Anne Fortin-Melkevik

LOS METODOS EN TEOLOGIA.

EL PENSAMIENTO INTERDISCÍPLINAR
EN TEOLOGIA

Introducción

3a interdisciplinariedad es hoy
una práctica corriente en teología. No intentamos en nuestra refle-,
xión demostrar la necesidad de esta práctica, sino trazar más bien

* Anne Fortin-Melkevik nació en 1957 en Quebec, donde realizó sus es

tudios de primero y segundo ciclo de teología. Obtuvo el doctorado en an
tropología religiosa e historia de las religiones en la Universidad de París-
Sorbona y el doctorado en ciencias teológicas en el Instituto Católico de
París en 1991. El título de su tesis fue: "Pour une théorle rationnelle de l'her-
méneutique en théologie". Enseña teología fundamental desde 1991 en la
Facultad de Teología de la Universidad Laval.
Entre sus publicaciones mencionemos; "Religión und ethische Rationalitat
in der Moderne", en Transformation theologischer Ethik. Beitrage zu einer
Diskurstheoríe des Moral, Universitatstaschenbücher, Universidad de Fribur-
go, 1994; "Le statut de la religión dans la modernité selon David Tracy et
Jürgen Habermas", Studies ¡n Religion/Sciences Religleuses 22/4 (1993); "La
exclusión recíproca de la modernidad y de la religión en algunos pensadores
contemporáneos: Jürgen Habermas y Marcel GaucheL", Concilíum 244
(1992) 87-99; "Relecture du rapport théologie/philosophie: le statut du para-
digme esthétique dans la théologie postmoderne", Studies m Religion/Scien
ces Religieuses 21/4 (1992); "L'exigence universaliste en éthique: natures de
l'homme et éthiques", Le Supplément 179 (1991); "Herméneutique et ratio-
nalité: l'apport des théories herméneutiques de Habermas et Ricoeur á la
théologie". Le Supplément ^74 0990).
Dirección: Faculté de Théologie, Université Laval, Québec GIK 7P4 (Ca
nadá).

Concilium 6/147 1083

 ANNE FORTIN-MELKEVIK
unos puntos orientativos a través de las múltiples avenidas posibles
del ejercicio de la interdiscipiinariedad.
El examen de cómo son las diversas prácticas interdisciplinares
en teología no puede separarse del estudio del porqué de la teología.
En efecto, la opción por una práctica mejor que por otra de la inter
discipiinariedad se basa a la vez en las definiciones pre-establecidas
de la teología y en las opciones fundamentales relativas a la función
que se reserve a la teología. La interacción entre la discipliria teoló
gica y las otras disciplinas consistió al principio en un impacto sobre
la teología de conceptos y de categorías elaboradas en otros marcos.
Sin embargo, si se puede decir que la autocomprensión de la ciencia
teológica se ha visto cambiada por su diálogo con otras disciplinas,
también puede decirse que la teología ha transformado, desarrollado
y reforzado su identidad como disciplina por el contacto con racio
nalidades y prácticas de lectura venidas de otros lares. La reflexión
sobre las diversas prácticas de la interdiscipiinariedad en teología
implica, por consiguiente, la cuestión de las condiciones de posibili
dad de la teología dentro de los paradigmas científicos contemporá
neos.
Identificaremos en un primer tiémpo una de las causas de la en
trada de la teología contemporánea en la problemática de la inter
discipiinariedad: su apertura "al mundo". En segundo lugar veremos
cuatro tipos de relación de la teología con los otros campos"discipli
nares, desde la perspectiva de su influencia sobre el método de la
teología. Examinaremos luego la misma cuestión desde el ángulo del
desarrollo de un modelo teórico que lleva inspirando la práctica de
la interdiscipiinariedad desde hace veinticinco años, el modelo de¡
arco hermenéutico de Paul Ricoeur. Y finalmente veremos que no
solamente la autocomprensión de la teología ha cambiado bajo la
presión de las diversas prácticas interdisciplinares, sino Igualmente
que los nuevos modelos permiten a la teología redefinir su naturale
za y su función eri la sociedad, en la iglesia y en la universidad.
