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3.

CAPÍTULO I

LA FILOSOFÍA Y SU
SIGNIFICADO

1
SENTIDO Y OBJETO DE LA FILOSOFÍA

El hombre, por su estructura de ser inteligente, es decir capacitado para “leer” dentro de
la realidad, a penetrarla y comprenderla, ha buscado siempre, y seguirá buscando
mientras exista, conocer la verdad, poseerla “saborearla” (saber viene de la palabra latina
“sapere”, que significa saborear, experimentar)

Ahora bien, el saber humano tiene diversos niveles, como son:


1. El saber pre científico o vulgar, que significa el conocimiento no reflexivo, ni
buscado, sino un conocimiento que se tiene de manera confusa y desordenada, a
través de sentido o la experiencia sensible.
2. El saber científico, que consiste en un conocimiento cierto, buscado y sistemático,
de las cosas por sus causas inmediatas y verificables.
3. El saber filosófico, que es un conocimiento reflexivo o crítico y también buscado,
de la totalidad de la realidad, en su fundamento radical es decir, en sus causas.

El saber filosófico, por tanto, se diferencia del saber vulgar por ser un conocimiento
buscado y crítico. Y se diferencia del saber científico, por ser un conocimiento que tiene
como objeto, no una parte o segmento de la realidad (como es el objeto del saber
científico), sino la totalidad, la explicación de todo lo real.

“la filosofía es, por esencia, la ciencia de los verdaderos principios, de los orígenes, de las
raíces de todas las cosas”

(Edmun Husser), “La filosofía como ciencia estricta”

LA FILOSOFÍA Y FILOSOFAR

¿Qué es filosofía? Esta es la pregunta que nos permite iniciar esta introducción y entrar,
sin más preámbulos, en el tema.

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El concepto de filosofía es el mismo sin que esto sea una paradoja, objeto del filosofa. A
esto es a lo que los modernos filósofos llaman “meta-filosofía”, que no quiere decir otra
cosa que lo que la filosofía dice de sí misma. Y es que la fijación de la idea de lo que es la
filosofía presupone el llamado “quehacer filosófico” o, dicho de otra manera, el filosofa.
Filosofar es la actividad que el hombre inevitablemente realiza, desde su especifica
estructura de ser racional e histórico, para buscar lo que más profundamente le inquieta:
la razón o el sentido de su existencia, perdió en medio de esa multiforme e insondable
realidad, que llamamos Universo.

De hecho, necesitamos filosofa para saber que es filosofía, porque la filosofía, mas tal vez,
que cualquiera otra disciplina, es una “vivencia”, es decir, algo que realmente conocemos
en la medida en que la estamos haciendo y experimentando.

Filosofar es experimenta reflexivamente nuestra consciencia racional, abierta hacia uno


mismo y abierta hacia todo lo que no es uno mismo: las cosas, el Universo, Dios. Y por
esto podemos afirmar que la filosofía no es sino el fruto del propio filosofar del hombre.
“No se aprende filosofía, solo se aprende a filosofar”, dice Emmanuel Kant; o como dice
Xavier Zubiri: “Solo se aprende filosofía poniéndose a filosofar”.

La filosofía tiene, pues como objeto la búsqueda racional de una explicación total y
unificadora de toda la realidad. Es bajo este sentido como resulta clara la frase,
aparentemente paradójica, de Fatone:

“Todo objeto es objeto posible de la filosofía, y ningún objeto determinado es el objeto de


la filosofía”.
(Vicente Fatone, “Lógica e introducción a la filosofía”).

La filosofía pretende ir más allá de la ciencia, en cuanto que enfoca problemas generales,
que desbordan las posibilidades del método científico. No se trata, sin embargo, de meras
abstracciones inútiles por el hecho de estar fuera de las posibilidades del método
científico, puesto que son problemas que el hombre no puede eludir, no puede dejar de
plantearse, porque le afectan profundamente como hombre y, por eso, están llenos de
sentido para él.

Basta citar algunos de estos problemas que, hoy por hoy, desbordan el campo científico y
son objeto específico de la filosofía:

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 El problema del todo (origen y finalidad del Universo)
 El problema del hombre (sentido de la existencia humana, destino de la
humanidad, la posibilidad de conocer la realidad, la libertad, los valores, la
obligación moral)
 El problema de la transcendencia (el Absoluto, Dios)

La filosofía quiere ser, más que una ciencia, una sabiduría de la vida, no conquistada o
lograda, sino buscada porque nunca plenamente alcanzada.

Por eso mismo, la filosofía es una sabiduría activa, porque se puede decir que más que
filosofía lo que gay es filosofar, es decir, la actividad, el “qué hacer” humano de buscar sin
dogmatismos, posibles respuestas a los grandes interrogantes que el hombre y la
existencia nos presentan.

“El campo de la filosofía se resumen en las siguientes preguntas: ¿Qué debo hacer? ¿Qué
me está permitido espera? ¿Qué es el hombre?

De la primera pregunta se ocupa la Metafísica; de la segunda, la moral; de la tercera, la


religión, y de la cuarta, la antropología. Pero en realidad, todas ellas se podrían incluir en
le antropología, pues las tres primeras preguntas se refieren a la última”.
(Emmanuel Kant, Lógica).

LA FILOSOFIA COMO ACTITUD EXCLUSIVA DEL HOMBRE

Solo el hombre, por su constitución histórica, por ser un ser que siendo una porción del
universo material, es también morada viva del espíritu y, en cuanto es un ser dotado de
inteligencia, voluntad t liberta, es capaz de buscar el sentido de su vida y de las cosas, auto
decidiéndose a entender el mundo, para hacerlo casa vez más humano y para desde la
naturaleza, elaborar históricamente su universos cultural.

Por la estructura misma del hombre compuesto de materia y espíritu “la filosofía es una
cosa… Inevitable” para él, como acertadamente dice J. Ortega y Gasset

“Filosofar es una pasión del hombre que compromete a todo el hombre”.


(C. Tejedor, “Introducción a la filosofía”)

Por ser el filosofar una actitud exclusiva del hombre, la filosofía ha sido tomando
históricamente un giro cada vez más antropocéntrico es decir, se ha centrado cada vez
más en el hombre, sus problemas y sus productos culturales. De tal manera que, en la

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actualidad, lo que más interesa a los filósofos es la antropología filosófica y las llamadas
“filosofía de…”: filosofía de la ciencia, filosofía del derecho, filosofía del derecho, filosofía
del lenguaje, filosofía de la historia, del arte, de la cultura…

LA FILOSOFÍA Y SU MÉTODO

Entendemos por método la manera o forma de ordenar una seria de actos en dirección a
un fin determinado. En este sentido, no hay en filosofía un método determinado, que
pueda arrogarse el privilegio de poder ser empleado indistintamente en diferentes
doctrinas o sistemas filosóficos. Evidentemente esta afirmación no se refiere a los
métodos genérales del pensamiento, que si son válidos en toda actividad intelectual, y por
tanto, en cualquier sistema de filosofía.

Por el hecho de no tener la filosofía su objeto determinado de antemano, como hemos


dicho antes, sino que su objeto debe determinarlo ella misma (contrariamente a las
ciencias, que presuponen sus objetos como algo inmediatamente dado), ningún objeto
esta preestablecido en filosofía, es decir, no existe ningún método independiente del
propio filosofar.

Puede decirse por tanto, que cada filosofía concreta en cuanto visión totalizante contiene
en si un determinado método, por lo mismo puede decirse con razón que hay tantos
métodos como filosofías existen.

Así, la “mayéutica” de Sócrates la “la dialéctica” de Platón, la “duda metódica” de


Descartes, el “idealismos dialectico” de Hegel, el “materialismos dialectico” de Marx, la
“fenomenología de Husserl son, más que “métodos” o meros instrumentos del filosofar,
parte esencial de esas determinadas doctrinas o sistemas filosóficos.

Hay, pues una íntima dependencia entre método y filosofía. De tal manera que como
veremos en la Parte II toda clasificación de los métodos implica una clasificación de los
distintos sistemas filosóficos.

“El método se da solo en esa búsqueda, y esa búsqueda es solo posible gracias a ese
método”.
(R. Robinson, “La primera dialéctica de Platón”)

LOS METODOS EN FILOSOFÍA

Los principales métodos de búsqueda filosófica son: el análisis o método discursivo y la

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intuición o método intuitivo.

El análisis consta de varias fases y se acerca al objeto del conocimiento filosófico de una
manera indirecta inmediata.

La intuición solo tiene una fase y se acerca al objeto del conocimiento de una manera
directa e inmediata.

El análisis puede ser: deductivo o inductivo. El deductivo es aquel, mediante el cual,


nuestra mente pasa de una verdad general conocida a una verdad particular no conocida
por inferencia, es decir sin violencia o salto racional. El inductivo es aquel median el cual,
nuestra mente pasa de una verdad particular conocida a un verdad general conocida.

LA EXPERIENCIA COMO SUPUESTO PRIMARIO DE FILOSÓFIA

Como ya vimos anteriormente, la filosofía es una “qué hacer” humano y, como tal parte
de la experiencia del hombre mismo, de los cuestionamientos con que le interpelan los
problemas de “circunstancia” o entorno histórico y socio-económico; también los
problemas de su propio yo, ya que el hombre no solo percibe el acoso de los problemas
que suscita el mundo o circunstancia en que vive, sino que, a su vez el mismo se percibe
como problema.

La filosofía parte de la experiencia como las ciencias pero no se aquieta con razones
inmediatas ni con conocimientos parciales, sino que busca, con asombrosa audacia, las
ultimas y fundamentales razones de la realidad, una realidad que percibimos por la
experiencia, pero que transciende la misma experiencia y se nos presenta como una
inquietante totalidad.

DEDUCCION DEL VALOR DE LA FILOSOFÍA EN LA VIDA HUMANA

El hombre, presionado por los logros admirables de la ciencia moderna, que, con la
tecnología y la informática sobre todo, parecen presentarle cada vez más como una
maquina superior, con una comportamiento totalmente predeterminado y privado de su
ideal de libertad y autonomía puede descubrir en la filosofía un valor incalculable para su
vida.

La filosofía, como hemos dicho, es un “quehacer” específicamente humano. Y es una


actividad que enfatiza el papel de la persona humana, como sujeto único del filosofar, ya
que el hombre sigue y seguirá buscando, desde una circunstancialidad histórica

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determinada, el sentido último de la realidad total.

Y por ser el hombre, no una realidad acabada, como los animales y las cosas, sino “un ser
de carencia”, como dice el antropólogo alemán Alfred Gehlen; es decir, un ser no
determinado, no hecho del todo, por eso tiene el hombre que estar continuamente
haciéndose a sí mismo. Y por esto es no solamente un ser histórico, sino también alguien
que busca incesantemente, que interroga, que lo problematiza todo, es en definitiva, un
ser que filosofa.
En consecuencia, la filosofía ha sido llamada, con acierto “conciencia y pensamiento de
una época”. Y siendo un “quehacer” humano que compromete a todo el hombre, ha
tenido más o menos explícitamente a través de la historia, un cariz de tipo ético y crítico,
que la ha impulsado a la acción transformadora del hombre en sí mismo y de su entorno.

DESMITIFICACIÓN DEL PENSAMIENTO FILOSOFICO

La filosofía nació como una reacción ante el “mito”; una relación racional, critica. El
hombre pre filosófico, por así decir, buscaba el sentido de las cosas acudiendo a
explicaciones no racionales, no científicas, a explicaciones míticas.

La filosofía nació cuando los hombres intentaron hallar la razón de las cosas en las cosas
mismas, no fuera de ellas. La filosofía nación en la Grecia antigua como un paso del “mito”
(explicación no racional de las cosas) al “logos” (razón), a la razón, como aplicación
humanamente inteligible.

La filosofía o el filosofar, en sentido general, no es una “sabiduría conquistada o


controlada por un determinado grupo privilegiado. En la Grecia anterior al nacimiento de
la filosofía, la sabiduría” era algo exclusivo de los dioses; y es por respecto a esa tradición
por lo que los primeros filósofos griegos se llamaron a si mismo filósofos, que significa en
griego “amantes o seguidores de la sabiduría”.

Por nuestra condición de seres con capacidad de pensar, todos los hombres somos en
algún grado filósofos, en cuanto todos nos planteamos más o menos seriamente los
problemas de la existencia. Todo tenemos o pretendemos tener más o menos
conscientemente una “visión del mundo y del hombre”. Por eso se habla, no sin razón de
una filosofía popular.

Pero en sentido estricto o “técnico”, la filosofía y el filosofar requieren rigurosa


preparación, esfuerzo y vocación; condiciones, desgraciadamente, no comunes.

“Todo los hombres y todas la mujeres son filósofos; o permítasenos decir, si ellos no son
conscientes de tener problemas filosóficos, tienes, en cualquier caso, prejuicios filosóficos.

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La mayor parte de estos prejuicios son teorías que inconscientemente dan por sentada o
que han absorbido de su ambiente intelectual o de la tradición.

Una justificación de la existencia de la filosofía profesional reside en el hecho de que los


hombre necesitan que haya quien examine críticamente estas extendidas e influyentes
teorías”.
(K.R. Popper, “Como veo la filosofía”)

CARACTERISTICAS DISTINTIVAS DEL FILOSOFAR ENTRE LOS GRIEGOS

Por ser los griegos los pilares históricos del pensamiento desmitificado, es decir, de la
filosofía, es útil e interesante señalar, brevemente, algunas características comunes a su
filosofar.

1. El asombro o estupor ante las cosas.

El asombro o la actitud de estupor ante las cosas, era para los filósofos griegos
clásicos (por ejemplo, Platón en el Dialogo “Teetete”), y Aristóteles, en su
“metafísica”, la característica fundamental del filosofar. Filósofo es el que posee
capacidad de asombrarse ante todas las cosas. Filosofar es responder o intentar
responder ante el asombro que debe suscitarnos la realidad. Como ha dicho Hegel,
la filosofía “investiga lo conocido”. Asombrarse era para los filósofos griegos
sospechar un problema en aquella que se conoce. El asombro último es el asombro
ante la realidad total”.

2. La pasión por la verdad


Para los griegos la búsqueda de la verdad era el quehacer humano más
importante. Su pasión por la “aletheia” (manifestación o claridad de las cosas) y
por el “logos” (razón autentica de las cosas) fue admirable. A este respecto es
ejemplar el caso de Sócrates. Su pasión por la verdad le llevo hasta la aceptación
de una muerte injusta. Pero el, según refiere Platón recordando las últimas
palabras de Sócrates no le da mayor importancia a su muerte, sabiendo que muere
por buscar la verdad hasta las últimas consecuencias.

3. El sentido ético del filosofar


Los pensadores griegos no filosofaron buscando simplemente una ciencia teórica o
meramente especulativa, sino que buscaron ante todo una “sabiduría” que
incluyera en la vida del hombre para transformarles en un ser “virtuoso”, es decir,

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bueno.

Facilitar a todos los hombre, mediante el filosofar, el logro de un vivir virtuoso. Su meta
era conseguir que los hombres, a través de la reflexión filosófica, se convirtieran en
buenos “buenos” ciudadanos, en miembros positivos y colaboradores en la vida de la
“polis” (ciudad), es decir, coparticipes conscientes en la construcción de un Estado
Humano ideal.
GLOSARIO DE TERMINOS
Dogmatismo: Tendencia a establecer afirmaciones sin aceptar someterlas a análisis
crítico. Doctrina filosófica que parte de principios que considera racionalmente
indiscutibles, o que pretende llegar a conclusiones también indiscutible. Se opone a las
corrientes filosóficas del escepticismo, del criticismo y del empirismo.
Antropocéntrico: Que considera al hombre como el centro del universo y el fin absoluto
de la naturaleza y de la historia.
Antropología: Ciencia que tiene como objeto el estudio del hombre, física, moral y
socialmente considerado.
Mayéutica: En la filosofía socrática, método de búsqueda de la verdad por inducción
mediante un sucesivo y critico interrogatorio al interlocutor.
Dialéctica: Parte de la filosofía que estudia el raciocinio y sus leyes, formas y modos de
expresión. En la filosofía clásica griega, este término tiene un significado amplio y variado:
se refiere, en líneas generales, tanto al proceso racional del dialogo, como a la
organización conceptual del mundo ideal y su relación con el mundo peyorativo, se utiliza
para expresar el razonamiento meramente probable o verosímil (Aristóteles).
Idealismo: Característica de los sistemas filosóficos que sostienen que la idea es el
principio del ser y del conocer. Este término tiene gran amplitud filosófica, ya que abarca
desde el idealismo moderado de Platón, pasando por el idealismo subjetivo de Kant, hasta
el idealismo absoluto de Hegel. De una forma muy genérica, se llama también idealismo a
la corriente filosófica, que intenta reducir el mundo exterior a las meras representaciones
que tenemos de él.
Materialismo: Doctrina filosófica que sostiene que toda la realidad, incluso el a la
humana, se reduce a la materia. En nuestros tiempos, tiene gran importancia el
materialismo marxista, tanto en su dimensión de materialismo dialectico, como en su
dimensión de materialismo histórico.
Fenomenología: El estudio filosófico de los “fenómenos”, hecho de una manera
descriptiva, según las relaciones de espacio y tiempo, dejando de lado el análisis de su
naturaleza y su valoración. Es, en sentido general, la pura descripción de los que se
muestra por sí mismo. En palabras de Husserl, el más insigne representante moderno de

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esta doctrina filosófica, “todo lo que se representa por sí mismo “en la intuición” debe ser
aceptado simplemente como lo que se ofrece y tal como se ofrece, aunque solamente
dentro de los limites en los que se presenta (E. Husserl, Ideas).
Desmitificar: Desmontar algo del plano nebuloso de lo no racional (fabular, mito etc.) y
someterlo a la luz racional del análisis crítico.
Ética: Parte de la filosofía que estudia los objetos morales, esto es, el sentido y valor de las
acciones y obligaciones del hombre.
AUTOEVALUACION
GUÍA
1. Señala la relación de la Filosofía con las ciencias y la característica especifica de la
filosofía.
2. Enumera los problemas filosóficos que le preocupan a la gente que conoces.
3. Explica el valor humanístico de la filosofía en nuestro mundo cada más tecnificado.
4. Explica esta frase: La filosofía nación en Grecia, y significo el paso del “mito” al
“logos” (razón).
5. Comenta los textos siguientes:
a. “Su objeto (de la ciencia) no es revelarnos el fondo de las cosas, sino
proporcionarnos el mejor medio de obrar sobre ella ”
b. “Hacer filosofía es estar en camino; en filosofía, las preguntas son mas
importante que las respuestas” (Karl Jaspers).

6. ¿Por qué la filosofía no es sino el fruto del propio filosofar del hombre?
7. ¿En qué se diferencia el saber filosófico del saber vulgar y del saber
científico?
8. ¿En qué sentido la filosofía pretende ir más allá de la ciencia?
9. ¿Cuáles son los problemas que desbordan el campo científico?
10. ¿Qué significa la afirmación siguiente; no hay en filosofía un método
determinado?
11. ¿Por qué es la experiencia los supuestos primarios para filosofía?
12. ¿Qué valor concreto puede descubrí el hombre de la filosofía?
13. ¿En qué sentido se puede decir que todos los hombre somos en algún
grado filósofos?
14. ¿Cuáles fueron las características del filosofar entre los griegos?
Se recomienda que el alumno efectué este ejercicio por escrito
1- Escribirá la pregunta y a continuación la respuesta que considere adecuada.

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2- Concluido el ejercicio, compara su respuesta con los puntos respectivos del texto.
Esta comparación le permitirá efectuar de manera inmediata las correcciones
necesarias.

CAPÍTULO II A

INTRODUCCIÓN A LA
PROBLEMÁTICA
FILOSÓFICA

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El filósofo vive y actúa en el mismo mundo que el hombre de la calle y el hombre de
ciencia, y lo afronta con frecuencia menos bien, pero lo hace con un asombro inagotable.
Lo que para otros es habitual y cae por su peso, a él se le vuelve extraño, una inmensa
pregunta.
Ludovic Robberechts

Mas puede acontecer que empecemos a sentir azoro ante ese mundo que ante parecía
incuestionable. Puede suceder que, pausada o súbitamente, lo sintamos extraño y sin
razón, que comience a volvérsenos gratuito, obtuso en su persistente presencia.

El mundo se ha vuelto una inmensa pregunta y, por primera vez, nos causa asombro.
La situación vital en que se inicie nuestro azoro puede ser muy variable acaso el
descubrimiento de la mentira de una moral convencional, la desconfianza en un
dogmatismo que se consideraba científico, o la obsesionante duda en alguna cuestión
religiosa; acaso, simplemente, la extrañeza que un día nos produce un objeto antaño
familiar, o la perplejidad en que no deja una palabra insólita.
Luis Villoro

Introducción a este capitulo

Como vimos en el capítulo anterior, la filosofía surge cuando el hombre experimenta


asombro o admiración ante las cosas que le rodean, cuando se extraña frente a lo que, en
forma inmediata, no puede resolver.

Recuerda, por ejemplo, a los primeros filósofos griegos llamados “presocráticos”, quienes
ya se extrañaban de un mundo lleno de cambios, y como, frente a estos, pretendían
encontrar un principio, una sustancia inmutable que superara el movimiento de los seres y
las contracciones que esto parecía entrañar. Así, el mundo, la realidad le provoca azoro y
tremendos retos al filósofo, y este busca la manera de solucionarlos, muchas veces

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plañendo hipótesis o respuesta muy audaces que pretenden ser definitivas dentro de un
sistema de conjunto de teorías.

El filósofo es el ser que se complica la vida, que revestido de una mente penetrante e
incisiva encuentra problemas donde otros no los ven. De esta manera, el filósofo está
dotado de una conciencia problematizadora, lo cual lo va a distinguir de los hombre
“ingenuos” o no-filósofos al tiempo que lo va a acercar, y a la vez diferenciar, en cierta
forma, de los científicos, a quienes también les gusta toparse con problema, aunque en
otro sentido.

En la filosofía, la conciencia problematizadora es esencial, pues sin la generación de


problemas acabaría por morir. Por lo tanto, estarías de acuerdo en que el motor de la
filosofía es, justamente, esta conciencia problematizadora, este afán de plantear
problemas, lo que hace decir al filósofo italiano Benedettl Croce:

Bienvenida las contradicciones y las dudad y la conciencia dolorosa de las


antinomias, bienvenida a la guerra si ella es necesaria para alcanzar la verdad
completa y segura de sí.
Tomado de Augusto Salazar Bondy, en Inicialización a la filosofía,
Universo, Lima, Perú, 1967, pág. 105.

La problemática ontológica y metafísica


Que es la metafísica

Cuando estudiamos la historia de la filosofía necesariamente tocamos el tema de la


metafísica y algunas veces vienen a nuestra mente asociaciones extrañar en torno a esta
palabra: como el escudriño de entes sobrenaturales o de cosas misteriosas oscuras e
inaccesible al entendimiento común, etcétera.

Para librarnos de estos prejuicios vamos a tratar aquí de aclararte a que se refiere la
metafísica, lo cual haremos abordando algunos de sus temas y problemas en el
pensamiento de algunos de sus más notable representantes. Mas esto no con la
intensidad que quisiéramos, sino tan solo para ofrecerte algunas “muestras”, algunos
ejemplos de lo que llamaremos “la problemática metafísica”.

La palabra “metafísica” se concibió en los tiempos antiguos, hacia el siglo I a. de C. En esta


época, Andronico de Rodas, un estudioso y comentador de la filosofía de Aristóteles, se
ocupó de ordenar los libros de este filosofo; al efectuar tal ordenamiento, uno de ellos,

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muy importante, que trata sobre lo que el estagirita llamaba “la filosofía primera”, fue
colocado después de otros que hablaban de la física, razón por la que aquel primera libro
fue llamado Metafísica, que significa “el que está situado más allá o detrás de la física” (o
más allá del ser, ya que phisis es ser o naturaleza).

Curiosamente, ese libro de la filosofía primera trata sobre los primeros principios del
conocimiento, precisamente de lo que está más allá del ser o del ente concreto, de lo que
está más allá del ser o del ente concreto, de lo que la trasciende; de ahí que el hombre del
libro haya sido muy bien aplicado no solo aludiendo a su colocación física, sino a su
contenido temático mismo.
Así pues, la metafísica (también llamada “ontología”), tal como la entendió Aristóteles y
posteriormente los filósofos medievales con una serie de variantes o matices, y que el
filósofo griego designaría como filosofía primera, se concibió como la ciencia fundamental
que investiga los primeros principios y las causas más elevadas.

Características de la metafísica según Aristóteles


Para que tengas una idea de lo que es esa filosofía primera o metafísica, es conveniente
que la comparemos con las filosofía segunda.

Según Aristóteles, la filosofía primera estudia al ser en cuanto ser, es decir, la totalidad de
las cosas en cuanto que son, mientras que lo que llama filosofías segundas son las demás
ciencias o saberes que solo estudian una parte del ser, según un “accidente” determinado;
por ejemplo, la botánica solo estudia las plantas, las matemáticas solamente estudian las
figuras y los números, en cambio, la metafísica se dirige a la totalidad de las cosas en
cuanto que estas son.

Ahora bien, una ciencia así concebida, que se propone estudiar al ser en sí mismo,
abarcando la totalidad de las cosas es, como dice el propio Aristóteles, una ciencia
compleja, difícil, dado que llega a una máxima abstracción; sin embargo, no tan difícil que
no se pueda enseñar, pues el mismo filósofo, como recordaremos, creo una escuela
llamada el Liceo para poder impartirla. Pero además de ser difícil y didáctica, la metafísica
suele presentarse como una ciencia divina, por dos razones fundamentales:

a) En primer lugar, porque si Dios tuviera o practicara una ciencia, seria precisamente
esta, pues tal como hemos dicho, es la ciencia suprema o más elevada en virtud de
su objeto mismo.
b) En segundo lugar, porque en última instancia este ser en cuanto ser que estudia la
metafísica no es otra cosa más que Dios.

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Metafísica y teología

La metafísica en Aristóteles va a desembocar en lo que se llama una teología o ciencia que


estudia a Dios y sus atributos. Sin embargo, debemos aclararte que el Dios aristotélico es
diferente a la Divinidad cristiana que nosotros estamos más acostumbrados a concebir,
pues este Ser metafísico no es una suprema persona, no es un Dios que se hace hombre
para redimir al mundo de sus pecado, sino que es un Dios abstracto, ajeno a los
problemas humanos, es un primer motor que mueve al mundo sin ser el mismo movido
por nada. Es además un pensamiento, la theoria, es la más alta y perfecta actividad que
pueda concebirse, por lo que es la actividad permanente, eterna, de Dios.

Podemos decir que la concepción del Dios cristiano y la del Ser supremo que nos pinta
Aristóteles marca la diferencia entre dos visiones del mundo distintas; la griega y la
cristiana, las que posteriormente, en la Edad Media, trataran de ser sintetizadas, primero
por San Agustín y luego por Santo Tomas de Aquino, como veremos ..

Refiriéndose al mundo griego, Juan David García Bacca dice que en “un universo donde
todo pasa por necesidad no puede pasar, rigurosamente hablando, nada; por eso la
filosofía griega nos deja un impresión de uniformidad, se seguridad absoluta”.

Sin embargo, con la introducción del Dios cristiano esta necesidad y este orden se
rompen, gracias a la idea de la anda, de la creación a partir de la nada (creación exnihilo),
de la idea del pecado gracia y salvación. La concepción cristiana del mundo, dice García
Bacca, está teñida de dramatismo, pues, por ejemplo:

“El orden moral que según la filosofía griega podía cumplirse íntegramente, de modo que
pecado hecho por el hombre pecado que puede reparar moralidad perfecta dentro del
orden natural resulta que dentro del cristianismo no es posible semejante estado puro y
simplemente natural pura y simplemente esencia; entra y surge un elemento
absolutamente imprevisible pecado y gracia; pecado y reparación; pecado y satisfacción”
Además, la metafísica, como dice Aristóteles en otros lugares de su obra, estudia la
sustancia, que es otro concepto fundamental en su metafísica. Parase ser entonces que
tenemos tres definiciones de metafísica: la que considera que estudia a Dios y la que,
finalmente, se dirige al estudio de la sustancia, ante esto, podemos preguntarnos con todo
derecho, ¿Cuál de ella es la correcta?

Aristóteles trata de complementarlas a toda ellas, pues la metafísica, a juicio del estagirita
es una conciencia única que comprende a la vez el estudio del ser en cuanto ser, el estudio

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de Dios y de la sustancia.

La metafísica y la ontología

Por otra parte, al incluir Aristóteles en la metafísica tanto él estudia del ser en tanto que
ser, como el estudio de un ser supremo al cual se subordinan todo los demás seres, se
empezó a distinguir entre ontología y lo que es propiamente la metafísica.

La metafísica se refería a todo cuanto rebasa a los seres visibles y directamente


experimentables. Es un ciencia del ser en sí, del ser ultimo o irreductible. Y si nos fijamos
bien, esto es precisamente lo que venimos entendiendo por metafísica propiamente
dicha.

La ontología, a diferencia de la metafísica, tendría como tarea la determinación de aquella


en lo cual los entes consisten y aun de aquello en lo que consiste el ser en sí. Por lo tanto,
a diferencia de la metafísica, la ontología es una ciencia de las esencias y no de las
existencias, es, como se ha dicho, contemporáneamente, una teoría de los objetos.

De este modo, la ontología es una ciencia de puras formalidades, generalmente se dice


que la ontología es la disciplina filosófica que investiga el ser, que la ontología es lo
relativo al ser. Sin embargo, es necesario precisa que aspecto del ser es lo que cae en el
ámbito de la ontología. Más adelante retomaremos la metafísica aristotélica.

La ontología como teoría de los objetos. Ontología y realidad

Como ya hemos señalado, la ontología se dirige al estudio de la esencia de los seres, y en


este sentido se construye como una teoría de los objetos. Así, a la ontología le interesa
penetrar en la estructuras onticas o modos de ser de todo cuanto nos rodea. En nuestra
vida nos topamos con una diversidad de cosas, o de entes: una mesa, un recuerdo, una
acción sobresaliente, la conciencia de nuestra propia existencia etcétera.

En general, la ontología distingue las siguientes clases de objetos:

a) Los objetos reales. Son aquellos que tienen corporeidad o materialidad y que por
lo tanto ocupan un lugar en el espacio, además de darse en el tiempo. De estos
objetos se puede decir que están sometidos a una interacción causal. Por ejemplo,
un automóvil, un pizarrón, un árbol, etcétera.

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b) Los objetos ideales. Estos, a diferencia de los objetos reales, no ocupan un lugar en
el espacio, ni están sujetos a cambios temporales ni están sometidos a la
causalidad. Objetos ideales, son, por ejemplo, las figuras, los símbolos
matemáticos, las operaciones lógicas, los conceptos en cuanto esencias, etc. El
modo de enlazarse o relacionarse de este tipo de objetos no se da a través de la
acusación, sino por medio de la implicación, estableciendo un antecedente y un
consecuente, como se advierte en operaciones matemáticas y en razonamientos
lógicos.

c) Los objetos ideales Valente o valores. Otra clase de objetos de características muy
peculiares son los valores, que al igual que los objetos ideales, no se dan ni en el
tiempo ni en el espacio; tampoco se manifiestan a través de un proceso causal.
Filósofos como Lotze, aseguran que los valores pertenecen a un región ontológica
muy sui generis ya que su esencia estriba en el valer. “los valores” requieren de los
objetos reales en los cuales, al gin y al cabo se plasman para adquirir plena
expresión. Así, por ejemplo, la belleza se da en un cuadro, en un paisaje, en un
rostro; la utilidad en un objeto manual, y así sucesivamente.

d) Los objetos metafísicos. La ontología también nos habla de los objetos llamados
metafísicos, cuya estructura es muy compleja y problemática. Los objetos
metafísicos se refieren a entidades como el alma, Dios lo absoluto, el yo. Según
Kant son meros “noúmenos” o “cosas en sí”, es decir, objetos de una intuición no
sensible y que por ellos y de nuestras posibilidades de conocimiento. En sus
famosas antinomias expuestas en la Crítica de la razón pura, Kant concluye que los
objetos metafísicos son nociones indeterminada y puramente especulativas.

La existencia. La estructura existencial del hombre

La filosofía contemporánea rescata los objetos metafísicos. Por ejemplo, ene le caos del
existencialismo, la noción misma de “existencia” sería un objeto metafísico. La existencia
humana, “el estar yo con las cosas en el mundo”, es para Martin Heidegger (1889-1976)
(destacado representante de la corriente existencialista) no solo una realidad distinta de
todas las demás, sino que es la realidad radical, primaria, fundamental.

En cuanto objeto metafísico, la existencia es un ente independiente, no subordinado a


ningún otro, absoluto y autentico. La existencia contiene en su misma la seguridad de sí
misma, es un saberse y darse cuenta de sí misma, un asistir a sí misma y un tomar
posesión de sí misma.

17
La problemática ontológica a manera de síntesis.

La ontología investiga un campo muy arduo y abstracto: el problema del ente, de lo que
es. Tan problemático es este tema, que muchos filósofos niegan que exista en absoluto
una ontología “y que sus problemas, puedan tener sentido”. Por ejemplo, en este caso
están el positivismo lógico y el idealismo epistemológico.

Según el idealismo epistemológico, todo lo que puede decirse del ente es dicho ya que por
las ciencias particulares. La tarea de la filosofía se centra en explicar cómo se da el
conocimiento, cuáles son sus posibilidades, partiendo siempre de las ciencias particulares.
Para el positivismo lógico, corriente muy difundida en los países anglosajones, la ontología
debe sustituirse por una gramática general, pues la noción de “sustancia”, por ejemplo, no
se refiere a la realidad, esta solo una palabra.

Pese a estas críticas, la ontología muestra profundos y continuados desarrollos a través de


la historia, con una variedad de problemas como los siguientes:

a) ¿Existe la nada? ¿En qué forma? Para los filósofos existencialistas la nada existe de
alguna manera, en cambio, para otros filósofos la nada es solo algo que pensamos,
pero que no existe.

b) ¿Qué diferencia hay entre lo real y lo posible? ¿Lo posible, la mera posibilidad de
ser, es algo existente o es algo pensado? ¿Acaso en la realidad solo hay cosas que
son ya?

Ante estos problemas, surgen varias respuestas. Parmenides, el antiguo filósofo


griego, y en tiempos recientes, Nicolai Hartmann (1882-1950) y J.P Sartre (1905-
1980) sostienen que lo real y lo posible son ene l fondo lo mismo. Por el contrario,
Aristóteles y su escuela opinan que ambas cosas deben distinguirse claramente
(recuérdese la teoría de la potencia y el acto).

c) ¿Hay en el ser algo esencial? ¿Hasta qué punto se puede hablar de “una esencia?
¿Hay en el ser una estructura fundamental que constituye su ser en sí y del cual se
deriven sus diversas propiedades? Muchos filósofos opinan que hay notas
esenciales en el ser. Por ejemplo, frecuentemente se dice que la esencia del
hombre consiste en su racionalidad, sin embargo, otros filósofos afirmarían que la
supuesta esencia del ser depende de un punto de vista meramente subjetivo que
no tiene fundamento en lo real.

18
Cuadro 2-1

Clases de objetos Se refieren a: Algunas características

Objetos reales a) Cosas, objetos sensibles Especialidad o


corporeidad,
temporalidad causalidad
b) Procesos o fenómenos
psíquicos (sensaciones,  Realidad cualitativa,
representaciones, temporalidad,
sentimiento) causalidad

Objetos ideales a) Objetos matemáticos  Inespacialidad,


(números, figuras, signos, intemporalidad,
funciones, etcétera) ausencia de interacción
causal
b) Objetos lógicos (conceptos,
razonamientos relaciones,
etcétera)

Objetos ideales a) Los valores en general  Valencias puras (su


valentes o valores (valores en sensibles, esencia como valer)
utilitarios, vitales, jerarquía, vinculación
estéticos, éticos, religiosos) con objetos reales,
situación

Objetos metafísicos a) Entes absolutos (Dios,  Intemporalidad,

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alma, etcétera) Inespacialidad,
inconmensurabilidad,
b) La existencia humana trascendencia

 Ser independiente, ser


evidencia absoluta, ser
realidad fundamental o
rotunda
La metafísica en los presocráticos.

Si bien Aristóteles empezó a desarrollar de una manera sistemática la metafísica,


principalmente en su libro sobre filosofía primera, lo cierto es que la metafísica despunto,
propiamente, desde los comienzos mismo de la filosofía, con la crucial pregunta que se
hacían los filósofos presocráticos acerca del principio o arche de todas las cosas. Se
supone que este principio, que se salva de todos los cambios, es una sustancia primitiva o
materia, o sustrato común de todas las cosas. Para algunos presocráticos, dicho principio
o arche era algo material como el agua (Tales de Mileto) o el aire (Anaxímedes); para
otros, como Anaximandro, tal principio era algo mucho más abstracto y metafísico, de ahí
que lo designara cómo es posible que de algo determinado y finito surjan las cosas; debe
ser, decía, de algo no concreto, de una sustancia indeterminada, y a esta la llamo el
apeiron. Anaximandro nos pone en el camino de la materia como sustrato de las cosas. En
el mundo hay diversidad de climas, hay cambios bruscos y catástrofes. Los elementos
comente injusticias, unos sobre otros, pero debe haber un equilibrio, una justicia en la
naturaleza.

Heráclito

Dentro de la misma etapa presocrática, en una momento de mayor madurez, surge el


pensamiento de dos grandes filósofos que se han visto como antagónicos; Heráclito y
Parmenides, quienes, al igual que los primero presocráticos, en su afán de encontrar la
esencia de las cosas, de saber que es el ser, nos dan sus propias soluciones.

Muy poco se sabe de la vida de Heráclito. Nació en Éfeso, hacia el año 544 (a. de C) en el
seno de una familia aristocrática y ya estaba destinado a ser rey. Se le llamo el filósofo
oscuro por sus expresiones y metáforas un tanto desconcertantes y difíciles de entender.
Según Heráclito, la esencia del mundo está en el cambio, toda cambia y nada permanece.
El campara la realidad con inmenso rio cuyas aguas están corriendo constantemente;
nada esta fijo, nada está quieto. El ser es, en un momento dado, pero en otro momento
deja de ser para convertirse en un no-ser. Dice Heráclito: “Nos embarcamos y no somos”,

20
y en cierta forma tiene razón Heráclito, cuantas veces, por ejemplo, no observamos una
fotografía que nos tomaron de pequeños, ante la cual exclamamos: ¡Ya no soy el mismo
de antes! Así, entonces, el de la fotografía eres tú pero al mismo tiempo ya no lo eres, y
todo esto por efecto del cambio, del tiempo que no perdona y luego, cuando ya seas un
anciano y veas tus fotografías de joven, o incluso en la edad madura, la historia, sin duda,
se volverá a repetir.

La naturaleza es algo que siempre está cambiando, es como un fuego que se enciende y se
apaga. Heráclito, basándose en la tradición cosmológica que impero en los presocráticos,
busca un elemento capaz de explicar el mundo y así recurre al fuego como símbolo de
fuerza y transformación; se trata de un fuego que se apaga y se enciende conforme a
ciertas medidas.

“El sol dice Heráclito es nueva cada día”, pues cada día aparece en lucha con las sombras,
con la tiniebla, venciendo para luego ser vencido. Los conceptos fundamentales que
encontramos en la metafísica Heraclitiana nos dan siempre la idea de movimiento. Por
ejemplo, fuego, tiempo, cambio, ciclo, evolución. Para sostener esta interpretación
dinámica de la realidad, en la cual caben las negaciones y contradicciones, se ha dicho que
Heráclito es un verdadero precursor de la dialéctica. Según Heráclito, la lucha es el
principio que mantiene vivo al mundo, todo surge por obra de la adversidad:

Sin embrago, Heráclito no se queda en él pudo cambio. A pesar de que pone énfasis en
una realidad siempre cambiante como el fuego que todo lo consume, no se aparte por
completo de la tradición presocrática y en general de todo el pensamiento griego, toda
vez que vislumbra un principio, un logos, que trasciende el cambio.

Así, el enigmático filosofo de Éfeso considera que en medio del cambio hay una armonía
(idea que probablemente tomo de los pitagóricos) capaz de unificar el ser de la
naturaleza. A pesar del cambio, todo confluye la unidad “bien y mal son una cosa”.

Si bien es un hecho patente de que el cambio existe, lo cierto es que es un medio de él se


encuentra lo uno. Lo uno, esta unidad a la que debería acceder el pensamiento para
entender plenamente la realidad que parece contradictoria, es una noción metafísica,
pues no se capta a simple vista. Los hombre comunes solo ven la diversidad, solo ven
partes del todo y no se percatan de que en el fondo del todo la multiplicidad coincide con
la unidad. En cambio, el filósofo es el hombre que está atento al logos y a las señales que
el ser transmite. Aunque a la naturaleza le agrade ocultarse, el sabio se preocupa por

21
adentrarse en sus secretos. Pero en instancia solo los dioses pueden ver con máxima
claridad el todo, y viendo el do pueden ver la unidad en medio del cambio; “la naturaleza
humana no posee la verdad, la divina es quien la posee”

Parmenides de Elea
Contra esta visión dinámica de la naturaleza o del ser, va a reaccionar, Parmenides de
Elea. Si para Heráclito el movimiento forma parte del ser de las cosas, aun cuando en el
fondo de estas haya una armonía que la unifica, lo que va a hacer Parmenides es negar el
cambio, al llegar a la inusitada conclusión de que este es una mera ilusión. La verdadera
realidad, el ser, es estático o inmutable por que el cambio solo genera contradicciones
imposibles de ser capturadas por el pensamiento.

Parmenides presenta su filosofía a través de un poema sobre la naturaleza, donde dice


que es conducido por doncella solares que le muestran el camino hacia la luz, para
finalmente llevarlo a la morada de la diosa de la verdad, quien le revelara lo que es ser
verdadero.

En Parmenides la filosofía es concebida como un saber revelado, como un don otorgado


por los dioses, ya que la diosa de la sabiduría le revela la verdad de todo. En su poema
filosófico, Parmenides nos habla, en términos generales, de dos caminos por los que
podría transitar el pensamiento, pero como vamos a ver uno de ellos es impracticable e
imposible de ser recorrido:

a) El camino de la verdad

Es un camino resplandeciente, lleno de luz. Es el camino de la razón, y nos muestra


que aquello que no se puede decir o pensar no existe. En realidad, el no-ser no existe
porque ni siquiera podemos pensarlo. Parmenides llega entonces a la tajante
conclusión de que el ser es y el no ser no es.

Aunque los sentido nos muestren, palpablemente, que las cosas cambian de un
momento a otro, que puede ser y no ser al mismo tiempo, la razón, que es la única
que no proporciona la verdad, atestigua que él no ser es absurdo e imposible de ser
pensado, puede en la medida en que lo pensamos ya es; que lo único que podemos
pensar entonces es el ser.

De esta manera resulta que en Parmenides ser y pensar es lo mismo. “Es una misma
cosa el pensar con el ser”, dice él en su célebre poema.

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La diosa de la sabiduría le revela al filósofo la verdadera naturaleza del ser. Esta
naturaleza es descubierta por la razón según la cual el movimiento no existe, es mera
apariencia, pues si existiera también sería posible el no ser, lo cual no conferirle
realidad al movimiento, concluye que somos al mismo tiempo nos somos, si bien dicha
opinión, por contradictoria, choca con la razón, que solo puede pensar el puro ser.
Ahora bien ¿Qué es el ser? De acuerdo con su premisa o idea básica de que el ser es y
el no ser no es, Parmenides solo se concreta a dar algunos atributos o características
del ser, que se supone le son reveladas por la diosa de la sabiduría; estas son:
 El ser es eterno porque tiene principio ni fina; si tuviera principio, antes del ser
estaría que no sea. Igualmente, si tuviera fin estaríamos ante la misma
situación.

 El ser es increado, pues, si se hizo o género, se dice que fue y entonces ya no


es; y si va a llegar a ser, significa que aún no es, pero esto es imposible porque
él no ser no puede pensarse.

 El ser es indivisible. Si el ser fue divisible, tendría cabida el no ser entre una y
otra parte. Por ejemplo, si dividiéramos el ser en dos partes, sería necesario
para que fuesen distintas decir que una es y la otra no es, y esto, lógicamente,
dentro del pensamiento de Parmenides no es posible.

 El ser es inmóvil. El ser no puede moverse, si lo hiciera se trasladaría de lo que


es a lo que no es. Nuevamente se presenta aquí la absurda noción de no ser
que ya vimos que no es posible concebirla.

 El ser es pleno y finito. Quiere decir que el ser llena todos los lugares; el ser no
puede cambiar de lugar, es inmóvil. Que sea finito significa que es pleno. Si
fuera infinito entonces la faltaría algo, le faltaría un no ser.

La plenitud del ser es representada por Parmenides por una esfera, figura que
para los griegos era la más perfecta. La diosa le habla a Parmenides de una
verdad bellamente circular y de inconmovible entraña; todo está lleno de ser,
de un ser continuo y pleno que no admite destrucción ni indigencia.

b) El camino de las apariencias


Según nos sigue relatando Parmenides en su poema, el otro camino que le señala la
diosa de la sabiduría, pero tan solo para apártalo, vehementemente de él, es el de las
apariencias o de la mera opinión donde todo nos es proporcionado por los sentido

23
(vista, oído, tacto, olfato, gusto).

Ahora bien, este camino trillado o muy común que recorren los mortales ignorantes
no es más que un mundo falso, por lo que la diosa le aconseja al filósofo que se aparte
de él, que abandone este camino por “donde los mortales de nada sabedores,
bicéfalos, yerran perdidos” y se tornan “sordos, ciegos, estupefactos”, como de raza
demente.

En efecto, los sentidos nos conducen a un mundo cambiante, el mundo en el que


reparaba Heráclito: que es y no es al mismo tiempo. Cosa absurda que el pensamiento
debe rechazar. La verdad de todo es que los hombres ofrecen una diversidad de
hombres o de opiniones acerca del ser, opiniones sobre el falso mundo que no ofrecen
los sentidos. Sin embargo, la esencia del ser es completamente ajena a estos cambios
y confusas opiniones, pues como vimos, el ser es un eterno, inducible, inmóvil, pleno y
finito.

El mundo de las apariencias es aquel que se le presenta al hombre en forma


inmediata. Según el filósofo de Elea, los mortales vieron las cosas como contrarias,
asignándoles una diversidad de nombres, lo cual propicio errores y múltiples
confusiones. Los sentidos nos revelan un mundo en constante cambio, un mundo
diseñado a través de pugnas y luchas de contrarios, como ya nos decía Heráclito; sin
embargo, para la razón no existe más que la unidad.

Según Parmenides, este mundo de apariencias revelado por los sentidos como hemos
tratado de ver, está condenado a perecer, a no ser, a diluirse en la nada. El mundo de
las apariencias es a fin de cuentas un mundo múltiple, temporal divisible, cambiante e
infinito, es decir insaciable.

La diosa ha mostrado a Parmenides los dos conocimientos, de la razón o el


pensamiento que encuentra lo permanente, lo eterno, lo definido, lo uno; y el de los
sentidos u opiniones que se deshace en la nada. El mundo de la realidad y el mundo de
las apariencias. El mundo de lo que pueden ver los dioses y el mundo de lo que
pueden ver los hombre.

El mundo verdadero solo pueden conocerlo los hombres a través de las palabras de la
diosa, a través de la razón; los ojos del hombre son insuficientes, solo alcanzan a
captar las apariencias. El que no puede ver debe escuchar a quien ve.

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¿Qué opinas de este argumento?... Escribe a continuación tus observaciones o
reflexiones:
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________

La metafísica en Platón
Teorías de las ideas
En una etapa posterior a la de los presocráticos, un brillante discípulo de Sócrates va a
retomar el problema metafísico que plantearon los dos grandes presocráticos Heráclito y
Parmenides, o sea, la contracción, el desgarramiento entre el cambio y la razón, entre el
mundo de los sentidos (cambiante y relativo) y el de la razón inmutable y absoluto). En
efecto, el ateniense Platón, inspirándose en su maestro Sócrates, va a desarrollar su
famosa doctrina metafísica conocida como la teoría de las ideas.

Platón (427-348 a de C.) Junto con su discípulo Aristóteles (384-322 a de C) van a


representar un nuevo momento de la filosofía griega, conocido como periodo de las
grandes filosofías sistemáticas. En esta etapa, la inquietud por el hombre y sus problemas
se manifiesta dentro de una visión total de la naturaleza y el cosmos.

