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Seminario doctoral sobre métodos de la teología 2020 /1 

RAZÓN Y MÉTODO DE LA TEOLOGÍA DE LA ACCIÓN   


P. Alberto Parra S.J
 
DESCRIPTOR 
 
La Teología de la Acción corresponde a la tercera especialización funcional interna de
la disciplina teológica. Son las otras dos la Teología Bíblica y la Teología Sistemática.
Y en tanto que éstas últimas se fundamentan en la apropiación de la divina revelación
en el ámbito de la palabra, la Teología de la Acción se fundamenta en la auto-
comunicación de Dios en la acción histórica que se interpreta por la palabra (Dei
Verbum 2). Así la acción humana en la historia es elevada a genuino lugar teologal y
teológico. En tanto que la teología de la acción dista radicalmente de las
teologías pastorales o prácticas, tanto como de las teologías de  genitivo, por las cuales
se teologizan eventualmente elementos pertinentes, pero no constituyentes internos de
la disciplina teológica fundada en la auto-comunicación incondicionada de Dios. 
El seminario doctoral sobre los métodos de la teología presenta aquí tanto la razón de
la teología de la acción (decisiones previas), como las estructuras que integran la
acción (conceptos fundamentales), como el s que le es propio (procedimiento)
 
 
DISEÑO DE ACTIVIDADES ACADÉMICAS
 
Febrero 10
 
Núcleos de debate

 La teología de la acción: motivaciones (decisiones previas)

 
Referentes bibliográficos
 

 “La Teología de la Acción: Motivaciones”, Alberto Parra, “De camino a la


Teología de la   Acción”, en Theologica Xaveriana 2012, vol.63, no.175,
145-156
 “Una lectura teológica de la realidad: ¿a cuáles nuevos saberes recurrir o
con qué saberes contar?, Geraldo de Mori, en Teología y Vida 2012, vol.
55, 281-306         

                       
Febrero 11
 
Núcleos de debate

 La teología de la acción: configuraciones (decisiones previas)

 
Referentes bibliográficos
 

 “Notas acerca del estatuto de la teología práctica”, Henri-Jerôme Gagey,


disponible en www.google.com
 “La Teología de la Acción: Configuraciones”, Alberto Parra, “De camino a
la Teología de la Acción”, en Teológica Javeriana 2012, vol.63, no.175,
156-167

Febrero 12
 
Núcleos de debate

 La acción de Dios en el testimonio intertestamentario (“alma de toda


teología”)
 La dialéctica de la acción en la tradición eclesial

 
Referentes bibliográficos

 “Tesis sobre la acción de Dios en el testimonio de los dos testamentos”,


Alberto Parra, material inédito
 “La historicidad de la salvación cristiana”, Ignacio Ellacuría, en Conceptos
fundamentales de la teología de la liberación, Madrid: Editorial Trotta
1990, vol. 2, 323-372

 
Febrero 13
 
Núcleos de debate

 Las estructuras de la acción (conceptos fundamentales)


 Acto, acción, actividad, actuación, praxis

 
Referentes bibliográficos
 “Labor, trabajo, acción: una conferencia”, Hannah Arent, accesible
en www.google.com.co/searh?q=labor+trabajo+trabajo+y+accion
 “La praxis humana”, Antonio González, en Teología de la praxis
evangélica, Santander: Sal Terrae 1999, 84-111 

 
Febrero 14
 
Núcleos de debate
 

 Los referentes meta-teóricos de la acción (procedimiento)

 La acción y el agente: percibir en el mundo subjetivo 


 La acción y la validez de la acción: analizar en el mundo social
 La acción y la trasformación: planificar en el mundo objetivo

 
Referentes bibliográficos

 “De la acción al agente”, Paul Ricoeur, en Sí mismo como otro, Madrid:
Siglo XXI Editores, 1996, 75-105
 “La justificación de nuestra praxis”, “La justificación moral y religiosa de
nuestra praxis”, “la justificación ilustrada de nuestra praxis”, “justificados
por la fe”, Antonio González, en Teología de la praxis evangélica,
Santander: Sal Terrae 1999, 112-171, 328-406
 “El pretexto de liberación”, Alberto Parra, en Textos, contextos, pretextos:
teología 
 fundamental, Bogotá: Javegraf 2003 (5ª impresión, 2014), 297-326 

