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COSMOGONÍA DE DIFERENTES CULTURAS INDÍGENAS

ALUMNA: LINA MARÍA RIAÑO ENCISO


CÓDIGO: 20152007852

DOCENTE: JORGE DANIEL BEJARANO MARTIN

HISTORIA Y CULTURA COLOMBIANA


INGENIERÍA ELÉCTRICA
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
24 FEBRERO 2017
COSMOGONÍA DE DIFERENTES CULTURAS INDÍGENAS

 COMUNIDAD INDÍGENA UITOTO

El pueblo indígena Uitoto habita las selvas de los departamentos del


Amazonas, Caquetá, y Putumayo, como también en el Brasil y en el Perú en
las fronteras con Colombia. La Chorrera es la cuna de este pueblo indígena.
En la cosmogonía Uitoto, Mocuaini y Jitiruaini fueron los primeros en salir del
vientre de la madre tierra. El padre creador se originó cuando un remolino de
viento iba juntando basuras, formándose ésta en forma de persona y
llamándose echikirama (ser coloradito). Apareció en la tierra y se simbolizó en
la nuigibe (planta acuática), también aparecieron las plantas y las hiervas. El
padre creador dio inicio a los Uitoto, los abuelos salieron del hueco Komimafo,
en la Chorrera, donde habitaron todos los antepasados, siendo los primeros
clanes Nogoniai y Ereiai. El sistema mítico Uitoto comprende una forma de
explicar la aparición de la vida en el planeta y las leyes que rigen el
comportamiento de cada uno de los pueblos, para poder vivir en armonía con
los seres que habitan los diferentes espacios, acuáticos, terrestres y
celestiales. La lengua Uitoto proviene de la familia lingüística Arawak,
perteneciente a la gran familia Caribe, donde se asocia con los Andokes, Boras
y Nonuya, debido a las coincidencias en sus criterios fonológicos y lexicales.[1]

 COMUNIDAD INDÍGENA ARCHUACA

Para los Arhuacos el agua significa: origen, vida, intimidad, virginidad, y su


simbología máxima es Atinaboba, representada por una serpiente que vive en
el fondo de la laguna del mismo nombre. Laguna y serpiente son un solo ser, y
sus manifestaciones las interpreta el mamo a través de rituales secretos.
La cosmogonía Arhuaca habla también de un matrimonio entre el cielo y la
tierra a través de los fluidos líquidos. Esa unión recibe el nombre de Atínkana.
Ati es la deidad máxima de la energía y se simboliza como una virgen, algo tan
íntimo que no podría ser visto por los ojos humanos. Solo puede estar en
contacto con la mentalidad de los mamos. Para señalarla, nuestros padres
colocaron grandes piedras verticales en determinados puntos de la Sierra,
donde hay un remanente de energía que nos pone en contacto con todos los
cambios líquidos que se dan en el espacio. Uno de esos fenómenos son las
corrientes de las nubes en diferentes direcciones, a través de las cuales se
manifiestan el trueno, el rayo y las tormentas. [2]