I. Una de las causas de la interdiscipiinariedad:
la apertura "al mundo"
Una de las causas de la práctica generalizada de la interdiscipii
nariedad en la teología contemporánea consiste en la introducción
de nuevos objetos que se han impuesto a la reflexión. El interés.
1084 Condiium 6/148
LOS METODOS EN TEOLOGIA. EL PENSAMIENTO INTERDISCIPLINAR EN TEOLOGIA
después del Vaticano il, por la experiencia, la praxis, el pluralismo, y
un poco'más tarde por el lenguaje, e\ texto, el relato, ha ampliado el
campo de ios objetos disponibles para el análisis teológico. En res
puesta a estos nuevos objetos, se han elaborado teologías de la ex
periencia, teologías de la praxis, teologías de! relato, etc. Estas teolo
gías aplicaron al principio los métodos teológicos al terreno de unos
objetos exteriores hasta entonces a la teología. Progresivamente, es
tas teologías se pusieron a seguir a las ciencias sociales, a las cien
cias humanas y a las ciencias del lenguaje, a fin de buscar instru
mentos adecuados para captar esas "nuevas realidades". Se asistió
sin embargo a una inversión de las problemáticas cuando, en vez de
objetos, esos nuevos campos de interés de la teología se vio que
eran condiciones de posibilidad e incluso de la aparición del discur
so teológico. El campo de la experiencia, por ejemplo, abordado al
principio como un campo nuevo ai lado de los campos tradicionales
de la reflexión teológica, permitió luego la introducción masiva de
las ciencias sociales y humanas en la teología, para ser considerado
finalmente como una condición primordial de la legitimidad de la
enunciación de toda teología. Este mismo giro se hizo posible con el
paradigma del lenguaje:- las ciencias del lenguaje interesaron al prin
cipio a los teólogos de los anos setenta desde la perspectiva de un
nuevo objeto que tomar en consideración. Luego, se adoptaron las
ciencias del lenguaje como aproximación metodológica para reno
var el discurso teológico. Hoy, el mismo lenguaje se concibe como
dimensión propia del acto teológico. Las profundas transformaciones
que ha aportado lá radicalizaclón epistemológica de los conceptos
de experiencia y de lenguaje en teología permiten actualmente defi
nir las condiciones mismas de posibilidad del acto teológico en tér
minos de condiciones de enunciación, en cuanto actos de lenguaje.
La ratio teológica
La teología se ha visto llevada a superar la yuxtaposición de ins
trumentos extraños a sus propios procedimientos, a su propia ratio
teológica, para aceptar tomar en consideración epistemológica su
propio discurso, que se mostraba impregnado.por "otras" lógicas. La
interdiscipiinariedad, concebida al principio en términos de-decora
ción y de apertura, demostró ser un verdadero caballo de Troya. La
introducción de ios instrumentos de esas ciencias iievó-a tomar en
consideración nuevas racionalidades e hizo explotar la definición
Concilium 6/149 1085
 ANNE FORTIN-MELKEVIK
misma de teología. La teología "resultado de la experiencia", la teo
logía como relato, la teología ortopraxis, otras tantas maneras de
practicar la disciplina teológica fuera de los cánones del método de
los manuales.
Así, si en un primer tiempo fue la apertura al objeto de la "prácti
ca" lo que llevó a volverse hacia las ciencias sociales y humanas, su
adopción ha hecho de las "prácticas'' no sólo el objeto privilegiado
de la investigación teológica, sino incluso su nuevo fundamento. Las
racionalidades en obra en esas ciencias no permitían reducir !as
prácticas a la práctica. Y una vez que fue analizado todo el campo
de la teología: en términos de prácticas plurales y polimorfas, quedó
bloqueado el retorno a una construcción deductiva del pensamiento
teológico. Por una parte, la teología se vio llevada a comprenderse
como prácticas sociales, prácticas discursivas, prácticas de libera
ción: ¿seguía habiendo algo parecido a la teología al final de estas
múltiples prácticas? Por otra parte, la adopción de las ciencias del
lenguaje ha permitido comprender el carácter irreductible de la me
diación del lenguaje. La introducción del paradigma hermenéutico
ha hecho vacilar las condiciqnes mismas de posibilidad del objeto
de la teología: ese objeto no pgede ya ser "Dios", sino los "discursos
sobre Dios". Y esos discursos ño son ya solamente objetos, sino que
constituyen el mismo acto teológico.
