 julio/91.
1 88 2 seedores.
2o)Terrenos de posee-­
dores que no pidie· 5) Ley de 1 897 Comunales que pertene­
ron títulos en el 27 marzo cen a la Nación.
plazo fijado-vende
el Gobernador en Ejidales que p,ertenecen a
pública subasta
previa fijación de
la Nación.
carteles. (Art. 9 L)

3o)Tcrrenos no enaje­
nados al año/las
municipalidades
pasaron a la Na­
ción (Ait. 1 O L)

106 107
mente del proceso y de pequeñ as econom ías campesi nas que
Los datos soprc apropiación de las tierras cOrn unaks por
pud ieron surgir, desde luego cn paso a su descompos ición pos­
tenatcnientcs nos estarían indicando que e n esta zona funon
terior.
absorbidas en dos dire cciones: por fracción emergente de ea­
D os eadcnas montaiiosas estructuran la orografía del país ,
fetalcros -cuya composición estudiaremos posteriormente- y
la Sierra Madre Centroamericana al Norte y la Cadena Costera.
donde el proceso del avance de las relaciones de p roducción
_al Sur. Estos sistemas configuran tres regiones geográficas bien
capitalistas tomaron mayor velocidad , aunque sin dejar de apro­
definidas :
vechar las relaciones prccapitalistas e xistentes y , la otra, por
a. Una planicie costera con una extension apro x imada de
los tradicionales terratenientes -los añ ileros, ganaderos, cere;­
2 000 kilómetros que alcanza una anchu ra máxima de 2 5 k i! C:i­
lcros-- qu ienes se apropiaron de tierras comu nales, reforzando
metros en la desembocadura del R ío Lcmpa.
las formas serviles de traba_i o a través del colonato, aparcería y
b. U na zona de laderas volcán icas, situada entre las dos cade­
otras formas de subtenencia.
nas antes citadas, que cubre un total de 6 000 kilómetros cua­
drados y que comprende suelos francos oscuros, suelos arc illo­ Aún cuando quedaron zonas en que las tie rras coffiunes
sos rojos de ar\tigu_a formación y finos franco-arenosos, expues­ fueron distribu idas entre sus poseedores, tal el caso de San Pe­
tos sobre capas dcvítricas de pied ra pómez blanca. dro Nonualco estudi ad o por Marroquín en el Departamento
c. Una zona de montaiias y colinas de antigua formaciiln, ex­ de La Paz 30] o el de las faldas del Volcán de San Salvador que
tendida al n orte del país rn un área apro x imada lk 1 2 .000 k i ­ comenta B rowning, 3 1 ] consideramos que ello no fue u n fenó­
lómetros cuadrados, c o n gran varic.:d<td de su elos. 2 9] meno predominante y que incluso la pcquel'1 a propiedad estu­
La zona cen tral ha sido por condiciones de clima y fertil i­ vo fundamentalmente basada en la compra o apro piación de
dad, el asiento más importante de los nú cleos de población tierras de parte de gru pos med ios de las ciudades como ante­
desde la época prccolon ial y por lo tanto la zona d e mayor riormente hemos comentado, más que en los propios poseedo­
foncentración de Ej idos y Comun idades In d ígenas. En la épo­ res.
ca que nos ocupa ésta fué la zona de ex pansión del café por ra­ Pc.: ro veamos algunas formas que adoptó la extinc1on de
zones climáticas - -alturas de 1 . 5 00 a 6 .000 pies - y por necesi­ ej idos en algunos lugares o zonas representativas, basándonos
dades de mano de obra. Los datos demuestran, y ésto es lógi­ sobre todo en la minuciosa búsqueda realizada por B rowning,
co, que esta zona fué la más rápidamente afectada por las leyes complementada con otros documentos.
de extinción de Comunidades y Ejidos y la zona donde los po­
La ciudad de San Salvador contaba según los info rmes de
seedores de tales tierras fueron totalmente separados de c.:llas,
1 87 9 con una extensión en terrenos cjidales do.: cuarenta caba­
expropiados. No existen datos de censo próximos al proceso,
llerías, 2 .. 5 60 manzanas. Esta cxtensi6n, que incluso estaba
pues el primer censo fué levantado hasta 1 9 50, pero aún consi­
exenta de cualquier pago como premi o al " heroísmo con que
derando la descomposición que siguió a los años que estu dias
defendieron su patria durante el memorable sitio de Mejica­
mos, especialmente la posterior a la década de l os treinta, es
nos", fue de las primeras en caer en manos de cafetaleros o
posible pensar en el alto grado de concentración de la propie­
grupos medios, i ntegrantes i ncluso del gobierno, que se desti­
dad que se dió en aquel momento y que sin duda andaría al­
naron bien al café bien a la urbanización, 3 2] con excepción ,
rededor de un coeficiente de 0 . 8 5 , promed io para todo el país
acaso, d e las zonas del volcán mencionadas p o r Browning.
en períodos posteriores.
1 08 109
Los ejidos del pueblo de Santa Tecla, repartidos en 1 8 5 6 nos hcmos rcfcrido, se ha visto rodeada también por un c írculo
p o r u n decreto del Presidente R afael Camp o entre los vecinos de café. Panchi malco, que ten ía extensas tierras co111u 11aks,
de N ueva San Salvador con la condición de ser plantados en perdió la mayor parte de ellas en brneficio de u n reducido nú­
sus dos te rceras partes con café , fueron a dar a manos de cafeta­ mero dc terratenientes. "
leros, i ncluso integrantes del gobierno, y como señala Torres Abclardo Torres ha sc1ial ado, aunque referido a todo el
R ivas, de " doctores, comerciantes, mil itares y artesanos la­ país : ''esta si tuación (del campesino) se agravó con los despo­
dinos " . jos que fueron secuela dd reparto de tierras, debido a la igno­
rancia de los campesinos quienes se vieron privados de las par­
E n e l caso de Santa María Ostuma, e l mismo gobierno, celas que ks habían sido adj u dicadas, med iante fr,,ude y vio­
antes de la emisión de la ley , revocó decisiones del C obernador lencia . . . " 3 4] y E Jclberto Torres l{ivas: " La h istoria agraria d e
de San Vicente obl'igando a tres hacendados a devolver la tie­ Guatemala v E l Salvador está llena de m illares d e pcque1ios
rra comú n . Fn I zaleo y Sonsonate iguai mente antes de la apli­ actos de rapiiia legal, apoyada en la fuerza, q ue persiguió es­
cación, muchos hacendados gozaban de las tierras ej idales, in­ pecialmente a los ind íg�·nas . . . " 3 5]
cluso dándolas --corno sc1i ala Brown i ng--- como garantfas de En la zona costera, destinada a cereales, ganadería y ev<::n­
crédi tos personales ; natu ralmcntc eran sus poseedores · u ocu­ tualmcntc al algodón, sin d uda la situaci ón fue me n os drásti­
pantes y por lo tanto con derecho al t ítulo al emitirse la ley. ca q ue en la Central, debido a su aislamiento. s·in embargo
En los alrededores de Coatcpe4uc, del Departamento de Santa subsistían Ej idos y Comun i dades rdaeionados con la explota­
Ana, los hacendados cercaron los ejidos para pasto de su ga­ ción del bálsamo, y el antiguo cul tivo dd cacao. Allí pudo
nado ; la m itad de la tierra ej idal de Tamani que, se había arren­ quedar en manos de los poseedores mayor can tidad de tierras
dado a un sólo terrateniente por 20 pesos anuales. En San comu nes, pero el proceso de apropiaciún se produjo igualmen­
Miguel se revocaba de parte del c ;obierno Federal la decisión te, sólo 4ue d irigido a los hacendados tradicionaks que suma­
del Gobernador en con tra las pretensiones de p ropiedad de u n ron a sus pro p iedades la tierra comunal y ej idal y reforzaron
hacendado que l as había ocupado por _años. F n J uayúa, del las formas prccapitalistas de explotación de la mano de obra
Departamento de Sonsonatc , al emitirse l a ley, todas las-tierras · mediante el colonato y la aparcería.
comu nes habían ido a dar a mano de tres cafctakros. 3 3) La zona norte, los datos posteriores relacionados con for­
mas de tenencia de la tierra y el tama1i o de las explotaciones l o
· En resumen y tomando casos, t ípicos que y a h emos señala­ demuestran, fue aquella donde el pc4ucño propietario tuvo
do, la situació n parece claramente planteada por Browning más posibilidades de subsistir, con relaciones particulares con
"muchos pueblos perdieron en favor de las plantaciones co­ las grandes haciendas existentes. Ello • debido a la estructura
merciales, todos los derechos de propiedad de sus tierras co­ determinada por el cultivo del j iquilite que se había desarro­
mu nales. Santa Tecla, 4ue fue el primer pueblo que experi­ llado en la época colonial y post independiente que continuó
mentó el control de sus ejidos, está rodeado completamente subsistiendo en tanto se trasladaba a.l cultivo de cereales. Ade­
por u n mar de cafetos. En el oeste, los pueblos como Ta­ más de ello ya en tal época constitu ía las tierras menos fértiles
cuba, Ataco y Apaneca representan espacios despejados aisla­ y más erosionadas del territorio. Lo anterior no impl ica, n o
dos, en un paisaje verde contínuo. Chalchuapa; a cuya historia obstan te, la no apropiación de tierras comunes d e parte de los

1 10 111
. ,,
,r. '·"'
..

hacendados. Sin ello no podría explicarse el predominio .co­ de captarse plenamente e n comparación con e l de otros países,
l�rado por latifundios en departamentos como Chalatenango, haremos antes de entrar en materia una breve relación a los
Cabañas y Morazán en donde en 1 87 8 las formas eji dales y casos de México y Guatemala, donde el ataque a la Iglesia
comunales estaban en mayor proporción que las privadas (ver -precisamente por su poder económico- toma prioridad
cuadros respectivos en apéndice esta d ístico) . como mecanismo de acumulación originaria.

En el p rimer país al tomar el liberalismo el poder en 1 8 5 5


inicia u na serie de reformas encaminadas a l a destrucción de la
b. I ncautación de los Bienes Eclesiásticos. propiedad no privada de bienes raíces, concretamente los per­
tenecien.tes a la Iglesia y a las corporaciones indígenas. Aun­
En toda Amc:rica Latina la creación de condiciones para que el ataque a estas últimas se i n ició en forma violenta, por
el surgimiento de relaciones de producción capitalistas impli­ razones de tipo pol ítico se reestableció su derecho a la tierra
có un enfrentamiento · con la Iglesia, tanto en el plano íd.eoló­ en 1 86 3 , con lo que, como se11ala Sergio de la Peña, "se defi­
gico tomo económico, por su alianza con los hacendados crio­ nió finalmente q ue el objetivo central de las Leyes de Refor­
llos y comerciantes que basaban su poder en la estructura pro­ ma era la destrucción del poder económico del clero y con esta
veniente de la Colonia.. Fn el plano estrictamente económico base, la formación de una sociedad capitalista". 3 6]
se requería - igual que con las tierras comunales- ·- del rescate
de los bienes de " manos muertas" para lanzarlas al m ercado, La primera ley emitida fue la conocid a como Ley Juárez,
así como el aprovechamiento de sus riquezas para impulsar los que derogaba el derecho d e los tribunales eclesiásticos a cono­
procesos de producción capitalista. cer asuntos civiles. En junio del a1i o siguiente se emite la " Ley
Este enfrentamiento, especialmente en ·c1 plano económi­ Lerdo", en la cual se establece la desarnortización de los bienes '
co, asumió diferentes matices en los distintos países de acuer­ inmuebles tanto de las corporaciones civiles como los de las
do al poder económico y desarrollo h istórico de la Iglesia mis­ eclesiásticas, p rohibiéndoles la adquisición de nuevas propie­
ma. En algunos países , por ej emplo, la lucha p or la ex propia­ dades. El objetivo de esta ley era sacar al mercado tales bie­
ción de sus bienes fue el e1e de la acumulación originaria, que­ nes, especialmente los de "Manos Muertas" , o sea aquellos p o­
dando en un segundo plano la relacionada con Ejidos y Comu­ seídos por la Iglesia en forma de gran cantidad de propiedades
nidades. En d caso de El Salvador, creemos que asu mió rasgos y otros recursos que p or costumbre y p or ley , no pod ían ser
de tipicidad muy marcadm, precisamente por la poca impor­ vendidos, la mayorí a de los cuales provenía de herencias de­
tancia que tuvo en el p roceso ; más bien creemos que su afecta­ jadas a la institución. J ,a idea eje era la, de que la Iglesia me­
ción asumí() vías indirectas, en el ataque a las comunidades (!iante un crédito h ipotecario convirtiese a los arrendatarios o
ind ígenas. inquilinos en propietarios de los inmuebles. La I glesia al pro­
Como consideramos que el peso mayor o menor que se hibir a sus propios inquilinos la adquisición de los m ismos,
dió en la política " l i be ral" b ien al ataque a tierras comu nales, propició su compra y concentración en manos de los comer­
bien a los de la Iglesia o a formas combi nadas es de suma im­ ciantes, sumado a la actitud deL gobierno que estando necesi­
portancia para explicarse la intensidad qüe asume posterior­ tado de fondos - e n forma de impuestos por la operación-­
mente la lucha de clases y que el proceso salvadoreño sólo pue- facilitó tales operaciones.

11 2 113
Sólo durante e l segundo semestre de 1 85 6 -segú n datos Para los bienes de la Iglesia el proceso se cunnc1 :1 en d
recolectados por De la Peña- se desamortizaron propit:dades Decreto 1 04 del 2 7 de agosto de· l 8 7 3 , como n:sultado de u na
por un total de 2 3 millones de pesos, creándose unos nueve m il serie de medidas que se han venido tomando entre 1 8 7 1 y
propietarios, en su mayoría inquilinos urbanos. 1 8 7 3 (expulsión de _¡csuitas, de capuchinos, cierre de monaste­
En 1 8 5 7 se continuó con la emisión de otras leyes, como rios e incautación de propiedades, cierre de conventos). Tal
la que pon ía en vigencia el Registro Civil y la secularización de decreto establecía la nacional il.ación de todas las propiedades
los cementerios, proceso que fue interrumpido con la cai'da de la Iglesia y su objetivo, igual que en el easq de la Ley J .crdo
del gobierno l iberal en 1 8 5 8 , en gran p arte propiciada por l a en México, era la abolición del sistema de " rnanos muertas" y
Iglesia. N o obstante, J uárcz i ntegra un gobierno l iberal inicián­ su transfcrc1Kia al gobierno.
dose una guerra de tres años que conectaría con la invasión
francesa. En los tres primeros años se dictaron cinco leyes : na­ 1\Ú n cuando no ex isten datos exactos se estimaba el valor
cionalización de los b ienes de la Iglesia sin indemnización algu­ de las propiedades de la Iglesia en 2 millones de pesos 3 8j ven­
na, y que induía la supresión de los conventos de hombres ; la di dos en subastas u obsequiados parJ estimular el cult ivo dt·I
valide'z kgal ú nica del matrimonio civi l ; la atribución del Es­ café y , en d caso de l os edificios, destinados a servicios públ i­
tado en el Registro Civil ; la secularizaciún de l os conventos de cos.
mujeres y , finalmente, la no obligatoriedad de las fiestas reli­
giosas. Este proceso fue acelerado al sn vencidos los consn­ l•: xisrl'n algunos daros 4uc pueden dar una idea de los bi,·­
vadorcs, interrumpido con la i nvasi,,n francesa, aunque Maxi­ nes afectados:
miliano sostuvo las leyes J uaristas, y reiniciado en 1 867 al ser
derrotados los franceses, aunque csraba casi concluido.
Sergio De la Pe ña estima que entre 1 8 6 1 y 1 86 3 t:l valor Ct1C1dro 2 2
de los bienes de la Igksia nacionalizados, y luego transferi dos
< ;ua tcnwl;, : l ngrc,,,s d e l Gobic fllll por la venta d e las
por venta o por simple entrega, ascendió a, aprox imadamente, rropicdadcs de la Iglesia.
60 m illones de pesos, lo que equivalía al 60 p or ciento de la
propiedad ecksiástica, lo que implicaría una afectación total ,
al terminar d proceso, de u nos 1 00 millones de pesos. AÑOS M ONTO FN PESOS
Estas serían, ya en la época porfiriana, las que pasarían en
casi su totalidad a manos de rancheros y hacendados en una
1 872 • 4 . 1 87
proporción del 97 por_ ciento de la superficie nacional.
1 87 3 2 6 .270
Podemos observar la velocidad del proceso, d enfrenta­ 1 881 6 . 1 22
miento central con la Iglesia, sin dejar de afretar hs tierras co­ 1 88 2 54 . 1 5 5
munes. 1 883 2.1 1 l
El caso guatemalteco es similar al mexicano, lo cual es ex­
plicable si se toma en cuenta las rdacioncs mantenidas entre
los dirigentes. 3 7] { l · ucntc: Harrick, opus cit. cuadro No. 4)

1 14 115

l
l'

fori'nas_ que habían quedado sin ejecución en los tex tos mora­
FI otro dato, relacionado con d capital usurarid que ma' zánicos: laicismo de la ensefranza, separación de la Iglesia dd
ncjaban, es el relacionado con créditos ohtenido� p or go? ier­ Estado, etc. 3 9]
nos conservadores de la Iglesia, crédito que al tmal deJO de E l proceso alcanza su culminación en 1 8 7 1, con el derro·
pagar el gobierno liberal : camiento del régimen conservador de Dueñas por el Mariscal
González. La oposición del clero a la promulgación de las
Cuadro No. 23 Constituciones l iberales de 1 87 1 y 1 8 7 2 lleva a la supresión
(;uatcmala: Deuda dd Gobierno a la lgksia C,1tÓliL-a R omana
del fuero especial y, finalmente, el decreto de expropiación de
( cifra en pesos)
los bienes de la Iglesia. El proceso fue acentuado por Rafael
Zaldívar ( 1 876- 1 8 8 5 ) , que estableció el Registro Civil y la se­
AÑOS SA LDO AL TOT AL PAGOS cularización de los cementerios.
3 1 DJ-: DIC 1-:N EL AÑO
Determinar el grado en que fué afectada la institución re­
quiere de una breve reseña sobre su dcsarr91lo. D urante la é­
1871 369.390 n.d. poca colonial, las p arroquias de la Alcaldía Mayor de San Sal­
1 872 356.388 J 6 .745 vador siempre fueron sufragáneas del Obispado de Guatemala.
1 873 370.560 2.978 Al establecerse el régimen de i ntendencias, en la época de Car­
1 874 375.563 6 .646 los l I I y crearse de San Salvador, con influencia en San Miguel
1877 n.d. 7. 3 4 0 y Scmsonate, es que surgen las aspiraciones de una diócesis con
asiento en San Salvador, lo que se logra hasta 1 842.
(l'ucnlc : Harrick. opus dt. p. 23 O). Ello determinó, a nuestro juicio, que la Iglesia conc':ntra­
sc sus bienes y miembros en Guatemala y que, en el caso salva­
doreño, ésta no tuviese grandes propiedades rurales y sí algu­
Si se compara la afectación a _ la iglesia con la aplicación nas urbanas que servían como cónv_e ntos, iglesias, hospicios,
dd Censo l i n fitl·ntico de enero de 1 8 7 7 , destinado a tenninar etc. (al crearse el obispado sólo había en el Salvador 24 sacer­
con el derecho pdpctuo de ocupación , entre los cuales se inélu­ dotcs).
yó el de las Comunidades y Ej idos, se ve, que igual que en d ca­ Lo anterior no significa que miembros importantes de la
so mexicano, el énfasis se hizo en la afectación de los bienes e­ Iglesia no contasen con grandes propiedades. Ya ha sido seña­
clesiásticos. Fn ambos casos dio implicó dejar vigentes las tit·­ lado por algunos autores el origen terrateniente de la m ay9-
rras comunales, por lo menos durante un largo tiempo en uno ría de los próceres de de la I n dcpenden¡.:ia, íntimamente l iga­
de l os casos y hasta ahora, reforzado, en el otro. dos a la actividad añilcra y a la va. miembros de aquélla. Se
En d caso salvadoreño, se vienen produciendo enfrenta­ ha estimado que en conjunto cinco de los p ri ncipales contaban
mientos de tipo ideológico entre 1 845 y 1 864, que llevan in­ con un total de 1 6 .000 hectáreas. 40]
cluso a la expulsión de obispos como Viteri y Ungo, Zaldaña y En el caso salvadoreño, la base del sostenimiento económi­
Cárcamo, quienes en l a mayoría de los casos participaban en la co de la I nstituciém fueron las llamadas cofradías o guachiva-
pol ítica de apoyo a los conservadores. J•:n este pt:ríodo, espcc 1 les, instituciones coloniales que persistieron hasta bien entrado
cialmente en el gobierno de Ccrardo Barrios, se efectuaron re-
1 17
1 16
e!' siglo X X . I ncluso tienen existencia actual , pero con otra d) " Languer" , ganado y maí.z.
oricntacifrn, como meras asociaciones Je fieles dcdicad,ts a e) "SantÍsimo", gánado, añil y caña.
mantener la tradiciún de las fiestas patronales en algu n os pue­ f) "Veracruz", ganado.
blos. El informe de (; utiárez es prácticamente un cei1so dc ex­
Las cofradías agrupaban a centenares de ficks o cúfradas plotaciones, por lo 4uc aparecen únicamente con su nombre ;
guc trabajaban tierras comunaks, no titu ladas, dadas por la por otro lado, no hay detalle d e tama,io, igual que sucede con
Corona para gu,: produjeran para los miembros, qu1c nt·s tn1 ian otros casos.
sus propios reglamentos y directivas. J<ntrc los fines Lk la co­ Si se estu dian ; no obstante: los censos de Cofrad ías levan­
fradía estaba l a cxpl otaciíin J e l a tierra para vi sustrnt.o di· los tados por d Obispo Zaldaña, Cárcamo y R odríguez . y Pérez y
cofrades y, por otro lado, para el sosteni miento de las iglesias: Aguilar ( ver cuadro 24) , se nota 4ue el número de ellas ex isten­
a) arreglo y construcción de l as mismas ; tes en el país, en diferentes períodos, es mucho mayor a las re­
b) pago al sacerdote por doctrina, bautismos, velorios, y ca­ gistradas por Ulloa. Ello, repetimos, por tratarse de un censo
sam ientos para los cofrades, y de explotaciones.
c) m isas solcmencs del " patrono" <le la cofra<l ía y pago J e· Esto indicaría, a nuestro ju i cio, que los ingresos obteni­
todos los gastos Je la fiesta. dos, corresponden en forma general, a producto de tierras no
1•:s claro guc la Iglesia no con taba con la propiedad , como registradas a nombre <le Cofrad ías, concretamente ---es nuestra 1

J n stituciéin, pero puede afirmarse que se apropiaba del t ral>ajo h ipótesis- a Comunidades I ndígenas. Sumando rn el informe
excedente de los cofrades y que, en gran medida, gozaba Je de Saldaña la tierra registrada a nombre <le Cofradías se obtie­ 1

parte del usufructo de la tierra. ne un total de 24 caballerías, 2 terrenos, además de 1 hato ci­
Fn el informe de Cutit'.-rrcz y Ulfoa, de 1 80 7 , únicamente marrón, 1 lcgado y 1 3 24 pesos ; en el <le Cárcamo ( 1 782-1882 ) :
aparecen dos unidades registradas a nom bre de una congrega­ 2 haciendas d e 2 7 caballerías y 3 terrenos. /\1 respecto, es
ción religiosa, los dominicanos: muy esclarecedor lo que relata Baily en los añ os cercanos a
1 --- Partido de O pico, 1 l acicnda /\tapasco, ganado y :tñ il y 1 849:
2-- Partido de Coj utcpcq ue, Santo Domi ngo, cal i ficado como " En algunas de estas aldeas hay una iglesia, pero no cura
" Pueblo E clesiástico", cultivad o de aii i l y azú car. residente, quien, cuando su ministerio es estimado indispcn·
Como Cofradías •, o /\rchicofradías, tanto de indios como sable, en fiestas u otras ocasiones, es atentamente conducido
de ladinos del respectivo lugar, aparecen : por ellos de y a Guayacoma o /\teos, cu ratos de los cuales no­
1 - Partido Je Zacatccoluca, " l{l·ycs", ganado y maíz, Je l a minalmente deprnden " . 4 1 ]
Cofrad ía Piedad S a n Miguel. En e l in'venrario <l e 1 879 n o aparecc:n y a tierras comu nes
2- Partido de San /\lejo, " Piedad ' ' , ganado, d e la Cofradía de a nombre de Cofradías. Ello sería explicable por las medidas
/\nimas. tomadas por 'el Mariscal González, sciialadas anteriormente y
3- En el Partido <le Metapán : la aceptación de disolución de las mismas por mandatos _de los
a) " /\n imas", ganado y añil. tres obispos mencionados. Algunos autores sostienen la hipó­
b) "Guadalupe " , ganado. tesis, muy aceptable, pero para lo cual no hemos logrado ob­
c) " Ostúa " , ganado y maíz, actualmente una extensa tener datos, que muchas de las tierras de las cofra<l Ías pasaron
propiedad ganadera.
118 1 19
Sahtiago Nonualco 18 22 14
a la I glesia al irse disolviendo , reg istradas a nombre de personas Apopa 16 2 5-1
influyentes vinculadas a ella y destinadas al cultivo del café o, Ncjapa 16 3-5 7-l
en caso de venta, el ingreso proveniente de su d isolución a ins­ · San Pedro Perulapán 15 29
tituciones .bancarias o comerciales, por la misma vía. Nahuizalco 15 24
Cojutcpcquc 13 17 1
En todo caso y aceptado los datos de Cárcam�, l igeramen­
Asunción !zaleo 14 16 2
te mayores q ue los de Saldaúa, la Iglesia controlaría directa­ Chalatenango 12 4
mente un total de aproximadamente 2 7 caballerías, o sean San Vicente 11 1
1 7 2 8 manzanas = 1 2 07 hectáreas. Comparando esta cifra con Apastepcq\Jc 9 3
el toral de tierras cubiertas por Eji d os y Comu nidades, se l !t:ga San Martín 7
Scsori 6 21
a concluir en su poca importancia. El golpe más fuerte contra Mctapán 5 7 l
la Iglesia sería, como h emos sostenido, por la vía in directa, con Sonsonatc 5 8 1 8-1 1
la afectación de las Comunid;1dcs I n d ígenas, en 1 88 1 . Usulután 4 5
E n cuanto a los bienes urbanos confiscados fueron desti­ Scnsustcpcquc 4 9 5
San Bartolomé Pcrulapía 4
nados a cuarteles y funciones públicas ( correo, u niversidad, Tcnancingo 4 2
Palacio Nacional, Sexto de Caballería --actual mercado y antes Suchitoto 3 11 3-6
convento de Santo Domingo-- ) . Tccapa 3 6
L o q ue hemos deseado resaltar e n forma comparativa es Anamorós 3 4
Jocoro · 3 8
que en El Salvador, por situaciones hi stúricas especiales, los
Quezaltcpcquc (San José) 1 7
bienes de la Iglesia no tuvieron en el proceso de acumulación San Alejo 1 4 3
originaria la importancia que tuvieron en México y Guatema­ Sauce 1 7
la, para citar dos casos. Ello, a nuestro j uicio, daría ciertas Osicala 1 8
características especiales a la lucha de clases y a la estructura Tonacatcpcquc 1 15 5
LI Sagrario l 4
de poder, como trataremos de demostrar. Panchimalco 27 l
Cuadro No. 24 Armenia 19
La Palma 13
INVENTARIO GLOBAL DE COFRADIAS POR PARROQUIA San J osé Guayabal 13 1
San Pedro Nonualco 12 7
Obispo Obispo Obispo San Pedro Pustla 12
Saldaña Cárcamo Pérez Jucuapa 12
( 1 850-1 865) ( 1 8 72-1 8 8 2) ( 1 888- 1 9 20) Tcjutepcque 11
Nueva Concepción !I
San Pedro Masahuat 45 73 7-2 Juayúa 10
San tiago Texacuangos 52 l Dulce Nombre de María 10
Tejutla 37 6 3 Mcanguera 9
Zacatecoluca 21 6 1 Apancca 8
San Francisco Gotera 21 14 La Merced, San Salvador 8 5
San J uan Opico 23 2-9 3 Concepción, Santa Tecla 7 6-3
Olocuilta 19 16 17
12 1
120
e) Enajenación de bienes públicos baldíos
Ahuachapán 6-8 2
Mejicanos 5-4 Como sucede en el caso de la a fectación de bienes eclesiás­
Texistcpcquc 5
San Sebastián 5 4 ticos, la afectación Je bienes baldíos o públicos no tiene en El
Chinameca 5 3 Salvador la importancia que tuvo en los casos mex ic-ano y
Chalpctique 5 guatemalteco. Más aún, consideramos que tendría una signi­
Verapaz 4 l ficación menor que la Je los bienes dé la Iglesia. Esn: fenóme­
Santa Elena 4 2
Quezaltcpeque (Concepción) 4 2-3 no está condicionado por la especial estructura territorial y
Estan zuelas 3 demográfica que 1-'.l Salvador presentaba ya desde principios
San Rafael Cedros 3 2 del siglo X I X , en 1 807, como se deriva de l�s datos de C u-
Victoria 3 . tiérrez y Ulloa.
llobasco 3 4-7
3-5 4 Mirntras en el caso mexicano se afectó a panir Je la ley
Santa Ana
Coatepcque 2-5 de 1 88 3 y con el i nteresado intermedio de las llamadas "em­
Atiquizaya 2-5 presas clcslindadoras", un total de 49 millones de hectáreas
Santo Domingo San Salvador 2 hasta 1 906, o sea un cuarto, aproximadamente, del territorio
Chalchuapa 1 I nacional 42] y en el guatemalteco un total de 1 . 208.8 3 5 hec­
Belén, Sta. Tecla 1 2
Analco 3 táreas dc ticrras · baldías entre 1 87 3 y 1 920, 43] en El Salvador
San Miguel 3 su significación cs casi nula.
La Unión 4 Baily, un visitante inglés, hizo la siguiente observación en
Cacaguatiquc 1-2 1 849 : " l•: n algunos aspcctos, el Estado de Salvador difiere
La Libertad 2
l· de los otros (sc refiere al resto de países ca:ntroamnicanos).
Comasagua
Teotcpcquc 1 En primer lugar, hay muy poca tierra sin apropiar, siendo casi
Huizúcar 8-4 toda de propiedad individual, dividida en arriba de 400 pose­
San Esteban 4 siones <lt· diferente cxtcnsión, alguna de ellas muy grande". 44]
Arca tao 1 -3 En todo caso, entre 1 8 5 9 y 1 863 Gerardo Barrios tomó
San José Ojo de Agua 4
Guazapa 3 una serie de medidas encaminadas a transferir haciendas perte­
necientes al Estado eoh el fin , señalado como obligación, de
TOTALES 4 14 603 191
dedicarlas al cultivo del café. No obstante, como ha demostra­
Datos proporcionados directamente por e l historiador ! talo U,pc,. Va­ do Browning, quien detecta algunas ti.erras públicas en La
llecillos, quien los obtuvo tabufando los respectivos informes de los O- Cumbre, entre San Salvador y La Costa, ralcs ri1edidas no esti­
bispos. mularon a los cafetaleros y lo más probable es que pasaran a
manos de comunidades guc las reclamaran para su uso. Por
tratarse en su may oría de tierras ubicadas en la Zona Cen­
tral, éstas posteriormente a los cafetaleros, con la ex tinción
de Ejidos y Comunidades.