Platón, cuyo verdadero nombre era Aristocles (“Platón” era un apodo que significa: “el de
anchas espaldas”), procedía de una familia aristócrata ligada a la política. Sui educación
fue muy amplia y esmerada. Desde sus primeros años de juventud mostro evidentes
habilidades para la poesía, así como para la vida política; sin embargo, sus firmes anhelos
de dedicarse a esta actividad, se frustraron cuando Sócrates, su querido maestro, fue
condenado injustamente a muerte. Este hecho le hizo ver que nadie podía mantener por
mucho tiempo su independencia e integridad en el ámbito de la política, ámbito de la
política y la corrupción. A partir de entonces, el filósofo ateniense decide dedicarse
plenamente a la tarea filosófica.

Hacia 381 (a de C.), después de hacer algunos viajes a Sicilia y probablemente a Egipto,
Platón fundo una escuela llamada “La Academia”, por el hecho de hallarse está situada en
un bosque dedicado al héroe griego “Academos”. Esta escuela perduro por mucho tiempo
hasta el año 529 a de C, cuando el emperador Justiciano la mando clausurar por
considérala incompatible con la ideas cristianas que él había abrazado.

25
Las obras de Platón están escritas en forma de diálogos, evocando la manera como
Sócrates, su maestro, presentaba sus pensamientos filosóficos, discutiéndolos, como
recordaras, en la plaza pública de Atenas, siempre con el afán de encontrar la verdad. En
casi todos sus diálogos Platón incluye como personaje principal a Sócrates, quien lleva
todo el peso de las discusiones que en tales diálogos se suscitan.

Los diálogos de Platón se han clasificado, siguiendo la evolución del propio maestro
griego, de la siguiente manera:

Apología
Diálogos de la Juventud Criton
Eutifron

Protagoras
Gorgias
Eutidemo
Fedón
Simposio o Banquete
Diálogos de la madurez Fedro
La Republica
Teeto
Parmenides
El sofista
El Político

Timeo
Diálogos de la vejez Filebo
Las Leyes

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Además de sus célebres diálogos, Platón escribió algunas cartas que nos iluminan sobre
aspectos de su biografía y de sus inquietudes políticas. Es preciso observar que muchos
títulos de los diálogos platónicos nos refieren a nombres de ciertos personajes que
vivieron en la época en que dichos diálogos fueron escritos, o bien en la época de
Sócrates, y con los que tal vez este filósofo discutió realmente.

Por ejemplo, Criton (que es el hombre de un dialogo) era un acaudalado amigo de


Sócrates de beber la cicuta, Criton pretendió sobornar a los guardias de la cárcel donde el
filósofo se hallaba confinado, buscando así que este se salvara de morir.

Naturalmente, como vemos en este dialogo, Sócrates no estuvo de acuerdo con tal
medida y prefiero aguardar en la prisión, a fin de cumplir fielmente con su fatal sentencia,
argumentando que era preferible ser víctima de una injusticia que desobedece al Estado,
el cual si bien lo había condenado injustamente, representaba el orden moral y la
voluntad general, cuya puntual observancia siempre había aconsejado el filósofo
ateniense.

Por otra parte, en los diálogos de madurez vamos a encontrar referencia a la teoría
metafísica de las ideas, que es un tema fundamental en Platón. Por ejemplo, Fedón trata
sobre la inmortalidad del alma; en Simposio o Banquete aborda el tema del amor o eros y
como este nos puede conducir, gradualmente, al mundo de las ideas; en Fedro nos ofrece
una teoría del alama, de como esta se halla conformada por tres partes fundamentales: la
parte racional, la parte volitiva y la parte concupiscible o de los apetitos.

En otros diálogos, Platón trata sobre aspectos políticos, se puede decir que en tales
diálogos está expuesta su filosofía social. Entre ellos figuran La republica en el que se
aborda el tema de la justicia y como es que, en relación con esta debe ser un Estado ideal
o perfecto, así como La Leyes, que contiene una segundo versión de su magistral teoría
del estado.

Adentrándonos ahora, un poco, en su doctrina metafísica, recordaremos que Platón se

27
enfrenta a las teorías de Heráclito y Parmenides y a las dos logra darles cabida en su
famosa Teoría de las ideas.

Según esta teoría la realidad se encuentra escondida en dos mundos: el mundo de las
ideas y el mundo metafísico donde impera la verdad, formado por las ideas eternas
increadas, intangibles, invisibles, imperecederas e inmutables; entes metafísicos que
cierran el verdadero ser de las cosas.
Este mundo ideal que platón ubica en un supra mundo o topos Urano (región celeste), va
a ser para este filosofo la auténtica realidad. Es te mundo real, objetivo, perfecto, que es
Captado por la razón, por los ojos del alma, opone Platón el mundo de las apariencias:
mundo imperfecto, sensible, cambiante, efímero, el cual se capta por medio de los
sentidos.

A pesar de que estos dos mundos son opuestos, hay una relación entre ellos: las ideas que
están en los topos Urano, en ese mundo celeste, son como formas, como modelos o
arquetipos de todas las cosas que vemos, oímos y tocamos; pero sin que estas cosas jamás
alcancen la suprema perfección de las ideas o de sus respectivos modelos.

Las cosas que aquí vemos, en este mundo imperfecto y transitorio, no son más que copias
o efímeras sombras de una realidad superior y perfectísima, del mundo de las ideas. Por
ejemplo, nosotros tenemos la idea de la blancura absoluta y perfecta; sin embargo, los
objetos blancos que aquí vemos por ejemplo, unas hojas blancas, o tiene diversidad
tonalidades de blanquera; una es medio azuladas, otra media amarillenta, otras son más
blancas en comparación con aquella, y a todas las llamamos o la identificamos como
“hojas blancas”; sin embargo, ninguna de ellas llega a hacer lo blanco sí, lo blanco por
excelencia. Son blancos en la medida en que participan de la idea de blanco en sí.

La teoría platónica de que estamos viviendo en un mundo imperfecto, en una realidad o


cuasi realidad aparente ilusoria, y de que la auténtica realidad está en mundo perfecto
que trasciende más allá de este mundo empírico, ha hecho de más allá de este mundo
empírico, ha hecho de más allá de este mundo empírico, ha hecho pensar que Platón es
un filósofo idealista decepcionado y divorciado de su realidad, un filósofo que rechaza el
mundo social que le toco vivir para idear un mundo perfecto, un mundo que debería ser
en contraste con una situación imperfecta y limitada, caracterizada por la corrupción
política y social imperante en su propio tiempo, por el enseñoramiento de las pasiones, las
ambiciones y los egoísmos dentro de una polis donde prevalencia la violencia y la
insolencia que nada puede contener.

Si tal teoría es plausible, vemos como la metafísica arranca de situaciones bastantes reales
y concretas.

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El conocer como recordar
Mencionamos que Platón, en sus años juveniles, poseía grandes dotes de poeta, cualidad
que nunca dejo de explotar. De modo que muchos de sus diálogos son ilustrados con
mitos o narraciones que ejemplifican clara y sugestivamente su teoría metafísica. Así, la
teoría de las ideas es ilustrada con diversos mitos o alegorías que nos hablan de la manera
como conocemos las ideas, de como es el alma donde se albergan las ideas, de como
también es la condición humana en relación con el mundo de las ideas y los fenómenos o
sentidos, etcétera.

En uno de estos mitos, Platón nos cuenta que los hombres Vivian, en una época remota,
en el topos Urano. Ahí se hallaban desprovistos de cuerpos, como almas puras, de modo
que conocían directamente las ideas y, por ello eran plenos y felices; sin embargo, debido
a una falta cometida en contra de los dioses, los seres humanos fueron arrojados a la
tierra y sus almas encarceladas en trampas materiales o cuerpos. A partir de ese momento
tuvieron que conocer a través de los sentidos corporales, pero no obstante quedar las
almas atrapadas en sus cuerpos, al ver ellas las cosas de este mundo, recuerdan lo que
contemplaron en la otra vida; así, al mirar un objeto bello, por ejemplo, evocan el
recuerdo de lo bello en sí, de la belleza perfecta, y es entonces cuando anhelan poseerla y
surge en ellas el impulso de elevarse a lo ideal.
De lo anterior se desprende que para Platón conocer no es más que recordar aquellas
ideas que conocimos previamente en una vida interior, cuando sólo éramos almas y
nos dedicábamos a contemplar las ideas eternas. El mundo material nos recuerda el
mundo ideal, porque es un remedo, una copia de él, sus limitaciones e
imperfecciones evocan la existencia de lo perfecto.

El eros platónico

Según Platón, es necesario que los hombres y sobre todo los filósofos, aspirantes a la
verdad, se eleven cada vez más hacia el mundo de las ideas, y que abandonen este
mundo sensible lleno de imperfecciones y miserias; algo que nos ayuda a emprender el
vitelo intelectual es el amor, pero no el amor material o carnal, sino lo que se llama el
cros platónico.

El amor o eros para Platón, es un phatos, una fuerza intermedia entre el mundo sensible
y el mundo de las ideas: una especie de puente o, de demonio entre lo humano y lo
divino. El eros tiene una naturaleza muy peculiar. En otro de sus acostumbrados mitos,
Platón nos cuenta que Eros fue concebido el día del nacimiento de Venus. Hijo de Penia
(la pobreza) y de Poros (la riqueza), hereda de su madre el ser consumido, sin abrigo,
miserable, mientras que de su padre le viene el ser fuerte, varonil y emprendedor de las
cosas bellas y buenas de acuerdo con su naturaleza, el eros tíos pulsa al conocimiento
a la verdadera realidad, sirviéndose, para ello; incluso de las cosas de este mundo
sensible, pero siempre poniendo la mira en el mundo ideal.

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La manera de ir por el canino del amor es la siguiente: comenzar per estas cosas bellas
de aquí abajo, y atraídos por el amor a la belleza, elevarse como por una escalera desde
un cuerpo bello a dos, de dos a todos y de todos los cuerpos bellos alas bellas
intuiciones y de éstas a las bellas ciencias, hasta que se alcance a ésta, Ia cual no es sino
la ciencias de la belleza misma, y se conozca al fin, de esa manera, lo que es la belleza
verdadera.
Tomado de Platón, ‘‘EI banquete’’,
Diálogos de Platón. Ed. Porrúa,
México, 1965. pág. 82.
La alegoría de la caverna
Otra alegoría que c, impartan para comprender la teoría de las ideas es el famoso mito,
la caverna, que Platón nos narra en el libro VII de La República. Según este mito, la
condición humana es semejante a la de unos prisioneros que, desde su infancia, han
estado encadenados en una oscura caverna, obligados a mirar siempre la pared del
fondo. Frente a la caverna cruza una senda escarpada por la que pasan seres diversos,
Los resplandores de una gran hoguera proyectan sobre el fondo de la caverna las
sombras vaciantes de los que pasan ante la entrada.

Como los encadenados sólo conocen I. sombras, dan a éstas el nombre de las cosas
mismas y no creen que exista otra realidad que la de ellos.

Un prisionero lo, escapar de la caverna y al salir de ella sus ojos enceguecen por la
intensa luz del exterior, pero, poco a poco, se va acostumbrando al ambiente hasta
lograr observar la verdadera realidad; entonces, al darse cuenta de que siempre ha
vivido engañado, decide retornar a la cueva para liberar a sus compañeros de infortu-
nio; trata de convencerlos de que existe un mundo ideal y perfecto, pero éstos no le
creen, lo declaran loco" y prefieren continuar viviendo en el reino de las sombras.

En este mito, la caverna, junte con las sombras que la rodean, representa el mundo
sensible; la hoguera es la idea del bien, la cual se ha identificado con lo que Platón
concibe como Dios o la idea suprema. Las cosas que están fuera de la caverna y que se
proyectan como sombras en las paredes, son las ideas o arquetipos de las cosas:
arboles, paisajes y todo tipo de seres. Las cosas de este mundo participan de las ideas y
a ellos deben el caudal de perfecciones, su entidad y lo que verdaderamente son. Los
prisioneros son los hombres y mujeres sin aspiraciones que se conforman con vivir
sumidos en la ignorancia. El prisionero que se escapa es el filósofo que se libera del
mundo de los sentidos pero que al regresar a la caverna no es comprendido por sus
congéneres.

Para complementar esta breve interpretación, elabora en el espacio siguiente un dibujo


o esquema mediante el cual quede ilustrado este mito, tal como lo hayas entendido.

30
La metafísica de Aristóteles

La problemática metafísica en la filosofía antigua llega a su plena madurez con el


pensamiento de Aristóteles de Estagira, para quien ya vimos que la metafísica misma se
presenta como una ‘‘ciencia del ser en cuanto ser’’.

Aristóteles no fue un griego puro, sino más bien un macedonio, aunque fue muy
influido por la cultura griega. Nación en Estagira, en la península Calcídica en 384 a.C.
su padre se llamaba Nicomano y era medido de cabecera de su amigo, el rey de
Macedonia, Amintas II. Se dice que la ciencia médica que profesaba su padre influyo
notablemente en su filosofía, la cual presenta una orientación empírica y bilógica.

Nociones ontológicas en Aristóteles.

Abordemos, ahora, algunos aspectos de la metafísica aristotélica:

Aristóteles trata de resolver el problema metafísico de la separación entre el mundo de


las ideas y el mundo sensible, problema del cual, como hablamos visto, se habían
ocupado los presocrático y Platón. Para el estagirita estos dos mundos, la realidad y la
idea, están juntos y forman una unidad que es la sustancia. Como ya se dijo antes, la
metafísica investiga, entre otras cosas, la sustancia como componente de la realidad.
Para el Padre de la lógica, el ser se dice de muchas maneras, pero no de una relación a
un principio único que dota de unidad a los diversos sentidos del ser. Esto explica que el
ser sea único y múltiple a su vez. Ahora bien, lo que le da unidad al ser es precisamente
la sustancia.

Para comprender bien esta concepción que Aristóteles tiene del ser y la sustancia, es
conveniente que hagamos las siguientes distinciones.

a) Un concepto es univoco cuando se emplea siempre en el mismo sentido. Por


ejemplo, cuando decimos ‘‘mesa’’ o ‘‘reloj’’ usamos estos conceptos para
designar un objeto y nada más.
b) Un concepto es equivoco cuando entraña diversos sentidos. Por ejemplo,
cuando empleamos el concepto ‘‘gato’’ podemos entenderlo como el animal
mamífero o la mascota predilecta de una ‘‘solterona’’, o bien como un aparato
que sirve para cambiar los neumáticos.
c) Un concepto es análogo, como ya decíamos, cuando se refiere a cosas diversas
pero no totalmente heterogéneas o diferentes, sino derivadas de un sentido
original. Por ejemplo, la noción de belleza puede aplicarse a un paisaje, a un
rostro, a un cuadro, en cuanto que comparten la cualidad de ser bellos, etcétera.

Los diversos modos del ser dependen de la sustancia. Por ejemplo, el color es el color una

31
sustancia, el tamaño corresponde también a una sustancia, y así con las demás cosas.
Si nos fijamos bien, podemos darnos cuenta que los términos difíciles que emplea la
metafísica no están tan alejados de los que usamos nuestra vida diaria. Decimos, por
ejemplo, que una plática es sustancial cuando tiene un contenido profundo o interesante
o que un caldo tiene sustancia cuando es nutritivo, etcétera.

Dentro de la metafísica aristotélica sustancia se refiere a lo que subsiste (sub-staré), a un


sustrato susceptible de recibir una serie de determinaciones o propiedades. Por ejemplo,
una mesa, en cuanto sustancia, tiene diversos atributos: es cuadrada, grande, de color
caoba, elegante, etcétera.

Según Aristóteles, para que exista una ciencia un conocimiento, es necesario que baya una
unidad, que es precisamente la sustancia, o sea, le sentido principal en que se dice el ser,
el fundamento de la analogía. Así, tenemos que en todas; las formas del ser está presente
la sustancia.

Ahora bien, los atributos que recibe la sustancia pueden ser de dos tipos:
a) Accidentales. Son aquellos que no son necesarios para que los seres existan como
tales; no son necesarios para el ser de la cosa. Por ejemplo, el color de la mesa,
que también puede ser negra o blanca, o su forma que también puede ser redonda
y no solamente cuadrada. Pero, en cambio, habría otros atributos imprescindibles
para pensar en una mesa.
d) b) Esenciales. Cuando constituyen propiamente el ser o la esencia de las cosas. Se
suele entender por esencia el conjunto de caracteres necesarios de un ser
mediante los cuales éste se distingue de otros. Por ejemplo que el triángulo tenga
tres lados es esencia este concepto; pues no podemos concebir un triángulo sin la
idea de tres lados.
¿Cuál sería para ti la esencia de la sustancia mesa?
¿Podrías describirla a continuación?

_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
___________________________________________________________ ________

Por otra parte, Aristóteles nos habla de dos clases de sustancias: a las cosas individuales y
concretas por ejemplo, este hombre, este árbol, esta silla etc. las llama sustancias
primeras y ello es así, porque nuestro filósofo piensa, a diferencia de su maestro Platón,
que en realidad sólo existen las cosas o seres individuales; mientras que lo que eran las
ideas para Platón serán llamadas por el estagirita sustancias segundas, también llamadas
‘‘universales’’, ‘‘géneros" o "especies”, tales como los conceptos “hombre", “árbol",
"lápiz", que no tú podrás observar no se refieren a un hombre determinado; a un árbol
específico o a este lápiz amarillo con el que estoy escribiendo, sino a todos los hombres, a

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todos los árboles o a todos los lápices del Universo.
Debido a este carácter tan general y abstracto; tienen las famosas sustancias segundas,
Aristóteles piensa que no son sustancias en sentido riguroso, pues en última instancia no
están aradas de las cosas individuales a las que se refieren, como creía Platón.

De modo, entonces que lo realmente existe son los seres individuales, mientras que las
ideas lasque Platón hacia residir en la región celeste tienen una existencia secundaria; no
son más que predicados de las cosas que existen.

SER Sustancias segundas


(Géneros, especies)

HOMBRE

Sócrates, Platón Sustancias primeras


Aristóteles (individuos)

Para explicar más claramente la estructura ontológica de la sustancia, Aristóteles recurre a


dos conceptos que son primordiales en su metafísica: la materia y la forma. En efecto, la
sustancia es un compuesto formado por dos elementos la materia, o sea, aquello de lo
que está hecha una cosa, mientras que la forma es lo que hace que algo sea lo que es, lo
que equivaldría a la esencia. La materia y la forma no pueden estar separadas. Toda
materia tiene una forma y toda forma posee una materia.
Es preciso aclarar que por forma Aristóteles no entiende “algo puramente geométrico,
sino aquellos rasgos que confieren al ser su existencia esencial e individual. Tampoco por
materia entiende estrictamente lo que los físicos conciben como tal, sino aquello, sea lo
que fuere, de lo que está hecho algo. La materia de un libro no la constituyen
simplemente el papel y la impresión, sino también las palabras, los pensamientos, los
sentimientos en él expresados, etcétera’’.

Concepto del hombre


De acuerdo con la teoría de la materia y la forma, llamada hilomorfismo, Aristóteles
formula una concepción del hombre. El hombre es para Aristóteles una unidad sustancial
y no una unión accidental entre alma y cuerpo, como lo concebía Platón. Esta unidad está
constituida por el alma o forma y por el cuerpo o materia. Dentro de esta concepción, la
materia o cuerpo ya no es un estorbo, una cárcel donde el alma queda atrapada, sino una
parte constitutiva o esencial del ser humano. Acorde con lo anterior, el conocimiento del
hombre se inicia a partir de los sentidos, quien esté privado de sentidos no puede adquirir
conocimientos.

33
El conocimiento
En el conocimiento encontramos grados, niveles de abstracción, que a su vez se
relacionan con las capas de la realidad; así, a la realidad física le corresponde la menor
abstracción y la mayor concreción; a la realidad matemática le corresponde en
comparación con la realidad física una mayor abstracción, aunque todavía conservando un
cierto grado de concreción; en cambio, a la realidad metafísica le pertenece un máximo de
abstracción y un mínimo de concreción.

El conocimiento metafísico es como un leer dentro (intus-legire), una capacidad de


penetral el interior del objeto para captar su forma y reproducirlo en la mente formando
conceptos o ideas.

Por medio de esta teoría de la materia, la materia y la sustancia, Aristóteles trata de


resolver problema metafísico acerca de la pluralidad o diversidad de las cosas que, como
ya vimos, inquietó a los presocráticos provocándoles asombro deseo de conocer el
mundo.

De acuerdo con Aristóteles, las sustancias segundas (géneros, especies) no están, como lo
es .las ideas platónicas, separadas de las cosas, sino imbuidas en ellas, informándolas,
posibilitando conocimiento. Los llamados universales son sustancias de carácter abstracto
o momentos abstractos de cada cosa individual y por ello, Aristóteles tal como vimos, las
llama sustancias segundas.

El movimiento
Otro problema metafísico era el del movimiento. Como ya Vimos, Parménides, en forma"
sorprendente, negaba que las cosas se movieran, ya con ironía radicalmente el ser y el no
ser, rechazado el no ser dado que era imposible pensar pues en cuanto lo hacemos éste ya
es.

Aristóteles no incurre en esta oposición, pues piensa que entre el ser y el no ser cabe un
tercer momento: el ser que todavía no es pero que llegará a ser, la capacidad de ser, es
decir el ser potencia. Para Aristóteles el movimiento sería tránsito dé la potencia al acto,
una actualización diversas potencias, de seres que se están realizando en forma continúa.
De acuerdo con lo anterior, podemos decir que todo ser es en acto y está en potencia. De
esta manera, una semilla es semilla en acto pero un árbol en potencia, y un huevo es en
acto pero una gallina en potencia. Así, toda potencia está implícita, el acto (ó sea, que está
supuesta en el acto), gallina lo está en el huevó, él árbol en la semilla el adolescente en el
niño y así sucesivamente.

No obstante, no explica Aristóteles, ninguna cosa puede ser aquello que no está
potencialmente en acto. Por ejemplo, un huevo de gallina solo puede ser gallina en acto y
no otra cosa; no podría ser, digamos, un buey.

34
Como ya observamos, el movimiento para Aristóteles no es el paso del ser al no ser, como
creía Parménides, sino el tránsito de un ser a otro ser. En efecto, en el movimiento
pasamos de un ser a otro modo de ser, el ser es así, siempre permanente, como pensaba
Parménides, mas lo que y cambia es el modo de ser.

Por otro lado, dice Aristóteles, las cosas no pueden moverse por sí mismas, han de ser
movidas por un agente o motor. Todo móvil requiere de un motor. Por ejemplo, A es
movido por B, éste por C y así sucesivamente. Esté asunto nos lleva al problema del
primer motor.

El primer motor
En el fenómeno del movimiento, llegar á el momento en que habremos de toparnos con
un prime motor inmóvil, que ya no sea movido por otro. Este motor inmóvil, como objeto
de amor y del deseo que mueve sin ser movido es Dios.

Dios es acto puro sin mezcla de potencia, es una forma sin materia. Es, por lo tanto, el
máximo ser de la realidad, el ser cuyas posibilidades son todas reales. Dios es la sustancia
plenaria, el ser en cuanto tal, que a su vez es el superior conocimiento a que aspira la
metafísica.

El Dios de Aristóteles es el momento absoluto del mundo. Su misión es hacer posible el


movimiento y más aún, la unidad del movimiento: es él, pues, quien hace que haya
Universo.

El Dios de Aristóteles está separado, y consiste en pura theoria, en pensamiento del


pensamiento visión de h visión:

Sólo en Dios se da, en forma rigurosa, el conocimiento, la contemplación como algo que
se ve en forma permanente.

Las ciencias y las cuatro causas


Apara Aristóteles la ciencia no trata de cosas individuales, sino que tiene carácter
universal o general, en cuanto que estudia al ser en general y en la medida en que se
dirige a la esencia de las cosas. Además, la ciencia es demostrativa, ya que busca explicar
las causas de todo, el porqué de las cosas.

La ciencia requiere de principios para explicar las cosas. Principio es todo aquello que da
razón de algo, tanto del ser como del conocer. Los principios lógicos (como el de identidad
y el de no contradicción) dan razón del conocer, en cambio, los principios ontológicos dan
razón del ser. Y precisamente los principios ontológicos son las causas que explican el ser y
también el conocer.

Ahora bien, las causas mediante las cuales se puede explicar la realidad son lasque te

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presentamos en el cuadro 2-3.

Cuadro 2-3 Las cuatro causas para explicar la realidad según Aristóteles

Causas Definiciones Ejemplos

Causa material  Es la materia, aquellos  El bronce con que está hecha una
de lo que algo está estatura.
hecho.
Causa formal  El modelo que sirvió de base para
 Es lo que informa un ser hacer la estatua.
y hace que séalo que es.
Causas eficiente  El escultor que hizo la estatua.
 Es el principio primero
del movimiento o del
Causa final cambio.  El fin para el cual se ha esculpido
la estatua. Ornamental, la
 Es el fin, el para que de conmemoración de un héroe,
los entes o seres. etcétera.

Podría explicar, con otro ejemplo, la función de estas cuatro causas aristotélicas
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
___________________________________________________________________

En comparación con la metafísica de Platón, la de Aristóteles desemboca en cierto


inmanentismo al introducir las ideas en las cosas (es decir, a una renuncia a aceptar ideas
trascendentes a las cosas mismas).vimos como el estagirita y preceptor de Alejandro el
Grande acude a los conceptos fundamentales de acto y potencia, los que, junto con los de
materia y forma, causa final y causa eficiente, le permiten explicar el cambio de las cosas
dentro del marco de la realidad, explicar el universo como una estructura perfectamente
ordenada de seres que van desde las cosas físicas, en que prevalece la potencia, hasta
rematar con Dios que es acto puro.

La influencia de Aristóteles, cuyo pensamiento, como ya hicimos notar, abarcaba


prácticamente todos los campos del saber, ha sido considerable a través de la historia de
la filosofía. Esta influencia se manifiesta principalmente en la filosofía escolástica, surgida
en la Edad Media, época en la cual se reconoció al gran filósofo griego Como discutible

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autoridad y punto de partida de todo filosofar.

La problemática axiológica

Introducción

Vamos a entrar ahora al estudio de la problemática axiológica, la cual nos conecta con una
disciplina o rama de la filosofía muy importante llamada axiología, palabra que viene del
vocablo griego axios, que significa ‘Valioso'’ o “digno”, y la palabra logos, que podemos
traducir, en este caso, como “estudio”, “tratado" o “teoría"; por lo tanto, axiología puede
definirse, en términos generales, como la rama de la filosofía que se dedica a reflexionar
sobre los valores.

Como vamos a ver, entre los problemas que aborda la axiología o teoría de los valores,
figuran el dé saber qué es él; valor mismo, cuál es su esencia, si realmente los valores
existen y qué tipo existencia tienen; el de saber si es posible conocerlos y realizarlos para
acceder a un mundo mejor; en fin, saber cuáles son los valores superiores y cuáles los
inferiores y en qué se basa a clasificación, etcétera.

Como podrás darte cuenta, vivimos en un mundo regido por valores, no obstante que
muchos de ellos no se cumplen y que tal vez se nos antoje que jamás lleguen a cumplirse.
No nos referimos, ciertamente, a los valores económicos a los que entran en juego en la
"bolsa de valore nos referimos, más bien, a aspectos como: belleza, el bien, la verdad, la
justicia, la salud, la paz; la democracia, el amor, etc. Todo eso se designa como ‘Valores”,
y, otras veces, en el ámbito del lenguaje coloquial o cotidiano se hablaría de:" máximo”,
“lo ideal", “lo más padre’’ ‘‘lo supremo "lo súper”, etc. De modo que muchas veces
decimos que Fulano es una persona que tiene muchos valores, o, por el contrario que
Mengano es un ser que no tiene ni "pizca” de valores. Es decir, que aquí estamos haciendo
es lo que los filósofo llamaban "juicios de valor”.

¿Podrías hacer algunos "juicios de valor" de la personas y cosas que observas?


_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
___________________________________________________________________
Seguramente has observado que vivimos en un mundo lleno de progresos materiales, de
adelantos técnicos, que en otros tiempos sólo parecían lejanos sueños o utopías:
teléfonos, unicelulares, cables, ferrocarriles, metros, carreteras, vías aéreas, satélites,
cohetes espaciales, computadoras, ondas de sonido, etc., los que nos ayudan a vivir con
gran comodidad y a resolver múltiples problemas. Sin embargo, seguimos inconformes y
tal vez decepcionados porque los valores no han progresado a la par de estos
espectaculares logros materiales que la humanidad ostenta. En el terreno dé los valores,

37
como dice un filósofo, “hay’’ campo por arar, una cosecha por recoger, tesoro por
descubrir, recursos por movilizar, energía por liberar, que bien puede compararse con los
de la naturaleza material.

Así, pues, vivimos en varios niveles de época.


En lo que se refiero a nuestro mundo mora nuestro mundo sentimental a diferencia de
nuestro mundo científico y técnico, estamos aún en una edad de piedra: "odiando y
amando, envidiando y deseando tan primitivamente como el hombre de las cavernas y
rompiendo de tiempo en tiempo, con inaudito salvajismo, el barniz de nuestra civilización.
Hemos aprendido a controlar la naturaleza antes de haber aprendido a controlarnos a
nosotros mismos. El mundo de los valores nos parece, ahora, en medio de tantas crisis
corrupciones políticas y sociales, como una esperanza, como una llave mágica que nos
abrirá la entrada a un mundo menos despiadado e injusto.

Los problemas fundamentales de la axiología


Los filósofos de los valores no se van a dedicar a inculcar ciertos valores, sino más bien a
analizarlos, a reflexionar sobre su naturaleza, sobre posibilidad de conocerlos y realizarlos.
De esta manera, se plantean una serie de problemas, tal como, ¿son los valores objetivos
o subjetivos?; ¿dependen de nuestro modo de ser y de percibir la cosas?; o ¿son en “sí y
por sí”, independientes del sujeto que los capta?; ¿cómo se captan realmente los valores?,
¿por el intelecto, por el sentimiento, por la intuición?...

El problema sóbrela naturaleza de los valores


Es menester ahora explicar sucintamente cada uno de éstos problemas viendo cuáles son
los argumentos y las soluciones que aportan cada uno de sus representantes.
El problema sobre la naturaleza de los valore plantea la siguiente interrogante: ¿qué
naturalezas tienen los valores? Para la solución de este problemas vamos a encontrar dos
posiciones antagónicas y al parecer irreconciliables: el objetivismo y subjetivismo
ortológicos.

Para el objetivismo, el valor tiene una naturaleza o modo de ser objetivo; pues existe
independientemente de un sujeto o de una conciencia valorativa, mientras que el
subjetivismo sostiene que el valor debe su existencia, su sentido o su validez a reacciones
ya sean fisiológicas o psicológicas del sujeto que valora; veamos más de cerca estas dos
tendencias:

El objetivismo y el subjetivismo de los valores


Según el subjetivismo, el sujeto no es necesario para la captación de los valores, ya que
éstos existen en sí y por sí, con independencia del sujete Como dice Max Scheler (1875-
1928) representante del objetivismo el asesinato siempre es malo, sin necesidad de que
alguien lo repruebe como tal.

Para el objetivismo los valores son independientes de los bienes o cosas valiosas y de los

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sujetos que los valoran. La naturaleza del ser humano, sus cambios a través de la historia,
el fluir constante de las preferencias, las vicisitudes de los deseos, deja a los valores
intactos e imperturbables.

A diferencia del objetivismo, el subjetivismo axiológico sostiene que el sujeto es esencial o


imprescindible, en toda valoración, pues si no existe un sujeto encargado de valorar las
cosas, el valor, simplemente, no es posible. En lugar de decir, como el objetivismo, que los
valores son en sí y por sí, el subjetivismo dirá que los valores son para mí (en cuanto
sujeto que valoro). Podríamos decir que el subjetivismo resucita la antigua frase de
Protagoras: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Para el subjetivismo no podemos
hablar de valores fuera de una valoración real o posible. En efecto, ¿qué sentido tendría la
existencia de valores que escaparan a toda posibilidad de ser apreciados por el hombre?
¿Cómo sabríamos que existen los valores si estuvieran condenados a mantenerse fuera de
la esfera de las valoraciones humanas?

Por su parte, el objetivismo afirma que es cierto que la valoración es subjetiva, pero es
indispensable distinguir la valoración del valor y el valor es anterior a la valoración.

Si no. hubiera valores, ¿qué habríamos de valorar Confundir la valoración con el valor
equivale confundir la percepción con el objeto percibido. La percepción no crea al objeto,
sino que lo rapta; lo mismo sucede con la valoración. Lo subjetivo ese proceso de
captación del valor. No podemos reducir lo valioso a aquello que nos agrada o interés.
Por encima del agrado o desagrado existe un deber objetivo, un valor moral que no
depende de los vaivenes de nuestros gustos o disgustos. Por ejemplo, ¿es agradable que
nos amputen una pierna? No obstante el desagrado que sentimos, quedamos agradecidos
al médico que nos ha salvado la vida de ese modo. De la misma forma opina un
objetivista: no resulta nada agradable internarse en un túnel bajo una gran cantidad de
escombro: para salvar a un niño que ha sido víctima de un terremoto. Esta acción es
buena en sí misma, independientemente de los estados de ánimo o las sensaciones de
agrado o desagrado.

Estos argumentos nos muestran la complejidad que encierra el problema de la naturaleza


de la existencia de valores.

Hacia una superación del objetivismo y el subjetivismo


No podemos negar que cada una de estas posiciones el objetivismo y el subjetivismo tiene
algo de convincente y nos pasaríamos largo tiempo discutiendo sobre sus argumentos.
¿Cómo resolver entonces el problema del objetivismo y el subjetivismo?

Autores como Risieri Frondizi han planteado la cuestión de otra manera. Este filósofo
argentino piensa que tanto el objetivismo como el subjetivismo son unilaterales.
Considera que el valor surge de la relación entre el sujeto y el objeto, y que esa relación
axiológica origina una cualidad estructural empírica.

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Agrega que dicha cualidad estructural no se da en el vacío, sino dentro de una situación
humana concreta, y que la jerarquía axiológica es también situacional y compleja, no
lineal. Sostiene, además, que los valores sirven de fundamento a las normas éticas y que
éstas, lo mismo que las normas jurídicas, son situacionales.
Según Frondizi, esta interpretación estructural del valor nos permite superar el tradicional
abismó que se da entre el mundo del ser y del deber ser. Es en el capítulo VI de su libro
¿Qué son los valores? donde Frondizi propone su tesis sobre el valor como cualidad
estructural.

Presentemos a grandes rasgos su posición: el valor, como muchas veces se ha sostenido,


es una cualidad irreal Esto significa que el valor no es una cualidad primaria (cualidades
primarias son aquellas cualidades fundaméntales sin las cuales los objetos no podrían
existir), ni tampoco una cualidad secundaria o cualidad sensible (como el color, el sabor, el
olor, etc.) y que si bien se distingue de la primaria por su mayor o menor subjetividad,
también se asemeja a éstas, dado que forman parte del ser del objeto.

En cambio, el valor no forma parte necesariamente del ser objeto, pues pueden existir
objetos que no tengan el valor belleza, por ejemplo. El valor no confiere ni agrega ser,
“pues la piedra existía plenamente antes de ser tallada, antes de que se transformara en
un bien“.

Ahora bien, para referirse al carácter de cualidad irreal, al valor se le ha denominado


“cualidad sui-generis’; pero, dice Frondizi, esta denominación no aclara mucho su
naturaleza.

En otro sentido, se dice que el valor es real, pues tiene existencia en el mundo real y no es
una mera ilusión o fantasía del sujeto. “A nuestro juicio dice Frondizi la irrealidad del valor
debe interpretarse como una cualidad estructural. Una estructura no equivale a la suma
de las partes aunque depende de los miembros que la constituyen: tales miembros no son
homogéneos. La estructura no es abstracta, como los conceptos sino concreta, individual.
Si se interpreta la irrealidad del valor como una cualidad estructural, si explica su carácter
aparentemente contradictorio de depender de las cualidades empíricas en que se apoya
pero, al mismo tiempo, no poder reducirse a tales cualidades.”

Estas cualidades empíricas que nos ayudan a entender y a ubicar los valores, se enmarcan
en lo que Frondizi llama “situaciones”, o sea el conjunto de factores ambientales, sociales,
culturales e históricos que nos rodean.

Estas situaciones no constituyen el receptáculo de los valores, pero si forman parte de


ellos y los condicionan. Al respecto, Frondizi pone varios ejemplos de cómo influye la
situación en las diversas valoraciones que nosotros hacemos. Por ejemplo, un paraguas es
útil si llueve; un salvavidas lo es si estamos en alta mar y hay peligro de naufragio. Lo
mismo ocurre en otros niveles. El goce de la música depende de la temperatura, el ruido

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de la sala, el olor o cualquier otra modificación pertinente.

En el plano moral, según Frondizi, también participa la situación física. Hay elementos
atenuantes de una conducta aparentemente inmoral ‘‘debido al medio. Recuerda, por
ejemplo, la película de '‘Perdidos en los Andes"; en ella se narra el hecho real de unas
personas, víctimas de un accidente aéreo, que para sobrevivir se vieron obligadas a
comerse a los que murieron en la catástrofe. ¿Cómo juzgar esta conducta a la luz de su si-
tuación? “No existe una situación neutra. Siempre, habrá una temperatura, una presión,
etc., que influye en el valor. Lo normal es lo habitual, pero lo habitual varia de un lugar a
otro. Un huracán o un terremoto altera todos los valores y su escala."

A continuación te proponemos que incluyas algunos ejemplos que conozcas y que


consideres puedan ilustrar esta teoría de la situación como parte constitutiva de los
valores:

El deber ser y las bases de la conducta moral


El tema de los valores, del cual se ocupa, como acabamos de ver, la axiología, incide
notablemente en disciplinas filosóficas como La ética y la estética.

En el primer caso, al investigar la naturaleza del valor de lo bueno, de lo que es valioso en


la vida; y en el segundo, al indagar qué es la belleza; en qué consiste lo sublime, lo trágico,
lo cómico, lo grotesco y demás valores o categorías estéticas.

Hablemos, en este apartado, de la ética. Esta disciplina filosófica que ya hemos abordado
en nuestro primer capítulo ha sido caracterizada como una "ciencia del deber ser”. ¿A qué
se refiere esto? Mira, diversos filósofos, principalmente de filiación idealista, por ejemplo
Manuel Kant (1724-1804) han distinguido dos grandes sectores de la realidad: el ser y el
deber ser.

El mundo del ser se refiere a lo que es de fijo, a lo que acontece en la realidad


fenoménica, independientemente de nuestra voluntad y nuestro obrar. Se trata del
mundo de la naturaleza, donde todo acontece por necesidad. Así, según esta concepción,
en la naturaleza impera la explicación causal: a determinadas causas corresponden de-
terminados efectos; por ejemplo, si yo arrojo un objeto (por ejemplo un libro) éste caerá
inevitablemente al suelo; sí yo bebo “x" sustancia o droga, sufriré ‘‘x’’ efecto; si no me
alimento, enfermaré, etcétera.

Pero, al lado de este mundo regido por la necesidad, por las regularidades fenoménicas,
por los encadenamientos causales, es posible hablar de un mundo donde reina la libertad
humana, donde las cosas no suceden en forma necesaria, sino por la plena voluntad del
hombre. Se trata, entonces, del mundo del deber ser a partir del cual se establecen las
bases de la conducta moral, ya que solamente los actos libres, voluntarios y autónomos
son los que pertenecen al mundo moral.

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En este ámbito del deber ser es donde se ha instalado la ética, la cual descansa en la
libertad humana. La libertad, se ha dicho, es la condición de posibilidad de la conducta
moral y de la ética. De la conducta moral, en cuanto a los actos libres y conscientes de los
individuos en la sociedad; y de la ética, en cuanto a la reflexión sobre la validez universal
de dichos actos.
La ética no estudia lo que es de por sí, sino lo que debe ser. En la antigüedad, Calicles
alegaba que el abuso de los “fuertes” y poderosos era lícito porque era algo que ocurría
regularmente en la experiencia y en la vida diaria; sin embargo, esta opinión es errónea
porque el legendario sofista basaba su ética en el ser y no en el ‘‘deber ser’’.

El hombre no es por naturaleza ni buena ni mala, pero una serie de valores en lugar de
unos contravalores (la crueldad, la injusticia, el cinismo, la deshonestidad, etcétera).

El hecho de que no se cumplan muchos valores el seno de la sociedad: la justicia social, la


solidaridad, la paz mundial, la fidelidad, etc., no significa que no existan o que sean meras
"utopías", pues la realidad de estos valores no descansa en lo que es, sino en lo que debe
ser, en cuanto imperativos que propia voluntad como diría Kant exige para lograr el
cumplimiento de la conducta buena de manera universalmente válida.

Mundo del ser Mundo del deber ser

Todo acontece por necesidad natural. Todo acontece por voluntad propia,
Formula: A es B. Formula: A debe ser B.
EJEMPLO: Los cuerpos caen Ejemplos: Debes respetar a tus padres.
necesariamente al vacio. Debes cumplir con tus obligaciones y
El agua hierve a determinada tareas.
temperatura

El imperativo máximo de la conducta humana es formulado por el filósofo de Königsberg


de la siguiente manera: "Obra de tal forma que la máxima de tu conducta sea elevada, por
tu voluntad, a una norma de universal observancia".

La experiencia nos muestra, a cada instante decía el sofista Calicles, que el poderoso so-
mete al débil, que el “pez grande se come al chico". ¿Piensas tú que de aquí se deriva un
valor moral positivo? ¿Por qué? (Fundamenta tu respuesta).

La problemática epistemológica
Introducción
El conocimiento es un hecho eminentemente humano, por lo tanto nos compete a todos.
Es evidente que todos ejercemos el conocimiento. Si preguntamos a una persona de qué
color es la puerta su casa o cuál es la dirección donde vive, seguramente nos dirá sin
titubeos y con toda certeza el color y la dirección requeridos. Sin embargo, el

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conocimiento se presenta como problema cuando no sabemos cómo es que éste se hace
posible. De ahí que la pregunta fundamental que nos planteemos no sea si conocemos o
no, sino cómo es posible el conocimiento.

Se puede considerar a la epistemología o gnoseología como una disciplina filosófica que


tiene como objeto de estudio el conocimiento. Desde los inicios mismos de la filosofía,
Sócrates, Platón y Aristóteles se ocuparon de este arduo problema. Pero es en el siglo
XVII, con la publicación de la obra Ensayo sobre el conocimiento humano de John. Locke
(1632-1704), aparecida en 1706, donde encontramos el problema del conocimiento
planteado tal vez en su más cabal expresión.

Los problemas gnoseológicos


La epistemología reúne los planteamientos y desarrollos relativos a los modos, clases,
esencia, posibilidad, validez y origen del conocimiento humano. La epistemología o
gnoseología se pregunta sobre la relación que guarda el conocimiento con el sentido
común y el conocimiento científico; qué relación se establea; entre el sujeto y el objeto
del conocimiento; en qué medida el conocimiento se encuentra determinado por la
sociedad y el marco histórico donde éste surge, etc. Éstos y otros problemas ciertamente
se plantean esta disciplina filosófica.

Dos ideas básicas debemos tener en cuenta para analizar el conocimiento:


a) Aunque, de hecho, existen diversos tipos de conocimiento, los filósofos de la
ciencia apuntan dos que son fundamentales: el conocimiento sensible o empírico y
el conocimiento científico. Este último tiene la característica fundamental de ser
sistemático y metódico, es decir, que para adquirir este tipo de conocimiento se
requiere desarrollar un método científico {meta-fin, odos-camino), en otras
palabras, seguir una serie de Pasos rigurosos como: la observación, la hipótesis, la
experimentación, entre otros.

b) Cabe solamente apuntar que el conocimiento concretamente científico es


expresión de un determinado tipo de sociedad; o sea, que el contexto histórico-
social constituye la base fundamental sobre la cual se levanta o se desarrolla un
determinado conocimiento, como sucedió en la época capitalista, al propiciarse el
surgimiento del conocimiento científico propiamente dicho. En este sentido
diríamos que la ciencia no nace espontáneamente, sino bajo ciertas condiciones
sociales e históricas bien determinadas.
El conocimiento en la filosofía de Platón y de Aristóteles
El conocimiento en cuanto problema epistemológico es reciente (siglo XVII), aunque ya
Platón y Aristóteles, en la época clásica griega, plantearon problemas concernientes al
conocer y a las condiciones en que éste se hace posible. Para Platón (427-348 a. de C.) la
esencia y explicación del mundo sensible no se ubica en las meras sensaciones, ni en las

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representaciones que tenemos de las cosas, sino en el mundo de las ideas.

Por otra parte, en Aristóteles 384-322 a. de C. se sostiene que el verdadero conocimiento


reside en aquello que permanece (la forma), siempre en estrecha unidad con la materia
(lo sensible). En este sentido podríamos decir que sólo mediante la forma (o las ideas) o
los conceptos llegamos a tener un conocimiento verdadero de las cosas (de la realidad).

Desde Aristóteles, materia y forma en la perspectiva del conocimiento no se encuentran


divorciados, puesto que ambos lados constituyen la única posibilidad para que el
conocimiento se haga factible. Cada vez que pensamos un objeto, necesariamente lo
pensamos bajo uniforma, ya que un objeto en sí mismo no es propiamente objeto del
conocimiento.

El conocimiento en la época moderna


Ya en el periodo moderno de la filosofía, vemos aparecer dos corrientes importantes: el
racionalismo y el empirismo.

El racionalismo es la doctrina según la cual el conocimiento reside en la razón. Un


representante clásico de esta postura moderna es el francés René Descartes (1596-1650),
filósofo designado como racionalista, ya que pone el fundamento del conocimiento en el
pensamiento racional, a imagen del saber matemático. Descartes ve en las matemáticas
un modelo de conocimiento verdadero. El conocimiento matemático se basa, como
sabemos, en determinados principios llamados "axiomas'', los cuales son completamente
evidentes y ciertos, puesto que no requieren ser fundamentados. Así, las conclusiones que
se derivan de axiomas verdaderos tienen que ser necesariamente verdaderos.

Tomando como modelo las matemáticas. Descartes pretende que la filosofía llegue a
verdades necesariamente universales y que por lo mismo éstas tengan que ser válidas.
Según Descartes, en el terreno de la filosofía este principio evidente y cierto tendrá que
ser el pensamiento como fundamento mismo.de la existencia: "cogito ergo sum” (pienso,
luego existo) será, pues, el principio o fundamento de todo conocimiento.

Este principio cartesiano significa que si pensamos estridente que existimos, ya que si bien
podemos dudar de la existencia de otras cusas no sería posible dudar de nuestra propia
existencia Al dudar estamos seguros de que pensamos y luego, si pensamos, es evidente
qué existimos. En este sentido la fórmula pienso, luego existo” es prueba evidente de
nuestra existencia y de la existencia de todas las cosas.

Por su parte, los filósofos empiristas sostienen que la experiencia es la fuente de lodo
conocimiento y postulan como criterio de verdad la evidencia sensible, prescindiendo de
las ideas de carácter racional. Veamos rápidamente a uno de sus clásicos representantes.
Para John Locke (1632-1704) el conocimiento tiene su origen en la experiencia, es decir,
en los objetos sensibles externos, así como en operaciones internas de nuestra mente.

44
Para este filósofo inglés existen dos tipos de ideas: las simples y las complejas. Las
primeras aluden a la sensación y a la reflexión, mientras que las segundas a la actividad
subjetiva del conocimiento.

Ahora bien, el criterio de objetividad de las ideas simples se tiene cuando una idea es
semejante a la cualidad que existe en un objeto; en el caso de las ideas complejas, se trata
de ideas que representan lo general o universal; es decir, son representaciones de los
objetos que constituyen una misma especie, por ejemplo, la racionalidad de los seres
humanos que nos permite definir o caracterizar al género humano.

A continuación te proponemos esta actividad:

Elabora un cuadro comparativo señalando las diferencias y posibles semejanzas entre los
filósofos racionalistas y los filósofos empiristas.

Vinculadas a los problemas gnoseológicos, la Filosofía de la ciencia aborda una serie de


cuestiones que plantea el quehacer científico, tales como el método y la investigación
científicas; refirámonos a continuación a estos aspectos:

Corrientes Diferencias Semejanzas

 Empirismo a) a)

 Racionalismo b) b)

Método e investigación
La investigación científica consiste en plan problemas significativos y buscar posibles
soluciones. Un problema científico debe ir acompañado de un método igualmente
científico así como de hipótesis que busquen rigurosamente la solución a dicho problema.
La investigación científica pretende encontrar respuesta a los problemas fundamentales
que el hombre se plantea y lograr hallazgos significativos; podemos decir que los
conocimientos que se obtienen siguiendo un método científico riguroso se podrían
considerarse relevantes para la ciencia. La investigación es proceso que se inicia con un
problema de carácter científico y que requiere igualmente una solución científica. En una
investigación, el científico pretende finalmente descubrir y explicar la estructura interna
de los fenómenos.

