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Hoy me parece temerario ese breve ensayo mío, fruto de
un espíritu todavía ingenuo y juvenil, con más libros leídos
que experiencia hondamente vivida y sufrida. j Como abar-
car en una treintena de páginas la obra múltiple y densa de
un crítico excepcional y universal en su tiempo, a ID; vez
novelista, poeta, filólogo, místico de raíces medievales,
filósofo sin limitaciones de sislema, fisiólogo atento a los
dictados del instinto que se oculta en el fondo de la concien-
cia y se transparenta en los sueños; polemista en batallas
de pluma contra los críticos convencionales individualizados
en los Brunetiere, los Lemaitre, los Faguet; desmenuzador
de prejuicios; creador de valores en Villiers de l'Isle Adam,
Mallarmé y Laforgue ; amante de la tradición, de la buena,
y advel·sario de la mala, porque en la tradición hay todo lo
bueno y lo malo que el hombre deja a su paso. Todo esto y
mucho más le acentúan un perfil de euciclopedista, con una
ventaja sobre los del siglo-xvIII: que no se embandera en
ninguna secta ni tendencia como no sea la libertad para
disociar ideas a fin de establecer lo q.ue hay de verídico o de
falso en ellas. En consecuencia, es enemigo mortal de quien
llama Monsieur-qlli-Tte-comprend-pas, el señor que habla de
todo sin comprender nada. Concepto del que se apropia
Darío en las « Palabras Liminares 11 de P,·osas Pr.ojallas, con-
.34 RIC4RUO SÁEKz-llAn:s BAAL, XXX, 196&
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IV
Tuvo Gourmont en la Argentina lectores más calificados
que la muchachada libresca. Con el Latín Místico se acom-
pañaba ese otro místico sutil que fue Joaquín V. González.
En aquella suerte de tétrica antología de los poelas del anti-
fonario y del medievalismo simbólico que es El La/ín Mís-
tico. Poco amor humano expresan esos místicos en una
lengua q\1e se parece (( al latín clásico como Notre Dame al
Partenón : como un poema de piedras y de lágrimas a una
oda de Píndaro ; lo que el Calvario a los juegos pyticos : lo
que María es a Diana II t. Tan atroz e inconegible se les
De Gourmont :
JOllr de colere ell ce jour-la
Comme David le prophétisa,
Le monde en cendre s'en iro.
De González :
Vendrá el día de la cólera, día del futuro incierto
que David y la Sibila vaticinan de .concierto,
y el mundu caerá al abismo convertido en polvo yerto.
v
La influencia de Goul'mont se generaliza en ~l ambiente
intelectual argentino. Eugenio Díaz Romero funda El Mer-
RICARDO SÁUZ-HAYF.S 8AAL, XXX, '965
VI
A Rémy de Gou/'/Ilonl
VIl
VIII
Si le hubieran dicho a Gour~ont: « a los cincuenta años
de su muerte apenas será usted leído y recordado", habría
podido ~ontestar con palabras de su propio cuño:
« Siempre lo presentí. Cuando defendía el simbolismo les
advertí a los que creían en la supervivencia de ese movimiento
renovador: No soy de los que se forjan grandes ilusiones en
el valor de las palabras ni en el valor de las obras. COD más
rapidez que otras veces, el tiempo envol~erá en cenizas los
trabajos de una generación que, como todas las otras, creyó
un instante que ella representaba el porvenil· del mundo.
Esos engaños sobre nosotros mismcs son útiles. Nada se
haría si no nos creyéramos capaces ·de ha<:eI"lo lodo". « La
mentira es una cOlldicion vital", ha dicho Nietzsche. « La
mentira es lo que la filosofia tradicional llama ilusión".
Los jóvenes que hoy confían demolerlo todo, sabrán un día
que no se demuele nada y que el mayor esfuerzo de un hom-
bre consiste en aportar una piedrita del camino a la pirámide
elevada por las generaciones precedentes. Siempre debemos
imaginar que poseemos un,a gran fuerza. Debemos soñar que
la flecha ha franqueado la selva, los ríos, las montañas. Ten-
dremos tiempo de encontrarla a nuestros pies, en las male-
zas, cuando busquemos en la tierra los rastros de lo pasado" '.
El sembrador de dudas de sí mi!lmo duda porque desde su
juventud se ha convencido de que todo ei relativo y fugaz.
Lo que hoy alumbra mañana se apaga. No acepta dogmas
ni admite que las ideas sean invulnerables al examen y a la
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