 COMUNIDAD INDÍGENA KOGUI

En la comunidad de los Koguis también de la Sierra Nevada de Santa Marta,


existe una hermosa leyenda de lo que antecede a la vida: Primero estaba el
mar. Todo estaba oscuro. No había Sol, ni Luna, ni gente, ni animales, ni
plantas. El mar estaba en todas partes. El mar era la madre. La madre no era
gente, ni nada, ni cosa alguna. Ella era espíritu de lo que iba a venir y ella era
pensamiento y memoria .En la mitología Kogui, la vida nace de la unión del
agua y el cielo. 
Para los Koguis «el mundo tiene la forma de un huevo muy grande, puesto con
la punta hacia arriba. Dentro de éste huevo están las nueve tierras. Son como
grandes platos redondos, el uno puesto sobre el otro. Nosotros vivimos en la
tierra de en medio» (Reichel , 1985:225) Hacia arriba siguen las tierras buenas
o tierras del sol, y hacia abajo las tierras malas. Este huevo gigantesco está
sostenido por cuatro hombre y cuando alguno de ellos se cansa y cambia de
posición es cuando se producen los terremotos.
La tierra de en medio, la habitada por los koguis, tiene según ellos a su vez un
poblado central llamado Cherua, lugar de origen y esparcimiento de los koguis.
El carácter maléfico de las tierras de abajo se patentiza para los koguis a dos
niveles: el primer lugar es en las partes bajas de la Sierra Nevada, donde más
fácilmente se encuentran entierros caminos, terrazas agrícolas, sitios
habitacionales y otros restos arqueológicos de las antiguas culturas Tairona, y
ya se mencionó cómo para los koguis de hoy en día estas tierras son tabú por
considerarlas llenas de diablos y de brujerías. En segundo lugar, estas tierras
han venido siendo cada vez más ocupadas por los colonos criollos de la región
y el contacto entre koguis y blancos ha sido tradicionalmente fuente de
conflictos: engaño en las transacciones comerciales, pérdida de tierras, abuso
de mujeres koguis, etc. [3]

 COMUNIDAD INDÍGENA KANKUAMOS

Tradicionalmente los pueblos Kankuamo, Kággabba, Iku y Wiwa habitan la


Sierra Nevada de Santa Marta, territorio físico, espiritual y cultural en donde,
según su cosmogonía, son los guardianes del armonía de la Madre Tierra.
Cada uno de los pueblos se constituye entonces en una pata de la mesa,
necesaria e indispensable para mantener el equilibrio.
La música y la danza hace parte de un lenguaje, que dentro de nuestra
cosmogonía, posibilita la comunicación y entendimiento entre el mundo
espiritual y físico, lo que permite mantener un armonioso equilibrio entre el
hombre y la madre naturaleza. Estas expresiones culturales se desarrollan en
diferentes épocas del año como rituales de purificación en las diferentes
actividades. También se realizan en diferentes etapas de la vida del desarrollo
del hombre y de la mujer: desde su nacimiento hasta la muerte. Por otro lado, a
través de ellas se realizan actos de purificación a todos los seres vivientes y no
vivientes e incluso las semillas que se ubican desde el infinito mar hasta los
picos más altos de la Sierra, Gonawindúa (Sierra Nevada de Santa Marta). [4]
 COMUNIDAD INDÍGENA TIKUNAS
«Yuche vivía desde siempre, solo, en el mundo. En compañía de las perdices,
los paujiles, los monos y los grillos habían visto envejecer la Tierra. A través de
ellos se daba cuenta de que el mundo vivía y de que la vida era tiempo, y el
tiempo... muerte.
No existía en la tierra sitio más bello que aquel donde Yuche vivía: era una
pequeña choza en un claro de la selva y muy cerca de un arroyo, enmarcado
en playas de arena fina. Todo era tibio allí; ni el calor ni la lluvia entorpecían la
placidez de aquel lugar.
Dicen que nadie ha visto el sitio, pero todos los tikunas esperan ir allí algún día.
Una vez Yuche fue a bañarse al arroyo, como de costumbre. Llegó a la orilla y
se fue introduciendo en el agua hasta que estuvo casi enteramente sumergido.
Al lavarse la cara, se inclinó hacia adelante mirándose en el espejo del agua;
por primera vez notó que había envejecido.
El verse viejo le entristeció profundamente.
- Estoy ya viejo.... y solo. ¡Oh!, si muero, la Tierra quedará más sola todavía.
Apesadumbrado, despaciosamente emprendió el regreso a su choza.
El susurro de la selva y el canto de las aves lo embargaban ahora de infinita
melancolía.
Yendo en camino, sintió un dolor en la rodilla, como si lo hubiera picado algún
insecto; no pudo darse cuenta, pero pensó que hubiera podido ser una avispa.
Comenzó a sentir que un pesado sopor lo invadía.
- Es raro cómo se siento. Me acostaré tan pronto llegue.
Siguió caminando con dificultad y al llegar a su choza se recostó, quedando
dormido.
Tuvo un largo sueño. Soñó que entre más cosas soñaba, más se envejecía y
más débil se ponía y que de su cuerpo agónico se proyectaban otros seres.
Despertó muy tarde al otro día. Quiso levantarse, pero el dolor se lo impidió.
Entonces se miró la inflamada rodilla y notó que la piel se había vuelto
transparente. Le pareció que algo en su interior se movía. Al acercar más los
ojos, vio con sorpresa que, allá en el fondo, dos minúsculos seres trabajaban;
se puso a observarlos.
Las figuras eran un hombre y una mujer: el hombre templaba un arco, y la
mujer tejía un chinchorro.
Intrigado, Yuche les preguntó:
- ¿Quiénes son ustedes? ¿Cómo llegaron ahí?
Los seres levantaron la cabeza, lo miraron, pero no le respondieron y siguieron
trabajando.
Al no obtener respuesta, hizo un máximo esfuerzo para ponerse de pie, pero
cayó sobre la tierra. Al golpearse, la rodilla se reventó y de ella salieron los
pequeños seres que empezaron a crecer rápidamente, mientras él moría.
Cuando terminaron de crecer Yuche murió.
Los primeros tikunas se quedaron por algún tiempo allí, donde tuvieron varios
hijos; pero más tarde se marcharon, porque querían conocer más tierras, y se
perdieron.
Muchos tikunas han buscado aquel lugar, pero ninguno lo ha encontrado.» [5]
 COMUNIDAD INDÍGENA EMBERA KATIOS

