Está en la página 1de 13

Rev. Med. Univ. Navarra.

Voí XIX: l:d9, 197,:;

UNIVERSIDAD DE NAVARRA. FACULTAD DE MEDICINA


SERVICIO DE DIGESTIVO. CLÍNICA UNIVERSITARIA

Utilidad del «LUNDH TEST» en la exploración funcional


del páncreas exocrino
N. G. A. Picardo y S. Rull Segura

RESUMEN

Se hace una revisión de la utilidad del «LUNDH TEST» en el diagnóstico


de la función pancreática exocrina. A la vista de los resultados referidos
por los autores consultados y debido a la escasez de procedimientos diag-
nósticos sencillos que nos permitan explorar la función pancreática, se ;n-
siste en la utilidad práctica que presenta el «LU!NDH TEST», como medio
diagnóstico en las pancreatopatías crónicas.

INTRODUCCIÓN crónica, esteatorrea de origen pancreático,


carcinoma de pancreas y otras afecciones 6 ,
s 10 11 13 16
A pesar del progreso tan considerable en
todos los campos de la medicina en los El «Lundh Test» consiste en determinar
últimos años, aún no disponemos de proce- en jugo intestinal la actividad tríptica, co-
dimientos diagnósticos sencillos y fiables mo exponente global de la función exocrina
para explorar la función exocrina del pán- del pancreas, tras haber estimulado la se-
creas. La prueba de la estimulación pan- creción pancreática con una comida com-
créatica con secretina-pancreozimina ha puesta por los tres principios inmediatos
mostrado ser de utilidad diagnóstica 7 , pero 5 1
, ", en una proporción determinada.
por las dificultades que conlleva y elevado
coste no se ha generalizado su uso, res- El método es sencillo y puede quedar
resumido así:
tringido actualmente a centros especiali-
zados. 1) Bajo control radioscópico se coloca
una sonda a nivel del ángulo de Treitz.
El estudio de la función pancreática me-
diante un estímulo fisiológico despertó el 2) A continuación el enfermo ingiere
interés hace unos años y actualmente se una comida que contenga los tres principios
dispone ya de un procedimiento diagnós- inmediatos en la siguiente proporción (15 %
tico -el «Lundh Test»- sencillo de rea- de hidratos de carbono, 6 % de grasas y
lizar, bien tolerado por los enfermos, eco- 5 % de proteínas) 1 , ª, 8 .
nómico y de utilidad diagnóstica, compara- 3) Se recoge el jugo intestinal a través
ble a la prueba de la secretina-pancreozi- de la sonda durante cuatro períodos conse-
mina, en el diagnóstico de la pancreatitis cutivos de 30 minutos.
130 N. G. A. PICARDO Y S. RULL SEGURA Vol. XIX

4) Finalmente se determina la actividad Se considera como valor normal una ac-


tríptica en una muestra de cada una de las tividad tríptica superior a 10 meq/ml/mi-
cuatro fracciones recogidas, calculando la nuto, aunque las cifras de normalidad aún
actividad media y el momento de máxima no están standarizadas y varían algo de
actividad. unos autores a otros.
La actividad tríptica puede calcularse por Los detalles del método pueden consul-
simple titulación o por espectrofotometría tarse en la bibliogra ía que se cita 2 , 3 , 8 , 9 ,
:3 17 1D 11 1a 15 17 Hl
' ' '

TABLA 1

Utilidad diagnóstico del ""LUNDH TEST» según los 1autore·s consultados.

