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UNIVERSIDAD DE LOS

ANGELES

NOMBRE:

DOCENTE:
LIC. ELSA DEL CARMEN TORRES PÉREZ

ASIGNATURA:
FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

CICLO:
SEGUNDO CUATRIMESTRE
I. LA FILOSOFIA

1.1 Definición de Filosofía


Es el estudio de problemáticas diversas como son el conocimiento, la mente, la
consciencia, la ética, el lenguaje, la belleza, la moral.
Esta rama del conocimiento surgió en la Antigua Grecia en Jonia, en Asia Menor, a
principios del siglo VI a.c. De entre los pensadores que se destacaron en la
antigüedad, no sólo griegos, sino romanos, se encuentran Tales de Mileto, Sócrates,
Platón, Aristóteles, Séneca, entre muchos. En esa época llegó incluso a haber
emperadores filósofos como Marco Aurelio, quien dominó el Imperio Romano entre
161 y 180 de nuestra era.
La filosofía se divide en las siguientes ramas: Metafísica, Gnoseología, Lógica,
Ética, Estética, Filosofía política, Filosofía del lenguaje, Filosofía de la mente y
Filosofía de la historia. A lo largo de los siglos el pensamiento ha tenido una fuerte
influencia en la política y en el tipo de políticas que se implementan.
Filosofía es un conjunto de razonamientos lógicos y metódicos sobre conceptos
abstractos que tratan de explicar las causas y fines de la verdad, la realidad, las
experiencias y nuestra existencia.
La palabra filosofía deriva del griego φιλοσοφία y del latín philosophia, que al
parecer fue acuñada por Pitágoras en la Antigua Grecia, y significa ‘amor por la
sabiduría’ o ‘amigo de la sabiduría’. Con este término también se nombran las
teorías y sistemas de pensamiento desarrollados por uno o más autores dentro de
este campo.
La filosofía se originó paralelamente tanto en Occidente como en Oriente. Sin
embargo, presentan diferencias en los métodos de pensamiento y percepción del
mundo, del ser humano y de la verdad.
La filosofía se caracteriza por abarcar diversas áreas de estudio, enfatizar el
pensamiento crítico, buscar respuestas lógicas a diversas preguntas y no aceptar
verdades absolutas.
A partir de la filosofía han surgido innumerables conocimientos de carácter
humanista y científico. Entre estos destacan sus principales ramas de estudio como
la metafísica, la epistemología o la lógica.

1.2 objetivo de estudio de la filosofía


El pensamiento filosófico ha llevado al hombre a redescubrirse y alcanzar un nivel
de comprensión máximo con respecto a la vida misma, por tanto la filosofía se
reconoce como una relevante e importante disciplina que ha sabido expandirse a
distintas áreas. Sin embargo, te contaremos que caracteriza el objeto de estudio de
la filosofía.
La filosofía es una ciencia asociada al saber que busca la comprensión del mundo,
la vida y el entorno en todas sus formas. Esta trata problemáticas relacionadas con
el conocimiento, el pensamiento, la moral, la ética, los valores y las percepciones,
intentando reflexionar sobre la relación de estos elementos y el ser humano.
Por tanto, podemos decir que el objeto de estudio de la filosofía consiste en el
hombre primordialmente, y las bases de su pensamiento y comportamiento, y la
evolución de estos en el tiempo. De hecho, se dice que el objeto formal de la filosofía
es universal, ya que abarca toda la realidad.
Sus objetivos se pueden separar en dos secciones:
Valorar la capacidad de razonar, su libertad y su capacidad para medir el
entendimiento y la acción humana.
Entender y usar adecuadamente los términos filosóficos.
La filosofía y su área de estudio es tan amplia que implica también al pensamiento
especulativo, que a su vez engloba a la religión, el arte, la ciencia, etc.

1.3 Características de la Filosofía


Es universal: se preocupa por construir un pensamiento común, valiéndose de
diversos conocimientos, para que todas las personas puedan entender la realidad
en la que viven.
Abarca diferentes áreas de estudio: de esta manera busca establecer las bases
del conocimiento humano.
No es absoluta: acepta la crítica y discusión de los argumentos seleccionados para
acercarse a la verdad de todas las cosas.
Incentiva el saber crítico: en la búsqueda de la verdad, se replantea y vuelve a
analizar las bases y los argumentos de los conocimientos existentes.
Es metódica: otorga gran importancia a la metodología a aplicar cuando se realiza
un razonamiento lógico en la búsqueda del conocimiento.
Es sistemática: organiza de forma lógica y coherente los conocimientos o verdades
que se tienen sobre un tema en particular.
Da explicaciones racionales: Todas las definiciones de la filosofía deben basarse
en la racionalidad. Tal como explicamos anteriormente, esto implica que los
pensamientos filosóficos no admiten explicaciones mitológicas o basadas en algo
sobrenatural.
Así mismo, para el pensamiento filosófico es mucho más valioso y fidedigno el
conocimiento racional en lugar de aquel generado solo por una condición de
autoridad.
Dicha racionalidad está desvinculada por completo del ámbito científico debido a
que la filosofía no se trata una disciplina empírica. Sin embargo, aunque esta no se
basa en la ciencia, en todo momento la racionalidad será la protagonista de los
argumentos filosóficos.
Es individual: Prácticamente existen tantas teorías filosóficas como filósofos en el
mundo. Esto implica que el pensamiento filosófico surge como consecuencia de la
visión y concepción del mundo de una persona en particular.
Así mismo, en la mayoría de los casos las distintas filosofías están debidamente
atribuidas a sus autores, no suelen presentarse argumentos anónimos.
Esto ha hecho posible que distintos filósofos hayan podido estudiar las obras
completas de otros, y así hayan logrado complementar conceptos en pro de la
consecución del objetivo final de la filosofía: la comprensión de la verdad.
Es argumental: Todo el basamento de un pensamiento filosófico está sostenido
necesariamente sobre la argumentación.
Es decir, los conceptos asociados a este pensamiento se han obtenido a través de
la racionalidad y la deliberación, no por medio de un pensamiento único y
predeterminado enraizado a través de la tradición u otro elemento cultural.
Por medio de los argumentos los filósofos dan validez a sus nociones y buscan
convencer al público en general sobre las teorías que plantean.

1.3.1 Crítica
La filosofía de Kant en cuanto, según él mismo, constituye un examen, juicio o
crítica, no de los productos o de los métodos del conocimiento humano, sino de las
posibilidades de conocimiento de la misma razón; en concreto, de las capacidades
de la razón humana para conocer algo a priori (ver texto).Al estudio de estas
condiciones o posibilidades de conocimiento por parte de la razón, llama también
Kant filosofía trascendental. Aunque toda la filosofía kantiana pueda llamarse
«crítica» o bien pueda distinguirse como «criticismo», frente, por ejemplo, a un
dogmatismo o un escepticismo, en rigor «filosofía crítica» es la primera parte, o la
propedéutica, de su metafísica o filosofía sistemática, constituida por el examen a
que es preciso someter a la razón humana para conocer su alcance y sus límites.
Este aspecto fundamental de la filosofía, que inicia con un autoexamen, o
autocrítica, se corresponde claramente con el ideal de «atreverse a pensar por
cuenta propia», con el que Kant resume el espíritu de la Ilustración alemana.
Arturo Roig inscribe el ejercicio del filosofar en la geografía de su función crítica.
Crítica que es comprendida como una forma de pensamiento que se cuestiona a sí
mismo y que considera no sólo los límites y posibilidades de la razón, sino también
la realidad humana e histórica de un sujeto que se constituye en un "nosotros". La
filosofía, así entendida, es un saber de vida. La función utópica se presenta como
tarea para este saber de conjetura y filosofía que sirve a la vida, y Roig devuelve
con ello el valor epistémico, que el plus lo axiológico, no verificable como hipótesis
científica.
1.3.2 Sistemática
Se define como un campo emergente de la ciencia que estudia los sistemas
holísticos e intenta desarrollar marcos lógico matemáticos, de ingeniería, y filosofía;
en los cuales los sistemas físicos, mentales, cognitivos, sociales y metafísicos
puedan ser estudiados.
Se llama sistémico porque durante esta etapa se desarrollan los grandes sistemas
metafísicos de la antigüedad.
Al igual que en su momento pretendieron los presocráticos, Platón intenta solucionar
el problema del fundamento de la physis (o naturaleza), y afirma que este mundo
material o mundo sensible es copia (participación) del auténtico mundo, inmutable
y pleno de realidad, que es el mundo inteligible o mundo de las Ideas. Las Ideas (o
Formas separadas) constituyen la auténtica realidad. Con su solución pretende
también solucionar el problema del movimiento. Así, el mundo sensible estaría
sometido al cambio, al movimiento, a la generación y corrupción; mientras que el
mundo de las ideas es inmutable. De ahí que la ciencia, en cuanto que es un
conocimiento universal y necesario, únicamente puede versar sobre las Ideas por
su carácter fijo e inmutable. Conviene tener muy presente que, para Platón, el
problema gnoseológico (o del conocimiento) es dependiente del problema
ontológico (o metafísico).
1.3.3 Argumentos racionales
Un argumento racional se basa en un riguroso y extenso análisis de la evidencia
que apoya la objetividad del contenido específico que lo constituye. En este caso,
estaríamos apelando directamente a la lógica y al sentido común de los colectivos,
mostrando beneficios directos relacionados al precio y a la funcionalidad del
producto o servicio a tratar, incluyendo las garantías que estos llegaran a ofrecer.
Dentro de la utilidad de este tipo de argumentos en la publicidad, se mostrarán
mensajes que busquen centrarse en la oferta, ofreciendo un argumento que tratará
de convencer al público a consumir un producto o servicio en específico.
El argumento racional buscará explicar, por diversos medios, la funcionalidad del
producto o servicio a promocionar. Esto puede ser por medio de:
• La deducción
A partir de un principio general, se llegará a la consecuente deducción sobre la
funcionalidad del producto/servicio.
• La inducción
Por medio de un caso en concreto, se asimilan los principales objetivos y beneficios
al consumir dicho producto.
• La retórica
A través de un argumento basado en figuras retóricas, como las metáforas o las
comparaciones, se logra desarrollar un concepto que ejemplifique su función.
• La analogía
Utilizando la similitud, se buscará comparar al producto/servicio con algún otro
elemento que contenga las mismas características que se desean destacar.

1.4 Las ramas de la filosofía


1. Metafísica
Esta rama de la filosofía se desarrolló gracias a autores y pensadores tan ilustres
como Immanuel Kant, Sócrates, René Descartes y Aristóteles.
Quizás, esta es la corriente filosófica más compleja y abstracta, ya que se centra en
nada más y nada menos que el estudio de la existencia.
En primer lugar, la filosofía metafísica busca responder qué es la existencia y, luego,
analizar la naturaleza de la misma. Además de profundizar en nuestros orígenes y
evolución, esta rama ayuda a analizar y responder inquietudes sobre las realidades
de la actualidad.
Dentro de este campo encontramos 2 sub disciplinas ocupan un lugar importante
en el estudio metafísico, como lo son la ontología y la teología.
La ontología se basa en la reflexión acerca de del ser humano y su esencia. En
tanto, la teología se centra en el estudio de Dios o lo que se considera naturaleza
divina.
2. Estética
Sí, esta rama de la filosofía se asocia a lo visual y a la imagen, específicamente al
arte.
El objetivo de esta disciplina, que resulta ideal para profesionales interesados por la
cultura, es describir los mensajes, objetivos y propósitos que están detrás de las
diferentes expresiones artísticas, como lo son la literatura, la pintura, la música y la
escultura, entre otras.
Debido a su enfoque visual, también abarca el análisis de elementos naturales y
paisajes, como el mar, por ejemplo. En sí, la filosofía estética busca apreciar de
forma profunda la belleza de los mismos, a la vez que describe su origen,
composición y otras características.
Esta también es una de las principales ramas de la filosofía que ha sido
conceptualizada y desarrollada por célebres personajes de la historia, entre estos
Friedrich Nietzsche.
3. Epistemología
Karl Popper, Mario Bunge, John Locke y Thomas Kuhn, entre muchos otros filósofos
y pensadores, se desenvolvieron como autores de esta rama, que tiene un objetivo
claro: estudiar y entender la metodología o forma para adquirir conocimientos.
En otras palabras, la epistemología intenta responder la siguiente pregunta: ¿cómo
aprendemos?
Es una interrogante costa, a simple vista, pero la realidad es que se trata de un
elemento de estudio profundo y existencial, que lleva a los filósofos a investigar y
analizar la naturaleza y las propiedades del conocimiento, así como el
funcionamiento de la mente y el pensamiento lógico.
Incluso, este principio filosófico va un paso más allá y evalúa la forma en que las
emociones y los sentamientos también influyen en el conocimiento y los procesos
de aprendizaje, así como el entorno social y la realidad de las personas.
Todos estos elementos de análisis dejan claro una cosa: el aprendizaje es un
proceso amplio y complejo, que consta de diferentes aristas y que es influenciado
por distintos elementos.
4. Ética
Esta rama también fue explorada y desarrollada por Aristóteles, que al mismo
tiempo es uno de los “padres” de la metafísica. John Stuart Mill, Séneca, Thomas
Hobbes y Peter Singer fueron otros que dedicaron tiempo, esfuerzo, análisis e
investigación a la ética en ciertos momentos de sus carreras.
Como es común en las principales ramas de la filosofía, la ética gira en torno a un
gran dilema: ¿qué es bueno y qué es malo?
Para poder ser esta balanza entre el bien y el mal, con relación a las acciones y los
pensamientos de los individuos y los grupos sociales, esta corriente analiza códigos
morales y los impactos de los comportamientos y las decisiones en la colectividad.
Gracias a esta rama filosófica debemos la aceptación casi unánime de ciertos
valores considerados como universales, entre estos: amor, igualdad, honradez,
solidaridad, verdad, amor y, por supuesto, paz.
5. Política
La política es una de las áreas que mayor atención e interés genera en los grupos
sociales, pues está directamente relacionada con la forma en que se organizan las
poblaciones y las naciones. A su vez, conceptualmente se asocia con el
entendimiento, la negociación y la resolución de conflictos.
A lo largo de la historia, los filósofos también se han interesado por entender y
explicar este campo, dando pie a la filosofía política como corriente. Algunos de sus
más destacados autores son Nicolás Maquiavelo, Jürgen Habermas, Noam
Chomsky, Hannah Arendt y Herbert Marcuse.
En concreto, esta especialidad se enfoca en comprender las diferentes clases de
ideologías políticas, desde un punto de vista lógico y, a la vez, existencial, para así
descubrir la naturaleza detrás de estas y el tipo de acciones que pueden promover.
También estudia la relación de las personas con las leyes, la justicia, el derecho, el
gobierno y los diferentes elementos que forman parte del Estado y la sociedad como
colectivo organizado, con reglas y parámetros específicos.
A partir de estos análisis, los expertos en filosofía política pueden sugerir, promover
y determinar qué iniciativas puede adoptar un Estado para proteger las libertades y
propiciar el bienestar general.
6. Filosofía del lenguaje
Es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza del propio lenguaje y el valor de
este en la convivencia y la organización de las sociedades.
Es importante comprender que no se centra en un idioma en específico, sino que
evalúa el lenguaje como un sistema de comunicación universal.
Por ejemplo, estudia en qué contextos utilizamos el lenguaje y cuál es el valor
funcional del mismo.
Noam Chomsky, Bertrand Russell, Ludwig Wittgenstein están entre los autores
aclamados y fundamentales de esta corriente.
¡Ya sabes cuáles son las principales ramas de la filosofía! Como ves, cada una
juega un rol trascendental en una determinada área y, en general, nos ayudan a
entender mejor el mundo y nuestra propia existencia.
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¡no dudes en dejar un comentario!
1.4.1 Metafísica
La metafísica es una rama de la filosofía que estudia los problemas centrales del
pensamiento filosófico: el ser en cuanto tal, el absoluto, Dios, el mundo, el alma. En
esa línea, intenta describir las propiedades, fundamentos, condiciones y causas
primeras de la realidad, así como su sentido y finalidad.
Su objeto de estudio es lo inmaterial, de allí su pugna con los positivistas, quienes
consideran que sus fundamentos escapan a la objetividad empírica.
Etimológicamente, la palabra proviene del griego tardío μετὰφυσικά (metafísica),
que significa ‘más allá de la física’.
El origen de este vocablo se atribuye a Andrónico de Rodas (siglo I), quien, al
ordenar los libros de Aristóteles, no consiguió clasificar los que componen la
Metafísica dentro de la lógica, la moral o la física, de modo que resolvió ponerlos
después de aquellos que trataban de física.
No obstante, la metafísica como tal es anterior a Aristóteles, y ya aparece en
filósofos presocráticos o en el mismo Platón.
Para Aristóteles, la metafísica es la filosofía primera, la que trata de las causas
primeras, del ser en cuanto tal, de lo cual se desprende la vertiente que va a dar en
la ontología.
Por otro lado, aborda también lo divino, Dios y el absoluto, derivando en la línea
teológica y cosmológica, que ha aprovechado la religión cristiana a partir de la Edad
Media con la escolástica y Santo Tomás de Aquino a la cabeza.
Por su parte, Immanuel Kant en su libro Fundamentación de la metafísica de las
costumbres (1785), a partir de su perspectiva criticista, desarrolló un importante
tratado de la moral a partir de la reflexión de la metafísica como disciplina de
pensamiento que pretende estar por encima de la experiencia.

1.4.2 Gnoseología
La gnoseología es una de las ramas de la filosofía que también es conocida como
teoría del conocimiento y tiene por objeto el estudio del conocimiento humano en
general, lo relacionado a su origen, naturaleza y alcance.
Esta analiza el origen del conocimiento del individuo y de sus formas, esta rama es
la encargada de estudiar los diferentes tipos de conocimientos que pueden
alcanzarse y el posible problema existente en su fundamentación, busca analizar
cada tipo de conocimiento existente desde su origen.
Para entender que es la gnoseología tenemos que analizar la palabra en sí y su
etimología, así el término gnoseología proviene de la unión de dos palabras griegas:
γνωσις /gnosis que significa conocimiento y λόγος /logos que significa doctrina o
teoría por lo tanto, la gnoseología es la teoría del conocimiento y, como tal, su
objetivo es el estudio del conocimiento en sus distintas formas o tipos desde su
origen.
En definitiva, podemos definir gnoseología como la rama de la filosofía que se centra
en estudiar y analizar la naturaleza, el origen, la esencia, las posibilidades y los
límites del conocimiento, los distintos tipos de conocimiento a los que se puede
llegar y sus criterios de validez, buscando una correlación entre el sujeto y el objeto
(el objeto es algo externo a la mente, pero de lo que es consciente el sujeto).
Asimismo, la gnoseología presenta dos formas de acercarse al conocimiento: la
razón (producción de información) y los sentimientos (la percepción sensorial).
A su vez, estas dos formas de adquisición del conocimiento han originado dos
posicionamientos: el empirista (la fuente del conocimiento es la experiencia / lo
aprendido a lo largo de nuestra vida) y el racionalista (el conocimiento proviene de
la razón y no de la experiencia).
Por último, hay que señalar que esta disciplina diferencia entre diferentes formas y
tipos de conocimiento:
Conocimiento proposicional: Saber qué. Vinculado a un conocimiento de tipo
científico.
Conocimiento práctico o perfomativo: Saber cómo. Vinculado a un conocimiento de
tipo cotidiano por descripción.
Conocimiento directo: Saber o conocer. Vinculado a un conocimiento de tipo
cotidiano a través de la familiaridad.
Para que tengas una visión más completa y entiendas mejor qué es la gnoseología,
te la vamos a explicar a través de varios ejemplos que hacen referencia a si un
conocimiento es de tipo ordinario o de tipo científico, así como, las formas de
conocimiento anteriormente explicadas:
La ingeniería automovilística sabe lo que es un coche (conocimiento proposicional).
Después tenemos el hecho de saber cómo se conduce (conocimiento práctico). Y,
por último, tenemos el conocer cómo funciona el coche y familiarizarnos con su
funcionamiento (conocimiento directo).
La biología sabe que un caballo es un equino y que es mamífero (conocimiento
proposicional). Después tenemos el hecho de saber cómo se entrena con el caballo
(conocimiento práctico). Y, por último, el conocimiento por familiaridad del propio
caballo (conocimiento directo).
Aprender que el agua puede estar fría o caliente sería un conocimiento de tipo
cotidiano a través de la familiaridad (conocimiento directo). Sin embargo, el
conocimiento del funcionamiento del agua seria conocimiento de tipo cotidiano por
descripción (conocimiento práctico).
Conocer las normas de funcionamiento de una sociedad se refiere a un
conocimiento de tipo científico. Aprender a montar en bicicleta se refiere a un
conocimiento de tipo cotidiano. Aprender las diferentes doctrinas filosóficas que se
han dado a lo largo de la historia se refiere a un tipo de conocimiento de tipo
científico. Aprender a escribir se refiere a un tipo de conocimiento de tipo cotidiano.
El principal objetivo de esta rama es razonar y meditar sobre la raíz, principio,
esencia, naturaleza y las limitantes del conocimiento o de la acción de conocer. La
gnoseología posee una serie de características que la diferencian de otras ramas
de la filosofía. La primera característica es su origen en la antigua Grecia, pues
nació del diálogo platónico Teeteto. También logra estudiar cada tipo de
conocimiento existente, desde su origen hasta la su propia naturaleza a nivel
general, esto quiere decir que no se concentra únicamente en conocimientos
particulares.

1.4.3 Lógica
La lógica es la ciencia del razonamiento, en general se considera que la lógica tiene
su origen en la filosofía y su aplicación en las matemáticas sin embargo, se
considera a la lógica como una ciencia independiente, en tanto su origen se dio en
paralelo al de la filosofía y no como una consecuencia directa de ella.
Quienes se dedican a la lógica estudian razonamientos llamados “argumentos” o
“esquemas de argumentos”, su tarea consiste en descubrir qué hace que un
argumento válido sea válido. Según a qué rama de la lógica se dediquen, así será
el contenido de los distintos argumentos.
La lógica trabaja con conceptos, definiciones, proposiciones y argumentaciones
formales. Todos ellos se dan en función de determinar la validez de cada uno de los
argumentos tratados.
En general, se puede dividir a la lógica en lógica formal es aquella cuyo objeto de
estudio son las inferencias de forma técnica mediante la utilización de sistemas
deductivos y lenguajes y semánticas formales, la lógica informal, por su parte,
estudia sistemas de razonamiento y argumentación naturales a través del lenguaje
y el pensamiento cotidiano.La palabra lógica puede referir a una ciencia genérica,
aplicada a un todo, si ese todo es objeto de estudio, la lógica comprende un estado
de aceptación y raciocinio tanto por aquel que la aplica para analizar, como para
aquel que la comprende.
También, la lógica es una capacidad mental que tiene el ser humano con la que es
capaz de comprender y establecer una respuesta coherente para una situación con
respecto a una validación que no lo es.
El término lógica puede referir a diferentes significados, por tanto se debe tener
presente la situación comunicativa en la cual es utilizada la palabra, es decir, puede
referir a significados académicos o significados más cotidianos.
En lo académico se entiende por lógica formal a aquella ciencia que tiene como
objeto de estudio las formas de pensamiento humano (ya sean proposiciones,
razonamientos o conceptos), para luego establecer principios válidos que propicien
criterios de verdad.
La lógica puede ser utilizada en los métodos de comprobación que existen, se debe
comprender la materia que se estudia desde un punto de vista empírico, histórico,
comprobatorio y válido para contener respuestas acordes.
Con la lógica, el ser humano tiene el poder de abrir su mente a nuevas alternativas
al momento de tomar decisiones, su fin principal es el de conseguir la mejor solución
a un problema.
Cuando se utiliza el concepto como un adjetivo (es decir, es lógico o es lógica) alude
a que aquello a lo que se está adjetivado sigue o contiene reglas que respetan,
también puede referir a que es consecuencia de lo natural o normal establecido,
como por ejemplo, en la frase pensamiento lógico.
Algunas de las características generales de este concepto son:
Es el estudio de las formas y procesos que se utilizan para diferenciar los
razonamientos válidos de los inválidos.
Ofrece un conjunto de normas que sistematizan la razón.
Sus argumentos son analizados bajo los términos de validez, es decir, un argumento
puede ser válido o inválido. Se vale de patrones para producir sus razonamientos,
estos se denominan deducción, inducción, abducción, y analogía. La lógica debe
aplicar sus patrones según la situación comunicativa, es decir, dependiendo de las
características propias de la situación comunicativa específica.
La lógica tiene sus orígenes en distintas culturas y tradiciones a lo largo del mundo.
Ya en Babilonia, Grecia, China o India, distintos filósofos y pensadores se dedicaron
a la lógica. Sin embargo, la más trabajada ha sido, sin lugar a dudas, la lógica
aristotélica.
La lógica aristotélica es la tradición de pensamiento que se inicia con las obras de
Aristóteles (384-322 a. C.), considerado el fundador occidental de la lógica y uno de
los autores más importantes de la tradición filosófica del mundo.
1.4.4 Filosofía Del Lenguaje
Esta es una de las ramas de la filosofía analítica que se centra en estudiar la
conexión que existe entre el lenguaje natural, el pensamiento, la realidad-mundo, el
uso del lenguaje y sus límites, es decir, la relación que hay entre la
palabra/concepto-realidad- mente todo ello desechando el método científico y
centrándose en el análisis lógico-conceptual.
De esta forma, uno de los primeros filósofos que prestó atención al lenguaje fue
Platón (S.IV a.C.) en su obra Crátilo, en donde reflexiona sobre el origen del
lenguaje y sobre la convencionalidad de las palabras, estableciendo que el lenguaje
no es una convención, que tiene una conexión con la realidad y que las
palabras/nombres no son una casualidad.
Por su parte, Aristóteles (S. IV a.C.) en su obra Política nos dice que el hombre se
diferencia del animal porque tiene logos/palabra: Una herramienta que nos permite
reflexionar sobre el mundo, sobre lo que sentimos o sobre lo que éticamente está
mal o bien.
Sin embargo, la filosofía del lenguaje, tal y como la conocemos hoy, se desarrolló a
principios del S.XX en EE.UU. e Inglaterra, con filósofos como: Bertrand Russell,
Geoffrey Leech, Frank Ramsey o Ludwig Wittgenstein.
Es asombroso lo que puede hacer el lenguaje Con unas pocas sílabas, puede
expresar un incalculable número de ideas, de tal modo que una idea pensada por
primera vez por un ser humano puede ser vertida en forma de palabras que serán
comprendidas por otro para quien la idea es enteramente nueva.
Esto sería imposible, si no fuésemos capaces de distinguir partes en la idea
correspondientes a las partes de una frase, de modo que la estructura de la frase
es como una imagen de la estructura de la idea.
Para entender lo que es la filosofía del lenguaje, debemos, antes que nada, definir
lo que es, en un sentido amplio como un medio de comunicación entre seres
vivientes.
En ese sentido, es lenguaje la comunicación entre los animales, la comunicación no
verbal entre seres humanos, la música, los símbolos matemáticos, etc.
Pero, en un sentido restringido, el lenguaje es un conjunto de sonidos que portan
sentido o significado el significado es la condición básica del hecho lingüístico,
además el lenguaje nos plantea tres problemas fundamentales:
¿Cómo un sonido -o conjunto- puede convertirse en portador de un significado
universal?
¿Cómo es posible la comunicación de los significados a través del lenguaje y qué
relación tiene esta forma idiomática de comunicación con otras formas de
comunicación no idiomática?
Si las palabras son algo distinto de las cosas a las que representan, qué relación
existe entre ambas y en qué medida el lenguaje es vehículo del pensamiento para
conocer la realidad.
Para resolver estas cuestiones necesitamos introducirnos en la filosofía del
lenguaje, la filosofía del lenguaje surge como un salto de la teoría del conocimiento
a la teoría del lenguaje no podemos dar por hecho que cuando hablamos de algo,
esas mismas palabras estén llenas de contenido a la filosofía del lenguaje ya se
anticiparon filósofos como Platón o Guillermo de Ockham.
El nominalismo medieval, por ejemplo, desechaba la idea de que la palabra
humanidad tuviera algún contenido no hay humanidad, sino humanos.
Es decir, cuando hablamos de humanidad estamos entendiendo que hay un sustrato
común, un universal, pero, ¿dónde se encuentra ese universal? Nunca percibimos
la humanidad, sino seres concretos. También la escolástica budista y la
antropología contemporánea son nominalistas.
Para la antropología contemporánea no hay cultura, sino culturas para el budismo
tampoco hay en el mundo nada que se repita la repetición tiene la particularidad de
ser física y químicamente imposible pero la repetición es un elemento imprescindible
de todo lenguaje.
La filosofía del lenguaje actual se ocupa habitualmente de las expresiones
lingüísticas, los enunciados y las oraciones, familiares a todos los seres humanos.
Se establece que el lenguaje no es un reflejo de la realidad, es un reflejo de las
formas de vida de los hablantes, es decir, que no hay un único lenguaje, sino
muchos, los cuales, se remiten a las formas de vida o diferentes culturas.
Lo que Wittgenstein define como los juegos del lenguaje (rezar, dar órdenes, cantar,
suplicar, traducir, saludar…) que tienen sus propias reglas, un contexto concreto y
que son de una comunidad, por tanto el lenguaje pertenece a una comunidad y no
al individuo de ahí que afirme que el lenguaje es algo público y que el lenguaje
privado no exista.
Ejemplo: Un padre está haciendo la comida y su hijo le está ayudando. Así el padre
se dispone a cortar diferentes hortalizas y le va diciendo a su hijo dame el tomate,
pimiento, zanahoria, berenjena… Paralelamente, su hijo se las va dando sin más.
En dicha situación, podemos observar que padre e hijo se están comunicando con
un lenguaje formado por cuatro palabras (tomate, pimiento, zanahoria y berenjena)
y que ambos comprenden a la perfección. Sin embargo, si el padre estuviese en el
trabajo y pronunciase eso mismo, sus compañeros no le entenderían. Es decir,
como establece Wittgenstein, en este caso el lenguaje depende del contexto y de
su uso.

