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Ensayo de Estética

Canales: música como liberación, éxtasis y afirmación del espíritu

Sumilla

Se propone demostrar mediante una reflexión filosófica como la música –


independientemente del género que sea– puede ser una experiencia en la cual el individuo
oyente se sumerge y se complementa con ella abstrayéndose momentáneamente del
espacio-tiempo. Para ello se analizará la canción Canales del grupo de reggae peruano
Laguna Pai que puede ser interpretada como una liberación del espíritu (referencias de
Schopenhauer) el cual nos introduce en un estado de éxtasis o trance (referencias de Zweig)
y, posteriormente, finalizando en una afirmación de la vida (referencias de Nietzsche).

Palabras clave

Música, paroxismo, éxtasis, espiritualidad, liberación

It is proposed to demonstrate through a philosophical reflection how music - regardless of


the genre it may be - can be an experience in which the hearing individual immerses
himself and complements himself by momentarily abstracting himself from spacetime. This
will analyze the song Channels of the Peruvian reggae group Laguna Pai that can be
interpreted as a liberation of the spirit (Schopenhauer references) which introduces us to a
state of ecstasy or trance (Zweig references) and, later, ending in an affirmation of life
(Nietzsche references).

Keywords

Music, paroxysm, trance, spirituality, release.


Introducción

La música ha estado presente desde muy temprano en nuestro proceso evolutivo. En toda
cultura que se ha llegado a conocer, en todas las sociedades y épocas que han existido ha
habido alguna forma de manifestación musical. La música de alguna determinada sociedad
está estrechamente relacionada con otros aspectos de su cultura, como la organización
económica, su desarrollo tecnológico, costumbres, creencias religiosas, etc. En un sentido
mucho más amplio, se puede decir que la música nace con el ser humano, que ha estado
presente –según los estudios– mucho antes de la migración de los primeros grupos que
dejaron África, hace más de 50.000 años. De ahí que sea considerada como una
manifestación cultural universal.

Y como era de esperarse en todo aquello que está sometido al tiempo, a través de la
historia la música ha ido mutando en muchas formas. Algunas ya han desaparecido, otras se
están transformando y varias aún aparecerán. Ello no significa que las ya no existentes sean
–o hayan sido– inferiores a las que siguen perdurando o las que vayan a surgir. Todas son
únicas e inigualables, cada género musical ha representado y representa una singularidad en
todo lo que haya existido. Para muchos considerado como la más grande creación hecha
por el hombre. Pero, acaso ¿fue el hombre el que le dio origen o la imitó de otra fuente? Es
una de las tantas preguntas que aún sigue debatiendo; la música es un tema tan amplio que
genera en nosotros una curiosidad que seguimos intentando saciar: historia de la música,
filosofía de la música, etc.

El presente trabajo tratará de explicar todo ese conjunto, tan cargado, de sentimientos y
emociones que una canción puede lograr transmitir a través de una melodía y letra
adecuada. Tomando algunos temas y propuestas teóricas que han tratado diversos autores
acerca de la música, analizaremos la canción Canales del grupo Laguna Pai, del género
reggae, en el cual creo encontrar los requisitos necesarios para intentar comunicar la
experiencia mística que una canción nos puede lograr a imbuir.
Cuerpo

Laguna Pai

El grupo Laguna Pai es una banda de reggae peruana que se formó en el año 2008 en el
distrito de La Molina en la ciudad de Lima, Perú. Con la utilización de guitarras,
sintetizadores, teclados clásicos y una base rítmica de reggae/rock dieron origen a un estilo
nuevo en la escena peruana, evidenciando influencias de grupos como Pink Floyd, Manu
Chao, Bob Marley & The Wailers y la música peruana.1

La banda está conformada en la actualidad por seis integrantes esencialmente: Mariano


Palacios es el vocalista y la guitarra rítmica; Salo Langberg, guitarra principal; Diego
Pérez-Albela, bajo; Robert Merath, teclados y sintetizadores; Assa Sacin, batería; y
Gabriela Bonifaz en el coro. Todos ellos con una participación directa en la producción
artística musical, pues tienen como convicción que la unidad del equipo y el trabajo
comunitario es algo muy importante para progresar.