La propia ratio de la teología se ha visto transformaba. Esta ratio
ha quedado informada por las racionalidades de las teorías de la
experiencia, de la praxis, del lenguaje, no ya como si se trataran de
un añadido, sino más bien como condiciones de estructuración y
de aparición del mismo acto teológico. La interdisciplinariedad,
apertura al mundo, a los otros métodos y a las otras racionalidades,
permitiría a la teología abrirse a sí misma, darse cuenta de su funcio
namiento y de sus presupuestos. Las diferentes prácticas de la inter
disciplinariedad implican sin embargo ciertos modos de articulación
diferenciados de estos presupuestos, como vamos a ver a continua
ción.-
11. El "choc'' del encuentro
La teología ha seguido diversos caminos en su exploración de la
interdisciplinariedad desde el giro que supuso el último Concilio. Es
tas diferentes prácticas de la interdisciplinariedad están dirigidas por
ciertos cuadros teóricos subyacentes que proceden de comprensio-
1086 Condiium 6/150
LOS METODOS EN TEOLOGIA. EL PENSAMIENTO INTERDISCIPLINAR EN TEOLOGIA
nes epistemológicas del sentido mismo de la empresa teológica. El
cómo de la interdisciplinariedad procede del porqué de la teología,
de su definición, de su papel, de su naturaleza y de sus condiciories
de posibilidad, consideradas en función de la confrontación con los
saberes contemporáneos. Para descubrir y clasificar las diferentes
prácticas de la interdisciplinariedad, nos proponemos reconstituir de
forma ideal-típica estos campos epistémicos implícitos. Los concep
tos de sujeto y de sentido servirán de indicadores de los diversos
horizontes que hacen posibles las prácticas de la interdisciplinarie
dad.
a) Una primera práctica de la interdisciplinariedad ha consistido
muchas veces en importar al campo teológico- los conceptos y las
categorías forjadas en otras disciplinas. Estos conceptos y categorías
quedaban entonces separados de las cuadros teóricos que explica
ban sus condiciones de utilización. La interdisciplinariedad se limita
ba entonces a la adopción de un vocabulario. La ratio teológica con
trolaba el discurso y no había que poner nada en cuestión. Las dife
rentes aproximaciones metodológicas se utilizaban para encontrar el
sentido que la teología asentaba a priori. Este sentido, univoco, se
definía como anterior a la experiencia, al texto y a las prácticas de
lectura: tenía que reconstituirse fuera de la experiencia, a pesar del
texto, más allá del texto. La aportación de las ciencias sociales y
humanas, en este contexto, consistía en ofrecer una contribución pa
ra la expresión de este sentido. Las categorías y los esquernas con
temporáneos repetían en palabras más accesibles las verdades eter
nas que la teología tenía en su poder. El porqué de la teología se
inscribía aquí en el marco de una filosofía a la vez escolástica y
"moderna", que producía un sujeto dé conocimiento al servicio de
la objetividad de la Verdad.
b) En este contexto quedaban todavía sin ser recibidas las nuevas
posibilidades que ofrecían las ciencias sociales y las ciencias huma
nas. El sujeto empírico establecido con pleno derecho en estas cien
cias y que procedía de una manera inductiva elaborando el sentido
más bien que presuponiéndolo, no podía menos de hacer explotar el
marco metafísico de la teología. Una vez aceptado, el marco episte
mológico de las ciencias sociales y humanas supuso de hecho mu
chas veces el abandono radical de la ratio teológica. La interdiscipli
nariedad consistió en hacer del teólogo un sociólogo, un historiador,
- etc., que conservaba ciertamente un interés personal-por las cuestio
nes relativas a la teología, pero cuyo trabajo no consistía ya en una
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Condiium 6/151
 ANNE FORTIN-MELKEVIK
reflexión a partir de la especificidad del acto teológico. La ratio teo
lógica, en el momento más intenso de la oleada de la Interdisciplina-
rledad, fue considerada como un vestiglo del pasado, sin pertinencia
alguna frente a los discursos y las racionalidades contemporáneas. El
"por qué h teología", en este contexto, llevó a la descalificación de
la teología en cuanto saber pertinente para decir el sentido. La teolo
gía, interiorizando el ideal científico de objetividad de las ciencias
sociales y humanas, hasta hacer de ellas un ideal teológico, no logró
inscribir la pertinencia de su papel más que en lo relativo a la esfera
de convalidación jntra-universitaria.