122 123
N o hemos logrado recolectar ningún dato que exprese En efecto, el 5 de enero de 1 884 d Ministro de J 1 1s1 ieia
cifra alguna, pero sí consideramos las extensiones territoriales decreta la llamada Ley de Desocupación de las fincas arrenda­
que correspondían a Ejidos y Comun idades y a la Iglesia, la das. 46] Mediante esta Ley se autorizaba a los /\lcaldcs, a pe·
conclusión es que no tienen el menor significado. Posterior­ tición del "arrendador que pretendiera 1-a desocupación de la
mente, entre 1 8 8 1 y 1 896, el Estado volvería a contar con tie­ cosa arrendada" (art. 4) para compeler al arrendatario a deso­
rras bajo su p ropiedad por la falta de titulación de extensiones cupar la finca arrendada. En caso de resistencia serí a lanzado
provenientes de la extinción de Ejidos y Comunidades, pero por la fuerza, con todos sus aperos y moradores, sin perjuicio
ello sería solamente transitorio, en tanto -como hemos vis­ de la correspon diente causa criminal. En posteriores leyes, se
to-- las transfiere a la propiedad privada de los cafetaleros. autorizaría la quema de los ranchos.
Naturalmente, igual que en el caso ciásico, se trata de pro­
cedimientos en los lugares donde. se impulsará los cultivos de
d) Otros Mecanismos de Acumulación exportación, concretamente el café en nuestro caso y de la ex­
pulsión de arrendatarios u oc upantes que pudiesen alegar po­
Podemos detectar en el caso salvadoreñ o otro tipo de me­ sesión de los terrenos. Posteriormente, estas formas de sub­
canismos de acumulación, además de los de hecho y los lega­ sistencia se recompondrían subsu midas a las rdacion.cs capi­
les que hemos descrito. Unos harían relación a lo central del talistas impulsadas en la hacienda cafetalera )' como forma
proceso, es decir la forma de convertir al trabajador en trabaja­ adicional de obtener excedente.
dor libre separándolo de la posesión de la tierra ; otros, a las En relación al segundo aspecto, a la constitución de ma­
fom1as de aumentar la masa de d inero destinado a transfor­ yor cantidad de. dinero que luego sería usada como rnpital
marse en capital dinero. dinero, se encuentra la entrega gratuita de parte del Estado a
Como ejemplo del primero y paralelo al proceso de ex­ los cafétalcros e incluso, la primera etapa, los Eji dos y Comu­
propiación de Ejidos y Comunidades, se <lió uno de los proce­ n idades, de abonos, almácigos de cafi:, cxenciún de impuestos
dimientos de los casos clásicos de Inglaterra y Francia, el y servicios, etc. En el caso de los Ejidos y Comuni dades que
,;clearing of states" o "éclaircissement de biens-fonds", respec­ en gran número aceptaron la siembra de eafé a partir de 1 879,
tivamente. No resistimos, por el asombroso paralelo, citar la como lo atestiguan los datos sobre número de árboles y ex­
definición que de tales métodos hace Marx : " Es el conj u nto de tensión sembrada recolectados por Brown ing, d ebe sumarse
los actos de violencia por medio de los cuales se elimina a los la fuerza de trabajo incorporada a tales actividades. Todo i¡:Uo
cultivadores y sus moradas, cuando se encuentran en fincas pasaría a ser parte de capital dinero de los cafetaleros, sin el
destinadas a pasar al régimen de cultivos en gran escala o al menor costo.
estado de tierras de pastoreo. A eso llegaron en último térmi­
no todos los métodos de expropiación hasta aquí considera­ 3. Concentración de la fortuna monetaria
dos y ahora, en I nglaterra, cuando ya no quedan más campesi­
nos que suprimir, se hace arrasar, como vimos más arriba, hasta El análisis del período de acumulación originaria plantea,
las chozas de los asalariados agrícolas cuya presencia desluci­ además de la invcstigaciún de las formas de liberación de mano
ría el suelo que cultivan . . . " 45] de obra, otro problema central, el origen de la masa de capital
con la cual se impulsó la operación cafetalera.
1 24 125
!'ero dado que la i nvestigación del origen de los capitales
mayoría de países cen t roarncricanos quizá con l a soL, n n·p·
llega a confu nd irse, en última i nstancia, con l a relativa al
ciim dl'. C uatcma l a ; falta de estudio sistemático sobre el papel
origen d e los cafetaleros m ismos, este aspecto cobra gran i m­
j ugado por l o s comerciantes, 491 falta de estu dio y datos pn· ·
portan c i a en el estudio de l as clases sociales, de su l igazón con
c isos sobre " transfere ncias" y cxpurtac iÍln de c ap i tales en la
l a b u rguesía i nt e rnacional y su art i c u l aciún en el I;-:stado.
actividad comercial . N o obstante, los cxistni tes pnrniten sus­
F I marco de avance d el desarrollo capital ista a nivel m u n­
tentar la h ipótesis de q ue la 'burguesía cafrule ra no su rgió d e
d i al en el m omento de producirse el proceso de acumulación
la actividad a11 i lera.
originaria en 1,:l S al vador produce, sin duda alguna, u n alto gra­
Con d objeto de i nvestigar, hasta d o n d e es posible, el p ro ·
do de ripici dad al problema, comparado con la forma en que se
ceso, estu d i amos c uatro posibles fuc n t L"S de l a s masas de d ine'
veri ficó el p roceso en los países europeos. Por u n lado, debe
ro las transfr rcn cias, el capi tal i nternacional, los pro d u ct ores·
ser tornado en cue nta el papel jugado por el fi nancia miento
conicrci antcs ( aií i leros) v l os conwrc iantcs.
externo en la i ntegración vertical de l as fases de la actividad ca­
fnal<-ra, a part i r de la corn crcial i l'. aciÍln ( co m p ra, a l macenaje,
tra nsporte, venta en el exterior, etc.). Por otro lado, debe ser a) I n migrantes.
considerado y en l•: 1 S al vador más q u e en cual q u i e r otro p aís
latinoamcric1 1io el papel j ugad o p or lo que hemos llamado en ! lacia los a ñ os de 1 8 6 9 y 1 8 72 y coi n c i d i e n d o como se
el capítulo anterior la " tran sfrfl'n c i a " de cap i tal, es d e c i r, el ha sc11 alado con la crnigraci(¡ n europea, los gobiernos sah·ado·
acnvo de capi tales traído por los inmigran tes europeos y 1'1 0 r­ rciios inten taron estimular la afl11cncia d e m : 1 11 0 ,k o l , ra v, en
teamcricanos, e i ncl uso sudamer i canos p rovenientes de forma­ ge neral, poblaci(¡n de otros p a íses. l .os resultados, i n d u Vc·ndo
ci ,rncs s"ci aks con mavor desarroll o ( caso de Col ombia). Fste l a eol o n i /.aci irn de chinos como h a b ía slll:,·dido en l'nú, por
ú l t i m o fr11(,11w110 que Í1:1 ra d istintos pa íses n os referirnos a l a l as fechas fracash. S i n embargo, en el transcu rso de tales
rnm igrac1on sig 1 1 i fi c,, l a l lega da d e mano d e obra ( A rge ntina, añ os y hasta fines de siglo fuero n inmigrando al país u na serie
B ras i l , U rugua y , C h 1 lc ) , en el caso salvadorciio red ujo, por ra- de fam il ias que, en algunos casos, fu ero n i n tcgr;rn d usc a l a oli­
1.01ws ,k u l , i caci,rn y ot ras que no necesitamos p rofu n d i zar, el garquía d o m i nante, h asta j ugar en ella un papel h cgcm,,nico.
arribo de gru p os red ucidos de fam i l i as, algunas de l as cu ales Por un lado, una serie d e gru pos provenientes de Paks t i na,
traían un acervo. 47] L íbano y C recía, cspccial1ne11tc, que l iajo la p rotcn:i,rn fran­
S i l o a n t erior es correcto, el papel j ugado por los comer­ cesa y careciendo de capital se integraro n a la :1cti vidad del pe·
ciantes en el p roceso d i: concentracihn de l a fort u n a monetaria qucño comercio y e u va s ign i fi caci ú n política fu e, por ello,
au nque siguv s i e n do i m p o rtante debe ser revaluado, en el poco importante en el ÍJé-rÍodo que a1u l i;amos. S O !
scn,ido de ubicado en su debida proporción, sin asignarle el Por otro, emigrantes eu ropeos c o n un acervo de d inero,
papel priorit ario jugad o, en su oportu n idad, en l os paísys ca­ que se i ncrustarían e n l as act i v idades de comercialización y
pita l i stas ava •,�ados, 4 8 J corno lo h acen algunos autores cen­ bene ficio del café y en la actividad financiera. Igualmente al­
troamcr;canos. gunos colomb ianos que, dad a su experienc ia en la actividad,
F l est u d i o d el frnúmcno de conccntrac iún de d i nero p re­ además de cap i tal contaban con un conocimiento d e la ex plw
senta, en el caso salvador ci1 0, grandes p roblemas, comunes a_ la taciún, las condiciones del mercado y con yincul acio nes fin an­
cieras.
126 127
Se trataba ento nces de transferencias de capital que ve­
nían a suplir, en parte, la escasez de fondos acumulados en la Cuadro No. 25
formación social salvadoreii a y que coparon fases del proceso
OPERADORES DE BLNFFICIOS EN EL SALVADOR,
product ivo o de c i rc ulación de la actividad cafetera. l 922, l 930 lj
l•:n el campo del capital financiero , sumándose a activi­
dades de salvadorc1ios iniciadas en 1 8 3 5 aprox imadamen­ Valor Valor
te, 5 1 j inmigrantes como David y Benjam í n Bloom -con su­ Asegurado Asegura do
1 92 2 1 93 0
cursales en Ncw York y San Francisco - fu ndaron u n a casa
( David B loom and Co.) c u yo objetivo era el financiamiento de Aguilar, A n a v . de 30.000
Alfara, Agustín 4 5 . 000
actividadc-s relaci onadas con d café y que terminarían, alrede­ 3 1 5 . 000
Alvarez, Rafael 250. 0 00 (2)
dor de la primera década del presente s iglo, siendo los princi­ Battle Hermanos 2 5 0.000 (2)
pales banqueros del Cobicrno. 5 2] Block Hermanos 20.000
I gualmente, imp ortantes inmigrantes se dedi caron al pro­ Bonilla, Angela de 84.000 95.000 (varios)

(2)
Camicciattoli, Dante 3 0.000 145 .000 (3)
Cl'SO de be neficio y exportación del café, en íntima relación
(3)
Davidson Hermanos 1 00.000 1 5 0.000
con los comercia ntes ingkst:s. Estos . con fin an ciamie nto in­
( 2)
Deininger, Waltcr 4 25.000
gks o prove n i ente de las instituciones financieras, obtenían De Sola, H. 1 8.000 l 50.000
las cosechas de los prod uctores a p recios mucho más bajos de Esearsky y Cía. 30.000
Goldtree Lícbes Cía. 66.000 40 .000
los establecidos por el mercado i nternacional, lo beneficiaban Gonzálcz Asturi�s, José 70.000 40.000
para l uego t rasladarlo a lugares de exportación en ligazón con Hil� James 1 5 0.000 1 36 . 000
comerciantes extranjeros. Lagos, Ariz de 60.000
Letona, Quiñóncz y Cía. 3 1 0 000 (varios)
Cabe s61 aLtr, asimismo, que estos inmigrantes concentra­ Lópcz de Guirola, Martha 1 25 . 000
dos en u n i n icio en la esfera de la c irculación , fueron amplian­ Luders, Juan 6 0.000
do sus ac tividades a la producciún, mediante la obtcúción de Meléndcz, Jorge 250.000 (varios)
fincas cafetaleras, algu nas veces mediante procesos hipoteca­ Mugdan, Salvador 1 10.000 1 50.000
Nosiglia, Dorindo 1 9 0.000
rios al no poder cumplir los productores con las entregas. Pryluski y Alvarcz 1 5 .000
Fl control que en el campo del beneficio de café habían Sol, Vicente 20.000
logrado los inmigrantes para 1 9 2 2 y 1 9 3 0 , p uede ser evalu ado Soundy, Arturo 80.000 1 00.000
con b ase a los datos del cuadro No. 2 5 , en lo que el total de 24 qJ 1 . 2 88.ÓOO qJ• 2.907.000
beneficiarios, por lo menos 1 7 son inmigrantes, los que para °
Beneficios establecidos ,ljltes de 1 92 2 qJ 1 . 3 2 1 .000 (44 /o del valor)
1 9 30 controlahan los beneficios más importantes, en función Beneficios establecidos después d e 1 92 2 qJ 1 . 5 86 .000 (56 °/o del valor)
a su valor asegurado.
Poco a poco estos inmigrantes entraron en contradicciones qJ 2. 907 .000
con los productores. " E l gran n úmero de primera y segunda
qJ l . oo= $0.40
generación de inmigrantes de la banca y en la fase de la 1;:xplo­
1] Fuente: "Inspección General de Seguros" Di.ario Oficial. vals. 9 2-93,
. tación de la economía y ia tendencia de los intereses no agríco- 1 08- 1 09 ( 1 9 2 2- 1 9 3 0).

128 129
las por ganar el control en la industria del café, créó la neces.i­
dad de una mediación entre los podnosos intereses", ha señ a­
.