El objetivo principal de la agrupación es el mensaje de sus canciones que buscan


transmitir al público en general. Las letras hablan de temas cruciales: conservación
ambiental, inclusión social, crítica a la política, introspección y espiritualidad. 2 Asuntos no
tan arbitrarios, puesto que cada uno de los miembros ha presenciado y vivido diferentes
circunstancias que han marcado su pensar, reflejándolo en las canciones. Éstas es un
llamado a generar conciencia en la población, una renovación de espíritu que tienda a la
armonía como sociedad y promueva un desarrollo inclusivo sin divisionismos. Buscan
revalorar las tradiciones propias del Perú, desechando cualquier síntoma de alineación
cultural. A su vez, incentivan constantemente la conexión y relación que el hombre debe
tener con la naturaleza para no sentirse con la potestad de manipularla y transformarla a
nuestro antojo.

En una pequeña entrevista realizada a Mariano Palacios en el año 2016 por el diario
peruano Publimetro podemos conocer, por fuente directa del vocalista del grupo, la visión
en conjunto y finalidad que tienen propuesto para dar:

1) «Laguna Pai: “El reggae ha sido parte de nuestras vidas”» . La República.


2) http://lagunapai.com/biografia-ext/
¿Cómo explicarían la relación de sus discos y la naturaleza?
Los discos de alguna manera vienen de una inspiración natural. Nuestra energía
y motivación proviene de lo rural, el campo, la playa, los cerros y las montañas.
En todas nuestras canciones tratamos de explicar el vínculo que tenemos con la
tierra.

Algo de lo que muchas veces no somos conscientes…


Yo creo que, lo peor de todo, es que sí nos damos cuenta de que estamos
haciendo mal, solo que estamos en una etapa de negación constante. Creemos
que porque tenemos zapatos y caminamos sobre el asfalto somos superiores e
inmunes a lo que suceda con el medio ambiente.

¿Cuán importante es la naturaleza para ustedes a la hora de componer?


Es importantísima porque es la base de lo que somos. Nuestra identidad va más
allá de cuestiones políticas o sociales. La verdadera identidad del ser humano es
la conexión que tiene con la naturaleza. Y eso es lo que tratamos de transmitir en
nuestras canciones. A veces olvidamos que somos parte de algo mucho más
grande y caemos en una sensación de abandono. La gente pierde la fe y se siente
sola en las ciudades. Estamos rodeados de gente pero desconectados,
odiándonos.3

Laguna Pai es de aquellos pocos grupos que tienen la finalidad de comunicar un mensaje, un
llamado a la concientización de las personas. No sólo es buscar fama ni ganar dinero como algunos
grupos pretenden –aun así no tendría nada de malo, cada quien con sus cosas– sino generar
un cambio en las personas, un cambio para bien.

Por dicha razón, en esta oportunidad analizaremos la canción Canales del álbum
Resiliencia lanzado en el año 2015 en donde creo encontrar la corroboración de la
experiencia que uno puede llegar a sentir al momento de vivir una conexión de nuestro yo
con la canción. La letra dice así:

Cierra los ojos y deja de pensar


Deja que el aire fluya por tu cuerpo
Siente la vida como empieza a vibrar
Deja que el cuerpo haga sus movimientos
Somos canales que se usan pa' crear
La información viene del universo

3) https://publimetro.pe/entretenimiento/laguna-pai-verdadera-identidad-humano-conexion-que-tiene-
naturaleza-44910-noticia/
Con egoísmo no se llega a gozar
Te digo el ego no acepta el misterio

Y si te asustas de no pensar
Si un fuerte calor invade tu cuerpo
No te preocupes que no te va a pasar nada
Porque esta noche vamos más adentro
Y si tu cuerpo empieza a temblar
No temas mi amor es solo el comienzo
La turbulencia lleva a la claridad
Pues esta noche vamos más adentro

Que sea la vida lo que tengas que ser


Que sea la vida la que carga el tiempo
Que sean dos almas las que salen a jugar
Que sean dos cuerpos en movimiento
Que sean dos ojos los que vuelven a mirar
Que sean dos momentos eternos
El universo tiene que comunicar
Pues para eso están estos cuerpos

