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1º BACHILLERATO
¿Qué es la filosofía?
La Filosofía nació en Grecia, en el siglo VI a.C. de manos del primer filósofo
conocido: Tales de Mileto. Aquella primera filosofía no era exactamente igual que lo
que hoy día se entiende por “filosofía”. “Filosofía” etimológicamente significa “amor
por el saber” (del griego ϕιλο –amor- y σοϕία –sabiduría o saber-) y desde sus
orígenes los filósofos han sido personas interesadas por conocer la realidad, por
descubrir los secretos de la Naturaleza y por entender el porqué de las cosas que
suceden a nuestro alrededor.
Antes de que apareciesen los primeros filósofos, la única respuesta a los
interrogantes de la humanidad la ofrecían las religiones, las creencias populares y los
mitos. Ellos daban respuestas a nuestras preguntas basándose en la fe, en la palabra
de los dioses transmitida por sus profetas o en las historias de héroes antiguos (como
Ulises o Prometeo, por ejemplo) que, con sus hazañas, construyeron el mundo en que
habitamos.
Sin embargo, algunos hombres no se conformaron con tales explicaciones y
decidieron indagar por sí mismos las posibles respuestas a aquellos enigmas que
rodeaban su existencia cotidiana; cuestiones como “por qué hay cuatro estaciones
durante el año en vez de cinco u otro número”, “de dónde procede la vida”, “por qué
sale el sol por el este y se pone por el oeste”, “cuánto mide la tierra o si es infinita”,
“cómo se curan las enfermedades”, “cómo de lejos está el sol”, “por qué hay épocas
de sequía”, “qué es lo justo y por qué existe el mal”, “si hay un alma o somos sólo
cuerpo”, “cuál es el mejor sistema político”, y un sinfín de cuestiones similares.
En aquella época no existía lo que hoy entendemos por ciencia (no había ni física,
ni biología, ni ciencias políticas, ni ética…) sino que todo aquel que quisiese saber algo
usando su razón y sus sentidos, o sea, todo aquel que tuviese el afán de alcanzar algo
de sabiduría se le denominaba “filósofo”. Había filósofos encargándose de estudiar de
dónde procedía la vida, o de qué materia estaban constituidos los cuerpos, o cómo se
produce la reproducción de los animales, etc. Temas todos ellos más propios de la
Naturaleza. Mientras que otros filósofos estudiaban más temas astronómicos (los
planetas, el sol, la luna, las medidas de la Tierra) y otros temas más humanos
(problemas políticos sobre la justicia, éticos sobre el bien y el mal o metafísicos sobre
la existencia de los dioses o del alma). Todo afán por el saber se llamaba “Filosofía”.
Y eso duró hasta casi nuestros días. Newton, era físico, pero denominó a su gran
obra “Philosophiæ naturalis principia mathematica” (Principios matemáticos de
Filosofía Natural). Descartes era filósofo, pero hizo muchas investigaciones sobre
matemáticas (los productos cartesianos, por ejemplo) y física. O sea, que hasta el siglo
XIX todos los investigadores de todas las áreas eran denominados todavía “filósofos”.
Ha sido muy recientemente cuando las ciencias se han ido separando y
convirtiéndose en áreas independientes y formando Universidades distintas de
Biología, Física, Matemáticas o Derecho con independencia de la Filosofía que ha
Decía Jean Paul Sartre, filósofo francés del siglo XX, que "estamos condenados
a ser libres" a elegir una propuesta de sentido para nuestra vida y las cosas. Nuestra
elección puede consistir en delegar en una propuesta ajena, la que nos ha trasmitido
nuestros padres, la escuela, la sociedad, etc. pero deberíamos intentar construir por
nosotros mismos observando todas esas propuestas la nuestra propia: el sentido que
nosotros le vamos a dar a nuestra vida y a las cosas.
La filosofía es un tipo de saber que pretende responder esta pregunta, aunque
no es el único, también lo es el mito, la religión o la ciencia.
“El animal no conoce la muerte hasta que muere: el hombre es consciente de que a cada hora se
acerca a la muerte, y eso en ocasiones hace la vida grave incluso a aquel que no ha conocido ya en la
vida misma ese carácter de destrucción perpetua. Es principalmente por eso por lo que el hombre tiene
la filosofía y la religión: si bien es incierto que aquello que con razón apreciamos sobre todo en su obrar,
la rectitud voluntaria y la nobleza del ánimo, haya sido alguna vez fruto de una de las dos. Como
productos seguros pertenecientes en exclusiva a ambas y como producciones de la razón por esa vía se
encuentran, en cambio, las más asombrosas y aventuradas opiniones de los filósofos de diferentes
escuelas, así como los extraños y a veces crueles usos de los sacerdotes de distintas religiones.”
(Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación)
Lo mismo ocurre cuando vemos que alguien pretende hacernos daño (lo cual
nos acerca a la muerte, o al menos hace que el agresor tenga nuestra vida en sus
manos) y quitarnos nuestras posesiones, o nuestra salud, o nuestro amor... y nosotros
creemos que eso no es justo. ¿Acaso la justicia existe, o se la inventa el hombre?
¿Acaso es más justo que tenga esto yo o que lo tenga el otro? ¿Qué es la justicia?
Estas son preguntas que todos se hacen en su vida, pero que sólo unos pocos se
dedican a aclarar las cosas sobre ellas. Son pues, preguntas necesarias.
Como dijimos antes, a nadie le interesaría saber la verdad sobre las cosas si no
fuera por la presencia de la muerte, pues, aunque hubiera catástrofes mundiales, si
fuéramos inmortales, no nos preocuparíamos por conocer sus causas ni sus soluciones,
o si no hubiera grandes enfermedades no querríamos saber en qué consisten o cómo
se curan... Por eso surgen también en filosofía cuestiones como ¿podemos conocer la
verdadera realidad, o todo son apariencias que nunca se acercan a lo que es el mundo
verdaderamente? ¿Puede un sujeto humano conocer objetivamente lo real?
Lo mismo ocurre con otros problemas filosóficos como la existencia de Dios, la
belleza de lo real, la existencia de la verdadera amistad, etc. que son cuestiones cuya
solución ha interesado a todos los hombres del mundo, pero de los que se han
ocupado sólo unos pocos: los filósofos.
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Aunque los animales saben hacer ciertas cosas, tienen ciertas habilidades y algunos son capaces de
aprenderlas y transmitirlas, el ser humano es el único animal que es capaz de pensar y utilizar el lenguaje
para articular simbólicamente su experiencia, construir su mundo.
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Estas preguntas se formularon por primera vez cuando ya existía casi todo lo
necesario para la vida. De la contemplación y admiración que producen las cosas
inmediatas se pasó a cosas cada vez más alejadas: de las aguas de la Tierra a las lluvias
y tormentas, de la Tierra al cielo, a las estrellas y al Sol y, de aquí, a las preguntas sobre
la composición de las cosas o sobre el origen del Universo. Las preguntas nacidas de la
admiración son cada vez más complejas y alcanzan ámbitos más alejados de lo
inmediato y más amplios.
Las preguntas no están ya dirigidas a resolver las necesidades sino a explicar y
calmar la admiración, la perplejidad que nos produce lo que nos rodea. De modo que
es el reconocimiento de la propia ignorancia el motor de nuestro pensamiento, lo
que le lleva a tratar de conocer, a intentar encontrar la sabiduría.
"Pues he aquí lo que sucede: ninguno de los dioses filosofa ni desea hacerse sabio,
porque ya lo es, ni filosofa todo aquel que sea sabio. Pero a su vez los ignorantes ni
filosofan ni desean hacerse sabios, pues en esto estriba el mal de la ignorancia: en no
ser ni noble, ni bueno, ni sabio y tener la ilusión de serlo en grado suficiente. Así, el
que no cree estar falto de nada no siente deseo de lo que no cree necesitar"
Platón: Banquete, 203 D-204 B
Discursos racionales
El tipo de discurso mítico: el mito y la religión.
El mito
Durante la mayor parte de la historia de la especie humana las explicaciones
sobre la naturaleza y la sociedad tuvieron un carácter mítico y aún hoy pervive en
muchas culturas este tipo de explicación. También los movimientos religiosos son de
carácter fundamentalmente mítico.
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1. Abandona el intento de explicar las cosas y los hechos por la acción de seres
divinos o sobrenaturales.
2. Busca explicaciones naturales a los fenómenos de la naturaleza y lo hace
mediante teorías que interrelacionan conceptos. Por lo tanto,
3. No es resultado de la revelación o la inspiración divina sino de la indagación
racional.