1.4.5 Filosofía De La Mente


La Filosofía de la Mente una de las formas que ha tomado el problema de la relación
mente-cuerpo en otras palabras, es una de las áreas de estudio de la filosofía que
se encarga de estudiar la relación entre los procesos mentales y el cuerpo (el
cerebro en concreto), y por ende, el vínculo entre la mente y el comportamiento.
Bajo dicha área se agrupan un conjunto de trabajos que añaden distintas propuestas
a la cuestión sobre ¿qué es la mente?, lo que les ha llevado a reflexionar también
sobre la relación que existe entre los procesos mentales y los procesos que ocurren
dentro el cerebro.
Los conceptos que estudia la Filosofía de la Mente han sido esenciales para la
filosofía moderna y tienen muchos de sus antecedentes en la filosofía clásica, no
obstante, es a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando han ganado una
importancia fundamental, especialmente a partir del auge de las ciencias cognitivas
y las ciencias computacionales.
Ya desde la primera mitad del siglo XX, la Filosofía de la Mente apareció como rama
especializada dentro de la misma filosofía, cuyo contenido era especialmente
alrededor de “lo mental” (la percepción, las intenciones, las representaciones). En
ese momento la mente era ya un concepto bastante extendido y naturalizado,
incluso en el lenguaje de la vida cotidiana.
Por poner un ejemplo, gracias a esa extensión es que pudieron legitimarse y
desarrollarse muchas prácticas, que van desde el desarrollo de investigaciones,
teorías y terapias cognitivas, hasta el desarrollo de prácticas alternativas que se
servían del concepto de “mente” y sus contenidos, para desarrollar también teorías
y formas de intervenir sobre esta mente.
Pero ocurrió que, a mediados del siglo XX, el problema de estudio de la Filosofía de
la Mente se agudiza, porque la psicología cognitiva y las ciencias de la computación
tuvieron un auge paralelo, especialmente relacionado con el desarrollo de sistemas
de inteligencia artificial, y también a causa de los avances en neurociencias.
Incluso se agregaron a la discusión algunas cuestiones sobre si los animales tienen
mente o no, y si las computadoras tienen mente o no. Sin perder vigencia ni
legitimidad, “la mente” y sus procesos (percepciones, sensaciones, deseos,
intenciones, etc.), dejaban de ser un término preciso para volverse más bien un
concepto vago que se valía la pena discutir.
Finalmente, después de la década de los 80, época en la que la neurociencia
alcanza un auge aún mayor, a la par de los sistemas computaciones que se
sofisticaban cada vez más y que prometían imitar el conjunto de redes neuronales
del cerebro humano; la Filosofía de la Mente se convirtió en un área de estudio con
especial relevancia con esto, la ciencia del siglo XXI inicia con un nuevo objeto de
estudio en el centro: el cerebro.
La filosofía de la mente también conocida como filosofía del espíritu, se encarga de
estudiar la naturaleza de los estados mentales, de sus causas y efectos su principal
objeto de análisis es el comportamiento de los estados físicos y los asuntos
cognitivos de la mente esta rama guarda relación con las ciencias cognitivas y la
filosofía analítica, debido a que trata de ofrecer contenidos de temas “mentalistas”.
Para entender un poco más sobre esta rama filosófica es importante conocer un
poco sobre el conductismo psicológico y el conductismo lógico.
El conductismo psicológico, se encarga de disipar ciertas actitudes interiores, un
ejemplo claro puede ser, los efectos y las emociones, en representaciones de
estímulo – respuesta de tipo neurofisiológico es decir, con este tipo de conductismo
se puede aprender a manejar las necesidades que presente el ser humano, como
una negación exacta de la interioridad.
El conductismo filosófico, soluciona todos los procesos que estén vinculados a
recuerdos, actos inteligentes y propiedades psíquicas, el agradecimiento se puede
expresar mediante sonrisas y frases amables, este sería un ejemplo.
El dualismo también guarda relación con la filosofía de la mente, este forma parte
de conocimiento común porque las ideas, intenciones y juicios no son visibles, las
teorías filosóficas forman una parte importante en esta ciencia, al igual que las
religiones porque es lo que permite sostener la dualidad, espíritu/cuerpo.
Algunos temas que están relacionados con la filosofía de la mente y otros que
debería incluir en el futuro son:
La clasificación de los hechos mentales y su relación con lo neural, las percepciones
y la cuestión de las emociones, la inteligencia, la conciencia y el conocimiento de
las otras mentes sería más poderoso si la filosofía de la mente no sólo estudiará
temas sectoriales sino que aportará un análisis desde el punto antropológico para
tener una visión más completa del hombre y de las relaciones sociales que pueda
mantener.
El valor de la inteligencia artificial, es una disciplina relacionada a la ciencia
computacional, tiene la capacidad de relacionarse con las redes neurales.
La Neurofilosofía, es un tema que podría dar un aporte a esta ciencia, los estudios
sobre el sentido de la estructura, la localización y la actividad del cerebro pueden
hacer un poco más compleja e importante el análisis de la filosofía de la mente, al
igual que analizar el lenguaje, la toma de decisiones, la conciencia propia, la
memoria y la situación del entorno social y físico.
El psiquismo animal, este tema también sería de suma relevancia, tendría como
objetivo situar las diferentes manifestaciones, tomando en cuenta temas como el
lenguaje y la inteligencia de los animales, para así conocer las diferencias que
pueden existir de la vida mental o psicosomática del ser humano y sus relaciones
sociales y personales.

1.4.6 Ética
Centrándonos en la ética, aparece como la rama de la filosofía que estudia lo
correcto o no del comportamiento humano: esto es la virtud, el deber, la felicidad,
etc. En realidad, la ética tiene como centro de atención las acciones humanas y las
características de las mismas. Por eso existen muchas digresiones sobre la relación
entre libertad y felicidad, o entre libertad y justicia: foco de diferentes planteamientos
éticos de donde resulta el concepto de dignidad y otros como el de responsabilidad,
o incluso el de bien común. Las acciones humanas constituyen el escenario donde
se produce el acto moral en sí, como acto racional sistemático que repercute en los
niveles individual, social, antropológico, ontológico… Dicho acto se tiene como acto
libre y consciente, de ahí lo de acto racional. Y en sí mismo supone un juicio sobre
las cuestiones que antes planteábamos, pero con el fin de determinar si es ético o
no, si es bueno o malo, si con el ejercicio o la ejecución de ese acto moral nos
encontramos en el lado del bien o del mal.
Por otro lado, la moral, “lo relativo a los usos y las costumbres” es un conjunto de
normas, valores, costumbres e incluso creencias que funcionan como directrices en
la sociedad. Gracias a su carácter normativo es posible distinguir qué es lo bueno y
lo malo, sus hechos, cuáles son las acciones correctas y cuáles son las incorrectas.
Recordemos que la ética era una reflexión filosófica, de ahí lo de filosofía «moral».
Separar una de otra supone situar a la ética en el nivel de la propuesta sobre lo
correcto en las acciones humanas y a la moral en el nivel de la codificación: códigos
de comportamiento concretos.
El origen de la moral es la costumbre, arranca de las pautas vinculadas al grupo
social y a la tarea de supervivencia. Desde ahí los códigos de comportamiento han
ido evolucionando y necesitando de la razón y el entendimiento como nueva fuente
de la moral. En ese sentido hablamos de filosofía moral: ética. Ahora podemos
argüir que la ética siempre será una actividad teórica y la moral una práctica, más
conectada a la acción. Es curioso cómo Aristóteles distinguió entre virtudes éticas,
encaminadas hacia la consecución de un fin y orientadas al terreno de la práctica,
y las virtudes dianoéticas, puramente intelectuales.
1.4.7 Estética
Es la rama de la filosofía que estudia la esencia y la percepción de la belleza y el
arte. Algunos autores definen la estética de manera más amplia, como el estudio de
las experiencias estéticas y los juicios estéticos en general, y no solo los relativos a
la belleza. Cuando juzgamos algo como «bello», «feo», «sublime» o «elegante» (por
dar algunos ejemplos), estamos haciendo juicios estéticos, que a su vez expresan
experiencias estéticas.
La estética es el dominio de la filosofía, estudiando el arte y cualidades como la
belleza, asimismo es el estudio de estas experiencias y juicios que suceden día a
día en las actividades que realizamos, produciendo sensaciones y emociones ya
sean positivas o negativas en nuestra persona. La estética busca el porqué de
algunas cuestiones, por ejemplo, por qué algún objeto, pintura o escultura no resulta
atractivo para los espectadores, por lo tanto, el arte lleva relación con la estética ya
que busca generar sensaciones a través de una expresión.
En otra acepción, la estética es el estudio de la percepción en general, sea sensorial
o entendida de manera más amplia. Estos campos de investigación pueden
coincidir, aunque no necesariamente es lo mismo.
La estética estudia las más amplias y vastas historias del conocimiento isabelino,
así como las diferentes formas del arte. La estética, así definida, es el campo de la
filosofía que estudia el arte y sus cualidades, tales como la belleza, lo eminente, lo
feo o la disonancia. Es la rama de la filosofía que estudia el origen del sentimiento
puro y su manifestación, que es el arte, se puede decir que es la ciencia cuyo objeto
primordial es la reflexión sobre los problemas del arte, la estética analiza
filosóficamente los valores que en ella están contenidos.
Al ser la estética también una reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas
será el valor que se contiene en el arte, y aunque un variado número de ciencias
puedan ocuparse de la obra de arte, solo la estética analiza filosóficamente los
valores que en ella están contenidos. Por otro lado, filósofos como Mario Bunge
consideran que la estética no es una disciplina. Además Elena Oliveras, formada
tanto en el campo filosófico como en el artístico, define el concepto de estética como
la marca de Modernidad de su momento de la historia donde se realiza su
nacimiento, donde se inaugura el principio de subjetividad.
La historia de la estética es una disciplina de las ciencias sociales que estudia la
evolución de las ideas estéticas a lo largo del tiempo. La estética es la rama de la
filosofía que se encarga de estudiar la manera en que el ser humano interpreta los
estímulos sensoriales que recibe del mundo circundante, dando lugar al
conocimiento sensible, adquirido a través de los sentidos. Entre los diversos objetos
de estudio de la estética figuran la belleza o los juicios de gusto, así como las
distintas maneras de interpretarlos por parte del ser humano. Por tanto, la estética
está íntimamente ligada al arte y al estudio de la historia del arte, analizando los
diversos estilos y periodos artísticos conforme a los diversos componentes estéticos
que en ellos se encuentran. A menudo se suele denominar la estética como una
“filosofía del arte”.

1.4.8 Filosofía Política


La filosofía política es la rama que se centra en el estudio de aspectos como la
autoridad, el gobierno, las leyes, la propiedad o la libertad de los individuos.
También aborda temas pertenecientes a otros campos, como el propio derecho.
No se trata de una rama aislada, pues la filosofía política está en constante relación
con otras variantes de la filosofía, como la ética, la metafísica y también con otras
disciplinas, como la economía.
La filosofía política estudia no solo el origen de los modelos de gobierno, también
teoriza sobre las normas necesarias para que una sociedad funcione y los valores
que deben primar entre los individuos que la integran. Entre los temas que analiza
están:
• El gobierno
Diferentes factores intervienen en la forma en la que un Estado se organiza,
comenzando por si se trata de un gobierno impuesto o elegido (y cómo ha sido
elegido) o la relación y el papel que desempeñan los distintos poderes.
• El derecho
Las normas por las que se rige la sociedad, quiénes forman parte de esta y cómo
se aplican.
• La justicia
Ligado al derecho, aparece la pregunta sobre qué es justo y qué no, y quién lo
determina.
• La libertad
Como tema presente en todo el pensamiento filosófico, en este caso no preocupa
tanto su definición como su gestión por parte del gobierno, como un concepto global.
• La igualdad
No solo de género, también la igualdad jurídica o la de oportunidades. Cada teórico
la plantea de un modo diferente.
• La propiedad
El modo en el que se entiende la propiedad (pública o privada) da lugar a diferentes
teorías y modelos de gobierno.
La filosofía política tiene sus orígenes en la Antigua Grecia, en el momento en el
que las sociedades toman conciencia como tal y empiezan a organizarse
políticamente. Ahí surge la necesidad de dar respuesta a preguntas como ¿cuál es
la mejor forma de organizarse?, ¿cuál es el sistema más justo? o ¿cómo debe
elegirse un gobierno? Esas respuestas llegan a partir del razonamiento y el análisis,
y así es como nace la filosofía política. Entre sus prioridades tiene el estudio de las
formas de organización del poder político y sus normas.

II EL DISCUSO DE LA FILOSOFÍA EN TORNO A LA EDUCACIÓN

En las últimas dos décadas se asiste a una creciente discusión sobre el status
epistemológico de la filosofía de la educación; de sus actividades y de su relación
con la filosofía en general. Si bien, la Filosofía de la Educación es una disciplina
relativamente moderna, la cual observa el fenómeno educativo y las teorías bajo
una perspectiva racional con el propósito de dar una explicación decisiva sobre la
educación humana.
Esta rama de la filosofía reflexiona sobre la educación y su problemática, analiza
teorías pedagógicas, efectúa la crítica de las teorías educacionales y deduce
principios generales de la educación; trata sobre la esencia y el valor, la finalidad y
el sentido, las posibilidades y los límites en extensión y la profundidad de la
educación.

Funciones de la Filosofía de la Educación


1 . Función reflexiva: consiste en interpretar las relaciones que se establecen entre
la educación, sociedad y la vida humana, para luego comprender el significado y el
sentido de la educación para la vida y el desarrollo de lo seres y sociedades
humanas.
2 . Función analítica: busca establecer los conceptos y términos referentes al
proceso educativo y calificar los problemas fundamentales de la educación.
3 . Función Crítica: cuestiona los fundamentos de las prácticas, saberes y teorías
educativas: principios, fines y valores.
4 . Función normativa: consiste en establecer una normatividad de carácter
teológico, ético, axiológico, genérico y universal para todo proceso educativo.
Además establece racionalmente los principios explicativos y constitutivos de la
educación.
La filosofía educativa se centra en dos aspectos fundamentales; la naturaleza del
aprendizaje y el propósito de la educación. También cuestiona la transmisión de
valores morales, ya que la educación es el arte de transmitir a las nuevas
generaciones, así como el fundamento y el contenido de una cultura.
Por último, la educación es uno de los aspectos más importantes para el desarrollo
de la sociedad, constituyéndose como un agente de cambio y libertad para el
hombre. Por tanto, esta disciplina es una actividad de asuntos teóricos pertinentes
al área de la educación, a través de la reflexiva, la crítica normativa de los enfoques
y procesos y prácticas educativas, cuyo objeto es la formación humana en su
máxima expresión.

2.1 FILOSOFÍA Y EDUCACIÓN


En este contexto, la Filosofía de la Educación puede definirse como la aproximación
al mundo de los fenómenos educativos desde una perspectiva filosófica. Se
encuadra, por tanto, en el ámbito de la Filosofía Práctica pues constituye un saber
de la acción, para la acción y desde la acción.
La práctica de filosofía con niños genera crecimiento en diversos aspectos del
desarrollo personal. Se potencia el ámbito cognitivo, moral y la actitud de búsqueda
de sentido de la realidad. La Filosofía educativa tiene una relación de necesidad con
la pedagogía, pues reflexiona de modo sistemático y bajo la perspectiva de
conjunto, la cual incluye una visión antropológica, ética, política, etc., sobre el
sentido de la educación, y así marca la dirección humana de los descubrimientos
que se realizan.

2.2 PEDAGOGÍA Y FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN


La pedagogía es la ciencia que estudia la educación. El objeto principal de su
estudio es la educación como un fenómeno socio-cultural, por lo que existen
conocimientos de otras ciencias que ayudan a comprender el concepto de
educación, como por ejemplo, la historia, la psicología, la sociología, la política.
La Filosofía educativa tiene una relación de necesidad con la pedagogía, pues
reflexiona de modo sistemático y bajo la perspectiva de conjunto, la cual incluye una
visión antropológica, ética, política, etc., sobre el sentido de la educación, y así
marca la dirección humana de los descubrimientos que se realizan en esta ciencia
práctica (Camacho, 2015, pp. 64-65).
El punto de encuentro entre la pedagogía y la filosofía es la reflexión sobre la
educación. La primera nos motiva a mirar las prácticas educativas. Y, en tanto trama
argumentativa y propositiva, apuesta a superarlas proponiendo, sobre la base de lo
actual, aquello que se considera como deseable. La segunda se ocupa de
cuestionar lo establecido de dichas prácticas, desentrañando lo que allí se juega:
valores, intencionalidades, fines. Entonces, hay una permanente relación entre los
aportes que van haciéndose una a otra, tanto en los momentos de reflexión,
investigación y construcción de conocimiento teórico sobre la educación, como en
aquellos en los que se materializa como praxis ese conocimiento. No se puede
pensar en la emergencia de una práctica sin una teoría que la sustente o
fundamente, y tampoco se puede construir teoría si no es a partir de la práctica.

2.3 ESTATUTO Y FUNCIONES DE UNA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN


Funciones de la Filosofía de la Educación:
Función reflexiva: consiste en interpretar las relaciones que se establecen entre la
educación, sociedad y la vida humana, para luego comprender el significado y el
sentido de la educación para la vida y el desarrollo de los seres y sociedades
humanas.
Función analítica: busca establecer los conceptos y términos referentes al proceso
educativo y calificar los problemas fundamentales de la educación.
Función Crítica: cuestiona los fundamentos de las prácticas, saberes y teorías
educativas: principios, fines y valores.
Función normativa: consiste en establecer una normatividad de carácter teológico,
ético, axiológico, genérico y universal para todo proceso educativo. Además
establece racionalmente los principios explicativos y constitutivos de la educación.

2.4 LA AXIOLOGIA Y SU APLICACIÓN


La axiología o “teoría de los valores” se enfoca en el estudio de los valores y su
utilidad para el hombre, a partir de su elección como ser humano, su educación y
su determinación personal, como producto de la cultura de la persona.
La axiología es una rama de la Filosofía que estudia los valores. La axiología se
aplica también a otros ámbitos como el Derecho y la Pedagogía, en el que aparecen
temas de carácter axiológico. En ocasiones se utilizan los términos Filosofía de los
valores y Teoría de los valores.

AXIOLOGIA FILOSOFICA
La axiología forma parte de la Filosofía, se centra en estudio y análisis de la
naturaleza y las funciones de los valores. Aunque el concepto de axiología se
comienza a utilizar en el siglo XX, los valores ya fueron objeto de estudio por parte
de la Filosofía a través de autores como Sócrates, Platón, Aristóteles y Kant.
Uno de los temas principales de la axiología filosófica es la objetividad y subjetividad
de los valores. En este ámbito también se estudian, en ocasiones por oposición de
significado, los llamados 'valores negativos'.

Axiología jurídica
La axiología jurídica es el estudio de los valores jurídicos en la creación y aplicación
de normas jurídicas. Es uno de los objetos de estudio de la Filosofía del Derecho.
En ocasiones se utilizan otros términos como Teoría del Derecho Justo o Teoría de
la Justicia, destacando la importancia del valor de la justicia en este ámbito.
Las distintas consideraciones que se pueden realizar en torno a los valores
determinan la redacción, aprobación, aplicación o derogación de normas jurídicas.
Un ejemplo es el estudio del valor de la vida y de la dignidad en relación con otros
valores como la justicia, la responsabilidad y la libertad en temas relativos a la pena
de muerte o la cadena perpetua.

Axiología educativa
La axiología en educación, es el estudio de los valores desde un punto de vista
pedagógico. Se incluyen en este apartado distintos tipos de valores como los de
carácter ético, social, cultural y estético.
El estudio de los valores es de gran importancia en este campo ya que se considera
que los valores, una de las características fundamentales en el desarrollo del ser
humanos, son susceptibles de ser aprendidos, no sólo como un sistema de normas
establecido, sino desde un punto de vista crítico
La axiología en educación es comprendida como la formación integral y a la
configuración de perfiles educativos en la que se promueve los valores
positivos tanto en docentes como estudiantes partiendo desde un enfoque
realista y un proceso sistemático profundo en el que se incentive la formación de los
valores. En otras palabras, la axiología en educación es el estudio y reflexión de los
valores desde una perspectiva educativa, en la que se busca el desarrollo del ser
humano a través de la enseñanza de valores, no como un sistema de normas
impuesto por la institución educativa, sino desde un punto de vista más crítico en el
que se proyecta hacia la formación plena del individuo, ya sea dentro del campo
profesional como el personal.
Para que se lleve a cabo la axiología en la educación no solo se debe centrar
en el desarrollo intelectual o cognitivo del educando, sino también en su
formación en virtudes y valores.
Considerando esto, es importante que el docente se centre en formar un
pensamiento crítico en los alumnos y en el mismo, con el que se llegue a transforma
la realidad en la que se vive. Con esto se busca que no solo se centre en el saber y
hacer docente, sino también en el lado más humano que es el ser docente, puesto
que trata de resaltar sus aspectos valorativos y emotivos.
La axiología y el desarrollo se complementan entre sí, puesto que esta rama de la
filosofía nos ayuda a reflexionar acerca de los valores que rigen nuestras vidas con
el objetivo de mejorar y direccionar por el camino correcto el desarrollo de los seres
humanos dentro de las sociedades. A través de la axiología se llega a comprender
la vida en sociedad y el comportamiento humano según los valores practicados en
el contexto social en la que se desarrolle el individuo.
Para lograr el desarrollo social, la axiología promueve el saber de los valores del ser
humano como el respeto, la solidaridad, la responsabilidad, etc., con lo cual se
busca la aceptación de este concepto como fundamento para la actividad humana
y como motor para la estructuración de una sociedad renovada.
Considerando todo lo expuesto, es importante mencionar que la axiología ha estado
presente en los humanos, así como en las sociedades a lo largo de toda la historia,
por lo que es evolutiva con los seres mismos. Es decir, este estudio se fundamenta
en el cambio constante debido a que tanto los valores positivos como los negativos
han formado parte de toda la historia de la humanidad
El objetivo de esta rama de la filosofía, es el estudio de los valores en sí mismos,
desde el punto de vista conceptual, material y moral. Por lo tanto se dedica al estudio
del valor intrínseco o extrínseco de los mismos. Finalmente, si se piensa en la
axiología como un sistema, es un medio a través del cual se identifican y miden los
valores, por lo que en conclusión, es una disciplina que estudia el modo en que los
individuos determinan el valor de los objetos o sujetos en su entorno.

2.4.1 LOS VALORES


Los valores son los principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona
o una acción, y que se consideran positivos o de gran importancia para un grupo
social.
Los valores motivan a las personas a actuar de cierta manera porque forman parte
de su sistema de creencias, determinan sus conductas y expresan sus intereses y
sentimientos. Los valores definen los pensamientos de los individuos y la manera
en que estos desean vivir y compartir sus experiencias con su entorno.
Existe una serie de valores compartidos por la sociedad y que establecen cómo
deben ser los comportamientos y actitudes de las personas para alcanzar el
bienestar colectivo. Los valores humanos destacan por tener mayor reconocimiento
y repercusión en los distintos grupos sociales. Son el respeto, la tolerancia, la
bondad, la solidaridad, la amistad, la honestidad, el amor, la justicia, la libertad, entre
otros.