Y si te asustas de no pensar
Si un fuerte calor invade tu cuerpo
No te preocupes que no te va a pasar nada
Porque esta noche vamos más adentro
Y si tu cuerpo empieza a temblar
No temas mi amor es solo el comienzo
La turbulencia lleva a la claridad
Pues esta noche vamo' a estar despiertos
Que sea la vida lo que tenga que ser
Que sea la vida la que carga el tiempo
Que sean dos almas que vuelven a nacer
Que sea este un momento eterno
Que sean dos ojos que vuelven a mirar
Que sean dos sueños que están despiertos
Que este momento no se va acabar
Pues es que ahorita estamos más lejos

Y si te asustas de no pensar
Si un fuerte calor invade tu cuerpo
No te preocupes que no te va a pasar nada
Porque esta noche vamo' a estar despiertos
Y si te asustas
Y si tu cuerpo
No temas mi amor que es solo el comienzo
La turbulencia lleva a la claridad
Porque esta noche vamo' a estar despiertos

Interpretación musical

Después de un minucioso análisis de la canción en su conjunto, podemos entender la


letrilla como la descripción de una experiencia de éxtasis, como un estado del espíritu
enteramente embargado por un intenso sentimiento de admiración, alegría, etc.

Cerrar los ojos y dejar de pensar es el primer paso para zambullirnos en el paroxismo
emocional. Al no poner resistencia -mental y física- dejamos fluir el aire por todo el cuerpo
y empezamos a sentir como la vida empieza a temblar; percibimos la energía de ella y la
oscilación que efectúa, consiguiendo que nuestro cuerpo siga su ritmo y realice los mismos
movimientos. Tenemos la facultad de que el cuerpo cumple la función de medio para
conectarnos con el cosmos, puesto que la información vital proviene del universo. El
requisito esencial es no intentar experimentar el suceso con prejuicios, ni con duda, ya que
el ego no acepta el misterio.

Y aunque la experiencia mística pueda generarnos cierta angustia por las fuertes
sensaciones que la euforia trae consigo, no debemos preocuparnos de perder la noción de la
realidad ni de nuestro propio yo, puesto que nos sumergiremos en las profundidades de
nuestro inconsciente y descubriremos lo más profundo de nuestro ser. Cuando empieza la
vibración por todo el cuerpo, aquel temblor que estremece el alma, significa que es el
comienzo del paroxismo espiritual. Los violentos momentos son como un resurgir del ave
fénix, pues después de la turbulencia llega la claridad, después de una introspección
profundad en donde descubrimos lo más profundos secretos de nosotros mismos llegará la
claridad del verdadero yo.

Lo que vivimos es un constante flujo de vaivenes. Los sucesos de la vida tienen un


porqué del que debemos aceptar con caballería y firmeza y no renegar de los sucesos que
pueda ocurrir, ya que hay vida es lo que tiene que ser, un maestro eterno del que siempre
aprenderemos algo. Todos los malos momentos serán sanados por el tiempo que tiene la
facultad de curar las heridas que nos deja la vida. Las experiencias de la interiorización
logran que la espiritualidad realice juegos en donde las diferentes almas se lleguen a
encontrar, que observen lo que otros no pueden presenciar, percibir acontecimientos eternos
que otros no pueden llegar a sentir.

Son acaecimientos que pocos llegan a vivir. La experiencia mística no es aceptada por un
gran público porque no son “demostrables”. No podemos demostrar lo que sentimos
interiormente, no podemos expresar lo que podemos llegar a contemplar, no podemos
repetir los sucesos porque cada uno es distinto. La mística es algo personal e intransferible
al que sólo se tendrá acceso si se reconoce y se acepta que hay un misterio del que no se
llegará a conocer.