Sin embargo, el diálogo con las ciencias sociales y fiumanas con
dujo también a algunas prácticas reflexivas fundamentales sobre la
naturaleza de la teología. La legitimidad de la teología en la moder
nidad no podía deducirse ya a prior! en función de un sentido y de
una verdad poseídas desde toda la eternidad, de una verdad del or
den de la evidencia. La legitimidad se comprendió entonces como
obra por construir en un diálogo Interdisciplinar que tenía que dar
cuenta de sus transformaciones epistemológicas ante unos sujetos
creyentes, ante la comunidad. SI la teología pudo concebir la inter-
disciplinariedad como sumisión de las otras disciplinas a su propia
estructuración del sentido, como yuxtaposición de unos procedi
mientos sometidos a una dirección predeterminada, su trato asiduo
con las ciencias sociales y humanas la llevó a comprender que su
sentido, su verdad, no podía mantenerse ya en un espado reservado.
La teología se comprendió positivamente como una disciplina en
medio de las demás, teniendo que asumir el "choc" de los presu
puestos metafísicos que establecen las condiciones de posibilidad de
los saberes. Su naturaleza y su función se vieron modificados desde
dentro frente a un nuevo espacio público que comprendía tanto a la
universidad como a )á sociedad y a la comunidad creyente.
c) La introducción de! paradigma hermenéutico salido de las
ciencias del lenguaje no ha sido menos Importante para la teología.
Bajo la influencia de Rudolf Buitmann, el sujeto se convirtió en el
sujeto interpretante, cuya cuestión juega un papel decisivo en el des
velamiento del sentido. Este sentido, al mismo tiempo que se escapa
del modelo deductivo de una cierta teología, se escapa igualmente
del control de los modos de convalidación exteriores a la raf/oteoló-
gica, ya que se da en el ser, ese ser que los teólogos se permiten
sobredeterminar teológicamente. El concepto de identidad de\ sujeto
teólogo que elabora un acto teológico apropiándose de su historia y
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Concilium 6/152
LOS METODOS EN TEOLOGIA. EL PENSAMIENTO INTERDISCIPLINAR EN TEOLOGIA
asumiendo los acontecimientos de su vida en sus relaciones con los
horizontes de sentido de los textos teológicos, ha permitido a la teo
logía definir su ratio y su función en términos Interpretativos. El ideal
epistemológico de la teología se ha convertido en el ideal interpreta
tivo, lo cual ha permitido enlazar con algunos elementos de la tradi
ción teológica. La especificidad del acto teológico tenía más espacio
para pensarse en esta lógica del desvelamiento del sentido y de la
cuestión del sujeto Interpretante que en el paradigma de las ciencias
sociales y humanas. Esta especificidad ha sido preciso encontrarla en
el corazón de la experiencia religiosa Irreductible a la experiencia
hermenéutica: Durante esta investigación, la pertinencia y la legiti
midad del acto teológico interpretativo se establecieron ante la co
munidad de fe, que compartía el deseo de autocomprensión creyen
te de la existencia.
d) Paralelamente con la apertura a las ciencias sociales, a las
ciencias humanas y a las ciencias del lenguaje, el interés más espe
cializado por el análisis estructural en teología ha permitido una
nueva concepción del alcance interpretativo del proyecto teológi
co '. Si el análisis estructural se practicó al principio de forma exclu
siva, se fue abriendo progresivamente a un horizonte que englobaba
a las otras aproximaciones: semántica, retórica, semiótica o pragmá
tica. Estas diversas disciplinas, salidas de un paradigma común, per
mitieron poner el acento en el trabajo de la lectura en cuanto modo
primero de la teología. El marco tan concreto de la lectura del texto
hizo saltar las pretensiones de un acceso privilegiado a un sentido
dado de antemano por parte de la teología, a un sentido que le toca
ría a la ratio teológica hacer accesible. La teología, privada de su
pretendido acceso privilegiado al sentido y a la verdad, dejó enton
ces que se le escapara por eso mismo la determinación del sentido.