Morales
Estos valores de la axiología se encuentran compuestos por costumbres y normas
que son transmitidas de las sociedades a sus individuos. Esto ocurre con el fin de
que sean respetadas y transmitidas entre las generaciones. El objetivo de estos
valores radica en mantener el equilibrio entre las buenas conductas de las personas
y de lo justo e injusto.
Éticos
Estos valores se encargan de conformar guías de comportamiento para regular las
conductas de las personas de una sociedad. Se relacionan con los ya mencionados
valores morales. Algunos de estos valores son: la integridad; el respeto; la justicia y
la equidad, entre otros.
Valores universales
Los valores de tipo universal abarcan todos los principios y cualidades que son
considerados correctos, positivos y que son socialmente aceptados por las
personas. Son transversales, es decir, no están limitados por las diferencias
culturales.
Valores humanos
Establecen los principios y se encargan de regular las acciones de las personas,
con el fin de lograr una saludable convivencia entre ellos. Los mismos no se ven
limitados por las barreras culturales o religiosas. Su objetivo es lograr el bienestar
por medio de la solidaridad, el respeto y la libertad.
Culturales
Estos valores de la axiología son un conjunto de costumbres, creencias, tradiciones
y lenguas compartidas, cuya función es la identificación de un grupo de individuos.
Establecen el sentido de la pertenencia de un sujeto con su comunidad, ciudad o
país.
Valores sociales
Son un conjunto de valores reconocidos por las sociedades y que determinan el
comportamiento social. Estos valores buscan fortalecer las relaciones y llegar a un
equilibrio del bienestar social. Esto por medio de las cualidades positivas, como el
respeto, la amistad y la justicia.
Valores religiosos
Estos valores se componen por conductas establecidas según los dogmas o a la
religión que sigue cada individuo. No son impuestos por la sociedad, pero posee
virtudes y cualidades que se consideran correctas. Por ejemplo: la solidaridad, la
caridad y el amor.
Familiares
Los valores familiares son creencias, costumbres y principios que provienen del
hogar y que se transmiten de generación en generación. Si bien pertenecen a los
lazos familiares, son de gran importancia para todas las sociedades.
Valores personales
Los valores personales son los que cada individuo considera relevantes en base a
sus necesidades y deseos. Están adaptados a cada individuo y su personalidad, por
eso son plenamente subjetivos. Los mismos definen el estilo de vida, la conducta,
la personalidad y objetivos de los individuos. Estos valores pueden cambiar
dependiendo de las necesidades y las experiencias.
Valores cívicos
Son consideradas conductas positivas para el desarrollo de una sociedad.
Habitualmente, son reconocidas por grupos sociales y transmitidas a las siguientes
generaciones. Forman parte de un legado cultural social.
De la democracia
Estos valores son los que perduran en las democracias, como bien dice su nombre.
Establecen el progreso y el orden social de los individuos. Se componen de valores
sociales y éticos que buscan fomentar la democracia, el libre pensamiento, la
igualdad de los derechos y muchos otros aspectos más.
Empresariales
Defienden los principios éticos y la cultura organizacional de las empresas. Estos
valores tienen por objetivo generar un sentido de pertenencia y mejorar los
rendimientos de las organizaciones.
Valores profesionales
Finalmente, los valores profesionales se fundamentan en la experiencia y el
conocimiento de los individuos. Estos giran en torno a las decisiones que tomen en
diversas situaciones laborales. Se relacionan con los valores morales,
empresariales y éticos de la axiología.

A continuación se presenta una lista de los valores más importantes y su significado.


• Respeto: nos permite reconocer y aceptar que todas las personas somos igual de
importantes. El respeto define la forma en que actuamos ante los demás.
• Amor: nos ayuda a actuar desde el bien a través del respeto y la libertad que cada
quien posee.
• Justicia: se trata de actuar y tomar las decisiones más equilibradas según cada
persona o situación merezca.
• Libertad: valor humano que poseemos las personas para tomar nuestras
decisiones y poder expresar nuestros sentimientos y opiniones.
• Tolerancia: aceptar que todas las personas somos únicos con las cualidades y
defectos que las identifican.
• Responsabilidad: es el cumplimiento de obligaciones que fueron aceptadas o
acordadas previamente.
• Bondad: es el deseo de hacer el bien a otras personas.
• Gratitud: se refiere a ser agradecidos con todas aquellas personas que nos ayudan
y brindan apoyo.
• Humildad: capacidad de reconocer nuestras limitaciones y debilidades sin sentir
pena ni culpa.
• Solidaridad: principio que nos permite dar nuestra ayuda a cualquier persona
desamparada.
• Lealtad: valor que nos invita a ser fieles a lo que creemos, bien se trate de una
persona, regla, etc.
• Perdón: se refiere a saber perdonar y pedir perdón. El perdón desiste de la
venganza.
• Paciencia: es una virtud que nos permite soportar contratiempos con una actitud
madura y positiva.
• Honestidad: es un valor fundamental para establecer relaciones basadas en el
respeto, la confianza y decir la verdad.

Importancia de los valores


Los valores conforman las bases para alcanzar el bienestar personal y general de
todos quienes nos rodean, por lo que se consideran importantes por varias razones.
Se relacionan con nuestros comportamientos desde el punto de vista personal,
familiar, laboral y social, aunque su jerarquía de importancia varíe en cada uno de
estos aspectos.
Por ejemplo, con nuestros seres queridos aplicamos ciertos valores como el amor,
la comunicación y la gratitud, para establecer una sana convivencia y el respeto
mutuo.
En la escuela o el trabajo podemos aplicar diversos valores sociales, actuando
desde la responsabilidad y el respeto con aquellos que nos rodean. Incluso, si nos
referimos a nuestra comunidad, también hacemos uso de valores como la tolerancia
y la solidaridad para establecer vínculos positivos con nuestros vecinos.
La importancia de los valores reside en reconocer los principios que rigen nuestros
comportamientos y sentimientos, y que nos motivan a ser cada día mejores
personas. Los valores también son importantes porque sirven de guía para tomar
las decisiones correctas ante los diversos acontecimientos de la vida, y nos permiten
responsabilizarnos de nuestros actos.

2.4.2 LOS VALORES Y LA EDUCACIÓN


La educación en valores se puede definir como un proceso de desarrollo y
construcción personal. Educar en valores significa encontrar espacios para que el
alumnado sea capaz de elaborar de forma racional y autónoma los principios de
valor, principios que le van a permitir enfrentarse de forma crítica a la realidad.
Además de acercarles a costumbres y comportamientos relacionados con las
normas y teorías que hayan hecho suyas, de manera que las relaciones con los
demás estén orientadas por valores como la justicia, la solidaridad, el respeto y la
cooperación.
La educación en valores se apoya en la necesidad que tenemos las personas de
involucrarnos con determinados fundamentos éticos que son aptos para evaluar
nuestras propias acciones y las de los demás.
Durante los últimos años estamos viviendo un notable aumento de problemas
sociales, como incremento de violencia, racismo, discriminación, … Cada vez son
más frecuentes las noticias relativas a sucesos violentos en las escuelas, hogares,
etc.
A medida que aumentan estos problemas son más las personas que delegan a las
escuelas tareas y funciones para dar respuestas a dichos obstáculos sociales. La
sociedad pide que no se transmita simplemente conocimientos, si no que las
escuelas formen a personas capaces de vivir y convivir en sociedad, en un clima de
respeto, participación y libertad.
Pero la responsabilidad de esta educación no está sólo en las escuelas sino también
en el conjunto de la sociedad.
El compromiso de educar aportando valores comienza en la familia. Los niños están
aprendiendo continuamente de sus padres y madres, no sólo lo que les cuentan
sino, sobre todo lo que ven en ellos/as, cómo actúan al pedir las cosas, al defender
a alguien, al relacionarse con los demás, cómo reaccionan ante los problemas, al
renunciar a algo, etc.
Los niños y niñas descubren demasiado pronto que en el entorno social se valora
sobre todo el consumismo, el triunfo personal y social a cualquier precio, la falta de
respeto a otras personas, las conductas discriminatorias, … Los valores familiares
definirán el buen criterio de los niños y niñas para reflexionar y decidir si estos
contravalores son aceptables o no.
Debemos tener presente que los valores se transfieren a través del comportamiento
en el día a día y con el ejemplo práctico. Por eso desde temprana edad hay que
infundirles valores, como: la importancia de persistir ante cualquier dificultad, que
sepan luchar para lograr un objetivo, aunque no siempre se consiga primera lo que
se busca a la primera, etc.
La educación continúa en la escuela, donde se demanda una conducta ejemplar al
profesorado, el uso de normas en las que se fomente la reflexión, la participación
en la toma de decisiones, la solución y gestión de conflictos, Unir la educación con
los valores tiene que ver con la calidad de la enseñanza. Una calidad que no sólo
se refiere a los recursos de los que se dispone sino a educar la capacidad de diálogo
de los alumnos, su autonomía, su racionalidad, con el objetivo de construir principios
y normas que actúen sobre su conocimiento y su conducta.
En la escuela se adoptan posturas sobre los problemas actuales, se definen los
valores que se quieren favorecer y los contravalores que deben ser suprimidos.
Estos valores son los que definen el fin principal de la educación: ayudar en el pleno
desarrollo de la personalidad de los alumnos y alumnas. Los sistemas educativos
actuales están introduciendo reformas curriculares en las que destaca la
preocupación por la ecuación en valores. Esta necesidad de una educación cívica
y moral, una educación enfocada hacia la convivencia, la paz, la salud, etc. nos lleva
a la transversalidad. Aunque no sólo la educación cívica y moral plantean
contenidos relativos a los valores. La educación sexual y para la salud, la del
consumidor, la educación medioambiental, la educación para la igualdad entre
personas de distinto sexo o la educación vial incluyen contenidos relativos a
conceptos y procedimientos, pero también se refieren sobre todo a valores y
actitudes.

2.5 LOS PROBLEMAS FILOSÓFICOS


Un problema es siempre un interrogante, una pregunta para la que no tenemos aún
una respuesta satisfactoria. Para que sea filosófico:
• Debe ser un problema significativo para los seres humanos como tales. Es decir,
un problema que no sea privado ni trivial.
• Puede coincidir total o parcialmente con interrogantes que se plantean en el ámbito
religioso, artístico, político o científico; en este último caso no tiene que coincidir con
los interrogantes específicos de cada una de las ciencias.
• Puede tener que ver con situaciones límite aquellas que no podemos cambiar y
nos enfrentan con fronteras que no podemos traspasar, con elecciones de vida, con
lo que sabemos e ignoramos, con las relaciones entre individuo y sociedad, etc.
*Genera diversidad de posturas, la crítica y el pensamiento libre.
*Provoca la búsqueda más radical ya que va hacia la raíz del problema.
*Nos convoca a la búsqueda de argumentos, a la defensa u el abandono de
nuestras ideas cuando estas son equivocadas o carentes de sustento.
*Nos permite salir del pensamiento homogéneo, nos abre a la diversidad de
opiniones. Al decir de Fromm, “nos aleja de los pasos del rebaño”.
Pero, ¿para qué sirve hacerse unas preguntas a las que nadie por lo visto logra dar
respuesta definitiva? A esta pregunta que por cierto también es filosófica, se le
pueden dar como réplica nuevas preguntas: ¿por qué todo debe servir para algo?
¿Tenemos que servir para algo cada uno de nosotros, es decir, es obligatorio que
seamos siervos o criados de algo o de alguien?
¿Acaso somos empleados de nosotros mismos? A lo mejor hacerse las grandes
preguntas sirve precisamente para eso: para demostrar que no siempre estamos de
servicio, que también alguna vez podemos pensar como si fuésemos amos y
señores.
Supongo que algo así es lo que quería señalar Sócrates cuando dijo que “una vida
sin indagación no merece la pena de ser vivida”. Al repetir las grandes preguntas
intentamos hacernos dueños de nuestra vida, tan incierta y fugitiva: preguntarse es
dejar de trajinar como animales, automáticamente programados por los instintos, y
erguirse, secándose el sudor, para decir: “Aquí estamos nosotros, los humanos.
¿Qué hay de lo nuestro?” Aunque lo verdaderamente irrenunciable sean las
preguntas tampoco las respuestas que proponen los filósofos (o cualquiera de
nosotros, cuando hacemos de filósofos) resultan desdeñables. Esas contestaciones
filosóficas se distinguen porque nunca tapan del todo la pregunta que las suscita y
siempre dejan algún hueco por el que se cuelan los nuevos interrogantes, para que
el juego – el humano juego de la vida- siga abierto.
Las respuestas filosóficas suelen ser un cóctel racional con dos ingredientes
básicos: escepticismo e imaginación. Lo primero, escepticismo, porque quien se lo
cree todo nunca piensa nada.
Para empezar a pensar hay que perder la fe: la fe en las apariencias, en las rutinas,
en los dogmas, en los hábitos de la tribu, en la normalidad indiscutible de lo que nos
rodea. Pensar no es verlo todo clarísimo, sino comenzar a no ver nada claro lo que
antes teníamos por evidente. El escepticismo acompaña siempre a la filosofía, la
flexibiliza, le da sensatez, sólo los tontos no dudan nunca de lo que oyen y sólo los
chalados no dudan nunca de lo que creen. Pero además la filosofía está también
hecha de imaginación.! ¡Ojo, no de fantasías o delirios! No hay nadie menos
imaginativo que los que ven fantasmas, brujerías, adivinanzas, extraterrestres y
milagros por todas partes. Quien carece de imaginación siempre está dispuesto a
dar crédito a realidades nuevas y desconocidas, mientras que quien tiene
imaginación busca lo nuevo a partir de la realidad tal como la conocemos.

UNIDAD 3.
LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION
La Filosofía de la Educación se distingue de las demás materias filosóficas y
pedagógicas por su objeto de estudio, la metodología que emplea y el fin que se
propone alcanzar. - Su objeto propio es el estudio del fenómeno educativo en toda
su amplitud: los agentes, procesos y escenarios donde se desarrolla el binomio
enseñanza-aprendizaje. - Emplea para su elaboración metodologías filosóficas. -
Tiene como fin inmediato la elaboración de un cuerpo de doctrina que facilite a los
profesionales de la educación la comprensión del sentido y las implicaciones
antropológicas y éticas de su tarea, para mejorar su actividad práctica. En definitiva,
la Filosofía de la Educación no pretende elaborar “una gran teoría” en el sentido
epistemológico fuerte de la palabra [1978] un sistema unificado de proposiciones,
semejante a las teorías científicas-, sino llevar a cabo una reflexión crítica y
sistemática sobre la educación de la que se 4 puedan extraen conclusiones que
permitan entender y afrontar mejor los problemas de la práctica educativa.
El asentamiento de la Filosofía de la Educación como disciplina académica a partir
de 1960 se debe a Richard S. Peters, del Instituto de Educación (IOE) de la
Universidad de Londres, quien lideró el trabajo de un grupo de expertos en Filosofía
Analítica, que aplicaron este método al estudio de la educación. Su objetivo principal
se orientaba a la clarificación filosófica de conceptos educativos fundamentales
como, por ejemplo, enseñanza, adoctrinamiento, autoridad, aprendizaje,
creatividad, etc., que hasta ese momento habían recibido poca atención por parte
de los filósofos. Peters definió la Filosofía de la Educación como una familia de
investigaciones unidas entre sí por su carácter filosófico y su relevancia en
cuestiones educativas; señaló que debía tomar como punto de partida los
problemas de la educación, y había de construirse en diálogo fecundo con la Ética,
la Filosofía Social y la Teoría del Conocimiento, entre otros saberes [Peters, 1983].
La Filosofía de la Educación no constituye un campo independiente, como una
“reserva acotada” de conocimiento, sino que debe cultivarse en diálogo
interdisciplinar con los demás saberes que se ocupan del estudio del ser humano y
de la educación. En concreto, se sitúa en la intersección de la Antropología, la
Filosofía de la Cultura y las Ciencias de la Educación cuando éstas tratan de
comprender en plenitud al ser humano en cuanto educable, con vistas a iluminar
lúcidamente la acción educativa.

La Filosofía de la Educación se ocupa también de otros temas de gran importancia


como, la formulación del modelo antropológico que subyace en las distintas
propuestas teóricas de educación; la naturaleza específica de la relación educativa;
la clarificación de los fines, objetivos y valores educativos; el lugar que corresponden
a la educación social, cívica, política, religiosa, ética y estética en el currículo; la
deontología profesional de los docentes, etc. Sólo tras una reflexión Filosófica,
Antropológica y Ética sobre el sujeto de la educación es posible formular
conclusiones que tengan fuerza normativa en este ámbito. Y sólo entonces los
educadores estarán preparados para ejercer un juicio razonable sobre su propia
tarea, y hacer aportaciones substanciales en asuntos educativos de interés general,
más allá de los límites de su institución.
En concreto, hay tres campos de la Filosofía de la Educación que pueden
proporcionar una ayuda inestimable a los educadores: a. El recurso al Análisis lógico
del lenguaje, orientado a la clarificación de los términos y teorías pedagógicas que
se emplean en el lenguaje ordinario y el discurso académico sobre la educación. b.
El modo de argumentación propio de la Filosofía práctica, que proporciona un
contrapeso y complemento a la abstracción de las ciencias teóricas y al
pragmatismo técnico [García Amilburu, 2014]. 9 c. El conocimiento de la Historia de
la Filosofía, que pone en contacto con las diferentes respuestas que el ser humano
ha formulado a los interrogantes últimos que se plantea, desde perspectivas teóricas
e ideológicas muy diversas.
En efecto, los conceptos que utilizamos actualmente en el ámbito educativo son el
producto terminal de un proceso histórico de transformación de nociones que se
acuñaron por primera vez en la Grecia clásica [Carr, 1987]. Conviene conocer el
desarrollo de las ideas que se emplean, porque la evolución de su uso y su
significado manifiestan cuestiones más profundas que es necesario tener en cuenta
para su adecuada comprensión. Porque, como señala Boyer [1920], no es posible
adquirir un conocimiento adecuado de las realidades específicamente humanas -y
la educación es, sin duda, una de ellas- sin conocer su historia. Muchos filósofos
han trabajado temas de interés para la educación. En todas las grandes áreas de la
Filosofía -Metafísica, Lógica, Ética, Epistemología, Antropología Filosófica, Filosofía
Moral y Política, etc.- se tratan de un modo u otras cuestiones que afectan
directamente al núcleo mismo de la acción educativa como, por ejemplo, la
distinción entre el bien y el mal, el ejercicio de la libertad, la posibilidad de que un
ser humano enseñe a otro, la dimensión social del ser humano, el fundamento de la
autoridad, etc.
3.1.-LOS ASPECTOS IDEOLOGICOS DE LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION
En las últimas dos décadas se asiste a una creciente discusión sobre el status
epistemológico de la filosofía de la educación; de sus actividades y de su relación
con la filosofía en general. Si bien, la Filosofía de la Educación es una disciplina
relativamente moderna, la cual observa el fenómeno educativo y las teorías bajo
una perspectiva racional con el propósito de dar una explicación decisiva sobre la
educación humana.
Esta rama de la filosofía reflexiona sobre la educación y su problemática, analiza
teorías pedagógicas, efectúa la crítica de las teorías educacionales y deduce
principios generales de la educación; trata sobre la esencia y el valor, la finalidad y
el sentido, las posibilidades y los límites en extensión y la profundidad de la
educación.

Funciones de la Filosofía de la Educación


1. Función reflexiva: consiste en interpretar las relaciones que se establecen entre
la educación, sociedad y la vida humana, para luego comprender el significado y el
sentido de la educación para la vida y el desarrollo de lo seres y sociedades
humanas.
2. Función analítica: busca establecer los conceptos y términos referentes al
proceso educativo y calificar los problemas fundamentales de la educación.
3. Función Crítica: cuestiona los fundamentos de las prácticas, saberes y teorías
educativas: principios, fines y valores.
4. Función normativa: consiste en establecer una normatividad de carácter
teológico, ético, axiológico, genérico y universal para todo proceso educativo.
Además establece racionalmente los principios explicativos y constitutivos de la
educación.
La filosofía educativa se centra en dos aspectos fundamentales; la naturaleza del
aprendizaje y el propósito de la educación. También cuestiona la transmisión de
valores morales, ya que la educación es el arte de transmitir a las nuevas
generaciones, así como el fundamento y el contenido de una cultura.
Por último, la educación es uno de los aspectos más importantes para el desarrollo
de la sociedad, constituyéndose como un agente de cambio y libertad para el
hombre. Por tanto, esta disciplina es una actividad de asuntos teóricos pertinentes
al área de la educación, a través de la reflexiva, la crítica normativa de los enfoques
y procesos y prácticas educativas, cuyo objeto es la formación humana en su
máxima expresión.

3.2 Los valores en la formación del hombre

¿Qué son los valores humanos?


Obviamente, antes de promoverlos es importante saber qué son los valores
humanos. En general, consideramos valores humanos los aspectos positivos que
tenemos y que nos permiten convivir con otras personas de un modo justo, para
alcanzar un beneficio global como sociedad. Por tanto, aunque se hable de los
valores de una persona, en realidad los valores humanos no los comprendemos
como un rasgo esencialmente individual, más bien al contrario: valores que son tan
útiles y beneficiosos para nosotros como para quienes viven en nuestra comunidad.
Además, los valores humanos son también universales, existen en cualquier
sociedad sin hacer distinciones entre países, culturas o religiones. En otras
palabras, los valores humanos son los aspectos de nuestra educación que pueden
ser considerados buenos y honestos tanto para nosotros como para los que nos
rodean. Por ejemplo, hablamos de aspectos como la empatía, el respeto, la
solidaridad o el optimismo.

¿Qué es educar en valores?


Los valores humanos son aquellos aspectos positivos que nos permiten convivir con
otras personas de un modo justo con el fin de alcanzar un beneficio global como
sociedad. No los comprendemos como un rasgo únicamente individual, sino todo lo
contrario: un valor resulta tan útil y beneficioso para nosotros como para el resto de
nuestros semejantes, y existe en cualquier sociedad sin importar el país, la cultura
o la religión. En otras palabras, son aquellos aspectos de nuestra educación que
consideramos buenos y honestos para nosotros y los que nos rodean, como la
empatía, el respeto, la solidaridad o el optimismo.
Del mismo modo, las características propias de estos valores y su importancia
pueden variar dependiendo del contexto, pero todos comparten cuatro puntos clave:
su importancia varía en la vida de la persona a lo largo de la misma, pueden cambiar
según la experiencia, mantienen una jerarquía (hay personas que consideran que
el respeto está por encima de la generosidad, y viceversa) y suponen una
satisfacción al practicarlos y vivir conforme a nuestras creencias.
Los valores humanos de cada persona son aquellos que nos guían a lo largo de
todas nuestras acciones y decisiones, e incluso en nuestra lista de prioridades
vitales, y, colectivamente, nos ayudan a avanzar como sociedad.
Lista 10 valores humanos más importantes
Existen cientos de valores morales que guían a los seres humanos y, a menudo,
podemos comprender algunos de ellos como prolongaciones de otros, tales como
la crítica constructiva de la empatía o de la sensibilidad por ello, si bien resulta
imposible establecer una lista jerárquica de todos ellos por su importancia, sí
podemos hablar de aquellos valores humanos a los que otorgamos más importancia
como sociedad.
Bondad
La bondad es uno de los valores humanos más generales de nuestro ser. Puede
traducirse en cientos y cientos de miles de acciones según cada contexto, pero
siempre recoge el deseo de hacer el bien, tener buenas intenciones con el resto de
las personas, ser amable o ayudar en la medida de nuestras posibilidades.
Sinceridad
Como virtud, la sinceridad se traduce en vivir y relacionarse sin intenciones ocultas
a través de nuestros actos o palabras. Se trata de uno de los valores morales por
antonomasia, pues ser sincero con uno mismo nos lleva siempre a ser sincero con
los demás.
Empatía
Asimismo, la empatía está muy relacionada con la sinceridad. Quien busca la
bondad, la felicidad o la sinceridad con uno mismo, entiende que cualquier ser
humano también vive en búsqueda constante de lo mismo. Por ello, la empatía, que
nos ayuda a ponernos en la situación de nuestros semejantes, también nos ayuda
a entenderlos, apoyarlos y ayudarlos cuando es necesario, que es lo mismo que
nosotros deseamos, ¿o no?
Como madres y padres preocupados, creemos que una buena forma de trabajar la
empatía y la educación en valores es a través de nuestros propios hijos, que serán
los encargados de luchar mañana por un mundo mejor, y en Ayuda en Acción te
recomendamos algunas películas infantiles que transmiten valores positivos tanto
para la empatía como para el resto de valores que nos hacen humanos.
Amor
Al igual que otros valores relacionados como la alegría u el optimismo, el amor es,
muy probablemente, uno de los sentimientos más fuertes de un ser humano: ¡amor
por el arte!, ¡por nuestros seres queridos!, ¡amor por lo que hacemos! Como valor
humano, el amor es el motor que inicia el dar y el recibir, el convivir, el compartir, el
respetar o el confiar.
Paciencia
Contraria al aquí y al ahora, la paciencia nos enseña a luchar por aquello que
deseamos, a tolerar una incomodidad o una preocupación y a comprender que hay
días buenos y días malos, pero pocos problemas sin solución.
Gratitud
Podíamos haber elegido otros valores, como la amistad, pero en Ayuda en Acción
sabemos que la gratitud es, casi siempre, la mayor recompensa para el que da y el
gran gesto del que recibe. Es tan simple y tan compleja en sí misma como agradecer
a las personas que nos han ayudado o apoyado.
Perdón
A diferencia de la gratitud, el perdón no solo nos empodera como personas, sino
que nos permite mostrar el camino correcto a aquel individuo que ha obrado mal
con nosotros y quizá con terceros; con el perdón desistimos del castigo o la
venganza frente a una persona que se comportó injustamente con nosotros.
Humildad
La humildad se basa en el hecho de que nadie lo sabe todo. Como seres humanos,
nos movemos entre nuestros propios límites y debilidades; una persona humilde
sabe que juntos somos más, y, por ello, se preocupa por el bien de todos los que le
rodean.
Responsabilidad
A su vez, la responsabilidad adopta muchas facetas, desde aquella colectiva a la
individual vinculada a nuestros deberes, compromisos y obligaciones con terceros.
Quizá es uno de los valores humanos que más dificultad entraña, y para el que os
recomendamos recordar siempre que la responsabilidad empieza en uno mismo.
Solidaridad
Por último, como ONG preocupada por principios como el esfuerzo colectivo, la
transparencia institucional y la dignidad de todas las personas, en Ayuda en Acción
creemos que la solidaridad es uno de los grandes valores humanos de nuestro
tiempo.
La solidaridad es el sentimiento y el principio que nos permite ayudar a cualquier
ser humano en cualquier momento, en especial, en situaciones de desamparo, y
creemos que recoge muchos de los valores humanos sobre los que hemos podido
hablar en este artículo, como la bondad, el amor, la humildad o la empatía. Porque
creemos que aprender sobre ellos es una buena forma de crecer como personas, y
ayudar a que otros puedan educarse en valores es la mejor forma de construir un
mundo mejor.
3.3 EL TIPO DE SUJETO A FORMAR

De acuerdo con Julián de Zubiría (s.f.) la persona está sumergida en un medio


donde cualquiera puede influir en su formación entre los cuales se encuentran:
padres, hermanos, amigos, compañeros, vecinos entre otros. No obstante, también
pueden formar las experiencias y los medios no humanos como la televisión y el
internet.
Los nombrados anteriormente se podrían considerar formadores informales que
presentan grandes diferencias entre los formadores formales (como el profesor): la
intención y forma de relación afectiva. La primera hace referencia a que el formador
tiene a su cargo procurar el bien del aprendiz obedeciendo a un plan, unas metas
claras y ciertos principios que le orientan (Florez, 2005); y la segunda, a la influencia
que se puede generar a partir de la relación que surja entre el formador y el que
está siendo formado. Por lo tanto, el sujeto formador no impone, más bien, orienta
y guía para que el aprendiz siga su rumbo por sus propios medios.
Así mismo, el sujeto formador es quien reconoce que al igual que sus pupilos, es
un ser humano con aspectos positivos y otros por mejorar, un sujeto que puede
verse así mismo en el rostro de quien forma, y, por lo tanto, actúa en reconocimiento
de ambos. También, es consciente de que es formador y aprendiz a la vez, que es
un ser autónomo, pensante y holístico.
El sujeto formador es una persona que es realista y comprende que el mundo
avanza a pasos agigantados, de manera que, aterriza su relación y guía teniendo
en cuenta los cambios sociales, económicos, políticos, culturales y educativos, sin
dejar de lado la confianza en que el estudiante pueda hacer sus sueños realidad.
El sujeto formador es quien tiene vocación de entrega por el beneficio de sus
educandos. Es quien tiene en cuenta sus necesidades y deseos, es quien sufre con
ellos cuando no logran superar alguna adversidad. El formador es uno de los
engranajes de la brújula de la toma de decisiones de quien se forma.
Ahora, hay que revisar si quien recibe la formación está dispuesto a acogerlo. Si se
habla de formación es porque el sujeto que se forma está abierto a hacer un cambio
en su estilo de vida, pensamientos, formas de actuar etc.