Al conectarnos con la canción podemos sentir como nos liberamos espiritualmente de las
cadenas de la materialidad; entrar en un trance donde olvidemos la noción de todo, así sea
momentáneamente; percibir que el lama se eleva por encima de lo terrenal; son sensaciones
que no solamente uno experimente, sino que hay un acercamiento similar en muchas
personas que han vivido lo mismo y hasta han logrado transmitirlo mediante los escritos.
Música como liberación

Schopenhauer en su libro El mundo como voluntad y representación sostiene que la


realidad última de todo lo existente está representada por un principio metafísico general
que gobierna todo el universo, una fuerza omnímoda que la denominará voluntad (Wille).
Todas las energías de la naturaleza son expresión de la Voluntad. Esta voluntad es una
fuerza que obra sin motivo, de manera irracional. O sea, significa que todo lo que
percibimos con los sentidos e incluso con nuestra propia vida es la manifestación de una
sola fuerza o energía cósmica. Toda la abundante multiplicidad de formas, de plantas y
animales que nacen y mueren, y el movimiento mismo de la naturaleza es la misma energía
que recorre por todo de forma incesante. Schopenhauer la describirá como un impulso
ciego, un esfuerzo sin cesar, un eterno devenir.

[La voluntad] es lo más íntimo, el núcleo de todo lo particular así como de la


totalidad; se manifiesta en toda fuerza ciega de la naturaleza, y también en la
acción reflexiva del hombre; la gran diferencia que hay entre ellos solo
concierne al grado de manifestación, no a la esencia de lo que se manifiesta.
(MVR1, 131)

Dicha voluntad debe entenderse como un impulso ciego y universal que solo quiere: es
puro ímpetu. No es determinada por nada, puesto que es una fuerza arrolladora universal.
Su finalidad es la satisfacción del querer pulsional, es decir, solo se quiere a sí misma y su
supervivencia o conservación. Es, en cada particular y en todo, una fuerza ciega sin
conocimiento, un querer que no sabe lo que quiere, sino que solo quiere, precisamente
porque es voluntad y no otra cosa.4 El individuo se engaña así mismo en cada instante de su
vida al creer que quiere algo en específico, pero lo cierto es que quiere, siempre quiere
(desea) y nunca dejará de hacerlo: ¿cómo librarnos de la voluntad?

Partiendo de ese eterno desear, Schopenhauer presentará dos maneras para librarse del
yugo de la voluntad, de esa corriente perpetua que arrastra todo lo existente. La primera de
ellas es el arte, expuesta en el libro tercero, dado que el placer de su ejercicio nos libera del
dolor del deseo; y la segunda manera, expresado en el libro cuarto, es la santidad (vida

4) SOLÉ, Joan. El pesimismo se hace filosofía. Editorial: Bonalletra Alcompas. pp. 88.
ascética), ya que estos, en virtud de su reconocimiento de la cosa en sí, llegan a
desentenderse de sus motivos.
El arte nos permite sustraernos de la tiranía de la voluntad, emerger del querer, paralizar
de modo provisional el torrente del deseo. La experiencia artística es el “alivio metafísico”:
el individuo olvida toda subjetividad y se pierde en la belleza, es decir, en el placer. Pero
debemos entender al placer como un estado -similar a Epicuro- en el cual nos liberamos del
dolor; o como el Nirvana budista, que significa lo mismo y cuya influencia encontramos en
Schopenhauer. Es a través de la belleza, en la obra de arte o en la naturaleza, que podemos
percibir, por la capacidad de sensibilidad humana, a la Voluntad. Como nuestro filósofo
mismo dirá en El mundo como voluntad y representación: “[durante la experiencia estética]
nos libramos del humillante apremio de la voluntad, celebramos el Sabbath de los trabajos
forzados del querer”.

Así como cada objeto invita a la representación en mayor o menor grado, de igual forma
existe diferentes niveles de sensibilización de la Voluntad en las diversas formas de arte;
siendo la tosquedad o la sutileza los parámetros que establecerán las artes más arriba o más
abajo en la tabla jerárquica. En el primer nivel encontramos las expresiones artísticas
físicas, como la arquitectura; en el segundo, la paisajística de la naturaleza; tercero, la
escultura; y así hasta alcanzar el nivel más alto en la jerarquía, a saber, la música.