La investigación científica es, sin duda, una de las actividades más importantes, ya que sus
resultados contribuyen de manera decisiva al mejoramiento de nuestra existencia. La
ciencia es producto del esfuerzo colectivo de muchos hombres y mujeres, a través de

45
multitud de generaciones, de manera que sus conquistas y resulta pertenecen en común a
la humanidad entera, la ejecución de sus trabajos, los investigado científicos tienen
necesidad de estar siempre en contacto unos con otros, a fin de comunicar mutuamente
sus experiencias, discutir sus interpretaciones, coordinar sus planes, recibir críticas sobre
resultados obtenidos y hacer sugestiones conducentes a otras investigaciones. También
quieren de instrumentos, aparatos, materiales experimentación, libros, publicaciones
periódico y otros elementos. De ahí que la sociedad, interesada especialmente en el
avance de la ciencia, ministre a los científicos lo que necesitan para el desempeño de sus
actividades, los estimule sus tarcas y procure que las realicen de manera organizada en el
seno de instituciones adecuadas, como son los centros de investigación científica.

En realidad, toda investigación científica tiene su fuente en conocimiento anteriores; de


hecho, el conocimiento se ha venido trasmitiendo y superando de una generación a otra,
o bien, de una época histórica a otra, de ahí que una de las características del
conocimiento científico sea la riqueza de conocimientos que se van organizando y
sistematizando a partir de un conocimiento anterior. Todo esto, desde luego, después de
haber pasado por la crítica, verificación y demostración de índole científica. Así, el
conocimiento tiene un carácter histórico y es un esfuerzo laborioso de todos los
investigadores de la ciencia.

Etimológicamente hablando, el método es un camino que conduce a un fin, o en otras


palabras de proceso que conduce al conocimiento. El método es, en este sentido, el que
debe conducirnos a resultados de carácter científico. El método es un proceso deliberado,
reflexivo y crítico, y que, como instrumento de la investigación, el investigador debe
emplear y ejecutar de manera deliberada reflexiva, si es que quiere obtener resultados
precisos dentro de la investigación. El método es entonces un proceso planificado que el
investigador debe seguir en el proceso de su misma actividad científica, así como en todas
las fases de su desarrollo; de este modo, el resultado será un nuevo conocimiento que
amplíe o enriquezca el universo de conocimientos de una rama especifica de la ciencia.
La investigación, dicho en forma breve, tendrá como resultado el descubrimiento de
nuevas leyes y teoría que expliquen un conjunto determinado de fenómenos naturales o
sociales. El método es el instrumento de la actividad científica, esto es, aquello de lo cual
nos servimos para conseguir conocimiento de la naturaleza y de la sociedad. En la
actividad científica, los resultados dependen directamente del método empleado. Un
método riguroso nos conduce a resultados precisos; en cambio, un método vago sólo nos
puede llevar a resultados confusos. Sin embargo, es indispensable que el método sea el
instrumento adecuado para el caso específico de que se trate y que, además de aplicarse
con rigor, lo sea con habilidad, inteligencia e imaginación. Tal como ocurre con cualquier
otro instrumento; lo principal es saber manejar el método con tino y destreza. Jamás
debemos perder de vista que el método científico es un instrumento de trabajo y que su
finalidad práctica impone la necesidad de tener en cuenta siempre las posibilidades de su
eficaz aplicación.

El método científico, al igual que el conocimiento en general, se ha ido desarrollando a

46
través de la historia de la ciencia. Podemos decir que el método es un conocimiento
adquirido desarrollado y enriquecido a través de la actividad científica misma y a lo largo
de la historia. Por eso se puede afirmar que el método en cuanto conocimiento es un
producto de la experiencia acumulada, además de hallarse en un proceso de continuo
desenvolvimiento y perfeccionamiento.
En términos generales el método científico comprende las siguientes etapas:

 El planteamiento definido de un problema.


 La formulación de explicaciones posibles mediante hipótesis.
 La planificación de un experimento que implique la comprobación de las mismas.
 Finalmente, la obtención de resultados que puedan ser formulados en teorías o leyes
Identifica las etapas del método científico en una práctica que hayas realizado en tu
escuela:
a) _____________________________________________
b) _____________________________________________
c) _____________________________________________
d) _____________________________________________

Tres modelos del conocimiento


El conocimiento plantea problemas, aunque éste, como ya hemos dicho, es un hecho.
Para que el conocimiento se constituya en un problema, es necesario analizar los
elementos que componen la relación sujeto-objeto del conocimiento. En este punto
existen dispares corrientes filosóficas que plantean diferentes puntos de vista. Así,
tenemos la corriente subjetivista, a los empiristas y a los críticos del conocimiento.

a) El modelo subjetivista de la producción del conocimiento sostiene que lo


determinante es el conocimiento del sujeto frente al objeto. Se admite que el lado
activo del conocer está en el sujeto, y que el objeto representa el lado pasivo del
conocimiento. Así, el objeto es determinado por el sujeto, quien produce y
reproduce el conocimiento de la realidad. Este modelo idealista puede remontare
a periodos históricos anteriores.
Tal es el caso de pueblos cuyas creencias se basan en los espíritus como existentes y ani -
madores del mundo de las cosas. Lo anterior también se explica afirmando que el mundo
o la realidad exterior descansan en intenciones benéficas o maléficas de dioses o espíritus
que castigan o premian al hombre. En un sentido más actual, el sujeto cree poseer las
ideas o bien la voluntad suficiente para transformar el mundo que le rodea, sólo con
mediación de las ideas o las buenas intenciones.

"Las interpretaciones de filósofos idealistas como Descartes, Berkeley y Kant, surgieron a


raíz de importantes revoluciones científicas. En primer lugar, el desarrollo del álgebra puso

47
en evidencia la posibilidad de una disciplina fundada en las operaciones conceptuales que
puede realizar un sujeto y las libres combinaciones que puede efectuar. En segundo lugar,
los descubrimientos de Galileo sobre el movimiento inercial, cuyo método supone la
posibilidad de que el sujetó apliqué el cálculo a unas transformaciones físicas, etc. Todas
estas transformaciones científicas paralelas a los cambios socioeconómicos del ascenso de
la burguesía al poder, aportaron al campo de la filosofía una serie de innovaciones. Una de
las más importantes; es que se le asigna el papel principal a los elementos lógicos del
conocer. En la relación sujeto-objeto, el sujeto vuelve a aparecer como el elemento
determinante.

b) El modelo empirista que podemos denominar objetivista, encuentra su expresión


más nítida en Holbach, Diderot y Helvetius, entre otros; y en general en los
pensadores del siglo XVIII. En este modelo del conocimiento, lo determinante es la
realidad objetiva, es decir, externa ante el sujeto, cuyo papel es
fundamentalmente pasivo. Aquí, el conocimiento del hombre es un fiel reflejo de
la realidad. En esta relación sujeto-objeto del conocimiento, tanto el subjetivismo
como el empirismo pretenden dar cuenta de la producción del conocimiento pero,
como ya se dijo, sus respuestas son limitadas en cuanto al sujeto, o bien al objeto,
del conocimiento, respectivamente,

c) El modelo crítico del conocimiento es otra forma de aplicar la relación sujeto-


objeto. Tal vez sea este el modelo que quizá tenga - el mayor consenso; sin
desconocer sus graves limitaciones. Este modelo de conocimiento es iniciado por
Hegel, profundizado por Marx y Engels y continuado por Lenin y A. Gramsci.

El materialismo histórico dialéctico parte del hecho de que el hombre conoce


objetivamente el mundo que le rodea siempre y cuando lo interprete por la vía de la
relación sujeto-objeto. De este modo, los conocimientos tendrán una validez objetiva y
científica.
En este sentido, para la filosofía materialista no hay verdades absolutas o últimos
conocimientos, dado que el saber es un proceso continuo y las verdades que se
establecen corresponden a distintos campos o regiones determinadas del saber, o bien se
distinguen por los grados de universalidad y los fenómenos particulares que abarquen. De
manera que, por ejemplo, las leyes de Newton sólo explican cuerpos con determinada
masa y velocidad; y así los cuerpos subatómicos que ya no se pueden explicar mediante
las leyes de Newton tendrán que explicarse recurriendo a las teorías de Heisenberg,
Einstein, etcétera.

Finalmente, la característica de este modelo crítico y dialéctico que le diferencia de los


restantes, es al parecer la práctica. Es la práctica social e histórica del hombre el elemento
que determina no sólo los aspectos de su existencia, sino del mismo modo, tanto él
conocimiento inmediato como el científico. Debe apuntarse, por último, que en; este
modelo de conocimiento no existe dominio del sujeto por un lado o del objeto por el otro,
puesto que estos modelos son deficientes: lo que postula el materialismo, entonces, es la

48
relación sujeto objeto o bien una relación mediada por la práctica histórica misma.
Reiteramos, el vínculo entre el sujeto y el objeto es la práctica, tanto en la producción de
conocimientos como en la producción de valores espirituales y materiales.

La construcción del conocimiento:


conocimiento empírico y científico

Los conocimientos empírico y científico mantienen una relación indisoluble; para que esto
sea lo más claro posible, es necesario señalar las características propias en cada uno de
ellos.

El conocimiento empírico es el que se adquiere mediante sensaciones y percepciones.


Este conocimiento se obtiene a partir de un contacto inmediato con la realidad, y
podríamos decir que es veta importante a partir de la cual se configura el conocimiento
científico. El conocimiento científico, a diferencia del empírico, se realiza con base en un
método y técnicas apropiadas. El conocimiento científico no es producto del azar, sino
resultado de una investigación y de una actividad científica planificada y dirigida; es decir,
producto de un proyecto o plan conscientemente dirigido; debe quedar claro que el
conocimiento empírico y el denominado científico no se divorcian sino que se vinculan, y
el primero es fuente inmediata del conocimiento que hemos denominado científico.

Ahora bien, si se habla de una ruptura entre uno y otro, es porque el conocimiento cien -
tífico va más allá del conocimiento empírico, producto de la experiencia inmediata. El
conocimiento científico no se queda en la inmediatez del conocer sino, que,
trascendiéndose a sí mismo, el conocimiento se supera, y se configura como un saber
teórico y científico; sus características son la objetividad, la racionalidad y la sistematiza -
ción. En síntesis, se puede afirmar que el conocimiento se mueve de un saber abstracto, o
sea, inmediato, donde apariencia y verdad se entrecruzan, hasta devenir él mismo en un
conocimiento objetivo y sistemático. En otras palabras, el proceso del saber va de lo
abstracto a lo concreto, entendiendo por concreto un conocimiento pleno de significación,
como producto de una investigación y que ha rebasado los hechos meramente empíricos,
para-configurar con ello una teoría científica. Ya hemos dicho que conocimiento empírico
y conocimiento científico no están situados mecánicamente en extremos opuestos o bien
aislados, sino que, necesariamente, ambos configuran lo proceso de conocimiento. Entre
ambos existen niveles que median entre uno y otro que el científico debe manejar con
toda claridad.

Finalmente, podríamos decir que entre ambos conocimientos (el empírico y el científico)
existe una relación compleja y dialéctica en la construcción del conocimiento, y que
ambos son parte de un proceso, es decir, de un conocimiento que tiene como punto de
partida la inmediatez del saber y, como resultado, la superación y configuración del saber.
La relación entre el conocimiento teórico y científico es dialéctica y compleja, ya que en la
construcción del conocimiento científico las teorías, a través de las hipótesis, se

49
confrontan permanentemente con el material empírico disponible, en un proceso que
siempre tiende a la superación de los conocimientos y, al analizar datos empíricos, debe
ubicárseles mentalmente en el marco teórico dé referencia, así como en las hipótesis
formuladas, á fin de darle pleno significado a la información derivada de la investigación
empírica y así poder alcanzar verdades precisas y completas sobre la realidad que se
estudia. De esta forma se evita absolutizar uno u otro conocimiento en la construcción de
la ciencia, pues sólo la relación permanente permite no perderse por sendas poco
fecundas para el desarrollo del conocimiento científico en cualquier disciplina.

La ciencia
A la ciencia se le puede definir como un sistema de proposiciones, a partir de las cuales se
pueden deducir otros conocimientos. Las proposiciones son leyes de mayor o menor,
generalidad, cuya fundón consiste en explicarlos hechos o fenómenos naturales. En la
ciencia los hechos no se explican sino a partir de determinadas relaciones permanentes y
generales, es decir universales. Por ejemplo, cuando observamos que un cuerpo se dilata
al ser expuesto al calor, o cuando un haz de luz se refleja sobre la superficie de un espejo.
Estos hechos en el campo del conocimiento científico, tendrán que ser explicados por un
sujeto, hombre común o científico, cuyo único interés es ’’el saber movido por la
curiosidad’’. Cabe destacar que estos hechos sin un sujeto que los investigue no tienen
ningún valor para la ciencia.

El conocimiento, como ya se dijo en otro lugar, comienza a partir de un problema


planteado, de una o más preguntas específicas y, además, de hipótesis que deberán ser
comprobadas. Después de reiteradas observaciones y de repetir el experimento cuantas
veces sea necesario, tendremos que establecer una correlación constante y regular entre
las propiedades observadas. Así, el calentamiento y la dilatación del cuerpo, la incidencia
de la luz y el ángulo de reflexión, o bien, la magnitud del ángulo de incidencia y el ángulo
de refracción, son propiedades de las que, siempre y cuando fijemos nuestra atención de
manera detallada, podremos identificar las relaciones regulares y constantes entre cada
uno de estos hechos.
En fin, cuando investigamos, buscamos explicar los hechos o fenómenos a partir de
propiedades constantes en aquellos fenómenos en cuestión. A este tipo de conocimiento
se le denomina generalización. Así, por ejemplo, si observamos que un cuerpo se dilata al
calentarse, y un número determinado de éstos objetos también se dilatan, entonces
tendremos un enunciado general o universal de la forma del tenor siguiente: “todos los
cuerpos que se calientan se dilatan"; o bien, "en todo haz de luz que se refleja, el ángulo
de incidencia es igual al ángulo de reflexión", entre otros. Por lo tanto, explicar es dar
cuenta o razón de los hechos a partir de propiedades regulares y universales, las cuales se
formulan en enunciados y a las que toda persona podría tener acceso.

Propósito de la ciencia
La ciencia tiene como finalidad explicar y predecir los hechos de un determinado dominio

50
de la realidad. El objetivo de toda investigación es el conocimiento científico, formulado
en leyes generales; éstas son enunciados que hacen referencia a las relaciones constantes
y regulares de los mismos hechos o fenómenos. En conclusión, una ley científica es un
enunciado universal que se formula a partir de aquellas relaciones que previamente han
sido observadas, y que son regulares y constantes. La ciencia, según Naglel, consiste en la
formulación de enunciados universales que constituyen explicaciones de los
correspondientes acontecimientos.

La ciencia, también podríamos afirmar, tiene por objetivo explicar los fenómenos
naturales, aplicando en su investigación un método que le lleve finalmente a la
formulación de una ley científica. Así, la ciencia deberá tener como producto un
conocimiento científico rigurosamente demostrado y comprobado, a fin de constituirse en
un sistema deductivo de proposiciones dentro del cual algunas de estas proposiciones son
leyes de mayor o menor generalidad.
Según Wonfilio Trejo, "si la función fundamental de la ciencia consiste en explicar y
predecir hechos de algún dominio de la experiencia en la forma que los liemos presentado
en el punto anterior resulta de aquí que lo objetivo distintivo de la ciencia está en el
establecimiento de las leyes generales, las cuales, como señalarnos no son sino
determinados enunciados generales en los que se fijan las relaciones constantes y
regulares a que están sometidas ciertas propiedades cuantitativas de un conjunto de
fenómenos pasados, presentes y futuros, de una misma clase.

Para Wonfilio Trejo, la ciencia establece leyes generales o universales a partir de las
relaciones constantes registradas en los fenómenos, y aunque parecería contradictorio, no
son leyes absolutas y verdaderas; más bien, la ciencia se compone ciertamente de leyes
científicas, pero que son comprobables y susceptibles de ser refutadas.

“La ciencia no es, pues, un conjunto de explicaciones y predicciones absolutamente


verdaderas (ya que estas no pueden ser confirmadas y refutadas) sino un sistema de
explicaciones y predicciones confirmables a lo sumo, y también, por lo mismo,
susceptibles de ser refutadas.

Para concluir, diremos que el objetivo de la ciencia es la comprensión de la naturaleza y


que mediante un método científico, es posible llegar a formular leyes y teorías que
explican objetiva y racionalmente un conjunto determinado de fenómenos naturales. La
ciencia es un sistema teórico- científico que explica un conjunto de conocimientos
objetivamente registrables y medibles. Tenemos, por tanto, tres características
fundamentales de la ciencia;

a) La explicación científica ha de formularse en una ley universal que dé cuenta de las


relaciones constantes y regulares de aquellas propiedades o cualidades que le son
propias y, a su vez, definan al objeto o fenómeno natural.
b) Una ley científica debe explicar no sólo este o aquel objeto en particular, sino que
tal ley científica debe ser capaz de explicar un amplio campo de fenómenos, así

51
como todos aquellos que registren las mismas condiciones y cualidades.
c) Finalmente, la ciencia comprende un sistema de leyes universales capaz de dar
cuenta todo un dominio de fenómenos, confirmables, convalidados y comprobable
mediante la observación y experimentación.

A continuación: Escribe tres características de la ciencia

_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Cita tres ejemplos de leyes científicas


_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

AUTOEVALUACIÓN
GUÍA
a) Preguntas para discusión y repaso.
Contesta las siguientes cuestiones en tu cuaderno de trabajo:
1. ¿Qué importancia tiene el planteamiento de problemas en la filosofía?
2. ¿Qué diferencias podemos observar entre los problemas científicos y los
filosóficos?
3. ¿Qué diferencias podemos establecer entre "metafísica" y “ontología"?
4. ¿Cuál es la posición epistemológica que sostiene Platón frente a las teorías de
Heráclito y Parménides?
5. Menciona tres diálogos relativos a la primera etapa de Platón.
6. Relata brevemente el tema del "Diálogo” La República de Platón.
7. ¿Qué repercusiones tuvo la situación política imperante en los tiempos de Platón
en su concepción metafísica?
8. ¿En qué consisten los conceptos análogos, según Aristóteles?
9. ¿Cuál es la función que cumplen los axiólogos en la sociedad?
10. Distingue entre el objetivismo y el subjetivismo axiológicos.
11. Menciona tres problemas morales que plantea nuestro tiempo.
12. Según Max Scheler, ¿cómo se captarían lo valores?
13. Explica diversos modos de praxis.

52
14. ¿A qué se refiere la praxis como criterio de verdad?
15. Explica tres problemas fundamentales que plantea la epistemología.

b) Explicación de conceptos. Con ayuda de un diccionario filosófico aclara el


significado de los siguientes conceptos:
- Accidente - axiología - hilemorfismo
- Acto - dialéctica - materia
- Ápeiron - doxa - metafísica
- Aporta - empirismo - objetivismo
- Arché - epistemología - potencia
- Arete - eros platónico - racionalismo
- Escolástica - subjetivismo
- Sustancia
- Teología

c) Significado de enunciados o pensamientos

Lee cuidadosamente los siguientes pensamientos y exprésalos con tus propias palabras:
“’ ¡Yo no voy por vuestro camino, despreciadores del cuerpo! ¡Vosotros no sois para mí
puentes hacia superhombre!" (E Nietzsche, Así habló Zaratustra Alianza, Madrid, 1978,
págs. 60-62).

Todos los conceptos morales tienen su asiento origen, completamente a priori, en la


razón, y él en la razón humana más vulgar tanto como en más altamente especulativa;
que no pueden ser abstraídas de ningún conocimiento empírico, el cual por tanto, sería
contingente; que en esa pureza su origen reside su dignidad, la dignidad de ser "nos de
principios prácticos supremos". (Kant Fundamento de la metafísica de las costumbre
Espasa-Calpe, Madrid, 1946, pág. 57).

“La vida es el don de la naturaleza; pero una vida bella es el don de la sabiduría." (Adagio
griego) (cit. por Will Durant en Historia de la filosofía, Joaquín Gil-Editor, Buenos Aires,
1961, págs. 56).

La teoría del conocimiento tiene cada vez más importancia dentro de la filosofía a partir
del siglo xvii, cuando filósofos como John Locke comprendieron que antes de poder hacer
afirmaciones referentes a la naturaleza de la realidad, sobre todo en lo que se refiere a
Dios y al alma, es necesario hacer la pregunta de si la razón humana, después de todo,
está en condiciones de adquirir tal conocimiento. Desde los tiempos de Platón los filósofos
han venido distinguiendo entre conocimiento y creencia. Platón mismo opinaba que el
verdadero conocimiento, que debe ser cierto e infalible y que no permite equivocaciones,
nunca podría lograrse por medio de los sentidos. El conocimiento debería ser una visión

53
intelectual, en la cual el alma abarcaba la verdadera naturaleza de las cosas. En
comparación con esta, los datos sensoriales eran confusos e inseguros y siempre
propensos a originar dudas y errores.
En la Edad Moderna, Descartes llamo la atención sobre la cuestión de la certidumbre al
tratar de dudar de todas las cosas sistemáticamente: la existencia de Dios, la realidad del
mundo exterior y las verdades matemáticas. Pero había lago de lo que no podía dudar, su
propia existencia como ser dubitativo. De ello infirió que todas las ideas, que eran tan
claras y definidas como esta, no podían dudarse sino que podían concebirse con certeza
como saber.

Los empíricos negaban, sin embargo, que algunas ideas puedan ser patentemente ciertas
e infaliblemente verídicas. Negaban todo lo que Descartes consideraba indubitable,
inclusive su propia existencia como seres pensantes. En cambio encontraron los
elementos de conocimiento más seguros en las percepciones por medio de los sentidos,
así como la sensación de calor, de rojez o de sonido. Esto formaba, según ellos, la base del
conocimiento. Tan solo las sensaciones podían ofrecer conocimiento con carácter de
certeza. Todas las pretensiones de ir más allá de las observaciones sensoriales inmediatas
no conducen a otra cosa que a suposiciones sin fundamento.

Los dos enfoques racionalismo radical y empirismo son extremos. Los racionalistas niegan
que se pueda tener conocimientos cierto del mundo de los sentidos. Los empíricos niegan
que se pueda saber otra cosa que las percepciones del momento. Los filósofos modernos
tienden a rechazar toda la idea de conocimiento absoluto y cierto como posible por la
razón de que no se puede decir que se sepa algo sino que se puede equivocar al respecto.
No buscan certeza absoluta. En cambio están interesados en las maneras diferentes en
que se basan la pretensión de poseer conocimiento, por ejemplo, de matemática, historia,
religión y ética.

Los problemas centrales de la teoría del conocimiento se refieren al conocimiento y la fe,


el escepticismo y la certeza, la percepción, el conocimiento del pasado, de otras
conciencias y posiblemente de Dios.

Tomado de Ward Keith, Cincuenta palabras claves de la filosofía, Ed. Extemporáneos,


Colec. Textos extemporáneos, Serie ‘‘Sócrates’’, Núm. 4, México, 1970, págs. 35-36.

d) actividades

 Haz una pequeña encuesta: investiga cuales son los valores imperantes en esta época.
¿Qué cosas son las que más valor tienen para las personas que te rodean?
 Elabora un cuadro comparativo entre la teoría del conocimiento de la época antigua y
la que se da en la modernidad.
 Investiga en algún texto de lógica que es el ‘‘Árbol de Porfirio’’ y elabora un esquema o
dibujo de él, añadiendo una somera explicación.

54
 Entrevista a varios profesores de filosofía y recoge sus opiniones sobre lo siguiente:
¿Cuáles son las problemáticas filosóficas más vigentes y por qué

CAPÍTULO II B

EL COSMOS, EL
HOMBRE
Y LA FILOSOFÍA

55
El Cosmos como Totalidad

Los estudios psicológicos demuestran que a pesar de los avances que se realizan, hay
zonas humanas donde aún no se ha profundizado lo suficiente, quedando aún muchas
penumbras. Desde el hombre de las cavernas hasta los descubrimientos más recientes, el
hombre no hace más que tantear, pero sin llegar a tocar el fondo de la compleja realidad.
Frente a esa realidad, el hombre, como el personaje de la mitología griega, teje y desteje
lleno de interrogantes. Frente a él hay un reto, pero no un reto frustratorio, sino como un
estímulo para comenzar nuevamente cada día a adentrarse más y más en su profundidad
y en su misterio.

El Cosmos está ahí, frente a nosotros, siendo siempre como objeto de inquietudes y de
reflexión para el hombre. En ese “estar ahí”, como diría Sarte, escriba la razón por la cual
todas las culturas, a través de la historia, y desde las concepciones más ingenuas, hasta las
más complejas de la física moderna, han manifestado preocupación por la problemática
del devenir y del origen del cosmos.

El hombre, por su capacidad de reflexión filosófica y de interrelacionar las cosas, es el


único ser que puede interpretar y comunicar, a través de la historia, como se puede
comprender esa totalidad que se llama cosmos.

Relación Hombre-Cosmos

La búsqueda de explicación sobre lo que le rodea ha constituido una de las


preocupaciones fundamentales en la historia de cualquier pueblo, desde la prehistoria
hasta nuestros días. De tal forma que los hombres nunca han permanecido indiferente, o
como mudos testigos ante él.

El estupor o el asombro que da origen siempre al proceso de reflexión filosófica, buscando


la respuesta adecuada que cada época histórica reclama, es punto de partida. Se asombra
el hombre, que sintiéndose parte del Cosmos, puede, sin embargo, situarse frente de él.
Cosmos y hombre se necesitan mutuamente. El hombre no podría existir sin el cosmos. Y
el cosmos no significaría nada sin el hombre que es quien lo nombra, lo contempla y lo
expresa.

El cosmos y el hombre como fuente del filosofar

Como hemos dicho en el capítulo anterior, el mundo y el hombre han sido los puntos de
arranque o las motivaciones de todas las teorías o doctrinas filosóficas. El mundo porque

56
es el “escenario” de la vida del hombre. Y el hombre mismo porque se capta como un ser
especial, en medio de la misteriosa inmensidad del cosmos. El mundo siempre despertara
la admiración y la curiosidad del hombre.

El hombre, a su vez, se sorprenderá permanentemente de sí mismo, se preguntara una y


otra vez por el sentido de su existencia y buscara respuestas tanto dentro como fuera de
este mundo.

Cosmos y Hombre, dos realidades ambas, partes de la realidad total que mutuamente se
reclaman y se necesitan para desencadenar lo que hemos definido como filosofía, como
filosofar.

PANTEISMO

Panteísmo, entendido como ideología filosófica o como concepción del mundo es una
doctrina que identifica los términos “Dios” y “mundo”. Puede entenderse a Dios como la
única realidad verdadera, a la cual se reduce el mundo que no es entonces, otra cosa que
manifestación, emanación de Dios; o, por el contrario, puede considerársela mundo como
la única realidad verdadera, a la cual se reduce Dios que no es entonces, sino el principio
de la Naturaleza, el fin de la Naturaleza, la autoconciencia del mundo. Pero en ambos
casos el panteísmo implica la afirmación de que no hay ninguna realidad trascendente y
de que todo cuanto hay es inmanente (es decir, todo lo que hay es este mundo físico).

Visión de algunos filósofos respecto a estas fuentes, partiendo de la experiencia griega

En la Gracia antigua, si bien es cierto que el hombre manifiesta una profunda


preocupación por sí mismo, por su mundo interior, no menos cierto es el interés que,
despierta el mundo. El hombre griego se adentra en sí mismo, se repliega en su
interioridad, pero también se pregunta por el exterior, por el cosmos que aparece frente a
él.

Toda la visión griega sobre el cosmos, se puede agrupar, para facilitar su estudio, en tres
periodos:
 Periodo Presocrático (antes de Sócrates); se llama también periodo Físico.
 Periodo Socrático o lógico-metafísico: Abarca las épocas que corresponden a
Sócrates, Platón y Aristóteles.
 Periodo Post-Aristotélico, llamado también moral.

En este punto trataremos solamente el pensamiento sobre el cosmos en el periodo


presocrático.

Los primeros griegos, que producen lo que hemos llamado reflexión filosófica se

57
impresionan ante las transformaciones que perciben en el mundo que les rodea. Ese
mundo les suscita una serie de interrogantes. El esfuerzo por responderlos es el filosofar;
las respuestas, en sí mismas, se constituyen en las primeras manifestaciones de esa forma
de conocimiento que llamamos filosofía.
El periodo presocrático abarca desde finales del siglo VII hasta el siglo V antes del
comienzo de nuestra era. La naturaleza (en griego ‘‘phisis’’) es el tema-base en este
periodo. La pregunta fundamental que subyace a toda filosofía “que es” y “por qué”, ya no
se contesta con una bella poética historial, el ‘‘mito’’ sino con una explicación racional.
Frente a los fenómenos que la naturaleza multiforme presenta, la mente humana analiza y
profundiza, se esfuerza por hallar respuestas que satisfagan la curiosidad intelectual. Estas
respuestas van más allá de lo que permitían los poemas bellos sin ninguna duda de
Homero o las cosmogonías antiguas.

Escuela Jónica

Se conoce así al grupo de pensadores de esta época que vivieron en la colonia griega de
Jonia (Turquía). Aquí y específicamente en la ciudad de Mileto, vivieron y propusieron sus
enseñanzas los tres representantes más conocidos de esta Escuela Filosófica. Fueron Tales
(conocido siempre en la historia de la Filosofía como Tales de Mileto), Anaxímedes y
Anaximandro.

La característica común a todos ellos es la búsqueda de un principio o elemento-base que


explique la naturaleza y todos sus fenómenos.

Para Tales de Mileto:

El principio (en griego ‘‘arje’’) de las cosas es el agua, o más exactamente lo húmedo. Es el
resultado de su observa acción y de su experiencia. Todas las cosas no son sino
alteraciones, condensaciones o dilataciones del agua (o la humedad). El agua está
presente en toda la naturaleza, los alimentos contienen gran cantidad de agua, y el mar lo
rodea y lo cerca todo.

Además, este decía que todas las cosas están animadas y, por tanto, la materia se reduce,
en último término, al alma, que es imperecedera e inmortal.

A esta doctrina sobre la animación de las cosas se le llamo Hilozoísmo.

HILOZOISMO

El Hilozoísmo es la doctrina que afirma que la materia está animada. El hilozoísmo parte
de la analogía entre materia y organismo biológico. A veces esta se confunde con otra
doctrina semejante llamada Pampsiquismo, la cual afirma que el fondo de la realidad es
de naturaleza psíquica y que, por lo tanto, todas las cosas no son sino manifestaciones de
esa psique.

58
Tales de Mileto
Fue Legislador de Mileto, matemático y astrónomo. Se le considera tradicionalmente el
‘‘padre de la filosofía griega’’, ‘‘el fundador de la filosofía jónica’’. Según Diógenes Laercio,
Tales fue ‘‘el primero que tuvo el nombre de sabio cuando se nombraron así los siete’’.
Vivió entre los años 639 y 545 a.C.

Anaximandro
De Mileto también. Vivió entre los 610 y 547 a.C.

Anaxímedes
Probablemente, según Diógenes Laercio, fue discípulo de Anaximandro. Vivió entre los
años 588 y 524 a.C.

Para Anaximandro:
El principio constitutivo de las cosas es lo infinito, pero este principio o fundamento de las
cosas está constituido por algo inmortal o imperecedero, que es lo indeterminado (en
griego ‘‘apeiron’’). Del apeiron surgen lo frio y lo cálido, como separaciones de la sustancia
primordial, y se constituyen lo fluido, la tierra, el aire, los astros.

La naturaleza ha nacido de un principio, de una sustancia uñita, pero de una sustancia que
no es determinada sino indeterminada.

Para Anaxímedes:
El principio de las cosas es el aire. Pero este “aire” es, como el principio de Anaximandro,
algo infinito; las cosas nacen por sus condensaciones y rarefacciones. Así el aire cuando se
enrarece es fuego y cuando se condesa hay nubes, tierra, rocas… El aire recubre todo el
orden del universo al modo como lo ilimitado contiene lo limitado, pero este
recubrimiento no se efectúa como lo estático cubre lo dinámico. Por el contrario, el aire es
el elemento vivo y dinámico.

Glosarios de Términos

Cosmos. Se denomina así al conjunto de todo lo que existe conocido o no por nosotros, y
que también llamamos mundo o universo.
Mitología. Conjunto de narraciones fabulosas, es decir, imaginarias acerca de los dioses,
semidioses y héroes, que aparecen en los orígenes del mundo natural humano.
Panteísmo. Corriente filosófica que sostiene que Dios se identifica con la totalidad del

59
universo.
Transcendente. Se denomina así, en termino generales filosóficos, a lo que traspasa a
desborda los límites de la ciencia experimental.

Inmanente. Se dice de algo que es inherente algún ser, es decir que va unido
inseparablemente a él, aunque conceptualmente pueda distinguirse.
Metafísico. Lo que se refiere al ser, en cuanto tal, desde el punto de vista de sus
propiedades y causas. El conjunto de categorías más generales utilizables para explicar la
realidad.
Hilozoísmo. Doctrina filosófica que atribuye a la materia una existencia necesaria y dotada
de vida.
Cosmogonía. El conjunto de teorías que tratan de la formación primordial del universo.

ACTIVIDADES

1. Analizar y discute el siguiente texto:

‘‘El valor de la Filosofía se ha de buscar en gran parte en su misma incertidumbre. El


hombre que no tiene ni el más mínimo barniz de la filosofía va por la vida aprisionando
por los prejuicios que le vienen del sentido común, de las opiniones de su país y de su
época y de las convicciones que se han desarrollado en su espíritu sin que su razón haya
colaborado ni consentido en ellas.

A ese hombre el mundo le parece preciso, determinado evidente, los objetos habituales
no le presentan ningún problema, y los acontecimientos no familiares los rechazan
desdeñosamente. (Bertrand Russell).

Bertrand Russell (1872-1970)


Filósofo y matemático inglés. Su interés por la Lógica le llevo a escribir, junto con su amigo
White-head, la importante obre de lógica contemporánea ‘‘Principia Mathematica’’,
publicada entre 1910 y 1913. Russell escribió sobre diversos temas: ‘‘filosofía’’, ‘‘religión’’,
‘‘política’’. A él se debe la creación del famoso tribunal que lleva su nombre, el Tribunal
Russell.

Albert Einstein. (1879-1955)


Científico alemán, especialista en física matemática. Como judío, se vio obligado a emigrar
a los Estados Unidos. Adquirió la ciudadanía norteamericana en 1940. Su fama se debe
principalmente a su teoría de la relatividad. En 1905 expuso su teoría de la relatividad
restringida generalizada, cuya importancia es comparable a los descubrimientos de
Newton. Einstein recibió el premio Nobel de Física en 1921.

60
2. Comenta el siguiente texto:

‘‘La mente humana no es capaz de comprender el Universos. Somos como un niño


pequeño que entra en una enorme biblioteca. Las paredes están cubiertas hasta los
techos de libros escritos en muchas lenguas distintas. El niño sabe que alguien debe haber
escrito estos libros. No sabe quién ni cómo. No comprende las lenguas en que están
escritos. Pero el niño nota un plan determinado en la ordenación de los sospecha
oscuramente’’. (Albert Einstein).

AUTOEVALUACION
GUÍA
1. ¿Por qué EL Cosmos es un reto para el hombre que lo piensa?
2. ¿En qué sentido dice que el Cosmos y el Hombre se necesitan mutuamente?
3. ¿Por qué EL Cosmos y el Hombre son fuentes del filosofar?
4. ¿Cuáles son los periodos en los que se divide el pensamiento griego sobre el
Cosmos?
5. ¿Qué dijeron Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes sobre el Cosmos?

Se recomienda que el alumno efectué este ejercicio por escrito:

1- Escribirá la pregunta y a continuación la respuesta que considere adecuada.


2- Concluido el ejercicio, comparara sus respuestas con los puntos respectivos del
texto. Esta comparación le permitirá efectuar de madera inmediata las
correcciones necesarias.

Notas:

1. El profesor podrá requerir se ejercicio al alumno, disponiendo así de un


instrumento más de calificación.
2. Para el alumno, este ejercicio será un excelente medio de repaso.

61
CAPÍTULO III

LOS PROBLEMAS DEL


QUEHACER
FILOSÓFICO

62
La filosofía, como actividad típicamente humana, busca causas, razones las más profundas
y las últimas que le permitan al hombre satisfacer esa íntima e inevitable curiosidad, qué
le impulsa a descifrar, a interpretar lo que le rodea.

En el tema anterior hemos explicado la relación Hombre-Cosmos. Descubrimos el Cosmos


como realidad, como Universo. Cosmos, Universo, Realidad, términos con significado
semejante; todos hacen referencia a ese polo de la relación que establece el hombre
nosotros, tú, yo con todo lo que no es él mismo. Todo lo que no es él está muy lejos de
aparecer como algo comprensible. Ni siquiera el propio hombre que ro piensa se capta
con suficiente claridad.

En el filosofar convertirnos la realidad todo lo que nos rodea en algo problemático.

¿Cabe una explicación total y unificadora de toda la realidad? La filosofía aspira a eso. Tal
vez alcancemos esa totalidad si procedemos paulatinamente, por partes.

De eso que llamarnos realidad, vamos a delimitar aspectos, "parcelas", que cada una por
su parte puede presentársele al hombre como problemas, capaces de desencadenar un
proceso de pensamiento y de reflexión en él.

Cuando una persona tú yo comienza a contemplar el mundo con una actitud distinta de la
mera indiferencia; las cosas dejan de ser rutina para convertirse en problemas. Y comienza
el proceso de interrogación: "por qué", "para qué", "cómo".

El problema de la existencia como problema auténtico

Frente a las cosas, a la realidad en su conjunto, el hombre experimenta la primera


necesidad de contestar un "por qué". La primera cuestión o problema que se le presenta
es justamente lo que está ahí, lo que está delante de él. Y precisamente por estar delante,
por ser ahí.

El problema de la existencia es el primero que se planteó el hombre consciente o


preocupado.

Cuando se abre al mundo, el hombre, descubre que está junto con las cosas, al mismo
tiempo que todo lo demás. Pero no se trata, en este descubrir, de constatar simplemente
que él coexiste (existe al mismo tiempo que) con las demás cosas, sino que la manera
especial de ser él es que "estar al mismo tiempo que" es lo que confiere su carácter real a
todo eso que le rodea, a las cosas. Y esto porque la forma de ser "yo mismo" la descubro
por referencia a lo otro, a lo que no soy yo, pero que lo necesito para determinarme

63
siendo.

Es a partir de esta constatación fundamental cuando surgen todos los interrogantes que el
estar ahí o el existir de la realidad (mundo, universo) desencadena.

El hombre como fundamento del problema de la existencia

Decidamos antes que la filosofía busca conocer, descubrir los significados de la realidad. Si
pensamos un poco llegamos a la conclusión de que en el conjunto de la realidad el
hombre cada uno de nosotros esta, el punto de partida, la base de todo lo que pueda
decirse o explicarse, es precisamente el hombre.

Es el hombre el sujeto que mira, que interpreta, que explica lo que la realidad todo lo
demás que no es él es. Y no so trata de un punto de vista idealista. Porque es precisa -
mente el hombre quien, mediante el conocimiento, le da el sentido a la realidad. Él es
quien hace posible que la realidad sea un todo, (claro u oscuro, fácil o problemático,
simple o increíblemente complejo, es otro punto).

Y además al orientar la atención hacia lo que nos rodea descubrimos cada uno lo descubre
a su modo y en su momento que junto con las cosas en la realidad hay también otros
como nosotros. Que hay personas. Que hay otros como yo que rae ven a mí como parte
de la realidad.

Nosotros por tanto tú, yo, aquel, todos somos el elemento fundamental en cualquier
análisis de la realidad. Nosotros el hombre somos quienes aportamos el punto de vista,
porque somos los que pensamos, los que explicamos las cosas.

De modo que cuando descubrimos que hay cosas, que hay seres, nos enfrentamos al
hecho de la existencia. Y ese hecho nos pone ante nosotros mismos ante el hombre. Y nos
vemos como distintos dé las demás cosas. El hombre es también parte de la realidad, pero
es realidad que piensa, que percibe, que descubre, que puede explicar y que puede
plantearse preguntas.

El problema del Origen


El hombre a través de la historia los distintos pueblos y etnias que habitaron la tierra
desde la prehistoria siempre se preguntó por sus orígenes. Cada pueblo ese hombre
colectivo, según su acervo cultural y sus referencias ancestrales, halló una explicación
sobre sus orígenes. Y creó leyendas y mitos, produjo teorías, armó estructuras religiosas
complicadas.

Los hombres siempre se preguntaron: ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué están tocias las

64
cosas? ¿De dónde viene todo?

Cuando pensamos sobre el origen evidentemente no nos estamos preguntando por el


nacimiento, que es un hecho biológico. Al formular la pregunta por el origen, los hombres
buscan hallar respuestas esta es la dimensión filosófica del problema a preguntas como
éstas: ¿cuál es el origen de la realidad? ¿Cómo surgieron las cosas?

Pregunta: ¿Por qué hay un universo en lugar de no haber nada?

Respuesta: Es una pregunta esencial a la que somos incapaces de responder. El primero que la
formulé fue Leibniz. De hecho el investigador que se dedica a la cosmología es obligado a
formulársela si no quiere tropezar con gravea confusiones a la hora de analizar las diferentes
teorías que exponen el principio del universo. Son muchos los que han tenido una reacción de
malestar filosófico ante la teoría de la evolución del universo; prefieren una cosmología que
postúlela existencia de un universo eterno.

Sin embargó, el problema filosófico no consiste en descubrir si él, universo tuvo o no un


principio, sino en comprender por qué hay algo en lugar de no haber nada. En cuanto se
establece esta separación entre la metafísica y la física es decir entre la existencia ontológica del
universo y los diferentes mecanismos que han podido provocar su aparición, se puede aceptar
cualquier modelo del universo. Ya no se está, en efecto, en el campo del por qué, sino del cómo,
y se puede, entonces, pretender construir una ciencia”.

(Hubert Ree ves, Entrevista periodística, en 1984).

La idea de Trascendencia

AI pensar la realidad descubrimos lo dijimos antes que en la base de ese pensar está uno
mismo, está la propia vida. Pero, cuando se capta esto, puede surgir una duda: ¿desde la
propia vida, desde el yo del que piensa, se puede “salir” afuera?

Desde luego que cuando hablo de la realidad cuando me refiero al mundo, siempre lo
hago “desde" mi propio yo, orientando mi atención, mi pensamiento hacia todo lo demás.
En este sentido podemos decir que el hombre, por el hecho de vivir, está siempre referido
a algo, atento a todo lo que no es él, “inclinado” hacia las cosas que lo rodean. De manera
especial, en esta inclinación o referencia hacia todo lo demás, se encuentra con seres que
no puede simplemente calificar de cosas, de meros elementos circunstanciales de la
propia vida.
Se trata de las demás personas. Y con las personas sucede algo especial. Yo encuentro a
las otras personas en el mundo, en mi vida; las otras personas me encuentran a mí
también. Otras personas que también se abren a la realidad y con las cuales yo puedo
intercambiar y convivir.
Por consiguiente, al vivir, uno trasciende, sale de sí mismo. Encuentra al mundo, y en el

65
mundo, como otras vidas, encuentra a los demás.
Caben otros significados o acepciones del término “trascendencia” que aparecen en el
recuadro “Trascendencia/Inmanencia”.
TRASCENDENCIA / INMANENCIA

La palabra ‘‘trascendencia’’ tiene distintos significados, según el área al que a la que se


refiera.

Uno de esos significados es el que se refiere a ‘‘trascendencia’’ como la condición o


característica de ‘‘sobre salir’’, estar ‘‘por encima de’’. Es en relación con este significado
como se habla, por ejemplo, de ‘‘trascendencia de Dios’’ respecto del mundo, también
cuando se habla, en general, de transcendencia metafísica.

En relación con la trascendencia de Dios se han dado distintas posiciones, desde la que
afirma la absoluta trascendencia de Dios respecto del mundo hasta la que niega tal
trascendencia, llegando a identificar a Dios con el mundo.

Otro significado de “trascendencia" es el que se refiere al campo del conocimiento, y que


expresa la relación entre sujeto y objeto. En este sentido se dice que el objeto es
trascendente al sujeto y que el sujeto puede alcanzarlo sólo cuando va “hacia el objeto”.
Así la trascendencia del objeto presupone que el sujeto deba trascender hacía él: cuando
se afirma que la trascendencia del objeto es completa o total, estamos ante la concepción
realista del conocimiento; cuando, por el contrario, se niega que hay trascendencia del
objeto se está defendiendo una concepción idealista del conocimiento.

En la filosofía contemporánea y, especial mente, dentro de la comente existencialista


aunque con diferencias entre los diversos autores se puede decir que cuando se usan los
vocablos “trascendencia", “trascendente"', sé quiere afirmar que la “experiencia" la “vida
humana”, la “conciencia”, consisten en no ser “en sí”, sino en estar volcados hacia algo
fuera de ellas. Ese algo puede ser el “mundo” o cualquier otra “trascendencia".

Un término correlacionado con “trascendencia" es “inmanencia”. Se dice que una


actividad o acción es inmanente a un agente, cuando “permanece” dentro del agente, es
decir, tiene en él su fin, no pasa a otro. En este sentido fue usada la palabra “inmanencia"
por Aristóteles y los Escolásticos por ej., Tomás de Aquino.

El término “inmanencia" tuvo especial importancia en la filosofía moderna:


concretamente en el filósofo racionalista Spínoza, para el cual “Dios es la causa
“inmanente” y no trascendente, de todas las cosas”. Y Kant aplicó los términos
“inmanente", “trascendente” para hablar de los principios de la razón.

Por último, a finales del siglo XIX y principios del XX, se desarrollaron algunas corrientes
filosóficas que recibieron él nombre común de “inmanentismo’’ o “filosofías de la
inmanencia”.

66
El problema del Conocimiento
No menor problema que los que hasta este momento hemos enumerado es,
precisamente, el que se refiere a esa condición general de la actividad nuestra, que busca
soluciones a problemas. Se trata de la actividad que llamarnos conocer, conocimiento.

CONOCIMIENTO

Conocer/conocimiento: algo que se da cuando un sujeto (al que se llama "cognoscente")


aprehende o capta un objeto (llamado "objeto de cono- cimiento”. Se sigue, pues, que el
conocimiento requiere la coexistencia o cooperación de dos elementos: sujeto y objeto.
Enfatizar la primacía de uno de estos elementos, llegando casi a excluir el otro, ha dado
origen a dos posiciones extremas. La insistencia en el valor absoluto del objeto, recibe el
nombre de realismo; la afirmación, en cambio, de la primacía del sujeto se llama
idealismo.

Pasando por alto ahora este tipo de discusión (realismo / idealismo), se puede decir a
manera de definición descriptiva que el conocimiento es un acto por el cual un sujeto
aprehende o capta, y que al aprehender el objeto, éste está, de alguna manera. “en’’ el
sujeto. Pero no está físicamente, sino sólo “representativamente”. Por esto, decir que el
sujeto aprehende el objeto equivale a decir que lo representa. Cuando lo representa tal
como el objeto es, el sujeto tiene un conocimiento verdadero del objeto; cuando no lo
representa tal como es, el sujeto tiene un conocimiento falso del objeto.

Cuando tratamos do hallar soluciones a cualquier problema. "ponemos a funcionar”


nuestro cerebro. Buscamos, por medio del pensamiento, la solución correcta. Y esa
solución es conocimiento: un conocimiento que es resultado de la combinación y síntesis
de otros muchos conocimientos.

Pero, en sí mismo, el conocimiento es un problema que debe intentar resolver la filosofía.

¿En qué consiste el conocimiento? ¿Cómo se desencadena todo este proceso que implica
"conocer una cosa”? ¿Es confiable el conocimiento .que decimos tener sobre las cosas?

Estas y otras muchas preguntas que surgen cuando se intenta responderlas, han dado
origen a múltiples discusiones a lo largo de la historia de la filosofía, de manera especial
desde Descartes para acá. Todos los problemas que se plantean en relación con el
conocimiento se encuadran en una parte de la filosofía que se llama Epistemología.
El problema del Lenguaje

67
Un hecho básico en la propia experiencia es el del lenguaje. Un hecho social; los niños
aprenden a hablar sin gran dificultad, siendo tal hecho un aspecto más de su integración al
grupo social en el que han nacido.
Pero el lenguaje, corno instrumento de comunicación, no es algo tan simple como el
proceso de aprendizaje del habla en cuanto fenómeno social parece sugerir. El niño
aprende a hablar y, al conseguirlo, entra en un proceso de socialización. Hablar es algo
que siempre realizamos con referencia a otros. No es un acto que se ejecuta en la soledad,
sino en y para la convivencia.