,,
'

_·· _,.,
d
1 8 60, Jestinádos al mismo fi n. Pero lo que llama la atrnci;>n y
sin duda. requerirá u n mayor trabajo de investigación es que de
lado Wilson refiriéndose a l o s años de 1 92 7 . 5 3 ] los nombres registrados en l a producción añ ilcra por Gutít·­
Lo importante, para nuestro in terés en este numeral, es rrcz y Ulloa en 1 807 , muy pocos forman parte de las listas
que parte del acopio de capital requerido para la operación ca­ posteriores de princi pales cafetaleros. 54]
fetalera provino de los ihmigrantes, los que:; con tales recu_rsos Estas últimas, por el contrario, recogen los· nombres de
comenzaron la primera fase del capital, aumentando la acumu­ muchos de los miembros del gobiern o - l iberales�- que acce­
lación con el ex cedente obtenido en la esfera de la circula­ dieron al poder a partir de la década de los settnta ; de inmi­
ción y en el p roceso de beneficio del grano, y en algun os casos, grantes y aquél los, como ha seiialado Brown ing, que " ten ían
en el proceso de producción del mismo. Este grupo, íntima­ acceso a los créditos (que) según el informe, de 1879 residían
mente articulado al comercio inglés, daría i n tegración a la pró­ en las ciudades p rincipales : doctores, nt·gociantes, sacerdotes,
ducción cafetera dentro del marco de la división internacional . empleados públicos, militares y artesan os" . 5 5 I
dcl trabajo. E n ésto se \'e el papel del aecn·o acumulado por kis co­
Lo anrcrior nos muestra la complementariedad de las acti- merciantes y que había venido constituyendo - -como se ha se-
, vidadcs de los inmigrnntes y la - inv<.:rsión externa, estudiada 1i alado--- -:asas de tipo bancario.
en el capítulo X , no súlo en cuanto a financi amiento de cose- ·· Parece, cnto·nces, correcto ·afi rmar, ,·n tám inos general es,
chas, en parte, sino también en relación, c,imo ya lo hemos se­ que la burguesía agro-exportadora cafrtalcra no pro\·ino de los
ñalado , a la integración rcqueri<la entre el grupo de pr�ducto­ sectores a11ilcros, igual que no fué el nú cleo pri 11c·i¡n l de los re­
res nacionales ubicados en la fase de- la p rod ucción . y el merca­ cursos para impulsar el cul tin, del ca t'c'.· . 1-:sta masa prn\·ino
do mundial. I gual que sucedió en otros países donde el Estado fu ndam�ntalmentc de la burguesía inglesa, los i nmigrantes
no fui: capa,. de ha.c erio, t:ste núcleo, en relación con mayoris­ - y uc iucgo .lograrían en arti culación con algu nos p ruducrorcs
tas extranjeros, controlaron la cómpra al productor, almace­ nacionales la hegemon ía pol ítica - v los comerciantes crnwcr­
naje, transporte y la venta en el e xterior y condicionaron l a tidos en c:apitalistas mercantiles.
economía . incluso en l a construcción de l a infraestructura, rea­
lizada en fu nción de tales intereses.
Un hecho, que aún no es claro por la falta de estudios y
datos, es el papel jugado por los comerciantes y los producto­ NOTAS
res-comerciantes (aúikros) en la form:1 ci6n del acervo <le capi­
1] Se han hecho importantes cstudius sobre tal período, en1Je ellos :
tal. Marroquín, A . D . APRl·ClACION SOCIOLOGICA D L LA JNDE­
Fn rciaeión a estos últim os, no hay duda <lt· que espc::cial­ PJNDI- NCI A . .l . de F! Salvador, 1 96 2 : Whitc. Listcr lL SAL \'A ­
·ment�· en la Meseta Central destin arQn recursos al café, prove­ DOR. Inglatnra, 1 9 73 y los Y� cita dos Br.o \\ning y McLeod_ y
nientes de la actividad aiiilera. Browni ng scúala como en nu­ Luna.
merosos casos obten ían érédito hipotecario -proveniente de
2] Mar:-. . C. LOS I UNDAMl· NTOS DI· LA C RITICA DE LA I CO
comerciantes--- para dedicarse al cultivo del café. J n clusC> el NOMIA POLITICA . Tomo I p. 3 29. Fd. Comunicaciones. Ma-
mismo autor detecta ventas de implem.e ntos, entre 1 85 0 y drid.

1 30 131
Minis lL·rio d e I-:ducación. San Salvador, 1 9 74. Scgund;, cdil'iún.
3 1 Rochac, Alfonso +: L PROC L SO H I STORICO DE LA TIERRA E N p. 1 07 .
EL S A L V A IJOR. F n rcvi�1a l•: L CA!-1· 1-:N F L S AL V ADOR,
pp. 207-8. 1 6j G u t iérrnz y Ulloa, A . 1-'STADO G t-:N t-:RAL D E L A PROVINCIA
D F SAN S A L VAJ?OR : Reyno de Guatcmala. 1 807. Ministerio de
4 ] Cf. ll ru\\ ning. opus cit, y AsociaciGn Cafetalera de Fl Salvador Fducai.:ión, Segunda Edición. El Salvador, 1 96 2.
L 1 :c t S LACION SAL VADOR I· Ñ A Dt-: L CAl:F. 1 864- 1 95 5 . San
Salvador. 1 95 6 . p. 7. 1 7] M ac Leod, M urcio SPANISH C ENTRAL A M F RICA. A Socioecono­
mic Histc>ry. 1 5 20- 1 7 20, cf. especialmente cap. 1 2. Univcrsity of
51 l'asada H 8 2 marcos pur tundada como promedio quincenal entre California Prcss.· California, \ 9 7 3 .
1 85 1 -5 :l a l . 3 4 2 por tonelada, en 1 86 1 -6 5 . H. Kurth. La situa­
ción del mercado y 1:i valoriz'ación del ,·a fé. Alemania, 1 909. cita­ 1 81 Cf. B rown -i ng:, opus c i t . pÚg. 3 27 .
do pnr 1-:. Rich ter. opus cit. p.40.
1 9] V e r cuadro respectivo d e l apéndice estadístico ..
6 1 Castrn. Informe. en O.O. dl' Abril 1 4 de 1880, p. 3 5 7 .
?Oj O.O. de 1 4 de m,rrzo de 1 88 2 .
7 1 Lo an terior pu,·de v,·rsc_ dar,11ncnte en. los acuerdos recopilados
por la Asociación Cafc-takra. 2 1 I D.0. de 2 4 d e marzo d e 1 880, pág. 294 "Memoria presentada por
el Ministerio de Gobernación a la Asamblea Nacional Constituyen­
8j Ci tado por M igu,·I An¡:d (;arc ía. DICCIONARIO H I STORICO te en enero de 1 8 80".
l· NCICLOl'l· D!CO D I : L A R I l'l'B LICA DE l· L SALVADOR. To­
mo 1 1 . Imp. Nacional. San Salvador. 22] Browning, D. opus cit . PI?• 2 8 8 Y subs.

91 Browning. D. opus cit. pp. 3 1 5-3 1 6 . Los o t ros casos se encuen­ 2 3 ] O.O. de febrero de 1 88 1 . t-:1 texto completo aparece en Torres,
tran detallados en tre las pá¡!i nas 279-3 1 6 . Abclardo T I F R RAS Y COLON I ZACION , l nstiiúio de Estudios
Económicos. Universidad de El Salvador, San Salvador, 1 9 6 1 .
1 0] Lardé y Larín. J . L'itado pc>r Torres. /\ bclardo T I E R R AS Y CO -­
N l /ACION. Fac. de Fc,,nomía. fl Salvador, 1 96 1 (min.). 24] La ley , según Browning, p o r razones ignoradas no apareció e n e l
f Diario Oficial. E l texto completo aparece t> n Luna, David, opus
1 !J Fl mismo bad1illcr ·hac� rt' crcndas a l mismü en otro presenta.do cit. pp. I 83-1 85. Torre, Abelardo, opus cit y en Mena, A. RECO­
en 1 880 ESTADISTICA .D I·: LA J U RISDICTION M UNICIPAL D E PI LACION DE DISPOSICIONES VIGENTES Y RELACIONA­
S I\ N VICENTE. Public ado en D ia rios Oficiales entre el 1 4 y el DAS CON LA AG RIC U LTURA, San ta Tecla, 1 904, p. 59.
22 de A bril de 1 880. 1-:n el d ía 1 7, pp. 369-70.
25) Cf. Diario Oficial, tomo 8, No. 7 7 . Sábado 3 de abril de 1 880,
1 2] I)_ O. 95. tomo 8, Sábado 24 de abril de 1 880. "Sección Oficial".
1 3] Brmrning, D. opus cit. pp. 1 46 - 1 4 7 . 26] Torres Rivas, F. "SINTESIS HISTORICA D E L PROCESO POLI­
TICO C t-:NTROAM E RICANO". Cuadernos de Ciencias Sociales
1 4 ] Gutiérrcz y Ulloa, A , t-:STADO G EN E RA L D E LA PROVINCIA. CS UCA. San J osé, Costa Rica, 1 9 74.
D F SAN SAL VADO R . Rcy no de Guatemala, 1 807. M inisterio de
Fducación, Segunda Edición,· Fl Salvador, l 9fí 2. 27] Cf. LEY D i : TITULACION D E TER RENOS RUSTICOS. D . O .
Reproducción p o r Luna, D. opus cit. p p . 1 98·201.
1 5 ) Cf. Torres Rivas, L I NTERPR ETACION . . . opus cit. Browning,
opus cit. Wilson, E. opus cit y MarroquÍ\1, A.D. PANCHIMALCO.
133
132
28] Barriere, J .A . COM t:Nl'A R I OS A L R EGISTRO DL LA PROPH;­ 4 '.' I l\· i·1 :i. Se1:i-.iu de 1 " . Opus cit. pags. 1 89- 1 9(1.
DAD RAI Z F H I POT ECAS. Instituto de Investigaciones Econo­
micas. Universidad de LI Salvador, 1 96 l . (manuscrito). 4 3 ! ( , uv ;·L1, ( ;c t �:'-' raría 1 -: L·lrn tH1Úca de G u a tc 1 n :1L.1. l · d i turi;i\ l : 1 1 i v ( · 1
si t;iria. ( ; u:i krn;i b, Tn1110 l . p . l 7 2.
, 29] Cf. Mcn jívar, R. "FORMAS D E TLNFNCTA D E LA T I E R R A Y
AL/ ; U NOS OTROS ASPECTOS DE LA ACTI VIDAD AGROPE­ 441 B:i i l y . J . opus c i t. p. 8 2 . S us da tos S<> lne 11 ú 1 1 w ro d,· lwcienda_s c-s
CUARI A". Fdit. Universitaria, San Salvador, 1 962. Cap. 1 1 . Ün sin d u d a basadus e n C u tié, rr c1. y l 1 lloa. a u n q u ,· su inkrprd.a<·iú11
•;ubre el ¡wsu ck la prupi,·,!c,d inclividu:,I es ,· rrado. Sé)c!Ll !l v i rnisn1< >
XJI Marroquín, A. D. SAN PEDRO NON U A LCO 1,-: dit. Universita ria. i n fo,-rnc ( Ver a pé·ndic,· cstadístic-o).
San Salvador.
4 :: j Mc, rx , C. FI C.Ú' I T A I . . T"1110 l. hlit. C1riar<>. Bs. /\ s. l 9 7 3 ,
3 1 ] B ro,, ning, D. Opus cit. pág. 3 26. p. 705.

3 2 1 Cf. Carda. M. A. opus cit. Tomo 11, pág. 560. 46 l cr. üiario Oficial. To111,1 l 6, N1J. 7 . VL1 1 lc 's 8 de l· n,,ru ,k 1 884.

3 3} Brown i ng. opus cit. 47 J I .,�s jn1nigraciuncs � F l Salv:idúr son •L· Ui nL· i dc.n n.· s cl1n Li s cp.i l' tu­
vieron lu¡!ar en toda Amé·ric-a L: tina a raíz ck l a n pansiún. de los
34] Torres, A. Opus cit. pág. 3 7 .
paÍ:;cs europeos. Fnt r,, 1 8 2 0 y 1 93 0 , :1prn,. i madanwn l l' 6 2 millu-.'
3 5 ¡ Tones Rivas, E. I I I STOR I A D 1-.1, PROCl·SO POLITICO. Centroa- ncs se m ,wilizarnn ,k Luropa a las rcgiom· s ,· n cxpan si,\ti . cr. Sun­
mérica H oy . _ Siglo XXI. p:Í)\. 5 3 . kcl, O. y Paz, 1'. 1 L S U B IJ F S /\ R R O L . 1.0 LATI N O A M l· R lCi\ NO
Y LA ·n· 0 R l 1\ D F L D l· S A R RO L LO . Sigln X X I , Mi., . ; 1 'J'I<, .
Peña, Ser!!io de la. HJRM ACION D E L CAPITA LISMO EN M E­ p p. 5 6-7.
XICO 1-dit. Siglo XXI. México, 1 9 7 6 . p. 1 3 3 .. ( Los. datos sobre
4 8J Cf. M a rx, C. l · L CAPrrAL.. T"1no 1 1 1 . ,·.1p . X X l lcclios J , • s t c',ricos
México Sl' basan en .este.trabajo).
sulirl' el Capital Merca n t i l , "Pll.S ,·i l .
3 7 1 Cf. Hcr rick , T. DESA R RO L LO FCONOMICO Y POLITICO DE 49 ] CL 'forres R i vas, L. I NT l ·: R P IU.TAC ION 0 1 · L D I S/\ R ROL. 1 .O . . . .
<atATFMA LA 't 8 7 J - l 885. Trad. de R . Piedra Santa/ F.ds. Univs. opw, cit. y la pok r ni c a pan1 e l caso costarri cc11sc e n torno
· ai traba­
de c;uatemala y Centroamérica, 1 974_ p . 92. jo LA M I N F R I A FN COSTA RICA ( 1 8 2 l - 1 84 1 ) <ll'
Carlos A raya
Pochet . Rcv. Lsts. Socs. Ccntrn ams. No. 6, C. R. 1 97 3
3 8] Fstimado en base a capital del Banco Nacional creado con tales .
fondos. 50) Cf. Luna, David, Opus cit. p . 2 1 3 y l'é r iµ n y , M . de, opus ei C

39 1 Cf. c ;allardo, R. LAS CONSTITUCIONES POLITICAS DE EL 51] Se hace diferencia a casa bancaria est;, blccida en 1 83 5 , de los seño­
SAL V AOOR. Fdic, de Cultura Hispániq. Madrid, 1 96 1 . Tomo l, res Blánco y Tri¡:uc:ros y que comenzó ci ;n un c·ap i ta l de $ 1 .500.000
pp. 6 28-236 y Dal t on_ Roque, opus cit.
52] M artín, P opus cit. p. 1 88- 1 8 9.
40] Cf. Marroquín, A. D. Al'R FCI AS]ON SOCIOLOGICA DE LA l�­
DFPENOFNCIA SAL VADORFNAS. opus clt ; Roque D,1lton : F L 5 3 ] Cf. Wilson, E. opus cit. pp. 1 88- 1 89.
SALVADOR (mono�raffo). L a Habana , 1 96 5 , cap I IL Vclálquez ,
H. ESTRUCTURA DF CLASES FN FL SALVADOR A FINES
DI·: LA COLONIA y Gutiérrcz y Ulloa·, opusdt.

41 1 Baily, J. opus di. p. 9 3 .


1 34 1 35
54] Cf. Gutiérrcz y Ulloa, ¡:_ opus cit y Wilson, 1-". opus cit. Cuadro c,n
que recoge \os principales exportadores, productores de café y su
pertenencia a determinados clubes sociales.

55] Browning, D. opus cit.


1 1 1 . E S P EC I F I DA D D E L P ROCESO D E
A C U M U L A C I O N OR I G I N AR I A Y V I A D E L
D ESA R R O L LO C A P I TA L I STA

136
r

" Las categorías más abstractas, --ha señalado Marx -· , a pe­


sar de su validez para todas las épocas, son no ohsL1ntc, en lo
que hay de determ i nado en esta abstracci ó n , el pro d ucto de
condiciones históricas y poseen plena val idez s(,lo p<1ra estas
condiciones y dentro de sus l ími u:s " . l j
Tal sci1alamiento e s , a nuestro ju icio, de gran importancia
en el análisis del proceso de acu mulación originaria y e n el de
la forma que adopta el desarrollo del capitalismo en la forma­
ción social salvadoreña. Si el proceso se realiza en forma tar­
día en comparación con países como M é x ico, Argentina o C h i­
le y en momentos que, por lo tanto, el grado de desarrollo del
capital ismo a· n ivel mundial es mayor, resulta lógico esperar
que los rasgos que presente el proceso.de acumulación origina­
ria y desarrollo asuman formas particulares, dentro d el marco
de las leyes generales. Igual cabe esperar, aún cuando los pro­
cesos se desarrollen en el mismo marco cronológico, si se consi­
dera las d iferencias surgidas del mismo desarrollo interno o de
la forma de articulación de los modos de producción de cada
uno de los países.