Los emberá consideran a Dachizeze (Tatzitzetze, también conocido


como Ankore), como el ser primordial, masculino/femenino, creador de todos
los elementos y los primeros seres.
Engendró a Caragabi quien dio origen a los Emberá y a su mundo, ordenando
el cosmos y permitiéndoles el acceso al agua, al fuego y a los alimentos.
Trutruica, era el dueño de Armucura (mundo subterráneo), según algunas
versiones era también creación de Dachizeze; según otras nadie le dio
existencia, y en ese sentido era semejante a Dachizeze.
El Universo Emberá está compuesto de tres niveles principales:
1. El mundo de Caragabi. Algunos lo llaman "Mundo de las cosas
azules". En él residen Dachizeze, Caragabi, una serie de seres
primordiales y el alma de los muertos.
2. Armucura. Mundo gobernado por Trutruica, debajo del humano, en ellos
habitan los jai (esencias, espíritus).
3. Mundo del hombre, que vive en constante enfrentamiento con los jai y
los seres primordiales.
En un principio, la relación entre el mundo humano y el de Caragabi era buena,
los hombres podían acceder a él por una escalera, pero cuando no cumplieron
con los tabúes, se rompió la posibilidad de visitar el mundo de arriba. A partir
de ese momento, sólo los jaibanás (chamanes) pueden acceder a los niveles
esenciales.
Los jai del mundo de Trutruica, son agentes de la enfermedad y la agresión,
pero también de la curación y protección. Entre los jai están los "dueños" de
cada especie animal, a los que el jaibaná invoca para propiciar su abundancia
o ahuyentarlos.
Entre las jai más importantes, se destacan:
o Antumía: Jai maligno, equivalente al demonio considerado también
espíritu del agua.
o Pakore: Madre del monte, custodia las cacerías.
o Nusi: Pez gigante. [6]

