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LECTURA: NATURALEZA DE LA FILOSOFÍA

DOCENTE: Dr. Armando Mera Rodas

Una de las formas de iniciar o una de las maneras más elementales de aproximar a los alumnos a
la naturaleza de la Filosofía y su quehacer es la pregunta. Esta constituye el inicio de todo
discurso humano, de toda interacción, el inicio de la ciencia y también el punto de partida de la
misma filosofía. Sin la pregunta, la mente humana queda subsumida en lo ordinario, en la
inmediatez y básicamente prisionera del dogmatismo. Por eso las preguntas que intentaremos
explicitar son las siguientes: ¿Qué es la filosofía? ¿Qué tipo de ciencia es? ¿De qué se ocupa?
¿Cuál es su método? ¿Qué es lo propio de la filosofía y qué lo diferencia de las demás
ciencias? ¿Por qué la filosofía nació en Grecia? Y ¿Qué elementos filosóficos esenciales
hicieron posible el origen de la filosofía? La filosofía ¿da respuestas concretas o soluciones
a sus preguntas? ¿Cómo trabaja en lo que trabaja la filosofía? ¿Cómo ha evolucionado el
pensamiento filosófico? ¿Por qué y para qué la filosofía? ¿Por qué en la actualidad ya no
hay filósofos? ¿Ya no son necesarios ni la filosofía ni los filósofos?

También es bueno señalar que, la pregunta va unida o ligada a la actitud filosófica del hombre,
ésta es la que nos adentra propiamente en el ámbito de la filosofía y su accionar. Empezaremos
nuestro propósito preguntándonos si existe o no la filosofía.
Con el advenimiento de la modernidad y el surgimiento de los “ismos”, la filosofía ha sido
desplazada a un lugar marginal, negando con ello, no solo su valor y utilidad, sino también su
existencia misma. Sin embargo, quienes niegan la filosofía, apoyados por un lado en un
paradigma restringido o positivista del concepto de ciencia y del método científico; y de otro,
debido a la especialización y atomización de los saberes particulares, concluyen defendiendo que
la filosofía se habría quedado sin objeto específico.

Sin duda que estas consideraciones son erróneas, porque parten de una concepción inadecuada
de la filosofía, de su método, de su objeto, de sus fines, de su valor y de los bienes que se
esfuerza por obtener en bien de la humanidad. Bertrand Russel (1912) refiriéndose al valor de la
filosofía dice: “el hombre sin un ápice de filosofía va por el mundo prisionero de su prejuicios,
que derivan del sentido común, de las creencias habituales de su tiempo y en su país, y de las que
se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación, ni el consentimiento deliberado de su
razón”
Para especificar lo más propio de la filosofía partiremos por una pregunta filosófica de tipo
esencial que le interroga a la misma filosofía por su naturaleza o esencia: ¿Qué es la filosofía?
Una manera de aproximarnos a la naturaleza de esta disciplina es analizando la raíz etimológica
de su vocablo. Este análisis puede servirnos de punto o guía para poderla entender, debido a que
por otro camino resulta muy difícil debido a la profundidad y riqueza de esta ciencia especial.
Por otro lado debido a que tampoco existe hoy una definición unívoca o que haya producido
acuerdo universal.

Filosofía proviene del vocablo compuesto Filo que significa: el que gusta de…, el aficionado
a…., el enamorado de..., el aplicado a…, el que anda perdido por…, el amigo de…; y Sofía que
significa la sabiduría en sí, el saber acerca de todo, el saber teórico y práctico. La sabiduría
capacita al hombre para descubrir el sentido de la vida y actuar correctamente.
Del análisis del vocablo se deduce que filosofía significa búsqueda, encuentro, posesión
defensa y difusión de la sabiduría, de aquella que vale siempre y autónomamente, por ella
misma. Cabe señalar que la sabiduría no se identifica con el conocimiento, la primera es
consecuencia del pensar, en tanto el segundo implica solo posesión; la primera exige el recurso
de otras facultades humanas como la voluntad. Exige además de la formación de la inteligencia,
el esfuerzo de la voluntad - la voluntad es la que impulsa a la inteligencia -; en tanto el
conocimiento basta con el recurso de las facultades cognoscitivas sensibles e intelectuales. Por
esta razón, Llanos (1999) dice: “La inteligencia se forma cuando aprende a pensar, cuando
descubre por si misma, cuando lee el interior de las realidades”. En otras palabras, cuando
alcanza la verdad filosófica.