139
E n tal sentido, conviene antes de entrar- al tema del capí­
tulo señalar algunos puntos de carácter metodológico general a �umulacíón pnm 1t1va descrito por Marx, l a ac u111ubc 1i' 1 11 ¡ni­
que conforman el análisis : rnitiva y la acumulación de capital por la producciú11 e n 1 1 1 1cs
a.- La acumulación originaria es -como señala Marx- u n tros pa íses son no solamente f;ises consecutivas de la h 1st o 11a
presupuesto histórico para e l aparecimiento d e l modo de pro­ de la econom ía, sino más bien procesos co ncomitant es. 3] l .o
ducción capitalista. Tendría, entonces, el carácter de ley, que que no consideramos correcto, prccisamcllte por sus implica­
necesariamente se realiza en todos los países en que las relacio­ ciones en el tratamiento de l as clases sociales y él Estado, es
nes capitalistas de producción han llegado a ser dominantes, que pueda seguirse hablando d e u n periodo de acumulación
tal el caso de El Salvador. originaria, cuando ya dominan las formas c:tpitalistas de pro­
b.- A nivel de tal formación , el proceso presentaría rasgos ducción.

1
de tipicidad en función de dos elementos tratados en capítulos Los capítulo� �ntcriores nos han mostrado la Ínti ma. liga­
,
anteriores : el grado de desar�ollo del capitalismo a nivel mun­ zon entre el r n 1c10 y desarroll o d el proceso de acumul�ción
dial y su articulación a la matriz salvadoreña y la propia forma­ originaria en E l Salvador y el avance del desarrollo ·capitalista

1
ción de desarrollo de ésta. En palabras de Agustí n Cueva, u n en los países europeos, cspedalmente en I nglaterra. La Revo­
proceso q u e estaría "sobredeterminado p o r las condiciones h is­ lución I ndustrial había venido .creando l as cond iciones necesa­
tóricas conretas en qul' tiene l ugar su desarrollo", condiciones rias para el sugi 11_1 iento de la G ran I ndustria con la que, a su·
que en lo esencial están constituidas por dos hechos: vez, se crean las bases para el establec imiento d e la d ivisión in­
"a) el de que el capitalismo no se i m p lante mediante una ternacional del trabajo. El Salvador, ento nces, a l igual q u e d
revolución democrática burguesa que destruya de ma­ resto de países latinoame ricanos, se arricu l a a I lllcrcado mu 11-·
nera radical los cimiento; del antiguo orden, y dial en fonción de las necesidadcs.. de prod uctos agrícolas y ma­
b ) el que nazca y se desarrolle subordinado a la fase im­ tenas primas de aquel l os países.
perialista del capital ismo" . 2] Esta i n serción, sumada al propio desarrollo interno, traerá
c.- Hemos ubicado el período de acumulación o rigin aria i mportantes consecuencias que condicionarán el desarrollo
entre los años 1 864 y 1 896. Lo anterior río implica que cqnsi­ posterior, como lo dejan claro los datos t ratados en los p rime­
deremos que los m ecanismos o procedimientos no se extien­ ros capírulos. En un.a primera etapa, se produce u na ampl ia­
dan más allá del año extremo ; ello sería suponer la vigencia ab­ ción y profundización Je los procesos de monetizació n , en tan­
soluta de las relaciones capitalistas de producción y el desapa­ to los países capitalistas se encue ntran en su fase pre-imperia··
recimiento inmediato de los modos de producc ión precápitalis­ lista. Ello, sumado a algunos problemas que comienzan a ma­
ta, lo cual no tendrí a el menor sentido. Consideramos que aún n i festarse en el mercado de los tinetc, in icia el proceso de des­
en nuestros d ías subsisten mecanismos propios de acumul ación composición de la matriz.
originaría; en la medida en qúe aún existen formas precapitalis­
tas subsumidas o recreadas dentro del modo de producción ca­ La consol idación posterior de la etapa monopolista del
pitalista, que aprovecha cualquier mecanismo en la aprobación qpital ismo , precipita el proceso en orden a permitir --co­
de excedente. En tal sentido entenderemos el sañalamiento de mo ha se11alado Quijano- la producción y reproducción de ca­
Mande! al considerar que, a d iferencia del proceso histórico de pital en una estructura que v in cule orgánicamente la i n versióh
capitalista en estos territorios y el mercado interno de las bur-
140
141
�cs í,s impe<i,lisus. 4 ] Ello, "' uo,o d pwbkma de los paí A j uicio de algunos autores la rapidez estaría determinada
ses capitalistas ha virado de la realización de la plusvalía hacia fundámentalmente por factores físicos y demográficos: el re­
el de la: acumulación de capital , como elemento central. ducido territorio y su casi total utilización desde la época colo­
Si bien estos hechos p ueden ser generalizados para toda nial ; la alta tasa d� densidad demográfica ; 5] el predominio del
América Latina, el propio desarrollo de la matriz salvadoreña mestizo sobre el i n d ígena, lo que llevaría la pérdida de impor­
hace que sus efectos, tanto á n ivel de base como superestruc­ tancia a las formas comunales y, finalmente, al hecho de haber
tura!, adopten matices particulares. sido El Salvador el foco más destacado del liberalismo, lo que
Nos interesa, por ello , recalcar algunos aspectos del proce­ implicaría asignar a la instancia dieológica un papel de impul­
so de acumulación originaria: en primer lugar, sus característi­ sor en la modificación de las estructuras coloniales. 6)
cas en lo que se refiere a velocidad , drasticidad y amplitud y , Sin duda, algunos de los elementos s�ííalados explicarían,
en seguLdo lugar, l a forma que asumen categorías como sobre­ en parte, el grado de velocidad que asumió el proceso de des­
población relativa y formas de explotación del trabajo, merca­ composición. La casi total utilización del territorio, por ejem­
do interno, acumulación de capital y .la subsunción formal de plo, no permitió a la población expropiada encontrar las llama­
formas precapital istas. Ello nos permitirá analizar la vía de de­ das zonas de refugio, de producción de subsistencia, fuera del
sarrollo capitalista como base para estudiar, en próximo ca­ territorio agrícola, como sucedió en el caso costarricense, 7] lo
pítulo , el problema del Estado. que determinó la constitución más rápida de u n mercado de
trabajo, igual podría decirse del aspecto ideológico que a nues­
a.- Caracterización del Proceso de Acumulación Originaria. tro juicio manifiesta un claro desfazam iento , corno ya lo he­
mos seííalado, entre el tipo de tareas y l as clases que lo impul­
Hay un primer elemento del proceso salvadoreño que ha san. No obstante, aceptar el fenómeno étnico como determi­
llamado la atención de los i nvestigadores : su· velocidad y drás­ nante sería ignorar la existencia de las llamadas Comunidades
ticidad, en comparación con el resto de formaciones sociales Ladinas desde la época Colonial 8) y p rivilegiar el análisis de
centroamericanas. las formas aparcnciales ; el problema dé la densidad , por otro
En efecto, en un pe�íodo de aproximadamente treinta y lado, sólo cobra importancia, a nuestro juicio, a partir de la
dos aííos, si se toma como punto de partida el afio de 1 864 en terminación del proceso, ya que la sobrepoblación sólo puede
que se inicia el ataque contra las tierras comunales, o de quince considerarse en referencia a la expropiación de los medios.
si se adopta el de la emisión de la Ley de E xtinción de Comu­ La explicación creemos se encontraría en u n hecho aparen­
n idades, se produce el total desaparecimiento de Comunidades temente paradójico : la persistencia, hast'} su total agotamiento,
y Ejidos y las pocas tierras de manos muertas . y baldías. Ello de la economía aííilera y su traslape con l a altern_a tiva cafetale­
mientras en Guatemala subsistieron por largo tiempo las prime­ ra.
ras y en los casos de N icaragua y Honduras los Censos conti­ Valgámonos del caso guatemalteco, uno de los procesos
núan registrando tierras Ejidales en nuestros d ías. más similares al salvadoreíío, para intentar explicar en forma
E n otras palabras, como lo demuestran los datos del cap í­ más clara la afirmación anterior.
tulo I I , en u n corto período se produce la total separación de En el primero , la caída de la graná se hizo evidente a partir
los productores d irectos de sus medios de producción en la Me­ de finales de la década del cincuenta del siglo pasado, crisis que
seta Central y fa casi total en las dos otras. zonas geográficas.
142 143
se precipitó aceleradamente con la ca ída de los precios y de la problemas serios en los mercados de Manchester, Livcrpool y
demanda en el mercado internacional. La crisis no solamente Rotterdam y hasta 1 882 se produce su sustitución a n i l i.- 1 a l ,
fue bn.sca, como ha señalado más de un estudioso del fenóme­ l o que agota sus posibilidades como producto exportable.
no, sino que además se presentó sin una alternativa b ien defi­ Sin embargo, al producirse la crisis del añil, el café ya nu
nida en cuanto a su sustituc ión . Y cuando afirmamos lo ante­ es una simple alternativa entre las numerosas buscadas desde
rior no estamos refiriéndonos a la falta de acciones para in­ 1 846 -entre atas, cacao, trigo, uva, etc.-, sino el producto
troducir el café, que se inician en la primera mitad del siglo, que representa el 5 1 por ciento del valor de las exportaciones
si no a la clara oposición de los gob iernos conservadores a mo­ totales, en comparación a un 24 por c iento del añil, y cuya sig­
dificar la estructura económica determ inada por el cul tivo de nificación en la balan za de pagos ha sido notable desde 1 87 3
la grana, base de su poder mismo, y dentro de la cual el café no (ver cuadros 2 y 6).
tenía la menor posibil idad d e cxpandersc. 9) En efecto, ello
sólo se iniciaría con el triunfo liberal con García G ranados, se­ Lo anterior no significa de n inguna manera que e n El Sal­
guido luego por Barrios, en franca lucha contra la I gl,csia, Co­ vador no se haya presentado la lucha entre clases dominantes ;
merciantes y Latifundistas. por el con trario creemos, como lo hemos señalado en el cap{
Si li icn los mecani smos de acumulación aplicados a partir rulo I; que las luchas fueron sordas pero . violentas, especial­
de 1 87 1 y que se describen a grosso modo en el ensayo segun­ mente en todo el período de A narquía. Lo que sostenemos e s
do, terminan con la hegemonía de las clases señaladas, ello no la confluencia de intereses al iniciarse e l proceso de acumula­
implica que se hayan dcstruído to l almente las bases de la es­ ción originaria. En efecto . hemos señalado como un informe
tructura determinada por· la gran a. En otras palabras, el m ismo correspondiente a 1 874 los cultivadores. de ariil de San Vic,;n­
choque de intereses que lleva posteriorment'e a una nueva. te, . uno de los departamentos de mayor p roducción, señalan
alianza den tro del naciente Estado Ol igárquico retarda y evita -en coincidencia con los cafetaleros- a los ejidos y comun ida­
un mayor grado de profun dización del proceso de acumulación des y a la falta de mano de obra como causa de la disminución
de los productos de exportación.
originaria y ello t:s válido, a nuestro juicio, incluso para la Igle­
sia que fue la más afretada y que posteriormente p articipa en Esta coincidencia, aparentemente contradictoria, tendría
nuevas condiciones de la estructura de poder. Ello mismo ex­ explicación en dos aspectos. El primero, la competencia por la
plicaría la menor profundización , en un primer momcn.t o, del fuerza de trabajo que en fo�a paulatinamente creciente fue
proceso de expropiación de Comunidades y Ejidos en el caso significando la· expansión del café. Si bien la estructura agraria
Guatt:malteco, en tanto <.· lcmcntos vinculados a la csrructura y las formas extraeconómicas de explotación de aquélla eran
anterior. adecuadas para la actividad añilera sola, por su propia naturale­
El análisis de los datos presentados nos ha permitido seña­ za ello ya no fue p osible -aún con el temprano aparecimiento
lar, en el caso salvadoreño, la pcrsi�tencia e incluso el áugc de del jornalero 1 1) -cuando la actividad cafetalera fue usando
la economía añilera ya avanzada la década del setenta. 1O] En en forma expansiva las mismas formas de reclu tamiento, no
efecto, el mayor valor exportado se alcanza en i 872 y sola­ sólo por su crecimiento de extensión, sino también por su mis­
mente a 1 8 7 5 es superado por él café (ver cuadro N o . 2 ). E n ma naturaleza que requería de una mayor fuerza de trabajo e n
l a década del setenta, igualmente, s e ccimicnza . a presentar ciertos períodos.