Ahora bien, si reflexionamos sobre este hecho e intentamos ‘‘descomponerlo’’,


descubrimos que el simple hecho físico de la palabra no es sino un medio hacia otra cosa.
La palabra es algo que remite, a quien la escucha o lee, a otra realidad.

El lenguaje en un conjunto de signos que produce el hombre con el fin de orientar a los
demás hombres, que son los receptores, Pero tal orientación se produce porque los
signos, que componen el lenguaje, hacen siempre referencia a las cosas; es decir, que
tales signos tienen significado.

Karl Bühler dice que el lenguaje tiene una función triple.

El lenguaje:
1. Es expresión
2. Es apelación
3. Representación (o significación)
 Expresión, porque manifiesta de alguna manera la interioridad que habla o escribe;
 Apelación, porque reclama la atención del oyente o receptor con el fin de producir
en él una reacción.
 Representación (o significación), porque contiene siempre una referencia a las
cosas de las que se está hablando.

Hablar es, pues, la convivencia de un emisor y un receptor a través de una referencia a las
cosas, que es la palabra.

Pero L. Wittgenstein, no considera que la significación sea algo fundamental en el


lenguaje, sino que es el uso lo fundamental. Significa esto que para entender un determi-
nado lenguaje hay que comprender cómo funciona, cuál es su uso. En consecuencia, dice
Wittgenstein para que un lenguaje pueda justificarse sólo se requiere que esté relacio-
nado con las actividades de la vida. Si comparáramos continúa diciendo el lenguaje, como
conjunto de signos referidos a la realidad, con un engranaje, en el que van coordinadas
distintas ruedas, tendríamos lo siguiente: si esas ruedas engranan entre sí, unas con otras,
y con la realidad, entonces ese lenguaje está justificado o tiene sentido; si por el contrario,

68
las ruedas engranan solamente entre sí, y no con la realidad, tal lenguaje carece de base.

La determinación da lo estético como problema

También forma parte de la realidad a la que el hombre busca conocer todo lo relativo a la
belleza y el arte; todo lo que-se refiere al campo de la estética.
Como área específica de la filosofía, la estética ha sido definida como ciencia de lo bello.
Pero, ¿qué es la belleza? ¿Por qué razón calificamos una cosa cómo bella y a otra le
negamos ésa cualidad?

Entre los filósofos griegos más conocidos Platón y Aristóteles y, más tarde, Plotino, lo bello
es siempre una característica del ser como tal. Cualquier ser, por el hecho de existir, es
bello y también bueno, estableciendo así una relación de identidad entre Ser, Belleza y
Bondad. Se trata, pues, de una especie de belleza radical.

Sin embargo, la justificación de la belleza como característica del ser no nos ayuda
demasiado. La estética, como área específica de estudio filosófico, nos exige respuestas
más concretas.

Se puede decir que hay, por un lado, objetos bellos, con una belleza pudiéramos decir
inherente, propia de eso mismos objetos. Una belleza que se agota en ellos pues no tiene
ningún otro fin ulterior. Es el caso de la belleza de una flor, de una piedra preciosa, de un
paisaje, de un rostro. Por otro lado, hay otros objetos, hechos por el hombre, con un
propósito o finalidad determinados, que contienen referencias significativas, y a los que se
califica también como bellos. Pero en este caso la belleza no reside en el objeto mismo,
sino en las referencias o “alusiones” que encierra o en la manera en que fue hecho. Es el
caso de un rostro grotesco, pero bellamente pintado.

Este segundo grupo de objetos pertenece al área de lo artístico: una estatua, una pintura,
un edificio, una composición musical, un poema. Todos ellos pertenecen al mundo del
arte.

“Hay operaciones en las cuales producimos una obra material con la voluntad deliberada y
exclusiva de que sea signo de nuestras intenciones. La obra es entonces formalmente un aparato
de significar. Una de las más amplias y egregias dotes del hombre es esta creación de signos, la
actividad semántica. En ella lo que hacemos lo hacemos para que otro venga en noticia de algo
que hay en nuestra intimidad y que sólo puede ser comunicado a través de una realidad
corporal. El lenguaje es una de estas obras semánticas, La escritura es otra. Pero también lo son
todas las bellas artes. No menos que la poesía, son música y pintura sustantivamente faenas de
comunicación. Como en la poesía el poeta* di ce a otros hombres algo, también en el cuadro y
en la melodía”.

(José Ortega y Gasset, Velázquez).

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¿Qué debe estudiar la estética (o filosofía del arte)?, ¿la belleza que corresponde al primer
grupo de objetos (belleza inherente) o más bien la que expresen los objetos del segundo
grupo? ¿O bien la relación entre uno y otro grupo, en cuanto en ambos aparece lo bello?

Los intentos por dar respuesta a éstas y otras preguntas del mismo orden llenan una parte
del amplio quehacer filosófico.
La delimitación de un proyecto ético

Si volvemos ahora, de nuevo, al centro de toda la problemática filosófica, a la base de toda


problematización, que es la propia vida, descubrimos un nuevo aspecto. Al vivir, al hacer
cosas entendiendo el hacer como todo un proceso de concepción, análisis, realización,
vamos decidiendo y respondiendo constantemente los “porqués" y "para que" de
nuestras acciones.

Vivir nos exige muchas decisiones, debemos elegir siempre entre diversas posibilidades.
Posibilidades a veces triviales salir o permanecer en casa, leer o ver televisión,
posibilidades, en otros casos, fundamentales, (pie afectan a toda nuestra vida seguir tal
profesión o tal otra, amar y comprometerse con una persona o con otra, abrirse y acoger a
los demás o vivir solo en función de intereses personales. Elegir entre vivir con
responsabilidad o sin ella; elegir entre la “construcción” de uno misino con esfuerzo y
disciplina o, por el contrario, abandonarse a la corriente de la inconsciencia y la
irresponsabilidad.

Es este último tipo de elección el (pie se refiere al proyecto total de vida que cada uno de
nosotros tiene que decidir. Una gran mayoría reciben este proyecto del medio ambiente o
contorno, sin ningún tipo de limitación o critica: son las formas sociales vigentes. Otros, en
cambio, aun tomándolo del mismo contorno no en vano vivimos en medio de
determinadas circunstancias que hayamos ahí puestas le confieren alguna especificidad,
es decir, se lo “apropian” o hacen suyo, y por ello le dan autenticidad. También hay
algunos que proyectan desde el fondo de sí mismos un tipo de vida, un modo de hacer su
vida, que se sale de su contorno. Se sienten como llamados a hacer eso, a realizar ese
modelo de vida; es como una “vocación”.

Ahora bien, al decidir sobre el proyecto de vida que elegimos, asumimos, con esa decisión,
una responsabilidad y el compromiso de “adecuar” las acciones a ese proyecto de vida. A
partir de ahí, nuestra vida será o no auténtica en la medida en que se ajuste o no a ese
proyecto inicial. La relación de adecuación o coherencia entre lo proyectado y lo realizado
es lo que determina el carácter ético o moral de nuestra vida. Y es en función de ese
proyecto, que en el vivir, como podemos calificar la vida las decisiones que implica la vida
como moral o inmoral.

70
La responsabilidad pertenece a la estructura misma de nuestra vida. El hombre se siente desde
luego, quiera o no. responsable de lo que hace, porque para hacerlo ha tenido que elegirlo,
decidirse a ello, y sólo ha podido ejecutar esto justificándoselo a sí mismo. La responsabilidad no
es, pues, consecutiva al acto humano, sino constitutiva; como todo hacer necesita justificarse es
ya, desde su mismo origen, justificado o injustificado, en suma, justo o injusto. Esto significa que
la moralidad no es un añadido a la realidad de la vida humana, de suerte que ésta fuere, por sí,
ajena a lo moral, y adquiriese ese carácter mediante un contacto o referencia o un “orden
moral*’ del tipo que se quiera, sino que la vida humana es, en su propia sustancia, moral”.

(Julián Marías, “Introducción a la Filosofía”)

ÉTICA

La palabra ética deriva del griego’ y significa costumbre, y por esto se ha definido con
frecuencia la ética como ‘‘doctrina de las costumbres”.

La ética entendida como parte de la filosofía comenzó con Aristóteles, aunque ya se hallan
precedentes en filósofos griegos anteriores (casos de las reflexiones sobre las costumbres
y el bien de Sócrates y Platón).

Aristóteles no solamente fundó la ética como materia filosófica, sino que también planteo
la mayor parte de los problemas que más tarde ocuparían la atención de los filósofos
preocupados por los problemas morales: relación entre la ética individual y social, la
clasificación de las virtudes el análisis de la relación entre la vida teórica y la vida practica.

La aparición del cristianismo determina la modificación de la forma de tratar los


problemas éticos. Los pensadores cristianos, por un lado, absorbieron lo ético en lo
religioso, fundamentando en Dios los principios de la moral, pero por otro lado,
aprovecharon muchas de las ideas de la ética jiricua (la teoría de las virtudes y su clasifica-
ción), insertándolas en la ética cristiana.

Pero a partir del Renacimiento especialmente a partir del siglo XV la aparición de nuevas
situaciones que se le planteaban al individuo y a la sociedad, obligaron a replantear los
Problemas con importantes modificaciones de las teorías éticas.

Una de las preocupaciones fundamentales para los hombres de la época .moderna fue la
del origen de las ideas morales; otras cuestiones fueron las de libertad versus
determinismo de la naturaleza y la relación entre ley moral y ley de la naturaleza.

Un cambio fundamental en las concepciones sobre la ética lo constituyó el pensamiento


de Kant. Emmanuel Kant rechaza la llamada ética de los bienes (la acción moral de la

71
persona se determina en función de la tendencia al bien), fundamentando su teoría ética
sobre el deber, que es la forma de la obligación moral. La moralidad tiene lugar, según
esto, cuando la acción es realizada por respeto al deber. El deber por el deber convierte la
teoría de Kant en una moral formalista o formal (para distinguirla de otras teorías que
relacionan la acción moral con el bien o los bienes, las cuales son calificadas de
materiales).

A partir de Kant, y frente a su formalismo, aparecen di versas teorías éticas materiales,


que se podrían agrupar en dos bloques: teorías éticas de los bienes y teorías éticas de los
valores. Todas las teorías que se construyen sobre el principio de la búsqueda de la
felicidad (teorías hedonistas), parten de LA necesidad de actuar por un fin, serían éticas dé
los bienes (la bondad o maldad de un acto depende de la adecuación o inadecuación con
el fin propuesto.

Las teorías de los valores comienzan por rechazar el formalismo de Kant, y establecen que
el carácter moral de las acciones está determinado por la realización de los valores
positivos. El pensador que mejor sistematizo una ética de los valores fue Max Scheler.

El impacto de la Revolución científica y tecnológica en la vida del hombre y el problema


de la libertad

La base o condición de la responsabilidad en nuestra vida es la libertad. Si somos


responsables (podemos responder o dar cuenta de nuestras acciones) es porque tenemos
la posibilidad de actuar de un modo u otro, de decidir esto o aquello. Porque podemos
elegir entre dos o más alternativas. Esto significa ser libre.

Según el significado que entre los romanos se le atribuía al termino ‘‘libre’’, un hombre
libre es aquel que no está sometido a otro; y, por derivación de esta significado, es libre
aquel que es capaz de hacer algo por sí mismo. Libertad significa, pues, no solamente la
posibilidad de decidir entre una cosa u otra, sino también el control radical sobre la propia
decisión (autodeterminación).

Desde el punto de vista de nuestra situación concreta nuestra vida, ser libre significa ser
responsable ante uno mismo, y también ante los demás. En ese último caso se parte del
hecho de que la propia vida no es un conjunto ilimitado de posibilidades, sino una realidad
limitada y condicionada por los demás. Esto quiere decir que somos libres, pero lo somos
en medio de determinadas obligaciones.

Por consiguiente, la libertad es capacidad de hacer o no hacer (autodeterminación) y de


elegir esto o aquello, pero también en cuanto que es una libertad que se ejerce en medio
de otras personas la libertad es, paradójicamente, una manera de estar limitado.

72
LIBERTAD

Tres significados fundamentales;

Libertad: posibilidad de librarse del condicionamiento de un orden cósmico


predeterminado e invariable. Se entiende este orden cósmico como “coacción” ineludible.

Tal libertad podemos clasificarla como libertad “natural”.

Si ese orden cósmico se entiende corno “orden natural" u orden de la naturaleza en


cuanto que en ella todos los acontecimientos están íntimamente relacionados
(concatenados) libertad significa sentirse liberado (no verse afectado) de esa
concatenación de los acontecimientos naturales.

Libertad: autonomía, independencia que tiene una comunidad humana. En este sentido es
libre quien tiene la posibilidad de vivir y actuar de acuerdo con las normas de esa
comunidad, sin interferencias de otras comunidades.

Este tipo de libertad puede llamarse-'“social” o “política”.

En tal sentido, libertad significa posibilidad de actuar conforme a las leyes de la


comunidad. Los individuos son libres porque no están sometidos a las leyes de otras
comunidades. (Así, podemos decir que una región; un territorio, un país, son autónomos).

Libertad: independencia o autonomía (de un individuo respecto de las presiones o


coacciones de la comunidad, la sociedad o el Estado.

- A esta forma de libertad se le puede llamar libertad “personal’'.

Se trata de enfatizar el derecho del individuo o, persona frente a la comunidad o el


Estado. Y se delimitan dos áreas de acción del individuo: un área comunitaria o colectiva, y
otra personal o privada.

Libertad y determinismo

En la historia de la filosofía occidental, el tema de la libertad ha sido objeto de múltiples y


acaloradas discusiones.

Uno de los cuestionamientos más reiterados originado en datos del conocimiento


científico es el que plantea el determinismo. El determinismo se fundamenta en el
siguiente principio: “todo hecho o acontecimiento que sucede en el mundo tiene una

73
causa”.

Sobre este principio se construye un argumento: si todo lo que sucede tiene una causa sea
ésta física o mental entonces vivimos en un universo determinado (determinismo) y, en -
consecuencia, no es posible la libertad humana.

Frente a esta afirmación del determinismo se puede plantear, en defensa de la libertad,


una posición indeterminista, El indeterminismo niega que todo acontecimiento tenga una
causa que lo condicione y lo imponga. Esto es especialmente válido cuando se aplica a las
acciones de la persona. Nadie puede predecirlas, porque el principio del que parte el
argumente del determinismo, expuesto más arriba, y que es válido en el ámbito de la
naturaleza, no se aplica al campo de las acciones específicamente humanas (aquellas no
fisiológicas o meramente biológicas).

Pero incluso es posible hacer compatible el determinismo con la libertad. La


argumentación entonces sería: si partimos del hecho de que el determinismo solamente
afirma que todo Jo que sucede tiene causa, habría que admitir que también nuestras
acciones son causadas, pero causadas por nosotros.

“Los grados de libertad, y los aspectos en que somos libres, varían de una persona a otra y de un
lugar a otro. Nuestra cuestión, sin embargo, concierne a la relación entre la libertad y el
determinismo. ¿Es incompatible el determinismo con la libertad? El determinista sostiene, es
claro, que no. Hay a menudo restricciones a nuestra libertad, como cualquier víctima de un
atracador o cualquier víctima de una dictadura armada testificarán pero no es el determinismo
el que produce estas restricciones El determinismo sólo dice que cualquier cosa que ocurra tiene
una u otra causa. Y en tanto la causa seamos nosotros, y lo somos a menudo (al menos en
parte), no hay restricción a la libertad por lo que concierne al determinismo. Las acciones de las
otras personas y las condiciones del entorno, o incluso las propias condiciones internas de uno,
tales como las urgencias irresistibles, pueden restringir libertad, pero nuestra libertad no está
restringida por ninguna doctrina de la Casualidad Universal".

(John Hospers, “Introducción al Análisis Filosófico”).

En último término, y siguiendo las observaciones que sobre este problema hace Kant, la
libertad no es, ni puede ser una “cuestión física”, sino únicamente una cuestión moral. Y
en este sentido puede decirse no sólo que hay libertad, sino que no puede no haberla. La
libertad es, en efecto, dice Kant, un postulado de la moralidad.

La Revolución científica y tecnológica y la libertad.

En el contexto de la discusión sobre determinismo y libertad habría que plantear también


las consecuencias que para la libertad pueden derivarse del extraordinario desarrollo de la
ciencia y la tecnología en las últimas décadas.

No se trata de un problema ficticio. Es un hecho que los descubrimientos científicos, y las

74
tecnologías desarrolladas a partir de los mismos, pueden afectar de diversas formas, el
proceso de las acciones de las personas. En otras palabras, las posibilidades de
manipulación científica y tecnológica pertenecen al campo de los hechos comprobados.
Las posibilidades de inducción, estimulación, condicionamiento de las acciones, de tal
modo que la capacidad de la persona para actuar con libertad sea cada vez más reducida,
son hechos cada día más reales en la sociedad actual.

Son estos hechos los que se han convertido en centro de observación y sobre los que
distintas y autorizadas voces han reclamado atención desde hace ya algunos años.

La ciencia y la técnica son una necesidad para el hombre. Surgen y se desarrollan como
fruto del intercambio del hombre con el mundo. El resultado de ese modo especial de ser
del hombre, que le lleva a buscar una forma de “adaptación del medio al sujeto”, como
dice Ortega y Gasset.

“Mientras el animal, por ser atécnico, tiene que arreglárselas con lo que encuentra dado ahí y
fastidiarse o morir cuando no encuentra lo que necesita, el hombre, merced a su don técnico,
hace que se encuentre siempre en su derredor lo que ha menester, crea, pues, una circunstancia
nueva más favorable, segrega, por decirlo así, una sobrenaturaleza adaptando la naturaleza a
sus necesidades. La técnica es lo contrario a la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la
adaptación del medio al sujeto”.

(José Ortega y Gasset, “Meditación de la Técnica”).

Sin embargo, lo que aparece en el inicio como ayuda y “facilitación” de la vida humana,
termina por convertirse, tal vez, en seria amenaza para la misma.

Uno de los temas que, en las últimas décadas ha atraído la atención de pensadores
pertenecientes a distintas áreas científicas sicología, sicología social, filosofía ha sido el de
la sociedad contemporánea, una sociedad cada día más dominada por los progresos de la
ciencia y de la tecnología. Una sociedad en la que los individuos se encuentran cada vez
más alienados.

Marcuse nos habla del totalitarismo que la tecnología impone en las sociedades
industrializadas.

“La sociedad contemporánea parece, pues, capaz de impedir todo cambio social, toda
transformación-de carácter cualitativo que estableciera instituciones esencialmente diferentes,
una nueva orientación del proceso productivo, nuevos modos de vida... La tecnología permite
establecer formas de control y de cohesión social nuevas, más eficaces y más agradables... Ante
los aspectos totalitarios de esta sociedad, ya no es posible hablar de “neutralidad” de la
tecnología. Y a no se puede aislar la tecnología del uso al cual está destinada; la sociedad
tecnológica es un sistema de dominación que funciona en el propio nivel de las concepciones y
de la construcción de las técnicas. El totalitarismo no es solamente el resultado de una forma

75
específica de gobierno o de partido, sino que deriva más bien de un sistema especifico de
producción y de distribución, perfectamente compatible con un "pluralismo” de partidos, de
periódicos, con la “separación de poderes”, etc.”.
(Herbert Marcuse, “El Hombre Unidimensional).

Las palabras de este pensador abren sugestivas vías de reflexión, de análisis. Las
sociedades de la era postindustrial (los llamados países desarrollados) y las otras socieda-
des que toman a aquellas como modelo, en muy diversos grados, ciertamente parecen no
ofrecer otras alternativas.

Pero hay que salvar la libertad. Salvarla libertad significa que el hombre conserve la
posibilidad de tomar decisiones libremente. No se puede olvidar que la libertad es una
condición fundamental para la realización de la propia vida. Y ante los deslumbrantes
éxitos tecnológicos, el hombre tiene que esforzarse por preservar su libertad. Y ésta se
convierte entonces como la vida misma en una tarea permanente.
Glosario de Términos

Etnia. Agrupación natural de individuo» de igual cultura e idioma.

Estética. Parte de la filosofía que analiza críticamente el sentido y valor de la belleza y


busca elaborar la teoría fundamental del Arte.

Autonomía. Capacidad de realizarse o gobernarse libremente por uno mismo, sin


dependencia de otros. Equivale a independencia.

Determinismo. Doctrina filosófica que subordina las decisiones de la voluntad humana a


fuerzas ajenas y superiores o él; p.e. Dios, la naturaleza o la materia. Esta doctrina
sostiene como irresistible la fuerza de los motivos y disminuye, si no anula, la
responsabilidad humana.

Totalitarismo. Usado aquí como equivalente a dictadura o monopolio exclusivo de poder.


En sentido más amplio, se llama así a la doctrina que intenta justificar la concentración de
los poderes del Pueblo en un reducido grupo de dirigentes, que sacrifican y conculcan los
derechos fundamentales de la persona humana en favor de la llamada “razón de Estado”.

ACTIVIDADES

1. Problemas de ÉTICA
a. Considera, y por qué, que es una violación de los derechos de alguien:

 ¿Qué un gobierno censure los periódicos y los programas de televisión?


 ¿Qué la dirección de una facultad universitaria prohíba la circulación de una revista
estudiantil?
 ¿Qué un padre abra las cartas de su hijo de doce años?

76
 ¿Revelar a otro» ciertos hechos de la vida privada de un amigo, que él le contó a
usted confidencialmente?
 ¿Qué un gobierno posea todos los medios de producción de una nación?
 ¿Qué los agentes de un gobierno controlen las conversaciones telefónicas para
descubrir lo que usted habla en su casa?
 ¿Aplicar la pena de muerte a ciertos crimines?
 ¿Tener una ley de expropiación, que le exija a usted abandonar su propiedad si se
va a construir allí un puente o una calle promovida por el gobierno?
 ¿Qué un gobierno nacionalice la propiedad privada (fábrica, tiendas, etc.)?
 ¿Qué un candidato político, durante la campaña electoral exija un espacio en un
canal de televisión?

b. Una escena de película

Una ciudad del sur en los Estados Unidos. El alguacil está protegiendo el Juzgado contra
una muchedumbre que intenta asaltarlo para capturar a un preso negro y lincharlo antes
del juicio. ¿Debe el alguacil entregar al prisionero a la muchedumbre, sacrificando así una
vida en lugar de muchas?

c. Investigación:

¿Qué es una sociedad justa?: Descripción de características.

2. Problemas sobre la LIBERTAD

a. Investigación:

 ¿Cuáles son los aspectos que comprende la libertad en la Declaración Universal de


Derechos Humanos?
 ¿Cuáles son las situaciones políticas o sociales que se oponen a la libertad tal como
se ha definido en el punto anterior?

b. Mesa Redonda / Panel


“La libertad en nuestra sociedad"

3. Problema sobre la REVOLUCION CIENTIFICA Y TECNOLOGICA

a. Dos textos para comentar:


Si medimos el progreso por la producción 'per cápita' entonces las innovaciones
tecnológicas suponen un progreso evidente, pero nos encontrarnos con otra cosa dife-
rente si el progreso lo medimos por la mejora de la calidad de vida. No todas las
tecnologías nos ayudan a mejorar la calidad de vida”. (Agnes Heller, socióloga húngara,
actualmente profesora de una universidad de Australia).

77
"No hay dos formas distintas, una capitalista y otra socialista, de interpretar o analizar la
sociedad tecnológica. Nos enfrentamos a un problema de civilización, a un problema
empírico, no ideológico (Adam Schaff, filósofo polaco, actualmente profesor de Viena).
b. Discutir el siguiente texto:
"Las instituciones que el hombre funda y la cultura que crea desarrollan leyes propias, y la
libertad del hombre tiene que aceptarlas. El hombre, se ve abrumado por la creciente
riqueza de su ambiente económico, social y la política; llega a olvidar que la meta final de
todas estas obras es él mismo. El hombre se esfuerza siempre por establecer y perpetuar
la cultura, y al hacerlo, perpetúa su propia frustración (Herbert Marcuse).

AUTOEVALUACION
GUÍA
1. ¿En qué consiste lo problemático que desencadena la reflexión filosófica?
2. ¿En qué sentido se dice que la existencia es un problema?
3. ¿Por qué el punto de partida en el proceso de reflexión filosófica es siempre el
Hombre?
4. ¿Qué respuestas queremos hallar cuando nos preguntamos por el origen?
5. ¿Qué quiere decir trascendencia?
6. ¿Es el conocimiento un problema para la filosofía? Enumerar algunas cuestiones
que, al respecto, debe resolver la filosofía.
7. ¿Cuáles son las funciones del lenguaje?
8. ¿Cuál es la función fundamental del lenguaje para Wittgenstein?
9. ¿Cuáles son los dos tipos de belleza? ,
10. ¿A qué tipo de belleza corresponden los objetos y obras de arte?
11. ¿Qué tipo de elección tiene una importancia decisiva en la vida de una persona?
12. ¿Cuál es la relación entre el proyecto de vida elegido y la responsabilidad?
13. ¿Qué significa la expresión “vida auténtica*'?
14. ¿El hombre es realmente libre?
15. ¿En qué sentido se dice que el determinismo es compatible con la libertad?
16. ¿En qué sentido habla Marcuse del totalitarismo de la tecnología?

Se recomienda que el alumno efectúe este ejercicio por escrito:

1. Escribirá la pregunta y a continuación la respuesta que considere adecuada.


2. Concluido el ejercicio, comparará sus respuestas con los puntos respectivos del
texto. Esta comparación le permitirá efectuar de manera inmediata las
correcciones necesarias.
Notas:

1- El profesor podrá requerir este ejercicio al alumno, disponiendo así de un

78
instrumento más de calificación.
2- Para el alumno, este ejercicio será un excelente medio de repaso.

79
Parte II

IDEAS FILOSOFICAS
EN ALGUNOS
PENSADORES

‘‘Todo sistema filosófico tiene pretensión de verdad;


por otra parte, es evidente el antagonismo entre
ellos, que están muy lejos de la coincidencia; pero
esta antagonismo no quiere decir, ni mucho menos,
incompatibilidad total. Ningún sistema puede
pretender una validez absoluta y exclusiva, porque
ninguno agota la realidad, en la medida en que cada
uno de ellos se afirma como único, es falso. Cada
sistema filosófico aprehende una porción de la
realidad, justamente la que le es accesible, desde el
punto de vista o perspectiva’’.

(Julián Marías. ‘‘Historia de la Filosofía’’).

80
CAPITULO IV

GRECIAS

Heráclito y Parmenides
Protagoras
Gorgias
Sócrates
Platón
Aristóteles

81
La idea del Devenir y del Ser:
Heráclito y Parménides

Con Heráclito y Parmenides nos situamos en lo que el filósofo español Zubiri ha llamado
"horizonte de la filosofía griega". El problema del movimiento, del cambio. Un problema
que estará presente en todo el desarrollo de la filosofía griega.

Para Heráclito:

1- El principio constitutivo de los seres es el fuego.

2- Este fuego está siempre vivo y tiene una fuerza vital: interna que produce
constantemente la emanación o transformación del mundo.

3- Éste fuego es el mismo Dios; por eso todas las transformaciones que se dan Son de
carácter racional, siendo el alma humana como una partícula de ese fuego.

Todo es movimiento, y dinamismo. Se producen cambios constantes. Todo viene a


desvanecerse y desaparecer por la dinamicidad interna. Ese dinamismo es punto central
del pensamiento de Heráclito.

Todo es movimiento, nada es permanente. Todo es fluir y devenir constante. En ese fluir y
devenir permanente el ser es y no es.

Heráclito es recordado por dos frases, que expresan su idea sobre la realidad: la primera
es el principio del que parte. Todo' fluye (en griego "Punta rei"). La segunda pretende ser
una evidencia de ese fluir: "nadie puede bañarse dos veces en el mismo río" (es decir, en
la misma agua).

FILOSOFIAS ORIENTALES

Cuando se trata de establecer el origen del pensamiento filosófico o del nacimiento de esa
forma especial de conocer que es la filosofía se inicia la historia en Grecia. Sin embargo,
antes de que los griegos pensaran en respuestas filosóficas, otros pueblos con diferentes
culturas, habían producido ya doctrinas y concepciones del mundo.

Es el caso de las llamadas, de una forma general, filosofías orientales. Entre ellas, las de
mayor relieve e influjo son la filosofía de China y la de la India.

Las filosofías orientales y de forma especial la de la India y la de China tienen algunas


características comunes entre éstas, la primera y más importante es la que se refiere a las
motivaciones del pensar.

82
A diferencia de la filosofía que comenzó en Grecia, cuya preocupación fundamental fue el
conocimiento de la realidad: ‘‘¿Qué son la cosas?’’ ‘‘¿qué es el mundo?’’, las filosofías
orientales, están preocupadas por descubrir, camino, una forma para un mejor vivir. Se
trata de ‘‘un saber de salvación". Salvación que puede ser entendida como salvación del
individuo en un todo cósmico (caso a la India) o como integración del individuo en un todo
social (caso de China).

Por esto se da frecuentemente una vinculación de la filosofía con el pensamiento


religioso, el cual va íntimamente asociado la reflexión sobre cuál sea el Bien Supremo (o
bienes supremos) y cuáles los medios o ‘‘vía’’ que debe seguir el hombre para "alcanzarlo.

Parménides y el Ser

La gran aportación de Parmenides a la filosofía es haber descubierto el Ser o Ente (en


griego "on"). Cualquier estudio sobre metafísica debe tomar muy en cuenta las
afirmaciones de Parmenides.

No solamente nos descubre el Ser, sino también nos ayuda a hallar el medio para
captarlo. Este medio no es otro que la mente (en griego "nous"). Sólo mediante el "nous"
o mente podemos captar el ser (ente).

Entre el "nous" y el ser se establece una relación que conducirá a la verdad (en griego
"aletheia"). Este es otro de los descubrimientos de Parmenides. Lo que Parmenides
apenas enuncia lo desarrollará Aristóteles.

Características del Ser.

El Ser es:

1. uno, específica y numéricamente, no hay cambio en él y está siempre presente.


-2. Indivisible, inmóvil e increado; y es una misma cosa con Dios.

3. Lleno; no tiene vacio, puesto que el vacio supondrá el no ser. Es como una esfera, sin
huecos de no ser.

Parmenides llega n plantear, aunque muy elementalmente aún, el problema del


conocimiento: Hay dos vías, la de la verdad ("aletheia") y la de la opinión ("doxa"). La
primera es la que corresponde al "nous" que es común a todos los hombres, y conduce al
Ser. La segunda ("doxa") es la vía de la sensación, y conduce a las cosas cambiantes y
perecederas.

El hombre puede elegir entre ser eterno e inmóvil, cultivando la "aletheia’’ o bien

83
convertirse en perecedero dejándose llevar por la "doxa", que atiende a lo variante y
aparente de las cosas.

Los aportes de Parmenides a la Filosofía fueron extraordinarios. Recordémoslo


brevemente: nos descubre el Ser, introduce el problema del conocimiento, el problema de
la verdad, plantea la diferencia entre conocimiento sensible y conocimiento inteligible,
aunque apenas esbozado todo ello. Corresponderá: a otros filósofo desarrollar todo eso.

Heráclito

De Éfeso, nació aproximadamente en el año 544 a.C. amigo de la soledad, y enemigo de la


multitud, Heráclito parece que pretendió expresar su pensamiento solo para los ‘‘pocos’’.
Su estilo de exposición es el de un oráculo; recibió por eso el sobrenombre de ‘‘el oscuro’’.

Aunque Diógenes Laercio atribuye a Heráclito una obra titulada de la Naturaleza, sin
embargo lo que ha llegado de él son "fragmento’’, conocido, a través de citas, referencias
o comentarios, diversos autores.

Parmenides

Nació en Elea, aproximadamente hacia el año 539 a.C.

El pensamiento de Parmenides está expuesto en un Poema dividido en tres partes. De


estas tres partes, la segunda es la que ha sido más estudiada y la que, en opinión de
muchos autores, constituye la parte fundamental de su pensamiento.

La idea del hombre en Protagoras

Una nueva etapa en el desarrollo del pensamiento en Grecia. La sociedad griego ha


evolucionado. Está experimentando cambios, que acaban afectando a la idea que acerca
del filosofar, de la filosofía y de los filósofos se tiene.

Los temas que hasta ese momento estamos en el siglo V antes de nuestra era (hace aprox.
2.500 años), habían preocupado a los filósofos (el Cosmos, la Naturaleza, el Ser) pasan a
segundo plano. Ahora es el tema del hombre el que ocupa la atención de los filósofos.

El filósofo, en ese momento, ya no puede limitarse a pensar en solitario, alejado del resto
de la sociedad. El "sabio en ese momento tiene que proyectar otra imagen, no puede vivir
aislado, sino inmerso en la sociedad. Lo que encuentra el pensador, el filósofo ante sí no
es tanto el universo como la realidad humana.

84
SOFISTAS

Los Sofistas eran los sabios o "maestros del saber que aparecieron en Grecia en el siglo V
a.C., cerrando el llamado período cosmológico, en la filosofía griega, e iniciando el periodo
antropológico (preocupación por el hombre).

La aparición de la sofistica (movimiento intelectual al que pertenecen los sofistas) fue


consecuencia de varias causas, además de la evolución interna del pensamiento griego de
la época. Esas otras causas tienen que ver Con las condiciones políticas que vivía la
sociedad ateniense en ese momento. El interés por saber más acerca del hombre, acerca
de la sociedad, acerca de la educación, es compartido por mucho. Era una necesidad saber
dialogar, discutir, refutar los argumentos del contrario. Y está necesidad dominar la
técnica de la discusión y del discurso termina, en muchos casos, por convertirse en lo
primordial, olvidando el interés por la verdad.

Los Sofistas fueron filósofos en medio de la sociedad, ‘‘en medio de la calle o de la plaza’’,
que, en lugar de meditar en la soledad o de dialogar, discuten y enseñan a discutir sobre
estas característica, (predominio de la técnica sobre el amor por la verdad) se fundamenta
el mentido negativo o peyorativo que tiene el término "sofista".

La figura de Sócrates, estilo; su forma de actuar Puede servir como referencia para
comprender mejor quiénes fueron los sofistas.

Protagoras fue uno de los más conocidos sofistas o filósofos de la sociedad griega de ese
momento.

Dice Platón que Protagoras, influido por Heráclito, estaba de acuerdo con la doctrina que
defendía el continuo fluir de las cosas. De ahí concluía que no era posible conseguir una
verdad universal y absoluta para todos los hombres.

De esta afirmación inicial, parte Protagoras para establecer principio fundamentalmente


de su concepción acerca de la verdad.

‘‘El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son y
de las que no son en cuanto no son’’.

(Protagoras, ‘‘Acerca de la verdad’’).

Es decir, que el hombre, en opinión de Protagoras, es la medida de todo. Esto significa que
con la afirmación anterior se está proclamando el carácter relativo de la verdad y otros
valores. Las cosas quedan sometidas a la opinión que cada hombre tenga de ellas, no
pudiéndose, por consiguiente, apelar a la verdad objetiva en sí misma.

85
RELATIVISMO

El relativismo puede referirse tanto al conocimiento como a la ética o moral. Referido al


conocimiento, el relativismo es una actividad intelectual que rechaza toda verdad absoluta
(validad en cualquier circunstancia) y declara que la verdad o mejor, la validez del juicio
sobre algo depende de las condiciones o circunstancias en que es enunciado. Cuando se
refiere a la moral, el relativismo significa una actitud o tendencia a valorar el bien o el mal
según las circunstancias. Estas circunstancias, que condicionan tanto la validez de la
verdad como de los valores morales, pueden ser internas o externas. Si se trata de la
internas, estamos ante un subjetivismo (punto de vista del sujeto). Cuando, en cambio, se
hace referencia a las externas, estamos ante el relativismo en sentido estricto.

Protagoras Gorgias
Nació en Abdera (Grecia); vivió Nació el Leontini (Sicilia). Fue enviado por su
aproximadamente entre los años 480 y ciudad a Atenas hacia el año 427 a.C. y murió
410 a.C. Fue amigo del gran legislador aproximadamente el año 380 a.C. fue maestro
Pericles y del dramaturgo Eurípides. de retorica (técnica o habilidad para
Acusado de impiedad por un escrito intervenir, adecuadamente por medio del
titulado ‘‘Acerca de los dioses’’, fue discurso, o la discusión, en los asuntos de la
obligado a abandonar Atenas y murió ciudad).
cuando huía a Silicia.

El sentido de la existencia en Gorgias

Lo mismo que Protágoras, Gorgias perteneció a la escuela o grupo de los Sofistas.

A Gorgias se le considera un escéptico radical debido a las tres famosas tesis que defendió
en un escrito titulado "Sobre el no ser de Naturaleza".

Estas tesis son:

1. Nada existe, pues si algo existiera debería pro-Ceder de algo o ser eterno.

2. Aunque hubiera un ser sería desconocido, pues si hubiera conocimiento del ser debería
ser pensado. Pero lo pensado es distinto de lo que es (de la realidad pensada).

3. Aunque hubiese conocimiento del ser, sería incomunicable, a causa de la


diferencia entre lo que se dice de una cosa y esa cosa misma.

Para Gorgias, por consiguiente, no es posible conocer nada, ni afirmar nada, puesto que
cualquier intento del hombre por conocer está condenado al fracaso. Y el sentido de la
existencia es más bien un sinsentido, ya que el escepticismo radical conduce a una

86
existencia frustratoria.

ESCEPTICISMO

El escepticismo es una doctrina que refiere al conocimiento, según la cual no hay ningún
saber firme, ni puede, encontrarse nunca ninguna opinión absolutamente segura. Desde
el punto de vista práctico, el escepticismo considera que en la negativa a adherirse a
cualquier opinión determinada, está la ‘‘salvación del individuo’’, la paz interior.

El método mayéutico en Sócrates

El hombre en Sócrates
El hombre es el centro de la reflexión y del magisterio de Sócrates. Las interrogantes que
se formulan tienen una- intención bien marcada de búsqueda de la verdad. A través del
hilo conductor de la verdad se irá configurando el hombre como más sabio y más virtuoso.
Decir "qué son" las cosas es descubrir conceptos. Y el encuentro con los conceptos no es
un mero ejercicio intelectual, sino que conduce 'a la vida concreta del ciudadano.
Conceptos como los de Justicia, moderación, piedad, valentía, amistad... etc. se convierten
en objetivos de vida dentro de una sociedad que hay que .renovar, hacer más sana y
moralizante.

El método mayéutico

Para abordar al hombre, Sócrates, inventó un método muy personal: el método de la


mayéutica. Es un método a base de preguntas y respuestas. Este método no requiere
grandes discursos o exposiciones complicadas como era el caso de los sofistas sino
preguntas breves e incisivas, directas. Tales preguntas llevaban al interlocutor a reconocer
su ignorancia, e encontrarse consigo mismo, a dar una respuesta, que, cuando era falsa, se
convertía en punto de partida para buscar la verdad.

La exhortación de Sócrates "Conócete a ti mismo", verdadero principio filosófico, es parte


fundamental en el desarrollo de este método. Al intentar conocerse, el hombre se
encuentra consigo mismo. De ese encuentro el hombre sale más "sabio", no con una
sabiduría referida únicamente al plano de la inteligencia, sino también el de la existencia,
de la vida en sociedad. De esta forma, se establece la relación "verdad virtud-felicidad",
soporte de todo el pensamiento de Sócrates" y el individuo es ‘‘empujado’’ a poseer el
verdadero bien.

Esta preocupación, casi obsesión, por el bien, llevará a Sócrates a la muerte. .

El método socrático de la mayéutica resulto muy efectivo para hacer frente a la merca

87
‘‘retorica’’ como simple arte jóvenes atenienses la preocupación por la verdad por los
contenidos, tanto en el área individual, personal, como en el área social, de las
instituciones colectivas. Aristóteles dirá que el método de Sócrates significo un gran
aporte, introduciendo los ‘‘razonamientos inductivos’’ como medio para acercarse a la
verdad.

En el dialogo ‘‘Teetete’’ de Platón en el que, como en la mayoría de ellos, Sócrates es uno


de los interlocutores, el propio Sócrates explica su método.

- ¿No has oído decir que soy hijo de una comadrona muy hábil y seria, Fenaretes?
- Si, lo he oído decir.
- Y has oído, también, que yo me ocupo igualmente del mismo arte.
- Eso no.
- Pues bien, debes saber que es así. Reflexiona en la condición de la comadrona, y
comprenderás más fácilmente lo que quiero decir… mi arte es semejante a ese,
pero difiere en que se aplica a los hombres y no a las mujeres, y se relaciona con su
almas y no con los cuerpos. Lo mejor del arte que practico es que permite saber si
lo que engendra la reflexión del joven es una apariencia engañosa o un fruto
verdadero.

Sócrates

Nación en Atenas Vivió entre los años 470 y 399 a. C. Hijo de un escultor (Sofronisco) y de
una comadrona (Faenarete). Como soldado ateniense participo en varias batallas.

Tuvo muchos discípulos, entre ellos Platón y Jenofonte, pero también tuvo numerosos
enemigos. Considerado como uno de los sofistas y especialmente como interesado en
sustituir los antiguos dioses oficiales por nuevos dioses, fue formalmente acusado. Las
acusaciones especificas fueron corromper a la juventud y también impiedad (falta de
religiosidad y de respeto a los dioses).fue condenado a morir, bebiendo la cicuta (veneno).

Sócrates no escribió nada. Su pensamiento debe ser reconstruido a través de algunos


escritos de Jenofonte y, sobre todo, de los Diálogos de Platón. Aristóteles también hace
algunas referencias a Sócrates, pero se trata de datos que el obtuvo de Platón.
Platón y su visión epistemológica

La idea central del pensamiento platónico .


La parte central del pensamiento filosófico de Platón es su teoría del
conocimiento o teoría de las Ideas. Las cosas que nos rodean, están ahí sin
configuración definitiva, como vacías de contenido; y esto, porque las cosas son
meros reflejos, ‘‘sombras’’ de la verdadera realidad de los que él llama ‘‘mundo
de las Ideas’’.

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Las ideas son suprasensibles (no pueden ser captadas por los sentidos),
inmutables, universales y eternas. Ellas contienen el verdadero ser de las cosas.

En la teoría del conocimiento que explica Platón, hay una referencia constante de
este mundo sensible, físico, que conocemos al mundo suprasensible de las ideas.
Esta necesaria referencia explica que el acto de conocer sea un recor dar, como el
despertar al conocimiento intelectual de las ideas. El proceso del conocimiento
es, pues, un proceso de recuerdos referidos a las respectivas ideas; estas ideas ya
fueron vistas por nosotros en una existencia anterior a la actual, por eso nos
habla Plató» de "recuerdo".

Para captar las ideas en sí mismas se requiere ejercitar el arte de la Dialéctica.

El mundo de las ideas en sí mismo

El Mundo dé las ideas está ordenado, jerarquizado. Por medio de la dialéctica se


puede ascender de idea en idea, de un grupo de ideas a otro grupo no hay
solamente ideas sino también clases de ideas. En esa sucesión jerarqui zada de
ideas se llega a la cúspide: el lugar está ocupado por los "grandes géneros": el
ser, la igualdad, la diferencia, el movimiento, el reposo. Son estas ideas las que
hacen posible comprender la estructura inteligible de la realidad.

En el punto supremo en el vértice de la pirámide se encuentra la idea de Bien. Y


para explicar la jerarquía y el valor que tiene la idea de Bien, Platón hace esta
comparación: la idea suprema de Bien es respecto del mundo inteligible como el
sol respecto al mundo sensible. El Bien ilumina ese mundo (inteligible) por
entero, y es de tal manera elevado, que se halla ‘‘más allá del ser’’, pudiendo así
constituir el fundamento del ser.

En síntesis, según Platón, el hombre, para conocer debe partir de las cosas que
le rodean, en cuanto que le ‘‘despiertan’’ el recuerdo o reminiscencia de las
ideas (el verdadero ser de las cosas) que contemplo en otro tiempo. Conocer,
por consiguiente, no es ver lo que está fuera de nosotros. Las cosas son
solamente un estimulo para llevarnos a las Ideas.

Menón: ¿Y cómo buscaras, Sócrates, lo que tú ignoras totalmente? Y de las cosas


que ignoras, ¿Cuáles te propondrás investigar? Y si, por ventura llegara a
encontrarla, ¿Cómo advertirás que esa es la que tú no conoces?

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Sócrates: Entiendo que quieres decir, Menón. Quieres decir que nadie puede
indagar lo que sabe ni lo que no sabe, porque no investigaría lo que sabe, pues
lo sabe, ni lo que no sabe, pues ni tan siquiera sabría lo que debe investigar.
Menón: ¿Y no te agrada esa razón, Sócrates?
Sócrates: A mí no.
Menón: ¿Por qué? dilo, entonces.
Sócrates: Porque yo he oído decir que el alma, siendo inmortal, y habiendo
renacido muchas veces y visto las cosas de allá arriba y las de aquí abajo, todo
en suma, nada hay que no haya aprendido. Por lo que no es asombroso que
pueda recordar lo que ya conocía. Pues como toda la naturaleza se halla
emparentada consigo misma, y en virtud de haber aprendido el alma todas las
cosas, nada impide que alguien recordando (es decir, aprendiendo, como dice la
gente) una sola cosa vuelva a encontrar todas las demás, si no se cansa de
buscar, pues buscar y aprender es siempre una reminiscencia.
Menon: Pero ¿tú dices que aquello a lo cual llamamos aprendizajes es
reminiscencia? ¿Y puedes enseñarme que así es verdaderamente?
(Platón, Dialogo ‘‘Menon’’.

Platón
Nació en Atenas, en el seno de una familia perteneciente a la aristocracia. Vivió
entre los años 427 y 347 a. C. El nombre ‘‘Platón’’ es en realidad un apodo
(significa ‘‘el de anchas espaldas’’). Su verdadero nombre fue Aristóteles.
Tubo dos inclinaciones: la poesía y la política; renuncio a la poesía por la
Filosofía, pero su inclinación a la política la conservo toda la vida.

Comenzó a frecuentar el círculo de los discípulos de Sócrates cuando tenía 10


años. Sócrates logro ganarle para la filosofía.

Al morir su maestro Platón vivió un tiempo en la ciudad de Megara y después


regreso a Atenas.

Fundó una escuela de filosofía con el nombre de Academia (por esta situada en
los jardines dedicados al héroe ateniense Academos). Invitado por Dionisio el
Joven, Platón emprendió un viaje a Siracusa, donde esperaba poner en práctica
sus ideas políticas. Pero las circunstancias no le fueron favorables, y tuvo que
volver a Atenas. Al poco tiempo a emprender otro viaje, esta vez a Silicia,
también por invitación de Dionisio el joven. Y una vez más resulto en fracaso,
pues hubo de huir al resaltar implicado en las luchas políticas locales.
Nuevamente regreso a Atenas, donde permaneció hasta el final de su vida,
dedicado a la Academia.

90
Escritos de Platón

Platón eligió como forma de expresión literaria de su pensamiento el Dialogo.


Esta forma literaria tiene una profunda relación con la Dialéctica, como método
filosófico utilizado por él.

Platón escribió unos 25 Diálogos y algunas Cartas. Los Diálogos más conocidos
son: ‘‘Protagoras’’, ‘‘Gorgias’’, ‘‘Eutidemo’’ (sobre los sofistas), ‘‘Fedón’’ (sobre
la inmortalidad del alma), ‘‘Symposion o Banquete’’ (sobre el alma), ‘‘La
Republica’’ (sobre la justicia y la teoría del Estado), ‘‘el Político’’, ‘‘Las Leyes’’.

Dialéctica

No es posible dar un solo significado del término ‘‘dialéctica’’, pues desde su


inicio hasta hoy ha sufrido variaciones.

Inicialmente ‘‘dialéctica’’ significa ‘‘arte del dialogo y de la discusión’’. Pero este


significado se fue modificando según el uso que le dieron distintos autores.

Platón le da dos significados:

1. Habilidad de discutir por preguntas y respuestas.


2. Arte dividir las cosas en géneros y especies (es decir, de clasificar los
conceptos) para poder examinarlo y discutirlos. En Platón, pues la
dialéctica tiene como efecto el avanzar de concepto en concepto, de
proposición en proposición, hasta los conceptos más generales y hasta los
primeros principios.

Aristóteles le da el significado de una forma de razonamiento que se refiere a las


opiniones probables. Es un significado derivado de Sócrates y Platón, en cuanto
que esa forma de razonamientos partía de las opiniones corrientes, planteadas y
precisadas por el método del dialogo y la interrogación.