 COMUNIDAD INDÍGENA GUAMBIANOS


La cosmogonía guambiana se estructura en un sistema dual: lo masculino y lo
femenino, lo caliente y lo frío, el sol y la luna, etc. Es un universo habitado por
seres sobrenaturales a quienes se les teme y debe aprender a manejar, pues
los elementos de la naturaleza eran antiguamente parecidos a las personas,
pero, con el pasar del tiempo, fueron perdiendo ese carácter hasta convertirse
en lo que son hoy. Desde esa perspectiva, las plantas, los árboles, los
accidentes geográficos, la misma "madre tierra" guardan espíritus que pueden
ser benéficos o no.
Ure es uno de los principales espíritus malignos. Habita debajo de la tierra y, en
ocasiones, toma la forma de un cerdo. También está Nuguwaymasig, quien
tiene como morada el volcán Puracé y quien puede tomar varias apariencias.
Hay otros espíritus - Yash, Kway - Mantsik, Kalyim - que sin ser malignos son
temidos porque tienen la capacidad de arrebatar el alma de las
personas,producir enfermedades y hasta la muerte.
Dentro del imaginario guambiano hay mucho respeto y celo hacia el estado de
contaminación de las personas y las cosas relacionados con la salud. La
asociación la ubican con lo frío y lo sucio, siendo la mujer con su sangre
menstrual la persona que tiene la posibilidad de contaminar a los otros. El
estado de contaminación es un factor para irritar a los espíritus, hecho que se
refleja en las enfermedades, embarazos, pérdida de niños, despeñando
animales, etc. Para limpiar ese estado de contaminación existe el Pishimaruk o
ceremonia de limpieza efectuada por los curanderos. Ellos limpian y restituyen
el equilibrio social y biológico perdido. Se utilizan en el ritual plantas
consideradas "calientes" como la coca, principalmente, y el maíz. [7]

 COMUNIDAD INDÍGENA MUISCAS


Al principio todo era oscuridad. La luz, que estaba “metida allá”, comenzó a
salir para iluminar el universo. Ese poder creador infundía su cualidad luminosa
como atributo lúcido y resplandeciente a las cosas. La esencia creadora,
denominada Chiminigagua, tenía la luz en sí. Representaban en los astros la
diferencia y complementariedad de los géneros, el Sol (Sua) era masculino y la
Luna (Chía) femenina. Simbolizaban la articulación del matrimonio como
conjunción del poder inseminador de la luz del día y de la noche, y los
concebían como “padres de la gente”. Bachué emergió de la Laguna de
Iguaque, con su hijo en brazos, este al crecer fue su esposo, y su progenie
pobló la tierra. Pronto los muiscas olvidaron a sus dioses, pasaban en día en
holganza y vicio. Entonces Chiminigagua envió un mensajero: Bochica quien
como una encarnación solar apareció por el oriente de la sabana de Bogotá.
Chibchacum, enojado por la maldad de los seres humanos, había provocado
una inundación juntando las aguas de los ríos Tibitó y Sopó, provocando la
destrucción de los cultivos, con la consencuente hambruna. Bochica arrojó
contra las peñas su vara de oro, separó la sierra, y desagotó la sabana creando
el Salto de Tequendama. Entonces desde el valle sagrado de Iraca, con el
nombre de Idacanzas predicó y enseñó las buenas costumbres y algunos
preceptos morales. El civilizador enseñó a sembrar, a fabricar casas, a tejer en
algodón y el fique, a cocer el barro y hacer ollas, la manera de calcular el
tiempo y determinar las fechas para la siembra y la recolección. Los muiscas le
distinguían como “nuestro pariente y padre”. Consideraban que los espíritus
estaban vinculados con su geografía: ríos, montañas y lagunas, las últimas
eran centros ceremoniales, a los que se hacían ofrendas para mejorar la pesca.
[8]

 COMUNIDAD INDÍGENA CHIBCHAS


Los Chibchas o Muiscas, son un pueblo amerindio perteneciente a la familia
lingüística chibcha que habitaron las riberas del río Magdalena, cerca de
Bogotá, Colombia. En el pasado ocupaban parte de la actual Panamá y los
altiplanos de la cordillera Oriental de Colombia. El siguiente mito de la creación
por obra de Chiminiguagua es una adaptación realizada por Juan Carlos
Alonso, tratando de mantener en lo posible los terminos utilizados por tres
autores consultados, Roberto Restrepo, Francois Correa y Javier Ocampo. Un
análisis psicológico de estos mitos pueden encontrarse en el
artículo Transición al patriarcado en los mitos cosmogónicos chibchas, de la
psicóloga colombiana Maria Claudia Munevar.
Al principio todo era oscuridad. Al momento de la creación, la luz, que estaba
«metida» en Chiminigagua comenzó a salir para iluminar el universo.
Chiminigagua era «una cosa grande, esencia creadora», que infundía su luz
resplandeciente a las cosas. La única luz que existía era la suya, una divinidad
bondadosa y universal. Creó el universo con sus estrellas y el mundo con sus
tierras y aguas. Era la oscuridad del espacio, en la noche del infinito. Cuando el
dios creador quiso difundir la luz por todo el universo, creó dos grandes aves
negras y las lanzo al espacio. Cuando estas aves echaban aliento o aire por
los picos, esparcían una luz incandescente, con la cual todo el cosmos quedó
iluminado. Así se hizo la luz y se crearon todas las cosas del mundo. En el
proceso de creación de todo lo existente en el universo, creó a Súa (el sol) y a
Chía (la luna), que eran esposos. El sol era masculino y la luna femenina.
El era el benefactor de los hombres y dispensador de la fecundidad de la tierra.
Ella, la representación de la hermosura de la mujer y de la luz en el firmamento
en las horas de la noche. Se veneraba a través de las aguas y de las lagunas.
[9]

¿QUÉ ES EL YURUPARY?

La Leyenda de Yurupary se nos presenta como el ejemplo más típico de


formalización literaria en Colombia. Es una leyenda que ha andado por mucho
tiempo de boca en boca por las tribus y las malocas; en los caminos más
oscuros de la selva amazónica. Su origen es común a todas las tribus de la
Amazonía colombo-brasilera (río Vaupés, Isana y río Negro), principalmente en
la región del Vaupés-Colombia.

La Leyenda de Yurupary es prueba de que nuestra cultura autóctona está aún


presente y viva, pues su culto se practica en numerosas tribus constituyéndose
hoy día en el gran mito, todavía vigente de los indígenas colombianos y por
extensión, latinoamericanos; además, es el único texto indígena de autor
conocido.

Extraña la falta de interés que hasta la fecha ha existido por estudiar la leyenda
de Yurupary desde un punto de vista literario, lo cual no ocurre con otros textos
amerindios como el notable Popol-Vuh de los quichés de Guatemala. En
realidad, las explicaciones que se intentan a este respecto no parecen
satisfactorias, aunque hay que tener en cuenta que el estudio de la mitología
indígena es un campo relativamente poco explorado y que las investigaciones
sobre literaturas amerindias están en su etapa preliminar.

Este mito fue recogido a finales del siglo XIX por el indígena brasilero


Maximiano José Roberto, descendiente de indígenas manaos y tirianas, quien
lo plasmó por escrito en lengua franca o Nheengatú (derivada del tupí-guaraní);
posteriormente fue traducido al italiano por el Conde Ermanno Stradelli y
publicado en 1891 en el Bolletino de la societa geographica de Roma. (Serie III,
Vol III, p.p. 659-689; 789-835).

Pese a esta publicación, el mito siguió prácticamente ignorado no sólo por los
colombianos, sino también por los brasileros; hasta que en la década del
cincuenta, Don Pastor Restrepo Lince lo redescubrió; y con la asistencia de
Américo Carnicelli, lo tradujo del italiano al español. Javier Arango Ferrer tuvo
conocimiento de este hecho y fue el primero en divulgar públicamente en su
ensayo Raíz y desarrollo de la literatura colombiana la existencia de este
documento. En la actualidad, Héctor Orjuela con la colaboración de Susana N.
Salessi y el Instituto Caro y Cuervo, han publicado una nueva traducción del
manuscrito de Stradelli al español. [10]

BIBLIOGRAFÍA

[1] http://observatorioetnicocecoin.org.co/cecoin/files/Caracterizaci%C3%B3n
%20del%20pueblo%20Uitoto.pdf
[2] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-78578
[3] https://books.google.com.co/books?
id=txJH1_qweSMC&pg=PA257&lpg=PA257&dq=cosmogon
%C3%ADa+de+los+koguis&source=bl&ots=M48uM5GKZy&sig=z0xGGqHD_RI
7x0twG_S9rA_H3RQ&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwih3J-
stZ3SAhXFVyYKHWDoDQQQ6AEIHzAB#v=onepage&q=cosmogon%C3%ADa
%20de%20los%20koguis&f=false
[4]
http://siic.mininterior.gov.co/sites/default/files/unificacion_plan_salvaguarda_wi
wa_2.pdf
[5] Primitivos relatos contados otra vez de Hugo Niño (1976). 
[6] http://pueblosoriginarios.com/sur/caribe/embera/jaibanismo.html
[7] https://dietnica.wordpress.com/guambianos/
[8] http://pueblosoriginarios.com/sur/caribe/muisca/religion.html
[9] http://mitosla.blogspot.com.co/2008/02/colombia-mito-chibcha-la-creacin-
y.html
[10] http://www.intecap.edu.co/web-basico/wb-
granadoscarlos/textomitorurupary.html

SIMÓN BOLÍVAR
“MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO”
PERTINENCIA Y ACTUALIDAD DEL TEXTO LITERARIO
(OPINIÓN PERSONAL)

El libertador Simón Bolívar fue en sus tiempos un gran militante y político, lo


cual le daba la habilidad de hablar con poder y expresar sus ideas frente a todo
el pueblo con mucha propiedad frente al caso. Ésta propiedad se desarrollaba
además de en sus discursos como político, en su bella poesía, pertinente,
auténtica y sin duda llena de vida, ya que exaltaba de manera abismal toda la
belleza que con sus sentidos percibía por cada lugar que pasaba, experiencias
que vivía y pensamientos algunos lógicos, otros abstractos acerca de todo lo
que lo rodeaba.
En el discurso “Mi delirio sobre el Chimborazo”, escrito en el año 1822, en la
cual es posible evidenciar la belleza de la prosa que existía en ese tiempo, una
prosa viva en donde el romanticismo se levanta, toma fuerza y hace que el
lector se meta dentro del significado de sus letras y se unte de esa tenacidad
que abarcan sus versos.
Siendo el monte Chimborazo, un lugar espléndido ubicado en Ecuador, Bolívar
se inspira en él después de un delirio para hacer su obra literaria en donde
embellece con palabras sus características y expresa que nunca ningún
humano pudo llegar a su corona para admirar esa belleza que allí se
encontraba y que sería él quien primero lo haría. Allí se presenta frente a él,
como personaje de su escrito literario, el Tiempo el cual señala ahí como un
fantasma, hijo de la Eternidad quien con sus manos había hecho todo cuanto
existía sobre la faz de la tierra, y además de eso, invencible a la Muerte. El
Tiempo en resumidas cuentas, le ordena a Bolívar nunca quedarse con el
secreto que el cielo le ha revelado, que explore, mire, aprenda y lleve de la
mano a todos sus conocidos para que adoren la belleza de la naturaleza que
se les ha regalado.
Actualmente en todo el mundo, en especial Latinoamérica, existe cuanta
variedad de seres vivos entre ellos los animales y la naturaleza se quiera. Ver
cómo el alma de cada ser indica la lucha, fuerza y persistencia por todo lo que
hace de sí mismos alguien con valentía y encaminado hacia la felicidad para
llegar a una meta, a la cima de una montaña llamada vida en donde no valdrá
nada ni nadie que arrebate esos sueños para que jamás se cumplan y sea
arrebatada la felicidad. Ser feliz incluye estar en paz consigo mismo y con
quienes rodean a cada persona, la naturaleza, otros seres.

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