En ese preciso momento de ruptura es donde interviene el papel del
sujeto creyente: la lectura vuelta hacia el sentido del texto permite el
compromiso del lector como sujeto creyente. La intersección entre la
hermenéutica y la semiótica, que hace posible la prioridad de la
práctica de la lectura, representa una profundización y una madura
ción de la práctica de la interdisciplinariedad en teología; Des-
' L. Panier, La naissance du fíls de Dieu. Sémiotique et tiréologie discursi
va. Lectura de Luc 1-2, Cerf, París 1991.
Concilium 6/153
1089
 ANNE FORTIN-MELKBVIK
pués de casi treinta años de prácticas diversas, la identidad de la
ratio teológica puede salir reforzada por las diversas prácticas ínter-
disciplinares de la lectura, que, haciéndola explotar por dentro, le
abren nuevos horizontes.
Así pues, la interdiscipllnariedad no consiste simplemente en la
apertura a otras disciplinas, sino además en la adopción de defini
ciones epistemológicas del sujeto y del sentido. Desde la yuxtaposi
ción de diferentes aproximaciones hasta el concordísmo, pasando
por el conflicto y el diálogo, la clave de interpretación de la interdis-
ciplinaríedad consiste en identificar el horizonte metafísíco con el
que se artIcular'No basta con predicar la Interdisciplináriedad; hoy
es necesario reflexionar sobre las condiciones de posibilidad del ac
to teológico. A continuación exploraremos la cuestión siguiente:
¿qué es lo que hoy hace posible el ejercicio de la ratio teológica?
I]|. El modelo teórico del arco hermenéutico
como condición de posibilidad
para la interdiscipllnariedad en teología
Paul Rícoeur ha sido sin duda uno de los teóricos más distingui
dos en la práctica de la interdisciplináriedad en teología. En sus es
critos de los años setenta elabora un modelo teórico que permite
romper los tabiques de la hermenéutica y de las ciencias del lengua
je para darles un tenor más científico ^ Su preocupación por la ins
cripción en un mismo "arco hermenéutico" de la explicación y de la
comprensión ha permitido dar un fundamento teórico a la comple-
mentariedad de la constitución de una cosa y la constitución del
sentido (del texto): "La comprensión de una cosa pasa por la media
ción-del texto, de los signos". P. Ricoeur establece tres momentos
dentro de su arco hermenéutico: 1) la precomprensión; 2) la explica-
ción,'que es el momento en que intervienen las diferentes disciplinas
de las ciencias sociales, de las ciencias humanas y de las ciencias
del lenguaje; 3) la comprensión final mediatizada por esas ciencias.
Se ha hecho posible la interdiscipllnariedad, por un lado, entre las
diversas disciplinas que contribuyen a establecer la explicación, y
por otro, entre el momento de la explicación y el de la comprensión.
2 P. Ricoeur, "Qu'est-ce qu'un texte?", en Du texte á l'action. Essais d'ber-
méneutique //, Seuíl, París 1986 (edición original de este artículo, 1970).
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LOS METODOS EN TEOLOGIA. EL PENSAMIENTO INTERDISCIPLINAR EN TEOLOGIA
Este modelo ha conocido múltiples reproducciones teológicas en
ambos'lados del Atlántico, tanto en los ambientes anglosajones co
mo en los francófonos
La posibilidad de la interacción entre la comprensión hermenéu
tica y la explicación recibía una fundamentación en una teoría del
conocimiento inspirada en Schieiermacher, Dilthey y Cadamer. Es
ta interacción se formularía por medido del aforismo: explicar es
comprendermejor. Al contrarío, la naturaleza de la interacción en
tre los diversos momentos explicativos no ha recibido el mismo
apoyo teórico, y el principio organizador entre los momentos expli
cativos ha sido ordinariamente la yuxtaposición de las disciplinas
en orden a permitir la finalidad hermenéutica. Ricoeur ha dado las
bases de la interacción entre explicar y comprender, pero no entra
realmente en el conflicto de las epistemologías entre las ciencias
explicativas.