Por esta razón el filósofo aspira a la sabiduría (sabio), en tanto el científico particular sólo busca
el conocimiento (enciclopedista). Los conocimientos pueden ser el material sobre el que pensar
para alcanzar sabiduría. De esto se puede inferir que la persona más inteligente no siempre es la
que conoce más sino aquella que sabe más: sabe lo que vale la vida, sabe como vivir en
correspondencia con lo que es, lucha por vivir la unidad de vida, se esfuerza por vivir de cara a
su trascendencia, pero fundamentalmente si tiene el criterio para saber si se encuentra en la
verdad. Con razón Heráclito de Éfeso solía decir que filósofos son los sabedores de muchas
cosas.
El padre de la filosofía griega Aristóteles, en su obra la metafísica nos decía que: la Sofía es la
felicidad y la filosofía, la aspiración a la felicidad. Lo esencial del hombre es que puede llegar a
ser feliz. Dios en cambio no puede ser feliz porque ya lo es. La felicidad reside en la vida
filosófica, en el “bios teoréticos”, esto es, en la vida consagrada a inspeccionar, no solo las cosas
tales como son, sino en tanto que son. Por eso, la dicha suprema reside en el theorein, en saber
lo que es, lo que significa. (Met. 1177,b, 26, - 1178 a, 8). Según Aristóteles, la Filosofía es
eudaimonía, esto es, felicidad.
Nos hemos aproximado a la filosofía a través de su etimología, ahora precederemos a ella vía
explicativa y seguimos preguntándonos qué es en esencia ella.
Dijimos que no existe un concepto unívoco de ella, en su lugar hay tantas definiciones como
filósofos, incluso en la modernidad y posmodernidad se han formulado definiciones
distorsionadas que la han alejado de su propia naturaleza y objeto. Kant la definía como ciencia
crítica que se propone delimitar los alcances del conocimiento humano; reflexión sobre la cultura
humana: ciencia, arte, moral, religión. Por su parte Marx decía que se trataba de un saber crítico
de la realidad existente y práctica revolucionaria que influye en la transformación de una
realidad social. Sin embargo, vamos a explicar una definición que desde su formulación por
parte de Aristóteles en el siglo IV antes de Cristo ha atravesado como una definición muy
sugerente a lo largo de los siglos. La filosofía es la ciencia de la totalidad de las cosas, por sus
causas últimas y sus primeros principios, adquirida por la luz de la razón.

En esta definición claramente se advierte cuatro aspectos importantes de la filosofía: su carácter


científico (es ciencia), su objeto material (la totalidad de las cosas), su objeto formal (las causas
últimas y los primeros principios) y su método de estudio (adquirida por la luz de la razón). A
continuación vamos a explicitar un poco más estos elementos.