La música, que ocupa un lugar predominante respecto a las demás artes, no es expresión
de ninguna idea de la Voluntad, la música es la Voluntad misma expresándose
melodiosamente. Representa lo que no puede ser representado; y es evidente que hablamos
de otro tipo de representación, hecha desde otro lenguaje. Como el mismo Schopenhauer
mencionará:

La música es el verdadero lenguaje universal […] No habla de cosas sino


puramente de gozo y de dolor, que son las únicas realidades de la voluntad: una
cosa es la expresión de sentimientos y otra la descripción de cosas.5

Y es que el vínculo que mantiene la música con la esencia del mundo siempre tendrá algo
de enigmático. Lo que Schopenhauer nos está queriendo decir es que “nos hagamos uno”
con la música y olvidarnos de la Voluntad para, por un momento, dejar de ser esclavos de
nuestros deseos. El concepto que propone de la estética como extensión de la filosofía es
que la contemplación estética es una puerta hacia la libertad y al ser; a través de ella nos
liberamos

5) SCHOPENHAUER, Arthur. Pensamiento, palabras y música. Editorial: Edaf. pp.193.


de nuestra existencia, que se desgarra en la necesidad, y nos permitimos perdernos en la
belleza.

Música como éxtasis

El 29 de octubre de 1940 en la ciudad de Buenos Aires, Stefan Zweig brindo una


conferencia sobre El misterio de la creación artística en la cual trataría temas como:
¿Dónde surgen las obras artísticas?, ¿cómo aparecen?, ¿Qué experimenta el artista al
momento de su creación? La ponencia comenzaría con una frase que resumiría muy bien el
antes, durante y después del artista: “De todos los misterios del universo, ninguno más
profundo que el de la creación.”6
Pero a pesar que se hacen miles cada día, no todas las creaciones tienden a considerarse
como milagro puesto que sólo perduran en el tiempo unas cuantas. ¿Cómo se realizó dicho
milagro? Averiguarlo, propuso Zweig, requiere usar las mismas técnicas que un detective.

El artista utiliza las herramientas que hay en realidad, pero que bendecido por el genio, ha
logrado que “lo inmortal se haga visible a nuestro mundo transitorio”. 7 Dando diversos
ejemplos de distintos autores, Zweig resumirá que el artista suele poseer, mezclados en su
más íntimo ser, las disposiciones del talento imaginativo –inspiración– y talento para el
trabajo creador, pero que en este proceso no hay más reglas. Al momento de crear se
experimenta una sensación muy intensa de muchas cosas, nos olvidamos de esta realidad y
nos sumergimos en la que acabamos de imaginar, y en ella somos capaces de controlar y
realizar lo que de manera inspirada logramos alcanzar.

Todo camino que conduce a la perfección es acertado, y cada artista no debe ir


más que por uno de esos caminos, el suyo propio.8

Una de las creaciones es la música. Cuando el artista compone una melodía, no se


encuentra mentalmente en una realidad material tan escaza de importancia, sino que está
completamente sumergido en la propia realidad que acaba de ensoñar mientras se encuentra
poseído por la inspiración. La música ha sido un éxtasis que ha abarcado en su totalidad al
artista durante su momento de creación. Y esta experiencia es la que el artista querrá
transmitir al público para que éstos puedan sentir la dicha que ellos sintieron.

6) ZWEIG, Stefan. El misterio de la creación artística. Editorial: Sequitur. pp. 11.


7) Ibid. pp. 14.
8) Ibid. pp. 41.
Música como afirmación del espíritu.

Como todo buen discípulo de Schopenhauer, Nietzsche sostenía que “a diferencia de


cualquier otra actividad en la que se manifiesta la voluntad de poder, el arte representa la
actividad más originaria de esta voluntad, porque alcanza su cima en la creación artística.” 9
Nietzsche creía que la música podía afirmar la voluntad, era un sí a la vida, algo que nos
hacía asemejar el poder del superhombre.

En el aforismo número 33 del Crepúsculo de los ídolos escribe: “Sin música la vida sería
un error”. Es una declaración que nuestro filósofo le confiere innegablemente un alcance
metafísico. La vida es la única realidad y debemos vivirla dionisiacamente, la afirmación de
lo que llamará amor fati es aprobar la vida en todos sus aspectos, trágicos, fisiológicos,
sensibles, afectivos, “decir-sí” al mundo y a la vida. En ese sentido, se podría decir que para
Nietzsche la música es la justificación del mundo y de la vida.