4. Busca justificar sus afirmaciones a través de argumentaciones o razonamientos
(frente a la fe o la creencia)
5. No es un discurso dogmático sino crítico, que se caracteriza por revisar y
contrastar constantemente sus teorías.
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Así pues, en cierto sentido de la palabra todos los seres humanos somos
filósofos, porque todos nos quedamos perplejos ante el gran interrogante que es
nuestra vida. El filósofo inglés contemporáneo Stephen Toulmin afirma:
"De mal o buen grado, todos hemos nacidos filósofos, igual que hemos
nacido críticos, morales, pensadores políticos e incluso científicos"
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Pero para dudar incluso de las opiniones propias, cuando uno de verdad cree
tener razón en lo que opina, es necesario contrastar, cotejar dichas opiniones con las
opiniones de los demás.
En latín “alter” significa “otro”, de ahí que “alteridad” signifique “lo otro”, “lo
ajeno a mí”. El verdadero filósofo debería abrirse a los demás, a los otros, a las
opiniones ajenas para comprobar que lo que él creía que era una verdad absoluta (sus
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El discurso escrito, el texto, suele ser el vehículo principal a través del cual el
filósofo estudia, medita y piensa.
Para poder acceder al pensamiento de los demás es fundamental que sepamos
analizar un texto lo que equivale a decir analizar el pensamiento de un autor. Ante un
texto debemos estar en condiciones de saber detectar, al menos, lo siguiente:
El tema: Por ej. si es un texto metafísico, lógico o ético.
La tesis principal: (qué defiende el texto) Por ej. si está a favor o en contra
del aborto.
Las fases de argumentación: qué razones ofrece y en qué orden para
apoyar su tesis.
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Para no caer en los mismos errores del pasado y no creer que hemos descubierto
cosas que fueron dichas hace ya muchos años o siglos, es fundamental conocer el
pensamiento de aquellos que filosofaron antes que nosotros. De ahí que para filosofar
sea fundamental previamente conocer la historia de la filosofía, las teorías de los
grandes pensadores y leer mucho.
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Por último, y no por ello menos importante, el filósofo que quiera hacer filosofía
de verdad, aparte de conocer el pensamiento de los grandes autores filosóficos del
pasado y del presente, debe pensar por sí mismo.
Si sólo nos limitásemos a conocer lo que los demás han pensado, seríamos unos
eruditos, unos estudiosos, pero no seríamos pensadores. Ser filósofo es pensar por
uno mismo, someter al propio juicio las afirmaciones de los demás, y sacar nuestras
propias conclusiones.
Cuestiona y reflexiona sobre la primera y más general de las preguntas: ¿Qué es esto?,
¿Qué es la realidad?
La realidad está constituida por un elemento o por múltiples, éstos son simples o
compuestos, materiales o inmateriales, corruptibles o indestructibles,...
Un objeto y otro son bien diferentes y sin embargo ambos son objetos y reales:
¿Qué tienen en común todos los objetos que hace que los consideramos como
reales?
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La EPISTEMOLOGÍA
Es la rama del a filosofía que estudia los problemas relacionados con el
conocimiento, es decir, las condiciones que lo posibilitan, sus límites y los criterios de
verdad y certeza. La epistemología se pregunta, pues, qué podemos conocer, o cómo
sabemos que lo que creemos conocer es verdadero. También se denomina “Teoría del
Conocimiento” o “gnoseología”.
Comienzo por hacerme preguntas, pero he de poder encontrar respuestas. Para
poder explicar la realidad es preciso conocerla. De aquí surge una nueva categoría de
preguntas:
¿Qué es conocer?:
Partiendo del contacto con la realidad construyo una representación mental que la
pretende "captar", "comprender", "describir”, ... ¿Cómo sé yo que mis ideas se
corresponden con la realidad?, ¿Cuándo son pura especulación o son verdad? Aquí se
desglosan una serie de preguntas que trata de estudiar la Teoría del Conocimiento,
Gnoseología o Epistemología.
Se hace las siguientes preguntas fundamentales: ¿Cómo puedo conocer? ¿Qué puedo
conocer?
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-PRESOCRÁTICOS-
Los filósofos presocráticos fueron una serie de pensadores que vivieron entre los siglos VI y V
a. de C. en la antigua Grecia, es decir, entre el final de la época arcaica y el comienzo de la
clásica. La razón de su importancia es que fueron los primeros filósofos de la historia y por lo
tanto los iniciadores del pensamiento occidental, dejando atrás la comprensión mítico-
religiosa de la realidad. Inventaron la filosofía, es decir, la comprensión racional de la realidad.