Autor(es) nomo Poni;a:eotitis Esteatorreo


(Año) Pancreático Cr6n;ca Poncredtico

C:.>ok H. Brarowell 13/12 4/4


92% 100%

45/31
69"
(Resultados globales)

Moltoleb y 23/17 29/19 16/15


74% 65% 94%

Lurje B 28/26
93.%

Zeitelin y C:.>l. 3/3 8/7 5/5


1974 100% 87% · ¡OQ%

Waller 8/6 13/9


'1975 75% 69"
1975 UTILIDAD DEL "LUNDH TESTn [31

RESULTADOS Y COMENTARIOS parables con la de la prueba de la secretina-


pancreozimina ", 4 , 6 , 9 , 1 \ y en general,
Los resultados referidos por los autores esta última presenta algunos inconvenientes
14 18 19
consultados quedan recogidos en el cua- ", , , , al ser comparada con el «Lundh

dro I (Se expresa el diagnóstico, pacientes Test» (Cuadro II).


estudiados/pacientes con «Lundh Test» pa-
tológico y porcentajes de positividad). Creemos que, aunque el porcentaje de
positividad con el «Lundh Test» no es total
Como puede observarse, el «Lundh Test» y algunos autores han referido falsas posi-
ha sido un método diagnóstico eficaz en tividades 19 , debe prodigarse el uso de este
distintas pancreatopatías, con porcentajes medio diagnóstico en todas las afecciones
de positividad aceptables, sobre todo te- pancreáticas crónicas, dado que es un pro-
niendo en cuenta que no se dispone de otra cedimiento sencillo, bien tolerado por los
prueba sencilla para el diagnóstico de tales enfermos y que puede aportar datos de
afecciones (carcinoma pancreático, pancrea- interés en el diagnóstico funcional pan-
titis crónica etc.). Sus resultados son com- creático.
TABLA 11
Ventaj;Js e inconvenientes del ulUNDH TEST» comparado con la prueba de la Secretina-
pancreozimina.

Lundh Test

Buena tolerancia rreos

Sin efectos secundarios Posibles complicocf ones {Fle

Costo elevado
132 N. G. A. PICARDO Y S. RULL SEGURA Vol. XIX

SUMMARY

«Diagnostic Utility of the «LUNDH TEST» in the Exploration


of the Exocrine Pancreatic Function»

We have revised the diagnostic uti!ity of different authors consulted suggest, that ít is
the «LUNDH TEST» in chronic exocrine pan- likely to be more us·eful in clínica! practice
creatic disease. The results obtained by the because of its practica! advantages.

BIBLIOGRAFÍA

l. BoRGSTRON B., A. Dahlquist, G. Lundh, ]. 10. MArnow Raymond E., C. Roger Connelly Gas-
Sjovall ]ournal of Clinical Investigation, 36: troenterology, 55: 677, 1968.
1521, 1957. 11. MOTTALEB A., F. Kapp, E. c. A. Noguera,
2. BoucHIER Jan A. D., Proc. Royal Soc. Med., T. D. Kellllock, H. S. Wiggins S. Waller,
65: 345, 1972. Gut, 14: 835, 1973.
3. CooK H. B., ]. E. Leonard Janes, S. M. Sheriff, 12. SAuNDERS J. H. B., K. G. Wormsley, Gut, 16:
H. S. Wiggins, Gut, 8: 408, 1967. 1957, 1975.
4. DREILING David A., Gut, 16: 653, 1974. 13. ScRATCHERD T., Gut, 16: 648, 1975.
5. GurToN A. C., Funciones secretoras del tubo 14. SNOGRASS Phílip J., Disorders of the Pancreas.
digestivo en Tratado de Fisiología Médica, 4 Pancreatic Function Tests en Harrissons Prin-
ed. 64: 801, Ed. lnteramericana, España, 1971. ciples of lnternal Medicine, 6 ed, 1577.
6. GYS K.A.N., D. Felsenfeld, R. Font, V. Con- lnternational Students Edition, Kogakusha,
gress in Gastroenterology (Abstacto), 145, 1970.
1974. 15. WALLER. S., Gut, 16: 657, 1975.
7. JoRPES J. E., V. MuTT, Annals Interna/ Med.
16. WALLER S. L., A. Mottaleb, H. S. Wiggins,
55: 395, 1961.
T. D. Kellock, F. Kapp, Gut, 8: 415, 1967.
8. GoRAN Lundh M. D. Gastroenterology, 42:
275, 1961. 17. WIGGINS H. S., Gut, 12: 869, 1971.
9. LuRIE D., B. Brom, S. Bank, B. Novis, l. M. 18. WoRMSLEY K. G., Gastroenterology, 54: 197,
Marks Scand ]. of Gastroenterology, 8: 27, 1968.
1973. 19. ZEITLIN l. J., W. Sirdus, Gut, 15: 173, 1975.
Rev. Med. Univ. Navarra. Vol XIX: 133, 1975