A pesar de que desde muy pequeño ya padecía de dolores de cabeza y estados de


agotamiento, en encerró en la música como acto de liberación y autoafirmación. 10 A él, la
música le proporcionaba una estupenda y única sensación de exaltación que transportaba un
efervescente impulso vital, puesto que veía en ella una potencia comunicativa inigualable al
ser un lenguaje directo de la pasión, que reúne en sí misma todas las cualidades:
conmovernos, bromearnos, alegrarnos y amansar el ánimo más tosco. Pero más allá de eso,
su objetivo principal es dirigir nuestros pensamientos hacia lo más alto, elevarnos por
encima del vulgo.

El arte nos trae un todo, un todo del mundo en el sentido de la Belleza: quien se entregue
a la impresión del arte pude convertirse en un ser que siente y padece “la resonancia
universal”. La música para Nietzsche lo era todo, cuando la escuchamos nos “abrigamos en
el ser”, era una realidad que no habría de terminar nunca. Pero lo cierto es que se acaba, y
por ello se plantea el problema de cómo seguir viviendo cuando éste ha pasado. 11 La
vivencia musical

9) SANTIAGO GUERVÓS, Luis E. de. Arte y poder. Aproximación a la estética de Nietzshe.


Editorial: Trotta. pp. 599.

10) BRANDE, George. Nietzsche. Un ensayo sobre el radicalismo aristocrático. Editorial: Sexto
Piso.

11) SAFRANSKI, Rüdiger. Nietzsche. Biografía de su pensamiento. Editorial: Tusquets. pp. 17.
es tan fuerte que corremos el peligro de perecer, perder la conciencia de la existencia
individual. Por ese motivo debe verse a la música como “un aire para espíritus fuertes”,
para lo que ya elevados o en camino a hacerlo, encuentran en la melodía el potente
revitalizador de la voluntad individual. Es con la música que logramos a alcanzar una
liberación espiritual, sólo para aquellos con espíritu superior logran ser llevados por el
sonido hasta las alturas.

Conclusiones

Se puede lograr entender a la música en general –sea cual sea el género– como una
experiencia única donde el oyente logra identificarse con ella y hacerse uno. Sentir la
conexión con la música y sumergirse en un trance donde sólo importa la melodía y la letra,
olvidándonos de la realidad exterior.

Canales de Laguna Pai puede interpretarse como dicho momento de euforia mística, de
un éxtasis done el sujeto se encuentra poseído por las vibraciones y el compás de los
instrumentos. Similarmente a como sostenía Schopenhauer, la música es un medio por el
cual nos podemos liberar de la voluntad, de la cotidianeidad que nos aqueja y sólo
percibirnos a nosotros mismos sin agentes externos.

Y según el minucioso Zweig, la creación representa un momento especial incomunicable


en el que cada artista llega a un estado de contemplación mística capaz de observar las
maravillas de la vida y con ella poder crear algo a su semejanza. El éxtasis que representa el
instante artístico, logra atraparnos en una realidad imaginada única en toda la faz de la
historia. Con dicha experiencia el espíritu logra una elevación en la que sólo pocos tienen la
gracia de sentir. Por esa razón Nietzsche sostiene que con el arte y con la música en
especial nos permite conocer la voluntad de poder que tiene el superhombre. La música
revitaliza la vida y la afirma pese a que podamos tropezar en muchas oportunidades.
Bibliografía

- BRANDES, George. Nietzsche. Un ensayo sobre el radicalismo aristocrático. Trad.


José Libermann, México: Sexto Piso, 2004.
- NIETZSCHE, Friedrich. Crepúsculo de los ídolos. Madrid: Alianza Editorial, 2010.
- SAFRANSKI, Rüdiger. Nietzsche. Biografía de su pensamiento. Barcelona:
Tusquets, 2002.
- SANTIAGO GUERVÓS, Luis E. de. Arte y poder. Aproximación a la estética de
Nietzsche. Madrid: Trotta, 2004.
- SCHOPENHAUER, Arthur. Pensamiento, palabras y música. Madrid: Edaf, 2015
- SOLÉ, Joan. El pesimismo se hace filosofía. España: Bonalletra Alcompas, 2015.
- ZWEIG, Stefan. El misterio de la creación artística. Madrid: Sequitur, 2010.

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