Aclaremos esto: hasta el siglo VI a. C. los griegos se explicaban el mundo y su posición dentro
de él del mismo modo en que lo hacían otros pueblos y cultura humanas. Recurrían a un tipo
de pensamiento al que acostumbramos a llamar mítico-poético (religioso). Este pensamiento
se caracteriza por considerar que todo lo que sucede está regido por los dioses siendo fruto de
su voluntad arbitraria y caprichosa. Oráculos y poetas eran a su vez los interlocutores divinos,
los mejores intérpretes de sus designios. A partir del siglo VI a.C. y debido a una serie de
circunstancias de tipo económico (desarrollo del comercio, utilización de la moneda, etc.),
político (consolidación de la polis y de la cultura urbana, democratización y pérdida progresiva
de poder por parte de la minoría aristocrática) y religioso (carencia de libros sagrados y de
casta sacerdotal) se pone en marcha una nueva forma de pensamiento que llamaremos
filosófico o racional. Esta honda transformación en la interpretación del mundo recibe el título
de “paso del MYTHOS al LOGOS”, dos palabras griegas que designan respectivamente dos
maneras antitéticas de narrar y comprender la realidad circundante, la religiosa y la racional.
Esta nueva concepción racional de la realidad concibe el mundo como un sistema, es decir,
como un todo ordenado en el que: primero cada cosa ocupa el lugar que le corresponde y en
el que, segundo, todo lo que sucede acontece necesariamente.
Para lograr esto se considerará que todas las cosas tienen una esencia, naturaleza o identidad
permanente y que las transformaciones y cambios que sufren están regidos por leyes
impersonales que necesariamente tiene que cumplirse. En el mundo no reinan ni el azar ni los
veleidosos deseos de los dioses.
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- el arjé de las cosas es el agua (todo surge y brota del agua y al agua vuelve). Por
condensación se forman los sólidos, por un proceso de rarefacción, los gases
2º Anaximandro de Mileto:
3º Anaxímenes de Mileto:
- el arjé de todas las cosas es el aire. Las leyes naturales que rigen son: por rarefacción, fuego;
por condensación, nube, agua, piedra
B. LOS PITAGÓRICOS
- Escuela filosófica y secta religiosa fundada por Pitágoras (originario de Samos, una isla del
Egeo frente a las costas de Asia) en la ciudad de Crotona (sur de Italia)
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- Doctrina cosmológica: los números son el arjé (la naturaleza) de las cosas (la música se
reduce a proporciones matemáticas y la armonía de las esferas celestes es fruto de las
relaciones entre números).
Tradicionalmente considerado como el filósofo que afirmó que todo cambia y nada
permanece, que el mundo no es sino un continuo devenir en el que todas las cosas están
sometidas a una incesante transformación y nada permanece constante. Este devenir no es
irracional, caótico, ya que se realiza de acuerdo con ciertas leyes y proporciones. Esta ley o
logos del devenir constituye el verdadero principio explicativo del Cosmos.
1º el Cosmos es fuego (“Este Cosmos es y será fuego eterno que se enciende y se extingue
conforme a medida”)
2º la ley o logos que rige el Universo es la lucha de contrarios (“la guerra es el padre de todas
las cosas”)
4º la armonía del Cosmos no es una armonía estática sino una armonía dinámica, resultado
del equilibrio dinámico de las tensiones entre los contrarios (“como ocurre con el arco y la
lira”). Al buscar el orden e inteligibilidad de lo real no en sus aspectos estáticos sino en su
dinamismo, no en la identidad sino en la contradicción, en la lucha de contrarios, Heráclito
alumbro la concepción dialéctica de la realidad.
2º la causa del perpetuo devenir es que el kosmos está constituido por elementos contrarios
(día/noche, frío/caliente, húmedo/seco) que luchan entre sí. El mundo es la unidad tensa de
contrarios.
3º el fuego viviente es el arjé de todas las cosas: el kosmos es un fuego viviente concebido
como lucha de contrarios.
4º el devenir del mundo no es caótico, sino que está sometido a una ley que lo rige todo: el
logos.