UNIVERSIDAD DE NA VARRA. CLÍNICA UNIVERSITARIA


FACULTAD DE MEDICINA

Sarcoma cordoide de fémur. Estudio a microscopio óptico


y electrónico de un caso

F. J. Pardo Mindan, * José M.• Cañadell, ** Pilar Herranz,*


f. L. lmízcoz **y J. J. Vázquez*

R E S U M E N

La apanc1on de áreas de cordoma y condrosar:oma en tumores situados


en región esfenopalatina ha sido ampliamente descrita en la literatura. Sin
embargo, ésta misma asociación en huesos largos de extremidades ha sido
descrita redentemente, bajo el nombre de sarcoma cordoide, paracordoma
o cordoma condroide. Presentamos un caso de sarcoma cordoide, en el que
se demuestra que las células neoplásicas, presentan características de am-
bos tumores en el estudio óptico y ultraestructural. Sin embargo, algu-
nos aspectos clínicos, radiológicos e incluso morfológicos, hacen pensar
en un tumor con características propias.

El condrosarcoma es un tumor frecuente domas condroides». En 1962, «Laskowski» 9


en fmur y su diagnóstico clínico, radiológi- presentó un caso de cordoma condroide, al
co y morfológico se realiza con relativa faci- que llamó «paracordoma», situado en ex-
lidad en la mayoría de los casos 1 . Sola- tremidades inferiores que reunía a la vez
mente algunos tumores cartilaginosos son las características de cordoma y condrosar-
de diagnóstico más comprometido 10 • El coma. «Martín» 11 dio a este tumor el nom-
cordoma es un tumor relativamente raro bre de «sarcoma cordoide», con el que es
que aparece de restos de la notocorda, don- más ampliamente conocido. Desde entonces
de primitivamente existió ésta, principal- se han publicado ocho casos de «cordoma
mente en región sacro-coxígea y esfeno- condroide» en extremidades inferiores 7 , 11 ,
15 16
occipital 1 . , • El hecho de no haberse publicado nin-

gún caso en nuestro país y no haber en la


Existen en la literatura algunas aporta- literatura más estudio ultraestructural que
ciones de tumores situados en la base del el realizado por «Weiss» 16 , nos ha movido
cerebro en los que morfológicamente exis- a presentar un caso de cordoma condroide
ten áreas de cordoma y de condrosarco- de fémur, con la intención de presentar un
ma 1 , 8 , a los que Heffelfinger 6 llamó «cor- caso más con estudio ultraestructural.

** Departamento de Ortopedia y Traumato-


* Departamento de Anatomía Patológica. logía.
134 F. J. PARDO MlNDAN Y COLS. Vol. XIX

HISTORIA CLÍNICA destrucción cortical en unión metáfiso-


epifisaria distal, con tenues imágines algo-
J. L. L. Varón de 19 años que presentó donosas en los tejidos blandos. En la unión
hace cinco meses dolor y aumento de calor diáfisico-metafisaria distal había una ima-
local a nivel de tercio medio e in~erior de gen en «capas de cebolla».
fémur derecho, lo que motivó el erróneo
diagnóstico de osteitis tuberculosa y recibió Con estos datos, se realizó biopsia in-
tr:itamiento específico durante cuatro meses, traoperatoria que se diagnosticó de tumor
Al no experimentar mejoría acude a la Clí- maligno, probablemente condrosarcoma. A
nica Universitaria con un cuadro de dolor, la vista de este diagnóstico se procedió a
cojera, aumento de calor local, febrícula y la desarticulación de la extremidad inferior
anorexia intensa. En los últimos veinte días izquierda, a nivel de articulación coxo-
había perdido 6 Kg. de peso. femoral.