A) Es una ciencia y como tal tiene un objeto de estudio, un método de investigación propia, y
por supuesto un cuerpo doctrinal de conocimientos que la configura como tal. Es bueno
precisar que, a diferencia del método matemático de Descartes o del método positivista de
Augusto Comte - que han pretendido universalizarse y constituirse en filtro para determinar
que doctrina es científica y que no, hemos de entender el método científico en su sentido
más amplio de significado, esto es, asumir que existe una pluralidad de métodos científicos
en concordancia con la naturaleza de cada ciencia.
Una segunda precisión va en la línea de aclarar que no existen unas ciencias más científicas
que otras, pues todas son ciencias. Así la sociología es una disciplina tan científica como la
física, las matemáticas o cualquier ciencia exacta. Si bien no existen grados de cientificidad
entre las ciencias, sin embargo - siguiendo a Aristóteles - podemos afirmar que una ciencia
puede ser más digna que otra en razón de su objeto de estudio y el fin que persigue. Así la
filosofía es la ciencia más digna de entre las demás ciencias y el saber filosófico es el más
elevado de entre los saberes humanos. De entre todas las ciencias humanas, la filosofía es la
más noble o digna por el objeto que estudia, por las razones que busca, por los asuntos que
responde. La filosofía tiene un inmenso valor formativo. Permite explicaciones a
interrogantes vitales para el hombre, permitiéndole obtener conceptos que le ayuden a
encontrar sentido a su propia vida. Se trata de un saber que está tan lejos de la total
ignorancia como de la total sabiduría. Pese a ello se ocupa de los más altos saberes a los que
puede llegar el hombre; elevándolo a su plenitud de ser hombre, por encima de su vida
vegetativa - dormir, comer, crecer- y de su vida animal –ver, oír, tocar- y es capaz de
conectarlo con su máxima elevación que es de índole sobrenatural. Muchos de nuestros
conocimientos no son científicos por ejemplo : el conocimiento que algunos tenemos del
temblor, el conocimientos que los hombres tuvieron de las fases lunares, de la caída de los
cuerpos, el pescador que conoce los secretos de los mares, etc. Estos son solo
conocimientos de hechos, conocimientos ordinarios, no científicos. Pero quien conoce las
fases de la luna en función de los movimientos de la tierra y su satélite, la caída de los
cuerpos por su gravedad, etc., conoce las cosas por sus causas y en consecuencia decimos
que dicha persona posee conocimientos científicos. Sin embargo, este conocimiento es por
causas netamente próximas o inmediatas que no rebasan el contexto físico y es propio de
las ciencias particulares.

La filosofía es ante todo conocimiento por las causas últimas, esto es, por causas
más profundas que superan el plano físico trascendiendo hasta el plano metafísico en
busca de explicaciones plausibles a las grandes interrogantes sobre Dios, el hombre y el
mundo. A diferencia de muchos que niegan el carácter científico de la filosofía podemos
inferir una primera conclusión: La filosofía es una ciencia propiamente dicha
B) De la totalidad de las cosas: en esta consideración, la filosofía nos aproxima a su objeto
Material o común. La filosofía, en su afán de delimitar su objeto no recorta un sector de la
realidad como lo hacen las ciencias particulares, sino que le interesa la realidad total,
universal, unitaria e integral.

 Objeto Material, es el aspecto común sobre lo que coinciden muchas ciencias. Por ejemplo
sobre la realidad hombre discurren ciencias como: la Psicología, la Sociología, la Medicina,
la Antropología Filosófica, entre otras. Todas tienen como referencia común al hombre, lo
que las distanciará y diferenciará categóricamente una de otra será el objeto formal como lo
vemos.

Muchos pensadores modernos – asesorados en una mentalidad reduccionista de la


realidad - que han desplazado a la filosofía a un plano marginal e intrascendente
sostienen que con el surgimiento de las ciencias particulares y sus respectivas
especializaciones han sectorizado y repartido la realidad no quedando nada para la
filosofía o quedándose ésta sin objeto de estudio; Ante ello tenemos que argumentar que
la filosofía no es una ciencia particular, que le interese una parte, sector, o parcela de la
realidad, sino toda ella pero de un modo unitario e integral, aquí está una diferencia
sustantiva de ésta con relación a aquellas. En consecuencia podemos inferir una segunda
conclusión: la filosofía es una ciencia universal, unitaria e integral de la totalidad de
las cosas.

C) Por sus causas últimas y primeros principios: en esta consideración, la filosofía nos
aproxima a su objeto formal o propio, es decir a aquello que con radicalidad lo distingue y lo
eleva por encima de las otras ciencias humanas.

