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Keywords
La música ha estado presente desde muy temprano en nuestro proceso evolutivo. En toda
cultura que se ha llegado a conocer, en todas las sociedades y épocas que han existido ha
habido alguna forma de manifestación musical. La música de alguna determinada sociedad
está estrechamente relacionada con otros aspectos de su cultura, como la organización
económica, su desarrollo tecnológico, costumbres, creencias religiosas, etc. En un sentido
mucho más amplio, se puede decir que la música nace con el ser humano, que ha estado
presente –según los estudios– mucho antes de la migración de los primeros grupos que
dejaron África, hace más de 50.000 años. De ahí que sea considerada como una
manifestación cultural universal.
Y como era de esperarse en todo aquello que está sometido al tiempo, a través de la
historia la música ha ido mutando en muchas formas. Algunas ya han desaparecido, otras se
están transformando y varias aún aparecerán. Ello no significa que las ya no existentes sean
–o hayan sido– inferiores a las que siguen perdurando o las que vayan a surgir. Todas son
únicas e inigualables, cada género musical ha representado y representa una singularidad en
todo lo que haya existido. Para muchos considerado como la más grande creación hecha
por el hombre. Pero, acaso ¿fue el hombre el que le dio origen o la imitó de otra fuente? Es
una de las tantas preguntas que aún sigue debatiendo; la música es un tema tan amplio que
genera en nosotros una curiosidad que seguimos intentando saciar: historia de la música,
filosofía de la música, etc.
El presente trabajo tratará de explicar todo ese conjunto, tan cargado, de sentimientos y
emociones que una canción puede lograr transmitir a través de una melodía y letra
adecuada. Tomando algunos temas y propuestas teóricas que han tratado diversos autores
acerca de la música, analizaremos la canción Canales del grupo Laguna Pai, del género
reggae, en el cual creo encontrar los requisitos necesarios para intentar comunicar la
experiencia mística que una canción nos puede lograr a imbuir.
Cuerpo
Laguna Pai
El grupo Laguna Pai es una banda de reggae peruana que se formó en el año 2008 en el
distrito de La Molina en la ciudad de Lima, Perú. Con la utilización de guitarras,
sintetizadores, teclados clásicos y una base rítmica de reggae/rock dieron origen a un estilo
nuevo en la escena peruana, evidenciando influencias de grupos como Pink Floyd, Manu
Chao, Bob Marley & The Wailers y la música peruana.1
En una pequeña entrevista realizada a Mariano Palacios en el año 2016 por el diario
peruano Publimetro podemos conocer, por fuente directa del vocalista del grupo, la visión
en conjunto y finalidad que tienen propuesto para dar:
Laguna Pai es de aquellos pocos grupos que tienen la finalidad de comunicar un mensaje, un
llamado a la concientización de las personas. No sólo es buscar fama ni ganar dinero como algunos
grupos pretenden –aun así no tendría nada de malo, cada quien con sus cosas– sino generar
un cambio en las personas, un cambio para bien.
Por dicha razón, en esta oportunidad analizaremos la canción Canales del álbum
Resiliencia lanzado en el año 2015 en donde creo encontrar la corroboración de la
experiencia que uno puede llegar a sentir al momento de vivir una conexión de nuestro yo
con la canción. La letra dice así:
3) https://publimetro.pe/entretenimiento/laguna-pai-verdadera-identidad-humano-conexion-que-tiene-
naturaleza-44910-noticia/
Con egoísmo no se llega a gozar
Te digo el ego no acepta el misterio
Y si te asustas de no pensar
Si un fuerte calor invade tu cuerpo
No te preocupes que no te va a pasar nada
Porque esta noche vamos más adentro
Y si tu cuerpo empieza a temblar
No temas mi amor es solo el comienzo
La turbulencia lleva a la claridad
Pues esta noche vamos más adentro
Y si te asustas de no pensar
Si un fuerte calor invade tu cuerpo
No te preocupes que no te va a pasar nada
Porque esta noche vamos más adentro
Y si tu cuerpo empieza a temblar
No temas mi amor es solo el comienzo
La turbulencia lleva a la claridad
Pues esta noche vamo' a estar despiertos
Que sea la vida lo que tenga que ser
Que sea la vida la que carga el tiempo
Que sean dos almas que vuelven a nacer
Que sea este un momento eterno
Que sean dos ojos que vuelven a mirar
Que sean dos sueños que están despiertos
Que este momento no se va acabar
Pues es que ahorita estamos más lejos
Y si te asustas de no pensar
Si un fuerte calor invade tu cuerpo
No te preocupes que no te va a pasar nada
Porque esta noche vamo' a estar despiertos
Y si te asustas
Y si tu cuerpo
No temas mi amor que es solo el comienzo
La turbulencia lleva a la claridad
Porque esta noche vamo' a estar despiertos
Interpretación musical
Cerrar los ojos y dejar de pensar es el primer paso para zambullirnos en el paroxismo
emocional. Al no poner resistencia -mental y física- dejamos fluir el aire por todo el cuerpo
y empezamos a sentir como la vida empieza a temblar; percibimos la energía de ella y la
oscilación que efectúa, consiguiendo que nuestro cuerpo siga su ritmo y realice los mismos
movimientos. Tenemos la facultad de que el cuerpo cumple la función de medio para
conectarnos con el cosmos, puesto que la información vital proviene del universo. El
requisito esencial es no intentar experimentar el suceso con prejuicios, ni con duda, ya que
el ego no acepta el misterio.