Será del corazón de las mismas prácticas de lectura de donde
surjan las resoluciones de estos conflictos. El modelo ideal propuesto
por Ricoeur ha permitido establecer ciertos puentes entre los para
digmas de la exégesis histórico-crítica, de la teología bíblica y de la
exégesis sincrónica, o entre la teología histórica y las ciencias socia
les y humanas. Ha permitido entre otras cosas captar el sentido mis
mo de los estudios en liturgia y en pastoral a través de la articulación
de la semiótica y de la pragmática Así, el estudio del discurso litúr
gico, en cuanto discurso escrito y que discurre in actu, pone a con
tribución algunas aproximaciones complernentarlas de lectura den
tro del paradigma semiótico. El sentido del texto no se percibe ya
'Estas reproducciones han conocido una difusión muy amplia gracias a
los autores de primera fila que las han elaborado. Mencionamos sólo a los
principales: C. Geffré, Le christianisme au rísque de ¡'¡nterprétation, Cerf, Pa
rís 1983 (Trad. esp.: El cristianismo ante el riesgo de la interpretación. Cris
tiandad, Madrid 1984); D. Tracy, The Analógica! Imaginafíon. Christian
Theology and tbe Culture of Pluralism, Crossroad, Nueva York 1981; W. G.
Jeanrond, Text and interpretation as categorías of tbeological tbinking, Cross
road, Nueva York 1988; id., Tbeological Hermeneutics: Development and
Signifícance, Crossroad, Nueva York 1991.
* G. Bonaccorso, Introduzione alio studio della liturgia, Caro Salutis Car
do, Sussidl, 1, Edizioni Messaggero, Padua 1990; L.-M. Chauvet, Symbole et
sacrement. Une relecture sacramentelle de Texistence cbrétienhe, Cerf, París
1990 (Trad. esp.: Símbolo y sacramento, Herder, Barcelona 1991).
Concilium 6/155 1091
 ANNE FORTIN-MELKEVIK
como accesible a primera vista, ya que la significación debe ser
construida por el lector, que no recibe pasivamente un sentido ya
presente. La práctica semiótica de los textos, bíblicos o de otro tipo,
procede entonces "de una practica de interpretación (que) compro
mete al lector como sujeto"; esta lectura "tiene su lugar en el punto
mismo en que se articulan la escritura bíblica y la teología, en el
mismo punto en que se dio antaño la lectio divina y en el que se
llevó a cabo en el siglo XVII un corte epistemológico, una separa
ción entre unos textos bíblicos sometidos al estudio crítico más que
a la lectura y una^teología entregada a las regulaciones eclesiales y
dogmáticas" ELpaso del análisis estructural a la semiótica ha per
mitido de este modo tener en cuenta la dimensión narrativa, la di
mensión discursiva y la dimensión enunciativa del texto, que pue
den abrirse al horizonte interpretativo que da la "referencia subjetiva
como orientación del trabajo teológico", y que permite "proponer al
proyecto teológico una finalidad interpretativa en dirección al desa
rrollo del sujeto humano"^. Estamos lejos del eslogan de la "muerte
del sujeto" en estas prácticas de lecturas inspiradas en la semiótica:
desde el "reader-response criticism"^ hasta la pragmática, la retóri
ca, etc., se elabora una teoría"del sujeto fuera de los cuadros de la
metafísica, a partir de parámetros inéditos para la teología.
Identidad narrativa e identidad argumentativa
Este modelo del arco hermenéutico, que no hace más que enri
quecerse al hilo de su evolución, permite revisar la oposición entre
las lecturas narrativas y las lecturas explicativas que se piensan cada
vez más en términos contradictorios en teología ®. Esta oposición es
central para la definición del porqué de la teología, dado que se
basa en el sentido mismo del trabajo teológico: ¿debe la teología
® L. .Panier, "Lecture sémiotique et projet théologique. Incidences et inte-
rrogations", Recherches de sdence religieuse 78/2 (1990) 209.