 Objeto Formal, es el punto de vista, el enfoque, la perspectiva desde el que una ciencia
estudia su objeto común. Gracias al objeto propio o formal una ciencia delimita sus fronteras,
sectoriza la realidad y no permite la invasión o intromisión de otras ciencias, empezando así
el proceso de especialización, profundización y la ampliación de las fronteras de cada saber
científico. Dijimos anteriormente que muchas ciencias coincidían en relación a su objeto
materia, pusimos como ejemplo la psicología, la medicina, la sociología, la antropología
entre otras estudiaban al hombre. Sin embargo, gracias a su objeto propio o formal, la
Psicología se hará cago de la conducta y el comportamiento del hombre, la Sociología se
ocupará de la organización social del hombre, la Medicina continuará su proceso de
atomización y especialización para estudiar el corazón, los riñones, el cerebro, y así
sucesivamente respecto al hombre. Por su parte, la Antropología, como disciplina filosófica
se hará cargo de la esencia y la naturaleza del ser humano pero desde una perspectiva integral
o unitaria.

Esto nos permite precisar una tercera conclusión: la filosofía es una ciencia que estudia la
dimensión física y metafísica o trascendente de la realidad. Le interesan las causas
últimas, los primeros principios metafísicos de la realidad.

Los siguientes gráficos pueden ayudarnos a pensar y a seguir profundizando lo dicho sobre el
objeto de la filosofía.
D) Adquirida por la luz de la Razón: Esta consideración nos aproxima al método de la
filosofía, esto es, a saber ¿Cómo trabaja en lo que trabaja la filosofía? Ya hemos aclarado
que existen un sin número de métodos y que cada disciplina científica tiene su método
concordante con su naturaleza: en consecuencia la filosofía no usa el método experimental,
tampoco el método matemático o sociológico, usa el método filosófico: Argumentativo
racional, demostrativo racional, especulativo. Solo hace uso de la razón para llegar y
demostrar la verdad filosófica. No solo llega a unas conclusiones por demostración a partir
de unos principios, sino que estudia también los principios primeros de todo el conocimiento.

El verdadero rigor científico – filosófico se consigue razonando correctamente a partir de la


experiencia y evitando reduccionismos unilaterales. Por ello la falta de consenso sobre el
método por parte de algunos filósofos hay que achacarlos a las fallas de quienes no estudian
con rigor necesario los problemas y pretenden explicaciones unilaterales.

El problema de Dios, del mundo y del hombre han sido las preocupaciones frecuentes de la
filosofía a lo largo de su historia. En su aproximación a estas realidades, la filosofía ha
seguido de modo general al menos dos caminos distintos: un camino trascendente - para Dios
y para el mundo y, un camino inmanente, para aproximarse al hombre; pero utilizando el
mismo método, aunque con un mínimo de variantes. Por esos caminos y con sus métodos la
filosofía pasando por la evidencia sensible alcanza la evidencia intelectual. La verdad
filosófica.

Tomás Melendo (2012) dice: Lo determinante en cualquier adquisición cognoscitiva es la


calidad de lo que nuestra inteligencia aprende y no la perfección con que lo capta.
Aristóteles por su parte decía: “a pesar de ser muy poco lo que podemos alcanzar de las
realidades incorruptibles, sin embargo, en virtud de la nobleza de tal conocimiento nos
produce más alegría que el de todo cuanto nos rodea; igual que una visión, incluso parcial y
fugitiva, de la persona amada nos resulta más dulce que el conocimiento exacto de tantas
otras cosas, por más que estas se muestren importantes” (De Partibus Animalium I,
644,25ss). Entre tanto Santo Tomás decía que: “el más insignificante conocimiento que uno
puede lograr sobre las cosas más elevadas y sublimes es más digno de ser deseado que el
saber más cierto de las cosas inferiores” (Suma Teológica I. q. 1. a. 5. ad).

El principio que hace guiar la entera investigación del filósofo ha de ser la necesidad
primaria de atenerse a lo real tal y como en efecto es.