Se puede decir que desde la Grecia clásica ‘‘la dialéctica’’ tuvo dos significados
que se mantuvieron posteriormente en la filosofía moderna:

91
a. Sentido Positivo
Lo dialectico es igual a ‘‘algo lógico’’ a una argumentación vigorosa,
segura’’ (dialéctica irresistible).

b. Sentido Negativo, Peyorativo


Dialéctica equivale a ‘‘sutilezas, distinciones ingeniosas e inútiles’’.

Kant llama dialecticos siguiendo el significado dado por Aristóteles a todos los
razonamientos ilusorios; y define la dialéctica como la ‘‘lógica de la apariencia’’.
Finalmente, el termino dialéctica no solamente designa lo ilusorio en sí, sino
también el estudio y la crítica de lo ilusorio, llegando a darle el significado
peyorativo de ‘‘sofisma’’.

Hegel le da al termino ‘‘dialéctica’’ un significado positivo; la define como


‘‘aplicación científica de la conformidad con las leyes que es inherente a la
naturaleza del pensamiento’’ de tal manera que el movimiento dialectico es, en
sentido general, ‘‘la verdadera naturaleza, propia de las determinaciones del
entendimiento, de las cosas y, en general, de todo lo finito’’.

Después de Hegel se ha usado el término ‘‘dialéctica’’ en un sentido muy amplio


para significar los ‘‘encadenamientos del pensamiento en los que el espíritu es
arrastrado progresivamente, sin poder detenerse, hasta alcanzar la última etapa’’.

La Lógica y los fundamentos del ser en Aristóteles

Aristóteles, a diferencia del Platón, se adentrará en el interior de las cosas. Nos


dirá que tienen consistencia en sí mismas, que tienen realidad. Del mundo de las
ideas donde quedamos con Platón Aristóteles nos refiere al mundo de las cosas.

‘‘Aristóteles es con Platón la figura más grandes de la filosofía griega, y aun, tal vez
de toda. Ha determinado en mayor medida que ningún otro pensador los caminos
que después de él había de recorrer la filosofía. Ha sido el descubridor de un
hondo estrato de las cuestiones metafísicas; el forjador de muchos de los más
importantes conceptos que el intelecto humano maneja desde hace largos siglos
para pensar el ser de las cosas, el creador de la lógica como disciplina que se
mantiene casi en los limites que le dios’’.

(Julián Marías, ‘‘Historia de la Filosofía’’)

92
La Lógica

Se ha convenido en llamar Órganon (instrumento) al conjunto de trabajos o tratados que


Aristóteles escribió sobre el "logos", es decir, lo que en la tradición filosófica posterior se
ha llamado Lógica.

De acuerdo con las explicaciones de Aristóteles, podemos definir la Lógica como la ciencia
de la demostración. Diríamos, pues, que la Lógica, se ocupa del estudio sobre el
funcionamiento de la razón en su actividad de conocimiento de la realidad. De un modo
más simple, la Lógica estudia las normas y leyes que rigen la razón humana, en su esfuerzo
por conocer y expresar la realidad.

Aristóteles inicia su estudio sobre la Lógica con el tratado de las Categorías. Estudia
después los conceptos y su correspondencia en la realidad, que son los términos. Tras los
conceptos, los juicios, para explicar a continuación su teoría del silogismo, que constituye
una de las partes más características en el estudio de la Lógica que elaboró Aristóteles. Y
concluye con el estudio sobre la ciencia y la demostración.

Veamos ahora el significado de cada uno de los aspectos que integran el estudio de la
Lógica.

Ante todo es necesario comprender que la Lógica es el instrumento para la ciencia en


general y no sólo para la filosofía.

Categorías.- Son los modos o formas de .sentarse el ser, o, con otras palabras, son los
géneros supremos de las cosas. Aristóteles distingue 10 categorías: la primera es la
sustancia, las nueve restantes son los accidentes.

Concepto.- Es la representación mental de una osa, esta representación se toma de la


cosa (se abstrae) y como tal contiene solamente los aspectos generales o universales, (los
que hacen e esa cosa ser así y coincidir con todas las demás del mismo tipo: gato, caballo,
mesa, hombre. etc.).

El concepto es mera representación, no afirma ni niega nada respecto al ser o cosa a que
se refiere.

Juicio.- Es el resultado de le atribución de un concepto e otro. Un concepto (predicado) se


atribuye e otro (sujeto). (Atribuir quiere decir "relacionar" dos conceptos, puesto que el
juicio puede ser tanto afirmativo como negativo). En el juicio, dice Aristóteles, está el lugar
natural de la verdad.

Silogismo.- "Es un argumento en el cual, establecidas ciertas cosas, resulta


necesariamente de ellas, por ser lo que son, otra cosa distinta de las antes establecidas",
en las propias palabras de Aristóteles. Es decir, se trata de una deducción en la cual

93
partiendo de dos juicios (premisas) se llega a un nuevo juicio (conclusión). Aristóteles
enumera cuatro tipos de silogismo; entre éstos el más usual es el demostrativo; he aquí
un ej.: si todos los hombres son mortales y todos los australianos son hombres, entonces,
todos los australianos son mortales. Si es B y C es A, entonces- C es B.

Demostración.- Es un proceso Mediante el cual se capta el origen de donde procede el


objeto que hemos Conocido: Por esto; el instrumento más apropiado de la demostración
es el silogismo científico, es decir, el silogismo cuyas premisas están basadas en el saber.
La demostración, por tanto, exige una búsqueda de las causas por las cuales una cosa es lo
que es. Y por ello el estudio de la demostración equivale a la investigación sobre los
principios de la ciencia.

LOGICA

Aunque se puede reconocer la existencia de una lógica oriental, sin embargo, cuando nos
referimos a la Lógica como parte de la Filosofía estamos reconociendo implícitamente que
nos limitamos a la lógica occidental; es decir, al conjunto de trabajos que sobre Lógica se
han desarrollado en occidente (o en otras partes del mundo que reciben el influjo cultural
de la tradición occidental). En este sentido, se puede decir que la Lógica comenzó con
Aristóteles.

La lógica, en su desarrollo histórico, pasa por tres grandes periodos:

1. El que comienza con Aristóteles y termina con los Estoicos (desde el 330 al 100
a.C.)
2. El segundo, comprende la Edad Media (Siglos XII, XIII, XIV, y parte del XV).
3. El tercero, corresponde a la época contemporánea (desde mediados del siglo XIX
hasta hoy).

En este último periodo se destacaron: el inglés Boole y el alemán Frege, quienes iniciaron
un trabajo de acercamiento entre la Lógica y la Matemática; después el italiano Peano,
con su fundamentación lógica de la teoría del numero; y finalmente, los ingleses
Whitehead y Russell, quienes con su obra Principia Mathematica, escrita entre 1910 y
1913, lograron situarse en el nivel más alto de pensamiento sobre lógica contemporánea.

Con frecuencia, la Lógica elaborada en este último periodo se llama también ‘‘Lógica
Simbólica’’, ‘‘Lógica Matemática’’, y a veces, ‘‘Logística’’ en incluso ‘‘Nueva Lógica’’.

Los fundamento del ser

‘‘Todos los hombres tienden por naturaleza e saber’’. Con esta frase inicia Aristóteles la
obra que se llamó "Filosofía Primera" y que posteriormente recibió el nombre de

94
"Metafísica" (lo que está más allá de la física), el cual se ha mantenido en la historia de la
filosofía hasta hoy.

El propio Aristóteles define la ‘‘Filosofía Primera’’. (Metafísica) como la ciencia que estudia
el ser en cuanto tal, es decir, la totalidad de las cosas en cuanto son o existen. Las demás
ciencias estudian una parte un, aspecto de las cosas; la filosofía primera, en cambio,
estudia toda la casa, y todas las cosas, bajo el punto de vista del ser, el hecho de ser de las
cosas.

El ser es uno y múltiple a la vez. Uno, en cuanto al hecho de ser; múltiple, en cuanto a la
multiplicidad de cosas con sus características propias. Aristóteles expresa esto diciendo
que "el ser se dice de muchas maneras".
¿Qué significa esto? Pues, que no es lo mismo decir: hombre, caballo, casa, que decir:
hombre indio, negro, amarillo/caballo grande, dé carrera/casa pequeña, colonial, de
caoba.

Todas estas expresiones hacen referencia al ser, pero en los ejemplos hay dos formas de
ser diferentes: una forma de ser fundamental; si falta, la cosa deja de existir; y otra forma
de ser, en cambio, que puede darse o no y la cosa continua existiendo. El caballo puede
ser grande o chiquito, puede ser de carrera o no; el hombre, sea del color que sea, existe
antes como hombre.

Aristóteles explica esta condición del ser, qué" redice de muchas maneras", Calificando al,
Ser coma un concepto análogo Analogía quiere decir que un concepto sé puede aplicar a
distintas cosas y, sin embargo, se mantiene Una referencia común, en todas esas cosas, a
lo que significa, el concepto: por ejemplo el concepto sano se puede aplicar al clima, al
alimento, a un deporte, a una medicina, al aspecto de una persona. En todos estos casos,
algo es sano porque ayuda, conserva, contribuye, devuelve, se síntoma de salud.

El ser es análogo porque seda de cuatro formas ("se dice de cuatro formas").

1. ser por esencia y ser por accidente.


2. el ser según las 10 categorías.
3. el ser verdadero y el ser falso.
4. el ser en potencia y el ser en acto.

Estas cuatro formas o modos de ser tienen una unidad analógica fundamental, que es la
que corresponde a la sustancia (la primera de las 10 categorías). Todo lo que es (existe) o
es una sustancia o necesita a esta para apoyarse y ser. Por eso dice Aristóteles que la
pregunta fundamental de la filosofía primera (Metafísica) es ‘‘¿qué es el ser?’’, y añade
como aclaración ‘‘esto es, ¿qué es la sustancia?’’.

Sustancia, significa lo que está debajo, lo que es soporte o sustrato, sobre lo que.se
apoyan los accidentes. Y, al mismo tiempo, sustancia es lo que no necesita apoyarse en

95
otra Cosa para tener el ser. Es decir, la sustancia es una Cosa independiente, que existe
por sí y no. apoyada en otro.

Para explicar la sustancia, Aristóteles recurre a los conceptos de materia y forma, dos
elementos necesarios, que; no pueden existir separadamente y que hacen a la sustancia
ser lo que es. (Materia es aquello de que está hecha una cosa. Forma es lo que hace que
una cosa que sea lo que es: ejemplo, la materia de una mesa es la madera; la forma es esa
disposición especial dele madera que la hace ser mesa). Esta combinación es la que se da
era cada sustancia.

Aristóteles

Nació en Estagira (Macedonia). Vivió entre los años 384 y 322 a.C. su padre fue medico y
amigo del rey de Macedonia, Amintas. Por su lugar de nacimiento se le ha llamado ‘‘el
Estagirita’’.

Cuando tenía 18 años ingreso a la Academia de Platón. Fue discípulo de este durante
casi20 años. Al morir Platón en el 348 Aristóteles fue a Asia menor. Hacia el año 343 fue
invitado por el rey Filipo de Macedonia para que se ocupara de la educación de su hijo
Magno). El año 334 volvió a Atenas y fundó su escuela filosófica. Esta estaba en un
pequeño bosque consagrado al dios Apolo Licio, de donde derivo el nombre de la escuela:
‘‘Liceo’’. Allí impartía Aristóteles sus lecciones pascando con sus discípulos; por esto se les
llamaba los peripatéticos (paseantes). Al morir Alejandro Magno en el 323, se suscito en
Atenas un movimiento antimacedonico, que también afecto a Aristóteles: de hecho fue
acusado de impiedad (como Anaxagoras y Sócrates) y para evitar dijo ‘‘que Atenas peque
por tercera vez contra la filosofía’’, se fue a la ciudad de Calcis (isla de Eubea), donde
murió el año 322 a.C.

Escritos de Aristóteles
Aristóteles escribió dos tipos de libros; unos estaban destinados a lectores no
directamente interesados en la filosofía. Estaban redactados en un estilo, literariamente
cuidadoso pero llano. Al otro tipo de escritos pertenecen las obras filosóficas y científicas
las más importantes son:
 Los trabajos sobre Lógica (agrupados bajo el termino griego ‘‘Órganon’’
(instrumento).
 La Física (8libros)
 La Filosofía Primera(Metafísica) (14 libros)
 La Política (8 libros).

Su concepción sobre la analogía del ser le permitió a Aristóteles explicar algo que desde
Parmenides estaba en discusión, el problema del movimiento. Para Parmenides el
movimiento era imposible, puesto que implicaba el paso del no ser al ser y viceversa. Pero

96
el ser es análogo; y el movimiento es la realización de uno de los modos del ser (el 4: ser
en potencia y ser en acto). El movimiento es el paso del ser en potencia al ser actual. El
paso de un modo del ser a otro.

CATEGORIAS

Las categorías son las formas distintas en que se da el ser en la realidad, (‘‘el ser se dice de
muchas maneras’’, en palabras de Aristóteles).

Aunque Aristóteles ofrece distintas listas de categorías, en diferentes obras, la más


conocida la que propone en su primer trabajo sobre Lógica, titulada, precisamente,
‘‘Categorías’’. Las categorías son 10:

1. Sustancia (hombre, caballo).


2. Cantidad (dos o tres yardas).
3. Cualidad (azul, bueno).
4. Relación (hijo mayor, discípulo).
5. Lugar (en la calle, en clase).
6. Tiempo (ayer, la semana pasada).
7. Situación o posición (acostado, inclinado).
8. Condición externa (descalzo, armado).
9. Acción (corre, habla).
10. Pasión o efecto recibido (golpeado, sancionado).

Glosario de Términos

Emanación: Se llama así, sobre todo en la corriente neoplatónica, el proceso por el que se
origina una entidad de orden inferior a partir de otra superior, por una intrínseca
necesidad evolutiva. Difiere del concepto de creación, el cual supone originar algo de la
nada.

Devenir. Filosóficamente significa llegar a ser y enfatiza, contra una concepción estática, el
aspecto dinámico y progresivo del ser.

Ente. (Del latín "ens, entis", participio activo del verbo "esse", ser). Significa todo lo que
es, existe o pueda existir. Puede traducirse como "el ser", en su más amplia acepción.

Sofistas. Aunque hoy se le da a este término una connotación peyorativa para designar a
quien o quienes utilizan razonamientos capciosos o engañosos, los sofistas fueron los
seguidores de una importante Escuela filosófica de la - antigua Grecia (siglos V-IV a.C.).

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Relativismo: Posición filosófica que sostiene que el conocimiento humano tan sólo es
capaz de analizar las relaciones y fenómenos del ser, pero sin llegar nunca al fondo mismo
del ser, al absoluto.

Escepticismo. Corriente filosófica que propugna que la verdad absoluta no existe, o que el
hombre no tiene la capacidad de conocerla, en caso que exista.

Silogismo. Argumento racional que consta de tres proposiciones (llamadas: mayor, menor
y conclusión), la última de las cuales se deduce necesariamente de la primera, por medio
de la segunda. Ejemplo: todos los hombres son mortales (mayor), es así que tú eres
hombre (menor), por consiguiente, tú eres mortal (conclusión).

Juicio. Operación: racional que consiste en comparar dos ideas para conocer y determinar
sus relaciones.

Categorías. Se llaman así las formas más grandes, dentro de las cuides pueden incluirse
todas las ideas y las relaciones entre las mismas. Por ejemplo, la categoría ‘‘espacio’’
incluye todos los aspectos del ser que se refieren a la extensión. En la Lógica de
Aristóteles, se llaman categorías (término griego que significa ‘‘punto de vista’’) las diez,
nociones abstractas y generales, que, según Aristóteles, comprenden el ser: substancia,
cantidad, calidad, relación, acción, pasión, lugar, tiempo, situación, y hábito.
Modernamente, Kant llama categorías a cada una de las formas del entendimiento,-que,
según él, son: cantidad, cualidad, relación y modalidad.

Analogía. Relación de semejanza entre dos seres o conceptos, que son realmente
distintos.

ACTIVIDADES
El punto de vista de cada filósofo está condicionado por su situación histórica, es decir,
que una teoría filosófica sólo se explica adecuadamente cuando se puede expresar el
grado en que refleja la estructura de la sociedad humana en la cual ha surgido
(condiciones políticas, sociales, económicas). Es bajo esta perspectiva que se debe
entender y -desarrollar esta actividad.
Investigación:

Características de la época en la que se desarrolló la vida de:


1. Sócrates
2. Platón
3. Aristóteles

Notas:

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1) Estas investigaciones pueden ser desarrolladas a partir de lo que los alumnos Ya
conocen por otras materias (Historia Universal e Historia de la Cultura).

2) Los alumnos pueden formar grupos de 4 6 5 y distribuirse o el profesor puede


asignarle a cada grupa aspectos parciales del tema.

AUTOEVALUACION
GUÍA
1. ¿En qué consisten las posiciones contradictorias entre Heráclito y Parmenides?
2. ¿Qué significa la afirmación de Protagoras ‘‘el hombre es la medida de todas las
cosas’’?
3. ¿En qué sentido se dice que a Georgia se la puede considerar un escéptico radical?
4. ¿En qué consiste el método mayéutica?
5. ¿Cuál es la relación entre las cosas y el ’’Mundo de las ideas’’?
6. ¿Cómo es el mundo de las ideas en sí mismo?
7. ¿Qué es la Lógica (Órganon) para Aristóteles?
8. ¿Cuáles son las Categorías en que se expresa el Ser?
9. ¿Qué quiere decir que ‘‘el ser es análogo’’?
10. ¿Cómo explica Aristóteles el hecho del movimiento?

Se recomienda que el alumno efectué este ejercicio por escrito:

1. Escribiría la pregunta y a continuación la repuesta que considere adecuada.


2. Concluido el ejercicio, comparara sus respuestas con los puntos respectivos del
texto. Esta comparación le permitirá efectuar de manera inmediata las
correcciones necesarias.

Notas:

1. El profesor podrá requerir este ejercicio al alumno, disponiendo así de un


instrumento más de calificación.
2. Para el alumno, este ejercicio será un excelente medio de repaso.

99
CAPITULO V

ÉPOCA MEDIEVAL

San. Agustín
Santo Tomás de Aquino

100
Iluminismo: San Agustín
Un pensamiento filosófico-teológico

E1 teína de la creación, como obra de Dios; la relación de Dios con el mundo; el problema
del mal; el destino humano trascendente y espiritual, los datos de la revelación bíblica,
son temas en los que Agustín impone su sello personal. Esto le lleva a ser mucho más que
un compilador, es decir, que un mero receptor de ideas o de teorías.

Ciertamente que no podemos hallar en él sistematización y organización. Sus materiales


filosóficos no son fin en sí mismos, sino que están al servicio de la teología, en unos casos,
o sirven para combatir teorías erróneas, en otros.

Ahora bien, su pensamiento es profundo e íntimo; rehúye la abstracción, buscando


siempre lo concreto. Agustín ha sido llamado el filósofo de la interioridad.

Dios es el centro de su filosofar: punto de partida, y de confluencia.

Para él, la voluntad es, superior en el proceso del conocimiento al entendimiento, ya que
el conocer es la consecuencia del amor.

San Agustín
Nació en Tacaste, una de las provincias romanas de la región Numidia (norte de África
Vivió entre Los años 354 y 430 de nuestra era. Aunque formado en las creencias cristianas,
vivió un tiempo; alejado de ellas hasta su conversión él año 386. En la ciudad de Cartago
(norte de África) estudió Retórica y comenzó a interesarse en problemas filosóficos y
religiosos. Durante un tiempo sintió inclinación por la religión maniquea, la cual le
permitía explicarse el problema del mal una de sus obsesiones y de las pasiones. De
Cartago se trasladó a Roma y de aquí a Milán, para enseñar Retórica. Aquí comenzó el
proceso de su conversión o acercamiento de nuevo ab cristianismo. En el 387 se produjo
formalmente la incorporación a la fe cristiana. A partir de este momento inicia una intensa
actividad literaria. Regresó a Cartago en el 388. En el 395 fue consagrado obispo auxiliar
dé Hipona, quedando como obispo titular un año más tarde. Desempeñó este cargo hasta
su muerte.

Escritos de San Agustín

Entre las numerosas obras de San Agustín, aquellas que contienen más explícitamente
conceptos o posiciones filosóficas son: “La verdadera religión”, “El libre albedrio “Las
Confesiones’’ “La Ciudad de Dios”.

106
El iluminismo

Iluminismo es el término que hace referencia a lo que se puede llamar “teoría del
conocimiento” según San Agustín. Su explicación parte de dos elementos, aparentemente,
enfrentados:

1. Afirmación de la realidad del alma como sede ce las verdades.

2. La afirmación de la Verdad Suprema como foco y origen de estas verdades.

Estos dos elementos corresponden, en gran medida, a las dos líneas de influencia que ha
tenido su pensamiento filosófico: el cristianismo, por un lado, y la filosofía griega más
exactamente el neoplatonismo, por el otro.

Se puede decir que San Agustín fue el primer pensador cristiano que integró plenamente
ambos elementos. Integración que, por lo demás, es consecuencia de su visión del alma
como una realidad íntima y racional, a la vez.

Para San Agustín no es necesario “demostrar” la existencia de Dios, puesto que demostrar
supone probar que una proposición es verdadera. Ahora bien, sólo en Dios está la verdad,
más aún. Dios es la verdad. Por consiguiente todas las proposiciones que se consideran
verdaderas, son así porque han sido previamente iluminadas por la luz divina.

Pero, entonces, ¿cómo se puede captar algo de una manera inteligible? San Agustín dice
que la inteligibilidad la extrae el alma de su propio interior, e incluso llega a afirmar que la
inteligibilidad de una cosa depende de un “saber” previo. Pero, ¿significa esto que San
Agustín fue partidario de la tesis de Platón sobre la “reminiscencia”, es decir, el
conocimiento de un recuerdo? No.

Y es precisamente en relación con este punto como San Agustín justifica el iluminismo.
¿Cómo se puede explicar ese “saber” previo, un saber anterior al momento en que se
capta algo inteligiblemente? Y él responde: lo que hace posible la percepción de lo
inteligible no es la reminiscencia de un mundo dé las ideas como en Platón, sino la irra-
diación divina de lo inteligible.

Expresado esto de una forma un poco más clara “hay luz eterna de la razón”, afirma San
Agustín; esa luz procede de Dios y es por ella por la que hay conocimiento de la verdad.
Es, pues, mediante la iluminación divina como el hombre puede intuir lo inteligible en sí
mismo.

La forma en que se capta lo inteligible se puede comparar a la visión de los objetos por el
ojo. Nada se vería si no estuviera previamente iluminado: del mismo modo, nada
inteligible podría captar el alma si no estuviera previamente ‘‘iluminado’’. Y concluye: Dios
es el ‘‘padre de la luz inteligible’’.

107
Tomás de Aquino y su aporte "al pensamiento filosófico de
la Escolástica
Algunas observaciones sobre su Filosofía

El pensamiento de Tomás de Aquino ha recibido el influjo de varias fuentes: una de ellas.


Sin duda fundamental, fue la filosofía de Aristóteles. Por esto se puede afirmar que con
Tomás de Aquino culmina el movimiento de aristotelizacion del pensamiento de la Europa
medieval. Este movimiento se había iniciado por medio de los comentaristas árabes (el
más importante fue Averroes) y judíos (el principal fue Maimónides) que sirvieron como
transmisores del pensamiento de Aristóteles a la cultura europea de entonces.

Otras fuentes del pensamiento de Tomas de Aquino fueron los escritos de pensadores
cristianos como los llama dos Padres de la Iglesia entre ellos San Agustín y otros escritores
de los primeros siglos del cristianismo.

Sin embargo, la obra de este filósofo no es una simple recopilación de ideas de distinta
procedencia. Es mucho más que eso; es el resultado de una “refundición” de todas esas
ideas y de la extraordinaria capacidad intelectual.

Aunque la filosofía de Tomás de Aquino surge y se desarrolla en el marco del


pensamiento cristiano medieval, no se produce en él confusión entre filosofía y teología.
El logra mantener un perfecto equilibrio entre ambas formas de conocer Ese equilibrio se
fundamenta en el modo como Tomás de Aquino concibe las “verdades. Hay verdades dice
estrictamente teológicas que son conocidas solamente por revelación de Dios, y verdades
filosóficas, que son accesibles a la capacidad intelectual humana.

Principales ideas filosóficas de Tomás de Aquino

Para Santo Tomás de Aquino como para los griegos el origen de la filosofía está en la
curiosidad, en el asombro frente a las cosas. Y el fin de esta curiosidad filosó fica es
conseguir que se “dibuje” en el alma el “orden entero del universo y de sus causas”.

Es en relación con este orden del universo como Tomás de Aquino expone su
pensamiento, dividiéndolo en tres aspectos o planos:

El que la mente humana encuentra ya en las cosas; es el orden de la naturaleza, el orden


del ser real. El estudio de ese orden o nivel le corresponde a la filosofía Natural o Física y
también a la Matemática, pero de manera preeminente le corresponde este estudio a la
Metafísica, puesto que estudia el “ser en cuanto ser” y que concluye en el estudio de Dios.
En segundo lugar está el plano o nivel del pensamiento, del cual se ocupa la Lógica.

108
Por último está el orden o nivel de los actos de la voluntad u orden moral, de cuyo estudio
se ocupa la Filosofía Moral o Ética, y en sus dimensiones colectivas o sociales, la ciencia
del Estado, la economía y la política.

Tomas de Aquino

Sació en una pequeña ciudad de Italia Aquino al Norte de Nápoles Vivió entre los años
1225 y 1274 Estudió en las universidades de Nápoles y París. Ingresó en la Orden de los
Padres Dominicos en el 1243 Entre I248 y 1252 completó estudio en la Universidad de
Colonia. Regreso a la Universidad de Paris como profesor. En I259, después de recibir el
título de maestro en Teología, regresó a Italia, donde enseño hasta 1269, cuando volvió a
Paris; y tres años más tarde, 1272, de nueva a Nápoles Murió en viaje hacia Francia para
participar en el Concilio de Lyon. Tomas de Aquino fue pro clamado santo (canonizado)
por la Iglesia en 1323.

Escritos

Los escritos de Tomas de Aquino todos en latín son muy numeroso. Unos son comentarios
a textos bíblicos. Otros tratan específicamente temas de teología o sobre el Dogma
católico. Finalmente están los de carácter filosófico aquellos que, tratando temas
teológicos, contienen algunas ideas filosóficas importantes.

He aquí los más importantes:

1. Comentarios a Aristóteles.
2. Opúsculos (folletos) por ej.: ‘‘Sobre el Ser y la Esencia’’, ‘Sobre la Unidad del
Entendimiento humano’’, etc.
3. Tratados teológicos: ‘‘Suma contra los no creyentes’’, ‘‘Comprendió de teología’’,
‘‘Suma Teológica’’, su obra más importantes. Constituye la expresión sistemática
de su pensamiento e incluso de la Escolástica.

Los escritos de Tomas de Aquino se convirtieron, desde el siglo XIII, en los textos
fundamentales de las Escolástica.

Estas son sus ideas fundamentales:

Metafísica

El concepto “Ser” es el más universal de todos y como tal está en cada una de las cosas sin
confundirse con ninguna.

El ser tiene dos significados: uno es la esencia, el otro la existencia y entre ambos hay una

109
clara distinción. Esta distinción le permite a Santo Tomás de Aquino establecer la
diferencia entre las criaturas y Dios. Aquellas son seres contingentes (que pueden existir o
no), mientras que Dios es el ser necesario (que existe por necesidad, que no puede dejar
de existir).

Con otras palabras: en las criaturas la existencia no es parte de la esencia, sino que es algo
que la esencia recibe; en cambio, en Dios no hay distinción entre esencia y existen cia, es
decir, la característica fundamental de su esencia es justamente la existencia. De aquí se
deriva la distinción entre el “ser por sí mismo” (Dios) y el “ser recibido de otro” (criatura).
El concepto “Ser por sí mismo” se constituye en eje en torno al cual giran los argumentos
que Santo Tomás expone para demostrar la existencia de Dios. Estos argumentos son
cinco y se conocen como las “cinco vías”.

Su argumentación parte de los siguientes hechos; la existencia de Dios no es algo evidente


para nosotros y por consiguiente debe ser probada.

Esta prueba sólo puede hacerse a partir de lo que observamos por la experiencia y de la
consiguiente reflexión racional sobre esa experiencia. .Con otras palabras, Dios sólo puede
ser conocido en filosofía por sus efectos.

El mundo ha sido creado por Dios desde la hada, por una decisión plenamente libre. El
hecho de la creación no es algo necesario en sí y mucho menos necesario para Dios: Dios
pone el mundo en la existencia por un acto libre y voluntario. ¿Cuándo tuvo lugar esto?
Santo Tomás dice que este punto no es determinable racionalmente (filosóficamente).

La realidad creada está integrada por sustancias. Todo lo que vemos son sustancias con
determinados y variados accidentes (que se corresponden con las categorías de Aris-
tóteles). Toda sustancia se compone de dos principios, uno es la “materia primera”, el
otro la “forma sustancial (en Aristóteles, materia y forma). La forma sustancial es lo que
hace que cada ser físico sea lo que es.

Antropología: (Antropología significa teoría, pensamiento sobre el hombre).

El hombre es también una sustancia y, como tal, compuesto por una materia y una forma
sustancial. La forma sustancial del hombre es el alma, la cual es el primer principio de
vida; ambos, cuerpo y alma, forman una sola y única sustancia que es el hombre.

Sin embargo, el alma humana, a diferencia de la animal, puede subsistir


independientemente del cuerpo. Y esto porque es una realidad incorpórea y espiritual, ya
que es una mente o razón que puede realizar su actividad pensar, entender sin la
participación del cuerpo.

Siendo incorpórea y simple (sin composición alguna) es una realidad inmaterial (sin
materia) y por tanto no es susceptible de descomposición o corrupción. En el momento de

110
ruptura del compuesto humano en la muerte, el alma no se corrompe, sino que subsiste,
es decir, es inmortal.

Ética o Moral.

La ética que expone Santo Tomás, además de estar enmarcada en las ideas de Aristóteles,
contiene referencias, en su punto de partida, a datos teológicos. Toda ella está fundamentada
sobre el tema o cuestión del “fin del hombre".

Como Aristóteles, Santo Tomás de Aquino dice que el fin del hombre es la felicidad; pero, a
diferencia del filósofo friego, que hace consistir esta felicidad en la “vida teorética o
contemplativa", Santo Tomás estima que esa felicidad es incompleta y que debe ser entendida
más bien como contemplación y disfrute de Dios.

Cualesquiera otras formas de felicidad siempre estarán subordinadas a ese fin último (sólo
conocido como dato teológico).

Dios por tanto es el verdadero y último fin del hombre, en cuanto que es el máximo Bien. Todos
los demás bienes no son sino fines subordinados al fin último y medios para alcanzarlo.

"nada puede aquietar la voluntad del hombre sino el bien universal, el cual no se encuentra en
ninguna cosa creada, sino en Dio« únicamente, porque toda criatura tiene una bondad
participada. Por consiguiente, sólo Dio« puede llenar la voluntad humana".

(Santo Tomás de Aquino, “Suma Teológica”).

FILOSOFIA ESCOLASTICA

A veces se tiende a confundir la Filosofía Escolástica con la Filosofía Medieval. Tal confu-
sión no es admisible. La Filosofía Medieval comprende tendencias y movimientos que no
pertenecieron a la Escolástica. Además, la Filosofía Escolástica ha mantenido su vigencia
más allá de los límites de la época moderna y con el nombre neo-escolástica en la
Contemporánea hasta nuestros días. Sin embargo, es justo reconocer que la mayor parte
de la producción filosófica durante la época medieval surgió de la Escolástica.

“Escolástico" proviene de “escuela", Era "escolástico" el que enseñaba en una "escuela" ya


fuera la de un monasterio o ya fuera la que estaba organizada bajo la protección de un
obispo. Como significación derivada de la anterior, era "escolástico" el maestro que seguía
ciertas orientaciones filosóficas y que, consecuentemente, adoptaba ciertos métodos en la
exposición de sus enseñanzas.

111
Bajo este significado y refiriéndole a aquellas áreas culturales que seguían las
orientaciones cristianas, se puede identificar la escolástica con escolástica cristiana”. Las
orientaciones filosóficas correspondientes a esta escolástica están determinadas, en gran
medida, por presupuestos filosóficos y teológicos derivados de la revelación bíblica o de
los dogmas católicos. Pero esto no significa aunque a veces se ha afirmado, que la filosofía
escolástica es toda ella una filosofía subordinada a la teología. Hubo grandes pensadores,
por ej. Tomas de Aquino, para quienes la filosofía tenía valor por sí misma, estableciendo
una clara diferencia entre lo que se sabe (filosofía) y lo que se cree (teología-dogma).

La Filosofía escolástica comenzó a “'construirse” a finales del siglo XII; adquirió su máximo
esplendor durante el siglo XIII, decayó enormemente en los siglos siguientes hasta que a
finales del siglo XIX, y en lo que va del siglo XX vuelve a conocer un período de renovación
("neo-escolástica”).

La influencia de Tomás de Aquino, tanto en la Filosofía como en la Teología, ha sido


permanente. Los comentarios de sus obras, especialmente la Suma Teológica, son casi
innumerables. De manera especial, la teología católica se ha enriquecido con los grandes
aportes de Santo Tomás, el cual le dio estructura sistemática, con gran rigor y precisión.
Las ideas de Tomás de Aquino, como conjunto sistemático filosófico y teológico, se
conocen en la historia de la filosofía como Tomismo.

Glosario de Términos

113
Abstracción. Operación intelectual por medio de la cual se separan las cualidades de un
objeto para analizarían aisladamente o para intentar raptar el objeto minino en su para
noción esencial.

Neoplatonismo. Escuela filosófica que floreció principalmente en Alejandría (norte de


Egipto), durante los primeros siglos de la era cristiana, y cuyas doctrinas eran, en líneas
generales, una renovación de la filosofía platónica, transformada y enriquecido con
muchos elementos del pensamiento del antiguo Oriente.

Tomismo. El conjunto de la doctrina filosófica, contenido en las obras de Santo Tomás de


Aquino y de mus múltiples discípulos.

Contingento. Lo que tanto puede ser como no ser. Se opone a necesario.

Necesario. Filosóficamente lo que no puede no ser. En sentido más general, aquello que
no puede ser de otra manera.

ACTIVIDADES

El punto de vista de cada filósofo está condicionado por su situación histórica, es decir,
que una teoría filosófica sólo se explica adecuadamente cuando se puede expresar el
grado en que refleja la estructura de la sociedad humana en la cual ha surgido
(condiciones políticas, sociales, económicas). Es bajo esta perspectiva que se debe
entender y desarrollar esta actividad.

Investigación:

Características de la época en la que se desarrolló la vida de:

San Agustín

Santo Tomás de Aquino

Notas:

1) Estas investigaciones pueden ser desarrolladas a par tu de lo que los alumnos ya


conocen por otras materias (Historia Universal e Historia de la Cultura).

2) Los alumnos pueden formar grupos de 4 ó 5 y distribuirse o el profesor puede


asignarle a cada grupo aspectos parciales del tema.

AUTOEVALUACION

114
GUIA

1) ¿Cuál es la característica del pensamiento de San Agustín?


2) ¿Qué es lo que hace posible la percepción de lo inteligente, según San Agustín?
3) ¿Qué distinción establece Tomás de Aquino entre las verdades?
4) ¿Cuáles son los tres órdenes y planos que estudia Tomás de Aquino?
5) ¿Cuál es la consecuencia de la distinción entre el “ser de la. esencia’’ y el “ser de la
existencia"?
6) ¿Cuáles son las características de la forma sustancial del hombre?
7) ¿En qué consiste específicamente el “fin del hombre” según Tomás de Aquino?
8) ¿Qué quiere decir “filosofía escolástica’’?

Sé recomienda que el alumno efectúe este ejercicio por escrito:

1) Escribirá la pregunta y a continuación la respuesta que considere adecuada.

2) Concluido el ejercicio, comparará sus respuestas con los puntos respectivos del
texto. Esta comparación le permitirá efectuar de manera inmediata las
correcciones necesarias.

Notas:

1) El profesor podrá requerir este ejercicio al alumno, disponiendo así de un


instrumento más de calificación.

2) Para el alumno, este ejercicio será un excelente medio de repaso.

115
CAPITULO VI
ÉPOCA MODERNA
Descartes
Locke
Kant y Hegel

116
El Racionalismo cartesiano
Ideas filosóficas de René Descartes.

Un método para la filosofía

La primera preocupación de Descartes fue hallar un método seguro, verdaderamente


confiable, para alcanzar un conocimiento de la realidad. Hasta este momento en la
filosofía, dice él, no se observan sino contradicciones y opiniones opuestas.

¿Cómo puede uno estar seguro de alguna verdad? Más aún, nuestros sentidos no son
garantía alguna de certeza; nos pueden engañar; también puede suceder que lo que
pensamos de una manera espontánea es una verdad, no sea sino un sueño o el resultado
de una ilusión o una alucinación.

Lo aconsejable por tanto, en esta situación, dice Descartes, es la duda, una duda
generalizada, la duda como método (“duda metódica”).

Establecida la norma de la “duda metódica” como el medio o camino para hallar la


verdad. Descartes establece una condición básica para que la razón pueda avanzar segura,
no admitir como verdadera cosa alguna que no se sepa con evidencias que lo es. Por
tanto, la característica fundamental de cualquier conocimiento, que aspire a ser
verdadero, será la evidencia. Y esa evidencia, continúa Descartes, debe tener como
cualidades la claridad y la distinción; es decir, una idea será evidente y por tanto, confiable
si es clara y distinta.

Por consiguiente, la norma básica del método, que comienza en la duda, es buscar la
verdad innegable, de la que no se puede dudar porque aparece ante nuestra razón como
una idea clara (no confusa) y distinta (no mezclada con otras).

TRANSICION A LA FILOSOFIA MODERNA

Los años de esplendor de la escolástica han quedado atrás. Muertos los pensadores que le
hablan dado su mayor prestigio (Tomás de Aquino, Duns Escoto, Buenaventura), la
filosofía escolástica entró en fase de decadencia. Si se exceptúan los intentos de rescate
hechos por algunos representantes de la escolástica en España, caso del Padre Francisco
Suárez, jesuita la Escolástica queda reducida a juegos de palabras y a discusiones
meramente verbales.

Las inquietudes del Renacimiento se extienden por Europa, Se han producido enormes
cambios. Descubrimiento de América. Nacimiento de diversas naciones europeas. Se
comienza a desarrollar la industria de la guerra, con el descubrimiento de la pólvora. Las
técnicas de la navegación incorporan la brújula. La imprenta facilita la comunicación de los

118
conocimientos.
Hombres como Copérnico, Galilea, Kepler logran dar un gran impulso a las ciencias,
invalidan tradiciones y leyendas de siglos.

La autoridad de la Iglesia se ve cada vez más cuestionada. Se produce la gran ruptura en


la cristiandad europea bajó las orientaciones de Martín Lulero.

El hombre europeo que se llamará "hombre moderno” se va configurando poco a poco:


dejará de ser ‘‘teocéntrico” (Dios en el centro de, todo), como lo era en la época medieval,
para instaurar abarcan distintos ámbito de la vida el ‘‘antropocentrismo” (el hombre como
único centro y punto de referencia). Nuevos criterios en la ciencia, en el arte, en la cultura.
Crisis de orientación religiosa en algunos sectores intelectuales.

Nuevas inquietudes políticas. Aparecen los teóricos del Estado: Maquiavelo, Moro,
Hobbes. El régimen feudal en sustituido por el absolutismo despótico.

En el campo del pensamiento filosófico, surgen nuevas ideas que desafían muchas de las
ideas tradicionales. El centro de las preocupaciones de los pensadores ya no es Dios, sino
el hombre, y su capacidad para conocer. Se advierte un nuevo modo de pensar, una
‘‘nueva mentalidad’’. A través de todos esos cambios se ha ido configurando el ‘‘hombre
moderno’’. Y todo sucedió durante los siglos XV y XVI.

Pienso, luego existo (‘‘Código, ergo sum’’)

Y Descarte hallo esa verdad innegable que buscaba. Esa verdad es el principio de su
filosofía. Se trata de una idea clara y distinta de la que no es posible dudar: Pienso luego
existo (en latín ‘‘Cogito, ergo sum’’).

‘‘rechace como falsas todas las razones que había tenido antes por demostraciones, y
finalmente, pensando que todos los pensamientos que tenemos cuando estamos
despiertos podemos tenerlos también cuando dormimos, sin que ninguno sea en este
caso verdadero, me resolví a suponer que todas las cosas que habían penetrado en mi
espíritu eran tan falsas como las ilusiones de mis sueños.

Pero, inmediatamente después, me di cuenta de que mientras quería pensar que todo era
falso, era absolutamente preciso que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa, y observando
que esta verdad: ‘‘Pienso, luego, existo’’, era tan firme y cierta que las más extravagante
hipótesis de los escépticos no eran capaces de destruirla, juzgue que podía admitirla sin
escrúpulo como primer principio de la Filosofía que buscaba’’.

(René Descarte, ‘‘Discurso del Método’’)

La afirmación ‘‘pienso luego existo’’, se convirtió en punto de partida de la filosofía


moderna. De ahí arranco una nueva época, una nueva manera de hacer frente a los

119
grandes temas de la Filosof

120
Descartes

René Descartes’,’ nació en la ciudad de La Haye, en la región francesa de Turena. Vivió


entre el 1596 y 1650. De 1606 hasta el 1614 estuvo en el Colegio de La Fleche, dirigido por
los Padres Jesuitas. Cuatro años más tarde, 1618, impulsado por el deseo de conocer otras
tierras se alistó en el ejército del Príncipe Mauricio de Nassau, en Holanda, y al año
siguiente en el ejército de Maximiliano de Baviera. Hasta 1626 en que fija su residencia en
París, estuvo viajando. Dos años más tarde, 1628, decidió trasladarse a Holanda, donde
vivió hasta 1649, cuando, por invitación de la Reina Cristina de Suecia, viajó a Estocolmo.
Murió en esta, ciudad en los primeros meses de 1650.

Escritos

Los escritos de Descartes son numerosos. No se limitó a la filosofía; escribió también sobre
matemáticas, biología y. física: Se conserva también una amplia colección de cartas.

Sus principales obras son:

 "Discurso del Método” (publicado en 1637).


 "Meditaciones sobre Filosofía Primera” (Metafísica).
 "Principios de Filosofía”.
 ‘Tratado de las Pasiones del alma”.
Entre las obras no filosóficas están la Geometría Analítica y un tratado del hombre.

Dios, el Mundo, el Hombre

Pienso, luego existo es la primera filosofía que pretende exponer Descartes. Todo lo que
pudiera ser objeto de la filosofía queda reducido en este momento al yo. No hay nada
cierto sino sólo yo. Y" yo, soy es lo único que Descartes puede asegurar por el momento
una cosa que piensa ' n latín, res cogitans”) ¿Qué se puede afirmar del mundo, v del
propio hombre, como cuerpo? Nada aún. Sólo es seguro y cierto el sujeto pensante. La
filosofía, pues, tendrá que fundamentarse en el yo como conciencia, como razón.

Ahora bien, a Descartes, sin duda, le preocupan otros temas, le interesan las cosas, el
mundo. ¿Qué son las cosas, qué es el mundo?). Pero su principio filosófico no le permite
avanzar. ¿De qué forma podrá obtener ideas claras y distintas sobre el mundo, sobre su
cuerpo? ¿Cómo conseguir verdades confiables?

Entonces, para salir del yo, para conocer con certeza lo que sea exterior al yo. Descartes se

121
ve en la necesidad de recurrir, a Dios. ¿Por qué? Porque Dios es la única realidad exterior
al yo que puede ofrecerle la seguridad de que, al pretender conocer otras cosas, no será
engañado.

Ahora bien, antes de proseguir, Descartes debe demostrar que Dios existe. Y propone dos
argumentos, ambos con una misma forma de argumentar: Yo tengo la idea de un ser
perfecto, luego existe.

Fundamentado el yo la sustancia pensante y fundamentada Dios la sustancia infinita, se


puede ya avanzar más y tratar de explicar el mundo.

Lo exterior al yo, tiene como característica constitutiva la extensión. Y esta característica


le corresponde también al cuerpo humano. El esquema, pues, de toda la realidad, para
Descartes, queda claramente delimitado en tres conceptos:

1) Sustancia pensante “(res cogitans”)


2) Sustancia extensa (“res extensa”)
3) Sustancia infinita

La distinción entre la sustancia pensante y la sustancia extensa es muy nítida: cada una se
define por ser exclusión de la otra. La extensión no es algo esencial al yo pensante, ni el
pensamiento es algo esencial a la realidad extensa.

Ahora bien, esta clara distinción entre las dos sustancias pensante/extensa le presentó a
Descartes un difícil problema en el caso del hombre. Pues en el hombre ambas sustancias
están unidas; ¿de qué forma se da esta unión? ¿Cuáles son las relaciones entre el alma y el
cuerpo?

Descartes afirma que los animales y también el cuerpo humano son máquinas autómatas,
muy perfectas pero sin «ningún tipo de semejanza con la sustancia pensante. Y por esto
para tratar de explicar la comunicación entre las sustancias en el hombre entre cuerpo y
alma recurre a la glándula pineal, punto de contacto. Es a través de ella, dice, cómo el
alma y el cuerpo pueden accionarse mutuamente. (Descartes reconocería más tarde la
imposibilidad que tenia de explicar de una forma más clara esta relación).

El racionalismo de Descartes
Descartes se esforzó por fundamentar todo su pensamiento en el criterio de la evidencia.
Esta evidencia no puede depender de la percepción de los sentidos que frecuentemente
nos engaitan, sino de las ideas claras y distintas de la razón. Para Descartes y sus
seguidores el único medio de conocimiento confiable es la razón. Por ello se dice que
Descartes es racionalista. Con él se inicia la corriente filosófica llamada racionalismo. Y
también Se inicia con Descartes él puso la primera piedra la concepción filosófica idealista,
que tendrá su máxima expresión en Hegel, pasando antes por Kant.

122
John Locke y su idea empirista
John Locke es el primer filósofo inglés que inicia la reflexión crítica y el análisis sicológico,
que son los fundamentos del empirismo inglés. Reduce todo el problema metafísico al
problema del conocimiento.

Para rechazar críticamente el supuesto de las ideas innatas, que había defendido
Descartes, enfonca su investigación filosófica hacia el estudio de la génesis u origen de
nuestros conocimientos. Recordando la frase de Aristóteles referida al proceso del
conocimiento que el alma al nacer, es como un “pizarrón limpio”, Locke dice que el alma
es “un papel en blanco” en el que no hay nada escrito, aduce, como ejemplo
experimental, los casos del niño y e salvaje.

Locke establece como conclusión fundamental de su filosofía que todos nuestros


conocimientos se originan únicamente en la experiencia.

Él llama a los conocimientos ideas. Y clasifica las ideas en dos grupos: ideas particulares e
ideas generales. Las ideas particulares son originarias. Las ideas generales son derivadas
de las ideas particulares.

Las ideas originarias de las cosas las obtenemos inmediatamente por la sensación; y las
ideas referentes a los actos o estados de nuestra alma por la reflexión. Es decir, para Locke
sensación y reflexión son las dos fuentes únicas de toda experiencia.

Los objetos producen en nosotros las ‘‘ideas’’ por medio de sus cualidades. Estas, dice
Locke, son o primarias (como extensión, figura, magnitud, movimiento), que son las que
son inseparables de los cuerpos; o secundarias (como color, sabor, sonido), que no están
en los objetos mismos sino como “poderes” de provocar en nosotros esas sensaciones.
Por esto se interpreta que lo que Locke quiere decir es que las cualidades primarias son
objetivas y las secundarias, subjetivas (las produce el sujeto).

De los anteriores planteamientos Locke concluye que la experiencia limita las


posibilidades de nuestro conocimiento a los estados y cualidades de las cosas.
Consecuentemente las sustancias de esas mismas cosas no pueden ser conocidas .

Locke

John Locke nació cerca de la ciudad de Bristol (Inglaterra}.- Vivió entre 1632 y 1704.
Estudió en la universidad de Oxford, donde se graduó como médico en 1674. Locke se
interesó también por la química, la física y la filosofía.

Participó en la política. De 1668 a 1670 vivió en Francia, donde tuvo ocasión de discutir
con los cartesianos. Volvió a Inglaterra, donde permaneció hasta 1683 cuando, por temor

123
a represalias políticas, se vio obligado a huir a Holanda. En 1688, tras el derrocamiento del
rey Santiago II, regresó a Inglaterra y llegó a ocupar diversos cargos adminístrala vos.

Locke, aparte de su obra filosófica, se ocupó intensamente tanto de problemas políticos y


económicos como educativos y religiosos.

Escritos

Su obra más importante es: “Ensayos sobro el entendimiento humano''. Escribió también
sobre temática político y religiosa: “Dos tratados sobre el Gobierno", “Cartas sobre la
tolerancia”.