 
*  *  *
 
Diseño para el ejercicio de evaluación
 
El participante en el seminario sobre Razón y Método de la Teología de la
Acción evalúa su competencia académica mediante la presentación de un
texto universitario (Paper) que debe mostrar estas características:
 
Producir: un texto nuevo y estrictamente personal (no vale un simple
resumen)
Entender: capacidad de análisis crítico (, discernir)), es decir
analítico (, descomponer) del todo y de las partes propuestas en el
seminario 
Comprender: capacidad de apropiar en forma personal desde su propio
mundo subjetivo (percepción de sí), desde su mundo social (validez pública
de las posturas) y desde su mundo objetivo (instrumental para los
imperativos de la propia profesión y oficio) 
Discutir: capacidad de dialectizar (, contraponer) los elementos de
contradicción y/o de contrariedad que identifican a la teología de la acción
por su fisonomía y por su método
Contextualizar: capacidad de conectar el estado de realidad social y eclesial
con la razón y método de la teología de la acción
Teologizar: capacidad para buscar y hallar en la razón y método de la
teología de la acción su conectividad con la divina revelación, la tradición, la
evangelización, la propia profesión y misión  
Proyectar: entrever la aportación posible del método de la teología de la
acción para el eventual ejercicio de investigación doctoral
 
 
El plazo último para la entrega del texto universitario (paper) está fijado por
la Unidad de Posgrados     
  
“LA NEUROTEOLOGÍA: HACIA UNA TEOLOGIA FUNDAMENTAL”
JOHN WILMAR ALVAREZ GALLEGO
 En el universo de las neurociencias se despliegan nuevas disciplinas
que van naciendo en un ambiente marcado por las investigaciones
biológicas, fisiológicas y psicológicas; en este universo de nuevas
“disciplinas neuro” como son la neuroantropología, la neuroética, la
nuerofilosofía, la neurobiología, y en especial destaco un interés
académico por la neuroteología.
La neuroteología es una nueva disciplina que está en construcción por
eso carece de un estatuto epistemológico terminado.  La composición de
la palabra “neuroteología” tiene un prefijo “neuro” que le limita y le
caracteriza como disciplina enfocada en las investigaciones y los
descubrimientos de la neurociencia, y un, sustantivo que le da su
naturaleza especifica la palabra “teología”.  Si la palabra compuesta de
neuroteología utiliza el concepto teología por tanto se ve implicada en
una posible reflexión crítica por parte de dicha disciplina, además que la
palabra solo ha sido utilizada en ambientes científicos, y curiosamente el
neoconcepto nació en un contexto literario con la obra de Aldous
Huxley[1] a quien se le atribuye ser el creador del termino en su novela
“Island” [2].
El nuevo concepto pretende buscar y aprovechar las correlaciones
posibles entre los fenómenos neurológicos y las vivencias socio-
culturales de lo religioso.
En las últimas décadas han surgido posturas contrarias[3], de cómo
entender la neuroteología, entre la variedad de clasificaciones asumo la
división que hice en mi artículo “Neuroteología: preámbulo fe y
ciencia”[4], donde presento el debate en tres tendencias generales: 

1. La tendencia neurohumanista que expone una propuesta que toma los


hallazgos desde una interpretación más inclusiva, que no se reduce solo a
los interés únicamente científicos y técnicos[5].
2. La tendencia neurobiologista[6] donde las ciencias implicadas explican
todos los fenómenos religiosos desde una antropología fisiologista que lee
las experiencias religiosas como una programación biológica que pone en
entre dicho[7], esa misma experiencia entendiéndola como “un fantasma
cognitivo”; es decir, el cerebro crea la interpretación a favor de lo religioso
con el fin evolutivo de la supervivencia, aunque esta evolución se dio de
manera accidental y con el transcurrir del tiempo las nuevas generaciones
sacaron provecho tanto antropológica como socialmente de este producto
evolutivo accidental[8].
3. La tendencia de neurocomplejidad[9] nace como una vía alterna para
ascender al problema de los fenómenos religiosos desde una clave
teológica.  Su principal característica es la interdisciplinariedad[10] que
posibilita una interpretación integradora que dialoga con las fronteras del
conocimiento, respetando algunas verdades antropológicas básicas de las
humanidades como son: “el ser humano es una realidad compleja no
reduccionista”.  Esta advertencia metodológica se origina ya que las
anteriores tendencias con sus interpretaciones biologistas diluyen al ser
humano en conceptos neuronales, corriendo el riesgo de caer en un
transhumanismo.