¿Quién es el sujeto que se forma?


En primer lugar, es una persona. Desde la filosofía griega eso significa que es un
sujeto que posee una voz y que se hace sentir (teatro). Desde el campo de la
psicología hace referencia a un individuo con unos rasgos que lo hacen igual a otros
por el hecho de ser humano y otros particulares que lo hacen diferente, como lo dice
Wallon en el documento de Julián de Zubiría (s.f, p.3) “es un ser con tres
dimensiones: cognitiva, afectiva y motora… es un ser humano piensa, ama y actúa”.
En sí, un ser multidimensional. El sujeto que se forma entonces es un ser humano
único y que tiene nombre. A su vez, es un ser social, que está inmerso en una
cultura, sociedad y época que permean su forma de actuar, pensar y sentir. A su
vez, influye en el medio de manera positiva o negativa a partir de las decisiones que
tome.
El sujeto que se forma es también el hilo del pasado, del presente y del futuro. Es
una persona que tiene una historia, una herencia, unos antepasados y unos genes
que lo determinan de manera biológica pero que, a pesar de eso, presenta la
autonomía para no dejarse predeterminar. Por lo tanto, cuenta con herramientas de
vida como el pensamiento, el libre arbitrio y la capacidad de trascendencia lo cual
puede modificar su futuro. El sujeto que se forma es un ser que se hace así mismo
por medio de sus facultades superiores (libertad y razón) y gracias a ello, decide
cómo formarse, con ayuda de quiénes y con qué objetivo de vida.

3.4 EL PARA QUE DE LA FORMACION DEL SUJETO


El mundo de hoy está presentando cambios a nivel social, político, cultural,
educativo, familiar y económico para lo cual se requiere que la persona esté
preparada. En primer lugar, se requiere aprender a adaptarse para que los cambios
no sean traumáticos y, en segundo lugar, se requiere desarrollar una postura crítica
para que el sujeto influya en esos cambios, no al revés.
Es necesario formar al sujeto en el mundo actual para que oriente su pensamiento
y su actuar en la preservación del mundo humano en todo el sentido de la palabra.
Formar a una persona hoy, significa orientar su pensamiento a uno más crítico con
el fin de que tome mejores decisiones para la sociedad, lo cual incluye: preservación
del medio donde se vive (ecología humana), mejores relaciones interpersonales (de
familia, amistad, pareja), propicio de la paz, el buen uso de la libertad, el rescate del
compromiso, habilidades resilientes y del sentido de vida.

¿En qué conocimientos se le debe formar?


De acuerdo con Julián de Zubiría (s.f) hoy día a los estudiantes se les debe formar
en la capacidad de abstracción, analítica y de interpretación. Además, deben
formarse en temas específicos que susciten la reflexión.
Al enfocarnos en el sistema educativo colombiano y las competencias pedagógicas
del MEN (Ministerio Nacional de Educación) se puede observar que todavía las
materias tradicionales son las que focalizan la educación. No desmerito que cada
ciencia es importante y verlas fragmentadamente puede facilitar su comprensión.
Sin embargo, según nuestro contexto, los conocimientos deberían estar enfocados
en unos temas o materias centrados en la realidad. Muy bien dice la Reforma a la
educación de Estados Unidos “menos es más”.
En Finlandia, el mejor país en educación según pruebas PISA 2006, se centran sus
asignaturas en idiomas, matemáticas, educación para la salud (biología, física,
química y geografía), ética o religión, sociología, artes (música, canto, física),
economía doméstica, y vocacional. Todas estas asignaturas se estudian de manera
integrada y no como ciencias fragmentadas.
Los conocimientos en los cuales se deben formar, en definitiva, deberían acoger
temas que ayuden a vivir una vez ya no se esté inmerso en la educación básica, por
ejemplo: resiliencia, educación afectiva, economía doméstica, orientación
vocacional, tecnología, mundo actual, ética entre otras.
El proceso formativo se puede dar en cualquier lugar, en el colegio, en el juego, en
el hogar, en las vacaciones, en el voluntariado, en las relaciones, en la película entre
otros.
Todos somos parte de la formación de otros. Es por eso que no hay un lugar
específico, pero dentro de los mejores se encuentran la familia, ella es la principal
educadora de la persona. En segundo lugar, está el colegio, el cual ejerce el papel
de apoyo en esos contenidos que no abarca la familia por sus limitaciones de
estructura, espacio, miembros etc.
Porque de ellos, depende el presente y el futuro de la humanidad. Al principio, sus
actos influirán en su medio directo, pero al ser repetidos por muchos otros de su
generación, harán un cambio a escala social.
Es necesario formar al sujeto hoy porque nuestra sociedad actual ha perdido las
bases humanísticas, está siendo instrumentalizada hasta el punto de manipular la
naturaleza sin tener en cuenta las consecuencias que se pueden acarrear, por
ejemplo: la contaminación, la clonación, deforestación, emisión de gases etc.
Es necesario formar hoy porque las personas están dejando de ser personas y se
están alienando con los medios electrónicos y su mal uso, están siendo sumergidos
por las adicciones del trabajo y el placer, dejando de lado sus familias y salud.

3.5 EDUCACIÓN, SU FILOSOFÍA


Filosofía de la Educación se distingue de las demás materias
filosóficas y pedagógicas por su objeto de estudio, la metodología que emplea y el
fin que se propone alcanzar. Su objeto propio es el estudio del fenómeno educativo
en toda suamplitud: los agentes, procesos y escenarios donde se desarrolla el
binomio enseñanza-aprendizaje.
En definitiva, la Filosofía de la Educación no pretende elaborar “una gran teoría” en
el sentido epistemológico fuerte de la palabra (1978) un sistema unificado de
proposiciones, semejante a las teorías científicas, sino llevar a cabo una reflexión
crítica y sistemática sobre la educación de la que se puedan extraen conclusiones
que permitan entender y afrontar mejor los problemas de la práctica educativa
El asentamiento de la Filosofía de la Educación como disciplina académica a partir
de 1960 se debe a Richard S. Peters, del Instituto de Educación (IOE) de la
Universidad de Londres, quien lideró el trabajo de un grupo de expertos en Filosofía
Analítica, que aplicaron este método al estudio de la educación. Su objetivo principal
se orientaba a la clarificación filosófica de conceptos educativos fundamentales
como, por ejemplo, enseñanza, adoctrinamiento, autoridad, aprendizaje,
creatividad, etc., que hasta ese momento habían recibido poca atención por parte
de los filósofos.
Peters definió la Filosofía de la Educación como una familia de investigaciones
unidas entre sí por su carácter filosófico y su relevancia en cuestiones educativas;
señaló que debía tomar como punto de partida los problemas de la educación, y
había de construirse en diálogo fecundo con la Ética, la Filosofía Social y la Teoría
del Conocimiento, entre otros saberes [Peters, 1983]. Estos pioneros de la Filosofía
de la Educación en Gran Bretaña pretendían que la disciplina fuera auténticamente
filosófica -y, por lo tanto, reconocida como tal por los demás filósofos-; y demostrar
su relevancia de cara a la formación del profesorado, de tal forma que se incluyera
en los planes de estudio de los futuros profesionales de la educación a nivel
nacional. Aunque en parte lograron estas metas, la Filosofía Analítica de la
Educación resultó excesivamente técnica y fría, y no contaba con una antropología
definida sobre la que sustentarse.

La Filosofía de la Educación no constituye un campo independiente, como una


“reserva acotada” de conocimiento, sino que debe cultivarse en diálogo
interdisciplinar con los demás saberes que se ocupan del estudio del ser humano y
de la educación. En concreto, se sitúa en la intersección de la Antropología, la
Filosofía de la Cultura y las Ciencias de la Educación cuando éstas tratan de
comprender en plenitud al ser humano en cuanto educable, con vistas a iluminar
lúcidamente la acción educativa
En cuanto disciplina académica, se puede elaborar de diferentes maneras, muchas
de ellas válidas y complementarias entre sí. El hecho de que se cultive con una
orientación más histórica o sistemática, analítica o deductiva, etc., dependerá de las
inclinaciones filosóficas de los autores o de las circunstancias externas -requisitos
legales, académicos, etc.- que pesen sobre ellos.
3.6 La formulación del sujeto y los fines de la educación
la educación en cualquier sociedad tiene el objetivo general de formar la
personalidad ideal sustentada en la vitalidad, la sensibilidad, el esfuerzo, la
sabiduría y la inteligencia. La sociedad actual necesita formar tales características
en el individuo, hombre y mujer. En este artículo se hace referencia a la sociedad
occidental, sin menoscabo de otras sociedades y culturas definidas por ideales
distintos. Uno de los ideales y propósitos de la educación es el orden, la disciplina
y el desarrollo personal. La disciplina es una cualidad de entrega de todo corazón,
con pasión en todo lo que el hombre y la mujer se empeñan en hacer y en lo que se
emprende. Es, además, la persistencia y perseverancia en la indagación, en el
pensamiento.
La escuela es el lugar de la educación y del aprendizaje formal y no formal, es el
lugar del pensamiento y de la disciplina intelectual y moral. Es el lugar de las mentes
formadas y en formación al mismo tiempo. Allí viven y conviven hombres y mujeres
que enseñan y persuaden a los alumnos a aprender y construir saberes necesarios
en la edificación integral del ser. Quienes enseñan y acompañan a los niños y a las
niñas en el proceso de aprender deben ser educadores de talento, arropados por el
espíritu de la verdad, del juicio y de la razonabilidad en el proceso de pensar juntos
como partes de una comunidad. Los estudiantes vienen a ellos y a la escuela para
ser enseñados y guiados.
La educación por su lado se ocupa preferentemente del conocimiento teórico, más
que del conocimiento práctico derivado de la experiencia; porque se cree que el
conocimiento teórico, conceptual, es más apropiado e interesante y abarcante, ya
que de él se deriva el conocimiento técnico, práctico y productivo. No es suficiente
que la escuela enseñe sólo el conocimiento que tendrá algún uso práctico para la
producción.
Es necesario formar al niño y a la niña para que entiendan los principios y las causas
del conocimiento teórico, así como del conocimiento práctico derivado de la
experiencia. Los propósitos útiles a la educación son la formación intelectual, la
formación para la explicación de la verdad causal y la valoración de las ciencias y
del pensamiento filosófico, artístico, religioso.

4.1 RELACIÓN DE LA SOCIEDAD CON LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN


La filosofía educativa se centra en dos aspectos fundamentales; la naturaleza del
aprendizaje y el propósito de la educación. También cuestiona la transmisión de
valores morales, ya que la educación es el arte de transmitir a las nuevas
generaciones, así como el fundamento y el contenido de una cultura.
la Filosofía educativa tiene una relación de necesidad con la pedagogía, pues
reflexiona de modo sistemático y bajo la perspectiva de conjunto, la cual incluye una
visión antropológica, ética, política, etc., sobre el sentido de la educación, y así
marca la dirección humana de los descubrimientos que se realizan en esta ciencia
práctica (Camacho, 2015).
Por lo tanto, la Filosofía de la Educación ayuda a tener una visión transversal del
ámbito educacional, y por ende, por su contenido y su aspecto teórico-práctico, es
una importante contribución al logro de la competencia de formación que señala
Campos (2012) referida a la comprensión del fenómeno de la diversidad humana
como para situar su quehacer profesional en el contexto de las necesidades
educativas especiales.
Existe una compleja relación entre la sociedad y la filosofía de la educación ya que
la sociedad es el resultado de la escuela que hemos permitido tener y la escuela es
lo que la sociedad ha querido que sea. Como ya sabemos la sociedad está
constituida por un conjunto de personas que habitan un territorio, que hablan un
mismo idioma y tienen una misma cultura. En la institución educativa es donde se
fomenta la educación, que es el motor que impulsa el desarrollo de toda sociedad.
La educación se define como el proceso de facilitar el aprendizaje o la adquisición
de conocimientos, habilidades, valores, creencias y hábitos de un grupo de
personas que los transfieren a otras personas, a través de la narración de cuentos,
la discusión, la enseñanza, el ejemplo, la formación o la investigación. Por lo anterior
se puede afirmar que la educación es un proceso mediante el cual el individuo logra
integrarse a la sociedad.
El concepto de sociedad supone la convivencia y la actividad conjunta del hombre,
conscientemente organizado u ordenado e implica un cierto grado de comunicación
y cooperación. Referirnos al término sociedad implica necesariamente hablar de
relaciones, pues el hombre es un ser social y como tal echa mano de la
comunicación para expresar sus ideas, sentimientos y pensamientos a otros seres
que como él están dentro de una determinada sociedad. Estas relaciones pueden
ser organizadas o desorganizadas. Por lo tanto, hablar de sociedad implica hablar
también de los otros términos: educación y cultura.
Por lo anteriormente expuesto, se puede afirmar que entre los tres conceptos existe
una estrecha relación de interdependencia, ya que la educación al ser el proceso
de formación, está destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva
de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la
sociedad a la que pertenecen; es importante destacar que la importancia del
aprendizaje y de la enseñanza de la Filosofía en la Educación Superior no es una
motivación o interés de un grupo pequeño o de un par de personas, sino que tiene
un gran reconocimiento internacional.
Siendo parte de una sociedad, el ser humano debe apropiarse de las expresiones
propias de esa sociedad, tales como: normas y reglas relacionadas con la manera
de ser, de vestirse, de comportarse; costumbres, prácticas y códigos relacionados
con la religión, rituales, y sistemas de creencias; en otras palabras, debe apropiarse
de la cultura. En ese orden de ideas, la educación cobra gran importancia, pues
permite esa socialización y endoculturación indispensables para el hombre, dada la
característica de ser social, inherente a él (Martínez, 2019).
Se alude a considerar que en el trabajo docente se propicie que el estudiantado
efectúe una conexión entre el contenido filosófico que se aprende y aspectos de la
vida cotidiana, y se espera reconocer que hay docentes que tienen conciencia de la
importancia sobre el modo de enseñar la Filosofía y su pertinencia.
Durante la historia de la humanidad la educación siempre ha estado presente y se
le ha vinculado al ser humano, de ahí que a medida que avance el tiempo surjan
diversas reflexiones sistemáticas o estudios científicos sobre su existencia y
finalidad; En este punto, la Filosofía no ha estado al margen de ello. Por señalar
algunos autores de modo breve, en la antigüedad se destaca a Sócrates, el cual
expresa que la mayéutica es una instancia que favorece el aprendizaje, pues por
medio de una reflexión personal el individuo, mediante la ayuda de un apoyo o
docente, puede llegar a conocer la verdad. También se encuentra a Platón (427-
347 a. e. c.), quien afirma en su obra la República que el ciudadano debe cumplir
un perfil en donde la educación obliga a saber más que el común; y a Aristóteles
(384-322 a. e. c.), cuya idea central gira en que la educación es algo natural en el
ser humano y esta comprende lo que es mejor al ser humano, en especial a través
de las reglas civiles y morales (Camacho, 2017).
La ley 115 o Ley General de Educación de 1994 cuando define la educación como
el proceso de formación permanente, personal, social y cultural que se fundamenta
en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos
y sus deberes, y exige del educador una reconocida idoneidad moral, ética,
pedagógica y profesional. por lo tanto, la relación deriva en la armonización y
conjugación de estos procesos en la vida integral, para ser una mejor persona.

4.2 FILOSOFÍA DE LA EDUCACION Y DESARROLLO


La filosofía de la educación es una disciplina relativamente moderna que estudia el
fenómeno educativo y las teorías sobre el mismo desde una perspectiva racional,
con el deseo de ofrecer una explicación ultimativa, sobre la educación humana y su
pedagogía de enseñanza.
Aunque se trata de algo reciente, se pueden encontrar elementos y anticipaciones
de filosofía de la educación en el mundo antiguo, en autores como Platón,
Aristóteles, San Agustín y Santo Tomás. En el mundo moderno tienen importancia
una serie de estudiosos que preparan el nacimiento de la pedagogía, como Luis
Vives, y de nuevas teorías educativas, como Rousseau, Herbart, Dewey, Piaget,
Maritain y otros autores.
La filosofía de la educación tiene su origen remoto en el mundo antiguo, sobre todo
en autores como Platón y Aristóteles, que hablaron continuamente de la educación
humana y del modo ideal en el que debería ser formado el niño para entrar a formar
parte de la vida social. También el mundo cristiano y medieval cuenta con autores
como Clemente de Alejandría, san Agustín o santo Tomás de Aquino, que
abordaron las temáticas educativas desde ideas filosóficas y teológicas.
A partir del Renacimiento y en los inicios de la Edad moderna se produjo un amplio
desarrollo de teorías educativas. Luis Vives, Erasmo de Róterdam, Comenio, Jean-
Jacques Rousseau, John Locke, Immanuel Kant, Fröbel, y otros autores, ofrecieron
diversas reflexiones sobre la educación del hombre y sobre el camino que lo llevaría
a su perfeccionamiento como individuo y como miembro de la sociedad.

Sócrates
1. Nace la pedagogía filosófica propiamente dicha.
2. Su enseñanza se lleva a cabo mediante el diálogo.
3. El método del diálogo es el siguiente:
1. Introducción; trata de interesar al interlocutor sobre el tema mediante una
serie de preguntas que lo introducen a un diálogo pedagógico.
2. Indagación; requiere del interlocutor las respuestas que este considere
correctas pero que a menudo son equivocadas. Aquí se hace presente lo que se ha
llamado la ironía socrática que es el método que este utiliza para hacer notorio el
error.
4. El fin de la educación es formar hombres plenos y virtuosos.
5. Ironía socrática: en griego ironía quiere decir interrogación, así, el objetivo es
el de conducir al educando a la sabiduría por medio de la propia reflexión.
6. Sócrates da respuesta a los sofistas acerca de la comunicación docente.
7. Sócrates crea el método a partir del cual se descubren los conceptos,
principalmente en la esfera de lo moral.
Platón
1. Cree en la existencia del mundo de las ideas y dice que la única y mejor forma
de pertenecer a él es por medio de la educación.
2. El papel del educador reside en promover en el educando el proceso de
interiorización.
3. El método de la dialéctica consiste en:
1. Primero es un camino o método mediante el cual gradualmente ascendemos
desde la opinión (imaginación y creencias) hasta el verdadero conocimiento de la
realidad.
2. Posteriormente viene la contemplación inmediata de las ideas cuyo logro no
es posible sin la renuncia de lo corporal y los sentidos.
4. El fin de la educación es formar hombres plenos y virtuosos, pero se adelanta
al percibir en la educación elementos interrelacionados tales como individuo y
sociedad o ciudadano y polis.
Aristóteles
1. Con él surge el sistema de la evolución.
2. El sistema de evolución nace porque Aristóteles considera que todas las
cosas están en constante cambio que obedece a cierto ritmo, es decir, un cambio
ordenado.
3. Principios del sistema de la evolución:
1. Considera dos términos importantes uno es el de potencia, cuando una cosa
es susceptible a transformarse en otra, y el otro es el de ACTO.
2. Esta ley consta de cuatro principios:
• Causa material
• Causa eficiente
• Causa formal
• Causa final
4. El pensamiento educativo de Aristóteles se basa principalmente en sus
estudios de ÉTICA, POLÍTICA y LÓGICA.

La filosofía de la educación ha visto un amplio desarrollo durante el siglo XX. De


modo especial, en la segunda mitad de ese siglo contó con autores que le dieron
una impronta particular. Entre ellos cabe mencionar a Richard Stanley Peters.
La filosofía para niños puede ser considerada como uno de los desarrollos de la
filosofía de la educación contemporánea.
4.3 FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN Y DEMOCRACIA
En primer lugar, las tres, filosofía, educación y democracia, giran en torno a un
mismo y problemático asunto: el de lo qué deben ser (y lo que son idealmente) las
cosas. Así, la filosofía busca conocer lo que debe serla realidad, el ser humano, la
verdad, la justicia, etc. (esto es: la idea o ideal de cada una de esas cosas), poniendo
entre paréntesis lo que de ellas nos es dado. Por otra parte, la democracia trata de
establecer lo que debe ser un consenso justo frente al poder fáctico de la fuerza, la
costumbre o el dogma. Y la educación, en fin, tiene idealmente por objeto ayudar a
que seamos lo que creemos que debemos ser a partir del dato de lo que de hecho
somos y sabemos.
Otro elemento común a la filosofía, la democracia y la educación es el diálogo. El
diálogo en torno a las grandes preguntas, en el caso de la filosofía; el diálogo como
procedimiento para tomar decisiones políticas, en el caso de la democracia; y el
diálogo como raíz misma del aprendizaje (no hay aprendizaje sin ese diálogo,
externo e interno, por el que nos convencemos de lo aprendido). En los tres casos
el diálogo debe ser, además, incesante, de manera que todo debe ser revisado y
expurgado una y otra vez de errores, injusticias y prejuicios.
Un tercer rasgo común es el carácter reflexivo o autorreferente propio a las tres. La
filosofía es un pensar en lo que se piensa; la democracia un democrático legislar
sobre cómo legislar democráticamente; y la educación una capacitación para el
desarrollo de las propias capacidades. La reflexión filosófica, la autonomía política
y el aprender a aprender son, así, la expresión de lo que son, o deberían ser,
respectivamente, la verdadera actividad filosófica, democrática y educativa. A partir
de esta somera descripción de la relación entre democracia, educación y filosofía
deberíamos tener ya claro el lugar que ha de tener la filosofía en la educación en
democracia (es decir, ‘en’ una democracia y ‘en’ aquellas competencias
imprescindibles para ejercer una ciudadanía democrática).
La filosofía tiene la función, en primer lugar, de dotarnos del bagaje necesario para
afrontar la tarea trascendental de considerar o reconocer por nosotros mismos lo
que deben ser las cosas (el mundo, el ser humano, la verdad, lo justo, lo bello).
Ninguna ciencia puede ocuparse de esto (las ciencias se ocupan de «salvar las
apariencias», no de la idea o ideal de las cosas), y la religión o el arte lo hacen, pero
no de forma estrictamente racional.
En un sentido procedimental, la tarea educativa de la filosofía es enseñar a dialogar.
El diálogo filosófico, que no es el de las tertulias de la tele ni el de los torneos de
retórica, consiste en examinarlo críticamente todo, empezando por las ideas
propias, para intentar reconstruir luego una tesis racional que acepten los demás.
Sus rasgos distintivos son la cooperación (no se compite), la honestidad (no se
manipula), la intención de aprender (se reconocen y valoran con objetividad las
razones del otro) y el rigor argumental (se evitan falacias y errores lógicos).
La democracia es parte de esta interacción, ya que le da la oportunidad a cada una
de las personas que conforman una comunidad se hagan cargo de las
problemáticas, dándoles los espacios correspondientes para que tengan la
posibilidad de participar. La democracia se ha provisto a lo largo del tiempo en
conjunto con el área educativa, creando de hecho instancias formativas avocadas
a la línea ciudadana, pero a pesar de aquello en muchos países se han eliminado
en los planes de estudio general, generando una problemática social en donde
tenemos a ciudadanos que han perdido la noción de la participación política
tradicional.
John Rawls plantea la unión entre educación y democracia, dándonos a conocer
que lo pedagógico tiene una imprescindible importancia para el desarrollo cognitivo
conceptual de la persona en lo que se relaciona al ciudadano en formación y se
hace indispensable que se establezca una noción de lo cívico dentro de aquella
formación inicial y paulatina que se da a lo largo del aprendizaje de una persona,
para que así esta se inserte en el mundo republicano de manera cercana y no
suceda lo que está ocurriendo con las generaciones actuales. Se hace necesario,
para que la democracia se fortalezca la formación de un ciudadano insigne que esté
al tanto del medio que los rodea y teniendo clara su participación en aquella
búsqueda de una respuesta a la incógnita de la nebulosa social.
La educación es el medio más cercano para fortalecer a la democracia, porque es
en ella en donde gesta la formación de personas que tengan la capacidad de ir al
debate, para el mejoramiento del mismo sistema, pero por sobre todo para
fortalecerla y hacer de ella un núcleo más fuerte con el pasar del tiempo,
acondicionándose a las necesidades futuras con los cambios correspondientes y
necesarios para su mantenimiento.
La democracia es un régimen político. Ahora como tal está sujeto a todo tipo de
vicisitudes propias de su movimiento. Pero la democracia también debe ser una
forma de vida, una forma de relacionarnos unos con otros en la perspectiva de las
soluciones permanentes a problemas de forma conjetural e hipotética. No
asumiendo que tenemos la verdad, sino que, por el contrario, estamos en un
permanente camino de su búsqueda. Una democracia es más que una forma de
gobierno; es primariamente un modo de vivir asociado, de experiencia comunicada
juntamente (Dewey: 1998).
Como ha sostenido Humberto Maturana, “el educar se constituye en el proceso en
el cual el niño/a o el adulto convive con otro y al convivir con el otro se transforma
espontáneamente, de manera que su modo de vivir se hace progresivamente más
congruente con el otro en el espacio de convivencia. El educar ocurre, por lo tanto,
todo el tiempo; de manera recíproca, como una transformación estructural
contingente a una historia en el convivir en el que resulta que las personas aprenden
a vivir de una manera que se configura según el convivir de la comunidad donde
viven” (Maturana

Ahora bien, la democracia y la educación no han mantenido del todo una relación
directa en forma estricta. Es más, la educación del espíritu material, promovido por
el neoliberalismo en nuestro tiempo, ha hecho de la educación (más que un negocio)
una verdadera preparación y adiestramiento exclusivamente para el trabajo. Le ha
quitado su componente humanista, tan propio de ella. En consecuencia, esa
educación, bajo ese paradigma, se vuelve contra la democracia. Se hacen
contradictorias. Tan contradictorias como son las definiciones de neoliberalismo y
de democracia4. Así las cosas, la dialéctica democracia – educación no se torna
materialmente fácil. Mucho de lo descrito tiene que ver con el predominio de la
doctrina neoliberal por sobre la democracia. De lo que se trata es que esta relación
se invierta. Por lo menos. Si aquello ocurre, la dialéctica entonces es posible. Y
podrá reverdecer la educación y ser soñada como uno de los sostenes que tantos
requieren nuestras anémicas democracias. En tal manera la relación entre ambas
es fundamental. Aunque estas líneas solamente veremos una relación condicional
solamente hacia un lado. Educación como apoyo de la democracia. Sin duda que
también se puede auscultar de forma bicondicional.