Ideas simples e ideas complejas


Las ideas simples surgidas de la sensación y la reflexión reciben una posterior elaboración
por parte de nuestra conciencia, que, a través de los procesos intermedios de percepción,
retención, comparación y abstracción, produce las ideas complejas, por ejemplo, las
nociones generales y los principios del conocimiento racional.

La garantía de verdad de estas ideas complejas no depende de la intuición que acompaña


a la experiencia, como en las ideas simples, sino de la fuerza de la inferencia aplicada de
forma correcta a las ideas simples.
John Locke se plantea finalmente la validez de sus afirmaciones, las cuestiona para ver
hasta qué punto resisten el análisis. Esta actitud de Locke y sus seguidores ante el modo y
la validez de nuestro conocimiento da origen a lo que en filosofía moderna se llamó el
“problema crítico”.
Locke con su empirismo elimina todo elemento lógico y metafísico del fenómeno del
conocimiento, reduciéndolo a un puro sicologismo (análisis sicológico). De aquí derivará,
como conclusión, la imposibilidad de la Metafísica, como parte del conocimiento
filosófico.

EMPIRISMO
El empirismo se desarrolla en Inglaterra como corriente opuesta al racionalismo. En su
origen influye mucho el auge de las ciencias de la naturaleza y el desarrollo del método
experimental en la» principales universidades inglesas de los siglos XVII y XVIII. Para el
empirismo sólo la experiencia sensible es el origen exclusivo de todo conocimiento. El
alma carece de ideas innatas y todo conocimiento se origina únicamente en loa datos de
los sentidos. Los empiristas, niegan la posibilidad de la metafísica y son nominalistas, es
decir, para ellos los conceptos no representan "esencias" universales, sino meros
"nombres”, que sustituyen en el lenguaje a una pluralidad de individuos o cosas
semejantes. Rechazan la relación ontológica entre "causa" y “efecto".

124
El empirismo es una filosofía fundamentalmente crítica, que elimina los temas metafísicos
(Dios, el alma, el mundo) y se centra en los antropológicos (moral, sociedad, política,
religión, educación).

Sus principales representantes son:

Tomás Hobbes (1588-1679); John Locke (1632- 1704); G. Berkeley (1685-1753); y David
Hume (1711-1776).

La corriente empiristica, que influyó grandemente en E. Kant.se prolongó en el positivismo


del siglo XIX y en el neo-positivismo del siglo XX.

El idealismo alemán

Kant y su Criticismo

El Criticismo Kantiano. (Se llama criticismo a la doctrina de Kant porque hace de la crítica o
análisis del conocimiento el objeto principal de la filosofía).

Descartes sostenía que existen conocimientos que no se derivan de la experiencia, sino


que son ideas innatas. El empirismo inglés, por el contrario, afirmaba que todos los
conocimientos derivan exclusivamente de la experiencia.

Kant intenta superar la controversia entre innatistas y empiristas, aceptando que todo
conocimiento comienza con la experiencia, pero rechazando que todo conocimiento
humano se derive exclusivamente de la misma experiencia.

Para que se dé el fenómeno del conocimiento, dice Kant, es necesaria la experiencia (hay
que excluir, pues, las ideas innatas), pero para que se dé la experiencia, como hecho
humano, se necesita que el espíritu intervenga en ella.

El conocimiento humano es un hecho innegable, pero para Kant es indispensable analizar


cómo se hace posible este hecho. Y aquí descansa la aportación más específica de su
filosofar.

El Análisis del Conocimiento. Kant establece que en todo conocimiento hay que distinguir
dos elementos: una materia o contenido, y una forma o manera de captar ese contenido.
La materia es el elemento qué procede del objeto conocido. La forma, en cambio, es el
elemento que aporta el sujeto que capta el objeto.

L a capacidad para intuir o aprehender el objeto, en cuanto ese objeto nos afecta, la llama
Kant “sensibilidad”.

La capacidad de pensar por medio de la representación mental los objetos percibidos,

125
esto es, la capacidad de relacionar los distintos objetos captados, la llama
“entendimiento".

Sólo la sensibilidad y el entendimiento hacen posible la experiencia, ya que tanto la una


como el otro, no son otra cosa que modos o maneras o moldes, a los que se adapta el
objeto o materia para poder convertirse en conocimiento.

A los modos o moldes de la sensibilidad Kant los denomina "formas”, y a los del
entendimiento, los llama “categorías”.

Así pues, la sensibilidad humana, según Kant, tiene "moldes" a los que los objetos se
adaptan para poder ser “representados”. Y estos “moldes” son los que Kant llama las
formas de la sensibilidad. Pero, a su vez, las representaciones deben adaptarse a nuevos
“moldes”, para poder los objetos convertirse en cosas pensables. Y a estos últimos
“moldes” Kant- los llamaba “categorías” del entendimiento.

Imposibilidad de toda metafísica. La conclusión, según los análisis del criticismo kantiano,
es que el hombre no puede conocer los objetos o las cosas como son “en sí” (es decir, lo
que llama Kant el “númenon” o substancia de las cosas), sino tan sólo puede conocerlos
tal como se adaptan a sus “moldes" (conocimiento que Kant llama “fenómenon”, es decir,
lo que me aparece a mí). Y así se excluye radicalmente la posibilidad de todo
conocimiento ontológico de la realidad, es decir, se niega la metafísica.

El Criticismo kantiano y la Ciencia

La ciencia es posible para Kant no como un resultado de juicios analíticos, es decir,


obtenidos por el simple análisis de los conceptos, como defendía el racionalismo. Sino que
la ciencia se desarrolla por lo que él llamó juicios sintéticos, que son, según Kant, aquellos
en los que el predicado añade al sujeto una determinación no incluida en su mero
concepto. Y esta atribución de algo extraño o ajeno, añadido al concepto del sujeto la
pone la experiencia.

Emmanuel Kant

Emmanuel Kant nació en la ciudad de Königsberg (Alemania). Vivió entre 1224 y 1804.
Ingresó en la Universidad de Königsberg en 1740 y obtuvo su título en 1755, per-
maneciendo como “docente privado” hasta 1770, cuando fue nombrado profesor titular.
En 1794 fue amenazado con sancione8 por orden del rey, debido a algunos análisis con-
tenidos en su libro “La religión dentro de los límites de la mera razón”.

Emmanuel Kant fue una persona de carácter sobrio muy melódico en su trabajo y de gran
sentido moral. Simpatizó con las ideas de la independencia Americana y de, la Revolución}
Francesa: Fui pacifista y antimilitarista.

126
Escritos

Los escritos de Kant han sido numerosos. Y se pueden distinguir dos épocas: la primera
comprende sus primeras obras y termina con su disertación para obtener el cargo de
profesor titular en la Universidad de Königsberg, en 1770. Transcurren diez años sin que
publique ningún escrito importante.

En 1781 inicia la segunda época. A ella pertenecen sus obras más importantes, en las que
expone su pensamiento filosófico. Las más conocidas de esta época son: “Critica de la
Razón Pura”, “Prolegómenos a toda Metafísica futura”, “Critica de la Razón Práctica”,
“Crítica del Juicio”, “La Religión dentro de los límites de la mera razón”, “Metafísica de las
costumbres I y II”.

En la Crítica de la Razón Pura somete a reflexión la totalidad del saber humano teorético y
analiza la validez de los conocimientos logrados en la Matemática, en la Ciencia de la
Naturaleza y en la Metafísica.

En la Crítica de la Razón Práctica somete á profundo análisis la validez de los principios en


los que se apoyan la Moral y el Derecho.

En la Crítica del Juicio analiza la validez de los juicios teleológicos o de finalidad, en los dos
campos donde esto$ se aplican se aplican: la biología y el arte.

En conclusión, para Kant, las verdades científicas conjuntos sintéticos "a priori", es decir,
obtenidos a la vez por la razón y por la experiencia.

Así mismo, para Kant el espacio y el tiempo no son realidades objetivas, sino formas
mentales radicadas en la sensibilidad, que son universales y necesarias pero que no son
más que intuiciones puras. Por tanto, también las verdades matemáticas no son otra cosa
que juicios sintéticos “a priori’’.

El Criticismo kantiano y la Moral

Kant parte de la afirmación de que la libertad humana, la inmortalidad del alma y la


realidad de Dios no son verdades demostradas ni demostrables, sino, bajo su óptica
criticista, simples postulados necesarios para la existencia humana.

Y así concluye rechazando toda moral impuesta desde fuera (heterónoma) de la propia
conciencia, y sostiene la necesidad de una moral autónoma, es decir, que surja de la
propia conciencia humana. Fundamenta toda la obligación moral en su célebre
“imperativo categórco”, que, según él, consiste en la necesidad de cumplir “el deber por el
deber”, sin necesidad de ninguna otra razón.

127
Su concepto de lo moral se puede concentraren su conocida máxima: “Obra de tal manera
que tu conducta pueda ser norma universal”.

Kant y el idealismo trascendental

Resumiendo a modo de conclusión el pensamiento profundo Kant: con su criticismo


excluye toda posibilidad de metafísica o conocimiento ontológico.

Y en la medida en que establece que las cosas “en si” mismas no se pueden conocer, y en
la medida en que el conocimiento es una elaboración del sujeto, su doctrina es un
idealismo. Pero un idealismo absoluto, como el de Berkeley (ultimo gran exponente del
empirismo inglés), que llega a negar qua las cosas existan. El idealismo de Kant, dejado a
un lado el dogmatismo racionalista, de Descartes y el escepticismo ultimo del empirismo
inglés (D. Hume), sostiene que la realidad absoluta es incognoscible (lo que él llama el "
númenon", pero que si se pueden conocer sus manifestaciones (lo que él llama
fenómenon

Y por esta razón, el idealismo de Kant se denomina apropiadamente “idealismo


trascendental.

ILUSTRACION

"Siglo o época de las luces” son los nombres que recibe un periodo histérico que se
desarrollo en el siglo XVIII, en Europa y que afecté a todos los aspecto de la actividad
humana y también a la reflexión filosófica. La ‘‘ilustración” manifestándose
principalmente en Francia, Inglaterra y Alemania se caracterizó por una visión optimista
sobre el poder de la razón y sobre la posibilidad de organizar la sociedad únicamente
sobre principios racionales. La Ilustración fue una derivación del racionalismo del siglo
anterior. Ante el desarrollo alcanzado por las ciencias de la naturaleza, durante los siglos
XVII y XVIII, la Ilustración establece como tarea fundamental del hombre el
conocimiento y el dominio efectivo de la Naturaleza. La Ilustración proyectó una con-
fianza en el progreso casi ilimitado de la humanidad, y tuvo un gran influjo en el
desarrollo de la conciencia política y jurídica de la época moderna. El filósofo más
importante de la Ilustración fue Emmanuel Kant.

Hegel y su planteamiento dialéctico

Hegel reconoce el pensamiento de sus maestros (E. Schelling. Fichte y Kant) y parte de la
intuición trascendental, no del Yo (Fichte) sino de Absoluto (Schelling), sino de la Idea.

Para Hegel la Idea, por un intrínseco movimiento dialéctico, se ha ido desenvolviendo


hasta engendrar la realidad natural y la espiritual, hasta convertirse en el Espíritu
Absoluto.

128
Hegel ha dado forma al método describiendo el movimiento dialéctico de las Ideas de
acuerdo al siguiente esquema:

La Idea empieza por afirmarse en un determinado momento (etapa que él llama “tesis”).
La Idea, pasa a continuación a negarse (lo que él denomina “antítesis”).

La Idea busca la superación de la anterior contradicción en una afirmación superior (etapa


que él llama “síntesis”).

Y, a partir de la síntesis, la Idea recomienza su movimiento progresivo hacia delante.


Por ejemplo, la lógica empieza con la afirmación del ser, pero para comprender
cabalmente el ser se necesita el concepto antitético de la nada. Y la superación de la
contradicción anterior se logra en el concepto superior del devenir, del hacerse continuo.

Hegel ha aplicado su esquema dialéctico a todas las disciplinas del saber humano, pero la
aplicación más importante es la que se refiere al Espíritu y a la Historia.

En la Filosofía del Espíritu aplica el método dialéctico exponiendo los estados del espíritu.

Hegel

Jorge Guillermo Federico Hegel nació en Stuttgart (Alemania). Vivió entre 1770 y 1831.
Estudio teología en la Universidad de Tubinga Fue preceptor privado en Berna y
Frankfurt. En 1801 comenzó a enseñar en la Universidad de Jena Rn 1807 publicó su
primera obra. En 1809 fue nombrado rector del Gimnasio (Liceo) de Núremberg. Donde
permaneció hasta 1810, cuando consiguió una cátedra en la Universidad de Heidelberg.
En 1818 $e trasladó a la Universidad de Berlín, en la que fue profesor hasta su muerte.

Escritos

Las obras princip0laes de Hegel son: ‘‘Fenomenología del Espíritu’’, ‘‘Ciencia de la Lógica’’,
‘‘Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas’’.´

Además se publicaron, como lecciones de sus cursos: ‘‘Filosofía del Derecho’’, ‘‘Universal’’,
‘‘Filosofía de la Religión’’, ‘‘Historia de la Filosofía’’.

El espíritu subjetivo (tesis) empieza a realizarse como alma en su unión con el cuerpo;
adquiriere conciencia de sí, reflejándose en el yo (antítesis); y por último se eleva a
espíritu, mediante el saber y el querer.

El espíritu objetivo; a él le corresponden tres formas; el derecho, que es la esfera externa


de la libertad; la moralidad, que es su esfera interna; y, finalmente, la eticidad, que es la
síntesis de los momentos anteriores y se realiza en la familia, la sociedad y el Estado.

129
El espíritu absoluto: que es una síntesis del espíritu subjetivo y el espíritu objetivo, y
también de la naturaleza y el espíritu. El espíritu absoluto se manifiesta en tres niveles o
aéreas: el arte, la religión revelada y la filosofía.

Para Hegel “todo lo racional es real, y todo lo real racional”, es decir realidad y razón
coinciden plenamente, va que la realidad es una totalidad constituida por la razón
(espíritu o idea).

Para la dialéctica hegeliana, la historia es un proceso que se desarrolla hacia adelante por
medio de internas contradicciones, y se resuelve en posteriores síntesis, donde nada de lo
anterior se pierde, sino que es empujado hacia el futuro.

El gran mérito de Hegel es, quizás, el haber comprendido la realidad corno historia, y el
haber intentado explicarla dialécticamente.

Por último, Hegel hace una filosofía de la totalidad: sólo la totalidad es la verdad, y por
tanto, nada puede entenderse sino dentro de la totalidad. Por esta razón, podemos com-
prender su afirmación de que el hombre sólo encuentra su realización dentro del Estado.
Esta conclusión de Hegel, ha tenido poderosa influencia en la justificación ideológica de
los totalitarismos de nuestro tiempo, tanto de derecha corno de izquierda.

“La unidad do la voluntad subjetiva y de lo universal es el mundo moral y en su forma


concreta, el Estado. Esta es la realidad, en la cual el individuo tiene y goza de su libertad;
pero por cuento sabe, cree y quiere lo universal. El Estado es, por tanto, el centro de los
demás aspectos concretos: derecho, arte, costumbres, comodidades de la vida. En el
Estado, la libertad se hace objetiva y se realiza positivamente”.

(Hegel, “Filosofía de la Historia Universal")

130
(Glosario de Término)

Teocéntrico. Que considera a Dios como centro del universo y su fin absoluto
Evidencia. Certeza manifiesta de una realidad o cosa, que se percibe tan claramente que
nadie puede racionalmente dudar de ella.

Empirismo. Corriente filosófica que sostiene que el conocimiento se origina tan sólo a
través de la experiencia.

Positivismo. Posición filosófica que no acepta otra realidad que la de los hechos y las
relaciones entre los mismos.

Racionalismo. Doctrina filosófica que se fundamenta en el poder exclusivo y autónomo de


la razón humana, como única fuente de conocimiento.

Absoluto. En filosofía, la idea suprema e incondicionada del Ser.

Intrínseco. Que pertenece a la esencia o mismidad de un ser.

Nada. El no ser, es decir, la carencia absoluta de toda forma de ser. En sentido


existencialista, el “elemento" en el que flota la existencia, luchando por sostenerse, y que
produce en el hombre la así llamada “angustia existencial’’.

Innatas. (Ideas, según ciertas corrientes filosóficas, las ideas son connaturales a la razón y
nacen ya con ella. Es decir, las ideas no se originan de la experiencia, como sostiene el
Empirismo.

Sicologismo. Posición del pensamiento humano que enfatiza y da preponderancia a los


elementos síquicos y sicológicos, en el estudio del problema del conocimiento.

Fenómeno. Significa, no lo que una cosa sea, sino tan sólo “lo que aparece”, es decir, la
‘"apariencia” de una cosa. En el pensamiento de Kant es lo opuesto a “noúmeno”.

Noúmeno. Término usado por Kant como opuesto a “fenómeno”. Quiere significar lo que
las cosas son “en sí”, es decir, lo que son independientemente de su relación con nuestro
conocimiento.

“A priori’. Expresión adverbial latina que se utiliza para significar fundamentalmente una
forma de conocimiento lógicamente anterior a la experiencia. Se opone a “a posteriori’',
que es otra expresión adverbial latina usada para expresar lo adquirido por la experiencia.

Heterónomo. Lo que depende o está sometido a otro. Lo que no es independiente. Se


opone a autónomo.

131
ACTIVIDADES

El punto de vista de cada filósofo está condicionado por su situación histórica, es decir,
que una teoría filosófica sólo se explica adecuadamente cuando se puede expresar el
grado en que refleja la estructura de la sociedad humana en la cual ha surgido
(condiciones políticas, sociales, económicas). Es bajo esta perspectiva que se debe
entender y desarrollar esta actividad.

Investigación:

Características de la época en la que se desarrolló la vida de:

1- Descartes.
2- Hegel.

Notas:

1- Estas investigaciones pueden ser desarrolladas a partir de lo que los alumnos ya


conocen por otras materias (Historia Universal e Historia de la Cultura).

2- Los alumnos pueden formar grupos de 4 ó 5 y distribuirse o el profesor puede


asignarles a cada grupo aspectos parciales del tema.

AUTOEVALUACION
GUÍA

1- ¿Cómo justifica Descartes la “duda metódica”?

2- ¿Cuál fue el proceso intelectual que siguió Descartes para llegar a la afirmación
“Pienso, luego existo’’ (“Cógito ergo sum”)?

3- ¿Cuáles son los tres tipos de sustancia en que se manifiesta toda la realidad, según
Descartes?

4- ¿A qué reduce todo el problema metafísico John Locke?

5- ¿Qué son “ideas originarias?

6- ¿De qué manera se deriva la imposibilidad de la metafísica, de acuerdo con los


planteamientos de Locke?

7- ¿Qué quiere decir “criticismo kantiano”?

132
8- ¿Qué tipo de controversia intentó superar Kant?

9- ¿Qué es la “materia’’ y qué la “forma” en el análisis kantiano del conocimiento?

10- Kant dice que la metafísica no es posible. ¿Por qué razón?

11- ¿Cuáles son las “verdades no demostrables”, que, sin embargo, son postulados para
la existencia humana?

12- ¿Qué es el “imperativo categórico”?

13- ¿Cuáles son los distintos momentos en el movimiento dialéctico de la Idea, según
Hegel?

14- ¿En qué sentido se dice que Hegel hace una filosofía de la totalidad?

Se recomienda que el alumno efectúe este ejercicio por escrito:

1- Escribirá la pregunta y a continuación la respuesta que considere adecuada.

2- Concluido el ejercicio, comparará sus respuestas con los puntos respectivos del texto.
Esta comparación le permitirá efectuar de manera inmediata las correcciones
necesarias.

Notas:

1- El profesor podrá requerir este ejercicio al alumno, disponiendo así de un


instrumento más de calificación

2- Para el alumno, cate ejercicio será un excelente medio de repaso.

133
CAPÍTULO VI B

CORRIENTES
FILOSÓFICAS
CONTEMPORÁNEAS

134
135
CORRIENTES FILOSOFICAS CONTEMPORANEA

El marxismo El existencialismo La fenomenología


Contexto histórico El existencialismo según Algunas característica Algunos
Principales influencia del Soren Kierkegaard datos biográfico de Husserl
marxismo Concepción del hombre En torno al pensamiento de
El materialismo dialectico El existencialismo frente al Husserl
La filosofía y el materialismo racionalismo El método fenomenológico
vulgar Característica del La epoche fenomenológica
El nuevo materialismo existencialismo La reducción fenomenológica
La lucha de clases El existencialismo de La intencionalidad de la
Estructura y superestructura Martin Heidegger conciencia
La enajenación El existencialismo de Noema y Noesis
Tipos de enajenación J. Paul Sartre La fenomenología con ciencia
Filosofía de la praxis eidética
Temas fundamentales del La intuición eidética
marxismo Repercusiones de la
El maoísmo fenomenología
El marxismo y algunos
movimientos de liberación
nacional en América Latina

136
137
Introducción al capítulo

Las problemáticas filosóficas antes analizadas cobran expresión en las diversas corrientes
filosóficas que se han desarrollado a lo largo de la historia.

En este capítulo dirigiremos una breve mirada a algunas corrientes filosóficas


contemporáneas, o sea, aquellas que surgen en los siglos XIX y XX. De tal manera que
filósofos como Hegel (1770- 1831) o como Augusto Comte (1798-1857), son todavía
contemporáneos nuestros, a pesar de pertenecer al siglo pasado, época que, tal vez, bajo
nuestra perspectiva, nos parezca muy lejana.

El antecedente inmediato de la época contemporánea es la Edad Moderna, que se inicia


con el Renacimiento para prolongarse hasta el siglo XVIII, también llamado “Siglo de las
Luces" o de “1.a Ilustración”, etapa crítica en la que se suscitan profundos cambios;
cuando el hombre presencia el derrumbamiento de la escolástica y, en general, del mundo
medieval, de la visión teocrática del mundo según la cual Dios es d centro de todo, de toda
ordenación de las cosas, a través de una jerarquía de seres donde el ente supremo es
"Dios”, y el ser humano adquiere la categoría de “persona” o de ser corporal o espiritual.

En fin, en lugar de todos estos supuestos que imperaron en la Edad Media, vemos surgir
en la Época Moderna un mecanicismo que disuelve la concepción jerárquica y todista del
ser el inmanentismo donde el hombre adquiere pleno sentido desligado de toda
implicación trascendentalita, religiosa o metafísica (recuerda, por ejemplo, a Federico
Nietzsche y su elocuente concepción del superhombre); vemos surgir también un
subjetivismo, en virtud del cual el centro de la vida se despliega hacia el sujeto (revolución
copernicana en Kant), etcétera.

Muchos de estos elementos, considerados como modernos, se ejemplifican bien en René


Descartes (1596-1650), no en vano llamado “El padre de la filosofía moderna.

A continuación veamos algunas destacadas corrientes filosóficas que surgen en nuestros,


tiempo.

El marxismo

La filosofía no puede ocultar la confesión de Prometeo: odio, dice el héroe encadenado, a


todos y a cada dios, porque esas palabras son la propia confesión de la filosofía, su propia
sentencia contra los dioses del cielo y de la tierra, que no reconocen a la conciencia propia
del hombre corno la divinidad suprema.
Nada puede estar junto a ella Prometeo es el más ilustre y mártir del calendario filosófico.

Carlos Marx

138
De todas las' corrientes filosóficas contemporáneas, el marxismo ha sido una de las más
disco ti das y que más repercusiones inmediatas ha finido. Su influencia ha rebasado el
ámbito de la filosofía para penetrar en los campos de la economía, la sociología, la
historia, el derecho y aun el de las ciencias naturales.

Aunque al hablar de “marxismo" podemos aludir a una gran variedad de autores, unos
más teóricos que otros, algunos más orientados a la política que otros, debemos empezar
por referirnos a los crea dores del marxismo clásico: (-arios Marx (1818 1883) y su
colaborador y amigo, Federico Engels (1820-1895), a quien conoció en París en 1814.

Contexto histórico

Para contextualizar un poco la filosofía de Marx, de donde derivará lo que actualmente


conocemos como “marxismo", es preciso recordar que la obra de este filósofo se gesta en
pleno desarrollo del capitalismo europeo. Y, precisamente, su filosofía constituye una
reacción contra la vida miserable de los obreros, contra un capitalismo opresor y contra
toda clase de enajenaciones humanas.

En esos cruciales momentos Europa vive el desmembramiento del hombre, propiciado por
la gran revolución industrial de los tiempos modernos, con la división del trabajo, La
mecanización, la explotación y el comercio. La era de la técnica y la industria se desarrolla
impetuosamente, y a par de ella surge una era de codicia y espíritu mercantil sustentada
en el capital y en el proletario depauperado.

Como una reacción poderosa ante esta situación, surge, al mismo tiempo, una era de
esperanzas revolucionarias, que conlleva el anhelo del resurgimiento del hombre integral,
del hombre total instalado en un reino de libertad, de abundancia y de pleno desarrollo
humano.

Si por un lado es cierto que las revoluciones políticas de Norteamérica y de Francia habían
proclamado el derecho del hombre a la libertad, por el otro, como dice E. Fischer:

“La contradicción entre lo proclamado y la realidad so hizo sentir dolorosamente. El hom-


bre en la sociedad civil se convirtió, desde luego, en individuo, pero no con una
individualidad inserta en una comunidad, sino con una individualidad en competencia con
todas las demás."

De manera que el humanismo liberal, mediante los llamados “derechos humanos", no


lograba trascender la visión del hombre egoísta, retraído sobre sí mismo, sobre su interés
y su capricho privado y como individuo al margen de la comunidad.

El problema era, pues, el de lograr la des- privatización del hombre, que se hallaba reple-
gado en su nueva individualidad, la unión del individuo con una comunidad que no

139
descanse ya en la dominación de unos cuántos, sino en la libertad de todos."

Principales influencias del marxismo

Por otra parte, señalaremos que para una cabal comprensión de la filosofía marxista, es
necesario tener en cuenta el pensamiento de los filósofos y las corrientes que influyeron
en ella, y ante las cuales Marx siempre mantuvo una posición crítica.

Así, podemos decir que el marxismo es influido por las tres principales corrientes
ideológicas europeas del siglo XIX:

1. La filosofía clásica alemana (Hegel)


2. La economía política clásica inglesa (Adam Smith y David Ricardo)
3. Las doctrinas revolucionarias francesas en general

En relación con estas últimas es preciso recordar que los grandes socialistas franceses del
siglo XIX plantearon una serie de problemáticas nuevas: el problema de la organización
científica de la economía moderna (Saint-Simón), el problema de la clase obrera y del
porvenir político del proletariado (Proudhon), el problema del hombre, de su porvenir y
de las condiciones de la realización humana (Fourier).

Marx se preocupó por integrar y superar todas estas doctrinas, a las que consideraba
incompletas. A partir de ellas supo crear una teoría nueva y profundamente original; sin
embargo, su originalidad no es arbitraria ni subjetiva, sino como dice Henri Lefebvre, su
novedad “reside en el hedió de que se sumerge en la realidad, la descubre y la expresa, en
lugar de separarse de ella y disociar un fragmento aislado".

El materialismo dialéctico

Considerado en toda su amplitud como concepción del mundo, el marxismo se denomina


materialismo dialéctico, pues sintetiza y unifica el materialismo filosófico, por una parte, y,
por otra, la dialéctica o teoría de las contradicciones, tomada de Hegel pero
transformándola, imprimiéndole un carácter materialista en lugar de idealista.

Ahora bien, es necesario explicar un poco más estos dos elementos de la doctrina
marxista que hemos mencionado: lo y lo dialéctico.

140
La filosofía materialista y el materialismo vulgar

En lo que se refiere al carácter materialista, podemos decir que la filosofía materialista


data de mucho tiempo atrás, pues se remonta a los antiguos griegos, con filósofos como
Demócrito y Epicuro.

En el siglo XVIII se desarrolla el materialismo francés, el cual tendía a un mecanicismo,


decir, a una reducción de la naturaleza a elementos materiales, siempre y en todas partes
idénticos a sí mismos. Pero este materialismo mecanicista, según Marx y Engels,
presentaba una serie de limitaciones., como las siguientes:

a) Era fundamentalmente mecánico y no tomaba en cuenta los últimos progresos


logrados en ciencias como la química y la biología.

b) Carecía de un carácter histórico y dialéctico y. en consecuencia, no mantenía de un


modo consecuente ni en todos sus aspectos el criterio de la evolución.

c) Concebía al hombre en forma abstracta y no como el conjunto de relaciones


sociales históricamente concretas y determinadas, razón por la cual no iba más allá
de interpretar al mundo, cuando en realidad se requería transformarlo.

d) Como consecuencia de lo anterior, este materialismo vulgar soslayaba o no


comprendía la importancia de la acción revolucionaria.

El nuevo materialismo

Tratando de superar este materialismo estático y mecanicista, Marx y Engels


(desarrollaron un nuevo materialismo, llamado materialismo dialéctico.

En su obra Anti-Duhring (1887) (llamada así porque en ella rebate o critica las ideas de un
pensador apellidado Duhring), Engels establece que la unidad del mundo no consiste en su
ser, sino en su materialidad, que la prueba de ello reside en el prolongado desarrollo de la
filosofía y de las ciencias naturales.

El movimiento es la forma de existencia de la materia (de ahí que designe como


“dialéctico’’ este nuevo materialismo). Jamás ni en parte alguna ha existido ni puede
existir materia sin movimiento ni movimiento sin materia.

De acuerdo con este materialismo el pensamiento y la conciencia son producto del


cerebro humano, y el hombre es un producto de la naturaleza que se ha formado y
desarrollado en este ambiente.

141
Comprenderemos bien este materialismo dialéctico si lo contrastamos ahora con la
filosofía idealista de Hegel, la cual resulta ser precisamente su antítesis. Según Engels,
Hegel era un filósofo idealista porque no consideraba las ideas de su cerebro como
reflejos de la idea existente (no se sabe dónde) antes de aparecer el mundo; es decir, no
nos remitían a algo real.

Engels, en otra de sus obras, dedicada a examinar y criticar el pensamiento de Ludwig


Feuerbach, filósofo materialista, considera que el principal problema de toda filosofía,
especialmente de la moderna, es el que plantea la relación entre el pensar y el ser, entre
el espíritu y la naturaleza, de donde emerge el dilema: ¿qué es lo primero, el espíritu o la
naturaleza?

Ahora bien, para responder a esta cuestión debemos considerar que en la historia de la
filosofía los filósofos se dividen en dos grupos:

1. Los idealistas, quienes afirman que el espíritu es lo primero, que es anterior a la


naturaleza, en última instancia, una creación del mundo.

2. Los materialistas ', para quienes la naturaleza es lo primero.

Enseguida te vamos a dar dos ejemplos, uno de pensamiento idealista y otro de


materialista; los podrás identificar muy fácilmente. En las líneas que te proporcionarnos
trata de explicar por qué has elegido uno como idealista y el otro como materialista.

1. En la producción social los hombres se encuentran en condiciones determinadas,


necesarias, independientes de su voluntad, condiciones de producción que
corresponden a un grado de desarrollo determinado de sus fuerzas productivas
materiales.

La suma de estas condiciones de producción constituye la estructura económica de la


sociedad, la base real sobre la cual se levanta una superestructura jurídica y política y b
cual es constituida por formas determinadas de la conciencia social.

El modo de producción de la vida material es decisivo para el proceso de la vida social,


política y espiritual en general no es la conciencia de los hombres la que determina su
existencia sino al contrario, su existencia social es la que determina su conciencia.

2. Que ni nuestros pensamientos ni las pasiones ni las ideas formadas por la imaginación
pueden existir sin la mente, es lo que todos admiten y, a mi parecer, no es menos evi -
dente que las varias sensaciones o ideas impresas, por complejas y múltiples que sean
las combinaciones en que se presenten (es decir cualesquiera que sean los objetos que
así formen), no pueden tener existencia si no es en una mente que las perciba.

142
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________

Seguramente querrás saber a quién pertenecen estas ideas. Mira, el primer fragmento
corresponde a Carlos Marx, de su obra Contribución a la crítica de la economía política,
'escrita en 1859; mientras que el segundo corresponde al filósofo inglés George Berkeley,
de su obra Principios del conocimiento humano que data de 1710.

Como sabes, el marxismo adopta la postura materialista, pues considera que lo primordial
es lo material, las necesidades económicas de los hombres. Es decir, este materialismo
histórico hace depender la vida política, religiosa e ideal de causas económicas y sociales.

En relación con el carácter dialéctico del marxismo, es preciso observar que Marx y Engels
veían en la dialéctica hegeliana una aportación de gran importancia. Sin embargo, era
necesario aplicarla, ajustarla a una concepción materialista de la naturaleza y de la
historia.

Para la filosofía dialéctica no existe nada definitivo ni absoluto. Ella pone de relieve lo que
tiene de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del devenir y del
perecer, un ascenso sin fin de lo inferior a lo superior, cuyo mero reflejo en el cerebro
pensante es esta misma filosofía.

Dentro del pensamiento dialéctico, las cosas, los fenómenos, se desarrollan no en forma
lineal, sino en espiral, a través de saltos, catástrofes y revoluciones, que no son más que
otras tantas interrupciones en el proceso gradual; otras tantas transformaciones de la
cantidad en la calidad; impulsos internos del desarrollo originados por la contradicción,
por el choque de las diversas fuerzas y tendencias que actúan sobre fenómenos concretos
o en el seno de una sociedad históricamente determinada.

La lucha de clases

Además de esta concepción dialéctica de la realidad y la historia que es fundamental para


el marxismo, figura otro concepto clave para esta filosofía: la lucha de clases.

En concordancia con el enfoque dialéctico que someramente hemos visto, la vida social se
presenta llena de contradicciones. La historia nos muestra una continua lucha entre
pueblos y sociedades; en la historia se produce una sucesión de periodos de revoluciones
y reacciones, de paz y de guerra, de estancamientos y de rápido progreso o decadencia. Y
está claro que la lucha de clases es como el motor de la historia, que posibilitará el arribo
a una sociedad más justa e igualitaria: la sociedad comunista.

Analiza este pasaje del Manifiesto del Partido Comunista, publicado en 1848:

143
“El proletariado se ve forzado a organizarse como dase para luchar contra la burguesía; la
revolución lo lleva al poder, mas tan pronto como desde él como dase gobernante derribe
por la fuerza el régimen vigente de producción, con éste hará desaparecer las condiciones
que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por lo tanto, su propia
soberanía como tal clase.

Y a la vieja sociedad burguesa, con sus clases y antagonismos de clase, sustituirá una aso-
ciación en que el libre desarrollo de cada uno condicione el libre desarrollo de todos.
Según Marx, la moderna sociedad burguesa no ha abolido las contradicciones de dase,
únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas
formas de lucha por otras nuevas.

En esta sociedad capitalista y burguesa las luchas de clases se polarizan en dos clases
sociales que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado.

Esta última clase el proletariado tiene asignada, dentro del marxismo clásico, una
importante tarea revolucionaria. El proletariado habrá de liberarse de las condiciones
inhumanas, las invertirá radicalmente, de manera que, al liberarse a sí mismo, será el
liberador de toda La humanidad. En esta clase social, pues, están cifradas todas las
esperanzas.

El análisis de la lucha de clases y de las grandes contradicciones que a causa de ellas


encontramos en la historia, así como la forma en que habrán de superarse, son los temas
de estudio del materialismo histérico o ciencia de la historia, y este materialismo histórico
nos da una visión distinta al enfoque idealista de concebir la historia.

Estructura y superestructura

Los pensadores o filósofos, a los que Marx y Engels llaman idealistas, otorgaban prioridad
a las Ideas y consideraban que estas movían al mundo. Suponfan que la esencia del
hombre consistía en la objetividad del espíritu en creaciones humanas, tales como el arte,
la filosofía, el lenguaje, la poesía, etcétera.

En contraste con esta forma de pensar, el materialismo histórico nos dice que todos estos
productos ‘‘espirituales’’ son superestructuras que se fundamentan y encuentran su razón
de ser en la estructura básica de la producción de recursos para alimentarse, para vestirse.
"La cultura en su integridad se deduce, según el marxismo, de la básica y material
necesidad de comer y de vestir, y la esencia del hombre Consiste en la satisfacción de esas
necesidades básicas."

De esta manera, el materialismo histórico se caracteriza por el papel fundamental que le


adjudica a las relaciones económicas de producción, o sea, la estructura, ya que la historia
y la cultura humana en general giran en torno a esas relaciones. De modo, entonces, que
en la historia misma encontramos diversos modos de producción que corresponden a las

144
etapas históricas, fundamentales: el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el
moderno burgués.
La enajenación

Para terminar este bosquejo del marxismo clásico, te hablaremos ahora de otro concepto
capital de esta filosofía: el concepto de enajenación, que tiene que ver con el hombre, con
su situación dentro de la sociedad capitalista, y que empezó a ser desarrollado por Marx
en sus famosos Manuscritos económico filosóficos de 1844.

De acuerdo con Marx, el hombre es un ser creador y transformador de la naturaleza. A


diferencia del animal, que sólo produce cuando siente la necesidad física inmediata de
hacerlo, el hombre produce sin sentir físicamente tal necesidad de hacerlo y únicamente
produce verdaderamente cuando se siente libre de esa necesidad.´

Sin embargo, en la sociedad capitalista el trabajador, en cuanto hombre, no se encuentra


libre para desarrollar, su trabajo creador, y, por lo tanto, humano, pues en ella el trabajo
es coacción, penuria y no un despliegue creador de fuerzas.

Como expresión concreta de las contradicciones que según hemos visto ocurren en la
historia, figura la enajenación (también llamada alienación). Esta enajenación surge
cuando el hombre no se reconoce en los productos que el mismo crea y cuando estos
productos acaban por doblegar y deshumanizarlo.

Tipos de enajenación

La enajenación o alienación puede ser religiosa, económica o de otros tipos.

En el caso de la enajenación religiosa ya no es Dios quien crea a los hombres a su imagen y


semejanza, como decía Luis Feuerbach (1804- 1872) sino que son los hombres, quienes
crean la divinidad a su imagen. Pero una vez creada y veherada la imagen de un dios
omnipotente, el hombre se somete a Él y al hacerlo se esclaviza y deja de actuar como
hombre. Como dice Marx:

La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado de alma de un mundo desalma -


do, porque es el espíritu de los estados de alma carente de espíritu. La religión es el opio
del pueblo.

En la enajenación económica el trabajador crea objetos de consumo, maquinarías, que no


obstante ser productos suyos salidos de sus propias manos, lo llegan a esclavizar,
fragmentándolos, despojándolo de su humanidad. En el trabajo enajenado o alienado, el
obrero es sojuzgado, explotado. Es decir, el trabajo se vuelve fastidioso y humillante. Así
nos dice Marx en su obra El Capital:

145
El trabajo en las máquinas, a la par que afecta extraordinariamente al sistema nervioso,
reprime el multiforme funcionamiento de los músculos y confisca toda la libre actividad
física y espiritual del obrero. La misma aligeración del trabajo se convierte en medio de
tortura, ya que la maquina no libera al obrero del trabajo, sino despoja a este de su
contenido.

Mediante la enajenación el hombre se transforma en propiedad privada de los medios de


producción. El dinero, símbolo abstracto de los bienes materiales creados por el hombre,
domina como amo a los que trabajan y producen. En este fenómeno lo abstracto se
convierte en lo concreto ilusorio y, sin embargo, a un grado tal de realidad que abruma lo
concreto verdadero, es decir, lo humano.

Finalmente, a causa de la enajenación, los seres humanos se encuentran sometidos a


fuerzas hostiles, que no son, sin embargo, nos que el producto de su actividad, pero que
se han vuelto contra ellos y los arrastran hacia destinos inhumanos: crisis, guerras y
convulsiones de toda clase. Hasta aquí te hemos expuesto, someramente, algunos
aspectos básicos del marxismo clásico; sin embargo, esta filosofía se extiende en nuestra
época hacia una gran variedad de filósofos y autores, quienes se ocupan de revisarla, de
discutir muchas de sus tesis fundamentales y. sobre todo, de tratar de aplicar sus
principios en un mundo necesitado de profundos cambio.

Filosofía de la praxis

Una característica central del marxismo, que lo distingue de las demás filosofías, es qué
desemboca en lo que se llama una filosofía de fe praxis. De esto ya nos ocupamos en otra
parte de este libro; sin embargo, te recordaremos algo sobre tal característica.

Al refutar el materialismo de Feuerbach, materialismo que capta la realidad bajo la forma


de una mera contemplación del objeto. Marx pone énfasis en la actividad humana, la cual
no sólo nos lleva a conocer las cosas, sino, además, a transformarlas.

La filosofía de la praxis le va a permitir a Marx configurar al hombre integral, al hombre


pleno y totalmente humano. Los hombres son seres activos en la medida en que
modifican la realidad, en que transforman a su favor las diversas circunstancias con las
que se encuentran.
Toda vida social es esencialmente práctica dice Marx en la tesis octava sobre Feuerbach,
todos los misterios que llevan a la teoría hacia el misticismo encuentran su solución
racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica.

Ahora bien, en todos los cultivadores del marxismo, posteriores a Marx, ha influido esta
filosofía tan esencial para esta corriente. Casi todos los filósofos marxistas han sido
políticos y pensadores al mismo tiempo, aunque con frecuencia hay un predominio de una
de estas características sobre la otra.

146
Por ejemplo, se observa más el carácter político en autores como Lenin (1870-1524) y
Mao Tse-Tung (1893-1976), quienes participaron directamente en los procesos
revolucionarios de sus países. En cambio, vemos que otros marxistas, sin desandar
totalmente la praxis, están más abocados la teoría marxista, como Antonio Gramsci
(1851-1537). Georg Lukacs (1885-1972) Max Horkheimer (1895-1969). Theodor W.
Adorno (1903). Herbecí Marcase (189S-1972). Louis Althusser y otros.

Temas fundamentales del marxismo

Muchas has sido las aportaciones y temáticas discutidas por los marxistas actuales. Sus
planteamientos revelan que a pesar del derrumbe del socialismo real en la Unión
Soviética, el marxismo es una filosofía viva e inagotable. Con base en las observaciones de
Abelardo Villegas, es su artículo ya citado, mencionemos a continuación, en forma
resumida, algunos temas fundamentales abordados por los marxistas no ortodoxos o
revisionista. El concepto de praxis revolucionaria alcanza un primerísimo lugar ni virtud de
que en el presente siglo sobrevienen las |primeras revoluciones socialistas triunfantes (la
de Rusia por ejemplo, y en Latinoamérica, la Revolución Cubana) Relacionado con este
concepto se encuentra el de organización, elemento medular en el pensamiento leninista,
y su contrapartida, el de espontaneidad, así como otros que también son anexos.

El concepto de dialéctica (que brevemente analizamos conforme a la perspectiva de Marx)


ha sido objeto de una minuciosa revisión, al igual que el de materialismo, conceptos que
no son, a simple vista, sin más, compatibles. Esta revisión ha supuesto un balance de la
herencia hegeliana, en el marxismo, tema sobre el cual se han sostenido encendidos
debates.

Las relaciones entre infraestructura y superestructura han sido ampliamente discutidas,


así como la construcción de un estructuralismo marxista, los economistas han analizado
minuciosamente los conceptos de fuerzas, instrumentos y relaciones de producción. Sin
embargo, el pensamiento filosófico y político muy insistentemente ha fijado su aleación
en la superestructura, y en especial en su carácter ideológico y en la ideología en general.

Muy relacionado con este punto está el ya por mucho tiempo sostenido debate en torno
al concepto de enajenación, que también ya vimos, y que en el marxismo no se trata de
un concepto psicológico, o que al menos no tiene exclusivamente un carácter psicológico.

El análisis de cuestiones superestructurales: el concepto de racionalidad, muy


directamente ligado con el destino de la filosofía y su posible desaparición.

El concepto de ciencia, estrechamente vinculado con el de la dialéctica, y que adquiere un


especial relieve, no solo porque es diferente del concepto empirista de ciencia, sino
porque se ha llegado a afirmar que el marxismo no es ni ciencia nueva, un nuevo saber.
Anexo a esto se trata la importante cuestión de las relaciones entre ciencia e ideología.

147
El papel de los estados mentales en los conflictos sociales y en los procesos productivos
incluso como mediadores necesarios entre infraestructura y superestructuras culturales. Y
muy ligado con este problema, el de las cuestiones de arte burgués y arte revolucionario,
de naturalismo y realismo socialista o realismo crítico.

Y también ciertas consideraciones con fenómenos históricos como el de las clases sociales,
revolución, reformismo, fascismo, y el de la utopía o las consideraciones futurológicas
sobre comunismo como la nueva sociedad más conveniente para la humanidad.

Sin duda, Mao Tse-Tung, al igual que Lenin, representan claramente el marxismo político
revolucionario al que nos hemos referido. Fija por ejemplo, en las siguientes lecturas.

EL MAOÍSMO

Hoy sabemos más cosas sobre la revolución cultural. Conocemos mejor su historia
(aunque todavía ninguno ha sabido describirla de manera orgánica). Conocemos sus
desarrollos sucesivos y, por supuesto, sus límites. Gracias a una nueva lectura atenta de
los escritos de Mao, los oficiales, y a la lectura de los innumerables escritos que en forma
extraoficial han llegado a nuestro conocimiento, empozamos a tener ahora una idea más
precisa y menos mítica, menos escolástica, del pensamiento mismo de Mao. Ante todos
sabemos que la revolución cultural fue, esencialmente, primero y más que un amplio
movimiento liberador de masas, un episodio particularmente agudo y contradictorio del
entendimiento de clases y de su inmediato reflejo político: la lucha por el poder.

Sobre esta lectura te sugerimos que investigues: en qué consiste la Revolución Cultural
China, emprendida por Mao.

Algunos principios éticos dados por Mao

Las tres reglas cardinales de disciplina son las siguientes:

1. Obedecer Las órdenes en todas las acciones.


2. No tomar de las masas ni una sola hebra de hilo.
3. Entregar todas las cosas capturadas

Las ocho advertencias son:

1. Hablar con cortesía.


2. Pagar con honradez lo que se compre.
3. Devolver toda cosa solicitada en préstamo.
4. indemnizar por todo objeto dañado.
5. No pegar ni injuriar a la gente.

148
6. (y. No estropear los sembrados.
7. No tomarse libertades con las mujeres.
8. No maltratar a los prisioneros (1947).

El marxismo y los movimientos de liberación nacional en América Latina

Sin duda alguna, en Latinoamérica el marxismo ha ocupado un lugar de vanguardia como


bandera de lucha para acabar con toda clase de dependencias e injusticias sociales. Toda
la historia latinoamericana es la historia de las luchas de nuestros pueblos, pero a la vez es
la historia de las complicidades y alianzas entre las capas dominantes locales y los
intereses extranjeros. Sin tales alianzas los conquistadores españoles no podrían haber,
asentado su dominación sobre estos territorios gigantescos; como tampoco podría
hacerlo hoy el imperialismo de países hegemónicos en sus relaciones de dominación y
explotación neocoloniales.

La historia latinoamericana muestra todo un recorrido de contradicciones, que comienza


expresándose en la destrucción de culturas autóctonas para abrir paso a la imposición de
otras, tal como empezó a manifestarse desde la conquista.

Dentro de acusados marcos de dependencia económica y cultural, el marxismo, o el


socialismo en general, ha desempeñado un papel decisivo como posible instrumento
liberador.

El triunfo de la Revolución Cubana, a fines de la década de los cincuenta, se constituyó en


la primera manifestación de ruptura con el sistema capitalista y la primera experiencia de
transformación socialista en América latina.

Después vendrán otras experiencias como la chilena al frente de Salvador Allende, quien
fue arteramente asesinado.

No son luchas propiamente nacionales las que han escrito la mayor parte de la historia
latinoamericana, sino luchas de clases: las clases explotadas del interior enfrentadas a la
alianza de clases dominantes locales con los intereses externos de las potencias
dominantes. A esto podemos agregar que dichas clases dominantes locales, en virtud de
su voraz y agresivo afán de poder y riqueza, han llegado a convertirse en verdaderos
núcleos de corrupción, y ante, el fracaso del socialismo real, parece que ya nadie quiere
saber del marxismo. Sin embargo, los filósofos de la liberación sean socialistas o no deben
revisar a fondo los caminos que permitan acabar con las formas de dependencia y atraso
que viven- nuestros pueblos, para así acceder a un mundo mejor.

149
El existencialismo

El existencialismo es otra de las importantes corrientes filosóficas de nuestra época; sus


reflexiones las centra en la existencia concreta del hombre y parte de la experiencia de
éste como ser individual, en lugar de basarse en conceptos o leyes generales como las
demás filosofías.

