Está en la página 1de 2

Realidad problemática

La emergencia sanitaria internacional desatada por el COVID-19 mantiene en


suspenso al mundo. La alarmante velocidad de propagación de la enfermedad ha
causado que diferentes países se preparen para contrarrestar eventuales casos
dentro de sus territorios. Con este objetivo, se tienen dispuestas diversas
estrategias no farmacológicas para frenar el avance del coronavirus mientras se
desarrolle una vacuna para el mismo. Los niños en edad escolar conforman una
población vulnerable ante la amenaza de un virus de estas características, por lo
tanto, suelen ser sujetos prioritarios en el diseño de estrategias para la prevención
del contagio.

Uno de los programas de protección más utilizados en la historia de las


enfermedades masivas es, precisamente, el cierre de los colegios y la suspensión
de las clases escolares. Esta decisión ha demostrado ser efectiva en la reducción
la velocidad de contagio en epidemias anteriores y ya se está aplicando en algunas
regiones de China y Hong Kong. Sin embargo, si bien el cierre de las escuelas
supone un evento positivo para la seguridad de los estudiantes ante las
circunstancias en cuestión, este también genera sendas problemáticas educativas y
socioeconómicas que no se deberían pasar por alto.

En primer lugar, la suspensión de clases en cualquiera de sus distintas modalidades,


interrumpe el rol de las escuelas como lugares de socialización, esencial no solo
para sus estudiantes, sino también para todos aquellos miembros de la sociedad
para los que sirva como un punto de encuentro. Este impacto es más profundo en
las comunidades con menores ingresos económicos. Para muchas de ellas, el colegio
representa uno de los pocos lugares en los que se pueden reunir con sus pares y
discutir asuntos concernientes a la comunidad, en el caso de los padres, e
integrarse en grupo en el caso de los niños.

Es importante recalcar que la efectividad de un programa como tal depende mucho


del acceso de los estudiantes al Internet. Así pues, de presentarse la necesidad de
implementar las clases virtuales en el Perú, muchos estudiantes quedarían
excluidos de esta oportunidad. Es preciso cerrar esta y otras brechas que dejan
nuestra educación expuesta a la eventualidad de epidemias actuales y futuras.

IDEA DE NEGOCIO: PRODUCCIÓN DE CLASES VIRTUALES ANTE LA


EMEGENCIA SANITARIA COVID-19

OBJETIVO: Proveer un espacio educativo en el que los estudiantes puedan


desarrollar sus actividades académicas, en donde puedan intercomunicarse
mediante el uso de herramientas que soporten y faciliten sus procesos de
enseñanza-aprendizaje a través de la red.
JUSTIFICACIÓN:

Las clases virtuales ya eran unas actividades en auge en los últimos años. La
situación actual hace que las clases virtuales son las únicas disponibles por un
tiempo indefinido.

Para muchos profesores de clases particulares, el confinamiento puede haber sido


un problema y llevado a la cancelación de muchas clases. Sin embargo, también es
una oportunidad para llevar a los clientes actuales al formato digital y a la
videoconferencia. A la larga, es bastante más rentable y práctico. Ya no se pierde
tiempo en desplazamientos y cancelaciones de última hora.

Matriz de innovación de valor

Eliminar

¿Qué factores que el sector practica y no agregan valor, se pueden eliminar?

También podría gustarte