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La atención y la memoria como claves del proceso de aprendizaje.

Aplicaciones para el entorno escolar

Los mecanismos atencionales y los mecanismos de memoria son las principales funciones
neuropsicológicas que sostienen los procesos de aprendizaje, su funcionamiento debe ser
objeto central de estudio en el área de la neurodidáctica. Las estrategias y metodologías
están basadas en el conocimiento de los sistemas neuronales lo que permite a estás
funciones favorecer y mejorar la adquisición de conocimientos en el entorno académico.
Como primera función están:

Mecanismos Atencionales

La atención es un mecanismo cerebral que permite procesar los estímulos, pensamientos

o acciones relevantes e ignorar los distractores. El ser humano se desenvuelve en un
entorno cambiante y existen límites en la capacidad del cerebro para procesar
información en todo momento, que hacen imposible de realizar más de una tarea
cognitiva de forma simultánea. Para esto debe haber mecanismos neuronales que
permitan la selección de estímulos relevantes en cada situación a lo que se le conoce con
el término de atención. Los mecanismos atencionales incluyen una jerarquía de procesos,
que van desde los niveles más generales e inespecíficos de activación cerebral hasta los
más concretos y diferenciados, como la atención alternante o dividida. El estado global de
activación o nivel de alerta es un estado neurofisiológico cerebral que proporciona el
arousal necesario para procesar cualquier tipo de información. Existen diferencias de
grado en este estado global, desde niveles de activación relativamente bajos (estados de
inatención, como la somnolencia y la relajación, en los que no se produce un
procesamiento activo de la información) hasta estados de alerta plena donde el
procesamiento de la información se ve optimizado. El nivel de activación está relacionado
neuroanatomicamente con el sistema activador reticular ascendente (sara). Cuando el
nivel de activación es alto el estado de alerta se mantiene a lo largo del tiempo necesario
para la realización de una tarea se denomina atención sostenida o vigilancia, pueden
intervenir los mecanismos activos de atención o de atención selectiva, alternante y
dividida.

La capacidad de focalizar la atención es básica para el seguimiento de las clases y depende

del estado motivacional del niño hacia las tareas escolares. Los mecanismos selectivos de
control atencional permiten dirigir el procesamiento hacia la información pertinente,
descartando la irrelevante, controlar la orientación del foco atencional y la eficacia de los
procesos cerebrales, y da lugar a los contenidos mentales concretos (como la percepción
visual de una escena, un mensaje verbal o el recuerdo de un acontecimiento particular,
por ejemplo) que forman parte en cada momento del continuo de nuestra experiencia
consciente.

Aspectos a considerar en las aulas

La atención es el pilar importante en el proceso de aprendizaje porque supone un

prerrequisito para que ocurran los procesos de consolidación, mantenimiento y
recuperación de la información. Estudios (syka y merzenic, 2005) demuestran que la
atención es básica para la creación de nuevas conexiones neuronales y para la formación
de circuitos cerebrales estables. Por otro lado los niveles básicos o vigilancia y atención
sostenida, motivación e intereses, sueño, fatiga, dificultad de la tarea, atractivo de la
tarea, ruido y estímulos distractores, luminosidad del aula, estilo del profesor, son
factores que ayudan o dificultan al mantenimiento de la atención, estos son factores que
ayudan o dificultan al mantenimiento de la atención. A la hora de transmitir contenidos
nuevos es importante la brevedad, precisión y claridad, para tareas de repaso, que
consumen menos recursos, puede ser más extenso el tiempo y contenido.