* L. Panier, loe. cit., 220, subrayado por el autor.
'Entre una literatura muy abundante, mencionamos sólo a R. M. Fowler,
Let the Reader Understand: Reader-Response Críticism and the Cospel of
Mark, Fortress Press, Minneapolis 1991.
® A. Fortin-Meikevik,"Deux paradígmes pour penser le rapport de la théo-
logie aux sciences humaines: herméneutíque et narratologie", Laval théologi
que et philosophique 49/2 (1993) 223-231.
1092 Condlium 6/156
LOS METODOS EN TEOLOGIA. EL PENSAMIENTO INTERDISCÍPLINAR EN TEOLOGIA
interpretar los textos fundadores con la ayuda de instrumentos veni
dos de las ciencias humanas y de las ciencias del lenguaje (perspec
tiva hermenéutica), o debe contentarse con describir el sentido de
esos textos, prescindiendo de toda interferencia de orden extra-teoló
gico,en la captación del sentido del texto (perspectiva narratológica
angloamericana)? En el acto de lectura está en juego el concepto
mismo de identidad del lector. En efecto, la cuestión que se ha plan
teado consiste en saber si el sujeto se construye fuera de toda media
ción diacrónica y explicativa, sobre una base narrativa, o fuera de
todo afecto, sobre una base argumentativa^. La identidad narrativa y
la identidad argumentativa se comprenden como excluyéndose mu
tuamente, en función de unos horizontes metafísicos y epistemológi
cos incompatibles. El arco hermenéutico permitiría enlazar esas
perspectivas enemigas, sin tener que negar sus fundamentos episté-
micos propios.
En primer lugar, la perspectiva hermenéutica permite situar el dis
curso narrativo dentro del proceso de intercomprensión entre los lo
cutores. La narración se inscribiría como el momento primero del
arco, como punto de partida. Entre tanto, la perspectiva de la prag
mática de la enunciación permitiría diferenciar el proceso interpreta
tivo dentro del arco hermenéutico en cuatro momentos. La manifes
tación del proceso de intercomprensión hace ver que el lenguaje es
un acto, y que la significación de los actos de lenguaje va ligada
intrínsecamente a su enunciación.
De este modo, estaría primero (1) el momento del discurso narra
tivo, que podría ser objeto de un análisis pragmático, a fin de des
cubrir la forma de los enunciados narrativos concebidos como actos
de lenguaje. En esta etapa podrían igualmente utilizarse los instru
mentos de la corriente llamada "reader-response críticism".
El discurso narrativo pasa entre tanto al registro interpretativo (2)
en su desarrollo, lo cual lleva al lector a dar justificaciones y expli
caciones de las interpretaciones que se fueron dando a lo largo de la
narración. De este modo, el discurso narrativo Implicá la dimensión
discurso argumentativo (3); el discurso narrativo se convierte implíci
tamente en una discusión que busca el acuerdo, en vez de presupo
nerlo. Esta comprensión crítica del acuerdo que se va construyendo
'Cf. J.-M. Ferry, "Sur la responsabilíté á l'égard du passé:-L'éthique de la
díscussion comme éthique de la rédemption", Hermés 10 (1991) 125-137.
Concilium 6/157 1093
 ANNE FORTIN-MELKÉVIK
y que se busca al final de una discusión tiene unas repercusiones
metafísicas muy concretas: el acuerdo que juega aquí el papel de
una Idea de la razón no se da ya en el ser, sino que se inscribe en el
espacio público por construir. En el corazón de este acuerdo, la revl-
síón, la evaluación se hace por introspección, por autorreflexión
cooperativa.
La etapa final de la comprensión (4) constituye ese retorno reflexi
vo sobre las tres etapas anteriores del arco hermenéutico. Lo que'
Ricoeur entiende por la comprensión-apropiación de todo proceso
de intercomprensjón procede de una reconstrucción sintético-inte-
gradora de l.as razones en que se basa la argumentación.
Las etapas reconstruidas con la ayuda de la hermenéutica y de la
pragmática de la enunciación constituyen la racionalidad óe\ propio
relato. De esta manera el momento narrativo resulta captado como
un acto de lenguaje que busca la intercomprensión. Esta aproxima
ción permite mostrar que la construcción de la identidad del locutor
se hace a la vez de un modo narrativo y de un modo argumentativo.