 Luego de ver las anteriores tendencias en la construcción de la


neuroteología, mi pregunta es por los elementos que deben pensarse en
esta nueva disciplina, para que pueda ser reconocida por la comunidad
teológica, ya que esta disciplina presume en su nombre el sustantivo
“teología”.  En este debate por la intromisión o por la inclusión del
sustantivo que determina la neuroteología asumo los postulados de una
teología fundamental para entrar en dialogo y examinar cómo sería un
encuentro autentico entre la neuroteología y la teología[11].
Esta teología fundamental debe cumplir con algunos requisitos, ya que
en el debate actual no cualquier teología sirve para este dialogo
interdisciplinar, mi opción metodológica es por una teología de la acción
humana, abierta a nuevas posturas que permitan auténticamente
“percibir” el mundo subjetivo de la neuroteología, ayudando a encontrar
un enfoque ontológico a la investigación científica y evitando caer en lo
ontico de la interpretación reduccionista solo centrada en los hallazgos.
De igual manera pasar a un “análisis” de los esquemas de validez de
ambas disciplinas para lograr una fundamentación teórico-práctica en el
mundo social implicado en este dialogo, pide que se expliciten los
esquemas de interpretación de ambas ciencias y como es necesario
llegar a un consenso de un lenguaje común para facilitar el trabajo
investigativo.
Por último, la neuroteología debe acudir a una “planificación” que parte
de un mundo objetivo y metodológico, los postulados neuroteologicos
que van surgiendo y que son legitimados por la teología y la
neurociencias.
Esta teología fundamental debe asumir un giro de la revelación y la
antropología hacia una postura más abierta a una explicación
fundamentada que proponga estructuras, dialécticas, explicaciones y
análisis entre las dos disciplinas; ya que la teología desde esta
postura  fundamental ella misma pasa a ser un discurso social capaz de
enlazar postulados teológicos y científicos.
Otro preámbulo necesario a explicitar por la teología fundamental en el
dialogo de saberes con la neuroteología es una opción metódica por
una ortopraxis centrada en los fenómenos y no en las esencias
teológicas, que visualicen los contextos neuronales y la subjetividad con
ella originada.  Esta subjetividad es un espacio posiblemente pre-teologal
como un previo necesario y sin el cual no emerge la Revelación, y en un
segundo momento, en la escucha y reflexión de la revelación, la
Teología.
La interpretación, captación, asimilación de la realidad y las experiencias
teológicas, acontecen de manera privilegiada en el cerebro como
mecanismo biológico y sede fisiológica de los fenómenos de la mente y
la conciencia teológica[12].
Por esta razón del acontecer de la conciencia subjetiva y teológica en el
cerebro, es presupuesto básico, considerar todo el conjunto de la
conciencia como correlacional con la posibilidad que Dios hable al ser
humano, por medio de sus mecanismos naturales llamadas: “Neuronas”.
Dios se autocomunica partiendo de la condición previa de lo biológico,
este pasa a ser un lugar pre-teológico y pre-teologal [13].  Y es el pretexto
inicial para luego experimentar la escucha de la palabra y de la
asimilación de los hechos de esa misma palabra.  Estas redes donde
emerge la conciencia son la sede del primer y segundo momento de la
teología, es decir de la experiencia teologal y de la reflexión teológica, así
todo acontecer en el cerebro humano es base tanto del fenómeno de la
interpretación como de la revelación posiblemente teológica.
Por lo anterior mencionado se deduce que la actividad cerebral es acción
constitutiva con un valor teologal previo y fundamental, expresado por la
razón y la emoción del acontecimiento de la Palabra revelada y los
hechos de Dios en la historia de cada ser humano.  Este es un primado
de la actividad neuronal que se convierte en un primer paso, es una pre-
estructura de la comprensión teológica. 
Es el saldo antropológica de una neuroteología cerrada a un sentido
teológico a una disciplina abierta al sentido de la creación y la realización
humana, y no solo a la supervivencia evolutiva, como lo afirma algunas
interpretaciones centradas en lo meramente biológico, así pasamos de
una vivencia a una pervivencia que llamamos vida espiritual[14].
Este itinerario pre-teologal se concretiza con el esquema de teología
fundamental de la acción humana que hace posible entender y captar los
acontecimientos humanos como acontecimientos con un esquema
teológico.
Luego de optar por un marco teológico de las acciones humanas, este
mismo método nos exige explicitar la episteme presente en lo que llamo
“neuroteología” [15], por eso es necesario pasar preguntar en la lógica
teológica, ¿Cuál es el objeto de estudio, el método y el sujeto de la nueva
disciplina?.
En primer lugar pensar por el objeto de estudio de la neuroteología es
preguntar por los dos objetivos principales interdisplinales, ellos son: la
explicación científica del cerebro  desde fenómenos religiosos y la otra es
explicitar el acontecimiento previo y posterior de la revelación teológica
acontecida también en el cerebro humano, ambos objetivos de estudio
están en una dialéctica constante que evite caer en un riesgo
reduccionista al objeto de estudio[16].
En segundo lugar, el método ha de pensarse desde un marco
epistemológico interdisciplinar con dos movimientos: uno endo o interno
de cada disciplina y el otro exo o externo de dialogo o encuentro de
saberes con el objeto común de estudio, pasando a deconstruir
conceptos y categorías para luego construir, unos axiomas con los
resultados y hallazgos en consenso interdisciplinar.
 