4.4 FILOSOFIA DE LA EDUCACION Y CULTURA


La educación es un tipo de formación que se da en práctica y metodológica por
medio de la cual una persona puede crecer y desarrollarse. Es un proceso de suma
importancia por medio del cual se le da al ser humano una serie de herramientas y
de conocimientos para que luego éstos sean puestos en práctica. La filosofía
también se aplica en este campo y busca reflexionar sobre todos los procesos
educativos, los sistemas de educación y los métodos de enseñanza pedagógicos.
La educación es, como lo expresa su etimología latina “educare”, formar al individuo
dentro de la sociedad a la cual pertenece, en los conocimientos y valores que se
consideran dignos dentro de ella. Esas normas y conductas positivas, esos
conocimientos especulativos y prácticos acumulados por generaciones, hacen a la
cultura de cada comunidad, y siendo básicamente similares, son particularmente
diferentes, haciendo a la identidad nacional de cada grupo.
Es a través de la educación, especialmente formal (por medio de las instituciones
escolares) que los humanos adoptan la cultura del medio en el que nacen o se
forman, y aceptarán como válidos esos contenidos con mayor o menor espíritu
crítico según sea el carácter libre o restrictivo de la educación que reciban.
En el primer caso, podrán cambiarse algunos aspectos culturales por los nuevos
miembros educados de la sociedad a los que se les permita pensar en discordancia,
y en el segundo caso deberán los críticos, imponer sus nuevas ideas de modo
coactivo, generándose en uno u otro caso revoluciones culturales.
La globalización produce una nueva forma de educación a través de los medios
masivos de comunicación, especialmente Internet, donde la interculturalidad invade
los propios usos, costumbres y valores, para abrirse a los del mundo.

La educación como tal, en su teoría y práctica cotidiana son estudiados por la


Filosofía de la Educación con sentido crítico, buscando el por qué y el para qué del
hecho educativo, la capacidad humana de educarse, las causas de su evolución,
los factores que influyen en el hecho educativo, y las distintas teorías que sustentan
a cada modelo educativo, que se concretan en diferentes experiencias
educacionales.
Este desarrollo y mejoramiento de las aptitudes humanas se dan gracias a la
aculturación que obtenemos de los terceros como los son nuestros padres,
maestros, mentores etc. O gracias a la autoculturación.
De esta manera gracias a la cultura superamos nuestro estado natural de incultura
ya que está en nuestra naturaleza el tender hacia el perfeccionamiento de nosotros
mismos ya que somos seres inacabados en cuestión de la plenitud de nuestro
desarrollo, así como del cuerpo necesita de los nutrientes que obtiene de los
alimentos, el oxígeno que se obtiene del aire y de más para lograr el desarrollo del
potencial físico.
Así también, nuestro espíritu necesita de nuestro intelecto de sus respectivos
nutrientes para su desarrollo. Esta en nosotros el deseo de la perfección de la
manera inmediata que nos hace tender hacia dios.
Expresamos este perfeccionamiento esta cultura mediante las manifestaciones
externas reales o virtudes de la inteligencia y la destreza, como de la son la ciencia,
el arte y la técnica que para estar plenamente desarrolladas se deben fundamentar
y ser guiadas por la filosofía.
Con la cultura obtenida mediante la inteligencia y la voluntad, el hombre se opone
a su estado natural potenciando sus capacidades y virtudes y opacando o
minimizando de esta manera sus debilidades y virtudes.
Está bien sabido que todos los seres humanos tan imperfectos como somos
tenemos vicios y virtudes; Vicio que nos anclan e impiden nuestro desarrollo en
todos los aspectos de la vida y virtudes que nos engrandecen y nos ayudan en el
devenir de nuestros días.
Es el hombre que se apoya en la cultura y se guía en la filosofía quien reconoce sus
vicios para erradicarlos en lo más posible y material.
Es evidente que una buena vida guiada por un buen cimiento filosófico y basada en
una cultura suficiente será más que plena y satisfactoria.
A través de la historia el desarrollo de la cultura en diferentes pueblos y territorios
nos muestra manifestaciones culturales de forma tan distinta y maneras qué
parecieran contrarias a simple vista, pero siempre persiguiendo el mismo fin, la
superación humana y por ser estas manifestaciones culturales, manifestaciones
humanas serán específicas y distintas, en cada época y lugar de donde se
encuentren.
Es así como en un pueblo su cultura tiende al perfeccionamiento de las capacidades
y aptitudes prácticas como lo son las artes bélicas, como lo es el caso del pueblo
espartano, el que las capacidades físicas, las capacidades guerreras, eran tan
importante que se llevaba a cabo una educación rigurosa para el desarrollo de
dichas capacidades, logrando así una cultura guerrera.
Por otro lado, en otro pueblo las manifestaciones culturales pueden tender hacia el
desarrollo de las artes éticas y estéticas, como lo son el caso del pueblo ateniense.
Aunque son manifestaciones culturales tan distintas, las dos tienden al desarrollo y
el mejoramiento de un especto de la naturaleza humana.
Los movimientos culturales desde siempre repercuten en la sociedad en nuestros
tiempos estos movimientos que no son llevado por un buen fundamento filosófico
descaen en su desarrollo llegando a ser verdaderas subcultura, basadas en un
relativismo radical, que la aleja de la verdad en función de la comodidad y la auto
complacencia.
Estas subculturas no están basadas en valores, si no en un intento por imponer sus
propias maneras pensar y ver la vida.
Subculturas como el homosexualismo, los grupos violentos, los grupos violentos, en
caso de contemporáneo de la subcultura de los emos que lejos de mejorar algún
aspecto de la naturaleza humana, degradan permiten o promueven el daño físico y
moral.
Sin embargo, los pueblos con un verdadero y correcto fundamento filosófico han
logrado trascender, demostrando que la filosofía influye en tanto en la cultura de tal
modo que cimienta el desarrollo y la grandeza de las civilizaciones que basan sus
valores en conceptos dependiendo de las necesidades de cada época y cada
pueblo.
Apropiación de la cultura
Aunque la cultura no es excluyente y es susceptible a ser obtenida por cualquiera
con las capacidades desarrolladas para su obtención y desarrollo.
Si es jerarquizante en cuanto a nivel de educación y desarrollo por el talento natural.
Es así que separa y jerarquiza nuestro nivel de intelectual conforme a nuestro
acervo cultural, habrá personas que tengan de forma natural una mayor facilidad
para la asimilación y aprensión del conocimiento, más ese talento no es nada sin la
voluntad para la adquisición de este conocimiento.
Aunque la obtención de conocimiento no es lo únicamente necesario, sino que es
necesario la asimilación t cimentación de la vida por parte de la cultura.
Un conocimiento que no es utilizado es como un tesoro enterrado, es necesario el
conocimiento para cultivarnos de esta manera buscar nuestro perfeccionamiento.
La cultura responde al anhelo de la naturaleza por desarrollarse obrada por el
espíritu en base a su libertad. La cultura es lo que nos lleva a la plenitud de la vida.
La fluencia de la vida y sus manifestaciones se forja en el interior de la persona, las
creaciones o perfeccionamiento de las acciones o artes humanas llevan siempre un
proceso de interno ya sea consciente o inconsciente estas manifestaciones son un
reflejo de la ideología filosófica del ejecutor de su vida y de su pensamiento
plasmado y manifestado para la posteridad en un intento por trascender.
De esta manera y gracias a la cultura en sus manifestaciones, nuestras aptitudes,
nuestras imágenes, nuestra inteligencia, nos pueden sobrevivir llegando a tener
existencia fuera de nosotros mismos.
El ser humano se transforma y transforma su entorno, humanizando y mejorando la
voluntad dejando de manifiesto su existencia y pasó por este mundo oponiéndose
el ser humano a su vida efímera y contingente.
Algunas veces las obras parecen superar a sus ejecutores;
Así que en ocasiones la obra es más conocida que el artista, como lo es el caso de
las obras anónimas.
Estas manifestaciones artísticas, científicas, técnicas, etc. Sobreviviendo como lo
hacen su creador, siguen siendo temporales, como bienes humanos más los bienes
interiores como los son los bienes espirituales son imperecederos como lo es su
espíritu.
La cultura enriquece el espíritu no solo en sus actos sino también en su potencial
llevándolo a la trascendencia temporal y espiritual. Pero, así como los seres
humanos podemos construir y realizar obras valiosas, tenemos también la
capacidad de destruir dichas obras, así como crear obras que atentan contra
nuestro desarrollo.
En la naturaleza del ser humano esta culturizar su medio ya que está en él, al
negarse al ser un simple espectador del mundo y de la vida.
Las emociones humanas íntimamente ligadas a la cultura, son causa de tales
efectos, solo el ser humano puede amar, conocer y razonar; en base a esto
construye y realiza obras de amor, de conocimiento y razón.
Y también como ser humano y su naturaleza puede odiar, destruir y actuar en contra
de la razón. En este aspecto realiza obras de odio que construye herramientas de
destrucción y caos.
No vemos en las animales capacidades de amar u odiar, somos en este aspecto
superiores o no podemos volver e incluso inferiores según nuestras virtudes o
nuestros vicios.
En el animal irracional está el instinto por ejemplo de proteger a su descendencia,
mientras que en el hombre usando su razón su capacidad de razonar puede optar
como algunos lo hacen no solo de no proteger sus propios descendientes como lo
es el caso del aborto.
Para finalizar mí conferencia quisiera a invitar a todos a ser aportadores de en la
cultura de nuestro pueblo. Recordando que no basta con luchar contra nuestra
naturaleza por si mismos, sino que se requiere de la educación y la cultura para el
engrandecimiento del espíritu.
Así como es infinita la cultura también es infinita la capacidad del alma para obtener
y asimilar esta cultura.

4.5 FILOSOFIA DE LA EDUCACION Y JUSTICIA


La justicia social se basa en aceptar las diferencias, en diluir los límites entre lo que
yo, como docente, entiendo por normalidad y anormalidad, en ofrecer una
educación de calidad a todo el alumnado, en un cambio de mirada mío y en un
cambio de cultura del centro educativo
“Justicia” es el hábito de reconocer y dar a cada quien lo que le corresponde, en
derechos y obligaciones, para que alcance su bien personal y el social (en cuanto a
la vida, los bienes morales, los culturales y los materiales).
La justicia en el ámbito educativo, sería darles educación de calidad a nuestros
niños y jóvenes de todo el país; pero, como observamos, esto no está ocurriendo
en varios estados.
La justicia puede ser conmutativa cuando se da entre los individuos; distributiva,
cuando ocurre de la sociedad al individuo (encabezada por la autoridad pública); y
legal, cuando es de los individuos para con la sociedad (en el cumplimiento de
nuestras obligaciones).
La virtud de la justicia reside en la voluntad y no en el entendimiento, busca el
correcto ejercicio de la libertad, por lo cual, comúnmente, las personas somos
injustas, no porque desconozcamos lo correcto, sino porque no deseamos hacerlo.
Así ocurre con la falta de voluntad política de nuestras autoridades educativas, como
lo podemos observar en la Reforma Educativa.
Cada ser humano tiene un alma, con sus propios sentimientos y pensamientos; por
lo tanto, no actúa de manera igual a los demás seres. Es por ello que debemos
promover en el proceso educativo: el respeto a los otros, la ayuda a los demás, la
participación, la convivencia en el orden, y el respecto a la intimidad personal.
Se deduce de lo anterior que en nuestras relaciones con los demás, la “justicia no
consiste en dar un trato igualitario, sino de equidad, es decir, de acuerdo a las
circunstancias y responsabilidades de las personas”.
La ley es un instrumento para el alcance de la justicia, no es la justicia; de ahí que,
cuando un gobierno enarbola que está luchando por la justicia y afirma que ha
creado nuevas leyes educativas, por ejemplo, la Ley General del Servicio
Profesional Docente, podemos decir que su labor, si bien va en un sentido correcto,
aún no ha alcanzado su fin. Para que se logre la justicia se debe aplicar la ley.
Los ámbitos de corrupción en nuestro sistema educativo, promovidos o tolerados
por la autoridad pública, aprovechados por individuos o grupos, que en lugar de
servir a la sociedad se sirven a sí mismos, son una causa grave de injusticia, de
falta de voluntad política, generando inequidad, y de daño permanente a las
actuales y futuras generaciones de niños y jóvenes de nuestra patria.

Hablar de justicia social es hablar de educación inclusiva; es hablar de asegurar que


todos los niños y niñas tengan derecho a una educación inclusiva, equitativa y de
calidad; es hablar de filosofía, de ética y de humanismo; es hablar de personas.
En la actualidad, cada vez hay más familias que para conseguir este derecho a la
educación deben acudir a los tribunales, con el consiguiente sufrimiento,
desasosiego e incertidumbre que ello acarrea. Esto no es hablar de justicia social,
no es hablar de educación inclusiva.

Para ello, los docentes y los centros educativos debemos cambiar nuestras culturas,
nuestra mirada, debemos ver la capacidad y no la discapacidad, ver el talento y no
el déficit, debemos estar informados y formados, debemos transformar nuestras
prácticas y debemos liderar este cambio.
La justicia social se basa en aceptar las diferencias, en diluir los límites entre lo que
yo, como docente, entiendo por normalidad y anormalidad, en ofrecer una
educación de calidad a todo el alumnado, en un cambio de mirada mío y en un
cambio de cultura del centro educativo. Cuando no somos justos, somos injustos, y
entonces hablamos de opresores y oprimidos, y yo soy opresora cuando soy
culpable del sufrimiento ajeno, cuando cometo injusticias, cuando le digo a una
familia que su hijo o su hija no puede estar en este centro, cuando no ofrezco apoyos
y ajustes suficientes a todo el alumnado, cuando etiqueto, cuando pongo barreras,
cuando no las elimino, cuando no permito que todos los niños participen, cuando
segrego, cuando invisibilizo, cuando tengo prejuicios, cuando me molestan dentro
del aula; pero, sobre todo, cuando acepto la injusticia como algo normal y lo habitual
se vuelve opresivamente cotidiano.
La importancia del principio de la justicia social radica en el rol que tiene la
educación en el desarrollo de una sociedad más justa y equitativa, pues tiene la
capacidad de eliminar barreras que dificultan que niñas/os y jóvenes puedan
aprender y participar activamente de la vida social y cultural de su comunidad.
Incorporar este principio implica un gran desafío ya que requiere involucrar y
movilizar a los distintos actores de la comunidad educativa hacia la valoración de la
diversidad y la comprensión del entorno social en que vivimos y que es naturalmente
diverso.
La justicia social ha sido un tema recurrente en los estudios de sociología, filosofía,
economía y política y forma parte del magma esencial de la educación social y se
refiere a las nociones fundamentales de igualdad de oportunidades y de derechos
humanos, trascendiendo el concepto tradicional de justicia legal.

V. CORRIENTES DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO EDUCATIVO


¿Qué son las corrientes filosóficas?
Una corriente filosófica es una agrupación que abarca diferentes pensadores, los
cuales comparten las mismas ideas, tendencias o pensamientos.
Las corrientes filosóficas son las distintas disciplinas que se aplican según la cultura
en la que se vive, a lo largo de la historia de la Filosofía se han ido conformando
diversas corrientes y escuelas, en todas las ramas de la Filosofía hay autores que
tienen opiniones irreconciliables.
Las 11 corrientes filosóficas más importantes
Idealismo. El idealismo es una corriente que se caracteriza por interpretar el mundo
como algo dual, de esta manera se accede a las ideas a través del conocimiento y
de la sensibilidad. …
Realismo. …
Escepticismo. …
Dogmatismo. …
Racionalismo. …
Empirismo. …
Criticismo. …
Positivismo.
¿Qué son las corrientes filosóficas y pedagógicas?
Las corrientes filosóficas son el conjunto de disciplinas que definen tanto el
conocimiento como la cultura, la religión y política de los pueblos, siendo estas
influyentes en la vida tanto de las personas como de las naciones en sí.
¿Cuáles son las características de las corrientes filosóficas?
Las corrientes filosóficas son agrupaciones que comprenden diferentes pensadores,
quienes comparten las mismas ideas u opiniones sobre uno o varios temas. Todos
ellos pretenden responder a las incógnitas de la vida y del mundo, como la realidad,
el hombre, la existencia, la verdad, el conocimiento y la ética.
¿Cuáles son las corrientes filosóficas del siglo 20?
El siglo XX también vio el surgimiento de nuevas corrientes filosóficas, como el
positivismo lógico, la fenomenología, el existencialismo, el postestructuralismo, y el
materialismo filosófico.
¿Cuántas corrientes filosóficas aparecieron?
Es claro que la filosofía y ciencia moderna delimitaron o definieron las corrientes
filosóficas del pensamiento moderno, a saber, -el racionalismo, empirismo e
idealismo- conocidas estas en la contemporaneidad como enfoques epistémicos o
paradigmas investigativos tradicionales.
¿Qué es la filosofía de la educación?
s/p), define a la Filosofía de la Educación como: la aproximación al mundo de los
fenómenos educativos desde una perspectiva filosófica. Se encuadra, por tanto, en
el ámbito de la Filosofía Práctica pues constituye un saber de la acción, para la
acción y desde la acción.
¿Qué influencia tiene la filosofía en la educación?
A las conclusiones que la investigación arribó fueron: La filosofía de la educación
permite la formación de ciudadanos con capacidad crítica, creativa y con una actitud
ética; posibilitando al docente la adquisición de conocimientos con el fin de poder
transmitirlos a sus estudiantes
CORRIENTES ACTUALES EN FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN
La nota característica del pensamiento filosófico educativo actual es su
fragmentación: por el modo de entender la naturaleza de esta disciplina, por los
diferentes tipos de preguntas que se formulan quienes la cultivan, por las respuestas
—muchas veces incompatibles entre sí que ofrecen las distintas escuelas o
tradiciones de pensamiento, etc. [Carr 2005].
Así, se observa que conviven en la actualidad Filosofías de la Educación de corte
Analítico junto con otras aproximaciones influidas por la filosofía Crítica, el
Deconstruccionismo, la Fenomenología, el Neomarxismo, el Existencialismo, el
Personalismo, la Hermenéutica, o el Neoaristotelismo, por citar sólo las más
señaladas.
Si bien algunas de las cuestiones educativas que se plantean en la actualidad son
cuestiones permanentes, otras han ido surgiendo al hilo del desarrollo histórico
humano, como las que hacen referencia, por ejemplo, a la educación multicultural
en un mundo globalizado, la educación para la democracia, para el desarrollo
sostenible, etc., pues los filósofos de la educación contemporáneos son herederos
de una tradición multisecular que está en continuo desarrollo.
La Filosofía de la Educación de cada autor es deudora de su planteamiento filosófico
y del modo de concebir las relaciones entre la Filosofía y la Educación. Algunos
autores sostienen que entre ambas disciplinas se da una íntima vinculación, otros
defienden su absoluta independencia, y —como en todo— también existen posturas
intermedias.
En conjunto, se puede hablar de seis grandes metodologías utilizadas para elaborar
la Filosofía de la Educación, que son las que diferencian unos estilos filosóficos de
otros:
1. La Filosofía de la Educación descriptiva analiza filosóficamente lo que sucede en
el proceso educativo.
2. La “Filosofía de la Educación para educadores” elabora una especie de antología
de cuestiones filosóficas que se consideran de interés para los profesionales.
3. Se ha cultivado también una Filosofía de la Educación como “Análisis Metafísico
de cuestiones educativas” —la estructura entitativa del ser educacional, la esencia
de la educación y sus causas, la teleología ordenadora de todo el proceso, etc.
4. La Filosofía Analítica de la Educación trata de clarificar el contenido conceptual
de los términos del lenguaje que se emplea en el contexto de la educación.
5. Hay autores que defienden una Filosofía de la Educación “reflexiva”, sobre los
supuestos profundos de la educación, que integre un buen conocimiento de la
Historia, y las conclusiones de la Antropología Filosófica.
6. El enfoque deductivo en la Filosofía de la Educación, o estudio de las Escuelas
de Filosofía —llamado coloquialmente “de los -ismos”—, busca explicitar las
consecuencias educativas que se pueden extraer de los principales sistemas
filosóficos racionalismo, empirismo, existencialismo, etc.-.
Las críticas a este tipo de Filosofía de la Educación señalan que una postura
metafísica o epistemológica no puede tener implicaciones lógicas necesarias que
sean aplicables en el campo de la teoría y la práctica educativas; y sostienen
también que dos filósofos que pertenezcan a una misma escuela filosófica pueden
estar en desacuerdo respecto a cómo deben llevarse a cabo determinadas prácticas
educativas y, por el contrario, personas que coinciden sobre cuestiones educativas
pueden sostener posturas filosóficas muy diferentes.

IDEALISMO
REPRESENTANTES DEL IDEALISMO: PLATON, RENÉ DESCARTES,
EMMANUEL KANT
El idealismo es una teoría filosófica que defiende la existencia independiente de las
ideas y su primacía por sobre otras formas de conocimiento. Decimos idealismo a
toda doctrina filosófica que afirme que el sujeto es el punto de partida de todo
conocimiento posible sobre el mundo.
Decimos idealismo a toda doctrina filosófica que afirme que el sujeto es el punto de
partida de todo conocimiento posible sobre el mundo. No nos adecuamos a las
cosas, sino que las cosas se adecuan a las ideas que tenemos de ellas.
El idealismo es una de las corrientes filosóficas más importantes de los últimos
siglos. Cuenta con una nómina amplia y variada de pensadores y filósofos, tales
como Platón, Leibniz, Kant o Hegel. Más allá de sus particularidades, los filósofos
idealistas dan a las ideas o al espíritu una prioridad ontológica por sobre la materia.
Esto significa, entre otras cosas, que las ideas tienen un grado de realidad mayor al
del mundo material.
El idealismo es un conjunto de corrientes filosóficas que han estado presentes a lo
largo de la historia de la filosofía. Su origen se puede remontar a Platón, pero su
desarrollo abarca buena parte del siglo XIX.
Los filósofos idealistas sostienen que la base de la realidad es el pensamiento y que
la materia es una producción del mismo. O, lo que es lo mismo, los objetos no
existen sin una mente que los haga posibles. Aquello que percibo son ideas de mi
mente, si no lo percibo no existe.
El idealismo ha tenido diferentes bifurcaciones que se conocen como: idealismo
objetivo, idealismo subjetivo, idealismo trascendental e idealismo alemán.
Representantes: Platón (objetivo), Hegel (objetivo), Descartes (subjetivo), Hegel
(subjetivo), Kant (trascendental), Scchelling (alemán).
2. REALISMO
La corriente del realismo filosófico podría considerarse la antítesis del idealismo.
Este movimiento defiende la existencia de los objetos independientemente de la
conciencia que las observa. Las cosas subsisten al margen de si el ser humano las
percibe o no a través de los sentidos. Aunque atiende al pensamiento de filósofos
como Platón o Aristóteles, es en la Edad Media cuando se desarrolla.
Representantes: Aristóteles y Santo Tomás de Aquino.
3. ESCEPTICISMO
Esta corriente se fundamenta en la duda. Para los pensadores escépticos la razón
y los sentidos carecen de fiabilidad por lo que no existe nada que se pueda afirmar
o negar con firmeza. Así que, estos pensadores dudan de todo: de la validez de los
juicios, de la capacidad humana o de los valores externos. El escepticismo presenta
tres etapas, la primera surge en la antigüedad.
Representantes: Pirrón, Timón el Silógrafo y Sexto Empírico.

4. DOGMATISMO
Esta corriente tiene lugar en los siglos VII y VI a. de. C. y se opone al idealismo y al
escepticismo. El dogmatismo se sustenta en la posibilidad de la razón humana en
conocer toda la verdad e interpretar la realidad. Para ello se fundamenta en la
aceptación de dogmas, sin aceptar cuestionamientos de los mismos. Un dogmático
confía ciegamente en la razón sin admitir sus límites.
Representantes: Tales de Mileto, Anaximandro, Anaximenes, Heráclito, Pitágoras y
Parménides.
5. RELATIVISMO
Este movimiento filosófico se inicia en la antigua Grecia de la mano de los Sofistas.
El relativismo niega la existencia de verdades absolutas e independientes del
hombre. La verdad, al igual que defiende el subjetivismo, depende del individuo que
la experimenta y también de los diferentes factores externos que influyen en el
conocimiento.
El relativismo considera que todas las formas de conocer el mundo tienen la misma
validez.
Representantes: Protágoras y Pitágoras.
6. SUBJETIVISMO
Esta doctrina filosófica surge en la antigüedad y toma como punto de partida al
individuo en tanto que sujeto congnoscente. El subjetivismo entiende que el
conocimiento depende de cada individuo, por tanto la verdad o la falsedad de los
juicios dependen del sujeto que conoce y juzga. Sin asumir verdades absolutas o
universales.
Representantes: Protágoras, Georgias de Leontinos (época antigua) y Nietzsche
(contemporánea).
7. EMPIRISMO
Este movimiento filosófico surge paralelamente al Racionalismo. El empirismo se
fundamenta en la experiencia como origen de todo conocimiento. Para los
empiristas los límites del conocimiento se encuentran en la propia experiencia ya
sea externa o interna, fuera de ella solo existe la especulación.
El empirismo se puede remontar a los sofistas y epicúreos, sin embargo se
desarrolla en la modernidad.
Representantes: Locke y Hume.
8. RACIONALISMO
Esta doctrina filosófica se fundamenta en que la razón es el origen del conocimiento,
no la experiencia como defiende su corriente coetánea, el empirismo. Es decir, solo
podemos considerar como cierto aquello que parte del propio entendimiento. El
racionalismo surge en el siglo XVII de la mano de Descartes, quien trató de buscar
un saber verdadero elaborado desde la razón.
Representantes: Descartes, Leibniz y Spinoza.