A la exploración se palpaba una tumo- A los seis meses del post-operatorio, el


ración dura que abarcaba tercio inferior y paciente se encuentra peri ectamente, sin
medio de fémur derecho, adherida a planos observarse metástasis de ningún tipo.
profundos. Era patente la atrofia de cua-
driceps.
ANATOMÍA PATOLÓGICA
Entre los datos de laboratorio destacaba
únicamente una VSG de 73-98.
A la disección de la extremidad inferior
En el estudio radiológico existía un en- se encontró un fémur empastado e infiltra-
grosamiento de la cortical de la diáfisis y do por un tumor que desbordaba la corti-

Figura l . - Aspecto condroblástico con abund:mte materia fundamental. H. E. x 190.


1975 SARCOMA CORDOlDE DE FÉMUR 135

Figura 2.- Células con aspecto cordoide. Nótese la es~asa sustancia intercelular exis-
tente. H. E. x 190.

cal, infiltrando ampliamente el tejido mus- de Masson. En otras zonas, las células eran
cular adyacente. Al corte longitudinal del de mayor tamaño, con un citoplasma inten-
fémur, se comprobó que la medular estaba samente vacuolado, con una fina red eosi-
completamente ocupada por el tumor, que nó ila que separa las vacuolas y que par-
crecía por el canal medular hasta la línea tiendo del citoplasma que rodea al núcleo
intertrocantérea, sin infiltrar el cóndilo. El llegaba hasta la membrana citoplasmática.
tumor era de color amarillo. La cortical En algunas áreas las células tenían un as-
metafiso-epifisaria distal estaba adelgazada pecto físalífero (Fig. 2 y 3). El tamaño de
y rota, mientras que la diáfisis y la mitad las células era muy variable oscilando en-
proximal de fémur tenían una cortical muy tre 20 y 200 micras. La sustancia funda-
engrosada. mental era muy escasa, limitada a tenues
septos que separaban las células globulo-
Microscópicamente, se observó una neo-
sas. En la cortical presentaba una reacción
formación de aspecto condroblástico, con
osteoblástica muy marcada con «imágenes
células de tamaño muy irregular, entre las
que existía una materia fundamental eosi- en peine» (Fig. 4).
nófíla (Fig. 1). Las células eran de forma
En cortes finos de una micra, en la se-
ovalada, con citoplasma claro y con uno o
varios núcleos muy irregulares. El número gunda zona descrita anteriormente, algunas
de mitosis era muy escaso. La cantidad de células tenían el citoplasma completamente
materia fundamental variaba de unas áreas repleto de pequeñas vacuolas. La tinción
a otras y era PAS +, Alcian blue + y se de grasas en los cortes de congelación fue
teñía ligeramente de azul con el tricrómico positiva para las grasas neutras.
136 F. J. PARDO MINDAN Y COLS. Vol. XIX

Figura 3.- Gran variación en el tamaño y v 1cuolización del citoplasma de las células
«Cordoides» H. E. x 190.

figura 4.- Reacción osteoblástica «en peine» de la cortical diafisaria. H. E. x 30.


1975 SARCOMA CORDOIDE DE FÉMUR 137

Figura 6.- Micrografía electrónica. Célula tumoral con algunas expansiones laminares en
superficie. Algunos perfiles de retículo endoplasmático r.ugoso. Sustancia fundamental
constituida por finos filamentos y algunas fibras de colágena. x 10.800.