En último lugar está la reflexión por el sujeto de la neuroteología, este es
el ser humano como originario de pensamiento y creencias, por medio
del cerebro, estudiado como fenómeno científico y teológico.
Para terminar, retroalimentar los discursos, argumentos y comprensiones
que aparecen en la neuroteología plantean esquemas tanto a priori como
aposteori de cómo autoentenderse el ser humano, partiendo de algunos
temas que se van repitiendo y en el estudio de la neuroteología pasan a
ser paradigmáticos y son la tensión con conceptos como la libertad [17], la
conciencia, la dignidad, la antropología, el alma, el cuerpo entre otras
temáticas que constantemente son recogidas por la neuroteología[18]:
La discusión de la neuroteología esta si es posible una comunicación
neural entre Dios y el cerebro humano [19]. Se vuelve desafiante, definir la
revelación como un asunto únicamente individual, intimista, incluso se
puede correr el riesgo de reducir la revelación a una condición únicamente
racional. La teología espera más hallazgos de comprensión del
funcionamiento de las neuronas, pero intuye que la revelación es posible no
desde una razón causal que es espacio- temporal sino desde un encuentro
relacional. La relación personal transforma la estructura neuronal, así en
la posibilidad macro- relacional de una comunicación teológica con
implicaciones biológicas[20].
 
La neuroteología es un tema apasionante por desarrollar y estructurar en
las investigaciones teológicas, tiene unas comprensiones que aportan a
la teología y esta a su vez fundamenta a la nueva disciplina que nace de
las neurociencias.  Aquí en estas nuevas investigaciones, la teología esta
llamada a proponer de manera metódica una apertura a un dialogo que
es necesario asumir: “no hay verdadera neuroteología sin una teología
fundamental que la articule”.
 
VALORACIÓN DEL PROFESOR Y NOTA ACADÉMICA 
PRODUCIR: Se produce un texto relativo a un proyecto de posible interdisciplina entre
neurociencia y teología. Se indica que la neurociencia  “se halla en estado de construcción”, por lo
cual su relación con la teología es incierta al  menos por ahora. Se indica que el propósito es
relacionar la neurociencia  “con lo religioso”, noción amplia e indeterminada que pudiera referirse
a Ciencias Religiosas, no a la teología.  Se indica luego que la neurociencia es “una nueva disciplina
que puede ser reconocida en la comunidad científica”, indicación contrastante con su estado de
construcción. Se indica que la relación a que se aspira acontece en el estatuto “de la teología
fundamental” que el paper juzga como un tratado de revelación y conexión con autores. La
producción no tiene nada que ver con la asignatura de nivel doctoral Métodos en Teología y dista
completamente del curso Razón y Método de la Teología de la Acción propuesta en 5 sesiones y
bibliografía pertinente a cada una de las sesiones. En términos generales y totales, este paper no
es pertinente en orden a la evaluación del curso que se aspira a evaluar . No es pertinente.
ENTENDER: El paper no trata del asunto Razón y Método de la Teología de la Acción. En tal sentido
no lo entiende.
COMPRENDER: El paper no trata del asunto Razón y Método de la Teología de la Acción. En tal
sentido no lo comprende.
DISCUTIR: El paper no trata del asunto Razón y Método de la Teología de la Acción. En tal sentido
no lo discute.
DISCERNIR: El paper no trata del asunto Razón y Método de la Teología de la Acción. En tal sentido
no lo discierne.
CONTEXTUALIZAR: El paper no trata del asunto Razón y Método de la Teología de la Acción. En tal
sentido no lo contextualiza.
TEOLOGIZAR: El paper no trata del asunto Razón y Método de la Teología de la Acción. En tal
sentido no lo teologiza. 
PROYECTAR: El paper se refiere ocasionalmente a “percibir el mundo del sujeto por parte de la
neurociencia”; “analizar la validez de esas disciplinas”; “planificar los postulados neuroteológicos”.
Tales categorías son nombres, no las dinámicas propias de la Teoría de la Acción y de la razón y
Método de la Teología de la Acción.  
CALIFICACIÓN: el texto presentado no aplica para la evaluación del Seminario Razón y Método
de la Teología de la Acción