9. CRITICISMO
Esta corriente la inicia Emmanuel Kant con su obra Crítica de la razón pura y parte,
en gran medida, para solucionar la dicotomía surgida entre el racionalismo y el
empirismo (razón y experiencia).
Con ella, el filósofo pretende fijar los límites del conocimiento. Esta doctrina busca
demostrar que el conocimiento parte de la experiencia pero que necesita de la razón
para poder completarse, de aquí la frase: “sin sensibilidad ningún objeto nos sería
dado y, sin entendimiento, ninguno sería pensado”.
En este sentido el criticismo da especial importancia al sujeto en el acto de conocer
frente al objeto, como si lo hacen el racionalismo y el empirismo. Para el criticismo
es el sujeto quien crea al objeto (realidad).
Representante: Emmanuel Kant.
10. PRAGMATISMO
Corriente filosófica que tiene lugar en Estados Unidos e Inglaterra y surge de la
mano de Sanders Peirc. Este movimiento pretende relacionar el significado de las
cosas con la evidencia. Para ello se limita a la experiencia sensible y deja a un lado
la metafísica.
Los pensadores pragmáticos entienden que no hay verdades absolutas y que el
conocimiento lo da la experiencia. El pragmatismo defiende como verdadero aquello
que es útil. Es decir, el criterio para juzgar la verdad se fundamenta en los efectos
prácticos.
Representantes: Charles Sanders Peirce, William James y John Dewe.
11. HISTORICISMO
Es una corriente intelectual que surge de la mano del pensador Wilhelm Dilthey
según la cual la historia tiene un papel fundamental para comprender la naturaleza
humana y la sociedad. La historia es el punto de partida para entender cualquier
fenómeno social, cultural o político.
Representantes: Wilhelm Dilthey y Edmundo O'Gorman.
12. FENOMENOLOGÍA
La fenomenología abarca diferentes disciplinas. En el siglo XX surge como corriente
filosófica y su método parte de la no suposición de nada. Es decir, pretende describir
objetos o fenómenos de manera consciente, sin atenerse a presuposiciones o
preconceptos.
Representantes: Edmund Husserl, Jan Patocka y Martin Heidegger.
13. EXISTENCIALISMO
Es una de las corrientes filosóficas más destacadas del siglo XX. Uno de los
principios básicos que sostienen los filósofos existencialistas es que “la existencia
precede a la esencia” y se centran fundamentalmente en el análisis de la condición
humana.
El ser humano no tiene una condición firme, es decir, no hay una naturaleza que le
lleve a ser de una manera o de otra, el punto de partida es su existencia. Como no
tiene una naturaleza establecida, tiene la libertad de hacerse a sí mismo, puede
decidir en cada momento, así va construyendo su esencia. Son nuestros actos
quienes determinan quienes somos y el significado de nuestras vidas.
Representantes: Soren Kierkegaard, Martin Heidegger, Karl Jaspers, Jean-Paul
Sartre y Henri Bergson.
14. POSITIVISMO
El positivismo es una corriente filosófica que surge para dar respuesta a los nuevos
cambios acaecidos con la Revolución Industrial y su mayor representante fue
Comte.
Esta doctrina se fundamenta en los hechos, en la experiencia y no en ideas
abstractas. Por ello defiende el papel de las ciencias naturales, cuyo método puede
ser trasladado al estudio de la sociedad.
Los filósofos positivistas atienden exclusivamente a hechos que pueden ser
comprobados cientificamente y a los resultados de la experiencia. Dejan a un lado
las afirmaciones abstractas y metafísicas.
Representantes: Auguste Comte, John Stuart Mill, Richard Avenarius y Heribert
Spencer.
15. ESTRUCTURALISMO
Es uno de los movimientos teóricos más influyentes del siglo XX y surge en Francia
en las década de los 60.
El estructuralismo ha tenido gran repercusión en diferentes campos del
conocimiento, entre ellos la filosofía. Propone un método de análisis basado en el
estudio de la independencia e integración de las partes dentro de un todo. Consiste
en el estudio de las unidades mínimas que constituyen la estructura de los
fenómenos y de las relaciones que existen entre estas.
Representantes: Roland Barthes y Jean Baudrilland
16. ESCOLÁSTICA
Esta corriente surge y se desarrolla en Europa occidental entre el siglo XI y el XV.
Los pensadores escolásticos trataron de conciliar la razón y la fe, manteniendo a
esta última siempre por encima de la anterior. Con ello pretendían demostrar que
no hay incompatibilidad entre teología y filosofía.
Esta filosofía se enseñaba en las universidades durante la Edad Media y de ella
surgieron diferentes posturas:
Dialéctica: la fe debe ser demostrada y analizada por la razón.
Antidialéctica: la fe es la única fuente de sabiduría.
Posición intermedia: la fe y la razón son distintas pero ambas convergen en la
verdad.
Representantes: San Anselmo de Canterbury, Santo Tomás de Aquino y Juan Duns
Escoto.
17. CINISMO
Esta filosofía fue fundada por Antístenes alrededor del año 400 a.de C. Se
caracteriza por su carácter ascético y busca encontrar la felicidad fuera de las cosas
efímeras como pueden ser el lujo o el poder. Para los pensadores cínicos, la
verdadera felicidad se encuentra fuera de las cosas fortuitas. Esta se consigue
mediante la virtud, llevando una vida simple y alejada de las convenciones sociales.
Representantes: Antístenes y Diógenes.
18. EPICUREISMO
Es una corriente filosófica iniciada por Epicuro de Samos (341-270 a.C.) que
considera que la sabiduría consiste en aprender a dominar bien los placeres con el
fin de no ser dominado por ellos.
En este sentido, el objetivo de las personas reside en alcanzar el bienestar a través
del cuerpo y de la mente para, de esta forma, lograr la “ausencia de turbación”
(ataraxia).
Representantes: Horacio, Lucrecio Caro, Metrodoro de Lápsaco (el joven) y Zenón
de Sidón.
19. ESTOICISMO
Esta corriente se centra en el ideal del ser humano, confía en un ser autárquico. La
sabiduría radica en la capacidad que tiene el ser para alcanzar la felicidad sin
necesitar nada ni a nadie. Aquel que consiga esto de forma autosuficiente, sin
necesitar bienes materiales, será más sabio.
El estoicismo tiene como fundador a Zenón de Citio, sin embargo, abarca tres
etapas distintas que se pueden dividir en: antiguo (siglos IV-II a. C.), medio (II a. C.)
y nuevo (durante el Imperio Romano).
Representantes: Zenón de Citio, Posidonio y Séneca.
20. HUMANISMO
El humanismo es un movimiento intelectual que se da en los siglos XIV y XV durante
el Renacimiento. La filosofía humanística se da en un periodo transitorio entre la
Edad Media y la Modernidad. Para los humanistas el ser humano es el centro de la
naturaleza, por ello pretenden comprender cómo actúa, sus pensamientos y
capacidades para dar un sentido racional a la vida. Este movimiento rescata y
estudia a los clásicos griegos y latinos y los toma como referencia.
Representantes: Leonardo Bruni, Marsilio Ficino y Erasmos de Rotterdam.
LÍNEA DE TIEMPO DE LAS CORRIENTES FILOSÓFICAS
Las corrientes filosóficas han ido surgiendo a lo largo de grandes periodos en los
que la historia universal: Antigüedad, Edad Media, Edad Moderna, Edad
Contemporánea.
En esta línea de tiempo, leída de izquierda a derecha, aparecen las corrientes
filosóficas explicadas anteriormente ordenadas de manera cronológica.

5.1 CONCEPCIÓN POSITIVISTA DE LA EDUCACIÓN


El positivismo, es una corriente filosófica que funda la ver- dad en el método
experimental de las ciencias positivas y que rechaza o niega cualquier interpretación
teológica y metafísica.
El positivismo, por definición, es una corriente de pensamiento, que sostiene que el
único conocimiento verdadero es aquel que se obtiene mediante el método
científico. En otras palabras, todo conocimiento deriva pura y exclusivamente de la
experiencia.
La formación de la ideología positivista
Para materializar la estabilidad política se llegó a la conclusión de que las leyes y
las medidas políticas no eran suficientes para que la sociedad se sometiera al poder
del Estado. Se determinó que la educación transmitiría en la población la unidad
nacional, haría del liberalismo la ideología oficial y moldearía los rasgos distintivos
del mexicano liberal. El positivismo lograría que sin coerción perceptible se sumara
a los individuos al proyecto político, económico y social de la élite política liberal. El
positivismo que se desarrolla en México es una corriente de pensamiento fundada
por Augusto Comte. Comte (1902) resumía este postulado como una herramienta
que evitaría la rapiña de las revoluciones, la cual requería una “doctrina orgánica
fundamental, una educación conveniente y un espíritu de cuerpo notable”. La
educación tomó relevancia, puesto que consistía en “un sistema entero de ideas
para preparar a los individuos al orden social en que habrían de vivir” (Comte, 1942).
Para lograrlo, Comte (1942) proponía la estructuración de una sociedad que
defendiera el “amor por principio, el orden por fundamento y el progreso como
finalidad”. Estas ideas resultaron novedosas para los intelectuales mexicanos,
quienes consideraban que el país necesitaba un sistema educativo que permitiera
modernizar y pacificar. De acuerdo con Hale (2002), aunque el positivismo comenzó
a hacerse visible en México a partir de 1867, desde la década de 1840 existía una
simpatía de los políticos mexicanos hacia esta corriente de pensamiento,
principalmente Mariano Otero. Otros consideran que el primer contacto con el
positivismo se estableció con Pedro Contreras Elizalde (Noriega, 1968), quien
ingresó en 1848 a la Sociedad Positivista de París, y sería el mentor de Gabino
Barreda a su llegada a París, a mediados del siglo XIX (González, 1959). Barreda,
guiado por los consejos de Contreras, tomó el curso de Filosofía sobre Historia
General de la Humanidad organizado por Comte. A su llegada a México, en 1851,
intensificaría su estudio sobre el positivismo.
El positivismo se convirtió en el elemento central que edificaría la nación. Tuvo por
objeto difundir educación integral al impartir materias relacionadas con la moral, la
urbanidad, las ciencias, las artes, Historia Patria, Geografía Nacional y Leyes.
Como doctrina, el positivismo cree que la base para el conocimiento y el
pensamiento debe depender del método científico. Fue introducido por Auguste
Comte, un filósofo francés que acuñó el término "positivismo". El positivista no
derivar conclusiones de una aproximación subjetiva y no permite que los
sentimientos y emociones nublen su juicio porque estas cosas están en la
conciencia de la persona. La conciencia, infirió Comte, no se puede observar
objetivamente.
Ventaja: aproximación cuantitativa
El positivismo depende de los datos cuantitativos que los positivistas creen que son
más confiables que la investigación cualitativa. La investigación cuantitativa es más
"científica" en sus métodos que la cualitativa y por lo tanto más confiable. En la
investigación, los datos cuantitativos proporcionan información objetiva que los
investigadores pueden utilizar para hacer presunciones científicas.

Ventaja: estructura
El positivismo sigue una estructura bien definida durante los estudios y discusiones.
Los positivistas creen que como hay leyes establecidas y reglas que se siguen,
habrá un espacio mínimo para el error. Esta estructura también da poca oportunidad
para la variación y los cambios drásticos de variables, logrando de esta forma que
el estudio sea más preciso cuando se trata de experimentos y aplicaciones, ya que
trata de seguir reglas específicas utilizando herramientas objetivas científicas y
matemáticas.
Desventaja: comportamiento humano
El positivismo cree que las inferencias y conclusiones objetivas se pueden lograr
siempre y cuando la persona que haga la observación sea objetiva y deseche sus
emociones. Sin embargo, el comportamiento humano naturalmente viene con
respuestas emocionales. Aunque el positivismo estimula a los investigadores a
desechar las emociones y el comportamiento humano, no hay ninguna garantía de
que esto ocurrirá en todas las ocasiones durante los estudios.
Desventaja: rigidez
Algunos académicos piensan que como los positivistas creen que todo se puede
medir y calcular tienden a ser rígidos. Los positivistas ven las cosas como son y
tratan de desechar los fenómenos sin explicación. Si una teoría dice que A
únicamente ocurre cuando B y C se combinan, entonces B nunca puede ser A punto
esta creencia puede eliminar el pensamiento lateral, que es el proceso de encontrar
respuestas al encontrar de forma creativa e indirecta las maneras de resolver un
problema.

5.1.1 hombre racional


En principio, todo hombre es un individuo, pero también es una persona racional y
moral. Según el filósofo y político romano y autor de El consuelo de la filosofía,
Boeccio (470-525) la persona es naturae rationalis individua substantia (Líber de
persona, III): una sustancia individual de naturaleza racional».
El hombre es un ser racional (animal rationale), porque es capaz de perfeccionarse
de acuerdo con los fines, objetivos y metas que se traza durante toda su vida y para
toda su vida; porque es capaz de ordenar su manera de vivir, trabajar, producir,
consumir y también de divertirse según los principios que lo dicta su razón. Por su
capacidad racional, unifica a priori, mediante principios, los conocimientos que la
razón le genera.
El hombre, en virtud de su razón, es capaz de vivir en conformidad con los dictados
de la razón. El hombre es capaz de determinar dónde está el bien y dónde está el
mal, cómo hacerse digno y cómo ser libre. El hombre es capaz de alcanzar sus
objetivos, fines y metas trazados, lograr su perfeccionamiento físico, espiritual,
profesional y moral, conocer las leyes de la naturaleza, superar y solucionar
problemas y alcanzar mejores niveles de vida o de bienestar para sí y para los
demás. El hombre, por la razón, es un fin en sí mismo y no un simple medio al
servicio de intereses subalternos, de grupos de presión o de grupos de poder.
Por la razón, el ser del hombre se torna trascendente, incursiona en los campos de
todas las ciencias y genera nuevos conocimientos, nuevos avances filosóficos y
científicos; es capaz de utilizar y producir principios, normas, reglas, hipótesis, leyes
y teorías.
El hombre para saber qué tiene que hacer y qué no debe hacer a fin de obrar
correctamente le basta con usar su razón en forma oportuna y en toda su exacta
dimensión.
El oficio de la razón del hombre consiste, según el filósofo empirista inglés John
Locke, en hacer buen uso de ella, para Dios, para uno mismo y todos los demás
hombres. El gran Sócrates, dijo alguna vez en sus diálogos cotidianos con la
juventud que el hombre sólo debe someterse a lo que le dicte su razón. Él mismo
dijo una vez: «Soy uno de esos que siempre tienen que indagar la razón».
En la Grecia antigua, Aristóteles había definido al «esclavo por naturaleza» como
«alguien que participa de la razón sólo en cuanto la percibe en otros, pero sin
poseerla él mismo».
Hombre racional y hombre intuitivo en el pensamiento de Nietzsche, por Jose
Ferrale
Pero para poder desarrollar más estos conceptos es preciso partir de la idea que
Nietzsche, en una época de crisis y pérdida de valores sociales, se propuso
encontrar las bases de estos valores. El proceso a seguir es el que él llamó
genealogía, concretamente la genealogía del lenguaje es la que Friedrich Nietzsche
utilizará para desmontar la cultura occidental que cree estar en posesión de toda la
verdad.
Concretamente el error viene determinado porque el ser humano, en su afán de
conocerlo todo, intenta establecer una realidad inmóvil, algo sobre lo que afianzar
su conocimiento, cuando en realidad todo está en continuo devenir, o como diría
una de las mayores influencias de Nietzsche, Heráclito, “Nada es, todo fluye”. De
esta forma, tras obtener un estímulo proveniente del mundo exterior, se realiza una
primera metáfora al representar ese estímulo en forma de imagen en nuestro
cerebro. A continuación se produce la siguiente metáfora cuando intentamos
reproducir esa imagen mediante palabras. Estas palabras deberán ser entendidas
como una expresión de un suceso concreto, y no como algo universal. De hecho
este carácter universal del lenguaje se logra cuando, tras producirse muchos
estímulos y ver que una misma palabra coincide cuando dos o más personas
denominan un mismo suceso, la palabra deja de ser una metáfora para convertirse
en un concepto. El concepto es el residuo de la metáfora, aquello que pretendemos
que sea la “Qualitas occulta” del estímulo. Pero en realidad el concepto es una pura
convención que se alcanza cuando prescindimos de las características individuales
de los objetos para quedarnos sólo con aquello que tienen en común.
Este proceso de establecimiento de conceptos es el conocido como Pacto Gregario,
que no es más que una pura convención entre todos los humanos para designar a
un mismo estímulo de una misma manera. Esto, que los humanos denominamos
verdad, no es más que una convención que hemos olvidado que lo es, ya que no
recordamos que hubo un momento en el que inconscientemente nos pusimos de
acuerdo sobre el significado de un concepto, para poder vivir en sociedad y en paz,
evitando la guerra propia del estado natural humano, la “bellum omnium contra
omnes”.
Establecida ya la verdad, y teniendo en cuenta que no es más que una convención,
deberemos distinguir entre verdad y mentira, y por supuesto de la significación que
alcanzan si las tratamos en un sentido moral o en un sentido extramoral. Esta parte
es la central de la obra de Nietzsche “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”
(Originalmente “Über Wahrheit und Lüge im auβermoralischen Sinne”). Verdad y
mentira en un sentido moral deben entenderse como el buen o mal uso de los
conceptos. Será verdad aquello que se derive del buen uso de los conceptos
establecidos, mientras que será falso todo aquello que a pesar de estar formulado
mediante conceptos no se corresponde con la realidad o nos perjudica. En cambio,
en un sentido extramoral, la verdad y la mentira determinan el uso o no de los
mismos conceptos. Por ejemplo, la mentira en sentido extramoral es el uso de los
conceptos, porque como ya hemos dicho, éstos no son más que una pura
convención, por lo tanto no se puede pretender explicar la realidad o alcanzar la
verdad con ellos.
Y así, sin darnos cuenta, la genealogía del lenguaje ha derivado en una genealogía
de la moral, ya que al ser los conceptos un pacto, y considerar que serán ciertos
aquellos conceptos que nos sean beneficiosos, tendremos que distinguir entre lo
que es bueno y lo que es malo, para poder distinguir así, en un sentido moral, que
es verdad y qué no lo es.
Pero, ¿Cómo sabemos que es bueno y que no lo es? El filósofo alemán nos propone
entonces la idea de que los seres humanos nos dividimos en hombres fuertes y
débiles. Los fuertes son aquellos que crean sus propios valores, que se rigen
mediante sus propias normas y que, en definitiva, establecen un criterio propio. En
cambio, los débiles son aquellos que aceptan los valores establecidos sin más,
comparándolos con un rebaño de ovejas.
Esta contraposición fuerte-débil es la que le sirve para establecer el antagonismo
entre hombre racional y hombre intuitivo. El hombre racional es aquel que sigue la
moral del rebaño, que utiliza los conceptos y se rige por ellos, siguiendo los valores
ya establecidos. En cambio, el hombre intuitivo creará sus propios valores, tenderá
a la creación, al arte en definitiva, por contraposición al hombre racional que tiende
a la ciencia.
Nietzsche enfrentará a estos dos tipos de hombre con la crisis de valores de la
sociedad, el nihilismo. Según nuestro autor los hombres deberán superar el
nihilismo pasivo, que consiste en obviar el hecho de que los valores de la sociedad
están vacíos, para conseguir un nihilismo activo, es decir, rehacer tus propios
valores con independencia de los ya establecidos. Sólo el hombre intuitivo será
capaz de superar el nihilismo y se convertirá en el superhombre, der Übermensch.
El superhombre, caracterizado por su voluntad de poder, es decir, su constante afán
de creación se desmarcará de la sociedad y se centrará en el arte, superará las
fases de camello y león en las que todo ser humanos se encuentra o se ha
encontrado para convertirse en niño, en el sentido de que su única ocupación será
jugar con las metáforas, huyendo de los conceptos que no nos permitirán alcanzar
la verdad. Y es que la principal diferencia radica en que las metáforas, al estar más
próximas el estímulo original, están menos alteradas, pero son más que nada la
expresión individual de un determinado acto, que deberá analizarse cada vez, y que
dependiendo del observante, ante un mismo estímulo se producirán diferentes
metáforas que además deberán ser interpretadas acorde con la situación.
Por lo tanto los dos tipos de hombre son los que definirían la sociedad en sí, fuertes
y débiles, racionales e intuitivos. Y a pesar de lo que parezca, son los débiles los
que siempre se han impuesto, ya que al poseer los valores del rebaño han tenido
un soporte popular que los fuertes nunca han tenido. Pero tampoco es preciso que
todos seamos fuertes. No todos estamos preparados para crear nuestros propios
valores, es por ello que Nietzsche también nos dice que aquellos que no sean
capaces de originar unos valores propios, que sigan los ya establecidos.
En definitiva Nietzsche establece esta diferencia primordial entre dos tipos de
hombres para explicar el porqué de la degeneración de los valores de la sociedad
occidental, ya que al gobernar siempre los débiles, que siguen los valores del
rebaño y por lo tanto utilizan los conceptos, se ha llegado a un momento de “crisis”
de la cual sólo podremos salir cuando los superhombres originen sus propios
valores, viniendo así la gran aurora, comenzando un nuevo ciclo temporal de la
historia.

5.2 CONCEPCIÓN PRAGMÁTICO


El pragmatismo es una tradición filosófica que considera las palabras y el
pensamiento como herramientas e instrumentos para la predicción, la resolución de
problemas y la acción, y rechaza la idea de que la función del pensamiento es
describir, representar o reflejar la realidad. Los pragmáticos sostienen que la
mayoría de los temas filosóficos, como la naturaleza del conocimiento, el lenguaje,
los conceptos, el significado, las creencias y la ciencia, se ven mejor en términos de
sus usos prácticos y éxitos.
El pragmatismo comenzó en los Estados Unidos en la década de 1870. Sus
orígenes a menudo se atribuyen a los filósofos Charles Sanders Peirce, William
James y John Dewey. En 1878, Peirce lo describió en su máxima pragmática:
"Considera los efectos prácticos de los objetos de tu concepción. Entonces, tu
concepción de esos efectos es la totalidad de tu concepción del objeto".
Orígenes
El pragmatismo como movimiento filosófico comenzó en los Estados Unidos
alrededor de 1870. Charles Sanders Peirce (y su máxima pragmática) recibe crédito
por su desarrollo, junto con los contribuyentes posteriores del siglo XX, William
James y John Dewey. Su dirección fue determinada por los miembros del Club
Metafísico Charles Sanders Peirce, William James y Chauncey Wright, así como
por John Dewey y George Herbert Mead.
El primer uso impreso del nombre pragmatismo fue en 1898 por James, quien le dio
crédito a Peirce por haber acuñado el término a principios de la década de 1870.
James consideró la serie "Ilustraciones de la lógica de la ciencia" de Peirce (incluida
"La fijación de la creencia" (1877), y especialmente "Cómo aclarar nuestras ideas"
(1878)) como la base del pragmatismo. Peirce a su vez escribió en 1906que
Nicholas St. John Green había sido fundamental al enfatizar la importancia de
aplicar la definición de creencia de Alexander Bain, que era "aquello sobre lo que
un hombre está preparado para actuar". Peirce escribió que "a partir de esta
definición, el pragmatismo es poco más que un corolario, por lo que estoy dispuesto
a pensar en él como el abuelo del pragmatismo". John Shook ha dicho: "Chauncey
Wright también merece un crédito considerable, ya que, como recuerdan tanto
Peirce como James, fue Wright quien exigió un empirismo fenomenista y falibilista
como alternativa a la especulación racionalista".
Peirce desarrolló la idea de que la indagación depende de la duda real, no de la
mera duda verbal o hiperbólica, y dijo que, para comprender una concepción de
manera fructífera, "Considere los efectos prácticos de los objetos de su concepción.
Entonces, su concepción de esos efectos es la totalidad de tu concepción del
objeto",que más tarde llamó la máxima pragmática. Equipara cualquier concepción
de un objeto a la extensión general de las implicaciones concebibles para la práctica
informada de los efectos de ese objeto. Este es el corazón de su pragmatismo como
método de reflexión mental experimental que llega a concepciones en términos de
circunstancias confirmatorias y refutables concebibles: un método hospitalario para
la generación de hipótesis explicativas y conducente al empleo y mejora de la
verificación. Típico de Peirce es su preocupación por la inferencia de hipótesis
explicativas fuera de la alternativa fundamental habitual entre el racionalismo
deductivista y el empirismo inductivista, aunque fue un lógico matemático y uno de
los fundadores de la estadística.