1 44 145
La otra, ya desarrollada, la clara perespecriva en cuanto al chazando con ello el reformismo- que son fenómenos inhcrcn·
agoramiento del ciclo añilero , dada la experiencia guatemalteca tes al desarrollo capitalista, sus elementos necesarios, s,11 l os
y la creciente competencia de las I n dias Orientales en el merca­ cuales no puede existir. Estamos pensando, en términos grne­
do mundial. Esto es evidente al observar el comportamiento rales, en los llamados problemas del mercado interior y el de la
de algunos añíleros -aunque no el grueso- al trasladar su acti­ desocupación.
vidad al sector cafetalero a partir de 1 8 50, aproximadamen�
te. 1 2]
Esta coincidencia de i ntereses determinada por el propio b.-- Ejército I ndustrial, Sobrepoblación relativa y formas de
desarrollo del país y por la coyuntura en el mercado interna­ explotación de la Fuerza de Trabajo.
cional, sumada a la poca significación de la Iglesia como pro­
pietaria, hace que toda la fuerza de las clases dominantes se La separación de la mayoría de la población de los medios
vuelque contra el campesinado refugiado, en parte, en la eco­ de producción crea las condiciones objetivas para el surgimien­
nomía de subsistencia y, en parte, en la actividad cafetalera to del mercado de uabajo en El Salvador. Ello, como se h a
misma, por imposición del Estado en el período que va de tratado d e demostrar en las partes anteriores, era condición in­
1 864 a 1 880. Ello explicaría no sólo la drásticidad y velocidad dispensable para la expansión cafetalera y a la vez resultado del
del proceso, sino también el enorme poder que, no obstante avance de las formas mercantiles de producción. Esto, cmpe·
la resistencia campesina e xpresada en una serie de rebeliones v ro, no bastaba; se requería -aunque en menor grado que en
motines, a9quiere la Oligarquía salvadoreña una vez concluido otras formaciones, tal el caso de Guatemala·- "disc i plinar" el
el mismo. trabajo a las nuevas condiciones mcd ian l c las famosas "leyes
Una ligera comparación con la forma que adoptó el proce, de vagancia", de jornaleros o agrarias, 1 5 ] en tanto el régimen
so en otras formaciones sociales latinoamericanas nos permi­ avanza creando los mecanismos económicos que termi nan con
tiría tipificar un . tanto más la salvadoreña, 1 3] Mientras en la resistencia.
fo rmaciones como la Nicaragüense y la Haitiana el proceso se Surge e ntonces también el fenómeno -agravado por la ar­
realiza fundamentalmente con la "directa· intervención de las ticulación externa- de la sobrepoblación relativa, componente
fuerzas exógenas", concretamente mediante ocupaciones mi­ indispensable del mecanismo capitalista, que luego se convierte
litares, 14] creemos que en el caso salvadoreño -igual que- e n en el Ejército I ndustrial de Reserva y que en el caso salvadore­
e l guatemalteco- e l proceso tiene u n carácter endógeno aun­ ño cobra gran flexibilidad en comparación al resto de forma­
que, como lo dejan ver claramente los datos, respondiendo a ciones centroamericanas, hasta convertirse en un problema
condicionantes exógenos. Mientras en tales casos, igual que para el sistema, como lo muestra la gu�rra con Honduras en
en el peruano, el proceso es evidentemente tardío y limitado, 1 969.
en El Salvador es más temprano, aunque posterior a los casos Para 1 807 Gutiérrez y Ulloa estimaba que entre un 25 y
mexicano, argentino y chileno -y definitivamente más com­ un 30 por ciento de la población total salvadoreña se podía
pleto. ubicar en las haciendas, establecidas mediante mecanismos
Todas estas características determinaron. particularidades como la aparcería y el colonato . Por deducción, entre el 70 y
que es importante retener para explicarse el desarrollo poste­ 7 5 por ciento restante se ubicaba en el otro tipo de asenra·
rior de la formación que nos ocupa y comprender, además -re- micntos registrados (Cofradías, pueblos y valles de ladinos,
146 147
pueblos de indios y eclesiásticos). En el Censo levantado en después de finalizado el proceso de extinción y com u 1 1 id:1tks)
1879, inmediatamente antes de la emisión de las Leyes de y 1 9 30 son reveladores de lo afirmado (ver cuadro N o . 2<,).
Extinción, no aparecen datos de población, pero sí es claro De un aumento total de 3 2 3 .000 habitantes en el período ,
que se encuentra concentrada en la meseta central, la más 2 3 3 .000 correspondieron a los departamentos cafetaleros,
afectada, 16) y que -como se ha visto en el capítulo 11- la mientras solamente el 28 por ciento a los siete departamentos
descomposición no había sido tan veloz entre ambos años. no productores de tal artículo (90.000 habitantes) . A los de·
Los datos · anteriores nos permitirían estimar que entre partamentos más importantes en la producción -Santa Ana,
un 50 y un 60 por ciento de la población total se encontra­ Sonsonate, La L ibertad y Usulután, sumados a aquellos donde
ba en 1879 ubicada en ejidos y comunidades, parte de la cual se ubican las ciudades más grandes, Santa Ana, San Salvador y
-en las . zonas norte y costera- pasaron al régimen parcelario, San Miguel- correspondió un 66 por ciento de tal aumento
en tanto el resto fueron desprovistos de sus medios de produc­ poblacíonal.
ción. 17) A ello debería sumarse la población residente en las Definitivamente tales movimientos eran resultado de la
haciendas dentro de las formas de sub-tenencia. creación de mano de obra "libre" con el proceso de expro·
Aunque no hay datos sobre la población económicamente píación, que se desplazaba en busca de ocupación.
activa, si el concepto puede ser aplicado con utilidad a tal Sí se compara el caso salvadoreño con el costarricense y el
momento, los anteriores bastan para estimar la mano de obra guatemalteco, para tomar dos ejemplos de la región, salta in­
que, objetivamente, quedó a disposición de los cafetaleros, in­ mediatamente a la vista el mayor tamaño del ejército industrial,
dependientemente de si su · explotación se hacía por formas tanto activo como de reserva, en el primero. El tipo de <lesa·
salariales o por formas p recapitalistas subsumiaas al capitalis­ rrollo capitalista costarricense, vía farmer, sumado a las gran·
mo. des zonas de refugio fuera. de la meseta central y la poca densi·
El grado de "liberación" de mano de obra y su lógica liga­ dad demográfica, determinaron problemas iniciales de mano de
zón al cultivo del café es evidente en los. datos poblacionales obra; en el guatemalteco, la sobrevivencia de las formas comu­
posteriores. Para 1908 un investigador detectó ya la pérdida nales obligaron por más tiempo y con mayor intensidad al uso
de población de uno de los departamentos del centro, Cusca� de mecanismos estra-económicos para el reclutamiento de fuer­
tlán, no obstante q ue los indicadores mostraban un creciente za de trabajo. 2 1)
vegetativo: ello, como ha sido luego comprobado, correspon­ Este punto de partida permitió a la Oligarquía salvadore­
día a movimientos mígrátorios hacía la costa, donde se expan­ ña y ésta fue una de las tareas del Estado Oligárquico, extraer
día el café. 18) mayor plusvalía absoluta, siguiendo la tndencia "natural" al
El levantamiento del primer censo de población en 1930 aumento del tiempo del plustrabajo, a tfavés del aumento del
y el ajuste, con base al mismo, de las estimaciones anteriores, 19] tiempo de trabajo. Pero, además, sobre la base de la disminu­
deja ver en forma clarísima el movimiento migratorio y su di­ ción ª?soluta que se va produciendo en la demanda de trabajo
rección. . Ello indicaría el surgírníento de una sobrepoblacíón a m.ed1da que el régimen capitalista avanza y debido a que es­
· latente 20) que se m ueve en torno a la explotación cafetalera. pecialmente en el capitalismo agrario la expulsión de fuerza de
El análisis hecho por Wilson de los datos poblacíonaks por trabajo no es compensada por una atracción mayor, llega un
departamento, correspondientes a los años de 1 9 1 8 (veintidós momento en que el ejército industrial de reserva no sólo garan-

1 48 149
tiza bajos salarios y excedentes de población en la construcción d) Visitar las haciendas y fincas para inscribir los com­
de la infraestructura y expansión misma del capitalismo en la promisos de los jornaleros y para proporcionar ase­
propia formación social, 22] sino -vía migración-· sirve a los soría a los dueños o encargados, sirviendo-de in terme­
mismos efectos en formaciones vecinas, especialmente después diarios de las j untas y Comisiones de Agricultura. 2 5 ]
de la Primera Guerra Mundial. Ello serviría, a partir de cierto Al facultar a los jueces para pedir auxilio a la fuerza públi­
momento, como válvula de escape a las presiones sociales y po­ ca, la ley fue creando las condiciones para el surgimiento de
l íticas. 2 3] cuerpos represivos al servicio de las clases domi nantes. E n efec­
to ya para i 889 es emitido u n dictamen para la aprobación dd
Los efectos de la aplicación de laskyes de extinción en re­ proyecto de ley creando la Policía Rural Montada en los depar­
lació n a la mano de obra fueron claramente previstos por la cla­ tamentos de Occidente, la regió n cafetalera por excelencia. 26)
se dominante desde el principio. En efcc.to, a menos de un mes Todas estas disposiciones son recogidas posteriormente en
de haber sido emitida. la ley de extinción de Comunidades se un Código d e Agricultura emitido el 26 de abril de 1 8 9 3 y \ue­
decreta la " Ley sobre Jornaleros y creación de lueces de agri­ . go ampliadas y perfeccionadas en la llamada Ley Agraria, de­
cultura", · t ípica ley contra "vagancia'', cuyo objetivo es conº cretada el 1 1 de abril de 1 907. 2 7)
trolar la mano de obra y d isciplinarla al sistema salarial . 24) En esta última las disposiciones sobre los jornaleros de
Mediante la misma se crean los J ueces de Agricultura en 1 889 se ven complementadas con la exigencía a éstos de portar
cada una de las poblaciones de la República, jueces que podrían una boleta expedida por los agricultores o representantes en
ser removidos a peticiÓ JCI de tres agriet1ltorcs, lo que ya deja que contara el lugar del trabajo y sus compromisos en pesos,
claro su contenido clasista. Las obligaciones de los mismos además de una cartilla en que constaran las habilitaciones, abo-
puede asumirse en cuatro actividades centrales : nos y saldos semanales. La Polic ía sería la encargada de contro­
lar tales documentos o de aprehenderlos si se movieren fuera
a) I nscribir "a todos los jornaleros de su respectiva juris­ de la jurisdicción donde estaban inscritos. Ello, además de las
dicción" ; regulaciones para d lanzamiento de "intrusos, usurpadores y
b) "Capturar a los jornaleros que no concurran e n tiem­ arre_n datarios" a petición de los propietarios.
po a satisfacer las deudas . que hu bisen contraído por En la misma ley aparece ya institucionalizada la Policía
su trabajo personal y a los. que · desertaran de él, con­ Agrícola, con alguna_s funciones fundamentales :
ducié ndolos al lugar de donde se les reclame" ; 1 ) "Perseguir constantemente e n los campos, caminos,
c) " Perseguir a todos los jornaleros que no se dedican a hatos, haciendas, heredades, villorriqs y reclusiones de
su ocupación y andan vagando por los caminos, camº casas donde no haya Municip,alidad, a los jornaleros
pos . y poblaciones, dando cuenta de ellos al Alcalde quebradores, jugadores de juegos prohibidos, ebrios
para que les imponga la pt:na que merezcan y una vez de profesión, vagos de todo género calificados de tales
cumplida se les restituya para dedicarlos al trabajo de por las leyes de policía común . . . " (art. 226).
donde fueron solicitados o hubiere más n ecesidad". 2) Requerir· "a los habitantes de los campos que perte­
Las penas se expresaban en d ías-jornal que pasaban nezcan a la clase de jornaleros pÍlra que les presenten
como "indemnización" a los propietarios. boletas que acrediten hallarse trabaj ando en alguna

1 50 151
finca o heredad ... " (229). Desde luego, "ningún vago 5) El número de habitantes por kilómetro cuadrado, con hase a la
podrá excepcionarse afirmando no haber encontrado población ajustada por Barón Castro en función de estimaciones y
trabajo en que octJparse y se Je impondrá la pena le­ censos (Cf. LA POBLACION DE EL SALVADOR: ESTUDIOS
gal correspondiente" ( 2 3 0) y, . además, «evitar que se DE SU DESENVOLVIMIENTO DESDE LA EPOCA PREHISPA
NICA HASTA N.UESTROS DIAS / Madrid, 1 942, p. 467) sería :
maltrate a los animales cruelmente . . . "(24 3 ) . . 1 82 1 ... ............• l 2.5 1 887 . . . . . . . . . . . . .... 3 3 . 2.
Si bien tales leyes fueron aplicadas rigurosamente en El 1 85 5 ..........., .... 1 9. 7 1 892. ............... 3 5 . 1
Salvador hasta principios del siglo XX .con fines "disciplina­ 1 87 8....... ....... .. 27.7 1 899. . ...... ........ 37.9
rios" de la mano de obra, a partir de cal momento sólo fueron 1 882. ............... 30.6
utilizados para efectos represivos. Ello, como se ha intentado
6] Cf. Torres, Abelardo. Opus cit. pp. 1-3. Un análisis de este en
demostrar, debido a la grande y flexible fuerza de trabajo li­ Torres Rivas, Edelberto en HISTORIA DEL PROCESO POLITI­
berada mediante el proceso de expropiación. El caso fue dis­ CO ... pp. 53-54.
tinto en Guatemala, donde tales leyes aú.n se aplicaban drásti­
camente en 1 944, en la dictadura de Ubico ; dado que, como ; 7] Cf. Camacho M., Daniel.
ha señalado Torres Rivas, " el campesino indígena estaba dis­ 8] Cf. Gutiérrez y Ulloa, A. opus cit. Browning, D. opus cit y Torres
locado de las áreas agrícolas de producción comercial". 2 8] Rivas, E. Interpretación del desarrollo Social Centroamericano,
EDUCA. San José, 1973.

9] Cf. especialmente Cardoso, C. F. S. HISTORIA ECONOMICA DEL


CAFE EN CENTROAMERICA (SIGLO XIX): ESTUDIO COMPA­
RATIVO. Revista Estudios Sociales Centroamericano� No. 1 0.
NOTAS Costa Rica, Enero-Abril de 1 975.

10] Incluso ante el desplazamiento de la grana nuevos latifundistas gua­


temaltecos trasladan actividades a El Salvador, sumándose a los que
ya se registraban a 1 807 en el informe de Gutiérrez y Ulloa.
1] Marx C. INTRODUCCION G EN ERAL A LA CRITICA DI-: LA
. ECONOMIA POLITICA. Cuadernos Pasado y Presente. Edil. Si-
glo XXI. Argentina, 1 970. p . 26·. u) Los informes de Gutiérrez y Ulloa (opus cit) ya registran explota­
ciones canunales cúyos miembros se dedican al irabajo por jornal;
igualmente desde muy temprano se presentan disposiciones muni­
2] Cueva, A. EL .DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN AMERI ­
cipales sobre jornaleros (Cf. D.O. 17/3 . 881 , Tomo 1 0, No. 65,
CA LATINA (Ensayo de Interpretación Histórica) C ELA. Univer­ p. 373). Ello es una lógica consecuencia de la disolución lenta de
sidad de México, 1 976 (manuscrito) la comunidad a causa de los "accidentés en el curso de los cuales
el individuo empobrece y pierde las condiciones objetivas del tra­
3] Cf. Mande!, E. LE TROISIEME AGE DU CAPITALISME. Unión bajo suficiente para sus propias necesidades, y del desarrollo de la
Génerale d'Editions. París, 1 976. Ch. II; p. 84. división del trabajo" (Cf. Marx, C. LOS FUNDAMENTOS ... I ,
3 36).
4] Cf. Quijano Obregón, A. IMPERIALISMO, CLASES SOCIALES Y
ESTADO EN EL PERU. Oaxaca, México, junio de 1973 (mimeo­ 1 2) Ver, además, Cardoso, C. F. S. opus cit. p. 1 5
grafiado)

152 153
1 3] Las· características asumidas en tales formaciones han sido tomadas Richter , E. y Campanario, P. S UPERPOBLACION CAl'ITA LISTA
del estudio de Cueva, Agustín, opus. cit. cap. IV ( F\ Proceso de A­ EN A M ERICA LATINA. UN INTENTO DE M A RGINA LIZAC ION
cumulación 01 igiparia). DEL CONCEPTO DE M A RGINILIDAD. Ests. Socs. C.A. No. 9,
Costa Rica.
14 ] Ver , además, Whclock, J . I M PERI ALISMO Y DICTA D U R A. C R I ­
SIS D E U N A l'OR MACION. Siglo X X I . México. 1 9 7 5 y Castor, 2 1 ] Cf: Bauer Paiz , Alfonso CATALOGACION DE LEYES Y DISPO­
S. . LA OCUl'ACION NORTl· AM FRIC'AN A OF II AITI Y S US SICIONES DE TRABAJO DE G U ATEMALA D E L PERIODO 1 87 2
CONSECUENCIAS ( ] 9 1 5- 1 934). Ld. Siglo X XI , México, 1 97 1 . A 1 93 0. Inst. de Invests. Economs. de Guatemala Universidad de
San Carl.os. Oct. de 1 965.
1 5] "Y n o e s suficiente con q ue por u n lado se presenten las condicio­
nes materiales del trabaj o , en form_a de capital, y por el otro hom­ 2 2] Thompson , Wallacc RAINBOW COUNTRlESOF CENTRAL A­
bres que nada tienen que vender, aparte de su fuerza de trabaj o ( . .. ) M F RICA , New York, J 9 26, señala al respecto: " . . .acaso la mayor
Así la población del · cam po , expropiada por la violencia y reduci­ (ventaja) sea su oferta de •1na inesperadamente eficiente mano de
da al vagabundaj e , fue quebrada mediante la disciplina q ue exige l'l obra (. . . ) . La mayoría del trabaj o de El Salvador es hecho por sus
sistema del salara mediante· leyes de un tcrrorisri10 grotesco . . . " labradores indepcnilicntcs en su tiemp� libre. En. la construcción
(Cf. Marx, C. FL CAPITAL , libro 1 , p. 7 1 6 ) . de vías férreas, incluso, ellos suministran el grueso de los trabaj a­
dores. . . " Citado por Wils_o n, E. opus cit. p. 3 0.
16 j Cf. B rowning. D . opus cit. p p . 1 42-1 4 3 : " L a densidad d e su distri­
bución era menor ,•n la parte oriental, de las tierras altas centrales
del norte, en el valle bajo del L.cmpa y a lo largo de muchas partes 2 3 ] Cf. entre otros, los trabaj os de Richter, E , PROCESO D E ACU­
de las tierras bajas de la costa", y (;ut iérrcz y Ulloa , op. cit. M UL AClON ... opus cit. y Castillo, Fabio.