Al microscopio electrónico, las células DISCUSIÓN


presentaban unos bordes irregulares con ex-
pansiones laminares y algunas microvello- La existencia de «sarcomas cordoides»
sidades. El citoplasma contenía moderada en el territorio de la notocorda está am-
cantidad de perfiles de retículo endoplas- pliamente documentado en la literatura 1
3 6
mático rugoso (Fig. 6). Igualmente existían , , sin embargo, otras localizaciones son

varias zonas Golgi por célula y vacuolas raras 16 .


de grasa (Fig. 5 y 7). El citoplasma funda- Este tumor probablemente no sea una
mental contenía abundantes gránulos de variante del cordoma, como pensaron He-
glucógeno alojados entre las vacuolas y las ffelfinger 6 y Falconer ª, sino un condrosar-
áreas citoplasmáticas libres de ellas. El nú- coma con marcada dediferenciación hacia
cleo era irregular, con distribución perifé- cordoma. Hay dos razones que apoyan esta
rica de la cromatina, invaginaciones citos- hipótesis: en primer lugar su situación ex-
plasmáticas frecuentes y nucleolo promi- tracordal y segundo la escasez de mitocon-
nente (Fig. 8). En la sustancia fundamental drias entremezcladas con el retículo endo-
existían abundantes fibras de colágena, que plasmático en este tumor, mientras que es
se entrecruzaban entre sí, mezcladas con un característico de los cordomas la gran abun-
material amorfo. Irregularmente distribui- dancia de mitocondrias 2 . Weiss 16 duda
dos había gránulos de glucógeno incluidos igualmente de que este tumor está relacio-
en invaginaciones del citoplasma en la sus- nado con el cordoma, porque no encuentra
tancia fundamental intercelular (Fig. 9). la variación del tamaño de las vacuolas in-
138 F. J. PARDO MlNDAN Y COLS. Vol. XIX

Figura 5.- Micrografía electrónica. Panorámica mostrando una célula poco vacuolada y
tres con presencia de numerosísimas vacuolas en el citoplasma. x 2.700.

Figura 7.- Zonas Golgi abundantes y vacuolas de grasa. x 18.000.


1975 SARCOMA CORDOlDE DE FÉMUR 139

___#4,,x ------''
Figura 8.- Invaginaciones citoplasmáticas numerosas en el núcleo. Nucleolos prominen-
tes. x 10.800.

Figura 9.- Detalle de la sustancia intercelular, conteniendo fibras de colágena y sus-


tancia fundamental. Abundantes gránulos de glucógeno en proyecciones del citoplasma
en la sustancia intercelular. x 18.000.
140 F. J. PARDO MINDAN Y COLS. Vol. XIX

tracitoplasmáticas descrita en el cordoma. hecho, junto con las características morfo-


Sin embargo, en nuestro caso el tamaño y lógicas, hablan de la peculiaridad de este
el origen de las vacuolas son distintos, ya tumor.
que mientras unas son vacuolas de grasa,
Aunque el tiempo de evolución de nues-
otras corresponden a retículo endoplasmá-
tro caso es todavía corto, parece ser que
tico distendido, tal como se describen en
la evolución de estos tumores es mucho
algunos cordomas 12 . Los núcleos promi-
mejor que la del condrosarcoma, cualquiera
nentes y la existencia de cuerpos intranu-
que sea la diferenciación de éste.
cleares, además de la variación en el tama-
ño y densidad electrónica de las células, Otro rasgo peculiar de este tumor es el
son también características del cordoma 5 • del crecimiento. El gran tamaño que alcan-
La existencia de una sustancia intercelular zan algunas células sugiere que la tumo-
con fibras de colágena y la disposición de ración ha crecido principalmente por hi-
algunos orgánulos intracitoplasmáticos son pertrofia celular, más que por divisiones
característicos de condrosarcoma 4 , 13 , aun- mitóticas. Si se considera la relación en
que no se han observado fibras elásticas volumen entre una célula de 20µ de diá-
que aparecen en el condrosarcoma en áreas metro y una gigante de este tumor de
de cartílago más inmaduro 14 . 200µ de diámetro, vemos que existe una
proporción de uno a 1.000, que justifica
La edad del paciente no es la usual de el crecimiento rápido que ha experimen-
cordoma ni de condrosarcoma 1 , 10 , 13 . Este tado.