[1] Charte, Luis, “Proyección y límites de la neuroteología en el pensamiento de Aldous Huxley. La


interdisciplinaria a prueba en estudios existenciales”, 44.
[2] Ibíd., 45
[3] Véase las siguientes posturas investigativas sobre neuroteología:
- Categorización de Juan José Sanguineti en tres posturas: a) Reduccionista o neurologísta; b) Devaluación de
la neurociencia y c) Visión equilibrada. 
- Cuestión epistemológica: 1) Dualismo: mente y cerebro; 2) Monismo neural: “yo” auto representación, y 3)
Postura no extremas: a) Funcionalismo computacional; b) Emergentismo y c) Fisicalismo no reduccionista d)
Dualismo hilemórfico-personalismo: Visión tomista (Sanguineti, “El desafío antropológico de las
neurociencias”, Rivista di scienze dell’educacazione ano 53 n 3 (2015). 
- Categorización de Luis E. Charte: a) Operacionismo práctico; b) Operacionismo trascendental y c)
Operacionismo místico. (Charte, Luis. “Proyección y límites de la neuroteología en el pensamiento de Aldous
Huxley. La interdisciplinaria a prueba en estudios existenciales”. Persona y bioética 13(2009)).
- Categorización de Vicente Valenzuela: a) Neuroreligión y neuroteología; b) Analogía entre antropología
bíblica y antropología estructural; c) Emergentismo y panenteísmo para un encuentro entre teología y
neurociencias; d) Mención de la indagación alma-cuerpo; e) Teología, neurociencias y alucinógenos.
(Valenzuela, Osorio, Vicente. “Enfoques y postura crítica de la relación entre teología y
neurociencias”. Theologica Xaveriana 185 (2018):1-27).
- Categorización de la investigación en Colombia: a) Línea experiencia religiosa: Juan Carlos Múnera,
universidad Luis Amigó; b) Línea endógena: Vicente Valenzuela, Pontificia Universidad Javeriana; c) línea
ontológica: Juan C. Vélez, Universidad Autónoma de Occidente.
[4] Alvarez, John Wilmar, “Neuroteología: presupuestos y preámbulos”.
[5] Charte, Luis., 56.
[6] Dennett, Romper el hechizo, 34.
[7] Newberg, Andrew B, Principles of neurotheologia, 20-50.
[8] Vélez, Juan Carlos, “Modularidad, evolución y ontología religiosa”, 141. 
[9] Múnera Montoya, Juan Carlos, “Neuroteología y la naturaleza de la experiencia religiosa”, 1-24.
[10] Álvarez Díaz, Jorge Alberto, “¿Es posible la transdisciplinariedad entre neurociencias y religiones?, 292.
[11] Cf. Gozálvez, Vicent, Inteligencia moral. Bilbao, 20-50.
[12] Dennett, Daniel, La evolución de la libertad, 50-80.
[13] Sanguineti, Juan José, Neurociencia y filosofía del hombre, 14-90.
[14] Rial, Antonio, Repensar el cerebro, 23-78.
[15] Mora, Francisco, El cerebro íntimo, 19-96. 
[16] Véase, Vallejo, Fernando, Las bolas de Cavendish, 16-87. 
[17] Cf. Gazzaniga, Michael, El cerebro ético, 10-55.
[18] Véase Llinás, Rodolfo, “The Intrinsic Electrophysiological Properties of Mammalian Neurons: Insights
into Central Nervous System Function”, 1654-1664. Principio de individualidad celular, “Ley llinas”.
[19] Cf. Tomasello, Michael, Los orígenes culturales de la cognición humana, 33-76.
[20] [20] Alvarez, John Wilmar, “Neuroteología: presupuestos y preámbulos”. 

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