1 7] La pciblación total aj ustada a 1 88 2 fue de 6 1 2.94 3 . Ver Barón 24] Diari.o Oficial, República de El Salvador. Tom o I O. No. 65 d,· j ue­
Catro, opus cit. p . 4 6 7 . ves 1 7 de marzo de 1 88 1 .

1 8] Barbcrena Santiago, l . Monografías Departamentales. V I . 2 5] Estás comisiones y J untas fueron creadas para ayuda a los terrate­
nientes el 27 de abril de 1 880. Sus funciones fueron sístematizadas
19] Cf. Barón Castro, opus cit. en 1 884. Ver D. O. de 2 5 / 1 / 84.

20] Sobrcpoblación latente entendida como aquella i n tciuada por la 26] Diario Oficial, tomo 26, No. 6 1 , martes 12 de marzo de 1 889.
población rural que pierde sus explotaciones a medida q ue se desa­
rrolla el cap italismo y que no encuentra ocupación fuera de la a­ 27 ) Diario Oficial , Tomo 26 , No. 1 3 9 , martes 1 8 de j unio de 1 907.
gricultura. Esta parte de la población siempre está lista para pro­
porcionar mano de obra a cualquier empresa. Esta categ oría, su­ 2 8] Torres Rivas, F. IN T ERPRETACJON ... p. 75:
mada a la superpoblación flotante, en la industria, y a la estancada,
en la artesanía, integra la superpoblación relativa, o sea el ej ército
industrial de reserva. Cf. Lenin , V. l. PARA UNA CARACTE R l �
ZACION D E L ROMANTICISMO . ECONOMICO (SISMONDl Y
N UESTROS S l SMONDISTAS NACIONALES) en SOBRE EL
PROBLEMA. D E LOS MERCADOS. Edit. Siglo XXI. México 1 974.
pp. 1 10-1 16. Marx, .C. EL CAPITAL, libro 1, 6 06-6 1 7. Un exce­
lente trabajo para et - anaus1s aet prootema en Amenca Launa:

1 54
155
AP E N D IC E ESTA D I ST I CO
AH UACH APAN
(D . O . 9 5 , Tomo 8 , Sábado 24 de abril de 1 890)
SANTA ANA 1 ]

1 - El informe d�t" Gobernador n o parece responder a la de­ N U M FRO DE CABAI.LFRlAS


manda de julio de 1 8 7 9 , sino a informes que proviene la
Ley , del estado de pueblos del Departamento. Pueblos Acotadas Sin Total
y distr. acotar ejidos
2--- Describe _en diferentes aspectos, los sigu ientes pueblo s :
Atiquizaya, Refugios, S a n Loren zo , Tacuba, Ataco , J uj u­ Santa Ana 3 7. 5 37.5
tla, Guaimango, San Pedro Pustla, Apa·n eca y Turín . Mctap:Ín 7.2 1.3 8.5
Chalchuapi1 3 7.0 1.0 3 8,0
3 -- Habla d e ejidos, pero ·s in da r detalles de extensión y aco­ Tcxistcpcquc 4.0. 2.3 6.3
tamiento : San tiago 3.2 21.8 25,0
Masah uat 4.3 1 0. 7 1 5 .0
Refugio: C'oatcpcquc 30.2 8.0 38.2
" Habiendo man ifestado la Municipalid ad no te·
ner ejidos esta población . . . " TOTAL CABALL F R l AS 1 2 3.4 45. l 1 6 8. 5

Ataco : TOTAL M J\ N I.J\NJ\S 7,897.6 2,886.4 1 0,7 84 . 0


" I nformando de que el Mu nicipio cultiva un ca­
fetal llamado entre ellos ' E l Comú n ' . . . " . TOTA i. I I LC'TAR LAS 5 , 5 1 9.6 2,0J 7.3 7,536.9

J ujutla: Fxtensión del lkpartmncnto 203,400.0


" . . haga efectivo el pago del cánon de los te­ 0io ejidos
3. 7 °/o
rrenos cj idales . . . " Territorio Agrícola 1 75 , 8 26
0 /o ejidos
4.3 ° /o
Guaimango :
" . . . s i no se h ace efectivo el pago del fondo eji­
dal y de trabajadores . . . " . 1 ] Diario Oficial, República del Salv,rdor. No. 2 5 8 Tomo 7.
Domingo 2 de novícmh'rc de 1 879.
San Pedro Pust1a·,
" . . . que la au toridad respeniva cumpla con ha­
cer pagar el fon_do ejidal y de trabajadores . . . "

158 159
SONSONATE ! ) CHALATENANGO
(Ejidos)
NUMERO D E CABALLERIAS

Pu·eblos
Acotadas Sin Total Cánon Existenda N UMERO DE CABALLERIAS
y distrib. Acotar Ejido.-. x manz. de fondos Acotadas y No Total Cánon Existencia
Pueblos Distrib. acotadas Ejidos por manz. de fondos
Sonsonatc 2) 2.4 6666 2.4 15
Chalatcnango 42 14 56 4 y 2 r. 1 9-6 1/4 r.
Nahuizalco 86.0 24.0 1 10.0 2. 1 /2 $368 - 7.3/4 Qucr..altcpeque 41 74 l l5 4 17
El Progreso 65.0 24.0 24.0 2. 1 /2 5 ·6 Arcatao 12 12 2 1 97-3
SaJcoatitán 36.0 36.0 2 215 · 4 San Miguel de Mercedes 6 6 12 2 0-3
Mazahuat 50.9 2.0 5 2.9 2.1/2 44 - 4. 1 /2 Laguna ! . l /2 1/2 2 s 20
Santo Domi.ngo 2] 46.9 9.1 56.0 2.1/2 2 · 3 . 1 /2 Paraíso 1 4,1/2 5. 1/2 4
San Antonio 43.0 43.0 2. 1 /2 1 5 · 7.l/4 Nueva Concepción 10 20 30 3y2 ¡95,1 . 1 ¡2
Acajutla 2 ] 2 .7 20.3 n.o 2. J / 2 937 -. 2 Agu;j Caliente
Reína
1 ! 8.1/2
6
1 9. 1/2
6
4
4
( · 168-3)
95-3.1/2
Nahuizalco 50.0 1.0 5 1 .0 2. 1 / 2 13 -4 Citalá 13 4.3/4 1 7.3/4 4 19-7
Sonzacatc 9.0 9.0 2 . 1 /2 2 · 3. 1/2 Tcjutla-
lzalco 38.0 38.0 2. 1 /2 25 - 6 Palma

San J ulián
Armenia 3 J 82.0 82.0 2.1/2 San Ignacio
84.0 16.0 1 00.0 2. 1 /2 ( El resto no tiene ejido!-)
lShuatán 4.8 3.2 8.0 1 0-3
Cuisnahual 2.0 36.0 4 J 38.0 O · 3 . 1 /2 TOTAL CABALLfRlAS J 27.50 148.25 275.75 1 , 1 9 1 .-4 . 1 /2
Caluco 35.0 1 0. 0 45.0 2.1/2 1 23 · 4 TOTAL MANZANAS 8,160 9,488 1 2,334
TOTAL CABALLLRIAS 557. 7 227.6 738.3 1 756 - 3 Extensión Dpto. 15 1 . 1 00 Has.
0
TOTAL MANZANAS 35,564.8 1 4.566.4 50.1 3 1 . 2 /o de ejidos 8,74 °/o.
Territorio Agrícola 141 .073
. TOTAL HECTAREAS 24.856.2 10,1 80.4 35,036.6
Extensión Opto. Ha ºto ejidos 8.74
1 28.800.
º
(Cnmunidadc�)
o/o ejidos 27 /o
Tcjutla l . ! /2 542. 1/2 544 4 41
Tc,ritorio A�rícola 1 02,473 Palma 20 30 50 . 4 6-6 3/4
0 °
San Ignacio 18 6 24 4
/o ejido:,; 34 /o
TOTAL CABALLERIAS 39.1/2 573. 1 /2 618 47-6 3,'4
TOTAL MANZANAS 2.528 3 7 . 024 39.552
1] Diario Ofo.:ial, R�pública dd Salvador. No. 267, _Tomo 7, ju-:vi.:s J 3 de noviembre de TOTAL HECTAREAS 1 .767 25.876 27.642
1 879 , págs. 1495-1496. Extensión Opto. 15 I . 1 00 Has.
2] Caballl!rías L'stablcddas con k1s1.: �11 informe y no a cuadtos resumen del Ministeril) de Goher·
n;¡ciÓn. ?Jo de comunidades 1 8.29
3j No hay detalle de :1co1a_ci(Jn por h:Jlx�r prnindivisión Clll) Comuni<ladel'. Territorio Agrl.:ola 1 4 1 .073
-4·] No repartida por constituir balsa mares. ºJo de Comunidades 20_.0
Reeom<'ndaciom:s de Gobnnación 0/o dt! Ejidos y Comunidadc� 26.45
1 - Que las Municipalidadl'S formen almácigos y distribuyan entre los vL:cinos, so pena •de multa (en relación a Ext. Depto.)
cstablcdda. 0 /o. de Ejidos y Comunidades
2- Vender terrenos cjidaks sin acotar :i personas que den se::guridad dl! Sl�mbrar · productos de (en relación al Ter�. Agrícola) 28.30
cxportai.:ión.
3- � umcnto dc. cirnnn l lo:; ejido!, tjlll� no cultiven los prot1ui..:to!'I m..:ndonados, aún siendo apro­ Recomendat:iones de <.iohernoción:
piadas lus tierras. " ... dictar las providencias indicadas en los oficios que este Millistcrío ha deSignado a
4- Cultivo de trigo. en zonas altas ( Apaneca). ]as Gobernaciones de San Vicente, Usulut:in y Gotera.''

I] Diario Oficial, República del SalVador, Núm. 24 1 , tomo 7. 14 de octubre de 1 87 9


1 60 P P 1 3 87-1388.
161
r Pueblo,
SAN SALVADOR 1]

Acotada�
y distr.
Sin
NUMERO DE CABALLERIAS
acotar ejidos por manz.
total c,non Exist. de
fondos
CUSCATLAN 1)

Acotadas No
NUMERO DE CABALLERIAS
Total Cánon Exist.
San Salvador
Pueblos y distr. Acotadas ejidos por manz. de fondos
Ayutux·tcpcquc
40 40 ---4) $27-1 3/4
4 4 4
Cuscatancingo 60 60
Acuthuaca 42 42 Cojutepeque 8.0 8.0 4 rl. $5-0
San Scb•utián
Paleca 10 10 7-1/2 Candelaria 3.0 3.0 2 53-2
12 12 4 94,... San Ramón 4
Soyapango 1 2.1/2 13.1/2 4 9
0.5 0.2 0.7

3
San. Martín 28 28 2 152 Santa Cruz Analquito 2.0 2.0 2 83-7
San Jacinto
- - - -2) 4 San Cristóbal 0.8 0.8 4 22-0
Tonacatcpcquc
Apopa 40 40 4 El Carmen 0.5 0.5 4.
N_ejapa
Guazapa
60.1/2

8
- s-J}
60.1/2 24
24
4
5-3
1 17
San Rafael Arcángel
Rosario
1.1
0.1
0.6 1.7
0.1
2
4 2.1
llopango 17 1 18 4 136-6 Monte de San Juan 2.0 2.0 2
Paisnal Santa Cruz 0.8 0.8 4
Santo Tomás 11 11 62 San Pedro 5.0 5.0 2 526-3
Santia¡so Tcxacuangos -21-i-
San Marcos 20 4 1 72-6 San Pedro Perulapía 2.5 2.5 2
Panchimalco 2 i} 4 254-7
Oratorio de Concepción
Suchitoto
3.0
1 1.0
3.0 6.0
1 1 .0
2
2
3 3-3

TOTAL CABALLERIAS ·357


San José Guayabal 25.7 64.3 90.0 2 1 7-3.1/2
13 370 1 033 Aguacayo 3.1 6.9 1 0.0 2 ( - -22-0)
TOTAL MANZANAS 22.848 832 23.680 Tenancingo 5.0 5.0 2 45-7.1/2
TOTAL HECTAREAS 15.%8 581 16.549
Ex tensión Dpto. Ha. 86.800 TOTAL CABALLERIAS 74. 1 75.0 149.1 770-3
0/o Ejidos
19 ° /o TOTAL MANZANAS 4.742.4 4.800.0 9.542.4
Territorio Agrícola 82.673 TOTAL HECTAREAS 3.3 14.5 3 .354.7 6.669.2
0/o Ejidos Extensión Dpto. (Has.) 74.00!).0
20 ºJo
1 0 /o Ejidos 9°/o
1] Diario Oficial. República del Salvador. No. 236, tomo 7. Miércoles 8 de oc­
tubre de 1 879. pp. 1367-1368. Territorio Agrícola 55.640
2) No fueron suministrado!i datos en el informe, pero eXistían ejidos, totalmente 0
acotados, con excepción de Guazapa y Panchimal�o en que sól9.aparecen rcgis-­ /o Ejidos 12°/o
tradas las extensione� no acotadas.
3] Sin datos y todas las tierras no acotada,.
4) Cánon abolido en 1823 comQ premió a tie.rrismo en sitio de Mexicanos por Gua• 1] Diario Oficial. República del Salvador. No. 270, tomo 7, Domingo 1 6 de no-­
temala: _viembre de 1 879. Págs. 1 15 1 - 1 5 1 2.
Recomendaciones de Gobernación Recomendaciones de Gobernación:
1 - Indolentes ante ei decreto pata fomentar cultivos permanentes, "por lo regular "Poner en práctica las providencias que respecto al mismo objeto se han. prescrito
1os poseedores de dichos terrenos ó los te�ían abandonados ó los inutilizan cada a otras Gobernaciones y publicándose últimamente en el periódico local".
-día más con siembras anuales y· de UJI producto miserable. que jamás les propor·
donará para su educación moral, que es e1 fin del hombre, por lo cual convocará
a e/Municipalidad."
2- Que los Municipios que carecen de fondos, p1ocurcn co.mponcr un cánon e,pe•
'. cialrnent� a 101 poteedores de terrenos ejidales, c.ort excepción de San Salvador
que esú excento y donde debe ponerse algún ubitrio.

162 163
!