SUMMARY

Areas of chordoma and chondrosarcoma have cells of this tumor have morphologic fea-
been reported extensively in the same tu- tures of chordoma and chondrosarcoma in
moral mass located in espheno-palatine re- both the optical and ultrastructural study.
gion. The same association in long bones of Howeve-r sorne morphological, radiological and
the extremities have been reported recently,
wirh the name of «chordoide sarcoma., «pa- clínica! aspects, suggest that this tumor pos-
rachordoma» or «chondroid chordoma». We sesses characteristics that define it as a se-
present a case of «ChordoiC: sarcoma•. The parate entity.
1975 SARCOMA CORDOIDE DE FÉMUR 141

SUMMARY

l. DAHLIN, D. C.: Bone tumors. 2.ª Ed. Ch. C. 9. LASKOWSKY, J.: Parachordoma (abstract). ln-
Thomas. lllinois. 1967. ternational Cancer Congress, 8: 262, 1962.
2. ERLANDSON, R. A.. TANDLER, B.. LIEBERMAN, 10. LICHTENSTEIN: Bone tumors. 3.ª Ed. C. v.
P. H. y HIGINBOTHAM, N. L.: Ultrastructure Mosby Co. Saint Louis, 1961.
of human chordoma. Cancer Res. 28: 2115- 11. MARTIN, R. F .. MELNICK, P. J.. WARNER, N. E ..
1968. TERRY, R., BuLLOCK, W. K. y SCHWINN, C. P.:
3. FALCONER, M. A .. BAILEY, J. C. y DUCHEN, L. Chordoid sarcoma. Am. ]. Clin Pathol. 59-
W.: Surgical treatment of chordoma and 623-635, 1973.
chondroma of the skull base. ]. Neuro. Surg. 12. PEÑA C. E., HüRVAT, B. L. y FISHER, E. R.:
29: 261-275, 1968. The ultrastructure of chordoma. Am. ]. Clin.
4. Fu, Y. S. y KAY, S.: A comparative study of Path. 53: 544-551, 1970.
mesenchymal chondrosarcoma and mixoid 13. SPJUT, H. J.. DoRFMAN, H. D .. FECHNER, R. E.
chondrosarcoma. Cancer 33: 1531-1531, 1974. y AcKERMAN, C. V.: Tumors of bone and
5. GESSAGA, E. C.: Ultrastructure of a sacrococ- cartilage. Atlas of tumor Pathology. Ser. 2
cygeal chordoma. Acta Neuropath. 25: 27-35, Fase. 5. Washington, D. C .. Armed Forces
1973. lnstitute of Pathology, 1970.
6. HEFELFINGER, M. J., DAHLIN, D. C .. MAC 14. SussuswAMY, S. G., TULPULE, S. S. y GADGIL,
CARTI, c. s. y BEABOUT, J. W.: Chordomas R. K.: Elastic tissue in chondrosarcoma. ].
and cartilaginous tumors at the skull base. Path. 113: 141-145, 1973.
Cancer 32: 410-520, 1973.
15. UEHLINGER, E. y WoLFMÜLLER, H.: Chordo-
7. HIGINBOTHAM, N. L.. PHILLIPS, R. F .. FARR, Chondrosarkom der linken distalen Femur-
H. W. y Husrn, H. O.: Chordoma - Thirty metaphise. En Verhandlungen der Deutschen
five year study at Memorial Hospital, Cancer Gesellsshaft für Pathologie. 58 Tagung, 284-
20: 1841 - 1850, 1967. 286, 1970.
8. GoDMAN, G. C. y PoRTER, K. R.: Chondroge- 16. WEiss, S. W.: Ultrastructure of the so-called
nesis studied with the electron microscope. «Chordoid sarcoma». Cancer 37: 300-306,
]. Biophis. Biochem. Cytol. 8: 719-760, 1960. 1976.

También podría gustarte