Conclusiones

1. La filosofía reúne dos características que pueden parecer difícil de compaginar: La


amplitud (toda la realidad) y la profundidad (lo metafísico). Totalidad, unidad, amplitud
o universalidad constituye su primera característica distintiva. Abarca la totalidad, tiende
a la universalidad de los objetos. A todos y a todo el objeto, a lo uno y lo múltiple.
Tiende a llegar a la pluralidad y diversidad de los fenómenos.

2. La profundidad, el pensar con hondura, la trascendencia o lo metafísico constituye la


segunda característica propia y esencial de la filosofía. Aspira llegar a una esencia, a algo
irreductible, a lo que es en sí; es decir al ser.
3. La filosofía es la ciencia más digna de entre las demás ciencias y el saber filosófico es el
más elevado entre los saberes humanos.

4. Al auténtico filósofo le interesa conocer las realidades más significativas, las más
merecedoras de atención, aunque la manera de empinarse hasta ellas deje mucho que
desear si se la compara con el modo en que pueden captarse otros objetos más cercanos,
pero en muchos casos insignificantes y banales.

5. La columna vertebral del método filosófico radica en atenerse a la realidad: a la


realidad particular concreta que da sentido a cada uno de los elementos que la
componen y de la que no es legítimo desconectarlos y, a la realidad total en cuyas
coordenadas se sitúa el objeto de estudio de la filosofía.

Bibliografía

Russel, B. (1912): El valor de la Filosofía, En: Los Problemas de la Filosofía, Capitulo XV.
Llano, A. (1999) Formación de la Inteligencia, la Voluntad y el carácter
Melendo, T (2012) Introducción a La Filosofía.

¿QUÉ ES LO PROPIO DE LA FILOSOFÍA Y QUÉ LO DIFERENCIA DE LAS DEMÁS


CIENCIAS?

Hemos dicho que lo propio de la filosofía es ser una ciencia universal y metafísica que aspira a la
sabiduría. Falta aún profundizar un poco más que lo diferencia de las demás ciencias particulares
y de la misma teología.
Si nos fijamos en su objeto material de las ciencias particulares y de la filosofía, notaremos una
primera diferencia: aquellas (las ciencias particulares), estudian de modo pormenorizado
aspectos concretos de la realidad recurriendo de modo ordenado y sistemático a la
experimentación y a diversos procedimientos lógicos. En tanto la filosofía le interesa la totalidad
de las cosas, pero de cada cosa y de modo unitario no dividido.
Si nos fijamos en el objeto propio (formal), notamos que las ciencias particulares buscan las
causas próximas o inmediatas de los fenómenos o acontecimiento; la filosofía apunta a las causas
últimas y a los principios primeros de la realidad. Las ciencias particulares llegan a conclusiones
inalcanzables solo por el conocimiento ordinario, la filosofía trasciende el conocimiento
ordinario y el conocimiento científico. Las ciencias tratan de describir, explicar y predecir los
fenómenos o hechos, la filosofía aspira los grandes sistemas de pensamiento plausible respecto
de la realidad; las ciencias aspiran al conocimiento, la filosofía aspira a la sabiduría; Las ciencias
particulares utilizan un método científico adecuado a su naturaleza, la filosofía en sus
razonamientos, utiliza los recursos de la inteligencia de acuerdo con las reglas lógicas válidas
para todo conocimiento humano.

Con respecto a la teología, para no confundirla con la filosofía, mencionamos que es la


ciencia que se ocupa de la realidad divina desde la fe. Se desarrolla combinando el
conocimiento filosófico con los datos de la revelación. Mientras que la filosofía es el saber de las
últimas causas, la teología se atiende a la causa última. La teología se sirve de la filosofía para
sus fines sin impedir que esta se persiga sus objetivos propios.
A continuación presentamos en el siguiente gráfico un paralelismo entre las ciencias:

Ciencias Particulares Filosofía Teología


Se ocupa de un sector limitado de los Abarca la totalidad de las cosas. Abarca a Dios y nos hace conocerlo como
objetos. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Se ocupa en un determinado campo, Considera las causas universales por sus Obtiene un conocimiento sobrenatural.
según sea su materia, con sus causas razones últimas.
inmediatas.