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Parménides:
En su poema “Sobre la naturaleza”, indica que para alcanzar el conocimiento de la realidad los
hombres disponen de dos caminos o vías: la vía de la verdad y la vía de la opinión. La primera
se alcanza ejerciendo la razón y el pensamiento, es propia de los filósofos y tiene como objeto
el conocimiento del ser de las cosas. La segunda es el conocimiento a través de los sentidos y
es un conocimiento vulgar que sólo atiende a la apariencia de las cosas, a saber, a la
multiplicidad y al movimiento.
1º es eterno pues no puede ni ser generado ni ser destruido (el ser no puede no ser, ni
el no ser puede ser).
3º es inmutable, no pudiendo cambiar (ya que el cambio implica que algo que no es sea
y que algo que sea deje de ser)
4º finito, compacto, homogéneo, indivisible y esférico (la realidad, el ser, es una esfera
compacta, inmóvil, en majestosa quietud).
- VÍA DE LA OPINIÓN (o doxa): camino seguido por la mayoría de los hombres, les conduce al
mundo múltiple y en perpetuo devenir, el mundo no real sino aparente.
- VÍA DE LA VERDAD (o aletheia): camino seguido por el sabio, le conduce al mundo del ser.
En la primera mitad del siglo V a. C. aparece una generación de filósofos, cuya mentalidad
acusa una gran madurez. Aunque apenas guardan conexión entre sí, coinciden, en
aprovecharse de los diversos esfuerzos de la investigación filosófica anterior y en intentar una
síntesis de sus resultados. Todos ellos están marcados por la filosofía de Parménides y quieren
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Les llamamos pluralistas, porque reemplazan la doctrina de la materia única por la de una
pluralidad de materias o de elementos materiales como causa explicativa de todas las cosas.
Para superar el problema planteado por Parménides (la contradicción entre razón y
experiencia, la contradicción entre las ideas de ser y devenir) abandonan la idea de que el arjé
consiste en un único elemento material, proponiendo como arjé una pluralidad de elementos
o partículas materiales. Otro rasgo común a estos filósofos es la introducción de fuerzas
cósmicas, que sirven para dar razón del cambio o movimiento de las cosas (Empédocles y
Anaxágoras), o su negación explícita (Demócrito).
Después de Parménides, por influencia de estos filósofos, la explicación acerca del origen del
universo cambió sustancialmente de rumbo.
a) De una parte, la convicción de que a partir de la unidad (de una única sustancia) no
puede surgir la pluralidad obligó a los filósofos a abandonar el monismo: resultará
necesario poner como origen, no un principio, sino una pluralidad de principios
(pluralismo).
b) De otra parte, estos filósofos consideran que hay que atribuir a esa pluralidad de
principios dos propiedades que Parménides atribuía a la realidad única: los principios
serán eternos e inmutables2.
- Todo lo que existe está compuesto por una combinación de cuatro elementos: tierra, agua,
aire y fuego.
- Los elementos se unen o desunen en virtud del juego de dos fuerzas cósmicas: el amor y el
odio.
- Fue el primer filósofo que desenvolvió su carrera en Atenas. Llego a pertenecer al círculo de
Pericles, siendo también el primer filósofo en sufrir un proceso de impiedad y en ser
desterrado de la ciudad.
- Existe una infinitud de gérmenes o semillas (“homeomerías” les llamará Aristóteles) que
componen la multiplicidad de cosas existentes.
- Esos infinitos elementos formaban en el principio una masa compacta inmóvil. Un nous o
inteligencia los puso en movimiento separándolos y mezclándolos ordenadamente de nuevo,
dando así lugar al kosmos. Aparece de este modo en Anaxágoras por primera vez en la historia
del pensamiento la idea de una Inteligencia ordenadora del universo (es decir, de un dios tal
como lo concebirán usualmente los filósofos a lo largo de la historia).
G. Los atomistas: Leucipo y DEMÓCRITO de Abdera (de Abdera, colonia jonia en el norte
de Grecia):
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En el sentido de invariables, no en el de inmóviles.
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- Moviéndose en el vacío al azar, sin finalidad, los átomos chocan los unos contra los otros
combinándose y separándose, dando lugar a todas las cosas.
- El alma humana está compuesta por átomos sutilísimos. El alma conoce las cosas
amoldándolas a la disposición de los átomos que la componen (relativismo o subjetivismo de
toda percepción y conocimiento de las cosas).
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