Anti-reificación de conceptos y teorías


Dewey en The Quest for Certainty criticó lo que llamó "la falacia filosófica": los
filósofos a menudo dan por sentado categorías (como lo mental y lo físico) porque
no se dan cuenta de que estos son conceptos nominales que se inventaron para
ayudar a resolver problemas específicos.. Esto provoca confusión metafísica y
conceptual. Varios ejemplos son el "Ser último" de los filósofos hegelianos, la
creencia en un "reino del valor", la idea de que la lógica, por ser una abstracción del
pensamiento concreto, no tiene nada que ver con la acción del pensamiento
concreto.
David L. Hildebrand resumió el problema: "La falta de atención perceptiva a las
funciones específicas que comprende la investigación llevó a realistas e idealistas
por igual a formular explicaciones del conocimiento que proyectan los productos de
una abstracción extensiva de vuelta a la experiencia".
Naturalismo y anticartesianismo
Desde el principio, los pragmáticos querían reformar la filosofía y alinearla más con
el método científico tal como ellos lo entendían. Argumentaron que la filosofía
idealista y realista tenía una tendencia a presentar el conocimiento humano como
algo más allá de lo que la ciencia podía comprender. Sostenían que estas filosofías
recurrían entonces o bien a una fenomenología inspirada en Kant oa teorías de
correspondencia del conocimiento y la verdad. Los pragmáticos criticaron al primero
por su apriorismo, y al segundo porque toma la correspondencia como un hecho
inanalizable. El pragmatismo, en cambio, trata de explicar la relación entre
conocedor y conocido.
En 1868, CS Peirce argumentó que no hay poder de intuición en el sentido de una
cognición no condicionada por la inferencia, ni poder de introspección, intuitivo o no,
y que la conciencia de un mundo interno es por inferencia hipotética de hechos
externos.
5.2.1 HOMBRE UTILITARIO
El utilitarismo es una teoría de la rama ética de la filosofía según la cual las
conductas moralmente buenas son aquellas cuyas consecuencias producen
felicidad. De este modo, hay dos elementos básicos que definen el utilitarismo: su
modo de relacionar el bien con la felicidad de los individuos y su consecuencialismo.
Esta última propiedad significa que, al contrario de lo que ocurre con algunas
doctrinas filosóficas que identifican el bien con las intenciones buenas que tiene
alguien a la hora de actuar, el utilitarismo identifica las consecuencias de las
acciones como el aspecto que debe ser examinado a la hora de juzgar si una acción
es buena o mala.
John Stuart Mill y el utilitarismo
John Stuart Mill es considerado uno de los pensadores más influyentes en el
desarrollo teórico del liberalismo, y fue también un entusiasta defensor del
utilitarismo. Stuart Mill se preocupó por resolver una problemática concreta: el modo
en el que los intereses del individuo pueden chocar con los de otras personas en la
búsqueda de la felicidad. Este tipo de conflictos pueden aparecer muy fácilmente
por el hecho de que la felicidad y el placer asociado a esta solo pueden ser
experimentados individualmente, y no socialmente, pero a la vez los seres humanos
necesitan vivir en sociedad para tener ciertas garantías de supervivencia.
Jeremy Bentham (1748–1832) fue uno de los pioneros en el desarrollo de esta
filosofía, al plantear su sistema ético en torno a la noción de placer y lejos del dolor
físico. El utilitarismo de Bentham aparece relacionado con el hedonismo, ya que
considera que las acciones morales son aquellas que maximizan el placer y
minimizan el dolor.
Es interesante tener en cuenta que la ruptura que Bentham estableció respecto al
clasicismo de las sociedades anteriores la expresó perfectamente en obras tales
como la titulada “Introducción a los principios de la moral y de la legislación”.
En este tipo y en otros de corte similar dejaba patente que lo bueno será todo aquello
que dé placer a un mayor número de personas sin que en ningún caso se tenga en
consideración lo que es el estatus social de ellas. Una afirmación que asentó
además con la creación y desarrollo de lo que dio en llamar cálculo de placeres, una
serie de reglas que le servían para tener claro, en base a esos criterios, qué era
bueno y qué era malo.
John Stuart Mill (1806–1873) avanzó con el desarrollo de esta filosofía, aunque
apartándose del hedonismo. Para Mill, el placer o felicidad general debe calcularse
a partir del mayor bien para el mayor número de personas, aunque reconoce que
ciertos placeres tienen una “calidad superior” a otros.
Entre las aportaciones que realizó Mill al utilitarismo destaca el hecho de que
consideraba que la sociedad para poder tener calidad moral debía estar instruida e
informada.
Es importante tener en cuenta que el utilitarismo supuso un quiebre en la forma de
pensar. Mientras que la moral religiosa se basaba en reglas y en revelaciones
divinas, el utilitarismo antepuso los resultados. De esta forma, la razón reemplazó a
la fe en la determinación de la moral.
El utilitarismo siempre sobresalió por su relativa sencillez. Para pensar si una acción
es moral, no hace falta más que estimar sus consecuencias positivas y las
negativas. Cuando lo bueno supera a lo malo, puede considerarse que se trata de
una acción moral.
Más allá del sistema filosófico, la noción de utilitarismo tiene un sentido crítico para
nombrar a la actitud que valorar la utilidad de forma exagerada y que antepone su
consecución a cualquier otra cosa.
El utilitarismo es una corriente filosófica que surgió en el siglo XIX y que sigue
teniendo influencia en nuestros días. Se originó en Gran Bretaña. Los principales
representantes del utilitarismo fueron Jeremy Bentham, James Mill y John Stuart
Mill.
Para Bentham la utilidad debe ser el fin al que debe tender el hombre al ejercer su
libertad, es decir, cuando un individuo se pregunta, ¿qué debo hacer?, lo que debe
guiar su acción es alcanzar la utilidad. Para Bentham la utilidad era definida como
todo aquello que produce placer o le proporciona un beneficio al individuo que actúa.
Según los utilitaristas dos hechos repercuten de manera importante en la vida del
ser humano, el placer y el dolor. El hombre busca alcanzar el placer y evitar el dolor.
Por otro lado, el hombre es un ser que vive en sociedad y ésta debe proporcionar,
a los individuos que la conforman, oportunidades según lo que los utilitaristas
llaman, el principio de mayor felicidad, es decir, “la máxima felicidad posible para el
mayor número posible de personas”. (Bentham).
La virtud se identifica, entonces, con el bienestar, y la felicidad consiste en la
presencia del placer y la ausencia del dolor. Los utilitaristas proponen una escala,
una aritmética de los placeres o un cálculo de la felicidad según las características
del placer que proporciona una acción: duración, intensidad, certeza, proximidad,
capacidad para producir otros placeres, ausencia de consecuencias dolorosas. De
acuerdo con esto, un hombre sabio es el que sabe renunciar a un placer inmediato
por un bien futuro. La búsqueda del placer comienza en uno mismo y esto no
significa ser egoísta, pues, los utilitaristas creen que a partir de la consecución de
los intereses particulares, se llega al bienestar colectivo. El objetivo de los
utilitaristas es lograr una sociedad en la que los hombres sean libres y felices.
Jeremy Bentham está considerado el padre del utilitarismo (1748-1832), nació en
Londres. Estudió Leyes y fue un hombre muy estudioso, muy interesado en el
conocimiento y en cuestiones de índole político.
James Mill (1773-1836), fue uno de los colaboradores de Bentham; le interesó la
forma en la que mente humana conoce, la forma en la que podemos generar una
sociedad utilitaria y tuvo una gran fe en el poder de la educación para lograr esto.
John Stuart Mill (1806-1873), fue hijo de James Mill y fue educado por su padre de
acuerdo con los lineamientos del utilitarismo; para él el fin de su vida era “ser un
reformador del mundo”; trabajó dentro de la tradición empirista y utilitarista
concentrando sus reflexiones en el campo de la lógica, la ética y la política; fue
defensor del método inductivo, de la libertad y, a diferencia de Bentham, John Stuart
Mill defiende más un utilitarismo cualitativo, no cuantitativo, es decir, para él es más
importante la cualidad del placer que su cantidad y está más de acuerdo con un
utilitarismo colectivista que individualista.
5.3 INTERPRETACIÓN MARXISTA SOBRE EDUCACIÓN
¿Existe una ‘pedagogía marxista’? Así es; tanto en los textos de Marx y Engels,
como en el trabajo intelectual y práctico de los epígonos marxistas, encontramos
una serie de propuestas e investigaciones que apuntan inequívocamente hacia una
nueva concepción pedagógica. Los principales componentes de esta concepción
son los siguientes.
1) Educación pública gratuita, obligatoria y uniforme para todos los niños,
garantizando la abolición de monopolios culturales o de conocimiento y de las
formas privilegiadas de enseñanza.
2) La combinación de la educación con la producción material (o, dicho en una de
las formulaciones de Marx, la combinación de instrucción, gimnasia y trabajo
productivo). El objetivo que aquí se persigue es la separación histórica existente
entre trabajo manual y mental.
3) La educación debe garantizar el desarrollo global de la personalidad, de todas
sus potencialidades. Aparece así todo un universo de necesidades, activando al
individuo en todas sus esferas de la vida social, incluidos el consumo, el placer, la
creación y el goce de la cultura, la participación en la vida social, la interacción con
otros y la autorrealización (auto creación).
4) A la comunidad se le asigna un papel nuevo y amplio en el proceso educativo.
Estos cambios en las relaciones de grupo de la escuela el cambio de la
competitividad a la cooperación y la ayuda implican una relación más abierta entre
escuela y sociedad, y presuponen una relación dual mutuamente enriquecedora y
activa entre educador y educandos.
Tal y como lo expone Marx en su obra El Capital, la enseñanza del futuro servirá no
sólo como método para aumentar la producción social, sino incluso como método
único para producir hombres completos. Debe señalarse que, con el tiempo, el
marxismo ha comprendido la necesidad de no limitar sus propuestas pedagógicas
al sólo ámbito de los objetivos -esto es, la democratización de la enseñanza y la
abolición de la separación entre el trabajo manual y el intelectual-, sino también,
para que la renovación pedagógica fuese completa, interesarse por el mismo ámbito
del proceso educativo. Esto implicaría, en primer lugar, cuestionar la metodología
educativa tradicional, dogmática y basada en la memorización catequística, como
dicen algunos, así como en la falta de iniciativa y participación del educando, y cuyo
contrapunto es un educador revestido de una autoridad indiscutible.
Con todo, la educación no es un juego ni tarea fácil, como bien entendió el marxista
Antonio Gramsci. Consideraba este autor que la enseñanza se imparte a
muchachos que precisan contraer ciertos hábitos de diligencia, exactitud,
compostura también física y de concentración psíquica sobre determinadas
materias, lo que, sin una repetición mecánica de disciplinas y métodos apropiados,
no podrán adquirir. De ahí que, criticando ciertas escuelas pedagógicas modernas,
alertara sobre lo siguiente:
En segundo lugar, el marxismo asume que la educación formal es una parte de ese
proceso más amplio que es la socialización. Mediante ésta, el individuo se forma y
se desarrolla como ser social, asumiendo no sólo que su libertad debe ser
compatible con la libertad de los demás, sino también que esta última es su
requisito. Por lo tanto, la educación no puede ser tan sólo ejercitar el cuerpo,
aprender habilidades técnicas y asimilar conocimientos, sino también aprender
valores, actitudes y hábitos sociales. O sea que sin formación moral no puede haber
una educación completa; y esta moral ha de ser, como decíamos antes, la basada
en la cooperación, el respeto y la ayuda mutua tanto fuera como dentro del sistema
educativo. Precisamente la tragedia de la pedagogía moderna reside en el olvido de
este principio, y ello explica que los sistemas educativos hayan oscilado entre un
autoritarismo rigorista y el laissez-faire educativo próximo al anarquismo.
Que los sistemas educativos modernos se muestren en general refractarios a
incorporar una moral propia, refleja sin duda las dificultades de la innovación
pedagógica en el contexto de las sociedades capitalistas, imbuidas de un
individualismo grosero y una competitividad desaforada. Marx comprendió muy bien
esta difícil tesitura de la enseñanza reglada, pues indicó que, por una parte, exige
un cambio de las condiciones sociales para crear una enseñanza correspondiente,
y, por otra parte, se exige un correspondiente sistema de enseñanza para poder
cambiar las condiciones sociales. Como acertadamente ha señalado Mario
Manacorda, esta reflexión de Marx contiene una advertencia a no confiar demasiado
sobre las posibilidades revolucionarias del sistema escolar - en sus confrontaciones
con la sociedad de la que es producto y parte; pero también, en general, a eliminar
todo aplazamiento pesimista que renunciaría a intervenir en este sector únicamente
una vez realizada la revolución democrática, cuando las estructuras sociales hayan
cambiado.
5.3.1 EL HOMBRE TRANSFORMADOR
El hombre desde que aparece en la historia de la humanidad ha contribuido en su
propia evolución a través de la generación de todo tipo de conocimiento. Este le ha
permitido sobrevivir y adaptarse o dominar los entornos que habitaba, o sea
encontramos un hombre empoderado a medida que analizaba, sacaba
conclusiones y aportaba con alguna innovación que le facilitaba de una u otra forma
la vida a él y sus congéneres. El conocimiento genera de por sí un estatus en el ser
humano una cosa es utilizar las innovaciones que se generan gracias a éste y otra
cosa es contribuir en la generación de la innovación. Por eso se indica que el
conocimiento busca alcanzar la verdad objetiva y solo la encontrará quien se
encuentre preparado para desarrollar esta tarea.
El ser humano es el único ser de la tierra con la capacidad de aprender, comprender
y generar conocimiento, por algo se dice que éste es como una esponja en agua o
sea tiene la capacidad de absorber todo cuanto llega a él y más aún si es generado
por sus sentidos, gracias a estas sensaciones que le brindan éstos, es que el
hombre en el afán de encontrar soluciones a esos interrogantes genera
conocimiento nuevo y a través de este logra avanzar en el tiempo.
La ciencia para lograr validar su conocimiento lo hace por medio del método
científico el cual le da peso mediante la aplicación de un proceso sistémico a la
información o resultados generados, además cuenta con el beneficio o ventaja del
error, conscientes que el error siempre es inherente al ser humano, ese pequeño
margen es el que ha permitido que el hombre avance en su desarrollo y generación
continua de más conocimiento.
Palabras claves: desarrollo, innovación, ciencia, conocimiento, información
¿Cómo se sitúa el hombre ante la naturaleza?
La respuesta inicial podría ser que el hombre es transformador y espectador de la
naturaleza, pero… ¿solamente es eso? ¿Ha variado a lo largo de la evolución del
hombre su relación con la naturaleza?
Para desarrollar el tema partiremos del análisis de algunos conceptos:
1. Relación Naturaleza/Hombre/Progreso.
2. El hombre antiguo y su relación con la naturaleza.
3. El hombre moderno, y su relación con la naturaleza.
¿Cómo se relacionaba el hombre antiguo con la Naturaleza?
• Recurría a la Naturaleza para solucionar sus problemas de supervivencia.
• Sabía aprovechar la energía del viento, del sol, de la lluvia, del mar, de las
aguas, etc.
• Su tecnología era sencilla, estaba en relación con la Naturaleza,
encaminadas al respeto por las exigencias naturales
• La Naturaleza para este hombre antiguo, era su “madre” y así la llamaba.
• La propia Naturaleza era su mejor guía, y su respuesta cultural fue siempre
adaptarse, adecuarse y no oponerse a ella.
• Era capaz de leer en el “libro abierto” de la Naturaleza las respuestas que
necesitaba conocer para adecuarse al medio ambiente.
• Su existencia está ligada a las leyes de ella, su realidad estaba fundada en
una visión simbólica y espiritual de la misma.
• El universo era sagrado para él, y lo sagrado podía manifestarse en cualquier
elemento de la Naturaleza. Por eso, tenía una actividad ritual muy intensa, como
expresión máxima de su gratitud y actitud de vida frente a la naturaleza.
¿Cuál es la relación del hombre actual con la Naturaleza?
Diremos como mínimo, que es una “operación mejorable”, que no estamos tratando
con el debido respeto a la Tierra, sobre todo en aquellos aspectos que de alguna
manera implican una “agresión” a la misma.
NOCIÓN DE PROGRESO
¿Qué es el progreso?
Del latín progressus, es la acción de ir hacia adelante. Básicamente lo entendemos
como aquello que conduce a mejorar la vida del hombre mediante un aumento de
bienes y servicios puestos a su disposición.
¿Cuál es el problema de la quema de zonas boscosas para el cambio del uso del
suelo?
Con este tipo de actuaciones también se atenta contra las asociaciones de flora y
fauna, dañando terriblemente la naturaleza en esos lugares. El problema es que no
sólo destruye el área que se desea limpiar, esas quemas pueden incluso “sin
intención” escapar al control e incendiar extensas áreas de bosques, sobre todo en
épocas secas.
La Política Ambiental, se define como el conjunto de actuaciones, que realizan las
diferentes administraciones públicas.
¿Qué es la lluvia ácida?
Este fenómeno ocurre cuando la humedad del aire se mezcla con óxidos de
nitrógeno y azufre (contaminantes emitidos por fabricas e industrias de distintos
tipos, vehículos, etc.) Esos óxidos en la atmósfera son transformados en ácido
nítrico y sulfúrico, y vuelven a la tierra en forma de precipitaciones de lluvia o nieve,
ejerciendo un efecto devastador el manto terrestre (su pH puede ser similar al de
limón o vinagre, siendo el pH normal para el desarrollo de la vida entre 5 y 6, con la
lluvia ácida se puede llegar a un pH de 2 o 3).
¿A qué llamamos efecto invernadero?
El efecto invernadero es uno de los principales motivos del calentamiento global de
la Tierra. Es debido a la acumulación de gases invernadero en la atmósfera (dióxido
de carbono y metano).
¿Qué significa la expansión del agujero de la capa de Ozono?
La capa de ozono se encuentra dentro de la atmósfera terrestre y tiene la función
de proteger la vida del planeta, protegiéndonos de las mortíferas radiaciones
ultravioleta del sol. Su misión es hacer de escudo contra los rayos del sol (UV),
absorbiendo del 97 al 99% del calor que se produce en ella. Esa capa protectora
está siendo destruida por algunos de los productos de la industria química como los
(CFC) Clorofluorocarbonos (moléculas formadas por átomos de Cloro y Flúor unidos
a los de Carbono).

VI. EL QUE HACER DOCENTE


La irrupción de las nuevas tecnologías ha provocado un cambio radical a la hora de
acceder a la información. Esto, aplicado en el campo de la enseñanza o a los
procesos de aprendizaje, supone una modificación igual de drástica en el rol del
docente en su comunidad educativa. Ahora, todo el contenido que deben aprender
los alumnos está en la red, así que lo que debemos cuestionarnos es: ¿cuál debe
ser el rol del docente en los actuales sistemas educativos?
Hasta hace unos años, el profesor era quien seleccionaba y curaba la información
que llegaba a sus estudiantes. El docente construía el conocimiento del alumnado
y, ante cualquier duda, los estudiantes acudían a él para ampliar o aclarar esas
lecciones. Ahora, resulta mucho más rápido acudir directamente a Internet. El gran
inconveniente de todo esto es que el alumno se sitúa ante una inmensa cantidad de
información que muchas veces es incapaz de asimilar, y es necesaria una constante
selección con la que saber valorar y distinguir los contenidos de calidad. Es en este
contexto en el que el profesor debe replantearse su papel.
Nuevas funciones del docente:
•El profesor debe actuar con un nuevo rol docente, como un guía o mediador que
facilite el aprendizaje a sus alumnos, aportándoles los conocimientos básicos
necesarios para que puedan entender las lecciones más amplias que encontrarán
en Internet.
•El profesor debe promover ejercicios prácticos que permitan a los alumnos aplicar
lo aprendido. Para ello, lo más apropiado es plantear problemas que obliguen a los
alumnos a buscar, seleccionar y procesar la información adecuada, potenciando la
variedad metodológica de aprendizaje.
•El profesor también debe aportar ayuda pedagógica a los estudiantes,
ofreciéndoles los métodos y recursos necesarios para dar respuesta a sus intereses,
motivaciones y capacidades.
•El docente tiene que favorecer un ambiente agradable de trabajo, en el que tenga
lugar la espontaneidad de los alumnos y su interés por aprender. Para ello, es
necesario favorecer las aportaciones y sugerencias de los estudiantes, generando
una comunidad educativa implicada.
•En cuanto al sistema de evaluación, el docente en su nuevo rol debe hacer un
seguimiento continuo y personalizado de cada alumno, evaluando el progreso
individual.
•¿Qué pasos debe dar el nuevo docente?
•Diagnosticar las necesidades
El profesor debe conocer tanto las características individuales de cada alumno,
como las necesidades grupales de la comunidad educativa que supone una clase
(afinidades, relaciones, experiencia, etc.).
•Preparar las lecciones
Para organizar el aprendizaje, será necesario planificar el curso mediante objetivos,
contenidos, actividades, materiales didácticos y un sistema de evaluación, que
tengan en cuenta la gran variedad de recursos que ofrece Internet. Así, el profesor
debe preparar estrategias didácticas en las que se incluyan ejercicios individuales y
colectivos, que promuevan el aprendizaje autónomo, la memoria constructiva y la
motivación.
•Preparar los recursos didácticos
El profesor tiene que elegir los materiales didácticos que se emplearán, también
cuándo y cómo, estructurando su uso en función de los conocimientos previos de
los alumnos, y sacando partido a los diferentes canales de información y lenguajes
(hipertextos, iconos, multimedia, etc.).
• Motivar a los estudiantes
Por ello se entiende despertar el interés del alumnado de los centros educativos
hacia los contenidos de la asignatura, por ejemplo, estableciendo relaciones entre
la materia impartida y sus experiencias de vida, planteando ejercicios grupales o
destacando la utilidad de esas lecciones.
•Enseñar centrándose en el alumno .
El profesor debe proporcionar toda la información que requiera la docencia, teniendo
en cuenta que no es la única fuente para sus alumnos; facilitar la comprensión de
los contenidos, fomentar el autoaprendizaje, orientar en la realización de
actividades, promover la colaboración, asesorar en el uso de los recursos y evaluar
los aprendizajes de los estudiantes, fomentando también la autoevaluación.
•Ofrecer tutorías físicas y telemáticas .
Para hacer un correcto seguimiento del progreso individual de los alumnos, será
necesario actuar de tutor, proporcionando el feed-back adecuado a los centros
educativos y al alumno, resolución de problemas y dudas, o incluso manteniendo
contacto con las familias. Para ofrecer un máximo rendimiento en estas dinámicas,
lo ideal es estar formado en el curso de tutorización online de acciones formativas
para el empleo. Con todo este bagaje, el docente también perseguirá el fin de ser
un ejemplo a seguir, tanto en las actuaciones como en los valores.

6.1 Educación para la multicultural


La educación multicultural nace de una reflexión sobre la presencia en las escuelas
occidentales de minorías que, además de necesitar un trato adecuado por la
«distancia» entre su cultura y la cultura presentada y representada por la escuela
occidental, necesitan una atención especial ante el fracaso continuado cuando
acceden a esta última. Se diseñan entonces programas que tratan de mejorar la
situación de estos colectivos en las escuelas y que, en algunos casos, promuevan
un respeto hacia su cultura de origen y una integración en la cultura de «acogida»
(o al menos eso es lo que idealmente se pretende). Ésta es la idea genérica sobre
la aparición de la educación multicultural, aunque hoy existen diferentes formas de
entender qué es una educación multicultural.
En este trabajo presentaremos justamente las diferentes maneras de entender la
educación multicultural desde la perspectiva de una disciplina como la antropología
de la educación (subdisciplina del tronco general de la antropología social y cultural).
El análisis de las diferentes maneras de entender la educación multicultural se
realizará a partir del concepto de cultura: el concepto nuclear de la antropología
social y cultural.
Sostenemos que detrás de cada modelo de educación multicultural se encuentra
una concepción de la cultura. No puede ser de otra manera. El hecho de que en
muchos casos tal concepto no sea explícito nos obliga a «denunciarlo» y a
reflexionar sobre la necesidad de tal conceptualización. A partir de ellos
construiremos, desde la antropología social y cultural, una versión del concepto de
cultura y expondremos, desde tales premisas, lo que nosotros entendemos por
educación multicultural.
Educación multicultural significa aprender acerca de los diversos grupos culturales,
ahondando en las diferencias culturales y, con el mismo énfasis, en el
reconocimiento e identificación de las similitudes culturales.
Siguiendo otras tipologías de educación multicultural, la literatura de «Relaciones
Humanas» según Sleeter y Grant, y los paradigmas «aditivo étnico», «auto
concepto» y «racismo» según Banks, se corresponderían con la literatura de este
segundo enfoque.
El fundamento teórico de este enfoque, según Sleeter y Grant (1988), se encuentra
en buena medida en teorías de la psicología social como la teoría sobre el prejuicio,
el auto concepto o el grupo de referencia. Algunos teóricos se han centrado en el
desarrollo del prejuicio y del estereotipo a nivel individual y otros a nivel grupal,
mientras que otros han abordado los procesos de generación del auto concepto.
Respecto al prejuicio, se sostiene que los niños tienden a sobrecategorizar y
estereotipar muchas cosas hacia el final del período de la infancia

6.2.- Educación como acto de libertad


La Educación producto de la ruptura de la dictadura vivida en la época. Aquí, el
autor se plantea la idea de educar, en medio de grandes transformaciones que se
suscitaron en Latinoamérica, principalmente en la segunda mitad del siglo xx. La
verdadera educación consiste en el accionar del hombre , y para eso necesita
reflexionar y transformar el mundo, siendo un sujeto activo. Además, considera que
no hay que adaptarse a las sociedades sino transformarlas y considera que todo
cambio es necesario para el fortalecimiento social. La conciencia crítica, posibilita
integrarse a una sociedad en transición, que se contradice y cambia. Ayudar al
hombre y recuperarse es el principal objetivo, haciéndolo partícipe de sus propios
problemas, negando la política asistencialista que limita la capacidad de
responsabilidad del individuo. a educación sólo puede ser entendida como acto de
la libertad, es decir, como una acción social tendiente a la realización del ser
humano. La relación entre educación y libertad se crea a partir de la defensa
antropológica y pedagógica del ser humano como una especie llamada a “ser más”,
a construirse permanentemente. la educación como acto de la libertad, es
reivindicar la tradición crítica en educación que permite desprender lo educativo de
la mera reproducción, para hacer de ella un conjunto de prácticas sociales
tendientes a la formación de sujetos críticos, seres capaces de establecer una
distancia con sus realidades históricas para agenciar desde allí, renovadas praxis
transformadoras. Freire ve la educación crítica, como aquella que tiende a la
concienciación, brindando la posibilidad de romper con las realidades de opresión
existentes en el contexto latinoamericano. La concienciación, entendida como
proceso de conciencia, implica que el sujeto no es un poseedor definitivo o un
ausente total de conciencia, es él, un agente que siempre estará inmerso en un
proceso de apertura al mundo. Educar es entonces concienciar, lo cual ha de partir
de la realidad – en primera persona de cada sujeto inmerso en situaciones
educativas. Para superar las situaciones de opresión en américa latina es necesario
desalojar al opresor que cada ser lleva dentro de sí. La educación como práctica de
la libertad implica descolonizar a Practicar la educación liberadora, se convierte en
un acto de máxima responsabilidad, que el sujeto asume en sus relaciones, y que
le permite tejer el camino para la emancipación humana y política. Liberación en
esta propuesta política pedagógica freirían es responsabilidad con la propia
existencia, es asumir el reto de transformarse transformando el mundo. La libertad
es compromiso, es un hacerse de forma cada vez más consciente como sujeto
histórico. En términos de Freire: “es el llamado antropológico del ser humano a ser
más”. Esta concepción de libertad dista mucho de las ideas liberales, que ven en la
defensa del egoísmo y la competitividad la realización de ella.

6.3 Capacidad creadora como acto filosófico y estético


El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre la importancia de la educación
estética para el desarrollo del ser humano y presentar indicadores para su
obtención. Estas reflexiones resultan de investigaciones que vienen siendo
realizadas con adultos escolarizados, con el fin de estudiar las articulaciones entre
la constitución del sujeto y la actividad creativa en contextos de enseñanza-
aprendizaje.
Las posibilidades de resistir y crear son producidas históricamente como también lo
son los sujetos que las realizan, lo que nos lleva a reflexionar tanto acerca de la
realidad social en que se vive, como de las características y condiciones necesarias
de los contextos educacionales para la formación del ser humano, que deben
comprender las dimensiones técnica, política, ética y estética.
La dimensión técnica se refiere a la necesaria apropiación de los conocimientos
socialmente producidos. Está presente en todo campo de saber, y deriva del
desarrollo científico que se presenta como soporte para las diversas tecnologías
que permiten una intervención deliberada y mediada sobre la realidad. Por ejemplo,
en el caso del aprendizaje del lenguaje escrito, la dimensión técnica se refiere al
código alfabético-ortográfico, y su dominio se caracteriza por la codificación y
decodificación del lenguaje escrito (Lemle, 2000). Sin embargo, leer y escribir son
actividades que trascienden la mera codificación y decodificación, lo que nos remite
a otras dimensiones de la formación humana.
Las relaciones estéticas necesariamente se basan en una sensibilidad estética,
entendida, por un lado, como “una forma específica de sensibilidad humana”, y por
otro, como “su forma superior de expresión, ya que manifiesta en toda su riqueza y
plenitud la verdadera relación humana con el objeto como confirmación de las
fuerzas esenciales humanas en él objetivadas” (Sánchez Vázquez, 1978, p. 86).
Estas relaciones estéticas son el fundamento de la actividad creativa, entendida,
desde la perspectiva vygotskiana, como una compleja actividad humana en la que
el sujeto, a partir de los elementos de la realidad, los combina en arreglos variados,
produciendo algo nuevo y, en ese proceso, se objetiva y subjetiva.
De esta manera, la educación estética y la actividad creativa son indispensables
para la formación del ser humano y son asumidas como directrices de la
investigación que se desarrolla junto con profesores de los niveles iniciales de la
enseñanza básica. Son directrices porque se busca una formación docente que
permita al sujeto con el cual se trabaja, no solamente reproducir lo existente, sino
fundamentalmente partir de la multiplicidad de recursos socialmente disponibles
para producir combinaciones innovadoras, comprometidas con la ética y la estética
de una vida digna.