Y aunque la experiencia mística pueda generarnos cierta angustia por las fuertes
sensaciones que la euforia trae consigo, no debemos preocuparnos de perder la noción de la
realidad ni de nuestro propio yo, puesto que nos sumergiremos en las profundidades de
nuestro inconsciente y descubriremos lo más profundo de nuestro ser. Cuando empieza la
vibración por todo el cuerpo, aquel temblor que estremece el alma, significa que es el
comienzo del paroxismo espiritual. Los violentos momentos son como un resurgir del ave
fénix, pues después de la turbulencia llega la claridad, después de una introspección
profundad en donde descubrimos lo más profundos secretos de nosotros mismos llegará la
claridad del verdadero yo.
Son acaecimientos que pocos llegan a vivir. La experiencia mística no es aceptada por un
gran público porque no son “demostrables”. No podemos demostrar lo que sentimos
interiormente, no podemos expresar lo que podemos llegar a contemplar, no podemos
repetir los sucesos porque cada uno es distinto. La mística es algo personal e intransferible
al que sólo se tendrá acceso si se reconoce y se acepta que hay un misterio del que no se
llegará a conocer.
Al conectarnos con la canción podemos sentir como nos liberamos espiritualmente de las
cadenas de la materialidad; entrar en un trance donde olvidemos la noción de todo, así sea
momentáneamente; percibir que el lama se eleva por encima de lo terrenal; son sensaciones
que no solamente uno experimente, sino que hay un acercamiento similar en muchas
personas que han vivido lo mismo y hasta han logrado transmitirlo mediante los escritos.
Música como liberación
Dicha voluntad debe entenderse como un impulso ciego y universal que solo quiere: es
puro ímpetu. No es determinada por nada, puesto que es una fuerza arrolladora universal.
Su finalidad es la satisfacción del querer pulsional, es decir, solo se quiere a sí misma y su
supervivencia o conservación. Es, en cada particular y en todo, una fuerza ciega sin
conocimiento, un querer que no sabe lo que quiere, sino que solo quiere, precisamente
porque es voluntad y no otra cosa.4 El individuo se engaña así mismo en cada instante de su
vida al creer que quiere algo en específico, pero lo cierto es que quiere, siempre quiere
(desea) y nunca dejará de hacerlo: ¿cómo librarnos de la voluntad?
Partiendo de ese eterno desear, Schopenhauer presentará dos maneras para librarse del
yugo de la voluntad, de esa corriente perpetua que arrastra todo lo existente. La primera de
ellas es el arte, expuesta en el libro tercero, dado que el placer de su ejercicio nos libera del
dolor del deseo; y la segunda manera, expresado en el libro cuarto, es la santidad (vida
4) SOLÉ, Joan. El pesimismo se hace filosofía. Editorial: Bonalletra Alcompas. pp. 88.
ascética), ya que estos, en virtud de su reconocimiento de la cosa en sí, llegan a
desentenderse de sus motivos.
El arte nos permite sustraernos de la tiranía de la voluntad, emerger del querer, paralizar
de modo provisional el torrente del deseo. La experiencia artística es el “alivio metafísico”:
el individuo olvida toda subjetividad y se pierde en la belleza, es decir, en el placer. Pero
debemos entender al placer como un estado -similar a Epicuro- en el cual nos liberamos del
dolor; o como el Nirvana budista, que significa lo mismo y cuya influencia encontramos en
Schopenhauer. Es a través de la belleza, en la obra de arte o en la naturaleza, que podemos
percibir, por la capacidad de sensibilidad humana, a la Voluntad. Como nuestro filósofo
mismo dirá en El mundo como voluntad y representación: “[durante la experiencia estética]
nos libramos del humillante apremio de la voluntad, celebramos el Sabbath de los trabajos
forzados del querer”.