Es útil a innumerables personas que las Es inútil pero vale para quien lo practica. Tiene utilidad y valor
ignoran.

Se preocupa por el establecimiento de Busca razones absolutas de la realidad. Procede de la revelación y se adquiere por
las leyes que rigen los fenómenos. la Fe.

Renuncia al conocimiento último, a la Su objetivo de estudio es esclarecer los Implica un conjunto de conocimiento y
causa real productora, a cambio se principios ontológicos de las cosas. una determinada posición frente a Dios,
ocupa de la Ley, Norma o Regularidad Hombre y el Mundo.
de los fenómenos.

El valor de ella en las respuestas, de las El valor de ella radica en la calidad de Su valor está en las dogmas que son
preguntas y comprobación de las las preguntas que se plantea y las analizadas por la Fe y la razón.
mismas. explicaciones plausibles a las que arriba.

Modifica al mundo. Contempla al mundo. Contempla a Dos

Ve al mundo al margen del hombre. Ve al mundo a través del hombre. Va a Dios a través del mundo y del
hombre.

Es un saber natural. Es un saber supremo natural. Es un saber supremo sobrenatural.

Utiliza el método científico. Utiliza el método filosófico. Utiliza el método teológico.

Su objeto de estudio puede llegar a un Reorganiza sus piezas fundamentales Dicta verdades que sean elevadas y
límite. para llegar a la verdad aspiradas a la armonía del hombre con lo
Moral.
Filosofía, Fe y Teología

La teología es una ciencia cuyo objeto es Dios. Por ser ciencia, está conformada por un conjunto
de conocimientos que exigen ser elaborados con rigor, expuestos con precisión y estudiados con
seriedad. La teología se sirve de datos que le proporciona la filosofía; utiliza terminología
filosófica para hablar de verdades sobrenaturales –como persona, naturaleza, subsistencia, causa,
efecto, cantidad, relación-. La teología parte siempre de los datos revelados y, sobre ellos,
piensa, razona, saca conclusiones y usa los principios filosóficos poniéndolos a su servicio. En
este sentido, decía Santo Tomás que la filosofía es esclava de la teología.

Hay conocimientos naturales, entre los que se incluyen los de la filosofía, y hay conocimientos
sobrenaturales, entre los que se incluyen los de la filosofía,, y hay conocimientos sobrenaturales,
propios de la teología, que nos llegan a través de la Revelación hecha por Dios al hombre que,
sin ir contra los primeros, están por encima de aquéllos.
Aunque la verdad es una, se puede llegar a ella por distintos caminos: por los sentidos, por la
razón, por la fe. El camino utilizado por la filosofía es el de la razón; el propio de la teología es,
fundamentalmente, la fe aunque le puede ayudar, y de hecho le ayuda, la razón.
La razón nos lleva, en la filosofía, al conocimiento de algunas verdades sobrenaturales como la
existencia de Dios y sus atributos, y la existencia e inmortalidad del alma humana. Sin embargo,
hay otras muchas verdades sobrenaturales como los misterios de la Santísima Trinidad y de la
Encarnación del Hijo de Dios a las que nunca hubiéramos podido llegar por medio de la razón.
A estas verdades se llega por la fe.

Los conocimientos de razón y fe –filosofía o cualquier otra ciencia y teología- son diferentes
pero no contradictorios. La razón es la vía de conocimiento propia de la filosofía, la fe es la que
corresponde ala teología. Razón y fe nos conducen a la misma meta –la verdad- aunque por
caminos distintos. Ambos conocimientos se complementan y la fe perfecciona a la razón porque
puede llegar más lejos –a misterios sobrenaturales que la razón no alcanza-.

Concluimos que teología y filosofía son dos ciencias distintas pero no contradictorias.
Al hablar de teología nos estamos refiriendo a la teología sobrenatural que trata de las verdades
reveladas por Dios. Hay una teología natural o teodicea que es una parte de la filosofía, llega a
Dios por la razón como causa primera de todos los seres finitos: es decir, por un modo de
conocimiento y con un método filosófico

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