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Concepto
CARACTERÍSTICAS
En el ámbito educativo, gran parte de las medidas que los países de la región han
adoptado ante la crisis se relacionan con la suspensión de las clases presenciales en
todos los niveles.
Ha dado origen a tres campos de acción principales: el despliegue de modalidades de
aprendizaje a distancia, mediante la utilización de una diversidad de formatos y
plataformas (con o sin uso de tecnología); el apoyo y la movilización del personal y las
comunidades educativas, y la atención a la salud y el bienestar integral de las y los
estudiantes.
Entre las modalidades de aprendizaje a distancia en línea destaca el uso de plataformas
virtuales de aprendizaje asincrónico, utilizadas en 18 países, en tanto que solo 4 países
ofrecen clases en vivo.
Equidad e inclusión
Calidad y pertinencia
Alianzas: cooperación y colaboración
Importancia
Esta pandemia se convierte en una oportunidad para recordarnos las habilidades que nuestros
estudiantes necesitan justo en crisis como estas, siendo así, la toma de decisiones informada,
resolución creativa de problemas y, sobre todo, adaptabilidad. Para garantizar que esas
habilidades sigan siendo una prioridad para todos los alumnos, la resiliencia también debe
integrarse en nuestros sistemas educativos.
VENTAJAS
DESVENTAJAS
El mes de marzo del 2020 se convirtió en un mes que América Latina no podrá
olvidar debido a la suspensión de clases que ocurrió en casi todo el mundo como
consecuencia directa de la cuarentena a resguardar por el COVID 19, donde el pánico
colectivo, el estrés generado por el confinamiento y el rol de las instituciones educativas
frente al uso de herramientas tecnológicas para crear ambientes de aprendizaje virtual
improvisados, nos lleva a replantearnos el modo y la forma en que la escuela educa en
tiempos de crisis.
En primer término, hay que considerar que el cierre de los centros educativos y la
sustitución de las clases presenciales por la formación on line y a distancia no tiene
alternativa posible. En la situación que nos encontramos de crisis sanitaria no hay otra
salida posible que la de cerrar los centros educativos y sustituir las clases presenciales
por la formación on line. Entre los efectos negativos del cierre de centro educativos se
encuentra que una parte del aprendizaje podría no recuperarse.
Es bien sabido que, el aprendizaje es mayor con las clases presenciales que en el
formato on line, sobre todo para alumnos rezagados que necesitan de más refuerzo
personal e individualizado. Además, aunque cada vez con menos intensidad, no todas
las familias tienen un buen acceso a internet y algunos ordenadores pueden ser
obsoletos.
Como por ejemplo, los estudiantes de familias desfavorecidas podrían tener menos
apoyo académico por parte de sus padres. Los recursos tecnológicos, las habilidades no
cognitivas y los conocimientos de los padres son diferentes: es difícil ayudar a un hijo
en una materia que no entiende el padre o la madre. La situación económica y laboral en
los hogares más afectados por esta crisis sanitaria también es transmitida al rendimiento
académico, la capacidad de estudio y concentración de los hijos. Lo que lleva a un
constante estrés familiar tanto en padres como en los hijos.
Como conclusión, sin duda alguna, la parte más oscura que nos mostró la pandemia
fue la gran desigualdad que existe a lo largo y ancho de nuestro país. Por un lado, se
pueden ver estudiantes con conectividad y computadoras, que vieron garantizada su
continuidad pedagógica a través de las clases virtuales. Por el otro, miles
de alumnos que, en condiciones completamente distintas a los anteriores, tuvieron
dificultades para sostener su continuidad en la construcción de aprendizajes.
Para hacerle frente a la virtualidad del aprendizaje, algunos chicos necesitaron más
apoyo que otros. Los más grandes, ya acostumbrados a autogestionar sus aprendizajes,
pudieron avanzar a su ritmo. Los más pequeños necesitaron, y siguen necesitando, la
ayuda de los adultos para administrar el contenido que se envía desde las escuelas. La
gran oportunidad que nos plantea esta pandemia es la de desarrollar hábitos de estudio y
habilidades socioemocionales que les serán a los chicos de utilidad para toda su vida. Y
en esta epopeya, las familias se ubican en el centro de la escena: de actores de reparto
pasan a ser actores principales.
Con esta nueva realidad, se aprendio que no se podía, ni se debía reemplazar a los
docentes, pero sí acompañarlos. Algunos padres aprovecharon esta nueva situación de
estar en casa y ver cómo sus hijos aprendían, qué los motivaba y qué los frustraba.
Muchos comprendieron rápidamente que esta pandemia nos ofrecía oportunidades
únicas para desarrollar en los chicos habilidades relacionadas con la autodisciplina, el
poder planificar, priorizar tareas o pedir ayuda.
Y como reflexión final se puede decir, que para transformar la educación se necesita
de un compromiso profundo para generar y sostener cambios a lo largo del tiempo.
Mejorar la calidad de la educación requiere, ante todo, de una voluntad muy firme de
darlo todo. De trabajar de manera articulada entre todos los actores de la educación, y
fijar metas a corto, mediano y largo plazo.