Así como cada objeto invita a la representación en mayor o menor grado, de igual forma
existe diferentes niveles de sensibilización de la Voluntad en las diversas formas de arte;
siendo la tosquedad o la sutileza los parámetros que establecerán las artes más arriba o más
abajo en la tabla jerárquica. En el primer nivel encontramos las expresiones artísticas
físicas, como la arquitectura; en el segundo, la paisajística de la naturaleza; tercero, la
escultura; y así hasta alcanzar el nivel más alto en la jerarquía, a saber, la música.
La música, que ocupa un lugar predominante respecto a las demás artes, no es expresión
de ninguna idea de la Voluntad, la música es la Voluntad misma expresándose
melodiosamente. Representa lo que no puede ser representado; y es evidente que hablamos
de otro tipo de representación, hecha desde otro lenguaje. Como el mismo Schopenhauer
mencionará:
Y es que el vínculo que mantiene la música con la esencia del mundo siempre tendrá algo
de enigmático. Lo que Schopenhauer nos está queriendo decir es que “nos hagamos uno”
con la música y olvidarnos de la Voluntad para, por un momento, dejar de ser esclavos de
nuestros deseos. El concepto que propone de la estética como extensión de la filosofía es
que la contemplación estética es una puerta hacia la libertad y al ser; a través de ella nos
liberamos
El artista utiliza las herramientas que hay en realidad, pero que bendecido por el genio, ha
logrado que “lo inmortal se haga visible a nuestro mundo transitorio”. 7 Dando diversos
ejemplos de distintos autores, Zweig resumirá que el artista suele poseer, mezclados en su
más íntimo ser, las disposiciones del talento imaginativo –inspiración– y talento para el
trabajo creador, pero que en este proceso no hay más reglas. Al momento de crear se
experimenta una sensación muy intensa de muchas cosas, nos olvidamos de esta realidad y
nos sumergimos en la que acabamos de imaginar, y en ella somos capaces de controlar y
realizar lo que de manera inspirada logramos alcanzar.
En el aforismo número 33 del Crepúsculo de los ídolos escribe: “Sin música la vida sería
un error”. Es una declaración que nuestro filósofo le confiere innegablemente un alcance
metafísico. La vida es la única realidad y debemos vivirla dionisiacamente, la afirmación de
lo que llamará amor fati es aprobar la vida en todos sus aspectos, trágicos, fisiológicos,
sensibles, afectivos, “decir-sí” al mundo y a la vida. En ese sentido, se podría decir que para
Nietzsche la música es la justificación del mundo y de la vida.
El arte nos trae un todo, un todo del mundo en el sentido de la Belleza: quien se entregue
a la impresión del arte pude convertirse en un ser que siente y padece “la resonancia
universal”. La música para Nietzsche lo era todo, cuando la escuchamos nos “abrigamos en
el ser”, era una realidad que no habría de terminar nunca. Pero lo cierto es que se acaba, y
por ello se plantea el problema de cómo seguir viviendo cuando éste ha pasado. 11 La
vivencia musical
10) BRANDE, George. Nietzsche. Un ensayo sobre el radicalismo aristocrático. Editorial: Sexto
Piso.
11) SAFRANSKI, Rüdiger. Nietzsche. Biografía de su pensamiento. Editorial: Tusquets. pp. 17.
es tan fuerte que corremos el peligro de perecer, perder la conciencia de la existencia
individual. Por ese motivo debe verse a la música como “un aire para espíritus fuertes”,
para lo que ya elevados o en camino a hacerlo, encuentran en la melodía el potente
revitalizador de la voluntad individual. Es con la música que logramos a alcanzar una
liberación espiritual, sólo para aquellos con espíritu superior logran ser llevados por el
sonido hasta las alturas.
Conclusiones
Se puede lograr entender a la música en general –sea cual sea el género– como una
experiencia única donde el oyente logra identificarse con ella y hacerse uno. Sentir la
conexión con la música y sumergirse en un trance donde sólo importa la melodía y la letra,
olvidándonos de la realidad exterior.
Canales de Laguna Pai puede interpretarse como dicho momento de euforia mística, de
un éxtasis done el sujeto se encuentra poseído por las vibraciones y el compás de los
instrumentos. Similarmente a como sostenía Schopenhauer, la música es un medio por el
cual nos podemos liberar de la voluntad, de la cotidianeidad que nos aqueja y sólo
percibirnos a nosotros mismos sin agentes externos.