6.4.- Educación critica


La educación crítica es una orientación de la educación que sostiene que la
enseñanza no es un proceso neutral ni descontextualizado y, de hecho, tampoco
debería pretender serlo. Esta rama sostiene que la enseñanza debe invitar al
pensamiento crítico, A cuestionarse la realidad vivida y lo aprendido en clase, pues
los conocimientos impartidos, al fin y al aabo, son seleccionados por personas que
no pueden escapar de su contexto sociopolítico, con sus sesgos y sus opiniones.
Estos Especialistas se apoyan en a importancia de enseñar a los estudiantes a
involucrarse y ser partícipes de lo que ocurre a su alrededor, en especial en cuanto
a lo social se refiere. Por ello, esta pedagogía se concibe desde la idea de que el
proceso de aprendizaje forma parte de la acción y transformación social del
individuo.
La pedagogía crítica busca desarrollar los pensamientos críticos de los estudiantes,
desde una postura Ética y política, para analizar las estructuras sociales y, de esta
manera plantearse diversas interrogantes y propiciar, como o individuos, su
reconocimiento y participación en la sociedad.
Además de esto, la educación crítica pretende ir más allá del contexto de clase.
Mediante el pensamiento crítico se Invita al alumnado a cuestionarse la vida que les
a tocado vivir, y ver hasta qué punto pueden cambiarla por medio de la intervención
política y social.
Es En Este Tipo De Educación Una Promoción Del Cambio Social Haciendo A Los
Alumnos Partícipes De Los Movimientos Socioculturales De Su Tiempo.
Sus Orígenes En La Escuela De Frankfurt, Las Ideas Dentro De La Educación
Crítica Fueron Desarrolladas Profundamente Por Varios Filósofos Americanos,
Siendo Sus Máximos Referentes El Brasileño Paulo Freire, El Canadiense Peter
Mclaren Y El Estadounidense Henry Giroux. Estos Mismos Fueron Inspirados En
Las Propuestas Filosóficas De Karl Marx, Y Comparten La Importancia De Enseñar
A Los Estudiantes A Involucrarse En Lo Que Sucede A Su Alrededor, A No Aprender
De Forma Pasiva Y No Aplicarlo En Su Ámbito Social.
Objetivos De La Educación Crítica
• Transformar El Sistema Educativo Tradicional.
• Incentivar El Cuestionamiento De Lo impartido.
• Ser Aplicada De Forma Ética Y Política
• Fomentar En El Alumnado Interrogarse Sobre Sus Acciones Sociales.
• Potenciar Métodos De Enseñanza Desde Una Postura Analítica.
• Transformar Los Valores Y Las Prácticas Educativas.
• Propiciar Cambios Sociales Cuestionando Los Procesos Políticos Y Sociales.
• Características De La Pedagogía Crítica
• La Educación Crítica Es Una Ciencia Que Busca El Desarrollo De Las Habilidades
Críticas Y Reflexivas De Los Estudiantes. Entre Sus Principales Características
Están:
• Transformar El Sistema Educativo Tradicional.
• Es Una Propuesta De Enseñanza Que Incentiva El Cuestionamiento De Lo Que
Se Estudia.
• La Pedagogía Crítica Tiene Como Intención Ser Una Práctica Ética Y Política.
• Potenciar Los Métodos De Enseñanza Desde Una Postura Analítica Que
Transforme Los Valores Y Prácticas Educativas.
• Propicia Los Cambios Sociales Desde Los Cuestionamientos De Los Procesos
Políticos Y Sociales.
6.5 Educación para los derechos humanos
• La educación en derechos humanos es un proceso que cualquiera puede
emprender, a cualquier edad y en cualquier lugar, para aprender sobre sus derechos
humanos –y los de otras personas– y la manera de reclamarlos. Sirve a las personas
para desarrollar las habilidades y actitudes necesarias para promover la igualdad,
la dignidad y el respeto en sus comunidades y sociedades y en todo el mundo.
• La necesidad de educar en y para los derechos humanos figura en la Declaración
Universal
• Toda persona tiene derecho a la educación…la educación tendrá por objeto el
pleno desarrollo de la personalidad humana y el respeto a los derechos humanos y
a las libertades fundamentales, favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad
entre todas las naciones y todos los grupos étnicos y religiosos y promoverá la
actividad de Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz (1948, art 26).
• El sistema de Naciones Unidas tiene por objeto la defensa y promoción de los
derechos humanos. La organización de Naciones Unidas (ONU) se creó para no
repetir los horrores de la Segunda Guerra Mundial, lo que queda evidenciado en el
preámbulo de la carta de las Naciones Unidas cuando plantea:
• Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas, nos declaramos resueltos a
preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra…… a reafirmar la
fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona
humana, en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y de las naciones
grandes y pequeñas.
• La Unesco desempeña un rol fundamental, es responsable con la educación para
los derechos humanos, en su propia constitución se encuentra el mandato de
contribuir al entendimiento entre los pueblos, se plantea en su artículo uno que "Si
las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde
deben fundarse los baluartes de la paz".
• A partir de los años 90 se avanza hacia una traducción política del mandato de
educar en y para los derechos humanos, al proclamar la ONU la década para la
educación en los derechos humanos (1995-2004). En octubre de 2003 se aprueba
una nueva estrategia que incluye:
• Introducir en todos los programas de la Unesco la visión de los derechos humanos.
• Fortalecer las alianzas con otras instituciones para impulsar la educación en
derechos humanos.
• Impulsar acciones de vigilancia sobre el cumplimiento de las convenciones
internacionales sobre educación y derechos humanos.
• Igualmente hay un sinnúmero de instrumentos aprobados por la comunidad
internacional para que los estados miembros lleven a la práctica una política de
educación para los Derechos Humanos:
• Convención contra la discriminación en la Educación (Unesco, 1960)
•Declaración de la 44 reunión de la Conferencia Internacional de Educación
(Ginebra, 1994)
• Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la paz, los Derechos Humanos
y la democracia, en la Conferencia General de la Unesco (noviembre, 1995).
• Plan latinoamericano para la promoción de la Educación en Derechos Humanos
(octubre, 2011).
• Los instrumentos internacionales sobre educación para los derechos humanos
asumen que las políticas educativas deben contribuir a fomentar la solidaridad, la
tolerancia entre grupos y naciones pues el objetivo supremo de la educación para
los derechos humanos es la construcción de una cultura de paz basada en la
libertad y la justicia.

6.6 Sociedad y derechos humanos


• Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos
los seres humanos. Estos derechos rigen la manera en que los individuos viven en
sociedad y se relacionan entre sí, al igual que sus relaciones con el Estado y las
obligaciones del Estado hacia ellos.
• Las leyes relativas a los derechos humanos exigen que los gobiernos hagan
determinadas cosas y les impide hacer otras. Las personas también tienen
responsabilidades; así como hacen valer sus derechos, deben respetar los
derechos de los demás. Ningún gobierno, grupo o persona individual tiene derecho
a llevar a cabo ningún acto que vulnere los derechos de los demás.
• Universalidad e inalienabilidad
• Los derechos humanos son universales e inalienables. En todas partes del mundo,
todas las personas tienen derecho a ellos. Nadie puede renunciar voluntariamente
a sus derechos. Y nadie puede arrebatárselos a otra persona.
• Indivisibilidad
• Los derechos humanos son indivisibles. Ya sean civiles, políticos, económicos,
sociales o culturales, son inherentes a la dignidad de todas las personas. Por
consiguiente, todos comparten la misma condición como derechos. No hay
derechos “pequeños”. En los derechos humanos no existen jerarquías.
• Interdependencia e interrelación
• El cumplimiento de un derecho a menudo depende, total o parcialmente, del
cumplimiento de otros derechos. Por ejemplo, el ejercicio efectivo del derecho a la
salud puede depender del ejercicio efectivo del derecho a la educación o a la
información.
• Igualdad y no discriminación
• Todas las personas son iguales como seres humanos y en virtud de su dignidad
intrínseca. Todas las personas tienen derecho al disfrute de sus derechos humanos,
sin discriminación alguna a causa de su raza, color, género, origen étnico, edad,
idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social,
discapacidad, posición económica, circunstancias de su nacimiento u otras
condiciones que explican los órganos creados en virtud de tratados de derechos
humanos.
• Participación e inclusión
• Todas las personas y todos los pueblos tienen derecho a contribuir, disfrutar y
participar activa y libremente en el desarrollo civil, político, económico, social y
cultural, a través de lo cual los derechos humanos y las libertades fundamentales
pueden hacerse efectivos.
• Rendición de cuentas y Estado de Derecho
• Los Estados y otros garantes de derechos deben respetar las normas y los
principios jurídicos consagrados en los instrumentos de derechos humanos. Cuando
no lo hacen, los titulares de derechos que han resultado perjudicados tienen
derecho a entablar un proceso ante un tribunal competente u otra instancia judicial,
en busca de una reparación apropiada, y de conformidad con las normas y los
procedimientos previstos en la ley.

6.7 Educación y derecho de los niños y niñas


• La educación en derechos humanos, junto con las transformaciones jurídicas y
administrativas del Estado, es considerada una de las medidas más efectivas para
avanzar en el pleno ejercicio de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Esta
formación debe ser entregada, por una parte, a ellos mismos en tanto sujetos de
derecho, con el fin de que los conozcan, ejerzan y exijan; así como también a
quienes les corresponde el rol de garantes, es decir: a) al Estado en su rol
fundamental de garantizar el ejercicio de derechos, labor que se hace efectiva a
través de las personas que trabajan en él; b) a los adultos de la sociedad en general;
y c) a las familias como contexto primario del desarrollo de niños, niñas y
adolescentes.
• El derecho a la educación es uno de los derechos humanos fundamentales,
incluido no solo en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN en adelante),
sino también en otros instrumentos internacionales de derechos humanos que
buscan resguardar su ejercicio pleno, dado que es a través de su cumplimiento que
las personas aumentan las posibilidades de ejercer otros derechos, gracias a las
competencias que la educación les permite desarrollar. Así, la CDN establece que
todos los niños, niñas y adolescentes deben tener acceso a la educación en
condiciones de igualdad de oportunidades, sin sufrir ningún tipo de discriminación
(artículos 28 y 29), y que dichos aprendizajes se den en un entorno de respeto hacia
la dignidad humana y conforme a los derechos establecidos en la propia CDN
(artículo 28, párrafo 2). En este sentido, el pleno ejercicio del derecho a la educación
se verá cumplido en la medida en que todos los niños, niñas y adolescentes, sin
discriminación de ningún tipo, accedan a aprendizajes que les permitan desarrollar
al máximo sus potencialidades para la construcción de un proyecto de vida propio
que los satisfaga individualmente y, al mismo tiempo, contribuya a la construcción
de una sociedad más justa, equitativa, democrática, solidaria y responsable con el
medioambiente.
• Todo niño tiene derecho a la educación. Esto es lo que establece la Convención
de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. El objetivo de la educación es
permitir al niño desarrollar su potencial en la mayor medida posible y aprender a
respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales. Los principios
generales de la Convención relacionados con la educación comprenden la no
discriminación, el interés superior del niño, el derecho del niño a la vida, a la
sobrevivencia y al desarrollo y el derecho del niño a expresar libremente sus
opiniones. Estos principios pueden ser un instrumento de gran utilidad en el debate
sobre los métodos a seguir para llevar a cabo reformas en el sistema escolar. Esta
conferencia estudia, a la luz de la Convención, ocho de las áreas que exigen una
reforma progresiva: el acceso generalizado, la igualdad de oportunidades, el
contenido adecuado de la educación, las raíces culturales y los valores globales, los
nuevos métodos de aprendizaje, el respeto mutuo, la participación de los alumnos
y el papel de los maestros, los padres y la comunidad. La conclusión del autor es
que la Convención, al presentar un resumen útil de los asuntos a tratar, sirve de
marco de referencia para poder crear escuelas que sean realmente a la medida del
niño y que brinden una enseñanza eficaz.
• Los 10 derechos de los niños y niñas
• Entre los derechos de niños y niñas que regula la Convención, podemos destacar
los 10 siguientes:
• 1. El derecho a la vida. En este sentido los estados que firman la convención
tienen la obligación de garantizar la supervivencia de los niños y niñas y su
desarrollo.
• 2. El derecho a un nombre. Los niños deberán inscribirse tras su nacimiento y
tendrán derecho a tener un nombre, adquirir una nacionalidad, conocer a sus padres
y ser cuidado por ellos. Los estados deberán tomar medidas para preservar su
identidad.
• 3. El derecho a mantener contacto con los padres. Salvo en aquellos casos en
los que se considere que es contrario al interés del niño o niña, éstos tendrán
derecho a mantener contacto con sus padres en caso de que se separen.
• 4. El derecho a la reunificación familiar. Los niños y niñas tienen derecho a salir
de un país y entrar en otro para realizar la reunificación familiar.
• 5. El derecho a opinar. Los niños y niñas tienen derecho a expresar lo que
opinan y a que se considere su opinión.
• 6. El derecho a difundir ideas de todo tipo. Esto lo podrán hacer siempre que no
menoscabe el derecho de otros.
• 7. El derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Es un derecho
por el que velarán los estados firmantes de la convención.
• 8. El derecho de asociación y reunión. Los niños y niñas tienen derecho a
asociarse y reunirse de forma pacífica y respetando los derechos de otros.
• 9. El derecho a la protección. Los estados firmantes de la Convención deben
proteger a los niños contra los malos tratos de sus padres o madres.
• 10. El derecho a la educación. Los niños y niñas tienen derecho a una educación
y los estados partes de la Convención deben garantizar ese derecho adoptando
medidas como la implantación de una enseñanza primaria obligatoria y gratuita para
todos.

6.8 Educación para la vida


•Educación para la Vida es un sistema que prepara al niño para hacer frente a los
desafíos de vivir como un ser humano, y le ayuda a lograr el equilibrio y la armonía
en todo lo que hace. De lo que realmente estamos hablando es de prepararlos para
la verdadera madurez. Este es un concepto mucho más amplio que simplemente
llegar a la mayoría de edad.
• “Hay ciencias que se estudian por simple interés de saber cosas nuevas; otras,
para aprender una destreza que permita hacer o utilizar algo; la mayoría, para
obtener un puesto de trabajo y ganarse con él la vida”.
• El reto de la educación para la vida como una de las finalidades de la educación
Educar para la vida es ofrecer recursos personales y sociales para desenvolverse
en una sociedad en constante cambio, para adaptarse a contextos multiculturales,
para comprender las posibilidades de la globalización, para manejarse
adecuadamente y con espíritu crítico con las nuevas tecnologías en la sociedad de
la información y del conocimiento, para desarrollar el sentido de ciudadanía o
responsabilidad por los asuntos públicos, para aprender a convivir con la diferencia,
para afrontar los conflictos desde el diálogo, para desarrollar el pensamiento crítico,
para saber manejarse sin dejarse manipular en las redes sociales, para asumir la
conciencia y responsabilidad de formar parte de la sociedad y para trabajar por la
construcción de un mundo más justo y solidario.
• Educación para la Vida es un sistema que prepara al niño para hacer frente a los
desafíos de vivir como un ser humano, y le ayuda a lograr el equilibrio y la armonía
en todo lo que hace. De lo que realmente estamos hablando es de prepararlos para
la verdadera madurez. Este es un concepto mucho más amplio que simplemente
llegar a la mayoría de edad. Como he definido en mi libro, Educación para la Vida,
la madurez es la capacidad de relacionarse adecuadamente a las realidades de
otros. Usando esta definición, usted encontrará que incluso los adultos de edad
avanzada pueden ser infantiles e inmaduros. Esta capacidad de relacionarse con la
realidad de los demás es lo que la educación debe lograr.
• Uno puede ver reflejada esta capacidad de relacionarse con las realidades de otros
en las conversaciones que la gente tiene. Muchas veces alguien quiere tratar de
discutir un tema desde diferentes puntos de vista, pero realmente lo que están
haciendo es afirmar su propia posición. Cuando una persona ha alcanzado el tipo
de madurez de qué estamos hablando, es capaz de escuchar a los demás, para
absorber lo que están diciendo, y relacionarlo con lo que ya entiende, con el fin de
llegar a nuevas ideas. De esta manera, todos los involucrados pueden construir una
nueva comprensión. El sistema de Educación para la vida trata de señalar el camino
hacia la madurez. No pretende dar la madurez, sino que crea una forma de pensar
que perdurará para toda la vida. Proporciona una dirección expansiva en la mente
que durará hasta la vejez, y continuará creciendo para seguir encontrando cosas
maravillosas en el mundo que los rodea.

6.8.1 APRENDER A CONOCER


Aprender para conocer supone, en primer termino, aprender a aprender, ejercitando
la atención, la memoria y el pensamiento. Desde la infancia, sobre todo en las
sociedades dominadas por la imagen televisiva, el joven debe aprender a concentrar
su atención alas cosas y alas personas. Con el paso de los años, son muchos los
investigadores y estudiosos que han tratado de descifrar las muchas y diferentes
maneras que tiene el ser humano de adquirir conocimientos, retener lo que ha
aprendido y trasladar todo esto a su vida cotidiana. En definitiva, aprender.
Aprendizaje emocional
Solo contribuye a nuestro bienestar y desarrollo personal, sino que también favorece
que nuestras relaciones interpersonales, aquellas que entablamos con quien
tenemos a nuestro alrededor, sean sanas.
Aprendizaje experiencial
Consiste en aprender a partir de las de las situaciones que vivimos o, incluso, de
los errores que cometemos.
Aprendizaje implícito
Sin una intencionalidad. Sucede sin darnos cuenta y casi de manera automática
como, por ejemplo, las acciones de andar, hablar o movernos.
Aprendizaje significativo
Consiste en recopilar, seleccionar y organizar la información que se nos está
transmitiendo, establecer una relación entre estos conocimientos adquiridos de
nuevas y aquellos con los que ya se contaba.
Aprendizaje cooperativo
Hace referencia al aprendizaje en grupo, cuando un estudiante no aprende solo,
sino que lo hace junto al resto de sus compañeros.
Aprendizaje experiencial
Consiste en aprender a partir de las de las situaciones que vivimos o, incluso, de
los errores que cometemos.
Este primer pilar de la educación hace referencia a que cada persona aprende a
comprender el mundo que le rodea para vivir con dignidad y desarrollando todas
sus capacidades; es decir, mediante este pilar, niños y niñas empiezan a adquirir
los elementos para iniciar el conocimiento.

*Despertar la curiosidad intelectual: la curiosidad es una característica del desarrollo


infantil, en este sentido se busca que en niños y niñas nazcan las ganas de
investigar y que encuentren placer en ello.
• Ejercitar la memoria: niños y niñas deben nutrirse con todo tipo de experiencias
que les permitan desarrollar su pensamiento.
*Estimular el sentido crítico: con ello niños y niñas podrán cuestionar y dar su
opinión según su propio criterio.
*Autonomía en la toma de decisiones: niños y niñas deben tener experiencias y
actividades donde puedan ejercitar su autonomía.

¿Cuáles son los 4 pilares de la educación?


Aprender a conocer
Es dominar los instrumentos del saber. Por un lado, para descubrir y comprender el
mundo que nos rodea y al que pertenecemos.
´´Ventajas de aprender a conocer¨
*Comprender mejor el entorno al conocerlo también mejor.
*Despierta la curiosidad intelectual.
*Fomenta el pensamiento crítico.
*Proporciona autonomía. El individuo puede procesar la información y adquirir
*juicios propios contra la manipulación o los prejuicios.
*Mejora la cultura general sin desterrar la especialización. De hecho son las dos
caras de una misma moneda.Aprender a conocer es aprender a aprender

Escribe Delors en su ensayo, en 1994, que, desde la infancia, estamos expuestos


a un mundo de imágenes frenético frente a la televisión. Multitud de informaciones
superfluas que pasan sin dejar huella.
Atención: Ante el frenesí de imágenes y mensajes audiovisuales, incluso de las
notificaciones del móvil, que nos distraen ante cualquier tarea, se debe trabajar la
atención.
Memoria: En la actualidad contamos con numerosos recursos que almacenan
información por nosotros.

Pensamiento: Es una actividad intrínseca al ser humano. Podemos desarrollar un


pensamiento deductivo o inductivo, dependiendo de la materia y del contenido
trabajado; no siempre hay que decidir entre una u otra; pueden convivir.

6.8.2 Aprender A Hacer


Aprender haciendo, el segundo pilar de la educación, permite recordar que cuando
somos niños o niñas aprendemos manipulando, actuando, ya que al hacer una
observación o manipulación nuestros órganos sensores (los sentidos) mandan los
impulsos originados al córtex cerebral y se crea nuestra imagen del mundo.
El mejor aprendizaje no vendrá de encontrar las mejores formas para que el profesor
o la profesora instruya, sino de dar a niños y niñas las mejores oportunidades para
que descubran cómo hacer las cosas o cómo se hacen. Esto ocurre cuando los y
las estudiantes están comprometidos en la construcción de un producto
significativo, de tal manera que involucrándose y probando sus ideas construyen las
estructuras de su conocimiento.
Los niños y niñas aprenden jugando, aprenden creando, aprenden en grupo. Por
medio de estos tres tipos de actividades, ellos y ellas pueden poner en práctica el
“aprender haciendo”.
En las sociedades basadas en el salario que se han desarrollado a lo largo del siglo
XX conforme al modelo industrial, la sustitución del trabajo humano por maquinas
convierte a aquel en algo cada vez más inmaterial y acentúa el carácter conflictivo
de las tareas, incluso la industria, así como la importancia de los servicios en la
actividad económica.
Sin embargo, en la segunda mitad del siglo pasado, dos fenómenos comenzaron a
captar la atención de los pedagogos. Por una parte, quienes sacaban mejores notas
en la escuela no siempre eran los más exitosos al enfrentarse a la vida real, y, por
otra, personas con un historial académico muy “cuestionable” resultaban tener
excelentes herramientas para progresar, innovar y forjar su propia carrera
profesional.
Además, todo indica que las personas no tienen un solo estilo de aprendizaje a lo
largo de su vida o en diferentes situaciones, sino una combinación única de varios
de ellos y que tienen que ver con factores cognitivos, emocionales, de crianza
temprana, de predisposición biológica, contextuales, ambientales, etc. La educación
secundaria o media superior los estudiantes ya tienen cierto autoconocimiento que
les permite identificar por sí mismos y elegir las maneras en que prefieren aprender,
pero en el caso de los estudiantes de preescolar o primaria.

Aprendizaje reflexivo (divergentes)


Icono-auto-learning Una preferencia por observar una situación y absorber la mayor
información posible sobre la misma antes de entrar en contacto con ella o pasar a
la experimentación.

Prendizaje teórico (conceptualizadores)


Icono-vocabulario Un elevado interés en comprender el “por qué” de las cosas y en
integrar los hechos en teorías coherentes, sólidas y lo más completas posibles.

Aprendizaje intrapersonal
Icono-honestidad Algunos alumnos prefieren el silencio y la soledad para
concentrarse mejor. Eso no significa que sean antisociales o introvertidos.

Aprendizaje social o interpersonal


Icono-trabajo-equipo Los alumnos que aprenden más y mejor en contextos grupales
o de trabajo en equipo.

Aprendizaje lógico matemático


Ideas-pearson-icono-compartir-ideas Aprendizaje verbal se basa en la estructura
del lenguaje, los estudiantes con un estilo más lógico o matemático prefieren utilizar
esquemas.

Ejemplos de competencias del saber ser


*La actitud de estar abierto ante nuevas experiencias.
*El desarrollo de una forma de ser entre el optimismo y el pesimismo.
*Los valores éticos y morales.
*La apertura ante pueblos a los que no se pertenece.
*El desarrollo de la capacidad memorística.
*El desarrollo de una forma de ser entre la rigidez y la flexibilidad.
*Las creencias religiosas.
*El desarrollo de una forma de ser entre el espíritu emprendedor y la indecisión.
*La mentalidad abierta.
*Ser capaz de poner en discusión el propio sistema de valores culturales.
*Saber pedir disculpas, llegado el caso.
*El desarrollo de una forma de ser entre la seguridad en sí mismo o la falta de ella
6.8.3 APRENDER A CONVIVIR
La buena convivencia se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios de las
sociedades del siglo XXI. La aparición de graves conflictos sociales nos lleva a la
necesidad de elaborar una pedagogía de la convivencia: tras la evolución biológica,
comenzó la gran evolución cultural, cuyo final es la construcción de un gran proyecto
ético con el concurso de todos, porque somos seres sociales y nuestro proyecto de
felicidad privada depende del bienestar público.
José Antonio Marina con el libro Aprender a convivir intenta aportar soluciones que
ayuden a los adultos a analizar, a comprender y a crear recursos educativos
eficaces para trasladar a los niños la idea de construir entre todos una ciudad
habitable. Sabemos que la educación es socializar, unir la búsqueda de la felicidad
privada dentro de un círculo más amplio, que es la felicidad pública. No puede existir
la una sin la otra. Así pues, el modelo de la educación para la convivencia tendría
que establecerse a tres niveles: educación afectiva, que nos ayude a sintonizar con
los valores fundamentales; adquisición de hábitos operativos, que aumente nuestra
capacidad para realizar esos proyectos; y una educación normativa teórica, que
proporcione nociones básicas de la Ética y el Derecho. Finalmente, la elaboración
de un Ética transcultural nos ayudará a proteger y también a limitar los distintos
códigos morales o religiosos, que deben circunscribirse a la esfera privada, íntima
y personal de los miembros de una comunidad.
El primer tipo de convivencia que se estudia es el que se refiere a la convivencia
íntima –familia, pareja, amigos, compañeros de trabajo No es posible evitar el
conflicto, ya que es inherente a vivir en sociedad, sino saber cómo resolverlo. Es
necesario fomentar una “autonomía vinculada”, es decir, lograr que nuestra
independencia personal sea compatible con profundas vinculaciones éticas y
afectivas. El segundo nivel de convivencia es la política. Vivir en una ciudad es una
cuestión ética y exige una serie de virtudes sociales y éticas. Es importante realizar
una pedagogía del deber, ya que su cumplimiento es indispensable para establecer
uno de los sentimientos básicos para una buena convivencia: la confianza.
Por último, se estudia la convivencia con uno mismo. En este capítulo se estudia
detenidamente el concepto de autoestima. El verdadero concepto de amor propio
se construye insistiendo en el sentimiento de ser amado incondicionalmente; en el
sentimiento de ser valorado por nuestros actos; y en el sentimiento de la propia
dignidad. El libro termina con la descripción de un buen ciudadano, que podríamos
resumir en esta cita. “Buen ciudadano es aquel que se esfuerza en realizar su
proyecto privado de felicidad colaborando al mismo tiempo a la felicidad pública. Es
el «poeta de la acción.
6.8.2 APRENDER A SER
El sentido de la educación actual se está perdiendo en una carrera por alcanzar
conocimientos y habilidades. Estos conocimientos y habilidades son necesarios
para el desarrollo de los niños y niñas, pero se están sobrevalorando dejando de
lado el desarrollo del verdadero ser. La educación debe ser un proceso global de
desarrollo donde la adquisición del saber y el saber hacer ha de estar ligado al
Aprender a ser.
Aprender a ser, implica el desarrollo pleno, no es suficiente con dotarles de
conocimientos y habilidades, se hace necesario el desarrollo de la personalidad
madura, las actitudes emocionales (autoconcepto, autoestima, empatía, asertividad,
habilidades sociales, etc.) y actitudes para alcanzar la madurez psicológica que les
permita enfrentarse a las adversidades, afrontar fracasos y alcanzar sus metas y
objetivos.
Aprender a ser les va a permitir conocerse a sí mismos, desarrollar una sana
autoestima, fomentar su capacidad de esfuerzo, dotarse de unos valores firmes que
contribuyan a su bienestar presente y futuro.
El aprender a ser permitirá que la persona desarrolle aspectos tales como:
• Pensamiento crítico. Para llegar a él, el niño o la niña debe ejercitarse desde la
infancia y se debe brindar oportunidades para que pueda ponerlo en práctica y
elaborar juicios propios, es decir, para que adquiera autonomía.
• Libertad de pensamiento, sentimiento y acción. Los niños y las niñas deben
aprender desde pequeños a asumir responsabilidad sobre su ser. En la educación
primaria es fundamental darles la oportunidad de desarrollar libertad de
pensamiento, sentimiento y acción para que sean autónomos y capaces de tomar
decisiones y elaborar juicios. Para ello se requiere que en el aula el maestro o la
maestra les permita expresar sus ideas, pensamientos y sentimientos, abriendo así
las puertas al diálogo y a que niños y niñas empiecen a interrogarse sobre su mundo
y piensen por sí mismos, buscando un espíritu democrático de tolerancia y una
actitud de entendimiento y respeto a la diversidad con capacidad crítica.
• Creatividad e innovación. Se debe garantizar a niños y niñas un espacio en el cual
se les permita explorar su capacidad creadora e innovadora.
Búsqueda del bien común. Esto implica que niños y niñas se respeten a sí mismos
y respeten al otro y, también, que aprendan a actuar con justicia, solidaridad y
actitud de servicio.

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