El existencialismo según Sóren Kierkegaard

Según Soren Kierkegaard (1813-1855), filósofo danés iniciador de esta corriente, "la
subjetividad es la verdad". No puede hablarse, pues, de la existencia en general, sino de
mi existencia concreta y subjetiva, la existencia es diferente a la esencia. Existencia es algo
que está en proceso, algo inacabado; mientras que la esencia es lo que está ya definido y
acabado o cerrado de una vez por todas. El hombre, según el existencialismo., no es una
“esencia’', sino un existente.

Existir significa para Kierkegaard tomar una decisión última con respecto a la absoluta
trascendencia divina la filosofía no es una especulación, es decisión; no es la descripción
de esencias, es afirmación de existencias.

Como puedes darte cuenta, en Kierkegaard, al igual que en muchos existencialistas, hay
una prioridad de la existencia sobre la esencia, lo que significa que el hombre, el individuo,
empieza por existir y, posteriormente, se va definiendo de acuerdo con los actos y
decisiones que tome en su vida.

Kierkegaard sostuvo un existencialismo cristiano, o sea, para él, la existencia auténtica que
debe vivir el hombre está dentro del cristianismo, tal como el filósofo danés lo entiende.
Al lado de este existencialismo cristiano, ligado también a filósofos como Martín Buber,
Gabriel Marcel y Paul Tillich, figura el existencialismo ateo, representado por Jean Paul
Sartre y Martín Heidegger.

Concepción del hombre

La filosofía existencialista parte del análisis concreto de cómo el hombre se relaciona con
su mundo, en cuanto que es su único modo de ser o existir. Quiera el hombre o no, tiene
que “habérselas con su mundo''.

El existencialismo surge en una época de desilusión, de desesperanza, cuando muchos


valores humanos se derrumban corno consecuencia de la

Segunda Guerra Mundial. Es pues, una filosofía de posguerra, de ah! que sus temas sean
crudos y pesimistas: la muerte, la finitud de la existencia, la nada. La angustia y la
desesperación del hombre por no encontrarle sentido a su existencia, etcétera.

150
El optimismo que imperaba en la época de la Ilustración (siglo XVIII), época en que se
veneraba el progreso científico como consecuencia de las ‘‘luces" de la razón, y que
exaltaba el dominio de la naturaleza por la razón, así como el fundamento último (el
espíritu) que debería conducir el destino histórico del hombre, se resquebrajan y son
reemplazados por una nueva concepción del hombre.

Entonces se considera que la razón o el espíritu hegeliano son un fracaso. Surge una
reacción contra todo trascendentalismo, llámese “espíritu”, "esencia", “razón", “Dios"; se
buscan ideas o valores trascendentes para con ellos poder dirigir el destino de hombres y
pueblos, ávidos de encontrar un sentido a las cosas.

El existencialismo frente al racionalismo

Según Guillermo Federico Hegel (1770-1831), cuya filosofía es la más cabal expresión del
racionalismo y el esencialismo, el destino histórico de los pueblos tiene su explicación en
el espíritu, mismo que le permite devenir o transitar de una época a otra.

Desde el punto de vista del existencialismo, la limitación de este racionalismo hegeliano


consiste en fincar el destino del hombre, pero no en el hombre concreto e individual, sino
en el hombre abstracto, o bien, en el espíritu universal que existe quién sabe dónde.

De este modo, la existencia concreta del hombre se diluye, se escamotea, se oculta. Lo


que queda de él, en la filosofía de Hegel, es un hombre sin sangre propia, desdibujado y
sin vida. El existencialismo reacciona contra este tipo de filosofía abstracta, especulativa e
idealista.

Esta reacción contra el hegelianismo ya se empieza a advertir en Kierkegaard, quien se


auto-designaba el “anti-Hegel, por su empeño en rescatar al hombre concreto, al hombre
de “carne y hueso" como lo llama el existencialista español Miguel de Unamuno.

Características del existencialismo

A continuación te daremos algunas notas o características del existencialismo.

Según el existencialismo, el hombre es lo que es por el mismo. Esto significa qué la


existencia humana no tiene fundamento en un espíritu exterior o ajeno al hombre y que
es el hombre mismo responsable y hechura de su propia existencia.

El hombre, de esta manera entendida, no es algo hecho y acabado de una vez por todas,
sino algo que se está desarrollando y desdoblando infinitamente, como infinitas y variadas
son las posibilidades que puede asumir la existencia humana.

Ahora bien, el principio de esta auto fundamentación que realiza el hombre en su

151
quehacer es la libertad Esta libertad se destaca abiertamente en el existencialismo ateo.
Sin Dios, el hombre sólo se tiene a sí mismo y se encuentra en una situación de libertad
radical. Por la elección decisiva, el hombre mismo crea su destino, se afirma o determina.

Así, el más conspicuo de los existencialistas ateos. Jean-Paul Sartre (1905-1980) considera
que el hombre está condenado a ser libre y que, por lo tanto, no tiene escapatoria, dado
que él tiene que determinarse, fundamentarse a sí mismo.
El hombre, así concebido, es el único responsable de su hacer y destino histórico, como
pueblo o como individuo particular. Si esto no fuera así, si el hombre depositara sus
decisiones, su responsabilidad en otro ser (por ejemplo. Dios), entonces no podríamos
hablar de libertad.

Complementemos e ilustremos estas ideas con la siguiente lectura:

"El hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente, en lugar de ser un
musgo, una podredumbre o una coliflor; nada existe previamente a este proyecto; nada
hay en el cielo inteligible, y el hombre se da ante todo lo que habrá proyectado ser. No lo
que querrá ser. Porque lo que entendemos ordinariamente por querer es una decisión
consciente, que para la mayoría de nosotros es posterior a lo que el hombre ha hecho de
sí mismo.

Yo puedo querer adherirme a un partido escribir un libro, casarme: todo esto no es más
que la manifestación de una elección más original, más espontánea, que lo que se llama
voluntad. Pero si verdaderamente la existencia precede a la esencia, el hombre es
responsable de lo que es. Así, el primer paso del existencialismo es poner a todo hombre
es posesión de lo que es y asentar sobre él la responsabilidad total de su existencia. Y
cuando decimos que el hombres responsable de sí mismo no queremos decir que el
hombre es responsable de su estricta individualidad, sino que es responsable de todos los
hombres’’ el hombre no sólo se autoestima o auto- funda, sino que además le da
fundamento al mundo. El mundo objetivo no es mera exterioridad independiente o
separada del hombre. Para el positivismo o para la filosofía analítica, todo criterio o juicio
del sujeto violentaría la verdad objetiva. Aquí, la verdad científica deberá, pues, estar al
margen de cualquier criterio subjetivo.

Para Sartre, por el contrario, el mundo está estrechamente ligado al hombre, porque es el
hombre mismo quien le da fundamento y sentido. El mundo, señala Sartre, sería un
desierto si el hombre no existiera. Para el hombre, entonces, no existe otro mundo, sino
sólo el mundo en el cual vive. Así, el mundo de las ideas o esencias eternas, postulado por
Platón, o el mundo prometido después de la muerte, no existen. El destino del hombre
está en el mismo.

Nos encontramos ahora con otro concepto clave para el existencialismo: la mundanalidad.
En virtud de ésta, el hombre se encuentra en una relación permanente con los objetos del
mundo, y, como es obvio, no nos podemos escapar de esta relación.

152
Para la filosofía existencialista, los objetos no son para el hombre sino meros utensilios y
esta utilidad que revisten los objetos la que los hace relacionarse con el hombre de una
manera peculiar.

Ahora bien, un objeto que no esté en una relación de utilidad con el hombre, dejara de
serle útil. El mundo es, en esto sentido, el conjunto, el universo de los utensilios; por lo
tanto, el hombre es quien le da un fundamento al mundo.

Digamos algo sobre otro concepto Importan te para el existencialismo: la subjetividad.

Como recordarás, los primeros filósofos griegos los llamados presocráticos se ocuparon
del mundo exterior; ellos buscaban el principio fundamental de todas las cosas y del
universo.
E1 primer gran paso hacia el mundo subjetivo, hacia el mundo de lo humano, lo dieron, en
el siglo v a. de C., Sócrates y los sofistas. Posterior mente, otro impulso a esta empresa lo
dio, ya en la época moderna (siglo XVI), René Descartes con su famosa fórmula; "cogito,
ergo sum (pienso, luego existo"). Y dentro de este mismo proceso estará la corriente
fenomenológica que veremos más adelante y cuyo exponen te principal es Edmundo
Husserl (1859-1938).

El existencialismo, finalmente, lleva la subjetividad a un nivel en el que el mundo objetivo


acaba por desembocar en una interioridad subjetiva; es decir, se asimila a la interioridad
humana. Así, el mundo tendrá sentido, si éste tiene como fundamento la subjetividad. De
aquí se desprende que términos como "culpa", "angustia", “náusea", se originen de una
vivencia existencial como el único modo de ser propio.

Finalmente, hagamos una breve caracterización de las tendencias o manifestaciones del


existencialismo: las que encontramos en Martin Heidegger y las desarrolladas por Jean-
Paul Sartre.

El existencialismo de Martin Heidegger

La filosofía existencialista, en un sentido estricto, se inicia con la obra El ser y el tiempo


(1927) de Martin Heidegger.

Martin Heidegger nació en 1889 en Messkírch, Alemania; estudió en la Universidad de


Friburgo con Rickert y Husserl. Después de doctorarse en universidad, en 1914, fue
nombrado en ella docente privado (1916). En 1923 fue electo profesor titular de Friburgo.

En 1933 fue elegido rector de la universidad, iniciándose una breve pero muy discutida
etapa de su vida en la cual se adhiere al nacionalismo. Demitió del rectorado a los pocos
meses, prosiguiendo con la enseñanza, pero llevando una vida retirada. Suspendido del
empico en 1945, durante la ocupación de la Alemania Occidental por los aliados, se le
permitió, en 1952, reingresar a la universidad.

153
Este filósofo existencialista muere el 26 de mayo de 1976 en Friburgo; sus restos
descansan en el pequeño cementerio de su ciudad natal (Messkírch).

En El ser y el tiempo, Heidegger se propone replantear el problema metafísico del ser. Se


formula la pregunta fundamental que interroga por el ser.

Esta crucial investigación sobre el ser terminará orientándose hacia el hombre,


precisamente quien se hace esta pregunta y quien tendrá que revelar al ser como sujeto
que habla y se comunica. Por medio del habla se deberá, entonces, revelar la estructura
del ser.

Heidegger es creador de muchos términos o neologismos extraños. Por ejemplo, él


sustituye el término “hombre" por el de dasein (ser ahí), para indicarnos que el hombre
tiene que "habérselas con el mundo" mediante el trabajo y la creación cultural.

El dasein, apunta Heidegger, se entreteje, se interrelaciona con un mundo de relaciones


impersonales. Dicho de otro modo, el hombre hace de su vida o de su existencia algo
insustancial, trivial o inauténtico. Por ello ahora la pregunta es: ¿cómo el dasein toma
conciencia de su in autenticidad?

Heidegger rechaza la idea de trascendencia y por ende de Dios. Así, el factum de la


conciencia (Kant) no nos remite a Dios para que de aquí devenga una conciencia de la
conciencia (o autoconciencia).

El dasein (o sea el hombre) no tiene otra alternativa que buscarse a sí mismo en los límites
de su ‘‘mismidad’’. En este sentido el hombre es posibilidad, porque él mismo se
autodetermina, y si se autodetermina, elige, y por lo mismo es libre. Esta libertad no es
más que el proyectarse (Intencionalidad) de una conciencia en el mundo.

Cabe aclarar que la razón o conciencia en Heidegger no es ya la conciencia metafísica tras-


cendente. No es, pues, el ser en general, sino un hacer y un obrar en el mundo.
Así, y sólo así, el dasein revela el ser, pero no el ser metafísico entendido a la manera
tradicional, sino el ser del ente que se concreta en el habla; esto es, cuando lo
comunicamos a otro o a otros dasein.

Ahora nos damos cuenta por qué Heidegger no habla del hombre en general, sino del
dasein concebido como “ser en el mundo".

La conciencia se mira al espejo y se autorre-conoce, esto es, toma conciencia de su


autorrealización como conciencia.

La culpabilidad es como la palanca que mueve y hace posible elegir en una situación
concreta. Y si elijo es porque estoy en deuda y tengo el deber de saldarla. Pero, ¡cuidado!,
este deber no es un deber trascendente, dado que ha sido posible como producto de mi

154
responsabilidad consciente en el mundo.

'Trascendencia es otro concepto importante, que en Heidegger no tiene tampoco un


sentido metafísica y tradicional. Trascendencia significa un estado de apertura, o el modo
concreto en el que, por cierto, el dasein se encuentra en el mundo en un estado de
apertura, esto es, abierto a toda posibilidad de ser.

Ahora bien, en el fondo de esta trascendencia o en este proyectarse en el mundo, el


hombre finalmente descubrirá la nada como la Ultima comprensión de su ser, que unida a
la angustia descubre que es un ser para la muerte. Éste será, pues, el fondo último al que
llegará el dasein.

Así, en Heidegger él, ser último del dasein será la nada. La angustia es un temple de ánimo
que nos coloca ante la nada La angustia es radicalmente distinta al miedo, no hay que
confundirlos. Tenemos miedo siempre de tal o cual cosa determinada. El miedo se da
frente a algo determinado.

Mediante la angustia se hace patente la nada, la angustia nos deja absortos porque hace
que se nos escape el ente en su totalidad.

En virtud de la angustia, sólo queda el puro existir en la conmoción de este estar en


suspenso en donde no hay nada a qué asirse.

La angustia nos vela las palabras. Como el ente en su totalidad se nos escapa,
acosándonos la nada, enmudece en su presencia, todo decir “es".

Si muchas veces en la desazón de la angustia tratamos de quebrar la o quedad del silencio


con palabras incoherentes, ello prueba la presencia de la nada.

Que la angustia descubre la nada confírmalo el hombre mismo inmediatamente después


que ha pasado. En la luminosa visión que emana del recuerdo vivo nos vemos forzados a
declarar: aquello de y aquello por lo que nos hemos angustiado era realmente, nada.

En efecto, la nada misma, en cuanto tal, estaba allí.

Ahora que hemos terminado este breve asomo al pensamiento de Heidegger, te


proponemos que reflexiones sobre lo siguiente:

¿Qué importancia tiene el concepto de la nada para el existencialismo?

_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

155
b) ¿Podemos decir que Heidegger es un pesimista cuando dice que el dasein es un ser
para la muerto?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

El existencialismo de Jean Paul Sartre

Sartre nadó en París en el año de 1905. Estudió en la Escuela Normal Superior, donde
recibió, en 1929, la "agregación" en filosofía.

De 1931 a 1933 se desempeñó como profesor en el Liceo de El Havre. Después estudió en


Berlín la fenomenología y La filosofía de Heidegger. De 1934 a 1939, enseñó en varios
Liceos de Francia. En 1940 fue prisionero de los alemanes, pero al año siguiente fue
liberado y volvió a impartir sus clases hasta 1945, año en que fundó la revista ‘‘Los
tiempos modernos’’ y se consagró a la actividad literaria. El gran existencialista francés
muere en 1980.

Sartre, como ya hemos dicho, desarrolla muy claramente un tipo de existencialismo ateo,
el cual se manifiesta en el clima de opresión y disolución de la Segunda Guerra Mundial.

De la idea de que Dios no existe, van a emerger importantes conclusiones de su filosofía.


Por ejemplo, la idea de que la trascendencia o ser en sí (ser absoluto) no es ya el
fundamento de las cosas, sino más bien el sistema global de la realidad bruta; la totalidad
del ser inmediato que, aunque debiese fundamentarse a sí mismo, no lo podría hacer sino
mediante la conciencia de este ser para sí que es el hombre, el cual tiene la insoportable
tarea de fundamentar y darle sentido a la totalidad del mundo.

Sometiendo la filosofía de Husserl a una rigurosa crítica. Sartre intentará construir una
teoría fenomenológica de la conciencia.

Ahora bien, la conciencia para Sartre no es pura intencionalidad o conciencia hacía, sino
una conciencia de algo, pues tal conciencia no está divorciada o desligada del mundo.

En una de sus obras capitales, titulada El ser y la nada, Sartre emprende una acuciosa
investigación sobre b realidad humana. En otras palabras, Sartre pretende conocer la
naturaleza humana última y universal en el mundo; es decir, sin tener que recurrir a una
esencia universal “a priori" que dé cuenta del ser del hombre.
En todo caso, la reflexión sobre el hombre se centra en ese mundo peculiar de relación

156
entre el ser y el pensar o entre la materia y el espíritu.

Veamos a continuación algunos rasgos sobre este problema;

a) Para Sartre el problema del ser no es un falso problema. El ser queda, pues,
revelado por la vía de una experiencia inmediata como la náusea, como el hastío,
etcétera.

Ahora bien, la ontología no será sino el análisis fenomenológico del ser tal y corno se
manifiesta inmediatamente. Tal afirmación no es tan complicada, puesto que para Sartre
toda "conciencia es conciencia de algo"; es decir, que la conciencia tiene un referente real
o bien que la conciencia implica un ser otro distinto a ella.

El ser, pues, “está en todas partes" y "tengo la impresión de poderlo tocar", nos dice
Sartre.

Según esto, el ser se nos hace presente, no como ser en general, sino como un modo de
ser (como cosa). Y si ello es cierto, entonces se deberá plantear la relación particular entre
la conciencia y la cosa.

Sartre llama a la conciencia con el nombre de “el para sí”, mientras que la cosa u objeto,
es decir el mundo, será el “en sí". En este sentido, el en sí y él para sí no están divorciados,
pues configuran el ser propio del hombre.

En el ser en sí, en la cosa o inundo, no hay nada oculto. La apariencia no esconde la


esencia, sino que la revela: es esencia.

Por ello, dice Sartre, citando a Husserl y a Heidegger, el fenómeno es lo “relativo


absoluto", relativo en cuanto a la conciencia, pero absoluto en cuanto es el dato más allá
del cual no hay nada.

Un camino para acceder a la estructura del ser en si es para Sartre el sentimiento de la


náusea, experiencia central en la filosofía sartreana. Por medio de la náusea (Sartre nos
habla de esta experiencia en una novela del mismo nombre), los existentes. Las cosas, se
revelan en cuanto tales, desprovistas de esencias y de relaciones. Así, por ejemplo, una
raíz deja de ser una especie, un mero concepto para convertirse en un ser individual, en
un ser nudoso, inerte, sin nombre, con su aspecto oleoso, calloso, testarudo. “Esta raíz
aquí, con su color, su forma, su movimiento, era algo por debajo de toda explicación.

Este encuentro, pues, con I3S cosas mismas, descarnadas, desvestidas de esencia y de
necesidades o justificaciones nos provoca náuseas (náusea existencia). Para Sartre no hay
ningún ser necesario que pueda explicar y justificar la existencia.

La contingencia no es un falso rostro, una apariencia que se pueda disipar, es lo absoluto,

157
y por consiguiente la perfecta gratuidad. Todo es gratuito, este jardín, esta ciudad, yo
mismo. Y cuando sucede que nos damos cuenta de ello, se nos revuelve el estómago y
todo se pone a fluctuar he aquí la náusea.

b) Un rasgo esencial del existencialismo es el que se relaciona con la libertad. Es muy


conocida la fiase sartreana “El hombre está condenado a ser libre"; y no tiene
escapatoria para enfrentarse a esta libertad; incluso, el no elegir es ya elegir, es
tomar una decisión. Por eso, el hombre estará siempre comprometido en su hacer
y en su elección.

Suponiendo que el hombre es completamente libre, nadie entonces podrá trazarlo


caminos ni enajenarle su libertad. El hombre es lo que él quiere ser, el hombre inventa al
hombre. El hombre puede inventar coartadas (puede proceder de mala fe) si quiere, pero
siempre, dice Sartre, será el único responsable de su actuar.

Este actuar, libre y consciente, al asumirse de manera comprometida y responsable, nos


llevará a tomar conciencia de que es lo único bueno y convincente que nosotros pudimos
realizar.

La libertad, en cuanto a fundamento de mis acciones, es la única esperanza que valida al


existencialismo como un verdadero humanismo.

Sartre no acepta, como Heidegger, que lo más propio y autentico sea la muerte, porque
ésta es más bien la eliminación de todos los posibles.

La muerte como el nacimiento, son simplemente hechos absurdos y gratuitos. Lo más pro-
pio de la condición humana no es, pues, la muerte, sino lo indeterminado, la nada y la
libertad.

La libertad se ejerce siempre ante una situación dada, ante una realidad constituida, ante
una realidad que ya es y consiste justamente en la acción aniquilante del “en sí" a través
de la cual la nada penetra en el ser. En esto se cifra el acto libre: es la acción contra lo que
es, literalmente contra natura, antinatural, “análisis", según la designa el propio Sartre.”
Ahora, reafirma esta breve incursión que hemos hecho en el pensamiento de Sartre con la
explicación de los siguientes conceptos (utiliza tus propias palabras):

Existencia
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
______________________________________________________________________

158
La fenomenología

Entre las filosofías que surgen en nuestro siglo ocupa un lugar destacado la
fenomenología, creada por el filósofo, Edmundo Husserl.

Junto con las filosofías de la vida (existencialismo, vitalismo, historicismo), la


fenomenología representa una importante corriente filosófica que efectúa un
rompimiento con el siglo XIX, para inaugurar una nueva etapa y modo de pensamiento
que tendrá seguidores en todo el mundo.

La fenomenología, como vamos a ver, es sobre todo un método de investigación, que


consiste en el análisis de la esencia de lo lado, del fenómeno.

Literalmente hablando, sería un tratado o descripción de los fenómenos.


Este método, en la historia de la filosofía, ha tenido amplias repercusiones y seguidores,
empezando con Martin Heidegger y Max Scheler, Discípulos del propios Husserl, y
continuando con fenomenólogos como: Alexander Pfander (1870-1941), Moritz Geiger
(1880-1937), Edith Stein (1891-1942), quien perteneció a la orden de los carmelitas y
murió en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, y, finalmente,
Adolph Reinach (1883-1916).
Entre los filósofos franceses que se adhirieron a la fenomenología se cita a Alejandro
Koyre y G. Levinas, y entre los norteamericanos, a Martin Farber.

Algunas características

Entre las características que podríamos adjudicarle a la fenomenología estarían las


siguientes.

 Se trata de un método que consiste en describir el fenómeno, es decir aquello que


se nos da en forma inmediata (el fenómeno es lo que aparece ante la conciencia).

 Se desentiende de las ciencias de la naturaleza, enfrentándose al empirismo y al


psicologismo, los cuales somete a una rigurosa critica.

 Se interesa más por la lógica y la matemática como modelos de ciencias formales


en donde se advierten las esencias.

 Asimismo, se opone al idealismo, al no partir de una teoría del conocimiento


previa y al remontarse a los orígenes y fundamentos.

 Su objeto, lo que busca aprehender, son las esencias, es decir, los contenidos
inteligibles, ideales y permanentes de los fenómenos, los cuales son captados por
medio de una intuición especia llamada intuición eidética.

159
 Recibe varias influencias ante las cuales siempre adopta posiciones críticas, es
decir no las sigue al pie de la letra, siendo las principales: las de Platón, René
Descartes, Kant, Bolzano y Franz Brentano.

Estas características de la fenomenología nos revelan, como dice Bochenski, ‘‘una actitud
radicalmente contraria a todos los rasgos que dominan el siglo XIX’’.

Por ejemplo, en el siglo XIX el empirismo y el psicologismo dominan la escena y estas


filosofías, como sabemos, se oponen por completo a un conocimiento que busca la
esencia de todo.

Algunos datos biográficos do Husserl, creador de la fenomenología

Edmundo Husserl nace en 1850 en el seno de una familia judía, en Possnitz, Moravia, que
entonces era provincia austríaca, Estudia matemáticas en Viena y se doctora en 1883 con
una tesis sobre el cálculo de las Variaciones.

Su preocupación por profundizar en la matemática le conduce al estudio de la filosofía, y


en 1891 presenta una nueva tesis sobre la filosofía de la aritmética inspirada por Bolzano.
Husserl desarrolló su actividad académica en las Universidades de Halle, Gotinga y
Friburgo en Brisgovia. Fue un trabajador infatigable; tenía una capacidad extraordinaria de
análisis y una famosa agudeza mental.

La amplia obra que nos legó no es de fácil lectura, mas no por deficiencia en su lenguaje,
sino por la aridez de su temática.

Consagró toda su vida a la fundación de una nueva filosofía que llamó fenomenología, la
cual pretende ser una ciencia rigurosa. Para esta filosofía se inspiró en su maestro Franz
Brentano, sacerdote católico, de quien tomó un concepto que le pareció esencial: la
intencionalidad. Pero entre el nuestro y el discípulo había diferencia de pensamiento:
Brentano creía renovar la filosofía manteniéndose en el terreno de la psicología empírica,
mientras que Husserl recurría, para tal renovación, a una ciencia de carácter ideal como
son las matemáticas.

Entre 1900 y 1901, Husserl publica un libro llamado las Investigaciones Lógicas, donde
aparecían ya algunos temas de la fenomenología. En este momento parece adoptas una
posición realista e, incluso, una especie de realismo platónico de las ideas.

En 1911 formula un programa de trabajo, con una especie de manifiesto titulado: La


Filosofía como ciencia rigurosa, donde, precisamente, pone las bases o condiciones para
que la filosofía siga el camino firme y seguro de una ciencia y abandone concepciones
subjetivas sobre el mundo.

En 1913 publica las Ideas para una Fenomenología pura y una Filosofía Fenomenológica,

160
en la que aparecerán todos los trabajos de la escuela fenomenológica. En esta obra se
orienta por el método de "reducción", mediante el cual pone al mundo real entre
paréntesis, enfilándose hacia un idealismo trascendental, el cual desconcierta a sus
discípulos, pero que no abandonará ya desde ese momento.

En 1929, publica otro libro llamado lógica Formal y Trascendental

En 1931, pronuncia cuatro conferencias en la Sorbona, que se publican con el titulo de


Meditaciones Cartesianas

En 1936, publica la Crisis de las Ciencias europeas y la Fenomenología trascendental.


Edmundo Husserl muere en 1938 y deja una cantidad enorme de manuscritos, los que han
sido recogidos en Lovaina y se han ido publicando poco a poco.

En torno al pensamiento de Husserl.


Su crítica al psicologismo

En una de sus primeras obras, que según vimos son las Investigaciones Lógicas, Husserl
critica severamente el psicologismo, corriente que está emparentado con el empirismo y
con el nominalismo.

El nominalismo, que ya se vislumbra desde la Baja Edad Media, con Guillermo de Occam,
es una corriente filosófica para la cual los conceptos, los universales, no son más que
nombres y sólo existen efectivamente las representaciones y los hechos individuales. De
esta manara, las, leyes lógicas no son sino meras generalizaciones empíricas e inductivas,
comparables a las leyes de la ciencia natural.

Por su parte, el psicologismo es una tendencia que explica todo a partir de procesos
psicológicos. Para esta corriente la lógica se reduce a los actos psíquicos. Así, por ejemplo,
los juicios son actos psíquicos; por ende, sus relaciones y los principios correspondientes
son relaciones y principios psicológicos".

Do acuerdo con el psicologismo y d empirismo, la lógica es una ciencia o arte normativo


que nos enseña a bien pensar, o cómo debemos pensar.

Sin embargo, para Husserl la lógica no se reduce a un conjunto de reglas obtenidas de la


experiencia y destinadas a orientar nuestro modo de pensar, sino que de hecho entraña
evidencias que son necesarias. Por ejemplo, el principio de la contradicción, que una y la
misma cosa no puede ser y dejar de ser al mismo tiempo lo que es, es una ley de los
juicios verdaderos y no constituye algo meramente subjetivo, algo probable o pasajero,
que descanse en la experiencia sensible.

Para el psicologismo, los principios lógicos o leyes lógicas serían sucesiones de ciertos
fenómenos pasajeros y variables; de ahí que no sean posibles, entonces, fundar la verdad

161
y el conocimiento certero sobre ellos.

Los errores del psicologismo, según Husserl, provienen de confundir los objetos de la
lógica con los fenómenos, con los procesos psíquicos, o de creer que el asunto de la lógica
es de orden puramente psicológico.

Sin embargo, el objeto de la lógica no puede sor psicológico; el psicologismo confunde dos
órdenes de objetos por encontrarse ambos en estrecha relación. La palabra ‘juicio", por
ejemplo, es equívoca; designa ciertos actos psíquicos (el acto mismo de enjuiciar, de
afirmar, de fallar, etcétera), pero también designa los objetos intencionales de estos actos
(los objetos a los que se refiere).

El psicologismo cree que el objeto de la lógica son estos actos, pero su verdadera
preocupación de estudio son los objetos de estos actos.

Ahora bies, estos objetos son unos objetos ideales, las significaciones de las expresiones
del lenguaje; y corresponde a la lógica abordar solamente estas significaciones; admitir la
existencia de esta primera clase de objetos ideales que no se reducen a los fenómenos
psíquicos. Así, pues, según Husserl, es necesario escapar a los absurdos que el
psicologismo entraña.

Las leyes lógicas no pertenecen al ámbito de la psicología, pues son leyes ideales y, por lo
tuto, de carácter a Priori.

Asimismo, en contra del nominalismo, Husserl piensa que los conceptos, los universales,
no son representaciones generalizadas.

Lo que nos podemos representar cuando entendemos un enunciado matemático, por


ejemplo, no tiene mayor importancia.

Para Husserl lo universal no es una mera imagen empírica, sino un objeto muy peculiar, un
contenido ideal universal.

El método fenomenológico

Si la filosofía quiere renovarse, piensa Husserl, es necesario volver a las cosas mismas,
volver a los datos inmediatos para ver cómo son éstas en realidad; para analizarlos,
valorarlos y describirlos. Es necesario avanzar hacia las cosas mismas.

Ésta es la regla de oro, el principio fundamental del método fenomenológico


Las "cosas" constituyen lo dado, aquello que vemos y que está delante de nuestra
conciencia, lo que se da se llama “fenómeno" y significa, justamente, lo que aparece, lo
que está patente ante la conciencia. De esta manera, el rigor al que nos introduce la
fenomenología consiste en no admitir nada que no podamos verificar.

162
Nada hay definitivo ni metafísico, sino verdades parciales y provisionales, que, sin
embargo, son susceptibles de ser reanudadas e integradas a verdades ulteriores, más
completas y más universales.

Volvamos a la cosas mismas; describámoslas tales como las vemos; pongamos en claro
nuestra experiencia; expresemos rigorosamente lo que vivimos, he aquí la razón en
génesis y La filosofía lanzada a un asombro eterno ante la rica complejidad de lo real.

De acuerdo con esta exigencia husserliana de “ir a las cosas mismas’’ para describirlas tal
como las vemos, te proponemos el siguiente ejercicio Encoge un fenómeno cualquiera, un
objeto, un acontecimiento social, político, económico, histórico, etc., y descríbelo
cuidadosamente a continuación.

Nombre del fenómeno:


_________________________________________________________________________
_________________________________________________

Notas esenciales que lo describen:

a) ______________________________________
b) ______________________________________
c) ______________________________________
d) ______________________________________
e) ______________________________________

Por esta exigencia de ir hada lo dado, Husserl se califica a sí mismo de verdadero y


absoluto positivista.

Sin embargo, para él, los que se consideran positivistas cometen graves errores, errores
que es necesario superar si se quiere llegar, efectivamente, a la realidad verdadera.

Según Husserl, los positivistas que han aparecido en la historia de la filosofía confunden,
propiamente, el ver en general con el ver meramente sensible y empírico. No se dan
cuenta de que cada objeto sensible e individual tiene una esencia hacia la cual debe
enfocarse el conocimiento.

Precisamente, la fenomenología es una ciencia de esencias o ciencia eidética. También


existen la tiendas tácticas, que se ocupan de hechos, de cosas que descansan en la
experiencia sensible, como las ciencias naturales o empíricas, pero, en todo caso, estas
ciencias (fácticas se tendrán que basar, en un momento dado, en las ciencias de esencias,
ya que todas las ciencias, en última instancia, se apoyan en la lógica y la matemática, y
también porque todo hecho se sustenta en una entidad esencial a la cual se dirige la
fenomenología.

163
Aquí podemos recordar el sueño cartesiano, la Mathesis Universal, el gran Intento de
matematizar todas las ciencias en pro de una total evidencia.

La fenomenología se caracteriza por ser puramente descriptiva y su método consiste,


fundamentalmente, en la descripción de las esencias.

No es posible caracterizar los hechos sin acudir a su esencia. Debemos tener en cuenta
que todo hecho supone una esencia.

Las esencias que maneja el fenomenólogo no son subjetivas, no son funciones del filósofo
idealista. Son objetivas, son objetos ideales, con todo el rigor que tiene la palabra objeto.
Asimismo, las esencias no son solamente formales; hay, desde luego, esencias puramente
formales, como son objeto, rebaña, unidad, etcétera.

Sin embargo, la inmensa mayoría de las esencias son materiales, según José Gaos, “este
descubrimiento de una priori material es acaso el más importante de la fenomenología;
es, en todo caso, el punto estricto en que se funda su expansión dentro de la filosofía
contemporánea".

Recordemos incluso cómo Max Scheler retoma este a priori material en su teoría de los
valores.

Así, en efecto, el sistema de las esencias, aunque riguroso, es ilimitado, las esencias son
innumerables, ya que se extienden a todos los objetos, no sólo reales sino también
posibles y aun imposibles.

Ahora bien, para llegar a la esencia o eidos buscado, la fenomenología procede por etapas
graduales.

Al abordar los fundamentos de la ciencia, la fenomenología se perfila como una "filosofía


primera", o sea, que procede con una ausencia total de prejuicios o de supuestos previos.

AI mismo tiempo, como señala Bochenski, la fenomenología "es una ciencia rigurosa,
apodíctica. Su ejercicio no es nada fácil y, sin embargo, tanto Husserl como sus discípulos
han demostrado que el método fenomenológico abre un campo inmenso para
investigaciones extraordinariamente fecundas".

La epoche fenomenológica

Como punto de partida de su recorrido, la fenomenología practica lo que Husserl llama


una epoche, es decir, un poner "entre paréntesis" o en suspenso, ciertos elementos de lo
dado, desinteresándose o desatendiéndose de ellos.

164
Esta epoché es una eliminación o depuración preliminar necesaria para entrar al estudio o
descripción del fenómeno en sí.

La reducción o epoché filosófica que Husserl se propone llevar a cabo consiste en


suspender el juicio sobre la enseñanza de toda filosofía anterior (reducción filosófica). Es
una actitud radical frente a los ídolos, tradiciones y toda clase de prejuicios, a fin de hacer
valer el derecho autónomo de la razón, como criterio de verdad.

Husserl piensa que juzgar las cosas mismas; atenerse a ellas prescindiendo de discursos y
opiniones; interrogarlas en cuanto se den a sí mismas; y rechazar todos los prejuicios
extraños, es algo necesario para conquistar la verdad.

Solamente por este camino la filosofía llegará a ser una ciencia rigurosa, al no admitir
nada que no se funde sobre una evidencia apodíctica, esto es, completamente universal y
necesario. Tal es el significado de esta reducción puesta en marcha por el método
fenomenológico.
Te habrás dado cuenta que este procedimiento, basado en practicar una serie de
reducciones, nos recuerda la filosofía de Descartes, en la que al igual que la de Husserl, se
pretendía llegar a una evidencia absoluta sobre las cosas. Se dice, incluso, que en Husserl
esta exigencia es mucho más radical.

Asimismo, te podrá, percatar que en realidad es este el ideal de toda filosofía, según la
característica de radicalismo que ya hemos visto. Tal como Luis Villoro nos dice:
La filosofía justamente lo contrario de una imposición de doctrinas: es la voz que india a
cada quien a ver con sus propios ojos y a adherirse a la razón tal como en sí mismo la en-
cuentra.

La filosofía (y esto es absolutamente aplicable a la filosofía husserliana) es retorno del


mundo a su origen. Origen, no en la acepción de génesis temporal, causal o histórica;
origen en la doble acepción fundamento de validez de cualquier significado y de principio
a partir del cual todo se constituye para configurar un mundo.

La reducción fenomenológica
Otro momento fenomenológico está constituido por lo que se llama la reducción
fenomenológica trascendental, y que supone a la anterior reducción o puesta entre
paréntesis.
La finalidad de esta reducción es la de revelar el yo o la subjetividad trascendental.
La existencia del mundo, fundada sobre la evidencia de la experiencia natural, no es un
hecho de suyo evidente, como ya se dijo. La reducción fenomenológica es bastante
radical, se extiende a todas la; denotas tácticas, experimentales, a la metafísica y hasta las
riendas formales como la matemática y la lógica que, como tú sabe, presumen de ser
exactas y rigurosas.

165
Cuando aplicamos esta reducción fenomenológica sólo queda el yo puro, el cual se salva
de toda duda o cuestión amiento. Este yo se distingue del metafísico o cartesiano
(sustancia pensante), así como del yo empírico que estudia la psicología.

Por medio de la reducción fenomenológica, se pasa de una actitud natural o dogmática,


en la que se cree ingenuamente en las cosas, a una actitud fenomenológica, en donde se
suspende la creencia en la existencia real del mundo para considerar a todas las cosas
como “fenómenos".

Ahora bien, con estos fenómenos se logra captar lo absoluto, no como un ser en sí y por sí
(como lo entendería la metafísica), sino como un ser conocido de una manera inmediata e
indubitable, es decir, como el ser absolutamente dado.

Con esto tenemos que el ámbito de la fenomenología, propiamente dicho, es la conciencia


pura junto con sus estados de conciencia o sus fenómenos, a los que Husserl llama
‘‘Vivencias”. Y como una de las primeras comprobaciones que se imponen es la de que las
vivencias se escurren en el tiempo, se podrá decir también que la fenomenología tiene por
objeto “el flujo puro de lo vivido", como dice Husserl.

La fenomenología no pretende explicar su objeto o sea, la conciencia pura como la psico-


logía lo haría, sino más bien describirlo, puesto que no tenemos ninguna evidencia de ella.
La intencionalidad de la conciencia.

Una vez que Husserl se instala en el ámbito de la conciencia, descubre un concepto muy
importante para su filosofía, concepto que toma de su maestro Franz Brentano (1838-
1917): "La intencionalidad de la conciencia’’.

Para Husserl, se llega a la contienda pura mediante este capital concepto de la


intencionalidad.

La intencionalidad es la propiedad común a todos los estados de consciencia vividos de


deferirse a un objeto. Es indudable que toda conciencia es conciencia de algo. Por
ejemplo, si yo amo es que hay un objeto amado, si imagino es que hay un objeto
imaginado, y así sucesivamente.

Hay diferentes modos en que esta intencionalidad se manifiesta.

La percepción se refiere al objeto de una manera distinta que la imaginación, el recuerdo,


la significación, la intuición, el juicio, la valoración, el deseo), la voluntad, etc. Sin
embargo, siempre la conciencia consistirá en referirse a un objeto.

Pero si la intencionalidad define a la conciencia, el yo o esta conciencia que vive las


vivencias no es algo que {Hieda ser considerado como para sí o como un objeto, sino que

166
es algo en sí y por sí algo primario e indescriptible que Husserl concibe como un yo puro.
Este yo puro, esta conciencia pura, no es ningún sujeto real o empírico, sus actos no pasan
de ser relaciones meramente intuiciones (es decir, producto de intuiciones).

Noema y noesis

Por otro lado, en virtud de la intencionalidad, podemos decir que hay una correlación
entre el fenómeno y la conciencia. El fenómeno sólo es para la conciencia y la conciencia
sólo es con relación a un objeto; para expresar esta idea, Husserl acude a dos términos
clásicos en su vocabulario: noema y noesis.

Noema seria el fenómeno u objeto intencionado, mientras que noesis seria propiamente
el acto intencional. Así, tenemos que él noema es el polo objetivo de una intención y la
noesis representa el polo o aspecto subjetivo.

Para ilustrar este par de conceptos, Bochenski nos da el siguiente ejemplo:

En un árbol distinguimos el sentido de la percepción del árbol (es decir, el árbol como
objeto), su noema, y distinguimos, además, el sentido de la percepción como tal (noesis).
Por el hecho de dirigirse a la conciencia, podríamos confundir la fenomenología con la
psicología, pero ello no sería posible porque, para Husserl, la fenomenología es una
ciencia eidética, es decir, una ciencia dedicada a describir las esencias, y, a su vez, porque
es trascendental, en la medida en que se describe no al yo empírico y sus estados
interiores, sino, como ya dijimos, al yo puro y sus objetos intencionales. Por ello, la
fenomenología también se ha definido como un análisis intencional o análisis de las
intenciones de la conciencia.

La fenomenología como ciencia eidética

Si bien la fenomenología intenta describir la vida de la conciencia y el flujo puro de lo


vivido, no perdamos de vista que, en última instancia, se trata de una ciencia eidética y
que, por lo mismo, se centra en las esencias. Y ello es así porque, como ciencia eidética, la
fenomenología, según Husserl, será una ciencia rigurosa. Hablando en forma estricta, sólo
hay ciencia de lo necesario y solamente las esencias tienen carácter de necesidad.

Ahora bien, esta ciencia de esencias, que es la fenomenología, dejará fuera a los hechos
particulares y contingentes por no formar parte de la esencia. Dice Husserl:

Para la fenomenología, lo singular es eternamente indeterminado, lo indefinible. Sólo pue-


de conocer de una manera objetivamente válida las esencias y las relaciones de las
esencias.

La esencia de un fenómeno puede definirse como una unidad de sentido, como la unidad
de los diversos aspectos bajo los cuales aparece una cosa.

167
Pero también la esencia puede ser comprendida como una entidad necesaria, como un
conjunto o haz permanente de predicados que tiene necesariamente el objeto.

Para Husserl, las esencias pueden ser abstractas, como las que implican o suponen otras
esencias (por ejemplo, un color que implica la extensión). Pero también pueden ser
concretas (las que no se fundan en otra), como por ejemplo, un árbol o una casa.

La diversidad de esencias le permite distinguir al creador de la fenomenología la existencia


de lo que llama ontologías regionales.

por ejemplo pensamos que una ontología regional es la que a fin de cuentas, practicó
Martin Heidegger al emprender sus análisis sobre el ser del hombre, que llama ‘‘el ser
ahí’’, en su magistral obra: El ser y el tiempo.

Las esencias forman un mundo de relaciones orgánicas que nunca se conquista de una vez
para siempre, sino que se postula como una mota ideal.

Cada aspecto de la realidad, cada recodo del mundo, puede tener su campo regional, así
como cada ciencia tiene sus propios objetos de estudio o exploración.

Pero, para Husserl, la filosofía consiste en la tendencia a alcanzar una visión unitaria de
todas las regiones particulares, sin concentrarse en una sola.

La filosofía fenomenológica, para Husserl, como lo expresa al final de la tercera parte de


las Ideas (una de sus últimas publicaciones), tiende al "ideal de un sistema de todas las
ontologías".

La intuición eidética

Por otra parte, las esencias son objeto do una intuición especifica llamada por Husserl
intuición eidética (Wesenisshau).

Por medio de lo que se llama "intuición", el objeto se hoce presente, en forma inmediata,
a la conciencia.

Mientras una intuición empírica capta inmediatamente, por medio de los sentidos, las
cualidades sensibles de un objeto, la intuición eidética es aquello que aprehende o capta,
en forma temblón inmediata, las esencias.

Repercusiones de la fenomenología

Te hemos mostrado, en este apartado de nuestro tercer capítulo, algunas líneas generales
de la fenomenología, la cual, a pesar de que no fue seguida fielmente por los discípulos y
seguidores de Husserl, influyó de manera considerable al abrir nuevos cauces en la

168
filosofía contemporánea.

Al hacer un balance de la fenomenología husserliana, Roger Verneaux, en su Historia de la


Filosofía Contemporánea, considera que por lo menos hay dos nociones provenientes de
la fenomenología creada por Husserl que han sido decisivas para la filosofía actual, y esta
son: la intencionalidad de la conciencia y la intuición de las esencias, mismas que
someramente hemos revisado.

El estructuralismo
Sobre la definición de estructura

Cuando hablamos de la fenomenología, una de las corrientes más importantes de nuestra


época, nos referimos al mundo de las esencias. Ahora, con el estructuralismo, nos
toparemos con el ámbito de las estructuras.

Lo vivido, lo dado, se descubre sin cesar cercado por un mundo de estructuras y atrapado
en ellas. Para introducirnos al estructuralismo es menester aclarar, ¿qué se entiende por
"estructura"?, ya que es la noción básica que emplea esta corriente de pensamiento que
ahora nos corresponde estudiar.

Pero, para poder definirle qué es la estructura, partamos de un ejemplo muy sencillo: si
alguien te pide que le cuentes la película que viste ayer en la televisión, tratarás, sin duda,
de organizar tu relato, reconstruyéndolo en función de una gran estructura o de una
totalidad, integrada por elementos que se interrelacionan, que es la película misma; y así
darás cuenta de sus partes o elementos principales, de su secuencia, de su coherencia y
hasta de sus posibles rupturas.

Se entiende por estructura el modo en que las partes de un todo se conectan entre sí.
Para descubrir la estructura, es necesario hacer un análisis interno de la totalidad,
distinguiendo los elementos y el sistema de sus relaciones. Entonces aparece la estructura
como el “esqueleto" del objeto o su “armadura", el cual nos va a permitir distinguir entre
lo esencial y lo accesorio, el conjunto de sus líneas de fuerza y, a veces, el mecanismo de
su funcionamiento propio.

Es importante destacar que para el estructuralismo, un sistema no está constituido por la


suma de las partes, sino que el sentido del conjunto es inmanente en cada uno de sus
elementos constituidos (es decir, que si falta un elemento, deshace el sistema).

El estructuralismo va a considerar que la totalidad social, por ejemplo, entraña


necesariamente varios niveles de prácticas o instancias, entre las cuales reina una relación
jerárquica y que esta jerarquía se organiza necesariamente en torno a una instancia
dominante.
Se dice que lo dominante aquí no es un simple hecho indiferente, sino “un hecho esencial
a la complejidad misma".

169
El análisis estructural analiza en cada punto las identidades y las diferencias,
remontándose, para ello, a los elementos simples para después seguir su composición
progresiva en términos complejos (grados de diferencia).

Ante los ojos de los estructuralistas, el mundo está atravesado por un sistema de signos
que, globalmente, se distingue de él. Pero, como dice Roland Barthes (quien aplica el
análisis estructural al campo de la crítica literaria): “no es la motivación lo que constituye
el signo, sino su naturaleza relacional, diferencial"; el signo más motivado. como la sonrisa
de un rostro la cruz del código de autopistas para anunciar un cruce, sólo significa en
tanto se halla articulado en un conjunto de otros signos; en tanto que se redefine en él (en
el signo) indefinidamente el juego de diferencias que lo vinculan con él, así como la
variedad de combinaciones en que puede entrar.”

El término “estructura'' (del latín struere, construir) se ha utilizado cotidianamente para


significar composición, manera de organización, soporte, armazón, esqueleto, como en el
caso de casas, edificios y construcciones en general. Pero en el terreno de las ciencias y la
filosofía va a adquirir otro sentido e importancia.

De manera muy general, podemos decir que:

Una estructura es una totalidad coherente, cuyas partes componentes se encuentran


relacionadas en un conjunto estructural mayor y a vez, cada uno de sus elementos o
componente es reductible al análisis estructural.

Otra definición que complementarla lo anterior, sería la siguiente:

Se entiende por estructura “un todo compuesto de partes relacionadas entre sí según
ciertas leyes identificables de funcionamiento (transformación)".

Las definiciones apuntadas nos revelan que el estructuralismo es lo opuesto al atomismo,


tendencia que aísla términos cuyo conjunto es simplemente su yuxtaposición.

En cambio, el estructuralismo consistirá como ya hemos anotado en buscar las relaciones


que se dan a los términos que unen un valor de posición en un conjunto organizado, y en
aprehender conjuntos cuya articulación los hace significativos.”

Al orientarse hacia la aprehensión de conjuntos articulados, el estructuralismo se


preocupa por establecer modos de composición recurrentes, esto es, tipologías
fundamentadas en estas recurrencias, por ejemplo, sistemas de parentescos, sistemas
políticos, sistemas religiosos, etcétera.

Sin embargo, esta orientación fundamental podría hacernos pensar que el método
estructural se interesa solamente en elaborar "colecciones" o “clasificaciones", como en
un radical positivismo. Contra ello, el estructuralismo declara que “conocer no se reduce a

170
poner una colección en orden“.

Ciertamente, se dice, el estructuralismo siempre habrá de comparar para definir tipos o


reconocer evoluciones. Pero en todo caso, no se tratará ya de un simple observar las
mismas cosas, sino de pensar en los vínculos que unen otras cosas.