Informes de Gobernaciones Departamentales sobre terrenos ejldales,


CABAÑAS I ] acotados y no acotados, año de 1 879

NO. DF CABALLERIAS SAN VICFNTE 1 )


Acotados y No · Total C'.ánon Exist.
NUMERO DE CABALLF'.RIAS
Pueblos distrib. acotados ejidos por manz. de fondos Sin Total Cánon Exist.
Acotadas
Puebles y 4istr. acotar ejidos por manz. de fondos

San Vicente 60 60 2y4 S6-3 rl:


Sensuntepequc 34.1 6.6 40.7 2 rl. Santa Clara 5 5 2) 10 2-4 3-7
San Isidro 1.9 1.1 3.0 4 1 1/2 3] 9 1/2 1 - 2-3 ( - 8-7)
San Fstt:;ban 8
Dolores 7.8 29.2 37.0 2 21 21 4 9 4/2
San l"orcn1.o
Guacotecti 1 9.0 2.0 2 1 .0 2-3 23-4 . l f 2 San Scb.astián 34-3 1/2
Uobasco 1 8.0 1 8.0 Guadalupe 8 26�
Tcjutcpeque 9 7 4] 16 2 285·2 2/2 ·
Vcrapaz
Jutiapa 8.0 8.0 2 70-0 Tccoluca 2 1/3 2 1/3 2 13-4
Cinquera (-1 21 -6) Apastepcquc 10 2 12 2 ,3-5
Tcpctitán 8 2 10 3 5-6
Santo Domingo 3 1 /2 4 7 1 /2 3 73-1 1/2
TOTAL CABALLERIAS 88. 8 3 8. 9 1 27.7 98-1 l f2
TOTAL CABALLERIAS 134.83 21.50 156,.33
TOTAL MANZANAS 5 .683.2 2.489.6 8 . 1 72.8
TOTAL MANZANAS 8.629.12 J.376 1 0.005 . 1 2
TOTAL HFCTAREAS 3.972.0 l .740.0 5. 7 1 2.0 6.992.57 5)
TOTAL H ECTAREAS 6.030.89 96 1 .69
El\tcnsión Dpto. (Has.) 1 02.800 1 20.400 6)
ExlcnsiÍ>n Dpto. (Has.)
ºfo Ejidos °
6 fo 0 5. 8
' /o Ejidos
Territorio Agrícola 59.749 Territorio Atz.rícola 86.883

ºfo t-:jidos °
1 0 fo
0 /o Ejidos 8. O 7]

bre de 1 879.
1] Diario Ofici'al. Rcp4blica del Salvador, Núm. 288. Tomo 7. Domingo 7 de ct·- 1] Diario Oficial. República del Salvador. 9 de scpliem
1 sólo para gana40.
c1embrc de 1 879. 2] Sin acotar: una por litigio y cuatro por ser propias
cción.
En D. O. de 22 de Nov. de 1 879 se encuentra el Informe del Gobernador donde 3] Sin acotar por ser sólo útil para maderas de constru
se descnbe la pobreza de terrenos cjidalcs. 4) En litigio.
5] 1 Ha. • ).4308 Mz.
1 Mz · 0.6'989 Ha.
Cartografía. Menjívar, R. FOR·
6] Fxtcnsión estudiada por Dirección General de
MAS DE TEN ENCIA DI•: LA TIERR A, .. 70.
7] Se toma tc-.rritorio agrícola a 1950.
Re<·omendacio11es de Gobernación:
y ese aumento se destine al "fo·
\ -- Aumentar el cánon de los terrenos cjidalcs pcrinan cncia y valioso producto, como
mento y protecc ión de plantas de larga
el cacao, el café, el hule, etc.. .''
s para cada medio de tencno de re•
2 -· Aumentar el cánon de 2 a 5 pesos .anualea dichas siembras parte proporciona-
gadío, a los poseedores que no dediquen
da.
r el cultivo de plantas menciona-
3- Que destinen los fondos a fomentar y protege
das.
1 65
1 64
GOWRA 1]
(Actualmente Morazán)
NUMERO DE CABALLERIAS
Acotadas Sin Total Cánon Exist.
Pueblo, y distr. acot�r ejidos poi manz. de fondos
L� UNION l]
Goteca 2) 46.0 46.0
1 ..0
NUMERO DE CABALLERIAS $4--0 rl.
Acotadas No Total Cánon Exist. Sociedad
Semscmbra 7.0
"2 d.
Pueblos y distr. acotadas ejidos por manz. de fondos San Carlos 10.2 10.2 20-6
Cuatayagua 2] 7.0 7.0
La Unión 2 63 65 $1-5 r1 Jocoro 20.0 20.0 2
San Alejo 69 69 5-4 1/2 (.11ílan�a 2] 24.0 24.0 1 Y4 292-6 1/2
Conchagua 2 28 30 variable 3-1 Lolotiquillo · 16.0 16.0
Intipucá Yamabal 1 3-5 1/2
4 ÜO 41.50 4-6 1/2 80.0 1 00.0
Osicala 3) 20.0 4

6
Yayautique 0.5 15.25 16 5.0 10.0 l a6 20-3
Yacauiquín Yoloaiquín 5.0
91 91 Cacaopera 115.0 1 15.0 37-0
San José 0-4 2.0 34.0 36.0 4 0-5 1/2
Meanguera 3 J
<,O.O
Bolívar Jocoaitique 3] 11.0 53.0 64.0 2-0
El Carmen · Arambala 3) 40.0 1 00.0 4
Sauce 1-3 1/2 100.0
Saco Perquín 3 ] 30.0 70.0 4
0.4 San Fei'nand� 2-0
Santa Rosa 53-5 1/2 30.0 60.0 90.0 4
Pasaquina Torola
(27-5) El Rosario
!O.O
Anamorós 23.56 3-1/2 San isidro 1 0-3 1 /2
Lisliquc 2] 3 22 25 San Simún 2.0 12.0 4
Esparta 1 2.62 10-5 tiualocote. 14.0 3.0 1 7.0 4
Polorós 5 5 1-1
TOTAL CABALU:RIAS 361.2 413.0 774.2
TOTAL CABALLERIAS 12.5 366 378.5 113 TOTAL MANZANAS 23.116.8 23.432.0 49.548.8
TOTAL MANZANAS 800 23.424 24.224 TOTAL Hl-:CfAREAS 16.1 56.3 1 8.473.3 34.629.6
TOTAL HECTAREAS 559. 1 2 16.371 16.930 Extensión O¡,to. (Has.) 138.800
Superficie Depto. 247.800 0
/o Ejido!\ 2s 0/o
0/o Ejidos ° Territorio Agrícola 76.491
6.8 /o
Territorio Agrícola 0/o Ejido� 45 °/o
1 16.6 1 2
0 /o Ejidos
14.5 1] Diario Oficial, República del Salvador. Núm.'222, Tomo 7, Domingo 21 de
septiembre de 1879 . . pp. 13\1-1312.
2] Contcinpla1 tierras distribuidas a Ladinos y "Naturales". Los primeros pagaban
1] Diario Oficial. República del Salvador.,. Núm. 243, Tomo 7, 16 de Octubre de cánon ..
1 879. pp. 1395-1396. 3) En todos los casos el no acotamiento se debe a la extrema esterilidad. El mismo
2] Se tomó cifra que componen sus ejidos "en toda su extensión". sin tomar en informe 5cñala la esterilidad extrema en los terrenos, lo que 5Ólo pe,nnitc sem­
cu�nta los descuentos que el alc�ldc hace por "usurpaciones que le han hecho brar maiucy y caña. Incluso el bajo rendimientC:hace incosteable la siembra del
colmdantcs''. maÍl..
Obs�rvaciones de Gobernación:
Recomendaciones de Gobernación:
1 - lnsistcn en sembrar cacao en zonils inmediatas a ríos (San.Miguel. Torola, Gote­
1 - Las mismas de San Vicente, Usulután y Gotera. ra, Yamabal y Seco).
2- Venta de terrenos no repartidos, que hay en inmensa proporción 2- · Obtener maquinaria paríl cultivo del maguey, que se ••beneficia ·en forma traba-
'
3- Fomento de plantaciones de cacao, hule y madera. josa e imperfecta".
3 -· Insisten -no obstante el informe que�señata que el café y cacao no se da, sino en
cxten!\iones insignificantes- en la Íonnació11 de abnácigos de cacao, café y hule.
4- Vender terrenos cjidale! sín acotar para la siembra de esos productos.
166 1 67
r
¡.
:,·
Pueblos
USULUTAN 1 ]

Acotadas
y distr.
NUMERO DE CABALLERJAS
No Tata: Cánon fxist.
acotada� ejidos por rnanz. de fondos
Pueblos
EJIDOS

Nueva San Salvador


La Libertad 2]
Zaragou
LA LIBERTAD 1]

Acotadas
y· distr.

1 18.9
42.7
30.0
Sin
acotar

6.1
35.4
Total

125
Cánon
NUMERO DE CABALLERIAS

78.1
30.0
Exist.
ejidos por manz de fondos

4 y 2 rl.
2
3y2
14-2
2H 112

42-ó 1/2
Usulután 66.0 67.0 1 33 .0 (-34-1 3/4) San José 38.5 38.5 4 870-0
Santa Elena 1 9.0 16.0 34.0 0-2 Huiiucar 36.0 10.0 46.0 1 120·5
Sá.nta Maria 12.0 6.0 1 8.0 Nuevo Cusc.atlán 16.5 16.5 2 1508-0
l -0
Ercguaiquín 40.0 3. 7 44.0 (- 1 1 -4 1 /2) Antiguo Cuscatlán 3] 1 7-4

2
Sacacoyo 8.7 3.3 12.0 2 7-2 1/2
Jucua.rán 2] 2.0 2.0 Tepecoyo 3 1.0 64.0 95.0 2 27-ó
Jiqui1isco 1 .6 90.5 92.) 1/2 rl. 4-4 Jayaque 13.2 2.8 16.0 37-4
Jucuapa 23-7 Talnique 80.0 80.0 1 25-4 1/2
San Buenaventura Comasagua 75.0 7.0 82.0 2 44-4
J O.O J O. O 20.0 0-5 25.6 40.0 2 47-0
El Triunfo Chiltiupán 14.4
4 .0 4.0 4 0-6 Tamanique 41.0 41.0 82.0 2 153-1 1/2.
Estanzuclas 15.7 0.4 16.J 2 53-4 Jicalapa 20.0 12.0 32.0 1 51-4
Mercedes 3] 33-2 Teotepcque 4) 18.9 18.9 3-0
Tccapa 24.3 7.0 31.J 135 -4
60.0 J 00.0 160.0 Opico
55."0 (-25-ó)
Santiago de María Quez.altepcque 52.0 ·3.0
(-204-0) (-25-0)
Tecapán 62.0 21.0 83.0 2· (-38-0) San Matías .5)
Tacachico 3 1 .5 3 1 .5 48-2

TOTAL CABALLERIAS 703.8 206.Q 909.8 3 127-ó


TOTAL CABALLl-:RIAS 292.6 3 1 3 .6 606 . 2 ( - 1 7 0-0) TOTAL MANZANAS 45.043.2 13. 184.0 58.227.2
TOTAL MANZANAS 1 8. 726.4 20.07 0.4 38. 796.8 TOTAL HECTARf:AS 31.480.7 9.214.3 40.695.0
TOTAL HECTAREAS 1 3 .087.9 1 4.027.2 27. 1 1 5 . 1 COMUNIDADES
Superficie Depto. (Has.) 2 1 2.300 San Matía5 32.0 12.0 44.0

0 /o de Ejidos Superficie Total (has) 164.300


1 3.0 0/o Ejidos 25 ºto
Territorio Agrícola 1 3 9. 2 1 6
ºJo Ejidos y Comunidades 37 °/o
0 /o de l'jidos
1 9.0 Superficie Agrícola (has) 1 51.914

ºto Ejidos 27 ºto

ºto Ejidos y Comunidades 40 ºto

1) Diario Oficial. República del Salvador, No. 259, tomo 7 pp. 1459/60. Martes
4 de Nov. de 1879.
2). El número de caballerías se toma del informe y no del cuadro resumen del mis­
mo, que aparece diferente.
3) Pueblo extinguido y Juego habilit.3.do en 1877; sus títu!0s de ejidos fueron reco-­

41
gidos por Juez de· Hacienda.
La extensión m E_jidos es mayor, pero se desconoce pato de parte no acotada.
S Sólo tiene comunid:.tdcs. -Cabe señalar que sólo en caso de no tener Ejidos se
refieren, en algunos informes, a Las Comunidades. Siendo caballería antigua la
extensión se estimó al doble.
Recomendaciones de Gobernación:
1 - Las existencias de dinero con que cuentan algunas tesorerías municipales, no
' obstante la moderación del cánon impuesto sobre los terrenos y las citcunstan·
cia excepcional de encontrarse en muchas partes de ellas en estado silvestre,
las ricas plantas que producen el cacao, el hule y_ la vainilla, pone en evidencia la
facilidad de obtener notables ventajas de los valiosos productos que tanta de­
manda tieoon en el extranjero; c-n consecuencia deben fomentarse: a) cumplicn,
do la ley de 24 de febrero; b) aumentando los fondos mediante el aumento del
cánon de 2 a 5, igual que arbitrios y e) proteger el bálsamo.

168 169
INDICE
i'
P RESENTACION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

P ROLOGO. . . · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 9

l. E L SALVADOR EN EL MARCO D E L DESA R ROLLO


CAPITALISTA

1 - Fases de articulación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2--- Expansión de Relaciones Mercantiles y el
Capitalismo Europeo ( 1 821 - 1 890) . . . . . . . . . . . . . . 27
3- Expansión Imperialista Inglesa ( 1 888-1 908) . . . . . . . 36
4- Ascenso de la dominación Norteamericana.
ExportaCión de Capital y Comercio ( 1 864-1 930) . . . . 55

1 1 . E L PROCESO Y LOS MECAN ISMOS D E ACUMU LA­


CION O R I G I NARIA ( 1 864-1 897)

1- Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
2- Los procedimientos de acumulación originaria 86
3- Concentración de la fortuna monetaria . . . . . . . . . . 1 25 ·

1 1 1. ESPECI FICIDAD D E L PROCESO DE ACUMU LACION


ORIG INARIA Y VIA D E L DESAR RO LLO CAPITALIS-
TA . . . . . . . ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 37

APENDICE ESTADISTICO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 57
�;'.;!';;::::;a====================="""""""'"""'=======
========�-- ..,

t�-:, · . ··-�::,�0c ?�?t\fJit-=!.-;:"¡.· �. :


.. 1
. t

Este libro se terminó de . imprimir el


mes de febrero de 1 98 1 , en las insta-
1 aciones de Litografía LIL, S. A.
Apartado 7 S, Tibás, Costa Rica.
Para la comprensión de la conflictiva
realidad salvadoreña actual y el deli-
' neamiento de su transformación es
indispensable el conqdmiepto de su
proceso histórico. La . presente obra,
elaborada /c on excepcional rigor y
profundidad -científica constituye un
valioso aporte dentro de tal visión.

Su autor, Rafael Mcnjívar, prestigioso


economista y sociólogo salvadoreño,
ex-rector de la Universidad <le su país,
Profesor de la Facultad Latino- .
americana de ci encias Sociales
-FLACSO- y en l a actualidad diri­
gente del Frente Democrático Revo­
lucionario, es uno de los más cali­
ficados estudiosos de la problemática
de El Salvador y Centroamérica.
, �
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' ACUffi U LACIOn
ORIGlnARIA
Y DESARROLLO
DEL C A PIT,A LflfflO �'�e n
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elaborada /con ,excepcional rigor y
profundidad • científica constituye un
valioso aporte dentro de tal visión.

Su autor, Rafael Mcnj ívar, prestigioso


economista y sociólogo salvadoreño,
ex-rector de la Universidad de su país,
Profesor de la Facultad Latino­
a m e r i c a n a de c i e n c i as S o c i a l e s
-FLACSO- y en l a actualidad diri­
gente del Frente Democrático Revo­
lucionario, es uno de los más cali­
ficados estudiosos de la problemática
de El Salvador y Centroamérica.

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