La explicación discursiva y analítica no se opone entonces a la na
rración. La teoría del arco hermenéutico permite de este modo re-
evaluar la Interacción entre lasiesferas de racionalidad estético/narra
tiva y argumentativo/práctico-cognitiva que se oponen espontánea
mente. Y así queda abierto un nuevo espacio para concebir la ratio
teológica mediante una captación de la interacción de1bs tres cam
pos de racionalidad, a través de la mediación del arco hermenéuti
co.
La atención que se dedica al momento narrativo de orden estéti
co, que hace del acto teológico un acto expresivo de enunciación,
permite ver que las condiciones de posibilidad del acto teológico
dentro del marco narrativo se comprenden como condiciones de
enunciación que adquieren sentido en una trayectoria narrativa. Esta
recuperación del arco hermenéutico abre por tanto nuevas posibili
dades para vincular el momento narrativo con los momentos prácti
co y teórico, y para dar una profundidad a la interpretación herme
néutica gracias a las ciencias del lenguaje. El concepto de comunidad
se convierte en el eje narrativo para la evaluación del acto tfeológico
concebido como acto de enunciación salido de la construcción de
la identidad narrativa del cristiano en cuanto sujeto creyente: la co
munidad se convierte en la instancia que permite la lectura y la
enunciación de una palabra creyente, en la instancia de validación
de las racionalidades teórica, práctica y estética conjugadas, que to-
1094 Concilium 6/158
LOS METODOS EN TEOLOGIA. EL PENSAMIENTO INTERDISCIPLINAR EN TEOLOGIA
man cuerpo en los actos de lenguaje y que tienen unos efectos y
unas repercusiones en la vida de los creyentes.
Conclusión
Las diferentes prácticas de la interdisciplinariedad permiten pen
sar de nuevo en la legitimidad y en la pertenencia pública de la
teología. La ratio teológica se ve entonces"transformada en un primer
tiempo y luego consolidada, en y a través de su explosión. En efecto,
nunca se han hecho tantas reflexiones teológicas, tan diversas y plu
rales, que intenten responder a unas preguntas concretas, espiritua
les, culturales, políticas y sociaies. La interdisciplinariedad no es una
finalidad en sí, sino el camino que hoy toma la ratio teológica para
responder a su exigencia interna y a los contextos externos.
El análisis de los procesos discursivos que actúan en la construc
ción del sentido religioso en los sujetos que cuentan y transmiten su
relato de salvación desplaza el sentido del trabajo teológico: no se
trata ya de recoger un sentido que ofrezca un método u otro distinto,
mientras que la interdisciplinariedad sigue estando fuera de la lógica
del trabajo sobre el sentido. Las diferentes Interacciones entre apro
ximaciones disciplinares, que ha hecho posibles el modelo de Paul
Ricoeur, permiten más bien a la teología definir de otra manera su
papel en la Iglesia gracias a la revaloración de su función pastoral,
espiritual y de lectio divina. Su papel en la universidad se verifica
gracias a su práctica efectiva de diálogo con las ciencias; en la so
ciedad, gracias a la búsqueda de las condiciones de posibilidad de
la construcción de un sujeto narrativo y estético, ligado a la cons
trucción de un sujeto argumentativo, teórico y práctico; y en la Igle
sia, gracias a la vinculación intrínseca del sujeto que enuncia su fe a
través de su lectura de la palabra de Otro/otro. La teología no es ya
entonces un discurso que remita a una práctica exterior a ella, o que
se sitúe como un discurso segundo respecto a una práctica creyente,
según la lógica de la división entre la comprensión y.la explicación.
La teología es acto teológico, en cuanto acto de enunciación, que
constituye de parte a parte la construcción narrativa y argumentativa
de la identidad del cristiano. El sujeto-lector en busca del sentido
que enuncia su fe puede reconocer que su identidad de cristiano va
ligada al reconocimiento por parte del otro.
(Traducido del francés por Alfonso Ortiz García)
Concilium 6/159 1095