El método estructuralista

El estructuralismo, propiamente dicho, comienza cuando se admite que es posible


confrontar conjuntos diferentes en virtud de sus diferencias y no a pesar de ellas. Así, se
logran ordenar oposiciones, en vez de agrupar semejanzas. Aparte de verlos en los
filósofos estructuralistas, tales procedimientos se observan en los lingüistas y etnólogos
por ejemplo, en este último caso, al interesarse más en las diferencias entre las
sociedades que en sus rasgos comunes.

El método estructuralista, como diría Jean Pauillo: “consiste, pues, primeramente, en re-
conocer, entre los conjuntos organizados, que se comparan precisamente para verificar la
hipótesis, diferencias que no seas simples otredades, sino, que indiquen la relación común
según la cual se definen.

Otra cuestión es saber hasta qué punto el estructuralismo es producto de una reducción o
una abstracción que nos conduciría a verlo como un procedimiento exclusivamente
formal.

A este respecto, señalan los defensores del estructuralismo: la estructura lo es de fe real,


e independientemente de fe abstracto que resultar, sus conceptuaciones no eluden los
problemas concretos, sino que los enfrentan. Sus configuraciones, se dice, no son
producto de una abstracción; sus elementos forman parte de la organización, y al nivel de
ésta, sostienen entre sí relaciones observables, aunque, en última instancia, no son éstas
las que constituyes la configuración.

Sin embargo, basándose en estas relaciones observables, el análisis estructural descubre


otras que informan sobre las primeras y explican por qué éstas las que aparecen a la
observación.

De esta manera el estructuralismo se abre a todos los campos, no porque resuelva todos
los problemas, sino porque puede abordarlos.

‘Para probar que lo real está estructurado, nada indica que sea necesario reducirlo. El
estructuralismo no es un formalismo.

Es indispensable, según los estructuralistas, mostrar que la noción de estructura no mutila


la realidad, sino que permite, al contrario, comprender todos sus aspectos.
Esto nos permite explicar nos cómo es que el estructuralismo ha incidido en una gran

171
variedad de disciplinas, tales como la lingüística, la sociología, la psicología, la
antropología, la historia, entre otras.

Buscando superar una comprensión meramente formalista, el estructuralismo comienza


por rechazar la noción de estructura, a la manera de Sartre, cuando la concibe como lo
“práctico inerte", como la huella petrificada o como el producto de una praxis; en suma,
como un “esqueleto" que se estudia como tal.

En su lugar, entiende a la estructura como “un sistema de relaciones “que intenta


aprehender totalidades, mas no totalidades dados y encerradas en sí mismas, sino por el
contrario “conjuntos que es problemático cerrar".

En este sentido, el estructuralismo es, por esencia, totalizador, como diría el propio Sartre,
pero lo que trataría de totalizar no serían necesariamente simetrías o recurrencias, sino,
además, oposiciones y desequilibrios, no para desvanecerlos, sino para comprender el
vínculo que los ata y sostiene.

El gran enemigo del estructuralismo parece ser el cambio, las transformaciones que
inevitablemente se dan.

El estructuralismo, se ha dicho, ‘‘viene a ser la versión moderna de un tema constante del


pensamiento occidental: la búsqueda de la sustancia’’ (en este caso de las estructuras).
Sin embargo, esta corriente contemporánea considera que ‘‘es inútil salir de los análisis de
los análisis estructurales para describir el dinamismo que impide que las cosas pueden
siempre en el mismo estado’’.

Si las cosas nunca se modificaran, el estructuralismo no tendría razón de ser, ya que su


objeto ‘‘es informar sobre las variaciones; el cambio de un modo particular de variación;
por tanto, no puede desmentir al estructuralismo’’.

La historia y el estructuralismo

El problema del cambio y la permanencia nos lleva a otro asunto crucial para el
estructuralismo, su comprensión y aprehensión de los históricos.

A primera vista parece haber una oposición, una irreconciliacion entre historia y
estructuralismo, sobre todo si pensamos que el análisis estructural esta mas abocado a los
conjuntos sincrónicos, es decir, a los sistemas propiamente dichos, sin tomar en cuenta su
desarrollo o evolución, que a los cambios diacrónicos.

Esta oposición se supera, dice Jean Pouillon, si abandonamos una concepción de la


historia meramente bergsoniana, la que supuestamente, haría estallar, sistemas
congelados para colocarse en una perpetua apertura.

172
Sin embargo, es más adecuado decir, según el estructuralismo constituye permanencias, y
que es ella, justamente, la que cierra los sistemas, la que frena el juego teórico de la
combinatoria, e impide que se manifiesten ciertas posibilidades teóricas; la historia, de
este modo, es un cercado, antes de ser un estallido.

En este sentido, la historia como estructura puede ser pertinazmente analizada,


advirtiendo que “no es el estructuralista quien pone las estructuras en la historia, sino que
ésta misma requiere el análisis estructural’’.

De esta manera, en el complejo terreno de la historia, el estructuralista busca


articulaciones de totalidades parciales y sucesivas; el análisis estructural le permite
comprender una sucesión de hechos y poner en su lugar los diferentes niveles en que
ocurren, según ritmos que pueden diferir.

El estructuralista observa que la historia no es solamente continuidad, sino también


ruptura. Advierte que es una totalidad histórica, un conjunto social no es algo simple, sino
que conlleva múltiples niveles que coexisten con subconjuntos los que, a su vez, remiten a
estructuras distintas. Así, un conjunto social no es una simple suma, sino una combinación
compleja que sólo puede entenderse mediante el análisis de relaciones interés-
tructurales.

En fin, todas estas anotaciones apenas esbozadas, surgidas en torno al concepto de


estructura, de sus implicaciones y manejo por parte de los filósofos estructuralistas,
apuntan a mostrar algunos intentos desarrollados, por tales filósofos, dé salvar la noción
de estructura de una concepción demasiado rígida, cerrada u obsesionada. Más adelante
hablaremos sobre los conceptos de “sincronía" y “diacronía".

Algunas características del estructuralismo

El estructuralismo se reconoce como un movimiento que considera todas las


manifestaciones de la vida humana lenguaje, conducta moral, política y religiosa, arte,
filosofía, derecho, literatura, etc., como expresiones de estructuras colectivas,
inconscientes, pero susceptibles de determinarse conforme a leyes científicas.

También se ha considerado como un clima cultural que ha provocado diversas


orientaciones teóricas y grupos de estudio.

Entre los principios que guían la metodología estructuralista figuran.

 Primicia de la actividad del espíritu respecto a contenido de los conceptos.


 Análisis de los hechos espontáneos de la vida humana como materia de reflexión
(por ejemplo: fenómenos culturales, el mito, las fabulas, las enfermedades,
etcétera).

173
 Acentuación de los aspectos sincrónicos, permanentes, formales, de la conciencia
por sobre los diacrónicos, estos es, los históricos y cambiantes.
 Máxima formalización de los resultados, según el modelo ideal de la ciencia dado
por la matemática. Aquello que interesa en arte, lenguaje, moral, etc.; no es la
génesis de los conceptos sino su sistema de relaciones y las reglas que los liga. Tal
sistema constituye algo invariante que prescinde del tiempo y lo trasciende.

Tomado de Larroyo, Francisco


Antecedentes del estructuralismo
En introducción a la Filosofía
De la Cultura, ED. Porrúa, México, 1971,
Pág. 629

Antecedentes del estructuralismo

El sentido teórico de la noción de ‘‘estructura’’ se remonta, tal vez, hacia el siglo XVI,
durante el cual estuvo ligado a la anatomía y a la incipiente ciencia. Posteriormente, paso
al campo de la sociología, cuando prolifero el empleo de analogías biológicas, en el siglo
XIX.

Pero, propiamente, el antecedente Más claro De la filosofía estructuralista se encuentra


en el terreno de la lingüística y, en forma concreta, en los trabajos del lingüista suizo
Ferdinand De Saussure (1857-1913).

Este autor distinguía entre la lengua y la palabra, la lengua constituye algo subjetivo,
personal, mientras que la palabra forma un sistema de símbolos elaborados
convencionalmente por una sociedad mediante arción reciproca.

Para Saussure, la lingüística general no estudiará propiamente el habla, ya que es un


hecho individual que es difícil de analizar, en virtud, precisamente, de su carácter
individual y subjetivo; por lo tanto, la lingüística enfocará su atención, más bien, en la
lengua concebida como un sistema autónomo de signos.

Así pues, la lingüística estructural analizará los elementos sincrónicos y no sus aspectos
diacrónicos.

Estos dos términos, que hemos destacado, y que, de hecho, hemos venido mencionando
en nuestras exposiciones, son muy importantes dentro del estructuralismo, por lo que
vale la pena definirlo brevemente:

La sincrónica seria la estructura o sistema como tal, prescindiendo de su génesis,

174
desarrollo y posible devenir, en cambio, la diacronía es la estructura misma, pero
considerada en su desarrollo.

Los estructuralista pondrán el acento en el aspecto sincrónico de las estructuras; ellos se


ocupan, más que nada, de analizar conjuntos, urdimbres sincrónicos relativamente
sistematizados que constituyen tanto un instrumento de la investigación como formas de
la realidad. Consideran que estas formas suelen presentarse ocultas o no implícitas, por lo
que es necesario buscar t detectar un subsuelo estructural que nos revele las cosas o los
fenómenos.

Implicaciones del estructuralismo en la historia de la filosofía

Hablemos, ahora, de algunas implicaciones que el estructuralismo tiene en la historia de la


filosofía.

Según Ramón Xirau, la teoría lingüística de Saussure, que, como ya vimos, inspiró a los
posteriores estructuralistas, presera ciertos rasgos o elementos positivistas que fueron
transmitidos a los filósofos estructuralistas.

¿Cuáles fueron estos rasgos? Pues, el estudiar más bien estructuras que existencias, más
bien sistemas que movimientos, niveles de realidad en lugar de la historia misma.

En esencia, el estructuralismo va a significar una reacción contra el historicismo, el


vitalismo bergsoniano, el humanismo (en el sentido en que esta postura lo concibe); y en
el caso de los estructuralistas franceses, una reacción contra el pensamiento de J. P. Sartre
(en confrontación con sus obras filosóficas; El ser y la nada y La crítica de la Razón
Dialéctica.

El estructuralismo se pronuncia contra estas doctrinas porque ve en ellas barruntos o


signos de irracionalismo. Ya vimos que contrariamente a lo que piensa el historicismo y
vitalismo el estructuralismo sostiene que el análisis estructural no implica un mero
formalismo, orientado a mutilar o a castrar la realidad, sino que, lejos de ello, permite
comprenderla en todos sus rasgos.

Si bien, dicen los estructuralistas, nuestra doctrina pretende atender, en última instancia,
el estudio de organizaciones sincrónicas y, por lo tanto, sistemas cerrados, esto no es
razón para que se nos condene.

El historicismo, importante corriente filosófica de nuestro tiempo, puede ubicarse dentro


de un vitalismo que conjuga vida e historia. Algunos de sus representantes son: Oswald
Spengier, Wilhem Dilthey y José Ortega y Gasset Para esta corriente, el valor de los
conocimientos humanos depende del curso de la vida individual y de la vida histórica. Para
el historicismo, la historia como temporalidad y devenir, tiene prioridad explicativa. La
filosofía no tiene más que un valor histórico: es la reflexión del hombre acerca de lo que

175
han vivido y pensado los hombres del pasado.

A principios de siglo, como una reacción contra el cientificismo reductivo del siglo XIX,
surgen filosofías como la de los franceses Henri Bergson (1859-1941) y Emile Boutroux
(1854-1929), las cuales penetran en la vida interior, privilegiando la duración del tiempo
vivido.

Consideran que las ciencias son un lenguaje cómodo para entender las leyes generales,
pero que no logran explicar el mundo en su infinito detalle de creación y de riqueza. Por
encima de la ciencia está, sin duda, la vida espiritual, donde encontramos la verdadera
vida creadora de los hombres; tales son las doctrinas que contrastan con el
estructuralismo.

Para hablar, aunque sea someramente, de la posición que asume el estructuralismo ante
las mencionadas corrientes, es necesario referirnos a sus más connotados representantes,
en quienes estas posiciones cobran expresión.

Pensadores estructuralistas
Ferdinand Saussuro

Ferdinand Saussure (1857-1913), lingüista suizo a quien hemos ubicado como uno de los
precursores del estructuralismo; es a partir de él que arrancan muchas reflexiones de
importancia para esta corriente. Aunque más bien concibe el lenguaje como un sistema y
no como estructura, sus aportaciones al estructuralismo han sido decisivas.

A través de su obra capital, Curso de Lingüística General, publicada en 1916, Saussure


pone el acento en las formas atemporales y permanentes, es decir, sincrónicas, las cuales
permiten establecer leyes lingüísticas.

Este autor se dedicó ampliamente a los estudios de gramática comparada.

Además de la obra citada, escribió los siguientes libros: Memoria sobre el sistema
primitivo de las vocales en las lenguas indoeuropeas (1879) y Sobre el empleo del genitivo
absoluto en sánscrito (1881).

Entre las aportaciones más notables que Saussure confiere a la lingüística, figura la
distinción que hace entre habla (elemento individual subjetivo) y la lengua (elemento
social y objetivo); así como el distingo entre sincronía (funcionamiento de la lengua en un
determinado momento y tiempo) y la diacronía (desarrollo histórico de la lengua).

Como hemos visto, el estructuralismo tiene un origen lingüístico, referido, concretamente,


a la obra principal de Saussure Curso de Lingüística General, en la cual sostiene que es
preciso partir de un todo solidario para así obtener por medio del análisis los elementos
que contiene.

176
Cabe señalar que a partir del modelo saussuriano ha sido posible captar el carácter
estructuralista de otros modelos construidos en diversos capos de la ciencia, tales como el
de la Gestalt, en la psicología; el de Koffka, en la física cuántica; el de Niels Bohr, en la
psicofisiologia; y el de Goldstein, en la demografía.

Apreciaciones de Levi-Strauss sobre la obra de Saussure


Saussure representa la gran revolución copercanica en el ámbito de los estudios del
hombre, por habernos enseñado que la lengua no es tanto propiedad del hombre, como
esta propiedad de la lengua.

Esto significa que la lengua es un objeto que tiene sus leyes, que el hombre mismo ignora,
pero determinan rigurosamente su modo de comunicación con los demás y por lo tanto
en su manera de pensar.

Así, Saussure, al aislar la lengua, el lenguaje articulado como principal fenómeno humano,
ha revelado leyes similares a las que rigen el estudio de las ciencias exactas y naturales al
nivel de verdaderas ciencias.

En consecuencia, todos debemos ser lingüistas, y en virtud de que los métodos de esta se
han extendido a otros fenómenos, podemos lograr un progreso en nuestra investigación.

Tomado de Caruso, P. (Conversaciones con Levi-Strauss, Foucault, Lacan, Anagrama,


Barcelona, 1969, pág. 39).

Claude Levi-Strauss
Es reconocido universalmente como el máximo teorizador del método estructuralista y de
la actitud filosófica que implica.

Nace en Bruselas, en 1908, de padres franceses; estudia filosofía y jurisprudencia en Paris,


pero sus investigaciones se enfocan hacia el campo de la antropología. Sus obras
principales son: Las estructuras elementales del parentesco (1949), Antropología
Estructural (1958), El Pensamiento Salvaje (1962), Raza e Historia (1967).

Al hablar sobre sus propósitos y trayectoria como investigador, Levi-Strauss ha dicho:

Mi objetivo continúa siendo el mismo:

Demostrar que hasta en sus manifestaciones más libres, el espíritu humano está sometido
a construcciones rigurosamente determinantes, y no me cansare nunca de repetir que es

177
precisamente este estudio de las construcciones lo que constituye el lugar geométrico de
mi investigación.

Levi-Strauss desarrolla una corriente específicamente estructuralista, mediante la cual


afirma que todas las manifestaciones de la vida social son representaciones o
proyecciones de leyes universales que regulan las actividades inconscientes de la mente
humana, y que es posible descubrir, bajo la aparente incomprensibilidad de los
fenómenos de la realidad social, o bien bajo su aparente diversidad, rasgos estables y
constantes, lo mismo que principios organizativos que den piel a conocimiento científico.

Para, Levi-Strauss cualquier entidad de la realidad humana es una estructura, o sea, una
totalidad constituida por fenómenos relacionados o independientes en la cual todo posee
una prioridad lógica sobre las partes constituyentes. Ningún elemento se da en forma
aislada e independiente refiriéndose a la configuración total, por lo que su estudio se
refiere, principalmente, a las relaciones entre fenómeno.

Gracias a las estructuras, considera, Levi-Strauss, el hombre existe socialmente. Son las
estructuras, justamente, las que hacen posible fundar una antropología cultural.

Estamos entonces, aquí, en el reino de las estructuras, de suerte que bajo la perspectiva
estructuralista, el individuo concreto queda anulado; las ciencias humanas deben estudiar
estructuras, y nos casos particulares.

Por ello nos dice Lévi-Strauss en su libro El Pensamiento Salvaje: “el fin de la ciencia no es
constituir al hombre, sino disolverlo’’, lo que significa que el saber científico se centra en
la búsqueda de estructuras que, como tales, son generales e impersonales.

Es en este sentido que debe comprenderse La crítica que el estructuralismo formula al


“humanismo“, al proclamar La disolución, La muerte del hombre.

El estructuralismo, frente al humanismo, frente al subjetivismo y el existencialismo,


considera que no importan tanto la conducta individual de los hombres como el sistema
que condiciona o envuelve a esta conducta.

Michel Foucault

Foucault trata de desentrañar las estructura; escondidas que han guiado al pensamiento
occidental a partir del Renacimiento. Trata de hacer una arqueología de las ciencias
humanas, indagando a partir de qué formas los conocimientos y teorías han sido posibles;
en otras palabras, cuáles son las condiciones de su posibilidad (influencia kantiana).

Hay, oculta [impensada] en el corazón de cada estado cultural, una modalidad del orden,
que se da como el suelo positivo, sobre cuyo fondo van a elaborarse necesariamente la
clasificación y la interpretación de las experiencias; este orden interviene todas las veces

178
como una condición de posibilidad de las formas jerarquizadas del conocimiento y de su
teorización; en suma, funciona como una priori histórico.

Tales son los elementos que nos proporciona Foucault para la conformación de una
episteme que se descubre en cada época histórica.

En virtud de una ‘‘arqueología de las ciencias’’ se advierten una serie de configuraciones o


de principios de ordenamiento (epistemes) que han presidido sucesivamente desde hace
cinco siglos las empresas del saber y cuya discontinuidad subterránea condena al error
toda la pseudohistoria progresiva de las ciencias.

En las palabras y las cosas, Foucault distingue tres grandes momentos a partir de una
historia discontinua o discreta.

 El siglo XVI, edad de las ‘‘semejanzas’’.


 El siglo XVII o Edad Clásica, era del análisis y las clasificaciones.
 Y la Edad Contemporánea, era de la finitud de los grandes entusiasmos humanistas
pero también de los grandes pesimismos que se observan en el hombre actual.
En la época actual, en virtud de la orientación estructuralista, el hombre como sujeto
tiende a disgregarse. Toda vida humana y quizá toda herencia biológica del hombre, estas
situadas dentro de estructuras, es decir, dentro de un conjunto formal de elementos que
obedecen a relaciones que pueden ser descritas por cualquiera. De esta forma, el hombre
deja de ser el sujeto de sí mismo, de ser a la vez sujeto y objeto.

Esta disgregación o disolución del hombre, que también vimos en Levi-Strauss, conlleva a
una crítica al humanismo.

Humanismo ‘‘fofos’’, dice Foucault, como el de Camus o el de Sartre (existencialista), han


sido elementos prostituidores de todo el pensamiento, de toda moral, de toda política.

Las ciencias humanas no nos conducen a algo que sería lo humano (la verdad del hombre,
su naturaleza, su nacimiento, su destino, etc.), sino que se ocupan de otras cosas distintas
acerca del hombre, como sistemas, estructura, formas, combinaciones, etcétera.

Por lo tanto, piensa Foucault, si queremos ocuparnos seriamente de las ciencias humanas
antes que nada es preciso destruir aquellas quimeras obnubilantes que constituyen la Idea
de buscar al hombre.

Por otro lado, para Foucault, entre cada época existe una total ruptura epistemológica,
una drástica ruptura del saber subyacente.

Esta idea de "ruptura" ha despertado algunas críticas. Así, por ejemplo, el filósofo Ramón
Xirau se pregunta cómo, de existir una ruptura total entre la edad clásica y la moderna,

179
podríamos, desde nuestra perspectiva contemporánea (incluso como de hecho lo hace
Foucault) estudiar y conocer algo de la Edad Clásica o del post-renacimiento.

En contraposición con esta concepción de la historia que ofrece el estructuralismo, como


una serie de sistemas cerrados, entre los cuales se da una ruptura total o “ruptura
epistemológica", Xirau, coincidiendo con Juan Bautista Vico (1688- 1744), piensa que
existe una historia, por así llamarla, perecedera, guiada por principios universales que
suelen ser de carácter religioso y que permiten que, de una civilización a otra, no exista
una mortalidad absoluta, sino una suerte de absorción de la vieja civilización perecida por
la nueva civilización naciente.

No creo dice Xirau, como los estructuralistas, “que de una a otra época haya ruptura
epistemológica total, porque tal ruptura nos haría imposible comprender el pasado y, en
última instancia, nos impediría hablar del pasado".

“El estructuralismo conduce, de este modo, a una suerte de mudez histórica que
contradice la existencia misma de los escritos de los estructuralistas.

Pero, más adelante, Xirau aclara que al hablar de una historia universal eterna, no significa
que la historia sea estática y que dentro de ella "no haya nada nuevo bajo el sol", sino que
es preciso tener en cuenta que cada época aporta algo nuevo; que en la historia hay
constantes renovaciones y nuevas maneras de ver el sol.

Sin duda, tenemos aquí dos posturas antagónicas de la historia, el estructuralismo y el


historicismo frente a frente.

Sería interesante que en el siguiente espacio expresaras tus opiniones sobre estas dos
maneras de mirar la historia. ¿Cuál te parece más convincente y por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
______________________________________________________________________

Finalmente, la postura do Foucault, como filósofo, la podemos observar, un poco, a través


del siguiente testimonio;

Es muy posible que lo que yo hago concierna a la filosofía. Teniendo en cuenta que desde
Nietzsche la filosofía tiene la misión de diagnosticar, y ya no se dedica solamente a procla-
mar verdades que puedan valer para todos y para siempre. Yo también intento
diagnosticar y diagnosticar el presente; es decir lo que hoy somos, lo que significa decir lo
que decimos.

Esta labor de excavación bajo nuestros propios pies caracteriza el pensamiento contempo-
ráneo desde Nietzsche y en este sentido puedo declararme filósofo.
Otros autores que se ubican en la filosofía estructuralista son: Jacques Lacan, nacido en

180
París en 1901, de formación médica, ve en las estructuras los principios del pensamiento
científico, y que el verdadero camino para descubrirlos se encuentra en la teoría del
psicoanálisis, desarrollada por Sigmund Freud. Es necesario releer, reinterpretar a Freud a
través de una lectura cuidadosa.

El hombre es víctima de represiones; es necesario buscar las causas de sus males y dese-
quilibrios en su historia clínica psicoanalítica.
Louis Althusser, quien pretende construir una epistemología del marxismo de base
estructural (en Marx se advierte el manejo de estructuras), tal epistemología la funda en
el principio de que para el marxismo las formas de pensamiento no son leyes a priori, sino
una suerte de formas prácticas que no son más que el resultado de interacciones
humanas. Sólo estas formas prácticas insertas en los hechos merecen el nombre de
estructuras.
Althusser, al analizar la obra de Marx desde el punto de vista estructuralista, acaba por
dividirla en compartimientos (nuevamente surge La idea de "ruptura”'), señalando que el
humanismo marxista pertenece a una primera época de Marx, el cual acaba
convirtiéndose en ideología y humanismo; pero que, en cambio, el verdadero Marx
pertenece a su obra El Capital.
Como hemos visto, el estructuralismo, además de ser una filosofía, es un método, que al
igual que el fenomenológico, se ha aplicado con bastante eficacia en la psicología, en las
ciencias sociales y en la propia filosofía.

Como bien dice Ramón Xirau:

El estructuralismo ha realizado aportes de primera: los estudios sobre el mito de Edipo o


las distinciones entre natura y cultura en Lévi- Strauss, los análisis minuciosos y concretos
de la historia de occidente en Foucault, los estudios del Capital, realizados por Althusser
Balibar.

Sin embargo, al querer hacer de las ciencias humanas una verdadera ciencia, el método
estructural y el pensamiento vario que de él resulta tienden también a ser reductivos. Y lo
son doblemente: en primer lugar, porque no tienen en cuenta la dinamicidad, la
temporalidad y la continuidad tanto de la conciencia como de la historia; en segundo
lugar, lo son también porque no tienen en cuenta a las personas vivas, existentes, al
hombre de carne y hueso.

Independientemente de esta anotación crítica, esperamos que el breve asomo que te


hemos ofrecido de esta corriente contemporánea te dé algunas pautas de reflexión y al
mismo tiempo te haga confrontarla con otras doctrinas.

181
La corriente neopositivista
Características generales

A la corriente neopositivista se le conoce también como empirismo lógico, y tiene una


relación importante con la ciencia. Cabe destacar que la filosofía neopositivista tiene sus
antecedentes en filósofos empiristas como Hume, o bien, positivistas, como es el caso de
Augusto Comte, quien rechaza la metafísica en favor de las posturas empíricas.

En fin, podemos decir que empiristas y positivistas preparan el camino para una concep-
ción neopositivista, la cual ha influido notablemente en la filosofía contemporánea.
Podemos nombrar como sus representantes más destacados a Bertrand Russell, Rudolf
Carnap, Alfred J. Ayer, entre otros filósofos de notable prestigio.

Postulados básicos

Dos son los postulados básicos de los filósofos neopositivistas:

La crítica radical de un saber metafísico. Por metafísica se puede entender el


conocimiento de lo trascendente, o bien, el conocimiento de una realidad no tangible ni
perceptible; por ejemplo, el "alma inmortal", el "espíritu absoluto", entre otros.

El análisis lógico del lenguaje. Los neopositivistas sostienen que mediante el análisis lógico
del lenguaje se puede acceder al conocimiento de la realidad; sobre todo si entendemos
que éste es puente o mediación entre la realidad y el conocimiento.

Algunos representantes

Bertrand Russell (1872-1970) y Luis Wittgenstein (1889-1951)

Estos filósofos son, podríamos decir, los padres o pioneros del neopositivismo. Ellos se
preocupan por eliminar todo cuanto perturbe el conocimiento científico, y para ello
proponen un método de análisis lógico. Este método consiste en analizar o descomponer
los elementos más complejos de una estructura lógica en elementos cada vez mis simples,
y a los que B. Russell denomina "átomos lógicos”, de allí que su filosofía se conozca como
"atomismo lógico”.

Ahora bien, como todo lenguaje, el lenguaje lógico se compone de enunciados y éstos se
dividen en atómicos y moleculares:

Enunciados atómicos. Son enunciados simples dado que no es posible dividirlos más y su
verdad se determina por la correspondencia con la realidad enunciados moleculares. Se
componen de dos o más enunciados atómicos, por lo que se hace posible una ulterior
división y análisis.

182
Cabe destacar que la validez de estos enunciados no depende de su correspondencia con
los hechos, sino que se resuelve con un método de análisis lógico, el que finalmente
determinaría su validez o invalidez ‘(léase, para este caso, el Tractatus Iogico-
Philosophicus (1918) de Wittgenstein y el Principia Mathematica de B. Russell en
colaboración con Whitehead 1910- 1913). En el Tractatus y el Principia, se trata, pues, de
asignarle a la filosofía la tarea de analizar el significado y el sentido correcto de nuestras
proposiciones.

Por medio de la filosofía se aclaran las proposiciones, por medio de la ciencia se verifican.
A esta última le interesa la verdad de los enunciados, a la primera lo que realmente
significan; la actividad filosófica de dar sentido cubre la totalidad del campo del
conocimiento científico. Esto fue correctamente conjeturado cuando se dijo que la
filosofía proporcionaba a la vez la base y la cima del edificio de la ciencia. Pero, era un
error suponer que la base estaba formada por proposiciones filosóficas (...) y coronada por
una cúpula de proposiciones filosóficas (llamadas metafísicas).

Finalmente, para estos filósofos, la filosofía deberá ser sustituida por un análisis lógico del
lenguaje de la ciencia. En otras palabras, por un análisis lógico de los conceptos y de las
proporciones de la ciencia.

Rudolf Carnap (1891-1970)

Carnap, profesor de la Universidad de Viena, plantea la tesis de una ciencia unificada y de


una filosofía que debe ser sustituida por una lógica de la ciencia; en otros términos, por un
análisis lógico de las proposiciones. Y, en efecto, cuando Carnap habla de proposiciones
está aludiendo a la sintaxis lógica del lenguaje; entendiendo, aquí, por sintaxis, la parte de
la gramática que estudia las relaciones que se establecen entre los enunciados.

En una apretada síntesis, podríamos decir, entonces, que la filosofía se ocupa de la


sintaxis, esto es, del estudio de las relaciones que guardan los enunciados de una rienda.
Una obra importante que amplia esta postura filosófica de Rudolf Carnap se titula: La
superación de la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje.

Alfred J. Ayer (1910)

En su libro lenguaje, Verdad y Lógica, Ayer nos propone eliminar la metafísica de lenguaje
científico, y, al igual que Carnap, sostiene que la superación de ésta se logra mediante el
análisis lógico.

Cuadro 3-1

183
Diferentes abordajes del análisis lingüístico

Filosofía analítica. Análisis Autores Enfoques


lingüístico

Consiste en: Moore Dirige su atención al análisis del significado


El estudio filosófico del Wittgenstein de las palabras y oraciones. Su análisis
lenguaje, sus variedades, consiste en encontrar las sinonimias
estructura y funciones; adecuadas para precisar y aclarar el sentido
determinación de sus de las locuciones.
principios, posibilidades y Se interesa por la depuración del lenguaje
limitaciones como instrumen- de los elementos rio significativos y
to de conocimiento y, en gene- desorientadores (especialmente en el
ral, de comunicación. lenguaje científico y filosófico), practicando
así una especie de terapéutica.
Austin Concibe al lenguaje no tanto en plan
terapéutico, cuanto en busca de la
multiplicidad y riqueza de la realidad que él
traduce, y demanda, por eso, una exacta y
minuciosa indagación de las diferentes
clases de lenguaje.
Carnap Pone especial atención en la estructura
sintáctica, señalando, de este modo, una
dirección complementaria del enfoque
lingüístico.

Las discusiones sobre lo absoluto o sobre entidades trascendentes o acerca del destino del
hombre; se dijo que esos enunciados eran metafísicos y se sacó la conclusión de que, si la
filosofía había de constituir una rama autentica del conocimiento, debía de emanciparse
de la metafísica; los positivistas vieneses no llegaron tan lejos como para decir que todas
las obras metafísicas merecían ser condenadas a la hoguera; aceptaban con un cierto
desinterés, que esas obras podían tener un mérito poético, e incluso que podrían expresar
una actitud interesante o estimulante ante La vida. Pero sostuvieron que aun así no decían
nada que fueran verdadero o falso y que, por lo tanto, no podían aportar algo para
aumentar el conocimiento; se condenó a los enunciados metafísicos no por ser emotivos,
lo que difícilmente se podría considerar en sí mismo reprochable, sino por pretender ser
cognoscitivos, por disfrazarse de algo que no era.

En otro de sus libros, también importante, El Positivismo lógico, Ayer sostiene que la
filosofía debe finalmente separarse de la metafísica, sobre todo si entendemos que ésta

184
nunca podrá aportar un conocimiento universal y objetivo, puesto que los enunciados que
maneja no conducen a un conocimiento sistemático. En este sentido la filosofía no
describe los objetos, sino que solamente se limita a establecer el orden lógico entre las
proposiciones que hacen referencia y describen los objetos.

En el cuadro de la página siguiente podrás ver cómo los filósofos analíticos abordan el
análisis lingüístico.

La escuela crítica de Frankfurt


Generalidades

Uno de los más importantes representantes de esta escuela es Max Horkheimer. Esta
escuela fue fundada en Frankfurt Alemania, en 1923 y su mayor florecimiento lo tuvo a
partir de 1931, cuando precisamente Horkheimer asume la dirección de la misma. Otros
filósofos destacados de esta corriente filosófica fueron: Walter benjamín, Theodor W.
Adorno y Herbert Marcuse; y sus antecedentes teóricos los tenemos en filósofos como
Carlos Marx. Hegel. Freud y Nietzsche, entre otros.
Tesis fundamentales

Las tesis fundamentales de esta escuela son las siguientes:

Pone el acento en la crisis de la modernidad.

La razón y la ciencia como liberación del mito y la ignorancia, enarbolados por la Filo sofía
de la Ilustración, entran en franca crisis.

Y ciertamente entra en crisis la razón porque, si bien ésta tenía como tarca liberar al
hombre y dominar la naturaleza mediante la ciencia, finalmente acaba convirtiéndose en
una razón instrumental y utilitaria.

Esta razón, más que nada, se convierte en un freno para el progreso humano y la cultura.
La razón, vista como un instrumento de dominio, se encuentra al servido de una clase en
el poder, la cual justifica un determinado orden social. En este sentido; la razón, en lugar
de criticar lo inhumano de la sociedad, busca el mayor rendimiento del trabajo, a la vez
que eleva al máximo la producción y la riqueza, cómo si la riqueza favoreciera a todas las
clases por igual. ¿Y por qué no decirlo abiertamente? Que en el fondo de todo lo que
busca el neoliberalismo es que la estructura social y económica sea explotable y rentable.
De esta manera, la razón abandona su postura crítica. La razón filosófica, esencia de la
Ilustración, según esta escuela, se agoto en su mismo triunfo.

Pone el acento en la negatividad dialéctica de la razón, es decir, en la crítica y supe ración


de un orden social. La razón no abandona entonces su postura crítica, porque la razón que
postula la escuela crítica bien puede calificarse de transformadora y revolucionaria Pero,
¿en qué radica su carácter revolucionario?

185
Según (Carlos Max, la filosofía se debería encarnar en el proletariado, y Marx no se
equivoca; en Francia, más que en Alemania o Inglaterra, el proletariado de su época es el
más avanzado y revolucionario. Pero Horkheimer lo duda, no porque el proletariado fuera
una masa incapaz de organizarse y llevar adelante un proyecto político, sino porque la
clase obrera, que se supone debe tener autonomía tanto en su hacer como en su
conciencia se encuentra inhibida e incluso frustrada. Así, el papel histórico que Marx le
asigna al proletariado como clase dirigente en su obra 18 Brumario, y que debía superar
las contradicciones existentes de la sociedad capitalista según la escuela crítica quedaría
cancelado. El desarrollo tecnológico y la ideología dominante justificadora del orden social
reducen o minimizan la capacidad crítica de las conciencias, y en tal contexto el
proletariado, según la escuela crítica, ha dejado de ser un sujeto revolucionario.

En busca de la solución

Max Horkheimer y Herbert Marcuse consideran que la filosofía de algún modo se


relaciona con la práctica social. En su ensayo introductorio a la teoría crítica de
Horkheimer, se desprende la interpretación de que el objetivo inicial de dicha teoría son
las problemáticas sociales y humanas. Como dice Horheimer en esta obra; Esta teoría no
solamente está comprometida con los objetivos ya impuestos por los modos de vida
existentes, sino con los hombres y con todas sus posibilidades (...) la teoría crítica no es
sólo una investigación (...) es un elemento esencial en el esfuerzo histórico por crear un
mundo que satisfaga las necesidades y las potencias ríe los hombres (...) En esto se
asemeja a la filosofía griega, no tanto en la época resignada del helenismo cuanto en la
Edad de Oro de Platón y Aristóteles.

Por su parte, Walter Benjamín sostendrá que el lenguaje es mediación y vinculo de un


conocimiento verdadero. Para este filósofo la verdad talmúdica. Lo verdadero no está
dado de manera directa e inmediata, puesto que sólo con mediación de la palabra lo
verdadero de las cosas revela. Cabe subrayar que el interés de Benjamín no fue
directamente el lenguaje, sino, la verdad plasmada en la palabra y en el texto. De este
modo sostiene lo siguiente:

Si existe algo así como el lenguaje de la verdad el depositario sereno e incluso silencioso
de la verdad última por la que se esfuerza todo pensamiento, entonces el lenguaje de la
verdad es el verdadero lenguaje. Y este lenguaje cuya conjetura y descripción es la única
perfección a la que puede aspirar el filósofo, se oculta, reconcentrarlo, en la tradición.

En conclusión, la tarea fundamental de la filosofía crítica será conquistar la verdad


manifiesta en el texto; podríamos decir con Friedman, “atrapada en el vicio del lenguaje".
En lo que respecta a Theodor Adorno, en su obra Dialéctica negativa sostendrá en esencia
lo mismo que Walter Benjamín, a saben que la filosofía crítica consiste en la exégesis y en
la crítica de los textos. Adorno dirá en su Dialéctica negativa que la filosofía descansa en
los textos que critica. Estos llegan hasta ella en la tradición que encarnan y es tratando
con ellos como el proceder de la filosofía llega a ser conmensurable con la tradición. Esto

186
justifica el movimiento desde la filosofía hasta la exégesis, que no exalta como absolutos
ni la interpretación ni el símbolo, sino que busca la verdad allí donde el pensamiento
seculariza el arquetipo irrecuperable de los textos sagrados.

A continuación te proponemos elaborar un cuadro sinóptico en el que sintetices algunas


de las ideas fundamentales de los filósofos de la llamada escuela crítica:

Filosofía representativo Ideas filosóficas básicas

La praxis de la escuela crítica

La escuela de Frankfurt se propone liberar a los hombres de su condición alienada y


esclavizante en la que han desembocado, debido a la estructura, valores y fines de las
sociedades actuales; sociedades industrializadas y altamente tecnificadas pero ineficientes
para posibilitar la felicidad y plena realización humanas.

Por ello, por ejemplo, el pensamiento de Herbert Marcuse conlleva una utopía, pero no se
trata de la clásica utopía de la sociedad capitalista y supertecnificada propia de la
modernidad, sino de la utopía crítica, anhelante de una nueva sociedad en la que la
liberación de las fuerzas espontáneas, instintivas, pueda lograrse mediante la
recuperación del objeto de trabajo, de un trabajo creador, contrario a un trabajo
alienador o francamente enajenante.

En el trabajo alienado el producto es algo extraño al sujeto, pues no le pertenece.

El trabajo libre o no alineado es una condición necesaria para la liberación del hombre y,
en consecuencia, para la realización del hombre como hombre.

¿Quieres desarrollar o ampliar más este tema?

187
Lee El hombre unidimensional de Herbert Marcuse e investiga lo siguiente:
 La crítica a la sociedad actual
 El concepto de “hombre unidimensional"
 La base social, ideológica y política del Estado de bienestar.
 Bases marxistas y freudianas en el pensamiento del autor.

La posmodernidad

El término posmodernidad

El término posmodernidad no es muy claro. Podríamos decir que se toma prestado de


otros campos del saber. El término “posmoderno” no se debe identificar con algo riguroso
y científico. Definir, pues, dicho término tal vez no sea lo más importante, sino lo que éste
sugiere; el sentido en que se toma es el de alertar sobre algo que anda mal en la sociedad
y que requiere ser objeto de nuestra atención. En fin el concepto en cuestión nos indica
una atención especial en algo que está cambiando drásticamente o que va a cambiar Jean
François Lyotard, en su obra La condición posmoderna, apunta que este término
postmodernidad designa un cierto estado de la cultura. Nos dice que esta palabra fue
tomada de sociólogo, y críticos del Continente Americano. En todo caso, "posmodernidad"
significa un estado o situación en la que se encuentra la cultura; podríamos decir que se
trata de un estado crítico (síntoma) en la que se encuentra la llamada ‘‘modernida’’.

En otras palabras: tomarle el pulso y diagnosticar aunque todavía sin saberlo, que algo
grave en la modernidad está ocurriendo.

La modernidad

Esta es otra de las nociones complejas en nuestro vocabulario filosófico, pues la


modernidad entraña un amplio espectro de sentidos. Por ejemplo, en él se incluyen dos
épocas históricas como son el Renacimiento y La Ilustración.
Entre las características fundamentales de esta época, destaca la exaltación de la razón
humana pero no en menoscabo de la experiencia, sino abarcando toda experiencia
posible. El dominio de la naturaleza, en este sentido, sólo se hace posible por obra y gracia
de la razón. La modernidad confía plenamente en los poderes de la razón y de la ciencia al
grado de mistificarlos.

Los filósofos franceses del siglo XVIII, los llamados ‘‘enciclopedistas’’ (como Diderot,
D’Alambert, Voltaire. Montesquieu) muestran un entusiasta optimismo o fe por el
progreso del saber, lo cual permitiría a la humanidad pasar de la oscuridad o ignorancia a
la luz o bienestar. En este sentido, la razón finalmente acabaría por liberar al hombre de
sus; trabas y miserias, emancipándolo así de las supersticiones y misterios de toda índole.
Para los filósofos de la posmodernidad, la época moderna ha creado éstos y otros mitos o
relatos legitimadores de un supuesto “orden’’ social.

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Lo quo se cuestiona

Es fácil constatar en este fin de siglo que lo que con tanto entusiasmo proclamaban y
prometían los filósofos de la modernidad no se ha cumplido liberar al hombre de la
ignorancia, de la pobreza, de la injusticia y la esclavitud, la “tecnociencia", como la llama
Lyotard, que debería generar riqueza y bienestar para la masa social, no hace más que
encauzar a la sociedad por el camino de la “barbarie".
Los “metarrelatos’’ a que se refiere la condición postmoderna son aquellos que han
marcado, en alguna forma, la modernidad: emancipación progresiva de la razón y de la
libertad, emancipación progresiva o catastrófica del trabajo (fuente de valor alienado en el
capitalismo), enriquecimiento de toda la humanidad a través del progreso de la
tecnociencia capitalista, e incluso, si se cuenta al cristianismo dentro de la modernidad
(opuesto por lo tanto al clasicismo antiguo), salvación de las criaturas por medio de la
conversión de las almas vía el relato criticó del amor mártir.

La filosofía de Hegel, sin duda, totaliza todos estos relatos, y, en este sentido, concentra
en sí misma la modernidad especulativa.
El metarrelato a que se refiere Lyotard tiene su base de sustentación no en un presente y
menos en un futuro, en una idea o en un proyecto a realizar. Lyotard no acepta, pues, dar
concesiones a la modernidad, en tanto que ésta no ha cumplido con sus seculares
promesas.

Dos ideas fundamentales

De la filosofía de la postmodernidad se desprenden las siguientes ideas básicas; es


imposible seguir hablando de la historia como una entidad unitaria. Ya Walter Benjamín
en un breve pero significativo escrito intitulado Tesis sobre la filosofía de la historia,
sostiene que la hipótesis de una historia unitaria (global) no es más que una
representación difundida por las clases sociales dominantes. Este modo de representación
tiene, pues, sin duda, un carácter ideológico en opinión de Benjamín. Se puede afirmar
que Mar x y Nietzsche (antes que Benjamín) critican ya este modo ilusorio en que se
concibe y representa la historia; a saber: cómo un punto de vista supremo y único
(absoluto) puede imponerse a los demás grupos sociales.

Ahora bien, los filósofos postmodernos como Gianni Vattimo y Jean François Lyotard,
entre otros, consideran que esta visión de la historia propia de una modernidad en crisis,
trae consigo la idea de progreso en la historia, idea que también se encuentra en crisis.

La historia, pues, no avanza hacia un fin o hacia un plan racional de mejora o progreso.

Los filósofos modernos sostienen un cierto ideal de hombre que se deberla realizar.

Filósofos de la Ilustración, Hegel, Marx, positivistas, historicistas de todo tipo pensaban

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más o menos todos ellos del mismo modo que el sentido de la historia era la realización
.de la civilización, es decir, de la forma del hombre europeo moderno. Como la historia se
concibe unitariamente a partir sólo de un punto de vista determinado que se pone en el
centro (bien sea la venida de Cristo o el Sacro- romano Imperio, etc.), así también el
progreso se concibe, sólo asumiendo como criterio un determinado ideal de hombre; pero
habida cuenta que en la modernidad han sido siempre el del hombre moderno europeo.
Como diciendo: nosotros los europeos somos la mejor forma de humanidad. Todo el
decurso de la historia se ordena según que realice más o menos completamente este
ideal.
c) Una sociedad transparente. Podríamos decir que con la irrupción de los medios de
comunicación la modernidad entra en crisis, la idea de una historia unitaria,
absoluta, transparente a la razón, con un ilusorio ideal de hombre, con una ciencia,
progreso y técnicas que fracasan no son, en tanto ideales, modelos de progreso a
seguir por la humanidad.

La "sociedad transparente" como la entiende Vattimo es la siguiente:


 Que en el nacimiento de una sociedad postmoderna desempeñan un papel
determinante los medios de comunicación.
 Que esos medios caracterizan a esta sociedad, no como una sociedad más
"transparente”, más consciente de sí, más "ilustrada", sino como una sociedad más
compleja, incluso caótica, y, por último.
 Que precisamente en este relativo "caos" residen nuestras esperanzas de
emancipación.
El caos de la modernidad se evidencia (o transparenta) con la irrupción de los medios de
comunicación. Los grandes relatos o puntos de vista centrales y legitimadores se
tambalean.
Al contrario de lo que proponen filósofos como Theodor Adorno y Max Horkheimer en su
libro Dialéctica de la Ilustración que los medios de comunicación producirían una
homologación en la sociedad y que esto favorecería la constitución de gobiernos
totalitarios así como la formación de dictaduras; lo que en verdad sucede, a juicio de
Vattimo, es que, con la comunicación viene implícita una explosión y multiplicación
general de concepciones o puntos de vista diversos.
En los Estados Unidos de los últimos decenios han tomado la palabra minorías de todas
clases; se han presentado a la palestra de la opinión pública culturas y subculturas de toda
índole. Se puede objetar ciertamente que a esta forma de la palabra no ha correspondido
una verdadera emancipación política el poder económico está todavía en manos del gran
capital, etcétera.

Ciertamente la realidad no puede ya ser ordenada a partir de principios nacionales, mitos


o relatos.

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AUTOEVALUACION
GUÍA

a) Preguntas de respuesta breve


Contesta las siguientes preguntas en tu cuaderno de trabajo:

1. ¿Qué se entiende por ¨romanticismo filosófico¨?


2. Proporciona tres características fundamentales del existencialismo.
3. Filósofo precursor del existencialismo (subraya la opción correcta)
a) Bergson
b) Kierkegaard
c) Comte
d) Littré

4. Una característica fundamental del empirismo lógico es


5. Describe, en forma breve, el contexto histórico que posibilitó el surgimiento de las
siguientes corrientes filosóficas:
a) Marxismo
b) Existencialismo
c) Positivismo
6. ¿Cuáles fueron las influencias que recibió el marxismo clásico?
7. ¿En qué consiste la ¨enajenación religiosa¨?
8. ¿En que consiste la filosofía de la praxis?
9. ¿Qué problemas han abordado los marxistas contemporáneos?
10. ¿Qué concepto de hombre se desprende del existencialismo?
11. ¿Que critica le formula el existencialismo cristiano al racionalismo hegeliano?
12. Respecto a la muerte, ¿Qué diferencias de perspectivas se observan tanto en
Sartre como en Heidegger?
13. Enuncia cinco características de la fenomenología
14. Explica la critica que Husserl hace con respecto al psicologismo

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15. Enuncia tres ejemplos de objetos ideales.
16. Explica la concepción que Husserl sostiene entorno a la lógica.
17. ¿Cuáles son las diferencias entre ciencias fácticas y ciencias formales?
18. ¿Que similitudes encontramos entre Husserl y Descartes?
19. Según Husserl, ¿que es la ¨conciencia pura¨?
20. ¿Qué filósofos han adoptado el método fenomenológico?
21. A continuación, da un ejemplo de estructura.
22. ¿Qué diferencias se advierten entre el estructuralismo y el atomismo?
23. ¿Podemos decir que estructuralismo es un procedimiento meramente formal?
¿Por qué?
24. ¿A qué campos del conocimiento se puede aplicar el estructuralismo?
25. ¿Qué problemas plantea el estudio de la historia al estructuralismo?
26. Resumen el pensamiento de tres filósofos estructuralistas.
27. ¿En qué consiste la crítica al ¨humanismo¨ que hacen los estructuralista?
28. ¿Qué relación encontramos entre Foucault y Kant?
29. ¿Cómo ha incidido el estructuralismo en la filosofía marxista?

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