Algunas de las características de los receptores y vías sensoriales son cuestiones a tener
en cuenta para mantener la atención dentro del aula. Por otro lado el cerebro dirige la
atención de forma natural hacia estímulos novedosos y relevantes cabe mencionar que
los ambientes de vista estimular, además de mejorar los procesos atencionales de forma
considerable, de una estructura cerebral que implica la orientación automática de la
atención visual, cabe mencionar que prestar atención también mejora la actividad de los
núcleos basales y la reorganización de la actividad cortical, sin embargo las alteraciones
emocionales, como la ansiedad , el miedo, el estrés, afectan directamente a la atención
selectiva y procesos de control atencional. Así pues la estimulación de la atención favorece
los procesos de aprendizaje, ya que se comprobó que realizar ejercicios atencionales
durante unos minutos antes del inicio de la clase mejora directamente la calidad de la
atención y las funciones ejecutivas. El foco atencional es una de las funciones más
importantes de la atención, por lo que caracteriza la mayoría de las actividades que
responden a objetivos y requieren respuestas determinadas. Esto es importante en la
adolescencia.

Dentro de los procesos cognitivos se encuentra también la memoria ya que es una de las
funciones más importantes dentro de nuestro cerebro, se refiere a la capacidad que
presentan los seres vivos para adquirir y retener información de sí mismos, al entorno y
las consecuencias del comportamiento, ya que se almacena en ocasiones posteriores para
modificar el comportamiento del organismo con una finalidad adaptiva. La memoria
puede clasificarse en dos categorías

Memoria explicita: aquel conocimiento al que accedemos de forma consciente y el que

podemos expresar verbalmente o con otro tipo de código simbólico (saber qué).

Memoria implícita: conocimiento de carácter automático y procedimental que no requiere

recuerdo consciente (saber cómo).

El proceso de enseñanza aprendizaje supone a menudo hacer explícito conocimientos

procedimentales o implícitos, por otro lado es importante conseguir cierto grado de
aprendizaje implícito previo al aprendizaje explícito de contenidos, y el respaldo más
eficaz para el aprendizaje es el diálogo recíproco entre el aprendizaje implícito y el
explícito. Cabe mencionar que el cerebro puede procesar y almacenar información de
forma involuntaria e inconsciente. El ser humano aprende reglas, sin noción explicita de
las mismas ni haberlas aprendido el aprendizaje inconsciente que se produce por el simple
hecho de haber sido expuesto a determinada información puede emplearse en el aula,
exponiendo a los estudiantes (visual o auditivamente) a los contenidos que deben
aprender posteriormente. Así pues el aprendizaje implícito es el aprendizaje por imitación
este es un aprendizaje lento pero que queda inscrito en la memoria durante mucho
tiempo.

Es importante también conseguir que el procesamiento de la información durante el

proceso de consolidación tenga determinado nivel de profundidad. La información se
codifica superficialmente cuando el procesamiento está en función de las características
físicas del estímulo, mientras que el procesamiento procesamiento profundo se efectúa a
partir de la elaboración sobre su significado. Por otro lado también es importante
estimular la memoria visual por lo que se debe facilitar el aprendizaje, ya que es
importante también en la modalidad visual, también la presentación de los conceptos en
un lenguaje gráfico facilita el estudio y la comprensión de los textos y los contenidos del
estudio que mejora la metodología educativa, por que utilizamos todos los recursos de
nuestro cerebro, optimizando el proceso de aprendizaje.

Se ha comprobado mejor rendimiento en una tarea de aprendizaje de listas de

Palabras de aprendizaje de frases y en una tarea de aprendizaje de nombres de caras,
cuando la información era autogenerada por los sujetos en vez de proporcionada
únicamente por los experimentadores, cabe mencionar que hay que tener en cuenta el
efecto de la motivación en el aprendizaje ya que se ha comprobado empíricamente que
cuando se estimula la curiosidad, se activan los circuitos de recompensa del cerebro y
aumenta la actividad en el hipocampo, estructura como hemos visto críticamente
implicada en el aprendizaje y la memoria.

En fin el ejercicio físico parece potenciar el aprendizaje, esto se ha comprobado

experimentalmente en estudios utilizando ratones, ya que las neuronas del hipocampo de
los ratones activos desarrollaron más conexiones, por otro lado también se comprobó que
los niños realizan cinco minutos de ejercicios antes de clase, rendían aún más.