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El fundus y la porción superior del cuerpo del estómago reciben sangre de las
arterias gástricas cortas y de la arteria gástrica posterior. Las venas gástricas
presentan una posición y un trayecto paralelos a los de las arterias. Las venas
gástricas izquierda y derecha drenan directamente en la vena porta hepática
(Anexo 02). Las venas gástricas cortas y las venas gastroomentales
(gastroepiploicas) izquierdas drenan en la vena esplénica, que luego se une a la
vena mesentérica superior (VMS) para formar la vena porta hepática. La vena
gastroomental derecha desemboca en la VMS. La vena prepilórica asciende sobre
el píloro hacia la vena gástrica derecha. Dado que esta vena es muy visible en el
individuo vivo, los cirujanos la utilizan para identificar el píloro. Los vasos linfáticos
gástricos acompañan a las arterias a lo largo de las curvaturas mayor y menor del
estómago(1).
Drenan la linfa de sus caras anterior y posterior hacia las curvaturas, donde se
encuentran los nódulos linfáticos gástricos y gastroomentales. Los vasos eferentes
de estos nódulos acompañan a las grandes arterias hasta los nódulos linfáticos
celíacos (1).
La linfa de los dos tercios superiores del estómago drena en los nódulos
linfáticos gástricos, a lo largo de los vasos gástricos derechos e izquierdos;
la linfa del fundus y de la parte superior del cuerpo del estómago también
drena en los nódulos linfáticos pancreatoesplénicos, a lo largo de las
arterias gástricas cortas y los vasos gastroomentales izquierdos (1).
La linfa de los dos tercios derechos del tercio inferior del estómago drena, a
lo largo de los vasos gastroomentales derechos, en los nódulos linfáticos
pilóricos (1).
La linfa del tercio izquierdo de la curvatura mayor drena en los nódulos
linfáticos pancreatoduodenales, que se localizan a lo largo de los vasos
gástricos cortos y esplénicos (1).
HÍGADO:
El hígado, el mayor órgano del cuerpo después de la piel y la mayor glándula del
organismo, pesa unos 1 500 g y supone un 2,5 % del peso corporal en el adulto.
En el feto maduro actúa como órgano hematopoyético, y es proporcionalmente el
doble de grande (5 % del peso corporal). Con excepción de los lípidos, todas las
sustancias absorbidas en el tubo digestivo se dirigen primero al hígado a través
del sistema de la vena porta hepática. Además de sus numerosas actividades
metabólicas, el hígado almacena glucógeno y secreta la bilis, un líquido amarillo
amarronado o verde que colabora en la emulsión de las grasas. La bilis sale del
hígado a través de los conductos biliares los conductos hepáticos derecho e
izquierdo que se unen para formar el conducto hepático común. Éste se une al
conducto cístico para formar el conducto colédoco (1).
La cara diafragmática del hígado es lisa y con forma de cúpula en la parte donde
se relaciona con la concavidad de la cara inferior del diafragma, que lo separa de
la pleura, los pulmones, el pericardio y el corazón (Anexo 03). Los recesos
(espacios) subfrénicos, extensiones superiores de la cavidad peritoneal (saco
mayor), se localizan entre las caras anterior y superior de la superficie
diafragmática del hígado y el diafragma. Los recesos subfrénicos están separados
por el ligamento falciforme, que se extiende entre el hígado y la pared anterior del
abdomen, y da lugar a los recesos derecho e izquierdo. La porción del
compartimento supracólico de la cavidad peritoneal inmediatamente inferior al
hígado es el espacio subhepático. El receso hepatorrenal (bolsa de Morrison) es la
extensión posterosuperior del espacio subhepático situado entre la parte derecha
de la cara visceral del hígado, y el riñón y la glándula suprarrenal derechos. El
receso hepatorrenal es una parte de la cavidad peritoneal dependiente de la
gravedad cuando la persona está en decúbito supino; el líquido que drena de la
bolsa omental fluye hacia este receso. El receso hepatorrenal se comunica
anteriormente con el receso subfrénico derecho. Hay que tener presente que
normalmente todos los recesos de la cavidad peritoneal son sólo espacios
potenciales, que sólo contienen el líquido peritoneal suficiente para lubricar las
membranas peritoneales adyacentes (1).
REFERENCIA: