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Tendencias en la segunda mitad del siglo XIX

-apunte de cátedra: MGG-

Durante la segunda mitad del siglo XIX, el ámbito musical occidental se vio
diversificado por la ampliación y segmentación del público musical. Se produjo un
aumento progresivo del interés por la música del pasado al tiempo que van naciendo
nuevos estilos en la música de concierto. También surgen músicas de entretenimiento
que fueron incidiendo en un alejamiento cada vez más pronunciado de la música
popular con respecto a la música de concierto y clásica.

El nacionalismo constituyó un componente tan relevante en la música instrumental, la


coral y la vocal de cámara como lo era en el ámbito de la ópera. La búsqueda de un
pasado musical era un síntoma nacionalista, así, los compositores franceses y alemanes
encontraron ese pasado tanto en sus tradiciones escritas – por ejemplo, Brahms que se
supo inspirar en Schütz, Bach y Beethoven- como en el folklore de sus regiones. En
Rusia y en EEUU, los compositores se ubicaron entre las orientaciones más
nacionalistas y las internacionalistas.

Es una época de fuertes dicotomías, obras y estilos musicales antiguos y nuevos; música
absoluta y programática; elementos nacionalistas e internacionalistas; música clásica y
popular. Sin embargo, el público creciente, se vio favorecido con un sinfín de
posibilidades mientras los compositores buscaban su estilo y su lugar en el circuito
provocador de la época.

Hacia la mitad del siglo XIX Liszt abandonó su carrera como virtuoso pianista y se
convirtió en director musical de la corte de Weimar. Se concentró más en su tarea de
compositor modificando su estilo que dejó de ser un medio para la exhibición de
virtuosismo. En su música se acentuaron la idea poética y el desarrollo lógico del
material. En esa época aportó a las obras para orquesta un nuevo género. Entre el 1848
y 1858, compuso doce de sus trece poemas sinfónicos –en 1881/1882, compuso el
último De la cuna a la tumba-. Cada uno en un movimiento con secciones de carácter y
tiempo contrastantes; con pocos temas que son desarrollados, repetidos, variados y
transformados. Liszt concibió un método para proporcionar unidad, variedad y lógica
narrativa a la composición tratando el material musical de modo tal que retratara el
asunto programático teniendo como modelo el procedimiento de la Sinfonía Fantástica
de Berlioz.1 Aplicó entonces el método de la variación temática. También utilizó esta
procedimiento en su concierto para piano N° 1 en Si bemol Mayor, vinculando temas
que se transforman tanto dentro del movimiento como entre los mismos.

Liszt influyó en compositores que tomaron el poema sinfónico como modelo como
Smetana, Franck, Chaikovsky, Rimski-Korsakov, Richard Strauss y Charles Ives. Otros
de sus aportes fueron las armonías cromáticas, su interés por las divisiones uniformes de
la octava-como la tríada aumentada- todos éstos recursos adoptados por compositores
que lo continuaron.

Liszt encabezaba la lista de compositores fuertemente influidos por la impronta de


Wagner: Anton Buckner y, de la siguiente generación, Hugo Wolf y Richard Strauss.
Según sostienen Burkholder, Grout y Palisca (2010: 865):

El punto de vista de Wagner, según el cual al música tenía que


subordinarse a una obra de arte total junto con el drama la poesía y las
otras artes, planteaba problemas a aquellos que componían música
para orquesta, canciones y obras corales.

Cada uno de los compositores mencionados, a los que podríamos agregar a Gustav
Mahler, encontró una solución individual a esta cuestión sumada al problema de
componer para un auditorio habituado a escuchar obras de la tradición clásica.

 Por otra parte, los compositores de otros países y tradiciones se apoyaron tanto
en la tradición alemana como en sus propias tradiciones. Así vimos que el
romanticismo tardío en Alemania y Austria tiene una fuerte impronta de Wagner
y también de Brahms. Por su lado, los compositores franceses se debatían entre
asimilar esa tradición o fomentar un lenguaje más nacional. En Rusia, Bohemia
y los países escandinavos, las escuelas nacionalistas se hicieron fuertes, tal como
había sucedido en el ámbito de la ópera. Así, el nacionalismo de fines del siglo
XIX constituye una de las últimas manifestaciones del ideario del
romanticismo.

 Rusia: el grupo de los cinco.


1
En su sinfonía utiliza la técnica de la idée fixe, una melodía usada en cada movimiento para representar
la imagen obsesiva del héroe amado, transformada para adecuarse al estado anímico y a la situación en
cada momento de la narración.
 Bohemia: Smetana y Dvorak.

 Noruega: Grieg.

 España: Pedrell, Albéniz Granados, Falla.

En Inglaterra y América muchos compositores procuraron evitar el abierto nacionalismo


para favorecer un lenguaje más universal. Todas estas corrientes contribuyeron a la
diversidad de la música académica de la segunda mitad del siglo XIX. Al mismo
tiempo se hace cada vez más importante las tendencias de la música de entretenimiento,
la música popular y la música folklórica.

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